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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA


LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LA GRAN CARACAS

DESARROLLO DEL PENSAMIENTO SOCIAL A LO LARGO DE LA RUTA


HISTORICA DEL PAIS Y AMERICA LATINA

Autores:
Batista Milangela

Guerra Wanda
Guerra Yoselyn
Subero José

CARACAS, JUNIO 2023


INTRODUCCION
El objetivo de este trabajo es destacar la importancia de lo que es el origen del
pensamiento social. El pensamiento social, es una posibilidad para potenciar el
desarrollo humano porque en la medida en que un individuo reflexiona sobre su
sociedad, como sujeto ético y político, está más cerca se ser un sujeto social con
capacidad para desplegar de forma libre y autónoma iniciativas orientadas hacia el
desarrollo y bienestar de su nación, de su país, de su sociedad

América Latina ha sido el primer subcontinente en descolonizarse del poder


europeo a comienzos del siglo XIX. Sin embargo, no por esto se han erradicado
las relaciones coloniales de dominación basadas en la creencia de que las
culturas vinculadas con Europa son superiores a las nativas o a sus mezclas.
Luego de la conformación de los estados-nación, las ciencias sociales locales han
desarrollado concepciones con las que se ha pensado la desigualdad étnico-social
y nuestra propia identidad, usando diferentes conceptos para
explicarla: sociedades dependientes, repúblicas neocoloniales, neocolonialismo
interno o heterogeneidad estructural, entre otros. La producción y reproducción de
la pobreza masiva y de la desigualdad socio-étnica, han sido objeto de una
problematización persistente en las ciencias sociales críticas latinoamericanas, en
contraposición a las nociones de civilización, progreso y desarrollo.

El pensamiento social latinoamericano crítico ha hecho hincapié continuamente


en la necesidad de explicar la desigualdad, teniendo en cuenta estos aspectos
asociados a los diversos estilos de discriminación étnica o de procedencias
estamentales que la potencian y naturalizan. Si bien éstas prácticas parecieran
erradicadas por la retórica multicultural y “tolerante” del capitalismo posmoderno o
por el surgimiento de los derechos “culturales” de los pueblos indígenas, todavía
se mantienen indelebles en nuestras sociedades y también en las europeas, como
la persistencia de la nobleza y sus sucedáneos.
HISTORIA DEL PENSAMIENTO SOCIAL

El pensamiento social se ha
encargado a lo largo de la his-
toria de varios
temas centrales. Incluso hoy
en día, siguen siendo práctica-
mente los mismos. Este
pensamiento se basa en el
análisis de elementos en
el ámbito social, en este
se
El pensamiento social se ha encargado a lo largo de la historia de varios temas
centrales. Incluso hoy en día, siguen siendo prácticamente los mismos. Este
pensamiento se basa en el análisis de elementos en el ámbito social,
en este se plantean interrogantes y se hacen críticas que ayuden en la
búsqueda de soluciones a las mismas. Además puede considerarse como el
pensamiento que tiene cada persona dentro de la sociedad.

Este pensamiento como tal tuvo su origen en los trabajos de algunos de los
primeros grandes filósofos occidentales. Uno de los que más esfuerzo le dedicó a
estudiar cómo funcionaba la sociedad y cómo mejorarla fue Platón, con escritos
como La República. En este trabajo, el filósofo analizaba los diferentes
sectores que conformaban la sociedad del momento. Más adelante, trató de
diseñar un sistema en el que todos ellos estuvieran integrados a la
perfección; así, quería conseguir la máxima eficiencia para su país, mediante
un análisis racional

NACIMIENTO DEL PENSAMIETO SOCIAL


Se desarrolla desde el nacimiento, como el caminar; está intuitivamente
“conectado” en la mayoría de las personas para trabajar en el aprendizaje de
cómo funciona el mundo social.

ENFOQUE DEL PENSAMIENTO SOCIAL

El pensamiento social se enfoca en ayudar a los chicos a descubrir cómo pensar


en situaciones sociales. A los chicos se les enseña a observar y pensar sobre los
pensamientos y sentimientos de los otros y los de ellos mismos. También
aprenden la conexión entre pensamientos, sentimientos y comportamientos.

La idea es que los chicos necesitan desarrollar el “pensamiento” social antes de


que puedan usar las “habilidades” sociales. Enfocarse en el pensamiento puede
ayudar a que los chicos entiendan cómo interactuar más eficazmente con los
otros.

CORRIENTES DEL PENSAMIENTO SOCIAL


Las principales corrientes teóricas del pensamiento social: el positivismo, el
marxismo, el funcionalismo, el estructuralismo y la teoría crítica.

ORIGEN DEL PENSAIENTO LATINOAMERICANO


El pensamiento latinoamericano tiene en sus orígenes la herencia de la conquista
y colonización española, como uno de sus principales hitos. Estos dos aconteci-
mientos, desde un nivel discursivo, buscaron imponer la idea de que Latinoaméri -
ca era un territorio de salvajes y bárbaros, que debían ser sometidos. Esto se ob -
servaría de mejor manera en el establecimiento de las categorías civilización y
barbarie, que se utilizaron para establecer discursos de supremacía racial. Poste-
riormente, con el proceso de mestizaje, esto se transformaría en sistemas de legi-
timación, ya que se comenzarían a mezclar las culturas, y se privilegiaría la “cultu-
ra blanca europea”. Esto es importante para determinar los ejes del pensamiento
filosófico, que estaban dominados por el eurocentrismo.
El pensamiento latinoamericano tiene en el europeo una base determinante. Esto
generó en la época de la independencia y la época republicana una disputa de los
grupos de intelectuales latinoamericanos en contra o a favor de estos ejes del pen-
samiento. Se tomaron con recelo o con agrado esos ideales. Ciertamente, el pen-
samiento latinoamericano tiene una fuerte influencia del europeo en su formación,
que es imposible de negar. Con esto se marcarían, posteriormente, tendencias de
pensamiento con una fuerte injerencia en el continente, como fue la doctrina social
de la iglesia en la concepción de los procesos de colonización y conquista; la in-
fluencia de la Revolución Francesa en la concepción de la libertad y la constitución
de las naciones; o la influencia del marxismo en los proyectos revolucionarios de
izquierda, entre otros.
El pensamiento latinoamericano tuvo en los ideales de los intelectuales mestizos
su principal fuerza para desarrollar proyectos civilizatorios, revolucionarios y nacio-
nalistas. Los procesos de independencia, influenciados por hechos suscitados en
Europa, fueron claves para marcar una nueva etapa del pensamiento latinoameri -
cano, en la que se comenzaron a introducir conceptos como nación, libertad, dere -
chos, entre otros. Esta etapa aportó a conglomerar a las diversas poblaciones: in-
dígenas, criollos, españoles, afros, entre otros, en torno al ideal de libertad para
consolidar la independencia en los diversos territorios de Latinoamérica. A pesar
de que estos proyectos caerían después en los aforismos europeos, en criollos y
mestizos se marcaría un nuevo hito para el desarrollo del pensamiento latinoame-
ricano.
En tiempos actuales, entramos en una perspectiva crítica, donde se retoma los
aportes de las ideas europeas, especialmente desde el socialismo, para crear pro-
cesos revolucionarios que generen cambios en las estructuras sociales. La hibri-
dación cultural, la injerencia del capitalismo y la posmodernidad, han llevado a pro-
cesos de crisis de la acción social. Sin embargo, los esfuerzos políticos, sociales,
culturales y artísticos buscan crear posturas críticas sobre el pensamiento latinoa-
mericano, lo acercan a sus herencias indígenas, toman en cuenta los complejos
cambios de la época actual, y buscan reestructurar el sistema por el que funcionan
las sociedades latinoamericanas. Todo este recorrido permitirá determinar la for-
mación del pensamiento latinoamericano, sus estructuras, sus cambios y su esta-
do actual. Para determinar cómo desde Latinoamérica se generan discursos sobre
la identidad latinoamericana y la importancia que tienen estos para generar proce-
sos de acción social y cambios en las sociedades de esta región.
 
PENSAMIENTO SOCIAL A LO LARGO DE LA RUTA HISTORICA DEL PAIS
A diferencia de países o conglomerados nacionales como México y Centroamérica
(integrantes del complejo mesoamericano) o el Perú y los demás países del
Altiplano Andino, en Venezuela no se ha encontrado o, al menos estudiado y
revelado con toda amplitud, una fuerte tradición indígena en sus aspectos
intelectuales. México y Centro América ostentaron grupos de pensadores y
poetas, cristalizaron una admirable sistematización científica en la sabiduría
astronómica y matemática, de la cual quedan monumentos de estremecedora
precisión como el calendario maya y náhuatl. Perú forjó una lírica sentimental y un
teatro conocidos a través de cronistas, más cimentado en la historia del Incario. En
nuestro país se conservan vestigios fragmentarios de teogonías y cosmogonías
que giran alrededor de tradiciones orales recogidas con simpatía, primero por
cronistas e historiadores o viajeros -Caulín, Aguado, Simón, Gilii, Schomburgk- y
más tarde por tradicionistas abnegados como Arístides Rojas y Lisandro Alvarado;
los primeros estudios etnológicos realizados con cierto rigor metodológico tienen
firma de positivistas como Julio César Salas; recientemente, el fraile Cesáreo de
Armellada, el estudioso Civrieux y el antropólogo Juan Crisólogo, han aportado
nuevos materiales para el conocimiento de un pensamiento mitológico.. Abundan
en esas las consabidas referencias a un diluvio, común en textos coloniales
hispanoamericanos relativos al mundo prehispánico, como punto de arranque para
una posterior aparición del hombre.

La socialdemocracia desde su aparición en el escenario político es una de las


ideologías de mayor importancia a nivel internacional. En el año 1958 se establece
un nuevo sistema político en Venezuela y un cambio significativo en la dinámica
política. La democracia es el nuevo sistema que sustituye a la dictadura militar, la
socialdemocracia del partido Acción Democrática es la ideología que sustituye al
denominado Nuevo Ideal Nacional del General Marcos Pérez Jiménez. El
propósito de este artículo es presentar algunos aspectos del pensamiento
socialdemócrata reflejados en la democracia venezolana, además la importancia
que tuvo el aparato ideológico en su consolidación; discurso emergente del reporte
investigativo sobre la influencia del pensamiento socialdemócrata en la
consolidación de la democracia venezolana.

El pensamiento socialdemócrata y la democracia venezolana, son dos conceptos


que han sido objeto de estudio en el ámbito de áreas como politología, sociología,
administración pública, economía política, derecho, educación, entre otras, de
donde han surgido diversos análisis sociopolíticos, que aportan información
pertinente y enriquecedora al campo de la política gubernamental, de provecho
tanto desde el punto de vista teórico como procedimental. Además, contribuyen a
la comprensión de la relación dialéctica del régimen político democrático
participativo protagónico en Venezuela con su formación económico social. Así
como también permite continuar indagando lo que subyace a su aplicación y
profundidad en el seno de la estructura del Estado y de la formación social. En
este sentido, La Palma y Ulloa (2011), al tratar sobre democracia participativa y
protagónica como régimen político en la estructura del estado venezolano, como
un nuevo modelo, muestran las transformaciones jurídicopolíticas implementadas
en el país desde 1999 y señalan las contradicciones coyunturales emergentes de
la dialéctica del proceso político en relación con la teoría y su interpretación. Estos
autores, hacen mención de los múltiples acontecimientos que sorteó el gobierno
de Rómulo Betancourt para la consolidación de un nuevo sistema político; la
democracia representativa.

PENSAMIENTO SOCIAL LATINOAMERICANO

América Latina ha sido el primer subcontinente en descolonizarse del poder


europeo a comienzos del siglo XIX. Sin embargo, no por esto se han erradicado
las relaciones coloniales de dominación basadas en la creencia de que las
culturas vinculadas con Europa son superiores a las nativas o a sus mezclas.
Luego de la conformación de los estados-nación, las ciencias sociales locales han
desarrollado concepciones con las que se ha pensado la desigualdad étnico-social
y nuestra propia identidad, usando diferentes conceptos para
explicarla: sociedades dependientes, repúblicas neocoloniales, neocolonialismo
interno o heterogeneidad estructural, entre otros. La producción y reproducción de
la pobreza masiva y de la desigualdad socio-étnica, han sido objeto de una
problematización persistente en las ciencias sociales críticas latinoamericanas, en
contraposición a las nociones de civilización, progreso y desarrollo.

América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo. Sin embargo, la
desigualdad no es un sinónimo del subdesarrollo, sino una forma particular de
capitalismo. Entre los 15 países más desiguales, están: Bolivia, Brasil, Ecuador,
Colombia, Paraguay, Honduras, Panamá, Chile y Guatemala. La Comisión
Económica para América Latina (CEPAL) y la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) reconocen que en los últimos años ha habido una
reducción de la desigualdad en países como Brasil, Argentina, Bolivia, Venezuela,
Uruguay y México. Esto gracias a la generalización de programas sociales
llamados de “transferencia condicionada” para pobres y sobre todo - entre los
primeros cinco países - a la llegada de gobiernos de carácter popular, los cuales
han desarrollado políticas de distribución del ingreso hacia las poblaciones más
desfavorecidas, como son la mejora de los salarios reales, el aumento de la
cobertura de seguridad social y el acceso a servicios de salud y educación básica.

EL PENSAMIENTO LATINOAMERICANO PARA LA INTEGRACIÓN

Para encaminar el abordaje de cómo los ideales unionistas-integracionistas han


sido esbozados por intelectuales y líderes como herramienta política para
promover mejoras en las condiciones sociales, económicas y políticas de nuestros
países y de nuestros pueblos, partimos de reconocer que el Pensamiento
Latinoamericano es “el conjunto de escritos donde tienen especial relevancia los
ensayos sobre el propio continente latinoamericano o sobre alguna de sus
dimensiones o regiones” (Devés Valdés, 2012: 18). Esta definición le permite a
Eduardo Devés Valdés realizar una investigación sobre el pensamiento
latinoamericano del siglo XX desde su interpretación a partir de un movimiento que
él considera intrínseco, la oscilación modernización/identidad y las múltiples y
variadas combinaciones entre éstos. Esto le permite evitar interpretarlo en base a
escuelas, problemas y periodizaciones extra-latinoamericanas.

Nosotros partimos del reconocimiento de este pensamiento propio (construido en y


para nuestra región), que tiene una mirada continental a partir de intentar
responder a problemas específicos del continente latinoamericano. A partir de esta
mirada en torno a problemas  donde no confrontamos con la postura de Devés
Valdés ya que, como argumentamos, estos asuntos tematizados como problemas
son eminentemente intra-latinoamericanos y no impuestos de manera foránea por
marcos interpretativos generalmente eurocéntricos y/o anglocéntricos afirmamos
la existencia de un Pensamiento Latinoamericano para la Integración (PLI, de
ahora en más). Este PLI se define como el conjunto de ideas sistematizadas sobre
los procesos de construcción de región, unionismo e integración y las dimensiones
asociadas a éstos en América Latina, cualesquiera fueran los límites difusos que
esta arena política representa. Los tres grandes problemas sobre los cuales se
estructura este PLI a lo largo del tiempo desde los procesos de lucha por la
independencia a nuestros días son: la autonomía, el desarrollo y la defensa de los
recursos naturales.

Por último, también los sinuosos límites de lo que es o no es América Latina han
de incorporarse en este ensayo que recupera el PLI. La unidad continental de lo
que hoy se define como América Latina ha tenido, desde los años de la lucha por
la independencia, tanto avances como retrocesos. Sin embargo, la idea, el
concepto, siempre ha sostenido su vigencia a lo largo y ancho de estas tierras. En
ninguna otra parte del globo el ideario unitario ha tenido tal desarrollo y
persistencia aún aunque se puedan citar casos, como el europeo, donde el
proceso de integración parece hoy haber alcanzado un estadio más avanzado. Sin
embargo, incluso allí, la búsqueda de unidad es mucho más reciente y su sentido,
construido sobre las cenizas del horror y de la guerra, distinto al pensado en
nuestro continente.

Sin embargo, es posible pensar qué es América Latina desde otro lugar, desde
otra episteme. A partir de considerar a la definición de nuestra Patria Grande como
un campo de lucha político-epistémica, en permanente construcción, un campo de
disputa entre posiciones políticas que han asociado nuestro territorio como el
campo de expansión y acción de la lucha por tres valores fundamentales: la
autonomía, el desarrollo y la defensa de los recursos naturales. Tres asuntos que
tematizados como problemas públicos han de servir como metas que orientan a
los poderes políticos en diferentes configuraciones de actores y correlaciones de
fuerza en diversos momentos históricos. Metas a las que se arriba por la vía de la
integración regional, la unidad.

CONCLUSION

Argumentamos la existencia de un Pensamiento Latinoamericano para la


Integración, que definimos como el conjunto de ideas sistematizadas sobre los
procesos de construcción de región, unionismo e integración y las dimensiones
asociadas a éstos en América Latina, cualesquiera fueran los límites difusos que
esta arena política representa. Este campo de conocimiento ha sido estructurado
desde los procesos de lucha por la independencia hasta nuestros días a partir de
tres ejes clave: la autonomía, el desarrollo y la defensa de los recursos naturales;
que son, a su vez, metas políticas a alcanzar por la vía de la integración.
A partir de una selección de autores/procesos históricos/acuerdos de integración
regional, que fueron delimitando mapas disímiles de lo que se llama “América
Latina”. Reconocemos que en la presentación realizamos un recorte parcial y que
presenta una mirada “suramericana”.

Los profundos cambios acontecidos en el mapa político latinoamericano de


principio del siglo XXI, donde la contestación al modelo neoliberal se ensayó en
múltiples planos, incluyendo las propuestas de integración regional. Así, la
reflexión en torno a la profundización de la integración regional se nutrió de las
raíces profundas de la historia latinoamericana comprendida como una identidad
política territorial unificada y diversa desde sus orígenes. Hoy estas reflexiones se
tornan relevantes en tanto la geopolítica regional coloca el interrogante de si nos
encontramos o no ante un nuevo cambio de ciclo político (y de las políticas), con
una notable incidencia en la forma de construir proyectos regionales.

Por lo tanto, pensar la integración y la unidad latinoamericana fue, desde los


tiempos previos a la independencia hasta nuestros días, un desafío teórico, pero
también una definición política al entender dicha mirada como una forma de
inserción internacional opuesta a la planteada desde las potencias centrales; como
forma de mejorar las condiciones de vida de nuestros pueblos y para evitar que
nuestros recursos naturales sean expoliados.

BIBLIOGRAFIAS

Aponte García, Maribel. 2014. El Nuevo Regionalismo Estratégico. Los primeros


diez años del ALBA-TCP (Buenos Aires: Consejo Latinoamericano de Ciencias
Sociales - CLACSO).

Aponte García, Maribel y Gloria Amézquita Puntiel. 2015. El ALBA-TCP. Origen y


fruto del nuevo regionalismo latinoamericano y caribeño (Buenos Aires: Consejo
Latinoamericano de Ciencias Sociales - CLACSO).

Cisneros, Andrés y Carlos Piñeiro Iñíguez. 2002. Del ABC al Mercosur: la


integración latinoamericana en la doctrina y praxis del peronismo (Buenos Aires:
Nuevohacer, Grupo Editor Latinoamericano).

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