Está en la página 1de 9

Gálatas

Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

Gálatas 1:2-10

Regresamos hoy, amigo oyente, a la epístola del apóstol San Pablo a los Gálatas. Estamos en una
sección que hemos identificado como la introducción. En los primeros cinco versículos de este Libro,
encontramos una salutación bastante fría de parte del apóstol Pablo, a esta Iglesia que estaba
prestando oído a los que estaban promoviendo la observancia de la ley de Moisés. Luego el apóstol
Pablo va a darles una disertación bastante ardorosa, digamos, en los versículos 6 al 10; y dejará bien
en claro lo que es el Evangelio. Esta epístola nos enseñará que no hay ninguna razón para que algunas
personas se formen ideas equivocadas en cuanto a lo que en verdad es el Evangelio; es decir, si usted
presta atención al estudio claro y nítido de esta carta a los Gálatas.

Regresamos ahora al segundo versículo de este primer capítulo. En el primero, Pablo nos dijo qué
clase de apóstol era él. Él no había llegado a ser apóstol a base de algún nombramiento o por haber
sido comisionado por parte de los hombres. Con eso queremos decir que él no fue a un colegio para
aprender a ser apóstol. Ese hubiera sido el método legalista. Tampoco llegó a ser apóstol basándose
en algún método ritualístico; es decir, mediante la imposición de las manos por algunos miembros de
una Iglesia o de un grupo; este tampoco fue el método por el cual Pablo llegó a ser apóstol. Él es un
apóstol muy diferente a eso.

Quizá usted sabe, amigo oyente, que cuando se ordena a un Pastor, él se constituye en un ministro
ordenado; pero es sólo ordenado de parte de los hombres y por los hombres. El Pastor, primero va a
un colegio, luego a una universidad y finalmente a un Seminario donde adquiere su educación bíblica,
antes de ser ordenado. Esa es la parte legalista. Luego el Pastor se presenta ante el cuerpo de la iglesia,
donde le examinan y entonces deciden ellos hacerle un Ministro, un Ministro propiamente Ordenado.
Un grupo de hombres que constituyen lo que se llama el “Comité de Ordenación” o el “Concilio de
Ordenación” en la iglesia, ponen sus manos sobre la cabeza del Pastor y le dicen “Usted es un Ministro
Ordenado”. Esa es la forma como se ordena un Ministro de una iglesia. Pero, el apóstol Pablo dice: “Yo
no soy esa clase de apóstol.” Él dice, “los hombres no tuvieron nada que ver con esto. Yo soy un

1 atravesdelabiblia.org
Gálatas
Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

apóstol directamente nombrado por Jesucristo mismo y por Dios el Padre, que lo resucitó de entre los
muertos.” Ahora, en el versículo 2, Pablo dice:

2
y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: . . . (Gál. 1:2)

Lo que tenemos que notar aquí es que esta carta está dirigida a las iglesias, en plural. Usted puede
notar que es una salutación bastante fría, es muy corta, muy breve. Nadie es mencionado por nombre
aquí, y Pablo no expresa ninguna otra cosa sino lo que él acostumbra decir a todos los hermanos. No
es simplemente a una Iglesia que le escribe, sino a las Iglesias en plural.

Hay dos formas en las cuales es utilizada la palabra “iglesia” en el Nuevo Testamento: Una es, en la
cual se incluye todo el cuerpo de creyentes de todos los diferentes grupos, es decir, aquellos que han
confiado en Cristo Jesús y le han recibido como su Salvador personal. Ellos pertenecen a ese grupo.
Luego se utiliza esta palabra “iglesia”, en referencia a una asamblea o congregación local. Y así es
como se utiliza en este pasaje, aquí en la carta a los Gálatas. Había diferentes Iglesias ubicadas en
varios lugares en la zona de Galacia. Había una en Antioquía de Pisidia; ese era uno de los lugares que
Pablo había visitado. También tenemos a Derbe y Listra. Y él les está escribiendo a todas las Iglesias;
y algunas de ellas, estamos seguros que nosotros ni conocemos sus nombres. La Iglesia local por tanto
se muestra aquí, y no el cuerpo de todos los creyentes en general.

Ahora, cuando lleguemos a la carta a los Efesios vamos a ver allí entonces, a la Iglesia como un cuerpo
incorporado de todos los creyentes en general, una Iglesia invisible. Pero usted puede apreciar que el
cuerpo invisible se hace visible en la Iglesia local en la actualidad. Y creemos que usted debería
identificarse con un testimonio de creyentes locales en la zona donde vive. Creemos que eso es muy
importante. Ahora, Pablo utiliza el saludo que es típico en él y que es algo bastante formal; lo
encontramos aquí en el versículo 3, de este capítulo 1:

3
Gracia y paz sean a vosotros, de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo, . . . (Gál. 1:3)

2 atravesdelabiblia.org
Gálatas
Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

Aquí tenemos la palabra “gracia”, la cual ya hemos visto, “kaurus”. Esa era una manera típica de
saludar entre los gentiles. La palabra “paz” era “shalom”. Esa era la forma religiosa de saludarse uno
a otro en Jerusalén; “shalom”. Ahora, la gracia de Dios debe ser experimentada antes de que usted
pueda disfrutar la paz que proviene de Dios el Padre. Creemos que es muy importante que nosotros
notemos eso. Vamos a dedicar más tiempo en esto cuando estudiemos la carta a los Filipenses. No
hemos pasado mucho tiempo en esto antes, pero vamos a regresar a esto; así que solo pasamos
rápidamente sobre este versículo 3, con estos comentarios, nada más. Ahora, queremos observar el
versículo 4, dice Pablo:

4
el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a
la voluntad de nuestro Dios y Padre, (Gál. 1:4)

Aquí tenemos otro de esos versículos maravillosos que, cuando uno los lee, realmente no sabe qué
decir acerca de ellos. No podemos elevarnos al mismo nivel en el que se encuentra este versículo; así
es que queremos que nos permita decir algunas cosas sobre esto, y esperamos que nos puedan llevar
a esas alturas. El apóstol Pablo menciona en el versículo 3, al Señor Jesucristo. Después de haberlo
mencionado antes, ahora él dice: el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados. Aquí él da el germen
del tópico de este asunto, ¿cuál es? Él, se dio a sí mismo.

Amigo oyente, no hay nada que usted ni yo podamos agregar al valor del sacrificio de Cristo.
¡Nada! Él se dio a sí mismo ¿Qué es lo que usted puede dar? ¿alguna cosa? ¿Puede usted agregar algo
al hecho de que Él se dio a sí mismo? Eso es todo lo que es necesario, Él se dio a sí mismo. ¡Qué
maravilloso y qué glorioso es esto! Yo no sé qué decir. Me faltan las palabras cuando veo una cosa
como ésta. Él se dio a sí mismo. Cuando usted se da a sí mismo, amigo oyente, usted ha dado todo lo
que tiene. Usted ha dado todo lo que usted es, todo lo que tiene; su tiempo, su talento; usted ha
entregado todo.

3 atravesdelabiblia.org
Gálatas
Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

El Señor Jesucristo se dio a sí mismo, Él no podía haber dado más. Y usted y yo, amigo oyente, no
podemos agregar nada a eso. Yo no tengo nada que agregar. El Señor Jesucristo se dio a sí mismo por
nuestros pecados. Pablo no podía esperar más para decirlo, así que habiendo mencionado al Señor
Jesucristo, Pablo le llama a Él, nuestro Señor Jesucristo, Él es mi Salvador. ¿Puede usted decir que Él
es su Salvador, también amigo oyente? ¿Y puede usted también decir: “El Señor es mi Pastor”? Es una
cosa decir, Él es un Pastor; y es otra cosa muy diferente el decirlo en una forma posesiva, el Señor es
mi Pastor. ¿Puede usted decir eso, amigo oyente?

Por supuesto, Pablo continúa hablando aquí diciendo: para librarnos del presente siglo malo. ¿Ha
notado usted algo aquí que es muy importante? Él nos libra del presente siglo malo. Aquí tenemos por
tanto el valor presente del evangelio que provee su poder y genuinidad. Ahora el evangelio nos puede
librar de este mundo presente, de este mundo malo.

Una pobre muchacha, en cierta ocasión decía que ella había tratado de vivir obedeciendo la ley. Que
ella se había asociado con una secta que la obligaba a cumplir con la ley. ¿Y qué fue lo que ella
consiguió allí? Pues lo único que consiguió fue un bebé. Ella sabe quién es el padre de su hijo, pero no
está casada con él, y esto, amigo oyente, es muy trágico. Pero el evangelio hoy le puede librar a usted
y me puede librar a mí, de este presente siglo malo.

Hemos recibido miles de cartas de personas que han recibido a Cristo como su Salvador, y Él los ha
librado de las drogas; Él los ha librado del alcohol; los ha librado de los pecados sexuales como el que
hemos mencionado. Él los ha librado completamente. Y solo Cristo, amigo oyente, puede librarlo a
usted en un caso como este. Él es el Único que lo puede hacer. Eso prueba la genuinidad del evangelio.
Él, el Señor Jesucristo se dio a sí mismo, y Él se dio a sí mismo por nuestros pecados. Eso quiere decir
que Él ha tenido que tomar mi lugar, que Él murió en mi lugar; fue resucitado, y que Él hizo todo eso
para librarnos del presente siglo malo.

4 atravesdelabiblia.org
Gálatas
Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

Ahora, eso no termina con este versículo. Nos dice: conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre. Él
nos puede librar y eso no sería de acuerdo a la ley, sino que tiene que ser de acuerdo a la voluntad de
Dios, amigo oyente. La voluntad de Dios es que cuando él lo salva, usted no tiene que vivir en el
pecado. ¡Qué hermoso es eso! Él nos puede librar, Él quiere librarnos, y Él nos librará y lo hará
conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre. Es Su voluntad que usted sea librado. Amigo oyente,
este es un versículo que le hace a uno sentirse tan contento, que dan ganas de brincar, de saltar de
alegría, ¿no le parece? Notemos ahora, lo que dice más adelante; leamos el versículo 5, ahora:

5
a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (Gál. 1:5)

Este es un momento que Pablo aprovecha para rendir alabanza a Dios. Hemos llegado a convencernos
hoy, que nunca hemos enfatizado en nuestro ministerio, como lo deberíamos haber enfatizado, el
hecho de que debemos alabar más a Dios, mucho más de lo que lo hacemos. Tenemos que llegar bien
a lo básico, amigo oyente, poner el dedo en la llaga misma. ¿Alabó usted a Dios esta mañana al
levantarse? ¿Le dio gracias a Él por el nuevo día? Usted dice: “Bueno, estaba lloviendo, o había una
tormenta; hacía frío o calor, o lo que sea; era un día terrible”. Pero, ¿le dio gracias a Dios por ello, amigo
oyente? ¿Alabó Su nombre porque Él le ayudó a llegar a un nuevo día?

El autor de estos estudios bíblicos, el Dr. J. Vernon McGee decía que él había tenido que sufrir la
enfermedad del cáncer antes de poder darse cuenta de que cada día, lo primero que debía hacer por
la mañana, no importaba si salía el sol o si estaba lloviendo, era decir: “Gracias Señor por traerme a
este nuevo día”. ¡Qué maravilloso es esto! ¡Cuán maravilloso, amigo oyente! Necesitamos alabarle
más. Yo quiero alabarle más. Yo quiero que usted sepa que deseo que la gloria sea para el nombre de
mi Dios y mi Salvador. Yo no quiero quedarme a un lado y dar mi silenciosa aprobación a todas esas
actuaciones y cantos que están disminuyendo el valor de nuestro Señor Jesucristo; yo quiero hablar
y digo: Él es Dios manifestado en la carne. Él se dio a Sí mismo por mí, y yo quiero alabar Su nombre.
A Él sea la gloria por los siglos de los siglos”. Ahora, ese “por los siglos” comienza ahora mismo y
continúa hasta la eternidad.

5 atravesdelabiblia.org
Gálatas
Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

Esto concluye la primera parte y creemos que usted tiene que admitir que esta es una clase de
salutación bastante áspera, un saludo muy frío. Ahora, Pablo va a indicar cuál es el asunto, cuál es la
materia de la que él va a hablar. Ya lo hemos indicado, y él cambia de frío a caliente, y él sí que está
caliente, amigo oyente, está que quema, si nos permite la expresión, ¿por qué? Porque hay gente que
está mutilando el evangelio. Pablo está dispuesto a entregar su vida por el evangelio. Escuche usted
lo que dice aquí, en el versículo 6, de este capítulo 1:

6
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo,
para seguir un evangelio diferente. (Gál. 1:6)

En otras palabras, los judaizantes habían llegado a ese lugar. Hay algunas cosas que debemos notar
aquí y hacia las cuales deseo dirigir su atención y es esto. El evangelio tiene dos aspectos y puede ser
usado en realidad en dos sentidos. Están los hechos del evangelio: que Jesucristo murió, que
fue sepultado, y que Su cuerpo fue resucitado de entre los muertos. El apóstol Pablo mismo dijo en
su epístola a los Corintios, usted recuerda, allá en la Primera Epístola a los Corintios, capítulo 15,
versículo 3: Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí. Él dijo lo recibí, Él no lo había
inventado ni lo había pensado por sí mismo. Él lo recibió. ¿Y, qué fue lo que recibió? Que Cristo murió
por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras. Esos, amigo oyente, son los hechos históricos del evangelio y no se pueden
cambiar. Usted nunca ha predicado el evangelio, a no ser que haya mencionado estos
acontecimientos.

Ahora, la segunda cosa que deseamos recalcar es la interpretación de estos hechos. Deben ser
recibidos por fe, nada más. Pablo va a entrar en eso y vamos a esperar hasta que él lo haga. Pero lo
que él está diciendo aquí es lo siguiente: Los judaizantes han entrado al país de los Gálatas; y los
acontecimientos, los hechos del evangelio no fueron desafiados ni puestos en duda; esos eran hechos
históricos.

6 atravesdelabiblia.org
Gálatas
Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

Pablo había dicho que quinientos testigos habían visto al Señor en cierta ocasión. Y cuando usted
tiene tanta gente que aún está viviendo y que han sido testigos, uno no va de un lugar a otro tratando
de negar los hechos del evangelio; pero ellos estaban cambiando la interpretación de esos hechos. Lo
que ellos estaban diciendo era lo siguiente, y lo hacían de una manera muy sutil, muy disimulada -
ellos preguntaban: “¿Ha pasado el hermano Pablo por aquí?” Y la gente les contestaba: “Sí, él vino y
predicó el evangelio, y nosotros lo aceptamos; somos convertidos y conocemos ahora a Cristo como
nuestro Salvador, y formamos un cuerpo de creyentes”. Ellos sabían todo eso, y ahora, estos
judaizantes trataban de avanzar un poco y decían: “Ah, así que él dijo eso, ¡qué bueno! Ustedes saben
que el hermano Pablo es muy exacto en lo que está diciendo, pero él no dice todo lo que tiene que
decir. ¿Les dijo, por ejemplo, que tenían que guardar la ley? ¿No les dijo eso, verdad? Pues bien, les
debería haber dicho eso; sí, ustedes tienen que confiar en Cristo, pero ustedes también tienen que
seguir la ley, o de otra manera, no serán salvos”.

Amigo oyente, ¿le suena esto como algo que usted está escuchando el día de hoy? Pues bien, no es
algo reciente, es una de las herejías más antiguas que tenemos. Y ocurrió en los días de Pablo,
agregando algo al evangelio de la gracia. Algo que usted tiene que hacer en lugar de creer. Se podría
decir: creer, más hacer algo. Tenemos algunas declaraciones de varios cultos y sectas, y sabemos que
ellos tienen esto: Las cuatro cosas que uno debe hacer para ser salvo. Es una lástima que Pablo no
supiera eso, cuando él le dijo al carcelero de Filipos: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo. Es
lamentable que Simón Pedro no lo supiera cuando dijo: Y en ningún otro hay salvación; porque no hay
otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. También es una lástima que
los apóstoles no supieran eso; y es una lástima que el Señor Jesucristo no se los hubiera dicho. Él les
dijo a ellos: “Id y predicad este evangelio; que ustedes no deben hacer nada sino confiar que ya todo,
todo ha sido hecho por Mí”. Es muy importante que notemos esto. En realidad es algo de suma
importancia. El evangelio deja excluidas todas las obras, todo lo que uno pueda hacer. Lo que Pablo
está diciendo es lo siguiente, leamos el versículo 6, otra vez:

7 atravesdelabiblia.org
Gálatas
Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

6
Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo,
para seguir un evangelio diferente. (Gál. 1:6)

Y agrega Pablo en el versículo 7:

7
No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo.
(Gál. 1:7)

Esa palabra “pervertir” proviene de “metastrapho”, es una palabra muy fuerte, áspera. La utilizó Lucas
cuando él estaba mencionando el sermón de Simón Pedro allá en los Hechos de los apóstoles,
capítulo 2, versículo 20; él dijo: cuando el sol se convertirá en tinieblas. Aquí se traduce como
“convertirá”. Y Santiago también usa la misma palabra, él dice: vuestra risa se convierta en lloro”. En
otras palabras, esta es una verdadera revolución, el intentar cambiar el evangelio tiene el mismo
efecto de hacer lo opuesto a lo que es en realidad. Es muy importante que notemos eso. Veamos
ahora, lo que dice en el versículo 8:

8
Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos
anunciado, sea anatema. (Gál. 1:8)

El lenguaje que Pablo utiliza aquí es bastante duro. Él dice que si un ángel del cielo declarara cualquier
otro mensaje que no sea el evangelio; él sería descartado o despedido con un lenguaje muy fuerte.
Supongamos que en este mismo momento en que yo estoy presentando este programa, y cuando
usted lo está escuchando, un ángel se me aparece y me dice: “Mira, deberías agregar algo más a eso
que estás diciendo”. Y cuando usted está escuchando, el ángel se le podría aparecer y decirle: “Mire,
usted tendría que agregarle esto a lo que el predicador dice; él tiene razón en lo que dice, pero usted
tiene que agregarle un poquito más”. Debemos indicar que usted y yo le podríamos decir a ese ángel:
“Lárgate de aquí, no tengo por qué escucharte”, aunque sea un ángel del cielo.

Pablo dijo eso, que si un ángel del cielo se apareciera, y créanos amigo oyente, que algunos cultos de
nuestros días no se parecen en nada a los ángeles para nosotros. Esos que están predicando el

8 atravesdelabiblia.org
Gálatas
Capítulo 1:2-10
Programa No. 0618

evangelio diferente, en la actualidad, se parecen a cualquier cosa menos a los ángeles. Sin embargo,
Satanás hace que sus ministros se parezcan a los ángeles, y algunos son muy atractivos, ¿verdad?

Pablo dice: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Amigo
oyente, no podemos poner esto en un lenguaje más claro, ni más duro. Y este es un día cuando ellos
están utilizando un lenguaje como este. Francamente no nos agrada usarlo personalmente, pero
Pablo lo usó, y ese es el lenguaje que él utiliza aquí. Luego, él continúa diciendo en el versículo 10:

10
Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues
si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. (Gál. 1:10)

Ahora, predique usted el mensaje que nosotros estamos predicando aquí hoy, y nosotros estamos
predicando el mensaje de Dios; y usted, amigo oyente, tendrá problemas. Y tendremos que esperar
hasta nuestro próximo programa, para explicar esto que decimos, que tendrá problemas predicando
el evangelio. Porque es el evangelio de la gracia de Dios lo que el pecador más odia, y hay muchos
inconversos en las mismas Iglesias que no quieren escucharlo hoy. Ellos quieren hacer algo, quieren
hacer algo que agrade a la carne.

Pero, permítanos decirle una cosa amigo oyente, una cosa que hace el evangelio, y es que nos coloca
a usted y a mí en el polvo y nos hace pordioseros, y nosotros tenemos que acercarnos a Dios y rogarle,
y pedirle a Él. Debemos acudir a Él y recibir de Él todo, y no podemos darle nada para poder ser salvos.
Este es un evangelio glorioso; pero tenemos que esperar hasta nuestro próximo programa, para poder
continuar.

Por hoy, vamos a detenernos aquí porque nuestro tiempo ha llegado a su fin. Retornaremos, Dios
mediante, en nuestro próximo programa, en la continuación de este estudio de la carta de Pablo a los
Gálatas y contamos como siempre con su fiel sintonía. Será, pues, hasta entonces, ¡que la libertad que
Cristo le ha dado, sea el mayor gozo en su vida, es nuestra ferviente oración!

9 atravesdelabiblia.org

También podría gustarte