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UNIVERSIDAD DE EL SALVADOR

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA Y CIENCIAS SOCIALES

DEPARTAMENTO DE DERECHO PUBLICO.

CURSO:

Derecho constitucional ll.

Grupo teórico:

03.

DOCENTE:

Lic. Yeny Noches de Franco.

Estudiante:

Ruth Noemí Sorto Mejía. SM18057

Abigaíl Guadalupe Amaya Martínez. AM16088

Cynthia Alejandra Gonzalez Herrera. GH18023

Carlos Francisco Martínez Iraheta. MI18002

Edwin Josué Díaz Chamagua. DC17033

Gámez Domínguez, Luis Fernando. GD18001.

Número de Subgrupo:

03

Ciudad universitaria, San Salvador, 03 de Septiembre de 2020.


INTRODUCCIÓN.

Lo que buscamos con el siguiente trabajo es identificar cuáles son las presentaciones de ambas
sentencias la cuál es principalmente proteger el derecho a la vida y el derecho a la protección en
la conservación y defensa del mismo, así como también identificar de que manera el Estado
Salvadoreño vela por qué se cumpla ese derecho a través de sus diferentes instituciones como
por ejemplo el Instituto Salvadoreño del Seguro Social y el Ministro de Salud Pública y
Asistencia Social (MSPM).
1. Identifique las partes dentro del proceso y sus respectivas pretensiones.

Sentencia 1: 348-99

Partes del Proceso:

 Sala de lo constitucional de la Corte Suprema de Justicia.


 Parte demandante: Señor Jorge Odir Miranda Cortez.
 Parte demandada: Directora del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, con
la intervención del señor Fiscal de la Corte, Dr. Rene Mauricio Castillo
Panameño
 Actuando en calidad de apoderados generales judiciales del Instituto
Salvadoreño del Seguro Social: Manuel Antonio Pineda Herrera y Manuel
Francisco Pérez Rivas.

Pretensiones:

Ordenar al instituto salvadoreño del seguro social comprar los medicamentos e


implementos necesarios para administrar la terapia a los pacientes que tengan menos de
doscientos linfocitos CD4 por milímetro cubico de sangre, así como la realización de los
exámenes necesarios que permitan comprobar la existencia del virus de
inmunodeficiencia humana en la sangre de los usuarios del instituto, el conteo de las
células CD4 y la medición de la carga viral como un mecanismo integrante del buen
tratamiento médico

Sentencia 2: 630-200

Partes del Proceso:

 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia.


 Parte demandante: Lic. Abraham Atilio Abrego Hasbun, en su calidad de
apoderado general judicial de María Sofía Domínguez Pineda y otros.
 Parte demandada: Ministro de Salud Pública y Asistencia Social, Dr. José
Francisco López Beltrán con la intervención del fiscal de la Corte.

Pretensiones:

1. Pretensión de amparo, basado en el art. 17 del código de salud.


2. Motivo de la queja objeto del amparo: la supuesta omisión del ministerio de
salud pública y asistencia social, prevenir la venta de productos alcohólicos
adulterados o elaborados con alcohol metílico por ser nocivos para la salud
humana.
3. Pretende responsabilizar al Estado por las muertes ocasionadas a causa de la
venta y consumo de alcohol adulterado.
2. Analicen críticamente la resolución de la Sala de lo Cnal. (Ambas
sentencias).

Sentencia 1: 348-99

El proceso de amparo constitucional con número 348-99 fue iniciado a las dieciséis
horas del día cuatro de abril de dos mil uno mediante demanda presentada el veintiocho
de abril de mil novecientos noventa y nueve por el señor Jorge Odir Miranda Cortez,
contra actos dictados por la Directora del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, que
considera violatorios del derecho a la vida, a la salud y a la no discriminación, de
conformidad con los artículos 2, 3 y 65 de la Constitución.

El demandante, portador del virus de inmunodeficiencia humana, conoce de un


tratamiento antirretroviral que no elimina el VIH del cuerpo; sino que es capaz de
repeler el desarrollo inminente del virus. Por lo cual, la parte actora alega que se le ha
violentado el derecho a la vida regulado en el Art. 2 de la Constitución; ya que se le ha
omitido proporcionarle el tratamiento “triple terapia” con lo cual éste podría reducir la
carga viral a niveles que podrían considerarse como suficientes para que la persona
portadora lleve una vida normal.

Al omitirse proporcionar el tratamiento se violentan derechos constitucionales como lo


es el derecho a la protección y conservación de la vida humana, ya que al negarse a
tratar pacientes portadores del VIH o de cualquier virus mortal, alegando falta de
recursos económicos del paciente; no obstante el artículo 66 de la Constitución regula
que “El Estado dará asistencia gratuita a los enfermos que carezcan de recursos, y a
los habitantes en general...” por lo cual, al omitirse se está descuidando, no se está
protegiendo y consecuentemente no se está conservando la vida humana hasta sus
últimos días.

Considera además el actor que se le ha violado su derecho a la salud regulado en el


artículo 65 de la Constitución que regula que “La salud de los habitantes de la
República constituye un bien público. El Estado y las personas están obligados a velar
por su conservación y restablecimiento”. Este derecho a la salud se refiere tanto al
derecho de las personas a obtener un cierto nivel de atención sanitaria y salud, como a la
obligación del Estado de garantizar un cierto nivel de salud pública con la comunidad en
general.

En ese sentido, el demandante alega que la conservación y restablecimiento de la salud


de las personas no se logran mediante exclusivos actos de fe, sino que esto se logra
mediante la aplicación de terapias, fármacos o medicamentos de las que se conoce su
eficacia mediante investigaciones científicas. El derecho a la salud comprende el goce
de los beneficios de los avances científicos y médicos en el tratamiento de las
enfermedades.

Con respecto a la parte actora, no se le proporciono el tratamiento de “triple terapia”


para controlar y tratar de reducir la carga viral; por tal razón, se llega a la conclusión de
que en verdad se le ha violentado el derecho a la salud, ya que no se evidencio el
restablecimiento de la salud del demandante el señor Jorge Cortez.

Considera también que se ha violentado su derecho a no ser discriminado, alegando que


el costo elevado del producto y la omisión del suministro de la triple terapia por parte de
las autoridades del Seguro Social es para perjudicar a los infectados por VIH,
provocando un trato desigual vulnerando lo prescrito en el artículo 3 de la Constitución
que literalmente dice “todas las personas son iguales ante la ley…”. Se fundamenta tal
situación en el hecho que a los pacientes enfermos con VIH se les trata de forma
diferenciada, no suministrándoseles el medicamento idóneo para su enfermedad.

Por lo tanto, la Sala de lo Constitucional Falla: A favor de la parte actora contra la


omisión de tratamientos y medicamentos por parte de la Directora del ISSS vulnerando
el derecho a la vida y la salud del demandante regulados en los artículos 2 y 65 de la
Constitución. También ordena a suministrar el tratamiento apropiado a su condición
clínica del señor Jorge Cortez.

A nuestro parecer, el actuar de la Sala de lo Constitucional fue adecuada en cuanto a la


situación en la que se encontraba el demandante, con base en las alegaciones y
fundamentaciones de hechos y derechos de la parte actora, la Sala estuvo a bien fallar a
favor tras la vulneración de su derecho a la vida, a la salud y al trato igualitario que el
señor Jorge Cortez ha sufrido además de su enfermedad.
Sentencia 2: 630-200

El presente proceso de amparo se inició mediante demanda presentada por el licenciado


Abraham Atilio Abrego Hasbún, mayor de edad, abogado, con domicilio en Nueva San
Salvador, en calidad de Apoderado General Judicial de María Domínguez Pineda, y
otros, contra el Ministro de Salud Pública y Asistencia Social, pues considera que a sus
representados se les ha vulnerado el derecho a la salud y el derecho a la protección en la
conservación y defensa del mismo, artículos 65 y 2 de la Constitución, respectivamente.

El apoderado de los sujetos que forman litisconsorcio activo en este proceso, manifestó
esencialmente en su demanda: que las omisiones por las cuales ha acudido a esta sede
jurisdiccional son imputables al Ministro de Salud Pública y Asistencia Social, en la
prevención suficiente y razonable respecto de las ventas de productos alcohólicos; que
ello comprende la falta de supervisión, vigilancia y retiro de los productos alcohólicos
adulterados o elaborados con alcohol metílico, no apto para el consumo humano, más
bien autorizado para el uso industrial, al ser de elevada toxicidad y capacidad mortífera;
que este es el caso que concierne a los familiares de sus representados que fallecieron
entre el período comprendido del primero al trece de octubre del año dos mil, a
consecuencia del consumo de bebidas embriagantes elaboradas sobre la base del alcohol
metílico, el cual fue puesto a la venta y adquisición de cualquier persona sin que hubiera
supervisión ni vigilancia por parte de dicho Ministerio, siendo éstas atribuciones
competencias del mismo por medio de sus diferentes dependencias, que sirve como
referencia los artículos 69 Cn., 17 del Código de Salud, y 13 y 17 de la Ley Reguladora
de la Producción y Comercialización del Alcohol y de las Bebidas Alcohólicas.

Luego, manifestó que "La Constitución dispone, en su artículo 2, que toda persona tiene
derecho a la vida. El derecho a la vida implica no sólo el derecho a literalmente estar
vivo, es decir, no sólo implica el derecho a gozar de esa condición biológica
denominada vida, sino que, por su carácter fundante y como requisito sine qua non de
otros derechos fundamentales, el derecho a la vida supone el derecho a que la vida no
sea puesta en peligro (...) La obligación básica que se desprende del contenido del
artículo 2 de la Constitución, en lo atinente al derecho a la vida, y en atención a la
interpretación de máximos que impone el principio pro homine, es que para evitar la
existencia de una forma comisiva de violación al derecho a la vida, se deben observar
todos los actos de abstención orientados al logro de tal fin; y para evitar la existencia de
una forma omisiva de violación al derecho a la vida, se deben observar todos los actos
de intervención, prestación o participación que sean necesarios para el mismo fin”. En
este sentido, plantea el licenciado Abrego Hasbún que "(...) El Estado, frente al derecho
a la vida, tiene un doble deber, que se desprende del contenido del artículo 2 de la
misma Constitución, al señalar que, no sólo existe el derecho a la vida, sino también el
derecho a conservar y defender tal derecho.

Esto implica que el Estado está en el deber de no causar (conservar) en forma directa,
por sí, mediante sus agentes e instituciones, la muerte de una persona; al mismo tiempo,
el Estado se encuentra obligado a defender el derecho a la vida de cada persona, y es así
como se obliga, por ejemplo, a prevenir razonablemente cualquier violación al derecho
a la vida, investigar su cometimiento y sancionar a las responsables, y reparar el derecho
conculcado”. Que "Al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social corresponde
velar por la salud de la población y es por tal razón que asume un deber de garantía
frente a la vida y la salud de los habitantes. Ese deber se concretiza, entre otras
acciones, en la supervisión que debe ofrecer respecto de todos los productos que son
ofrecidos públicamente para el consumo humano. Tales hechos no fueron desarrollados
del modo más diligente posible. El Estado salvadoreño, a través del MSPAS actuó con
poca diligencia y permitió, objetivamente, que la producción de bebidas embriagantes
con alcohol tóxico sucediera y que su comercialización también (...) La responsabilidad
del MSPAS surge de la falta de una garantía adecuada al derecho a la vida". POR
TANTO: A nombre de la República, con base a las razones expuestas y en aplicación
del artículo 2, 65, 66, 68 y 69 de la Constitución, y artículos 32-35 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, esta Sala FALLA: (a) Declárase que no ha lugar el
amparo promovido por el licenciado Abraham Atilio Abrego Hasbún en representación
de María Sofía Domínguez Pineda, Santos Menjívar, Juan Morales Castillo, y otros,
porque sí existió protección preventiva a la salud en los términos apuntados en esta
sentencia, con lo cual no se ha violado los artículos 2, 65, 66, 68 y 69 de la Constitución
de parte del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

Ahora bien, a manera de análisis considero acertado el Fallo que da la Sala debido a que
como lo expresa y comprueba el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, con
documentación anexa que dicho ministerio tiene a disposición en las unidades de salud
y departamentales cerca de 400 inspectores de saneamiento ambiental, los cuales se
dedican desde 1996 a inspeccionar los lugares que normalmente distribuyen o venden
bebidas alcohólicas; como muestra, incorpora inspecciones que se han realizado en
algunos departamentos del país. Manifiesta además la autoridad demandada que dichas
inspecciones han arrojado innumerables decomisos de bebidas adulteradas o con
sospechas de tal acción. En efecto esta Sala advierte que en las actas agregadas a este
procesos se ha dejado constancia de tal actividad de parte de los inspectores del
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. A partir de lo anterior, existe certeza
procesal de que la autoridad demandada ha realizado inspecciones y decomisos
tendentes a prevenir hechos como los acontecidos en octubre del año 2000, ya que es
evidente que las inspecciones constituyeron un medio eficaz para dar protección en la
conservación del derecho a la salud. Y es que, como ya se mencionó, el resultado de las
mismas fue el decomiso de bebidas alcohólicas adulteradas o sospechosas de tal acción,
lo que refleja la efectividad de las mismas. Y por lo tanto recalcando todo lo expuesto
estoy de acuerdo en que Consecuentemente, en el presente amparo debe desestimarse la
pretensión de los demandantes debido a que se aprecia que existió de parte del Ministro
de Salud Pública y Asistencia Social una protección activa contra riesgos exteriores
capaces de poner en peligro la salud, ya que acreditó en autos su labor preventiva en
estos menesteres (inspecciones), siendo además una actividad anterior, continua y que
arroja en la realidad resultados que coadyuvan a detectar bebidas alcohólicas
adulteradas.

3. Analicen el voto disidente de la Dra. Velásquez de Avilés en la sentencia


630-2000.

En dicho recurso la Dra. Velásquez de Avilés manifestó su desacuerdo a la resolución


de la Sala de lo Constitucional en cuanto al recurso promovido por el Licenciado
Abraham Atilio Abrego Hasbún en su calidad de Apoderado General Judicial de la
Señora María Domínguez Pineda. Por considerar la omisión del Ministerio de Salud
Pública y Asistencia Social de prevenir la venta de productos alcohólicos adulterados o
elaborados con alcohól métilico nocivos para la salud humana.

Manifiesta que la sala no tomo ciertos consideraciones sobre algunos conceptos que era
indispensables tomarlas en cuenta en dicho análisis.

1. El primer áspectos a referirse fue en cuanto a la definición sobre mandatos de


tipo constitucional y los de tipo legal frente a las competencias determinadas
por las normas jurídicas.
 Entendiendo como mandato a las disposiciones encomiendas o
encargos que se establecen a ciertos entes del Estado a través de las
normas jurídicas.
 Mandatos Constitucionales: Son establecidas por el constituyentes,
directamente en las normas constitucionales.
 Mandatos de tipo Legal: Son establecidos por el legislador a través de
leyes en sentido formal.

Se considera en el art. 69 de la constitución como un mandato expreso ya que se le


impone el deber de controlar la calidad de los productos químicos, así como sus
componentes químicos que se utilizan en la elaboración de bebidas embriagantes las
cuales al no ser supervisadas adecuadamente respecto a la cantidad y calidades resultan
atentorias contra la salud de las personas que lo ingieren.

Cuya obligación esta vinculado directamente con la protección de la salud no cumplir


con lo señalado es una omisión de trascendencia constitucional.

2. El siguiente aspecto al cual se refirió es al principio de proporcionalidad y si


vinculación con el de razonabilidad en el ejercicio del poder.
Manifestando que por medio del principio de razonabilidad toda actuación estatal debe
ser expuesta a lo arbitrario es decir que el Estado debe obligarse a actuar a la medida
justa para la conservación y defensa de los Derechos fundamentales.

Es decir que el Estado cumple con el principio de proporcionalidad en el ejercicio de


poder, por el logro de un objetivo determinado en este caso la conservación al derecho a
la salud, emplea medios que conforman en contexto de las normas constitucionales,
determinan una relación de correspondencia en cantidad y calidad entre el medio
utilizado y el objetivo que pretende alcanzar de lo contrario toda actividad u omisión
diferente es desproporcionada.

3. En tercer lugar se refirió a algunos aspectos aunque reconocidos por la Sala de


lo Constitucional en jurisprudencia, en el presente caso omitió al no referirse a
ellos se trata de los Derechos a la protección en la conservación y defensa de los
Derechos fundamentales.
Art. 2 inc 1° existen dos formas de protección de los Derechos, la conservación de la
salud desde la perspectiva administrativa es sin duda un deber del Ministerio de Salud
Publica y Asistencia Social como ente del Estado.

De acuerdo a las consideraciones en el análisis sobre el fondo de la pretensión de


amparo.

1) En el presente caso el MSPAS agrego expediente de fotocopias de actas de


Inspecciones y decomisos realizados en los departamentos de San Vicente, La
Libertad y San Salvador.
Siendo los departamentos de Cabañas, La Paz y San Vicente en el mes de
octubre del año 2000, se produjeron muchas intoxicaciones de personas por la
ingesta de bebidas alcohólicas adulteradas con metanol.

Concluyendo:

2) De acuerdo a lo anterior solo se realizo materialmente en tres departamento de


los catorce que conforman el país de acuerdo a lo que consta en el presente
proceso, la labor llevada por dicho ministerio no ha sido adecuado
cuantitativamente hablando pues aunque hayan realizado algunas inspecciones
se produjeron resultados perjudiciales al Derecho a la salud de los demandante.
Con el fin de prevenir como lo establece la constitución en su Art. 69 y el mismo
Código de Salud Art.89 las inspecciones se hubieren realizado de forma previa y
permanente en todo el territorio nacional, aplicando los correctivos necesarios se habían
podido evitar en buena parte los hechos que constituye la pretensión en este proceso
constitucional.

4. Ministerio de Salud en la protección y conservación del derecho a la salud


de los habitantes:

En El Salvador la política y lineamientos que desarrollan y propician los derechos y


deberes que conciernen en materia de Salud están focalizados en una dependencia
directa del Gobierno y este es el Ministerio de Salud de El Salvador (MINSAL).

En la Ley Suprema de nuestro ordenamiento jurídico o sea en nuestra Constitución


(1983) los constituyentes al momento de crearla se encargaron de asegurar la salud de
los habitantes de la República como un bien público, en su artículo 65 que literalmente
dice “La salud de los habitantes de la República constituye un bien público. El Estado y
las personas están obligados a velar por su conservación y restablecimiento. El Estado
determinará la política nacional de salud y controlará y supervisará su aplicación.”

En este artículo encontramos el mandato constitucional con el cual se rige el Ministerio


de Salud, además es importante recordar que la misma Constitución de una forma más
general pero no menos importante en sus artículos 1 y 2 permite entrever que la salud es
una parte fundamental de las personas y es obligación del Estado asegurarla.

La historia del Ministerio de Salud viene de muchos años antes de que se promulgara la
vigente Constitución, esto es porque en esencia el nacimiento del Ministerio se remonta
al año de 1900, el 23 de julio de ese año se crea el Consejo Superior de Salubridad que
dependía directamente del Ministerio de Gobernación posteriormente esta institución se
convertiría en el año de 1948 en el Ministerio de Asistencia Social y dos años después
en 1950 pasaría a ser llamado Ministerio de Salud y Asistencia Social.

En la actualidad algunos de los cuerpos normativos vigentes con los que actúa y funda
sus decisiones así como el poder de hacerlo el MINSAL son:

- Constitución de la República.
- Código de Salud.
- Decreto 373 Derechos por servicios y licencias de establecimientos de salud.
- Ley de creación del Sistema Nacional de Salud.
- Ley de deberes y derechos de los pacientes y prestadores de salud.
- Ley de medicamentos.
- Ley de Procedimientos Administrativos.

El Ministerio de Salud desarrolla con estos además de sus reglamentos los derechos y
deberes de la población salvadoreña y el aparato estatal ve cumplidas las obligaciones y
mandatos constitucionales con la aplicación de las correctas políticas que se
materializan en el día a día en materia de salud.

Podemos apreciar que el derecho a la salud se materializa y convierte en una realidad


porque todos los salvadoreños tenemos acceso a los hospitales de la red pública del país
sin embargo podemos decir que aunque tenemos un sistema de salud bastante
desarrollado y que en estándares generales podríamos decir que es asequible, el derecho
al acceso a la salud se ve limitada ante la saturación de la misma red y esta se debe a la
falta de cultura en salud que el pueblo salvadoreño no tiene, dicha cultura debería ser
promovida por el MINSAL desde una edad pre-escolar en cooperación con el Ministerio
de Educación en las escuelas y colegios y propiamente por el MINSAL con la
realización de campañas de capacitación general y charlas sobre cómo prevenir
enfermedades, por ejemplo enfermedades causadas por el tabaquismo, ETS,
alcoholismo, salud bucal etc.

Así mismo la Constitución en su artículo 70 establece que el Estado tomará a las


personas que sean indigentes que por su edad o capacidad física o mental no puedan
trabajar, esto es un punto que aún no se ha podido desarrollar eficazmente y también
limita a esta parte de la sociedad al acceso a una salud digna y no digamos una vida
digna.

Ante estos puntos negativos que en la utopía de un Estado que realmente su aparato en
conjunto trabaje para garantizar no solamente en materia de salud sino en general el
bienestar de los habitantes podemos decir que nos encontramos con limitantes que
podrán ser superados con el tiempo.

Así mismo entre los deberes que el MINSAL establece a todos los habitantes de la
República ya sea nacional o extranjero está uno que constitucionalmente se le ha
delegado en el Art. 66 al final del artículo el cual reza: “En este caso, toda persona está
obligada a someterse a dicho tratamiento.”, se refiere en el caso de que la persona
padezca una enfermedad transmisible o sea contagiosa, sobre todo en estos días oscuros
en que nos enfrentamos a una Pandemia es que toma especial importancia pues como en
las páginas de la historia mundial quedará plasmado; nos enfrentamos a una enfermedad
que debe ser tratada y de no hacerse puede causar daños severos en la salud de terceros,
es deber y obligación de todos en caso de infectarse por esta o cualquier otra
enfermedad infectocontagiosa recibir el tratamiento adecuado que determinen los
expertos en salud. De misma manera ocurrió allá en el año 2009 con otra pandemia que
azotó nuestros días, la famosa gripe porcina (H1-N1) las autoridades de salud en ese
momento se vieron en la necesidad de imponer a las personas que resultaban infectadas
a someterse al tratamiento, aunque la infección se daba de carne de cerdo ante la
incertidumbre de un contagio humano-humano era mejor tomar acciones, así hasta que
se controló la enfermedad y pasó a ser parte de un historial de enfermedades que han
llegado a nuestro país y que se han afrontado con las mejores técnicas disponibles en su
tiempo hasta erradicarlas o en su defecto controlarlas lo mayor posible.

Las acciones que surgen de las políticas de salud que se implementan impactan
directamente en la vida de las personas y en la vida de la Nación misma, como hemos
visto en la actual pandemia por COVID-19, o enfermedades endémicas como el dengue.
Un buen manejo de la situación o un mal manejo de la misma van a determinar el
rumbo que tomará el país. Algo es bien cierto y es que en materia de salud siempre
habrá flancos y debilidades y se debe enfocar a reducir esos flancos para que las
personas puedan gozar plenamente de sus derechos y así mismo cumplir con sus
obligaciones y deberes que tienen.

CONCLUSIÓN.

Ciertamente el derecho a la vida es uno de los derechos irrenunciables de todo ser


humano siendo este derecho el de mayor magnitud dentro de los personalísimos, ya que
reconoce y procura brindar protección, a la condición primaria de todo derecho, como
es la vida, entendida ésta, como la fuerza sustancial proveniente de Dios o de la
naturaleza que impulsa el obrar del ser humano. El derecho a la vida, desde siempre ha
sido bastamente reconocido y protegido por la legislación de todo orden. En nuestro
país, el reconocimiento y protección tiene rango constitucional, no se puede desconocer
por dicha vía el reconocimiento del derecho a la vida. El Derecho a la vida y la
protección de este, es el derecho humano básico, porque su reconocimiento posibilita
todos los demás derechos.
El derecho a la vida, exige que nadie pueda ser privado de ella arbitrariamente, pues ello
constituiría la privación de la existencia misma de la persona y de sus posibilidades de
acceder al resto de las condiciones que la hacen plenamente humana, como lo podemos
observar en las sentencias anteriores que a su manera se vio afectado este principio.

BIBLIOGRAFÍA.

 Sentencias de Amparo 348-99 y 630-2000


 Constitución.
 Decreto 373 Derechos por servicios y licencias de establecimientos de salud.
 Ley de creación del Sistema Nacional de Salud.
 Ley de deberes y derechos de los pacientes y prestadores de salud.
 Ley de medicamentos.
 Ley de Procedimientos Administrativos.
 Código de Salud.
 Ley Reguladora de la Producción y Comercialización del Alcohol y de las
Bebidas Alcohólicas.

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