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FALLOS FINANZAS

ANTONELLA DE LISI

Fallos unidad 1
1. FALLO ASOCIACION BENGHALENSIS Y OTROS C/ M° DE SALUD Y
ACCION SOCIAL ESTADO NACIONAL S/ AMPARO LEY 16.986.
en su carácter de entidades no gubernamentales que desarrollan actividades
contra la epidemia del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, promovieron
acción de amparo a fin de que se obligue al Estado Nacional -Ministerio de
Salud y Acción Social de la Nación- a cumplir con la asistencia, tratamiento y
rehabilitación de los enfermos del S.I.D.A. y, en especial, con el suministro de
medicamentos, de acuerdo con lo dispuesto por los arts. 14, 20, 43 y 75 inc. 22
de la Constitución Nacional, la ley 23.798 y su decreto reglamentario 1244/91.
El juez de primera instancia concedió la medida cautelar, e hizo saber al
Ministerio de Salud y Acción Social (Secretaría de Recursos y Programas de
Salud y del Programa de Lucha contra los Retrovirus Humanos.
Pero El Estado Nacional, al contestar el informe requerido, en los términos del
art. 8 de la ley16.986, solicitó el rechazo de la acción de amparo, toda vez que,
conforme aseguró, el Ministerio cumplió con la ley 23.798, en la medida en que
ésta sólo le obliga a administrar un programa central del cual son parte
importante otros similares que se desarrollan en los órdenes locales.
Nuestro Máximo Tribunal ha declarado que «…el derecho a la vida es el primer
derecho natural de la persona humana preexistente a toda legislación positiva
que resulta garantizado por la Constitución Nacional.
La Corte sostiene que la vida de los individuos y su protección -en especial el
derecho a la salud- constituye un bien fundamental en sí mismo que, a su vez,
resulta imprescindible para el ejercicio de la autonomía personal. El derecho a
la vida, más que un derecho no enumerado en los términos del art. 33 de la Ley
Fundamental, es un “derecho implícito”, ya que el ejercicio de los derechos
reconocidos expresamente requiere necesariamente de él y, a su vez, el
derecho a la salud -especialmente cuando se trata de enfermedades graves-
está íntimamente relacionado con el primero y con el principio de autonomía
personal.
El derecho a la salud, desde el punto de vista normativo, está reconocido en los
tratados internacionales con rango constitucional (art. 75, inc. 22) entre ellos, el
art. 12, inc. c del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales, arts. 4° y 5° de la Convención sobre Derechos Humanos -Pacto de
San José de Costa Rica- e inc. 1, del art. 6° del Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, extensivo no sólo a la salud individual sino
también a la salud colectiva.
El Estado tiene la obligación de suministrar los reactivos y medicamentos
necesarios para el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad. Más aún, el art.
8 de la ley reconoce expresamente el derecho de las personas portadoras,
infectadas o enfermas a recibir asistencia adecuada.

2. Fallo Ana Carina c/ Ministerio de Salud y Acción Social.


HECHOS: Adelqui Santiago Beviacqua nació con un padecimiento grave en su
médula ósea que disminuye sus defensas inmunológicas, cuyo tratamiento
depende de una medicación especial (Neutromax 300) que le fue suminstrada
sin cargo por el Banco Nacional de Drogas Antineoplásticas (BDA), hasta el
02/12/1998, fecha en que ese organismo manifestó a sus padres que dejaría
de entregar el fármaco. Frente al peligro inminente de interrupción de dicho
tratamiento, la madre del menor dedujo acción de amparo ante el Juzgado
Federal de Río Cuarto, con el fin de hacer cesar el acto lesivo que privó de la
prestación necesaria para su hijo.
Al contestar el informe previsto, se sostuvo que el hijo de la actora sufría una
enfermedad no oncológica, por lo que no era obligación del BDA proveer el
medicamento requerido; su entrega había obedecido a razones exclusivamente
humanitarias, y que la interesada debía acudir a los servicios de su obra social,
o bien solicitar un subsidio ante quien corresponda.
SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA: El magistrado hizo lugar a amparo y
condenó al MSyAS a entregar las dosis necesarias del remedio prescripto.
Para así decidir, confirmo la viabilidad de la acción amparo debido a los
numerosos informes que demostraban tanto la gravedad de la patología, como
la urgencia de mantener el tratamiento del damnificado en forma permanente e
ininterrumpida.
Por último, determinó que suspender la asistencia del paciente resultaba
incompatible con las obligaciones primarias puestas a cargo del Estado Nac.
como garante del sistema de salud y que el acto atacado lesionaba los
derechos a la vida, a la dignidad personal y el bienestar general protegidos por
el preámbulo y por los arts. 33/42 de la CN.
SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA: Dicho pronunciamiento fue
confirmado por la Sala B de la CFARC, agregando a los fundamentos
expuestos por el “ a quo ” lo siguiente: Frente a la situación de precariedad
laboral y económica de la familia y el estado de extrema urgencia que reviste el
suministro del remedio requerido, es el EN el que debe intervenir
subsidiariamente para dar adecuada tutela a los derechos del menor, siendo
que la obra social a la cual pertenece a la actora no se encuentra en
condiciones de asumir la regular cobertura de la medicación necesaria para el
tratamiento del niño.
SENTENCIA DE CSJN: Contra esta decisión, la vencida interpuso el recurso
extraordinario cuyo rechazo dio lugar a la presente queja. Funda su agravio
principal en que el fallo ha trasladado indebidamente al EN la responsabilidad
de atender la dolencia del menor y ha liberado a la obra social y a la autoridad
local de las obligaciones legales que pesaban a su cargo. Asimismo, la
recurrente aduce que no existe sustento legal para obligar a actuar al EN en
defecto de la entidad, y que la carga impuesta compromete a los recursos
económicos disponibles para organizar los planes de salud, en detrimento de la
población desprovista de cobertura médica que el ministerio tiene que proteger.
Haciendo explícita mención en lo resuelto recientemente en “ ASOCIACIÓN
BENGHALENSIS Y OTROS C/ EN S/AMPARO” , reafirma que resulta una
obligación impostergable de la autoridad de garantizar los derechos en pugna
mediante acciones positivas. Sintéticamente se refiere a la necesidad de que
las autoridades correspondientes, vale mencionar a la Provincia de Córdoba y
a la obra social a la cual pertenece el niño, son agentes solidariamente
responsables que deben adoptar, regular y fiscalizar las medidas necesarias
para resguardar de modo urgente debido a la situación extrema en la que se
encuentra el damnificado- todos los derechos previamente mencionados.

3. Zofracor S.A. c/ Estado Nacional s/ amparo.


La ratificación legislativa de un decreto de necesidad y urgencia -en el caso, la
del decreto 285/ (Adla, LIX-B, 1527), que concede ciertas franquicias de índole
fiscal a una zona franca situada en la Provincia de La Pampa- carece de
efectos retroactivos cuando la norma ratificada es insanablemente nula en
razón de su inconstitucionalidad original -violación al principio de legalidad en
materia tributaria-, por lo que su contenido, de ser compatible con los principios
constitucionales, comienza a regir a partir de dicha ratificación.
No obstante la nulidad insanable del decreto de necesidad y urgencia 285/99
(Adla, LIX-B, 1527), en cuanto otorga ciertas franquicias de carácter fiscal a
una zona franca situada en la Provincia de La Pampa, por contrariar la
prohibición expresa del art. 99 inc. 3° de la Constitución Nacional, su
ratificación por ley 25.237 (Adla, LX-A, 92) hace que aquél rija válidamente a
partir de la entrada en vigencia de esta última, pues resulta clara la intención
del legislador de adoptar y conferir rango legal a las disposiciones del citado
decreto.
El decreto de necesidad y urgencia 285/99 (Adla, LIX-B, 1527), en cuanto
concede ciertas preferencias en materia tributaria a una zona franca situada en
la Provincia de La Pampa, es inconstitucional por no haber mediado una
urgencia especial que tornara incompatible el trámite regular previsto en la
Constitución para sancionar las leyes ni razones de fuerza mayor o
impedimento alguno para la reunión de las cámaras del Congreso (del voto de
los doctores Belluscio y Bossert).
Es insanablemente nulo el decreto de necesidad y urgencia 285/99 (Adla, LIX-
B, 1527), que concede a una zona franca de la Provincia de La Pampa ciertas
franquicias aduaneras, impositivas y de la Seguridad Social, pues traduce el
ejercicio de atribuciones exclusivas del Congreso -arts. 4°, 17 y 75 incs. 1° y 2°,
Constitución Nacional-, vedado al Ejecutivo por aplicación del principio de
legalidad tributaria aun en las condiciones excepcionales que podrían justificar
el dictado de decretos de necesidad y urgencia -art. 99 inc. 3°, Ley
Fundamental- (del voto del doctor Boggiano).

4. Verbitsky, Horacio s/ habeas corpus


Hechos:
El Centro de Estudios Legales y Sociales interpuso un habeas corpus en
representación de todas las personas detenidas en prisiones y comisarías de la
Provincia de Buenos Aires. Relató que los detenidos, incluidos mujeres y
menores, padecían condiciones de superpoblación y hacinamiento porque los
calabozos estaban en un estado deplorable de conservación e higiene. El
Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires rechazó el hábeas
corpus, al considerar que debía analizarse cada caso en concreto.
La actora interpuso recursos extraordinarios de nulidad y de inaplicabilidad de
ley, que fueron declarados inadmisibles por la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Buenos Aires. Contra ese pronunciamiento interpuso un recurso
extraordinario, que fue denegado y dio lugar a un recurso de queja.
Decisión de la Corte:
La Corte consideró que la presencia de adolescentes y enfermos en
establecimientos policiales y/o en comisarias superpobladas de la Provincia de
Buenos Aires era susceptible de configurar un trato cruel, inhumano o
degradante u otros análogos y generar responsabilidad del Estado Nacional,
con flagrante violación a los principios generales de las Reglas Mínimas para el
tratamiento de reclusos de las Naciones Unidas.
Por este motivo, sostuvo que, dado que dicha situación ponía en peligro la vida
y la integridad física del personal penitenciario y policial y generaba
condiciones indignas y altamente riesgosas de trabajo, debía instruirse a la
Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires y a los demás
tribunales de dicha provincia para que hicieran cesar urgentemente el
agravamiento o la detención misma. Por otra parte, reconoció legitimación al
Centro de Estudios Legales y Sociales para interponer el hábeas corpus
colectivo a pesar de que la Constitución Nacional no menciona en forma
expresa el hábeas corpus como instrumento deducible en forma colectiva.
En consecuencia, fijó los estándares de protección de los derechos de los
presos que los distintos poderes provinciales deben respetar para cumplir con
el mandato de la Constitución Nacional y con los pactos internacionales de
derechos humanos que tienen jerarquía constitucional. También ordenó a la
justicia provincial a verificar y remediar las condiciones indignas de detención
de los presos detenidos a su disposición así como disponer la inmediata
libertad de los adolescentes y enfermos detenidos en comisarías. Por último,
exhortó a los poderes ejecutivos y legislativos provinciales a revisar la
legislación que regula la excarcelación y la ejecución penitenciaria y a tomar
como parámetro la legislación nacional en la materia. Para asegurar una
solución efectiva y sólida a esta situación, la Corte recomendó que se
conformara una mesa de diálogo en la que intervinieran las autoridades
provinciales y las organizaciones de la sociedad civil y retuvo el poder de
controlar la adopción de las medidas ordenadas en el fallo.

Fallos unidad 2
1. CIPOLLA NORA ESTELA c/ INSTITUTO NACIONAL
Sumarios:
CUESTION FEDERAL
Es formalmente admisible el recurso extraordinario si se discute la aplicación y
alcance de normas de naturaleza federal (leyes 24.156, 25.344 y 25.565) y la
decisión definitiva del superior tribunal de la causa ha sido contraria al derecho
que en ellas fundó el apelante.
En la interpretación de las leyes federales el Tribunal no se encuentra
constreñido por los argumentos de la parte o del a quo sino que le incumbe
realizar una declaración sobre los puntos controvertidos según la interpretación
que rectamente les otorgue.
PRESUPUESTO - CONSOLIDACION DE DEUDAS - DEROGACION DE LA
LEY
Corresponde rechazar el agravio atinente a que la sanción de la ley 25.565
viola lo dispuesto en el art. 20 de la ley 24.156 pues la ratio de la disposición de
la Ley de Administración Financiera y Sistemas de Control para el Sector
Público Nacional implica una sana prescripción de política legislativa en cuanto
al contenido de la ley anual de presupuesto nacional, y la ley 24.156 no se
diferencia por su jerarquía normativa del resto de las leyes que dicta el
Congreso y, por ende, una norma posterior puede derogar una anterior, sea
expresa o tácitamente.
PRESUPUESTO - PODER LEGISLATIVO - PODER EJECUTIVO
En nuestro sistema constitucional, nada permite inferir que la función legislativa
en materia presupuestaria se limita a aprobar o a autorizar lo que propone el
poder Ejecutivo. El Congreso recibe un proyecto de presupuesto y lo acepta, lo
modifica o lo rechaza, en todo o en parte, sin restricción alguna. Las
autolimitaciones que el Congreso ha emitido pueden ser modificadas o dejadas
sin efecto, incluso en forma implícita.
La ley de presupuesto es un acto de gran trascendencia política y la voluntad
del Poder Legislativo no está limitada por actos preexistentes de igual jerarquía
normativa.

2. BOSTON CIA ARGENTINA DE SEGUROS SA CI EN-


AFIP
la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal,
al confirmar la sentencia de primera instancia, rechazó la demanda de Boston
Cia. Argentina de Seguros S.A., por medio de la cual perseguía el cese en la
retención y descuento de las comisiones bancarias realizados por la AFIP
sobre las cuotas abonadas a ella por los empleadores en cumplimiento de la
ley 24.557, de riesgos del trabajo. realizó una breve reseña de las normas que
establecen en cabeza del organismo fiscal la tarea de aplicar, recaudar,
fiscalizar y ejecutar judicialmente los recursos de la seguridad social
correspondientes a todos los " aportes' y contribuciones que recaen sobre la
nómina salarial. Sostuvo que el arto 14 de la ley 25.345 facultó al Poder
'Ejecutivo Nacional a establecer una comisión de hasta el 0,7% del total de la,
recaudáción correspondiente a los aportes personales destinados al régimen
de capitalización de la ley 24.241 y de las contribuciones patronales de la ley
24.557, para la atención del gasto que demanden las funciones ya señaladas
de la AFIP, a cargo -en lo que aquí interesa- de las aseguradoras de riesgos
del trabajo –ART.
la doctrina de la Corte Suprema con relación a las tasas, concluyó en que las
comisiones bancarias en crisis no participan de las notas definitorias de
aquéllas. Adujo que es cierto que las comisiones son cobradas coactivamente
a las ART, descontándolas automáticamente de los conceptos depositados en
su favor, pero que no se relacionan con el desenvolvimiento de una actividad a
cargo de un ente público, ya que se trata de entidades bancarias privadas,
circunstancia que obsta a que pueda conceptuarse como un tributo de dicha
especie.
Dos conclusiones se imponen a esta altura del dictamen. En primer lugar, que
la norma reglamentaria realizó una clara diferencia entre dos tipos de gastos de
la AFIP cuya retribución por los beneficiarios pretendía: por un lado "las
comisiones bancarias" y, por otro, "los demás gastos que demande a la AFIP la
realización de las tareas asignadas". Estimo que, al respecto, debe tenerse
presente la clara pauta interpretativa de V.E. que postula que la exégesis de las
normas debe practicarse sin violencia de su letra y de su espíritu, con el
propósito de efectuar una interpretación que no resulte ajena a lo que la ley
establece, desde que la primera fuente de hermenéutica de las leyes su letra.
En efecto, tal ratificación legislativa no fue íntegra, ya que, en el segundo
párrafo de este arto 14, el legislador expresó que esa comisión se establecía
para "la atención del gasto Que demande las funciones de la AFIP", y que
quedará a cargo de las ART, quienes lo abonarán previo a la transferencia de
los recursos que correspondan, añadiendo que la ratificación del decreto
863/98 se hacía "a este solo efecto". Advierto que nada, dijo el legislador aquí
sobre las comisiones bancarias, erogación diferenciada a 'los efectos de su
detracción. Más adelante en el tiempo, el arto 45 de la ley 25.401 'su~tituy~
nuevamente el inc. d) del arto2° del tantas veces modificado decreto 2.741/91,
estableciendo, en lo que es pertinente para esta causa, que la tasa para
financiar "la atención del gasto Que demanden las funciones encomendadas a
la AFIP" sería del 0,50% ,:'con excepción de lo dispuesto en el arto 14 de la ley
25.345, y que ello sería realizado luego de la deducción de "las comisiones
Que cobren las entidades bancarias recaudadoras".

Fallos unidad 3
1. Consejo Federación Bomberos Voluntarios RA c/ EN
El fallo es del 26 de diciembre de 2017 y está firmado por los jueces Elena
Highton de Nolasco, Carlos Ronsenkratz y Juan Carlos Maqueda, en los autos
caratulados «Consejo Federación Bomberos Voluntarios RA c/ EN – ley 25054
y 25848 (art. 11) s/ proceso de conocimiento», quienes resolvieron hacer lugar
al recurso extraordinario interpuesto por el Consejo Nacional y confirmar la
sentencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo Federal, admitiendo la demanda presentada por el Consejo
Nacional de Bomberos con el objeto de que se declarara la correcta inteligencia
de la ley 25.054. Al así hacerlo, la Corte señaló que la contribución obligatoria
establecida en el mencionado artículo constituye un recurso tributario de
afectación específica, razón por la que, si ha sido recaudado en exceso de lo
previsto por la Ley de Presupuesto para el ejercicio financiero 2008, dicho
excedente de fondos no debía ser transferido a la Tesorería General de la
Nación en los términos establecidos por la Decisión Administrativa N° 2 del
Jefe de Gabinete de Ministros (del 9/1/2009), sin que exista impedimento para
su utilización en el ejercicio siguiente con el fin de solventar los gastos propios
de la actividad de los bomberos.
Sobre el financiamiento esperado para el año 2018 y que tan en vilo tiene a
todo el Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios desde que en el mes de
octubre de 2017 los equipos técnicos del Consejo Nacional detectaran que la
estimación presupuestaria era de $ 962.489.516, mientras que la estimación
recaudatoria era superior a los $ 1.600.000.000, el presidente del Consejo
Nacional comentó: “inmediatamente tomamos cartas en el asunto,
presentamos reclamo administrativo y toda la dirigencia nacional se movió para
tratar que diputados y senadores repararan el grosero error de cálculo, ya que
dicho recorte equivale a una expectativa de cobro inferior en un 40% a la
esperada y aún inferior a la del 2017. Como no fue suficiente y la ley de
presupuesto fue finalmente sancionada y promulgada con una subestimación
superior al 40%, durante los primeros días de enero accionaremos nuevamente
ante la justicia en defensa de los derechos de todo el Sistema Nacional de
Bomberos Voluntarios, solicitando habilitación de la feria judicial dada la
gravedad de la cuestión. Ello claro está, sin perjuicio de seguir manteniendo
semanales reuniones con las más altas autoridades del Ministerio de
Seguridad, tratando de encontrar una solución previa a que se expida la justicia
en lo contencioso administrativo federal y el más pronto recupero de los más de
600 millones de pesos que se le están negando al movimiento bomberil”.
Fallos unidad 4
1. RABOLINI GERMAN ADOLFO C/EN MO ECONOMIA
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal
(Sala JI), por mayoría, revocó la sentencia de primera instancia y, en
consecuencia, hizo lugar al amparo que dedujo Germán Adolfo Rabolini
tendiente a que se declare la inconstitucionalidad de la resolución 73/02 del
Ministerio de Economía de la Nación, en cuanto suspende el pago de los
servicios financieros de la deuda pública nacional y en particular de los Bonos
Externos. Global 2017 de su propiedad.
Contra esta decisión, el Estado Nacional dedujo el recurso extraordinario.
Sus agravios son: (i) la sentencia. es arbitraria, porque no tuvo en cuenta las
normas aplicables a los Bonos Externos Globales; (ii) admitió la vía del amparo
cuando no están dados los requisitos para ello, en particular porque se necesita
mayor debate y prueba para resolver la causa, el actor no probó los daños y
porque la acción es extemporánea; (iii) la sentencia se aparta de lo resuelto por
V.E. en el caso "Galli" (Fallos:328:690), al mismo tiempo que no toma en
cuenta dicho precedente con relación a los bonos que no ingresaron al canje
de la deuda; (iv) el a qua omite considerar que los títulos del actor se
encuentran sometidos a la legislación extranjera y sujetos a extraña
jurisdicción. Por lo tanto, dice, no están alcanzados por las disposiciones del
decreto 471/02.
Para resolver los reclamos que el actor formula con fundamento en los
derechos que estima que le corresponden en virtud de los títulos que tiene en
su poder, el a qua debió atender los planteas del Estado Nacional, en particular
el que se relaciona con las normas que rigen los bonos de la deuda pública
nacional que se discuten en estos autos.

2. Horvath, Pablo c/ Fisco Nacional


Pablo Horvath inicia un reclamo contra el Fisco Nacional para que se le
restituyan los importes pagados en el mes de Noviembre del año 1985 en
concepto de "ahorro obligatorio" impuesto por la Ley 23.256
-El juez de primera instancia hizo lugar al reclamo y ordenó el pago de la suma
pagada, con los correspondientes intereses.
-Se apela. En la Cámara de Apelaciones se revoca el pronunciamiento del juez
de primera instancia, y se rechaza la demanda interpuesta por Horvath.
-Se interpone un recurso extraordinario y el caso llega a la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
La Ley 23.256 Impone la obligación de los contribuyentes a aportar sumas de
dinero a las cuentas del Estado, lo cual se denomina "ahorro obligatorio" o
"empréstito forzoso". La misma, toma como base para determinar los
contribuyentes aportantes, la capacidad económica resultante de la renta y el
patrimonio de los mismos.
Este "ahorro obligatorio" cumple un requisito constitucional fundamental, que es
el de la temporalidad, por lo que, éste va a tener vigencia por dos periodos
anuales.
El régimen de "ahorro obligatorio" impone coactivamente a los contribuyentes
explicitados a abonar sumas de dinero a las cuentas estatales, pero también
compromete al Estado a la restitución posterior de los importes a los
contribuyentes, con sus correspondientes intereses.
Corte Suprema de Justicia de la Nación: Se plantea la inconstitucionalidad del
régimen de ahorro obligatorio impuesto por la Ley 23.256. En cuanto a este
tema, la Corte resume que la ley es válida desde el punto de vista
constitucional ya que fue una ley emanada del Congreso y que ha cumplido
todos los pasos para su promulgación, y dice: "El régimen de "ahorro
obligatorio", instituido por la ley 23.256, resulta en principio -en un análisis
integral del instituto, y en orden a las impugnaciones del accionante-, válido
desde el punto de vista constitucional, pues el Congreso se encontraba
facultado para establecerlo en virtud del inc. 2 del art. 67 de la Constitución
Nacional (texto 1853-1860)."
Se plantea que, en tanto el contribuyente no invoque y pruebe que en el
ejercicio en que debió abonar el gravamen preestablecido cuestionado haya
desaparecido o disminuido sustancialmente la capacidad contributiva
presumida por la ley, no va a tener aptitud procesal para agraviarse con
sustento en materia constitucional.
Establecen que, Pablo Horvath no debería haber planteado la
inconstitucionalidad de la Ley para que se le restituyan las sumas abonadas,
sino que debería haber probado su carácter confiscatorio en su caso en
particular, que tiene como límite el 33% de la totalidad de los bienes afectados,
y que comprometería la garantía establecida en el artículo 17 de la Constitución
Nacional. La confiscatoriedad se debe probar en su caso "concreto y
circunstanciado", o sea, que en el caso en particular se produzca una
absorción por parte del Estado de una porción sustancial de su renta.
Decisión: La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó por mayoría el
fallo apelado, es decir, el rechazo de la demanda.

3. Fallo Galli
En el caso "Galli", la Corte resolvió que ante una situación de grave crisis
económica, no se lo puede obligar al Estado a cumplir con sus obligaciones
más allá de su capacidad financiera. 
En consecuencia, decidió que los tenedores de bonos calificados de "elegibles"
a los fines del "canje de deuda" que optaron por no adherir a la oferta estatal
deberán aguardar hasta tanto el Gobierno regule su situación.

H. G. Galli y otro invirtieron en diversos bonos emitidos por el Estado nacional


que fueron afectados por la normativa de emergencia sancionada luego de la
crisis desatada a fines diciembre de 2001. 
En un primer momento, por el decreto presidencial 471/02 que dispuso, en lo
que interesa, que los bonos de la deuda pública nacional en dólares vigentes al
3 de febrero de 2002 se convertirán a pesos 1,40 por cada dólar más el C.E.R.
(Coeficiente de Estabilización de Referencia) . A su vez, estableció una
importante modificación en la tasa de interés: Siendo que estaba pactada entre
un 8.75% y un 11.75%, la fijó en el 2%. En otras palabras, por medio de un
decreto del Poder Ejecutivo se “pesificaron” los bonos en poder de los
ahorristas y se redujo sustancialmente la tasa de interés pactada.
Luego, aquellos títulos fueron incluidos como “elegibles” a los fines
del canje de deuda efectivizado durante 2005 (Ley 25.827 y decreto 1735/04).
A su vez, el Congreso autorizó a diferir el pago de los servicios de
la deuda pública del gobierno nacional hasta que el Poder Ejecutivo finalice su
reestructuración. 
Por último, se dictó la ley 26.017 que estableció que los bonos que no fueron
presentados al canje, tal el caso de Galli, no podrían ser negociados después.
Galli manifestó su voluntad de no adherir a esta oferta con el argumento de que
la propuesta efectuada por el Estado Nacional implicaba una merma sustancial
de su derecho de propiedad. En razón de ello, los tenedores afectados iniciaron
una acción de amparo contra el Estado Nacional exigiéndole que respetara la
moneda original y la tasa de interés que se había pactado en la operación.
Durante el transcurso del juicio manifestaron que no aceptarían las condiciones
en las cuales el Gobierno proponía devolverles sus inversiones. Adujeron que
las normas impugnadas restringían su derecho de propiedad dada la quita
propuesta. A su vez, la disminución de la tasa de interés impactaba
directamente en el monto total que percibirían en cada vencimiento.
La Corte Suprema resolvió que era constitucionalmente válido que el Estado
Nacional modificara los términos originales en los que había pactado con Galli
la operación financiera.  Esta alteración estaba justificada en la grave situación
de crisis económica por la que atravesó el país que tornó imposible responder
lo convenido.  Entendieron que ningún Estado puede ser obligado al
cumplimiento de acuerdos que superen su capacidad de pago. 
Entendieron justificado que ante la situación crítica, el Gobierno priorizara el
cumplimiento de sus funciones básicas y la atención de los servicios
esenciales. También consideró que Galli se mantuvo voluntariamente fuera
del canje de deuda y que los eventuales daños a su patrimonio no se
conocerán hasta tanto sea regulada la situación de aquellos que no adhirieron
al canje.  También afirmaron que las consecuencias que deriven de ello serán
imputables a quienes optaron por no aceptar oportunamente el ofrecimiento
estatal.
La relevancia de este caso reside en que es el primero en que la Corte
decide sobre la constitucionalidad de las normas de emergencia que afectaron
a los tenedores de Bonos de la deuda pública.  Si bien trata un supuesto
diferente, esta sentencia puede insertarse dentro de la línea de decisiones en
las que la Corte se pronunció a favor de la constitucionalidad de las normas
sancionadas a partir de la crisis económica desatada a fines de 2001 que
impusieron la pesificación de la economía y la restricción al retiro de depósitos
bancarios.
En este sentido, aquel tribunal ya se expidió a favor de la constitucionalidad de
la pesificación de los depósitos bancarios (“Bustos”), y la improcedencia de los
llamados amparos de segunda generación (“Cabrera” y “Campbell”), esto es,
los reclamos de los ahorristas para recuperar la diferencia entre la cotización
del dólar en el mercado libre (aproximadamente 3 pesos) y la oferta estatal a
1.40 pesos por cada unidad de la divisa norteamericana. También, esta
decisión el criterio que la Corte en su actual integración podría utilizar para
resolver los casos sobre el corralito y la pesificación aún pendientes de
decisión.

4. Massa, J. A. c/ Poder Ejecutivo Nacional


La Corte utilizó un cálculo que prevé la restitución de $1,40 por cada dólar,
ajustado por el índice CER, más la aplicación de una tasa de interés del 4%
anual no capitalizable. La mayoría de los jueces consideró que, ajustado por
esas variables, el valor de los depósitos coincidía con el que tenía
originalmente en dólares, por lo que no había perjuicio a la propiedad de los
ahorristas.
El titular de una caja de ahorro en dólares interpuso una acción de amparo a fin
de que se declare la inconstitucionalidad de las normas de emergencia (decreto
214/02 y sus normas complementarias). El juez de primera instancia hizo lugar
a la acción interpuesta. La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo Federal confirmó el fallo apelado, reconociendo el derecho de la
parte actora sobre los fondos que tenía depositados en dólares
estadounidenses. Sostuvo que la normativa de emergencia era inválida porque
al disponer la conversión a pesos de los depósitos constituidos en moneda
extranjera a una paridad sensiblemente inferior a la del mercado libre de
cambios, provocó una mutación injustificada en la sustancia o esencia del
derecho de los ahorristas, lo cual produjo una profunda y también injustificada
lesión a su derecho de propiedad. Contra dicha sentencia, la entidad
depositaria interpuso un recurso extraordinario.
La Corte resolvió que el actor tenía derecho a obtener del banco demandado el
reintegro de su depósito convertido en pesos a la relación de $ 1,40 por cada
dólar, ajustado por el índice C.E.R hasta el momento de su pago, más los
intereses calculados a la tasa del 4% anual no capitalizable. Para así resolver,
consideró que el bloque legislativo de emergencia que fundamentaba
jurídicamente a la pesificación era constitucional porque los artículos 75 inciso
11 y 76 de la Constitución Nacional facultan al Congreso y al Poder Ejecutivo a
fijar la relación de cambio entre el peso y las divisas extranjeras para
reestablecer el orden económico. Afirmó que una interpretación contraria a la
pesificación efectuada varios años después de establecida traería secuelas
institucionales gravísimas, lo que sería contrario a la pauta interpretativa que
obliga a ponderar las consecuencias que derivan de las decisiones judiciales.
Asimismo, concluyó que la aplicación de la normativa de emergencia no
ocasionaba lesión al derecho de propiedad de la actora. Finalmente, sostuvo
que si bien la aplicación del C.E.R estuvo prevista para el lapso de
reprogramación de los depósitos, su vigencia debía extenderse para los casos
en que sus titulares hubiesen iniciado acciones judiciales y éstas se encuentren
pendientes de resolución porque esta era la mejor solución para la
preservación del capital perteneciente a los ahorristas.

Fallos unidad 5
1. FALLO PARKE DAVIS
Hechos: La DGI había determinado de oficio gravámenes a favor del fisco
sobre la empresa Parke Davis en concepto de impuesto a los réditos, por
impuesto de emergencia y por impuesto sustitutivo del gravamen a la
trasmisión gratuita de bienes.
Cuestión a resolverse: Se tiene que ponderar si los importes que pretenden
deducirse para el pago de los impuestos reclamados pueden descontarse
como gastos de experimentación y acreditarse a la empresa extranjera, titular
de las fórmulas, aunque sea dueña del 99,95% de las acciones que constituyen
a la sociedad local (Cía. Argentina SAIC)
Fallo: La existencia de dos sociedades diferenciadas desde el punto de vista
del derecho privado, pero unificadas económicamente, lleva por aplicación de
los artículos 11 y 12 de la ley 11.683, a reconocer preeminencia a la situación
económica real, con prescindencia de las estructuras jurídicas utilizadas, que
pueden ser inadecuadas o no responder a dicha realidad.
Si la sociedad extranjera que percibe regalías es titular del 99,95% del capital
de la sociedad local que las abona, debe pagarse el impuesto a los réditos
sobre tales regalías como retribución por uso de marcas y patentes, pues si se
admitiera como gasto esos pagos se obtendría una exención impositiva que no
otorga la ley.
Si una sociedad local, pese a su aparente autonomía jurídica, está en relación
orgánica de dependencia con otra sociedad extranjera por su incorporación
financiera a ésta, si bien no queda suprimida la personalidad jurídica de
aquélla, tampoco anula su capacidad jurídica tributaria. No existe libertad de
elección, que informa el principio de la autonomía de la voluntad, si no hay
independencia real delas empresas vinculadas mediante lo que se denomina
contrato pero que en realidad traduce un aporte de capital.
2. Fallo Autolatina Argentina SA
En esta causa se discutía una determinación del impuesto al valor agregado
(IVA) recaída sobre la empresa como consecuencia de la base sobre la que
debían calcularse los débitos fiscales de las ventas de automotores.
AFIP consideraba, esencialmente, que en los casos de ventas de automotores
que provenían de planes de ahorro previo (“plan óvalo”) no debía tomarse el
valor percibido por Autolatina Argentina SA de la empresa administradora del
plan de ahorro, sino el valor corriente de plaza vigente a la fecha de entrega y
facturación del automotor al concesionario.
La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal,
al revocar la decisión del Tribunal Fiscal, dejó sin efecto la determinación de
oficio de AFIP al entender que los fondos recibidos de la sociedad
administradora del plan coincidían con los precios vigentes en su momento, por
lo que no se observaba una desviación de los precios de mercado o de plaza.
La Corte Suprema confirmó la sentencia de la Cámara. Para ello entendió, en
primer lugar, que en la causa no se cuestionaba que Autolatina Argentina
hubiera facturado los vehículos a las concesionarias, sino que la materia de
litigio se circunscribía a considerar que los débitos fiscales debían calcularse
sobre la base del valor corriente de plaza en la lista de precios (netos de
descuentos) a concesionarios vigentes al momento de entrega del vehículo. De
esta forma, entendió que los argumentos introducidos por AFIP en la instancia
ante la Corte (consistentes en cuestionar el momento y la forma de facturación
de las unidades) no mantenían conexión con la cuestión debatida, por lo que
no podían ser atendidos por el Máximo Tribunal.
la Corte entendió que la ley de IVA asigna preeminencia al precio de la
concertación de la operación expresado en la factura, en tanto este pueda
considerarse sincero y representativo de los términos de la venta. Si en la ley
admite el cómputo sobre el valor corriente de plaza, siempre admite prueba en
contrario tendiente a demostrar que el precio facturado es el verdadero precio
de la operación.
Finalmente, con relación al principio de realidad económica, la Corte interpreta
que, si bien el mismo es fundamental en el derecho tributario, su aplicación no
puede llevar a que se desvirtúe lo establecido en las normas legales que
regulan el tributo. Una conclusión contraria afectaría el principio de legalidad y
un menoscabo a la seguridad jurídica, ambos de jerarquía constitucional.

3. Estado Nacional c/ Arenera El Libertador SRL


Hechos: (procesales) Primera y segunda instancia hicieron lugar (parcialmente)
a la demanda interpuesta por el Estado Nacional, condenando a la Firma al
pago delo requerido.(reales) El Estado Nacional Secretaría de Intereses
Marítimos- demanda a los responsables del buque "Fortuna" por cobro del
derecho de peaje establecido en la ley 22.424, en razón de haber utilizado la
nave el Canal Mitre y haber resultado infructuosa las gestiones de cobro
extrajudicial realizadas por la Dirección Nacional de construcciones Portuarias
y vías Navegables. .
Se condena a la demandada a pagar a la actora, la suma resultante de los
cálculos determinados en decisión judicial, con mas intereses y costas. La
demandada interpuso recurso extraordinario.
La suma reclamada surge como consecuencia de que en distintas fechas, las
naves utilizaron en su navegación el Canal argentino de vinculació, por
consiguiente debieron abonar por tal uso, la tarifa en concepto de derecho de
peaje.
En recurso extraordinario la demandada sostiene: Que el uso del Canal Mitre
por buques areneros de su propiedad no requieren mayor profundidad de esa
vía navegable por cuanto aquellos presentan poco calado lo que lo torna
innecesaria La corte no ha establecido doctrina en el sentido de considerar
obligatoria la existencia de las invocadas vías alternativas.
Nuestra constitución se refiere exclusiva y específicamente a la prohibición de
gravar el mero tránsito de mercadería y de los medios de transporte que se
utilicen para su traslado. Ello torna en inconstitucional cualquier gravamen que
afecte de cualquier modo el transporte y comercio, aun interjurisdiccional, si
ellos no afectan el ejercicio de potestades nacionales.
Especialmente no es inconstitucional el peaje como ha sido definido y como se
da en el caso, en que no constituye un pago exigido por el solo paso, al modo
de los antiguos portazgos, con base desvinculada de los servicios u otras
prestaciones que se practiquen a favor del usuario. Por lo tanto, no se advierte
óbice para la institución del peaje como una forma mas de financiación de
obras públicas. Lo que el constituyente ha querido es evitar el dictado de
normas mediante las cuales los estados provinciales obstaculicen o alteren de
algún modo el tráfico de la república.
Obiter Dictum: Que para caber dentro de la Constitución Nacional, el pago del
peaje debe constituir una de las contribuciones a que se refiere el art. 4°. Que
por ello es capital en el caso señalar que el peaje -constitucionalmente- es una
contribución.
Cuando la función del Estado a cumplir es la construcción, mantenimiento o
mejora de una obra pública, parece de toda evidencia adecuada, a la luz de las
exigencias constitucionales, que las personas obligadas al pago sean
determinadas entre aquellas que de algún modo se relacionan con la obra. El
peaje es para el usuario una contribución vinculada al cumplimiento de
actividades estatales (como puede serlo la construcción de una vía, o su
mejora, ampliación, mantenimiento, conservación, etc., aun de vías
preexistentes). Para el concesionario constituirá un medio de remuneración de
sus servicios. De este modo, en los hechos, puede concluir el peaje por ser
sustancialmente similar al precio pagado por un servicio.
Que en cuanto a la libertad de tránsito del art. 14 de la Constitución Nacional,
ella sólo puede verse afectada por medidas fiscales o parafiscales cuando
éstas tornen en ilusorio aquel derecho, lo que no impide en modo alguno al
Estado establecerlos tributos que razonablemente requiera el sostenimiento de
sus actividades y repartir su carga de un modo que también, razonablemente,
estime adecuado y conforme al art. 16 de la Constitución Nacional. Que lo que
haría al tributo inaplicable o a la existencia de vías alternativas exigibles, es la
demostración por la recurrente de que la necesidad indispensable del uso dela
vía gravada, unida a un monto irrazonable, tornase en ilusorio su derecho de
circular, cosa que en modo alguno ha demostrado en la causa.
El mero uso de ese Canal por parte de la demanda le ha resultado beneficioso.
Por tanto, no puede invocarse un supuesto detrimento económico en su
perjuicio, en virtud de una alegada y no probada con fiscatoriedad de la tasa de
peaje.
Holding: El establecimiento de peajes no vulnera por sí solo el derecho a la
libre circulación (art. 14 CN). Los peajes se asimilan a una tasa y mientras no
se acredite la confiscatoriedad de los mismos, sumado a la inexistencia de vías
alternativas, no se encontrará vulnerado el derecho enunciado
Garantías Constitucionales Vinculadas: derecho a la libre navegación ( ART.
14CN), libertad de circulación (ART. 10 CN), derecho de tránsito marítimo
(ART. 11CN) (razonabilidad // propiedad)

4. fallo laboratorios raffo


la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictaba sentencia en el marco del
recurso que había interpuesto la firma Laboratorios Raffo S.A., contra la
sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba,
confirmatorio de una determinación de oficio practicada por la Municipalidad de
Córdoba, por la “Contribución que incide sobre el Comercio, la Industria y las
Empresas de Servicios” (“CCIES”).
En lo sustancial, la Corte Suprema confirmó la doctrina de su precedente
“Compañía Química” (“Fallos” 312:1575 sentencia del 5 de septiembre de
2009). Esto es, que a los efectos de desentrañar la validez de un tributo, debe
analizarse su naturaleza jurídica. Esta indagación no resulta académica, sino
que adquiere una relevancia en la medida en que las diferentes especies de
tributos (impuestos, tasas y contribuciones) tienen distintos presupuestos de
hecho, cuya verificación condiciona en cada caso concreto la procedencia de
su pago.
La Corte Suprema calificó a la CCIES como una tasa y analizó luego si, en
función de esa condición, resultaba aplicable a Laboratorios Raffo, teniendo en
cuenta que la empresa encomendaba la difusión de sus productos a un agente
de propaganda médica residente en la ciudad de Córdoba, pero que carecía de
local, depósito o establecimiento de cualquier tipo en el municipio.
La Corte Suprema concluyó que la argumentación municipal, en el sentido de
justificar el cobro del tributo por la prestación de un conjunto de servicios de
carácter general (control del buen estado de los edificios; coordinación del
transporte; ordenamiento del tránsito, regulación del estacionamiento; etc.) no
satisfacía el requisito fundamental aplicable a las tasas, en cuanto su cobro
debe corresponder siempre a la concreta, efectiva e individualizada prestación
de un servicio, referido a algo no menos individualizado (bien o acto) del
contribuyente, exigencia que a juicio de la Corte Suprema encuentra sustento
en el artículo 17 de la Constitución Nacional.
Por último, la Corte señaló que si bien ella sólo decide en los casos concretos
que le son sometidos, y su fallo no resulta obligatorio para casos análogos, los
jueces inferiores tienen el deber de conformar sus decisiones a aquéllas, como
consecuencia de lo cual carecen de fundamento las sentencias de tribunales
inferiores que se apartan de los precedentes de la Corte, sin aportar nuevos
argumentos que justifiquen modificar la posición sentada por el Máximo
Tribunal en su carácter de intérprete supremo de la Constitución Nacional.

5. FALLO SYNGENTA AGRO SA


La Cámara Contencioso Administrativa de Primera Nominación de la Provincia
de Córdoba, siguiendo la jurisprudencia del Tribunal Superior de Justicia
provincial, no hizo lugar a la demanda interpuesta por Syngenta Agro S.A.
contra la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba a fin de que se revocase el
decreto 496/02 del intendente municipal.
Mediante ese acto se había agotado la vía administrativa en la cual se había
discutido la procedencia de la "contribución que incide sobre la actividad
comercial, 'industr,ial y de servicios" por los períodos fiscales que van de 'enero
de 1995 a junio de 2000 inclusive, cuyo carácter de "tasa" fue' controvertido por
la demandada, con más sus accesorios (intereses, recargos y multas). Cabe
señalar que, entre otros argumentos, la actora expuso que no posee
establecimiento, local u oficina en el territorio de la municipalidad; que ésta no
le prestó servicio alguno -de manera efectiva ni individualizadaque le permitiera
pretender el cobro del gravamen.
En efecto, en "Laboratorios Raffo S.A." esa Corte Suprema de Justicia de la
Nación Argentina dijo, con relación a idéntico tributo, de idénticos años
calendarios, de idéntico municipio, y frente a un recurso contra una sentencia
proveniente del mismo tribunal que el gravamen en crisis es una tasa. Queda
entonces en evidencia, para mi, no sólo que la cuestión no es insustancial, sino
que las instancias anteriores incumplieron lo señalado por V.E., en reiteradas
oportunidades, en cuanto a que si bien la Corte Suprema sólo decide en los
procesos concretos que le son sometidos y su fallo no resulta obligatorio para
casos análogos, los jueces inferiores tienen el deber de conformar sus
decisiones a aquéllas (Fallos: 25:364). De esa' doctrina, y de la de Fallos:
212:51, 160, 307:1094 y 332:1503, emana la consecuencia de que carecen de
fundamento las sentencias de los tribunales inferiores -inclusive, los superiores
tribunales locales- que se apartan de los precedentes de la Corte sin aportar
nuevos argumentos que justifiquenmodificar la posición sentada por el Máximo
Tribunal en su carácter de intérprete supremo de la Constitución Nacional. Ello
es así y más aún en supuestos como el presente, en el cual la extensa e
inveterada jurisprudencia de V.E. sobre los requisitos.
Cabe hacer lugar de fs. 130/134, declarar formalmente admisible el recurso
extraordinario oportunamente interpuesto, y ordenar que, por quien
corresponda, se dicte un nuevo pronunciamiento acorde a derecho, de acuerdo
con lo aquí dictaminado.

6. fallo georgalos
En este caso la CSJN falló a favor de la AFIP y estableció la constitucionalidad
del impuesto a la ganancia mínima presunta para los ejercicios fiscales
cerrados a partir del 31 de diciembre de 1998. La Corte respalda así la
interpretación efectuada sobre la vigencia de la ley Nº 25.063, a través del D R
Nº 1533/98 y la RG(AFIP) Nº 328/99. De esta forma la CSJN revocó la decisión
de la Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso
Administrativo Federal, que en el amparo promovido por Georgalos Hnos.
SAICA había declarado inconstitucionales los decretos del Poder Ejecutivo que
dispusieron el cobro del impuesto para los ejercicios fiscales mencionados.
Este fallo lo consideramos de sumo interés dado la temática a analizar sobre el
principio de legalidad, y la vigencia de la ley tributaria. La decisión del Tribunal
no fue unánime, conforme análisis realizado por María de los ÁngelesmGadea
y Laura A. Guzmán (22). Contó con la disidencia de uno de sus miembros el
Dr. Adolfo R. Vázquez, quien sostuvo, teniendo en cuenta que la ley fue
promulgada el 24 de diciembre de 1998 y publicada en el Boletín Oficial el 30
del mismo mes, que entró en vigencia al día siguiente de su publicación, es
decir, el 31 de diciembre de 1998. En cuanto a los efectos, señala que no cabe
duda que cuando se alude a los hechos gravados por el impuesto a la ganancia
mínima presunta y se menciona a los cierres de ejercicio que se produjeron con
posterioridad a la fecha indicada, se refiere, exclusivamente, a aquellos en los
que el cierre operó a partir del 1 de enero de 1999. Asimismo del análisis del
artículo 12 de la ley 25.063 resulta - a criterio del doctor Vázquez - que el
legislador optó por diferentes momentos a partir de los cuales producirían
efectos las distintas disposiciones: al momento de la entrada en vigencia de la
ley [inc. b)], al año fiscal en curso al momento de entrada en vigencia de la
ley[inc. c)], o bien, se determina expresamente el 31 de diciembre de 1998 para
el cómputo de los bienes existentes a esa fecha [inc. f)]. En consecuencia, si el
legislador hubiera querido gravar los ejercicios cerrados al 31 de diciembre de
1998, lo habría expresado claramente, tal como sucedió en los otros casos.
Por último, y teniendo en cuenta que en la materia rige el principio de legalidad,
concluye en el sentido de que la interpretación que mejor se concilia con el
mismo y con los derechos de los contribuyentes, en punto a sus
consecuencias, radica en sostener la inaplicabilidad de un impuesto con efecto
retroactivo a un ejercicio comercial comprendido entre el 1 de enero y el 31 de
diciembre de 1998, por cuanto se estaría admitiendo la posibilidad de gravar
hechos acaecidos un año antes de su entrada en vigencia, razón por la cual
declara la inconstitucionalidad tanto del artículo 1º del decreto 1533/98 como
de los artículos 8º, 9º y 10 de la resolución general reglamentaria.

7. Fallo Festival de Doma y Folklore


La Corte Suprema revocó un fallo en favor del Festival de Doma y Folklore, que
había decretado la inconstitucionalidad de un decreto que modificó la Ley de
IVA y eliminó la exención del tributo en los espectáculos musicales. Opiniones
diversas sobre el principio de legalidad tributaria.
El Máximo Tribunal de Justicia resolvió rechazar en la causa “Festival de Doma
y Folklore c/ Estado Nacional s/ acción meramente declarativa de derecho" una
demanda tendiente a que se declare la inconstitucionalidad de un decreto que
eliminó las exenciones al pago de IVA a la hora de abonar los ingresos a
espectáculos culturales.
La normativa había eliminado la exención “a los espectáculos y reuniones de
carácter artístico, científico, cultural, teatral, musical, de canto, de danza,
circenses, deportivos y cinematográficos, por los ingresos que constituyen la
contraprestación exigida para el acceso a dichos espectáculos”.
La inconstitucionalidad había sido decretada por considerase que la delegación
de atribuciones dispuesta por la Ley 25.414 autorizó al Poder Ejecutivo “a
modificar aspectos esenciales del tributo”. Además, sostuvo que, en virtud del
principio de legalidad tributaria, si sólo por ley se puede crear o modificar un
tributo, lo propio también se aplicaba en lo relativo “a las exenciones,
reducciones o desgravaciones”.
La normativa había eliminado la exención “a los espectáculos y reuniones de
carácter artístico, científico, cultural, teatral, musical, de canto, de danza,
circenses, deportivos y cinematográficos, por los ingresos que constituyen la
contraprestación exigida para el acceso a dichos espectáculos”.
La inconstitucionalidad había sido decretada por considerase que la delegación
de atribuciones dispuesta por la Ley 25.414 autorizó al Poder Ejecutivo “a
modificar aspectos esenciales del tributo”. Además, sostuvo que, en virtud del
principio de legalidad tributaria, si sólo por ley se puede crear o modificar un
tributo, lo propio también se aplicaba en lo relativo “a las exenciones,
reducciones o desgravaciones”.

8.Fallo Selcro
Hechos: La Cámara hizo lugar a una acción de amparo y declaró la
inconstitucionalidad del segundo párrafo del art. 59 de la ley 25.237 en cuanto
delegó en el Poder Ejecutivo Nacional la facultad de establecer los valores para
determinar las tasas a percibir por la Inspección General de Justicia. La
demandada interpuso recurso extraordinario. La Corte Suprema de Justicia de
la Nación confirmó la sentencia.
Dictamen del Procurador: El tributo discutido es una tasa, en tanto establece de
modo coactivo una contraprestación pecuniaria por un servicio brindado y su
presupuesto de hecho consiste en una situación que determina, o se relaciona,
necesariamente, con el desenvolvimiento de una cierta actividad de un ente
publico relativa, en forma individualizada, a la persona obligada a su pago
(sujeto pasivo contribuyente). La tasa es una categoría tributaria derivada del
poder del imperio del estado, con estructura jurídica análoga al impuesto y del
cual se diferencia únicamente por el presupuesto de hecho adoptado por la ley,
que en este caso consiste en el desarrollo de una actividad estatal que atañe al
obligado y que por ello, desde el momento en que el estado organiza el servicio
y lo pone a disposición del particular, este no puede rehusar el pago aun
cuando no haga uso de el, el servicio tiene en mira el interés general.
El primer principio fundamental del derecho tributario es el principio de
legalidad. Solo el congreso impone las contribuciones que se expresan en art.
4 y art 52 que corresponde a la cámara de diputados la iniciativa de las leyes
sobre contribuciones.
En el fallo “Luisa Spak de Kupchick y otro v. Banco Central de Argentina” corte
estableció que los principios y preceptos constitucionales prohíben a otro poder
que el legislativo el establecimiento de impuestos, contribuciones y tasas y,
ninguna carga tributaria puede ser exigible sin la preexistencia de una
disposición legal encuadrada dentro de los preceptos y recaudos
constitucionales, esto es, válidamente creada por el único poder del estado
investido en tales atribuciones. El PE tiene vedado establecer tributos aun por
la via extraordinaria de decretos de necesidad y urgencia toda vez que el art.
99 inc. 3 CN prohíbe emitir este tipo de disposiciones cuando se trate de
materia tributaria. La delegación realizada en la jefatura de gabinete de
ministros es inadmisible, porque no se estableció en ley alguna la alícuota
aplicable. Debe ser la ley la que establezca el objeto y la cantidad de la
prestación, es decir, el criterio con que debe valuarse la materia imponible para
aplicar luego el impuesto en un monto determinado y es también la ley la que
debe definir ese monto. La ley debe contener la base de medición o base
imposible, esto es, la adopción de parámetros que sirvan para valorar
cuantitativamente los hechos cuya verificación origina la obligación y la
delimitación en el espacio y en el tiempo de esos hechos, como también la
cantidad expresada en una suma finita o bien en un porcentaje o alícuota
aplicable a la base imponible, que representa o arroja como resultado el
quantum de la obligación tributaria.
Mayoria absoluta: ni un decreto del PE ni una decisión del jefe de gabinete de
ministros puede crear válidamente una carga tributaria ni definir o modificar un
tributo. Al tratarse de una facultad exclusiva y excluyente del congreso, resulta
invalida la delegación legislativa efectuada por la ley (25.237 art 59 parrf 2) en
tanto autoriza al jefe de gabinete a fijar valores o escalas para determinar el
importe de las tasas sin fijar el limite o pauta de una clara políticam
legislativopara el ejercicio de esa atribución.
El derecho tributario no puede ser delegado al PE, porque no lo autoriza ni por
excepción el art 76 CN.

9. Fallo Municipalidad de Montecristo


Cabe confirmar la sentencia que hizo lugar a la repetición solicitada por la
Municipalidad actora con relación a sumas indebidamente ingresadas en
concepto de IVA en razón del servicio de agua corriente que había prestado a
sus habitantes y que éstos habían abonado mediante el pago de una tasa,
pues la modificación introducida en el art. 81 de la ley 11.683 por la ley 25.795 -
en cuanto a que los impuestos indirectos sólo pueden ser repetidos por los
contribuyentes de derecho cuando éstos acrediten que no trasladaron el
impuesto al precio, o bien cuando lo trasladaron, acrediten su devolución en la
forma y condiciones establecidas por la AFIP- no resulta aplicable al caso de
autos pues la citada ley 25.795 es posterior tanto a los pagos cuya repetición
pretende la accionante, como a la resolución administrativa que rechazó el
reclamo formualdo por el municipio y al recurso planteado ante el Tribunal
Fiscal.
La corte destaco “Toda vez que esta causa fue iniciada por una fundación –
entidad de bien público y sin fines de lucro– resulta aplicable a su respecto lo
expresado” en los considerandos 10 y 11 en donde “se afirmó, en razón de la
naturaleza del sujeto que promovió las actuaciones, que “el empobrecimiento
cabe razonablemente inferirlo del solo hecho del pago””, sostuvo.

10.Cía. Química, S. A. c. Municipalidad de Tucumán


1°) Que la Corte Suprema de la provincia de Tucumán no hizo lugar a la
demanda promovida por la Cía. Química S.A. contra la Municipalidad de San
Miguel de Tucumán por nulidad del acto administrativo y por
inconstitucionalidad de la tasa municipal, absolviendo a la demandada. Contra
dicho pronunciamiento el representante de la actora interpuso recurso
extraordinario, que fue concedido a fs. 138.
2°) Que el apelante sostiene que el art. 120 de la ordenanza 229/77,
sancionada por la demandada, resulta contrario a la C.N. pues jamás habría
existido en su opinión, un servicio concreto que le hubiera sido prestado a su
representante como contraprestación al cobro de la tasa impugnada.
3°) Que el citado planteo resulta formalmente admisible toda vez que el
recurrente ha impugnado en el juicio la validez constitucional de una norma
local y la decisión ha sido por la validez de aquélla (art. 14, inc. 2º de la ley 48).
4°) Que el art. 120 del Código tributario municipal (ordenanza 229/77)
establece que la tasa cuya constitucionalidad se impugna en autos será
abonada por cualquier actividad comercial, industrial y de servicios por las que
se usen y aprovechen las obras y demás prestaciones que hacen al progreso
regular y continuo de la ciudad, en virtud de los servicios municipales de
contralor, seguridad, higiene, salubridad, moralidad, y cualquier otro no
retribuido por un tributo especial, pero que prevenga, asegure y promueva el
bienestar general de la población.
5°) Que el a quo consideró que si bien era cierto que el rasgo característico de
la tasa era constituir la contraprestación de un servicio estatal, resultaba
necesario tener en cuenta que los servicios públicos podían diferenciarse en uti
singuli y uti universi. En los primeros el usuario o el beneficiario estaría
identificado o individualizado por un uso y pago diferenciados. En cambio, los
segundos consistirían en servicios colectivos que beneficiarían a toda la
población y que se cobrarían igualitaria y proporcionalmente a todos los
vecinos.Así, en este último caso, existirían tasas que estarían vinculadas en
forma indirecta e impersonal con los individuos, cuya beneficiaria directa sería
la comunidad. Ello ocurriría según la sentencia apelada, con la ordenanza de
autos, lo cual en su opinión justificaría su existencia.
6°) Que lo afirmado por el a quo, en el sentido de que no resulta necesario que
el cobro de la tasa tenga como objetivo primordial satisfacer intereses
individuales, coincide con el principio según el cual la validez de aquéllas, como
la de todos los tributos, depende de un interés público que justifique su
aplicación. (Fallos, 251:50, consid. 4 y sus citas). Por tal razón, el Tribunal ha
resuelto que la sola circunstancia de que el contribuyente carezca de interés en
el servicio estatal no basta para eximirlo del pago de la tasa respectiva (Fallos,
251:222; consid. 2° y su cita).
7°) Que todos los precedentes citados presuponen, empero, la existencia de un
requisito fundamental respecto de las tasas como es que al cobro de dicho
tributo debe corresponder siempre la concreta, efectiva e individualizada
prestación de un servicio relativo a algo no menos individualizado (bien o acto)
del contribuyente (Fallos, 236:22 y su cita).
8°) Que la norma local impugnada, conforme a la interpretación del a quo, que
es irrevisable por la Corte (Fallos, 151:103, entre otros), no se ajustó a los
principios desarrollados en el considerando anterior, los cuales encuentran
sustento en el art. 17 de la C.N. Ello hace ilegítimo el cobro de la tasa
correspondiente (conf. Fallos, 259:413, consid.19 y sus citas).

Fallos unidad 6
1. Papel Misionero S.A.C.I.F. v. Provincia de Misiones
Tras considerar que formaba parte del derecho público provincial, la Corte
Suprema de Justicia de la Nación se declaró incompetente en instancia
originaria respecto de la aplicación de la ley de coparticipación federal. En el
marco de la causa “Papel Misionero S.A.I.F.C. c/ Misiones, Provincia de
s/acción declarativa”, el Máximo Tribunal estableció que sólo corresponde
discutir en instancia originaria la validez de un tributo cuando es atacado
exclusivamente como contrario a la Constitución Nacional, siendo esa la única
excepción para que la Corte habilite su instancia originaria. Los magistrados,
expresaron que al ser una carga impuesta a personas o cosas con un fin de
interés público, el cobro del impuesto no constituye una causa civil, sino que su
percepción es un acto administrativo. Mediante el presente pronunciamiento se
ratifica la posición institucional de la Corte en relación a adoptar una estrictez
en torno a la apertura de su jurisdicción originaria, tal como fuese resaltado por
el juez Maqueda en su voto, cerrando mediante el presente pronunciamiento la
posibilidad de que muchas presentaciones contra impuestos provinciales y
tasas municipales se presenten ante la Corte salteando los tribunales locales.
De acuerdo al fallo, la declaración de incompetencia originaria, se debe a que
la misma precisa que en la demanda en cuestión no se planteen asuntos de
naturaleza local además de cuestiones federales. A pesar de ello, a través de
la instancia de apelación extraordinaria, aquellas cuestiones federales que se
susciten en la causa serán resueltas por la Corte Suprema.
Papel Misionero S.A.I.F.C. c/ Misiones, Provincia de s/ acción declarativa”, la
CSJN – por mayoría – resolvió declarar la incompetencia originaria de dicho
Tribunal para entender en la acción declarativa interpuesta por un
contribuyente a fin de que se declare la inconstitucionalidad de resoluciones de
la Dirección General de Rentas de la Provincia de Misiones por ser contrarias
al Convenio Multilateral. Como fundamentos de dicha decisión, el Máximo
Tribunal expuso:
“las leyes-convenio – entre las que cabe incluir el régimen de coparticipación
federal y el Convenio Multilateral en sus respectivas ratificaciones locales por
medio de las legislaturas provinciales- hacen parte, aunque con diversa
jerarquía, del derecho público provincial y que esa condición asume la ley de
coparticipación federal, por lo que su violación no abre la instancia originaria de
la Corte.”
“ el cobro del impuesto no constituye una causa civil, por ser una carga
impuesta a personas o cosas con un fin de interés público, y su percepción un
acto administrativo, y sólo cabe discutir en instancia originaria la validez de un
tributo cuando es atacado exclusivamente como contrario a la Constitución
Nacional.”
“para habilitar la instancia prevista en el art. 117 de la Constitución Nacional –
cuando en la causa es parte una provincia- es preciso que en la demanda no
se planteen, además de las cuestiones federales, otros asuntos que –por ser
de naturaleza local- resultarían ajenos a su competencia…”
De este modo la CSJN dejó de lado el criterio sentado en el precedente “El
Condor” y reestableciendo su tradicional doctrina cerró la vía de la justicia
federal para la discusión de la constitucionalidad de tributos provinciales y
municipales, en tanto determinó que el Régimen de Coparticipación Federal
forma parte del Derecho Público Provincial y por ende cualquier discusión al
respecto es de competencia del fuero provincial.

2.Municipalidad de La Rioja c/ La Rioja, Provincia de s/


amparo
Hechos:
El Intendente de la Ciudad de La Rioja y el Fiscal General de ese municipio ini-
ciaron ante la Corte Suprema acción de amparo en los términos del artículo 43
de la Constitución Nacional a fin de que declare la inconstitucionalidad de los
artículos 3° y 4° del decreto provincial 406/15, que había convocado
simultáneamente a elecciones provinciales y municipales. El Tribunal declaró
su incompetencia.
Decisión de la Corte:
La Corte Suprema sostuvo que una de las más importantes misiones del Tribu-
nal consiste en interpretar la Constitución Nacional de modo que el ejercicio de
la autoridad tanto nacional como provincial se desenvuelvan armoniosamente.
Del logro de ese equilibrio debe resultar la adecuada coexistencia de dos
órdenes de gobierno cuyos órganos actuarán en dos órbitas distintas, debiendo
encontrarse solo para ayudarse.
En ese contexto, afirmó que la organización de los gobiernos municipales es
una materia que de conformidad con los artículos 5° y 123 de la Constitución
Nacional se mantienen en la jurisdicción de los gobiernos locales, y son las
constituciones provinciales quienes deben materializar el mandato de
autonomía en el orden institucional, político, administrativo, económico y
financiero.
señaló que la impugnación del decreto local 406/2015 que había convocado
simultáneamente a elecciones provinciales y municipales, con fundamento en
la posible violación de la autonomía provincial, no determina, sin más, la
competencia originaria de la Corte Suprema, puesto que la cuestión se
encuentra regida principalmente por el derecho público provincial y, por consi-
guiente, la solución del pleito no depende “directa e inmediatamente del
derecho federal” ya que es imposible resolver el planteo sin pronunciarse sobre
cada una de las disposiciones en virtud de las cuales el Poder Ejecutivo de la
provincia dispuso la convocatoria, interpretándolas en su espíritu y en los
efectos que la soberanía local ha querido darles.
Consideró que la invocada afectación de garantías constitucionales proveniente
de autoridades provinciales no sujeta por sí sola las causas que de ellas surjan
a la competencia originaria de la Corte Suprema, sin que tal criterio obste a la
tutela que eventualmente pueda dar a los aspectos federales que el litigio
pudiere comprender, la que debe procurarse por la vía del recurso
extraordinario y en la medida que la decisión de los jueces provinciales afecte
el interés de las partes.

3. FALLO “PAN AMERICAN ENERGY LLC. SUCURSAL


ARGENTINA C/CHUBUT Y ESTADO NACIONAL S/ACCIÓN
DECLARATIVA”
En el reciente fallo, de fecha 19/6/2012, el Máximo Tribunal hizo lugar a la
demanda presentada por la empresa contra la Provincia del Chubut, a los fines
de cuestionar una ley local reguladora de un “fondo especial para la atención
de usuarios carenciados de servicios de energía eléctrica” por el término de
cinco meses, la cual establece que se gravará con noventa centavos de peso
cada Mw/h a consumidores de energía eléctrica en el ámbito provincial, cuyos
consumos sean iguales o superiores a 2.500 Mw/h.(8)
a) Criterio de la empresa: presenta reclamo a la ley provincial por dos razones
1. Analogía: considera que es inconstitucional el gravamen local ya que guarda
sustancial analogía con el impuesto al valor agregado y, por lo tanto, no cumple
con las restricciones asumidas por la Provincia al adherir a la LCF, que impide
la creación de gravámenes localesanálogos a los nacionales, es decir, que les
está vedado a las Provincias gravar con un tributo (excepto tasas con
contraprestación de un servicio) las materias imponibles sujetas a impuestos
nacionales.
En el presente caso, es la venta de energía eléctrica la que constituye la
materia imponible en el caso del IVA, que a su vez resulta alcanzada a través
del consumo por el gravamen local en cuestión.
2. Estabilidad fiscal: alega que la mencionada ley local afecta la garantía de
estabilidad fiscalestablecida en el artículo 56, inciso a), de la ley 17319 de
hidrocarburos:
“Los permisos de explotación y concesiones de exploración de hidrocarburos
tendrán a su cargo el pago de todos los tributos provinciales y municipales
existentes al momento de la adjudicación, pero que no podrán ser gravados
con nuevos tributos ni con aumentos sobre los existentes, salvo el caso de las
tasas que retribuyan servicios, las contribuciones de mejoras, o los aumentos
generales de impuestos.”
Dicha garantía se ve afectada -en este caso- porque durante la concesión se
procedió a gravar materia imponible a través de la creación de un gravamen
que no existía al comienzo de la explotación.
b) Criterio del Fisco
Sostiene que la norma provincial es legítima y que fue sancionada con el
objetivo de crear un fondo transitorio para evitar los cortes de energía eléctrica
de los usuarios más empobrecidos. Niega la existencia de analogía entre el
impuesto al valor agregado y el fondo especial, ya que el primero es
trasladable, afecta el consumo en general, admite crédito fiscal y es
proporcional; en cambio el gravamen local grava un consumo específico, no
tiene ni genera crédito fiscal y además se aplica solo en la etapa final.
Adicionalmente agrega que el importe que debe pagar la compañía no
representa un daño para ella, con relación a los ingresos que obtiene por los
productos que comercializa.
Por último, concluye que no se afecta la garantía de estabilidad fiscal señalada
porque esta es de emergencia y transitoria, y se trata de un tributo general
sobre los grandes consumidores de electricidad, con independencia de la
actividad que realicen.
c) Dictamen de la Procuradora General de la Nación (PGN)
A través de su dictamen entiende que la analogía no pretende una completa
identidad de hechos imponibles o bases, sino una coincidencia “sustancial”.A
tal efecto, se cita la opinión del maestro Dino Jarach sobre la analogía entre
impuestos, que al respecto expresó:
“Sin perjuicio de la valoración de las circunstancias particulares de cada caso,
se entenderá que los impuestos locales son análogos a los nacionales
unificados cuando se verifique alguna de las siguientes hipótesis: definiciones
sustancialmente coincidentes de los hechos imponibles o definiciones más
amplias que comprendan a los hechos imponibles que los impuestos
nacionales o más restringidas que estén comprendidas en éstos, aunque se
adopten diferentes bases de medición; a pesar de una diferente definición de
los hechos imponibles, adopción de bases de medición sustancialmente
iguales.”
Para determinar si existe sustancial analogía, se procede a comparar los
hechos imponibles de ambos gravámenes:
El hecho imponible del impuesto al valor agregado es la venta de energía
eléctrica efectuada por un sujeto pasivo.
Por su parte, en el caso del tributo local, el hecho imponible se configura a
través del consumo de energía eléctrica, en cuanto supera los 2.500 Mw/h
dentro del territorio de la provincia.
Se concluye por lo tanto que ambos tributos gravan el consumo. Es decir, la
adquisición de la energía eléctrica por la actora aparece gravada así
doblemente.
Por lo expuesto, la CSJN concluye que debe ser privado de validez el artículo 3
de la ley (Chubut) 4845, por el principio de supremacía federal establecido en
el artículo 31 de la Constitución Nacional, dando lugar a la demanda
presentada por la empresa contra la Provincia del Chubut.

4. PROV STA FE C/ ESTADO NACIONAL


La Corte Suprema de Justicia de la Nación declaró, con el voto de los ministros
Ricardo Lorenzetti, Carlos Fayt y Juan Carlos Maqueda, que es inconstitucional
la deducción del 15% de la masa de impuestos coparticipables que realiza el
Estado Nacional, sin el acuerdo de las provincias, para financiar a la
Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES).
Para así decidir, la Corte hizo lugar a las demandas planteadas por las
provincias de Santa Fe y San Luis (“Santa Fe, Provincia de c/ Estado Nacional
s/ acción declarativa de inconstitucionalidad” y CSJ 191/2009(45-S)/CS1 “San
Luis, Provincia de c/ Estado Nacional s/ acción declarativa de
inconstitucionalidad y cobro de pesos”). Con fundamento en esta decisión, la
Corte también ordenó al Estado Nacional, con carácter de medida cautelar, que
suspenda de manera inmediata los descuentos que se le efectúan a la
Provincia de Córdoba sobre fondos de la coparticipación federal de impuestos
(CSJ 786/2013 (49-C)/CS1 Córdoba, Provincia de c/ Estado Nacional y otro s/
medida cautelar).
En su decisión, el Tribunal explicó que la referida deducción fue originalmente
pactada en la cláusula primera del “Acuerdo entre el Gobierno Nacional y los
Gobiernos Provinciales” del 12 de agosto de 1992 -ratificado por la ley nacional
24.130- y prorrogada sucesivamente mediante diversos Pactos intrafederales
de la misma naturaleza. Una vez vencidos esos compromisos, el Estado
Nacional extendió a partir del 1° de enero de 2006 el plazo de esa deducción
de manera unilateral mediante el dictado de la ley 26.078, cuyo artículo 76 hoy
es declarado inconstitucional.
El Tribunal consideró que la ausencia de manifestación de acuerdo o adhesión
a ese régimen por parte de las provincias invalida a esa norma dictada por el
Congreso de la Nación. Explicó, además, que esa deducción no podía ser
considerada una asignación específica de recursos coparticipables porque no
había sido dictada de acuerdo a los recaudos exigidos por el artículo 75, inciso
3° de la Constitución Nacional.
La consecuencia de la decisión resulta ser que el Estado Nacional deberá: (1)
cesar en forma inmediata de detraer esos fondos bajo apercibimiento de
ordenar al presidente del Banco Nación que cumpla con la orden en el plazo de
diez días; (2) devolver a las provincias la suma retenida indebidamente desde
el 1° de enero de 2006 más los intereses que correspondan. A fin de hacer
efectiva esta condena, la Corte Suprema fijó un plazo de 120 días para que las
partes acuerden la forma y plazos en que el Estado Nacional reintegrará las
sumas debidas a las provincias, con la advertencia de que, en caso de
incumplimiento, la determinará el Tribunal en la etapa de ejecución de
sentencia.
Finalmente, la Corte Suprema señaló que han transcurrido casi 20 años desde
la fecha fijada por la Constitución Nacional para establecer un nuevo régimen
de coparticipación sobre la base de acuerdos entre la Nación y las provincias
que garantice la remisión automática de fondos y que contemple criterios
objetivos de reparto, que sea equitativa, solidaria y que dé prioridad al logro de
un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de
oportunidades en todo el territorio nacional (art. 75 inc. 2).
Agregó que ese plazo ha sido ampliamente incumplido, lo cual conspira
claramente contra el objetivo de los constituyentes de 1994 de fortalecer el
federalismo. Ese inmovilismo, señaló el Tribunal, no puede justificarse por la
imposibilidad de lograr acuerdos políticos, en la medida en que la Constitución
materializa el consenso más perfecto de la soberanía popular; frente a sus
definiciones, los poderes constituidos deben realizar todos los esfuerzos
necesarios para asegurar el desarrollo del proyecto de organización
institucional que traza su texto.
En razón de ello, la Corte exhortó al Poder Ejecutivo Nacional y al Congreso de
la Nación a que asuman su rol institucional como coordinadores del sistema
federal de concertación implementado por la reforma constitucional de 1994, y
formulen las convocatorias pertinentes con el objetivo de elaborar e
implementar el tan demorado sistema de coparticipación federal.

5. Fallo Agueera
Buenos Aires, abril 22 de 1997. - Autos y Vistos; Considerando: 1º. Que a fs.
73/102 la Asociación de Grandes Usuarios de Energía Eléctrica de la República
Argentina (AGUEERA) inicia demanda contra la Provincia de Buenos Aires y el
Ente Provincial Regulador Energético, a fin de que se declare la
inconstitucionalidad de los decretosley 7290/67 y 9038/78 y del decreto
1160/92 (todos ellos de la citada provincia).Sostiene que por aplicación de tales
normas, los usuarios industriales del ámbito bonaerense deben abonar
gravámenes que ascienden al 18,5% del importe facturado cuando son
abastecidos por un prestador sujeto a la jurisdicción nacional, mientras que se
encuentran eximidos de su pago en el caso de que el prestador esté sometido
a la jurisdicción provincial. Aduce que este sistema impositivo distorsiona el
mercado eléctrico nacional y afecta las normas de la ley 24.065 [EDLA, 1991-
111] y del Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento. Añade
que la legislación impugnada vulnera también el orden jerárquico nacional, las
garantías de la igualdad y de la propiedad, y las normas constitucionales sobre
comercio interprovincial (arts. 9º, 10, 11, 14, 16, 31, 42, 75 -inc. 13- y 126 de la
Ley Fundamental).
Funda su legitimación para demandar en las disposiciones del decreto 1192/92,
en las normas de su propio estatuto y en los arts. 42 y 43 de la Constitución
Nacional.
2º. Que a fs. 199/201 vta. la Provincia de Buenos Aires se presenta y opone la
excepción previa de falta de legitimación activa. Dice que la demandante no
está obligada a efectuar ningún pago en virtud de la legislación impositiva que
impugna. Añade que, en consecuencia, la asociación no reviste el carácter de
titular de los derechos que intenta proteger, ni invoca poder alguno que le
acuerde la facultad de comparecer en representación de los sujetos
legitimados, por lo que considera que la demanda debe rechazarse sin más
trámite. Cita jurisprudencia en apoyo de su postura. Corrido el pertinente
traslado, la actora contesta la excepción por los fundamentos que expone a fs.
204/210.
3º. Que el art. 43 de la Constitución Nacional (texto según la reforma de 1994),
faculta para interponer acción de amparo contra cualquier forma de
discriminación y en lo relativo a los derechos que protegen al ambiente, a la
competencia, al usuario y al consumidor, así como a los derechos de incidencia
colectiva en general a -entre otros las asociaciones que propendan a esos
fines, registradas conforme a la ley, la que determinará los requisitos y formas
de su organización.
4º. Que la demandante se encuentra entre esas asociaciones, pues ha sido
creada por el decreto 1192/92 con la finalidad de proveer a la defensa de los
intereses de sus asociados, que son precisamente los grandes usuarios de
electricidad (conf. art. 3º del estatuto aprobado por el art. 5º del mencionado
decreto).
5º. Que, tal como lo señala el señor Procurador General en su dictamen de fs.
223/227, la circunstancia de que la actora haya demandado por la vía prevista
en el art. 322 del cód. procesal civil y comercial de la Nación no constituye un
óbice para la aplicación de este precepto, en virtud de la analogía existente
entre esa acción y la de amparo.
Tal analogía ha sido advertida por esta Corte al señalar que el pedido de
declaración de inconstitucionalidad de una norma importa el ejercicio de una
acción directa de inconstitucionalidad, de aquellas que explícitamente ha
admitido como medio idóneo -ya sea bajo la forma del amparo, la acción de
mera certeza o el juicio sumario en materia constitucional para prevenir o
impedir las lesiones de derechos de base constitucional (Fallos, 310:2342 y su
cita; sentencia del 6 de octubre de 1994 en la causa R.55.XXIX Ravaglia y
otros c. Provincia de Santa Fe s/amparo [ED, 160-143]). La similitud entre
ambas acciones también se desprende de la doctrina de diversos precedentes
en los cuales se consideró evidente que la acción declarativa, al igual que el
amparo, tiene una finalidad preventiva y no requiere la existencia de daño
consumado en resguardo de los derechos (Fallos, 307:1379, consid. 7º del voto
de la mayoría y del voto concurrente del juez Petracchi).
6º. Que, en razón de las circunstancias fácticas y jurídicas expuestas en los
considerandos anteriores, no resulta aplicable al sub examine la doctrina de los
precedentes que cita la excepcionaste.

6. Fallo Entre Rios


La Corte Suprema de Justicia de la Nación, hizo lugar a la medida cautelar
interpuesta por Entre Ríos y otras provincias para que se suspendan los
efectos de los Decretos 561 y 567 de 2019, que modificaban el régimen de
ganancias y de IVA, dos impuestos coparticipables.
“Es muy importante que se haya hecho lugar a la cautelar, es una enorme
satisfacción, es algo muy difícil de obtener, pero la Corte ha escuchado
atentamente”, destacó el fiscal de Estado de Entre Ríos, Julio Rodríguez
Signes, a cargo de la presentación ante la Corte Suprema de Justicia de la
Nación (Csjn).
Según el funcionario, “la Corte ha dispuesto una solución muy justa e
inteligente: no perjudicar ni las provincias, ni al consumidor por el tema del IVA
ni al responsable en Ganancias, sino establecer que es el Gobierno nacional el
que se debe hacer cargo de las decisiones que toma en materia de política
económica, pero con sus recursos y sin afectar los recursos coparticipables”.
Cabe señalar que al analizar puntualmente el caso de Entre Ríos, el máximo
tribunal destacó que quedó acreditado el peligro en la demora sobre la base de
la alegación de la provincia y su referencia a un informe de la Comisión Federal
de Impuestos, según el cual las medidas tributarias en crisis redundarían en
una disminución de aproximadamente mil millones de pesos de sus recursos, lo
que pondría en riesgo el normal funcionamiento de las instituciones
provinciales, y la atención de las necesidades básicas de su población. En
referencia a las presentaciones de las provincias, Rodríguez Signes aclaró: “las
cautelares son para cada una de las provincias que las plantearon y no tienen
efecto para las que no lo plantearon, entre ellas Buenos Aires”.
El fallo se enmarca en el expediente caratulado “Entre Ríos, Provincia de c/
Estado Nacional s/ acción declarativa de inconstitucionalidad - incidente de
medida cautelar”, presentado en el mes de agosto donde la provincia de Entre
Ríos interpone ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación por dos decretos
del Poder Ejecutivo nacional que afectan los fondos coparticipables. Se trata de
los decretos que modifican el régimen de ganancias y de IVA, con la
consecuente disminución de los fondos coparticipables.

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