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La acción resolutoria
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1. Concepto
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Es la facultad que tiene una de las partes en un contrato bilateral, de pedir terminación del mismo
y en consecuencia ser liberada de su obligación, si la otra parte no cumple a su vez con la suya; y
pedir la restitución de las prestaciones que hubiere cumplido.

2. Disposición legal
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El artículo 1167 del Código Civil Venezolano consagra la acción resolutoria al disponer: “En el
contrato bilateral, si una de las partes no ejecuta la obligación, la otra puede a su elección reclamar
judicialmente la ejecución del contrato o la resolución del mismo, con los daños y perjuicios en
ambos caso si hubiere lugar a ello”.

3. Clasificación
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La Acción Resolutoria se clasifican en:

a) Resolución Convencional. No siendo una materia en la cual está interesado el orden público, las
partes pueden estipular libremente las causas de resolución y sus consecuencias, salvo en ciertos
contratos en que la ley limita, restringe o regula la acción resolutoria. Las partes pueden limitarse
a determinar causas especificas de incumplimiento (falta de cumplimiento dentro de cierto
término, incumplimiento defectuoso determinado por un tercero designado por las partes, retraso
en la ejecución de una obra). El papel del juez, cuya intervención es entonces necesaria, se limita a
determinar si efectivamente se produjo o no la causa de resolución; pero no podrá calificar si el
incumplimiento es o no es suficiente para declarar la resolución del contrato. Ejemplo: El Decreto
Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, el cual limita las causas para exigir la resolución de los
contrato por tiempo indeterminado a las previstas en ella (art. 33) y concede un plazo de gracia
para el pago del canon de arrendamiento.

b) Resolución de Pleno Derecho. Puede estipularse que la resolución se produzca de pleno


derecho ante el incumplimiento de una de las partes. Será necesario que la parte inocente, que
tiene la alternativa de exigir el cumplimiento o la resolución, notifique a la otra parte que ha hecho
uso de la facultad de resolver el contrato por su propia voluntad. No siendo una cuestión en la cual
está interesado el orden público, las partes pueden libremente determinar las consecuencias del
incumplimiento de una de ellas, salvo en los casos que la ley limita las causas de resolución.
Tampoco será lícita la cláusula cuando ella es abusiva. La resolución del contrato se producirá tan
pronto como la otra parte haya sido notificada, sin necesidad de intervención judicial. Sin embargo
esta no se excluye en todos los casos. Si el contrato se ha cumplido parcialmente, la parte inocente
que notifica su decisión de dar por resuelto el contrato tendrá que recurrir ante los órganos
jurisdiccionales para que se le restituya la prestación cumplida, pero en tal caso el juez no tendrá
que decretar la resolución, ya que operó la voluntad de las partes.

4. Diferencias con otros Medios de Terminación de los Contratos.


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Siendo una forma de terminación de contratos específica de las convenciones bilaterales
sinalagmáticas, la resolución presenta diferencias fundamentales con los otros modos conocidos
de terminación de los contratos que señalaremos enseguida, no sin antes poner de manifiesto que
existe una diferencia fundamental y de tipo general: la resolución es un medio de terminación
exclusiva de las convenciones bilaterales, no siendo aplicable a las convenciones unilaterales ni
tampoco a las sinalagmáticas imperfectas.

a) Diferencias con la Nulidad de los Contratos. • La Nulidad es un modo de terminación de los


contratos que han nacido con un vicio que afecta su eficacia. La Resolución es un modo de
terminación de los contratos que han nacido legalmente perfectos y que producen los efectos
normales propios de todo contrato válido. • Las causas de nulidad surgen con el contrato mismo.
Las causas de resolución (incumplimiento culposo) surgen después de que el contrato se ha
perfeccionado. • La nulidad no es más que la constatación de ser un contrato inválido e ineficaz.
La resolución es la terminación de un contrato perfecto. • La nulidad es la consecuencia de la
violación de normas de orden público que tutelan intereses generales (nulidades absolutas) o
intereses particulares (nulidades relativas) en el momento de su celebración. La resolución ocurre
en los casos bilaterales, motivada a incumplimiento culposo de sus obligaciones por una de las
partes.

b) Diferencias con la Rescisión. • La rescisión es un medio especial para atacar ciertos contratos
bilaterales conmutativos, que si bien no violan ninguna norma de orden público, establecen una
desproporción excesiva entre las prestaciones de las partes, en perjuicio o detrimento de una de
ellas. • La doctrina expone que en general la rescisión tiene carácter subsidiario y sólo opera a
falta de otro recurso capaz de colocar a las partes en situación de equilibrio. La resolución no tiene
carácter subsidiario, ni tampoco opera a falta de otro recurso. • El efecto retroactivo de la
resolución no es aplicable en los casos de rescisión.

c) Diferencias con la Disolución. • Es un medio voluntario de terminación de los contratos


mediante el cual las partes de mutuo acuerdo deciden la extinción de un contrato. Es llamada la
disolución por nuestro Código Civil (art. 1159) revocación, en el sentido de que las partes revocan
de mutuo acuerdo su voluntad de contratar. Sin embargo, la expresión revocación es tomada en
forma impropia, pues en la doctrina moderna se reserva para aquellos casos en que el contrato
puede terminar por la sola voluntad de una de las partes (mandato, sociedades por tiempo
indefinido). La resolución no es propiamente voluntaria, sino que es motivada por el
incumplimiento culposo de una de las partes en un contrato bilateral., viéndose obligada la otra
parte, en resguardo de sus intereses, a pedir la terminación del mismo. • La disolución del contrato
lo extingue hacia el futuro pero no hacia el pasado, quedando plenamente cumplidas y con total
validez las prestaciones efectuadas. La disolución no tiene efectos retroactivos. La resolución tiene
efectos retroactivos, el contrato se considera como si nunca se hubiese existido, volviendo las
partes a una situación precontractual, a la misma situación en la que se encontraban antes de
celebrar el contrato; salvo en los casos de excepción que mencionaremos mas adelante (contratos
bilaterales de tracto sucesivo y ciertas cláusulas contractuales). • La disolución del contrato es un
medio de terminación de todo contrato, sea de la clase que fuere (art. 1159). La resolución del
contrato es típica de los contratos bilaterales y sólo para los casos de incumplimiento culposo.

d) Diferencias con la Revocación. • La revocación del contrato, tomada en un sentido estricto, es


la terminación de determinados tipos de contrato por voluntad unilateral de una de las partes. Ello
ocurre en algunos contratos: mandato (art. 1704, numeral 1º y 2º C.C.V), sociedades por tiempo
ilimitado (art. 1677 C.C.V), sociedades de hecho (art. 220 Código de Comercio), donación entre
cónyuges (art. 1451 C.C.V). La resolución no depende de la sola voluntad de una de las partes,
sino que es motivada por el incumplimiento culposo de la otra parte. • La revocación opera hacia
el futuro, no afecta las prestaciones cumplidas con anterioridad a esa revocación, prestaciones que
son válidas y producen sus efectos. La resolución, por el contrario, tiene efectos retroactivos
colocando alas partes en la misma situación en que se encontraban antes de celebrar el contrato y
por consiguiente, libera a ambas partes de las obligaciones nacidas con anterioridad y al eliminar
el fundamento o la causa de las prestaciones cumplidas, debe procederse a la restitución de las
mismas (salvo los casos de excepción).

5. Requisitos
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La doctrina exige ciertas condiciones para la procedencia de la acción, a saber:

a) Es necesario que se trate de un contrato bilateral. Este requisito es exigido literalmente por el
artículo 1167 del Código Civil Venezolano. b) Es necesario el incumplimiento culposo de la
obligación por la parte demandada. Por lo que respecta al carácter culposo del incumplimiento de
la obligación, ello es evidente, porque de lo contrario, si el incumplimiento es debido a una causa
extraña no imputable a las partes, se aplicarán las normas de la teoría de los riesgos y no las
relativas a la resolución. c) El actor debe proceder de buena fe. En este sentido se dice que el actor
debe haber cumplido u ofrecido el cumplimiento de su propia obligación. El actor no tiene que
probar que ha cumplido con sus obligaciones, ni que ha iniciado un procedimiento de oferta real
de pago de su obligación, ni siquiera tiene que haber ofrecido la ejecución de su obligación; ya
que tales circunstancias no son hechos constitutivos de la acción. Es más bien un hecho
impeditivo. d) Es necesario que el juez decrete la resolución. El artículo 1167 del Código Civil
exige expresamente la intervención judicial. Ella es necesaria, porque el juez debe determinar si
hay o no incumplimiento culposo, y si el incumplimiento tardío, parcial o defectuoso es suficiente
para que proceda la acción resolutoria. e) No es subsidiaria. En Venezuela, la acción resolutoria no
es subsidiaria de cumplimiento, como se pretende en otros países. La parte accionante puede pedir
o bien el cumplimiento, o la resolución, como lo ha previsto el artículo 1167 del Código Civil y
exigir en ambos casos, el pago de daños y perjuicios. f) No es necesaria la mora del deudor. En la
doctrina se discute si es necesario poner en mora al deudor. Buena parte de la doctrina así lo
sostiene, pero sin darle mayor importancia a la cuestión, considerando que la demanda serviría
para poner en mora al deudor, pero ello no es cierto, porque sólo la demanda exigiendo el
cumplimiento es la que tiene esa consecuencia.

6. Posibilidad de la Resolución Parcial del Contrato.


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El incumplimiento parcial puede dar lugar a la resolución parcial del contrato. Nuestra
jurisprudencia así lo ha admitido, tratándose de contratos de ejecución periódica y continuada. Si
las prestaciones ya cumplidas satisfacen el interés del acreedor, no tendría sentido declarar la
nulidad total del contrato y exigir la restitución de tales obligaciones.

7. Personas que pueden pedir la Acción Resolutoria.


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La doctrina señala en primer lugar a la parte victima del incumplimiento y sus causahabientes a
titulo universal o a titulo particular, como cesionario o legatario.

8. Efectos.
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La doctrina señala como efectos de la declaratoria judicial de la resolución del contrato los
siguientes:

I. Entre las Partes:

a. Efectos liberatorios. Al ser declarado resuelto el contrato se extinguen todas las obligaciones
nacidas del mismo: se considera terminado no desde el momento en que se declara la resolución,
sino como si jamás hubiese existido, volviendo las partes a la misma situación en que estaban
antes de contratar; se extinguen todas las obligaciones nacidas del contrato.

b. Efectos restitutorios. Al extinguirse las obligaciones, las partes deberán restituirse mutuamente
todas las prestaciones que hubieren cumplido.

c. Daños y perjuicios. La parte cuyo incumplimiento culposo da motivo a la resolución queda


obligada a la indemnización de los daños y perjuicios que la resolución cause a la parte
accionante. La mayoría de tales daños pueden quedar satisfechos por los efectos restitutorios de la
acción resolutoria; pero el actor tiene derecho a reclamar todos los daños que le produzca la
resolución, tanto los daños emergentes como el lucro cesante.

II. Efectos respecto a Terceros: La resolución con los efectos indicados, se produce tanto entre las
partes como con respecto a terceros, en virtud del principio de que resuelto el derecho del
enajenante desaparece el derecho del causahabiente, pues nadie puede transmitir un derecho que
no tiene.

III. Los Efectos de la Cosa Juzgada: El subadquirente tendría que haber sido demandado para que
la sentencia que declara la resolución le sea aplicable. En materia de venta con reserva de
dominio, basta que el contrato tenga fecha cierta, para que sea oponible al tercero subadquirente
(art. 7 Ley de Reserva de Dominio), por consiguiente, le es oponible la sentencia que declara la
resolución.

Última edición hace 5 años por Kepler Oort


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