Está en la página 1de 12

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MISIÓN SUCRE ALDEA “MANUEL PIAR”
EL VALLE – CARACAS
PFG ESTUDIOS JURIDICOS 5to. SEMESTRE. SALON UNICO
UNIDAD CURRICULAR: REGULACION JURIDICA DE LAS RELACIONES
PRIVADAS.

ENSAYO SOBRE LA ACCION RESOLUTORIA

PROF: NELSON MONCADA ALUMNO: JOSE ANGEL RIVAS .F

CARACAS, 15 DE JUNIO 2013 CI: 11.993.083


La acción resolutoria
Contenido
 1 LA ACCION RESOLUTORIA
 2 1. Concepto.
 3 2. Disposición Legal.
 4 3. Clasificación.
 5 4. Diferencias con otros Medios de Terminación de los
Contratos.
 6 5. Requisitos.
 7 6. Posibilidad de la Resolución Parcial del Contrato.
 8 7. Personas que pueden pedir la Acción Resolutoria.
 9 8. Efectos.

LA ACCION RESOLUTORIA
1. Concepto.
Es la facultad que tiene una de las partes en un contrato
bilateral, de pedir terminación del mismo y en
consecuencia ser liberada de su obligación, si la otra parte
no cumple a su vez con la suya; y pedir la restitución de
las prestaciones que hubiere cumplido, El autor civilista,
Maduro luyando (ob. cit.), parte de la noción de que
la acción resolutoria “es la facultad que tiene una de
las partes en un contrato bilateral, de pedir la
terminación del mismo y en consecuencia ser
liberada de su obligación, si la otra parte no cumple a
su vez con la suya”.
Ossorio (2006), indica que esta acción en estudio, “es
la ejercida para que se proceda a la resolución forzosa
de un contrato u obligación al que no se accede
extrajudicialmente”. (p. 40)
Se desprende entonces, que la resolución no es más
que la terminación de un contrato bilateral motivada
por el incumplimiento culposo de una de las partes.
Esta acción, encuentra su base legal en el artículo
1167 del Código Civil venezolano vigente, el cual
dispone: “En el contrato bilateral, si una de las partes
no ejecuta su obligación, la otra puede a su elección
reclamar judicialmente la ejecución del contrato o la
resolución del mismo, con los daños y perjuicios en
ambos casos, si hubiere lugar a ello”.

2. Disposición Legal.
El artículo 1167 del Código Civil Venezolano consagra la
acción resolutoria al disponer: “En el contrato bilateral, si
una de las partes no ejecuta la obligación, la otra puede a
su elección reclamar judicialmente la ejecución del
contrato o la resolución del mismo, con los daños y
perjuicios en ambos caso si hubiere lugar a ello”.

3. Clasificación.
La Acción Resolutoria se clasifican en:
a) Resolución Convencional. No siendo una materia en la
cual está interesado el orden público, las partes pueden
estipular libremente las causas de resolución y sus
consecuencias, salvo en ciertos contratos en que la ley
limita, restringe o regula la acción resolutoria. Las partes
pueden limitarse a determinar causas específicas de
incumplimiento (falta de cumplimiento dentro de cierto
término, incumplimiento defectuoso determinado por un
tercero designado por las partes, retraso en la ejecución de
una obra). El papel del juez, cuya intervención es entonces
necesaria, se limita a determinar si efectivamente se
produjo o no la causa de resolución; pero no podrá
calificar si el incumplimiento es o no es suficiente para
declarar la resolución del contrato. Ejemplo: El Decreto
Ley de Arrendamientos Inmobiliarios, el cual limita las
causas para exigir la resolución de los contrato por tiempo
indeterminado a las previstas en ella (art. 33) y concede un
plazo de gracia para el pago del canon de arrendamiento.
b) Resolución de Pleno Derecho. Puede estipularse que
la resolución se produzca de pleno derecho ante el
incumplimiento de una de las partes. Será necesario que la
parte inocente, que tiene la alternativa de exigir el
cumplimiento o la resolución, notifique a la otra parte que
ha hecho uso de la facultad de resolver el contrato por su
propia voluntad. No siendo una cuestión en la cual está
interesado el orden público, las partes pueden libremente
determinar las consecuencias del incumplimiento de una
de ellas, salvo en los casos que la ley limita las causas de
resolución. Tampoco será lícita la cláusula cuando ella es
abusiva. La resolución del contrato se producirá tan pronto
como la otra parte haya sido notificada, sin necesidad de
intervención judicial. Sin embargo esta no se excluye en
todos los casos. Si el contrato se ha cumplido
parcialmente, la parte inocente que notifica su decisión de
dar por resuelto el contrato tendrá que recurrir ante los
órganos jurisdiccionales para que se le restituya la
prestación cumplida, pero en tal caso el juez no tendrá que
decretar la resolución, ya que operó la voluntad de las
partes.
4. Diferencias con otros Medios de Terminación de los
Contratos.
Siendo una forma de terminación de contratos específica
de las convenciones bilaterales sinalagmáticas, la
resolución presenta diferencias fundamentales con los
otros modos conocidos de terminación de los contratos
que señalaremos enseguida, no sin antes poner de
manifiesto que existe una diferencia fundamental y de tipo
general: la resolución es un medio de terminación
exclusiva de las convenciones bilaterales, no siendo
aplicable a las convenciones unilaterales ni tampoco a las
sinalagmáticas imperfectas.
a) Diferencias con la Nulidad de los Contratos. • La
Nulidad es un modo de terminación de los contratos que
han nacido con un vicio que afecta su eficacia. La
Resolución es un modo de terminación de los contratos
que han nacido legalmente perfectos y que producen los
efectos normales propios de todo contrato válido. • Las
causas de nulidad surgen con el contrato mismo. Las
causas de resolución (incumplimiento culposo) surgen
después de que el contrato se ha perfeccionado. • La
nulidad no es más que la constatación de ser un contrato
inválido e ineficaz. La resolución es la terminación de un
contrato perfecto. • La nulidad es la consecuencia de la
violación de normas de orden público que tutelan intereses
generales (nulidades absolutas) o intereses particulares
(nulidades relativas) en el momento de su celebración. La
resolución ocurre en los casos bilaterales, motivada a
incumplimiento culposo de sus obligaciones por una de las
partes.

b) Diferencias con la Rescisión. • La rescisión es un


medio especial para atacar ciertos contratos bilaterales
conmutativos, que si bien no violan ninguna norma de
orden público, establecen una desproporción excesiva
entre las prestaciones de las partes, en perjuicio o
detrimento de una de ellas. • La doctrina expone que en
general la rescisión tiene carácter subsidiario y sólo opera
a falta de otro recurso capaz de colocar a las partes en
situación de equilibrio. La resolución no tiene carácter
subsidiario, ni tampoco opera a falta de otro recurso. • El
efecto retroactivo de la resolución no es aplicable en los
casos de rescisión.

c) Diferencias con la Disolución. • Es un medio


voluntario de terminación de los contratos mediante el
cual las partes de mutuo acuerdo deciden la extinción de
un contrato. Es llamada la disolución por nuestro Código
Civil (art. 1159) revocación, en el sentido de que las partes
revocan de mutuo acuerdo su voluntad de contratar. Sin
embargo, la expresión revocación es tomada en forma
impropia, pues en la doctrina moderna se reserva para
aquellos casos en que el contrato puede terminar por la
sola voluntad de una de las partes (mandato, sociedades
por tiempo indefinido). La resolución no es propiamente
voluntaria, sino que es motivada por el incumplimiento
culposo de una de las partes en un contrato bilateral.,
viéndose obligada la otra parte, en resguardo de sus
intereses, a pedir la terminación del mismo. • La
disolución del contrato lo extingue hacia el futuro pero no
hacia el pasado, quedando plenamente cumplidas y con
total validez las prestaciones efectuadas. La disolución no
tiene efectos retroactivos. La resolución tiene efectos
retroactivos, el contrato se considera como si nunca se
hubiese existido, volviendo las partes a una situación
precontractual, a la misma situación en la que se
encontraban antes de celebrar el contrato; salvo en los
casos de excepción que mencionaremos más adelante
(contratos bilaterales de tracto sucesivo y ciertas cláusulas
contractuales). • La disolución del contrato es un medio de
terminación de todo contrato, sea de la clase que fuere (art.
1159). La resolución del contrato es típica de los contratos
bilaterales y sólo para los casos de incumplimiento
culposo.

d) Diferencias con la Revocación. • La revocación del


contrato, tomada en un sentido estricto, es la terminación
de determinados tipos de contrato por voluntad unilateral
de una de las partes. Ello ocurre en algunos contratos:
mandato (art. 1704, numeral 1º y 2º C.C.V), sociedades
por tiempo ilimitado (art. 1677 C.C.V), sociedades de
hecho (art. 220 Código de Comercio), donación entre
cónyuges (art. 1451 C.C.V). La resolución no depende de
la sola voluntad de una de las partes, sino que es motivada
por el incumplimiento culposo de la otra parte. • La
revocación opera hacia el futuro, no afecta las prestaciones
cumplidas con anterioridad a esa revocación, prestaciones
que son válidas y producen sus efectos. La resolución, por
el contrario, tiene efectos retroactivos colocando a las
partes en la misma situación en que se encontraban antes
de celebrar el contrato y por consiguiente, libera a ambas
partes de las obligaciones nacidas con anterioridad y al
eliminar el fundamento o la causa de las prestaciones
cumplidas, debe procederse a la restitución de las mismas
(salvo los casos de excepción).
5. Requisitos.
La doctrina exige ciertas condiciones para la procedencia
de la acción, a saber:
a) Es necesario que se trate de un contrato bilateral. Este
requisito es exigido literalmente por el artículo 1167 del
Código Civil Venezolano. b) Es necesario el
incumplimiento culposo de la obligación por la parte
demandada. Por lo que respecta al carácter culposo del
incumplimiento de la obligación, ello es evidente, porque
de lo contrario, si el incumplimiento es debido a una causa
extraña no imputable a las partes, se aplicarán las normas
de la teoría de los riesgos y no las relativas a la resolución.
c) El actor debe proceder de buena fe. En este sentido se
dice que el actor debe haber cumplido u ofrecido el
cumplimiento de su propia obligación. El actor no tiene
que probar que ha cumplido con sus obligaciones, ni que
ha iniciado un procedimiento de oferta real de pago de su
obligación, ni siquiera tiene que haber ofrecido la
ejecución de su obligación; ya que tales circunstancias no
son hechos constitutivos de la acción. Es más bien un
hecho impeditivo. d) Es necesario que el juez decrete la
resolución. El artículo 1167 del Código Civil exige
expresamente la intervención judicial. Ella es necesaria,
porque el juez debe determinar si hay o no incumplimiento
culposo, y si el incumplimiento tardío, parcial o
defectuoso es suficiente para que proceda la acción
resolutoria. e) No es subsidiaria. En Venezuela, la acción
resolutoria no es subsidiaria de cumplimiento, como se
pretende en otros países. La parte accionante puede pedir o
bien el cumplimiento, o la resolución, como lo ha previsto
el artículo 1167 del Código Civil y exigir en ambos casos,
el pago de daños y perjuicios. f) No es necesaria la mora
del deudor. En la doctrina se discute si es necesario poner
en mora al deudor. Buena parte de la doctrina así lo
sostiene, pero sin darle mayor importancia a la cuestión,
considerando que la demanda serviría para poner en mora
al deudor, pero ello no es cierto, porque sólo la demanda
exigiendo el cumplimiento es la que tiene esa
consecuencia.

6. Posibilidad de la Resolución Parcial del Contrato.


El incumplimiento parcial puede dar lugar a la resolución
parcial del contrato. Nuestra jurisprudencia así lo ha
admitido, tratándose de contratos de ejecución periódica y
continuada. Si las prestaciones ya cumplidas satisfacen el
interés del acreedor, no tendría sentido declarar la nulidad
total del contrato y exigir la restitución de tales
obligaciones.

7. Personas que pueden pedir la Acción Resolutoria.


La doctrina señala en primer lugar a la parte víctima del
incumplimiento y sus causahabientes a titulo universal o a
título particular, como cesionario o legatario.

8. Efectos.
La doctrina señala como efectos de la declaratoria judicial
de la resolución del contrato los siguientes:
I. Entre las Partes:
a. Efectos liberatorios. Al ser declarado resuelto el
contrato se extinguen todas las obligaciones nacidas del
mismo: se considera terminado no desde el momento en
que se declara la resolución, sino como si jamás hubiese
existido, volviendo las partes a la misma situación en que
estaban antes de contratar; se extinguen todas las
obligaciones nacidas del contrato.
b. Efectos restitutorios. Al extinguirse las obligaciones,
las partes deberán restituirse mutuamente todas las
prestaciones que hubieren cumplido.
c. Daños y perjuicios. La parte cuyo incumplimiento
culposo da motivo a la resolución queda obligada a la
indemnización de los daños y perjuicios que la resolución
cause a la parte accionante. La mayoría de tales daños
pueden quedar satisfechos por los efectos restitutorios de
la acción resolutoria; pero el actor tiene derecho a
reclamar todos los daños que le produzca la resolución,
tanto los daños emergentes como el lucro cesante.

II. Efectos respecto a Terceros: La resolución con los


efectos indicados, se produce tanto entre las partes como
con respecto a terceros, en virtud del principio de que
resuelto el derecho del enajenante desaparece el derecho
del causahabiente, pues nadie puede transmitir un derecho
que no tiene.

III. Los Efectos de la Cosa Juzgada: El sub adquirente


tendría que haber sido demandado para que la sentencia
que declara la resolución le sea aplicable. En materia de
venta con reserva de dominio, basta que el contrato tenga
fecha cierta, para que sea oponible al tercero sub
adquirente (art. 7 Ley de Reserva de Dominio), por
consiguiente, le es oponible la sentencia que declara la
resolución.
DIFERENCIAS ENTRE LA ACCION RESOLUTORIA Y LA EXCEPCION
NON ADIMPLETI CONTRACTUS.
La acción resolutoria presenta diferencias fundamentales
con la excepción non adimpleti contractus, a saber:

1° La acción resolutoria tiene como objeto fundamental


obtener la terminación de un contrato bilateral, mientras
que la excepción non adimpleti contractus sólo persigue
obtener la suspensión del contrato bilateral. Mientras que la
acción resolutoria extingue el contrato, la excepción non
adimpleti lo suspende mientras la parte que dio motivo a su
oposición cumple la obligación prometida, caso en el cual el
contrato vuelve a producir sus efectos normales. Sólo existe
una situación excepcional en que la excepción non
adimpleti contractus no suspende el contrato sino lo
extingue: es en los contratos de tracto sucesivo, pues la
oposición de la excepción deja inexistente el contrato
durante el lapso en el cual una de las partes dejó de cumplir
su obligación.

2° La terminación del contrato obtenida mediante el


ejercicio de la acción resolutoria es retroactiva, en el sentido
de que el contrato se considera como si nunca hubiera
existido; las partes vuelven a la situación precontractual,
como si jamás hubiesen contratado. La excepción non
adimpleti contractus no tiene efecto retroactivo, suspende
sólo el contrato a partir del momento en que se opone.

3° La acción resolutoria es una acción. Es un medio o poder


jurídico de acudir ante los órganos jurisdiccionales a fin de
impugnar un contrato solicitando su terminación, es un
medio de ataque para tener la terminación de un contrato.
La excepción non adimpleti contractus es un medio de
defensa que opone la parte de un contrato bilateral, para ser
liberada del cumplimiento de sus obligaciones, cuando es
demandada para tal cumplimiento por la otra parte que a su
vez no ha cumplido con sus propias obligaciones.

BIBLIOGRAFIA

Aguilar G., J. L. (2009). Contratos y Garantías,


Derecho Civil IV. Caracas, Venezuela: Universidad
Católica Andrés Bello.
Código Civil de Venezuela. (1982). Gaceta oficial de la
República de Venezuela N° 2.990. Fecha: Julio 26, de
1982.

Maduro L., E. (1987). Curso de obligaciones, Derecho


Civil III. Caracas, Venezuela: Fondo Editorial Luis Sanoja.

Ossorio, M. (2006). Diccionario de Ciencias Jurídicas,


Políticas y Sociales. Buenos Aires, Argentina: Editorial
Heliasta

También podría gustarte