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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA


CARRERA DE PSICOLOGÍA

TUTORÍA DE TRADICIONES Y APLICACIONES EN PSICOLOGÍA


Principios generales de la psicología criminal
GRUPO 2453

DOCENTE: Angel Fernando Villalba Sanchez


ALUMNO: Durán Marín Abraham Ariel

Los Reyes Ixtacala a 06 de Diciembre del 2021


Índice:

1. Introducción.

2. ¿Qué es la Psicología criminal?


2.1. ¿Cuándo y dónde se originó?
2.2. ¿Por qué surge?
2.3. ¿cómo se subdivide?

3. ¿Qué cosas analiza?


3.1. ¿Qué problemas observa?
3.2. ¿Cuáles son los límites éticos?

4. Teorías
4.1. Teorías biológicas
4.2. Teorías sociales
4.3. Teorías legalistas
4.4. Teorías psicológicas

Introducción:

La pérdida de una vida en circunstancias violentas es uno de los hechos que

reviste mayor preocupación para la sociedad en su conjunto. La gravedad de este

acto sin duda adquiere una connotación social que finalmente termina instalando un

sentimiento de inseguridad colectivo. Por otra parte, una muerte en circunstancias

no naturales resulta una crisis vital de gran peso emocional para los familiares y

cercanos de la víctima, más aún cuando la pérdida de esa vida es el resultado de la

acción dolosa de terceras personas.

Según Guardiola N. La psicología criminal así como todas las demás es un

ámbito en el cual los psicólogos se pueden desempeñar y aprender así como

desarrollar conocimiento, “se encarga de estudiar las aptitudes, los procesos

mentales, la personalidad, la motivación del criminal y de su crimen'' (2011, p. 1).


¿Qué es la Psicología Criminal?

“En la actualidad, acudimos a la psicología criminal, para obtener una

respuesta a todos aquellos comportamientos criminales cometidos por una persona,

con la finalidad de erradicarlos y prevenirlos en un futuro.” Marchal. A. (2015).

Esta cita nos dicta que a la hora de observar los comportamientos que

realizan los criminales se analizan cuáles son aquellos que alteran la percepción de

una realidad sana y funcional para la sociedad, los cuales se buscan erradicar para

evitar que se cometan más de esos comportamientos mejor conocidos como

crímenes.

Como consecuencia, la psicología criminal está orientada en describir y

comprender la personalidad del criminal, y, en segundo lugar, describe y comprende

los factores determinantes de esa personalidad. Por todo ello, se busca estudiar al

delincuente y las distintas variables que le rodean para conocer mejor el fenómeno

de la delincuencia y cómo podemos eliminarlo o prevenirlo.

Podemos concluir que el objeto de la psicología criminal es el estudio

científico de los determinantes psicológicos del comportamiento antisocial y

delictivo, con esto en mente se pueden formular hipótesis y teorías psicológicas

para la descripción y explicación del comportamiento delictivo, además de

cuestiones asociadas a la prevención, resocialización y medidas pertinentes de

terapéutica.

El método para el estudio y elaboración de cualquier disciplina precisa de un

método que lleve al investigador al logro de la verdad, en la Psicología criminal hay

dos tipos de métodos: lógico Abstracto / deductivo o el Inductivo / experimental.


El método deductivo se toma como punto de partida un principio general y de

él se sacan las consecuencias lógicas pertinentes, en cambio el método

experimental se parte de la observación de datos particulares y de ellos se remonta

a una proposición general que comprende los supuestos observados y todo lo

demás que esté relacionado con aquello.

A principios del siglo XIV. En esta época, la brujería se convierte en algo

público y notorio, se convierte en algo delictivo, el propio modelo legal de la época lo

convierte en un delito, y así surge una comunidad de creyentes, y alrededor del año

1400 se empieza a hablar de herejía (traición a Dios), y la herejía aparecen por

primera vez en el Concilio de Letrán en 1215, pero la herejía no se convirtió en un

delito hasta 1375, cuando se ordenó específicamente a la Inquisición que

persiguiera la herejía y en 1484 el Papa Inocencio XVIII el Código de Derecho

Canónico. Bula “summis desiderantes affectivus” y que implicaba que las brujas

debían ser perseguidas, quemadas y asesinadas.

En 1490, se publicó el primer manual de criminología "El martillo de las

brujas", que fue el primer texto de la historia que proporcionó a la ley un conjunto de

medios, mecanismos y actividades que debían utilizarse en una caza de brujas.

Este libro proclama: "Satanás y sus seguidores existen, y si alguien duda de su

existencia, es un pecador". Por lo tanto, el mero hecho de negar la existencia de

brujas o de seguidores del diablo hace que uno sospeche.

Más adelante, en un contexto más moderno Albiñana J. nos dice que la

psicología criminal tiene sus orígenes o sus antecedentes en el siglo XIX con el

positivismo criminológico o en la Escuela Positivista Italiana, con una tendencia

determinista (2015), y lo que busca demostrar es que ciertas degeneraciones

mentales llevaban al acto criminal, es decir, que existían ciertas anomalías


estructurales en el cráneo que eran comunes a los criminales, e interpretó esas

anormalidades como un indicador.

También debe destacarse a Garofalo, en cuya teoría de la criminalidad cobra

especial relevancia el concepto de anomalía moral. Es decir, el delincuente tiene

una carencia en el desarrollo de la sensibilidad moral, condicionado por una base

orgánica.

Guardiola nos explica cómo podemos resumir sus ámbitos de aplicación de la

psicología criminal en siete apartados: Elaboración de las teorías sobre el conflicto,

Elaboración de técnicas específicas, victimización y reacción social, Testimonios,

Investigación policial, Prevención del delito e investigación policial (psicología

forense).

1. Elaboración de las teorías sobre el conflicto: Estas teorías se basan en los

estudios predictivos del comportamiento humano, así como en aquellas teorías

elaboradas sobre la criminalidad que intentan establecer el comportamiento ulterior

de reincidencia o no de una determinada persona ante un hecho criminal

2. Elaboración de técnicas específicas: El conocimiento del delincuente nos

ha permitido desarrollar toda una serie de técnicas para los profesionales implicados

en la psicología criminal.

3. victimización y reacción social: un aspecto que da a conocer al criminal los

efectos psicológicos provocados sobre su víctima al conocer las secuelas, además

de la reacción social ante la victimización

4. Testimonio: La información relativa a ellos nos va a permitir realizar

investigaciones acerca de la evaluación, credibilidad y fiabilidad del testimonio.


5. Investigación criminal: La investigación policial trata de perfilar algunos

temas específicos, y del mismo modo realizar estudios sobre la estructura de grupos

organizados criminales, para así, poder conocer su sistema organizativo

6. Prevención del delito: en la actualidad se tiende a complementar el

conocimiento más preciso de la delincuencia con su aplicación más práctica, los

estudios sobre la elaboración social del delito demuestran como no siempre la visión

social que se posee del delito y del delincuente coinciden, es más, divergen

significativamente en cuanto a las formas criminales del autor del delito y del riesgo

de la víctima.

7. Psicología Forense: destaca el asesoramiento a jueces y abogados,

mediante el cual los psicólogos forenses han facilitado un mejor conocimiento de la

criminalidad, sus procesos, su concreción en una persona y sus mecanismos de

incremento o reducción a los miembros del mundo jurídico.

¿Qué cosas analiza?

La convergencia de la psicología clínica y la forense, así como los elementos

que distinguen ambas disciplinas psicológicas, han sido ampliamente investigados

(Ackerman, 2010; Adler, 2004; Archer, 2006; Blackburn, 1996; Echeburúa, Muñoz &

Loinaz, 2011; Muñoz et al., 2011). La psicología forense se fundamenta en el

conocimiento clínico, aunque no es exhaustivo, ya que ambas subdisciplinas se

practican en contextos diferentes y, por tanto, persiguen metas y objetivos distintos.

Aunque el objetivo de la autopsia psicológica de uso clínico es determinar los

aspectos psicopatológicos subyacentes al suicidio e identificar los perfiles de riesgo

y los factores asociados, en este sentido comparte un interés común con la autopsia
psicológica de uso forense en la valoración del estado mental de la persona

investigada, pero esta última tiene como objetivo valorar -en casos de muertes poco

claras o indeterminadas si el estado psicológico o psicopatológico de la víctima era

compatible con el suicidio o, en su caso, con el accidente u homicidio.

Podemos decir que el objeto de la psicología criminal es el estudio científico

de los determinantes psicológicos del comportamiento antisocial y delictivo, con esto

en mente se pueden formular hipótesis y teorías psicológicas para la descripción y

explicación del comportamiento delictivo, además de cuestiones asociadas a la

prevención, resocialización y medidas pertinentes de terapéutica.

El método para el estudio y elaboración de cualquier disciplina precisa de un

método que lleve al investigador al logro de la verdad, en la Psicología criminal hay

dos tipos de métodos: lógico Abstracto o deductivo o el Inductivo o experimental.

El método deductivo se toma como punto de partida un principio general y de

él se sacan las consecuencias lógicas pertinentes, en cambio el método

experimental se parte de la observación de datos particulares y de ellos se remonta

a una proposición general que comprende los supuestos observados y todo lo

demás que esté relacionado con aquello.

Esta psicología criminal se pueden observar varios paradigmas de los cuales

agrupándolos de manera concisa quedarían en la psicología de lo bio-social, el

de control social o autocontrol, la criminología del desarrollo y del delincuente

racional
El primer paradigma (biosocial) consta de tres enfoques básicos que

examinan desde su propia perspectiva cómo puede haber evolucionado, la

psicología evolutiva, la genética del comportamiento y la psicología neurofisiológica.

El primero se basa en la teoría de Darwin, utiliza un modelo teórico basado

en la selección natural del comportamiento humano, la hipótesis básica se basa en

que las conductas delictivas se sustentan hoy en día porque en su entorno evolutivo

había conductas que favorecen el comportamiento delictivo, y el primero se basa en

la teoría de la psicología evolutiva del comportamiento humano.

La tesis básica es que todos los organismos son capaces de adaptarse al

entorno en el que han evolucionado. “desea” sobrevivir y reproducirse y los que

sobrevivan, expandirán sus genes.

la genética del comportamiento nos dice que en los gemelos monocigotos es

de un 50%, al observar esto nos dice que el otro 50 es decidido por influencias

sociales, de esta misma manera en algunos genes codifican las proteínas y enzimas

que influencian los procesos fisiológicos cerebrales que podrían predisponer

biológicamente para determinar conductas criminales.

Al ser la conducta criminal el producto de los genes y del ambiente no se

habla de efectos sumatorios de, lo propio es hablar de efectos multifactoriales de

interacción entre genética y entorno

En el texto se definen los sentimientos de dolor y placer como los cimientos

de nuestra mente, y si bien sólo en los últimos años comenzamos a comprenderlos

desde el punto de vista de la neurobiología. Los sentimientos al igual que con la

ciencia han estado durante siglos considerados fuera de los límites de la ciencia. los
descubrimientos neurocientíficos de los últimos años permiten afirmar que los

sentimientos no son una mera decoración añadida a las emociones.

Ahora bien, en el segundo paradigma, el de control social/autocontrol se

pueden observar desde dos ángulos, el propuesto por Travis Hirsch y la teoría del

bajo autocontrol:

La primera (también conocida como la teoría de los vínculos sociales) fue

desarrollada partiendo del criterio de que el control es necesario para que el

individuo no actúa como un delincuente, esta radica en los nexos que el mismo

establece con la sociedad, estos lazos representan la ruptura de la persona misma

dando en ella una pérdida significativa, cuando se carece de estos vínculos o los

mismos se debilitan desaparece el arraigo social que funciona como un muro

defensivo de cometer actos criminales. Para Hirschi en el vínculo social había cuatro

elementos:

● Apego a los padres, los pares, o en la escuela.

● Compromiso de las líneas convencionales de la acción.

● Participación en actividades convencionales.

● Creencia en un valor común.

Ahora bien, la teoría del bajo autocontrol nos dice que, es definido como el

grado en que diversas personas son vulnerables ante las tentaciones del momento,

como por ejemplo estas personas están orientadas al presente, o sea que son

impulsivos; les gusta correr riesgos, no son pacientes ni persistentes, son

egocéntricos e insensibles; y bien una manera de mantener ese autocontrol por el

cual los delincuentes bajo esta teoría nos manda que este se consigue por la
educación de los padres, esta se dicta en los 10 primeros años de vida y a través de

la prevención primaria, enseñando a los padres a ser buenos padres

Un bajo autocontrol desemboca a responder a estímulos inmediatos, lo que

se puede llamar el aquí y el ahora, un bajo autocontrol se relaciona con búsqueda

de sensaciones intensas, excitantes o arriesgadas, también se da una indiferencia

hacia el dolor y los deseos, este crimen requiere escasas habilidades y poca

planificación

El tercer paradigma nos habla de la criminología del desarrollo, los

factores relevantes para la criminalidad son distintos según la edad de las personas,

las personas experimentan a lo largo de la vida nuevas experiencias y procesos

biológicos típicos de cada etapa, se trata de propuestas dinámicas. opuestas a la

estática que entiende que hay iguales causas del delito en toda etapa de la vida, y

así estas teorías simpatizan con el enfoque de los factores de riesgo; se analizan

factores que incrementan el riesgo estadístico de qué se delinque.

El último paradigma (Delincuente racional) comienza en la década de los

70' del siglo XX se produjo un auge en la delincuencia, al mismo tiempo que se

produce un fracaso para frenar dicha tendencia, esto provocó una tendencia a mirar

al pasado, y de esta manera las teorías de autores como beccaria y bentham

adquirieron un valor especial, estos autores parten de la idea de que los

delincuentes son seres racionales, los cuales buscan mediante su acción ilegal

obtener beneficio que de otro modo tendrían que lograr mediante el trabajo y el

esfuerzo

Según Hikai (2009) la criminología del desarrollo estudia la evolución de los

seres humanos desde el nacimiento hasta la ancianidad. Estudiará además los


problemas que se presentan en cada etapa del desarrollo para poder determinar

qué dificultades influyeron en el sujeto como factores criminógenos para que su

conducta se torne antisocial, y del conocimiento de estos, realizar la prevención

¿Cuáles son las teorías?

Hay 4 teorías distintas para definir a un delincuente, y las 4 teorías le son de

aplicación una serie de factores antagónicas que actúan en todos y que son

necesarios tener en cuenta

Teorías biológicas: Son deterministas, se basan en encontrar en el sujeto un factor

genético u orgánico que empuja al delincuente.

Teorías sociales: Estas teorías defienden que el delincuente es una persona

empujada por la sociedad, llegando a considerar al delincuente una víctima de la

sociedad o de su entorno más cercano

Teorías legalistas: Inciden en el valor de las responsabilidad, moralidad y ética.

Este tipo de teorías inciden en que el delincuente lo es porque quiere, cuando un

delincuente comete un delito, a sopesado las consecuencias y por eso, decide

delinquir

Teorías psicológicas: : Se centran en el individuo, y para la psicología lo

determinante es que este individuo reúne una serie de características peculiares

que cuando entran en conjunción con lo biológico, social, ético-moral… Acaban en

delito

Y los Factores Antagónicos serían los Factores de inhibición y los Factores

precipitantes hacia la delincuencia:


Los factores de inhibición son todos aquellos que nos motivan para valorar

nuestros actos, nos incitan a ser responsables y nos permite ver las consecuencias.

uno de estos factores de inhibición es la pena a la que se enfrenta una persona por

realizar un hecho delictivo, por lo que la pena actúa como una amenaza o coacción

para que un sujeto no lleve a cabo

Ahora bien, los factores precipitantes hacia la delincuencia, nos afectan

constantemente, y al final acaban afectando nuestra conducta. Este conflicto ha sido

estudiado durante mucho tiempo por la psicología y la psiquiatría, esta entiende que

el crimen es una forma de enfermedad, pero es una enfermedad especial ya que en

vez de afectar al cuerpo afecta a la sociedad, víctima de la enfermedad del

delincuente. en cambio la psicología admite que algunos delincuentes pueden estar

enfermos pero la mayoría no lo están, la mayoría de los delincuentes son el

resultado de la confluencia de su historia personal, sus conductas y su personalidad

Es por ello que cuando una persona ha delinquido, acudimos a la psicología

criminal, para poder realizar los estudios pertinentes de los diferentes

comportamientos antisociales y delictivos llevados a cabo por la persona, ya que en

muchas ocasiones, las conductas antisociales pueden ser la antesala del delito.

Teniendo en cuenta aquellas acciones que se tipifican como delito y por otro lado,

los comportamientos, rasgos, variables, que de un modo u otro se relacionan con el

delito.

Paolo Zacchia, publicó una serie de cuestiones médico-legales, donde marcó

el origen del concepto moderno jurídico-legal, estimando que las conductas

criminales podrían deberse a 3 causas:

● Causas Fatuitas: personalidad inmadura o psicopática


● Causas Insanas: Enfermedades de carácter emocional, trastornos

emotivos o neurosis

● Phrenitis, alteraciones mentales con base orgánica

Como ya se ha mencionado antes, la criminología en su origen realizaba

cacería de brujas pero, en consecuencia, al dejarlas de perseguir por la gracia

divina, se sustituye dicho concepto por el intereses de la salud social, consecuencia,

el enemigo interno era una persona loca, de tal manera que se abre de par en par la

idea de la mentalidad criminal, es decir, existen personas que por sus características

son criminales, por lo que a estas personas se las excluye de la sociedad. Así es

como nace el concepto de la mente criminal.

Esta mentalidad, con la ilustración, desaparece, y se empieza a afrontar el

problema de salud pública, y gracias a William Battie se empezó a introducir la

figura de personas que trataban a personas apartadas por la sociedad, estas

instituciones no se llamaban manicomios, sino asilos para alienados, pero William

dijo que no podía dedicarse a encerrar a la gente y maltratarla, él interpuso la

creación del tratamiento y su posterior intervención.

Bibliografía
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Estudio y Prevención de la Delincuencia ISSN 2659-4897

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