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En la oscura noche, el viento soplaba hacia una sola dirección con pequeñas turbulencias.

Las nubes grises emergían del este ocultando la luz de la luna. En cierta distancia, uno
podría captar los truenos golpeteando en el aire y como los relámpagos descendían sin
compasión en la tierra.

Los pequeños y débiles animales se escondían del inminente peligro que su sexto sentido
les hacia sentir, sumergidos en lo mas profundo posible en sus hogares.

Y no muy lejos de esta posible tormenta, entre las profundidades del bosquejo alto, dos
figuras reaparecieron con movimientos rápidos y sutiles en las copas de los arboles.

La oscuridad no dejaba a la vista el aspecto de ambas personas, pero por los sonidos que
estos emitían nos daba a conocer, que un lado perseguía con insistencia y mientras el otro
trataba con fuerza cortar su visión de el.

La persona que iba al frente frunció el ceño y chasqueo la lengua con disgusto, arto de
quien sea que le venga pisando los pasos, decide tomar alguna acción para despistar a la
persona y que este pueda escapar a tiempo.

Estando en las copas de los arboles, decide bajar y desviar su camino tomando algunos
atajos, pero como imaginaba, aquella persona no pensaba dejarlo ir.

Su mente comenzó a divagar para idear un rápido plan.

—…—Una leve sonrisa apareció entre sus labios, cuando escucho algo a lo lejos.

Saca de su cuerpo una pequeña espada, con su otra mano ya con una pequeña herida,
toma su sangre y la desliza sobre el cuerpo de la espada, esta creciendo de longitud de
inmediato.

Mientras tanto, corta tres gruesos troncos y con un giro de su cuerpo, las termina enviando
con una patada en dirección a la persona contraria.

Después de tomar el impulso de ambos troncos, sube en la copa de un árbol y su cuerpo


delgado salta muy alto con la ayuda del mismo árbol.

Al final del denso bosque, se encontraba un acantilado de tantos metros de altura, lo


suficiente para matar a alguien en medio de una caída.

Con una espada condensada en hielo, corta los dos troncos sin vacilación. Su vista se vio
interrumpida por esto y pierde de vista a quien perseguía. Baja con frustración de los
arboles, se acerca al final del acantilado y asoma la cabeza hacia abajo, no encontrando la
sombra de nadie.

Por segunda vez, había perdido de vista a aquella persona encapuchada. Desde que llego
al sur, en busca de una casa que supuestamente estaba habitada por tres personas. Sin
ningún descanso, ha estado siguiendo las pistas que dejaron aquellas personas que
abandonaron su hogar, aparentemente con destino al norte.

Según su análisis que obtuvo al revisar la casa, ellos habían partido hace aproximadamente
dos días.

Demasiado tarde para él a detenerlos en su paso.

Solo después de dejar el sitio, se llevo la gran sorpresa de que estas personas habían
cambiado de rumbo hacia el lado este, es decir, desde el principio siempre estuvo
siguiendo una pista falsa.

Tenia cierta sospecha de que estas personas, fueron demasiados astutos al integrar pistas
falsas y evitar el asunto de un posible acoso.

Sin embargo, ya era demasiado tarde para maldecir su propio descuido y tan solo volver a
retomar su camino desde donde empezó a seguir la pista falsa.

La conexión que mantuvo con ellos, se había esfumado hace mucho tiempo y pensar que
llevaba tres días siguiendo a alguien invisible.

Sin quedarle de otra, se da la vuelta y regresa a sus pasos con la intención de empezar
desde cero.

Estando a mitad de su camino, de nuevo vuelve cruzar camino con uno de ellos y no
dudando en perseguirlo, pero su mala suerte lo lleva otra vez a perderlos de vista, por
segunda ocasión.

Su cuerpo cae rendido en la tierra por correr sin ningún respiro en todo el camino
recorrido.

Y si encontró a esa persona por estos rumbos, supuso en que, tal vez el destino de la
persona encapuchada debería encontrarse en el pueblo mas cercano.

Si ese no fuera el caso, estaría obligado a enviar un escrito de como iban las cosas de su
misión a su maestro.

—…Su resistencia me sorprende ¿Cómo nunca lo vi titubear en sus pasos desde (tantos)
metros?

La puerta cerrándose, atrajo la atención del joven que recargaba su cuerpo en una silla,
dándole la espalda.

—Disculpe la tardanza Amo Hongjoong, ahora mismo preparo su medicina…—Aviso el


recién llegado, dirigiéndose hacia la cocina.
—Esta bien, después de eso ¿Qué comeremos?—Hablo la persona, su voz ligero como la
brisa de verano.

—Lo que usted le apetezca…—Detiene su paso, esperando la respuesta de su Amo.

Hongjoong sonríe, su imaginación salió volando hacia las comidas de los países
occidentes.

—Espagueti con albóndigas bañadas en salsa roja…—Susurro para si mismo, cambiando su


expresión tranquila a una de melancólica.

Un recuerdo triste golpea su mente de repente.

—¿Dijo algo Joven Amo?

Hongjoong sacude su cabeza, alejando aquellos pensamientos. Si tan solo este pequeño
sirviente, supiera cocinar las comidas modernas, eso seria una alegría.

Tampoco podía permitirse levantar su trasero e ir a prepararlo él mismo, terminaría


levantando sospechas del lado contrario, algo que quería evitar a toda costa.

—Esta bien, prepara lo que puedas…—concluye Hongjoong, volviendo a descansar su


cuerpo tenso en su asiento poco cómodo.

El pequeño sirviente asiente silenciosamente y se dirige a la cocina con pasos titubeantes.


Al entrar, no reacciono en tomar los condimentos o los sartenes que utilizaría, su cuerpo se
detuvo a unos metros de ellos.

Su mente comenzó a generar tantas preguntas, su mirada cayo en un punto ciego.

Sin ninguna respuesta a sus preguntas, solo le quedó dejar ir el aire retenido en sus
pulmones y empezó a preparar algunas comidas saludables, sin carne en ellas.

—No me acostumbro…—Murmuro en su cabeza.

Su Joven Amo había cambiado de un día para otro, tanto su personalidad como su
apariencia. Es solo que no sabia, que era aquello que ocasiono tal cambio repentino
¿Acaso fue la muerte de su querido padre?

—Imposible…

Su Joven Amo nada lo hacia cambiar o al menos eso es lo que creía. Siempre frio con
cualquiera y parecía estar sin vida por dentro.

Desde que tiene memoria, su joven amo siempre estuvo repleto de enfermedades sin
sentido, absolutamente todo a su alrededor le hacia daño. Pero vivió hasta la edad de 19,
aun si sabia que en cualquier momento podía pisar las puertas de la muerte, no parecía
interesarle cambiar un poco su forma de actuar.
¿No decían que, quien esta a unos pasos de atravesar la puerta de la muerte, son
propensos a cambiar a ser persona amable?

Otra cosa que lo tenia al borde de un colapso mental, es la apariencia de su joven amo, no
comprendía que fue lo que había pasado con ello.

Aun que su difunto padre le comento un poco respecta al tema antes de dejar este
mundo, esa pequeña información no le era suficiente para continuar y aparentar que no
había pasado nada.

En fin, solo agradecía el hecho de que su joven amo había cambiado para bien, como su
difunto padre siempre quiso desde un principio.

—…

Dejo escapar una suave sonrisa y una pequeña lagrima se deslizo fuera de su lugar.
Enseguida se escucho los traqueteos de los utensilios siendo usados.

Hongjoong estiró su cuerpo y caminó pesadamente hacia la ventana.

—No esta mal, no esta mal…—Sonrió alegremente ajustando su larga vestimenta.

Su nuevo cuerpo, aun no se ajustaba bien en él y especialmente sus piernas al caminar.

Cojeaba un poco al dar sus pasos pero trataba de parecer normal en frente de su pequeño
sirviente. Sentía pesadez al realizar algún movimiento rápido y al mismo tiempo delicado.

Cada parte de su cuerpo era como si se tratara de usar un zapato mas grande del que es
apropiado para él, incomodo de manejarlo.

Pero la alegría que desbordaba en cada poro de su cuerpo, no se comparaba en ningún


otro sentimiento negativo.

El solo tener la oportunidad de caminar como el resto, le era suficiente, cualquier malestar
presente en este cuerpo, podía aguantarlo y seguir con una sonrisa en su rostro.

Fue hace aproximadamente un mes, cuando apareció de repente en este lugar


desconocido dentro del cuerpo de un extraño.

Exactamente una persona moderna de 25 años, siendo retenido en el cuerpo de un menor.

Después de haber despertado en aquel cuarto rustico, antes se había visto envuelto en un
sueño bastante extraño.

Donde se vio a si mismo caer en un vacío, sin mostrar signos de gritar por su vida. Dolo
flotaba, dejándose llevar en su caída con el semblante tranquilo. Parecía estar consiente y a
la vez inconsciente, la luz de su mirada apagada en todo su caída, hasta parecía estar
escuchando nada.

De improviso llego a tocar la superficie con un fuerte golpe que termino quitándole el aire
con tal impacto. En sus sueños, tampoco mostro una reacción de aquel impacto fuerte
pero si que lo había sentido, tanto que al despertar, inhalaba y exhalaba el aire a su
alrededor con cierta dificultad.

Como si esto fuera el juego del diablo, después de aquel sueño y haber despertado
aturdido en su habitación, en menos de un parpadeo volvió a la realidad en una posición
extraña.

Abrió ligeramente los ojos para que los rayos del sol terminara lastimándolo. Se guio a si
mismo del lado frio de la cama para intentar de nuevo retomar su sueño. Sintiendo su
cuerpo y mente tan pesados igual que llevar un bulto de maíz, como si nunca hubiera
dormido en su vida, tan cansado de los parpados y de realizar alguna acción.

Pero algo no se sentía del todo bien, algo no encajaba en este momento.

—…

Al tener este pensamiento, su mente comenzó a maquinar y eventualmente fue


despertando. Al encontrar los tantos errores que no encajaban según en lo que recordaba,
destapo su rostro fuera de las sabanas con los ojos bien abiertos.

—...!

Antes de que tomara acción en enviar las sabanas a volar lejos, se percato de otro error.

Como si se tratara de un robot, empezó a girar la cabeza con cierta dificultad para
observar su alrededor aun con los ojos abiertos. Sus ojos se detuvieron en un espejo para
ver la silueta de alguien que desconocía.

Dio un grito ahogado retrocediendo sin prevenir su siguiente caída, rodo fuera de su
amplia cama con un golpe sordo pero ignoro el dolor por el momento. Dispuso a levantar
la mirada solo para captar su propio movimiento en el espejo y no al de alguien mas,
como lo estaba imaginando al principio.

Si pudiera, sus ojos estarían ahora mas abiertos de lo que ya los tenia.

Luego frunció el ceño por sentir dolor en su parte inferior. Era extraño el sentimiento
porque casi no sentía dolor en su piernas, amenos que…

—Yo…

Picoteo con el dedo una parte de su piernas, al sentir el toque, esta vez reacciono con
brusquedad e intento mover su pierna. Esta recibiendo la orden de moverse, subió y bajo
las piernas temblorosas.
—…

Como si fuera una estatua de piedra, quedo estático en su lugar sin saber que hacer y
como reaccionar.

Miedo y felicidad invadió todo su cuerpo, dejo escapar un risa que no le llegaban a los
ojos.

Su vida siempre estuvo atada a una silla de ruedas, encerrado en una casa donde nadie lo
quería y donde fue considerado un estorbo. Hasta que alguien por fin tuvo la osadía de
tenderle una trampa y enviarlo al otro mundo. Justo en el peor momento, porque al fin se
estaba recuperando y ahora si quería vivir.

Al estar en silla de ruedas por mucho tiempo, sus piernas se vieron entumecidas en cuanto
se levanto y por poco se lleva consigo el espejo alto, pero logra mantener el equilibrio.

Dentro del espejo se vio a si mismo con el cuerpo de un joven de aproximadamente entre
17 y 20 años de edad.

Si, ahora prácticamente es un adolecente obligado a actuar como uno, siendo antes un
adulto, aunque a veces siente que le sale natural.

«No creí, que aun podía actuar con tanta naturaleza la faceta de un adolecente…Siempre
pensé que eso, se había esfumado hace tantos años…»

Con la vida que llevaba con “su familia”, desde un principio prácticamente se sumergió en
la inmensidad de la oscuridad por un tiempo, con el único pensamiento de cuando y a que
horas puede morir.

Sin tomar precauciones y solo esperando el momento, ya quería abandonar esa vida hace
varios años. Pero su querido abuelo era quien le daba la fuerza para continuar en ese
entonces, pasaba su momentos felices con él y nada perturbaba esa felicidad. Pero la
avanzada edad de su abuelo lo llevo a abandonar este mundo poco tiempo después,
llevándose con él, su razón de seguir en este mundo cruel infestado de personas
hipócritas.

Pero el único deseo de su abuelo, lo mantuvo con vida hasta la edad de 25 y alguien no
supero el hecho de ser él quien heredara todos los millones de su abuelo, que movió sus
contactos y dio por concluida su vida en un accidente automovilístico.

Su propia silueta se reflejaba en el espejo, llevando encima una túnica larga hasta los pies
de una tela blanca casi transparente, de material suave.

«Muy revelador, a de ser mi atuendo para dormir… » pensó para si mismo sin tener la
intención de cerrar su boca entre abierta.
Sin embargo, lo que lo dejo en shock aparte de este cuerpo, es su hermosa, esponjosa,
ondulante y larga cabellera del color blanco grisáceo, también su hermoso rostro simétrico
sin imperfecciones, sus labios rosados tan puros a la vista y por ultimo, se encuentra ese
par de ojos celestes.

Viéndose a si mismo sumido en sus pensamientos, su rostro tomando muchas formas por
cada sentimiento que lo apoderaba.

Al tener semejante aspecto de una belleza que ahora le pertenece, lo supero tanto que se
aparto del espejo con la cara roja.

—Mucha belleza para mi…

Tomo aire para calmarse porque esto que le pasaba a tan primera hora del día, le seguía
desconcertando.

Justo ahora, aquella pesadilla que siempre quiso darle un fin, ahora había dado por
concluida, no quería despertar de este buen sueño.

Teniendo en claro de que esto no era un sueño o ilusión de su cabeza, si no una realidad
milagrosa al ser concedido una segunda oportunidad para vivir.

Tocaba hacer su siguiente pregunta.

—¿Dónde estoy?

Exactamente donde se encontraba ahora ¿En su mismo “mundo” O en otro plano físico?
¿Tal vez regreso mas haya en el pasado?

Teniendo en cuenta su atuendo, las edificaciones y decoraciones extrañas de la habitación.

Donde yacía su propia cama de madera y muebles como el armario, un buró, mesa, silla de
madera con tallados lindos y decoraciones elegantes, cada objeto bien barnizados. Por
ultimo se encontró aquel espejo de gran tamaño con incrustaciones de piedras brillantes,
no hay rastro de lo innecesario.

Tenia esa sensación rustica del estilo de los tiempos antiguos.

Por lo que juraría con su vida, en estar en otra época y no donde la tecnología se
apoderaba del mundo con cada minuto que pasaba.

Pero el es una persona acostumbrada a la edad moderna ¿Cómo carajos podrá sobrevivir
aquí? Si, entendemos que antes era así y muchas personas vivieron con lo básico, frutas y
verduras, platos de barro o porcelana, la mayoría de las cosas hecha de madera, con ello
mas que suficiente para vivir tantos años.

En lo que respecta a contraer una enfermedad desconocida, pero ya conocida en su


mundo ¿En donde conseguirás esos medicamentos recetados por los médicos? Los
remedios de las hojas y yerbas que nuestras abuelas suelen darnos, casi todos no eran
efectivo.

Medito un poco mas de su causa para al fin poder soltar un suspiro lleno de resignación.

Este cuerpo suyo le seguía provocando escalofríos por todas partes. No estando
acostumbrado al cambio repentino en su rostro, decidió no verse al espejo en los
siguientes días.

Ahora, a pesar de tenerlo enfrente de sus propios ojo. Seguía sin poder creer que llegaría a
rencarnar, de tener la oportunidad de volver a reiniciar su vida. Y eso que fue muy
escéptico con este tipo de tema de la reencarnación y de vidas pasadas.

Pero, al final estaba dispuesto a creer el hecho de que su alma esta ahora mismo
habitando el cuerpo de un extraño.

Y antes de que llegara al fin aceptar todo este hecho irreal.

La situación lo había llevado a encerrarse por dos días enteros dentro de su habitación con
un miedo horrible. Planeaba quedarse por mas tiempo encerrado, si no fuera por el
hambre y por las tantas insistencias de las personas de afuera, que al final puso un pie
fuera de esta.

Si no fuera porque su cuerpo era incontrolable, como si no le perteneciera, cosa que es


verdad, le hubiera gustado levantarse de su cama, girar la cabeza e irse inmediatamente
sin mirar atrás.

Solo él sabía porque estaba tan aterrado.

Por que él no es el Hongjoong original en absoluto, este cuerpo esta habitado por el alma
de una persona que le tendieron una trampa y lo enviaron al reino celestial, pero
accidentalmente llego a parar aquí.

En cuanto piso fuera de la puerta, se encontró con un joven, acompañado de su padre.


Este ultimo al verlo salir, abrió tanto los ojos hasta desmayarse. El hijo de igual forma pero
no duro tanto su expresión, cuando vio como su padre se desplomaba por el suelo.

El padre quedo tendido en cama por un día antes de que pudiera abrir los ojos y mandarlo
a llamar.

Camino hacia el abuelo con el nerviosismo pegado a él. La mirada arrugada del pobre
viejo, le sonreía tanto, sentimiento que le contagio y dejo de sentir su cuerpo tenso, pero
las siguientes palabras del anciano lo dejo desorientado.

—Al fin apareció Joven Hongjoong, al fin apareció, me siento alegre de tener la
oportunidad de aun verlo en esa forma, realmente se parece a su madre…
Las manos del pobre viejo temblaban al extenderse, tenia la intención de tocar su largo
cabello blanco grisáceo pero no lo hiso.

En cambio la dirigió hacia el primer cajo de una cómoda casi desgastada. De ella se asomo
una vieja carta bien cuidada por el pasar de los años.

—Lleva esta carta hacia el sur, muéstrales…—Señaló hacia una esquina, donde posaba dos
sello diferente.

Eso fue lo único que le dijo, el pobre viejo tosió hasta soltar sangre, en seguida Hongjoong
llamo al propio hijo. Quien pensaría que esa noche, el alma de alguien apareció y el otro
desapareció, el pobre viejo dio su último respiro a mitad de la noche.

Su hijo lloro incesantemente por la partida de su padre y juró ante su nombre que el
ocuparía su lugar como protector de Hongjoong.

Juro que no dejaría que nadie le hiciera un mal, Hongjoong solo asintió y palmeo la
espalda del joven para calmarlo.

En su otra vida, alguien ya lo quería muerto y hecho que se cumplió, a cambio de eso
recibió en esta vida la promesa de alguien para cuidarlo por siempre, una situación
bastante peculiar y ¿justa?

En medio de sus sollozos y la borrachera que se hecho este pequeño, le revelo un secreto.

Supuestamente este secreto, no era un secreto para los tres, pero este Hongjoong recién
llegado, si lo era.

El secreto tenia relación con el padre del cuerpo original. Este le dijo, que su padre ya
debería de estar muerto desde hace tiempo, si no fuera por el padre del cuerpo original
que les rescato la vida de una bestia.

Y cuando falleció el padre del cuerpo original, el padre de su pequeño sirviente juro ante
su tumba, que cuidaría de él hasta que dejara este mundo y que después, su mismo hijo
tomaría su lugar en cuanto dejara este mundo.

Cuando Hongjoong tuviera un hijo, su pequeño sirviente trataría de encontrar a su propio


sucesor que pudiera cuidar su descendencia. Así, hasta que la descendencia de Hongjoong
desapareciera, el contrato de lealtad no desaparecería y seguiría.

¡Esto realmente era una completa locura! ¿Quien hace eso?

Su pequeño sirviente también agrego que, cuando fueron traídos a este lugar, solo se
encontraron a su padre y el propio cuerpo original, aun en una cuna.

«¿No había ninguna mujer que me cuidara, llamada “Mama”?» Pensó Hongjoong.
Tal parecía que desde hace tiempo, su madre había fallecido o tal vez los había
abandonado, no sabia con precisión porque el joven no hablo mucho de ello pero le dio a
entender de dos manera diferentes.

Mas que un sirviente, trató de llevarse con el pequeño sirviente casi, casi como un amigo.
Pero nunca lo dejo ser, mantuvo su postura de ser un sirviente y Hongjoong no pudo
hacer mas.

Así que planeaba continuar su vida con tranquilidad, lejos del estrés que una vez sintió en
su otro mundo, donde en cada momento se mantenía vigilando a su alrededor y que en
un descuido, fue enviado aqui.

Dos semanas después, el pequeño sirviente apareció gritando desde el bosque. Salí a ver
lo que pasaba pero lo que el otro decía, claro que no lo lograba entender.

—¡La barrera desapareció! ¡Joven Hongjoong, la barrare ya no esta! ¡Ahora podemos salir!

Este lugar poseía un oscuro secreto. Al parecer existía una barrera que rodeaba todo el
complejo de su hogar y los que habitaban dentro, ósea ellos, nunca habían puesto un pie
fuera de ella.

Según lo que le platico su pequeño sirviente sobre esta barrera, la existencia de esa
barrera llevaba establecida desde hace tantos años, antes de que naciera él y su pequeño
sirviente. Como también, que el padre del cuerpo original, era el único que podía entrar y
salir a su gusto de ella.

Algo raro, es que el padre de este pequeño sirviente le recordaba en cada momento, en
toda su vida “No vayas mas lejos de la casa, es peligroso asomarse cerca de la barrera
¿Entendiste?” .

Posiblemente el padre de su pequeño sirviente conocía por que se había puesto la barrera.
Porque según los recuerdos de su sirviente, cuando sacaba a relucir el tema, esa mirada
preocupante que le daba su padre, le hacia pensar, que nada bueno traería si se seguía
mencionando.

Su padre, que le habían dejado como una misión, dirigirse hacia tal lugar. El hijo, día y
noche se rompía la cabeza para encontrar una manera de como salir de la barrera, pero
nunca supo como hacerlo.

Esa mañana que iba a darle un vistazo a la misma barrera, se encontró con que ya no
estaba, corrió despavorido del lugar.

Entonces ¿Esta barrera esta para protegerlos de algo del exterior? Si era así ¿Por qué de
pronto el padre de su sirviente pidió llevar la carta fuera de la barrera, acaso no había nada
que temer fuera de la barrera?
Pero si al final iban a salir de este complejo ¿Por qué poner una barrera y retirarla años
mas tarde? Algo que seguía sin entender, el hecho de ver a su pequeño sirviente feliz de
que la barrera haya desaparecido, como si se trataran de personas encarceladas y que al
fin estaban libres.

De repente, Hongjoong sintió miedo de pisar fuera de su nueva cada pero el pequeño
sirviente no le dio tiempo de pensar un poco mas, ya había empacado sus cosas.

Salieron del lugar en busca del destinatario de la carta tenia, teniendo como única pista, el
sello de la carta. Su pequeño sirviente estuvo vigilante en todo ese tiempo, por si llegaran
a encontrar el peligro en su camino.

Después de todo, era la primera vez para los dos pisar fuera de la barrera.

En su viaje, no encontraron nada peligroso que amenazara la vida de los dos. Fue
sorprendente para el joven sirviente de ver la gente caminar tranquilamente cuando
llegaron a varios pueblo.

Ambos comenzaron a maquinar sus cabezas en busca de respuestas que relacionaban a la


barrera. Así que por eso la barrera desapareció, por que ya nada peligroso había fuera de
ella, una respuesta razonable, teniendo en cuenta que no existía otra razón para mantener
una barrera erguida alrededor de tu casa.

Sin embargo, a mitad del camino, el pequeño sirviente sintió la presencia de que alguien le
seguían los talones, por lo que desvió su camino y se escondieron en un pequeño pueblo.

Hoy en día seguían atrasando su viaje.

Claro, en cuanto al tipo de lugar que había llegado a parar su alma, no hay mucho que
decir, la tecnología si desapareció y fue sustituida por lo que la gente cree que es
“imposible” su existencia, algo que siempre se considero un producto de la imaginación de
la mayoría de las personas.

(A mitad de camino, el pequeño sirviente presintió que alguien los seguían a sus espaldas,
desvió su camino varias veces y así deshacerse de esa persona, pero esa persona nunca se
detuvo, tuvieron que esconderse en un pequeño pueblo, por poco tiempo antes de
emprender el vuelo otra vez.

Hoy en día, seguían atrasando su viaje por la misma persona que los estuvo siguiendo
desde casa.

Regresando al pasado, cuando hongjoong aun no pisaba fuera del muro.)

Los poderes sobrenaturales.

La magia domina el mundo por completo, los súper poderes es algo visto como un regalo
de dios en este mundo. Bestias mas peligrosas e indefensas pero raras nunca antes vistas,
rondan en todas parte. Pero siempre que esté con Chan, el nombre de su pequeño
sirviente, no correrá ningún peligro.

Ya ha presenciado con sus propios ojos como este pequeño sirviente, derrota a una gran
serpiente de roca, supuestamente una bestia nada peligrosa.

Como olvidar la expresión que tenia cuando lo vio, por poco quiso aventarse de un lugar
alto y así regresar en su propio mundo.

Eso, si no descubriera que tambien tuvo la suerte de poseer un poder.

Con un chasquido de sus dedos, la vela que estaba al frente de el, se enciende.

—¡Eso!

¿Cuanta alegría puede sentir una persona amante de las películas de ficción, que se haga
realidad uno de los mas grandes sueños que todo mundo quiere poseer y es tener un
poder?

La sonrisa no desaparecía de su rostro desde que supo de este poder suyo.

Tenia la habilidad de manipular el fuego, pero por el momento solo podía hacer que una
vela se encendiera.

Chan le platico que con practica y esfuerzo, naturalmente, podrá lograr invocar una gran
llama hasta crear un incendio forestal. Por supuesto que eso no pasaría, solo era un decir
de cuan poderoso puede llegar a parar.

Por el momento se encontraban en una pequeña posada, esperando a reanudar su viaje.

Sin espera que esta misma noche, se tomaría una larga siesta, como si nunca hubiera
dormido en toda su vida. Y que al abrir los ojos terminaría llevándose un grata sorpresa
después.

Una fuerte sacudida termino por despertar a la única persona que se encontraba acostado
suavemente dentro del carruaje.

Su sentido de la audición captaban el sonido que producía un carruaje, siendo manejado a


una velocidad un tanto rápida, las ruedas moviéndose y recreando su propio sonido
molestoso.

Con la mente aun aturdida, trato con todas sus fuerzas enfocar su vista a su alrededor
primero.
Pero el fuerte dolor que sintió en alguna parte de el, le impedía pensar con claridad y a
darse cuenta de lo que le pasaba.

Sin encontrar nada malo a su alrededor, dispuso a solo esperar a que el dolor emanara.

Fue después de moverse un poco, que terminó levantándose de golpe con un grito
ahogado, alertando sin querer a la única persona de afuera, que detuvo su carruaje sin
previo aviso.

El pequeño Sirviente Chan ingreso alarmado al carruaje para ver a su Joven Amo tirado en
el suelo, en sus manos temblorosas con un espejo.

—¡Joven Amo!

El Joven grito y se apresuro a ayudarlo. Su rostro arrugado entre la angustia y el alivio.

Hongjoong no escuchaba nada, ni los gritos de Chan.

Ver su rostro hermoso cubierto por lo que sea que es, lo dejo en blanco y literalmente sin
voz por un segundo.

—Esto…

La expresión aturdida de Hongjoong, era la misma que tenia Chan.

—¡Estoy seguro que desde la mañana no lo tenia! ¿Qué paso? Discúlpeme Joven Amo
Hongjoong, que me haya precipitado en nuestro viaje pero hace dos días, usted no
despertó y yo quería llevarlo rápidamente a buscar ayuda en aquel lugar…y…y…no se que
paso…—Chan hablo sin pausa hasta el final, no logrando explicarse adecuadamente.

Así como lo relataba, hace dos días, cuando le llevaba el desayuno a su Joven Amo, se
llevo un gran susto cuando este no despertaba.

Utilizo muchas formas de intentar como despertarlo pero no despertó, eso lo llevo a una
locura y a precipitarse en llevarlo al único lugar que tenían como destino ir, en busca de
ayuda.

Manejo sin descanso en estos dos días. Y no tuvo la intención de ingresar a la carruaje para
ver dentro, se arrepentía de no haberlo hecho antes.

Talvez algún animal ingreso y mordió a su joven amo, sin que él se diera cuenta.

Durante su estadía en el pueblo, Chan aseguraba que su Joven Amo no sufrió alguna
fiebre alto u otra enfermedad interna, algo que le impedía despertar. Hongjoong solo
estaba dormido profundamente y eso le preocupo mas que nada.

—…
Hongjoong trato de abrir la boca pero fracasó enseguida. La capa dura pegada en su
rostro, que caminaba un poco hacia su cuello y hombro, tenia semejanza a las escamas de
una serpiente o pez fuera del mar.

Chan entendió y su semblante cambia de inmediato. No espero mucho a seguir en su


camino.

Solo quedaba seguir avanzando hasta su destino. Chan no conocía de esta condición y
como puede ser solucionado, ni hablemos de la pobre victima Hongjoong.

Chan regresa preocupado a su asiento y emprende su camino al pueblo cercano, talvez un


doctor puede hablar respecto a esta condición.

Avanza varios metros adelante cuando Chan gira bruscamente por detrás, capta las
pisadas de alguien avecinándose hacia ello con una rapidez sorprendente.

—¡Joven Amo, por favor aférrese fuertemente de algo. Algo viene hacia nosotros a gran
velocidad.

Hongjoong suda profusamente. Ni siquiera le dio tiempo de tomar algo para sujetarse,
cuando Chan aceleró con fuerza.

Su cuerpo termina chocando bruscamente contra la pared del carruaje.

Chan pide internamente miles de disculpas al oír las cosas chocar dentro del carruaje, pero
no le quedaba de otra o serian atrapados por esa cosa.

—¡Ha! —Instaba a los caballos a ir mas rápido.

Aquella presencia se acercaba cada vez mas pero seguía lo suficiente lejos, su velocidad
era lo que Chan le preocupaba. Se quien sea que le pertenezca esa presencia abrumadora,
no parecía normal.

No quedándole de otra mas que soltar las riendas, tomar a su Joven Amo a salir por la
ventana y llevárselo en uno de los caballos.

El sol ya se ocultaba desde el horizonte, haciéndole el trabajo difícil a Chan con la luz en su
camino.

Hongjoong gira por detrás, el camino estrecho y las curvas impedían ver claramente que
era aquella luz que venia atravesando la oscuridad.

A pesar de que su cuerpo iba contra el viento, seguía sudando sin parar.

Olvidando su condición, quiso hablarle a espaldas de Chan pero sus palabras quedaron
estancadas en su garganta. Pasmado en su lugar, al fin pudo ver encima de su hombro la
cosa que producía la luz detrás de ellos.
Los brazos que rodeaban la cintura de Chan, se apresaron en ellos fuertemente como si su
vida dependiera de el, impidiéndole a Chan respirar mejor.

—¿Joven…Amo?

El cuerpo de Chan tiembla fuertemente ante lo que sus ojos divisaban ahora. La pupila de
sus ojos temblaron sin parar, su semblante cambió radicalmente.

—¿Esto…?

Estaba mas que seguro, que ir a caballo su muerte será inminente.

Detrás de ellos, se encontraba el Ciervo Ardere de altura de mas de 10 m. Una bestia de


esencia Fuego, donde todo su cuerpo de afuera hacia adentro, solo esta construido por su
propio elemento, el fuego. Tiene la habilidad de dividir su cuerpo en pedazos hilos
delgados inquebrantables.

Toma su victima con aquellas hebras y succionando a solo las personas que tienen esencia
de fuego, hasta los huesos. No hay discriminación en si la victima tiene un gran
contenedor de energía o poco.

Se estima que hace varios días, esta bestia apareció de la nada, acechando por las noches
en busca de presas con esencia de fuego. Chan es un gran contenedor de esta energía y la
bestia lo sintió estando lejos, no dudando en seguirlo.

Según sus descripciones, esta bestia es de nivel 5, 6 en poder, 6 en defensa y 7 en ataque.

Solo alguien con esencia de Agua y Hielo, pueden chocar a par con la bestia y vencerlo.
Como también, si alguien con la habilidad de comunicación Terrenal, puede tener la
oportunidad de domar esta bestia poderosa y manejarlo a su debido gusto.

Pero, para aminorar el corazón hambriento de esta bestia nivel 5 y que nadie en las dos
partes resulte herido, solo alguien con la esencia del elemento Luz puede detenerlo de la
mejor manera.

(Cuando una bestia se sale de control, es por agravio, algo que lo hiso enfurecer a mas
poder y el poder de la luz, es un poder puro que calma el corazón y la mente)

—¡Sujétese bien Joven Amo!

No hacia falta mencionar lo que ya era evidente ante los ojos, Hongjoong hace tiempo que
tenia las uñas pegadas en la tela y posiblemente adherida en la piel de Chan.

Cabalgaron por un corto tiempo cuando el Ciervo Ardere termino por alcanzarlos, Chan no
tuvo otra alternativa que tocar el pecho de Hongjoong y enviarlo a volar en un lugar
seguro, mientras que él se quedara como carnada y luchar lejos de donde envió a su joven
amo.
Hongjoong sale volando con gran fuerza. En cámara lenta ve como la persona de Chan
cambia al tomar su espada, que apareció de la nada.

Semejante al calor del ciervo, desde los pies hasta la cabeza comienza a arder en llamas
plateadas, su cabello oscuro se vuelve rojo y su vestimenta cambia radicalmente.

Su mirada que fue una vez suave, ahora mantenía una ferocidad fría que era difícil de
alejar.

Si Hongjoong estuviera mas cerca de él, se daría cuenta que ambos ojos poseen colores
diferentes, dorado y rojo.

La bestia Ciervo Ardere taconea un par de veces y las hebras de su cuerpo salen
disparadas, con intención de tomar las extremidades de Chan y dividirlas de su cuerpo, un
ataque sangriento. Luego, las puntas de su enorme cornamenta oscura cambia de color a
dorado.

Su espada crece de longitud en cuento la sangre de Chan la pasa sobre ella, tomando un
color oscuro, con esto, tenia la capacidad hasta de dividir el agua y cortar el aire.

Al darse cuenta de esto, Chan no se tomaría el corazón y esperar su propia muerte, usando
una de sus técnica poderosas esperaba atravesar todo el cuerpo del venado sin
compasión.

Dándole fin rápido a esta pelea.

—¡Técnica Lateral, Primera Rama Activada, Espada Oscura de Doble Filo, Mediador!

Su espada elevada hacia el cielo, expulsa una energía dorada y sin mucho esfuerzo la baja,
su luz se expandió hasta la bestia con intención de dividir su cuerpo como un cuchillo
cortando un pedazo de tofu.

Sin imaginar que las hebras rojas cambiaran a doradas y colisionaran sus ataques a la par,
ambos recibiendo el mismo daño.

Tal cambio inesperado, provoco un fuerte estimulo en Chan obligado a retroceder cinco
metros con el brazo roto. La bestia de igual forma resulto herida con dos extremidades
fuera de su cuerpo y la mitad de su cornamenta hecho trisas.

Chan vitoreo internamente, feliz de que la bestia no quedara impune de su ataque, aun
que sorprendido de que lograra contrarrestar su ataque.

Su felicidad no duro cuando lo siguiente que hiso la bestia lo dejara con el corazón
temeroso. Con un par de taconazos proveniente de solo una de su pata, se escucho un par
de chasquido.

El Ciervo Ardere había vuelto a recolectar sus parte dañadas, como si no hubiera ocurrido
nada, el aspecto de la bestia quedo sin ningún rasguño a la vista. La generación de Chan
fue milésima mas lenta que el de la bestia, maldijo una y otra vez al ver que su oponente
estaba preparando otro ataque.

De un brinco, Chan se levanto e iba preparando otro ataque con su brazo sano, una
técnica del cincuenta porciento efectiva porque requería ambos brazos. Eso no quería decir
que era menos poderosa que la otra, con solo la mitad de efectividad debería estar a la par
con su técnica anterior.

Como si el venado tuviera una conciencia propia, su intención de dejar a Chan colgando
de un hilo y después tomar su energía restante se vio vacilante. Como si llegara a una
conclusión, su intención asesina se esfuma coma el humo, apartando su enorme cuerpo y
gira de regreso por donde había llegado.

Sin bajar la guardia Chan frunce el ceño por esta acción, inconscientemente deja escapar
un suspiro de alivio de que esta pelea este por finalizar.

Sin embargo, el Ciervo Ardere no hiso ningún movimiento después de haber girado, como
se esperaba de una bestia hambrienta, tal vez había detectado alguna presa mas grande
que Chan.

Segundos atrás, la bestia sintió la presencia de algo cálido y abrazador, refiriéndose a algo
que te llena de paz y no te hace sufrir, tu mente y corazón tumultuoso se calman. Por eso
no tuvo la intención de seguir con lo que planeaba hacer, se detuvo en solo buscar
aquello.

Chan mira encima de la bestia, percatándose de que los ojos de la bestia cambiaron hacia
donde empujo sin querer a Hongjoong.

El Ciervo Ardere se dirige en aquella dirección sin titubear en sus pasos.

—¡Demonios! —Maldice lleno de temor, toma su espada con la otra mano y cruza el
camino a grandes zancadas.

Hongjoong se dio un “pequeño” golpe indoloro en la espalda, al chocar con un árbol


cuando Chan lo empujo fuera del caballo.

El aire se le escapo por un momento antes de poder recuperarse y ponerse de pie.

Luego se escondió en los arbustos, lejos del peligro y tomando un papel de espectador,
observaba conmocionado lo que tenia enfrente.

«¡En la vida real es mas aterrador y emocionante, que en las películas!»

Pensó para si mismo ya que no podía decir nada por las escamas en su rostro.

Al principio observo la lucha con emocion en su corazón, pero después de ver como la
balanza se inclinaba a favor de la bestia, su cuerpo entro en pánico.
No podía hacer nada mas que ver como llegaba el fin de Chan, su corazón palpitaba a
gran velocidad, su rostro se arrugo por la angustia.

Inconscientemente, clavo sus uñas en la carne de sus manos cuando las envolvió en puños,
la sangre broto pero su atención seguía al frente.

Retrocedió muchos pasos cuando la bestia cambio su atención hacia él.

—¡Mierda, Mierda, Mierda!...—Maldijo incesantemente en su cabeza, yendo detrás de un


árbol.

En cuanto volvió detrás de un árbol y giro hacia atrás por donde seguro se asomaría la
bestia, no encontró nada aun. El silencio apoderaba todo el lugar como una película de
terror, solo esperaba amenamente de que no saliera un scremer al voltear la cabeza.

Se tomo el tiempo para girar de regreso, una luz roja ilumino la mitad de su rostro. Su
corazón por poco dejo de latir.

—…!

La bestia se encontraba a unos centímetros de su rostro, observándolo cuidadosamente


con aquellos ojos negros como la noche.

Su tamaño había descendido a unos cuantos metros, seguía enorme pero no como se
mostro antes. Las supuestas llamas que fluctuaban a su alrededor, para nada se sentían
ardientes o alguna otra clase, al parecer solo estaban ahí como adornos y para asustar a
cualquiera de ser quemados.

Eso era lo que Hongjoong pensaba.

Sin fijarse que debajo de las patas del Ciervo Ardere y el suyo, las pequeñas plantas, flores
se encogían sin para por el calor abrazador que emanaba la bestia.

La mirada de la bestia se deslizo hacia la mano ensangrentada de Hongjoong.

Hongjoong se mantuvo como una estatua en su lugar, temiendo de que la bestia lo


comiera con el menor de sus movimiento.

Las escamas solo le rodeaban una parte de su cuello, hombro y labios, sin percatarse de
que las escamas dejaron de generarse por el calor.

Estaba feliz de que su nariz había quedado a salvo de ser apoderadas por las escamas,
pero ahora quería mas que nunca que las escamas se las cubriera.

No se atrevía a inhalar el oxigeno porque justo ahora, hasta eso lo sintió muy ruidoso.
Tubo que aguantar la respiración hasta entonces, cuando la cabeza de la bestia se acerco a
su mano, lloró y gritó internamente.
Una pequeña lagrima broto de él, ni bien iba por la mitad de su cachete que llego a
evaporarse en microsegundos.

Se sintió morir cuando la bestia saco la lengua y le dio una lamida a sus dedos, como si su
propia alma se deslizara fuera de su cuerpo cuando la bestia comenzó a saborear su
sangre y mordisquear sus dedos.

Se preparo mentalmente de sentir el dolor, cuando llegara el momento en el que su brazo


fuera retirado de su cuerpo.

«…Hasta aquí llegue, solo espero reencarnar en un mundo diferente ¡Dios mío, solo acaba
con este lento sufrimiento rápidamente!…»

—¡Amo Hongjoong!

El grito de Chan atrajo la atención de la bestia, levantó la cabeza y llegó a parar de nuevo a
unos centímetros del rostro de Hongjoong.

Choco con la mirada de la bestia, hongjoong le pareció ver dentro de ellos una pequeña
sonrisa llena de satisfacción. El cuerpo del Ciervo Ardere se mueve hacia atrás y el color
rojo intenso que le rodeaba, fue alternando entre tres colores diferentes.

Rojo, Blanco y Dorado.

Sus piernas entumecidas pierden la fuerza, su cuerpo se desploma contra el árbol,


observando el cambio de la bestia.

Hongjoong escucho el silbido de algo venir desde su lado derecho, el sonido de algo
cortando el aire con sutileza. Aquel objeto atravesó a un costado del Ciervo Ardere pero
este no emitió algún grito de dolor, porque el arma traspaso el cuerpo, como si este no
estuviera materializado.

Para su mas grande sorpresa, el Ciervo Ardere inclino la cabeza ante él en despedida y se
esfumo en segundo. La oscuridad reino el lugar después, el silencioso lugar volvió a la
normalidad, atrayendo los sonidos de varios animales, la brisa ahora se sentía.

El cuerpo de la bestia había sofocado a todo el mundo animal con su presencia, nadie se
atrevía a hacer el mas mínimo ruido, hasta el viento tiritaba por miedo.

La expresión de Hongjoong quedo congelada en el aire, hasta que recordó volver a


respirar. Tosió fuertemente por falta del aire en sus pulmones.

Recordó haber escuchado la voz de Chan detrás de él. Arrastro su cuerpo pesado en
donde el cuerpo inconsciente, herido y quemado, de Chan se encontraba.

Al parecer, sus ultimas energías se esfumaron cuando dejo escapar su grito desesperado.

—¿Jan…?(Chan)—Trato de llamar a su pequeño sirviente a través de las escamas.


El rostro pálido y cuerpo miserable de Chan, dejaba el corazón de hongjoong presa en los
brazos de la desesperación.

«¡¿QUÉ DEBO DE HACER?! ¡Mierda, Mierda!...¡El carruaje!»

Hongjoong toma en brazos el cuerpo pesado de Chan para llevarlo al pueblo cercano,
encontrar un medico y hacer que lo curen.

Sin embargo, ni se movió un centímetro cuando escucha el ruido de alguien saltar por las
ramas de los arboles.

Detiene su acción, esperaba a que la persona solo pasara sobre ellos y se esfumaran de
inmediato. No tenía la certeza de que pueda tratarse de una buena o mala persona. Estaría
mejor estar solo, que mal acompañado.

Pero sus esperanzas se vieron esfumadas cuando la persona descendió de los arboles
cerca de donde estaban.

Caminaba silenciosamente por los alrededores en busca de algo. Si Hongjoong no lo


hubiera visto bajar desde arriba, creería estar solo en este bosque, las pisadas de esta
persona ni siquiera se distinguían entre el silencioso bosque.

Hongjoong ubico la espada de Chan, en silencio desplazó su cuerpo el frente protegiendo


a Chan como un escudo, preparado para atacar en cualquier momento.

Sus manos temblaban cuando fijo la silueta rodando en la oscuridad.

Al captar como el cuerpo del otro gira en su dirección, toma la espada con ambas manos y
reúne el coraje que no tubo una vez en su vida pasada al tratar de protegerse de sus
enemigos, corre con todas sus fuerzas apuntando la espada aun filosa, hacia un costado de
la perdona.

—…

En un parpadeo, su ataque tembloroso fue detenida entre un par de dedos del lado
contrario. Asombrado, Hongjoong la suelta y huye de la persona.

«¡¿Qué pensabas? Que con un simple ataque como ese ¿Lo vencerías?, eso ya quedo en tu
otro mundo, REACCIONA HONGJOONG!?»

La persona detrás de él, no lo sigue por un breve momento, dispuso a observar un


segundo la espadas antes de soltarla en el suelo. Hongjoong aprovecho en tomar a Chan
pero se llevo un gran susto cuando su pequeño sirviente despierta y lo toma detrás de el,
protegiéndolo.

«¿Cuándo demonios despertó? ¡Tu herida, Dios mío!...»


—¡Retro…cede! —Las voz de Chan padecía un poco de fuerza, por lo que sus palabras tuvo
una pausa.

El lado contrario se detuvo, pero no retrocedió.

La luna que estuvo oculta en las nubes por mucho tiempo, al fin logro librarse y alumbro
todo el bosque. Atravesó las grandes y pequeñas rendijas que creaban los arboles,
alejando por completo la gran oscuridad.

Entonces, su luz ilumina una parte del rostro del recién llegado, percatándose que el lado
opuesto cargaba con una sonrisa.

Su sonrisa no contenía ninguna malicia, era suave y gentil a la vista, pero era un poco
perturbador cuando solo una parte de ella, se veía entre la luz de la luna.

—¿Fueron ustedes quienes eliminaron a la bestia? —Hablo amablemente, su ropa blanca y


gris ondulaba con el viento.

Su apariencia limpia y atractiva dejaba a las señoritas enamoradas, los hombres solo
rechinarían los dientes. Pero Hongjoong no le importaba eso ahora, talvez por un si
considero por un breve momento, que su aspecto era mas hermoso que el otro.

Hongjoong toma su pañuelo y oculta su rostro con rapidez, chan sintió alivio después de
ver esto.

—…¿Tu venias por la bestia?—En vez de responder, Chan decide preguntar.

Tanto Chan como Hongjoong no planeaban calmarse. Bajar la guardia ahora ante alguien
que se desconoce su identidad, no era buena idea.

—Si…desde lejos sentí una presencia abrumadora, por lo que no dude en enviar un ataque
fijo, estoy seguro que le di pero…su presencia se esfumo de la nada ¿Serian tan amables
de decir lo que sucedió?—Aunque su tono seguía siendo suave y las palabras que acababa
de pronunciar no tenia nada de malo.

¿Por qué Chan y él, no se sintieron relajados por la mirada tranquila que les daba?

«Esta persona…¡Esconde algo, vámonos de aqui!»

Tal vez en la era moderna habrías caído ante la voz relajante del lado contrario, ante
alguien que te sonríe de esa manera, dirigiéndote a una trampa bien tejida de principio a
fin.

Pero en este mundo, las sonrisas amables eran las mas aterradoras de parte de
desconocidos, porque en cualquiera momento pueden lanzarte algo y en un chasquido
estas pisando el reino celestial ¡Mágicamente, eso ya es posible!
—y bien ¿Hay algún problema de relatar los hechos? Su falta de palabra, me hace pensar
en que no hablaran a menos que me presente ¿No? Bien, no tengo ningún problema con
ello. Mi nombre es Kim Wei, perteneciente de la Secta CBeT. (nuestro símbolo figura una
paloma que asciende hacia el cielo, donde la luz prevalece por siempre)

Chan vio ridículo que se presentara y corto sus palabras, reuniendo algo de energía invoco
su espada, apuntándolo hacia el frente.

Su mirada feroz prevaleció pero el cansancio perceptible se vio unida en el, después de su
lucha con la bestia, sus energías iban en descenso pero tenia que aguantar un poco mas.

Chan cerro los ojos por un breve segundo, antes de salir disparado, sin ninguna vacilación
en su acción. No importa de quien se trate esta persona, solo sabe que al salir de la
barrera, todo lo de afuera es desconocido para ambos.

Tenia pensado investigar un poco mas antes de realizar alguna acción y no arrepentirse
después de sus acciones. Pero este sujeto apareció de la nada en este punto del bosque,
eso ya le dice mucho y es suficiente para tomar una acción precipitada.

Talvez todo lo que dijo antes, solo es una manera de camuflar sus verdaderas intenciones
hacia ellos. Tomándolos con la guardia baja, error para el sujeto en cuestión.

Necesita hacer algo antes de perder el conocimiento en breve, llevar a su Joven Amo aun
lugar seguro y permanecerá sin preocupación cuando repose.

Solo no debe matarlo, basta con hacerle algún daño y evitar que los siga.

Wei no reacciono ante la acción de Chan, permaneció en su sitio como un estatua,


esperando que la espada atravesara su cuerpo o tal vez ¿porque adivino correctamente
que Chan se detendría al final, en tan solo un milímetro de su cuerpo?

Los ojos fríos de Chan desaparecen, siendo sustituidos por desconcierto.

Wei frunce levemente el ceño, su mirada de igual forma sigue la dirección donde los ojos
de Chan se detuvieron.

Su manga, aun costado estaba finamente costurado un patrón repetitivo del emblema de
su secta.

—…!

La intención de matar que se conservaba en Chan, disminuyó considerablemente después


de ver las mangas de Wei.

—¿Qué significa eso? ¿Solo ustedes lo poseen o hay otros iguales? ¿En que dirección dices
que se ubica tu secta? ¡Habla!—Chan interroga a Wei inmediatamente.
Si en este mundo solo existe un símbolo como ese…entonces no cabe duda de que la
secta CBeT, es el sitio que su padre les pidió llevar la carta.

—Nuestra secta se ubica hacia el sur y es el único que le pertenece esto…tus preguntas me
hacen pensar en que talvez ¿Nos buscabas?—Comenta Wei, sus ojos parpadeando por
curiosidad.

Su silueta se mueve en la oscuridad a una velocidad que Chan no pudo detectar a tiempo,
solo después de que lo tuvo delante de él tocando el centro de su frente.

Cae en un estado inconsciente por un segundo. Hongjoong retrocede un poco con el


corazón palpitante, esta persona fue demasiado rápido que ni siquiera su pequeño
sirviente pudo hacer algo.

«¡MIERDA! ¡¿Qué hago?!»

En cuanto pensó en que debía hacer, Wei desaparece en un parpadeo de su vista. Chan
seguía sin moverse en su lugar, paralizado sin ninguna expresión, como si estuviera en
blanco.

Hongjoong observa a sus alrededores, antes de caminar hacia Chan muy preocupado. Al
no poder pronunciar alguna palabra, agitó sus manos enfrente de él con desesperación,
pero no tuvo ninguna reacción por su parte.

«¡¿Qué demonios le hiso?!»

Escucho las hojas de los arboles siendo destrozados de bajo de los pies de alguien detrás
de ellos.

La espada que seguía en las manos de Chan, pensó tomarla. Sin embargo, cuando intento
quitárselo, no tuvo la oportunidad de mover ni uno de los dedos que sujetaban la espada.

La mano de Chan ejercía una gran fuerza al empuñar su espada, temblaban hasta el punto
de la palidez y sus venas emergían silenciosamente a la vista.

Aun si no lo demostraba en su rostro que aparentaba tranquilidad, se notaba que Chan no


la estaba pasando muy bien, siendo sostenida su espada de esa manera.

Quería luchar contra algo pero le fue negado hacer algún movimiento.

—No te asustes—Susurro la voz detrás de él, tan cerca que sintió el aliento contrario,
rozarle el oído.

Hongjoong hiso todo lo contario. No pudo soportar la conmoción, de llevarse un gran


susto por el acto de Wei, que termino por desmayarse.

—…Debería dejar de hacer eso…


Suspira muy por bajo antes de tomar ambos cuerpos y llevarlo de regreso en donde se
encontraba su yo original.

Los clones que había dispersado en todo el bosque en el medio día, regresaron poco
después de que uno de ellos se encontrara una agradable sorpresa en su camino.

Hongjoong abrió los ojos y levanto su cuerpo de golpe.

Se encontraba en una habitación que no parecía al de una posada común, de las que
solían ocupar.

—…¡Chan!—Llamó a su pequeño sirviente al recordar la noche anterior.

Fuera de la puerta se escucho alguien intentando abrirla, que no parecía ser la persona que
esperaba ver.

—Buenos días Joven…Maestro…

Una linda chica ingresa con una pequeña sonrisa en su rostro, que desaparece al posar sus
ojos en él.

Ella retira sus ojos inmediatamente al darse cuenta de su acto irrespetuoso, sus mejillas
tomaron un suave sonrojo en cuanto susurra algo fuera de la puerta.

—Yo…

Hongjoong quiso preguntarle a la joven respecto a su sirviente Chan pero sus palabras no
salieron completas, cuando vio a varias jovencitas ingresar a su habitación con la cabeza
agachada.

Por sus bien, se les fue indicada no levantar los ojos en dirección al huésped o se llevarían
un shock y un castigo de parte del sirviente personal de Hongjoong.

Ellas llevaban en manos varios objetos personales, al parecer para él. Las dejaron apiladas
en una mesa y cada uno se retiro velozmente, incluyendo la primera que ingreso.

—…¡¿Qué demo…?!

Hongjoong hablo a medias porque cae en cuenta, que las escamas habían desaparecido.

Busco un espejo alrededor y se encontró con uno, junto con los objetos personales que las
jovencitas trajeron.

—…

Sin palabras.
Sin comentario.

Sin aliento.

Aquel sonrojo que mostro la bella joven, no se trataba de un sonrojo cuando alguien ve
algo que le agrada, si no de que se trataba de un sonrojo involuntario, producto de haber
hecho algo que no debía hacer, por lo tanto temía por su vida.

Dignidad, adiós.

—¿P-por que?...¿Q-que paso?...—Se pregunto así mismo entre sollozos.

Con lo único que se sentía orgulloso, sus piernas lo hacen feliz, al aparecer en este mundo
por primera vez, se fue.

Ya no había nada que presumir.

Su belleza se desvaneció sin mas.

Por poco, el espejo casi se queda roto en sus manos. Cuando no te das cuenta de las cosas
valiosas que posees, solo después de que terminas perdiéndolo en un parpadeo.

¡¿Pero que demonios tenia en la cara?!

¡Las escamas desaparecieron! Pero algo mas termino sustituyéndolas. Sus manos
temblaron al tocar su rostro desigual, parecía una cicatriz hecha por alguna quemadura de
tercer grado. Como esperaba, estas estaban irritadas y un poco dolorosas cuando pasaba a
rosarlas con las yemas de sus dedos.

«!¿Qué paso?! ¡WhaAaa!...»

—¡Parezco un monstro!...

De improvisto grito lo que pensaba, las personas de afuera al escucharlo, se vieron


nerviosos.

—¡¿Ya lo llamaron?!...—En silencio una voz impaciente se escuchó, dirigidas a los demás
presentes.

—¡Y-ya dijeron que viene en camino…¿Por qué se esta tardando? Debe darse prisa!—
Murmuro de regreso otro de ellos, casi a gritos.

—Solo esperemos que no haga nada problemático. Es lo ultimo que necesito ahora…—
Declaro otra persona con dolor de cabeza, su expresión reflejando molestia.

Ambas personas guardaron silencio al oír la tercera voz presente. Resoplaron internamente
y tuvieron que aguantar un poco mas estar el uno con el otro, respirando el mismo
oxigeno.
Se sintieron sofocados tan solo sentir la presencia de uno, empeorando el hecho de estar
aquí por mas de un día vigilando quien persona sea que este en esa habitación.

Pero no dudaron en maldecirlo internamente.

El pasillo se quedo en silencio por unos momentos. Pasos apresurados provinieron al


frente, las tres personas asomaron la cabeza y vieron a Chan correr hacia ellos.

Planearon saludarlo en diferente manera pero Chan fue mas rápido al pasar cerca de ellos,
sin decir ninguna palabra, ingreso en la habitación.

Nadie planeaba criticar ahora el mal comportamiento de Chan, cada quien dispuso a
retirarse lo mas rápido posible del sitio, yendo en diferentes caminos, sentían la peste cada
vez mas fuerte.

No cabe duda de que este trio que provenían de maestros diferentes, no sr aguantaban en
lo mas mínimo. Tomando como peste a uno, irrespirable el oxigeno que respira uno y la
sola presencia causándole vomitó.

—¡Chan ¿Qué es esto? ¿Qué ocurre? E-esto…d-duele! ¡WhaAaa!—Lloriqueo Hongjoong


con lagrimas desbordando de sus hermosos ojos.

Chan intento advertirle a Hongjoong sobre no llorar pero enseguida escucho un grito
miserable de su parte.

—¡¿N-ni siquiera puedo llorar? Me siento tan miserable!

Sus lagrimas agravaron mas las heridas de su rostro, haciéndolo insoportable hasta gritar
de dolor. El picazón que sintió tiempo después le hiso sufrir, porque no podía rascarlas.

Una hora mas tarde.

Hongjoong se encontraba postrado en su cama sin espíritu. En su rostros yacía un pañuelo


humeado por una medicina que neutralizaba su dolor.

«No creí llegar a sufrir hasta este punto de mi vida, hasta mi muerte fue menos
dolorosa…»

Chan se tomo su tiempo de explicar lo que sucedido después en el bosque, cuando se


desmayo.

Chan relato despertar dos horas mas tarde después de que se desmayara, para
encontrarse en un carruaje siendo manejado por Wei.
Hablo sobre haber luchado un poco con él, porque había creído que los estaban
secuestrando. Ya que había olvidado la parte donde, le pregunto a Wei sobre el patrón de
su costura, que coincidían perfectamente con el sello marcado en la carta.

Wei no oculto el hecho de haber visto dentro de los recuerdos de Chan en aquel entonces,
cuando toco su frente y descubrió como un señor le entrego a Chan una carta dirigida
hacia su secta.

Por lo que tomo ambas personas y no titubeo un poco en agarran un carruaje para
llevárselos directamente a la secta, después de salir del bosque.

La carta pareció importante por lo que no espero mucho tiempo y directamente tomo a
ambas personas.

Después de aclarar el problema y saber que la Secta CBeT era únicamente perteneciente
de aquel símbolo. Chan no dudo en contar sobre las escamas en el rostro de Hongjoong.
Dejando atrás los rencores que sintió florecer un momento por este tipo. Tal vez podía
confiar un poco en esta persona.

Wei nunca se dio cuenta de las escamas porque Hongjoong las mantenía ocultas.
Tampoco se dio el tiempo de ver ¿Por qué lo haría de todas maneras? Solo los tomo de los
brazos y se los llevo.

Sin imaginar encontrarse con un caso peculiar, jamás visto en su vida.

Por supuesto que Chan no le señalo todo el rostro de Hongjoong, oculto su cabello blanco
con algo y sus ojos las mantenía cerradas por lo que no hiso falta camuflar su color.

Desafortunadamente, el sanador desconocía de este problema y solo pudo recetarle algún


neutralizador para el dolor después de retirar las escamas, aun se desconocía de la cura de
este caso.

Primer paso: Quitar las escamas, sin importar si arrancas un pedazo de piel. Si no las quitas
a tiempo, estos se expandirán por todo su cuerpo.

—¿Llevo...dos…días…en...cama?—Susurro cuidadosamente, evitando mover sus labios


porque este le provocaba dolor.

Lloro a gritos internamente.


—Así es…—Contesto Chan, sus movimientos manejaba sutilmente el pañuelo al cambiar a
otro.

—¿Qué…eran?—Pregunto Hongjoong, sintiendo un poco de picor en su rostro por los


pañuelos.

Tenia un impulso a rascarlas. Ya que no podía hacerlo, quiso toquetearlas y a su primer


intento, dejo de hacerlo.

—…Se trataban de alguna especie de escamas pertenecientes a una raza de sirenas del
Oeste. Que con una mordedura de ellas, aparecían las escamas. Con el único propósito de
convertir en su misma especie, si no se trata a tiempo, las consecuencias serian graves, ya
que, la misma piel se convertía en las mismas escamas y al intentar quitarlas después, es
como si despellejaras tu propia piel…—Chan se detiene por un breve segundo, mirando
con dolor el rostro pálido de hongjoong, agrega—Pero…no logro comprender como
llegaron a esa conclusión, si nunca hemos pisado un lago y mucho menos visitado el lado
Oeste. Estoy seguro que hay algo más que no quisieron decirme…

Segundo paso: Aplicar una medicina fría para aminorar el calor que dejo las escamas.

Su rostro fue mas problemáticas que su hombro y cuello. Viéndolo mejor, las escamas eran
mas avanzadas en su rostro que en el resto.

Hongjoong se sintió incomodo llevar encima esas cosas. El simple hecho de tenerlas, ya
sentía que su pobre alma se deslizaba de su cuerpo ¡El sentimiento era horrible!

Las escamas de su rostro, ya se encontraban duras y fueron muy difíciles para Chan el
quitarlo. Tuvo que manejar cuidadosamente un cuchillo para despegarlas y no cometer
algo atroz.

Por otro lado, su cuello y parte del hombro aun se estaban regenerando, estos aun
manejaban una suavidad que indicaba menos peligro.

Chan hiso lo posible por quitar esas cosas con las indicaciones del Sanador,
agradeciéndole a dios de que él haya sido quien se las quito.

No soportaría dejarlo en manos de un desconocido y arriesgarse de que vean la apariencia


de su Joven Amo.

Hongjoong tampoco deseaba que alguien mas haga este tipo de trabajo, confiaba mucho
en su pequeño sirviente.

Tercer paso: Aplicar una pomada para la cicatriz por un año o visitar personalmente un
sitio especial en las Tres Colinas con un tratamiento de tres meses.

—¿La…carta?—Hongjoong pensó en evitar a toda costa decir mas de cuatro palabras,


porque lo sintió insoportable.
—…No se preocupe, la carta ya debería de estar en manos del líder de ésta Secta, mi padre
al fin descansara en paz. Aun cuando no conocemos la razón de entregar la carta, una cosa
sí tengo claro, cumplimos nuestra misión y en cuanto usted se sienta bien para viajar, nos
retiramos de aquí. Buscaremos un lugar en la cual podremos reiniciar nuevamente…
Mientras tanto, se nos fue permitido amablemente, como un agradecimiento, quedarnos
por un par de días en este lugar.

—En…ti…en…do…—Los parpados de Hongjoong aletearon lentamente en su dirección, su


cuerpo se relajo y permanece en un estado de reposo.

De nuevo sucumbió en el reino de los sueños. Se sintió a gusto dormir en una suave cama,
tal vez se tomaría una larga y deliciosa siesta.

Chan suspiro con un dolor punzante en su corazón, le dolía ver a su Joven Amo de esta
manera, su apariencia era tan mísero que aquellas veces, cuando su enfermedad se
agraviaba.

Rezaría cada noche para que su enfermedad no volviera reaparecer en estos días. Se
aseguraría de encontrar los ingredientes de la medicina Corazón latente para dársela de
beber a su Joven Amo a tiempo y que no vuelva a decaer ante su enfermedad, como
aquellas veces.

Retira sus manos posándola en sus piernas, débilmente las empuña. Su mirada se desliza a
un lado y recuerda la conversación que tuvo con Wei.

—Nosotros no tenemos dónde quedarnos…—Susurró de repente, Chan bajo la mirada a


sus manos asperezas, recuerdos con su padre le llegan como punzadas.

Wei mira por el rabillo de su ojo, traga en seco al percatarse de la poca humedad en los
ojos de Chan.

Llevan todo un día conduciendo, en menos de una hora estarán pisando las puertas de su
secta. Todo en ese pequeño lapso de tiempo, intercambio algunas palabras con Chan y se
dio cuenta de que este sirviente es solo un pequeño niño que aparenta ser un adulto para
cuidar bien de su Joven Amo.

Fingiendo una madures que aun no debería tener pero que es necesitado.

Esta a toda hora pensando por el bien de alguien mas, mientras que él no importa en lo
absoluto.

Para Wei, es una gran lastimas.

Cuando entro en los recuerdos de Chan, vio vagamente una parte de la lucha contra una
bestia, que se rumoreaba salía por las noches.
No hiso mas que tomar su arma y salir en la noche para matar a la bestia, pero no hiso
falta porque este sirviente, ya había hecho todo el trabajo.

Este pequeño adulto, demostró gran potencial y una fuerza asombrosa, pero solo se
dedicaba en cuidar a una sola persona, usar de esa manera un gran talento con un futuro
brillante, es una verdadera lastimas.

Ahora se vio reducido en un simple sirviente que no piensa en su propio futuro.

—Este…CoOf, CoOf…—Wei tosió un poco y prosigue—…Cada cierto periodo de tiempo,


nuestra secta saca una convocatoria para reclutar jóvenes talentosos que quieran
convertirse en discípulos externos de la Secta CBeT. El año pasado se suspendió, por lo
que lo aplazaron a este año en la temporada de Otoño. Si te interesa, puedes inscribirte en
la siguiente semana, en varias ciudades estarán infirmando de esto…

Chan eleva la mirada por la información, confundido de que Wei haya dicho esto de
repente.

—…Tus recuerdos…—Dijo Wei, aclarando la interrogante de Chan, agrega enseguida—


Tienes gran talento, estaría genial que pertenecieras a una Secta…puedo ayudarte con eso.

La emoción cruza en los ojos de Chan pero estos desaparecen tal como llego, se abofeteo
mentalmente.

—…Imposible…—Dice, negando con la cabeza, continua—…Mi Joven Amo no puede


ingresar en ese tipo de lugares y tampoco puedo abandonarlo.

Wei supuso que esto se trataba de la seguridad de alguien, por lo que solo sonrió
amablemente y dijo.

—Si entras, tú y especialmente el de tu Joven Maestro, tendrán una seguridad mas


reforzada, nadie los intimidara…

Chan lo piensa y encuentra una falla en las palabras de Wei, que no duda en señalarlo.

—Eso seria grandioso pero no me refiero a eso. Desde pequeño, mi Joven Maestro
siempre ha estado enfermo, por lo que no debe de esforzarse mucho en nada.

—¿Es así?

—Si, tengo entendido que ingresar a una secta de Jóvenes Peleadores, no se trata de solo
ingresar y ya, tu vida esta resuelta. No, esto se trata de estar combatiendo con animales
salvajes o en misiones peligrosas. La vida de mi Joven Amo ¡Es y siempre será mi prioridad
¿Cómo puedo llevarlo ahí? No esta en condición de hacer nada de eso!

Wei escucho y sintió complicado la situación de Chan. Sintió emerger un leve dolor de
cabeza y de espaldas.
—…Viéndolo de esa manera, se ve difícil…Tu Joven Maestro ¿posee alguna energía, por
muy poco que sea?

Chan medito un poco, duda en si decir lo que quiere saber el otro.

—…Por su enfermedad, el cuerpo de mi Joven Maestro no estuvo al par de manejar una


esencia…por eso no puedo apartarme de su lado, porque yo soy su misma espada.

Wei arrugo la frente, cerro los ojos con resignación. Este niño, se tatúa en la mente de que
su Joven Amo es mas importante que él. Nadie puede moverlo de su sitio.

—Entonces…es imposible ayudar a tu Joven Maestro. Pero tú…

Chan se sintió muy molesto por escuchar indirectamente que su Joven Amo, es un
desperdicio que no vale la pena darle una mano. En lo absoluto, su Joven Amo es mucho
mas que eso y no piensa abandonarlo por nada.

Wei guarda silencio al sentir el enojo de la persona de su lado, se regaño a si mismo por
meter la pata de nuevo.

Simplemente nadie entendería sus razones. Estas personas son una bola de malditos
imbéciles.

—…

Dos días le tomo Hongjoong poder mover con normalidad su expresión fácil sin sentir
dolor.

Él y Chan planearon dejar la secta el mismo día que se sintió bien, no esperaron mas.

Quien sabe que paso durante los días en que estuvo tumbado en la cama, pero
últimamente su pequeño sirviente cada vez se le notaba con malhumor, no con él pero lo
notaba.

Hongjoong le pareció extraño que nadie hayan mandado para escoltarlos hasta la puerta.

Si, para Chan y él eso no era necesario pero, venir hasta aquí para entregar algo
importante, al menos una despedida hasta la puerta ¿No cree?

«No importa, total, es mejor dejar este lugar sin atraer la atención de nadie…»

Así, hoy por la mañana salieron silenciosamente de las puertas y sin ninguna clase de
atención de parte de nadie, tomaron un camino para guiarlos hacia un pueblo cercano.
Hongjoong caminaba de regreso con el incomodo pañuelo, que olía a yerbas, puesto en su
rostro. Se sentía que alguien lo asfixiado como en aquellas películas, con algún liquido
para que sus victimas cayeran inconscientes. Si, así se sentía.

Después, para desviar su atención del pañuelo, le resulto mejor sacar a flote sus tantas
preguntas sin contestar, una de ellas era sobre la carta.

Se preguntaba fuertemente que era aquello que contenía la carta ¿Por qué el padre de
Chan se empeño en hablar sobre llevar esto en aquel lugar, en sus últimos suspiros?

Después llegar al “pueblo”, le pidió a Chan que alquilara por el momento un pequeño
cuarto, porque si no se lo recordara, este pequeño sirviente de seguro andaría comprando
una casa.

No necesitan una lugar estable por el momento, ahora solo pensaba alquilar. Porque en
unos días tenia pensado viajar hacia las Tres Colinas, para recuperar su belleza.

«¡Es lo primordial! ¿Acaso habrá alguna señorita que me quiera con estas cicatrices?
¡Nadie en el mundo!»

Ellos no necesitaban trabajar, un punto importante para Hongjoong. Resulta que el padre
de su pequeño sirviente, tenia guardado una gran tonelada de dinero extraño, que le dejó
su padre antes de fallecer, en un anillo espacial.

«¡Increíble que estas cosas existieran!»

Que genial llevar en tu mano un simple anillo que contenía un montón de cosas, así uno
evitaría andar cargándolo en todo momento.

Hongjoong no se le permitió salir de su pequeño cuarto para echarle un vistazo al pueblo,


fue obligado a quedarse dentro, de lo que restaba el día.

Disponía de una ventana para ver fuera pero no le era suficiente, quería salir.

Se le negó el acceso y tuvo que esperar hasta mañana, según el calendario debería estar
marcando un domingo.

Después de terminar el desayuno y haber cambiado su atuendo por otra vestimenta


peculiar y casi de buena calidad. Hongjoong exigió al pequeño salir a conocer la pequeña
población de las Montañas Altas.

—¿Por qué debo llevar esto?...

Chan le entrego una capucha y un pañuelo para que ocultara todo su cuerpo, dejando solo
al descubierto sus hermosos ojos.

Su sirviente en cambio tenia cubierto solo su cuerpo pero no su cara.


—Es para evitar problemas Joven Amo—Dijo, con solo una mirada rápida, Hongjoong
entendió a que se refería.

Su aspecto atraería mucha atención y no del bueno, que no necesitaba. A parte, sus
cicatrices aun no estaban del todo curadas, aun necesitaba cuidados cada cierto momento.

Salieron de su pequeña habitación y tomaron el lado derecho del camino para doblar de
dirección. Caminaron aproximadamente treinta minutos para llegar al centro del pueblo,
donde estaba basta de gente extranjera.

Algo que atraía a la gente de otras ciudades en la ciudad Montañas Altas, fue por aquella
cosa plantada en el centro de todo.

Hongjoong quedo fascinado con la vista. Sus ojos brillaban al verlo, sin darle la
oportunidad de mencionar alguna palabra, por lo asombrado que estaba.

Hongjoong fue hipnotizado y atraído por la sensación placentera que emanaba aquello.
Inconscientemente elevo la mano para querer tocarlo pero alguien termino empujándolo
al suelo con fuerza, desconectándolo de la ilusión en que había entrado.

—¡Ah!...

Su cuerpo choco con algo, no pudo evitar soltar un quejido de dolor y se sobo la parte
golpeada, levanto la mirada buscando la silueta de Chan y de la persona que lo empujo
bruscamente.

—¡Estúpido ignorante! ¿Te atreves a tocar este consagrado árbol de sangre? ¿Quieres
morir? ¡Habla!

(Árbol de sangre es conocido por revelarte el tipo de sangre que posees. Que con ello
podrás guiarte con facilidad en tu camino del arte de Fuego, Tierra, Agua, Viento etc. Cada
uno mostrando diferentes puntos de vista en las personas)

Hongjoong que planeaba hablar para disculparse por su mala acción con el sujeto, una
sombra paso a su lado y de un salto expulso al hombre fuera de su vista.

Después de que alguien le tomo del brazo que Hongjoong salió de su aturdimiento, sus
ojos aun abiertos giro a la dirección de la mano que le sujetaba.

—¿Chan?...

Chan tomo su pulso con el semblante serio y preocupado. Este guardo silencio durante
mucho tiempo antes de soltar un suspiro de alivio.

Lo jalo a su lado protegiéndolo de los hombres que después llegaron corriendo por el
disturbio que genero.

Referente a la patada que le dio al hombre, que lo envió a un puesto de comida.


Varios guardias se agruparon a su alrededor con rostros enojados.

—¿Peleas en zonas prohibidas a hacerlo? Chico, eres demasiado joven para ir a la cárcel…

Uno de ellos hablo con las manos entrelazadas por detrás, el guardia salió en medio del
montón.

Se acerco audazmente a ellos sin temor de que Chan pueda atacarlo.

Con toda la confianza del mundo este hombre dirigió una patada a un costado de Chan.

Para sorpresa de todos, la patada no llego a tocar a Chan, quien tampoco se inmuto de
atacar o esquivar la acción. Sabiendo que este guardia se detendría al final.

Chan con la mirada fría y su ya evidente desagrado por esta gente, le dijo al guardia.

—El empezó primero.

Casi con los dientes apretados dijo sus palabras, sus puños temblando por miedo a que
perdiera el control de ir y matar al hombre que empujo a su Joven Amo.

Juro en nombre de su padre que no le permitiría a nadie tocar ni un pelo a su Joven Amo
Hongjoong.

¡Nadie se le permitiría tocarlo o definitivamente no se libraran de su ira!

Hongjoong que se encontraba detrás de Chan, quiso hablar y persuadirlo a calmarse. No


tenían que hacer un gran alboroto, nada mas era disculparse por sus malas acciones.

Ya que fue él quien inicio todo esto con ir a tocar algo que no debía y se sentía culpable
de que Chan fuera el incriminado ahora.

Sudor frio recorrió su frente al ver que la situación se tornaba desfavorable porque los que
saldrían perdiendo, serian ellos mismos.

—Tráiganlo.

Seguida de las palabras del aparente líder de los guardias que era nada mas ni nada
menos, que el que quiso atacar a Chan. El resto inmediatamente se movieron de sus sitios
y le fue llevado al hombre demacrado a sus pies.

—Habla.

Ante la voz fría del líder, el guardia que se encontraba en su día de descanso y no portaba
el traje, enseguida le conto lo sucedido.

El líder frunció el ceño, con un disgusto que no mostro en su rostro, al final de las palabras
de este subordinado suyo.
Con la intención de ayudar a su subordinado por el momento, quería engañar a
Hongjoong y Chan por solo una sanción monetaria.

Y que todos los presentes hablaran bien de su persona, al perdonar a estos rebeldes de un
castigo mas severo al cometer “tres” delitos.

1. Atacaron a un guardia.
2. Creando disturbios en lugares no permitidos.
3. Mas importante, intentaron tocar algo sagrado.

Eso habría sido tan agradable si no fuera por que alguien apareció en el caos, dándole un
gran giro a la situación.

Chan que estaba listo de contraatacar verbalmente y negar lo dicho del lado contrario, un
extraño encapuchado aparece enfrente de él.

—Disculpen que meta mis narices de esta manera pero estoy a favor del joven a mi lado.
Ellos se vieron obligados a romper una regla por un error que cometió aquel subordinado
suyo.

Aun que les estaba dando la espalda esta persona, su voz tenia la sensación de que este se
encontraba sonriendo todo el tiempo.

La gente comenzó a murmurar cuando escucharon lo que el joven encapuchado dijo.

Fue después de que alguien muy hábil de ver ciertos detalles insignificantes, que susurro
de regreso sus sospechas a los demás alarmando a todo el mundo, ante su
descubrimiento.

—¿Escuchas? Parece que es un aprendiz de la secta CBeT...

—¡Whoa! ¡El esta aquí! ¡Es Kim Kogyeol, quien esta a un paso de pertenecer a los doce
zodiacales! ¡Mira su mano derecha! ¡Es el futuro poseedor de la balanza, el atributo de la
justicia personificada!

—¿De quien dices hablar?…

—¡¿No has escuchado hablar de este personaje?! ¡¿Imposible?!

—Escuche hace poco que regreso de su segundo año en Suchen(Buscar), no lo creí hasta
ahora…

—Ahora que el joven de la balanza a hablado a favor de las dos persona ¿Quiere decir que
aquel hombre de seguridad mintió?

—¿Se atreve ha abusar de su poder para intimidar a los débiles? ¡Gente atrevida! Ahora
¿Qué hará el líder al respecto, tratara de defender a su subordinado enfrente de este
personaje?
Al escuchar las tantas especulaciones de la identidad de esta persona y de como su
nombre esta siendo dañado, le molesto tanto que no pudo evitar fulminar a cada uno de
esas personas.

Nunca había escuchado aquel nombre y ni mucho menos de los doce zodiacales. No se
dejo intimidar ante nada y nadie. Pero ahora que este se atrevió a defender a esa par, eso
significa que talvez…

—En sus ojos veo muchos sentimientos negativos a mi persona, Líder de seguridad. Puesto
que duda de mis palabras al defender estos inocentes, le explicare con mucho gusto.

El hombre encapuchado se movió a las orillas del árbol de sangre, giro a la dirección del
líder de seguridad y levanto la mano derecha. Todos los presentes expresaron su asombro
con un “¡Whoa!” al ver los símbolos azules y oscuras trazadas en la mano de este.

Las personas cercanas podían ver como dentro del símbolo se movían ondulante una
especie de energía plateada. Agregando el hecho de que aquella mano estaba cubierta
por una fina capa de hielo ¡Algo realmente increíble de ver!

El joven que se la paso ocultando la mitad superior de su rostro, como si estuviera mirando
todo el tiempo el suelo. Levanta ligeramente la mirada para mostrarnos un par de orbes
azules preciosos y penetrantes, como en su mano, su rostro superior no fue la excepción
de aquellas marcas.

Nadie a excepción del líder de los guardianes, Hongjoong y Chan lograron apreciar tal
imagen.

Hongjoong se sorprendió al ver esta persona que lleve consigo los mismo ojos que el, solo
que mas brillantes y penetrantes.

En cuanto el pensaba en ésto, el llamado Kogyeol cruzo imperceptiblemente una mirada


con Hongjoong, llevándose un terrible shock instantáneo que no dejo ver al lado contrario,
cuando vio el color de los ojos de Hongjoong.

Cambio de vista hacia el guardia, primero habría que solucionar esto y después, le gustaría
preguntar las identidades de este par.

Seguido de aquel ligero movimiento, sus dedos descienden en un punto ciego y realiza la
acción en dar par de toquecitos.

Los asombros de los presentes no se hicieron esperar. Había tocado una parte donde era
visible una barrera protectora, especialmente creado por la seguridad del árbol.

Nadie, absolutamente nadie tenia conocimiento de que el árbol tuviera una barrera
protectora.
Esto demostró que, aun si alguien se atreviera ha acercarse a tocarla o peor aun, a entrar
en el, siempre habrá una barrera que les impedirá realizar su acción.

Hongjoong que había desviado la mirada a otra parte y dejó de darle atención al árbol,
quedo perturbado ante lo que sus ojos veían ahora.

—…?

Antes, tan claro como el agua había sido hipnotizado por un gran árbol de frutos rojos,
con hojas moradas revoloteando por el viento, que cubriendo una gran parte el centro del
pueblo.

Algo que jamás en su vida había presenciado.

Pero ahora, eso que vio se convirtió en una ilusión porque en este momento, el árbol fue
sustituido por un simple pináculo alto.

Desde el suelo sobresalían finas capas de tiras plateadas rodeando todo su complejo e
incluía un circulo dorada hasta el final de la punta.

Extrañado por esto, trato de olvidar lo que había visto antes y regresa su atención en el
problema actual.

Puesto que existía esa barrera transparente, Hongjoong se sintió agraviado de que este
hombre le haya empujado sin tener una razón para hacerlo.

Tanto la gente como el mismísimo líder de los guardianes, se ofendieron al mismo tiempo
pero por diferentes motivos.

Ellos tampoco conocían de esta barrera, alguien mas la instalo para sabotear sus trabajos y
así, dejarlos en ridículo ante tanto publico ¡Un dolor de trasero!

Otros que no tuvieron la misma suerte que Hongjoong al no ser defendido, si no que todo
lo contrario, terminaron yendo a la cárcel o pagado un cuota altísima.

Ahora sus rostros se distorsionaron y tomaron colores rojos de la ira por ser engañados de
esa forma.

Toda clase de objetos fue lanzado a todos los guardianes, pero los antes afectados no solo
se atrevieron a tirarle cosas o insultarlos, tambien se amontonaron encima de ellos e
iniciaron una pelea.

El resto de la gente evitaron meterse en problemas y alejarse del lugar.

Dejando al olvido el joven que rebelo la barrera.

—Estoy seguro que el problema ahora fue solucionado.

El joven encapuchado se quedo junto a ellos viendo con diversión la pelea iniciada.
Al ver que a lo lejos se avecinaba mas guardias de trajes verdes, diferentes a los
pisoteados, dispuso a cambiar de rumbo.

Sus ojos se abrieron de golpe cuando vio la silueta inclinada de Chan.

—Estamos muy agradecidos por lo que hiso…

Chan y Hongjoong juntaron las manos, inclinando su cuerpo para agradecer a la persona,
por haberlos salvado del problema.

—…¡Oh! No lo menciones, solo me pareció injusto por como actuaron—Perturbado, forma


una sonrisa rápidamente.

—Nosotros estamos verdaderamente agradecidos ¿Cómo podemos pagarle por tal gesto?
—Dijo Hongjoong sonriendo debajo de la tela.

Kogyeol negó con la cabeza, señalo la barrera.

—De verdad, no hay por que agradecer. Hace tiempo que veía a esos guardias
incompetentes abusar del bolsillo de las personas, como cuidadores del árbol. Hoy decidí
dar fin a esto e instale una barrera con el fin de revelarlos.

Así que, los guardias que fueron tomados por sorpresa con la barrera puesta, no pudieron
defenderse y entraron directamente en la trampa al no poder refutar lo contrario.

—¿Es así? Supongo que no insistiré mas, nuevamente le agradecemos por lo que hiso, aun
si desde el principio lo tenia planeado…nosotros nos retiramos entonces.

Chan tampoco quería quedarse por mas tiempo. Hongjoong solo intento ser un poco
amable con el sujeto, nada mas. Ahora que éste se negó ¿Qué podía hacer? No pensaba
obligarlo a aceptar una recompensa.

Y tampoco se trataba de estar derrochando el dinero de aquí para haya, solo por el hecho
de tener una tonelada, el dinero hay que cuidarlo muy bien.

Chan pensaba lo mismo, viendo que se sentía incomodo ante la presencia de esta persona.

—Vamos por haya…—Indico Hongjoong retomando su camino.

Cruzaron varias calles, visitaron de todo lo que el pueblo ofrecía. Compraron uno que otro
utensilio, los que tenían estaban desgastados.

—Chan, es hora de remodelar nuestras cosas ¿No lo crees?

—Pienso lo mismo Joven Amo, nuestras cosas ya duraron tantos años y ya algunos son
inservibles.
Chan y Hongjoong dispusieron llevarse muchas cosas de las tiendas. No olvidaron en
escoger algunas prendas de vestir de buena calidad, todo lo que utilizaban, la mayoría
tenían parches.

—Me siento cómodo llevando algo como esto ¿Qué te parece, se ve bien?

Chan observo la silueta delgada de Hongjoong, llevaba puesto una hermosa vestimenta
larga de color negro, con costuras doradas y plateadas.

Muy elegante a la vista.

Hongjoong no se preocupo en cubrir su rostro por que ahora estaban dentro de una
habitación, en una tienda de ropa.

Se movió libremente probando cada atuendo.

Después de comprar todo lo necesario para su viaje, fueron retirándose del pequeño
mercado. Sus cuerpos ya no aguantaban mas una sola caminata y Chan dispuso en buscar
un carruaje en alquiler.

Pero antes de que se movieran hacia uno, alguien los retuvo a mitad de su camino.

Se trataba nada mas y ni nada menos que, de Kim Kogyeol y Kim Wei. La respiración
agitada de Wei, denotaba la corrida que debió haber hecho.

—¡Joven Maestro Hongjoong, Chan! ¿Por qué se fueron de esa manera?

El humor feliz de chan se vino hacia abajo cuando vio a Wei de nuevo. Hongjoong se
pregunto una vez mas del porque su pequeño sirviente se mostraba molesto ante ellos.

«¡¿Qué quieren esta vez?!»

—¿No era evidente?—Resoplo Chan en dirección a Wei.

—Nosotros entregamos la carta, ya no teníamos nada que hacer ahí—Continuo


Hongjoong viendo el humor infeliz de Chan.

—¿Cómo es eso? Nuestro líder personalmente les visito ayer por la mañana pero se
encontró con que ustedes ya no estaban…

—¿Su líder nos visito?—Pregunto Chan incrédulo.

—¡Así es!—Contesto Wei, levantando una mano y jurando.

Kogyeol que observaba a un lado, comprendió la situación y no pudo evitar soltar un leve
carcajada después de escuchar las respuestas/preguntas de Chan.

—¿Mayor, Por que se ríe?—Interrumpe Wei a la persona de su lado, desconcertado por su


acción.
—Ellos no saben del contenido de la carta ¿Estoy en lo correcto?—Pregunto en dirección a
Chan y Hongjoong.

Quienes se miraron de reojo y asintieron lentamente.

—Sera mucho mas fácil si vuelven a acompañarnos. Estoy seguro que nuestro líder quiere
hablar sobre el sobre.

Hongjoong abrió los ojos y trago en seco. ¿Cómo estaba eso de que quería hablar con
ellos? ¿Qué pasa si le preguntan algo y no responde bien?

Hongjoong mira hacia Chan que se veía sumido en sus pensamientos.

«Tampoco que se le ve bien…¡No haya nada que temer! Estoy seguro que ese líder no hará
preguntas de mi vida…si en dado caso lo hace, responderé a lazar…»

—Pido un momento con mi Joven Amo, antes de ir con ustedes…—Pidió Chan, llevando a
Hongjoong en un lugar desolado.

—¿Me permite su mano Joven Maestro?—Pregunto Chan con las manos ardiendo en
llamas.

«¡¿Eh? ¿Este niño que hará ahora?!»

—¿Chan…q-que pasa, por que necesitas mi mano…?—Tartamudea Hongjoong, alejando


ambas manos.

Chan tomo su mano impaciente. Hongjoong cierra los ojos fuertemente y espera a que
Chan haga lo que tenga que hacer.

Al no sentir nada decide abrir los ojos uno por uno.

—Déjeme ver su cabello por favor…

Hongjoong sin entender nada de principio a fin, hace caso a las palabras de Chan.

Su hermosa cabellera larga de Blanco Grisáceo se vio cambiado a un color mas Oscuro que
la noche, con ello resaltando su piel blanquecina. Sus ojos fue lo único que quedo impune
ante el cambio, dándole otro tipo de belleza.

—¡Oh! ¿Era esto lo que planeabas hacer?

—Claro ¿Qué mas habría hecho?—Chan asintió con obviedad, observando que su magia
dure lo suficiente.

—¿Eh? Estoy seguro que nada malo…Vamos—Hongjoong decidió cortar la conversación


has aquí.


Kogyeol había desaparecido del lugar y solo se encontraron a Wei sujetando las riendas de
un carruaje.

Wei al verlo con su cabello negro, no dijo nada y ni sospecho nada, en su lugar les
indicando subirse dentro.

—…

Hongjoong no pensó mucho y se subió junto a Chan detrás de el. Chan envió una mirada a
sus alrededores, asegurando en que Kogyeol de verdad no se encontrara.

En caso de él haya mentido, los haya seguido y visto lo que hiso con su Joven Amo.

Absolutamente nadie puede ver el aspecto original de su Joven Amo. Su padre , que en
paz descanse, siempre le comento que su Joven Maestro es algo especial y que su aspecto
no atraería cosas buenas, si alguien llegara a verlo.

Desde que tiene memoria, chan siempre a tenido preguntas sobre la identidad de su Joven
Amo. Solía preguntarle a su padre en cada momento del día pero éste siempre se negaba
a contestarle.

Esto duro hasta que tuvo sus quince años, a partir de entonces dejo de preguntar y solo
comenzó a preocuparse por cuidar bien de su Joven Amo, algo que su padre le repetía
cada minuto de su vida.

—El Joven Hongjoong es muy especial…tan especial que ni su padre y su querida madre
pudieron soportar la carga…En vez de un milagro, parece una maldición—Suspiro
impotente el padre de Chan.

—¿A que se refiere papá? ¿Qué carga? ¡El Joven Hongjoong siempre estuvo solo! —
Pregunto el pequeño Chan, sin desviar su atención en recoger las futras del suelo.

—Nada mi pequeño, sigue recogiendo las frutas de buen aspecto. El Joven Hongjoong
espera pacientemente a que se lo lleves—Dicto el padre con una sonrisa.

—¡Si, yo estoy aquí para cuidarlo y mientras este vivo, no le pasara nada, te lo juro!—Grito
el pequeño tomando una fruta roja de buen aspecto.

La limpio con su ropa y se la llevo hacia su Joven Amo, sentado no muy lejos de ellos,
observando el atardecer.

Chan reacciono ante el repentino recuerdo de hace mas de cinco años. Esa vez, su Joven
Maestro había caído otra vez en cama por una semana entera. Después no volvió a salir a
ningún lado, optando en quedarse dentro de su habitación, postrado en su cama, aun
cuando no estaba enfermo.
Ahora, eso había cambiado.

Ellos se encontraban sentados en este carruaje, disfrutando de la libertad que nunca


habían sentido.

Su Joven Hongjoong observaba en silencio fuera de la venta, su expresión tranquila le dijo


estar de buen humor.

Algo que antes no existía.

—Siempre lo protegeré Joven Hongjoong…—Sin querer susurro sus pensamiento.

Hongjoong escucho un pequeño susurro de su lado y giro a ver su pequeño sirviente.

—¿Dijiste algo?

Chan negó inmediatamente, Hongjoong le miro sus expresión nerviosa y de cierta forma
logro contagiarlo. ¡Ahora él se sentía nervioso de llegar!

Andaron por media hora y vieron a lo lejos la entrada principal de la secta.

En cierto punto del camino, se toparían todos un camino en forma de cruz, donde te
llevaban en diferentes lugares. Normalmente, todos tomarían el lado derecho porque ahí
es donde te guiaba hasta la Ciudad Tres Montañas.

Y ellos tomaron el lado opuesto, ingresaron en las anchas puertas. No había ningún
persona en los alrededores, Wei no dijo nada sobre esto porque la seguridad de las
puertas no requerían personas que vigilara.

Wei detuvo el carruaje y llamo al par dentro del carruaje, caminaron por un sendero
repleto de naturaleza. No tomaron el camino principal, donde te llevaran hacia el centro
que ahí estaría el mismísimo Líder de la Secta.

Wei noto las interrogantes de Hongjoong y Chan, explico rápido.

—Nuestro Gran Líder no se encuentra ahora, el segundo al mando que es su hermano


menor, fue quien tomo la carta en su lugar. Déjame decirte que tienes suerte de que sea
nuestro Sub Líder quien esta presente…Ahora mismo esta tomando un pequeño descanso.

—Que agradable escuchar eso…—Respondió Chan con una sonrisa irónica.

Wei capto la ironía en las palabras de Chan pero no intento hacer o decir nada, guardo
silencio y solo siguió caminando hasta ver desde la distancia un pequeña casa construida
cerca del rio.

Vio en ella varias personas en guardia, ninguno se tomo la molestia de ver los que
llegaron, simplemente actuaron como estatuas.

—Nuestro Sub Líder, solo pide la presencia del Joven Hongjoong.


Chan frunció el ceño con desagrado, reacio a separarse de su Joven Amo pero entendió el
punto de lo que significaba.

Reunión confidencial, que mas tarde Hongjoong le diría.

—E-esta bien, Chan espera aquí pacientemente, no hagas nada malo ¿Ok?—Advirtió
Hongjoong siendo llevado dentro.

«¡Demonios! Lo que me faltaba! Esto era algo que quería evitar desde un principio, solos
con el sub líder…estoy perdido ¡Dios no me abandones!»

No quedándole otra opción, Hongjoong ingreso por la puerta con el corazón palpitante en
su garganta.

Sentía que en cualquier momento podía vomitar todo lo que comió en el pueblo.

Fue guiado al otro lado de la casa, específicamente en el patio. En las sombras de un árbol
alto, una mesa y dos asientos desocupados, se encontraba una sola persona observando
algo mas haya del cielo.

El té en la mesa, aun conservaba su calor por el leve vapor que desprendía. Tambien se
veía algunos informes apilados aun lado.

«Sigue trabajando a pesar de tener un pequeño descanso…¡Muero de nervios! ¿Qué será


lo que dirá?»

Hongjoong intenta toser para atraer la atención de la persona de frente, el sonido que
producía el agua al menos lo mantenía con un poco de tranquilidad.

Pero sus manos no podían evitar retorcerse de bajo de sus mangas anchas y largas.
Comenzaba a sentir un poco de sudor en su espalda, incomodándolo.

«¡Vamos, terminemos rápido con esto! ¿Qué esperas, por qué no volteas hacia aquí? ¿No
me llamaste, por qué siento que deliberadamente me ignoras señor sub líder? ¡Ah!...»

Hongjoong estaba a punto de tomar la iniciativa de hablar, inesperadamente el Sub Líder


giró hacia el con una sonrisa normal.

—¿Tú debes ser Hongjoong? Es un gústo, por favor acompáñame a tomar un poco de té.
Mi hermano mayor no se encuentra por el momento, yo tomare su lugar para hablar
contigo…—Hablo con una voz tan suave al indicarle sentarse en el otro asiento.

Hongjoong se olvido hacer el saludo de inclinarse y juntar las manos, solo siguió las
indicaciones del Sub Líder y tomo asiento con la boca seca. Este gesto, no paso
desapercibida de la vista del Sub Líder, dejando escapar un pequeña risa por verlo tan
nervioso.
Talvez el tener ahora un cuerpo de adolecente y no la de un adulto corpulento, provoco en
él uno que otro cambio de personalidad ¿Por qué de pronto se sintió anormal con este
Sub Líder delgado? ¿Sera porque su cuerpo de antes es lo que lo mantenía en constante
confianza y sin temor por nadie?

«¡Necesito mi cuerpo de antes, esta sensación de inferioridad no me gusta!»

—Yo conocí a tu padre…—Empezó de repente, tomando por la culata a Hongjoong.

—¿Mi padre?

«¡Vaya manera de empezar una conversación! Estoy muerto…Sub Líder, le pido que no me
pregunte nada del padre del cuerpo original ¡Se lo pido!»

La voz interior de él gritaba por piedad, algo que en el exterior no se veía, trataba lo mas
que podía en tomar una expresión serena y sin afectaciones de nada.

—Los recuerdos de cuando lo conocimos por primera vez, siguen vívidos en mi memoria…
Mi familia siempre estuvo muy agradecida por lo que hiso por mi hermano mayor…—
Habló tomando una pausa a mitad, después de ver la poca reacción que hiso Hongjoong,
continua.

Hongjoong se mantuvo erguido en su asiento, escuchando atentamente lo que salía de la


boca del Sub Líder.

—En aquel entonces, mi hermano mayor le entrego en la mano muchas cosas valiosas a tu
padre, para pagar devuelta lo que hiso por él. Quien como persona nos demostró ser
alguien amable y sencilla, rechazo enseguida todo y no exigió nada de vuelta…

Debajo de la tela que le cubría su rostros, Hongjoong le dio un tic en la esquina de sus
labios al escuchar semejante información valiosa.

«No estoy entendiendo ni una mierda de lo que habla este señor, pero estoy seguro que
me servirá algún día…»

—Aun que después se retiro a un lugar muy lejano, sin ninguna comunicación entre
nosotros. Mi familia nunca olvida a aquellas personas que hacen tanto por nosotros, sin
recibir nada a cambio. Por eso, siempre mantuvimos la promesa de algún día pagar aquella
deuda con tu padre, sin importa los años que pasaran…

Por un segundo, el corazón de Hongjoong se sintió tan inquieto y él ansioso. Presintiendo


que algo malo, cambiador de vida se avecinaba hacia su persona.

—Por eso mismo, no tenemos objeciones con la petición de tú padre…Nosotros


aceptamos—Mencionó al final, sorbiendo un poco de su té, su mirada en la silueta de
Hongjoong.
Algo exploto dentro de él, su cuerpo que ardía por alguna razón, se volvió frio como el
hielo.

«¿Qué…le…sucede…mi cuerpo? ¡Mi mano…no deja…de temblar!»

El Sub Líder frunció el ceño, al no tener ninguna respuesta de parte de Hongjoong. Vio
como la mano que sostenía el té que le entrego, temblaba y en segundo dejo de hacerlo.

Talvez por el cansancio que acumuló en días pasados, hiso que viera la normalidad que
mostro el color de piel de Hongjoong que se había vuelto tan pálido, como el frio.

Hongjoong ajusto su voz y calmo su mente tumultuosa, clavo su mano en su palma con
fuerza para reducir su ansiedad, sin importarle hacerlo sangrar.

—Yo...Discúlpeme, pero hasta ahora…no tengo la menor idea de lo que esta tratando de
decirme. Según recuerdo, mi padre nunca me ha mencionado nada sobre esto. Por favor,
le pido amablemente que guie a esta persona ignorante…

—…

Se escucho el tintineo de las porcelanas chocar unos con otros. El Sub Líder había dejado
su té en su lugar y levantarse de su asiente, ingresar a su casa y salir con un sobre familiar
en la mano.

—Ya veo, tu padre nunca nos considero parte de su futuro, personas como él son escasas
en este mundo. Hace aproximadamente 30 años, mi hermano y yo estuvimos apunto de
perder la vida en manos de una bestia legendaria. Tal vez fue nuestra arrogancia a
creernos fuertes o la ambición de nuestros corazones de tener en manos una bestia Toro
Cósmico, lo que nos llevo a luchar contra él. Mi hermano mayor me pidió alejarme pero
me negué, desde lejos observaba como la vida de mi hermano mayor se le escapaba
lentamente. Hasta que de la nada, apareció tu padre y venció a la bestia con cinco
estocadas con su báculo. Vivió con nosotros por seis meses y se fue sin decir ninguna
palabra, ninguna despedida por su parte. No supimos nada de él por varios años, hasta la
llegada de una carta a nuestras puertas.

Hongjoong tomo una carta que le entrego al Sub Líder, un sobre particularmente familiar
para él.

—La carta fue de hace 15 años…

«¿Una carta vieja? Por el aspecto, debieron de guardarlo muy bien...»

Hongjoong abrió lentamente la carta. No tenia remitente pero el contenido ya nos daba la
idea de quién se trataba.

(Desconocido):
Hola.

Siento mucho retirarme de esa forma. Estoy bien, me case con alguien que amo y ya
tenemos un hijo.

Mi hijo se llama Hongjoong. Soy feliz y afortunado de tener una familia.

Gracias por el hospedaje de seis meses.

—¡Tu padre siempre fue de pocas palabras! Jajaja—Dijo riéndose con suavidad al recordar
viejos momentos.

A pesar de no ser su verdadero padre, por alguna razón surtió un efecto de tristeza y
alegría en su ser. Talvez fue por el hecho de no tener padres en su vida pasada que
termino afectándolo o por que tiene el cuerpo del original ¿Acaso el alma del cuerpo
origina, aun yace dentro de él?

«¡Pensamiento aterrador! Deja de pensar en eso…»

La doblo como la encontró y envió de regreso a las manos del dueño.

—Esta carta fue el que me entregaste ayer, tiene el aspecto de haberse escrito tres años
después de ser enviada la primera carta.

Hongjoong dudo en tomar el sobre, pero no le dieron la oportunidad en pensarlo por


largo tiempo, la carta ya estaba en sus manos.

—…

(Desconocido):

No se como expresar esto en un escrito pero…mi amada esposa me dejo hace tiempo por
una maldita enfermedad, que se esparció en todo el lugar.

Al igual que ella, tampoco seré afortunado de pasar mi vida entera a lado de mi pequeño
hijo. Mi vida cuelga de un hilo delgado, a punto de pisar la puertas de la muerte.

Hoy mas que nunca, imploro a los dioses por la salud y el bienestar de mi hijo en los
siguientes años de soledad.

Si esto nunca pasara, no tendría la necesidad en estar escribiendo una segunda carta
dirigida hacia ustedes, con relación de aquella vez que le salve la vida a Jaejoon.

Espero que esta petición egoísta llegue a cumplirse.

Si ninguna de sus hijas esta casada, espero que acepten a mi hijo en tomarle la mano a
una de ellas.
Es mi único deseo, antes de partir.

Gracias de antemano.

Hongjoong presionó sus manos en la hoja.

«¡Que mierda! ¿Casarme, ahora? ¡Quiero buscar mi pareja!...Solo espero que sea una linda
flor…»

—Siento mucho lo de tu padre…—Dijo en su dirección, de pronto se sumergió en algunos


de sus recuerdos.

Hongjoong no quiso contestarle. Debía fingir alguna tristeza por el padre del cuerpo
original, si no lo hacia ¿Eso que significaría, que no quiso a su padre? Volvió en dirección a
las montañas lejanas con una expresión melancólica.

Sumido en el silencio por unos minutos en todo el lugar, a pesar de los cantos armónicos
de algunas aves, el silencio era amargo para ellos.

Los pensamientos de Hongjoong estaban en flote en varios lugares. Luego de regresar en


si, el Sub Líder se tomo la molestia de interrumpir sus pensamientos y destruir sus deseos.

—No tenemos ninguna hija, todos son hijos talentosos…

«¿Uh?...¡¿Eh?!»

—¡Yo!...¡N-no tengo ningún problema en vivir mi vida solo! No es n-necesario cumplir


esto, de verdad…¡Estoy bien! no tienen que molestarse ¡Su hermano comprenderá que no
hace falta!…—Tartamudeo Hongjoong, negándose ante tal petición de su “padre”.

—Ciento mucho esta situación, pero mi hermano mayor piensa lo mismo que yo y fue la
única voluntad de tu padre. Nosotros tenemos una deuda con él, no podemos dejar aun
lado esto y hacernos de la vista gorda. Es imposible Joven Hongjoong…—Contesto con
seriedad el Sub Líder, no pensaba rechazar esta petición.

—……Pero yo……—Intentó interrumpir Hongjoong, pero la mirada que le dio el Sub Líder,
le daba a entender que nada de lo que diga o haga, lo haría cambiar de opinión.

La decisión ya estaba tomada.

Esto es lo que la gente necesitaba en este mundo, personas cumplidoras de sus promesas
y no solo hablar por hablar.

«¡Yo no necesito esto ahora!»

El cuerpo completo de Hongjoong empezó a temblar de ¿Enojo, miedo, otra razón?


—……E-entonces será como mi padre dicte, después de todo f-fue su ultima voluntad……—
Susurro Hongjoong con resentimiento oculto.

—El hijo mayor de mi hermano mayor, será con quien te casaras. Por el momento no se
encuentra, por favor espera dentro de dos meses para conocerse —El Sub Líder de secta le
sonrió de regreso.

—Yo…debo regresar ahora…—Anuncio Hongjoong dejando el té y preparado para


retirarse.

—¡Espera un momento!...Como serás mi futuro sobrino, escuche que algo te paso en el


rostro ¿Te molesta si le doy un vistazo?

Hongjoong rugió dentro de el, apretó sus manos en puño y por poco deja escapar un
bufido delante del Sub Líder.

—…Claro…

Sin importarle una mierda, por su evidente enojo, se quita el velo que le cubría su rostro,
sin cuidado.

Esto provocando que dejara escapar un quejido, al rosarlo con sus uñas cuando tomo la
parte superior.

Al escuchar el quejido de Hongjoong, el Sub Líder frunce el ceño con preocupación


verdadera.

Las cicatrices invadían el rostro de Hongjoong, sus labios parecían unas deformidades. Las
cuchilladas que recibió aun eran muy visibles, a la vista de todos estas cicatrices no
parecían curarse dentro de tres meses.

Las mujeres chillarían por disgusto y huirían enseguida de él. Solo si mantuviera la tela en
su lugar, sus hermosos ojos harían su trabajo en atraer la atención.

Pero si lo quitaba, nadie se atrevería a darle un vistazo, por muy hermosos que fueran sus
orbes azules.

—Esto es sorprendente, ni siquiera nuestro mejor sanador logro restablecer tu apariencia


original. Lo que sea que te haya tocado, no pensaba dejarte impune. Estas cicatrices no
son cualquier cosa…¿Ya te contaron sobre las Tres Colinas?—Pregunto mientras analizaba
de cerca el rostro de Hongjoong.

—Si señor. Estoy apunto de partir en dos días…

—¿Quieres que te mande algunas escoltas o cosas necesarias?

—No necesita hacerlo, nosotros ya tenemos preparado todo.


Hongjoong volvió a colocarse el velo y se despidió adecuadamente. Después de darse
vuelta, cayo en cuenta que nunca estuvieron solos.

Miro discretamente a su alrededor, percatándose en que seguían como estatuas en su


lugar, tal vez ninguno de ellos vio su rostro.

«¡Definitivamente nadie debió de haberme visto!...»

Piso el interior de la casa para salir en la puerta principal, por donde había ingresado.

Cada uno de los presentes, al fin pudieron tomar el aire con cómodida. Desde que vieron
ingresar un desconocido, normalmente todos contuvieron el aire por mucho tiempo para
ser invisible a la vista de cualquiera y no molestar a nadie.

Por tanto entrenamiento, todos tenían los sentidos agudos, por ende, ninguno podía evitar
escuchar las conversaciones. La gran curiosidad los mato y todos decidieron echar una
pequeña mirada rápida en dirección a Hongjoong.

Todos sorprendidos por lo que sus oídos captaron y sus miradas vislumbraron.

¡El Joven Maestro, hijo mayor del gran líder estaba comprometido desde hace mucho
tiempo! ¡Desgraciadamente su pareja tenia el rostro desfigurado, mala obra del cielo!

Sus cuerpo sudaron de ira por parte de las jovencitas, de felicidad por parte de los jóvenes,
al tener la oportunidad de conquistar aquella dama, que siempre sigue el hijo mayor del
Gran Líder.

Cada quien sumido en sus emociones. No dudando en platicar esto con sus demás
hermanos y hermanas, después de terminar su turno de guardia en la casa del Sub Líder.

Por supuesto que el Sub Líder sabia que los presentes escucharon toda la conversación, no
tenia la intención de callarlos e impedir que difundieran la noticia.

Puesto que tarde o temprano todos se enterarían. Además, aprovechando esta agradable
noticia, podrá alejar aquellas personas que siempre solicitan urgentemente en que su
sobrino mayor se case con una de sus hijas.

Haciéndoles creer que este sobrino suyo no le gustan las mujeres. Así se retirarían en sus
casas con todas sus armas llenas y sin mover.

Sabia perfectamente que esas personas solo ambicionan el poder y todo lo que la Secta
CBeT posee. Nadie, absolutamente nadie de esas personas tenían buenas intenciones hacia
ellos.

Y esta carta llego en el momento justo, que todos se enteren que nadie tendrá la
oportunidad de tocar lo que su secta tiene.
—Cuando tenga un hijo, te concedo la oportunidad de escoger su nombre ¿Qué dices?—
Menciono, sonriéndole al joven de 17 años.

—¡Eso seria genial!—Contesto, correspondiendo la sonrisa.

—El nombre de mi hijo, esta en tus manos. Dime ¿Que tienes pensado ahora? Pareces
emocionado por algo—Pregunto de regreso, levantó con sus manos una caja de dulces.

—¿Yunho?...

—¿No es el nombre del pequeño sobrino que tendrás?—Señalo inmediatamente, la caja


en sus manos envuelta ahora en una tela vieja.

—¿Hongjoong?...¡Me gusta Hongjoong!—Informo con emoción, observando la pequeña


maleta del otro.

Se preguntaba por que estaba de pronto, guardando sus cosas. Pero no lo pensó mucho
tiempo, termino ignorándolo al final del día.

—De haber sabido que te irías esa misma noche, yo…—Su voz tembló ligeramente.

Sacudió su cabeza, como si eso le sirviera alejar aquellos recuerdos que le llegaron sin
avisar, atrayendo aquellos suprimidos sentimientos dolorosos.

—Jun.—Llamo el Sub Líder de la nada, guardando ambas cartas con cuidado.

En un parpadeo, alguien apareció en las copas de los arboles, lejos de la vista de lo


aprendices en guardia.

—Maestro.

—¿Cuándo llega mi sobrino?—Preguntó, mirando las hojas verdes flotando en su tasa.

—Tengo entendido que estará presente en el reclutamiento de aprendices que se realizara


en un mes y medio.

—…¿Mas tiempo? Ese niño se vuelve mas rebelde con el pasar del tiempo— Resopla con
un enojo falso, agrega—¿Yunho?

Dejo la tasa y se acomodo en su silla para alivianar los hombros tensos, presintiendo
enseguida, que algo malo se avecinaba.

—Su misión se extendió hasta un mes mas…—Jun informó, preocupado por su hermano
menor que había acompañado al Segundo Joven Maestro.

—¡Ese niño…! Claramente le di indicaciones severamente claras en esta misión ¡Que audaz
de su parte! ¿Qué sucedió?

—…Tengo entendido de que la bestia estaba acompañado por dos más, al parecer se
confió…la mitad de ellos fueron mordidos por una serpiente roja, están inconscientes y los
sanadores, dieron indicaciones de no permitirles mover ningún musculo a los afectados.
Una cuarta parte de la otra mitad, les dieron de baja.

Talvez habría perdonado a su sobrino, si la ultima parte no fuera mencionada. Su


semblante cambio radicalmente, su rostro tomo un aspecto severamente pálido.

—¿Llamo a un Sanador, Maestro?—Pregunto Jun, su expresión cambiando bruscamente.

En estos días, sus emociones cada vez eran mas fuertes. Algo que debía evitar a toda costa.

—…estoy…bien—Contesto jadeante, hurgando entre sus ropas en busca de un pequeño


frasco, lleno de un liquido verde oscuro.

Se la tomo inmediatamente en cuanto la encontró, con ellos su cuerpo se tranquilizo y su


tez volvió a la normalidad.

El sub líder se hecho hacia atrás en su silla, su largo cabello negro, desparramado como
una cascada.

Tosió varias veces, se puso de pie y se dirigió en las orillas del rio.

—…Ya puedes retirarte.

Después de verlo tomar su habitual medicina, Jun pudo partir sin preocupaciones.

—Hermano…estoy cansado—Susurró con cierta melancolía, justo cuando el viento pasaba,


ahogando sus palabras.

«¡No hay un dios, no creo en ninguno! DIOS PORQUE ME ABANDOMASTE»

—¡Chan! No me siento bien, vamos a casa ahora—Anuncio Hongjoong, en cuanto piso


fuera de las puertas.

Todos los del exterior, ajenos ante la situación de lo sucedido en el interior, no prestaron
mucha atención su retirada.

—¿Joven Maestro, qué sucede?

—Te c-contare llegando a la casa.

Ver salir a su Joven Amo con una expresión de molesta y miedo, lo hiso enojarse hasta la
preocupación ¿Qué le habrá dicho ese maldito Sub Líder?

Las piernas de Hongjoong repentinamente perdieron la fuerza, por consecuencia dejó de


moverlo, lo que casi lo llevo a caer de bruscamente hacia adelante.

Si no fuera por su pequeño sirviente, que reacciono rápido y lo tomo en sus cortos brazos,
ahora estaría gimiendo de dolor por algún hueso roto.
Sabia que su cuerpo era tan débil, que por una pequeña caída, le costaría la vida. Se sintió
tan miserable siendo sostenido por un cuerpo mucho mas pequeño que el suyo.

Su descuido, asusto duramente el corazón delicado de Chan. Casi le da un infarto el solo


pensar que su Joven Amo, pudiera haber desaparecido de la faz de la tierra por culpa de
los escalones.

—¡¿Joven Maestro, qué le sucede, algún dolor repentino en sus piernas, dígame?!

—N-nada de eso, es solo que…ayúdame, llévame hasta Wei, te contare en la casa, aguanta
un poco…—Explico e insistió al mismo tiempo, evitando soltar la información que
involucraba su persona.

—Estoy más preocupado que nunca…—Dijo de regreso Chan, sujetando firmemente a


Hongjoong.

Pero eso ya era demasiado tarde. Después de que se retiro de la casa del Sub Líder, una de
esas personas que tomaba su turno de guardia, corrió de regreso al centro de la secta, en
busca de sus personas cercanas para soltar todo lo que escucho.

Ubicado hacia el oeste, dentro del rango del país de Veldicyan, se encontraba dentro de un
bosque considerado muy peligroso entre los locatarios, un hermoso valle oculto entre la
neblina.

Este lugar estaba protegido por un encanto mágico que evitaba el acceso de cualquier
persona o animal salvaje.

Encanto mágico que fue instalado hace cientos de años. Ahora que el creador de este
poderoso encantamiento, al fin despertó, la barrera volvió a un estado de debilidad. Que
solo dentro puede ser destruido.

Al centro de esto existía cierto espacio, donde los arboles rodeaban un gran agujero que
tiraba hacia adentro, todo el agua que circulaba en todo el sitio.

La altura de este agujero te permitiría tener una muerte segura, en dado caso si llegaras a
caer accidentalmente.

Ahora, en el centro del agujero, se asomaba un tumulto de rocas transparentes brillantes.


Sobre ella estaba colocado un ataúd del mismo material que las piedras, solo con la
diferencia de no permitirte ver a la persona que ocupaba el ataúd.

La tapa que cubría el ataúd, se movió ligeramente, como si la persona de adentro tratara
de Salir.
Después de este ligero movimiento, todo el lugar contuvo el aliento, deteniendo por
completo aquello que tenia movimiento.

El agua que caía, se quedo suspendida en su lugar. Las aves que aleteaban, los indefensos
animales que corrían por diversión quedaron estáticas. El tiempo se había detenido en
todo el perímetro, sin cruzar fuera del encantamiento.

Pero las vibraciones y el empuje violento en el aire que surgió cuando la tapa se abrió, no
fue detenida por la barrera. Cruzo todo obstáculo hasta llegar a las aldeas y condados
cercanos, moviendo sin parar el suelo debajo de ellos.

El vaso de barro puesto en la orilla de una mesa, cayo al suelo por la sacudida.

—¿Qué fue eso?

Todas las personas expresaron sus pensamientos al sentir el temblor. Sus corazones en
medio de un tumulto de preguntas.

—¡Emergió del Bosque de las Neblinas!—Alguien de pronto grito.

—¡¿Algún nacimiento de una bestia mitológica?!

Los pequeños abrazaron a sus familiares con temor, los adultos fingieron calma ante ellos
para no asustarlos, pero sus expresiones nos los ayudaba para nada.

Así como este temblor llego, se fue después de haber creado un caos en las pequeñas
aldeas.

Aquel temblor se expandió hasta la gran ciudad Valle escarlata, con la diferencia de que la
sacudida no fue mas brusca.

—...¿Esta temblando?—

—Iré a investigar.

—Ten cuidado.

Solo cuando el temblor se detuvo, el lugar volvió a la normalidad, como si no hubiera


pasado nada.

El agua cayo con su habitual ruido y los animales volvieron a correr llenos de energía.

Dentro de una pequeña rendija, que se creo al deslizar un poco la tapa, apareció una mano
transparente y delgada hasta los huesos. Al sujetar los bordes de la tapa, esta temblaba sin
descanso.

Y como si esto fuera solo una ilusión, una mala jugada de nuestro cerebro, aquella mano
tomo la tapa y la aparto sin aplicar ningún esfuerzo.
La tapa del ataúd, salió volando a un lado hasta caer y adentrarse en las profundidades del
agua.

El choque que tubo con el agua al aterrizar, demostraba que su peso era nada ligero.

—…¿Mmm?

Así como estaba la mano, la condición del cuerpo entero concordaban, pero tambien se
trataba de un engaño ante los ojos.

—…

Un hombre desnutrido asomo la cabeza hacia fuera, su largo cabello cubría una parte de
su pecho desnudo.

Su mirada confundida observa de arriba hacia abajo todo lo que lo rodeaba. Respiro el aire
fresco y dejo escapar una risa fría.

Tomo un impulso y salto fuera del ataúd, con esta movimiento, la caja de piedra quedo
destruida detrás de él junto con el tumulto de piedras preciosas.

Al descender, sus piernas no reaccionaron a tiempo por los tanto años sin movilidad y
termino arrodillado con una pierna contra el suelo. Su cuerpo quedo a unos escasos
centímetros del agua.

Su silueta, demacrada por los años sin nutrientes, se vio reflejada en la trasparencia del
agua.

—…Al fin…—Susurro hacia su silueta en el agua, su sonrisa se volvió mas brillante y lleno
de maldad.

Extendió su palma abierta hacia abajo, luego la doblo hacia arriba, formo un semicírculo y
al final disimulo sostener algo.

El agua a su alrededor, creo esferas suspendidas en el aire y descendían hacia el cielo, uno
seguida de otra hasta rodearlo.

El hombre sonrió fríamente y cerro su palma, cada esfera de agua se congelo en sus
lugares. Un segundo después estos comenzaron a derretirse, seguida de una llama oscuro
que fue rodeando el cuerpo de cada esfera.

Luego de cerrar su palma, movió su mano formando una conjunto de formaciones que
solo él conocía. Las mas de treinta esferas, brillaron de otro color y extendieron la llamas
oscuras.

La vitalidad que poseía el hermoso lugar apartado, fue absorbida en poco tiempo por
aquellas esferas.
Dejando a su paso, cadáveres de todas la especies que habitaban el bosque y la
putrefacción de los arboles, plantas y flores. Sin la excepción de nada, hasta el agua
cristalina desapareció.

La hermosa vista desapareció en un segundo.

Cuando la ultima gota de vitalidad del bosque fue absorbida, el hombre junto sus manos
sin esperar tanto tiempo.

—¡Fusionar!

Las esferas blancas se unieron en una sola hasta tener una gran llama en el centro. Se
escucho el crujido de algo destrozándose, las llama en el centro desapareció como el
humo, dejando una pequeña esfera roja.

—¡Ahí estas!

La esfera roja floto hacia el y la tomo entre sus dedos delgados. Su emoción fue tan
grande, que no se espero a observar su núcleo de energía, ni siquiera si este tuviera algún
daño y lo trago sin piedad.

Su núcleo rojo como el fuego avanzo dentro de su pecho, descendió hasta su propio lugar.
La luz que emanaba, se vio atreves de su cuerpo, apagándose al final.

La mirada perdida volvió con energía, su cuerpo huesudo regenero masa muscular, el color
gris de su cabello, se tiño del color de la noche, excepto un mechón de él que tomo un
color dorado.

Su apariencia demacrada desapareció y fue sustituida por un fornido cuerpo alto y rostro
atractivo. Maduro como una fruta en primavera, lleno de jugo y delicia.

—Justo como lo recuerdo.

La juventud que una vez recuerda haber poseído, volvió a él como si regresara en el
pasado.

Salto fuera del agujero y sus pies descansaron en una superficie limpia. Ignoro todo el
desastre, su cuerpo desnudo se desplazo hacia el frente, hasta llegar en los limites de la
barrera.

Detuvo su paso y dejo escapar una pequeña risa de satisfacción.

—Creí que estabas muerto ¿Cuándo te despertaste?—Giro detrás de él, encontrando a su


subordinado arrodillado ante él.

Su vestimenta era la misma que pertenecía en aquel año, asegurando que nadie de esta
generación podría reconocer los símbolos costurados en ellas.

Ahora, ya debería de haber desaparecido hace mas de cincuenta años o más.


—Bienvenido de vuelta, mi señor —Saludó con una emoción oculta, sus manos extendidas.

De la misma manera.

Sostenía un conjunto de ropa elegante y encima de todo esa vestimenta de buena calidad,
se encontraba el arma favorita de su Amo.

—¿Guardaste todo esto?—El hombre frunció el ceño, tomo sus pertenencias y sonrió
satisfecho por la eficaz de su subordinado.

—Mi señor, desperté antes de lo programado, más especifico, un año de lo acordado.


Alguna falla cuando selle mi ataúd, no existe ningún daño de mi parte por este gran error
que cometí. Me gustaría compartirle toda la información que he reunido en todo este
tiempo.

—Eso estaría genial, pero ahora solo me importaría tomar una pequeña siesta verdadera.

El subordinado asintió en acuerdo, pidió respetuosamente la mano de su Amo. Este se la


entrego sin pensarlo dos veces y en un parpadeo, ambos desaparecieron como el humo.

—Chan…¿Dime que es broma? Jajaja—La risa de Hongjoong pareciera como si le


provocara dolor.

Hongjoong no aceptaba esto en lo absoluto. Renació en este lugar con una gran belleza y
se iba a casar con una mujer de gran belleza, en un futuro planea tener un montón de
hijos con una gran belleza.

Pero eso ¡Se estropeo! Ahora esta unido con un hombre. Claro que no tiene nada en
contra de los homosexuales pero ¡él no es un gay!

—De todo lo que le pudo ocurrir a mi padre ¿Tenia que ser un matrimonio?

Hongjoong observo a Chan lleno de amargura.

—Te juro que si quisiera…!—Hongjoong apunto a su cuello simulando un cuchillo con los
dedos.

—¡¿Qué dice Joven Hongjoong? No conjure el mal en usted, se lo suplico!

Hongjoong caminaba en paso rápidos de un lado a otro, como si hacer eso, lo llevara a
encontrar una solución a su problema. Es como si hubiera ingerido tanto café que se sintió
muy enérgico, sin temor a hacer alguna tontería.

—¡Tienes razón! Entonces…¡Huyamos de aquí, vámonos lejos!—Sugirió un minuto, pero al


segundo siguiente, negó con firmeza.
¿Por qué el tenia que huir? Eso no era bueno para su imagen. No era el tipo de persona
que huía de sus propios problemas ¡No! Era mas, alguien que enfrentaba sus problemas de
cara a cara.

O eso era lo que podía hacer cuando aun tenia su cuerpo, aquello era lo que le
proporcionaba valentía. Nada lo intimidaba, por lo que enfrentar sus problemas cara a
cara, no era un problema.

—Digo que no esta malo…—Comento Chan en un susurro.

Hongjoong como si estuviera poseído por un demonio, gira su cabeza hasta ver su propia
espalda, asustando a su pequeño sirviente.

—¿Qué…dices…Chan?—Siseo palabra por palabra, continua—¿De que lado estas? ¡Estoy


comprometido con alguien!……¿No dices estar preocupado por mi bienestar? ¡Esto me esta
haciendo mal!

Chan se levanta y toma de las manos al Hongjoong inquieto, este le queda viendo con
unas pequeñas lagrimas, apunto de escapar.

—Precisamente porque me preocupo de su bienestar y es que veo, que este compromiso


no esta mal. Se va a casar con el hijo de un líder de secta ¡Eso le resuelve el problema de
nunca estar desprotegido, como siempre debe ser! Tal vez tú padre y mi padre pensaron lo
mismo antes de fallecer…ahora entendemos porque mi padre, gasto sus pocas energías
para darnos esta carta ¿Entiende?

Hongjoong negó enérgicamente la cabeza. Chan le mira mal, deja escapar un suspiro y
regresa a su lugar, con la mirada al suelo.

—¡T-tengo suficiente contigo a mi lado, eres muy fuerte y capaz! Eso es todo lo que
necesito, no hay mas.—Dijo Hongjoong, acercándose a Chan.

Por primera vez, los ojos de Chan mostraron una gran molestia por sus palabras.

—Precisamente por eso, es que debe casarse…No me considero muy fuerte ¿Olvido que
casi fue herido por esa bestia? ¡Soy inútil, no puedo protegerlo adecuadamente!...

Hongjoong dejo a un lado su caso y recordó al padre de Chan. Su apariencia miserable


cuando le entrego la carta, su única petición a cumplir después de fallecer.

Se sintió indefenso por el recuerdo, su corazón se ablando y acepto a duras penas el hecho
de estar comprometido con un hombre.

Tal vez no ahora pero cuando vea a ese hombre, le hará la vida imposible para que él
mismo rompa su matrimonio. Hará todo lo posible, a espaldas de Chan, para disgustar al
hombre y alejarlo a toda prisa.

—Esta bien…—Contesto Hongjoong dejando caer su cabeza en los hombros de Chan.


Chan le dio un par de palmaditas. Sabia que será difícil aceptar casarse con un hombre,
pero apoyara y ayudara a aquel hombre para que conquiste a su Joven Amo.

¡Es que esta oportunidad es preciosas y no debe desperdiciarse así nada mas!

—Cambiando de tema ¿Que encontraste sobre el tratamiento de mi rostro —Pregunto


Hongjoong, pasando las manos sobre su rostro.

—Sobre eso…Estoy muy preocupado, porque no encontré mucha información respecto al


contenido que lleva la supuesta cura. Nadie la conoce porque ninguna persona de aquí a
sufrido una quemadura de sirena, entonces ¿Quién puede asegurarme que no le pasara
nada, tomando aquello?

—Mmm…Si ese es el caso, solo nos queda ir al sitio y averiguar detalladamente, de que va
esto de la cura —Hongjoong rezaba mil veces al día, para que su belleza regresara a él.

Sostuvo un espejo mediano, observa su rostro casi deforme. Si no fuera el dueño de esta,
ahora mismo creería firmemente que este rostro, en ningún momento tuvo una gran
belleza.

Los horribles cortes, lo hacían ver como un monstro de nacimiento y no lo que una vez fue.

—¿Cómo esta la ubicación, encontraste exactamente donde esta situado?—Dejo aun lado
su espejo, desplomo su cuerpo de regreso a su suave cama.

—Solo sé que se encuentra dentro de las Tres Colinas y que es difícil ubicarlo sin un mapa.
A parte, tengo entendido que nos llevara aproximadamente 10 días en llegar en las Tres
Colinas, sumándole a la búsqueda que iniciaremos del lugar indicado y el tiempo que
llevara su recuperación…supongo que en un mes y medio estaremos de regreso ¿Cuándo
dice que conocerá a su futuro esposo?

—¡Hey! No te atrevas a mencionar aun ese titulo, déjalo hasta ahí, apenas acabo de
olvidarlo. Me pone los pelos de punto el solo saber que ya estoy comprometido. Además,
ni siquiera sabe de mi existencia. Entre mas tiempo nos lleve, mejor. Aun, no me siento
listo para ver de quien se trata ¡Ni siquiera los dos meses, que tardara en volver de no se
donde, hará que me sienta preparado, necesito mas tiempo!—Hongjoong lloriqueo como
un pequeño niño travieso, sin sentir la mas mínima vergüenza.

Chan no dijo nada después, ya estaba todo dicho y escrito. Solo dispuso a darle palmaditas
suaves en el hombro, para consolar a su Joven Amo.

—Escuche que el Joven Maestro de la secta, es demasiado atractivo y de muy buen


carácter. Las. Mujeres se amontonan a su alrededor en cuanto lo ven…

Tambien intento animarlo un poco, con señalar el lado positivo de lo estaría ganando, a
parte de la inmensa seguridad del que estará a su alrededor.
—Pero yo no soy una mujer…—Señalo Hongjoong con un tono despectivo, haciendo un
mohín con la boca.

—No me refería a eso…pero, estoy seguro que harán una bonita pareja y…

—¡Para! Olvidemos este tema, ya le daremos atención en su debido tiempo—Con prisa


interrumpió a Chan, evitando el tema y de paso olvidarlo en todo su viaje—Mi rostro es lo
mas importante ahora, siento ganas de llorar el solo pensar que pueda quedar así…

—Joven Amo, no saque rápidas conclusiones con tan poca información. Estoy seguro que
todo saldrá bien, espera y vera.

Tres días después.

La capital Tres Montañas Altas, ahora se encontraba muy bulliciosa que otros días por un
rumor caliente que encendió a cada habitante. Dejándolos a cada uno sorprendidos y
emocionados por el rumor que relacionaba a la proclamada segunda Secta mas poderosa.

En varios puestos de Té fue donde la aglomeración charlaban “discretamente” sobre el


rumor, sin importar si estas personas oyentes venían de otros lugares.

A veces creían que era mas divertido, si la gente venia de otros lugar.

—¿Escuchaste? Se dice que el hijo mayor del líder de secta CBeT fue comprometido desde
que era pequeño con alguien que es repugnante hasta en la vista de un feo.

Los rumor interesante que involucran personajes poderosas, son propensos a extenderse
como la velocidad de un rayo, sin importa si se trate de una ciudad con gran complejo.

La desventaja de estos rumores, es la parte donde la gente agregan mas cosas, sin
importar si son falsas o con fundamentos validos, solo por el hecho de mantener el rumor
como una llama en los vientos.

—¿Eh? Parece que tus informantes son tan incompetentes al momento de investigar algo
como esto. Por su puesto que hay muchos errores en lo que dices. Tengo entendido de
que hace tantos años alguien le salvo la vida al líder actual desde que aun seguía en sus
últimos años de aprendizaje. Por lo que un compromiso fue hecho con sus hijos como
agradecimiento a su salvador. Un pequeño error que cometieron en ese entonces fue que
los hijos aun no existían, por lo que nadie sabia que la futura esposa del hijo mayor del
líder de secta seria alguien con discapacidad y rostro deforme, una mala obra del destino.
Con una verdad siendo escondida y opacadas por mentiras creadas en boca de tantas
persona o malinterpretadas por otra parte de ellas.

Perjudicando o favoreciendo una parte de los mencionados en el rumor.

—¡Eso fue exactamente lo que escuche! Además de todo eso, tambien se comenta que fue
encerrada por barios años en un lugar solitario. Siendo hasta ahora que la futura pareja se
verán la cara por primera vez y que por todo los rumores negativos que se dice de su
aspecto, se cree que ella solo llegara para escuchar la cancelación del compromiso.

A fin de cuentas, la gente solo quiere hablar y escuchar, metiendo sus narices en donde no
se les llama. Juzgando a cada uno como si fueran conocedores de toda la historio o vida
de una persona.

Sin importarles si son solo falsos o con fundamentos validos, al final lo que creen importa
es el pensamiento de uno mismo.

—Por supuesto que tienen que cancelarla o el hijo mayor del líder de secta, estará
condenado a ver un monstro en su hogar de día y noche.

Pero la verdad, siempre saldrá a luz, el tiempo nunca será un impedimento, será tu aliado.

—Estoy escuchando varias versiones ¿Cuál será la verdad de esta lista larga?

—…

Un grupo de jóvenes fruncían el ceño cuando escuchaban los tantos rumores diferentes,
que de repente surgieron de la noche a la mañana.

Algunos de ellos no les prestaban atención a esas palabras y solo caminaban


tranquilamente. Otros solo escuchaban y sentían unas ganas inmensa de empezar una
lucha.

Por supuesto que estos que tenían intención de pelear, eran bellas mujercitas que
admiraban al hijo mayor de la secta y odiaban el hecho de que este rumor falso se haya
extendido por todo el lugar, manchando la reputación de su querido Joven Maestro.

—¡Ustedes dejen de escupir estupideces y pónganse a trabajar!

Fue después de que escucharon como unos de esos conversadores fueron reprendidos,
que las jovencitas se sintieron un poco a gustas que siguieron su camino cómodamente.
Pero a su cuarto paso volvieron a sentirse malhumoradas ¡No dejaban de susurrarse!

Excepto una de ellas que se encontraba en medio del grupo, se mantenía tranquila y sin
que le perjudicara los murmullos de la gente, contrario al caso de las otras.
Ella en cada ocasión solía regalar una que otra sonrisa a las personas que las saludaban.
Manifestando atreves de ella una bella joven amable, dulce, apta para ser la esposa del hijo
de quien sea.

—Hermana mayor ¿Cómo es que se ve tan tranquila en esta situación? ¿Acaso no se da


cuenta que...alguien quiere interponerse entre usted y el Joven Maestro?

La mitad de sus palabras fueron susurradas al oído de su hermana mayor, evitando que
otros escucharan de la verdadera futura esposa del Joven Maestro.

—Porque ella no es como que tu, que se deja engañar fácilmente ante esta clase de cosas
insignificantes.

Reprocho uno de los jóvenes, que se mantuvo sereno en el transcurso de todo el camino,
en dirección a la primera joven que tomo la iniciativa de comentar.

Quien cerro la boca de golpe en cuanto escucho la voz de esa persona, dejando ver lo
disgustaba que estaba de él, en retomar su propio camino junto a una compañera lejos de
la peste.

La bella hermana mayor se sintió levemente molesta de la innecesaria discusión del par.

—Jimin, deja de tomar siempre la iniciativa de discutir con Jeongyeon, ahora será difícil
que este contenta mas tarde…

Jimin se encogió de hombros en su lugar, subió ambas manos admitiendo que no hiso
nada malo.

—Esta bien. Ahora que hemos llegado en el centro de la ciudad sin problemas, que cada
quien tome su propio camino, te veo después Nayeon.

Nayeon asiente en su dirección aliviada de alejarse del grupo de Jimin.

Minutos después de que se alejaron los demás, ella junto a otra compañera se dirigieron
en una dirección especialmente para las mujeres.

—Chan…¿Soy yo o estoy escuchando tantas charlas sobre un matrimonio, idéntico al mío?


—susurró a lado de Chan, en cuanto escucho las platicas de muchas personas.
Ellos llegaron a la capital esa tarde y ahora se dirigían a una casa de té. Sin querer o talvez
por que la gente hablaba tan fuerte, alcanzó a escuchar cierta conversación de un puesto
de comida, de un matrimonio desfavorable.

Que mas tarde la encontró cierta familiaridad.

—Se relata que uno de los protagonistas es muy feo, Joven Maestro usted es todo lo
contrario, usted posee una belleza que en esta vida, nadie puede igualar.

Después de escuchar aquello, el animo de Hongjoong volvió a la normalidad.

—¡Estas en lo cierto! Mi belleza esta ahí, oculta en estas repugnantes cicatrices ¡En cuanto
lleguemos a las Tres colinas, mi deformidad se ira!

Por la emoción, Hongjoong no pudo evitar gritar un poco el nombre del lugar a donde se
dirigían, atrayendo la atención a una persona que pasaba cerca de ellos.

—¿Disculpe?...

Chan fue el primero en reaccionar. Apretó fuertemente la muñeca del hombre


encapuchado que intentaba tocar a su Joven Amo por detrás.

—¿Qué intentabas hacer?—Pregunto Chan, apretando más su agarre hasta escuchar el


jadeo de la otra persona.

La gente pasaba sin percatarse de la situación o tal vez fingían no ver, por temor a meterse
en problemas innecesarios, que desde un principio no les concernía a ninguno.

—¡Chan! Suéltalo ahora ¿No ves que lo lastimas? Estoy seguro que solo trataba de
preguntar algo…

Después del pequeño regaño, Chan suelta la muñeca del otro. Sin tener la intención de
apartar sus ojos del contrario, esperando el momento para atacar.

—Eh…disculpa por el comportamiento de mi pequeño sirviente, es muy sobreprotector…


¿En que podríamos ayudarlo?—Pregunto Hongjoong sonriendo debajo de la tela.

Su cabello esponjoso seguía del color oscuro, con ello le fue permitido descubrir su
cabeza. Chan sugirió que mantuviera el color oscuro, por la eternidad.

Hongjoong desconocía del porque debía hacerlo, aparte de la atención que atraería, tal
parecía no ser el único caso. Chan se preocupaba tanto por mantener oculto su apariencia,
hasta sus ojos azules no fueron la excepción de pasar desapercibidas.

Ahora solo parecía una persona común y corriente.

Aunque ya había algunos que vieron el color de sus ojos, debían mantenerlo oculto del
resto.
—…Siento mucho interrumpirlos de esta manera…—Pauso por un breve momento y
observo hacia Chan con cierto temor—Pero alcance a escuchar su conversación, sin
querer…sobre las Tres Colinas ¿Ustedes se dirigen hacia ahí?

—¡Ah! Si, si, nosotros nos…—Hongjoong fue tomado por Chan hacia atrás, deteniendo sus
palabras.

—¿Por qué deberíamos hablar contigo? ¿Planeas comunicarte con tu gente y robarnos a
mitad de nuestro camino? ¡Que despreciable!—Dijo Chan con desprecio.

Indignado por estas palabras. La persona contraria descubre su cabeza, dejando ver a
alguien mas joven que Hongjoong, con el rostro cubierto.

—…¿Qué, piensas que con esa acción te soltaremos todo?...¡Uh!

En la frente de Hongjoong, emergió un par de venas al escuchar lo que la pequeña boca


de su sirviente escupía.

Cansado del comportamiento de Chan, mueve sus manos a su boca. Impidiéndole que
escupiera mas estupideces.

—De nuevo vuelvo a disculparme…¿Usted tambien ira a una recuperación?

—…Si señor, pero vengo sin un mapa y no se muy bien como llegar ahí…

—¿Vas a la guerra sin armas?

—Olvide tomarlo de la mesa…

Por alguna razón desconocida, sus instintos le revelaban que este joven, no era un peligro
para ello pero…este chico estaba mintiendo.

—¿Por qué no vamos a un lugar tranquilo y platicamos un poco?

Al escucharlo, el joven asintió felizmente. Pensó que Hongjoong había aceptado ayudarlo.

—¡Claro, claro! Si necesitan que les pague por esta ayuda, no tengo ningún problema,
tengo suficiente para darles.

Ingresaron a un restaurante de no tan buena calidad pero tenia un buen aspecto. El chico
sudo nerviosamente al entrar detrás de ellos, observaba disimuladamente a su alrededor.

Hongjoong y un Chan malhumoradamente callado, tomaron asiento juntos. El chico se


sentó enfrente de ellos con cierta inquietud.

Chan mantuvo la mirada lejos del sujeto, por lo que no capto la anormalidad que
presentaba y Hongjoong entrecerró sus ojos al ver el comportamiento del niño.

No espero y se fue directo al grano.


—…Ok, dime sinceramente ¿Por qué quieres ir en las Tres Colinas? No lo ocultes más, se
muy bien que estas mintiendo y estas nervioso por que te vean…¿No es así?

—¡¿Cómo lo supo?!

—¿Entonces es verdad? Jajaja solo era una conjetura mía, pero al final acerté…

Chan escucho esto y no dudo en tomar carta en el asunto, sacó una pequeña navaja
apuntando hacia el chico.

—Habla de una buen vez.

«!Ha!….¡Este chico se esta saliendo cada vez más de control! Me da un dolor de cabeza
estar reprendiéndolo…¿Siempre fue así?»

—¡Chan, es solo un niño, lo estas asustando, suelta inmediatamente esa navaja!

—…—El cuerpo del chico temblaba ligeramente ante la navaja casi pegada a su cuello.

—Claro, un niño que sale en las calles sin compañía…—Susurró Chan para si mismo.

Hongjoong pone los ojos en blanco, deja escapar un suspiro de resignación.

La gente dentro del local, no se percato del pequeño disturbio creado por Chan. La
atención de varios comensales fue atraída por el par de bellas jovencitas que atendían a
los demás clientes.

—Y bien…¿Nos decías?—Pregunto Chan con una sonrisa sarcástica.

—…Yo…En realidad…—Inicio el chico, cambiando de posición, como buscado tiempo para


contestar a la pregunta—yo no me dirijo hacia las Tres Colinas…

—¡Jha! Lo sabia. Sigue hablando—Chan proclamo, cruzando los brazos sentado en la silla y
esperó, con cierta frialdad en su sonrisa, la respuesta del chico.

Hongjoong rodo los ojos mentalmente, incito al pobre chico a continuar con su relato.

—Mi destino es llegar mas haya de las Tres Colinas, esta ubicación, se encuentra dentro
del país Veldicyan.

Un transeúnte que pasaba cerca de ellos, logro escuchar al chico. Este se acerco con la
intención de pasar una información, interesante para Hongjoong y Chan.

—¡Oh, pequeños jóvenes, es peligroso ir ahí ahora! No es un secreto que hace un par de
días, el suelo de una parte del país de Veldicyan, se sacudió con gran fuerza. Lo peor es
que el temblor provoco varios deslizamientos de tierra en la montaña…—El transeúnte
planeaba tomar asiento a lado de Hongjoong y así seguir con su platica, pero Chan le
lanzó una mirada oscura, asustándolo hasta los huesos.
El pobre señor, asustado. Dice algunas palabras más antes de retirarse a otra mesa,
despavorido por la mirada que Chan le enviaba.

—Mi hermana reside dentro de la ubicación, donde el temblor se sintió. Nadie de mi


familia sabe que estoy aquí, pero soy el único que puede visitarla, estoy demasiado
preocupado. Por favor, les pido que me dejen acompañarlos hasta las Tres Colina, después
yo tomare mi propio camino.

Chan no se inmuto ante la historia del chico, resoplo un par de veces antes de desviar la
mirada a otra parte. Su actitud ya le decía al chico, que no estaba de acuerdo en llevarlo.

Por lo que el chico no le dio una mirada desde el principio, siempre su atención en
Hongjoong, quien fingía pensar un poco de la situación.

—Si se trata de dinero ¡No tengo problema con ello! Puedo pagarles cada día o la hora,
pero por favor, necesito su ayuda…—Suplicó el chico, con el borde rojo de sus ojos.

Chan frunció el ceño por lo que dijo el chico. Estampo su mano contra la mesa no
demasiado fuerte, pero aun hiso que el chico brincara en su asiento.

—¿Tus ojos están malos o qué? ¿Ves en nosotros la ausencia del dinero? No necesitamos
tu dinero aquí…—Dijo Chan, alejándolo con la mano —Estoy seguro que encontraras a
otras personas tontas, las cuelas puedas estafar.

Hongjoong estampo la mano asustando al chico otra vez y esta vez, Chan lo acompaño.

—¡Ok!

Con esa contestación, Hongjoong llamo a un mesero e ignoro a los demás. Pidió una
ración de lo que le apetecía del menú del día y giro en dirección al par, preguntándoles
con los ojos, si pedirían algo.

—…Quiero las dos primeras que pidió mi joven Maestro, las ultimas descártalas—Indicó
Chan, regresando a reposar su cuerpo en su silla, ignorando al chico.

El mesero movió la mirada hacia el chico. Se apunto con su propio dedo, en duda de si era
él quien le preguntaban.

—Yo…Creo que tomare lo de siempre.

El mesero asintió, directo hacia la cocina. Hongjoong miro hacia el chico con una
interrogante en su rostro.

—…este lugar la he visitado varias veces.

Hongjoong asintió y ya no dijo mas, cerro los ojos en reposo, al igual que Chan. Ante esta
vista, el chico se sintió mas nervioso.

—D-disculpe…
—¿Ahora que?...—El mal humor de Chan volvió a aparecer, solo desapareció un par de
segundos pero este chico era un dolor de cabeza para él.

«¡Ya cállate, tengo hambre y lo único que haces es estar de molestoso con mi Joven
Maestro!»

Si no fuera por su Joven Maestro tomando su mano suavemente, que por alguna razón
desconocida termina tranquilizándolo, habría gritado a todo pulmón sus pensamientos en
la cara del pobre chico.

—Si, puedes acompañarnos. Mañana por la mañana podemos partir, por ahora solo
preocúpate por llenar tu estomago vacío y comprarte algunas cosas que te sirvan, el
camino será largo.

—¡Gracias señor!—Respondió efusivamente el chico, las energías volvieron a su cuerpo.

Pero lo que nadie sabia, era la emoción preocupante y nerviosa que el chico guardo para si
mismo. Al menos estaría acompañado cuando partiera, no se encontraría con ningún
problema después de esto.

Ir solo era su único problema desde que llego. Había preguntado en varias casas de
seguridad, sobre pagar a un par de hombres capaces que puedan escoltarlo con
seguridad, hasta los limites del país de Jadelion.

Ninguno de ellos acepto, aun si la paga era exuberante para cada uno. Se negaron
rotundamente sin pensárselo por segunda vez.

Así, termino caminando de un lugar a otro en busca de personas que gustaran recibir un
pago que se consigue en un año de trabajo. Hasta que escucho casualmente la
conversación de Chan y Hongjoong.

—¡Aquí, sus pedidos caballeros!

Llego una de las dos mecerás que atraían la atención de todos los clientes. La incomodidad
se reflejo en el rostro de Hongjoong, cuando los pechos voluptuoso de la mecerá, se lo
restregaba sin querer en su cara.

El perfume fuerte de la mecerá, atravesó el velo que cubría su rostro. Sintió un leve picor
en su nariz, provocando las ganas de estornudar pero se la tuvo que aguantar, porque los
pecho de ella ¡Seguían cerca de su cara y si llegara a estornudar, terminaría tocando
accidentalmente el pecho de alguien!

«¡Aléjate, quiero estornudar!»

Ni siquiera en su vida pasada, se había encontrado alguna chica que le gustara usar escote
y rebotar los pecho por ahí, ante tanta gente. La mayoría eran tímidas al usar un escote y
todas tomaban cierta distancia para mantener su espacio personal, con las demás
personas.

Chan chasqueo la lengua, tomo inmediatamente su plato para que ella no estirara su
cuerpo y estorbara la visión de su Joven Amo, que pareciera haberse quedado sin oxígeno.

—¡Listo! Lo que necesiten, no duden en llamarme—Pronuncio la mecerá, mesando sus


caderas con entusiasmo al retirarse.

Ningún hombre apartó la vista del cuerpo curvilíneo de la chica, pero solo era eso. Nadie
se atrevía a tocar ni el mechón de las dos mecerás, mucho menos el cuerpo. Porque el que
busca, encuentra.

Si uno era demasiado audaz y las tocaba, terminaría en el hospital con algún golpe o
fractura de hueso.

Detrás de la bella sonrisa angelical que les daba a cada cliente, se escondía una leona
feroz. Que no permitiría que alguien tomara sin aviso a sus pequeños leones. Nadie,
absolutamente nadie.

Ellas misma se defendían, como ahora.

—¡Oh! Vaya, vaya…¡Hermanita, ven!

La hermanita, que es menos sonriente que la otra, llega a lado de su hermana mayor, con
el semblante oscuro.

—¿Dime que lo sentiste hermanita?—Preguntó la hermana mayor con un puchero fingido.

—…Claro que lo sentí.

Hongjoong no quería prestarle tanta atención a lo que un señor había provocado con las
mecerás. Pero escuchar su alrededor era inevitable.

—Pobre hombre.

—Esta mas que muerto.

—La hermana menor es mas peligrosa que la hermana mayor ¿Sabes?

Los susurros de la gente, ahora atrajo su atención a ver lo que estaba pasando. Los tres
giraron en la esquina mas lejana, pero hongjoong no alcanzo a ver bien por las tantas
cabezas.

Solo se escucho un grito agonizante y los presentes gritaron por la emoción, obstruyendo
los quejidos del señor atrevido.

Hongjoong levanto la mirada bruscamente para ver lo que había sucedido.

«Demonios, no veo nada»


Giro hacia su pequeño sirviente, quien no le importaba lo que pasaba y solo dispuso a
disfrutar su comida. Movió sus ojos hacia el chico y vio en su rostro, cierta preocupación.

«!¿Qué demonios paso?...!»

—¡Ok, ok damas y caballeros aquí no paso nada, todos relájense y sigan en lo suyo!
Mientras tanto ¿Alguien desee que lo atienda?

Un sinfín de viejos borrachos levantaron la mano con entusiasmo, la chica sonrió y la


hermana resoplo, cada quien tomando por su lado.

—Realmente aterrador…—murmuro el chico.

—¿El que?

El chico mira de reojo a Chan, para su sorpresa, este se encontraba tranquilo, sin ninguna
intencion de burlarse y molestarlo.

—El estomago vacío, saca lo peor de las personas. Este pequeño sirviente mío se pone de
malas cuando tiene hambre. Actúa diferente a como es en realidad, discúlpalo por favor.

—Es entendible. Mi hermana, a quien iré a ver, es el mismo caso, a veces llega a ser
intolerable.

—Joven Amo, le pido que no murmuren sobre mi con gente desconocida, es incomodo.

Ni bien Hongjoong iba por la cuarta parte de su comida y chan, junto al chico, ya habían
terminado.

—Por cierto, no nos has dicho tu nombre ¿Cómo te llamas?—Inicio Chan, toda su atención
en la silueta del chico.

Con esa mirada, el chico se sintió tan nervioso pero no oculto en decirles su verdadero
nombre.
Hongjoong quedo perplejo pero algo le impidió permanecer con ese sentimiento y
contemplar la información de como era la vida de este cuerpo suyo.

Un leve dolor apareció casi al final de la narración de Chan. En breve momento este dolor
fue agudizando hasta tal punto en que uno no lo soportaba, mas que dejarse caer en
donde sea que se encontrara.

Este dolor era similar a como esa vez en que de igual forma, cayo como un muerto en los
brazos de alguien.

Y en este caso, las cosas fueron diferentes.

Una serie de imágenes de la vida de alguien, fue reunida en forma de video y presentada
para el como un golpe salvaje. Este se reprodujo a una gran velocidad y su cerebro trato
de absorberlas tanto como pudo cada uno de ellas.

Siendo un desconocido que llevaba los recuerdos de alguien mas, claro que no
comprendió la mayoría.

Una parte de esta fue ver la vida de un joven con la cara enfermiza y el cuerpo débil. Se
mostro con una vida mas solitaria que la suya, aun con su unico sirviente a su lado ese
sentimiento melancólico no desaparecía. y odio que lo absorbía salvajemente, le provoco
vivir menos de los 25 años.

Otra causa que lo llevo hasta la tumba, fue la grave enfermedad incurable que padecía
desde niño. Razón que le hiso relacionarlo con la decisión que tomaron sus padres,
enviándolo aquí a morir. Abandonado en aquel lugar donde la vegetación era tan escasa,
lejos de tener una buena vida y salud.
Encerrado entre barreras gigantescas sin alternativas de poder conocer y explorar en un
futuro lo que hay fuera del muro.

Aun que todo fue breve, tratándose de la descripción de una historia, se dio una idea de lo
que significaba.

Sus últimos suspiros que dejaron en este mundo, fueron acompañados con un sentimiento
triste y de felicidad.

»Al fin podre descansar en paz. Lastima que no haya visto la ultima pagina del libro…Una
gran lastima«

»Que bueno que siempre estuve solo. Nadie sentirá dolor por mi partida…Que genial«

Como si hubiera vuelto a renacer.

Inhalo un gran vasto de aire hasta que sus pulmones volvieran a llenarse. Respiraba con
gran dificultad y observo a su alrededor.

Seguía siendo la misma.

Grabada en su mente despertó con nuevos recuerdos que ahora le pertenecían.

Por sus graves y fuertes respiraciones, termino despertando a la única persona dormida en
el costado de su cama.

—¡Amo Hongjoong!

Este reacciono abrazándolo con fuerza.

Hongjoong que ahora conocía parte de una verdad oculta. Acaricio la cabeza de chan y
con sumo cuidado le dio palmaditas en la espalda en consuelo.

Pensó en que, de alguna forma se estaba en deuda con este pequeño sirviente que estuvo
cuidando al dueño original. Después de todo, ahora era él quien le pertenecía el cuerpo.
Tampoco podía hacerse de la vista gorda e ignorar lo que paso con el este joven. Siempre
esforzándose en cuidarlo cada que le daba un ataque de algún tipo de dolor, sus comidas
nunca faltaron en sus mesas hasta hace poco.

Ahora todo tenia sentido.

Ellos al ver que dejaron de enviar la comida del exterior, porque claro, siempre alguien
estuvo al pendiente de que no les faltara la comida, con eso de que nada podía dar frutos
dentro de la barrera, se vieron obligados a encontrar una salida en busca de comida.

Durante varios meses, chan arriesgo varias veces su vida para encontrar una salida. El por
su parte, la constitución de su cuerpo débil por la enfermedad que tenia, le impedía hacer
muchas cosas y solo le quedaba esperar es su habitación como un trapo de muñeca.
Perdiendo poco a poco las esperanzas de salir y solo con la mentalidad de encontrar su
muerte en donde creció.

—Al fin estamos afuera…—Susurra acariciando el cabello de Chan.

Chan levanto la cabeza con los ojos llorosos. Ante las palabras de Hongjoong, el entendió
a que se refería y asintió frenéticamente, aliviado de que su Joven Amo haya podido
recuperar su memoria.

Aun que se sabe que Hongjoong en realidad no perdió la memoria, si no por el contrario,
los recuerdos se sumaron a él como una tercera vida dejada. Dos pasados diferentes de
dos pequeños que vivieron solos en el mundo.

Pero él esta mas que seguro de vivir esta vida, como los dos pequeños solitarios quisieron
vivirlo.

Su cuerpo ahora rebosante de buena salud según sus palabras. Evitaba a toda costa en
tomar los cuatro frascos de medicina que le sirvió chan en las cuatro comidas. Con ese
sabor horrible hasta el apetito se le quitaba.

Pero chan insistió tanto que no pudo negarse en fingir beber el ultimo de todos, para
después escupirlo cuando Chan se retiraba.

Sintiendo una culpa por no decirle que ahora estaba mas que bien. Si bien antes el original
tenia un cuerpo enfermizo, desde que partió al otro mundo, este se llevo todo hasta la
enfermedad.

Ahora Hongjoong no sentía alguna anomalía recorrer su cuerpo, como si aun tuviera aquel
cuerpo perfecto de su otra vida.

Tampoco le parecía mal la apariencia de este cuerpo, era aceptable en cierto sentido.
Antes se cargaba con tanto ejercicio por que engordaba hasta cuando tomaba agua.

Rezaría tanto como pudiera en que este cuerpo no fuera como aquel.

Ya era el final del día cuando Hongjoong se acordó de un pequeño detalle.

—Por cierto ¿Qué paso con él?—Pregunto Hongjoong buscando una posición adecuada
para sentarse.

No hacia falta mencionar su nombre, ya sabían de quien se trataba.

—…Después de que usted se desmayara, le pedí ayuda de traerlo de regreso aquí. Espero
unos días a que usted despertara porque me comento sobre algo importante que quería
decirle. Pero usted despertó una semana mas tarde, se retiro hace tres días, dijo que
volvería después para verlo porque tenia cosas importante que hacer…supongo que era
una excusa para irse ¡No me dijo nada sobre esa persona, Joven Amo! ¡Estoy tan enfadado
porque incluso quemo la hoja con el nombre! Ni siquiera recuerdo como era ¿Kem insang?
¿kom insoang? ¡Ah!—Refunfuño Chan, entregándole una tasa de té a su Joven Amo y
sentándose de golpe en un taburete cercano.

—¡¿Una semana?!—Hongjoong sobresalta casi soltando la tasa en sus manos.

—…Mmm—contesta Chan rascando la oreja, apenado por su maestro. Un habito suyo al


sentirse avergonzado o nervioso por algo.

Hongjoong con una sonrisa incomoda, toma un sorbo de su té. Respirar el olor que
emanaba de la tasa, su semblante volvió a la normalidad y la molestia que sintió
desaparece.

—Quiero creer que ese no es el caso…no parece ese tipo de persona—menciona


Hongjoong recordando esa vez, los susurros de admiración de parte de la gente.

Chan observa el leve sonrojo de Hongjoong, dejado por el vapor emanado del té ¿Por qué
sentía que el aspecto de su Joven Amo le era distinto?

Sumido en el pensamiento de cada uno. Se vio interrumpido por unos pasos ligeros
provenir fuera de la puerta, inaudibles para Hongjoong y claros para el otro.

Alertado por eso. Chan detiene el tren de pensamiento de su Joven Amo. Con el dedo en
los labios le indica silencio y se muevo sigilosamente a la puerta.

Confuso por la repentina acción de chan. Se mantiene en su lugar sin hacer ruido como se
le indico. Ni el sonido del subido de una mosca se atrevió a interrumpir el silencio creado.

Verlo dirigirse a la puerta con sumo cuidado, intenta captar algún ruido que provenga de
ella, fallando al intento.

Sus apreciables ojos azules casi se salen de sus cuencas cuando vio a Chan, un humano
con la habilidad de tener gran fuerza, sacaba de no se donde ¡Una espada ardiendo en
llamas!

—…!

Tenia la intención de abrir una pequeña rendija en la puerta y echar un vistazo. Pero el
surgimiento de un ruido mas fuerte le indico actuar mas rápido. Sin tocarlo, movió la mano
creando una ráfaga de viento dirigida a la puerta que termino estampándose. Con un gran
salto, sale disparado fuera del cuarto con intención asesina surgiendo dentro de el.

¿Por qué habría que dejar vivo a tal persona que se escabulle en la casa de alguien a mitad
de la noche? Sus acciones demostraban intenciones nada amigables en lo que a Chan le
respecta.
Su mirada se volvió gélida, ante el pensamiento de que alguien planeaba lastimar a su
Joven Amo sin motivo alguno. Ya que es la primera vez que pisan este lugar y en su
camino, viajaron tranquilamente.

Habiendo vivido por un largo tiempo en un lugar cerrado. Fuera de esta era desconocido
para los dos, no conocía muchas cosas y no sabría si las personas era confiables, nadie
sabría decirle si seria seguro el lugar donde estaban.

Observa y analizo atentamente alrededor del lugar oscuro, sin detectar ningún
movimiento. Su cuerpo se traslada hacia adelante con la espada en manos, listo para
atacar en cualquier momento.

Busca sin conseguir nada. No teniendo otra opción.

Cierra los ojos lentamente. El viento sopla en una sola dirección, revoloteando su larga
vestimenta y su cabello. Al volver ha abrirlas, uno de sus ojos se vieron remplazadas por
otro orbe diferentes que brillaban tanto como lo era su espada.

Su espada creció de longitud y brillaba mas que antes. Las llamas rojas tornándose a un
color morada con oscuro plateado.

A pesar de eso, le era sorprendente no haber detectado la presencia de aquella persona.

—Pero que sorpresa…—Susurro al oído de Chan con rastros de fascinación y asombro en


la voz.

Bajó la guardia sin querer. Con una rapidez salta por encima de la persona. Nuevamente
enfrente del recién llegado y protegiendo la puerta que da con su Joven Amo.

Pequeñas gotas de sudor se deslizaron en su frente. Su cabello que había cambiado en


medio de su ejecución al activar la segundo apertura, volvió a la normalidad.

La persona guardaba una sonrisa que desaparece en cuanto ve el cuerpo del pequeño
esfumarse en sus narices. Solo después de sentirlo detrás de el, su sonrisa regreso lleno de
regocijo y deleite. Sus ojos con una ferocidad disfrazada al encontrar una buena presa.

Dándosela vuelta, levanta ambas manos en muestra de venir en paz. Sin la mas mínima
intención de buscar una pelea…por el momento. Chan husmeo en todo el cuerpo de la
persona, en busca de alguna arma.

Solo así, llego a bajar su espada al no encontrar nada pero no tenia la intención de
esfumar la espada. Que seguía ardiendo intensamente a su lado, sin mostrar signo alguno
en apagarse por el viento.

—¿Quién eres?—Mantuvo gran vigilancia en el cuerpo de la persona. No planeaba dejarlo


vivo si este realizara alguna acción sospechosa.
—Fui enviado por la persona que acepto tu invitación de una comida…—Bufo un poco al
imaginar que Kogyeol haya aceptado una comida.

(Normalmente al agradecer a alguien, las personas donan dinero o comida para el


bienestar de las personas. En este caso un aprendiz, del mismo modo pero esta vez es
dirigida a la secta por promover este tipo de persona que los ayuda. Pero Kogyeol no
piensa de esta manera, el ayuda sin recibir nada y esta vez acepto una comida por una
ayuda que no valía nada.)

Chan elevo una ceja al escuchar el bufido junto con la mención de su invitación de comida.

—…¿Cómo sabemos que no estas mintiendo? —Elevo la espada dirigiéndola en la


garganta de la persona.

Este no se sintió amenazado por las llamas, sonrió un poco y de sus manos apareció una
hoja familiar para el.

—…!Devuélvelo!—Grito chan con la intención de arrebatarla de las manos de esa persona.

Esto quiere decir que esa persona no quemo el pedazo de papel. Solo la había esfumado y
enviado con el aquí, en caso de no creer en las palabras de esta persona.

Comprendiendo la situación, Chan suelta la espada esfumándose en el aire, corre y salta


para tomar el pedazo de papel.

Kim insong.

Estaba escrito en el papel. Sus ojos se iluminaron al haberlo recuperado. Pero no sabia
porque tenia la sensación de que algo no andaba bien con el nombre. Aun así no se quedo
especulando un sinfín de trucos usados para modificarla, era imposible en primer lugar. Sin
darle mas vuelta regresa la mirada al frente, sin esperar encontrarse cara a cara con el
hombre.

Casi rosando los labios con el contrario por unos pequeño ¡milímetros! de diferencia. Un
sonrojo intenso se elevo por la cara de chan, haciendo sonreír maliciosamente al otro.

—¡Ah!—Grito chan alejándose bruscamente de la cara del hombre. Antes de que lograra
retirarse correctamente, pisa algo suave que lo obliga a no seguir con su acción.

Pensando en que se trataba de un pequeño animalito que pasaba por ahí, sin tener la
culpa de nada. Su pie queda suspendido en el aire y para su mala suerte, estaba por caer
en un charco se lodo.

Días atrás que la lluvia había reinado en este lugar, llegando con gran fuerza mientras
cuidaba a su Joven Amo. Provocando charcos de lodo en varias partes de esta pequeña
casa. Si no fuera porque en su camino se encontró con problemas de la salud de su Joven
Amo, habría tomado su tiempo en buscar una buena casa.
En otra ocasión tal vez habría hecho algo para esquivarlo. Pero justo ahora estaba tan
nervioso para pensar con claridad, toda clase de idea se le había esfumado de la cabeza.

—…!

Espero el impacto y las salpicaduras. No sintió nada por mucho tiempo, decidió abrir los
para saber que pasaba. Encontrándose con una imagen que le hiso preferir más haber
caído en le lodazal.

—Si estoy yo aquí ¿Por qué tener miedo?...

Ahora mismo se encontraban en una posición ya bastante vergonzosa como para decir
aquellas palabras. Esto que solo provoco que el pequeño y tímido Chan se sonrojar a más
no poder.

¡Este maldito actúa descaradamente en su persona, tocando partes donde no se debe!

Ahora que una de su pierna estaba entre las piernas de este Bastardo, solo tocaba subirlo
con gran fuerza.

—Eso si yo lo permito—susurra en el oído de Chan al ver que su enojo cambia, adivinando


los siguientes pensamientos del pequeño.

Este sin dudarlo dos veces aleja ambas manos del cuerpo de Chan, quien cae en el charco
perplejo por la situación inesperada.

Al escuchar el grito de Chan. Hongjoong sale alarmado de la habitación con el propósito


de golpear lo que sea con el palo grueso en manos. Y ver que nada grave había ocurrido y
solo un Chan tirado en el lodo, pudo suspirar aliviado. Pero aun intranquilo por la otra
persona, Hongjoong camina para ayudar a Chan sin despegar el ojo del sujeto
desconocido.

Sin inmutarse en que su propia ropa se manchara, lo toma de los brazos guiándolo atrás
de el en protección.

—¿Quién es?—Pregunto Hongjoong con una voz suave y sumo cuidado, por si el lado
contrario llegara a enojarse.

La otra parte quedo mudo por la impresión de ver la imagen de Hongjoong. Sus ojos tan
abiertos de la sorpresa y el desconcierto, sus pulmones escasos de aire. La peculiar sonrisa
maliciosa que siempre mantenía, desapareció para no volver en breves minutos. Si esta
apariencia de Hongjoong la hubiera visto Kogyeol, tambien hubiera actuado de la misma
forma y la habría relacionado con otra persona de tal retrato colgado de una piedra.

Mismos pensamiento que cruzo por la cabeza del otro ¡Realmente se parece a esa
persona!
No soportando que esta persona siguiera viendo a su Joven Amo que se le había olvidado
cubrirse, camina al frente encarándolo.

—¡Hey! ¿Dónde crees que estas mirando? ¡Hey…!—Trono los dedos varias veces al ver que
este seguía fijo sus ojos en su Joven Amo.

Saliendo del trance. Baja lentamente sus ojos a los de Chan, volviendo a la normalidad. Su
Sonrisa nada amigable vuelve a aparecer, seguido del recuerdo de ser sujetado por él sin
una pisca de vergüenza. Su rostro sonrojándose en tan solo unos segundos.

—Mi nombre es Jun y es un gusto. Llegue aquí con el propósito de llevarme a los dos…—
Recorrió con la mirada a chan y continua—…a nuestra secta. Alguien muy importante
quiere verlo en persona…—Dirigió sus ultimas palabras a Hongjoong, fascinación en sus
ojos.

Hongjoong paso por alto la sorpresa de esta persona, imaginando en que su belleza tal
vez influyo en esto, algo que tambien le paso. Ladeó la cabeza para ver el hombre con el
ceño fruncido.

—¿Alguien quiere verme?...¡Chan!—Llamo al pequeño en un lugar apartado, planeando


preguntar sus dudas.

—¿Escuchaste? ¿No siempre estuvimos solos en ese lugar? ¿Por qué alguien dice querer
conocerme?

Chan tenia la misma duda y asintió con la cabeza. No encontrarían la respuesta escavando
en el pasado, solo quedaba preguntar.

—Nosotros no nos moveremos de aquí, hasta saber ¿Quién es esa persona que busca a mi
Joven Amo?

Suponiendo que este par se negarían a ser llevados fácilmente. Jun dice sin prisa algo que
tarde o temprano lo sabrían todos los demás.

—Tu tío.

Hongjoong parpadeo ante lo dicho. Chan giro bruscamente en su dirección. Un silencio


incomodo llego alrededor de los tres, Jun prefirió romperlo.

—¿Nos vamos? Puedes hacer tus preguntas al llegar…—Finalizo Jun volviendo en sus
talones, salto muy alto fuera de las paredes de la casa.

Chan y Hongjoong cruzaron mirada antes de asentir con la cabeza. Con rapidez se cambio
Chan y Hongjoong, este ultimo no olvidando en ocultarse con su capa. Tomaron lo poco
que trajeron y salieron por la puerta. Claro que Jun no se iría sin ellos, por lo que espero a
un lado con paciencia fingida.
Jun trajo su propio carruaje que la dejo estacionado a las afueras del pueblo para no atraer
la atención. Sin decirles nada, directamente se subió en el asiento del conductor esperando
a que el par se sentaran.

Jun tomo un camino diferente, un atajo que los llevaría a un lugar especifico. Hongjoong y
Chan no se dieron cuenta, se mantuvieron silenciosos observando por la ventana todo lo
que pasaba. Hongjoong busco en los recuerdos sin encontrar nada, solo le quedaba esperar para
ver que pasaba.

Sumergidos en sus pensamientos. No se dieron cuenta de que llegaron en su destino, solo cuando
alguien abrió la puerta con una mano asomándose, al fin volvieron en si.

Hongjoong frunció el ceño por esto y se acerco asomando la cabeza primero sin tomar la mano.

—…¿?

Jun quedo con la mano flotando en el aire. La quito de inmediato sintiéndose ridículo por lo que
hiso.

—P-por aquí por favor…

Chan bajo primero ayudando a Hongjoong después. Jun piso fuerte un piedra cercana
despedazándola, cuando vio la expresión burlona de Chan por lo que hiso hace un momento.

Caminaron por veinte minutos entre el bosque nada transitado. A lo lejos se vio los tejados de una
casa y seguida de otros casi visibles.

—Estamos cerca, tengan cuidado.

Su destino era la primera casa que vieron.

Cruzaron un pequeño rio, pisando las piedras sobresalientes. El musgo que las rodeaba les impedía
estabilizarse bien pero al fin lo lograron. Hasta este punto, Chan sospechaba de que algo tramaba
Jun, esta claro que ellos no cruzaron la puerta principal. Ahora mismo ellos estaban caminando a
escondidas por el lugar como unos fugitivos ¿Por qué hacían esto?

No es que quisiera la atención de tantas personas, es solo que era extraño hacer esto.
Definitivamente algo ocultaba esta persona y no permitiría a que alguien le hiciera daño a su Joven
Amo ¿Por qué no se dio cuenta? ¡Otra vez bajo la guardia!

Tomo de la mano a Hongjoong y activo la segunda apertura, su espada apuntando a Jun.

La luz iluminando el lugar y escuchar sonidos extraños provenir detrás de el, Jun supo lo que lo
pasaba. Gira lentamente otra vez con las manos hacia arriba.

—¿Ahora que?...—Pregunto entre suspiros a Chan porque era quien le estaba apuntando con la
espada. No comprendía la gran desconfianza de esta persona. Era entendible en cierta forma pero
exageraba.

Hongjoong no sabia lo que pasaba. Pero encontró asombroso como la apariencia de Chan cambio
enseguida. Una espada fue invocada de no se donde en sus manos como las películas de ficción.
Su cabello negro ahora paso a ser de dos colores mezclados.

—¡¿Qué traman todos ustedes?!—Los ojos de chan giraron a una dirección, retrocedió alarmado y
le grita a Jun.

¿Nosotros? Jun no entendió a que se refería con “Ustedes” luego de girar por detrás al escuchar los
pasos sencillos de una cuarta persona, comprendió.

—¿Qué clase de misión te dieron al traer forasteros en la parte trasera de la Secta?—Gruño en


dirección a Jun, con una expresión de enojo fingida.

Su ojos tenían cierto brillo al ver el joven de frente, que se mostraba como un protector con la
persona de atrás, cubierta de pies a cabeza sin dejar a la vista su verdadero aspecto.

Desde lejos había escuchado el movimiento de tres personas dirigiéndose en una dirección
peligrosa. Con gran sigilo se desplazo por los arboles para echar un vistazo.

Frunciendo el ceño por completo cuando vio a su compañero Jun, guiando a dos personas en la
habitación del sub líder de Secta. Si no fuera porque vio a esa persona, ahora mismo estaría
armando una red de ideas de una posible traición de ese escoria Jun.

Pero toda su atención se desplazo en esa persona, dejándola embobada y olvidando por lo venia
antes.

Tenia rasgos muy lindos, encajando perfectamente en sus requisitos de encontrar su paraje ideal.
Tan emocionada de ver esa apariencia, planeaba mostrarse ante la vista de los tres. Pero fue
tomada por sorpresa antes de que lograra saltar del árbol. Su linda persona no es nada mas pura
belleza ¡Tambien tiene habilidades! Y no una habilidad cualquiera que cada alumno de la secta
CBeT posee.

Con una emoción interna baja del árbol, apareciendo detrás del trio. Chan la ve y ella se emociona
mas de lo que su expresión seria refleja. Jun gira en su dirección frunciendo el ceño, ella deja
escapar un bufido disgustada por la indiferencia que muestra en ella este hombre.

—¿Tu, que haces aquí?

—¿Olvidas que hoy me toca estar de guardia?

—Lo que sea. Adelante, puedes seguir con tu trabajo…—dice Jun, regresando su conversación con
Chan, ignorándola después.

La temperatura de la bella joven sube hasta que su rostro llego a tomar un rojo ardiente. Ella
estaba hasta el tope de aguantar el comportamiento de esta persona. Hoy planeaba darle una
paliza si o si que nunca olvidara en su apestosa y aburrida vida.

Pero antes de ponerla en practica, su chico ideal cedió una de sus rodillas, impactando duramente
contra el suelo. Su apariencia cambia descontroladamente, su espada tomaba formas disparejas y
el fuego desaparecía poco a poco.

El otro joven grito su nombre y trato de sujetarlo.


Por otro lado, Jun corrió a su rescate comenzando a regañarlo. Ella se quedo estática en su lugar
sin saber que hacer. No puede ir y sujetar el brazo de su chico ideal, acaban de conocerse. No le
quedo de otra que seguir su papel despreocupante y gruñona.

—¡Niño! ¿Sabias que esta clase de poder no puede utilizarse como le plazca uno? ¡Si no puedes
soportar el peso de la corona, entonces quítatela!—Sus palabras despectivas le llegan a Chan,
quien le lanza una mirada desdeñosa.

Ella queda perturbada por la mirada que se le da y mas enamorada de este joven, su pequeño
corazón comienza a latir fuerte, sus mejillas toman un leve sonrojo que en la noche no se ve.

—¡Hey! ¿Quieres dejar de impresionar a la gente invisible? Solo cálmate, no te comeré…Aun—


Susurra lo ultimo al oído de chan, una sonrisa traviesa cruza su rostro.

Chan fue levantado en los brazos de Jun, este primero resoplo con el rostro sonrojado y pataleo
para que lo bajaran. Hongjoong quedo con los brazos en el aire y la mirada perdida, no tenia idea
del porque Chan actuó de repente, pero se llevo un susto cuando cayo al suelo.

—Disculpe. Tengo que llevar a su sirviente a curar sus heridas…—Jun levanta la mano izquierda de
chan, una gran mancha morada apareció de repente en ella.

Hongjoong sorprendido por este mancha, da un paso al frente preocupado pensando ¿en que
momento este niño tenia aparentemente un moretón enorme? jamás visto en su vida. Jun vio
atreves de el que no dudo en explicar.

—Este es la causa de una lesión interna, al tratar de sobre esforzase…—Su mirada burlona bajo a
los ojos enojados de chan.

Jun toma con delicadez la mano lesionada de chan para después apretarla sin nada de delicadeza.
Aquella sonrisa seguía pegada en su rostro.

—¡Ah! ¡Idiota! ¿Qué tratas de hacer? ¡Bájame en este ínstate, puedo caminar!

—¡Ok!

Jun lo suelta y cae de golpe al suelto. Aliviado de no estar en los brazos de aquel idiota, Chan
intenta levantarse.

—…

—Déjame ayudarte…

Hongjoong camina apresurado hacia el cuando este le dificultaba ponerse de pie. Su cuerpo por
alguna razón dejo de hacerle caso, temblaba en cada parte. Esto nunca le había pasado ¿Qué
sucedía? Sus manos temblaban ante el sin comprender, sudor bajaba por su frente. Un ligero dolor
provino de su hombro.

—¿Qué pasa Chan?

—Déjemelo a mi—Jun nuevamente toma a chan en sus brazos sin ningún forcejeo por su parte,
sonríe internamente.
—Irene.

—¿Qué quieres?

Hongjoong había olvidado la joven, ahora que ella hablo sus ojos la analizaron de pies a cabeza.

—Quiero que lo lleves con el Sub. Ha de estar esperando durante mucho tiempo, no lo hagas
esperar.

—Por favor, síguela. Después se encontrara con su sirviente, por ahora lo llevare a que sea curado,
no se preocupe —Comento Jun antes de desaparecer en la oscuridad, hace un momento Chan
perdió el conocimiento por lo que no se despidió de el.

—¿Quién se cree para darme ordenes de esa manera? ¡Idiota!—Farfullo Irene agraviada a
espaldas de Jun, como siempre suele hacerlo.

—¡Hey! Sígueme.

Hongjoong corrió hacia ella. Mechones blancos de su cabello se escaparon fuera de su túnica, los
ojos de Irene se abrieron llenos de sorpresa. Aparento no haberlas vista y siguió su camino, su
sorpresa no desaparecía. Al final de este día habían sucedido cosas sorprendentes, sentía las ganas
de ir y comentarles a todos pero ¡No podía!

—Fue mi imaginación…—Se dijo así misma convenciéndose de que había visto cosas sin sentido,
efectos de seguir despierta a tal hora de la noche.

Para comprobar sus palabras, disimuladamente gira al lugar de Hongjoong. Al sentir la mirada de
alguien, Hongjoong levanta la vista hacia la única persona que podría estar observándole.

Ambas miradas se conectaron sin querer, tomando desprevenida a Irene. Por el Shock de ver los
ojos de Hongjoong, ella se detiene de golpe en una posición incomoda para ella. Su respiración se
volvió entrecortada y su cuerpo temblaban si parar cuando aquellos ojos vieron atreves de ella.

Tal vez fue por que no parpadeo durante un momento, algunas lagrimas se le escaparon a la bella
joven sin querer.

Hongjoong que tampoco había parpadeado, cerro los ojos de golpe y en ese instante Irene se
desplomo en el suelo inconsciente.

Minutos atrás, no sabia que le había pasado cuando cruzo mirada con la chica. Su mente quedo en
blanco como si estuviera dormido con los ojos abiertos. Su cuerpo estático como una estatua, dejo
de recibir el aire fresco en sus pulmones y contuvo la respiración. Después volvió en si con un
subido incesante en su cabeza y lo primero que vio fue a la chica desmayada en el suelo. Luego no
recordó lo que paso porque el subido que sintió fue doloroso e insoportable. Al final termino
siguiendo los pasos de la chica.

—¡Irene!

El grito de alguien quedo retenida en sus oídos al perder el conocimiento.


—¡Hey!

El golpe incesante de un metal contra otro, termino perturbando el bello sueño que tenia
Hongjoong.

Pero al intentar moverse, sus huesos comenzaron a crujir de dolor por la mala posición en que
estuvo dormido toda la noche.

Su cama con nada de comodidad y en mal estado, ahora entendía del porque le dolía su cuerpo, en
especial su cuello y un dedito que doblo al dormir.

—¡Hey!

La voz lo trajo de regreso y giro en tal dirección.

Se levanto de un salto al verse a si mismo encerrado en una cuarto de piedra cubierto por musgo,
se sentía la humedad dentro del cuarto. Una pequeña ventana construida a lo alto de la pared,
donde el rayo del sol entraba iluminado un poco dentro, la puerta no tenia ninguna rendija para
ver hacia fuera.

—¡¿Dónde estoy?!

Grito despavorido de su situación. La persona de afuera escucho su grito y volvió a golpear la


puerta.

—¡Es bueno que hayas despertado o tu acompañante lo habría hecho!

Al oír no estar solo en este lugar, Hongjoong giro a su alrededor en busca del “acompañante” y no
encontró nada pero en su rabillo del ojo izquierdo, en una esquina vio algo moverse.

Corrió asustado a la esquina contraria, la persona de afuera se rio con satisfacción.

—Es bueno que tengas miedo, después de lo que le hiciste a mi hermana mayor ¡Te lo mereces!

—¡Creo que hay un error! ¡Yo no hice nada! Ayer…

Los recuerdos del ayer llegaron a el lentamente. La parte donde la chica se desmayo, tambien lo
hiso pero la voz que surgió de repente, esa persona debió pensar que le hiso algo indebido.

—¡Te recomiendo que dejes de hablar o tu compañero despertar!

Claramente el de afuera era el que no dejaba de gritar, tenia la sensación de que la persona de
afuera actuaba deliberadamente para que este “compañero” suyo despertara.

Hongjoong se deslizo hacia la puerta y le hablo a la persona en susurros.

—¿Hoye? Esto es un malentendido, la chica de ayer me miro a los ojos y…

—¡Ha! Que descarado de tu parte ¿Te atreviste a ver a mi hermana mayor a los ojos? ¡Así menos
te daré de desayunar!

Después de sus ultimas palabras, esa persona se alejo indignado y molesto por las palabras de este
intruso.
Debería ir de inmediato a comentárselo al Sub, esta persona ingreso a la secta con trucos sucios y
de paso termino lastimando a su hermana mayor ¡Imperdonable!

Hongjoong dio un pequeño grito de desesperación, fue acusado injustamente y no había comido
nada, su estomago rugía por el hambre.

Regreso a su lado en silencio, no quería despertar al compañero. No quería encontrarse con la


sorpresa de que se trate de alguien apuñalando espaldas. Acababa de renacer y no pensaba morir
de esa manera poco genial.

En su vida pasada murió protegiendo a alguien, sin antes de dar una buena pelea. Talvez ahora
seguía con esa buena habilidad de lucha, pero su cuerpo actual no le permitía realizar alguna
técnica o un golpe sorprendente, en una de esas solo daría pena al vista.

Estaba seguro de que Chan lo buscaría y trataría de manejar el asunto de la mejor manera, esto
era un grandísimo malentendido. Solo esperaba que no sea demasiado tarde.

Es solo que espero durante tanto tiempo y nadie apareció. Solo se escucharon los ligeros pasos de
alguien que talvez vigilaba el lugar nada mas. Hongjoong trato de hablar con uno de ellos pero no
recibió ninguna respuesta.

Para su desgracia, este cuerpo era tan delicado que rápidamente aparecieron los efectos
secundarios de no haber ingerido nada desde la mañana. El hambre lo carcomía por dentro y tenia
una posibilidad de despertar a su compañero por los rugidos de su pansa. A este paso terminara
desmayándose otra vez.

Una milagrosa voz apareció del otro lado de la puerta gritando la hora de la comida. Hongjoong se
dirigió tambaleándose con alegría a la puerta pero su buena suerte estaba lejos de el.

Su querido compañero al fin se digno a mostrar la cara y no de la mejor manera.

La comida fue entregada en una pequeña ventana debajo de la puerta pero su querido compañero
apareció y se llevo los dos lotes, dejándolo sin nada.

No importaba la verdad.

Una de las sopas se derramo por el suelo sucio y aun así su compañero la levanto. Aparte, el
apetito se le esfumo en cuento vio la apariencia de su compañero. Su cuerpo se encogió en la única
esquina lejana, asustado de la presencia de este “compañero bestia”.

Ya no se atrevía a hacer algún ruido, hasta su respiración la escuchaba tan ruidosa que dejo de
inhalar.

—¡Chan!...—Grito al final dentro de el con desesperación.

Chan se escapo de la habitación con alginas vendas sueltas en su cuerpo, dispuesto a buscar a su
Joven Amo sin importa lastimar a alguien en su camino. Su mirada fría y sin miedo recorrió a las
mas de cinco personas que lo rodeaban.
—Apártense de mi camino o no dudare en cortar sus cabezas…—Siseó en dirección a los presentes,
ellos con evidente miedo.

Había activado la tercera capa sin temor a sufrir mas lesiones internas. Lesiones que no tardaron
en mostrarse. Su antes hermoso cuerpo blanco, ahora cargaba con moretones que por
consecuencia algunas le impedían permanecer de pie por el dolor, pero se las aguantaba en todo
momento por que ahora su Joven Amo había desaparecido.

Los efectos secundarios de activar la tercera capa eran muy graves, al grado de llevarlo a la
muerte en tan solo minutos de haberla abierto. Pero Chan se mantuvo durante una hora en esa
forma, lo que demuestra ser diferente de otros. Algo que Chan desconocía por ahora.

La sangre comenzó a brotar de sus ojos y labios pero las ignoraba.

Su ropa desordenada le daba una imagen aterrador en estos momentos, sumando a los moretones
casi rasguños y el sangrado que fueron reapareciendo, muy lamentable de verlo.

Esta presencia tenia a las cinco personas atemorizadas e impactadas. Jamás habían visto a una
persona poseedor del Corazón elemental y activada hasta una tercera capa ¡Realmente
sorprendente a la cual admirar!

Lastima que la situación actual les impedía emocionarse tanto como quisieran. Ahora lo que mas
importaba era retener a esta persona, algo que les parecía imposible de hacer, hasta que los
mayores llegaran. Ellos eran los juniors de esta Secta, es decir, aun no tenían la fuerza necesaria de
pelear y menos con esta persona. Ellos que se dirigían al entrenamiento de las 12, casualmente
terminaron topándose con este enorme problema.

Sus pequeños cuerpos no dejaban de temblar al ver como esa persona se elevaba poco a poco.
Suspendido en el aire, se acercaba amenazadoramente hacia ellos.

Ellos aun no tenían la capacidad de volar y ante este ser se vieron así mismos como una hormiga
apunto de ser pisadas sin piedad.

Uno de ellos con la intención de huir, fue retenida por el compañero de a lado. Con un manotazo
podría zafarse y salir corriendo pero, en cuanto vio a la persona sujetándole, su semblante cambio
inmediatamente.

—…!

Esa persona camino al frente de todos. En sus corazones vitorearon llenos de alegría y alivio,
habían olvidado que este sujeto estaba aquí con ellos, pero no se atrevieron a demostrar cuan
ansiosos estaban. Habiéndolo menospreciado por cada uno en todo este tiempo, nadie se atrevía a
pronunciar palabra alguna como pedir ayuda a esta persona.

Esta persona era diferente a ellos de la cual le tenían tanta envidia.

Razón que llevo a cada aprendiz a mantener distancia como si de una peste se tratara, hablando
mal a sus espaldas y demostrando tantas veces lo disgustados que estaban.

Esta persona nunca se inmuto ante las amenazas y provocaciones de sus compañero,
disgustándolos a un mas.
—…

Su mirada tranquila observa con curiosidad la silueta de Chan y Chan hiso lo mismo. Sintió la
diferencia de este sujeto con el resto.

Sus acciones le demostraban a chan de lo seguro de poder mantener una lucha con el.

Bien sabia que, meterse con los débiles era tan bajo para su gusto y un acto menospreciable en su
familia. Tal vez algunas travesuras se le escapo para darles una lección a lo que aparentaban ser
fuertes pero esto idiotas seguían con sus estupideces de arrogancia.

No le importaba salvarle el trasero a estos compañeros incompetentes. En un futuro se le daría la


oportunidad de burlarse de ellos en sus caras en cada momento que quisiera, que satisfactorio
seria eso.

—¿Te atreves a retirarte hermano mayor?

Otra razón de la cual le impedía regresarles la misma moneda a estos, era ser el hermano menor
que debía respetar al mayor. Oportunidad que no desaprovecharon estos perdedores para
molestarlo tanto como quisieran. Por su puesto que si hablamos de edades, el era el mayor pero
para su desgracia ingreso a la secta después, siendo entregado el titulo de “hermano menor”.

—¡¿Qué dices?! ¿Estas ciego? ¡Por supuesto que no lo hago!

Planto de regreso sus pies en su misma posición. Con un manotazo alejo la mano del otro y camino
al frente valientemente.

—¡Hey! ¡Sera mejor que te calmes o no dudaremos a patear tu trasero! —Grito sin vacilar el
hermano mayor, asustando a muerte sus compañeros a excepción de uno que sonrió irónicamente.

—…Hermano mayor…será mejor que no lo provoques, no es cualquier persona con la que


tratamos…—Sugirieron algunos llevándose una mirada de reproche por el hermano mayor.

Todos dirigieron la mirada hacia el hermano menor. Al sentir la mirada, bufo perceptible ante la
vista de todos.

Chan que observaba arriba de ellos, decidió dar el primer ataque. Perdiendo el tiempo aquí en vez
de seguir buscando a su Joven Amo.

Tomo su gran espada fluctuante de llamas plateadas, efecto al activar la tercera capa, la apunta
en dirección al grupo. Temerosos de este movimiento, retrocedieron dos pasos al ver sobre sus
cabezas como se formaban pequeñas flamas amarillas.

—Aguja ardiente…

Chan susurro las palabras y aquella pequeña flama bajo con una velocidad en dirección a sus
cráneos. Efectivamente, con esa velocidad feroz la flama se transformo en una pieza muy delgada
ardiendo en llamas plateadas, esto con la intención de atravesar sus cuerpos y de paso incinerarlos
hasta los huesos.

Con eso trato las cosas tan fácilmente sin ningún esfuerzo.
Una capa de polvo se levanto ante este ataque, algunos arboles recibieron el golpe y se
derrumbaron. Los gritos de ellos llegaron a los oídos de Chan, quien sonrió maliciosamente listo
para retirase. Sin encontrar alguna falla en su técnica, Chan estaba dispuesto a volar hacia el
frente cuando un repentino silbido corto el aire y se dirigía detrás de el.

Una barra metálica choco a tiempo con su espada en defensa. El choque fue tan fuerte que por un
momento, Chan casi pierde el equilibrio para ser enviado a volar, un gran espacio fue dejado por
ellos con el impacto.

Después de ese choque, la barra metálica regreso detrás de el donde el polvo que subió, se
esparció en todo el lugar mostrando una imagen inesperada.

Debería de encontrarse con un panorama lamentable, cenizas esparcidas en todo el lugar o por lo
menos cadáveres tiesas en el suelo, pero se llevo la sorpresa de que ellos seguían casi intactos.
Desmayados en el suelo con severas quemaduras pero aun permaneciendo con vida, este ataque
te quita la vida si o si ¿Qué paso?

Observo con el ceño fruncido y se percato de una ligera capa protectora en el cuerpo de esas
personas ¿Quién hiso esto? No hacia falta buscar insensatamente en todo el lugar, las únicas dos
personas de pie eran los responsables de ese hecho.

Lo malo de activar la tercera capa de un Corazón Elemental sin considerar ciertos factores, era el
no poder manejarlo adecuadamente que terminaba carcomiendo tu mente y cuerpo. El Chan de
ahora había perdido la racionalidad y actuaba locamente en busca de la única persona de la cual
debía proteger.

La locura lo invadió y una risa descabellada dejo escapar. Un segundo después volvía en si
sosteniendo su cabeza. Aprovechando este descontrol, las únicas dos personas de pies hablaron.

—…No…c-creo…poder m-mas…¡Shownu!—Siseo el hermano mayor arrodillándose al final, estaba


apunto de perder el conocimiento como el resto.

Afortunadamente, alcanzo a activar a tiempo un escudo, forjado con toda su energía en el cuerpo
de todos, incluyendo al hermano menor Shownu. Quien aparte, aporto otra capa de agua
resbaladiza en el cuerpo de los demás desviando el ataque.

Y solo el permanecio intacto de pies a cabeza y sin la minima disminución en su poder por esa
simple barrera, algo que le costo tanto acosta de su propia vida.

—¡Bastardo! —Pensó para si mismo, odiando al hombre de frente y a su persona débil.

Shownu levanto su mano y atrapo la barra de metal que venia volando hacia el con fuerza. Giro en
dirección al otro, solo para resoplar y golpearlo en su nuca. Lo atrapa en sus brazos disgustado, le
transfiere un poco de su energía para que no muriera y lo deposito encima de otro cuerpo sin
cuidado.

Abrió su mano vacía para que en ella apareciera una barra idéntica al otro, unió ambos extremos
con facilidad. Esta se transformo en una mas larga y delgada. Muy fácil de manejar, las enrolló
perfectamente en la palma de sus manos.
Supuestamente hoy le tocaría canalizar la tercera capa de su arma durante una semana entera. Si
no lo hacia, esta barra delgada se rompería en sus manos.

Por mera curiosidad la había activado pero aun no la podía usar, por lo que cambio a la segunda
capa. Ahora que el enemigo no hacia ningún movimiento, se tomo su tiempo…¡Error de calculo!

—…!

Sintió una profunda puñalada por la espalda que lo envió contra el árbol, tan intenso hasta escupir
una buena cantidad de sangre.

Estaba seguro que, una persona que posee un Corazón elemental podría aguantar por mucha para
no ser absorbida rápidamente por ella. Amenos que sea una persona que abuso de la energía,
tanto que fue absorbido por ello al descontrolarse, necesitando de una energía para calmar la
tormenta, o que talvez se trate de un incompetente. Lo cual duda mucho que sea la ultima pero
tampoco favorece la primera ¿Entonces que le sucedió al sujeto?

Antes de que recibiera un segundo golpe. La presencia detrás de el apareció en un parpadeo y


Shownu hiso su movimiento.

Camino por el tronco dañado para moverse hacia arriba y dar un giro encima de Chan. A su paso
formo una esfera de hielo para contener dentro, el cuerpo de Chan. Congelo todo a su alrededor
con un diámetro de 20 metros.

Su plan tuvo éxito pero antes de que celebrara, el crujido de algo provino a un lado de la esfera de
hielo.

Alarmado ante esto, de inmediato posa su palma en la esfera congelada y canta un conjuro. La
esfera flota ante el y gira en su propio eje, de pronto el hielo fue derritiéndose y tenemos a la vista
un cubo transparente brillante. La silueta retenida de Chan se vio visible dentro.

Este cubo ya no tenia semejanza aun solido hielo, este era un cubo protector de cristal que jamás
tuvo la oportunidad de crearla hasta ahora.

Shownu cae rendido al suelo con una sonrisa extasiada. Su semblante cansada observa cuan lejos
ha llegado. Esos años de practica, al fin dieron frutos rojos y jugosos pero ni siquiera se dio la
oportunidad de dar un mordisco.

—…N-nunca…imagine…en…crear un…cubo…—Reuniendo la fuerza sobrante, se tambaleo en


dirección al cubo lleno de regocijo.

En su familia existía tres tipos de técnica protectora, el cubo era considerado el mas difícil de
recrear y el lo logro en tres años de practica.

Es solo que después de posar su mano en el cubo, fue absorbido dentro de ella.

Como si se tratara del estilo del agua, floto dentro del cubo aguantando la respiración. A unos
centímetros estaba el cuerpo estático de Chan, con los ojos suavemente cerrados. Una expresión
tranquila se manifestaba en su delicado rostro, su cabello y las vendas sueltas ondulaban a su
alrededor.
Este cubo poseía otros efectos, la cual era bloquear cualquier tipo de poder. Era tan poderoso que
ningún poder lograría activarse dentro de estas cuatro paredes.

Por lo tanto, la apariencia de Chan volvió a la normalidad poco a poco. El daño que sufrió su
cuerpo antes, permaneció en el y Shownu no sabia como manejar esto. Tendría que esperar un
poco para recobrar las fuerzas y dirigirse con el Sub líder. Ellos que venían a practicar hasta este
lejano lugar, dudaba mucho de que alguien haya escuchado la pelea.

Su entrenamiento terminaría dentro de una hora y el siguiente grupo vendría a entrenar, para
entonces aun faltaba tanto para que ellos aparecieran. Si vieran lo que paso, no dudarían en
ayudarnos.

Salió del cubo y se arrastro a un lugar cómodo para descansar. Lastima que en el momento en que
cerro los parpados, no volvería a despertar después de cuatro días. De haberlo sabido, jamás
habría hecho el cubo, en su lugar habría optado por el hexagonal que era la primera técnica.
Aquella era diferente pero esa consumía menos energía que la tercera.

Los supuestos mayores que llegarían, no aparecieron enseguida porque el informante tuvo un
pequeño problema en su camino.

Mas bien, obtuvo lo mismo que sus compañeros. Chan envió una flama detrás de esa persona pero
al esquivarla, aun termino lastimado. Desangrado tardo en llegar a informar de la grave situación,
su brazo derecho quedo con quemaduras y por ella se desmayo a mitad del camino, era posible
que aquel brazo dejaría de funcionar.

Ya era pasada de las 6 pm cuando llego el informante. Las únicas esperanzas de Shownu con
encontrarse con los otros alumnos, no aparecieron por lo que el informante era la única salvación.

—¡Encuéntrenlo!

Rugió el Gran Líder a las personas arrodilladas del lado derecho, sospechando que ese intruso
seguía vagando por la secta, matando e hiriendo a todos los alumnos. Los del lado izquierdo se les
indico ir por los heridos y declarar si estos serian aptos para seguir en la secta, viendo la herida del
informante, no podría imaginar lo que se quedaron. Había una gran posibilidad de que ya estén
muertos.

Los del frente se les ordeno ocultar el desorden y que no escapara nada entre estos muros, no hay
que alarmar a la gente fuera y ni dejarles saber que existió una persona que logro despistar a los
vigilantes. Después de esto, algunos atrevidos se imaginaran que la Secta CBeT es fácil de
atravesar y no dudaran en causarles problemas mas tarde.

—…!

El gran líder tomo y aplasto la tasa de porcelana en sus manos, la sangre fluyo de el asustando a
los únicos que se encontraban presentes.

Su mirada fría se desplazo por el cuerpo de todos, deteniéndose en la persona de su Izquierda.


Agito su mano para que todos se retiraran y que los dejara solos con esa persona. Internamente
todos rezaron para que el Gran Líder no se desahogara con el Sub Líder, como últimamente en
estos días ha sucedido.

La ultima persona salió con un suave golpe de la puerta al final.

Ahora, con la gente fuera el par por fin encontraron paz.

El semblante enojado y frio del “Gran Líder” se vio remplazado por una de agotamiento y sin una
pisca de madurez en ella, tomando un comportamiento infantil.

—Tío~…estoy cansado…

Estas palabras se escucharon extrañas viniendo de la voz del Gran líder de Secta CBeT. Y su
siguiente acción al dejarse caer en el respaldo de su asiento, se vio un rayo cayendo en la cabeza
de la persona que no conoce la verdad oculta.

El tío se acerco al Gran Líder con una palmadita en su cabeza ¡Una mera aterrado vista, este
absolutamente no era el Gran Líder!

Una de dos, que el líder siempre mantuvo oculto su verdadera naturaleza o fue poseído por un
ente Cambia forma ¡¿Qué hacia el sub líder al tratar al Gran líder de esa forma?!

—Esta bien, lo estas haciendo bien. Tu padre pronto regresara y al fin podrás volver. Pero ahora
sigue actuando, la gente no debe saber que tu padre no esta ¿Entiendes?—Una suave sonrisa
apareció acompañado con una mirada preocupada.

La verdad oculta ha salido a la luz. El tío tomo la mano de su sobrino y paso suavemente sus dedos
encima de ellos. La herida que se había hecho para dar mas credibilidad a su papel de Gran Líder,
sano con el tacto de su tío. La sangre derramada regreso a su lugar como si nada hubiera pasado.

—Ahora ¿Cómo le explicaremos a mi padre lo de este asunto? Estoy seguro que se desmayara por
la ira…—suspiro imaginando la posible reacción de su padre, continuo —Para empezar ¿Cómo
estas personas lograron manejar a su antojo nuestra seguridad? No creo en lo absoluto de que se
trate de personas poderosas, estoy seguro que utilizaron algún artefacto...

El tío tenia el corazón inquieto con esta situación inesperada. Había cierta corazonada de lo que
probablemente estaba sucediendo ahí afuera. Solo esperaba ansiosamente en que su conjetura
fuera equivoca.

—Los clanes cercanos son tan pequeños como para meterse con nosotros. Tampoco veo una
posibilidad de alguna secta rivalizar con nosotros, a parte, ellos están todos por el lado norte y
nosotros el lado sur…Tío ¿Qué piensas sobre esto?

Sumergido en sus pensamientos, le contesto al azar a su sobrino. Tratándolo como si esto fuera
una pequeña cosa insignificante, algo que no lo parecía.

—Personas queriendo atención. Deja que me encargue de esto, solo descansa.

Mientras se relajaba en su asiento, frunció el ceño por las palabras de su tío. Por su puesto que
esto no era un asunto “insignificante” provocada por personas queriendo “atención”.
Porque si estos querían atención ¿Por qué atacar en la parte trasera de esta manera y no por la
puerta principal? Eso si lo que quieren es “atención” Sabemos que es una tontería el atacar desde
el frente cuando puedes atacar por la espalda y en las sombras. Pero si a fin de cuentas, harían un
desastre vista y conocida por muchos, entonces ¿De que les serbia haber entrado por esa parte?

Esto es confuso desde la perspectiva del sobrino. El hilo de sus pensamientos cruzándose entre si,
formando un enorme nudo entre ellos. Esto demostrando mas, que no era apto para tomar el
puesto de Gran Líder, era muy complicado y cansado de tanto pensar en muchas soluciones.

Agobiado ante esto, su rostro fue distorsionándose tomando la forma de un rostro mas joven y
bello que el que se vio hace un momento.

Siendo el padre tan atractivo y la madre muy bella, el hijo tampoco se quedaría atrás con el toque
de ambos.

El tío entre cerro los ojos y pellizcó los cachetes de la persona cansada.

—No bajes la guardia. Tu rostro esta volviendo a la normalidad.

El sobrino ignoro al tío pero su rostro joven volvió al atractivo rostro maduro de su padre.

Si no fuera porque su padre desapareció así de la nada hace un mes, el no estaría fingiendo ser el.
Su tío que no pensaba decirle nada sobre a donde fue su padre, solo podía quejarse con su madre
en la noche y salir a donde quisiera después.

—…Y mi hermano mayor ¿Cuándo piensa regresar?

Esta era la otra parte que lo mantenía en una miseria constante en estos días. Su hermano mayor
no ha regresado desde hace cuatro años, esta harto de ser quien maneja estas cosas cuando el
padre o tío no están. Hubo muchas veces en el que le pidió ayuda a uno de sus amigos para
vestirse de su tío cuando estos no se encontraba.

Ya se imaginar el desastre que provocaban al no saber que hacer, la gente los miraba extrañados
por su comportamiento. Su amigo un manojo de nervios, se resbalaba en cada momento con la
bata de su tío y el ni mencionarlo. Una vez tiro vino en el atuendo favorito de su padre y dicto una
información equivocada, provocando dos misiones fallidos.

La reprimiendo que recibió de su tío, cuando este apareció por fin, nunca lo olvidara.

Su amigo juraba una y otra vez de no ayudarlo en esto. Según sus palabras, es porque se sintió
indigno de tomar el papel del Sub Líder pero esto solo era una excusa por lo que hiso aquella vez
cuando fingió serlo. Había entrado en un pánico cuando, sin querer se resbalo y cayo por las
escaleras, manchando la buena apariencia del Sub Líder y tachándolo como despistado en el
corazón de tanto aprendices.

Por eso ansiaba el regreso de su hermano mayor, para que este ultimo se encargara de este tipo
de asuntos, después de todo será el futuro gran líder de secta.

—Envió una carta. Dice que estará presente cuando los nuevos discípulos ingresen por la puerta—
El tío regreso a su lugar mientras le contestaba a su sobrino, su corazón inquieto.
—…Hmph…—Resoplo por la respuesta de su tío, ya que recibía casi la misma excusa o diferente.

¡Pero siempre buscaría una! solo para retrasar su regreso y seguir vagando por todo el mundo ¡Ya
vera, cuando sea su turno, desaparecerá por mas de cinco años!

Un par de toques provino de la puerta. Su tío se acerco a el, dejando pasar a una invitada
inesperada.

—Cuñada.

La bella mujer asintió en saludo con una suave sonrisa y paso junto al tío con sutileza en su
caminar.

—Dawon —Pronuncio la bella mujer, sin encontrar alguna falla.

—Sangnhyuk para la familia cuñada—Corrigió Dawon a su cuñada regresándole una sonrisa


amable.

La mayoría de las personas poseían dos nombres. Cada uno para dirigirse dependiendo de la
persona con quien se este hablando. Para las personas mas cercanas, que por lo general, son los
padres y la esposa/marido se les permitían si o si pronunciar el verdadero nombre.

Mientras que el otro, solo se trataba de un nombre formal dirigida para el resto del mundo.

Era una falta de respeto para esa persona que alguien desconocido pronunciara su nombre
verdadero. Siempre reaccionaban violentamente cuando un desconocido lo llamara por ese
nombre.

Esto se veía en todas partes sin importar de quien se tratara, era parejo para todo el mundo. Eso,
si tuvieras dos nombres desde luego, ya que existían personas con solo un nombre, que los
incomodaba por completo. Estas personas por lo general eran vistas…

—¡Madre!...—Dio un casi grito y su madre le disparo una mirada de advertencia.

Este se callo de golpe y espero a que ella se acercar. Su tío hiso una reverencia para retirarse.

—Por favor, compórtate…— le lanzo una mirada transmitiéndole sus palabras a su sobrino, quien
asintió.

Cerro la puerta detrás de el y camino lejos de la puerta dirigiéndose en el bosque.

Dawon escucho ligeros movimiento provenir de las copas de los arboles. En seguida salió una
persona vestida de negro, arrodillándose en frente de el.

—Maestro —pronuncio el recién llegado entre las sombras del árbol.

—Informe —La mirada de Dawon se desplazo a hacia un punto del bosque. La dirección apuntaba
cerca de su propia habitación.

—Si Maestro. Esto se trata nada mas de una persona, la cual se encontró dentro de un cubo
perfectamente hecho por el aprendiz Shownu, quien se cree fue el único que lucho para salvar a
sus compañeros, reteniendo al enemigo.
—¿Como esta el y el resto?

—Se encuentran estables en la enfermería pero con el aprendiz Shownu no diría lo mismo, a causa
de haber creado el Cubo Suprimidor, consumió tanta energía que no despertara hasta dentro de
una semana.

Dawon envolvió en un puño sus manos, hasta estar pálidos. El estrés revoloteaba en su mirada por
estos acontecimientos inesperados. Sintió un dolor de cabeza intenso el solo pensar como lidiara
con las familias de los aprendices afectados.

—Continua…—Sostuvo su frente mientras pedía al otro continuar.

—Revisamos sus pertenecías y no se encontró nada, no parece venir de alguna secta o clan. Pero
hay algo que no me cuadra de todo esto maestro…

—Habla…—Pidió Dawon, la persona de negro dudo un poco antes de continuar.

—…Estoy el 80% seguro de que esa persona no ingreso a la secta por medios suyos…si no, alguien
desde adentro lo ayudo a cruzar sin problema.

Dawon dirigió su mirada hacia la persona de negro, entrecerró sus ojos y pregunto con cierta
frialdad.

—¿Dices que hay un traidor entre nosotros? ¿Te atreves a dudar de tus hermanos? Para llegar a
esta conclusión ¿Qué encontraste?

—No me atrevería a dudar de mis hermanos, si no tuviera nada para mostrar lo contrario. El
cuerpo de esa persona se encontraban vendadas tal cual como nosotros solemos hacerlo y al
seguir las huellas de esa persona encontramos que venia desde los dormitorio, cercanos al suyo o
tal vez cruzo por ahí, no estoy completamente seguro.

Al escuchar las sospechas del otro, Dawon sintió picazón en todas partes de su cuerpo, alarmas
sonó dentro de su cabeza. Cerro los ojos fuertemente y le dio la espalda a la otra persona para
ocultar su inquietud.

—¿Dónde esta Jun?...—Pronuncio cuidadosamente sin levantar sospechas innecesarias hacia el


otro.

Por supuesto que la persona de negro no sospecharía de su maestro por lo que contesto sin
pensarlo dos veces.

—No lo he visto desde ayer por la tarde ¿Quiere que lo busque?

—No es necesario —Negó inmediatamente, al girar de regreso, su expresión ahora se veía normal.

—Ahora, el bosque esta siendo explorado por varios hermanos mayores, tenga la seguridad de que
no encontraran nada referente a los que causaron el desastre. Puede decir que huyeron para no
alarmar al resto.

Dawon asintió comprendiendo. Ahora que “atraparon” al causante solo debían de decirle a los
otros lo que querían escuchar.
Él y junto a las únicas personas que conocían sobre la información de la persona que Kogyeol trajo,
se encargarían de borrar los rastros que dejaron conocer hacia aquellas personas que se supone no
tenían que saber de este asunto. Por ejemplo, este aprendiz suyo vio el rostro de esa persona
llamada Hongjoong y tenia que hacer algo antes de que se retirara.

—Retírate.

La persona de negro no pudo evitar temblar de arriba para abajo. Sabia perfectamente que su
maestro ahora se encontraba extremadamente enojado por el mal manejo de esta situación.

La persona de negro asintió y cuando regreso a las copas de los arboles, de repente sintió una
pequeña punzada en su brazo, imaginando de que probablemente sea alguna espina que paso a
traer, no le presto atención y siguió adelante.

Dawon observo las espaldas de su aprendiz antes de bajarla a su palma derecha. Una pequeña
orbe de luz azul flotaba en ella.

Acerco la otra mano con sumo cuidado y la extendió, la luz se convirtió en un hilo dorada en sus
manos. Esto se le conocía como el Hilo de los Recuerdos y Dawon planeaba eliminar un pedazo de
ellos. Busco entre ellos el recuerdo cuando vio su aprendiz a aquella persona y decidió solo
modificar el rostro porque si llegara a eliminarla el recuerdo, esta persona permanecer un día o
dos tendido en la cama.

Lo que menos quería era darse mas trabajos y opto por solo modificar los recuerdos, que era
menos doloroso para quien se le aplicaba.

Al ver atreves de este recuerdo, se percato de lo sucedido en el bosque y tambien el rostro del
aparentemente Hongjoong.

Su cuerpo poseía lesiones internas y no sabia porque, solo quedaba ir por si mismo y averiguarlo.

Habiendo hecho este trabajo, se dirigió en busca de Jun pero termino encontrándose con otra
persona.

—¿Qué paso?...—Siseo Dawon a la otra persona. Este era uno de los que conocía sobre Hongjoong
por lo que no se molesto en mostrar su enojo.

—Sub Líder…—Saludo primero la persona con las manos unidas, continuo —No sabemos bien que
fue lo que sucedió pero ayer Jun, si escolto a esa persona en el dormitorio indicado. Esta mañana
me entere de lo sucedido, fui directamente hacia ese dormitorio y me encontré a Jun tirado a un
lado de la cama, inconsciente.

—¿Cómo esta Jun? Llévame con esa persona.

Dawon fue guiado hacia la única habitación que estaba lejos de las demás, donde supuestamente
estaba Hongjoong esa mañana.

—Solo esta inconsciente.

Nadie conocía porque reacciono violentamente esta mañana y al único que sabia, se encontraba
inconsciente en la cama. Solo les quedaba esperar y ver que pasaba.
—¿Entonces el es Hongjoong?

—Estoy seguro que es el.

Dawon se acerco en la orilla, observo detenidamente el rostro pálido y lleno de hematomas


graves. Su mirada tranquila se volvió a una de asombro.

—Esto…

Antes de que lograra decir sus sospechas, la persona de alada hablo de igual forma con asombro.

—Si Sub líder. Esto se trata de una persona Nasci, con un corazón elemental que puede activarla
hasta la tercera capa, tengo entendido. Es muy fascinante…

Dawon tenia cierto brillo en sus ojos al ver esta persona e ignoro el hecho de que un alumno haya
interrumpido sus palabras, la emoción le nublo los sentidos.

Por supuesto que solo ha tenido la oportunidad de ver a un Nasci llegar a la segunda capa abierta
¡Jamás a alguien con la tercera capa abierta!

Verdaderamente una sorpresa y bendición del cielo para esta persona que tuvo la fortuna de
poseer algo como esto.

—Bien.

Su expresión volvió a la normalidad pero dentro de el gozaba esto. Llamo a la otra persona a que
se acercara y este con seriedad escucho las siguientes palabras del Sub Líder.

—Xiao, encuentra a todas las personas que vieron el rostro de el…—Apunto hacia “Hongjoong“ y
continuo —Reúnete con Wei y solo modifica los recuerdos de todos, absolutamente nadie debe
conocer a esta persona, tarde o temprano formara parte de nuestra Secta.

—¡Si! Líder ¿Algo mas?...

Dawon camino hacia la ventana y pensó. Al tener una buena ubicación de la ventana, se
observaba al sol ocultarse en el horizonte.

—¿Ha regresado Kogyeol?

—Envió una carta diciendo que regresara mañana por la mañana.

—Cuando llegue dile que venga aquí con Yixing.

La habitación se mantuvo en silencio por mucho tiempo, la respiración de ambos es lo único que se
alcanzaba a escuchar. Dawon que había preferido quedarse sentado hasta la mitad de la noche,
imaginó que ya era el momento de realizar una inspección en la mente de Hongjoong.

—…¡Ah!

Ni siquiera tuvo la oportunidad de tocar el orbe azul con la otra mano, cuando este formo un hilo
de cadenas alrededor para evitar su toque. De paso, le envió atreves de su cuerpo una fuerte carga
eléctrica, dirigiéndose hacia su corazón y cabeza.
Tan fuerte que cayo inconsciente en su lugar. Dentro de él se burlo de si mismo por no adivinar que
esto pasaría, bien se sabe que es diferente con quienes a tratado.

Los rugidos que provenían de su pansa, termino por romper las únicas esperanzas de al fin
conciliar el sueño.

Se levanto de su dura cama y dirigió todo su peso hacia la puerta.

—¿Disculpe?…

A tan mitad de la noche, Hongjoong llamo a quien sea que le tocaba vigilar el lugar. Sentía tanta
hambre que ignoro el hecho de ser regañado mas tarde. Tenia que intentar, talvez la siguiente
persona sea mas amable que el primero y segundo.

Y dios no lo decepción.

—¿Qué pasa? —Pregunto la persona del otro lado, su suave voz demostraba ser una jovencita.

Hongjoong vitoreo en sus adentros con lagrimas. Las mujeres suelen ser amables y muy
comprensivas que los hombres, la suerte le sonreía.

—…Siento despertarte pero…no he comido en todo el día y creo que estoy apunto de desmayarme
¿Te molesto con algo para comer? Lo que sea esta bien…

Su temblorosa voz le fue de gran ayuda para persuadir a la persona de lado. No recibió una
respuesta pero el ruido que se escucho, denotaba que la chica planeaba darle algo.

Espero ansiosamente en donde se le pasaría la comida.

—…

La puerta se abrió.

Dejándonos ver a una linda chica de la edad de aproximadamente quince o dieciséis años. llevando
una elegante vestimenta de color blanco, con una delicada costura plateadas algunas flores y el
resto desconocido para el.

Una verdadera belleza para los ojos de cualquier hombre y una envidia floreciente en la vista de las
mujeres.

Su cabello oscuro y largo, se desparramaba en todo su cuerpo delgado. Algo que lo dejo embobado
y temeroso, fue la venda que rodeaba los ojos de la joven.

—¿No podía ver?—Se pregunto a si mismo.

Antes de que abriera la boca, Hongjoong se vio desorientado por las siguientes palabras de la
joven.
—¡Oh! Tu aura es tan brillante y pura ¡Tu olor es suave!¿Qué haces aquí?—Interrogo mientras lo
observa de pies a cabeza.

Eso mismo quería saber Hongjoong, pero ya ven, nadie se dignaba a responder amablemente su
pregunta.

—Tambien quiero saber eso…—Su mirada cambio hacia el plato caliente que llevaba la chica.

Como si nunca estuviera aquella venda, ella sigue con la mirada la acción de hongjoong y le
entrega la comida.

Al tener el plato caliente en manos, la devora por completo sin importar que algunas migajas
salían disparadas a su atuendo. Al fin de cuentas, la chica llevaba algo en los ojos y podía darse la
vuelta, no hay que apenarse para nada.

Como si pudiera ver atreves de las venda, ella aun decide preguntar lo que hace un momento le
comento a Hongjoong.

—¿De verdad no has comido en todo el día?—pregunta ingresando al cuarto.

Sin darse cuenta que la chica entro, Hongjoong negó enérgicamente pero al darse cuenta que ella
no podía ver, decide tragar la comida primero antes de hablar.

—Aja —Y volvía a devorar lo que le restaba, ansiando por mas.

—¿Qué es esto? Su aura es tan oscura y tiene olor a sangre putrefacta…

Hongjoong entro en pánico cuando el dedo de la joven se dirigía al bulto de la esquina. Con las
ansias de gritarle que se alejara de su compañero, se vio a si mismo tragando sus palabras cuando
aquello soltó un gruñido.

Trago en seco.

Su compañero se levanto y la manta que le cubría una parte del cuerpo, cayo al suelo dejándonos
a la vista la verdadera apariencia de su compañero. Ante ellos estaba un hombre lobo de gran
complexión y altura, sus ojos brillando en la oscuridad y un indicio por ver el derramamiento de la
sangre.

»¿Un hombre lobo? ¡Esto es malo!»

No quería ver una escena sangrienta por lo que corrió a salvar a la chica. Por su puesto que
tampoco pensó bien las cosas antes de acatarlas. Por que, el único que terminaría perdiendo la
vida si se metía entre las dos partes, seria el mismo.

Un pequeño inmortal que accidentalmente vino a este planeta ficticio.

Su compañero levanto el brazo peludo con garras afiladas. Ahora, con la duda parpadeando en su
mirada, ya no quiso seguir con su acción.

«Tan linda y joven como para morir de esa trágica manera»

Ahora, solo planeaba cerrar los ojos y esperar a que la sangre le salpicara por completo.
«¿Ella o yo? ¡por supuesto que yo! Tambien ¿Quién la manda a tocar lo que se le cruza?»

Inesperadamente la escena que esperaba ver ¡No sucedió! En su lugar fue algo mas impresionante.
Vio a la chica subir la mirada y sonreír burlonamente a su compañero, algo que no le pareció para
nada agradable.

Mientras ella levantaba tranquilamente su mano en el aire, su compañero disparo las garras
directamente en el cuello de la victima.

—Jajaja…¿No tienes consideración por las jovencitas como yo? Que lastima…—Se burlo fríamente
del hombre lobo.

Hongjoong abrió los ojos y guardo la respiración.

La linda joven inhalo el aire contaminado y de sus labios dejo escapar un aliento helado,
acompañado de una risilla siniestra. Ni bien la habían tocado cuando el cuerpo del hombre lobo y
junto al suyo, habían quedo estáticas en sus lugares por una gran capa de hielo.

El hielo cubrió por completo al pobre hombre lobo y gran parte de la habitación. Las garras del
mismo quedaron a un centímetro del cuello de la joven, por poco matándola si la chica no fuera
mas rápida que el.

Hongjoong tampoco se libro, su cuerpo quedando congelado en su sitio con una expresión
aterrada.

—…

Si no fueran por las vendas que cubría los ojos de la joven, estaríamos viendo una mirada carentes
de vida y luz. Como si hacer esto, fuero un simple juego de niños, sin arrepentimientos de haber
empujado aun pequeño niño.

Recuerdos desagradables invadieron su cabeza.

Frunció el ceño ante esto y se abofeteo a si misma con fuerza, un ligero temblor recorrió su cuerpo.

Después de recibir la bofetada, recupero su aspecto normal, gentil y amable.

—¡Mayor! —Alguien grito llamándole cerca de la habitación.

Ella tranquilamente camina de regreso, con un suave movimiento en el aire y la puerta vuelve a
cerrarse con el seguro. Fuera de esta calmo su respiración y comenzó a caminar en dirección hacia
la persona que lo buscaba.

—¡Mayor! ¿Por qué desapareció así de repente? Te hemos estado buscando desde hace una hora
¿Cómo llego hasta aquí? ¿Habitación seis? Es peligroso estar cerca del cuarto por mucho tiempo,
por favor regresemos…—Hablo incesantemente el recién llegado. Por su respiración agitada, se le
notaba lo mucho que había corrido en busaca de la joven.

Aliviado de haberla encontrado, dejo escapar tranquilamente el aire que contuvo desde hace
mucho.
—Estoy bien. Solo quería ver a los residentes, nada mas. Regresemos…—Indico la joven
emprendiendo su camino de regreso a la salida.

El joven que había venido a buscarla, trago saliva por lo que dijo su mayor. Ante esa respuesta ¿No
lo hacia ver como un lugar al cual se puede visitar en cualquier momento del día? Claramente este
lugar era muy peligroso. Venir casualmente a dar un vistazo, solo aplicaba para quienes estaban
en quinto y sexto grado.

En cambio ellos, estaban cursando el tercer grado.

El joven no se contuvo a girar y darle un pequeña mirada llena de curiosidad hacia la habitación.
Había escuchado desde hace tiempo, que habían atrapado a una bestia en las afueras de la secta.

De la cual, se relataba en que esa bestia ya venia causando serios problemas desde el lado oeste.
En todo el transcurso de su camino para llegar hasta aquí, había estado matando incesantemente
a tantos inocentes, como cazadores o viajeros.

Varios clanes pequeños y grandes, venían siguiéndole el paso para cazarlo y después domarlo, o
simplemente matarlo en el acto. Inesperadamente este terminaba desapareciendo en la vista de
tantas personas, sin siquiera dejar algún mínimo rastro de su siguiente destino.

Después, dos de los mayores de la Casa de los Spiritualis se encontró en su camino de ir a una
misión, la bestia que se ha buscado por mucho tiempo, todo mal herido y apunto de morir.

Solo un maestro pidió encerrarlo.

Jun trajo su propio carruaje que la dejo estacionado a las afueras del pueblo para no atraer
la atención. Sin decirles nada, directamente se subió en el asiento del conductor esperando
a que el par se sentaran.

Jun tomo un camino diferente, un atajo que los llevaría a un lugar especifico. Hongjoong y
Chan no se dieron cuenta, se mantuvieron silenciosos observando por la ventana todo lo
que pasaba.

Fue después de ser levantado por un desconocido que recobro un poco el sentido. Este
tiro de su brazo bruscamente yendo al rincón del carruaje, alejándose del joven con un
miedo reflejado en su rostro.

Su acción no tuvo nada que ver con ser ayudado por un desconocido, fue mas por el
recuerdo que le llego que inconscientemente se alejo de este.
Este recuerdo le afecto tanto hasta el punto de no conectar con la realidad, sus ojos
sumido en el caos por las imágenes que se le mostraba.

Viendo a su Joven Amo perdido en sus pensamiento con la mirada nublada, acurrucado en
la esquina y el evidente temblor de su cuerpo, altero por completo al pequeño joven.

Hongjoong observo sus manos temblorosas que en breves segundos alternaba entre sus
recuerdos donde las tenia manchadas de sangre y la realidad que las tenia limpias.

Cerro los ojos con fuerza y sujeto su cabeza cuando el dolor que antes sintió que se
aliviaba, este se intensificaba mas y mas.

Cuando el pequeño joven que hace un momento salió, volvió a ingresar con varios frascos
en manos. Casi las termina soltando cuando vio la tez pálida de su Joven Amo y de como
jadeaba de dolor.

Sus movimientos acrobáticos de preparar algún liquido medicinal fueron tan rápidos y
hábiles en la acción, de un vistazo nos da a conocer la practica que le llevo a manejar
aquello para tener esa experiencia.

Antes de que Hongjoong perdiera el control de la realidad, algo frio se deslizo por su
garganta que enseguida calmo todo el fuego que arremolinaba dentro de su cuerpo, junto
a su mente distorsionada.

Fue sujetado por alguien antes de que él volviera ha perder la consciencia, sin antes
olvidar susurrarle un agradecimiento a esa persona que lo ayudo ha aliviar aquel inmenso
dolor.

El primer error que encontró fue estar acostado en la cama de olores que nunca había
utilizado ¡en toda su miserable vida!. Después capto la sensación de un cuerpo delgado y
suave, muy diferente a como recuerda el suyo. Seguido de los jalones que se daba en su
cabello ahora largo, cuando intento girar. Para finalizar con un breve recuerdo suyo, de
cuando intento salvarle la vida de su compañera por los enviados de aquella persona, su
enemigo. Cumpliendo con la única tarea de quitarle su vida por una bala en el pecho.

Lo bueno de esto, es que no habrá nadie quien le duela su partida, siempre estuvo solo.

—…

Un severo escalofrió le recorrió su cuerpo con ese recuerdo suyo. Su mirada carente de
emociones, bajo la vista a sus manos ahora suaves y blancas. Limpias de algún suceso que
implica en arrebatar la vida de tantas personas perversas.

Sin arrepentimientos.
Dispuesto a abrir la única ventana del cuarto para conocer el exterior, la puerta siendo
repentinamente abierta desde el exterior, lo asusto horrible para provocarle un grito y que
este brincara levemente en su lugar.

—¡Joven Maestro!

Por su puesto que el vida no están bueno como para ofrecerte las cosas fáciles, hay que
luchar un poco en algunas ocasiones. Pero tiene la manía de jugarle chueco a la gente
cada que puede.

Como en este desafortunado caso.

Es tan obvio que este cuerpo suyo no se creo así como así. Tendría que solucionar este
problema sin levantar sospechas de nadie, con mucho cuidado y delicadez.

—…¿Qué sucede?

El joven que ingreso precipitadamente al cuarto, llega preocupado a su lado directamente


a revisar cada parte de todo su cuerpo.

—…Lo escuche gritar, c-creí que le había pasado algo y vine lo mas rápido posible…

Este camino a la mesa y tomo con sus manos temblorosas una jarra junto a una tasa para
entregárselo a que bebiera el contenido.

Hongjoong la tomo sin pensar en las consecuencias pero no le quedo de otra. El pequeño
joven dejo la jarra y salió de la habitación un segundo antes de volver a entrar con varios
frascos.

—Se lo suplico Joven Amo, no intente esconder si alguna anomalía se presenta en su


cuerpo, por su bien dígamelo sin dudar…

Estando a espaldas del recién llegado, Hongjoong no logro ver lo que esta persona hacia
con tanta velocidad.

Frunció el seño ante las palabras del joven pero no pensaba decir nada y preferio esperar
un poco, dándose una idea de lo que podría estar pasando.

El joven giro a su lugar para darle tres pequeñas botellas llenas, que estas desprendían
olores de yerbas medicinales en cuanto se las tomo.

Viendo la vacilación de su Joven Amo al darle los frascos medicinales y la leve confusión
en sus ojos, una vaga idea le llego a su cabeza preocupándole.

—…¿Joven Amo?...¿Usted no me conoce?

Hongjoong fue llevado a una gran sorpresa por la pregunta de este joven, sintiéndose
nervioso y amenazado al instante. El joven por otro lado tomo su reacción como una
afirmación a su pregunta, su semblante volviéndose melancólico.
—…No se asuste Joven Amo, no le hare daño y estaré a su lado solo para protegerlo, estoy
seguro que esto solo será temporal y tarde o temprano volverá a recordar de nuevo…

Este le ínsito a que tomara la medicina mientras le sonreía con tristeza y leve preocupación
en sus palabras. Hongjoong volvió en si por la nueva información que se le fue dado,
sorprendido por dentro se tomo los líquidos. Esto era una suerte dado por dios y ni loco
pensaba desaprovechar esta oportunidad de oro.

Ahora que conocía la situación, no se preocupo por mostrarse tal cual. Después de todo,
se creía que había perdido la memoria y analizando de nuevo las palabras de este joven,
tal parecía que no era la primera vez que sucedía.

La amargura de estos líquidos le hiso arrugar su rostro de asco, ingiriendo todo sin dejar
rastro de poco.

—…¿Qué de-demonios fue eso?...

—Es medicina para su cuerpo Joven Amo.

Inconscientemente soltó sus pensamientos y al recibir una respuesta de la otra parte, le


devolvió una sonrisa nerviosa.

Algo cambio en el tono de ese joven, ahora parecía estar aliviado cuando escucho su
respuesta.

Ahora que había “perdido” la memoria, no estaba mal preguntar sus dudas sin temor a
hacer algo fuera de línea.

—…mmm y tu ¿Quién eres?

Sin encontrar extraño su pregunta, el joven le contesto con suma calma.

—Mi nombre es Chan, soy su sirviente desde hace diez años…

Hongjoong miro al joven con asombro.

—¿Mi sirviente? ¿Cuál es tu edad?

La apariencia de este joven daba a conocer que talvez tenga alrededor de 17 o 18 años.
Siendo así, quiere decir que es su sirviente a una edad tan temprana. Hongjoong
inmediatamente se sintió mal por el joven de aquí.

—Dentro de poco estaré cumpliendo veintidós años…

Vaya, aparentemente no es bueno juzgar un libro por su portada.

—Oh…¿Dónde es este lugar?

Antes esta era la primera pregunta que pensaba decirle a Chan pero se detuvo a tiempo.
—Mmmm el asunto es un poco complicado…pero ahora mismo nos encontramos en una
pequeña casa que compramos en los suburbios de la ciudad las Tres Montañas Altas.

Hongjoong asintió en compresión de la respuesta pero su corazón lleno de preguntas.

—Entiendo…¿Y mis padres?

El rostro de chan se mantuvo sin cambios pero dentro de el una tormenta se arremolinaba
con fuerza su corazón bombeaba mas rápido al escuchar tal pregunta.

—Eh…Yo…

La tez de Chan cambiaba de color mientras tartamudeaba, la pregunta lo dejo casi mudo
sin saber como responder a aquello. Hongjoong espero paciente la respuesta sin
percatarse de la pelea interna de Chan.

—¡Oh! Parece que es la hora de desayunar, por favor Joven Amo espere pacientemente y
podemos hablar mas tarde sobre esto ¿ok?

Su estomago gruño en cuanto escucho desayuno, no dudando en asentir a las palabras de


chan y esperar mas tarde a tratar con su pregunta. Sin encontrar falla en la retirada de
chan, regresa a su cama a esperar al otro.

Aun cuando no se sintió bien a que alguien mas lo sirviera, por el momento prefirió ver
antes de realizar alguna acción, tambien evitar precipitarse en sus pregunta.

Piscas de duda cruzaron su mirada al ver la figura de su Joven Amo. Alguna mala jugada
de su imaginación, ahuyenta todo clase de vacilación por la extrañeza justificada de esa
persona. Mentalmente se da dos bofetadas por dudar de su Joven Amo, retira los ojos y se
aleja con el rostro rígido.

— ¿Hay visita? He escuchado voces… —La voz era masculina. Demasiado

masculina… Y seductora… El corazón de Hongjoong palpitó por los nervios. No

entendía por qué su mente se había nublado, o por qué sintió pavor mientras

esperaba el momento de la presentación; pero por unos segundos, quiso huir.

Alejarse de aquella voz.

— Sí, es un amigo de clase. Estamos quedando últimamente para estudiar y


esas cosas. Ven, está en el salón.

No quería verlo. Hongjoong tenía un terrible e ilógico presentimiento. Algo le

decía que se alejase, que huyese de allí, que todo iba a cambiar… pero no pudo

hacer nada, se quedó quieto, esperando.

Apareció por la puerta del salón un hombre alto, de pelo negro y expresión

fría. Sus labios no sonreían, simplemente servían de adorno al rostro. Vestía

traje y corbata. Sus ojos, rasgados, se le quedaron clavados durante varios

segundos. Sí, aquella mirada era intensa…

Para evitar tener que verlo por más tiempo, Hongjoong se inclinó.

— Mi nombre es Kim Hongjoong. Encantado de conocerle.

— Park Seonghwa, encantado.

Seonghwa dejó el maletín sobre la mesa y salió del salón.

— Hongjoong, ¿has cenado? —Preguntó con esa voz seria y fría.

El salón estaba oscuro. Takeshi intentaba observar entre aquel manto negro

pero era casi imposible.

De repente, un sonido en su oído; una voz grave y profunda repetía: “Miyagi

Ryutaro, encantado... Takeshi... Takeshi”. La voz seguía pronunciando su

nombre con suavidad, mientras sentía como unas manos subían por sus

caderas, pasando por su estómago y arrugando toda la tela de su camisa. Sin

previo aviso, le desabrochó los botones de un tirón, y el pecho de Takeshi

quedó al descubierto.

— ¿Qué…? ¿Qué está pasando? Miyagi, por favor, basta —La lengua de

Miyagi recorrió su cuello, lamiéndolo despacio, como si estuviese saboreando

cada milímetro de su piel. El pequeño gemido de placer por parte de Takeshi

no se hizo esperar, y pronto su entrepierna comenzó a endurecerse. Takeshi no

podía ver su rostro, sólo sentir las manos y la boca de aquel hombre tras de

sí—. Basta. Para, por favor —Añadió de nuevo, suplicándole.


— No—Dijo Miyagi con la voz de un depredador —. Esto no puede

terminar aquí, Takeshi.

Takeshi se sintió desfallecer cuando la mano de Miyagi entró por su ropa

interior; todo su cuerpo se rendía al deseo que recorría a raudales por su sangre.

Quería más. Quería aquello que nunca había probado. De pronto, las manos de

Miyagi, las manos de un hombre, le hacían sentir un placer que no creyó jamás

que pudiese existir.

Los gemidos de Takeshi aumentaron a medida que la presión de la mano de

Miyagi que sostenía su miembro crecía también. Los movimientos se hicieron

más rápidos gradualmente, y el corazón de Takeshi se aceleraba por segundos.

— No, por favor…. Mi… ¡Miyagi! Ah…

La mano de Miyagi se detuvo antes de que Takeshi pudiese correrse. Le dio la

vuelta y quedaron cara a cara.

Entonces posó los labios sobre los suyos y metió la lengua en su boca.

Takeshi correspondió al beso sin capacidad de resistencia. Los labios se abrían

una y otra vez, envolviendo la boca de Takeshi como en un baile. Se besaban

sin descanso, sin parar.

Acabaron tumbados en la cama, y en pocos minutos las ropas desaparecieron

por los alrededores.

— Takeshi, te voy a dar un placer desconocido para ti.

Miyagi lo miraba fijamente desde arriba, se apoyaba con sus manos sobre las

sábanas, a cada costado. Takeshi, bajo su cuerpo, sentía cómo sus partes

desnudas se rozaban, aumentando el calor entre ellos.

La lengua de Miyagi recorrió su estómago, deteniéndose y deleitándose con su

piel. Lamió los pezones erizados y succionó su cuello. Le separó las piernas y se
acostó sobre él. Con una mano, Miyagi sujetó su propio miembro y lo dirigió a

la entrada de Takeshi. La punta comenzó a rozar su interior, introduciéndose

despacio, muy despacio…

Los ojos de Takeshi se abrieron de par en par. Estaba respirando con

dificultad y el sudor le corría la frente. Giró la cabeza para ver la hora. No eran

ni las cinco de la mañana.

No lo entendía, no lo entendía ¡no entendía nada! ¿Qué puta mierda había

sido ese sueño? ¿Y por qué notaba algo cálido y húmedo en sus calzoncillos?

— ¡Joder!

“¿Yo? ¿Debajo? ¿Él metérmela a mí? ¿Ser dominado?....”

Frustrado, retiró las sábanas y fue hacia el baño para darse una ducha fría que

acabase con el mal sabor de su cuerpo. Tenía que borrar cualquier rastro de esa

horrible pesadilla…

Pero lo que Takeshi no sabía… era que no sería la última.

Sin embargo… aunque su hermano mayor nunca lo supo, el corazón de

Shouta se removió de una manera tan dolorosa que mantener la sonrisa

mientras lo decía había sido un sacrificio….

Un enorme sacrificio.

No

había pasado nada relevante, no habían hablado intensamente ni siquiera

habían compartido algo físico… pero las sensaciones que sucumbían el cuerpo

de Takeshi cuando estaba cerca de él, eran suficientes para encenderlo como

una llama.

Miyagi lo atraía como un imán, deseaba verlo, a cada instante, a cada segundo.

A veces, sus miradas chocaban y su corazón se activaba a toda rapidez. Y

aunque apartaba la vista al momento, el calor de aquel fuego servía para hacer

arder todo su cuerpo.

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