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ISAAK JACQUEZ

EL DIMENSIONISTA
El código del alma

LIBRO II

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SAGA EL DIMENSIONISTA

Libro I. EL DIMENSIONISTA La esencia del alma

Libro II. EL DIMENSIONISTA El código del alma

Libro III EL DIMENSIONISTA Los falsos dioses

Próximos libros:

Extensión: EL DIMENSIONISTA El ascenso del alma.

Libro IV: EL DIMENSIONISTA Acreción del alma.

Libro V: …

Contacto

Andrés Isaak González Jacquez

andrew.rop93@gmail.com

Vía Facebook

https://www.facebook.com/pages/category/Book-Series/El-
Dimensionista-289467844992774/

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EL DIMENSIONISTA, es una obra de Andrés Isaak González
Jacquez, libro II, El código del alma, fue hecha para entretener al lector,
motivar por el camino de la ciencia, concientizar sobre el alma y lo más
importante que conocieran la historia.
El Autor tiene una carrera en Ciencias de la Tierra, teniendo la
experiencia en la industria y por la ciencia, pero es un apasionado de
la Astronomía y la Física Cuántica y su meta en ser un científico
relacionado a su vida profesional.
La historia fue creada desde la infancia del Autor, conforme pasaban
los años, la historia se formaba hasta llegar a su final, pero fue
moldeada a lo largo de la vida profesional, orientándola al tema de
diversos temas de la ciencia.

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Dedicatoria

El libro está dedicado para mi madre Violeta Jacquez Cardona, quien


fue la primera mujer en darme amor y una excelente madre a seguir.

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Agradecimientos

Agradezco a toda mi familia por tenerme tanta paciencia y el apoyo


que me dieron por seguir escribiendo la historia. Agradezco a mi
prometida Karla, quien me inspiraba y corregía, además de ser mi
gran apoyo en la vida. Agradezco al personal de mi trabajo por
trabajar junto con ellos. Agradezco al grupo editorial Universo de
Letras de Grupo Planeta en la edición del primer libro.

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Sinopsis

Comienza el caos en el mundo, varias ciudades y pueblos son atacados


por Longus y grises. Abraham Cannot, Dr. Javier Jacquez y Dr. James
Gibson buscan la manera de arreglar la situación. Damian Houck está
escondido y herido, todos buscan su cabeza para entregar a sus
enemigos como ofrenda de paz.
Travis Cannot está siendo sometido por otra entidad mucho más
oscuro, acecha su mente y sus sentidos hasta el punto de volverlo loco,
pero desencadenara un oscuro pasado, revelara secretos, siendo el
inicio del final.

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Pangea
Prólogo

El mundo gira alrededor del sol, su rotación es más lento de lo normal,


el continente Pangea comienza a humear en cada rincón de su
territorio. Parece estar quemándose o una especie de erupciones
volcánicas que cubren con sus fumarolas en toda su atmosfera. Las
ciudades están quemadas y destruidas, todo está cubierto de cenizas,
todo está extinto, sin vida y sin señal de movimiento. Los bosques
desaparecieron, los ríos se secaron, los lagos están envenenados y los
peces flotan, los océanos tienen un tono oscuro y espumeante. las
costas están invadidas de animales marinos muertos, debido al mar
contaminado.
En una montaña, Travis Cannot se encuentra observando toda la
destrucción, su respiración empezó a sofocarlo de la impresión, sus
ojos están muy abiertos. Está boca abierto. No lo podía creer, todo se
había extinguido, toda la vida en este planeta murió y estaba solo. De
repente, el cielo rojizo y amarillo comenzó apagarse, obligándolo a
mirar el sol lo mejor posible por la luz, para entender que sucedía. Su
sorpresa fue… al observar como el sol se deforma hasta desintegrarse,
su forma esférica desapareció, comenzó a desprender toda la
superficie, haciendo que toda su masa se dispersara en todo el espacio,
haciendo que la luz del día desapareciera poco a poco. Su masa solar
se desprendía de su superficie, formaba una especie de dos colas, en
una de ellas, se mostraba ser jalado por una fuerza desconocida. En
ese momento, escucha una voz.
- Travis….
Volteó para saber quién era aquella voz. Al girar, vio a una persona
parada detrás de él. Vestía una especie de túnica gris que cubría todo
su cuerpo, tiene puesto una capucha en su cabeza, le cubría la parte
superior de su cara, apenas se podía definir su boca y barbilla, su color

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de piel es blanco cómo la hoja de un papel, parecía estar pálido, pero
se observa en su rostro que chorreaba una especie de líquido negro
hasta su cuello. apenas colgaba parte de su cabello largo de color
blanco. Estaba observando a Travis todo este tiempo.
- ¿Quién eres? - Retrocedió con nerviosismo-. ¿Qué quieres de
mí?
Aquella entidad comenzó a reír.
- Es el fin… Travis.
- ¿Qué fue lo que ocurrió?
- Esto es lo que pasa… cuando no eres cuidadoso…
- ¿Qué quieres decir?
- Cada decisión que tomas… puede ocurrir varios eventos a la
vez, como la mejor elección o la peor de todas- la entidad se
acerca hacia Travis. desconfiado de saber quién era, retrocede
el muchacho - no puedes negarlo Travis. Debes elegir, tus
opciones se acaban, no puedes evitar lo que va ocurrir, si no
haces algo.
- No entiendo - frunció el ceño - ¿Qué es lo que debo elegir?
Travis dejo de retroceder, miró hacia atrás, y vio como todas las
montañas y lo que queda de la ciudad, estaban desmoronándose y
ascendiendo al cielo, todo estaba siendo succionado por una fuerza
mayor. No tenía a donde ir, dando la oportunidad de la entidad en
acercarse hacia Travis, frente a frente, pero sus ojos estaban cubiertos
por la capucha, solamente hablaba.
- Tu futuro está lleno de agujeros, tus posibilidades de vivir se
acaban - la entidad se torna serio, formando sus labios una
línea muy delgada - déjame ayudarte, déjame entrar… ven a
mí y evitaremos el caos.
Travis sus ojos refleja una serie de dudas. En unos segundos comenzó
a flotar, estaba siendo elevado hacia el cielo, comenzó agitar sus brazos
y piernas, estaba atrapado por otra gravedad más fuerte. Mientras se

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alejaba del suelo, veía cómo se alejaba de la entidad, contemplando la
destrucción del planeta. Su respiración se agitaba, no podía escapar,
volteó hacia el cielo para observar que sucedía, pero apareció un
cúmulo de cristales dorados, se movían hacia Travis para atraparlo.
Abrió su centro, se veía oscuro cómo una cueva, mientras el vidriado
se adhería hacia su cuerpo, capturándolo para tragarlo hacia su centro
oscuro. Gritaba por ayuda, suplicaba que esperaran y preguntaba que
sucedía, alzo su mano hacia aquella entidad para que lo ayudara, pero
su vista fue cubierta por todos los cuarzos hasta oscurecer su entorno.
De golpe, abrió sus ojos. Su aliento fue atrapado por sus pulmones,
permitiendo que se levantara de su cama, recuperaba el oxígeno que
le hacía falta y su nerviosismo lo agitaba demasiado.
- Fue un sueño… solo un sueño. – dijo de forma exaltado. Alzo
su mano para cubrir su rostro, estaba exhausto por la falta de
sueño, exhalo de golpe para calmar su estrés. Comenzó a
recordar aquel sueño que lo había atrapado Al mismo tiempo,
recordó cuando las pesadillas habían empezado. Todo fue
desde que conoció a Elena, la había salvado de ser raptada por
unos maleantes. Se habían hecho amigos, sus facultades
estaban en la misma universidad, mientras ella estudia la
carrera de Derecho y Travis estudia la carrera de Físico. Un
día tuvo que acudir con su profesor, Dr. Espejel, cuyo
experimento que tuvieron que realizar para una investigación,
ocurrió un accidente. Ahí, sus pesadillas comenzaron. Se
quejaba por los recuerdos y se irritaba - maldita sea. ¿Cuándo
acabara esta pesadilla?
Estiro su mano para alcanzar un vaso con agua que está en su buró,
pero se detuvo. Sintió que algo lo observaba, sentía una incomodidad
muy pesada, hizo estar alerta en su mente, miró en la esquina oscura
del cuarto y vio una figura humana, una mujer sentada en una silla,
era Esfenia mirando a Travis.

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- El pequeño dimensionista tiene pesadillas - hizo un sonido de
placer - adoro verte dormir cuando te retuerces de
sufrimiento. – sus labios curveaban por placer.
- Pensé que me deshice de ti. – vacilo para deshacerse de ella.
- Recuerda, estoy en tu mente, en tu consciencia, no puedes
desprenderte de un espectro fácilmente.
La mujer se levantó para dirigirse hacia Travis, alejándose de la
oscuridad donde estaba, permitiendo que la luz de la luna viera su
cuerpo. Esfenia es una entidad femenina, su piel está cubierto de
cristales dorados, vestía de un estilo árabe, una falda adornada con
piedras doradas y rojizas. Su torso y pecho cubría un estilo de tirantes
con cristales que colgaban al margen de su curvatura de las costillas.
Su cabello negro brillaba con el reflejo de la luz de la luna teniendo un
corte hasta sus hombros.
- Aquel hombre tiene razón, en los momentos de decisión, es
cuando se forja tu destino - se mostró seria.
- Destino… refieres el final del tiempo. – sus palabras se
tornaban pausadas por el nerviosismo.
- Dimensionista… sí que eres ingenuo. El tiempo es la
dimensión más importante, porque determina los actos de la
decisión.
- Tiempo… el sueño… ¿Estará advirtiendo algo?
- No lo sé – vaciló por un momento - o simplemente sus
palabras están vacías, intuye en tu mente y tiene fuerza en su
boca, su identidad parece ser muy oscura. – apretó sus labios
por una serie de dudas y miedo. - Jamás había visto algo así.
- Pareces preocupada Esfenia. - dijo Travis de forma burlona.
- No por mucho tiempo, no tendrás opciones para decidir,
dimensionista.

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La entidad femenina continúa de pie, contemplaba a Travis en la cama,
imponiendo en la conversación. Con ello, su sonrisa apareció y su
cuerpo comenzó a desvanecerse como una especie de neblina.
- Sí que eres ingenuo dimensionista - lo miraba fijamente,
amenazaba con sus ojos, mostrando miedo para poder
controlar a Travis - me subestimas demasiado, dimensionista.
Recuerda que te paso antes. Recuerda como Quetzal te
destrozaba, como Cartier te arrastraba en el suelo. Deseaban
tu muerte, Damian Houck te sigue persiguiendo… y te
atrapara. Al final, todo acabara… - cuando dijo sus últimas
palabras, su cuerpo comenzó a desvanecerse como la niebla,
se difuminaba constantemente. Desapareció dejando un vacío
en la habitación.
Travis yacía sentado en la cama, suspirando por la reunión con
Esfenia, algo lo incomodaba, sus pesadillas continúan desde que se
fueron de Santa Teresa, no se sentía el mismo, usualmente siente
escalofríos y alucinaciones, ¿Sera por la batalla con Damian, que debió
marcarlo? ¿Esfenia estaría intentando de poseer la mente? ¿Habrá
enfermado aquella fumarola de la cueva? Pero se siente mal y optó por
volver a dormir, tomando una pastilla para recuperar el sueño, sus
ojos miraban el cielo de la habitación, pensando en que las pesadillas
ocurrían todos los días, algo le preocupaba. Conforme pasaban los
minutos, sus ojos se cansaban, siendo el efecto del medicamento hasta
que pudo conciliar el sueño.

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Presa

La noche había llegado, la brisa abunda en el bosque de las montañas


rocosas de la zona Oeste de Pangea. En el distrito de Laurencia, está
un pueblo… Orquidea, ubicado en el estado de California (Estados
Unidos se encuentra en el cratón de Laurencia). Este pueblo, está
habitado por doscientas personas, siendo una colonia muy humilde
por las personas, rodeada por pastizales y ranchos, siendo el pilar de
su economía local. El paisaje está repleto de pinos y montañas de
doscientos metros en promedio, debido que está en el cinturón
montañoso del Oeste de Pangea, originado por la placa tectónica
Laramide. Algunas de las montañas son volcanes activos por la misma
placa, y Yellowstone está más activo que nunca.
Los habitantes están en sus casas, nadie estaba en las calles, solamente
había hombres que bebían en un bar del pueblo, su consciencia estaba
cegada por el alcohol. La mayoría del pueblo se reunían en aquel bar,
para pasar la tarde hasta regresar a sus casas en la noche, después de
un día de trabajo duro.
Un hombre sale del bar, sostiene su botella firmemente, pero sus pasos
son inestables por la pérdida del equilibrio. Cantaba y deliraba fuera
del bar, alzaba su botella al cielo para brindarse a sí mismo, era
momento de regresar a casa. El borracho se despedía de sus amigos
del pueblo, brindando por la amistad que tienen desde niños.
Continuó caminando y tambaleándose por todas las direcciones,
caminó hacia la esquina cuya camioneta se encuentra estacionada ahí.
El hombre mete su mano en la bolsa, tardo demasiado en buscarlas…
no estaban sus llaves.
- Rayos… olvide mis llaves – dijo con brusquedad y amargura.
El hombre estaba demasiado borracho y cansado para regresar al bar
para buscar sus llaves, tal vez sus amigos lo ayudarían a encontrarlas,

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y se los darían hasta su casa, así que, decidió caminar a su casa. Su
hogar se encuentra en la esquina del pueblo, no estaba lejos, sólo
tendría que caminar unas siete cuadras. Continuó caminando hacia la
dirección de su hogar, cantaba algunas canciones de mariachis y
rancheras, junto con algunas canciones de genero Country. Algunos
vecinos se despertaban por el ruido del señor, ya que el silencio
abunda constantemente en el pueblo. Algunas casas prendían las
luces, otras ventanas abrían sus cortinas para revisar quien era, pero
al revisar, solamente veían aquel hombre caminar y volvían a dormir.
Camino tres cuadras el borracho, estaba en medio de la calle, sus pasos
se escuchan por el crujido del suelo, los cristales se acomodaban por el
peso de sus pies, pero no era el único sonido…, otros pasos comienzan
a escucharse detrás de él. El hombre no captaba el sonido, debido al
alcohol en su sangre, su mente no tomaba atención, los pasos
comenzaron a ser más fuertes, más rápidos, continúa caminando sin
preocupación. El panorama se enfoca en el rostro del borracho,
teniendo un aspecto arrugado, su piel bronceado por el constante sol,
sus ojos están rojos por el alcohol, su cabello contiene canas, estimando
ser un hombre de la mediana edad. Detrás de él de manera borrosa el
enfoque, se observa una persona siguiéndolo, está a su espalda, tiene
una forma muy delgada y alargada, su figura esta oscuro, casi
totalmente negro, casi se combina con la oscuridad de la calle. Los
pasos del hombre pararon, sintió una presencia detrás de él, giró
media vuelta para revisar quien era, se dio cuenta de aquella figura
que está observándolo, se molestó que lo observaran y pregunto.
- ¿Qué? ¿Se te ofrece algo?
Aquella sombra negra se quedaba quieta, no decía ni una palabra, el
borracho uso un gesto de fastidio y continuó caminando, aquella
figura se quedó quieta en su lugar. Pero se escuchó una serie de pasos
al lado del señor, giró al lado izquierdo para ver que era… hasta que
apareció otra figura dirigiéndose a él, alzándose para atacarlo como si
fuera un depredador atacando a su presa, abrió la boca con filados

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dientes, haciendo gritar de miedo aquel borracho, gritaba y gritaba por
ayuda, pero su grito no duro… en ese momento, comenzaron aparecer
varias figuras alargadas. Salieron varios humanoides en la oscuridad,
comenzaron a entrar hacia las casas, los gritos de las familias
abundaron al pueblo, los demás se alertaron, algunos comenzaron a
huir, otros se enfrentaron a disparar con sus escopetas, los utilizaban
para casar jabalís, otros se escondieron en sus camas o debajo de los
pisos. El caos abundo en el pueblo.
En la oscuridad, aparece un humanoide alargado y delgado, su piel es
pálido, sus ojos eran de color verde claro, su rostro era de una persona,
pero sus colmillos aparecían en apreciar el caos. Eran Longus (Homo
Longus), humanoides muy altos, caracterizados por ser largos y
delgados, y a diferencia del ser humano, tiene colmillos para
defenderse, tendiendo a ser muy agresivos como cualquier animal
salvaje. Esta especie apareció en las reuniones que preparaba Damian
Houck, pero ante el suceso de la conferencia y la desaparición del
señor Houck, nadie sabía que podría ocurrir. Aquel Longus estaba en
medio de la calle, donde se encuentra enseguida de aquel borracho
muerto y aparece otro a su lado.
- Señor, tenemos rodeado el pueblo – dijo con firmeza, su
respiración estaba agitado y sus manos están cubiertos de
sangre.
- Bien, que no quede nadie con vida. – siguió contemplando el
lugar.
La matanza del pueblo continuo, los disparos se escuchaban, los gritos
abundaban por todos lados, hasta dejar a nadie con vida.

Mientras tanto, en el distrito Gondwana, en Rio de Janeiro está en la


media noche, la humedad del bosque abunda en la ciudad. El paisaje
es abarcado por una planicie, junto con montañas muy pequeños
(cincuenta metros). La misma ciudad rodea un gran lago de cincuenta
mil hectáreas y es abastecida por la misma pesca. En la zona Este de la

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ciudad, estaban una serie de montañas más grandes, siendo muy
notorios en la planicie del lugar.
En esa misma noche. Los gritos de las personas están por todos lados.
Las personas están siendo atacados por personas de color grisáceo. Las
familias corren, algunos son apuñalados por los grises (Homo
Griseous), siendo de tamaño de un humano normal, son como ellos,
pero son diferentes por el color gris de su piel y sus ojos morados.
Varias personas se escondían de ellos, pero las calles están repletas de
muerte, los que están vivos son atrapados hasta llevarlos a una plaza
para ejecutarlos o tomar otra decisión. Al reunir bastante gente, un
líder de los grises aparece, vestido de manera diferente, con un tipo de
ropaje color morado tipo griego, amarrado por un cinto café, mientras
los soldados visten del mismo ropaje, pero de un color café muy claro.
El líder toco su cabello para peinarse hacia un lado, dejándose un fleco.
- Parece que sus antepasados no los enseñaron a vestir bien –
dijo de forma engreída.
Una mujer se acerca hacia el líder, pero la sostienen para ponerla junto
con la multitud de personas, acompañado con algunas palabras.
- ¿Por qué nos hacen esto? – su pregunta acompañaba su
desesperación y lágrimas.
El líder tuvo su atención hacia aquella mujer, comenzó acercarse hacia
ella, pero alguien disparó desde lejos, él saco una daga desde su
cadera, logrando cubrirse de la bala, contrataco al francotirador,
donde se encuentra desde el techo de un edificio, estaba a cien metros
de distancia, lo suficiente para tener un tiro certero, permitiendo que
el líder apuntara con su daga delgada, apuntando al francotirador,
para comenzar a disparar… matando a la persona que ayudaba a los
rehenes. El hombre cayo en el techo del edificio muerto. Había sido
incrustado en la frente por una especie de espina de hierro. Mientras
el líder aprecio el disparo que realizó de su daga, prosiguió con su
víctima.

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- Por el poder… ustedes nos insultaron, sus líderes piensan en
cancelar el tratado que tenemos desde hace miles de años,
trabajamos con su raza, pero el Homo Sapiens olvida
fácilmente.
La mujer no entendía ni captaba lo que decía aquel líder, sus lágrimas
escurrían en la piel, mientras intentaba suplicar que la dejaran en paz.
- ¡Son unos monstruos! – gritó con desesperación.
- No, nosotros fuimos sus dioses… y seguiremos siéndolo.
El líder alzó su mano para dar una orden, haciendo que todos sus
soldados desenvainaran sus dagas. La multitud comenzó a gritar de
miedo, suplican la vida de sus familiares, el líder aprecia el
sufrimiento de la gente, sus ojos se enfocaron en ellos, concentrándose
en la orden que dará, pero un terremoto los interrumpe. Todo
comenzó a temblar, el líder está sorprendido por el temblor, todos los
oficiales están observando por todas las direcciones. Observaban
cómo las paredes se sacuden por el sismo, mientras su jefe hablo.
- No se alarmen, es solo un temblor…
Todos se enfocaron en él, pero empiezan a salir una serie de grietas en
el concreto, todos miraron cómo se rompe el suelo y todo comienza a
elevarse. El área donde se encuentran los rehenes, se elevaron por un
bloque de tierra repentinamente. Todos los soldados vieron alzar a
todas las personas, y su líder dio la orden de seguir y ejecutar a los
civiles, pero comenzaron a caer los soldados grises, habían sido
disparados varias veces, mientras su líder comenzó a cubrirse de
distintos tiros, impactándose con varias balas donde lo apuntaban en
las piernas, pecho y cara, pero sus soldados no tuvieron suerte.
Algunos de ellos pudieron sobrevivir.
En un instante, varias personas vestidas de camuflaje, salieron desde
algunas casas de la ciudad, comenzaron a llegar varios soldados del
Distrito Gondwana, dando apoyo a los civiles de Rio de Janeiro. Los
grises se dirigieron hacia las personas para atacarlos, pero varios
fueron disparados, algunos de ellos tienen propiedades como las
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personas, de los pocos que eran, se observa que los grises comienzan
a deformar todo su cuerpo, doblando el espacio para no ser
disparados, otros casi desaparecen, pero no, utilizando otra propiedad
de intuir en la tercera dimensión hasta llegar a la segunda, siendo su
cuerpo como si fuera una hoja de papel, permitiendo que puedan
asesinar a su enemigo. Todos los soldados de Gondwana atacan a los
grises, algunos de ellos se dificultan en vencerlos, pero otros utilizan
la propiedad de inyección de gases, permitiendo controlar las
partículas gaseosas, sacándolo desde un tanque de Ácido Sulfhídrico,
que carga desde la espalda del soldado Gondwana, matándolos en un
instante a los grises que son difíciles de golpear.
El líder se dirigía hacia arriba donde están los civiles, apenas que
comienza a escalar. En el aire vuela un pedazo de pared que se dirige
hacia él. Sorprendido, se lanzó a un lado para esquivarla, impactando
el concreto donde se encontraba él. Se desprendieron esquirlas y
pedazos del bloque. Aquel líder se levanta en un segundo, debido a la
agilidad que tiene para ver quién le había lanzado eso. Al voltear,
observo cómo se acerca una persona.
- ¡Déjalos en paz! - grito aquella persona.
El líder vio a una persona de raza negra, vestía de una camiseta de
color negro con pantalones del diseño de camuflaje, tiene unas botas
muy toscas para resistir a los impactos, su cabello lo tiene muy corto,
su rostro es un poco tosco y su cuerpo es de corpulencia ancha y fuerte.
Se apoyó sobre una pared de la casa con su mano.
- No eres bienvenido ¡LARGO!
El líder gris sostuvo su daga con fuerza, para prepararse de otro
impacto y hablo en un idioma desconocido, pero no logro entender
aquella persona. exigió que hablara en su idioma, por que escucho
comunicarse bien con los civiles.
- Tuve que entrar en la parte trasera y darles una sorpresa.
- Damian ya no está para cubrirlos, todos saben de ustedes y de
otras dimensiones. ¡Ahora lárguense!
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- Yo estaré encantado de irme, pero soy como tu… solo recibo
órdenes y las cumplo, aunque cueste mi vida.
Aquel hombre aprieta sus dedos en la pared, haciendo crujir los
bordes. la casa comenzó a quebrarse hasta formar un bloque grande,
lanzándolo contra aquel humanoide gris. El líder fue golpeado por un
pedazo de la casa, no tuvo tiempo de esquivarlo hasta ser lanzado al
otro lado de la plaza, todos los escombros cayeron hasta cubrir por
completo el cuerpo. Aquel soldado de Gondwana se acercó entre los
escombros, hincándose para poder tocar uno de los escombros y
comenzó a crujir. El hombre se concentró para encontrar el cuerpo,
hasta que abrió su boca, siendo un signo de descubrir el cuerpo. En un
momento, comenzaron a prensarse los escombros, hasta tener una
forma cubica. En la nanoestructura de los escombros, empezaron a
unirse los cristales de silicatos, carbonatos y óxidos con otras
moléculas que están separados, uniéndolos para modificar el enlace
Iónico. Aquél soldado, tiene la propiedad de controlar el Silicio,
Aluminosilicatos, Fierro y Níquel, además que puede modificar la
fuerza del enlace Iónico de los átomos (fuerza que une dos o más
átomos). Con ello, pudo unir y formar un bloque hasta levantarlo del
piso, solamente se observa la cabeza del líder, estaba casi desmayado
por el impacto.
- ¿Quién eres? - pregunto el soldado, exigiendo y molestando
al gris para que no se desmayara.
Aquel gris comienza a toser por la obstrucción de los pulmones, el
bloque no le permitía respirar bien.
- Valla… me tomaste de sorpresa, no creía terminar así… soy…
el capitán Tristan… de la especie… Homo Griseous.
- ¿Por qué están aquí? ¡Habla!
El soldado toco el bloque para mover las partículas, contrayendo más
el cuerpo del gris muy poco, pero lo suficiente para hacerlo sufrir, él
se quejaba del dolor en todo su cuerpo.

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- Nosotros… hace… miles de años… nos consideraban dioses –
sus labios sonrieron por el orgullo que sentía.
- No tengo tiempo para rodeos… - se irritó por la burla.
Sus dedos se movieron para contraer más el bloque, y el líder se
quejaba más de dolor.
- Damian Huck… tenía todo controlado, pero un muchacho…
un dimensionista… nos indicó que él… es un espectrurus
llamado Barel… ¡eso es traición!
- Eso no me sirve…
Aquel soldado apretó levemente el bloque, para hacer sufrir más al
gris.
- ¡Espera!... mis líderes, mis gobernantes, nos dieron la orden de
asesinarlo, ¡Es una entidad totalmente destructora! ¡Podrían
acabarnos en un instante! – su rostro había cambiado de
expresión, su nerviosismo comenzó a crecer.
- Y ¿Por qué vinieron a este lugar? ¡Él está en el Sur de
Laurencia! ¡Habla! – lo miraba enojado
- Nosotros venimos… a enseñarles quien manda… - sus risas
aparecieron, pero tosía por la obstrucción del bloque.
El soldado está sorprendido y molesto por el objetivo del gris.
- Con esto… tendrán guerra… o quiero decir… una masacre…
Apoyo la mano y con sus dedos abiertos, cerro totalmente sin
desprenderse del bloque, contrayendo totalmente donde se encuentra
el gris hasta matarlo, los pulmones se cerraron, colapsándolo
completamente. Al terminar, el soldado apoyo su cabeza sobre el
bloque, se sentía estresado y pensativo, acompañado con una
maldición. Se dirigió donde se encuentran los otros soldados, pidió un
teléfono. Uno de ellos tenía uno, se lo dio para que pudiera llamar.
Marco unos números y alzó un teléfono… contestaron.
- Doctora… - dijo el soldado.

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- Leon Boyer… sí estas vivo, entonces cumpliste – se tornó un
tono sarcástico.
- Sí, fueron los grises, acabamos con todos…
- Bien, necesito que lleguen al cuartel y envíen el reporte.
- Sí… y ¿Cómo sigue la situación?
- Algunos fracasaron… algunos países no tuvieron tanta suerte,
enviamos apoyo, pero parece que estaban más preparados.
- ¿Qué quiere decir?
- Hubo más de cincuenta ataques… diez de ellas fueron contra
presidentes y ministros, solamente cuatro se salvaron y
cuarenta fueron en pueblos y ciudades.
- ¿Qué países tuvieron éxito de ahí?
- Londinum, Italia, Ambul y Naciones Unidas, pero todavía
vienen algunos ataques…
- Bien le diré a los muchachos que estén preparados.
- Señor Boyer… después de enviar su reporte, puede ir a CIO
(Centro de Investigación Ouachita), necesitaran apoyo.
Leon se puso contento al saber que puede ir ahí, respondiendo muy
feliz hacia la doctora.
- Claro, estaré encantado.
Cortan la llamada, la doctora está sentada en su escritorio, apoya sus
dedos en su frente para contrarrestar su estrés. Suspira por un
segundo y presiona algunos botones del teléfono para marcar a otra
persona, se poyo el teléfono en su cabeza para responder.
- ¡Javier Jacquez! ¿Cómo estuvo tu estancia en Italia? – su tono
de voz se volvió muy energético.
- ¡Angélica! de maravilla, tuvimos a unos visitantes, los invité a
tomar un café o un espagueti, pero no quisieron mi propuesta,
así que tuve que dormirlos – hablaba de forma juguetona.

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El doctor Javier Jacquez, es un Bioquímico, se encontraba en las
instalaciones del gobierno de Roma, está en una sala blanca con
algunos cuadros en la pared, dando un diseño antiguo de arte. Él
vestía un saco negro para el frío, su aspecto es el mismo, con su barba
y pelo café con su piel moreno. En el suelo se encuentran varios grises
en el suelo, están dormidos por una atmosfera de color amarillenta,
siendo una neblina de polen que afectó a los grises, hasta el punto de
dormirlos.
- Oye Angélica, quiero invitarte a una cita aquí en Roma ¿Qué
te parece?
- Gracias, quizá otro día, por ahora estoy ocupada con los
distritos.
- Muy bien, entonces estaré ansioso para que aceptes mi cita.
Además, espero que nos apoyen con más recursos a nuestras
investigaciones… y nuestra cita.
- Lo harán, sólo si cumples con lo tuyo - colgó.
Dr. Jacquez guardó su celular en el saco, mientras observa a los grises
en el suelo y optó por irse del lugar. abrió una puerta de madera
antigua para ventilar el lugar. Observó algunos oficiales de seguridad
del gobierno en un pasillo del edificio.
- Señores, antes de entrar, pónganse una máscara de oxígeno –
pasaba en medio de los guardias de seguridad, mientras lo
miraban con sorpresa - esperare la reunión con el ministro de
Roma en otro momento.
- Claro. - dijo uno de los oficiales con un tono cantado del
idioma español.
Todos los oficiales empezaron a coordinarse, otros se fueron por
máscaras, mientras Dr. Jacquez se retiraba del pasillo hasta salir del
edificio. En la salida del lugar, está invadido por patrullas y
ambulancias, todos se reunieron para salvar a los gobernantes. La
policía de la ciudad, pusieron cercas para evitar el ingreso de personas,

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debido a la curiosidad del suceso y evitar reporteros. Dr. Jacquez
bajaba de las escaleras, se dirigió hacia un vehículo, diciéndole a un
oficial.
- Me puede llevar a mi hotel por favor, en unas horas me
reuniré con ellos – dijo cordialmente al oficial.
- Sí señor.
Al entrar al vehículo, el oficial sube al carro para manejarlo, curioso
por lo que paso, pregunto antes de acelerar.
- Disculpe ¿Cómo alguien como usted… pudo acabar los grises
en un instante?
- La fuerza no lo es todo, a veces… solo necesitas tener mucha
imaginación y agilidad. Las decisiones son espontáneas.
- Ya veo.
El oficial termino la conversación, no podía conversar tanto con el
doctor. Acelero el vehículo y se fueron del lugar. Dr. Jacquez se relajó
en el asiento, contemplando cómo pasaba las calles de la ciudad,
observa los edificios antiguos, pensando y analizando por lo ocurrido.
- Parece que… las cosas se pondrán mucho peor…
Saca un frasco de su saco, era vino que consiguió en las tiendas de
Roma, con ello, empino la pequeña botella para saborear el sabor
amargo de la bebida. Miraba las montañas de la ciudad, están más
altas de lo normal, debido que están cerca del cinturón Ouachita-
Apalachiana. Pensó en cómo seguirá Travis en la ciudad Chuviscar,
tal vez las cosas estarían tensas, o los sueños que tiene todos los días,
las visiones y alucinaciones que tiene constantemente, lo tiene
preocupado. Pero, además, Damian todavía lo está persiguiendo,
ahora está desesperado por utilizarlo, ahora que el comité dimensional
está quebrantado…. lo persiguen. Él es un espectrurus atrapado en el
cuerpo, perdería toda la conexión de esta dimensión, sí su cuerpo
muere y no recuperaría toda su esencia. Ahora Cartier está muerto,
quien era el general de la estación de oficiales de Chuviscar. No

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pueden controlar libremente la autoridad de la ciudad… ahora tienen
que hacerlo en las sombras.
- Ten mucho cuidado Travis - pensó Dr. Jacquez.

Mientras tanto, en la mañana de ciudad Chuviscar, ubicado al Sur del


distrito Laurencia, estaba casi en la frontera con distrito Ouachita. La
ciudad es una región montañosa, con una mezcla de un clima árido y
desértico, el lugar contiene dos ríos que desembocan en la misma
ciudad.
En la casa de Dr. Jacquez, alguien se acerca a la puerta. Una mujer
había llegado, su aspecto es de cabello negro muy brillante, con sus
ojos cafés oscuros, sus labios carnosos con un lunar en la parte
superior del labio, vestía de una blusa blanca con pantalones negros y
zapatos de color piel. Toco la puerta con brusquedad. Alguien se
acerca a la entrada con un grito, se quejaba por el apuro que tenía en
abrir.
- ¡Ya voy!
La puerta se abre hasta encontrarse con aquella mujer, había aparecido
Dylan Cannot, siendo el hermano intermedio de los tres. Tenía el pelo
alborotado, debido que tenía poco tiempo que había despertado, su
pelo es lacio y oscuro, tiene su mentón afilado y sus ojos son redondos
y de color verde.
- Hola Elena, ¿Buscas a Travis? – apareció Dylan, vestido de su
ropa para dormir.
- Hola Dylan, si, ¿Se encuentra en casa?
- Claro, pase – Alzó su mano para indicarle que entrara.
Elena entro a la casa, habían pasado tres semanas desde el incidente
de Damian Houck, ahora los hermanos Cannot están descansando en
la casa de Dr. Jacquez mientras reconstruyen su casa. Elena se dirige
en la sala, se sentó en uno de los sillones de la casa, sólo paso dos
minutos y baja una persona deprisa mientras se pone una playera. Al

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bajar mira a Elena con asombro, estaba despeinado, debido que se
acaba de despertar.
- ¿Elena? ¿Qué haces tan temprano? – preguntó Travis mientras
se acomoda su playera e intentaba peinarse, deslizando sus
mechones desordenados.
- Hola buenos días, si… amanecí muy bien – dijo con un tono
molesto.
- Perdón, buenos días, ¿Cómo amaneciste?
- Bien… pero quería verte para algo importante Travis.
Travis se sentó en el sillón, para acompañar a Elena. Él tiene su aspecto
de un joven de 19 años, con cabello castaño y boca mediana, sus ojos
son diferentes, tiene su iris en forma de rombo en vez de ser circular,
tiene pupilas ralladas como la de un tigre, vestía una camiseta y una
pantalonera.
Elena se dirige hacia la televisión de la sala, prendiéndola para
cambiarlo a un canal de noticias.
- ¿Qué sucede Elena? – miraba a Elena con curiosidad.
- Mira…
El canal de noticias mostraba varios sucesos de asesinatos en todo el
mundo, la vocera hablaba para informar los sucesos.
- Una multitud de personas fallecidas en plazas de las ciudades,
gobernadores, varios oficiales y presidentes muertos.
Aparecieron una especie de terroristas con formas extraños,
algunos con máscaras, otros con barbas muy largas en grupos,
otros con su tono de piel muy diferente a la nuestra y otros
que son muy largos, están masacrando a distintas ciudades,
solamente diez países fueron afectados con sus presidentes,
cuatro fueron salvados, y ahora están tomando medidas y
protección para todos.
En la noticia cambió de cámara hacia un líder, indicando el título de la
persona. Mathew Codwell, Secretario del distrito de Laurencia, vestía

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un traje negro, su aspecto tiende ser una persona de mediana edad, su
pelo es castaño y corto. tiene ojos cafés claros, sus cejas son muy
delgadas con una boca alargada y nariz pequeña. Alzó sus manos para
comenzar su discurso.
- Varios inocentes fueron asesinados brutalmente, tomaremos
medidas sobre la situación, a los terroristas no se perdonarán,
los capturados serán ejecutados para que paguen por las
familias que perdimos, a los que amamos. Y eso. Estarán
seguros, ¡habrá justicia!
Travis y Elena están sentados viendo la televisión, mientras Dylan se
encuentra en la cocina, observando también la pantalla. De repente.
Aparece repentinamente el hermano mayor, Abraham, abriendo un
espacio del vacío, cómo si abriera una puerta a otra dimensión, dando
un salto con la cuarta dimensión hasta llegar a otra realidad.
- ¡Aaaaah!, pero ¿Que rayos? – Elena reacciono repentinamente,
abrazo el brazo de Travis por protegerse de algo.
- Perdón, te asusté, tuve que venir de este modo- dijo Abraham
con nerviosismo, debido que sintió vergüenza por asustar a
Elena.
- Deberías de entrar como una persona normal – se estresó
Travis por la aparición repentina de su hermano.
- Lo sé, pero vine como pude – suspiró – es urgente lo que tengo
que decir.
- Si, están atacando por todo el mundo, es un término que usan
mucho - dijo Elena.
- Si, ahora que detuvimos a Damian, estamos bajo amenaza de
otras dimensiones, estoy vigilando en otros planos
dimensionales para ver los grises. Algunos solo mueven
oficiales para sorprender a los gobernadores, otros envían casi
una docena de tropas para asesinar a las personas – Abraham
cruzó sus brazos mientras explicaba. Tiene la misma forma de

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ojos como Travis, de color verde. Tiene la misma forma de
barbilla como Travis, su cara era más robusta que la de sus
hermanos. A diferencia de ellos, su corte de cabello lo
mantiene corto, junto con un fleco pequeño que cae a un lado
de su frente.
La televisión sigue encendida, mostrando la imagen de Mathew
Codwell y sus entrevistas con los reporteros. Distrayendo cada vez
más a Elena.
- Él estuvo en la reunión del comité, no pensaba que fuera
alguien importante.
- Claro, él es muy duro y difícil de discutir con él, ha ganado
muchos debates en situaciones políticas. La doctora Angélica
tiene mucho respeto hacia él, pero con esto, será muy difícil -
dijo Abraham con seriedad.
Dylan se acerca hacia la sala, junto con una taza de café para Elena,
ella agradeció por la bebida, mientras Dylan intenta hacer un
comentario.
- Tuvo que negociar con los extradimensionales, pero todo se
salió de control.
- Damian Huck se encargó del trabajo, era clasificado, pero
parece que aprovecho la oportunidad de vigilarlos,
analizarlos y planear. Pero algunos de los seres, utilizan la
esclavitud, usando a las personas más necesitadas para
aprovecharse de ellos, así, podría mantenerlos contentos - dijo
Abraham.
- ¿Mathew sabe de eso? - pregunto Elena.
- Él no lo sabe, pero parece que se está desencadenando todo
por los ataques, está tomando medidas y protección.
Conociéndolo, deberá reunirse con ellos para llegar a un
acuerdo, sólo hasta que las cosas se calmen.

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- Entonces ¿Lo que hicimos fue peor? - pregunto Travis con
brusquedad.
- Puede ser que sí o, el inicio de una revolución y el inicio de un
tratado…
Travis apretó sus manos para quitar su estrés, está pensando sí sus
acciones que realizó fueron correctas o empeoraron las cosas.
- Por mi culpa murieron tantas personas…
Abraham se acercó a él, alzó su mano para tocar su hombro,
consolándolo para que se calmara.
- No tienes que culparte, había un problema y lo solucionamos,
ahora se generaron nuevos problemas y tenemos que
solucionarlo, es parte de vivir, de crecer, madurar y aprender.
No estás solo Travis. Lo haremos.
Abraham sonrió para mostrarle simpatía a su hermano menor. Travis
se tranquilizó junto con un suspiro.
- Tienes razón – sonrió y miró a su hermano.
- Bien, deben de tener cuidado, ahora no podremos esconder
nuestras propiedades, en caso que empiecen a invadir la
ciudad, protejan a todos. La General Raquel nos ayudara con
sus oficiales - dijo Abraham.
- ¿Por qué crees que estás tan seguro de eso? - preguntó Elena.
Le invadía la curiosidad en sus ojos.
- Por qué todavía sigue en esta ciudad.
Dylan observaba minuciosamente a su hermano mayor, lo analizaba
detenidamente, averiguando que otros secretos puede tener.
- No pensaba que fuera tan estúpido. nadie se quedaría en la
ciudad cómo escondite.
- Eso es porque atravesé su estómago, debió ser tan grabe que
no pudo salir de la ciudad - dijo Travis.
- Quetzal debe estar con él, protegiéndolo ante cualquier
amenaza - dijo Dylan.
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Todos pensaban ante el problema, por el momento, deben de esperar
cualquier evento. De repente, Travis sintió vértigo y nauseas, apoyo
su cabeza sobre su mano derecha, el dolor aumento
considerablemente, sus ojos los cerraba forzosamente. Elena lo
observo y preocupada pregunto.
- ¿Todavía sigues sintiendo jaquecas?
- Sí, cada vez es más fuerte.
Sus ojos se fruncían, apretaba sus dientes para calmar el dolor,
mientras Elena preguntó dónde están los medicamentos para dolor de
cabeza, Dylan apunto a una puerta de la cocina. Se alzó a la cocina y
regresó con las pastillas para Travis. Se tragó de golpe junto con un
sorbo del café. Pero el dolor no cesaba… escuchaba voces y susurros
que lo llaman, ecos que golpean a su oído. El dolor era tan fuerte que
tuvo que acostarse del sillón, apoyándose sobre las piernas de Elena,
tuvo que cerrar sus ojos para calmar el dolor y esperar que el efecto de
la medicina haga efecto. Dylan suspira para comentar.
- No ha podido dormir en días, tiene pesadillas, habla solo en
su cuarto… como si estuviera alguien con él – dijo
bruscamente.
- Él no es esquizofrénico.
- No podemos descartar esa idea Elena, los síntomas son claros
en él.
- Pero recuerda el análisis de Dr. Espejel – Abraham miraba a
Travis con preocupación.
- ¿Su máquina que analiza almas? – sus palabras hicieron
voltear a Abraham, tenía la mirada de embestirlo.
- Eso es un apodo Dylan. Esa máquina permite analizar las
partículas subatómicas que incide el cuerpo humano,
recuerda que la mente es cuántica. Además, polarizó dos
direcciones opuestas los fotones, una persona normal y
cualquier ser vivo, debe polarizar solo una dirección. No dos.

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- Había mencionado que una mujer habla con él, ella es la
causante que tenga esa propiedad de cristales - dijo Elena.
- Sabemos el informe, debemos llevarlo con Dr. Espejel, él debe
saber que hacer - dijo Abraham.
Todos escucharon la sugerencia de Abraham, debido que todo
comenzó desde aquel accidente, Dylan acertó en conseguir una
solución a este problema, Elena miró a Travis cómo sufría ante los
pasmos y dolores que contiene. Está agotado por no dormir desde
hace días, acaricia su cabello para consolarlo y hacerlo sentir bien.
Todos se dirigieron hacia la camioneta y Dylan cargaba a su hermano
menor sobre su hombro, se fueron hacia la universidad, cruzaron por
un par de colonias de distancia hasta llegar al estacionamiento. Dr.
Espejel estaba esperándolos, Abraham había llamado con él durante
el traslado, comentándole la condición que presenta Travis. Espejel los
guío hacia un consultorio. Al llegar a la habitación, se percató en la
entrada el letrero de doctora Valentina Carrasco.
Ella los estaba esperando en su escritorio, indico a los jóvenes que
pusieran al paciente en el sillón reclinable, lo acostaron ahí y se
dirigieron hacia la doctora mientras ella se presenta. La doctora vestía
de un pantalón negro con camisa blanca, usa lentes, su apariencia
oscila de cuarenta años, teniendo cabello negro con ojos verdes y su
barbilla afilada.
- Hola, soy la doctora Carrasco, analizare al señor Cannot, me
comentó Dr. Espejel sobre su situación e hipótesis que tiene
sobre él.
- ¿Estará bien? – la preocupación de Elena era más notorio que
los demás.
- Todavía es muy pronto, evaluaremos su condición para
averiguarlo.
Alan Espejel se dirige hacia los hermanos Cannot y Elena, para captar
la atención.

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- Dejemos que haga su trabajo, pueden acompañarme, relájense
por el momento.
Se relajaron en las palabras de Alan, agradecieron a la doctora por
ayudar a Travis y se retiraron. Espejel los llevo hacia la cafetería de la
Universidad para conversar, mientras la doctora se sentó con Travis
en su sillón, tomo su grabadora para la consulta con su paciente y
archivarlo en su investigación. Tomo una libreta para apuntar las
interpretaciones, enseguida tomo un frasco con chile seco,
prendiéndole fuego para crear una irritación en la nariz, lo puso sobre
el rostro del paciente, haciéndolo despertar junto con dolores de
cabeza muy fuerte y tosiendo con mucha fuerza debido al olor picante.
- Señor Cannot, mi nombre es Valentina Carrasco, soy su
terapeuta y realizare algunos ejercicios para evaluar su
condición – dijo con un tono suave para persuadir con su
paciente.
Travis se apoya su mano hacia sus ojos, siente una molestia muy
fuerte, su voz parece estar apagado y ronco.
- Señor Cannot ¿Sabe por qué siente dolor?
- Pienso que es por las pesadillas - frunce el ceño por la
desesperación - Esfenia, es la entidad, es ella quien me molesta
todo el tiempo - ante sus palabras la doctora se acomoda en su
lugar.
- ¿Por qué estás seguro de eso? - comenzó a escribir en su libreta
cuando realizaba la pregunta.
- Estoy seguro, porque la vi desde aquel accidente - comenzó a
recordar cuando hacia un experimento con Dr. Espejel, estaba
por hacer una incidencia de fotones en una muestra de
meteorito. Los Geólogos decían que era más viejo que el sol -
la importancia del análisis era grandísimo, estaría en una
investigación importante. Nos preparamos para encender la
máquina, pero me equivoque de lentes. Todo paso muy

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rápido, me desmayé y comencé a ver esa mujer en mis sueños.
incluso despierto.
- Muy bien, muy bien- asentía mientras escribe algunas notas-
cuéntame más.
Los dientes de Travis crujían, comenzaba a desesperarse mientras
llegan los recuerdos acompañados de jaquecas.
- Esa mujer. Está desesperada por tener el control de mi cuerpo,
quiere salir - apretó sus puños con fuerza - pensé que me
deshice de ella, pero volvió - continuó escribiendo la doctora
para formular la siguiente pregunta.
- Señor Cannot ¿Cuándo se deshizo de ella? Y ¿Cuándo volvió
aparecer?
- En Santa Teresa desapareció, pero volvió aparecer cuando
volví a casa, pero ahora no sólo sueño con ella, ahora hay
alguien más y todo está en caos.
- ¿Puede describirlo? - continuaba escribiendo interpretaciones.
- No lo sé, no recuerdo bien- pensó la doctora un momento.
Tuvo una pausa de unos segundos. Necesitaba llegar a raíz
del problema y conocer los sueños
- Haremos una hipnosis sobre usted.
La doctora le indica al paciente que se relaje, ella le da las
instrucciones, haciendo imaginar y recordar los sueños que presenta.
A los cinco minutos, su mente comienza a divagar, su respiración se
profundiza. Era la señal para comenzar a preguntar.
- Señor Cannot ¿Qué vez?
- Yo… estoy parado en un tipo de desierto.
- ¿Puede ver algo más?
Él comienza a fruncir su seño, se dificulta en describir y comienza a
tartamudear levemente.
- Yo, yo, no, no lo sé, sólo… veo humo… vapor… muy oscuro…
- Tranquilo, espere que su entorno se vea más claro.
27
Su respiración comienza ser más despacio.
- Todo está destruido…
- ¿A qué se refiere señor Cannot?
- Todo parece estar quemado… el suelo comienza a
levantarse… el sol… desaparece, algo lo absorbe.
Valentina anota alguna de sus interpretaciones, pero algo captó su
atención.
- Alguien está conmigo.
- ¿Sabe quién es? – su curiosidad comenzó a rodear a la doctora.
- No.
- ¿Puede describirlo?
- Está cubierto por una túnica gris… no veo su rostro, su mejilla
parece escurrirle una especie de… líquido negro… me está
hablando.
- ¿Qué dice?
- Me dice que… es el fin… llegara el fin.
- ¿Qué quiere decir con eso?
Travis comienza sentirse incomodo, se retuerce, algo lo comienza a
molestar. Sus movimientos parecen como una persona electrocutada,
o simplemente que algo lo hacía sufrir.
- ¿Qué quieres? Aléjate – dijo bruscamente.
- Tendremos que parar – ordeno Carrasco.
- ¡Aléjate!
La doctora se acerca hacia su paciente, su mano se apoya hacia el brazo
de Travis para despertarlo, lo agita levemente, pero es sujetada
repentinamente y la sostiene fuertemente. Ella siente dolor por el
apretón tan fuerte, mientras le grita que despierte, pero no responde
ni una sola palabra. Se jalonea para soltarse sin éxito, pero escucha una
voz fuerte con ecos.
- Perdón por llegar de esta manera.

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Ella se sorprendió por aquella voz, volteó hacia Travis y vio que está
despierto, la observaba detenidamente, sus ojos azules de forma
romboide se tornaron de color morado, mientras el contorno blanco se
tornó de color negro. Ella se congelo por el miedo que sintió, algo
había despertado en él.
- Doctora Carrasco… tanto tiempo sin verla.

29
El portador

La doctora Carrasco está congelada de miedo por la mirada de Travis.


Cambió completamente su expresión, sus ojos son muy penetrantes,
la observan sigilosamente hacia ella, pero ya no sintió fuerza alguna
en su muñeca, tomo la oportunidad de librarse de la fuerza que la
sujetan.
- ¡Señor Cannot, es suficiente!
- Él no está aquí. Lamento que no pueda hablar con él en este
momento
Valentina camino hacia su escritorio, se necesita apoyarse de un
mueble, sostuvo una pluma como arma para su defensa y exclamo.
- ¿Quién eres?... ¿Qué quieres?
Travis se puso de pie, al dar el paso, el suelo comenzó a oscurecerse y
las paredes comenzaron a escurrir un líquido negro, mientras la
doctora se puso nerviosa por lo que ocurre en la habitación, pero él se
acercó demasiado hacia ella, mirándola fijamente con sus ojos
morados.
- Yo soy quien puede cambiar la vida y la conciencia. Soy quien
determina la ilusión de esta vida.
- ¿Qué quieres decir? - su rostro parecía horrorizada.
- Ho doctora, parece que no logra entenderme – sonrió - muy
bien… hace veinte años te di tu vida.
Carrasco soltó la pluma que sostenía, no podía creerlo, se negaba, no
entendía que sucedía, su mirada era una mezcla de horror y sorpresa.
- No… tu… no puedes estar vivo…
- Nosotros no podemos morir. La muerte no funciona en mí.
- ¿Cómo? ¿Cómo sigues existiendo?
- No tengo tiempo para explicar, tendrás que escucharme.

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Aquella voz grave sonaba en toda la habitación, su presencia impone
ante la doctora, mientras él camina alrededor de la habitación sin
quitar la mirada encima de ella, las paredes continúan chorreando en
aquel líquido y gas oscuro, pero los muebles no desaparecieron,
siguen intactos. Aquella entidad pudo vincular otra realidad de su
dimensión con la real, aplicando la regla de la cuarta dimensión, que
un cubo está dentro y fuera de otro cubo, su control del espacio es tan
manejable como doblarse por la gravedad.
- Necesito que me devuelvas el favor - se acercó más hacia la
doctora - vida por otra vida.
- ¿Qué favor? - preguntó desconcertada.
- Quiero recuperar mi esencia.
- Pero estas demasiado lejos y difícil.
- Yo me encargare de esos problemas, solo hazlo. Sabes lo que
puedo hacer, sabes las consecuencias cuando te niegas.
- Está bien - sus ojos comenzaron a enrojecer, estaban a punto
de lagrimear - lo hare, pero ¿Por qué quieres hacerlo?
- Quiero recuperar lo que es mío. El momento se acerca doctora.
Aquella entidad se acerca hacia la doctora, dirigiendo su boca hacia el
oído, susurrándole las instrucciones que debe de tomar, duro algunos
segundos y se alejó de ella.
- No estas completo.
- Todavía no, pero pronto, necesito que cumplas tu deuda,
porque puedo cobrártela de otra manera… Te volveré a ver
pronto Valentina.
Se dirigió hacia el sillón para desvanecerse en unos segundos, con ello,
las paredes dejaron de escurrir aquel líquido negro, hasta volver a la
normalidad. Carrasco está pasmada por lo que ocurría en su oficina
hasta que volvió a la normalidad, aquella entidad se desvaneció de la
nada, dejando el cuerpo en el sillón, parece que no había pasado nada.
En poco tiempo Travis comienza a despertarse, tallándose los ojos

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para calmar la molestia que tiene, se siente más aliviado, su dolor de
cabeza había desaparecido.
- ¿Qué sucedió? ¿Qué me hizo doctora?
Ella está en chock, sus ojos no pestañeaban, pero Travis realizo una
maniobra con sus manos para captar la atención de la doctora, con ello
la hizo reaccionar.
- Ha- meneo la cabeza para despertar su conciencia- la hipnosis
ayudo a controlar tu dolor, entonces te recetare algunos
medicamentos.
- Parece que viste un fantasma - dijo con preocupación.
- Perdón, es que gritas demasiado cuando dormías.
Dra. Carrasco sostuvo su libreta de recetas, sostuvo su pluma que tiro
en su escritorio para comenzar a escribir, tarareaba cómo una chica
que saldrá con un chico en una cita. Termino de escribir y arranco la
hoja con fuerza, dando la receta a Travis.
- Tómatelas cada ocho horas, venga en la próxima semana,
realizaremos sesiones para aliviar su dolor permanentemente.
Travis se puso de pie, agradeciendo a la doctora por la ayuda, su dolor
se esfumo y la alegría le ilumino su rostro, ella sonreía para devolver
la simpatía, haciendo que se retirara él. En el momento que cerró la
puerta, Valentina siente un nudo en la garganta, su piel comenzó a
sudar por sus nervios, maldecía constantemente y se preguntaba así
mismo, ¿Por qué? Pero no podía calmar sus nervios. Se dirigió hacia
un estante de su oficina, abriendo una puerta para encontrarse con una
botella de Wiski, abrió la botella para servirse en un vaso de vidrio de
diez onzas para calmar sus nervios. Se fue hacia la ventana para
observar el paisaje de la Universidad. Miró a Travis caminando, busca
a sus hermanos y a Elena para comentarles la noticia, mientras la
doctora Carrasco lo veía minuciosamente.
Al mismo tiempo, están Elena, Dylan, Abraham y Dr. Espejel en la
cafetería de la escuela, todos están tomando algunas bebidas en medio
de la mesa, se encuentran algunos panes y galletas para que puedan
32
agarrar. La cafetería tiene suficientes mesas para tener a treinta grupos
de estudiantes, en la orilla, están algunos sillones para relajarse de un
exhaustivo estudio. Dylan toma de golpe su refresco y su frustración
comienza a elevarse.
- Debemos enviarlo a un hospital psiquiátrico.
- ¿Por qué lo afirmas? - pregunto Dr. Espejel mientras lo mira
con seriedad.
- ¡Grita todas las noches! - alzó su mano para tomar más
atención- No deja dormir.
Dylan se presentó molesto por la falta de sueño, Dr. Espejel frunce el
ceño, no le pareció los comentarios, Elena comenzó a sentirse
incomoda por el estado de Dylan, Abraham lo observa.
- No estamos atacando el problema desde la raíz. – apoyo sus
codos para tomar más atención- sólo son síntomas de una
causa.
- ¡Esas teorías e ideas no sirven, por eso existen doctores de
verdad!
Alan sintió ardor en su pecho, sus ojos se abrieron más de lo normal,
sus mejillas comenzaron apretarse, los papeles de la mesa comienzan
a moverse por algún tipo de viento.
- ¿Tú qué sabes sobre lidiar problemas?
- ¡Lo suficiente! ¡Hay problemas que no tienen solución! – la voz
de Dylan se tornó molesto
- ¡Claro que las hay!
- ¡Entonces envíalo con un psiquiatra! - comenzó a subir el tono.
- ¡No! Solo por que hayas perdido a tu novia, tienes que decidir
que tus problemas se pueden acabar en un instante.
Dylan comenzó a mostrar sus dientes, sus muelas crujían por el
apretón de la mandíbula, alzó su mano para azotar la mesa, haciendo
temblar la mesa por el golpe, haciendo caer algunos de los vasos
vacíos.
33
- ¡Suficiente Dylan! - gritó Abraham furioso.
Abraham exclamó con fuerza, su voz rodeó toda la cafetería, llamando
la atención a todo el personal de la cafetería y alumnos, todo está en
silencio, pero Dr. Alan se puso de pie para decirle a todos los alumnos
que continuaran con lo que hacía, todos hicieron caso al profesor y
continuaron con su comida y conversaciones. Espejel se dirigió a
Dylan para mencionarle un comentario.
- Dylan… no cometas el mismo error que yo, por eso estamos
haciendo estas pruebas, déjanos a nosotros trabajar.
Dr. Espejel se retiró de la cafetería después de hablar, Dylan se
tranquilizó con sus palabras, sintió que se agitó demasiado, pensaba
en pedirle disculpas, pero Alan se fue antes de mencionarlo. Elena se
levantó de la silla para perseguir al profesor, dejando en la mesa a
Dylan y Abraham. Ellos se quedaron en la mesa, mientras el hermano
mayor tomo su bebida para tomarlo de golpe.
- Debes tranquilizarte - lo miraba con autoridad.
- Pero tengo razón en que debemos... – Dylan alzó su mano
hacia un lado.
- No, eso lo decido yo, tú no, y menos con esas condiciones que
estas.
- Pero él no escuchaba.
- Claro que te escucha, pero defiende sus ideas y eso… se llama
debatir y tú demostraste que no tienes capacidad para hacerlo.
Dylan sintió un golpe en el pecho, sus verdades lo golpeaban de golpe,
llegaban cómo piedras volando hacia él, su cabeza se inclinó
levemente al suelo, y su hermano mayor hizo sentirlo de vergüenza
por sus actos.
- Yo se dar mis ideas. – Su voz parecía murmurar.
- Lo sé, pero no controlas tu temperamento, tus emociones te
controlan y tu boca no para de hablar hasta lastimar, fue duro

34
lo que dijo el profesor, pero no era necesario azotar la mesa. –
Abraham cruzo los brazos.
- Él dijo…
- Lo que dijo ya paso y ya, cuando llegue el momento te pedirá
perdón, así son las palabras, son fáciles de herirnos.
Dylan se quedó callado, no supo que decirle a su hermano.
- Él tuvo una hermana pequeña - dijo de forma seca.
Sintió curiosidad en saber que tuvo una hermana, su sorpresa le hizo
preguntar.
- ¿Qué sucedió? – miro a su hermano con curiosidad, mientras
el suspira.
- Tenía visiones, se despertaba en las noches gritando y hablaba
con alguien en la oscuridad, el profesor y su padre tomó la
decisión de enviarla a un hospital psiquiátrico.
Abraham menea el vaso con el líquido sobrante del vaso,
observándolo como se movía alrededor de la superficie.
- Ella murió…
Dylan bajo la cabeza, su mirada comenzó a tornarse triste, pensó en
las palabras que dijo Alan, eran consejos para evitar cualquier error
que cometa, pero las dudas comenzaron a llegar en su mente.
- ¿Qué fue lo que paso?
- El tratamiento no funcionaba, los medicamentos no le hacían
efecto, pero no había mejoras - duró unos segundos de
silencio- una noche ella tomo su propia vida.
- Yo… no sé qué decir – bajo la mirada Dylan, apoyo su mano
en su rostro por la pena.
- Por eso accedimos Javier y yo que continuaran las consultas,
desde el incidente del cristal con Travis - suspiro
profundamente - sus análisis fueron positivos en detectar dos
mentes. Este tipo de… cosas, es muy cuestionado, el termino
alma lo tienen en el área metafísico. Ahora el mundo está
35
cambiando, ahora pueden medir y justificarlo con el método
científico- pensó por unos segundos - Ahora, él es muy fuerte,
tendrían que encerrarlo en una caja de acero si se
descontrola… ¿Eso es lo que quieres para tu hermano?
- No- agacho su mirada con vergüenza.
- Debes saber, que cada acción, hay un motivo y un pasado que
los guía. El pasado genera el motivo, y el motivo nos impulsa
a hacerlo. Por eso Alan tiene sus ideas, y entre tú y él, deben
tener cuidado con sus palabras.
- Piensas igual que Javier…
- Por qué aprendí del mejor, y tú debes hacerlo también.
Abraham dejo el vaso que estaba meneando, se levantó de la silla para
irse del lugar.
- ¿A dónde vas?
- Tengo asuntos que atender, sabes que ahora están tensas las
cosas, encárgate de tu hermanito, ahora sabes que hacer,
¿Correcto?
- Sí…
- Bien… Cuídense por favor.
Dylan se quedó sentado en la mesa, mientras observa cómo se iba su
hermano mayor, él escondió sus manos en los bolsillos del pantalón
de mezclilla, y su espalda con la camiseta guinda, sus pasos eran
suaves por los zapatos cafés de tela, permitiendo que saliera
silenciosamente de la cafetería. Dylan solo se quedó pensando,
maldiciendo constantemente por los errores que tuvo, se insultó a sí
mismo con susurros y también se puso de pie, para irse del lugar.
Abraham caminaba hacia la casa, pensaba en la situación de su
hermano y recordaba cuando eran niños. En aquel momento donde
asesinaron a su madre frente a ellos, Quetzal había asesinado a su
madre y Javier la sostenía en sus brazos, mientras los tres hijos
miraban a su madre muerta. Su mente fue interrumpida por otro

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recuerdo Abraham, lo llamaban, ¿Padre? Preguntaba cuando tenía
catorce años de edad ¿Estás ahí?

Dr. Alan Espejel se encuentra caminando en los pasillos de la facultad,


su mirada está en el suelo, como pasaban las líneas, pensando que
había ocurrido en la cafetería en relación con su hermana menor. Se
escucha un grito desde el otro lado de la habitación, haciendo
reaccionar al doctor, volteo hacia el origen de aquella voz… era Elena,
estaba persiguiéndolo desde la cafetería, lo espera para que la
alcanzara hasta llegar un poco agotada.
- Doctor… - respiraba rápidamente por correr, duro un
segundo para recuperar el aire - ¿Por qué se fue?
- Solamente mezclé mis sentimientos con el trabajo - duro
algunos segundos en silencio- no debí de comportarme de esa
manera.
- ¿Qué sucede?
Alan exhala y cierra los ojos para meditar un recuerdo suyo, comienza
a caminar e indica a Elena que lo acompañe, mientras pasan en el
jardín de la Universidad, el doctor comienza hablar.
- Mi hermana murió hace varios años atrás.
- ¿Qué le paso?
Continuaron caminando por el camino del parque Universitario, hasta
que encontraron una banca, sentándose para continuar con la
conversación.
- Primero te contare… quien fue ella, antes… que todo
cambiara.
Cuando comienza a explicar el inicio de la hermana de Espejel, el
presente donde se encuentran Elena y Alan, se adentran en los
recuerdos, hasta adentrarnos veinte años atrás, él tenía dieciséis años
y su hermana menor de doce años.

37
Lo recuerdo muy bien, era mi etapa de adolescencia… en los principios de los
años ochenta, nos mudamos aquí en la Ciudad Chuviscar. Habíamos
emigrado de la dimensión de reptileanos, nos caracterizamos por tener los ojos
de un reptil, pero nuestras células son 99.99% iguales al Homo Sapiens. Mis
padres habían tomado la decisión, de ser los primeros en vivir con los
humanos, los distritos dimensionales habían hecho un tratado de paz, y
tomaron la iniciativa de compartir familias, todo para tener una mayor
relación, al igual como la madre de Travis. Mi padre era doctor, y continuó
su profesión en esta ciudad, mi madre nos cuidaba, se dedicaba a nosotros.
Mientras mi padre estaba fuera, nosotros continuamos en nuestra casa. Mi
hermana, Veronica, a pesar de su edad, ella le gustaba jugar con muñecas, se
peinaba tantas veces, que no se despegaba del espejo, yo solo era un
adolescente, extrañaba estar con mis amigos, Alfonso, Hernand y Patrick.
También utilizamos nombres parecidos a este mundo.
Siempre estaba en mi cuarto, probando la música de este mundo. No estaba
tan mal, y las aves… los quería atrapar para comerlos, pero mi madre no me
dejaba, me decía que debemos estar a las costumbres de este mundo… tenía
razón. Un día conseguí una resortera para matar un ave. Lo vi, estiré la liga
para matarlo y lo hice. Me lo lleve al patio trasero para comérmelo, solamente
una vecina de nosotros, me vio y su mirada mostraba molesta, me había
gritado de asesino y asqueroso, mi madre salió para explicar a la señora de
nuestras costumbres, pidiendo disculpas hacia la señora, pero pareció
incomodarse por los ojos de mi madre. La vi, era claro que le desagradaba
vernos y se alejó, a mí no me importo y me comí el ave, mi hermana menor
había llegado hacia a mí, me pidió que probara la comida y accedí. Esa fue la
última vez que comimos un pájaro, mi madre nos había castigado, no salimos
durante dos días. Pero un día, mi padre llego, había traído un pato, había
comprado en el mercado, todos estábamos contentos por el ave que trajo, fue
delicioso y pensé que este mundo no estaba tan mal. Nosotros adoramos comer
aves, el sabor de la carne de res y de cerdo nos desagradan, era un sabor
demasiado fuerte para nosotros, nos acostumbramos a comer todo tipo de
pájaros, mientras nos conseguía nuestros padres desde el supermercado.

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Lo recuerdo muy bien, eran tiempos de frio intenso. Había llegado el invierno,
todos vestían de abrigos y chamarras, las fumarolas que salen de la chimenea
de las casas salían constantemente. Un día mi padre nos invitó a salir, tenía
planeado que visitáramos varios lugares, habíamos viajado hacía el norte de
Gondwana, fuimos a Coyoacán, una ciudad muy antigua, siendo un lugar
excelente para los turistas, contiene varias pirámides de alrededor de mil años
de antigüedad, algunas de ellas se pueden visitar, pero tienen muchas reglas.
Toda nuestra familia había llegado a la ciudad, estábamos ansioso de querer
visitar a cualquier lugar, todos nos pusimos lentes oscuros, por la luz intensa
del sol, todos nos recibían como si fuéramos la misma raza, así que optamos
por seguir usando los lentes. Habíamos comido a varios restaurantes,
nadamos en una laguna, e incluso visitamos al centro de la ciudad, una
metrópoli gigante. Un día, fuimos a una de las pirámides del lugar, el guardia
nos advirtió en no tocar nada, y ni tomar fotos, nos pasaron a ver algunas
fotografías de la antigua expedición de hace años, y los arqueólogos habían
descubierto que veneraban a un sanador. Este sanador curaba a los enfermos,
pero a cambio de un niño. Lo usaban como sacrificio, muchas personas morían
por las enfermedades, pero él los curaba, salvando la mitad de la aldea, pero
nadie sabe qué fue lo que pasó con él y la aldea. Después nos adentraron en la
pirámide, nosotros estábamos encantados de saber que tienen mucha historia,
inspeccionamos el lugar, pero nuestros padres nos tenían vigilados. Pero en
un momento, perdimos a mi hermana Veronica, había preguntado a mis
padres sobre ella, pero tampoco sabían, fuimos a buscarla, pero no la
encontramos, pedimos ayuda a los guardias para encontrarla, fue un caos,
tardamos alrededor de media hora y escuchamos un grito. Corrimos hacía ella
y estaba a dos pisos abajo, en una zona prohibida, donde nadie podía pasar,
los arqueólogos habían puesto un letrero que decía “investigación”. Ella
estaba arrinconada en una esquina del salón de veinticinco metros cuadrados.
En medio, se encuentra una especie de estatua, era una figura de piedra de
alrededor de un metro de alto y dos de ancho. La escultura tiene la apariencia
de una persona de un ojo, contenía boca con afilados dientes y una capucha
de piedra, ella se encontraba mirándola, horrorizada como si fuera por ella, su

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mirada no tenía descripción. Los guardias la recogieron, acudieron a nuestros
padres para deslindarse de cualquier responsabilidad, cómo nosotros tuvimos
que pedir disculpas por romper sus reglas, mientras mi padre cargaba a mi
hermana Verónica, sus ojos no paraban de parpadear y yo no dejaba de verla,
la llamaba, pero no me hacía caso. Eso arruino nuestras vacaciones y nuestras
vidas… a partir de ahí, todo había cambiado, tuvimos que regresar a casa
antes, nos preocupaba demasiado a mi hermana. No comía, no decía nada, y
así estuvo durante días. Mis padres acudieron con doctores, pero no sirvió de
nada, la interpretaron como trastornos y esquizofrénica, decía que veía a
alguien y escuchaba una voz en su cabeza, mis padres se preocuparon y
acudieron con medicinas.
Ella se despertaba en las medias noches y no podía consolar el sueño, fui hacia
ella para tranquilizarla. Al entrar, la vi cómo veía en una esquina de su
habitación, ella apuntaba con el dedo y decía que la dejaran en paz, me alce
hacia ella y la abrace. Comenzó a llorar, sus lágrimas se derramaban, me decía
que quiere acabar esta pesadilla, pero no podía, le decía que todo está bien y se
tranquilizaba. En un momento, ella volteo hacia la misma esquina y dijo que
había desaparecido aquella presencia. No entendía que sucedía, pero no me
importo, pregunte sobre lo que veía. Me menciono la descripción de una
entidad, tenía una túnica roja y sólo aparecía una luz roja en su rostro, no se
veía su cara, solamente aquella luz, le pregunte qué ¿Quién era?, y me dijo el
nombre de “Azrael”. Esa noche mi hermana pudo dormir, y yo me quede con
ella. Se tranquilizó por algunos días, había pasado a la normalidad, todos nos
tranquilizamos y pensamos que había pasado lo peor, pero eso creímos. Una
noche, antes de acostarnos a dormir, mis padres y yo estábamos en la sala de
la casa, escuchamos una voz muy grave, parecía de un gigante. Todos
corrimos hacia la habitación de Veronica… la pesadilla fue peor. Todas sus
muñecas estaban destrozadas, los espejos se quebraban cuando entramos y
ella, se encuentra en el suelo, se estaba retorciendo. Algo la molestaba, la
torturaban. Todos nos alzamos hacia ella, pero no se podía controlar, nos lanzó
a todos nosotros hacia la pared, parecía tener la fuerza de tres hombres adultos,
mi padre y yo estábamos sentados sobre la pared, nos recuperábamos del golpe.

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Pero de pronto, se detuvo… su cuerpo dejo de retorcer, ella comenzó a llorar.
Yo me quede congelado en la pared, pero mis padres se fueron hacia ella para
abrazarla, ella pedía ayuda y ellos no decían nada… solamente la consolaban.
Al día siguiente, mi padre la había llevado a un hospital, la analizaron y la
enviaron hacia un psiquiátrico. Mis padres no fueron los mismos. Mi madre
no cocinaba a veces, mi padre no podía operar y yo estaba constantemente en
mi habitación, extrañaba a mi hermana. Un día, fuimos a visitarla, estábamos
en su habitación, pero se encontraba amarrada. La habían sujetado para evitar
que se lastimara y lastimara a otros, pero sus ojos… el iris, pupila y la córnea
estaban completamente rojos, estaban tan brillantes que parecían dos luces en
su rostro, mis padres le hablaban, pero ella no los reconocía, no decía ni una
palabra. Mis padres decidieron irse.
Cuando ellos se fueron, yo estaba a punto de salir de la habitación, miré hacia
ella y su mirada cambio, su aspecto fue de burla… se burlaba de mí, le parecía
gracioso de quien era y comenzó hablar con una voz muy grave, la misma que
habíamos escuchado en la casa: me dijo: “Nos veremos pronto, reptileano”.
Solamente me asusté y me fui con mis padres. Al día siguiente, nos llamaron
del hospital, diciéndonos que Verónica había muerto. Mis padres se
desplomaron, yo llore durante días y noches, no podía comer ni dormir, mis
padres no volvieron a ser los mismos, en ocasiones estuvieron a punto de
separarse, pero aun así se mantuvieron juntos. Me maldije muchas veces, me
decía que pude ayudarla, podía hacer mucho mejor, decía que sí podía volver
el tiempo, pero mi consciencia me bombardeaba de recuerdos. Casi todas las
noches soñaba con aquella entidad, pareciera que me perseguía
constantemente. Fue así, que había decidido que nadie tuviera que sufrir estos
problemas. Cuando me gradué de mi doctorado, mi trabajo comenzó por
entender la esencia del alma, detectar si tenemos otra alma en nuestro cuerpo
y poder deshacernos de él. Por eso, trabaje con Travis desde que ocurrió aquel
incidente.
Dr. Espejel y Elena continuaban sentados, él tenía su mirada en el
suelo, reviviendo aquellos recuerdos, Elena observa al doctor
pensando en que hacer para animarlo, pero su curiosidad seguía.

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- ¿Qué paso con tus padres?
- Ellos se enfermaron con el tiempo. Mi madre murió por una
bronquitis severa, causa de haber salido en la media noche,
estaba nevando intensamente y no entraba. En cambio, mi
padre tuvo esclerosis… murió hace dos años, su corazón se
detuvo.
Alan metió su mano debajo de su camisa azul oscuro, sacando un
collar con chapa de oro, era un reloj. Con su pulgar, pulso un botón,
haciendo botar una tapadera, era una foto de sus padres. Su padre,
Edward Espejel, tenía cabello oscuro, su cara es parecido a Alan, pero
con una nariz grande, tiene los mismos ojos de un reptileano, vestía
de una camisa blanca, mientras su madre Sofía, de cabello rubio con
lentes redondeados, su barbilla es muy fina, casi no tenía mejillas, su
nariz es pequeña como su hijo y sus ojos son los mismos que su esposo,
y su hermana es muy parecido a su madre, pero su cabello era oscuro
y largo, llegaba hasta su estómago, ambas vestían de una blusa blanca,
y Alan tenía el cabello más corto, y vestía de una camisa blanca igual
que su padre.
Espejel le mostro a Elena su familia, ella estaba encantada, al ver al
doctor siendo más joven y se parecía tanto a ellos.
- Que bellos, que linda familia doctor.
- Gracias, eran lo mejor, no sabía lo que tenía.
El doctor mostró su mano y abrió su palma, mostrando sus dedos.
- ¿Vez mi mano completa?
- Si- Elena se enfocó en la mano de Alan.
- ¿Trabaja bien? ¿Verdad?
Elena volvió a responder con seriedad.
- Si…
- Bien… si un dedo se lastimara o me lo cortarían, ¿Trabajara
igual de bien? – doblo su dedo meñique.
- No…
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- Si alguien de la familia no está bien, todos empiezan a estar
mal, por eso, es importante apoyar a cada uno, y de la manera
correcta, y eso… fue lo que paso, mi hermana se fue y todos
colapsamos.
Elena se mostraba triste por la situación del doctor, lamentaba de lo
sucedido mientras entregaba el reloj. Él agradeció a ella, guardándose
su recuerdo dentro de su camisa. Espejel se puso de pie, diciéndole
que tiene algunos asuntos importantes que atender, debido por la
situación en el mundo, debe de ser rápido en sus investigaciones. Ella
noto el cambio de tema, no quería estar triste, era una forma de
animarse y distraerse, acepto y se despidió del doctor.
Ya era medio día, todos están en la hora de la comida, todos se
encuentran en la cafetería de la Universidad, otros se van hacia las
tiendas locales alrededor de la Universidad. Dr. Espejel se dirige hacia
el consultorio de Valentina, caminando por un pasillo hasta llegar la
puerta, toca la puerta para revisar si se encuentra alguien, pero nadie
responde, decide hablar por su nombre, pero nadie contesta, intenta
girar la perilla… está abierto, se preguntaba porque habrá dejado
abierto la doctora, decidió abrir la puerta por sí se encontraba
dormida, no había nadie.
- Qué raro… - se dijo a sí mismo.
Dr. Alan se adentró hacia la habitación, observando el sillón reclinable,
donde se encuentra a la orilla del consultorio, enseguida estaba otro
sillón normal, donde se sienta la doctora, al otro lado de la habitación
está su escritorio, acompañado de un estante lleno de libros de
psicología y psiquiatría, el sonido de sus pasos era fuertes por la
madera. Estaba buscando a Valentina, pero como no la encontraba,
podría dejar un mensaje, buscó en su escritorio y encontró una nota,
“Regreso dentro de dos días Espejel, tome el disco, contiene la grabación. Con
cariño, Valentina.” El disco se encontraba debajo de la nota,
observándose un bulto debajo de la hoja, agarró el disco para

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llevársela para su investigación, mientras salía de la habitación,
cerrando su puerta con seguro.
Afuera de la ciudad, un vehículo salía de la carretera, rumbo a Santa
Teresa. Una camioneta color guinda, se adentraba en las montañas de
la provincia Ouachita, los objetos pasaban con gran velocidad. Dr.
Valentina Carrasco mantiene el volante tenso, su mirada está
aterrorizada, y sus ojos indica estar asustada, sus pensamientos
llegaban como ráfagas, no dejaba de imaginar con aquella entidad, fue
muy impactante, no había sentido una presencia así hace veinte años
atrás, se decía así misma.
- Tiene que ser él - sus dientes crujían por el estrés y el ataque
de pánico- ¿Por qué ahora?

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La reunión

La tarde había llegado, Travis Cannot toma una taza de café en un


restaurant, sostiene un celular para marcar varios números hasta
ponérselo en el oído.
- Bueno… ¿Dónde estás Dylan?
- ¿Travis? ¿Dónde rayos estas? Te estábamos buscando.
- Y yo a ustedes, fui hacia la cafetería, pero no estaban.
- Tuvimos que salir - suspiro de repente - te esperare en la casa,
no llegues tan noche.
- No te preocupes… adiós – colgó.
Dejo el celular a un lado, suspiro para calmar sus emociones, pero su
paladar le exigía el sabor del café y su estómago pedía cualquier
alimento. Enseguida llego una mesera, sostiene una bandeja con el
platillo de Travis, había pedido costillas de res con papas fritas,
acompañado con una sopa en un plato hondo, la mesera le dejo el
platillo y el agradeció sus servicios. Comenzó a observar el vapor de
la sopa, esparciéndose en el aire, imaginando como las partículas de
agua en estado gaseoso chocaban entre sí. Pensó en sus estudios en la
universidad, debido los problemas que tuvo con el General Cartier,
Damian y Quetzal, tuvo que suspender sus estudios. Extrañaba pasar
en las clases de la facultad, podía regresar, pero Dr. Jacquez había
aconsejado de suspender su semestre. Las probabilidades de pasar sus
exámenes eran altas, pero debido a las situaciones que pasaron, corría
el riesgo que reprobara por juzgarlo como criminal. Ahora, tiene que
preocuparse por las pesadillas, dolores de cabeza y las apariciones con
Esfenia. Había tomado control de su mente y cuerpo, pero no dejaba
de aparecer aquella entidad femenina.
Gracias a Dr. Espejel, pudo saber que no estaba loco y todos le
creyeron de sus visiones, además, aprendió una propiedad nueva
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rápidamente, siendo imposible para una persona normal, pero todavía
no lo controla bien, necesita entrenamiento para lograrlo. Su estómago
interrumpió su pensamiento, haciendo reaccionar a Travis de su
platillo, sostuvo un tenedor que le habían dado, pero detecto que no
tenía un cuchillo. Pensaba en pedirlo, pero tuvo una idea. Estiro su
dedo índice derecho, y comenzó a concentrar su dedo, tensionándolo
para hacer crecer los cristales, comenzó a crecer en la punta de su dedo
un cristal amarillo en forma de navaja, se alargaba conforme los
segundos pasaban, hasta que hizo la forma de un cuchillo, un poco
deforme al último, debido que quiso hacer el mango del cuchillo, pero
pensó que debe ser como hacerse una escultura de mármol. Rompió el
cristal de su dedo, para comenzar a cortar la carne cocida de su platillo,
pensó que sería muy útil esa propiedad, se imaginó todas las
aplicaciones que podría hacer, pero podría tener alguna consecuencia
sobre su uso, pero no le importo y comenzó a comer su platillo.
Abrieron la puerta del restaurante, acompañado con un timbre que
indica la entrada de un cliente. Elena había llegado al restaurant,
meneaba su cabeza alrededor del restaurant, hasta que vio a una
persona de cabello castaño, un poco largo. Se dirigió hacia él
minuciosamente, preparando para tapar los ojos de él, en el punto de
atraparlo. Estaba a unos pocos centímetros de pasar sus palmas de las
manos a su rostro.
- Sé que estás ahí Elena – dijo Travis mientras sostiene un trozo
de carne del tenedor.
- ¿Cómo es que…? - estaba sorprendida de la sensibilidad de
sus instintos.
- Tengo mis métodos- puso el trozo de carne en su boca.
Elena quería espantar a Travis, pero no tuvo éxito, decidió sentarse en
frente de él, acomodándose en el acolchonado sillón, él lugar estaba
adornado con algunas pinturas, no tenía una ventana para ver las
calles de la ciudad. Elena comenzó a ver el platillo de Travis, sus ojos
lo miraban con atención, él realizó un corte en la carne, rebanando un
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trozo para dársela a Elena, ella agradeció y obtuvo un bocado del
platillo, saboreando el sabor de la comida, él continuaba cortando el
platillo, poniéndolo en medio para compartir la comida.
Habló a la mesera para pedir otro platillo igual junto con una
limonada para Elena, asintió la mesera y se retiró del lugar. Los dos
continúan comiendo, ella se negaba en comer su comida, pero él
insistía que continuara comiendo y esperara el otro platillo para
compartirla también. Ella se enterneció con el detalle y accedió en
comer con Travis, pasaron los minutos mientras comían y
conversaban, habían terminado el último bocado, y sus estómagos se
llenaron. Él preguntó acerca de sus hermanos y Alan mientras estaba
con la terapeuta. Elena suspiro para dar una explicación.
- Estábamos en la cafetería, conversábamos acerca de tu estado,
que te despertabas todas las noches, tus visiones no
desaparecían. El doctor comenzó a dar una explicación sobre
tu estado, pero Dylan se molestó, diciendo que necesitas un
psiquiatra o ir a un hospital psiquiátrico, el doctor se negaba
y comenzó la discusión, hasta que Abraham los detuvo. El
doctor se retiró del lugar y fui tras él, no quería que se fuera
así, lo alcance por los pasillos de la Universidad, y
conversamos acerca de su familia.
- ¿Su familia? - La atención de Travis se propició acerca del
tema.
- El caso de su hermana… era parecido al tuyo, pero más…
terrorífico, el tuyo fue cuando ocurrió con los oficiales…
- Lo sé, ahora veo la importancia de su investigación, por eso
da tanta seriedad a mi tratamiento.
- Sí… quiere acabar el problema de posesión de cuerpos.
¿Cómo te sientes ahora?
- Ahora me siento mejor, no sé qué habrá hecho la doctora,
tendré varias sesiones con ella.

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Elena tomo el vaso para beber un poco de limonada para quitar la sed.
- ¿Y tus visiones?
- Todavía aparecen, ahora que dormí en el consultorio, me
encontré de nuevo con Esfenia.
Ella recordó el suceso con los oficiales y agentes, fue cuando Travis
había perdido el control, un soldado había golpeado a Elena, haciendo
enfurecer a Travis. Ese suceso había asesinado a varias personas. Dejo
su vaso a un lado para discutir de su situación.
- ¿Todavía sigue ahí? - se mostró molesta.
- Sí… ella no se detendrá hasta tomar el control de mi cuerpo y
mi esencia, pero no tendrá éxito.
- ¿Qué sucedió en tu sueño con ella?
- Parecía que estábamos en muchos paisajes, ella no salía de
aquella cueva, me amenazaba con tener mi cuerpo, pero
ahora… era diferente.
- ¿Por qué?
- Parece tener miedo… no de mí, parece que de algo más, como
si estuviera nerviosa, habla sobre un hombre.
- ¿Hombre?
- Sí, también he soñado con él, pero está cubierto de una túnica,
no podía ver su rostro, pero parecía gotear una especie de
aceite muy oscuro, parecía petróleo.
Elena comenzó a sentirse preocupada, triste por la situación que tiene
en sus pesadillas. Tomo las manos de Travis para tomar toda su
atención.
- Pero ahora estas mejorando, gracias a la doctora. Ella te
ayudara.
- Sí… - aquellas palabras lo habían hecho sentir mejor.
Ambos se vieron mutuamente, viendo como sus ojos chocaban con
sentimientos, mientras sus respiraciones se comenzaron a calmar,
sonreían y contaban chistes. Travis pidió la cuenta para pagar,
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mientras la mesera dejo el recibo y agradecieron por sus servicios, dejó
la propina, para irse enseguida del restaurant. Caminaban cerca de la
Universidad, cruzaban por varias calles para llevar a Elena a su casa,
estaban en frente de otros restaurantes, tiendas y consultorios, había
edificios de tres a cuatro pisos en promedio, el tráfico no era tan
abundante como siempre, debido que estaban casi en la hora pico. El
panorama se abrió en un cruce de semáforo donde se encuentran
Elena y Travis.
En el techo de un edificio de hotel, se encuentra una persona
vigilándolos, hincado para no llamar la atención, observaba a lo lejos
a Travis, podía observarlo detenidamente, afirmando la forma de sus
ojos. Se mostraba sus manos muy pálidos, tendiendo a ser blancas,
vestía de una gabardina muy delgada, debido a la entrada del verano,
pero estaba fresco y contenía una capucha para tapar su identidad, sus
ojos son de forma de rombo como el de Travis, pero se diferencia de
tenerlos de color amarillos, su piel blanca presentaba estar un poco
arrugada con poca barba, su nariz es grande, pero de forma aguileña.
Se puso de pie para después irse del techo del hotel.

En el centro de la ciudad, en el palacio de gobierno, llegaron varias


camionetas blancas. comenzaron a bajarse varios agentes uniformados
de traje, uno de ellos abrió la puerta trasera para bajar a Dra. Angélica
Abel, ella agradeció por la amabilidad. Todos subían en las escaleras
para llegar a la entrada del palacio, siendo una puerta de cinco metros
de altura, una puerta muy pesada, para que abrieran dos personas a
la vez. Había un pasillo largo, contenía varias puertas que llegaban a
distintos salones, donde se reúnen para distintos fines. En uno de ellos,
estaba abierto la puerta, permitiendo que pasara la doctora libremente.
En el salón se encuentran reunidos el Secretario Mathew Codwell,
nueva General Raquel y el Comandante del ejército de Laurencia Ryan
Brown, estando acompañados por varios soldados y oficiales. La
doctora sonríe a los líderes, saludaba de una forma cordial.

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- Señores y Señoras, es un placer estar reunido con ustedes otra
vez –Inclinó poco la cabeza Brown.
- Doctora, el placer es nuestro, llega justo a tiempo - dijo
Codwell.
- Gracias, solamente nos falta una persona para llevar a cabo la
reunión.
Los líderes se encuentran sentados en una silla de madera muy
brillante, dando un diseño muy rústico junto con la mesa de madera
roble, el salón está adornado con varios cuadros de pintura, junto con
un tapis en las paredes y el piso de cerámica negro. La General Raquel
preguntó a la doctora por quien están esperando, pero ella dijo que
esperara un minuto. En ese momento, comenzó aparecer una mano,
junto con una pierna que aparecía en el vacío, hasta aparecer
completamente sobre un plano en el espacio.
Apareció repentinamente Abraham Cannot en la reunión, vestido
formalmente de traje y peinado, todos se sorprendieron de la
repentina aparición, algunos soldados estaban preparando sus armas
para disparar. Cuando vieron quien es, un soldado ordeno a su gente
que se tranquilizaran. Abraham se disculpó por la tardanza, debido
que se encontraba cambiando para la reunión, y por los edificios no
podía llegar tan rápido, debido que uso la propiedad dimensional de
su ojo, para oscilar en la cuarta dimensión, llegando a otra realidad
tridimensional, hasta llegar a la reunión. Alguien habla por su
nombre. Alguien hizo reaccionar a Abraham de golpe, volteó hacia la
izquierda para saber quién estaba hablando con él, estaba sorprendió
y pregunto de forma alegre.
- ¿León? - comenzó a sonreír- ¿Eres tú?
- ¿Cuánto tiempo sin verte? Hermano. – alzó sus dos brazos
mientras carcajeaba.
El soldado alzo su mano para saludar a Cannot, junto con un abrazo y
palmeadas en la espalda, ambos se encontraban felices de verse.
Resultan ser mejores amigos desde hace años, fueron compañeros del
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entrenamiento del ejército, y por circunstancias externas, no pudieron
verse durante años. La General Raquel se quedó sorprendida del
encuentro, y su curiosidad por saber. Pregunto sí se conocen, haciendo
voltear a Abraham para responder alegremente.
- Él es mi mejor amigo Leon Boyer, combatimos y entrenamos
por mucho tiempo, teníamos varios años que no nos veíamos.
– continúa abrazándolo con una mano, apoyando su hombro.
- Ya veo, pero ¿Por qué estás aquí?
La doctora Angélica Abel interrumpió a Raquel.
- El señor Cannot tiene información sobre Damian y Quetzal,
nos ayudara mucho en la planeación de atraparlos. El señor
Boyer sabe la situación por los grises, quienes atacaron en Rio
de Janeiro y la situación del pueblo Orquídea, quienes fueron
atacados por Longus.
Raquel apoyo sus codos sobre la mesa de madera, cruzando sus dedos
para ponerlos sobre su boca, observa detenidamente a Leon y
Abraham, su mirada se dirigió hacia la doctora Abel.
- No estoy enterada sobre la situación en Rio de Janeiro y
Orquídea.
El señor Codwell se dirige hacia la comandante para interrumpir.
- Las personas del pueblo de Orquídea… fueron asesinados,
solamente sobrevivieron dos niños- respondió Secretario con
seriedad.
Codwell levantó en su maletín para sacar unas carpetas, dejándola en
la mesa para deslizarla hacia la general, ella lo abrió y observo las
fotografías del pueblo. Algunas fotografías mostraban casas
destruidas y otras con personas muertas. Sus heridas parecen haber
sido atacados por un animal. Raquel se encuentra impactada por las
imágenes, mientras cambiaba las fotografías.
- Esto… es horrible… ¿Cómo pueden unas personas pueden
hacer esto?

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- No son personas General, son monstruos- dijo Mathew
mientras mira a Raquel.
- Está equivocado señor Codwell, ellos son otra especie de
humanos o humanoides, solamente su evolución fue diferente
a la nuestra - dijo la doctora Angélica.
- ¿Y qué me dices en Rio de Janeiro? Ellos fueron atacados por
otros fenómenos, el comandante Fisher está molesto por los
ataques - dijo el comandante Brown.
La doctora Angélica se posiciona en su silla para dirigirse con Ryan
Brown, siendo una persona de pelo oscuro, canoso, delatando ser de
cincuenta años, contiene arrugas en sus mejillas y una nariz recta de
tamaño mediano, vestía de un traje militar del más alto mando.
- No estamos hablando de animales ni monstruos Comandante,
estamos lidiando con otros seres civilizados, inconformes con
la traición que tuvieron con Damian, debemos de negociar con
ellos.
- Entonces por qué tienen derecho de asesinar a nuestra gente.
Además, comercializaban con personas, ¿Crees que eso es
civilización para ti?
- No, pero…
- Entonces, aquel que mata sin razón, es un monstruo… un
animal, debe ser castigado.
Mathew interrumpe al comandante alzando la mano, indicando que
parara de hablar, dirigiéndose hacia la doctora Abel.
- Doctora… entiendo que está estudiando a la política y
sociedad extradimensional, sabemos que ellos son diferentes,
pero eso no quiere decir, que tengamos que hacer al modo de
ellos y tolerar sus actos. Mientras ellos estén en nuestro
territorio… se hará a nuestra manera, ¿Entendido?
- Entendido.

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- Bien, ahora… ¿Que proponen para solucionarlo? – cruzó sus
dedos para tener mayor concentración.
La reunión fue interrumpida de repente por un teléfono que se
encuentra en la sala. Estaba posicionado en la orilla de la mesa, siendo
un teléfono de color negro, tenía programado para ponerlo en alta voz,
timbraba demasiado fuerte para la reunión, había interrumpido a
Mathew. Él se levantó de su silla para irse hacia el teléfono, estaba
confundido, dijo que habían cortado la comunicación para no
intervenir la reunión, alzó el teléfono hacia su oreja, espero unos
segundos para escuchar, prensó el botón de alta voz para hablar con
todos, la voz parecía de una joven mujer.
- Señores… soy la secretaria del país de Bugaí de Rodinnia, de
la dimensión de la especie Reptileana. Mi nombre es Yara
Alazán.
Mathew realizo una mueca y frunció su seño por la interrupción de la
reunión, se apoyó sobre la mesa para sentirse más cómodo.
- ¿Cómo consiguieron entrar a la comunicación?
- Eso no importa secretario, lo importante es negociar con
ustedes…
- No queremos nada de ustedes…
- Creo que necesitan aliados para lidiar con longus y los grises
¿Verdad?
- ¿Qué quieres?
- Queremos ayudarlos en conseguir la cabeza de Barel, quien es
Damian Houck. Quiero enviar a mis hombres para ayudarlos.
Anteriormente habíamos hecho un tratado, enviamos a
nuestra gente a su mundo como su gente a la nuestra. Los
humanos son de aquí son muy amigables, ya formaron varias
familias aquí.
- ¿Quiere cobrarnos por el incidente de la familia Espejel? -
preguntó Mathew.

53
- Ellos fueron destrozados por los espectrurus. Aquella niña
tuvo su alma destrozada por aquella entidad, así que,
queremos que corrija el error.
- Quetzal - dijo de forma pensativo.
- Como aquel espectro apareció en su dimensión, Quetzal
apareció en la nuestra, asesinando a toda una ciudad
completa… no queremos que suceda lo mismo con ustedes,
¿No es así?
Abraham interrumpe a Mathew, agregando lo que conoce sobre
Quetzal, pensó que podría ser una buena idea una alianza con los
reptileanos.
- Señor Codwell, podremos aprovechar la oportunidad, menos
hombres morirán, podremos rodear a Damian y a Quetzal,
flanqueándolos incluso en distintas dimensiones, ya que su
capacidad de saltar en la cuarta dimensión, puede hacer que
escape. – se alzó Abraham hacia Mathew.
El Comandante se pone de pie, contradiciendo a Abraham por la
propuesta, podría ser una misión suicida, confiando a los reptileanos.
- Señor Codwell, a estas circunstancias, no podemos confiar en
nadie. Es demasiado peligroso, ¿Dejar entrar al enemigo a
nuestro territorio? Es una burla. – dijo Brwon.
- Entonces, ¿Cómo ganaron en las guerras anteriores General?
Siempre debe de tener aliados. - dijo Dra. Angélica con
franqueza.
- Tiene razón, por eso es indispensable tener alianzas
Secretario, no saben si todas las dimensiones pueden ir contra
usted. – dijo Abraham.
Mathew, observa a todos en la sala, pensando en una decisión, observo
a Abraham y a la doctora, volteó hacia la derecha para observar al
Comandante. Meditó algunos segundos.
- No… no habrá ninguna alianza.

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Abraham se exalto, apoyando sobre la mesa en la reunión.
- Señor Codwell, ¡Necesitamos apoyo para lidiar con Quetzal!
- ¡No! Ya lo he decidido.
Se mostró molesto Abraham, pensaba en seguir insistiendo al señor
Codwell, pero decidió no hacerlo, apoyo sus manos sobre la mesa para
intentar tranquilizarse, mientras la contestadora del teléfono
prosiguió.
- Bien… será su decisión, pero si cambia de opinión, no dude
en llamarme, dejaré un agente a esta dimensión para que
pueda contactarme.
Mathew estaba a punto de responderle al secretario, pero colgó. Cortó
la llamada, dejando en silencio a toda la sala, haciendo pensar a todos.
Prosiguió dando pasos hacia su silla, observaba el suelo para meditar.
- Trabajaremos en la madrugada…
- ¡Necesitamos apoyo para atraparlo! - gritó Abraham de forma
insistente.
- ¿Qué quieres que hagamos? Sí ganamos la batalla e incluso
con los otros humanoides, ¿les daremos tierras, comida,
personas o suministros? No lo veo factible señor Cannot.
Abraham bajo su mirada. Sus intentos fueron en vanos, mientras el
Comandante Ryan le indica la orden a Leon que proporcione
información al respecto de los grises y longus.
- Los grises contienen una tecnología y civilización parecida a
la nuestra, con costumbres parecidos a los romanos, suelen ser
agresivos e inteligentes. Los longus son muy agresivos
también, rara vez que utilizan armas, solamente si pelean a
larga distancia, pero en combate de cuerpo a cuerpo… son
sumamente letales por su fuerza y colmillos, tienden a pelear
como animales. - dijo Leon.

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- Bien señor Boyer, se encargará de proteger a los civiles,
daremos apoyo para atrapar a Damian Houck con artillería
ligera. – dijo Brown.
- Si, señor.
- General Raquel. – Miró hacia Raquel.
- ¿Si Comandante?
- Lleve al personal más capacitado para esta misión.
- Entendido.
El Comandante Ryan y Mathew se pusieron de pie, caminaron
alrededor de la mesa hasta llegar la puerta del salón, estaban
enseguida de Abraham y la doctora Angélica, y Ryan les dijo que los
vería en la madrugada para luego retirarse. Abraham se mostró
furioso, pero Angélica lo calmo, diciendo que solamente era una
situación militar y no es personal. En un instante, se acercó Raquel
hacia Abraham, tocando su hombro, diciendo que no se preocupara,
que todos están preparados para la misión. Él se tranquilizó,
afirmando el consejo que ella le dio al salir del salón. Él se puso de pie
para retirarse, pero antes de saltar a otra dimensión, se dirigió a Leon.
- Te veré otro día hermano.
- Solo no te pierdas de la fiesta.
Finalmente, Abraham dio un paso, desapareciendo como si fuera
borrado en un plano, oscilando en la cuarta dimensión para irse del
lugar.

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Sorpresa

El mismo día, al caer la tarde, el sol se posiciona cerca de las montañas,


tornando el cielo de color anaranjado. Elena y Travis están cerca de la
casa de ella, en un parque sentados sobre una banca, compartían una
bebida de frutas con sabor a piña y coco, seguían platicando para
matar el tiempo. Conversaban acerca de los problemas que generaba
Espejel por sus tareas y exámenes, y sus salidas de fiestas que hacen
sus amigos, bebían repentinamente por la sed que genera el calor de
la tarde, era la entrada del verano, la vegetación está en su pleno
nacimiento por la primavera, generando un panorama hermoso. El día
se había acabado, el sol se ocultó, mostrando la oscuridad de la ciudad,
comenzó a encenderse las luces de las calles y del parque, Travis pensó
que era tarde, debido a la oscuridad.
- Debo llevarte a casa
- Lo sé, pero ¿Podremos irnos a pasear por el centro?
- Podremos, pero tu padre se molestaría mucho, regresamos a
tu casa casi media noche.
- Está bien - admitió, debía evitar un castigo de parte de sus
padres.
De repente, escuchan una voz, alguien gritaba hacia ellos, voltearon
para averiguar quién es. Era Jonathan viniendo hacia ellos, saludaba
con su mano y ellos respondieron con el mismo saludo, él vestía de
una camiseta delgada con pantalones semi-sueltos y tenis deportivos.
El aspecto de Jonathan tiende a la moda rock, su cabello es corto a los
lados de su cabeza, pero un poco largo en la parte superior, dejando
un fleco en su frente para verse mejor con su piel morena.
- Déjala Travis, no vez que la asustas- dijo con un tono bromista.
- Lo asustada es por ti.

57
- No estoy asustada Jonathan. - dijo Elena de forma sonriente.
Se reía Elena por las bromas que se hacen mutuamente, mientras
Jonathan se acerca para continuar la conversación.
- Oye Elena, ¿Por qué sales con alguien tan feo? - miraba a
Travis para ver su reacción.
- Sii, soy horrible… - dijo Travis con tono sarcástico, mientras
Elena se ríe de nuevo- pero no doy asco como tú… bombillo.
- ¿Bombillo? - pregunto con curiosidad Elena, pareció
molestarse un poco Jonathan por el apodo mientras se reía
Travis.
- Sí… cuando estudiábamos juntos, estábamos demasiado
aburridos en una clase. Días antes me había hecho algunas
bromas este baboso - arqueó la ceja Jonathan junto con una
sonrisa de burla por las bromas, su amigo continuó con la
plática - me había timbrado mi teléfono celular, lo saqué de mi
bolsillo para ver la llamada, se me cayó al suelo, cuando
estuve por recogerlo, empezó a brillar más la pantalla, estaba
cerca de Jonathan - comenzó a reírse y carcajear. Elena pensó
que era un chiste - me levante para levantarme del suelo y
grite a todos. “OIGAN MIREN” hasta el profesor se
sorprendió al ver mi teléfono brillar cerca de él… y todos
comenzaron hacer lo mismo. Otros quitaron los focos del
salón y lo hacían brillar cerca de él - comenzó a carcajear con
fuerza.
- No es mi culpa - apretó sus labios con fuerza y frunció el ceño
- no lo puedo evitar - Travis se acercó hacia Jonathan.
- Hasta el profesor también comenzó acercar un foco -
carcajeaba mientras saca un teléfono celular en su bolsillo y
comienza acercar a Jonathan - mira como brilla - brillaba
conforme se acercaba y se apagaba conforme se alejaba y
Elena le comenzó a tenerle gracia por los juegos que hacen

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entre ellos. Saco su teléfono celular y comenzó hacer lo mismo
con risa, mientras decía “es cierto”.
- Me das asco - dijo rendido. Ambos continuaban acercando y
alejando sus aparatos.
- Y tú me repug…
Travis dejo de hablar, algo lo había interrumpido, Jonathan
pregunta ¿Qué sucede? Pero intenta bromear con él otra vez, pero
su amigo no reaccionaba a sus bromas. Elena pregunta lo mismo,
pensando que puede ser otra de sus visiones. Sus ojos con forma
de rombo comienzan a moverse por todas las direcciones, él decía
que esperaran, pero en sus ojos comenzó a ver una especie de
luces. Tenían de formas humanas, se mueven de arriba y abajo, de
un lado a otro, era confuso.
- ¿Otra de tus visiones? - preguntó Elena.
- No… esto es diferente, veo una clase de luces… sombras de
luz moviéndose en todas las direcciones- continuaba
siguiendo las luces- espera.
Empieza ver varias figuras de luz aproximándose a él hasta llegar a
una distancia, parecía que los observan, parecían vigilarlos, pero Elena
y Jonathan no los ven. Pensó que estaba loco, pero, escucha un sonido
al lado de él. Sus instintos le advertían, sentía una especie de
escalofríos.
- ¡Quítense!
Travis gritó, empujo a Jonathan y Elena hasta hacerlos caer. Un
proyectil se dirigió hacia Travis, atrapándolo como si fuera cemento.
El material está hecho de cemento de secado instantáneo, envolvió el
cuerpo en un instante, dejando pegado a su cuerpo. Se mantuvo de pie
para voltear a ver a ellos y decir.
- ¡Váyanse! ¡llévate a Elena! – gritó con toda su fuerza.
- Sí. – contesto Jonathan.

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Jonathan sujeto a Elena de los brazos para llevársela, ella gritaba a
Travis, pedía que no se fuera, pero algo se aproxima hacia ellos. Ella
observó una persona muy pálida de gran tamaño, acercándose a él.
Mientras otros seres de formas humanoides se acercan a ellos,
apareciendo en un plano del espacio, cómo la habilidad de Abraham.
Jonathan apresuro el paso para que no fueran alcanzados.
- ¿Por qué tienes que ser tan pesada? - se quejaba mientras carga
a Elena.
- ¿¡Que dijiste!? – gritó furiosa.
- Nada. – se espantó por el comentario.
Elena se mostró molesta por, los comentarios de Jonathan. Al mismo
tiempo, el sujeto que se acerca hacia Travis, tiene un cuerpo de gran
tamaño, vestía un chaleco de negro, color café y pantalones muy
holgadas de color negro, su rostro era pálido, pero sus facciones son
los mismos de un humano normal, tenía sus ojos de forma de rombo
de color amarillo con la pupila rayada igual que él. Travis se forcejeaba
para liberarse, pero no tuvo éxito.
- Es inútil, fue demasiado fácil este trabajo.
- ¿Qué quieres de mí?
- Solo vine por ti, eres el único dimensionista en esta dimensión,
tengo ordenes de enviarte de vuelta a nuestra dimensión.
Volteo a ver quién era mientras intentaba librarse. Se detuvo, su
impresión fue tanto que sus ojos no dejaban de parpadear. Se negaba
y no lo creía al ver los ojos de aquella persona, tenía los mismo que
tiene Travis.
- Tienes los mismos ojos que yo…
- Parece que estas confundido, claro que los tengo, soy de tu
misma raza, somos de la misma sangre… ahora vienes
conmigo.
Mientras él se acerca, comenzó a salir una especie de humo en su
cuerpo, concentro su mano para emitir las partículas y hacer explotar

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repentinamente el cemento que cubría a Travis, destrozándolo por
completo para poderse librar. Todo el panorama se llenó de humo,
dejando casi ciego al otro dimensionista. El humo todavía no se
despejaba, no podía ver nada, el dimensionista retrocedía para aclarar
la vista, pero en un instante, algo lo sofoco, le faltaba aire en sus
pulmones, observaba como un brazo empujaba su abdomen hasta
lanzarlo hasta atravesar varios árboles, hasta el momento de caer
enseguida de uno de los árboles. Tosió para recuperarse del golpe, lo
hirieron al lado del abdomen, sintiendo que se podría formar un
moretón.
- Atacar mientras el oponente está a ciegas… buena elección -
tosió un poco- eres demasiado sucio.
- Váyanse de aquí, antes que algo vaya salir mal. –gritó Travis.
Aquel hombre pálido se pone de pie, se sacude sus pantalones.
- Yo solo recibo ordenes- volvió a mirarlo- ven conmigo y nadie
saldrá herido.
- ¿No pensaste en peguntarme primero antes de venir como un
loco?
- Tengo mis métodos y razones por hacer esto, la mayoría de
los encuentros, termino en una confrontación. Ven conmigo.
Travis lo vigila detenidamente, analizándolo para averiguar sí sus
palabras son ciertas.
- No. No lo haré.
El dimensionista se lanzó hacia Travis, con un solo paso, lo alcanzo a
él en un instante, agarrando la cara hasta estrellarlo contra un árbol.
Había cuarteado la corteza por la intensa fuerza. Travis sentía la
presión que le ejercía la mano, sentía dolor e impedía abrir la boca,
preparó su mano, haciendo crecer algunos cristales de su piel,
intercambiando las moléculas hasta hacerlos de silicio, creando un
cristal amarillo en su mano. Formo puntas en los dedos de su mano,
para incrustárselo en el brazo del dimensionista. Grito de dolor, había

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soltado a Travis, dándole la oportunidad de contratacar. preparo su
mano izquierda, estaba humeando para hacer otra explosión,
incrustando sus dedos sobre su abdomen hasta hacerlo explotar. Lo
lanzó a unos pocos metros y todo él panorama comenzó llenarse de
humo y polvo. Se volvió a levantar el dimensionista, furioso por lo que
hizo. Gritó y lo maldijo, pero no podía ver nada. En unos segundos se
despejo y no había nadie.
- Maldito, ¿A dónde fuiste? - gruñó entre dientes.
Preparo sus ojos para ver las otras dimensiones, su ojo comenzó a
temblar y su vista comenzó a observar varias montañas, pero en forma
de luz, su ojo está oscilando en la cuarta dimensión, observando los
mundos paralelos en donde se encuentra. Observaba alrededor suyo
y no veía nada. Intensifico más sus ojos, haciendo que sus ojos vieran
la quinta dimensión. Miraba una especie de luciérnagas volando
alrededor de él, viendo el eje positivo de la quinta dimensión, parecía
no ver ninguna figura humana, maldecía otra vez. Intensificó más sus
ojos para observar la sexta dimensión, pero no veía nada, solamente
una especie de cúmulos gaseosos, parecía estar en un Universo
paralelo, pero viendo el cosmos, el espacio de un vacío. Pero a lo lejos,
observó una figura, no se podía definir que era, pero tendía a formar
una especie de animal y humanoide, con una especie de plasma o
materia. Maldijo otra vez el dimensionista, averiguo que no había
saltado a otra dimensión, entonces prosiguió con la cacería de Travis.
Travis corría para salir del parque, pensando que salir del parque
podría estar expuesto a que lo vean, tendría mucha visualización, pero
tenía que pensar sí Elena se encuentra bien. Apresura el paso para
correr más rápido hasta salir del parque y pisar las calles de la ciudad.
Se dio cuenta cuanta fuerza tenía aquel dimensionista. Era abrumador,
casi sentía que su cabeza se rompería por su mano, tendría que tener
cuidado sí pelearía con él. Corrió por varias calles para llegar hacia la
casa de Elena. Observo varios de otros seres que acompañaban aquel
humanoide blanco, estaban en el suelo, parecían estar muertos, estaba

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sorprendido. Vio a la vuelta de la calle una luz sobre las paredes, se
fue donde estaba el brillo y encontró a Jonathan en frente de la casa de
Elena. Los destellos reflejaban la electricidad que emanaba de su
cuerpo, electrocutando todo aquel que se acerque a él.
- ¡Jonathan! ¿Dónde se encuentra Elena?
- Esta con sus padres, les dije que se refugiaran en un lugar
seguro de la casa.
En ese momento, en una pared comenzó a doblarse por el espacio,
haciendo aparecer algunas personas blancas. Su aspecto eran muy
delgados, apenas vestían de una especie de short trozado, no tenían
cabello y sus ojos tienen la misma forma de rombo, pero no tenían
pupilas. Parecía que una luz quemo sus ojos, haciéndolos inservibles
y limitándolos a solamente ver. Debido que tienen la propiedad de
oscilar en otras dimensiones, pero estaban inservibles.
- ¿Ahora qué? - preguntó Jonathan sorprendido.
- Solo no mueras… - dijo Travis de forma nerviosa- mantenlos
alejados.
En un instante se escucharon los ruidos de algunos disparos, los
proyectiles llegaban a los dimensionistas, haciendo caer uno por uno.
Travis y Jonathan voltearon a ver, eran algunos de los oficiales de la
ciudad, estaban dando apoyo para deshacerse de los seres. De repente,
una mano aparece en el hombro de Travis, jalándolo fuertemente
hasta desaparecer en un plano del vacío. Jonathan se asustó con la
desaparición de su amigo, preguntó por él, pero otros humanoides se
acercaron a él, atacándolo, pero eran electrocutados en un instante.
- Deben de hacer algo más que lanzarse hacia a mí.
Travis observaba cómo atravesaba por varios mundos
tridimensionales hasta caer en un paisaje rocoso semidesértico. Siendo
lanzado varios metros hasta impactar en una pared de roca,
cuarteándola, haciendo sentir de dolor a Travis.
- Ah - tosía por la sofocación - otra vez no…

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Recordó que había sido lanzado la vez pasada por Quetzal, un
espectro que podía pasar en la cuarta dimensión, atravesando otros
mundos tridimensionales como aquel dimensionista. Se desprende de
la pared de roca para liberarse, crujía repentinamente, generando
planos de fracturas en la roca volcánica de riolíta de color rosado,
siendo un poco duro, debido que fue fácil de romperse, hasta ser libre.
Observaba aquel paisaje, desértico, perdido por el salto dimensional,
no sabía cómo regresar, alzo su mano para tapar su mirada del sol,
pero de pronto, aparece aquel dimensionista en frente de él, viendo
como aparecía en un plano del espacio, mientras entraba en la
dimensión donde se encuentra Travis.
- ¡Llévame de vuelta! - grito Travis.
- Ya veo… parece ser que eres un adulto que no aprendió a
caminar todavía…
- ¿Qué dijiste? - se sintió ofendido.
- Tu eres un dimensionista, al igual que yo… somos la especie
más evolucionada de todos los Homos, somos los seres con
más energía de toda la realidad. Pero no sabes cómo saltar
entre dimensiones.
- Eso no lo sabía ¿Por qué consideras que somos una especie
superior al de los demás?
- En nuestro mundo puedes saber todo. Ven conmigo,
aprenderás y sabrás todos tus secretos.
Travis se sintió desconfiado, dio un paso hacia atrás para prevenir
cualquier situación, mientras el dimensionista lo observa
detenidamente.
- Yo soy Rastal Chen, soy un dimensionistas, es peligroso que
andes por ahí, tus propiedades son muy raros para cualquier
mundo a donde vayas, que pueden usarte en contra de tu
voluntad. Está prohibido que cualquiera de nosotros ande sin
ningún permiso de nuestro rey.

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Los recuerdos llegaron cómo ráfagas, viendo imágenes de cómo
Damian y el General Cartier lo capturaron para usar su cuerpo y sus
ojos, lo necesitaban para traer la esencia de Barel en la sexta
dimensión. Otros recuerdos llegaron hacia él, imaginando a Elena, sus
hermanos y sus amigos que están con él, disfrutando de una cena con
ellos, interpretando que no podría cambiar una protección que por la
familia.
- Lo siento Chen, pero no puedo irme contigo, no puedo dejar
a mis amigos y a mi familia, son todo lo que tengo, son mi
razón de vivir. Yo… nací en Chuviscar, del distrito de
Laurencia, del mundo de Pangea - dejo un momento de
silencio - no puedo irme, no puedo dejar lo que amo.
- ¡No tienes opción, Tienes que estar en un lugar seguro! - alzó
la voz con desesperación- nuestro rey no tolerara esa decisión,
esta es tu última oportunidad de elegir.
- Si es necesario correr el riego - pensó en las palabras de aquella
entidad de su sueño. Decía que cada decisión, involucraría
una decisión. Después de un momento de silenció- lo hare.
- Sí esa es tu decisión, entonces no me dejas otra opción.
Chen se lanzó hacia Travis, preparó un golpe, pero él lo esquivo, vio
como golpeo aquella pared de roca con tanta facilidad, destruyendo
una riolita de tres metros. Él se sorprendió de la fuerza que contiene,
dando varios pasos hacia a un lado para tomar distancia. Chen voltea
a verlo y comienza a golpearlo consecutivamente, los esquiva casi
todos los golpes, en uno de ellos, se cubre con sus antebrazos, sintió
dolor por la dureza de sus golpes, por lo cual optó mejor por tomar
distancia. Preparó sus puños haciéndolos brillar, utilizando la
propiedad de ondas de choque en sus manos, para propagar el golpe
en todo su cuerpo. Chen realizó un golpe derecho, Travis realizó una
llave en su brazo, entrelazando su cuerpo hasta su espalda. amarro
con sus piernas el otro brazo, inmovilizando a Chen por completo. Él
quedo atrapado, no podía moverse, forcejeaba para desprenderse de
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la llave de Travis, pero no tenía éxito, se lanzó hasta el piso para
golpearlo del suelo, sofocándolo, pero mantuvo con fuerza la llave. Él
dimensionista comenzó a molestarse, empezó hacer vibras sus ojos y
todo su cuerpo, brillaba todo su cuerpo, el pisó pareció sentirse menos
sólido hasta que desaparecen en un instante, pareciendo que fueron
absorbidos por el suelo.
Estaban cayendo en un bosque, se encuentran a la altura de las puntas
de los árboles, caían alrededor de decenas de metros hasta caer. El
suelo formó un cráter por el impacto, el radio del cráter era de tres
metros, removiendo la vegetación. Travis se sofocó completamente,
pero Chen también salió lastimado, ambos gritaban de dolor, pero se
liberó de la llave. El dimensionista toco el suelo, absorbió los minerales
del suelo para formar una masa blanca en sus manos, lanzó a Travis la
masa, pegándolo hasta dejar una pasta muy dura sobre su cuerpo. Se
quedó en el suelo, atrapado por el cemento que generó. Así Chen tuvo
la oportunidad de ponerse de pie y se dirigió hacia Travis.
- Es una lástima verte en el suelo.
- Pudrete - dijo Travis mientras se forcejeaba para salir del
cemento.
- Pensaba que eras más fuerte, incluso suponía que podías usar
tus ojos… que pena, tendré que ir por tus amigos, tal vez así
recapacitaras por tus errores – sonrió para burlarse de él.
- ¡Déjalos! Ellos no tienen nada que ver con esto.
Comenzó a forzar los ojos Chen, se prepara para saltar a otra
dimensión, mientras Travis mostraba estar más furioso.
- Me despediré por ti…
Su brillo empezaba a intensificarse, pero Travis se mostró tan furioso
que comenzó a craquear el cemento hasta romperlo completamente.
Utilizo la propiedad de los cristales, haciéndolos crecer y formar
grietas en el cemento sobre sus manos, permitiendo que se liberara. Se
había liberado hasta hacer reaccionar a Chen, fue empujado hacia el
plano por Travis, lanzándolo a la dimensión de Pangea. Cayeron sobre
66
un edificio de la ciudad de Chuviscar. Ambos se fueron alrededor de
un kilómetro de donde se encuentra la casa de Elena, están en un
edificio de diez pisos, Chen esta en suelo mientras observa a Travis
furioso.
- ¡No te atrevas a tocarlos!
Gritó furioso de forma amenazante, dominando el carácter de aquel
dimensionista. Estaba sorprendido, observó los ojos de Travis que
habían cambiado de color de azul a amarillo. Estaba consternado por
el cambio y su rostro era un poco diferente, sus manos parecían tener
una especie de guante de cristal amarillo, estaba humeando y brillaban
muy poco en sus manos. Se puso de pie rápidamente para atacarlo,
utilizando el cemento que genero para pegarlo poco a poco, Travis se
acercó primero a él, atacándolo a mano abierta para desgarrar a Chen.
Él esquivo el zarpazo, pero seguía atacando, retrocedía constante
mente por cada ataque, pero poco a poco se acercaba a la orilla sin
dejar opción de contratacar. Preparo su puño para golpearlo, Travis lo
sujeto con su mano derecha con mayor facilidad y sujeto el brazo, con
su otro puño partió en dos los huesos del antebrazo. Chen gritó de
dolor, pero recibió otro golpe en el estómago, por la propiedad de
Travis de choques de onda, lanzándolo hasta el precipicio del edificio,
dejando caer aquel dimensionista. Gritaba por la caída, hasta que
despareció de la vista de Travis.
Él se acercó para ver donde cayó Chen, pero no vio nada… estaba
confundido, recordó sobre la propiedad de sus ojos, que puede oscilar
en las dimensiones, forcejeaba la vista para ver si veía otras
dimensiones. Comenzó a ver varios planos con diferentes tonalidades,
de blanco ha negro, siendo la tonalidad blanca, el plano más cercano
y el negro el más lejos. Volteaba por todos lados para ver a Chen, pero
no encontraba nada, no entendía que sucedía, pero se le ocurrió
observar hacia abajo, pero tampoco veía nada y al voltear hacia arriba,
ve una forma humana acercándose a él desde arriba, cayendo
rápidamente, en un instante. Apareció en un plano en el vacío, arriba

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de Travis, haciendo caer a Chen con gran velocidad con una patada en
el pecho. El impacto fue tan fuerte, que rompió el piso del techo,
dejando un agujero en el edificio. continuaba atravesando varios pisos
del edificio hasta caer en el tercer piso, dejando en el suelo a Travis y
Chen se encontraba arriba de él, lo veía y se acercó hacia él.
- Vaya, chico, me sorprendiste con esa fuerza, no creí que fueras
lanzarme así. A parte, pareces desarrollar un poco esos ojos,
pero todavía te falta entrenamiento.
Aquel dimensionista, sostiene con el brazo bueno a Travis de su
camiseta hasta levantarlo, estaban en una oficina de ejecutivos, todas
las personas huían de ellos, mientras él le habla.
- Sabes, no te deben de importar, son humanos, están hechos
para esclavizarse, siempre están esclavizados sin que se den
cuenta, su sistema los hacen vulnerables. Durante miles de
años fueron usados como esclavos. Nos servían y nos
consideraban como dioses. Ahora, sus pecados en revelarse
ante nosotros serán castigados. Muy pronto morirán.
Travis sostiene su brazo con fuerza con su mano derecha, y con su
brazo izquierdo hizo cristalizar una especie de estaca en su mano,
atravesando el pecho del chen, pero el cristal comienza a humear
intensamente, mientras Travis lo observa de forma graciosa.
- Predices demasiadas cosas, idiota.
Chen observa a Travis con furia, sintió como la estaca atravesó su
pecho, mientras la estaca continua humeando y en un instante,
explota. El piso del edificio comenzó a humear intensamente, parecía
un incendio, todas las ventanas se rompieron por el impacto de la
explosión, algunas personas fueron heridas, a pesar de la gran
distancia que huyeron de ellos. Tardó un minuto para que se despejara
el polvo de las oficinas. Las patrullas de la ciudad comenzaron a sonar.
Travis está tumbado en una esquina del piso, tosía por el abundante
polvo que estaba.
- Por eso no me gusta usar esta técnica.
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Seguía tosiendo por el polvo que había, se puso de pie para encontrar
aquel dimensionista, lo buscaba entre el humo, caminando hasta la
próxima pared del edificio, pero no había nadie, solamente una
ventana que apuntaba a un jardín. Chen se encuentra en el jardín sobre
el suelo, había sido lanzado por la explosión hasta el jardín. Travis
salió del lugar hasta ir con el dimensionista. Cojeaba y se quejaba del
dolor, sentía un dolor en el pecho muy fuerte, síntoma de tener las
costillas quebradas. Llego a unos dos metros lejos de él y se encontraba
vivo, pero estaba demasiado lastimado para levantarse, teniendo el
pecho sangrado, se está desvaneciendo por la pérdida de sangre.
- Te subestime… muchacho.
- Debiste venir de forma pacífica Chen - se miraban por la
batalla que tuvieron, mientras Chen tosía con sangre - es una
lástima que llegáramos a esto.
- Yo solo recibo ordenes muchacho - tosía por la obstrucción de
su sangre - ahora vienen tiempos difíciles para los humanos…
se acerca una extensión.
- Estaré con ellos para evitarlo, tu rey se equivoca, al igual que
tú.
- Tu… no lo entiendes… mi rey enviara más personas a
buscarte. No soy el único.
Se tornó un silencio, Travis solo se dedicaba a mirarlo.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Travis Cannot…
Chen, abrió sus ojos, a pesar de estar en el borde de la muerte, se
quejaba del dolor, pero sus palabras eran un poco roncas.
- Cannot… eres… ¿Eres hijo de Abril Cannot?
Travis tuvo un nudo en la garganta, sintió los pulsos de su corazón. Al
escuchar el nombre su madre, sus sentimientos comenzaron a llegar
cómo ráfagas.
- ¿Conoces a mi madre? - dijo con angustia.

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- Si… tienes los mismos ojos de ella… valla… fui tan estúpido
por no darme cuenta.
Ambos comenzaron a tener el mismo sentimiento por el vínculo de
Abril Cannot que los entrelazaron instantáneamente.
- ¿Ella se encuentra bien? – su voz comenzaba dificultarse.
- No… - Travis bajo su mirada.
Chen pidió que se acercara, debido que su voz se tornaba más débil,
alzo su mano, pero Travis lo sostuvo para entrelazar el vínculo.
- Tenías razón… debí… venir pacíficamente.
- Lo siento… - la disculpa de Travis eran de arrepentimiento.
- Ahora todo tiene sentido… Muchacho… tu vida corre peligro,
debes regresar a la dimensión. Sufrirás mucho más de lo que
crees, no dejes que él logra maldecir tú al… - su toz comenzó
a interrumpir sus palabras, su mirada deambulaba por la
muerte- acércate muchacho.
Se acercó un poco más hasta estar casi en contacto a sus oídos,
mientras Chen lo sostiene con fuerza para hablarle.
- Ten… cuidado… de Haval…
- ¿Quién… quien es él?
Chen comenzaba a desvanecerse, no pudo contener sus fuerzas hasta
cerrar sus ojos. Travis le hablaba para hacerlo reaccionar, pero ya había
muerto. Escuchaba como las sirenas se acercaban, mientras él
observaba el cuerpo de Chen en el suelo, lo soltó de la mano y lo
acomodo en su pecho para después ponerse de pie. Las patrullas
pararon de sonar, una mujer se acerca dónde está Travis, vestía de un
uniforme azul marino y un gorro de oficial.
- Lo hiciste Travis.
- Él conocía a mi madre Raquel.
Raquel miró a Travis triste por la muerte del dimensionista, no
entendía lo que sucedía, pero decidió jalarlo desde su hombro,

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indicando que se fueran del lugar, lo jaló despacio para auxiliar sus
heridas.
- Elena y Jonathan se encuentran bien… - hablo Raquel para
alegrarlo - están en sus casas.
- Gracias a dios…
- Ven, vamos a llevarte a un hospital.
Raquel lo metió a su vehículo para llevarlo, mientras otros vehículos
de policía, ambulancias y bomberos acudían al edificio. Ella comenzó
acelerar su carro para llevar a Travis, mientras él acomodo su cabeza
en el vidrio, relajándose para pensar en las palabras de Chen, pensó
que puede saber varios secretos de su madre, quizá venga de la
dimensión de los dimensionistas, tal vez era su amiga, quienes serían
sus abuelos, comenzaba entrar los sentimientos de querer ir en aquella
dimensión.

En esa misma noche, Raquel salía del hospital, había dejado a Travis
para que auxiliaran sus heridas. Alzó su mano para tocarse la frente,
suspiraba por el estrés. Sostuvo un celular para marcar algunos
números, alzando el aparato en su oído.
- General Raquel ¿Qué sucedió esta vez?
- Señor Codwell, Tuvimos un ataque.
- Ya estoy enterado de eso, ¿Son los grises?
- No… dimensionistas.
Hubo unos segundos de silencio.
- ¿Qué sugiere que hagamos?
- Debemos ir por Damian Houck, los ataques continúan, nos
exigen la muerte de ese hombre.
- Bien, prosigan con el plan.
General Raquel caminaba hacia el estacionamiento, mientras saca las
llaves para presionar el botón de encendido, abrió el carro hasta
meterse en su asiento y en un suspiro agrego.
71
- Necesitamos el apoyo que sugirió el secretario de Rodinnia.
Raquel separo el celular que tiene en el oído, por el grito de Mathew.
- ¡No! Ya lo he dicho varias veces.
- Entonces no dude que cuando amanezca, presente mi
renuncia. No pienso sacrificar a mi equipo.
El panorama se enfocó en Mathew, camina por todas las esquinas de
su sala, vestido de pantuflas y pijama por la noche, pensaba por la
renuncia de la teniente, se sentó en un sillón para sujetar el cigarro e
inhalar el tabaco.
- No puede hacer eso General… por lo que sucedió con Cartier
fue un gran alboroto con los reporteros, ahora… sí usted
renuncia, perjudicaría mi puesto y mi administración.
- Es mi única condición Codwell. No pienso correr riesgos otra
vez.
Suspiro Codwell.
- Está bien… háganlo, que la doctora haga todo el trabajo.
Colgó Codwell en su sala, apoyó su cabeza con su mano para relajarse,
se puso de pie para irse hacia la cama. Mientras Raquel se encuentra
en el coche, alza su puño y lo contrajo hacia ella, celebrando el éxito
de su propuesta. Prendió su vehículo para dirigirse a la comandancia.

72
Quetzal

La noche era cálida por el calor de la primavera, en la zona Oeste de la


ciudad Ouachita, en una mansión de alrededor de catorce hectáreas
sobre una montaña, con abundantes arboles de manzanas. El lugar
está protegido por guardias de seguridad privada, dentro de la
mansión yacía un hombre en una cama, acostado y desvestido, pero
estaba rodeado de vendas alrededor de su estómago, se queja de dolor
constantemente. Una enfermera lo auxiliaba para verificar su
temperatura, la limpieza de las vendas por sí se requiere cambiar, alzó
su mano para desprender las vendas manchadas de sangre,
moviéndolas despacio para no lastimar al paciente, pero
repentinamente hay un reflejo de dolor en el paciente, haciendo gritar.
- ¡Déjame idiota!
Ella se retira en un instante, pidiendo disculpas al paciente debido del
descuido, pero él sigue gritando y dice.
- ¡Vete!
Ella se sintió nerviosa y asustada, decidió irse del cuarto y dejar al
paciente para tranquilizarlo, pero antes, tomo una pomada para
ponérselo al paciente, él se quejaba, la enfermera insistía que debía
ponérselo para tranquilizar su dolor y cambiar las vendas por la
sangre. Cuando termino de ponérselo, se dio media vuelta para irse,
el paciente tomo la muñeca de ella, apretando con tanta fuerza,
lastimando a la enfermera, mientras ella se forcejeaba y pedía que la
soltara, él la veía con odio e ira, siendo una mirada de venganza. Ella
se asustó más, implorando que la soltara, duro unos segundos hasta
que la soltó, se cayó al suelo debido al forcejeo que hacía, se puso de
pie y fue corriendo hacia la puerta para irse, abriéndola de golpe la
puerta hasta golpear la pared blanca del cuarto.

73
Él se queda viendo el cielo blanco de su cuarto en la noche,
maldiciendo por el estado en que se encuentra, en unos segundos, en
la esquina de su visión, observa que la puerta comienza a moverse,
hasta cerrarse, observa una sombra casi humana detrás de la puerta
sobre la pared. La sombra comienza a definirse cada vez más, una
mano empuja la puerta para cerrarse por completo, se observa que la
sombra empieza abrir sus cuatro ojos y uno en su frente, uno grande,
ambos ojos tenían una forma quebrada y rasgada, sus cuatro ojos
laterales tienen un brillo amarillo, mientras el de su frente, que tiene
el tamaño de una pelota de tenis en forma ovalada, parecía estar
partida a la mitad, tenía dos pupilas, no se podía observar que
contenía un iris en cada ojo, pero cada ojo, estaba conectado en cada
dimensión donde podía saltar. Aquella sombra, comienza acercarse a
la persona de la cama, conforme se acerca, se puede observar una serie
de dientes afilados, totalmente negros, parecían tener los dientes de
un pez de las profundidades que puede atrapar a sus presas en un
instante, pero no estaban tan definidos, debido que su cuerpo no es
totalmente sólido, por ser un espectro que puede moldear a un cuerpo.
Se acerca hasta la cama para observar aquel hombre moribundo, él
abre sus ojos y entre el dolor que provocaba la herida de su estómago,
habla un poco ronco.
- Te he dicho que no vengas Quetzal.
- Parece que tu cuerpo ya es inservible… Barel
Damian Houck hacia varios ruidos, se quejaba cada vez más, se
acomoda en su cama para estar en una posición más razonable para
hablar.
- Había olvidado esta sensación… es horrible… si me muevo
demasiado, este cuerpo dejara de funcionar…
- Es una lástima…
- ¿Lástima? - Damian comenzó a molestarse, alzo su mano,
apuntando a Quetzal mientras en su brazo aparecía una
especie de areolas negras, concentrando gran parte de la
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materia oscura, siendo una partícula con mucha masa y
energía, pero no interactúa con la luz. Podía controlar la
materia a su voluntad- Lástima… es una lástima que una
serpiente de tu calibre… no pueda con un par de mocosos…
Quetzal estaba quieto a un lado de Damian, observándolo mientras él
le decía esas palabras.
- Necesito… a un dimensionista… ¡Ahora!
Aquel espectro comenzó a retroceder, dio media vuelta para caminar
hacia la pared, oscureció aquel plano para saltar a otra dimensión,
pero antes de irse del cuarto, volteo a ver a Damian.
- Lo entiendo…
Sólo dio un paso más hasta desaparecer en aquel agujero, alumbrando
en un instante el cuarto, siendo un diseño muy moderno, de pared y
cielo blanco, con un piso de diseño oscuro, y los muebles tienen el
color gris.
Paso el tiempo, eran las cuatro de la mañana, el viento de la primavera
había tranquilizado y el frío comenzó a invadir la mansión, los
guardias permanecían en vigilancia, cumpliendo el deber de proteger
la propiedad, algunos se ponían los abrigos para soportar el
penetrante frío, otros se agradecían por pasarse las chamarras,
bromeaban entre ellos para despejarse del trabajo, pero en un instante,
un guardia cae al piso, recibiendo una bala directamente en la nuca,
mientras su compañero que conversaba con él, grito para alarmar a los
demás, pero también fue disparado. Había francotiradores en otra
montaña, al otro lado del arroyo, alrededor de doscientos metros de
distancia habían apuntado a los guardias. Por el grito de alarma, todos
comenzaron a movilizarse, otros se posicionaron en la entrada para
prepararse de una invasión. Se escuchaban como algunas balas
impactan en la pared, haciendo que los guardias se refugiaran, no
podían ver de dónde venían los proyectiles, uno de ellos, vieron
algunas personas subirse de una barda que rodea las catorce hectáreas
del terreno, apuntaron a la persona para dispararle, impactándolo

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hasta hacerlo caer. Todos se dieron cuenta y comenzaron a disparar en
las paredes.
Varios soldados entraban por las paredes, resulta que habían cortado
los alambres de púas que protegían el lugar, permitiendo entrar a los
demás. Uno de los guardias está enseguida de los árboles, cuidándose
para no ser herido, pero en un plano del vacío, aparece un brazo,
tapándole la boca y la nariz, sostenía un trapo, tapando sus vías
respiratorias, hasta desmayarlo, contenía cloroformo el trapo. Aquel
brazo sostuvo al guardia, arrastrándolo hasta la otra dimensión, luego
de dos segundos, aparece Abraham entre los arboles del terreno,
volteaba por todos lados, intentando localizarse por donde está, pero
vio que se encuentra cerca de la entrada, corrió para poder abrirla,
pero varios guardias aparecieron, disparándolo, él se puso detrás de
los árboles para protegerse, ellos se acercaron para flanquearlo, pero
vieron que no estaba, estaban consternados, su lógica no hacia
entender, voltearon a ver por todos lados para encontrarlo, pero no lo
hallaban. En un instante, volvió aparecer una mano en un plano del
vacío, agarrando a uno de los guardias hasta arrastrarlo a la otra
dimensión. Ellos vieron cómo desapareció, dispararon, pero no
ocurrió nada. Uno de ellos dejo su arma, para preparar sus puños, sus
nudillos comenzaron a crecer sus huesos, para volverlos más duros y
más pesados.
- ¡Sal de donde estés!
Abraham está en otra dimensión, oscilando la cuarta dimensión,
usando la propiedad de sus ojos para poder ver los brillos del cuerpo
de los guardias, utilizando la propiedad del dimensionista, con su
mano comenzó a doblar el espacio, moviendo la dimensión donde se
encuentran los guardias, hasta proyectarlo debajo de uno de ellos,
preparando su otra mano para agarrar un pie de ellos y arrastrarlo en
donde esta Abraham. Lo hizo caer al suelo rocoso de la dimensión
donde está Abraham, sofocándose por la caída, vio a Abraham,
reaccionando para atacarlo, pero él lo somete con un golpe en la cara,

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hasta hacerlo desmayar. El guardia faltante estaba solo, preparando
sus puños, gritaba que saliera, pero está nervioso, miraba por todos
lados para encontrarlo, pero de pronto, escucha el sonido de una rama
rompiéndose, el sonido ocurrió arriba de él, volteando en la dirección
de ahí, vio a Abraham apoyado en una rama del árbol, saltando sobre
el soldado, pero no pudo reaccionar a tiempo, haciendo que
desaparecieran en un instante junto con él, en un plano del vacío hasta
transportarse en otra dimensión. En unos segundos, volvió aparecer
Abraham entre los árboles, para correr donde está la entrada,
escuchaba cómo varios guardias gritaban, los disparos abundaban en
esa noche, poniendo un poco nervioso a Abraham, pero necesitaba
ignorarlos para concentrarse en su objetivo.
Llego hacia la puerta, tenía candado, enrollo con sus dedos sobre el
candado y el cerrojo, haciendo humear la punta de sus dedos
intensamente, para hacer una explosión. Todo se llenó de humo y
Abraham salió de ahí corriendo para quitarse del lugar, una camioneta
militar apareció en la entrada, abriendo la puerta en un instante, y
otras personas entraron corriendo con él. Todos comenzaron a
disparar, varios de ellos comenzaron a utilizar sus propiedades,
usando el viento para cegarlos con el polvo del suelo, otros utilizaban
el fuego con combustibles de un tanque que cargan ellos y otros
preparaban sus puños, haciendo crecer minerales en sus manos, eran
propiedades básicas por el entrenamiento militar, siendo los más
prácticos para ataques directos. En la camioneta, bajan varios soldados
y oficiales, y entre ellos, se encuentra General Raquel gritando.
- ¡Flanqueen por todas las entradas de la mansión, vamos,
vamos!
En una de las bardas, apareció un oficial con chaleco con algunos
arneses para escalar, el teniente Ricardo Álvarez apareció en el lado
trasero de la mansión, flanqueando el lugar, dirigiendo algunos
soldados y oficiales que despejaran el lugar. Todos atacaban a los
guardias, disparándolos para someterlos. El teniente Álvarez bajo de

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la pared, corrió en la parte trasera de la mansión hasta llegar en la
pared de la mansión junto con algunos oficiales.
- Bien, Ustedes cúbranme para entrar a la mansión, uno de
ustedes romperá la puerta ventana y yo entrare.
- Sí señor- dijeron los oficiales.
Estaban cuatro oficiales con Ricardo, dos de ellos, tienen los ojos
rasgados de los reptileanos, acompañaban en la misión al ser
aceptados por el señor Codwell, varios de ellos apoyaban en la
búsqueda de Damian. Álvarez preparo a uno de ellos para romper el
vidrio, y dirigió.
- A la cuenta de tres… uno, dos…
En el momento que dijo tres, apareció un humanoide pálido desde la
puerta ventana, rompiéndolo por completo, salió para atacar al oficial
que rompería el vidrio. Él pedía ayuda que le quitaran de él, uno de
ellos, disparo a ese ser varias veces, hasta matarlo. El humanoide no
tenía rostro, solamente se observaba una membrana donde debía estar
los ojos y solamente se definía su boca con colmillos… era un Moloc.
Álvarez gritó que se retiraran de ahí, todos comenzaron a retroceder,
pero aquel soldado estaba a punto de levantarse, pero varios Molocs
aparecieron hacia él, atacándolo como si fueran animales, gritaba de
dolor, por el ataque y los oficiales comenzaron a gritar. Álvarez
presiono un botón de su radio.
- General, General, ¡hay Molocs por todos lados!
La General Raquel estaba a unos pocos metros de llegar hacia la
mansión, escucho las advertencias de Ricardo, se sorprendió y pidió a
todos que retrocedieran y apuntaran por todos lados, mientras ella
preparó sus manos, vestía de una chaqueta para el frío y unos guantes,
están hechas contra incendios. Chasqueo sus dedos para encender
fuego en sus guantes, buscaba en todos lados para prepararse de ser
atacada por un Moloc, escucha los gritos de los soldados y sus
oficiales, poniéndola más nerviosa, retrocede sobre los árboles, miraba
las sombras de los arbustos, escuchaba el sonido de las hojas moverse,
78
pero detrás de ella, escucho quebrarse una rama, volteo y alzo su mano
para alumbrar el lugar, apareció un Moloc saltando hacia ella, pero
Raquel lanzó fuego sobre sus manos. La bestia gritaba de dolor por el
fuego, se retorcía por las quemaduras y salió corriendo para calmar el
fuego, mientras Raquel vio como huía aquel Moloc, y varios
comenzaron aparecer alrededor de ella.
- Vengan, vengan, no tengo toda la noche…
Todos se lanzaron hacia ella, pero Raquel lanzo llamas hacia ellos,
haciendo retroceder a cada uno, pero uno de ellos la atrapo,
tumbándola en el suelo, estaba a punto de morderla, pero ella sostuvo
la cara del Moloc, quemándola por completo, atravesando casi el
rostro hasta desvanecerlo, lo movió a un lado y se puso de pie, pero
los Molocs ahora no se pueden acercar hacia ella.
- ¿Qué les sucede? Puedo hacer más que prender una vela
muchachos- dijo Raquel de forma sarcástica.
Comienzan aparecer varios tentáculos negros alrededor de la
mansión, todos comenzaron a gritar para avisar del ataque, Raquel se
distrae por la aparición de los tentáculos desde unos agujeros oscuros
en las paredes de la mansión, pero un Moloc llega en su flanco
derecho, mordiendo el brazo de la General, pero ella lanza llamas con
su brazo izquierdo, quemando al moloc que la mordió.
- Ha, no puede ser…
Ella observa a los demás Molocs que se acercan, retrocedía, pero sintió
que algo se acerca hacia ella a su espalda, apenas pudo voltear lo que
venía, pero tentáculo la alcanzo, golpeándola hasta lanzarla varios
metros, le rasgo la espalda, en la parte inferior por unas espinas filosas
del tentáculo negro. Casi se desmayaba del dolor, estaba acostada
bocabajo, no podía moverse por el dolor, pero se acercaban varios
Molocs hacia ella.
- Este es mi fin…

79
Ocurrió una explosión en frente de ella, lanzando a todos los Molocs
que estaban frente a ella, escucho que alguien gritaba con furia, pero
ella no podía ver por el humo. Abraham combatía con los Molocs.
- ¡General! Resista
Otro tentáculo se dirigió hacia Abraham con mucha fuerza, pero él
solo alzo su mano derecha, impactando contra el tentáculo con gran
fuerza, que hizo vibrar la atmosfera. No se había defendido de esa
forma, pero su mirada mostraba estar molesto.
- Aléjense de ella… - dijo Abraham de forma amenazante hacia
los Molocs.
Sus ojos apuntan hacia aquellos seres, su mirada era tan fuerte, que
intimido a todos ellos, retrocediendo despacio hasta irse, mientras el
tentáculo se forcejeaba para soltarse de la mano de Abraham, pero
comenzó a humear el dedo índice hasta explotar, cortando por la
mitad el tentáculo.
- ¡Quetzal! ¡Esto ya fue suficiente!
Dentro de la mansión, Quetzal está parado afuera de un cuarto viendo
a Abraham, solamente se observa la silueta de él, con una serie de
tentáculos en su espalda, se observa detenidamente su ojo quebrado
en la frente y los cuatro ojos laterales de color amarillo. Solamente ve
a todos combatiendo a sus Molocs, de repente, comienza descender
despacio, desapareciendo sobre un plano del vacío, pasando en otra
dimensión hasta desaparecer. Abraham vió como desparecía Quetzal
en los cuartos superiores, decidió ir hacia la camioneta para llevar a
Raquel, cargándola para llevarla en la caja del vehículo, hasta dejarla
acostada, ella se quejaba del dolor.
- Abraham… ten cuidado…
- Siempre lo hago- dijo Abraham viendo a Raquel.
Abraham desapareció con un paso al vacío, oscilando en la cuarta
dimensión. Corría en un mundo paralelo al de Pangea, pero observó
que había varios Molocs alrededor de una esfera de niebla oscura
alrededor de un desierto rocoso, era de noche también en ese mundo.
80
- Parece que pensó en todo esta serpiente…
Mientras tanto, en el cuarto donde se encuentra Damian, escucho
gritar a Abraham, haciendo reaccionar repentinamente, se movió de
la cama, pero no sintió tanto dolor debido por la anestesia, se sentó en
la cama para sostener un bastón, lo sujeto y comenzó a caminar hacia
la ventana hasta ver a Abraham, empezó a sonreír hasta deformar casi
su rostro, se reía y se alegraba, parecía un milagro para él. Detrás de
él, una pared de su cuarto se tornó oscuro hasta ponerse totalmente
negro, apareció una figura negra… Quetzal apareció en el cuarto de
Damian, y él volteó a verlo.
- Lo quiero vivo… es nuestra oportunidad… ¡Tráelo ahora!
Quetzal lo observa detenidamente a Damian, mientras él se pone
ansioso por recuperar su esencia, pero él seguía insistiendo.
- ¿Qué estás haciendo ahí? Tráelo ¡Ahora!
Cambio su ansiedad por desesperación, gritaba a Quetzal hasta sonar
ecos en la habitación. Él abrió más sus ojos laterales amarillos, alzó su
mano derecha, sujetando el cuello de Damian Huck, levantándolo del
suelo despacio, obstruyendo la respiración de él.
- ¿Qué… estas… haciendo?... – sus labios se forzaban por el
dolor mientras mira a Quetzal.
Quetzal comenzó a reír, carcajeaba con fuerza mientras sostenía a
Damian, decidió por lanzarlo hacia una pared hasta impactarlo,
Damian se sofocó por el golpe y el dolor de su herida imbadió.
Mientras Quetzal se acerca hacia él.
- Tu voz… es demasiado… insoportable…- dijo de forma
irritable.
- Tu… lo pagaras muy caro…
- Tu desesperación abunda en tu mente. Ya no eres apto… de
seguir en este mundo…
Damian comenzó a reír, se burlaba de Quetzal, mientras sostiene con
su mano la herida, debido al sangrado que salía.

81
- Ya veo… me tienes miedo… sabía que un día me traicionarías.
- Nunca regresaras por completo… olvídalo… acepta tu
destino Barel.
Damian sonrió de forma burlona, molestando a Quetzal por
subestimarlo.
- Yo… volveré… y más fuerte…
- Terco como siempre… solamente… la familia Blanco puede
traerte… acéptalo, estarás atrapado por siempre.
- Estúpida serpiente, no lo lograras.
- La única forma de eliminarte por completo… es eliminar toda
conexión a tu esencia de la sexta dimensión.
- No podrás con ellos… Quetzal…
- Sólo hay una forma de hacerlo…
Quetzal preparo su mano hasta encajarlo en la herida de Damian, él
sostiene el brazo de Quetzal, apretándolo por el dolor que causaba.
- Necesito tu esencia… para eliminar a todos…
- Piensas volver a tu antigua forma Quetzal, pero es ya es
pasado.
- Que ingenuo… eres de los espectros más antiguos de
nosotros… simple… todos somos energía… y puedo
absorberla, con ello podre ser como antes y más fuerte.
La esencia de Barel en el cuerpo de Damian Houck, está conectada por
el entrelazamiento cuántico, usando las mismas características que
contiene la esencia de Barel en la sexta dimensión, en el cuerpo de
Damian, pero a pequeña escala.
Su brazo fue encajada mucho más fuerte, impresionando aquel
espectro, observo a Damian como lo mira con una sonrisa.
- Pequeño gravitón… es todo tuyo mi esencia… aun así no va
ser suficiente para vencerme… recuerda… cuando fuiste
creado… como fuiste creado y traicionado, tu… estas
condenado a repetir tu pasado.
82
Comienza a desvanecerse hasta cerrar sus ojos, colgó su cabeza, su
cuerpo dejo de funcionar y la esencia de Barel había sido absorbida
por Quetzal, mientras él lo suelta, observa el cuerpo de Damian Houck
en el suelo. Comienza a reír, carcajeaba por el placer que sentía por la
esencia de Barel, fluía en el espectro de Quetzal, comenzaba humear
su cuerpo, emitiendo gases de partículas subatómicas de materia
oscura.
- Con que condensabas esta materia… bien… ahora
condensaremos con la mía…
Quetzal caminó hacia la ventana, traspasándola fácilmente, debido
que es derivado de la luz, pero muy oscuro debido que su longitud de
onda es demasiado pequeño, podía atravesarla fácilmente. Cuando
llego a la orilla del techo de la casa, observó cómo los oficiales y
soldados peleaban con los Molocs y sus tentáculos.
- Ahora… jugaremos con las presas…
Alzó su mano, abriéndola para soltar una partícula negra, siendo más
grande que los que soltaba antes, flotaba en la dirección del teniente
Álvarez y otros oficiales de los reptileanos. Álvarez observo la
partícula flotando en el aire, no lo veía bien debido a la oscuridad de
la noche, cerraba casi sus ojos para verlo y decía.
- Pero… ¿Qué es eso?
Abraham apareció en ese instante cerca de la camioneta, observó la
partícula flotando cerca de los oficiales, él captó sobre que es la
partícula, gritó para alarmar a todos.
- ¡Corran! ¡Salgan del maldito lugar!
Quetzal observaba detenidamente a Abraham, desapareciendo como
si fuera humo desvaneciéndose del viento, hasta desaparecer por
completo, activando la partícula de gravitón que dejo. Alrededor de la
partícula, comenzó a oscurecer completamente con un radio de cinco
metros, la gravedad de la tierra ya no afectaba a los cuerpos alrededor
de la mansión, estaban siendo absorbidos por un pequeño agujero
negro, tragando todo a su alrededor. Abraham vio como el agujero
83
negro que creo Quetzal, es mucho más grande que el que destruyo su
casa. Corrió hacia donde está Raquel, pero la fuerza de gravedad lo
está jalando, se esforzaba por llegar hacia la camioneta.
- Rayos… ¡General!
La General Raquel sentía un jalón en su cuerpo, no entendía que
sucedía, pero observó como la camioneta se movía despacio, escucho
las palabras de Abraham haciéndola reaccionar.
- ¡General, sal de ahí!
Ella comenzó a moverse, se arrastraba despacio, debido que la
gravedad la detenía, ella siente la fuerza como la jalonea, pero
comenzó a notar como la camioneta se movía con mayor velocidad,
arrastrando las llantas de la tierra por el freno que tiene. La gravedad
comenzaba ser cada vez más fuerte, jalando cada vez más a Raquel
hasta hacerlo chocar en la pared de la caja dentro de la camioneta, sus
heridas hicieron gritar de dolor a Raquel, mientras Abraham está
siendo arrastrado por la gravedad, no podía ganarle la fuerza,
necesitaba saltar hacia la cuarta dimensión.
- Piensa Abraham, ¡Piensa!
Observó como la camioneta comienza adelantarse, decidió ir tras ella,
corriendo a una dirección oblicua de la gravedad, aprovechando la
fuerza que ejercía, para alcanzar la camioneta, se sostuvo sobre la
puerta del copiloto, aprovecho la superficie de los tubos de la
camioneta, para empujar hacia la caja, alcanzando a entrar en la caja,
se fue donde se encuentra Raquel.
- ¿Te encuentras bien?
- Mejor que nunca ¡Sácame de aquí!
Abraham sostuvo a Raquel para utilizar su propiedad dimensional,
saltando la cuarta dimensión hasta saltar a un desierto rocoso donde
dejo a los guardias. Cuando cayeron al lugar, detectó que está el
mismo agujero negro en el mismo sitio.
- Pero ¿Qué rayos?

84
Escucho los gritos de unas personas, eran los guardias sosteniéndose
sobre unas rocas. Le gritaban a Abraham.
- ¿Qué está sucediendo?
- Aguanten.
Abraham pudo sostenerse sobre una pared de roca con Raquel, siendo
un afloramiento de un dique basáltico, su morfología parece hecho por
una pared de ladrillos, pero es el producto de una fractura rellenada
de magma que se enfrió, solidificando la roca hasta formar una roca
de basalto, siendo perfecto para aguantar la gravedad del agujero
negro.
- ¿Esto aguantara? - preguntó Raquel.
- Más que suficiente, es un basalto, es demasiado duro para
romperse.
Los guardias se sostienen por las cuevas de riolita que están en una
montaña, siendo un refugio para aguantar la gravedad. Abraham gritó
a los guardias que aguantaran, que sólo debe de durar alrededor de
un minuto.
Mientras tanto en la mansión, comienza a romperse varias ventanas,
varios soldados son arrastrados hacia el agujero negro, siendo
aplastados por la gravedad de la partícula y el peso de otros cuerpos.
Varios oficiales se sostienen de las ramas, pero la fuerza era tan fuerte,
que algunas se rompían, soltando a las personas para ser arrastrados
hacia el agujero. El teniente Alvarez, se sostiene sobre el troco de un
árbol, se quejaba de lo que ocurre, observa cómo varios Molocs son
arrastrados, rasgaban el tronco de la madera de donde se sostienen,
pero la gravedad los vence hasta llevarlos al núcleo.
- Esto es malo…
Cuando voltea en frente, observa un Moloc siendo arrastrado cerca de
él hasta soltarse, en una reacción, Álvarez sujeta al Moloc para
salvarlo, se sujeta del tronco para contrarrestar la fuerza, jalándolo
para tráelo hacia él, lo puso a un lado suyo en el tronco, para ponerlo

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a salvo, el Moloc lo observo detenidamente, pero no hacía nada, solo
lo vio por unos segundos al teniente y él respondió.
- De nada…
Pasaron algunos minutos, algunos árboles se levantaron por la fuerza
de gravedad del agujero negro, pero comenzaba a perder fuerza,
desintegrando sus partículas subatómicas de gravitón, por medio de
la fuerza débil que ejerce, pierde sus propiedades y comienza a
desaparecer el agujero negro. La gravedad que afectaba a todos,
desapareció, volviendo a todos en el suelo de la tierra, todos se
relajaron, caminaron hacia la mansión heridos, pero se enfocaron en
ver una esfera de roca con cristales transparentes de diamante color
rojizo, el material de carbón y hierro se habían acumulado en el
agujero negro, generando una presión y temperatura suficientemente
para compactar materiales. Todos se acercaron hacia la esfera de roca
y Álvarez recogió el objeto.
- ¿Qué rayos es esto?
En ese instante, apareció Abraham junto con General Raquel,
cargándola en sus brazos debido a las heridas que tiene, se dirigió a
uno de los oficiales.
- Llévenla con el medico por favor.
- Sí, respondió enseguida.
Abraham observa a todo el personal, se dio cuenta que faltaban
personas.
- Y ¿Los demás?
Álvarez se acercó, hacia la esfera de roca, sujetándola para dársela a
Abraham.
- Esto fue lo que quedó de ellos – dijo Abraham triste.
- No puede ser… esto… es diamante – dijo Álvarez.
Abraham le regresó la esfera a Álvarez, cerrando la mano de él.
- Deberás hacer un funeral con eso… vengan conmigo

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Los oficiales acompañaron a Abraham, adentrándose en la mansión
de Damian, preparados para otro tipo de emboscada, pero no sucedía
nada, se separaron para vigilar todos los cuartos, sala, cocina, etcétera,
pero uno de ellos grita diciendo que encontró algo, todos se dirigieron
con él y descubrieron una mujer enseguida de él.
- ¿Quién es ella? - pregunto uno de los oficiales.
- No lo sé, ¿Cuál es tu nombre señorita? - preguntó el oficial que
auxilia a la mujer.
- Soy Fernanda, la asistente del señor Houck, me escondí en el
ropero cuando escuché gritos.
- No te preocupes, estamos aquí,
Otro de los oficiales grita pidiendo que encontró algo, todos se fueron
tras él, entrando a una recamara en específico, conforme entraban
todos se quedaban mirando un cuerpo en el suelo, uno de ellos fue a
revisarlo, moviéndolo hasta ponerlo boca arriba, analizando el
rostro… estaba muerto. Enseguida, entra Abraham al cuarto, preguntó
al oficial que revisaba el cuerpo.
- Oficial ¿Quién es?
- Es Damian Houck, señor.
- Pero, ¿Cómo?... recojan el cuerpo.
Todos se quedaron viendo el cuerpo, mientras Abraham salía de la
habitación consternado, los oficiales que se encuentran fuera de la
mansión, observaron salir a Abraham furioso y confundido, ellos
preguntaban por él, pero no respondía. Se dirigió con el teniente
Álvarez.
- Necesitas verlo por ti mismo, yo me iré
- ¿Dónde vas Cannot?
- Tengo algunos asuntos que atender…
Abraham se fue, desapareciendo en el plano del vacío, por la
propiedad dimensional de su sangre, dejando a todos los oficiales.
Apenas está amaneciendo, el sol comienza alumbrar la ciudad,
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dejando confundidos a todos los oficiales, uno de ellos pregunta al
teniente.
- Teniente… se supone que ¿Faltaba una hora para que
amaneciera?
- Se supone que sí…
El teniente revisó su reloj, mostrando las cinco de la mañana, debido
que el sol sale las seis de la mañana.
- No entiendo, solamente fueron diez minutos…
- Ni yo lo sé oficial, pero tendremos que olvidarlo… - dijo
Alvarez.
Pasaron aproximadamente media hora, llegaron algunos bomberos y
ambulancias, se llevan el cuerpo de Damian Huck a examinarlo,
mientras el teniente supervisa el proceso, vigilando a todos los
oficiales y enfermeros trabajando, mete su mano en el bolsillo para
sacar la esfera de roca, lo miraba detenidamente, pensó.
- Está claro que todos somos polvo… - dijo Alvarez.
Mientras observa la esfera, comienza acercarse una figura blanca a él,
haciendo reaccionar al teniente y observo un Moloc cerca de él, se
asustó por la presencia, pensando que lo atacaría, pero no hacía nada.
- Espera… ¿Eres tú?
Aquel Moloc hacia ruidos parecidos a un ronroneo, se acercaba al
teniente y se restregaba a él, agradeciendo por salvarlo del agujero
negro.
- Valla… creo que… debemos hacer algo por ti…

88
La entidad

El sol brilla intensamente en las montañas Ouachita, el clima del


verano había llegado en el pueblo Santa Teresa. Los granjeros
comenzaron a realizar sus actividades de siempre, algunos usaban sus
tractores para remover la tierra, se preparaban cuando comenzara la
temporada de lluvia y puedan sembrar lo más pronto posible, así
consiguiendo los mejores cultivos y aprovechar los minerales del
suelo. Una granjera alimenta a los animales de rancho, estaba en los
establos, consintiendo a su caballo de tipo bayo, sostiene una cubeta
de diez litros de avena con trigo mientras acaricia el rostro del animal
mientras come. En unos minutos, todos los animales comienzan
agitarse, los caballos relinchaban, el ganado corre en todas las
direcciones, las aves comienzan a volar y los perros aúllan.
Consternando a las personas del suceso.
- ¿Qué sucede? - preguntó una granjera.
En un instante, el suelo comenzó agitarse, las montañas comenzaron a
salir polvo por la agitación, los derrumbes comenzaron en los planos
empinados del pliegue anticlinal alrededor del pueblo, el suelo
comenzó a tener estrías, moviendo toda la vegetación por unos
centímetros. Todos fueron a refugiarse por el terremoto, los niños se
escondían debajo de la mesa, otros salieron de la casa para ver el
suceso, los postes de la luz tambaleaban constantemente, algunos
caían por la fuerza del temblor. En la bodega de Centro de
Investigación Ouachita (CIO), salieron todo el personal por seguridad,
previniendo cualquier sucedo que pueda ocasionar, uno de los
técnicos se dirigió a otro para preguntar.
- Oye, sí las máquinas están protegidas contra temblores… ¿Por
qué salimos?
- Es parte de prevención de riesgos.

89
Una persona de tercera edad, permanece en las oficinas del lugar,
observaba en las ventanas del edificio como se sacude la tierra. Su
estatura era alrededor de un metro setenta, su cabello es canoso y
rubio, su cuerpo era ancho. Observa detenidamente con sus lentes,
parado a dos metros del vidrio. se acerca una mujer de piel morena a
la oficina de forma agitada.
- ¡Doctor Gibson! Tiene que salir de aquí- respiro para
conseguir aire - vamos.
- Salga señorita, me quedare aquí a observar… - seguía sin
apartar la vista del paisaje.
- Pero doctor… es muy peligroso quedarse aquí.
- El edificio es seguro - volteo a mirar a la mujer - puede salir
con calma - como no podía tranquilizar a la mujer, sonrió para
mostrar su confianza - en un momento saldré.
La mujer salió de la oficina donde se encuentra Gibson, observa
detenidamente las montañas. Se percata que comienza a salir una
especie de vapor oscuro en las paredes rocosas de la formación
sedimentario, llamando la atención al doctor.
Cuando paro el sismo, reportaron que fue de una escala Richter nivel
siete en el departamento de Geofísica, había voceado a todo el edificio
de la noticia, la fuerza fue suficiente para sacudir montañas, pero no
suficiente en destruir edificios. La localización del epicentro fue
alrededor de treinta kilómetros al sur de Santa Teresa, desplazando
una falla inversa en una de las montañas con rocas tipo cuarcitas y
mármol, moviéndose algunos centímetros por el acomodo de las
montañas, debido a la presión de las placas tectónicas entre los
supercontinentes Laurencia y Gondwana, comprimiendo entre el
cinturón de montañas de Ouachita, siendo rocas que fueron de origen
marítima. Se generó una fisura en las montañas, paralelas al valle de
Santa Teresa, alrededor de cuatro kilómetros. Comenzó a salir algunas
fumarolas oscuras paralelamente, llamando la atención del doctor
Gibson.
90
El sismo paró, todos volvieron a sus actividades, el doctor Gibson se
fue al departamento de Geología para encontrarse con algunos
practicantes y su tutor. Caminó con deprisa hasta abrir la puerta del
laboratorio. Miró a los jóvenes saliendo debajo de las mesas, siendo
una maniobra para prevenir golpes de las caídas de objetos. Uno de
ellos había toca una roca tipo gneiss del tamaño de un perro, había
utilizado la propiedad de cambiar sus átomos con la de la roca,
endureciéndose para posibles caídas del techo. Todos miraron a
Gibson entrar enseguida.
- Jóvenes… buenos días- contemplo a todos los muchachos-
necesito hablar con su tutor.
- Buen día doctor Gibson - salió el tutor de su cubículo personal,
tenía el aspecto de una persona de mediana edad, tiene el
cabello negro y piel blanca. También se había escondido para
protegerse. Se dirigió hacia Gibson para estrechar su mano -
¿En qué podemos ayudarlo?
- Empezó a salir algunas fumarolas en las montañas,
necesitamos algunas muestras para definir el origen del
vapor.
- Entendido - volteó a mirar a sus ayudantes, indicándoles que
se prepararan- en unos minutos lo haremos.
Gibson salió del departamento, caminaba con paso apresurado, llegó
a su oficina para abrir un ropero que está empotrado en la pared y
agarro un traje de aluminio. Sostuvo el traje para meterlo en un
maletín para irse de su oficina, se fue a uno de los vehículos del lugar,
agarro una camioneta con capacidad para conducir casi cualquier
terreno, encendió el motor y aceleró apresuradamente del lugar.
Manejaba con gran velocidad en la terracería, giró en un entronque
para subir hacia una colina cerca de una montaña, el lugar era difícil
de manejar, debido al camino con malas condiciones del suelo hasta
llegar cerca de una cueva. Se detuvo en un instante. Sostuvo su maletín
para abrirlo y ponerse el traje de aluminio. Después, cargó una caja de
91
oxígeno que se conecta en el traje, preparándose para entrar en la
cueva que sale una especie de fumarola negra. Gibson se adentra en la
oscuridad de la cueva que provoca la fumarola, estaba ciego
completamente, sus pasos están a la deriva, pero se guiaba por una
especie de tubo empotrado en la pared, usándola como guía para
llegar al destino. Camino durante veinte minutos, comienza a sentir
una presión abrumadora, casi se sofoca el doctor mientras él se
motivaba.
- Vamos James… tu puedes- jadeaba con profundidad.
Se sofoca cada vez más, pero insiste en seguir más y adentrarse más
en la profundidad de la cueva, hasta que dio un paso y dejo de sentir
la presión y la fumarola negra desapareció, permitiendo a James
Gibson caminar tranquilamente, aliviándose por lo ocurrido.
- Bien, estoy cerca.
Caminó unos cuantos metros en el túnel de una cueva hasta llegar una
cámara, parecía estar en la penumbra, debido que emitía una luz muy
débil un objeto enterrado en medio de la cámara, parecía ser una
especie de antorcha, pero no se podía definir bien si lo era. Se acercó
para revisarla, escaló por una serie de escalones de aragonita, debido
por el crecimiento de cristales por la saturación del agua.
Mientras se acerca hacia la antorcha, una ráfaga de recuerdos llega a
su mente, dejando un dolor de cabeza, se quejaba mientras llegaba
cada uno de ellos y en sus voces llegaban. Tienes que pagar por cada
respuesta, Gibbs. Agita su cabeza por las palabras que llegan a su
cabeza, pero continúan. Gibson, hazlo ¡HAZLO!, “clack”, las palabras
se acompañaron con un golpe hueco, dando el fin de sus recuerdos.
Cuando llego Gibson al objeto, comenzó a revisarla, observa la parte
inferior hasta la punta del cuerpo, parece no faltarle nada, alzó su dedo
índice cubierto por el traje, revisando la parte central del cuerpo…
encontró un hueco.

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- Qué extraño - frunció el ceño- esto no estaba, pero sigue
emitiendo, tal vez cayo una pieza por el sismo - pensó por
unos segundos- debo asegurarme que no haya ocurrido nada.
Continúa revisando el agujero, pero solamente identifica el agujero,
siendo un hueco irregular. Se detuvo para revisar otra vez el cuerpo,
miró en las paredes de la cámara para encontrar algo… pero no
encontró nada. Contemplaba la cámara kárstica del lugar, su pasado
abundaba su mente, continuaba una serie de punzadas en su cabeza,
algo lo hacía sentir tan mal. ¿A qué precio estás dispuesto a dar? Apareció
una voz detrás de él, miró el objeto que había revisado, pero no había
nada. Pensó que la cámara lo está conduciendo a la locura y optó por
irse del lugar en cuanto antes.
La noche había llegado, todos se encuentran recogiendo sus cosas para
irse a descansar, Dr. Gibson sale de su oficina, cansado por el esfuerzo
que hizo por entrar a la cueva, se dirigía al departamento de Geología
cuando termino de guardar sus cosas. Camina en los pasillos del
edificio de formar pensativo, la voz que había escuchado aquella vez
le hacía dudar si eran recuerdos o un efecto del objeto. ¿Debí de estar al
borde de mi mente? o ¿Simplemente me tomo a prueba de mis límites? En ese
instante, observa una mujer conocida, de cabello castaño oscuro, usa
un vestido negro para no ser tan reluciente, grita para pregunta a la
chica.
- ¿Doctora Carrasco?
Voltea repentinamente la mujer, tiene puesto unos lentes de última
generación de moda, sorprendida por la aparición del doctor. Esperó
al doctor para que se acercara a saludarlo.
- ¿Gibson? ¿Qué hace aquí tan tarde?
- Tengo un pendiente con los Geología, ¿Se suponía que estaba
en Chuviscar?
- Si… tuve que regresar por unos papeles importantes y un
encargo del doctor Espejel. - dijo Dr. Carrasco un poco
agitada.
93
- Muy bien - contempló el vestido de la mujer- veo que está
apresurada.
- Sí, es que tengo que estar en la ciudad a primera hora- pensó
un segundo - usted sabe que tenemos citas con los pacientes.
- Muy bien. Que tenga un excelente día.
Enseguida comenzó a caminar Valentina en el pasillo, pero antes de
que entrara Gibson se dirigió de nuevo hacia ella.
- Doctora… - Ella se detuvo repentinamente.
- ¿Sí? - preguntó consternada y nerviosa.
La observa detenidamente, analizando la reacción que tiene la doctora.
- Debe tener cuidado ahora… hubo un ataque esta noche en
Chuviscar.
- Sí, claro. Escuche las noticias, tendré cuidado.
Carrasco se dio media vuelta para irse del pasillo, Gibson la observa
cómo se va aquella mujer. Decidió entrar en el departamento, abrió la
puerta repentinamente, saluda a los practicantes y a su tutor, se
encontraban cansados por la exploración en las grietas de la montaña
y el doctor preguntó, debido que caminaron y escalaron en las
montañas.
- Bien… ¿Cómo estuvo la exploración?
- Fue un poco agotador, solamente pudimos mapear
cuatrocientos metros de la grieta… muestreamos las
fumarolas en los frascos, parecía estar en un estado gaseoso,
pero a la vez líquido. - dijo el tutor mientras se servía tequila
sobre un vaso- también había partículas en suspensión.
- Bien- agarró un vaso para que le sirvieran también. Cuando
se lo llenaron, brindaron por el esfuerzo que hicieron y
tomaron al mismo tiempo- entonces esperare el día de
mañana para los resultados de los análisis.
- Bien- dijo el tutor mientras toma otro vaso de tequila.

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Gibson optó por irse del lugar, sus pasos eran más despacio, necesita
descansar. Cuando llego al estacionamiento de CIO, volteó a ver
aquellas fumarolas apenas diferenciándose por la oscuridad, intentó
de analizarlas por su fenómeno, pero decidió entrar a su vehículo para
irse. Mientras tanto, estaba una camioneta estacionado junto con otros
vehículos, estaba la doctora Carrasco vigilándolo. Cuando observa
que Gibson se va hasta perderlo de vista, arranca su vehículo y se
retira del lugar sigilosamente de la oscuridad.
La noche abundaba en la carretera, las paredes de las montañas apenas
se notan por la luz de la camioneta, Valentina estaba en camino hacia
Chuviscar, alrededor de treinta kilómetros de la carretera de Santa
Teresa a Chuviscar. Tiene prendido la radio de la estación local, la luz
del estéreo solamente iluminaba su rostro. Arriba del radio, está un
pedazo de cristal oscuro de forma hexagonal, no se movía por los
movimientos de las curvas, solamente estático. Valentina Carrasco
observa algunas veces al cristal mientras maneja, recordaba por lo que
paso, llegaban los recuerdos como una lluvia de imágenes.
Cuando llego a Santa Teresa el día de ayer. Estacionó su camioneta en
la caja correspondiente, apagó el vehículo para bajarse enseguida,
camino apresuradamente hacia su habitación correspondiente del
CIO. Entro abriendo la puerta de golpe, se dirigió hacia el lavamanos
para enjuagarse la cara, enseguida miró hacia el espejo, recordando
cómo fue la aparición de Travis de forma extraña, sus ojos eran color
morados, recordaba el contorno negro de sus ojos y como chorreaba
un líquido negro en su rostro, en unos minutos su cuarto se oscureció
instantáneamente, pensó que tenía que descansar, tomó un baño
enseguida para limpiar toda suciedad del cuerpo. El mismo vapor del
baño la hacía sentir relajada, sus ojos le pesaban y optó por dormir en
su cama.
Durmió hasta anochecer, había llegado la media noche, el viento
soplaba en la ventana del cuarto, ella permanecía dormida, solamente
alumbraba la luz de la luna, pero una voz aparece de pronto.

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- Valentina…
Despertó, abrió sus ojos despacio, observo la oscuridad de la noche
que abunda en su cuarto, veía moverse las cortinas de su ventana, pero
podía seguir escuchando aquella voz, llamándola como un susurro
Valentina. Se dio cuenta en la hora en el reloj del cuarto, agarro en su
perchero una sudadera negra para el frio de la noche, para irse de su
cuarto. Se dirigió hacia un bulto de hierbas pegado en la barda de
cemento del lugar, hincándose sobre las plantas para despejar un
agujero en la pared, lo suficientemente grande para deslizarse sobre el
cemento hasta llegar al otro lado de la pared, donde también abunda
la maleza de las plantas. Cuando salió, miró por ambos lados para
averiguar si se encuentra alguien, pero no había nada, continuo por
caminar hacia la penumbra del campo, camino en la colina para llegar
hacia la cueva donde se encuentra en la pared de una montaña.
Observaba como emitía la fumarola negra en la cueva, cuando estaba
alrededor de diez metros de la cueva, el humo dejo de aparecer,
dejando la cueva libre de aquella fumarola.
Miró aparecer una persona con una capucha gris, observa
detenidamente a Valentina, hizo algunas señas que la siguiera, para
después adentrarse en la oscuridad de la cueva. Ella había conseguido
una linterna de su cuarto, encendió para entrar a la caverna. Se dio
cuenta en la presencia de los tubos, los seguía para guiarse, se apoya
para equilibrarse mejor y evitar que sufriera una caída. Sentía el frio
de caverna; era fresco y húmedo. Conforme avanzaba, observa una luz
muy débil al final del túnel, hasta llegar a una cámara de aragonita,
hecho por el producto de la karstificación en la roca caliza. observó
una especie de antorcha encajada en una plataforma de acero, está
conectado en una serie de cables conectados en la plataforma. Se
acercó despacio para contemplar el objeto, pero cuando captó los
detalles, descubrió una especie de cristal oscuro en el centro de aquella
antorcha. Su curiosidad había despertado, alzó su mano para poder
tocarlo con su dedo despacio, pero una voz interrumpió.

96
- Parece que tu curiosidad es más fuerte que tu miedo
Valentina.
La doctora Carrasco quitó su dedo encima, reacciono de forma
instantánea, volteo para ver quién era. Había aparecido otra vez el
hombre con la capucha gris. Cubría su rostro, pero su cabello
sobresalía de la vestimenta de su rostro, sus manos son pálidas y su
rostro también, a diferencia que en su barbilla escurría una especie de
líquido negro.
- ¿Por qué me trajiste hasta aquí? - preguntó Carrasco.
- Sabes que las deudas… se pagan…- dijo la entidad mientras
contempla a la doctora- todo tiene un precio.
- Si… lo recuerdo- miró a la entidad a unos pocos metros de
ella- ¿Qué es lo que necesitas?
- Bien Valentina- se acercó hacia ella con unos pasos- mi
esencia… quedo atrapado en aquel cristal, tuve que crear el
cristal para encapsularme, está pegado sobre aquel objeto y
está conectado en esos cables… pero me encargue que
deshacerme de eso.
La entidad comienza a caminar hacia la pared, atravesándola para
desaparecer. De repente aparece enseguida de Valentina, asustándola
por la aparición repentina.
- Pero pueden descubrirnos. – dijo Valentina de forma nerviosa.
- No pueden detectarnos tan fácilmente, las fumarolas impiden
acercarse, podrás salir libre, nadie sospechara que estuviste
aquí- caminó alrededor de ella hasta ponerse frente a ella- así
que… ¿Me ayudaras?
El recuerdo de Valentina se esfuma por una luz incandescente en la
carretera, un tráiler se acerca enfrente de ella, el claxon del conductor
suena intensamente, asustando a Valentina. Sus ojos se iluminaron y
gritó por el impacto que llegaba. El golpe fue tan fuete que volteo el
tráiler hasta chocar en las paredes rocosas, pero la camioneta seguía

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intacto debido a una capa oscura que protegió el vehículo. Ella detuvo
el vehículo instantáneamente, miró el tráiler como fue impactado en
las paredes rocosas. Ella no entendió que fue lo que sucedió, enseguida
volteó a ver a su alrededor y se percató de una especie de capa de
humo negro. Casi se desmaya del miedo por el golpe, pensaba que iba
morir, observó el cristal que está sobre la radio.
- Gracias por salvar mi vida, otra vez…
Volvió a recordar en la cueva con aquella entidad, Valentina se
encuentra sentada en uno de los escalones de aragonita, mirando
como aquella entidad caminando alrededor de ella.
- Entonces ¿Me ayudaras?
- Si… ¿Qué tengo que hacer?
La entidad sonrió por la respuesta, cruzo sus manos en su espalda para
comenzar a explicar.
- El metal es débil debido a mi energía… puedes arrancarlo con
tus propias manos.
- ¿Arrancarlo? - pensó pocos segundos- lo intentare
Valentina sostuvo el cristal con sus manos, jaló con fuerza hasta
arrancarlo del metal. Dejo una superficie irregular, después, comenzó
a emitir una fumarola oscura alrededor del metal, ella se preocupó,
pero la entidad la tranquilizo.
- Tranquila, no te hará daño, siempre y cuando mantengas el
acuerdo- acercó la mano hasta tocar la mano de Valentina y el
cristal- ahora llévame con él.
Valentina dejo de recordar mientras observa el cristal, había
impactado sobre un tráiler, pero una capa de materia la protegió. Miro
en la parte de atrás para revisar si salía alguien, pero no hubo ningún
movimiento, pero pensó en terminar el trabajo con la entidad,
concentrándose en la carretera para arrancar su camioneta.
- Debo estar volviéndome loca…

98
Preguntas

El día comenzó a brillar, el sol salía apenas, iluminando toda la ciudad.


Travis se encuentra acostado en la cama de su casa. Apenas había
despertado por la luz del sol, en un instante sintió los dolores de su
cuerpo, está vendado en todo su pecho debido a los golpes del
dimensionista Chen. Llovían una serie de recuerdos de la batalla,
pensaba en las palabras de él y que conocía a su madre.
- Maldita sea- alzó su mano hasta tocar su frente- de haber
sabido, podría saber más sobre mi madre. – dijo de forma
irritable.
Se sintió cansado de estar en la cama, opto por sentarse primero, el
dolor le dificultaba moverse, hasta el punto de quedarse sentado, se
puso de pie y pensó que el dolor complicaría el movimiento, pero
nada. Solamente no debe de realizar movimientos abdominales o del
pecho. Cuando lo hizo, solamente se quejó un poco, se sorprendió en
no sentir tanto los golpes.
- Qué raro- pensó unos segundos- tal vez debo de calentar mi
cuerpo.
Se levantó para revisar el espejo de su cuarto, vestía nada más de una
pantalonera, su camiseta interior se encontraba colgada en una silla,
debido al calor de la noche, lo obligó a quitársela para poder dormir.
Comenzó a quitarse las vendas de su torso, conforme daba la vuelta,
observa que tiene algunos moretones, pero piensa que debería sentir
más dolor.
- ¿Qué raro? Debería tener las costillas rotas, no podría
moverme o al menos que gritara de dolor…
Se pone su camiseta para poder bajar hacia la cocina, cuando baja por
las escaleras, Dylan apareció repentinamente para ayudar a su
hermano, observo a Travis apoyarse sobre el tubo de la escalera.

99
- ¡Travis! Acabas de salir del hospital el día de ayer. No deberías
estar caminando.
- Puedo caminar, no me duele tanto como aparento. Estoy bien-
alzó su mano para tranquilizar a su hermano- solamente tengo
hambre.
Ambos se fueron hacia la cocina, Dylan preparo el desayuno, sirvió a
su hermano un huevo revuelto con chile, tomate y cebolla. junto con
dos tortillas de harina para combinar el sabor, siendo una combinación
picante con el sabor de la harina.
- Gracias por el desayuno Dylan- sostuvo el tenedor para
comenzar a comer.
- De nada.
Travis miró a su hermano comiendo el desayuno, mientras él toma un
jugo de naranja. Su mente le divagaban preguntas y dudas, no podía
resistir por lo que pasaba.
- Quiero preguntarte algo.
- ¿Qué sucede? – preguntó Dylan mientras saborea el
desayuno.
- ¿Qué tanto sabes sobre mama?
Dylan se quedó viendo a Travis, prosiguió en terminar su desayuno
mientras agrega.
- Ella fue una gran mujer, amada por muchos y una gran
madre.
- Lo sé, pero- esperó un segundo para formular la pregunta-
¿Ella fue una dimensionista?
Dylan dejo de comer su desayuno, estaba en su último bocado, pero
opto por terminarlo primero. Se levantó enseguida de forma agitada,
pero su silencio indicaba secretos de su mente.
- Si… escuche qué por su habilidad dimensional, como
Abraham, es la propiedad natural de ellos- dejo el plato caer

100
en el fregador y abrió la llave del agua sin apartar la vista-
¿Qué sabes sobre ellos?
- Lo suficiente por ser uno de ellos- duró un segundo de silencio
junto con un suspiro- ayer mate a uno de ellos.
- ¿¡Qué!?- giró repentinamente por la sorpresa. Miró a Travis de
forma frenética.
- Su nombre era Rastal Chen ¿Te suena? – vigilaba
detenidamente a su hermano.
Pensó por unos segundos.
- No… - dijo Dylan mientras termina de lavar el plato.
- Entonces ¿Por qué conocía a mi madre?
- No lo sé- Dylan vaciló un momento- tal vez se conocían…
¿Cómo sabes eso?
- Antes de que Chen muriera, le dije mi nombre, reconoció
nuestro apellido, preguntándome sobre sí Abril era mi madre.
Dylan se puso ansioso y confundido. Sostenía el plato, debido que
estaba a punto de guardarlo, pero su sorpresa fue tal que rompió el
plato
- ¿Quién sabe sobre esto?
- Nadie. Hasta ahora… yo era su objetivo, no sé cómo supo mi
ubicación y como conocía a mi madre ¿Quién más puede saber
sobre mama?
- No lo sé… - Su curiosidad había despertado.
Travis se levantó de la mesa, se apoyaba sobre el mueble para contener
el dolor que le ocasionaba.
- No te muevas, ¿No vez lo lastimado que estas?
- Dime… ¿Qué secretos sabes de nuestra madre?
Travis observa a Dylan de forma retadora mientras él lo miraba de la
misma forma.
- ¿Por qué quieres saberlo?

101
- Porque tengo derecho en saberlo, quiero saber quién soy
realmente, ¡de dónde venimos!
En un instante aparece Abraham bajando las escaleras, había
escuchado la discusión entre Dylan y Travis. Marcó sus pasos más
fuertes para interrumpir la discusión.
- Travis… debes descansar por tus golpes, sabemos que te
recuperas rápido, pero estarás mejor si reposas.
- ¿Escuchaste todo?
- Lo suficiente… hermano, debes saber que hay secretos que
deben mantenerse hasta que llegue el momento, las verdades
son como una katana y los secretos son la funda del arma.
Deben estar siempre enfundadas hasta que llegue el
momento, pero ahora no es un buen momento.
- Entonces dime, ¿Somos dimensionistas? – insistió.
- Sí… pero Dylan parece no tener nuestros rasgos.
Travis empieza caminar rodeando a Abraham, analizaba cualquier
reacción sobre él. Dylan aprovecho en irse del lugar, dejando a
Abraham para proseguir con la discusión.
- Nunca conocí a mi padre…
- El murió cuando naciste…
- Ya veo, porque pareces esconder muchos secretos…- Travis
intenta sacar la verdad- más de lo que crees.
- ¿A qué te refieres?
- ¿Quién fue realmente mi padre?
- El- le tomo unos segundos y suspiro para escoger las palabras-
era un hombre de Chuviscar, nuestros padres se conocieron
aquí…
- Recuerdo… antes de que ella muriera, dijo que fue él quien
me puso mi nombre.
- Cierto. – asintió Abraham.

102
- Bien, una cosa más…
Los ojos de los hermanos impactaban, siendo una mirada muy
penetrante que imponen contra la mente de cualquier persona.
- ¿Conoces al dimensionista Rastal Chen?
- No… pero escuche el reporte con Raquel… ¿Qué es lo que
sabes?
- El me advirtió que mi vida peligraba, pero me dijo un
nombre… de alguien llamado… Haval.
Abraham abrió sus ojos sorprendido, parecía estar exaltado y duro
unos segundos en silencio.
- ¿Qué fue lo que te dijo acerca de él? – su voz parecía
tartamudear.
- Nada mas dijo que tuviera cuidado… dime quien es.
Cerro sus ojos para tallárselos, camino hacia la cocina para abrir una
puerta del mueble. Sacó una botella de ron, junto con algunos hielos
que saco del congelador, al final se sirvió la bebida en un vaso de
vidrio mientras suspira por preocupación.
- Veinte años atrás, ocurrió una catástrofe en todo el mundo y
en todas las dimensiones, los tratados se quebrantaban por el
peligro de una entidad. Constantemente atormentaba a las
personas, se infiltro varias veces en las puertas dimensionales
artificiales, matando toda la vida que tocaba.
- ¿Por qué lo hacía?
- No lo sé, nunca lo supieron. Se dice que pudo controlar toda
la materia, incluso la energía de cuerdas cuánticas, pero
parece que no tiene la capacidad de oscilar en las once
dimensiones.
- Por eso me advirtió Chen…
- Puede ser, un dimensionista sería lo esencial para lograrlo.
- ¿Qué fue lo que paso?

103
- En aquel tiempo, Gibson y otros líderes de otra dimensión, se
encargaron de eliminar a Haval, pero resultó ser un espectro
como Quetzal y Barel. ¿Cómo puedes matar a alguien? Sí ya
está muerto o nunca a nacido. Fue duro, pero lograron
encerrarlo en una especie de antorcha de fluorita, debido que
tiene la capacidad de absorber la luz, enfriándola casi a cero
grados kelvin, para que pudiera ser moldeable.
- ¿Dónde lo guardaron?
- No lo sé… pero es mejor que nadie lo sepa.
Abraham dio su ultimo sorbo para terminar el ron, mientras Travis lo
observa.
- Barel y Quetzal nunca quisieron cruzarse con él. Otros dicen
que vieron una entidad blanca sometiendo a Quetzal, pero son
solo rumores.
Su hermano mayor sostuvo el vaso de vidrio y agarro una manzana,
pidió que esperara Travis en el sillón, mientras él saltaba hacia otra
dimensión, oscilando la cuarta dimensión para saltarla, dejó los dos
objetos en medio de un paisaje desértico en una roca volcánica. Travis
está sentado en el sillón de la sala, esperando a su hermano, en unos
segundos, Abraham apareció en un instante, utilizando un plano para
aparecer su cuerpo.
- ¿Qué es lo que haces? - pregunto Travis.
- Vamos a entrenar tus ojos, necesito que puedas ver los objetos
que deje en la otra dimensión.
- ¿Cómo?
- Pintare la pared para hacer un ejercicio.
Abraham fue hacia la lavandería, sostuvo tres latas de aerosol, siendo
colores tipo rojo, negro y azul. Quito los cuadros de la pared y movió
los sillones para comenzar a pintar. explicaba cómo funciona la
propiedad con forme pintaba la pared.

104
- Bien Travis, el dimensionista utiliza sus ojos para observar
objetos y materia en otras dimensiones, viéndolos en forma de
luz. La luz blanca se identifica como la dimensión más
cercana, mientras la oscura es la más lejana, debido que es otro
plano dimensional que tiende al infinito.
- Entendido.
- El ojo puede ver las diez dimensiones, dando la capacidad de
ver posibles multiversos, pero se requiere una gran cantidad
de energía, desgasta la vista y no cualquiera puede hacerlo…
yo solamente puedo ver hasta la quinta dimensión y saltar en
la cuarta.
- Espera, ¿El dimensionista puede moverse en el tiempo?
Abraham termino de pintar las figuras geométricas, siendo un rombo
de color rojo, un circulo de color azul y en medio un punto negro.
- Es cierto… el tiempo es una dimensión, se considera ser la
cuarta dimensión, pero parece ser otro plano que es muy
difícil de manipular.
- ¿A qué te refieres? - preguntó Travis.
- Ahora tu puedes caminar de frente y atrás, derecha e
izquierda, como saltar arriba y abajo, pero el tiempo
solamente sigue adelante… no podemos ir al pasado como las
dimensiones que mencionamos, podemos estar en el
tiempo… pero pienso que debe ser las últimas dimensiones de
esta realidad.
Abraham camina de forma lateral en la sala, observó a Travis como
toma su atención, pero él no deja de parpadear.
- Bien Travis, el primer paso es concentrarte en este punto,
comenzaras a ver que los colores se entrelazan, siendo la
habilidad de la percepción remota… lo utilizan para ver auras
en las personas, pero será un ejercicio que mejoraras ver los
nanómetros de la luz.

105
Alza su mano en la pared, atravesando el vacío en un plano, hasta que
sostuvo la manzana.
- Mientras puedas utilizar la percepción remota, comenzaras a
ver formas como sombras en colores… comenzaras a ver los
objetos. - dijo Abraham.
- Bien, después… saltare al vacío.
- No en las condiciones que estas… estas lastimado por la
batalla, ahora solo utiliza tu visión… mira, solucionamos el
problema de la compañía que Chemistry Corp y el gobierno
quebraran su vínculo, ahora tenemos que prepararnos en caso
de una guerra con otras dimensiones u otro ataque de
Quetzal, necesitamos que aprendas la propiedad
dimensional.
- ¿Otra vez nos persigue Damian?
- Él está muerto, fue asesinado por Quetzal.
Travis quedo sorprendido por las palabras de Abraham, bajo su
mirada para pensar, luego de unos segundos alzo su mirada hacia su
hermano.
- Entonces hare lo mejor, no dejare que nadie muera.
Su hermano mayor alzo la mano para dejar la manzana en la otra
dimensión, recogiendo su mano mientras se observa como aparecía en
un plano.
- Bien, entonces te dejare aquí… saldré a revisar el caso de
Damian Huck… ¿Cuándo tienes que ir con la doctora
Carrasco?
- Hable con Dr. Espejel, me dice que me esperara mañana a las
doce en punto.
- Bien, cuídense mucho por favor… son todo lo que tengo.
Abraham camino hacia la puerta de la entrada, abriéndola con prisa
para irse, prendió su vehículo, acelero fuertemente para llegar con la
morgue. Travis comenzó a mirar el punto en la pared para entrenar su

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visión, se pone en una posición cómoda en el sillón, su enfoque está
en el punto, los colores comienzan entrelazarse en su mirada, pero
desaparecen por una serie de recuerdos, él se da cuenta de su
distracción, agita su cabeza para hacerla desaparecer.
- Rayos, creo que será más complicado de lo que pensé.
Entrelazo sus piernas, dando una posición de meditación, cerro sus
ojos y despejo su mente, necesitaba filtrar todos sus pensamientos y
recuerdos, debido que el control visual del dimensionista debe ser con
la mente despejada, siendo los mismos principios de un monje
espiritual. Su frustración comienza aparecer, debido al flujo de
recuerdos que llegan, haciendo perder su concentración
constantemente.
- ¿Por qué? ¿por qué no puedo concentrarme?
Su frustración crece conforme pasa el tiempo, sus recuerdos fluyen,
sus pensamientos aparecen. Comienza hablar solo
- Tranquilo Travis… tranquilo.
En su mente, comienza aparecer en sus recuerdos a Elena, pensando
en sus momentos felices, como pasa su tiempo con ella, sus idas en los
restaurantes, caminatas en la ciudad, sus chistes mientras estaban en
el hospital.
- Ella… ella es mi razón de paz, ella es mi tranquilidad, ella es
mi felicidad.
Cerro sus ojos de nuevo, respiro profundamente para soltar su estrés,
solamente observa la oscuridad de sus ojos, cómo las ranuras de su
piel hacen ver un color rojizo oscuro de su visión por su parpado,
logrando tener su mente en blanco.
Mientras tanto, Abraham conduce hacia la morgue para revisar el
cuerpo de Damian Huck, sostiene su celular, prensando algunos
botones y comienza a sonar… alguien contesta.
- ¡Abraham! Tanto tiempo sin verte…
- Solo han pasado algunos días Javier.

107
- Lo sé, parece que ha pasado bastante tiempo.
- ¿Cómo están las cosas en Europa?
- Es una región muy montañosa, ya que colinda las montañas
appalaches, muchos de los grises emboscan a los viajeros,
demostraron ser muy problemáticos en zonas alejadas de
ciudades.
- ¿Los Longus no han atacado?
- Solamente una vez, un pueblo cerca del país de Italia, casi
destruyeron por completo el lugar, tuvimos que acudir con
sus líderes para llegar a un acuerdo, son más civilizados, pero
son muy peligrosos. Además, los Threanos no causaron
ningún percance, con la excepción de tomar varios edificios
de bancos y administraciones de gobiernos.
- Los dimensionistas atacaron la ciudad- manejaba en las calles
de la ciudad, piso el freno por la luz roja del semáforo-
perseguían a Travis.
- Ellos son muy conservadores por lo que veo, parece que les
desagrada que un dimensionista esté fuera de su mundo.
Hace dos milenios fueron usados y capturados por sus
propiedades excepcionales que tienen, debido qué son
altamente energéticos al igual que tu Abraham.
- Travis nunca debió ir a esa reunión, fue expuesto ante un
agente del rey dimensionista- suspiró de repente, en ese
instante un vehículo se atraviesa en el camino, Abraham lo
embistió a tiempo, poniéndose en el otro carril de la calle. Alzó
su mano en la ventana abierta del carro y mostro su dedo
medio junto con una maldición. Se enderezó en su carril para
seguir hablando con Javier- ¿Qué procede para calmar las
cosas?
- Escuche que tienen el cuerpo de Damian Houck. Necesitamos
entregarlo a los cuatro extradimensionales, haremos una

108
reunión en cinco días con ellos en Ambul. Al respecto de los
dimensionistas. Debemos estar alerta, ellos aparecen en un
abrir y cerrar de ojos.
- Entendido, les diré que preparen el cuerpo… una cosa Javier.
- ¿Qué sucede?
- ¿Crees que Travis necesite saber la verdad de su padre?
El silencio se prolongó en la llamada, Abraham finalmente llego al
hospital, estacionando su vehículo en una de las cajas de
estacionamiento, apagó el coche mientras respondió Dr. Jacquez.
- No… no es el momento.
- El dimensionista que atacó la ciudad, advirtió a Travis sobre
él… debe de saberlo antes de que sea demasiado tarde, debe
saber realmente quien fue su padre, vive en sus recuerdos y
su mente no está estable en estos momentos.
- Lo sé Abraham, pero sí sabe la verdad- gruño
repentinamente- podría romperle el corazón, y como lo dijiste
tu… su mente no está estable, debemos esperar que se
recupere. Cuando lo haga, se lo diremos.
- Está bien, nos vemos– colgó. Sus pensamientos comenzaron a
molestarlo demasiado – maldita sea ¿será correcto que sepa la
verdad?
Maldecía constantemente, se apoyaba en el volante mientras sus
recuerdos llegan a su mente.
Abraham era un niño de nueve años, sostenía un balón de futbol soccer, bajaba
las escaleras con alegría y energía. Llego a la cocina y se percató que su madre
estaba llorando, está sentada en la parte de la barra de la cocina, sus manos
apoyaban y tapaban sus ojos de rombos azules, teniendo los mismos ojos de
Travis. Abraham se acercó con delicadeza y sostiene el balón con firmeza.
- Mama ¿Qué sucede? - continuaba acercándose despacio para
consolar a su madre, ella se sorprende por la presencia de su hijo y
se limpia sus lágrimas con una servilleta.

109
- Abraham…- alzó su mano y le indico que se sentara con ella- tengo
que decirte algo acerca de tu padre- su hijo dejo el balón a un lado
para tomar toda la atención de su madre.
- ¿Dónde está papa?
- El- pensó un momento, sostuvo otra servilleta para limpiar sus
lágrimas. Pensó unos segundos- él fue contratado para explorar en
el sur de Gondwana. El no regresara durante años o quizás… nunca.
Abraham sintió una desolación profunda, pensó unos momentos y sus dudas
comenzaron a llegar.
- ¿Por qué tiene que irse? Tiene que estar con Travis, acaba de nacer,
tiene que quedarse contigo- miró a Dylan jugar con sus carros de
juguete de plástico en la sala y lo señalo- tiene que llevar a Dylan a
la escuela y… a mí- sus ojos comenzaba a tornarse rojos y llorosos-
y ¿Mi partido? Me prometió que me acompañaría- sus lágrimas y
desolación abundaban en su corazón, mientras su madre se alza
hacia él para abrazarlo.
- Tiene que trabajar hijo, trabaja para nosotros. Javier te llevara al
partido y estará contigo- la sugerencia de su madre hizo enfurecerlo
y salir corriendo hacia su cuarto, mientras su madre le pedía que
volviera… no sirvió.
Cerro la puerta con tanta fuerza, que hizo despertar al pequeño Travis y
llorara. Se dio cuenta delo que hizo, se fue al cuarto del bebe donde dormía y
miraba al pequeño con su ropa azul adornado con diseños de osos. Lo miraba
desconsoladamente, se veían mutuamente mientras ambos lloraban.
- No te preocupes hermanito. Yo… yo estaré con ustedes siempre.

Abraham salió de su vehículo para entrar al hospital, fue a preguntar


en la dirección sobre la doctora Arreola, la mujer le menciono el estar
en el piso cuatro en la puerta número 402. Él prosiguió en ir al
consultorio indicado hasta llegar a su puerta, toco para revisar si
estaría el doctor, pero escucho una voz femenina.

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- Adelante.
Abraham pasa al consultorio y se encuentra la doctora Arreola, una
mujer de cabello castaño, vestía una blusa amarilla junto con una bata,
sus rasgos son muy finos por su mentón y labios muy cortos, tiene sus
ojos cafés con pestañas muy largas, su cara parecía ser una mujer de
alrededor de treinta a cuarenta años.
- ¿Doctora Arreola?
- Señor Cannot… lo estaba esperando, tome asiento.
Abraham se sentó en una de las sillas de madera, la oficina tendía a
ser un diseño muy rustico, con madera hidratado de aceite, dando un
color café rojizo, giró su mirada hacia en la doctora Arreola para
hablar.
- Me imagino que hablaron con usted… - dijo Arreola con
seriedad.
- Si… me hablo Codwell y la doctora Abel, el caso del cuerpo
de Damian Huck fue a causa de una muerte natural… por
pérdida de sangre.
- Ya veo…
- Tiene una herida en su estómago, parece que había sido
atravesado por una lámina… se observa que estaba en proceso
de cicatrización, debido a las costras que tiene en su piel. Algo
parece abrirle de nuevo, perjudicando que perdiera toda la
sangre.
- Entiendo, pero no habrá perjudicado algo más de su muerte…
- Solamente eso señor Cannot… pero si usted tiene las
sospechas como doctor Espejel… estará perdiendo su tiempo.
- Es solo una investigación doctora.
- El alma se va del cuerpo sólo si deja de funcionar el mismo
cerebro, en mi experiencia jamás averigüe ver una muerte por
perder su alma.
- Entiendo su interpretación… gracias por sus servicios.
111
- De nada, es mucho más comprensible que Espejel, puede
revisar el cuerpo, llamare a mi asistente que lo guie a la
morgue.
- Gracias.
Abraham salió de la habitación, con ello la doctora llamo a su asistente
para que guiara a Abraham. Caminaron en el pasillo del hospital,
subieron un piso más para llegar a una sala. La asistente menciono que
lo recibirán en la sala una persona, él agradeció por la ayuda de la
joven y entro. La sala era de aproximadamente de doscientos metros
cuadrados, estaba dividida por una pared de espejo, limitando un
cubículo de ocho metros cuadrados, un joven de cabello oscuro con
piel morena, vestía igual que un enfermero, recibió a Abraham de
forma alegre.
- ¿Debe ser el señor Cannot?
- Sí, un gusto joven.
- ¿Viene a ver el cuerpo?
- Sí.
- Bien, acompáñame por favor. – se puso de pie el ayudante.
El joven guio a Abraham hacia el centro de la sala, estaba el cuerpo
enrollado de una bolsa negra en una plataforma, él abrió la bolsa para
mostrar el cuerpo.
- ¿Hablo con la doctora Arreola? – miró a Abraham, buscaba un
motivo de él.
- Sí, ya me dijo la causa de la muerte de este hombre. – dijo
Abraham mientras mira el cuerpo.
- Lo sé, es una persona muy complicada, a nadie le agrada a esa
mujer, pero reviso muy bien el cuerpo, debido que exigieron
sus servicios… fue un examen sencillo… simple, se desangro
este hombre.
- ¿Cómo lo sabe? – dirigió la mirada al joven, mostrando sus
ojos, y su mirada mostro ser intimidado.
112
- Ella lo dijo, pero es obvio, se muestra en su piel que fue la
pérdida de sangre, estuvo pálido antes de morir, alguien o
algo hizo abrir su herida y causó su muerte.
Abraham observó el cuerpo, no sintió nada, solamente era un
cadáver… un objeto hueco. Aquel joven seguía mirando a Abraham
por sus ojos.
- Muchas gracias joven.
- Para servirle.
Él se dirigió hacia el estacionamiento para subirse a su vehículo
mientras marca algunos números de su celular, timbra el equipo hasta
que alguien contesta.
- ¿Encontraste el cuerpo? - pregunto Espejel.
- Si, será sencillo de obtenerlo, esta noche conseguiré el cuerpo
para llevarlo a analizar.
- Muy bien ¿Sabes cómo llegar desde la otra dimensión?
- Sí, nos iremos en el desierto, a esa hora ahí es de día.
- Muy bien, te veo en la noche.
Colgó. Arranco su vehículo para retirarse del lugar, mientras piensa
por el suceso de la otra noche, en el momento de perseguir a Damian.
- ¿Por qué traicionaría de esa forma Quetzal? Pensaba que el
mismo Damian había traído a él… pero no ¿Quién habrá sido?

113
El despertar

Mientras tanto, Travis continua en su entrenamiento visual, su mirada


continúa observando la pared pintada. Había logrado entrelazar los
colores por la percepción visual, junto con la forma de la taza y la
manzana en luz, logro cumplir su tarea. Se puso de pie para caminar
alrededor de las figuras, parecía que las figuras pueden flotar en el
aire, pero están puestos en otra dimensión, la luz era blanco, indicaba
que es una dimensión muy cercana. Travis intenta tocar la luz, pero lo
atraviesa con tanta facilidad. él se frustra por tratar de oscilar la
dimensión.
- Ahora… como podré conseguir la manzana…
Todavía siente sus ojos forzados, el esfuerzo hace temblar el iris de sus
ojos, indicando que tiene un límite. Continúa mejorando la visión,
superando el límite de su capacidad visual, empieza observar las
montañas y forma de plantas en torno suyo en forma de luz,
comenzaba a observar varios colores y formas en movimiento. Él se
sorprende de la capacidad que puede llegar sus ojos, en unos
segundos, comienza observar varias figuras humanas de color rojo,
caminan alrededor de él.
- Esto es… no… son varios mundos… sus formas alargas…
deben ser longus.
Su visión se llenó de luz en la habitación, comienza a pensar que puede
mejorar su visión, empieza concentrarse en su vista, se tornaba borrosa
su visión, pero se podían definir una serie de neblinas alrededor de él,
comienza escuchar una serie de voces, parecen ecos, algunos parecen
gritos llegando en su cabeza, él se comienza asustar y cierra sus ojos.
Mientras cerro su visión, escucha vidrios quebrándose, llamó su
atención aquel sonido, abre sus ojos para observar que sucede. La
habitación comienza a llenarse de cristales amarillos, rodeando cada

114
vez más a Travis. Mira por todos lados para esperar algo, pero detrás
de él comienza aparecer dos brazos, acariciando su pecho como si
fuerza abrazarlo, su piel es de cristales dorados, sus dedos contienen
uñas muy afiladas, parecidas al de un animal. Aparece una mujer
detrás de él, su mirada es muy fina, sus labios dorados y sus ojos
dorados, pero tiene el cabello negro con un corte hasta los hombros.
Sonríe mientras abraza a Travis, sus labios se acercan a su oído
izquierdo para hablarle.
- Parece que el niño está dando sus primeros pasos. – sus
susurros causan cosquilleos en los oídos de Travis.
- ¿Qué estás haciendo aquí?- su corazón comienza a latir
frenéticamente. Pensó que la presencia de Esfenia era una
señal de debilidad de su mente. Se concentró en ella.
- Mmmm, veo que tu visión está mejorando dimensionista-
comienza a reírse de él- ya era hora que actuaras como tal.
- Pensé que me deshice de ti- gruño.
- Ingenuo… los espectros no mueren… nosotros estamos
muertos si es lo que quieres saber. Pero yo… nunca nací en
carne y hueso, yo nací entre el polvo del universo.
- ¿Muertos? - se quedó pensando algunos segundos mientras
ella acariciaba su abdomen- ¿Qué eres realmente?
- Yo nunca estuve en un cuerpo, sólo soy un espectro en tu
mente y en tu cuerpo, puedo sentir todo el placer que necesito
en tu cuerpo. Comienzo a sentirme ansiosa por ver tu cuerpo
destrozado.
- Mejor evita ilusionarte Esfenia, nunca dejare que tomes mi
cuerpo. Yo soy quien manda aquí.
- ¡Crees que puedes usar mis propiedades a tu antojo! ¿Cuántas
veces te he salvado la vida dimensionista? ¿Nunca te pusiste
a pensar eso? – su voz comenzó a elevarse, la belleza de la

115
mujer comenzó a deformarse por la furia, casi tornándose con
espinas alrededor de su cara.
- Tu estas en mi cuerpo, sí no sales de mi cuerpo, seguiré
usando tu propiedad.
- Cada vez que usas mis propiedades, estoy más cerca de ti,
ahora… quiero tu cuerpo.
- Sigue soñánd…- Travis fue interrumpido por un dolor
inmenso.
Los dedos de Esfenia comenzaron a encajarse en el pecho de Travis, él
sintió un dolor tan fuerte, que deformo su cara del espasmo, mostró
sus dientes por el reflejo del dolor junto con un grito. Aquella esencia
femenina se reía por el sufrimiento de Travis, mientras ella agrega.
- Me subestimas demasiado dimensionista, sabes que toda
mente tiene un límite, siempre puede sobrepasar sus límites,
pero tienen un nivel. Por ejemplo, el tuyo, lo he analizado
detenidamente – se ríe por unos segundos. - pensaba que eras
difícil, pero resulto ser sencillo quebrantar las barreras de tu
esencia. Tu código del alma será quebrantado muy pronto.
- Te supere una vez y lo volveré hacerlo – su voz se forzaba por
el intenso dolor- jamás te permitiré que me uses.
- Dimensionista… ¿Sabes por qué sentiste tanto dolor? –
sonreía mientras se acerca hacia el.
- Este dolor no existe, me hiciste pensar en eso. Puedes engañar
mi ment…- fue interrumpido por otro espasmo de dolor.
- Te dije que usas demasiado mis propiedades. Sabes, puedo ser
tu mayor fortaleza, como también tu cáncer. En veinticuatro
horas tu corazón parara.
- Tu…- miraba a Esfenia mientras está de rodillas.
- Hice cristalizar tus costillas… ahora están apuntando a tu
corazón. Sabes cómo sería el dolor mientras los cristales se
encajan en tus venas, mis cristales crecerán en tus cavidades
116
de la sangre hasta llegar a tu corazón. Solo imagínate- se
carcajeaba como si fuera un chiste- verte retorcerte en el suelo
mientras tienes un infarto, pero lento y doloroso. ¿Cuánto
crees que durara? ¿Diez minutos? ¿Media hora? ¿Dos horas?
¿Todo el día? - seguía riéndose de él.
Travis se puso furioso ante Esfenia, intentó golpearla, pero solamente
la atravesó, debido que es una imagen del producto de su mente, se
manifestaba su alma en el cerebro.
- Tu… desaparecerás conmigo.
- Te he dicho que los espectros no mueren, solamente podemos
oscilar hasta la quinta dimensión… esa serpiente lo puede
hacer libremente. Yo soy libre de salir de este cuerpo en forma
de cristal, matándote. Puedo encapsularme en un cristal y ser
libro. Pero tu sangre de dimensionista, me ayudara a
trascender. Podre expandir mis madrigueras a mi antojo,
podré hacer lo que quisiera- suspiro repentinamente- en fin,
estoy harta de esperar. Tienes veinticuatro horas
dimensionista.
Esfenia alzo su mano hacia Travis, cerro su mano para hacer
reaccionar sus cristales dentro de su cuerpo, siendo cristales
microscópicos incrustándose en su pecho. El dolor fue tanto, que hizo
hincarse de dolor, él grita demasiado fuerte mientras Esfenia se ríe de
él. En un instante, Elena entra a la casa, se dirigió hacia Travis para
auxiliarlo.
- ¡Travis! ¿Qué sucede?
El gritaba de dolor, ella lo ayudo a ponerse de pie, lo llevo hacia el
sillón para ponerlo cómodo, mientras Elena fue hacia los
medicamentos de Travis junto con un vaso de agua, él tomo el
medicamento, pero su dolor comenzaba a desaparecer despacio, abrió
sus ojos para observar a Esfenia, pero desapareció por completo.
- ¿Pero qué? - Pregunto Travis.
- ¿Qué sucedió Travis? - pregunto Elena.
117
- Las visiones… comenzaron aparecer.
- No puede ser… pensaba que habían desaparecido por el
tratamiento.
- No funcionaron, parece que empeoraron.
- Oye ¿Dónde se encuentra Dylan?
- No lo sé.
Elena se fue hacia el teléfono de la casa, marco algunos números hasta
alzar el teléfono, pero no contestan.
- ¡Diablos! - Volvió a marcar algunos números para volver alzar
el auricular… contestó.
- ¿Hola?
- Dr. Espejel – contesto Elena.
- ¿Elena? – preguntó de forma consternado.
- Necesito la dirección de la doctora, Travis tiene otro ataque. –
su angustia y adrenalina la hacía gritar.
- No puede ser… le daré su dirección ¿tiene vehículo?
- Si.
- Valla, ella debe estar en su casa, por ahora no podré
acompañarla, la dirección es Avenida Egipto 3512.
- Entendido, gracias. – colgó.
Elena se dirigió hacia Travis, tomo su brazo para que pudiera apoyarse
sobre ella, él continúa teniendo el intenso dolor en su pecho mientras
susurra.
- Es… ella… otra vez.
- Lo resolveremos, estarás bien…
Caminaron hacia la Van de Dr. Jacquez, ella puso a Travis en el asiento
del copiloto, mientras fue por las llaves del vehículo, corrió hacia la
cocina donde tienen colgada las llaves, para volver donde se encuentra
Travis. Arrancó el vehículo, piso la reversa para dirigirse al asfalto y
arranco con velocidad.

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Mientras tanto, doctora Carrasco se encuentra en su casa, está dándose
una ducha, su mirada está perdida y consternada, el agua caía en su
cabeza, está en posición fetal, se encuentra sentada en esa misma
posición hace algunos minutos, mientras ella habla por sí misma.
- ¿Qué he hecho?
Pasa cinco minutos más y termina su ducha, se había animado en salir
de ahí, debido que se sentía incomoda por estar tanto tiempo, cuando
abre la cortina del baño, escucha una risa de un hombre en ecos.
- ¿Hay alguien ahí?
Toma una toalla para enrollarlo en su cuerpo, agarra otra toalla para
secar su cabello, sale de su baño para revisar la habitación, no hay
nadie, pero observa en su tocador, el cristal oscuro que consiguió en la
cueva, ella la observa detenidamente y se pone nerviosa, lo cual se alza
hacia el cristal para guardarlo en un cajón, pero el momento de tocarlo,
su habitación desaparece por completo. Ella quedó impactada,
asustada por lo que pasa, solo está en la oscuridad, todo está negro. Su
nerviosismo se convirtió en pánico, ella grita por ayuda, no sabe a
dónde ir, implora que puedan encontrarla. Una niebla comienza
aparecer alrededor de ella mientras escucha una voz detrás de ella.
- Valentiiinaa…- el sonido de la voz fue juguetona.
Ella da media vuelta para averiguar quién es, pero se tranquilizó al
observar la misma entidad que vio en la cueva.
- Eres tu… - sostiene su toalla mientras retrocede.
- El momento se acerca, Valentina.
- ¿Ahora qué quieres de mí?
- Tu deuda todavía no está saldada. – la entidad alzó su mano,
apuntándole con su dedo.
- Ya te saqué de esa cueva, ¿Qué quieres ahora?
- Necesito… al portador elegido, el mismo paciente que
revisaste días atrás.
- ¿Cannot? ¿Qué quieres de él? – sintió curiosidad por saberlo.
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- Su vida corre en peligro, debes hacerlo Valentina- sus labios
mostró seriedad- eres la única que puedes hacerlo.
- Yo… no lo sé.
Aquella entidad con la capucha gris, se acercó hacia la mujer, alzo su
mano para tocar su barbilla, tranquilizándola para que la mirara con
calma.
- El miedo siempre existirá, siempre existirá en el universo, es
fácil de persuadir en él, pero difícil de salir.
- ¿Qué puedo hacer?
- Solo existe una clave… “valor”.
Ella lo miró mientras da media vuelta para irse, pero menciona las
últimas palabras a Valentina.
- Siempre supe… que fue buena idea salvarte- sonrió la
entidad.
La oscuridad comenzó a desaparecer, la habitación comenzó aparecer
hasta iluminarse por el sol, ella se quedó pasmada, no entendía que
sucedía, pero sintió algo en sus manos, la levanto para averiguar que
tenía y vio aquel cristal negro. Lo miraba con inseguridad, todavía sus
dudas bombardean su mente, cerro su mano para sostener el objeto,
pero en un instante, escucha el timbre de su casa.
- Ya voy.
La doctora se viste rápidamente, consigue un pantalón de mezclilla
junto con una blusa verde, se dirigió hacia la entrada, se observa una
habitación que presenta su otro consultorio personal. Cuando abre la
puerta, observa a Elena cargando a Travis de un brazo. Ella se queda
impactada por la situación.
- ¿Qué sucedió?
- Necesitamos ayuda, tiene otro de sus ataques doctora,
ayúdalo por favor.
- Bien, llévalo al consultorio, acuéstalo en el sillón.

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Elena llevo a Travis hacia el consultorio, el peso de él era mucho para
ella, casi lo arrastraba en el piso, pero pudo acostarlo en el sillón de la
doctora, se quedó con Travis acariciando su frente mientras lo observa.
- Estarás bien. – dijo con ternura.
La doctora Carrasco parece estar deambulando mientras observa a
Travis, se acerca hacia el consultorio para decirle a Elena.
- Vuelvo en un momento.
Ella se dirigió hacia la cocina, abrió un cajón para encontrar un
martillo, lo sujeto con delicadeza, apreciaba la forma del martillo, lo
miraba detenidamente, su rostro parecía estar agotada. Fue hacia su
cuarto, cerró la puerta para evitar cualquier ruido que pueda llamar la
atención, se alzó hacia el cristal que está en el buró, lo dejo en el piso,
alzó el martillo que sostiene en su mano y lo impacto sobre el,
cuarteando el cristal, comenzó a salir una especie de vapor, pero fue
recogido en un instante, parecía estar insegura, pero reunió fuerzas
para levantarse del suelo para ir hacia el consultorio. Cuando llego,
observo a Travis acostado, parecía estar dormitando y se encuentra
débil, se dirigió hacia Elena quien estaba sentada a un lado de él.
- Necesito estar a solas con él, señorita.
- Pero está enfermo. - dijo de forma preocupante.
- Necesito hacer la hipnosis para controlarlo… a solas. Después
del análisis le daré medicamentos para tranquilizar el dolor –
insistió.
- Bien.
Elena se dirigió hacia Travis para darle un beso en la frente, después
se levantó para irse del consultorio, cerraron la puerta para dar mayor
privacidad. La doctora Carrasco observo a Travis con nerviosismo,
miro en su mano el cristal, pero escucho a Travis quejarse.
- ¿Doctora? – abrió un ojo para observar a Valentina.
- ¿Qué es lo que le duele señor Cannot? – lo miro para ver
donde se retorcía de dolor.

121
- Mi pecho… mi corazón muere.
- ¿Por qué está tan seguro de eso?
- Quiere mi cuerpo- crujía sus dientes- si no accedo a dárselo…
moriré…
- Bien… haremos una hipnosis, relájese. – alzó su mano para
tocar su frente.
La doctora sentía latir su corazón, comenzó a sudar, sus nervios no
dejaban concentrarse, pero suspiró repentinamente.
- La señorita está aquí con usted… relájese.
Miro el cristal que sostiene en su mano, la alzó hasta su boca, para dar
un bocado al cristal, con ello, se alzó hacia Travis, toco con sus manos
el rostro de él, acercándose hasta tocar sus labios con él. Estaba
besándolo, él pensó que eran los labios de Elena, por lo cual, continuo
con el beso, sus labios se tocaban y deslizaban, sus lenguas
comenzaron a tocar, pero él comenzó a sentir algo extraño, abrió sus
ojos con sorpresa, miró a la mujer que estaba besando, era la doctora
Carrasco lo había besando. Interrumpió el beso, se quería quitar del
lugar, cuando separaron sus labios, se encuentra una sombra que salía
en la boca de Valentina, y se deslizaba en la boca de él, sentía que se
ahoga, comenzaba hacer ruidos por la falta de aire. Fue tan fuerte el
sonido, que comenzó a llamar la atención a Elena, ella comenzó a tocar
la puerta, pero nadie respondía y Travis se ahoga cada vez más,
decidió por abrirla, pero se quedó impresionada por lo que pasaba,
vio como la doctora estaba besando a Travis, pero estaba ahogando
por la falta de oxígeno, ella se alzó sobre ella, sujetándola de los
hombros para lanzarla contra el escritorio, la doctora soltó el cristal
que estaba en su boca, hasta caer al suelo… ahora el cristal era blanco
traslucido.
- ¿Qué es lo que te sucede estúpida? - gritó Elena.
- Esta… completo… ahora el… tiene el control.
- ¿Completo? ¿De qué estás hablando?

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Ella se enfocó hacia Travis, él continuaba ahogándose, fue hacia él para
auxiliarlo, lo sujeta para poder controlarlo, pero no funcionaba.
- ¡Haz algo! - gritó Elena de forma asustada- se está muriendo.
- Solo tenemos que esperar…
El alzó la mano para apartar a Elena, casi la lanza hacia la pared, ahora
comienza a toser, sus ojos comienzan a oscurecer, su iris se torna
morado, sus manos comienzan a humear de un color oscuro, y se
escucha una serie de cristales romperse. Su toz era cada vez más
fuerte, hasta que comienza a vomitar varios cristales de cuarzos
amarillos al suelo… su toz paro. Comienza a respirar profundamente,
su pulso comienza a normalizar, su dolor había desaparecido. Se relaja
estirando su cuello, miraba el cielo de la habitación mientras cierra sus
ojos. Cuando baja su mirada, abre sus ojos para observar a las dos
mujeres, se dirige hacia Valentina con los ojos cambiados y con una
voz más ronca y fuerte.
- Tu deuda está saldada… tu pago esta hecho, Valentina.
Comienza ver sus manos, intentan maniobrar el cuerpo que contiene,
pero sus dedos tiemblan por el esfuerzo que persuade en él.
- Es muy pronto para tomar el control.
- ¿Travis? - Pregunto Elena desconcertada.
Comenzó a sonreír hasta deformar su cara, sus mejillas se doblaban
por la sonrisa, comenzaba a reírse a carcajadas, asustando cada vez
más a las mujeres, se dirige hacia Elena.
- Él es mío ahora… ahora mi esencia está en este cuerpo - dijo
la entidad mientras celebraba.
- ¿Qué quieres decir?
- Yo …- pero fue interrumpido por una presión en su garganta.
Comienza apoyar sus manos en el cuello, siente que algo lo asfixia, el
dolor era tal, que hizo hincarse. Se apoyó en el piso por intentar
conseguir oxígeno, pero sus ojos comienzan aclararse y su iris se
tornan azulados, comienza a toser con fuerza hasta vomitar un líquido

123
oscuro, esparciéndose sobre el suelo hasta desaparecer, parecía estar
evaporándose en el aire. Travis consiguió respirar, estaba aliviado por
la incomodidad que surgió, alzó su mirada hacia las mujeres mientras
se sentó en el suelo mientras recupera su conciencia.
- ¿Qué fue lo que sucedió?
Elena se lanzó hacia él, abrazándolo por la preocupación. Comenzó a
llorar por la emoción que tenía, pero recordó el dolor que tenía en el
pecho, debido que estaban quebrada sus costillas, se percató que no
tuvo ninguna reacción de dolor.
- Espera ¿no te duele? – dijo Elena sorprendida
- No… desapareció por completo ¿Qué sucedió?
- Casi pensé que morías. – comienza a lagrimear sus ojos por la
emoción.
En un segundo, reacciono por darle una cachetada, sus mejillas se
enrojecieron por el impacto de la palma, su sorpresa ante la reacción
lo consterno.
- ¿Qué fue lo que hice?
- ¿Por qué la besaste? – gritó Elena por los celos, alzó su mano
para apuntarlo con su dedo índice a la cara de Travis,
exigiendo una respuesta.
- ¿Yo?
Miraron hacia la doctora Carrasco, ella está apoyada en su escritorio,
sentada en el suelo, se encuentra asustada, su mirada parece que vio
la misma muerte, ellos le preguntaban que sucedía, se percató de sus
palabras.
- Tu… ahora eres nuestro fin… eres nuestra pesadilla… ahora
vete.
- Doctora… ¿Se encuentra bien? - pregunto Travis.
- Tu esencia esta maldita- se puso en posición fetal- tu destino
está rodeada de muerte y oscuridad.

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- Doctora, permítame ayudarla- dijo Travis alzando su mano
para levantarla.
- ¡No me toques! ¡Estas maldito! con el tiempo nos traerá el fin.
- ¿Qué quieres decir? - pregunto Elena mientras en su mente
decía loca.
- La esencia oscura… la entidad maldita… él buscara la manera
de deshacernos de nosotros.
- ¿A quién te refrieres? – pregunto Elena confundida.
- Haval… la esencia oscura.
Pareció llegar un golpe en el corazón de Travis, su mente no podía
creerlo, su curiosidad comenzó a invadir su mente.
- Dime que esto es una broma doctora.
- No es una broma, él me dijo que lo ayudara, yo sabía que, si
no lo haría, me mataría. Tomaría mi vida de una forma
horrible.
- ¿Cómo? - pregunto Elena.
- Él fue maldecido antes que lo examinara- apunto con el dedo
a Travis- la esencia de él te perseguía todo este tiempo…
- Dime doctora ¿El viste de una capucha y su piel es muy
pálida? - preguntó Travis.
- Si… su rostro… siempre tan carismático, pero tiene algo
pintado, no, algún líquido se desliza en su cara. Parece un
desquiciado.
- Mis sueños- pensó algunos segundos- él era el responsable. El
me asechaba ¿Dónde conseguiste el cristal?
- En la cueva… en Santa Teresa.
Elena recordó cuando fue en Santa Teresa, habían huido de los
problemas por General Cartier, cuando Travis se encontraba
inconsciente por las heridas, recordó que había ido hacia la cueva del
lugar, humeaba como nunca, había tocado e inhalado las fumarolas

125
negras de la cueva, debido que la pequeña esencia de Haval pudo
entrar en el cuerpo de Travis.
- Tu inhalaste la fumarola de la cueva Travis, todo comenzó ahí,
tus pesadillas, visiones y tus ataques. - dijo Elena
- Mis pesadillas y visiones ocurrieron desde el incidente con
doctor Espejel, pero los ataques ocurrieron desde aquella
cueva… debo avisarle a Dr. Jacquez, él debe decirme que
hacer con Haval y…- fue interrumpido.
- ¡No! Por favor no… no quiero que vuelva pasar como hace
veinte años.
- ¿Veinte años? - pregunto Elena.
- El comité hizo cosas horribles. Javier… Javier Jacquez fue uno
de los responsables.
Travis intentaba decir algo, pero no logra conseguir ninguna palabra,
pero Elena interviene.
- ¿Por qué es tan peligroso Haval? ¿Por qué no es buena idea
hablar con el comité?
- Ellos hicieron cosas horribles a Haval y lo harán contigo si les
dices una palabra. Ellos trataran de eliminarlo o encerrarlo.
Ellos mataron su cuerpo y su alma quedo atrapada.
- Yo, solo quiero solucionar el problema.
- No hay nada que solucionar. Solo aléjate de ellos y ¡ALEJATE
DE MI! ¡VAYANSE!
Travis y Elena salieron del consultorio, cuando salieron, ambos se
vieron para hablar, pero Elena reacciono con una cachetada en la cara.
- ¿Ahora por qué? – dijo Travis mientras se soba su mejilla.
- No te atrevas volver a mirar ninguna mujer, ¿¡Escuchaste! –
grito Elena, estaba molesta.
- Si… entendido – se sintió asustado.

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- Bien ahora vamos al hospital– cambió su comportamiento a
ser tranquila.
- Pero me siento mejor que nunca.
- De todos modos, quiero asegurarme que tu cuerpo esté bien.
Ambos se subieron hacia la Van, Elena tomo el volante del vehículo,
debido a la preocupación de cualquier reacción que tendría Travis.
Mientras están en camino hacia el hospital, Travis está acostado por el
asiento inclinable, tenía cerrado sus ojos, pensando en lo que había
pasado.
- Elena…- abrió sus ojos.
- ¿Te duele algo?
- Estoy bien, solamente que ¿Estaré maldito? – dijo Travis
mientras mira el cielo en la ventana.
- Es solo una palabrería Travis.
- ¿Por qué me habrá metido un maldito entidad esa mujer?
- No tenía opción, perdió la cordura cuando te hizo la primera
consulta.
- Pero estaba muy asustada, parecía que yo la asesinaría.
- Ella te hizo que te ahogaras… lo recuerdas. – dijo Elena
mientras Travis cierra sus ojos para meditar
Travis abrió sus ojos, recordando en su panorama cuando ocurrió el
suceso.
- Cuando ya no sentí a Carrasco, sentía qué algo obstruía mi
garganta, no podía sacarlo, pero algo, una especie de
sanguijuela se introducía hasta mi estómago, sentí que todo
me ardía, todo mi cuerpo se sentía que se quemaba, hasta que
escupí los cristales, mi dolor desapareció, pero no conseguía
oxígeno. Cuando sentí que me desmayaba, vi como una
sombra me rodeaba hasta oscurecer lo que me rodeaba, y una
mano apareció sobre mi rostro, jalándome hasta la
profundidad de la oscuridad. Cuando caí, parecía estar
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enfrente de una puerta en medio de la oscuridad, no sabía por
qué estaba la puerta ahí, pero cuando abrí la puerta, observé
toda una ciudad destruida, pensaba que era Chuviscar, pero
era diferente, grité para averiguar quién estaba ahí, apareció
otra vez ese hombre con la túnica gris, estaba parado detrás
de mí, me observaba todo ese tiempo, le grite que me dejara
en paz, pero se acercó hacia mí, despacio, hasta acercarse
enfrente de mí, y alzó su mano hasta tocar mi frente con su
dedo.
- ¿Qué dijo?
- “Ya estoy aquí” …
- ¿Qué sucedió después? - preguntó Elena.
- En un instante todo comenzó a desintegrarse, algo me
absorbía en el espacio, hasta que volví a mi cuerpo. Te vi a ti
y a la doctora.
- Son los mismos sueños que tienes, pero también despertaste y
eras otro, parecía que había alguien más en tu cuerpo.
Al pasar los minutos, llegaron al hospital, se dirigieron con el doctor
que atendió a Travis, él lo reconoció instantáneamente por estar muy
malherido el otro día, pero algo le llamo la atención, observó que
realiza movimientos muy bruscos, las costillas rotas no dejarían
moverse tan libremente, el doctor comenzó a realizar la revisión de su
pecho. Comenzó a prensar en las partes con gran impacto, preguntó a
Travis sí sentía dolor, pero se negó, toco otro lugar del cuerpo y volvió
a preguntar, pero con la misma respuesta. Le pidió que fuera al
departamento de rayos x, para que realizaran algunas fotografías,
asintieron para irse de inmediatamente. Cuando pasaron los minutos,
Elena y Travis regresaron con el mismo doctor, llevaban consigo unas
tomografías, él pidió las hojas negras para revisarlas, pero se percató
de algo, las fisuras de los huesos habían sido selladas, eran rellenadas
con una especie de cristal, pero no solo en las fisuras, los huesos

128
presentaban una clase de brillo diferente, siendo un poco más
transparente pero brilloso.
- Algo relleno tus poros señor Cannot – dijo el doctor mientras
observa las fotos.
- Mis huesos… - miró Travis sus manos para sentirlas.
- ¿Puedo tocar tus manos?
Comenzó a tocar sus dedos, cuando prensaba sobre las zonas duras de
la mano, sintió que eran demasiado duras, consternando más al
doctor.
- ¿Quién te hizo esto? – lo miro con una cara de sorpresa, se
notaba sus arrugas de la edad en su frente.
- No lo sé doctor, solamente desperté así, por eso vine - mintió
Travis.
- Nunca vi algo parecido, el tratamiento debería tardar un mes
como mínimo, pero esto… rompe las expectativas.
Al pasar la hora, ambos se encuentran en un parque, están caminando
mientras cae la tarde del día, Elena y Travis caminan entra el camino
por los árboles. Ambos pensaban en la situación que no cuadraban,
Elena mencionaba que el doctor tiene los resultados cuando tenía roto
las costillas, y después de dos días, estaban selladas, debido que las
fracturas y los poros de los huesos fueron rellenados con cristales
derivados de cuarzo, volviéndolo más duro, pero seguía siendo
flexible debido a la propiedad del calcio. La preocupación de Elena
comienza a crecer, poniéndose más nerviosa y seria, a Travis le pareció
extraño verla seria.
- ¿Qué sucede Elena? – le dijo de forma preocupada.
- Nada… no te preocupes – evita la mirada de Travis.
- Elena… te conozco cuando te preocupa algo.
- No le digas a nadie sobre lo que paso.
Si propuesta hizo mirarla a sus ojos, su cara era de suplicación, la
analizaba para determinar su preocupación.
129
- ¿Por qué Elena?
- Recuerda lo que dijo Carrasco, que le hicieron cosas horribles
a Haval, ahora imagínate que te harían a ti.
- Sí, pero Javier no sería la clase de persona de hacerme algo.
- ¿Estas totalmente seguro de conocerlo bien?
- Sí, yo….
- No lo creo, sabemos su lado bueno, pero su otro lado, ¿Cómo
será?
Pensó durante unos segundos, mientras observa el parque, las plantas
se ven verdes y la luz brilla en las hojas, pero había una zona oscura
del parque, mostrando la oscuridad de la bella naturaleza.
- Tienes razón, nadie debe saberlo hasta que averiguamos que
es.
- Además, estamos en crisis de guerra, hace dos días nos
atacaron, no se sabe cuándo vendrá otro ataque, ¿Un longus?
¿Un gris? ¿Un threano? ¿Reptileanos? o ¿Un dimensionista?
No olvidemos de los espectros Travis. Desde el ataque de
Quetzal con tu hermano, sucedió la misma noche de tu
incidente. Ahora imagínate si se llegaran a enterar de
supuesto escape del espectro más temible… podrían tomar
medidas.
Mientras el sol comienza a bajar, la luz entre las hojas desaparecía,
hasta ser rodeados por las sombras de los árboles.
- Siempre hay momentos de oscuridad Elena, pero siempre
habrá formas de iluminarnos, además, no es buena idea estar
en Santa Teresa, no quiero imaginar qué pensaría de mi
Gibson - Ambos entrelazaron sus miradas, pensando en
alejarse de CIO de Santa Teresa.
Mientras tanto, en el mismo pueblo Santa Teresa, se encuentra Gibson
evaluando los resultados de las fumarolas oscuras, que ocurrieron en
una serie de fracturas muy largas sobre las montañas, debido a un

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fuerte terremoto. Observa entre los documentos, siendo gases
derivados de hidrocarburos, siendo un 98% de los elementos, el 1%
contiene de otros elementos químicos en estado gaseoso, pero el 1%
faltante no lo podían analizar, debido que la energía, electrón voltios,
no fue suficiente para detectar el porcentaje faltante de los elementos.
Elevaron la energía para poder arrancar los electrones de su valencia,
siendo los últimos electrones de su órbita para poder arrancarlos, pero
no encontraron nada. Gibson continuaba centrado en la pantalla
analizándolo, en ese momento, alguien toca la puerta de su oficina,
James asintió que pasara, la cual, abrió la puerta el soldado Boyer.
- Doctor Gibson, está listo el portal, accedieron a la dimensión
que pidió Abraham Cannot.
- Bien Boyer, ahora preparen un vehículo, será la única manera,
intercepta al señor Cannot para recoger el cuerpo.
- Entendido.
Boyer cerró la puerta para irse, dejando a Gibson en su oficina.
Analizaba minuciosamente el frasco, conteniendo la misma muestra
que recolectaron los Geólogos, continúa hablando a sí mismo.
- Probaremos el analizador de hadrones.
Doctor James Gibson, Doctorado en Física, camina por el pasillo para
dirigirse al analizador de partículas subatómicas, la misma máquina
que analizaron a Travis Cannot, para determinar la polarización de
fotones, midiendo su ángulo e interpretar el análisis de esencias,
coordinado por Dr. Alan Espejel. Gibson le da la muestra a uno de los
técnicos del laboratorio, él asintió y se dirigió hacia la plataforma.
Cuando terminaron de posicionar la muestra, le instalaron un
destapador de frascos, para cuando empiece el análisis, puedan liberar
los gases y entren en contacto con los analizadores. Mientras tanto,
Gibson observa el proceso en el centro de cómputo, en una cámara,
mira como destapan el frasco, liberando todos los gases para que
pueda incidir los fotones sobre las partículas, polarizándose en el
detector. El equipo observa una serie de gráficas, determinando
131
resultados con pocos valores, siendo un valor muy débil para
determinar la presencia de una mente, ante el resultado, Dr. Gibson se
dirige a uno de los técnicos.
- Limpien la cámara, y desmantelen los accesorios, vamos a
determinar otra muestra, para detectar el bosón de Higgs.
Al pasar una hora, el equipo apenas limpió el lugar. Comienzan con
los preparativos para poner la siguiente muestra, debido a las
sospechas de Gibson, quiere determinar sí el bosón de Higgs con
valores anómalos de su masa, es emitido por el gas. Debido que está
concentrado junto con la energía oscura, cambiando una de las
propiedades específicas de este bosón a la materia, siendo diferente al
bosón de Higgs normal. Su decaimiento (desintegración de la
partícula) dura la mitad de un segundo. Cuando comienzan a iniciar
el proceso, uno de los técnicos se dirige hacia Gibson.
- Doctor, hablan del departamento de Geología, dicen que es
urgente. – dijo de forma agitada.
- Díganles que estoy ocupado- se mostró irritado por la
interrupción.
- Ya les dije, pero me dicen que es urgente.
- Rayos - el silencio se prolongó, miró como arrojaban las
gráficas los resultados - está bien.
Gibson camina hacia el teléfono del técnico, alza el auricular mientras
se apoya sobre la mesa.
- Aquí Gibson.
- Doctor… La cueva dejo de salir fumarolas… - dijo el Geólogo
cansado en su oficina debido que corrió para llegar al
departamento.
- ¿Y el cristal quedó encapsulado en la antorcha?
- Doctor- jadeo unos segundos para recuperar el aliento - no
está el cristal.
- ¿¡Que!?- Gibson gritó furioso.
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James soltó el teléfono, impactado por la noticia que le dieron. fue
corriendo hacia los técnicos de forma frenética.
- Me envían los resultados y me llaman por teléfono del bosón
- dijo de una forma agitada.
Corrió entre los pasillos y escaleras para salir de las instalaciones del
CIO, cuando llego al primer piso, salió del edificio para observar la
cueva… no salía ninguna fumarola. Gritó a uno de los guardias que le
dieran una llave de un vehículo, para ir hacia allá, pero de pronto, se
escucha el sonido de la montaña romperse. Todos salen del edificio
para observar lo que ocurre, miraban como la montaña comienza a
colapsarse, las rocas comienzan a caer, pero la caída fue desviada por
alguna fuerza exterior, siendo atraídos en el centro de la cueva, todo
se desmoronaba, toda la superficie era devorado por un agujero negro,
debido que fue creado por la energía que contenía las fumarolas.
Todos gritaban debido que había personas trabajando dentro de la
cueva, mientras Gibson miraba con asombro y preocupado se decía así
mismo.
- Está libre…
En unos segundos, la fuerza gravitatoria sobre la montaña desaparece,
dejando que las rocas sobrantes, colapsaran por la gravedad de la
tierra, en un instante, comienza a sonar su teléfono celular. Alzó a su
oído para escuchar.
- Doctor, somos los técnicos del analizador de hadrones… la
predicción que menciono es positivo, las gráficas que
menciono tienen una correlación del 97%.
- Gracias, buen trabajo- dijo Gibson con palabras perdidas.
- Doctor… ¿Qué fue lo que ocurrió?
Su desesperación abundaba mientras mira el derrumbe de la cueva.
Su terror comienza a notarse en sus ojos, junto con una ráfaga de
recuerdos. “James, James, James” dijo una voz grave. Estaba hincado en la
misma cueva, era veinte años más joven, a un lado suyo estaba Javier, más
joven aun, siendo un muchacho de veintitrés años de edad. En frente de él
133
estaba el cuerpo de una persona, muerta, estaba boca abajo y otras dos
personas estaban detrás de él consternadas y asustados de Gibson, mientras
la entidad grisácea, Haval, estaba frente a ellos, disfrutando lo que había
pasado.
- James… ¿Qué desastre acabas de hacer? - sonreía, disfrutaba y
sentía placer ante su voz.
Gibson estaba hincado, su mirada estaba deformado, horrorizado y traumado
por lo que había sucedido.

134
Azrael

Existe una leyenda, donde un pueblo indígena veneraban a un


espíritu. Realizaban sacrificios por cada invierno para saciar al
espíritu. El pueblo lo hacía para tener mejores cosechas, mejoraban su
caza y eran protegidos de otros pueblos en guerra. Este suceso había
pasado hace tres mil años, existían algunas ruinas de aquel pueblo,
donde realizaron la escultura del espíritu y alrededor de él, se
encontraban distintos cuerpos petrificados.

En una dimensión alterna, donde la oscuridad abunda en un bosque


con árboles secos, donde sus ramas están retorcidas en el suelo, se
encuentran varios esqueletos de animales, algunos eran derivados de
esqueletos de dinosaurios, otros con especie de caninos. Una figura
oscura aparece entre los arbustos, sus brazos son esqueléticos, y los
hacía a un lado con algunos tentáculos que contiene en su espalda, una
neblina lo rodeaba a su alrededor, pero sus ojos quebrados brillan en
la oscuridad. Quetzal cruzaba entre un bosque podrido, debido por un
hongo que invadió el bosque, hasta podrirlo. Conforme caminaba,
empezaba a escuchar un crujido, parecían huesos rompiéndose por un
animal que se alimenta. Una sombra se encuentra cerca de un lago, se
encuentra hincado, alimentándose de un animal muerto. Sostenía con
sus manos algunos huesos del mismo. Quetzal se acerca hacia la
entidad que se encuentra alimentándose, cuando está a un par de
metros, aquella entidad deja de comer. soltó las partes de su alimento,
se puso de pie. No se define bien su cuerpo, debido que viste una
túnica negra intangible, parecía salir una especie de fumarolas sobre
su túnica, mostrando ser un espectro, pero solamente se podía ver su
espalda.
- Quetzal… ¿Qué estás haciendo en mis tierras? - pregunto la
entidad.
135
- Vengo a resolver algunos asuntos, Azrael.
La entidad cuyo nombre es Azrael, da media vuelta para mirar a
Quetzal, solamente se observa una luz roja en su capucha, y su barbilla
apenas se definía por la forma espectral.
- Interrumpes mi comida Quetzal- gruñía con intensidad- dame
una razón para no deshacerme de ti.
- Tu alimento se escasea Azrael – Quetzal enfoca sus ojos en él-
debes de buscar otro modo de alimentarte.
- ¿Qué es lo que quieres, Quetzal?
- Necesito de tus servicios… necesito que te deshagas de los
humanos.
- No pienso regresar a ese lugar… no con Barel en esas tierras.
- Me deshice de él.
Azrael comenzó a gruñir, su aspecto pareció emitir más fumarolas
oscuras en su cuerpo, con ello, los arboles comenzaron a crujir a su
alrededor, siendo empujados hasta romperse, mientras agrega la
entidad.
- ¿Estás diciendo que toda su esencia está atrapado en tu
cuerpo? - dijo furioso.
Quezal movió sus dedos, dejando a los árboles que fueron ejercidos
por Azrael, ahora están siendo colapsados por la gravedad, hasta
pulverizarse por la fuerza. Arzael siente una presión muy fuerte en su
cuerpo, hasta arrodillarse para soportar la fuerza, mientras observa a
Quetzal.
- Barel ahora está dentro de mí, su esencia ahora es mía. - dijo
Quetzal con voz más ronca
- Tu… ¿Cuándo es que…? - dijo Arzael con una voz forzada.
- Obtuve su esencia. Ahora, puedo deshacerme de ellos yo solo,
pero necesito que te deshagas de unas personas, a cambio,
podrás alimentarte por siglos.
- ¿Qué harás con los extradimensionales?
136
La presión desapareció, permitiendo que Azrael se pusiera de pie,
observa a Quetzal con su luz roja de su túnica, mientras Quetzal alza
su mano para cortar el vacío del espacio, da media vuelta.
- Sígueme.
Quetzal da un paso hacia el vacío, desapareciendo de dimensión
donde se encuentra Azrael, él piensa unos segundos para decidir,
comienza a seguirlo hacia el portal que genero Quetzal hasta
desaparecer. Ambos aparecen en una dimensión igual de oscura, pero
casi sobre un acantilado, encuentra a Quetzal mirando sobre el
acantilado, observando el llano grisáceo del paisaje, Azrael se acerca
hacia él, mientras observa como varias manadas de Molocs están sobre
el llano.
- Yo soy su líder, ellos responden ante mí todo lo que diga, si
no, me deshago de ellos.
- No he visto un Molocs hace años, ¿De qué se alimentan? –
preguntó Azrael de forma curiosa.
- Su alimento preferido… Hommo Sapiens, antes podía
alimentarlos con tanta facilidad, gracias a Cartier y Barel, pero
ahora no están.
- ¿Qué tienes pensado? – miro a Quetzal.
- Dejare que su hambre despierte su instinto, solamente
tenemos que esperar, después… esperaremos la señal.
- ¿Cuál señal? - su voz roncaba cada vez más.
- Lo sabrás más adelante- el silencio abundo en ellos, mientras
los ruidos de los Molocs y rugidos se dispersaban por todos
lados- ¿Recuerdas las masacres que hacíamos hace tres mil
años?
Azrael y Quetzal comenzaron a reírse, parecían reírse de un chiste o
de una broma.

137
- Lo recuerdo… saciábamos nuestras bocas… tu… tenías otro
color y tomabas la forma de una serpiente muchas veces.
Solamente querías devorarlos más rápido.
- Entonces… volveremos a saciar nuestra sed de sangre.

Mientras tanto, en Chemistry Corp, se encuentran varios guardias de


seguridad, escoltando a Mathew Codwell y Dra. Angélica Abel, en el
estacionamiento. Una docena de guardias seguían a los dos, se
dirigían hacia la entrada, mientras hablan.
- ¿En qué dimensión vamos señor Codwell? - pregunto
Angélica.
- Hablaremos con los ministros Longus, nos recibirán de
manera atenta, debemos hacerles saber que Damian está
muerto y negociaremos con ellos - dijo Mathew sin quitar la
mirada del edificio, algo lo desconcertaba- debemos evitar
más muertes, debemos de calmarlos.
Cuando entraron, el panorama está en una sala de recepción, con
diseños cerámicos vítreos, dando un aspecto claro y moderno, uno de
los asistentes del lugar los guio hacia un elevador, donde se dirigía
hasta el último piso de abajo. Al abrir la puerta, observaron una
instalación de laboratorio con un diseño muy blanco, a la orilla de la
pared, se encuentra un anillo de acero, siendo cubierto por una
aleación de Cromo. Ambos lados del portal, se encuentran dos Longus
haciendo guardia, evitando que interrumpiera la entrada del portal,
siendo los guardias quien cuidaba el lugar, cuando observaron a las
personas, alzaron un derivado de rifle, con un diseño parecido a la
actualidad, con materiales de diseño de madera. La doctora Angélica
se acerca hacia ellos, mientras la observan y comienzan a preguntar.
- ¿Tiene permiso de entrar?
- Somos Angélica Abel y él es Mathew Codwell, venimos a ver
sus líderes.

138
Los guardias longus observaron a los escoltas que protegen a Mathew
y Angélica.
- ¿Y ellos?
- Solamente nosotros dos pasaremos, ellos se irán. – dijo
Angélica con rectitud.
Los guardias longus bajaron sus armas, permitiendo pasar a los dos,
ambos dieron algunos pasos hasta cruzar el portal, siendo solamente
un salto a otra dimensión, permitiendo oscilar en la cuarta dimensión
gracias al portal, dieron un salto a solo unos metros de distancia en la
cuarta dimensión.
Cuando llegaron hacia la dimensión de longus, se encontraron en una
especie de plaza, con diseño en las estructuras de granito, siendo
canteras provenientes de la mina de la ciudad, estando al Sur de la
misma. Angélica y Mathew observaron el lugar cautivados por el
diseño, pero fueron interrumpidos por la presencia de otros longus en
frente de ellos, se encuentran tres longus vestidos formalmente de un
estilo de gabardinas, en su pecho, tienen una serie de botones que
ajustan su traje color azul oscuro, mientras dos docenas de soldados,
donde se encuentran a los dos lados de los líderes, visten una clase de
armadura con traje, forjados en sus hombros y pecho de acero,
protegiéndolos de cualquier mordida de su especie. Uno de los líderes
se acercó hacía Angélica alzando su mano para saludarla.
- Madam, es un gusto conocerla.
Volteo hacia Mathew saludándolo de la misma manera, con las
mismas palabras que dio a Angélica, mencionándolo como caballero,
después preguntó por sus nombres. Su cuerpo largo le hizo inclinarse
hacia ellos, su rostro es el mismo de un ser humano, con la excepción
de mostrar sus diente muy blancos y filosos como el de una piraña.
- Yo soy Angélica Abel y él es Mathew Codwell, somos del
mundo de Pangea.
- Yo soy Lazart- inclino su cabeza hasta llegar a la altura de la
doctora- bienvenidos a nuestra ciudad Gabal, acompáñenme.
139
Ambos siguieron a Lazart con los demás líderes, caminaron a lo largo
de la plaza, estando cerrado por una especie de habitación, cuando
salieron del lugar, se encontraron en una especie de recepción, hacia
los lados, están longus femeninos, trabajando en la recepción de su
oficina junto con algunos longus masculinos. Subieron hacia algunas
escaleras muy altas, siendo muy difícil de subir para Angélica y
Mathew, pero llegaron a buen paso junto con los líderes, hasta llegar
hacia una entrada de dos puertas. Cuando entraron, se encontraron
con una sala de reunión, siendo algunas sillas y mesas muy altos para
ellos, pero se encuentran dos sillas con escaleras para poder subir.
Cuando se acomodaron, los tres líderes se dirigieron del otro lado de
la mesa, estando frente a ellos, mientras Mathew se posiciona en su
lugar, apoyando sus codos sobre la mesa y entrelazando sus manos,
mientras Angélica está en una posición recta. Uno de los líderes abre
un libro, preparaba una especie de pluma, con un diseño erguido.
- Secretario y doctora, ¿A qué se debe esta reunión con
nosotros? - dijo uno de los líderes, teniendo un aspecto de
tercera edad, contiene su cabello blanco y arrugas en su rostro,
mientras observa a los dos humanos.
- Venimos a proponer la paz y llegar a un acuerdo. - dijo
Angélica de manera seria.
El líder más anciano revisaba algunos papeles que están en su mano,
revisando el tratado que tienen, se dirigió hacia Mathew, lanzándole
una carpeta, haciéndolo deslizar sobre la mesa.
- ¿Está consciente de lo que conlleva el tratado?
- Si ministro – asintió Mathew.
- Las negociaciones son respetadas por ambas partes, llevado a
cabo el artículo 35 de nuestras leyes y el artículo 13 de sus
leyes, estando estrictamente prohibidas al trato con terceros.

140
- Esas negociaciones lo dejamos a Damian Houck, pero
descubrimos que realizaba tratos extemporáneos, las
irregularidades no se detectaron a tiempo.
El líder longus alza otro papel, subiéndolo cerca de su rostro.
- Según su jerarquía, usted estaba a cargo lo que hacía Damian
Houck, ¿no es así?
- Es correcto.
- Entonces ustedes violaron el acuerdo…- pero fue
interrumpido por Mathew, había alzado su mano.
- Nuestras investigaciones se llevaron a cabo, sobre el trato de
nuestra especie con ustedes.
- ¿Qué quiere decir? - arqueó la ceja.
- Tengo documentos que aprueban el mercado del tráfico de
personas, según los documentos de Chemistry Corp, avala la
cantidad que enviaban, siendo más de 30,000 personas.
Doctora Angélica, interrumpió a Mathew.
- Por eso necesitamos llegar a un acuerdo. - Angélica observó al
viejo longus- necesitamos forzar el tratado.
- Doctora… usted debe de saber todo, acerca de nuestra especie.
- dijo el viejo longus.
- A sí es, su rey, Brangus, quien mueve los dados en su mundo,
casi los dejaron sin alimento. Necesitan alimentar a todo su
pueblo, pero nosotros les enviamos animales que puedan
alimentarse y produzcan- dijo Angélica.
- Así es, pero no es suficiente doctora, necesitamos más.
- ¿Por eso atacaron a todo un pueblo? ¿Por eso hacían acuerdos
con Damian a mis espaldas?- dijo Mathew de manera molesta.
- Es nuestra forma de llamar la atención, es nuestra manera de
decir que necesitamos más alimento- bajo los papeles en la

141
mesa- ¿De qué otra manera podemos subsistir nuestra
especie?
- Ellos producen y alimentan animales, se deshicieron de su
cosecha– dijo Mathew con golpes en la mesa- ¿Acaso no saben
administrar su alimentación y su población?
Angélica hacia señas hacia Mathew, intentando de tranquilizarlo para
no causar un alboroto, pero otro de los líderes longus dijo.
- Entonces dense prisa y consigan más para nosotros, seremos
los mejores aliados, solamente denos lo que necesitamos– dijo
Lazart.
Mathew observaba a los líderes, su vista pareció deambular, veía todo
en cámara lenta, soltó su aliento, exhalando para poder tranquilizarse,
cuando pestaño sus ojos, su mirada se transformó en una forma
relajada y confiado.
- Siempre existe una solución señores, tengo una mejor
propuesta. – dijo de forma confiada.
- Díganos su propuesta, humano. - dijo el longus anciano.
- Lleven todos sus cuerpos alargados a su estúpido mundo, y
púdranse desde el agujero de donde vinieron.
Angélica se quedó sorprendida con las palabras de Mathew, mientras
los longus están sorprendidos y furiosos, el anciano hablo gritando.
- Esto es… una deshonra ¿Cómo te atreves a insultarnos en
nuestras tierras?
Mathew se muestra con mucha confianza, sonreía con una mueca,
disfrutando de los insultos que realizó, mientras Angélica se dirige
hacia ellos.
- Por favor, disculpen por las palabras del Secretario- intentaba
tranquilizarlos de forma nerviosa
- Hablo enserio- dijo Mathew- ¿Quiénes son ustedes para
hablar así de nuestra especie?

142
Se levantó de la silla alta para estar encima de la mesa, los líderes se
pusieron muy disgustados, uno de ellos hablo a un guardia para que
lo sacaran, pasaron algunos segundos y un guardia de longus apareció
con su cuerpo largo, alzó su mano para sostener a Mathew con su
brazo, pero el brazo del longus comenzó a ponerse morado, crecía a lo
largo del brazo hasta llegar a su torso, después a su cabeza hasta
hacerlo colapsar, había sido envenenado instantáneamente, los líderes
están impactados por lo que paso, mientras Mathew los observa.
- Saben… en toda mi vida, e repugnado a todas las razas, todas
las dimensiones, solamente los veo y odio a todos- acomodaba
sus mangas despreocupadamente- se aprovechan de las
debilidades de todos, quebrantan nuestras leyes y nos
inculpan de sus actos.
Angélica observa detenidamente a Mathew, sorprendida por los actos
que está haciendo, intenta de recapacitarlo de sus actos.
- Mathew ¿Qué estás haciendo? Venimos a mejorar las cosas,
no empeorarlas. - dijo Angélica de forma frenética.
- Estoy harto de sus abusos doctora, ahora, es el momento de
parar. Es hora de retomar las riendas en este asunto.
Mathew se alzó hacia los líderes, uno de ellos saco un arma,
apuntando a Mathew. Él se detuvo, comenzaba a reír como si fuera un
chiste, se burlaba de ellos, mientras el longus lo miraba.
- Es inútil, ustedes ya están muertos– dijo Mathew
alegremente- conozco a su rey, sé que ustedes dependen de él,
pero todo será inútil- Alzó su mano para chasquear sus dedos-
las fichas comienzan a mover.
En unos segundos, comenzó a salir entre las esquinas de la sala, una
especie de neblina negra, abundaba en la sala, poniendo nervioso a los
longus. En un instante, uno de ellos fue arrastrado hacia la pared,
atravesándola como si fuera agua, el anciano comenzó asustarse, se
puso de pie poniéndose sobre la pared, pero algo lo agarro,
aparecieron varias manos en su rostro, lo estaban arrastrando, pero
143
con el tiempo, comenzó a blanquearse y secarse hasta morir, dejando
un cadáver en medio de la sala. Mientras Lazart apunta a Mathew,
asustado por la muerte de sus compañeros, cuando se distrajo, volteo
hacia Mathew, pero él está a unos centímetros de él, él lo sostuvo del
cuello y golpeo su mano para apartar el arma, lo recargo sobre la silla
mientras le hablaba y Angélica se encuentra asustada por lo que pasa.
- Sabes, yo nunca hablo con los muertos, pero yo les di una
oportunidad de ser amable, ahora, ustedes serán las presas.
El longus se encuentra asustado, no podía respirar por la fuerza de los
dedos de Mathew, pero en un momento, una silla es impactada en su
espalda, él reacciona de manera molesta y voltea hacia atrás, era
Angélica quien está detrás de él.
- ¿Qué es lo que sucede Mathew? ¿En que estabas pensando? –
preguntó molesta.
- Doctora… a veces las palabras no son suficientes para
solucionar un problema.
- ¿Matando a quien no esté de acuerdo a tus ideas? No es así, se
debe de insistir, se debe debatir.
Mathew suelta al longus que sostiene, dejándolo respirar, se pone de
pie para dirigirse hacia la doctora, camina con tranquilidad hacia ella,
mientras escucha fuertes golpes en la entrada, pero está atascada,
mientras ella se da cuenta sobre los ruidos, pero siente ansiedad por el
acercamiento de Mathew.
- Nunca me agradaron los extradimensionales, son demasiados
asquerosos, dicen que hicimos negocios a terceros, ellos son
los que secuestran a las personas, aun así, quieren poner sus
reglas en nuestro mundo y ¿llegar a un acuerdo así nada más?
- ¿Eliminar? Podemos coexistir juntos, no podemos generar
guerras, debes parar, debes perdonar. - dijo Angélica de
manera desesperante

144
Lazart comienza a buscar el arma que había sido apartado, se dirigía
hacia el suelo para apuntar a Mathew, mientras él sigue hablando.
- La única raza que debe dominar… es el humano, y yo…
liderare la marcha– dijo Mathew intentando de convencer a la
doctora- yo… seré quien salve a la humanidad.
- Nos asesinaras a todos.
- Su conversación termino aquí – dijo Lazart.
Sostiene un arma, apuntaba a Mathew y a Angélica, comienza a reír
por la victoria.
- Esto se va enterar Brangus. Por ustedes, entraran en guerra…
Apunta el arma hacia ellos, pero algo comenzó ahogarlo, sentía en su
pecho arde y algo lo cortaba, sentía como hervía todo su interior hasta
que apareció una mano oscura. Contenía una especie de líquido negro,
había sido atravesado desde la neblina que apareció. El longus
comienza a desvanecerse hasta caer al suelo, detrás de él, apareció una
sombra, con forma de una túnica, en su rostro solamente se observa
una luz roja. Mathew lo observa detenidamente, mientras Angélica
retrocede para alejarse de él, pero tropieza por otra figura oscura.
Antes de caer, una mano alcanzó sostenerla de su ropa, mientras ella
observa a la entidad.
- ¿Qué haces aquí? - estaba espantada, su corazón latía con
brusquedad y velocidad.
Angélica volteó hacia Mathew para afirmar si se encuentra bien. Para
su sorpresa, descubrió una mirada macabra, parecía disfrutar lo que
pasaba, sorprendiendo a la doctora.
- ¿Mathew – dijo de forma preocupada.
- Es una lástima doctora, usted era mi compañera favorita,
siempre me acompañabas a todas partes. No puedo dejar
testigos.

145
Angélica comenzó a sentir ira en su interior, su coraje hizo apretar sus
dientes, maldecía a Mathew mientras se agitaba en el aire, mientras
Quetzal la sostiene.
- No llegaras lejos.
Su aspecto cambio con seriedad, tomo por acercarse hacia la doctora.
- Quizás, pero a veces tienes que sacrificar piezas importantes
para ganar la guerra- cerró sus ojos y sus lágrimas
comenzaron a escurrir- lo siento doctora… deshazte de ella
Quetzal.
Quetzal observo a Angélica con sus ojos quebrados, mostrando un
aspecto temible, hizo tener miedo a la mujer, mientras uno de sus
tentáculos enrollaba su cuerpo hasta llegar a su cuello. La textura
rasposa y el frío que hacía sentir en su cuello, hacia helar su sangre, su
pánico le invadía su mente, su respiración se agitaba y sus lágrimas
comenzaban a salir. Pensaba que no podría tener la cita que había
prometido a Javier. Comenzó a recordar cuando miraba a Javier con
Abril, charlando en una cafetería juntos, sentía celos al estar sentado
con esa mujer. Pensó.
-Nunca pensé que esa mujer… tendría todo- sentía su garganta
contrayéndose con fuerza, comenzó a recordar a Travis, cuando era un
niño, ella sonreía siempre que lo miraba desde que tenía cuatro años
y sintiera con la misma alegría y cariño… que sentía de su madre- Lo
siento mucho niños- los huesos comenzaron a tronar y sus músculos a
desgarrar.

En un instante el hueso crujió, haciendo desvanecer a Angélica Abel.


Alzó su tentáculo para lanzar a la mujer contra la pared, mientras una
de las paredes continúa emitiendo neblina negra, traspasando la
dimensión de donde están. Mathew se dirigió hacia la pared para
saltar hacia la siguiente dimensión.
- Puedes deshacerte del lugar- dijo Mathew mientras
desaparecía del lugar.
146
Quetzal y Azrael se miraron, se carcajearon, pensando que se
divertirían con el espectáculo que haría. Ambos alzaron sus manos en
un punto, concentrando una partícula de gravitón con mayor
concentración, emitiendo un brillo oscuro mientras flota en el vacío.
Ambos se dirigieron hacia la pared para desaparecer, dejando la
partícula de gravitón, hasta que se activó un agujero negro más
grande, todo su centro se absorbía, las paredes comenzaron a crujir,
mientras los longus pudieron abrir la puerta trancada, pero
observaron el agujero negro, siendo demasiado tarde para ellos. Todo
el edificio fue colapsado con el tiempo, hasta ser arrastrado hacia un
centro, mientras una parte de la ciudad comenzaba a ser afectada por
la gravedad del agujero negro, tragándose la mitad de la ciudad, al
punto que el gravitón comenzó a desintegrarse por la falta de energía,
desvaneciendo el agujero negro. La mitad de la ciudad fue destruida
por el fenómeno, mientras salían varios longus saliendo entre los
escombros de sus casas.

147
Ganado

El sol está en su punto más alto en Chuviscar, en el mismo día del


suceso de Santa Teresa, está una bodega, en las orillas de la ciudad
Chuviscar, se encuentran varios obreros levantando cajas, otros
manejan montacargas, para llevar cajas más grandes y con mayor
peso. En el interior, se encuentran varias personas atendiendo a una
multitud de cien personas, recibían a individuos con extremas
necesidades, debido que leyeron carteles en las calles, que se contratan
personas con excelentes sueldos, siendo un trabajo excelente con
personas necesitadas. La bodega contiene una oficina, dentro de un
pequeño cuarto en el segundo piso, sostenido por barras de tubos para
soportar el peso, se encuentran dos personas, discutiendo sobre
asuntos, uno de ellos, un joven moreno, con aspecto de barba y un
corte de cabello muy corto, vestía de una simple camisa de mezclilla,
estaba hablando con otro joven que coordina a la gente.
- ¿No sabes que tenemos prisa? Vamos, necesito que lleves
hacia la siguiente bodega en el camión, esos deformes quieren
un cargamento de cincuenta personas para hoy.
- Sí señor, ¿A dónde van esas personas?
- ¿No recuerdas el tratado? Van a trabajar, es como cruzar una
frontera.
Aquel joven asintió y se fue del lugar, bajó hacia las escaleras para
dirigirse con otros trabajadores.
- ¡Necesito que los lleven ahora!
Todo el personal se coordinó en llevar a la multitud de personas, todos
subieron a varios camiones y encendieron los motores para irse. El
traslado duro diez minutos, recorrieron alrededor de dos kilómetros,
fueron más lejos de la ciudad, llegaron a una bodega con el mismo
tamaño, metiéndose para encontrarse varias sillas, se sentaron para
148
estar al frente de una lona, había personas al frente de ellos, uno de
ellos se presentó de manera alegre
- Hola a todos, bienvenidos al intercambio de empleos, los
reunimos aquí para orientarlos a su nuevo empleo, su sueldo
es uno de los mejores en el país, pero tendrán que cruzar a una
frontera primero, la dimensión.
Todos observan detenidamente a la persona que habla, pero un joven
con ojos verdes, miraba con más precisión al joven, mientras sigue con
la conversación. Después de hablar durante treinta minutos continua.
- Al mundo donde trabajarán, ustedes conocerán otra frontera,
otros tipos de personas de la raza longus- volteo a mirar a un
lado suyo- ven amigo– alzó su mano para traer a alguien.
Detrás de la manta, aparece un longus, con las características de la
raza, siendo su cuerpo alargado de dos metros y medio, viste un traje
negro, su piel es igual al de nosotros, está peinado con el cabello hacia
atrás y su rostro muestra carisma, sonriendo hacia las otras personas,
mientras la multitud se sorprende.
- Hola a todos, como ven, yo soy un longus, de la especie Homo
Longus, mi hogar se encuentra a pocos metros, nosotros
somos como ustedes, pero más altos, trabajaremos
mutuamente con ustedes.
En la lona, pusieron varias imágenes, demostrando las familias de la
raza longus, haciendo sentir más cómodos a la multitud, alegrándolos
y sintiéndolos más cómodos. Terminaron con la sesión y comenzaron
a movilizar a todas las personas. El longus los envió hacia un salón
más pequeños, ahí, se encontraba un portal, instalado por una serie de
cables y alimentados por altas cantidades de energía. Él se puso
enseguida del portal mientras explicaba.
- Bien, entraran uno por uno, cuando pasen al portal, entraran
a otra dimensión, otro mundo, los recibirán otros de mis
compañeros.

149
La multitud comenzaron a pasar uno en uno, mientras otro de los
personales entraba y salía del portal, para avisar a las personas.
Cuando entraban en la dimensión, se encuentran en una recepción, un
salón donde está abierto un portal, a unos pocos metros, se encuentra
un escritorio con un longus mujer, recibiendo a la persona. Indicaba
por donde irse, que cruzara la puerta y tomaran sus datos para poder
anexarlas, con ello, otro longus acompañara a la persona en la sala de
espera. Cuando terminaron de tomar sus datos, lo acompañaron hasta
la puerta, el hombre empujo la entrada hasta llegar en un salón oscuro,
poniendo al humano un poco nervioso, pero un instante, siente un
choque eléctrico en su espalda, electrocutándolo hasta desmayarlo. Lo
cargaron para llevárselo a otra puerta. entraron a otro salón con varias
rejas, encarcelando a las personas como animales, todos gritaban por
ayuda, lloraban por piedad, mientras otros eran arrastrados para darle
fin a su destino. Después, entro una persona en el portal, la asistente
indico la dirección, fue a que tomaran sus datos y pidieron su nombre.
- Edgar Liaz- dijo el joven con la gorra.
- Bien, puede pasar a la siguiente puerta- dijo el longus que
tomaba sus datos.
Asintió en pasar a la siguiente puerta, cuando pasó, observó el salón
oscuro, sus instintos se alarmaron, sospechando que algo no estaba
bien, cuando en un instante sintió un choque eléctrico en su espalda,
gritaba de dolor, pero no caía, su mente siguió consciente, alzó su
brazo para golpear a la persona que lo hizo, quitando la pistola
eléctrica. Cuando observo al longus hacerlo, la persona preparo su
otro brazo para golpearlo en la cara hasta noquearlo, pero llegaron
otros guardias a detenerlo, pero la persona lanzó al longus que se
encuentra en el suelo, hasta impactarlo contra los guardias, siendo
lanzados hasta chocar la puerta de la recepción, estaban todos los
asistentes impresionados junto con otra persona que estaban tomando
sus datos, observó a la persona aparecer de la oscuridad del salón,
acompañado con un grito.

150
- ¡Vuelve al portal! ¡Esto es una trampa! – era Dylan quien
gritaba.
Dylan gritaba al hombre que estaba viendo sus datos, otro de los
asistentes saco un arma, pero antes de apuntarlo, fue acuchillado por
una navaja, Dylan había lanzado la navaja, mientras sostiene otras
armas, por su propiedad de orbital de electrones. Continúa lanzando
al personal que se encuentra ahí mientras grita.
- ¡Corre y avísale a todos!
El hombre salió corriendo, cruzo donde se encuentra la asistente,
sorprendiéndola, hasta cruzar el portal, gritó a los demás que es una
trampa, advirtiéndolos de salir del lugar. Todos comenzaron a correr,
los agentes comenzaron a detenerlos, algunos de ellos comenzaron a
dispararlos. Dylan fue hacia la habitación oscura, detecto varios
longus que se dirigen hacia él, todos lo disparan, pero los proyectiles
impactan contra algo metálico, transparente, debido que no se
observaba, él sostuvo una daga, para lanzarlo contra uno de ellos hasta
impactarlo, después, sostuvo un machete para alzar el arma hasta
cortar varios longus en el camino, fue rápido, meneo la espada con
tanta velocidad, hasta desvanecer a quien tocara su filo, permitiendo
los longus que llegaban. Corrió como pudo en varios pasillos hasta
llegar a otra sala, él se sorprendió, observó a todas las personas
encerradas como animales, no lo podía creer, su rostro se llenó de
coraje, pero alguien gritó, uno de los guardias comenzó disparar a
Dylan, desde un segundo piso, pero se cubrió por su órbita, sostuvo
otra navaja para lanzarlo contra él. Se dirigió a una de las celdas y alzó
su arma para cortar la cerradura, comenzó a brillar el filo, moviendo
todas las partículas con tanta velocidad, como la propiedad de Travis
de Choque de onda, bajo el machete con tanta velocidad, hasta cortar
la cerradura, todos de la celda empezaron a empujar y Dylan apunta
hacia una dirección para que corrieran, continuó abriendo varias
cerraduras con el mismo movimiento para liberarlos, pero apenas
pudo abrir cuatro y varios longus comenzaron aparecer, una docena

151
perseguía a Dylan. No podía liberas más prisioneros, tuvo que correr
para evitar las balas, a pesar que se cubría por la propiedad de
orbitales de sus armas, no podría ser suficiente, debido que tiene
pequeñas aberturas, necesita esconderse, se cubrió sobre una pared.
Se fue hacia una pared para cubrirse, varios guardias avanzaron para
interceptar a Dylan, pero él consiguió varias navajas, cuando escucho
varios oficiales dirigiéndose a él, alzó sus manos para lanzar navajas,
hasta clavárselos a sus pechos, pero miró que crecía el número de
longus, hasta llegar a cien de ellos. Él se comenzaba estresar al
percatarse de como crecía el número de longus, consiguió una espada
para entrelazar su machete con su otra mano, concentro su propiedad
para hacerlo girar con mayor velocidad, mientras comienza a recordar
las palabras de Gibson en su entrenamiento.
- Dylan, recuerda que tu propiedad es similar a la mecánica de los
electrones, los electrones tienen una configuración electrónica,
cuando contienen mayor cantidad de protones, neutrones y
electrones, se define un elemento, pero, ¿sabes cómo giran? -
pregunto Gibson.
- Como un sistema solar- dijo Dylan.
- No, giran de manera diferente, depende de sus niveles de energía que
designamos, S P D F, definen como giran los electrones y la
probabilidad de encontrarlos, mientras mayor cantidad de electrones,
protones y neutrones, su orbital será más complejo. Los tuyos, por
ejemplo, están en el primero, el nivel S.
Mientras sus recuerdos terminaron, habían rodeado a Dylan más de
cien longus, sus ojos cerraron, mientras le ordenan que levante sus
manos. Cuando abrió sus ojos, sus orbitas, están oscilando en la cuarta
dimensión, comenzó a girarlas con mayor velocidad, comenzó
aumentar la cantidad de armas, hasta traerlos a la dimensión donde se
encuentra, mientras se dice así mismo.
- Quizás no sea totalmente un dimensionista, pero una pequeña
parte de mí, sabe cómo hacerlo.
152
Comenzó aparecer una esfera alrededor de él, había traído todas sus
armas, hasta completar 118 armas, siendo la cantidad de elementos de
la tabla periódica. Todos comenzaron a disparar, pero no podían
atravesar la esfera, debido que emitía un sonido, debido que la
velocidad de los orbitales, es más rápido que el sonido, hasta ser más
rápido que las balas. Todos pararon de disparar, debido que las balas
rebotaban a otros, el sonido comenzó aumentar, está subiendo su
velocidad hasta emitir una esfera de luz, todos no entendía que
sucede, pero se percataron que la esfera comenzó a deformarse, hasta
formarse una cantidad de óvalos alargados, siendo sostenido en un
punto, siendo la misma forma del orbital F de la configuración
electrónica.
Todos se preguntaban qué era eso, pero nadie sabía, en un instante,
comenzó a dispararse una partícula de luz, atravesando a varios
guardias hasta caer, todos se quedaron atónicos, comenzaron a
disparar, pero no hacia efecto ninguno, él orbital continuó disparando
varias partículas en todas las direcciones, atravesando a todos, incluso
las paredes, todos comenzaron a huir, siendo tres cuartos de los
guardias, muertos por los disparos, conforme disparaban los orbitales,
su configuración electrónica cambiaba y cambiaba su forma de
orbitales, sus giros cambiaban de dirección conforme disminuía su
configuración, hasta llegar a la configuración S, siendo una esfera
normal. Cuando llego a su nivel de energía, comenzó a disminuir su
velocidad, hasta desintegrarse el arma que estaba usando. Dylan
quedó agotado por la propiedad que usó, no se podía poner de pie,
debido a la energía que gasto, mientras sus recuerdos volvían otra vez.
- Recuerda Dylan, los disparos son como la radiación, son
desprendimientos de los electrones, los átomos comienzan a decaer y
tienen que desprenderse de un protón, y así viceversamente, debes de
desprender tu energía interior, para que tus armas, ya convertidas
en partículas, comiencen a desprenderse, disparando casi a la
velocidad de la luz. En realidad, serán luz… serán fotones, y como

153
su naturaleza lo permite, se desintegrarán a pocos metros. Es el
principio de la radiactividad.
Se encuentra de rodillas, ni siquiera puede sostener las armas de sus
manos, le tiemblan sin cesar, debido que tuvo que soltarlas.
Aparecieron frente a él algunas personas, habían podido salir por el
ataque, debido que una partícula atravesó la cerradura, una mujer se
acerca hacia Dylan, agradeciendo por salvarles la vida y el asintió, uno
de ellos lo cargó para ayudarlo a escapar, mientras otros buscan las
llaves para las demás rejas.
De pronto, se escuchan otros guardias aproximándose, gritaban y se
escuchan sus pasos, Todos comenzaron apurarse, la persona quien
carga a Dylan, comienza dirigirse hacia la entrada, la misma puerta
donde se dirige hacia el portal, pero cuando comienzan a llegar, varios
guardias habían llegado, algunos comenzaron a disparar a las
personas y otros atacarlos como animales, pero en un instante,
pararon, todos se quedaron atónitos, en sus radios sobre su hombro,
escucharon hablar a uno de sus líderes.
- Aborten la misión, salgan de ahí, ¡Ahora!, toda la ciudad está
colapsando.
Todos están sorprendidos, comenzaron a correr, todas las personas
están confundidos, pero uno de ellos, observa su collar que empieza a
flotar, se tensionaba como sí algo lo jalara, Dylan mira cómo sus armas
comienzan a moverse, pensó que debía irse.
- ¡Corran!
Todos comenzaron a correr, algunos se quedaron atrapados en las
rejas, no podían escapar debido a la cerradura, toda la multitud
comenzaron a correr, se dirigían hacia el portal para atravesarla. Uno
en uno cruzaban, siendo una multitud de cientos de personas, Dylan
miraba como se iban, pero comienza a sentir un jalón muy fuerte,
pensó que era momento de irse, pidió a una persona, de estatura
grande que lo pudiera cargar, lo alzó a su hombro y comenzaron a
huir, conforme se acercaban al portal, los tornillos comenzaron a crujir,

154
ya no hubo tiempo, tenían que irse. El último momento de cruzar,
Dylan observó por última vez, como se movían los objetos, cuando
cruzó el portal duro cinco segundos, hasta que se cerró. Debido que
estaba conectado con las instalaciones de la otra dimensión, la energía
se había cortado, y algunas personas se quedaron atrapados.
El panorama en el edificio, comenzó a desmoronarse, los bloques se
desprendían, algunos cuerpos comenzaron a flotar y ser jalados a una
dirección, algunas personas que quedaron atrapados, las rejas se
habían desprendido, pero ahora, no podían escapar de su destino de
ser tragados, por un agujero negro. Todo el lugar era arrastrado por la
gravedad de un agujero negro, debido que Quetzal y Azrael, activaron
el gravitón para generar un agujero negro, destruyendo gran parte de
la ciudad.
Dylan está exhausto, jadeaba y su cuerpo casi no respondían, mientras
otras personas se reúnen con él y comenzaban agradecerle, él asentía
el agradecimiento, pero se culpaba por no salvar a todos, pero ellos lo
calmaban, una mujer habló.
- No te tienes que culparte, hiciste lo posible para salvarnos,
eres nuestro héroe.
- Gracias- dijo Dylan.
Sonrió hacia la mujer de mediana edad, mientras los demás
agradecían, en un instante, comenzaron a llegar oficiales, se
sorprendieron por la cantidad de personas que se encuentran en el
salón, todos apuntan con sus armas, pero lo bajaron, uno de ellos
comienza hablar.
- Somos los oficiales del departamento de seguridad ¿Se
encuentran bien?
La multitud se divide, abriendo paso para que dejaran pasar a Dylan,
un hombre lo ayuda a cargar, mientras se dirige a unos de los oficiales,
ellos se encuentran sorprendidos.
- ¿Señor Cannot? ¿Qué hace aquí? – dijo el oficial sorprendido.

155
- Alguien tiene que tomar la iniciativa, ¿no es así? - dijo Dylan
de forma carismático.
Algunas horas más tarde, en el hospital de Chuviscar, los doctores se
encuentran atendiendo a Dylan en una habitación, la ventana está de
color negro, indicando que es de noche. Abrió la puerta una mujer
pelirroja, con uniforme de oficiales, entra en la habitación, la General
Raquel había aparecido, cerró la puerta para indicar al doctor que lo
examinaba, se retirara para hablar, él asintió para despedirse de
Dylan, dándole unas palmadas en el hombro para irse. Dylan mostro
el asiento, para que pudiera sentarse la mujer, ella agradeció y
comenzó hablar.
- Parece que estas vencido- dijo Raquel mientras sonreía de
forma sarcástica.
- Solamente me agoté demasiado, el doctor me dijo que necesito
comer y tomar algunas vitaminas, ya que parezco estar
anémico. - dijo Dylan con una voz débil, casi susurraba por el
cansancio.
La general miró detenidamente a Dylan, su mirada cambio a ser muy
seria, cruzo sus brazos para hablar.
- Dylan ¿Por qué lo hiciste? Sabes que es nuestra tarea hacerlo.
- Lo siento Raquel, sus procedimientos burocráticos, no sirven
para nada. Tomé la iniciativa y lo hice. Solamente vieron a una
multitud salir entre los terrenos baldíos y así vinieron. Así que
de nada.
- Las leyes lo dicen, debes tener la profesión de hacerlo, no
puedes entrar y hacer un alboroto como si nada.
- ¡¿Permitir que siguieran secuestrando personas?! ¡No! Haré
justicia quien dañe a todo ser vivo, Yadira lo habría hecho-
dijo Dylan gritando y molesto, apenas podía subir el tono de
voz por los gritos.

156
- Eso es tomar venganza, no es justicia, pero tus actos justifican
tus palabras.
Raquel suspiro, su cabeza se apoyó en su mano, al voltear, observó a
Dylan molesto por los actos tardados de los oficiales, debido que
tardaron mucho tiempo en reaccionar.
- ¿Tú sabes cómo se siente no hacer las cosas a tiempo? ¿Sabes
cómo se siente cuando llegas tarde? ¿Sabes cómo se siente
culparte todo el tiempo por perder a alguien? ¡¿Lo sabes?!-
dijo Dylan furioso.
Dylan observó a la mujer, mientras ella lo miraba con lastima, sus ojos
se enfocaron en la pared blanca de la habitación, pensando y
meditando por unos segundos.
- Lo sé, yo perdí a mi pareja hace dos años, sé que no pude
llegar a tiempo, todavía era oficial en aquel entonces, era muy
joven, pude haberlo salvado, podría haberlo ayudado, pero
llegue tarde.
Raquel empezó a llorar, sus lágrimas comenzaron a caer y resbalar,
Dylan la mira con delicadeza, pensó que pudo hablar algo que no
debía. Su ira tomo las riendas de su boca, permitiendo atacar a ciegas,
lastimando a las personas que menos puede pensar.
- Yo… lo siento, ¿Qué fue lo que ocurrió?
Alzó su mano para limpiar sus lágrimas.
- Yo era más rebelde en aquel entonces, mi novio y yo salíamos
muchas veces a los bares, tomábamos muy seguido, pero un
día, me tocó trabajar el turno nocturno, él me dijo que se iría
al bar smokie, yo asentí. Cuando era la una de la mañana,
recibí en la radio sobre el caso disparos en el mismo bar, yo
me espanté, fui lo más pronto posible y ocurrió lo peor… hubo
un enfrentamiento y dispararon a él, estaban muy ebrios y
alguien disparo.
Dylan la miro con delicadeza, cambio su forma de hablar para
animarla.
157
- Raquel, lo siento, a veces el dolor es inevitable. Cuando existe
el dolor, nos hace pensar, cuando pensamos, nos volvemos
sabios, podemos aprender de nuestros errores y hacer sanar
las heridas.
Su mirada sigue apuntando al suelo, a Dylan le concertó, pero ella
comienza hacer una mueca para suprimir sus sentimientos.
- No vine solamente hablar de nuestro pasado- dijo Raquel con
una voz seria.
- Entonces, ¿Por qué viniste?
- La doctora Angélica Abel y Mathew Codwell, desaparecieron.
- ¿Qué? - preguntó Dylan desconcertado.
- Fue el mismo momento, cuando fuiste hacia la dimensión de
Longus. Ellos se encontraban en una reunión en la misma
ciudad donde estabas tú.
- No puede ser. Ellos. La gravedad…- dijo Dylan mientras
llegan sus recuerdos, pensaba la destrucción de la ciudad.
- Si, posiblemente estén muertos, y el único quien puede causar
ese desastre… es la misma serpiente.
- Si, parece que quiere deshacerse de todos– Los dientes de
Dylan crujían por la furia, pensando que se acerca algo malo.

158
Aparición Inesperada

La noche había llegado, las luces de la ciudad aparecieron. Travis se


encuentra fuera de la casa de Elena, ambos estaban en la camioneta de
Dr. Jacquez. Continuaban hablando sobre el suceso de la misma tarde.
- ¿Seguro que estarás bien? - preguntó Elena junto con sus cejar
arqueadas por la preocupación.
- Estoy bien, nunca me había sentido mejor- se miró en el
espejo- parece que me siento con más energía.
Travis observa sus manos, cerraba sus puños y las abría
constantemente, midiendo la motricidad de su cuerpo, mientras Elena
lo observa de forma preocupada. Él cambia de forma carismático y
alza su mano para tocar su rostro.
- Estoy bien, mientras nadie averigüe lo que sucedió.
En ese instante, la puerta de la casa de Elena se abre. Era la madre de
ella, había salido por la preocupación, pero a la vez, tenía la curiosidad
de averiguar con quien está.
- ¡Elena! Ya es muy noche. - gritó con fuerza la señora.
- ¡Ya voy! – gritó Elena al sacar la cabeza de la ventana del carro.
- Es cierto, es muy tarde Elena. - dijo Travis.
- Dile a tu novio ¿Si tiene hambre? - preguntó la madre de
Elena.
Ambos se sonrojaron, se rieron un poco debido a la ligera alegría que
contiene esas palabras, Travis observa a la madre de Elena y saca la
cabeza para gritar.
- ¡Muchas gracias! Pero mis hermanos me esperan en la casa.
- ¡Eres bienvenido muchacho! – sostuvo la puerta para cerrarla-
me dices sí tienes hambre- cerró.

159
Elena se dirigió hacia Travis, indicando que se tiene que ir, ella se
despide con carisma y dulzura, mientras él se despide también. Ella
baja de la camioneta para irse a su casa, se voltea para alzar la mano
desde su casa, mientras Travis hace lo mismo en la camioneta.
Encendió el vehículo y aceleró para irse del lugar. Su mente divaga en
el camino, al realizar algunas vueltas sobre el lugar, recuerda la casa
donde vivía con sus hermanos, debido el incidente que ocurrió días
atrás, tuvieron que vivir en la casa de Dr. Jacquez. Optó por ir hacia su
hogar, girando el volante hasta llegar a su casa. Las llantas dejaron de
girar, el vehículo se apagó y se quitó el cinturón el muchacho, Travis
se bajó de la camioneta para observar su casa. El lugar está en
remodelación, aprovechando la destrucción del frente, realizaran
nuevos diseños en la cocina y la sala del lugar. Sus recuerdos invadían
su mente, cuando había cumplido quince años, se habían mudado a la
casa, recordando el sentimiento de tener una casa nueva.
Suspiró profundamente y decidió entrar a la casa. Los escombros de
la construcción seguían ahí, las herramientas están dispersas por el
lugar, cuando llego la sala, observó el sillón, era donde se acostaba
todo el tiempo Dylan, optó por acostarse ahí, recordando el
sentimiento cuando lo encontraba, o cuando llegaba su amigo
Jonathan en la casa, realizando bromas hacia sus hermanos mayores,
comenzó a sonreír, pensando que pudiera llegar mejores momentos,
optó por acostarse en el sillón, cuando se relajó por unos minutos,
había cerrado sus ojos, sus oídos están delicados a cualquier sonido.
En un instante, escucho un sonido hueco, haciendo reaccionar a
Travis, se alzó para averiguar que fue, pero no encontró nada, pensó
que podría ser algunos temblores, debido a la compresión de las placas
tectónicas, Laurencia y Gondwana sobre Ouachita, generando nuevos
terremotos. Ese pensamiento hizo relajar a Travis, prosiguió por
seguir relajándose, pero algo le percato. El suelo comenzó a humear
una neblina, eso no era normal para él, su inseguridad lo hizo ponerse
de pie, miraba por todas las direcciones, pensando que pudiera

160
aparecer un intruso, pero no se escuchaba nada, pensó en otra opción
y dijo en voz alta.
- Sé que estas aquí Esfenia…- dijo Travis mientras giran sus ojos
en todas las direcciones.
En unos segundos, se escucharon algunos cristales chocándose, el
sonido provenía detrás de él, pensó que atravesaría la pared de forma
invisible, pero antes de voltear, observó caer algunos cristales hasta el
suelo. Alguien los había lanzado. Se percató del objeto hasta mirarlo.
Cuando lo hizo, observó algunos cristales alargados de veinte
centímetros y algunos aretes dorados… eran de Esfenia sin duda pensó
en un momento. Él se quedó sorprendido lo que estaba sucediendo,
miro en la pared de dónde provino el objeto, pero estaba oscuro,
emitía una especie de vapor oscuro, siendo el mismo vapor que
proviene de la cueva de Santa Teresa. Travis familiarizó el gas.
- Tu… ¡¿Qué hiciste con ella?!
Una risa apareció entre los muros, sonaban una especie de ecos sobre
la habitación, continuando con algunas palabras.
- Pensaba que no te importaba Travis– Los ecos se
pronunciaban en la habitación.
- ¡Déjala en paz! – gritó Travis mientras voltea hacia la pared
oscura.
- Parece que eres ingenuo, ella estaba a punto de asesinarte. No
entiendo cómo puedes defender a alguien que intenta
asesinarte.
- Entonces era verdad- pensó durante unos segundos- ¡sal de
donde estés!
- Tienes el mismo espíritu de tu madre.
- Tú no sabes nada de ella – se encuentra irritado Travis.
- Más de lo que crees Travis.
En frente de él, desde la sombra que emite el plano, comenzó aparecer
una mano despacio, intenta alcanzar a Travis, mientras él observa

161
cómo se acercaba, miraba la mano cuyo color es muy pálido, casi hasta
de ser color blanco, mientras sus venas, se notaban el color casi negro,
y su túnica aparecía hasta estar completamente, su rostro era cubierta
por la misma capucha, mientras su boca se podía apreciar, su rostro
parecía chorrear el mismo líquido negro, parecía que lloraba con el
mismo líquido. Travis tuvo que retroceder mientras aparecía, hasta
toparse con el mismo sillón. Miró detenidamente a la entidad que
apareció.
- Tu… ¿Eres Haval? - la voz de Travis sonó muy inseguro ante
la nueva presencia- ¿Eres la esencia oscura?
- Parece que conoces mi nombre, pero sigues el mismo patrón
del ser humano, sabes que lo vez, pero no conoces su origen.
- Entonces debe ser cierto ¿Qué quieres de mí?
- Muchacho, tu cuerpo y tu mente, tiene propiedades especiales
y son fascinantes, te necesito para cumplir mi destino.
- ¿Cuál es tu destino?
- Crear una realidad, donde no exista el miedo, no exista el odio
y diferencias, quiero crear la verdadera paz y evitar la
destrucción.
Travis comenzó captar las palabras de Haval, sintió que son muy
diferentes a las palabras de Esfenia. Su voz impacta tranquilidad, pero
también miedo, además su presentimiento presenta desconfianza,
mucho más que la de Esfenia.
- No te creo- fruncía su ceño- ¿Cómo sabré si confío en ti?
Aquella entidad alzó sus manos hasta sostener la capucha de su
túnica, descubriendo su cabeza en la luz de la luna y de la ciudad.
mostró tener un cabello blanco plateado, su rostro es igual de pálido
como sus manos, sus ojos están cubiertos por una venda, pero en la
venda es donde comienza escurrir el líquido oscuro.
- Debes hacerlo Travis, además, no solo viniste a contemplar tu
casa destruida.

162
- Es cierto, quería averiguar si estabas en mi mente, tenía que
asegurarme de quien eras.
- Tu comportamiento es igual a tu madre. Tus ojos… tienes los
mismos ojos de ella.
- Espera ¿Cómo puedes ver con esas vendas? ¿Por qué
mencionas a mi madre?
Haval comenzó a caminar alrededor de la sala, observó una fotografía
de Abril Cannot, intentaba agarrar la fotografía, pero su mano
atravesaba el objeto como si fuera invisible.
- Ella era todo lo que me importaba en este universo, ella fue
quien eligió el nombre de tus hermanos, y ella me dejo escoger
tu nombre.
Sus ojos dejaron de parpadear, comenzó a retroceder hasta toparse en
la pared, mientras observa aquella entidad intentar tocar la fotografía,
su respiración comenzó agitarse.
- No… No… tu, no puedes ser él, intentas convencerme, no
funcionara en que confíe en ti. Es una tontería que seas él.
- Solo te digo la verdad- seguía sin apartar la vista en la foto-
¿Por qué tendría que mentirte?
Travis se sentó en el sillón, puso sus manos sobre la cara, intentando
de imaginar lo que pasaba, pero su frustración crecía cada vez más,
maldecía y se volvía ponerse de pie, caminaba alrededor de la sala,
observando completamente el cuerpo de Haval. Intentaba averiguar a
quien se podría parecerse a uno de los tres hermanos, la entidad
comienza observar otras fotos de sus hermanos.
- Dylan tiene mi cabello y los ojos que tenía. Yo no tenía los ojos
de un dimensionista cuando tenía un cuerpo.
- ¿Por qué me dices eso? ¿Qué fue lo que ocurrió? Si a ti te
importábamos, sí tu estuvieras con mama cuando más te
necesitaba- sus ojos comenzaron a lagrimear- nosotros te
necesitábamos más que nunca.

163
- Siempre estuve con ustedes. Tu madre y yo vivíamos en otra
casa, tus dos hermanos eran pequeños, tu… estabas a punto
de nacer. Cuando lo naciste, pude verte en el hospital, y supe
que tenías los mismos ojos de tu madre- miró hacia la ventana
para ver la luz de la luna- eras tan pequeño Travis. Pero no
pude cargarte lo suficiente… un día después, el comité
determinó mi estado, me descubrieron y me enjuiciaron como
peligroso. Me quitaron mi cuerpo, fui encerrado en una
especie de antorcha y había sido separado de mi cuerpo con
una máquina gigantesca. Fui encerrado en aquella cueva
durante veinte años. Cuando ocurrió el incidente de Abril,
yo… colapse.
Él se alzó hacia Haval, quería sujetar la ropa de él, pero solamente lo
atravesó, hasta caer al suelo. Comenzó a llorar, debido a la pérdida de
su madre y la falta de su padre.
- Yo, nosotros, nos quedamos solos, te necesitábamos, yo quería
saber quién era mi padre. Pero tú. mírate ¿Enserio eres mi
padre?
- Sí. no pude por lo que paso, antes era un espectro, pero tomé
un cuerpo, me enamoré de tu madre y los tuve a ustedes- duró
unos segundos de silencio- pero me arrebataron todo.
Travis se puso de pie para recuperar su compostura.
- Entonces ¿Por qué entraste a mi cuerpo? ¿Cuál es tu destino?
- preguntó Travis.
- Mi destino implica cambiar el Multiverso y solamente
necesito tu cuerpo para hacerlo.
- ¿Qué quieres hacer con mi cuerpo? – dijo con una voz
quebrada.
- Quiero reiniciar las almas

164
Sus sentimientos de alegría y tristeza desaparecieron, pensaba que
había sido engañado, los objetivos de Haval eran las mismas que tiene
Esfenia, su mirada se tornó a ser seria.
- No– dijo Travis con sentimiento de tristeza.
- Travis… necesito tus propiedades dimensionales, para poder
manejar las cuerdas cuánticas con mayor exactitud, necesito
destruir todo para hacer uno nuevo.
- Entonces quisiste persuadir mis sentimientos para acceder a
dar mi cuerpo, ¿Qué pasara de mis hermanos si lo haces? ¿Los
demás? ¿Qué les sucederá?
- Tus hermanos vivirán, pero todo morirá, se creará una vida
nueva, donde la mente no pueda ser quebrantada por el mal.
- ¿Dices en modificar el código del alma?
- Exactamente, pero para modificarla, debo destruir todo lo que
existe, por eso, necesito estar en once dimensiones para
hacerlo.
Travis cierra sus ojos, se sentía utilizado, sus sentimientos entre padre
e hijo habían desaparecido. Decidió dar media vuelta, para dejar de
ver a su padre.
- Te lo he dicho, no lo hare, es horrible lo que quieres hacer,
pero no. Pensaba que eras el padre que me imaginaba, pero
solamente buscas algo más.
Haval apareció repentinamente en frente de él.
- Lo harás, sé que pronto, pero recuerda Travis. Sí necesitas de
mi ayuda, puedes acceder. Como regalo, te daré mi
propiedad. No será fácil como los cristales, necesitas mucho
entrenamiento para hacerlo. Yo… estaré vigilándote.
La oscuridad entre las paredes comenzó a desvanecerse junto con
Haval, él sonreía mientras todo se desvanecía, hasta dejar a Travis sólo
en la habitación. Él se quedó inmóvil, alzó sus manos para observar la
palma de sus manos, su frustración comenzó a crecer, gritó con todas

165
sus fuerzas, debido a la aparición de su padre, se jalaba su cabello
mientras maldecía, así fue durante diez minutos, hasta que se cansó
de su desesperación. Sus dudas aumentaron, no sabía si creer en
Haval, debido que pudo manejar con facilidad los sentimientos de
Travis, intentando de debilitarlo emocionalmente, para que accediera
a su petición. Tomo una decisión en irse del lugar, pensó que no
lograría a ningún lugar de esa manera, pensó que necesitaba
corroborar las cosas y descubrir la verdad.

166
Secuestrando al muerto

Mientras tanto, la misma noche en el hospital de Chuviscar, se


encuentra vacío los pasillos del quinto piso, una persona había
aparecido en la pared, había atravesado el plano dimensiona del vacío,
después apareció un compañero suyo. Abraham y Alan visten con
batas de doctores y pantaloneras de enfermero, en la esquina del
pasillo, mira cuidadosamente Alan, para verificar que no puedan
descubrirlos.
- Bien, no hay nadie, vamos.
Comenzaron caminar entre los pasillos, sus pasos eran silenciosos
pero rápido, de pronto una enfermera aparece en frente de ellos,
poniéndolos de manera nerviosa. Alan abrió más sus ojos por el
nerviosismo, pero Abraham comenzó una conversación con él,
simulando una plática de sus pacientes. La enfermera no tomo
importancia, pasó enfrente de ellos sin ningún problema. Cuando la
perdieron de vista, apresuraron el paso para subir hacia las escaleras.
Pudieron subir al piso donde buscan, se alzaron para llegar hacia una
sala al ver las puertas empujaron las puertas metálicas hasta entrar a
la morgue. En la sala, había una persona sentada en su silla, se
encontraba leyendo una revista, cuando se dio cuenta de la presencia
de Abraham y Alan, soltó la revista, guardándola en un cajón y
preguntó.
- Doctor ¿En qué puedo ayudarlo? – su voz se tomó nervioso,
ni habían reconocido a los dos.
- Necesito revisar el cuerpo de Damian Houck- dijo Alan
Espejel.
- Pero en unos días lo llevaran– dijo de forma confusa.
- Necesito evaluar un último examen.

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El joven asintió, se dirigió hacia uno de los cajones, hasta encontrar la
de Damian, abrieron el cajón y descubriendo el cuerpo. El joven los
observaba, pero Alan lo miro con su ojo de reptil, viéndolo de forma
impactante, mientras le dice.
- ¿Nos puede dejar solos?
- Lo siento, yo me voy– dijo asustado.
Se fue del lugar de forma deprisa, dejando solos a Abraham y Alan
con el cuerpo. Abraham comenzó a cargarlo, mientras le dijo a Dr.
Espejel que lo sujetara de su ropa fuertemente. En un instante, alguien
abre la puerta apareció una mujer de mediana edad de treinta a
cuarenta años, era la doctora Arreola, se quedó sorprendida y
pasmada, se acercó hacia ellos de forma amenazante.
- Ustedes ¿Qué están haciendo con ese cuerpo?
- ¿Arreola? ¿Qué está haciendo aquí? - pregunto Abraham.
- Es mi turno nocturno, ahora, salgan de aquí o llamare a
seguridad.
Abraham miró a Espejel, indicando algunas señas, él se alzó hacia la
doctora y generó viento para atraerla hacia ella, sujetándola mientras
ella le ordena que la suelte.
- Sujétense- dijo Abraham.
En un instante, comenzaron a caer, parecía que el suelo los había
absorbido, cayendo a un plano del vacío, hasta saltar en otra
dimensión. Ambos comenzaron a caer, la doctora gritaba con fuerza,
mientras Abraham se comenzaba a molestar, indico a Espejel que
amortiguara la caída con el viento. El alzó sus manos en el suelo,
estaban cayendo sobre cien metros, alzo su brazo y emitió un golpe de
viento sobre los demás, amortiguando la caída, poniéndolos a salvo
de lo que pasaría. La doctora no se podía levantar por el miedo,
cuando pudo ponerse de pie, comenzó a reclamar.

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- Ustedes… están locos, no les importa las consecuencias, y tu
Alan eres el más loco que he conocido en mi vida- dijo Arreola
apuntando con su dedo a Alan.
Abraham miró a Espejel mientras carga el cuerpo de Damian, se
mostraba irritado por la mujer.
- Enserio ¿Tenemos que llevarnos a esta mujer?
- Nos metería en problemas. Con esto, tendremos tiempo de
hacer las pruebas.
La doctora comenzaba volverse irritante, pero un momento, dejo de
reclamar, se sentó sobre el suelo rocoso del desierto, para no ir a
ningún lado. En unos segundos, comienza a salir polvo a lo lejos del
lugar, una camioneta había aparecido, Buyer manejaba el vehículo,
desde el portal que conecta en Santa Teresa, ellos alzaban las manos
para que lo identificaran. Cuando llego donde se encuentra Abraham
y Alan, Boyer alzó su mano para saludar con un choque de palmas al
bajar del vehículo, pero se percató de la mujer que había aparecido.
- Espera ¿Ella quién es? - pregunto Leon Boyer
La mujer se puso de pie y se alzó hacia Leon.
- Yo soy la doctora Arreola y esto no se quedará así,
¿Entendido?
- Entendido, bien… vámonos de este lugar. – abrió sus ojos por
la reacción de la doctora, mientras los demás se suben al
vehículo para irse.

Todos subieron a una camioneta tipo todo terreno. Boyer subió el


cuerpo de Damian en la parte trasera mientras Abraham, Dra. Arreola
y Dr. Espejel suben al vehículo. Pasaron una hora de camino, el sol de
aquella dimensión irradiaba con intensidad y nadie decía ni una
palabra. Boyer comenzaba a sentirse incómodo, debido que Arreola y
Espejel no decía ni una palabra. Abraham se percató que su amigo
estaba haciendo muecas. Suspiró un momento.

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- Oye Leon ¿Cómo es que lograste llegar a Santa Teresa? - se
chocaron las miradas para animar una conversación- Se
supone que estabas en una misión.
- Fue gracias a Gibson- giro el volante un poco, debido que
entraron a una zona muy rocosa, dificultando un poco el
camino- el comandante estaba a punto de mandarme a Rio de
Janeiro otra vez. Estaba empacando mis maletas una noche y
de pronto llegó su ayudante, me había dicho que me
necesitaban en Santa Teresa- realizó el cambio a primera en el
vehículo y aceleró con fuerza para ganar la inclinación del
terreno con la tracción de las llantas- era claro que es obra de
Dr. Gibson.
- Entonces debe de estar apoyando las ideas de Espejel ¿No es
así? - volteó mirar al doctor para romper el silencio.
- Así es. Cada vez estamos más cerca de entender el alma.
- Doctor, pero sí el alma sólo somos nosotros ¿Por qué llegar a
este punto? - preguntó Boyer cuando miró por el retrovisor a
Espejel y él reacciono con la mirada con sus ojos rasgados de
un reptil.
- Cierto doctor- dijo con tono molesto Arreola- ¿Por qué tienes
que llegar tan lejos para esto? - realizó una mirada fulminante
hacia Espejel.
Se acomodó despacio Espejel, debido que el zangoloteo de la
camioneta los movía.
- Te lo diré por pasos señor Boyer. No puedo decir que he
descubierto el alma o que puedo salvar sus almas- suspiró con
decepción- Eso es ignorancia. Primero. Tenemos que plantear
un tema, en este caso, “el alma”. Para que tú afirmes, tienes
que tener pruebas, o si no, no servirá de nada. Yo tuve que
acudir al método científico- levantó el dedo índice hacia el
cielo- ¿Por qué? Se comienza con una pregunta, luego tengo

170
que seguir pasos ordenados. Ahora en todos estos años,
investigue y busque el significado del alma, busque cómo
puedo llegar a ella y como medirla. Ese fue el paso más difícil.
Porque construí una hipótesis de cómo trabaja nuestra alma,
me basé en las ideas de Penrose y Hameroff, así trae la
hipótesis con experimentos- miraba a Abraham y Arreola para
verificar sí lo escuchaban y lo miraban detenidamente-
segundo. Después, comencé a trabajar, analicé y experimenté
con plantas, ratones y algunos trilobites de la oficina de Dr.
Jacquez, incluso conmigo- miró fijamente a Abraham- No le
digas a Javier por favor- él asintió con burla, pero una
decepción abundo en la mente de Alan- Fracase muchas veces,
volvía a pensar en una nueva hipótesis. Volvía a intentarlo y
fracasaba, hasta que mi idea acertó con la polarización del
alma- comenzó a sonreír- finalmente pude lograr mi idea.
La doctora se posiciono en el asiento para dirigirse hacia Alan.
- Entonces ¿Por qué aseguras que es tu alma, con la
polarización de la mente?
- Estos datos que recopilo… me baso en la observación,
presentación del experimento e interpretarlos. La
interpretación es el paso más difícil y cuestionado. Ahí fue
cuando mi reputación está en juego, pero ahora… he logrado
tener avances de estos experimentos- miró a Abraham con
valor- haré justicia a mi hermana. Nadie más sufrirá, ya sea
por posesiones y las personas esquizofrénicas tendrán sus
tratamientos correctos.
Arreola se ríe como si fuera un chiste, Alan pareció molestarse por la
reacción de la doctora.
- Por eso tienes una reputación como “el Físico de
esquizofrenia”, todo el mundo de tacha como loco- sonreía
por sacar el veneno al doctor. Abraham interrumpe.

171
- En eso te equivocas doctora. Cuando capturaron a Haval,
Gibson acudió con él en la cueva. El quiso preguntarle el
significado del alma y los secretos del universo. Pedía un trato
por cada pregunta, pero su precio era muy alto- la miró
detenidamente- Tu debes de saber quién es él, doctora. Sabes
que puede hacer, que fue lo que hizo.
- Sé quién es- afirmo con fuerza Arreola.
- Bien. Entonces. Ellos preguntaron por el secreto del universo,
pero el trato era demasiado- duró algunos segundos
pensando- se negaron, claro. Pero Gibson insistió en
preguntar sobre el alma…
- ¿Cuál fue el trato? - preguntó Arreola.
El silencio abundaba en el vehículo, parecía que las pesadillas de
Abraham revivieran.
- Asesinar a su maestro… Dr. Higgs- todos quedaron callados
por la afirmación.
- Tu ¿Cómo sabes eso?
- Yo estuve ahí, presencié su tortura. Gibson lo molía a golpes.
Cuando se desmayaba, lo lanzaba al agua del pequeño lago
que estaba en la cueva. Lo despertaban de esa manera-
Abraham hizo una mueca- siguió así hasta que murió- cerró
sus ojos y suspiro- conseguimos su respuesta, pero pensamos
que nos había mentido. No podíamos decirle al mundo con
palabras, teníamos que demostrar con hechos y pruebas para
determinar el alma. Ahora que sabemos detectar el alma,
buscamos la manera de desprenderla del cuerpo.
Todos miraron a Abraham, lo analizaban y veían como sufría en tener
ese recuerdo.
- Se acercan tiempos difíciles- intentó animarse alzando la
vista- tenemos que aprovechar el cuerpo para analizarlo.

172
Tenemos que calmar al comité dimensional con entregar el
cuerpo.

Al mismo tiempo, en el otro lado del mundo de Pangea, Dr. Jacquez


se encuentra en la ciudad de Londinium. Está en el balcón del hotel,
en sus manos sostiene una botella de vino, se encontraba borracho por
el consumo del mismo líquido, se encuentra sentado en una silla
metálica con una mesa del mismo material, se encontraba pensativo
por el suceso de Angélica Abel.
- ¿Qué te habrá ocurrido Angélica?
Su mente comenzó a llenarse de recuerdos, cuando pasaba tiempos
con ella, sus salidas de trabajo, cenaban juntos y cuando viajaban en
avión. Después comenzó a recordar el momento cuando le dijeron la
noticia.
Había llegado la mañana, en Londinium, estaban en reunión ciertos líderes
mundiales de Pangea y líderes de grises, reptileanos, trheanos y
dimensionistas. Discutían sobre el tratado de negociación dimensional,
además, mencionaban en conseguir el cuerpo de Damian Huck, para tomar
su palabra al tratado. Debido que sus culturas definen la entrega del cuerpo
de un traidor, para volver tomar su confianza. Cuando terminaron, había
salido del salón, saco de su bolsillo un celular, alzando el objeto para averiguar
quién era, Dr. Gibson estaba llamándolo.
- Doctor, buen día.
- Jacquez, es bueno hablar contigo. – la voz de Gibson era más pesado
de lo normal.
- ¿Qué sucede? – dijo Javier, había cambiado su mirada por la
preocupación.
- Angélica- duró un segundo de silencio- se encuentra desaparecida,
se cree que está muerta. La ciudad donde se encontraba con Mathew
Codwell, está destruida- Javier se sentía impactado por la noticia- lo
siento.

173
- Espera, ella es inteligente, ella sabe… - intenta recapacitar, creaba
una clase de mentira para él mismo.
- Javier… es lo que sucedió, no hay nada que hacer, no podemos entrar
a la dimensión. Lo siento.
Colgó. Dr. Jacquez se desplomo, dejo su brazo colgando con el celular, con su
otra mano, se apoyó en su rostro, debido que comenzó a contener las lágrimas,
no creía lo que sucedía.

Entre sus pensamientos comenzó a hablar a sí mismo


- Angélica, recuerdo cuando me ayudaste aquella vez, tenía a Abril en
mis brazos, acudiste a mi ayuda, cuando todo era un caos, las
patrullas estaban en la escena, los enfermeros llevaban el cuerpo de
Abril y yo estaba con los niños. Estabas ahí, conmigo. Llegaste a mí
cuando más necesitaba y los niños también. Acudimos esa misma
noche a tu casa, los niños lloraban, tú los desconsolabas y James
había llegado lo más pronto posible. Nos ayudaste. Empacaste el
equipaje de los niños, les ayudaste a cambiarse para el funeral de su
madre. Tuve que solicitar permiso en el doctorado, dije que iríamos
a Santa Teresa a realizar investigación y llevar a los niños. Tu
ayudaste a Abraham y Dylan para llevarlos a su escuela y yo me
encargaba de Travis. Me ayudaste atenderlos cuando yo estudiaba,
hasta terminar mi doctorado. Pero con el tiempo me había enamorado
de ti, pensé en que fuéramos pareja, pero… tuviste que viajar y tener
una nueva vida. Nunca te olvidé, hasta que te vi otra vez hace cinco
años. Me dedique a intentar conquistarte y coquetearte para
convencerte que volvieras conmigo y con los muchachos. Por eso
pensé, siempre intentare convencerte, pero ahora lamentare por tu
ausencia.
Javier seguía viendo la ciudad perdido entre sus pensamientos,
contemplaba los edificios de la ciudad, pensando lo que había
sucedido con Angélica. Sus dedos comenzaron apretar la botella, el
líquido comenzó a oscurecer, su tono cambiaba despacio, hasta
174
ponerse totalmente negro, comenzó a emitir gases, hasta el punto de
cuartear la botella, llamando la atención de Dr. Jacquez. Se levantó de
la silla para ir al baño y volteó la botella en el fregadero del baño, para
vaciar el líquido que contaminó, pero en un instante, comenzó a sonar
su teléfono, se dirigió hacia el aparato y contesto.
- ¡Travis! Que gusto escucharte ahora ¿Qué tal fue tu día? – dijo
de forma alegre.
- Javier… todo muy bien, ¿Cómo están las cosas por allá? – su
tono fue pausado.
- Todavía es inseguro, pero se tranquilizarán cuando
entreguemos el cuerpo y firmemos el tratado.
- Bien… Javier- los segundos pasaron- necesito preguntarte
algo.
- ¿Qué es lo que ocurre?
El silencio prolongo algunos segundos, cada vez ponía más nervioso
a Javier.
- Dime la verdad acerca de… Haval.
Dr. Jacquez se quedó atónico, el sudor comenzó a salir, alzó su mano
para contener el sudor.
- ¿Qué quieres saber acerca de él? – su voz cambió
repentinamente a secas.
- La verdad. – ambos suspiraron por lo mismo.
- El… surgió hace treinta años. Apareció en medio de la nada,
nadie sabía acerca de él. Según el reporte de CIO, él consiguió
un cuerpo, de un ser humano en Chuviscar, se hacía pasar por
el nombre del muchacho Augusto De Oca. Conoció a tu madre
en ese momento, estaba detrás de Abril por ser una
dimensionista, pero simplemente no ocurrió. Un año después
nació tu hermano Abraham, después tu hermano Dylan y
cuando naciste tú, algo había cambiado en él.
- ¿Por qué dicen que fue alguien muy maligno?
175
- Travis, durante la estancia de él, comenzaron a ocurrir varias
muertes en la ciudad, en otras partes, desaparecían en un
segundo los pueblos, ciudades, bosques y otras dimensiones
se deformaba, pero en especial, los bosques parecían secarse,
los árboles se retorcían, parecía que alguien había cambiado
su forma, incluso los animales. Las ciudades y pueblos, las
personas comenzaron a comportarse de una manera…
extraña.
- ¿A qué te refieres? - preguntó Travis.
- En la noche parecían estar trastornadas, comenzaba a comerse
los platos, caminaban sobre las paredes, parecían arañas, y al
amanecer ya no parecían humanos, simplemente, sus cuerpos
ya no eran los mismos. Según mis estudios, Haval modificaba
sus mentes y sus cuerpos, siendo el resultado de ser inestables
en sus mentes hasta modificar su ADN, pero nunca
entendimos como logro hacerlo.
- La teoría de cuerdas cuánticas… - dijo Travis de forma
pausada.
- ¿Qué? – parecía estar confundido, debido que desconoce con
profundidad la Física Cuántica.
- Las cuerdas cuánticas, tiene la capacidad de modificarlas,
solamente logra modificarlas en una dimensión. Necesita
oscilar en once dimensiones para lograr semejante Azaña.
- ¿Cómo sabes acerca de él?
Pensó un momento en corroborar lo que dijo, debido que puede
meterse en problemas, por lo cual sugirió.
- Investigue acerca de él, tenía la duda si él era mi padre, pero
ahora sé que es cierto ¿Por qué lo ocultaste? - aumento el tono
de su voz.

176
- Tenía miedo de lastimarte Travis, yo… nunca soporte verte
sufrir, pensaba decírtelo cuando tuvieras tus hijos, pensaba
que podrías entenderlo.
- ¿Entender qué? - preguntó molesto y su ira comenzó a cegarlo.
- Entender como es ser un padre, cuando lo seas, entenderás el
sufrimiento de tus hijos, quieras que sean tuyos y no de ellos.
- Todos estos años… me ocultaron la verdad. – comenzó a gritar
en el teléfono.
- Travis yo… - Javier intenta justificar, pero Travis lo
interrumpe.
- No, toda mi vida pensé que fui abandonado, que mi madre
había sido abandonada, pero simplemente alguien me
arrebato a mi padre y a mi madre también ¿Quién fue quien
se llevó a mi padre?
- Fui yo… yo fui quien lo reporté y se lo llevaron. Yo fui quien
protegió a todos, incluso de ustedes de él.
Travis comenzó a llorar, su frustración lo convertía en gritos, comenzó
gritarle a Javier.
- ¡Ocultaste la verdad! ¡Me quitaste a mi padre! Solamente
querías estar con mi madre, pero la asesinaron antes que la
consiguieras. Ahora… no tienes nada, solo un pobre
desgraciado.
- Travis yo… - se cortó la llamada repentinamente.
Dr. Jacquez golpeo hacia la pared, cuarteándolo en un instante por la
fuerza, sus dientes se mostraban por el coraje que sentía. Entre sus
pensamientos, comenzó hablar por sí solo.
- Travis… espero que no hagas ninguna tontería.
Mientras tanto en la casa, se encuentra Travis en el patio, estaba en
medio de la noche, alzó su mirada en el cielo, para ver las estrellas por
maldecir, mientras observaba la luna.
- Todo es una mentira.
177
- Así es… ¿Ahora me crees? – dijo una voz conocida.
Travis bajo su mirada para observar quien hablaba. Era la misma
entidad, pero continúa descubierto de su rostro por la túnica.
- Ahora entiendes porque debo hacerlo.
- ¿Hacer qué? - preguntó Travis desconfiado.
- Con tu cuerpo, puedo modificar la mente de cada alma,
modificar el patrón del universo. Yo, soy la clave y tu… eres
la llave Travis.
Sus miradas chocan, a pesar de las vendas de Haval, podía observarlo
perfectamente, pero su hijo comenzó acercarse hasta llegar a medio
metro, sus ojos demostraban la desconfianza.
- No…
- Travis, todos mienten, matan, roban y tienen conductas
horribles. Por eso se debe destruir la vida para crear otra
mejor.
- No es correcto, Si la vida se creó como es, se debe dejar vivir
y tomar la responsabilidad.
- Pero existe el hambre, el odio y la guerra. - dijo Haval de
forma insistente.
- No entiendes Haval, por eso existe el amor, la compasión y la
paz, se contrarrestan para existir el equilibrio. Si no existiera
lo que dices, jamás evolucionaria la vida, aprendemos, los
errores existen para mejorar, el dolor nos ayuda pensar, y eso
lo debes saber perfectamente.
- Estas cometiendo un error hijo.
- No, ahora estoy comprendiendo. Por eso Javier no quería que
supiera de ti, solamente buscas la manera de conseguir tus
objetivos.
Dio media vuelta para evitarlo, pero antes de desvanecerse, hablo.
- Tendré que demostrarte, cuando llegue el momento, sabrás
que lo que digo, es cierto.
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En un instante se desvaneció como si fuera polvo, sintió un alivio, su
mente está repleta de dudas, no sabía en que confiar. Decidió
adentrarse a la casa, no tenía ganas de pensar en más problemas,
observa como la puerta… es el comienzo de una verdad muy oscura.

En la mañana siguiente, en el pueblo de Santa Teresa, Ouachita,


apareció un portal pequeño en un laboratorio, aparecieron Abraham,
Espejel, Boyer y Dr. Arreola, cargaban el cuerpo de Damian Houck,
comenzaba a pudrirse por el calor, generando un mal olor, siendo tan
repulsivo que casi hacen vomitar a todos. En un instante, la doctora
Arreola se fue a paso veloz hacia la salida, Espejel alzó su mano, para
controlar las partículas de gas, para atraer a la mujer hacia él, lo
sostuvo de su estómago para capturarla y ella comenzó a forcejearse.
- ¡Suéltame! - grito Arreola con forcejeo.
- Sabemos de tus intenciones, no hablaras con Codwell sobre
esto- dijo Espejel mientras sujeta a la doctora. Alguien se
acerca hacia ellos.
- Ellos están muertos- dijo una voz desconocida.
Todos voltearon hacia la dirección de la voz, era Dr. Victor Cardona,
especialista en ciencias de la tierra y Dr. Moreno, especialista en
ciencias matemáticas, se acercaban hacia ellos, perplejos ante lo
sucedido, preguntó Boyer.
- ¿Muertos? ¿Qué sucedió? – dijo consternado.
- Perdonen por Cardona, no están muertos, están
desaparecidos. - dijo Dr. Moreno mientras palmea a Carmona.
- Por favor, tu sabes que nadie puede sobrevivir, ante una
gravedad tan fuerte, ¡se tragó a una ciudad entera! Presión
más rocas, más personas, como resultado es una luna de
cadáveres, un conglomerado de cuerpos y rocas- dijo Dr.
Cardona.

179
Abraham se dirigió hacia ellos, interrumpiéndolos por la
preocupación.
- Esperen, ¿Qué fue lo que sucedió? – dijo con precaución.
- Codwell y Dra. Abel fueron a una reunión en la dimensión de
los longus, al parecer alguien previno la reunión, se filtraron
y atacaron a todos, incluso destruyo media ciudad. - dijo Dr.
Moreno.
- Pero, no pueden estar muertos…- dijo Abraham siendo
positivo.
- Lo siento, pero es muy difícil que puedan sobrevivir algo
como eso.
Todos están confundidos y nostálgicos, debido a la perdida de Dra.
Angélica y Codwell, Abraham se le ocurrió una idea en un instante.
- Doctores, supieron sí cerca del edificio de Chemistry Corp
¿Sufrió algunos daños? – las palabras de Abraham hicieron
pensar a todos, dudando de lo que podría pasar.
- Tendremos que averiguarlo- dijo Dr. Cardona.
Llamaron algunos asistentes para llevarse el cuerpo de Damian
Houck, junto con Dr. Espejel y Arreola. Ella se encuentra molesta por
ser secuestrada, además, están a cientos de kilómetros de su casa,
dejando sin opción a la doctora. Mientras Abraham y Boyer se fueron
junto con los demás doctores, estaban en el pasillo, se dirigían hacia
una de las oficinas de los doctores, pero de pronto, apareció Dr. Gibson
en el pasillo, Abraham está contento de verlo, alzó su mano para
saludarlo, pero de James Gibson sostiene la camisa de Abraham, y lo
somete contra la pared.
- ¡¿Fuiste tú?!- gritó Gibson, estaba furioso
- ¿De que estas hablando? - dijo Abraham de manera confusa,
no entendía que pasaba.
- ¡Estamos condenados por ti!

180
Abraham sostiene el brazo de Gibson, haciéndolo a un lado furioso, se
había molestado por las palabras de él.
- ¿De qué me estas culpando James?
- El cristal de la cueva… Haval, ya no está.
- ¿Qué? – sus ojos se abrieron por la sorpresa
- Tu… hace años tu intentaste liberarlo. Ahora dime ¿Dónde
está? Sé que fuiste tú.
Boyer se acercó hacia Abraham, calmándolo por la disputa que tienen,
palmeo a Gibson para relajarlo.
- ¿Qué sucede? - Preguno Boyer a Abraham.
- Parece que alguien… libero a mi padre, fue más listo que
nosotros esta vez… después de veinte años de intentos.
- Entonces debió ser tu hermano menor- dijo Dr. Gibson.
- Imposible, él no sabe quién es su padre. – no le gustaron las
palabras de Gibson.
Gibson lo miraba de forma retadora, mientras Abraham le regresa la
misma mirada, no se agradaban en lo absoluto.
- Sabes… aprecio mucho a tu madre y Javier. Tienes la forma
de los ojos de tu madre, pero la misma forma de ser de tu
padre- dijo Gibson.
Giro media vuelta para irse del lugar, dejando atrás a los cuatro.
Miraban a Gibson en la forma de caminar, caminaba de forma
apresurado y molesto. En unos segundos después, continuaron hacia
la dirección de la oficina. El doctor Carmona se alzó a su oficina,
sostuvo su teléfono local, llamando a un amigo suyo. Comenzó hablar
con él, bromeaban al respecto de sus salidas y fiestas, se hablaban para
planear una salida. después de hablar con chistes y acuerdos, fue al
grano, pregunto sobre la situación en Chemistry Corp, si había sufrido
algún daño… asintió el suceso. Debido que detrás del edificio, se
encuentran unas lomas de una montaña, comenzó a crujir, comenzaba
a contraerse y desprenderse de una presión, duró algunos minutos,

181
hasta que se acabó. Había cortado la energía del lugar por la fuerza, e
incluso hubo problemas alrededor de la ciudad. Cuando terminaron
la conversación, Carmona se dirigió hacia Abraham, diciéndoles lo
que ocurrió, él se molestó demasiado por la afirmación.
- Es la misma gravedad que hizo esa serpiente. – dijo Abraham
por el análisis.
- ¿A qué te refieres?, pregunto Dr. Moreno.
- La serpiente tiene la propiedad del graviton, se le da hacer
agujeros negros en todos lados, o simplemente genera
gravidad en un punto específico.
- Entiendo, debe de afectar en todas las dimensiones, es por la
variedad de “Calabi-Yau” - dijo Dr. Moreno.
- Lo sé. - dijo Abraham.
Abraham y Boyer se despidieron de los doctores, debido que pueden
ocuparse, se retiraron de la oficina, Boyer caminaba enseguida de él,
pero el paso de Abraham era más rápido y Leon indico que lo
esperara.
- Abraham, espera ¿Qué es lo que sucede? - la pregunta lo hizo
detenerse.
- Con forme pasa el tiempo, más personas pueden estar
muriendo, debo detener a esa serpiente- Boyer alzó sus manos
para tocar los hombros de Abraham.
- Hermano, debes tranquilizarte, se están encargando de eso-
chocó su mirada con la de Abraham con fuerza- aparte, los
niños han estado preguntando por ti.
Abraham se relajó en un instante y miro a Boyer, sus ojos se enfocaron
en el con atención.
- ¿Cómo están ellos?
- Su madre los cuida muy bien, han crecido demasiado rápido
¿Por qué no regresas?

182
- No puedo, debo asegurarme que mi misión este completa. -
dijo Abraham con tono más lento, mostrando su tristeza y
desesperación.
- Abraham, tu obsesión en perseguir a esa serpiente, ha ido
demasiado lejos. – dijo de forma preocupada.
- Lo siento, yo… no quiero que pase igual a lo de mi madre, que
persigan a todo lo que amo.
Abraham bajo su mirada, le insistió a Leon que lo acompañara,
necesitaban averiguar lo que pasaba en el cuerpo de Damian Huck.
Habían pasado las horas, hasta llegar el medio día, habían terminado
el análisis médico del cuerpo, ahora necesitan observar el cuerpo con
el analizador de hadrones, debido que revisaran registros de fotones
en el cerebro, debido por la intensa energía que incidía Barel en el
cuerpo, debió de dejar rastros en la corteza cerebral o en la red
neurológica.
La doctora Arreola se encuentra sentada en uno de los escritorios de
la sala, se mostraba amargada, tenía su seño muy marcada por lo
molesta que está. Mira a Dr. Espejel detenidamente, haciendo sentir
incomodo a él, su mirada lo hacía sentir incomodo mientras revisan el
cuerpo, pero se desconcentra.
- Puedes dejar de mirarme, por favor. – insistió Espejel hacia la
doctora.
- Esto pasa cuando secuestras a alguien, te denunciaré por
secuestro.
- Haz lo que quieras, pero no puedo detenerme. – dijo Espejel
para concentrarse en los resultados.
Arreola se mostró más molesta, cruzo los brazos para demostrar lo
molesta que está.
- Al menos yo no fui quien dejo morir a su… - fue interrumpida
por Abraham, había tocado el hombro de la doctora, ella lo

183
miro para obsevarlo, pero se percató de la mirada de
Abraham…. Se puso nerviosa.
- Di otra palabra y te dejo en una dimensión mucho peor.
Ella asintió por las palabras de Abraham, pensó que sería un error en
hablar por la furia, ahora sus palabras podrían perjudicarle. Abraham
la miró como cambio su expresión, había funcionado su amenaza,
permitiendo que Espejel pudiera trabajar. En un instante, en su bolsillo
comenzó a vibrar su celular.
- Javier… ¿Qué sucede?
- Abraham, ¿Le dijiste la verdad? - dijo en tono inseguro.
- ¿Qué? - preguntó Abraham sorprendido.
- Travis sabe quién es su padre, ¿Fuiste tú quien le dijo acerca
de él?
- No puede ser, no fui yo ¿Qué ocurrió?
- Me llamo para asegurar su sospecha, alguien debió contarle,
alguien de CIO o posiblemente de aquel dimensionista.
Se quedó pensando Cannot, asimilaba la noticia, necesita analizar la
situación que presenta Travis.
- Tu voz te delata que él está furioso, yo también lo estaría por
descubrir que fue mi padre, pero descuida, él sabe perdonar.
Recuerda, siempre fuiste un gran padre, nos cuidaste, nos
enseñaste y sobre todo, aprender acerca del amor familiar, mi
madre siempre te apreció y yo también lo hare.
- Suenas como ella. Gracias Abraham, siempre los voy a querer
y lo siento por mis errores.
- Y nosotros a ti Javier, todos cometemos errores, sólo…
cuídate… adiós. – Colgó.
Espejel se dirigió hacia Abraham, tenía la duda sobre lo que ocurre,
comenzaban a iniciar el proceso, se mostraba preocupado por
Abraham.
- ¿Qué sucede Abraham? - preguntó Dr. Alan Espejel.
184
- Travis sabe la verdad, tengo… un mal presentimiento acerca
de esto.

185
Secretos y katana

Nos adentramos en los recuerdos de Abraham de hace catorce años. Javier


manejaba su van, junto con Angélica Abel de copiloto, Abraham, Dylan y
Travis están en los asientos traseros. Se dirigían rumbo a Santa Teresa,
manejaba entre las curvas de las montañas de Ouachita. Al caer la tarde,
habían llegado al pueblo de Santa Teresa, se dirigieron a estacionarse en frente
de una de las casas del CIO (Centro de Investigación Ouachita). Todos
bajaron de la camioneta, Abraham caminaba detrás de Javier, él los miraba,
contemplando la casa y los niños adentrarse al lugar. Llegaron a la cocina
primero, vieron que estaba preparado en la mesa comida y los platos ordenados
para todos, una jarra de limonada yacía en el centro de la mesa. Asintieron en
comer, debido que el viaje fue tardado y tenían mucha hambre. Javier espero a
los muchachos que terminaran de comer, Angélica le había dado el último
cucharon de carne molida al pequeño Travis, junto con una voz muy alegre
“muy bien, terminaste” y comenzaron aplaudir ambos. Intentaba levantar los
ánimos a todos, Dylan sólo estaba serio y Abraham callado. En un instante,
sintió que Javier toco su hombro, volteó con asombro y lo miraba con
confianza.
- Abraham, haremos lo que podamos para regresar tu felicidad- sonrió
para mostrarse carismático.
- ¿Felicidad? - se mostró molesto y arqueó sus cejas con enojo- a esto
¿Le llamas felicidad?¿Acaso eres estúpido?
- ¡Abraham! – intentó interrumpir Angélica, pero no tuvo éxito.
- Por dios. Mi madre está muerta, incluso no sabemos nada de nuestro
padre- comenzó a gritar y espantar sus hermanos- ahora somos
huérfanos, estamos desamparados aquí en medio de la nada- se
detuvo en un instante, giró para ver a sus hermanos, Dylan lo
miraba con asombro y Travis estaba pasmado y sostenía la blusa de

186
Angélica, mientras ella lo miraba con preocupación- Yo… - su voz
comenzó a bajar de volumen.
- Lo se Abraham- interrumpió Javier- pero no estás solo- miró a Dylan
y Travis con carisma- ni ustedes– meditó un segundo- ahora.
Ustedes… son mi familia, son todo lo que tengo – se puso de pie y
sostuvo una chaqueta larga, llegaba hasta sus talones. Abraham lo
miraba con atención, analizando lo que hacía Javier- Abraham-
sostenía el sombrero sin apartar la vista. Se lo puso en su cabellera y
lo miró de reojo- todo estará bien- pensó un momento- vallan a
lavarse los dientes, dúchense y se van a dormir. Angélica se quedará
con ustedes. Ella estará al mando.
Abraham lo miraba con seriedad, Javier optó por afirmación y salió de la casa.
Dylan miró a Angélica mientras ella recogía los platos.
- ¿A dónde fue tío Javier?
- Fue al laboratorio con unas personas- miró la ventana para ver el
edificio- llegara muy noche- miró rumbo donde está Abraham-
Abraham, puedes encargarte que los niños se alisten para dormir.
Terminare de lavar y luego subo- él asintió y tomó a los niños.
Pasaron las horas, ambos se habían bañado y cepillado los dientes. Angélica
se concentró en vestir a Travis con su ropa para dormir y Dylan se dedicaba
a des tender su cama.
Estaban listos, ella se dirigió hacia ellos para despedir a ambos niños con un
beso en la frente y los arropó con sus cobijas. Cerró la puerta con cautela y
miró la puerta donde estaba Abraham, se dirigió ahí y toco con cautela para
averiguar sí estaba listo.
- Pase- indicó Abraham.
Angélica asintió y abrió la puerta, él estaba acostado y tapado en su cama, ella
se acercó a él, apagó su lámpara para dejarlo descansar.
- ¿Estás bien? - preguntó desconsolada, optó por sentarse en una silla
de madera que está en la esquina del cuarto.
- Sí, solamente estoy cansado- dijo de forma muy serio.

187
- Abraham, Javier los ama demasiado- su voz se tornó suave- nunca
había visto un hombre que se preocupara por otros niños, él te quiere
Abraham- pensó un segundo- sólo, dale una oportunidad- él la miró
directamente y asintió.
- Lo hare. Haré lo mejor posible.
- Bien- sonrió.
Angélica se alegró, felicitó al joven en su cama, acariciando su pelo para
premiarlo. Se dirigió a la puerta y lo cerro con delicadeza. En cuanto el silencio
abundo en la habitación, Abraham saltó de un brinco de la cama con su ropa
para dormir. Sostuvo un cambio de ropa de su maleta. Había una camiseta
negra y un pantalón de mezclilla, junto con zapatos deportivos. Alzó su mano
en el vacío y comenzó a saltar en la otra dimensión, había pasado
completamente a un desierto, estaba a dos metros del suelo, haciéndolo caer
en un instante. Se retorció de dolor y maldijo. Después de recuperarse, se
levantó de golpe y empezó a utilizar su visión para encontrar el edificio de
CIO. Miró el horizonte del día asoleado y estaba ahí, comenzó a utilizar sus
manos para arrastrar el espacio, hasta el suelo.
- Bien. Ahora vamos a ver qué haces… Javier.
Salto de golpe, había vuelto a Santa Teresa, usando su propiedad dimensional.
Había salido de la casa, estaba a unos pocos metros de ahí, contemplo el lugar
donde estaban durmiendo sus hermanos, miró todo el lugar por sí lo habían
descubierto, pero no hubo señales de Angélica. Miró de reojo un bulto en la
ventana… Dylan lo estaba viendo. Abraham alzó su dedo, tocando a la altura
de sus labios, indicando que guardara el silencio y es un secreto. Giró media
vuelta y empezó a caminar sigilosamente. Cuando miraba a una persona,
desaparecía en un instante, saltando a la dimensión desértica, luego volvía
cuando no había nada. Regreso en un instante y se percató de que la cueva
emitía un gas negro, le salía una serie de fumarolas, sentía una espina de su
mente que lo llamaban. Una voz aparecía en su mente, llamándolo. Sacudió
su cabeza y continuó con su misión.

188
Había llegado hasta la pared del edificio. Estaba en la parte trase del lugar.
Escuchó personas acercándose. Asustado salto instantáneamente al mundo
desértico, había caído en una loma rocoso de granito.
- Estuvo cerca- su respiración se agitaba. Se calmó, se concentró y
utilizó su visión para mirar el interior del edificio.
Miraba las luces de las personas y los planos del pasillo en luz, buscaba a una
persona que vistiera una chaqueta larga, hasta que lo encontró. Javier estaba
en una habitación con varias personas discutiendo. Optó por dar algunos
pasos para entrar en un pasillo, saltando la dimensión hasta entrar al edificio.
Volteó por todos lados… no había nadie, caminó con pasos rápidos, hasta
llegar a un salón, estaba cerca de la oficina donde está Javier. Miró las
escaleras que estaban frente a él, que están en la esquina y comenzó a subir.
Cuando llego hasta el segundo piso, se topó de frente a un guardia con su
figura tosca y gordo, vestía de una camisa azul con pantalones oscuros. Él lo
miraba con asombro, ya que era más grande que él.
- ¿Qué haces aquí, muchacho? - curveaba sus cejas para interrogarlo.
- Yo… yo… busco a Javier Jacquez- dijo con sinceridad.
- Lo siente, no debes estar aquí- sujetó a Abraham del hombro- pero le
diré a Javier que lo busc…- se interrumpió al ser empujado, estaba
cayendo a la dimensión desértica, Abraham lo toco hasta hacerlo
saltar a la otra dimensión. El guardia se sofocó. Confundo de lo
ocurrido, comenzó a gritar- ¡Sáquenme de aquí! - gritó con pánico.
- Debo de estar loco—pensó Abraham por desaparecer al guardia.
Comenzó apresurarse, corrió y corrió para encontrar la puerta. Lo
contemplaba, pensó en abrir el cerrojo para llamar a Javier, hasta que
alguien comenzó a gritar en la habitación.
- ¡NO! No deben estar aquí. Es muy peligroso que estén los niños
aquí- la voz y las palabras parecieron sorprender a Abraham desde el
otro lado de la puerta.
- No tienen a donde ir- la voz de Javier apareció- yo me ocuparé de
ellos. Su padre no podrá tocarlos- las palabras de Javier hicieron

189
desconcertar a Abraham, hablaba de su padre, tenía años que no
sabía nada de él.
- Es muy peligroso que estén cerca de él, sabes que Haval quería usar
a sus hijos como piezas de ajedrez- esas palabras desentrañaron a
Abraham una furia dentro de él.
- Entonces refuerza la cueva, crea muros. Constrúyanlos – dijo Javier
con fuerza- solamente así no podrán tocarlos.
- Lo dices tan fácil. Ese maldito, ese gas no nos permite construir.
Destruye todo lo que hacemos. Además, es muy costoso mantener la
guardia ahí, sabes que me niegan mis propuestas, Javier- hubo
algunos segundos de silencio- Esos niños no deben saber que su
padre está aquí.
Aquellas palabras hicieron estremecer al niño, sus lágrimas comenzaron a
brotar, había sido engañado todo este tiempo. Su madre dijo que estaba
explorando, que nunca volvería. Pero ahora todo coincidía… su padre estaba
atrapado, en el mismo pueblo, en la cueva- Una voz y una serie de pasos
comenzaron aparecer en ambos lados.
- ¡OYE TU! No deberías estar aquí- la voz era demasiado fuerte,
demandante y gruñón.
Abraham miró por ambos lados. Supo que no tenía escapatoria, su corazón
empezó a latir y la adrenalina comenzaba aparecer. Aumento su visión para
ubicarse y saltar a otra dimensión. Miraba la tenue luz del suelo desértico y
las montañas del otro mundo, estaba muy alto. Miraba a los guardias como se
acercaban, ahora estaba claro que irían tras él. Se apresuró en mover el salto
dimensional, pero su visión fue interrumpida de pronto. La puerta que
investigaba se abrió de golpe y sus ojos miraban con cautela al rostro del joven
Gibson.
- Tu – señaló sorprendido y molesto- pequeño rufián- agarró la mano
de Abraham y lo jaló directamente a la habitación. Casi lo habían
lanzado a la pesada mesa de metal.
Abraham se recuperaba del jaloneo que causó Gibson. Alzó su mirada
alrededor, miraba la habitación de color blanco, iluminado de lámparas de luz
190
blanca, las paredes están adornados de losetas con diseños de mármol y el piso
tiene un diseño gris, teniendo el perfecto diseño para las juntas. Giró hacia la
derecha para mirar a Javier junto con otras personas, resaltaba su cabello corto
para evitar el curveado de su cabello y su piel morena lo hacía diferente junto
con las personas acompañas de su piel más blanco-rosado y sus pelos castaños
por la tercera edad. Estaban sorprendidos y Javier le hablaba a Abraham por
su nombre con tristeza. Gibson se acercó hacía Abraham con brusquedad
junto con los guardias.
- Dime- forzó su mirada- ¿Cuánto tiempo estuviste ahí? ¿Qué fue lo
que escuchaste muchacho? - Gibson exclamaba con fuerza y Javier lo
miraba con tristeza.
- Abraham- su silencio ante esas palabras, demostraba en formular la
pregunta- ¿Qué hacías aquí?
- ¿Lo sabías? – sus lágrimas brotaban con más fuerza y los guardias
se posicionaron frene a él. Su mirada era amenazante y lo dirigí con
fuerza hacia Javier- todo este tiempo… tú, mi madre y todos ustedes-
señalo a todo el personal, Gibson se acercaba a él, pero Abraham
rodeó la mesa larga y retrocedía a cada paso que daba.
- Lo siento Abraham- limitó sus labios con una delgada línea- tu
padre… no es lo que piensas que crees que es- comenzó acercarse al
muchacho con cautela.
- ¡Jacquez! - exclamó Gibson- ahora es demasiado arriesgado que estén
aquí, sabes por qué esta Haval aquí,
- Lo sé- miró a Gibson y luego a Abraham- escúchame, él es un
monstruo, él estaba esperando el momento de usar a tus hermanos y
a ti.
- ¡No! - retrocedió hasta llegar hacia la pared y estar acorralado y su
furia se reflejaba en sus ojos de un dimensionista- ahora no puedo
creer nadie, no creo ni una de sus malditas palabras- levanto la mano
señalándolo- por tu culpa mi madre murió- pensó un segundo y su
rostro se desfiguraba de rabia y tristeza- por ti, perdimos a nuestros

191
padres. Estamos condenados por ti- miró de forma amenazante- te
odio…
Los guardias se abalanzaron hacia él. En un instante desapareció, había
saltado a la dimensión desértica, estaba muy alto del suelo hasta caer a un
suelo arenoso. Se había lastimado un poco, debido que amortiguó la caída, se
retorcía de dolor en las piernas por el impacto. Al pasar los segundos, alzó su
mirada y comenzó a buscar la salida del edificio con su visión. Gibson gritaba
molesto a los guardias, ordenaba que buscaran al niño y preguntaba qué había
sucedido, pero Javier habla con tono demandante.
- Vallan y búsquenlo, quiero al equipo de guardias de la bodega
conmigo. El resto de ustedes, intercepten al chico. No le hagan daño-
giró hacia Gibson mientras los guardias asintieron- buscara a su
padre- pensó un momento- tiene la misma propiedad de su madre.
Abraham seguía quejándose de dolor por la caída, pero no tenía tiempo. Se
puso de pie en un instante, resistiendo el dolor que le provocaba y comenzó a
correr. Su visión le permitía ver el llano de las afueras del edificio y de las
casas, entrelazó las dimensiones y saltó al pasto de Santa Teresa. Había
pasado la muralla de CIO, era su oportunidad de correr hacia la abundante
vegetación de los arroyos. Contenía arboles muy altos, era perfecto para
camuflarse en la noche. Tenía que llegar a la cima, donde estaría en las paredes
rocosas de caliza en la montaña, la cueva estaba a cien metros del cauce del
arroyo, una distancia que lo podrían ver.
Todos los operativos comenzaron a moverse. Los guardias se dirigían a la
entrada de la cueva humeante, Javier y Gibson los acompañaban detrás de
ellos con una camioneta Jeep todo terreno. Otros oficiales buscaban a pie al
niño con linternas manuales, mientras él camina y escalaba el estrecho cauce
del arroyo. Seguía con desesperación y hablaba a sí mismo “papa”. Lo
acompañaban los recuerdos de su madre; cuando estaba en la cocina, diciendo
que su padre se fue, Otro recuerdo cuando había muerto en manos de Javier,
debido que Quetzal había intentado asesinar a los niños, pero su madre se
puso frente a ellos. Seguía corriendo y huyendo, cada vez el terreno era más

192
difícil con forme se acercaba a la montaña. Los guardias se acercaban a la
cueva en sus camionetas, miraban con atención las fumarolas que emitían.
- Que extraño- dijo un guardia en el asiento del copiloto de una de las
camionetas- nunca había visto salir tanto hu…
En un instante, la camioneta asciende al cielo, había sido golpeado por una
especie de geiser negro, apareció justamente debajo de él hasta derribarlo.
Todos comenzaron alertarse y zigzagueaban con forme aparecían. Con forme
aumentaban el número de geiseres, era inevitable hasta ser golpeados. Gibson
giraba el volante, esquivando las grietas que salían, Javier lo ayudaba a
detectar las grietas debido a la oscuridad de la noche. Solamente avanzaron
unos cuantos metros y apareció una pared de fumarola negra desde el suelo.
- ¡CUIDADO! - gritó Javier con sorpresa. Pero la camioneta había
sido impactada y salió volando por los aires, hasta caer más adelante.
Abraham había llegado a la altura de la cueva, agitado, apenas salió del
arbusto y de los rodados de roca de tres metros. Cuando vio todos los vehículos
derrumbados a lo lejos, optó por conseguir la oportunidad de adentrarse.
Comenzó a correr hacia la cueva con desesperación, miró delante de él una
figura humana en la entrada, hacia señas que se acercara. Su sorpresa fue al
verlo vestido de una camisa amarillo con pantalones de mezclilla con zapatos
café de piel, su cabello era castaño y sus ojos eran de color verde. Su aspecto
alegró a Abraham, tenía la misma ropa cuando lo vio por última vez.
- ¡Papa! - gritó implorando mientras está agitado por correr.
La figura humana estaba esperándolo, corrió hacia el con alegría, al estar cerca
de él, se metió hacia la cueva. Abraham estaba confundido.
- ¿Papa? - arqueó sus cejas- ¿A dónde vas? - eso había alentado para
adentrarse a la oscuridad del lugar.
En el incidente de los guardias. Una puerta de las camionetas volteadas
comenzó a deformarse por una serie de golpes, se sobre salía una serie de bultos
en la lámina de metal. El tercer golpe había hecho volar la puerta de la
camioneta, se había desprendido en un instante junto con el grito de furia de
una de las personas. Javier había caído al techo de la camioneta que estaba
volteado, se arrastró hasta llegar al suelo arenoso del lugar. Se puso de pie
193
junto con quejas de dolor y miró en la tenue luz de la luna, como Abraham se
adentraba a la cueva. Las fumarolas desaparecieron para que pudiera entrar y
los geiseres habían desaparecido.
- ¡Abraham! – gritó Javier con desesperación y comenzó a correr con
gran velocidad.
En la oscuridad de la cueva, había desparecido las fumarolas, no había luz,
todo estaba oscuro y no podía ver nada. Aquel niño se sintió inseguro y
preguntaba “¡papa ¿Dónde estás?” En un instante, apareció una cola de
humo blanco, que alumbraba el camino dentro de la cueva kárstica, el suelo
era traicionero, pero la cola curveaba para que pudiera caminar. Comenzó a
seguirla, desaparecía mientras avanzaba. Cada paso se esfumaba como el
humo del cigarro. Era tentador, parecía un juego para la infancia de Abraham.
Sus pasos eran huecos junto con el crujido de las rocas de caliza.
Al final del túnel, había llegado a la cámara donde se encuentra la antorcha
oscura. El humo blanco se desvaneció junto con el fuego blanco de la antorcha
que emanaba, dejando sólo a Abraham. Él estaba consternado, caminaba
alrededor de la antorcha, miraba como una serie de cables conectaban hasta
otro túnel.
- ¡Papa! - gritaba como pedía ayuda un niño a su padre- ¿Dónde
estás?
- Aquí estoy hijo- la voz era suave y dulce, Abraham se giró para ver
aquella figura de su padre, en medio de la cámara.
- ¡Papa! - salió disparado hacia él para abrazarlo, abrió sus brazos para
abrazarlo, pero lo atravesó con tanta facilidad hasta caer al suelo. Le
genero varios raspones, volteó a mirar a su padre consternado-
¿Qué? ¿Qué sucede?
- Lo siento hijo, mi cuerpo fue despojado de mí y mi alma yace en esta
antorcha- apuntó al objeto- no puedo tocarte hijo.
- ¿Qué te hicieron? - preguntó con tristeza mientras se puso de pie.
- Como te dije. Mi cuerpo murió y ahora estoy atrapado- alzó su mano
para intentar acariciar su hijo con su tenue mano.

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- ¿Qué puedo hacer para que vuelvas? - su voz sonaba con inocencia.
- Hijo. Me alegra que lo preguntas- sonrió con carisma- necesito que
vayas hacia la antorcha y bebas el fuego de mi alma.
Abraham lo miraba con sorpresa, estaba confundido, miraba los ojos verdes
de su padre, confiado ante lo que decía, volteaba para mirar el fuego que salía
de la antorcha. Comenzó acercarse hacia el objeto, pero una voz conocida lo
interrumpió.
- ¡NO LO ESUCHES!
Ambos miraron hacia el túnel donde salió aquella voz. Javier había llegado
herido. Tenía su chaqueta raspada, su hombro estaba dislocado, pero en su
mano tenía una linterna. Dio una serie de pasos hacia Abraham.
- No hagas lo que te digan, Abraham. El buscar usar tu cuerpo- sus
palabras mostraba desesperación y su frente escurría sangre de una
herida.
- ¡No! - su mirada se tornó molesta- todo este tiempo… mi madre y tú
me mintieron- su voz era fuerte y molesto. Su padre lo mira con
atención.
- Hijo, él es el culpable de todo, por el murió Abril- frunció el ceño con
enojo- mi esposa murió y temo ahora la vida de mis hijos- se giró
hacia Abraham- Abraham, tenemos que vengar la muerte de tu
madre- su voz se tornó delicado y bajo.
- Te mentimos porque él es peligroso, buscaba el cuerpo de Travis o el
tuyo. ¡No lo escuches!
- ¡NO! - mostró sus dientes con rabia- ahora tú escúchame. Estoy
harto de mentiras y secretos. Ahora mi madre murió, nosotros
queremos a nuestro padre de vuelta- giró hacia la antorcha y
comenzó acercarse, brincando los cables que conectan a la antorcha.
Javier lo miraba con desesperación y la entidad lo miraba con orgullo. Acercó
su mano en su bolsillo para sacar el radio. Alzó a su boca y presiono el botón.
- ¡Ahora!

195
Desde el edificio de CIO, un técnico había bajado la palanca desde CIO.
Encendió a la intensa electricidad de los cables que conectan hasta la antorcha
de la cueva. El padre de Abraham comenzó a gritar de dolor, l antorcha
comenzó a desvanecer su fumarola y Abraham se sorprendió por la tortura de
su padre.
- ¡PAPA! - su grito fulmino toda la cámara y Javier se alzó hacia
Abraham para sostenerlo y alejarlo de los cables de electricidad.
Su padre gritaba y sufría como si lo quemaran vivo, su piel comenzaba a
tornarse gris, su ropa desaparecía hasta formar su túnica y sus ojos se
tornaron negros hasta hacer chorrear u líquido negro en sus mejillas y
perderse hasta el cuello. Abraham lo miraba ahora con miedo de cómo se
transformaba.
La electricidad de CIO, se apagó, dejando sin energía los generadores.
Mientras en la cueva, la entidad había cambiado su forma original. Javier lo
miraba con furia y Abraham con miedo.
- Tu. Tu no eres mi padre- dijo con voz quebrada.
- Te equivocas Abraham- Javier miró al niño y giró hacia Haval- él es
tu verdadero padre.
Haval estaba de pie enseguida de la antorcha. Se enderezó para mirar a los dos
con sus ojos vacíos en la oscuridad. Alzó su mano para indicarle que se
acercara.
- Vamos Abraham. Ven a mí, nunca estarás sólo- esas palbras detono
la curiosidad y miedo de su hijo, pero Javier se puso de pie para
retarlo.
- Tu eres quien esta sólo idiota- sus ojos se tornaron amenazantes-
Abraham nunca está solo y nunca lo estara, no mientras yo viva-
giró para mirar al chico- le prometí a Abril cuidarlos- giró
nuevamente a Haval- siempre lo he hecho mientras tú torturabas y
exterminabas todo lo que tocabas.
Haval lo miraba con odio, miró a su hijo que está en el suelo.

196
- Hijo, ven a mí, siempre te he cuidado, te he protegido. Ahora solo
seremos uno. Padre… e hijo- alzó su mano. Abraham estaba en
pánico y en pensativo, sus lágrimas afloraban en sus ojos.
- ¡Abraham! - gritó Javier y él giró a mirarlo- ¿Sabe cuándo es tu
cumpleaños?- esperó un momento- ¿Dónde fue tu primer partido?-
giró hacia Haval- sí es un buen padre, como él dice. Él debe saber
todo acerca de ti. Sí lo sabe, puedes hacer lo que quieras- comenzó a
sonreír a Abraham- yo sé quién eres y sé, que eres un buen niño,
siempre haces lo correcto. Siempre me haces sentir orgulloso.
El miraba a Javier con atención, entendía esa mirada. La misma mirada de
confianza, era la prueba que siempre le hacía en toda la vida. Esas palabras le
hicieron sentir la alegría después del suceso de su madre. Miró a su padre con
una mirada retadora.
- Dime, papa ¿Sabes cuándo es mi cumpleaños? ¿Qué sabor de pastel
me gustaba?
- Cumples el 15 de octubre y te gusta el pastel de chocolate- dijo sin
titubear.
- 20 de octubre, padre. Mi madre duró cinco días en el hospital en mi
nacimiento- frunció el ceño mientras Javier lo alentaba acercarse al
túnel- no me gusta el pastel de chocolate. Adoro el sabor de vainilla-
dio dos pasos hacia el túnel- ¿Dónde fue mi primer partido de futbol?
Ahora Haval está en silencio, mientras Abraham y Javier se dirigen a la
entrada del túnel.
- No estuve ahí hijo- pensó- estaba ocupado en otro asunto.
- Claro que no- arqueaba su ceja con enojo- nunca estuviste en ningún
partido.
Ambos comenzaron a correr, Haval comenzó a gritar con furia y empezó a
exhalar una fumarola hacia ellos. Los perseguía con desesperación. Javier
corría delante de Abraham y lo jalaba con su brazo bueno. Javier alumbraba
el túnel con su linterna, debido que se tropezaban por cada pared. La fumarola
era demasiado rápida, era inevitable ser tocado por ella. Javier miraba a

197
Abraham que estaba a unos centímetros de tocar la fumarola, lo sostuvo con
fuerza y lo lanzó hacia adelante. Abraham casi se caía por el tirón, se percató
como la fumarola envolvía a Javier en un instante y él grita.
- ¡Corre! - alzaba sus manos hasta hacerlo desaparecer por la
oscuridad de la fumarola.
Abraham corrió y corrió sin mirar atrás. La luz de la linterna que le lanzo
Javier le permitía guiarse hasta la salida, apenas podía ver la luz del túnel y
se lanzó al suelo con cansancio. Cuando llego al fin en la salida. Su adrenalina
era al que se había colapsado, en un instante se puso a llorar. Gritaba por
Javier, temía por su vida, pero no sabía que había ocurrido.
Varios elementos llegaron a la cueva, un guardia se abalanzó hacia él y lo
levanto del suelo. Preocupado pregunto.
- ¿Estás bien?
- Ayuda a Javier- apuntó a la entrada de la cueva- sigue adentro.
No tardo en un segundo cuando una figura humana apareció, estaba envuelto
de la fumarola negra, todos estaban sorprendidos sobre el suceso y
retrocedieron ante la presencia. Sus pasos eran débiles, gruñía con fuerza. En
un instante, emitió un gas que humeaba en él, deshaciéndose del humo negro.
Era Javier, su rostro estaba parcialmente quemado, su chaqueta se había
deshecho y carcomido, sus brazos sangraban por una serie de raspones y su
pecho estaba quemado. Todos lo miraban de asombro hasta que colapso. Un
guardia lo auxilió, lo revisaba con cuidado y Abraham se abalanzaba hacia él
gritando lamentos.
Una persona se dirigió hacia Abraham, lo cargó de inmediato de su ropa hasta
sostenerlo en el aire. Gibson lo miraba furioso. Mostraba sus dientes con
fuerza, su cara chorreaba de sangre desde su frente, tenía la nariz quebrada
por el impacto.
- ¿Sabes lo que acabas de hacer? - gritó con fuerza. Abraham lo miraba
con terror ante su mirada- ¡Por poco nos condenas a todos!
- ¡JAMES!- gritó Javier desde el suelo, Gibson lo miró con sorpresa,
pensaba que seguía inconsciente- es mi culpa, yo tomare la
responsabilidad- se quejó del dolor- deja al muchacho.
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- Lo siento- dijo Abraham con la vista hacia abajo- no conocía que el
problema sería tan grave. Siento complicarles su noche.
Gibson lo miraba con entendimiento, lo bajo de sus manos hasta dejarlo al
suelo. Solamente sostenía sus hombros.
- Ahora sabes muy bien quien es tu padre, muchacho- dijo seriamente,
pero con afirmación- nadie debe acercarse a él- miró a Javier para
dejarlo tranquilo- esto se quedará en secreto.

Había transcurrido la noche, el sol salía en el horizonte, Javier se encontraba


en la camilla del despacho médico, vendado en casi todo el cuerpo. Abraham
estaba sentado en el sillón de a lado, haciendo guardia. En un momento se
escuchó quejarse Javier, se había despertado, cada vez que se movía, le
generaba dolor. Abraham se alzó hacia él para atenderlo.
- Estoy bien, estoy bien- su voz era muy ronco y bajo.
- Pero, estas herido- dijo preocupadamente- déjame ayudarte.
- Si me tocas me dolerá- se rio un momento- no te preocupes, mi
cuerpo sanara con el tiempo. Me alegra que estés a salvo.
- Javier- bajo sus ojos al suelo- es mi culpa. Si no fuera por mí, tu…
Lo interrumpió.
- Es mi culpa por no decirte la verdad a tiempo, debí decírtelo, estabas
buscando el momento que crecieras, pero todo empeoro- arqueó sus
labios con una sonrisa- los secretos son como una katana, tenemos
que esperar el momento adecuado para desenvainar, porque tienen
tanto filo, que dañan demasiado.
El niño continuaba con su mirada abajo. Alzó su brazo con quejumbres y
dolores para tocar su hombro.
- Eres un muchacho valiente. Siempre estaré orgulloso de ti.

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La serpiente emplumada

La noche había llegado, en la selva del norte de Gondwana en la parte


de ecuador del planeta. Están algunos jaguares caminando entre la
maleza, cazaban alguna presa que encontraron. Algunos monos los
observan entre los árboles, pero en un instante, comenzaron algunos
gritos. Pusieron nerviosos a los animales por lo que pasa. Varios
hombres gritaban de dolor hasta morir, algo los atacaba, mientras
otros son alarmados por los ruidos.
En un pueblo pequeño, estaban varios grises, se encontraban
acampando el lugar, debido que invadieron el lugar, matando a los
habitantes del pueblo. Se movían recogiendo sus armas para
adentrarse en el denso bosque, sus armas están diseñados para
disparar una especie de espinas, evitando el sonido típico de una
pistola y puedan proyectarlos. Comenzaron a escuchar sonidos
extraños, los arbustos se mueven, uno de ellos dispara a la dirección
del sonido, era un chimpancé, jugueteaba con los soldados,
asustándolos repentinamente. Uno de ellos había alcanzado a disparar
al animal, intentaba brincar entre los árboles, pero termino cayéndose
por la bala. Uno de ellos comenzó a maldecir al animal, pero
desapareció en un instante. Gritaba hasta desaparecer, algo lo
arrastraba constantemente hasta ir hacia la oscuridad, todos disparan
en todas las direcciones, pero no lograban darle nada. Con forme
pasaba el tiempo desaparecían cada soldado, hasta dejar ninguno de
ellos.
Entre la oscuridad del bosque, comenzó aparecer una entidad, su
silueta era negra como la noche, pero en su espalda, comenzó aparecer
una especie de tentáculos, eran semitransparentes. Cuando salió del
bosque, Quetzal observó el pueblo pequeño, rodeado por los grises,
todos lo apuntan hacia él, mientras la entidad sonríe apreciando la

200
matanza que hará, comenzó aparecer varios tentáculos debajo de los
soldados, habían sido alzados hasta diez metros de altura, eran
sostenidos por los mismos tentáculos, mientras Quetzal continúa
disfrutando de la masacre, enseguida, sus tentáculos se contrajeron,
partiendo la mitad a los grises que se encuentran ahí. Cuando cayeron,
todos los cuerpos desaparecían en un plano dimensional, habían
saltado hacia otra dimensión.
Había un gris detrás de los árboles, observó como aquella entidad
había matado a sus compañeros con tanta facilidad, alzó su arma,
apuntando la cabeza de Quetzal, comenzó a disparar continuamente,
lograba darle, pero nada le hacía efecto. Las agujas que se incrustaron
en la cabeza, se desprendieron con facilidad, cayendo como cristales
al suelo. Las balas llamo la atención de la entidad, asustando al
sobreviviente, intentó huir de la entidad, pero al dar media vuelta,
algo lo sostuvo del cuello, fue levantado poco a poco mientras observa
la mirada de otra entidad, su rostro no se podía observar, pero podía
observar una luz roja. Comenzó a gruñir ante el gris, asustándolo
repentinamente, sus venas comenzaron a tornarse moradas, hasta el
punto de matarlo en un instante. Otra persona aparece en medio del
bosque, llamando la atención de Quetzal.
- Pensaba que los usarías como presas. - dijo Mathew Codwell
saliendo entre los arbustos- no es algo de ti.
- Solamente son parásitos, no merecen ser tratados como tal,
son un desperdicio en esta realidad– dijo Quetzal de forma
molesta.
La entidad se dirigió hacia el centro del pueblo, se encontraba vacío,
debido que observaba varios cadáveres de personas, eran personas de
la comunidad, observo una casa muy peculiar, era de color blanco y
alrededor de la entrada contiene un retrato de una serpiente con
plumas, le pareció sorprender el diseño de la puerta, por lo cual se
acercó hasta entrar al lugar. Su curiosidad no dejaba de parar, miró
dentro de la casa del diseño de una habitación grande, observaba en

201
las paredes, unos diseños y dibujos, veía un par de hombres alabando
una serpiente verde, otros realizaban sacrificios, para alimentar a otros
seres de color blanco. Pero al fondo de la habitación, se encuentra un
anciano, sigue vivo, pero demasiado lastimado para moverse, está
inconsciente. Quetzal comenzó acercarse hacia él, cuando fue
suficientemente cerca, se despertó por la presencia de la entidad, casi
no podía ver debido a los golpes, sus heridas están frescas, no le
quedaba mucho tiempo, pero su mirada pareció sorprender a la
entidad, movía sus labios lentamente.
- Tu… ¿Eres… nuestro espíritu?...
- ¿Por qué tienes esas pinturas anciano? - preguntó Quetzal de
forma curiosa.
El anciano comenzó a sonreír, se alegraba por la presencia de Quetzal,
el alza su mano para tocar sus tentáculos, sintió como le raspaban sus
dedos, pero al mismo tiempo sentía una especie de neblina, un vapor
fluyendo.
- Fuiste una vez… pero… haz cambiado tus plumas…
perdieron su brillo.
- No te queda mucho tiempo, anciano
- Tiempo… es el final… de mi tiempo… mi… destino… está
completo.
Quetzal se acercó hacia él, lo miraba minuciosamente, alzó su brazo
para alcanzar la mano del hombre, lo puso sobre su estómago herido
y alzó su mirada quebrada.
- ¿Por qué lo hiciste anciano? A pesar lo que les hice hace
milenios… mantuviste tu fe.
- Tu… fuiste un guardián, protegiste a mis ancestros…
siempre… estuvimos en deuda contigo. Te arrebataron todo,
pero veo que quieres regresar a ser como antes.

202
- Anciano- duro unos segundos pensando- considera tu deuda
pagada, ahora haré que paguen a quienes robaron nuestro
tesoro.
El anciano sonrió, su mirada indicaba la alegría, tosía por el esfuerzo
de seguir con vida, pero su cuerpo no pudo resistir, hasta que cerro
sus ojos hasta morir. Quetzal se quedó mirándolo, cuando murió aquel
hombre, se puso de pie, se dirigió hacia la salida de la casa tocando las
paredes del diseño, observó a Mathew en la entrada, se detuvo en un
instante.
- Tus intenciones son muy parecidos a los de él, Mathew. – dijo
Quetzal.
Mathew lo miraba detenidamente a Quetzal, parecía sentirse furioso,
observó el espectro corporal de Quetzal, tornándose un color azul, sus
emociones se cruzaban por los recuerdos.
- Quiero eliminarlos, asesinare todo aquel que hayan lastimado
mi pueblo, quiero recuperar lo que es mío, quiero proteger a
quienes fueron fieles a mí.
Continuó caminando en medio del lugar, movió sus manos apuntando
al suelo, se tornó de un color negro el pasto, utilizando su propiedad
dimensional, haciendo emerger varios Molocs, comenzaron a salir
cientos de ellos por cada minuto que pasaba. Detrás de Quetzal, se
acercó Azrael hasta llegar a un lado de él.
- Incluso los espectros como nosotros… tenemos un destino
marcado, para poder vencer, primero tenemos que perder
- Entonces… que el destino llegue a ellos, nadie podrá atravesar
mi camino. - dijo Quetzal.
Las entidades se adentraron hacia la selva, duraron algunos minutos
debido a que estaban a un kilómetro de las pirámides antiguas. Las
pirámides habían sido construidas hace tres mil años, su diseño
arquitectónico permitía una gran estabilidad, la cantera de roca
volcánica le permitía tener una excelente resistencia al interperismo.
La obra tiene unas escaleras en medio, y los niveles, en cada pared
203
tiene el diseño de cabezas de una serpiente con plumas con afilados
dientes.
Todos se dirigían en la entrada del templo, Mathew estaba asombrado
por el diseño de la construcción. Miró a Quetzal con asombro.
- Entonces mis sospechas son ciertas, aquí era donde reposabas
hace milenios.
- Nunca pensé lo que harían por mí, solamente protegía su
pueblo- miró las escaleras que están orientadas hacia el sol- en
cambio me construyeron un templo. Solamente les dije que
construirían en las estrellas, y bien que lo hicieron.
- Pensabas mucho serpiente- Azrael subía las escaleras
mientras los Molocs se posicionan enseguida de los niveles y
las cabezas- eras demasiado inteligente para ellos- Quetzal se
dirige hacia Mathew mientras entran al templo.
- Este templo me permite conectar varias dimensiones, también
protegí otro pueblo en otra dimensión- caminaban en la
oscuridad del lugar, sus ojos brillaban con intensidad. Alzó su
mano para comenzar a encender fogatas sobre las paredes-
Tenochtitlan- agrego- un pueblo diferente a este, de otra
dimensión. Una dimensión donde el mundo está separado,
donde Pangea fue dividida- volteó a mirar a Mathew para
agregar- mi esencia sigue conectada aquí… ahora… que los
gritos comiencen.

Llego el quinto día, El cuerpo de Damian Huck llegó a Ambul, se


encuentran en una sala, en uno de los edificios de gobierno, Varios
líderes dimensionales se encuentran reunidos, excepto los
dimensionistas y longus. Los ministros de distintos países se
encuentran reunidos. Entre las gradas se encuentra Dr. Jacquez junto
con Dr. Gibson, ambos observaban el nuevo tratado interdimensional,
todos los líderes firmaban una hoja, para verificar el cumplimiento de

204
la misma, Javier observa a Gibson muy serio, los miraba
minuciosamente.
- Algo lo inquieta doctor- dijo Dr. Jacquez con curiosidad y
precaución.
- Este tratado tiene muchas aberturas– dijo Gibson sin quitar la
vista a los ministros.
- Pero usted estuvo de acuerdo con los ministros, incluso usted
fue quien llevo el cuerpo para proseguir el tratado.
- Hablo del contenido de la hoja.
- ¿Usted leyó la carta? - pregunto Javier de forma sorprendido
susurrando.
- Tengo mis medios, además, esto generara desacuerdos,
abusos, impunidad y más corrupción.
- Pero eliminamos a Damian, quien era el responsable del
tratado y negocios con ellos.
- Lo hicimos, pero esto es como la mafia Javier, alguien deja la
vacante y otro aprovecha la oportunidad. Solamente no
comenten los mismos errores.
- ¿Quién cree quien sea el siguiente?
- No lo sé, pero había pasado lo mismo con Damian, él era un
hombre normal, después de su puesto, ahora era Barel en el
cuerpo. Hay alguien quien maneja las piezas en este juego o
varios, muchos quieren el poder, y lo sabes muy bien Javier–
dijo Gibson mientras voltea hacia Javier.
- Si, Angélica había mencionado tres reyes dimensionales, los
demás gobiernan el mismo tipo de gobierno como nosotros,
pero mencionó que no son reyes normales, estos reyes poseen
tres siglos de edad, son sabios, inteligentes y poderosos, ellos
son quien teme la entidad Quetzal, pero parece que ahora
quiere acabar con todo- dijo Dr. Javier Jacquez.

205
- Esto será una cortina de humo, pero no es el único problema
que tenemos.
- Haval… ahora el miedo corre sobre CIO, los rumores siguen,
parece que se infiltro la información en la universidad,
incluso, varios camaradas de otros países. Si ellos se llegan a
enterar sobre este incidente, este tratado será quebrantable.
- Ese papel no servirá de nada, este incidente nos ayudará a
tomar la ventaja, generará el miedo entre los extranjeros.
- Espera, Abraham y Travis corren en peligro, sí Haval se acerca
hacia ellos- dijo Javier preocupado.
- Si Haval lo logra, tendremos que eliminarlos.
Javier lo miro más de cerca de Gibson, sus pensamientos se
convirtieron en enojo, creció hasta tener el instinto de asesinar, Gibson
lo miraba, sabía que había hecho enfurecer a Javier, pero no se
retractaría, por lo cual, decidió devolver la mirada, retándolo.
- Tu… no lo harías- dijo Javier amenazándolo.
- Si no tengo opción, tendré que hacerlo si es necesario.
Sus miradas chocaban, en ese momento, Javier se levantó de su
asiento, pero al mismo tiempo, el suelo comenzó a oscurecer, el cielo
se puso gris que distrajo a Javier, lo puso alerta por el suceso. Las
personas comenzaron a gritar, alertando a todos los gobernantes,
decidieron esconderse y escabullirse, varios soldados y guardias
comenzaron a movilizarse y los disparos comenzaron a escuchar. Dr.
Jacquez se alzó hacia la entrada, todos comenzaron a inquietarse, pero
uno de los presentantes del gobierno pidió que se tranquilizaran, pero
algo cayo arriba de él, los gritos del conferencista aparecieron, estaba
siendo atacado por un Moloc.
Se encontraba en el cielo del edificio, todos miraron hacia arriba y
vieron a todos los Molocs arriba de ellos, comenzaron a gritar y varios
Molocs cayeron sobre ellos. El caos comenzó dentro de los edificios,
varios eran atacados, todos corrían en todas direcciones, algunos

206
lograban salir del lugar, otros eran alcanzados por los Molocs. Javier
no podía controlar la situación, comenzó activar la propiedad del
polen para dormirlos, pero otros Molocs se alzan detrás de él,
interrumpiendo la propiedad, no tenía opción, tenía que defenderse,
pero en un instante, alguien les quita de encima los Molocs, fueron
disparados por proyectiles de huesos, llamando la atención a Javier, y
volteo a ver quién lo había hecho, Era un agente ruso.
- ¿Se encuentra bien? - Preguntó el agente.
- Claro, gracias- dijo Javier mientras sacude su traje.
Su entorno comenzó a tornarse en cámara lenta, su mirada se fijaba
entre la multitud, comenzaba a pensar.
- Tendré que deshacerme de ellos.
Se sostuvo en sus manos su cuello, comenzó a prensar en la cruz de su
espalda, en la zona donde conecta su columna vertebral con su
trapecio, cuando termino, bajo sus brazos relajándose para activar su
propiedad biológica. En la parte donde se prenso, comenzó a crecer
sus huesos, su cuerpo comenzaba a deformarse, crecía de centímetro
a centímetro hasta llegar a medir dos metros y medio y su musculatura
creció hasta romper el traje que vestía. Al lado de él, comenzaron
aparecer varios agentes, lo miraban de forma seria.
- No eres el único con propiedades, por eso somos respetados.
- dijo un agente de Ambul.
Todos comenzaron aparecer sus propiedades, uno de ellos aligero su
cuerpo, para moverse mejor, otro comenzó a humear, podía controlar
la temperatura de su cuerpo, otro comenzó a incrementar su masa
corporal, y otros con propiedades parecidos. Cuando estuvieron listos,
se alzaron hacia los Molocs, algunos de ellos los masacraba en un
instante, los agente que poseen mucha fuerza, destruían con facilidad
a los Molocs, otros cortaban en un instante, mientras Javier utilizaba
la dureza de sus huesos para deshacerse de varios Molocs, en un
instante se relajó, duro algunos segundos y se detuvo para alzar sus
manos, en la punta de sus dedos, comenzaron a salir una especie de
207
polvo, comenzó a dispersarse en el aire, calmando a todos en la sala,
incluso los agentes comenzaron a desmayarse, todos cayeron al suelo,
habían sido dormidos por el poleen. Todo se había tranquilizado, pero
algo le llamo la atención, volteó detrás de él, percatándose de la
presencia de Gibson, sostenía a un Moloc en el cuello y en un instante,
el Moloc comenzó a desintegrarse, hasta volverse polvo,
sorprendiendo a Javier de la semejante propiedad que contiene.
- Esa propiedad… ¿Dónde lo aprendiste? - pregunto Dr.
Jacquez.
- ¿Crees que solo mantuve encerrado a ese espectro por nada?
Simplemente aprendí a manipular el Boson de Higgs- dijo
Gibson mientras sonreía.
- ¿Cómo?
- Modificando su masa, hasta convertirlo en polvo, ahora
debemos irnos Javier.
Gibson comenzó a caminar hacia la salida hasta desaparecer, Javier se
quedó sorprendido de él, pensó en lo peligroso que puede ser por esa
propiedad. Después, se alzó hacia la salida para auxiliar a los demás.

Mientras tanto en distintos países comenzaron a tener ataques, las


personas eran atacados por los mismos Molocs, los centros eran
invadidos, todos corrían mientras los humanoides continúan
invadiendo las tiendas de la ciudad. Comenzaron aparecer oficiales de
cada ciudad de Europa, América, Ambul, etc. Al mismo tiempo en las
otras dimensiones, también fueron atacados.
En la dimensión de los grises, se observan monumentos con diseños
parecido a roma, las mujeres corrían por sus vidas, pero los guardianes
los protegían. En la dimensión de reptilieanos y thundreanos también
sucedía lo mismo. Pero los Longus y Dimensionistas fueron la
excepción, Todos los longus observaron a los Molocs atacarlos, pero
contratacaron, con sus dientes afilados, con su cuerpo largo los
sometía, hasta morderlos. Los dimensionistas fueron atacados,
208
comenzaron a huir, un Moloc perseguía a un niño mientras gritaba,
cuando se alzó sobre él, el niño pareció caer de un agujero hasta
desaparecer, confundiendo al Moloc que lo perseguía. El niño había
utilizado la propiedad dimensional de saltar a otra dimensión, siendo
un método de defensa para el dimensionista. El Moloc observó en
todas direcciones, pero se percató que todos los demás hacían lo
mismo, todos los Molocs se confundieron, olfatearon para localizar
otra víctima, pero detectaron algo. Cuando voltearon hacia una
dirección, se percataron de un grupo de soldados reunidos, en un
instante desaparecieron, los Molocs se confundieron cada vez más. En
un segundo, una lanza apareció en sus abdómenes, todos gritaban,
mientras aparecían los soldados en la otra dimensión, todos miraban
a los seres que lo atacaban, después, alzaron sus armas hacia el piso
para dar el golpe final a los Molocs.

En las montañas de la cordillera Ouachita, todo está cubierto de niebla,


se observa una manada de Molocs corriendo, escalan los planos
inclinados de las rocas sedimentarias, producto de la deformación de
compresión entre continentes. Cuando llegaron a la cima de una
montaña, observaron al pueblo de Santa Teresa, en ese momento,
aparece un Moloc negro en medio de ellos, comienza a respirar
rápidamente, empieza a escucharse un sonido de gas apareciendo en
él, siendo una fumarola negra en él, hasta formar una entidad con una
túnica negra. Azrael había aparecido sobre ellos, miraba el pueblo,
contempla el paisaje, disfrutaba con una carcajada.
- Tenías razón Quetzal, disfrutare más de este aperitivo.
Azrael alzó su mano huesuda negra, apuntando a Santa Teresa, con
ellos, todos los Molocs se alzaron hacia las personas del pueblo,
comienza a carcajear, se burlaba de las personas que masacraría.
- Que comience la masacre.

209
Agradable sorpresa

Al mismo tiempo, la puesta del sol cubría la ciudad de Chuviscar, las


calles se encuentran tranquilas, las personas se pasean por el centro de
la ciudad, los pájaros cantaban por el atardecer, pero en un instante,
toda una manada de pájaros apareció en el cielo, huían de algo, se
movían con movimientos laterales, evitando a ciertos puntos,
llamando la atención a las personas. Dylan se encuentra saliendo de
su casa con Raquel y Travis esta con Jonathan en una plaza, estan en
un restaurant, conversaban acerca de futbol, Jonathan decía que
ganarían los Dorados, pero Travis mencionaba la defensa de los
Turqueses eran impenetrables, no dejarían anotar ningún tiro.
Jonathan mira a Travis repentinamente, parecía observarlo raro, se
reía repentinamente sin cesar.
- Oye Travis, no era un chiste que pudiera hacerte reir. – dijo
Jonathan asustado.
- No lo sé, pero me causa gracia. – continuaba riéndose sin
cesar.
Jonathan le dio una botella de cerveza lanzándola hacia él, pensó que
debe de relajarlo, sintió si fuera un ataque de psicosis o simplemente
se sentiría tenso.
- Ten, pareces que tienes algunos ataques- miro a Travis como
tomaba la cerveza- ¿Te sientes bien?
- Lo siento ja ja- aparecían una serie de tics con risas- es que…
no me he sentido yo últimamente.
- Bueno, brindemos. - alzó la botella para chocar con la botella
de Travis.
- ¿Brindar sobre qué? - dijo Travis relajándose.
- Tu solo brinda y ya- dijo Jonathan para comenzar a tomar.

210
En un instante, Travis soltó la botella, algo lo inquietaba, su espalda
comenzó a hormiguear, sentía cosquillas en su torso y su respiración
comenzó acelerarse.
- Espera.
- ¿Ahora que sucede?- pregunto Jonathan con una actitud
fastidiosa.
En la mesa, estaban algunos saleros y de sus botellas, observaron que
comenzaron a moverse en una dirección. Travis lo observo y dirigió
su mirada hacia otras mesas, sus instintos de supervivencia
comenzaron alertar.
- ¡Vámonos!
Se levantó de la mesa de forma instantánea, comenzó a correr hasta
salir del restaurant, uno de los meseros se alzó hacia él, pero no logro
alcanzarlo, comenzó a gritarle a lo lejos, pero Jonathan se dirigió hacia
el mesero, para darle el dinero correspondiente, se disculpó con él y se
fue. Jonathan lo perseguía, no entendía que sucedía, corrían por toda
la plaza hasta llegar a un balcón. Se detuvieron en un instante.
- ¿Qué es lo que te sucede? - dijo Jonathan molesto.
Ambos comenzaron a sentir una fuerza que los jalaba, ambos
voltearon a ver al lado del estacionamiento, contemplaron como
comenzaban a jalarse los vehículos, todos se movían hasta una
dirección, hasta que son unidos a un punto, en unos segundos
comenzaron a levitar hasta llegar a veinte metros de altura. Todo
colisionaba a un punto, observaron cómo los vehículos crujían y eran
aplastados por la gravedad de ese punto, hasta generar una esfera
metálica. Algunos vehículos explotaban por los combustibles.
- Sera mejor que te sostengas. - dijo Travis
En ese momento, comenzaron a ver la ciudad, habían aparecido varias
esferas flotantes alrededor de la ciudad, sus ojos se abrieron por la
sorpresa, su corazón comenzó a palpitar.

211
- Elena…- dijo Travis con preocupación, su corazón palpita sin
velocidad.
Observó hacia la dirección de la casa de Elena, se encontraba
solamente a diez cuadras de la plaza, saltó del balcón y Jonathan le
grito.
- ¿A dónde vas?
- Protege a las personas, diles que usen sus propiedades para
protegerse.
Travis comenzó a correr, pero la fuerza de gravedad comenzó a jalarlo,
cada vez era más fuerte, mientras observa a las personas huir, otros
eran tragados por la gravedad hasta ser aplastados por otros
vehículos. Comenzaba a ser insoportable, preparó sus manos y pies e
hizo sentir hormigueo en su piel, para hacer crecer los cristales de
cuarzo, encajando más sobre el concreto, necesitaba llegar al lugar
donde está Elena y comenzó a pensar.
- Vamos piensa, es pura gravedad de esa maldita serpiente-
duró unos segundos pensando, comenzaba a relacionar las
leyes gravitacionales- espera… gravedad… planeta…. ¡eso es!
Travis miró tres esferas metálicas, pensó en el cómo sí fuera un cometa,
pensó en la proyección de fuerzas en la gravedad, aprovecharía su
fuerza para alcanzar donde está Elena, pero el peligro sería con la
última esfera que contiene la gravedad, tendría dos opciones, ser
lanzado mucho más lejos por la fuerza que ejerció, o ser tragado y
aplastado, aunque no sería aplastado, pero sería un fastidio para él y
perdería tiempo valioso, pero no tiene opción. Comenzó a forcejearse
por la gravedad, cuando sintió un jalón que haría flotar, se aferró hacia
la pared de la calle, apenas había logrado alcanzar, mientras más se
alejaba, sentía menos fuerza, hasta que logró salir del campo
gravitacional, logro estar en el suelo de nuevo.
- Bien, ahora o nunca.
Comenzó a correr hacia el siguiente campo gravitacional de forma
tangente para que pueda flotar, con una trayectoria circulatoria. En un
212
instante, la fuerza lo ayudaba a correr más rápido, aprovecho la
oportunidad y salto lo más alto posible, la gravedad comenzó hacer
efecto, logrando una trayectoria inclinada y curvada logrando que
fuera jalado, pero su velocidad fue suficiente, para lograr escapar del
campo gravitacional de la esfera, hasta llegar a otro campo
gravitacional, estaba a punto de llegar al suelo, utilizó sus manos con
formas de garras gracias al cristal que se incrusto en el cemento de la
pared. Funciono su plan, ahora está a una cuadra de la casa de Elena,
se apoyó sobre la pared para no ser jalado, duro algunos segundos
hasta observar la casa de Elena, miró el lugar y estaba a tan solo una
calle.
- ¡Elena! – gritó con desesperación, pero el sonido del crujido
del cemento era demasiado fuerte.
Se arrastró sobre la calle destruida, debido a la batalla con agentes
anteriormente, pero casi se soltaba por un pedazo de banqueta suelto,
así fue consecutivamente, hasta llegar a la casa de ella, todavía está
intacta, debido a la estructura tan firme de la casa. En un instante,
comenzó a desaparecer la gravedad, las esferas que se generaron y
cayeron al suelo de la ciudad, haciendo temblar todo el lugar. Travis
se sorprendió por el suceso, ahora era su oportunidad de entrar hacia
la casa, cuando se puso de pie, una especie de soga oscura apareció en
su torso, lo enrollo hasta ser lanzado al otro lado de la calle,
atravesando todas las paredes, hasta llegar a la otra cuadra. Todo está
cubierto de polvo, las casas habían sido agujeradas por el cuerpo de
Travis, dejándolo adolorido por los golpes. Logro recuperarse, cuando
apenas se iba poner de pie, observó una persona enseguida de él, pero
fue alcanzado por una patada en su rostro, el impacto fue duro y lo
lanzó algunos metros.
- Así que… tu eres Travis Cannot, el dimensionista.
Tosía sin cesar, la sangre le escurría en la nariz del golpe, fue
demasiado fuerte para cualquier persona, así que alzó su mirada, y

213
observó a Mathew Codwell, otra sorpresa que no podía creer, debido
que lo consideraba muerto.
- ¿Secretario Codwell? - dijo Travis impresionado.
Mathew comenzó acercarse hacia él, mientras hablaba.
- Ahora ya no soy secretario, soy solamente un fantasma para
todos. Un fantasma que tiene que deshacerse de ti.
- Tu… pensé que habías muerto- dijo Travis mientras le
escurría la sangre de la nariz.
- A quien debes decir eso es a Angélica.
- ¿Qué hiciste con ella?- alzó la voz al instante- ¿Dónde está? -
dijo Travis molesto y sus dientes crujían por el coraje,
recordaba cuando lo cuidaba de niño.
- Bueno, ella se volvió muy irritable para mí, así que, tuve que
deshacerme de ella, estaba en medio de mis planes, así que
tuvo su destino… al igual que haré con tu novia.
Mathew sonreía mientras decía esas palabras, provocaba a Travis y
funcionaba, comenzó a crujir sus dientes, su mirada se tornó más
impactante. Recordaba cuando le enseñaba a leer, recordaba cuando
fue su primer día en la escuela. Alzó y preparó sus manos, sus dedos
comenzaron a humear, apunto sus dedos hacia él, pero no se movía de
donde estaba.
- ¡Explota! - grito Travis.
Una onda de humo apareció entre las manos de Travis, rompió los
cristales de cuarzo en sus dedos, utilizándolos como proyectiles,
Mathew se sorprendió y fue alcanzado por un proyectil en su
estómago. Solo había una cortina de humo entre ellos, de repente
Travis apareció frente a él, preparando su puño con luz blanca,
utilizando la propiedad choque de onda, pero un tentáculo apareció a
lado de él, golpeándolo hasta llegar hacia la pared. Quetzal había
aparecido, había saltado desde su dimensión, sus manos se apoyaban

214
en la pared, hasta llegar a la dimensión donde están, miró a Travis en
el suelo.
- Esta vez… no te dejare… con vida. – dijo Quetzal mientras
Travis se pone de pie, se sorprende al instante de estar unidos.
- ¿Por qué? ¿Por qué esta Codwell contigo?
- Él fue quien me trajo a este mundo, a esta realidad… mi
esencia está ligada a la suya, su código del alma está
conectado a mí.

Mientras tanto, en el centro comercial se encontraba Jonathan, está


ayudando a las personas que quedaron atrapadas, a los que salvaba
pedía que hicieran lo mismo, dentro de algunos minutos, comenzaron
a escuchar gritos, llamo la atención de Jonathan y fue
instantáneamente hacia el lugar, cuando pudo alcanzar a ver, se
percató que aparecieron algunos Molocs, se encontraban asesinando a
las personas que están atrapadas, otros se encontraban peleando con
otras personas. Detrás de él apareció uno de ellos, fue derribado
rápidamente, cuando el Moloc alzó su brazo, comenzó a tensarse, se
retorcía por la contracción en sus músculos hasta morir. Cuando cayó,
Jonathan se puso de pie y comenzó a gritar.
- ¡Quien pueda utilizar la electricidad, vengan a mí!
Comenzaron acercarse cuatro personas hacia él, dos de ellos se
encontraban lastimados, unos del brazo que parecía haberse cortado
con un metal, otro se lastimo la pierna, debido que fue prensado por
un mueble, lastimados la tibia. Uno de ellos comenzó hablar.
- Tengo un plan, ustedes dos que están sanos, vallan arriba,
protejan a las personas que necesitan ayuda, nosotros dos
estaremos aquí, crearemos un campo eléctrico. Sí pasa uno de
esos monstruos, no vivirá para contarlo.
- Entendido.

215
Jonathan y otro joven se dirigieron al segundo piso, tomaron las
escaleras rápidamente, se topaban con algunos Molocs, pero eran
derribados instantáneamente por la electricidad, el otro compañero, le
costó trabajo derribarlo, no lo mataba, pero lo noqueaba por un
momento. Cuando se posicionaron en el punto estratégico, se
prepararon para cargar sus cuerpos, salieron chispas en sus cuerpos,
cuando se acerca un Moloc hacia ellos, instantáneamente apareció un
rayo hacia él hasta quemarlo vivo. Jonathan concentraba en el anillo,
pero dentro de la tienda se percata de una persona, estaba en la tienda
para damas, volteó a ver hacia el ruido, y se sorprendió.
- Tu… ¿Qué hacías aquí?

Mientras tanto, en CIO del pueblo Santa Teresa se encuentra Espejel


con Abraham, Dr. Cardona y Dr. Moreno en la oficina de Espejel,
analizan los resultados de los análisis del cuerpo de Damian Houck.
Espejel miraba una hoja con una serie de gráficas que detecto al
analizador.
- Tenemos indicios de materia oscura en la corteza cerebral, sus
neuronas fueron alteradas, sus conexiones eran diferentes al
del ser humano normal.
- ¿A qué te refieres? - preguntó Dr. Carmona.
- Sus neuronas tienen diez veces más conexiones que el de
nosotros, al parecer, cuando unas personas tienen dos
esencias, tiende a tener más conexiones de lo habitual.
Teóricamente, Stuart Hameroff, menciona que la mente debe
estar en las conexiones neuronales y Roger Penrose menciona
que la mente es cuántica.
- Bien, ahora ¿Estas contento? – dijo Dra. Arreola en una
esquina de la oficina.
Todos miraron a la doctora, la veían que todavía se encuentra molesta,
cruzaba sus brazos como un lenguaje corporal, Espejel se dirige hacia
ella.
216
- Doctora, nuestros médicos analizaron el cuerpo y el
analizador detectó indicios de materia muy masiva. Esto
concuerda con la hipótesis de una segunda esencia del cuerpo.
- Son solamente palabrerías doctor, sus ideas tienen mucha
imaginación, pero están lejos de la realidad… ahora ¿Podre
irme de este lugar?
Todos la miraban, había pasado el día que entregaron el cuerpo, ahora,
tienen la libertad de dejarla ir.
- Puedes irte doctora, cumplimos nuestro objetivo, como
también el suyo. – dijo Abraham mientras se pone de pie. – Yo
la llevare.
Arreola observo toda la oficina, contemplaba las cosas de Espejel,
miraba a todos como si fueran ignorantes, su seño continuaba molesto,
se puso de pie junto con algunas palabras.
- Esto es una vergüenza. – comenzó a caminar para salir de la
oficina.
Abraham se percató de su salida repentina, se disculpó ante todos y se
fue. El apresuró su paso para alcanzar a la doctora, Abraham gritaba
sin cesar.
- Doctora, espere un momento, esto… esto es solo una
investigación.
- ¿Una investigación con un secuestro? – dijo mientras camina
apresuradamente.
- No nos diste otra opción, habrías alertado a las autoridades,
habrías complicado la situación extradimensional, nos
causarías una guerra.
- Ese no es mi problema, yo solo cumplo i trabajo y punto. –
dejo de caminar. – salvo vidas todos los días, la mitad de ellos
mueren, veo la muerte todos los días. – miro a Abraham para
retarlo.

217
En unos segundos, comienzan a escuchar disparos, el sonido los
alarmo, el edificio encendió las alarmas de emergencias. Todos
comenzaron a salir de la oficina, corrieron hacia el pasillo para salir
con seguridad con prisa, debido a las normas de seguridad.
- ¿Alarma de incendios? – pregunto Dra. Arreola.
- Lo dudo, algo está ocurriendo allá afuera, esto es malo…
- ¿Un ataque terrorista?
- Lo más probable, no pueden entrar en otra dimensión desde
aquí, a menos que uses el portal que usamos para entrar, es
una puerta como la nuestra.
- No te entiendo.
- Solamente pueden entrar por aquí.
Cuando llegaron a la entrada del edificio, se sorprendieron de
observar varios guardias defendiéndose, había varios Molocs con
ellos. Se lanzaban contra los guardias, sacaban sus garras para
encajarlos en el yugular, asfixiándolos y matándolos lentamente, pero
los acaban con un solo mordisco. De repente, miraron otros Molocs
negros, se lanzaban contra una multitud de personas, una de ellas lo
atravesó con una lanza, pero instantáneamente el cuerpo comenzó a
contraerse, generando un pequeño agujero negro, absorbiendo a las
personas que están alrededor de él, los disparos funcionaban en los
Molocs negros, se contraían entre ellos, incluso absorbiendo algunos
Molocs blancos. En unos segundos, aparecieron más de ellos en las
colinas, las personas huían hacia la bodega para refugiarse, dejaban
los animales para que fueran devorados. Alan salió repentinamente y
se dirigió hacia donde están la manada de Molocs, cerca de los muros
para interceptar cuando llegaron los Molocs, saltaban con facilidad,
pero Alan preparó durante segundos, una cantidad de aire detrás de
él.
Cuando observó la cantidad suficiente entre los muros, alzó sus manos
hacia ellos, utilizando la propiedad del viento, genero una ráfaga

218
demasiado fuerte y rápido, lanzando a los Molocs sobre el muro,
aplastándolos instantáneamente por la presión del viento, cuando se
acercaron hacia él, los flanqueo a los lados, comenzaron a morir por
asfixia, se pusieron de rodillas por la falta de aire, ahogándose
instantáneamente, debido que quitó el oxígeno alrededor de Alan,
pero genero una burbuja de oxígeno para él de tres metros de
diámetro, genero dos esferas, la exterior media veinte metros de
diámetro y la inferior de tres metros de diámetro, separo la exterior,
para utilizarla para mayor fluidez de viento como defensa, alzó su
mano, dejando correr un brazo de viento, impactando otro grupo de
Molocs, lo hacía consecutivamente para pelear contra ellos. Abraham
se alzaba contra ellos, ayudaba a las personas que se encuentran en
peligro, golpeaba consecutivamente a los Molocs que aparecía, de
repente, apareció uno detrás de él, Abraham no pudo reaccionar a
tiempo, pero la bestia fue atravesada por una daga, cayó al suelo como
si fuera un venado, Abraham miró la persona quien lo lanzó y miro a
Dr. Moreno. Alrededor de él se miraba algunas armas girando
alrededor de él, era la misma propiedad de Dylan, sostuvo un arma
de los orbitales mientras agregaba.
- Espero que tu hermano tenga la misma puntería que yo- dijo
Dr. Moreno sonriendo.
- Y lo hace muy bien doctor- dijo Abraham con la misma
sonrisa.
Enseguida se escuchó el grito, era uno de los humanoides, en un
instante, el gritó cesó, una persona se acercaba, Abraham lo reconoció
rápidamente por la barba que tiene.
- ¡Señor Ramos! Me alegra verlo.
- No tanto como verlos a ustedes. - dijo Ramos.
En un instante, aparece un Moloc en el aire, hasta caer a un lado de
ellos, había sido golpeado en el rostro, enseguida aparece Dr.
Carmona, tenía sus manos brillando, utilizó la propiedad de onda de
choque, la misma propiedad que utiliza Travis. Se encuentran
219
reunidos junto con los guardias, otros disparaban a los humanoides,
haciéndolos retroceder, pero en frente de ellos, un guardia es jalado
por una fuerza desconocida, grita por lo desconocido, hasta llegar a
un metro de los Molocs. Levanta su mirada y observa una identidad
con túnica negra, parecía estar echo de gas oscuro o luz oscura, alzó
más su mirada y observo una luz roja donde debe ser su rostro. Se
puso de pie para atacarlo, preparo una navaja para atravesar el pecho,
se lanzó hacia la entidad, pero lo atravesó completamente, el cuerpo
del guardia se carbonizó en un instante, volviéndolo entre piedra y
polvo. La escultura de piedra se balanceo, hasta caer en pedazos.
Todos se sorprendieron por el suceso, miraron la entidad que apareció
entre los Molocs, comenzó acercarse hacia ellos, todos los soldados
comenzaron a disparar, Dr. Moreno lanzó cuchillos sobre la entidad,
pero lo atravesaban por completo y le daban a los Molocs que se
encuentran detrás de él, no funcionaba en nada, sabían que no debían
tocarlo, pero observaron que alzó su mano, atrajo a otro guardia y los
carbonizaba.
- ¡Sosténganse de algo! - gritó Abraham.
Enseguida, Dr. Carmona se alzó hacia la entidad, preparo su puño,
comenzaba a brillar, usando la propiedad de onda de choque, la
entidad se quedó parado, esperando que llegara sobre él, en ese
momento, la entidad hace un ruido, es sofocado por el golpe de
Carmona, había sido golpeado en el pecho de la entidad hasta lanzarlo
contra una de las casas, todos se quedaron sorprendidos por el suceso.
- Lo sabía, utilicen propiedades que contengan luz- gritó
Carmona.
En un segundo, apareció detrás de él la entidad, sorprendiendo a
Carmona, había sido flanqueado. Sintió en un instante, como su
estómago ardía, miro bajo de él y contemplo como se volvía roca, miró
a todos con una mirada triste.
- Yo… lo siento…

220
Su cuerpo fue rodeado por la transformación, se había hecho de roca.
Enseguida de la entidad se encontraba Dr. Carmona hecho de roca,
mientras todos le gritaban por su muerte.
La Dra. Arreola se encuentra entre la multitud, se encontraba
observando en la entrada, estaba sorprendida por la muerte de
Carmona a pesar de ver la muerte todos los días, miraba cómo
retrocedían por la peligrosidad de la entidad, en ese momento,
escucha gritar a Alan Espejel, intervino en un golpe de viento a la
entidad.
- ¡Todos entren!
Dr. Moreno, Abraham y Ramos corrieron hacia el edificio, mientras
Espejel los cubre. Cuando entraron, Abraham sostuvo la mano de la
doctora para jalarla, Espejel comenzó a correr hacia el edificio, dejando
a todos los Molocs y la entidad, en un instante comenzaron acercarse,
los Molocs corrían para entrar, pero eran baleados por varios guardias
desde la cima del edificio. Permitía que entraran, estaban
consiguiendo tiempo para las personas.
En un momento, la entidad fluye como una sombra sobre el suelo, se
arrastraba hasta llegar la cima del edificio. Observa a los guardias
disparando, su sombra comienza a elevarse hasta tomar su forma
espectral, comenzó a realizar un gruñido hacia los guardias. Ellos se
percataron de la presencia, voltearon a verlo con susto y comenzaron
a disparar, atravesaba con facilidad, nada le hacía efecto y su miedo
crecía. La entidad contempla el miedo de los guardias, alza la mano
hacia uno de ellos, empujándolo por una fuerza gravitacional hasta
caer donde están los Molocs. Todos están aterrados y en unos
segundos, los gritos aparecieron.
Mientras tanto, dentro del edificio de CIO, corrían por el pasillo, una
multitud de personas, Espejel, Abraham y Arreola están detrás de
ellos. Se percataron que Ramos se escondía detrás de un archivero y
Espejel lo mira.
- ¿Qué estás haciendo? ¿Escondiéndote?

221
- Váyanse, yo tengo un plan, les daré tiempo de esconderse. –
dijo Ramos mientras acomoda el mueble- suerte muchachos.
Todos asintieron, el tiempo seguía y cientos de Molocs se acercan, no
tenían opción que correr, debido que la entidad vendría. Continuaron
por correr, dejando solo a Ramos. Él se preparó detrás del archivero y
comenzó a meditar. Se relajó sentado en el suelo, su pulso comenzó a
bajar y su cuerpo comenzó a tornarse color morado. En un instante,
los Molocs corrían por el pasillo, parecían que corrían en cuatro patas.
Ramos los esperaba con cautela, en un instante, la pared comenzó a
cristalizar hielo por la atmosfera fría, continuaba bajando la
temperatura, hasta aproximarse cerca de cero grados kelvin. Cuando
pasaron a unos metros de Ramos, se congelaban casi
instantáneamente, chocando con una capa de frío intenso. Los Molocs
caían instantáneamente, hasta que pararon de correr, contemplaron
como varias de ellos habían muerto. En ese momento, apareció la
entidad, caminaba directo hacia Ramos, cruzaba el campo de frío, su
cuerpo espectral dejaba de humear y empezaba a caer de forma
mocosa hasta el suelo.
La entidad tenía dificultad de moverse, alzó su mano para apuntar
donde está Ramos, gruñía debido lo que ocasionaba, emitió una
partícula de graviton, flotaba en el aire hasta tocar la frente de Ramos,
en ese instante, comenzó a contraer todo el espacio, había generado un
agujero negro. Estaba destruyendo las paredes, el archivero y los
Molocs de alrededor hasta no dejar nada alrededor de cinco metros.
Ramos había desaparecido junto con los escombros, mientras la
entidad oscura casi no podía moverse y varios de ellos comenzaron a
perseguir.
Más adelante, Alan escuchó el sonido de un sismo y temblaba el suelo
por gravitón, paro de correr, había llegado a la planta y están a unos
metros de bajar al subterráneo y fueron hacia Abraham y Arreola.
- Ustedes váyanse, yo me encargare de él– dijo Alan.

222
- No, no me iré a ningún lado, no quiero dejar morir a nadie–
dijo Abraham.
- Vete con la doctora, ella te necesitara.
- Estaré a tu lado– Abraham miró a la doctora para decirle. –
vete, nosotros nos encargaremos.
- Pero es peligroso, los asesinara– dijo Arreola de forma
preocupada.
- Vete– gritó Espejel.
Dra. Arreola se fue corriendo hacia el subterráneo. Alan y Abraham
observa como vienen los Molocs hacia ellos, corrían como animales en
manadas. Paso un minuto después, la entidad camina hacia el salón,
pero comienza a observar varios Molocs en el suelo. Murieron debido
a la asfixia que generó Alan, haciendo molestar a la entidad que está
en frente de ellos. Cuando llegó al salón, se encontró frente a frente a
Espejel y Abraham, estaban esperándolo para detenerlo. La entidad
los observa detenidamente a Alana con su luz roja, alza sus manos
para emitir varias partículas de gravitón.
En ese momento Alan Espejel va sobre la partícula, alza su mano para
mover las partículas gaseosas, impactándola contra la partícula de
gravitón, empujándola a varios metros fuera del pueblo, la partícula
se activó y generó un pequeño agujero negro. Alan miraba a la entidad
furioso, gruñía por la presencia de la entidad.
- ¡Dime! ¿Quién eres tú?
La entidad comenzó a reír, carcajeaba sin parar, cuando dejo de
hacerlo se dirigió hacia Alan con su luz roja.
- Valla… sí que ha crecido el reptileano. Dime… ¿Cómo está tu
pequeña hermana?
Sus ojos se abrieron instantáneamente con odio, se dio cuenta junto
con una lluvia de recuerdos.
- ¡Lo pagaras muy caro, Azrael! - gritó Alan Espejel.

223
Alan se alza hacia Azrael, era el momento de hacer justicia por su
hermana, mientras seguía riendo Azrael.

224
Más allá del límite

En la ciudad de Chuviscar temblaba por fuertes golpes, los escombros


se dispersaban por los impactos. Travis fue lanzado por varios metros.
Cae deslizándose en la banqueta, mientras se acerca una serpiente a
gran velocidad hacia él de veinte metros, en su lomo contenía unas
plumas oscuras sobre su piel negra. Abrió su boca para atacar a Travis,
el preparo su mano para hacer explotar hasta ser impactados.
La explosión fue muy fuerte, destruyo algunas casas alrededor, en el
humo que genero el impacto, Cannot salió de la cortina de polvo, pero
se percató que no estaba, pensó sí se había escondido, pero pensó que
Quetzal utiliza la propiedad dimensional, comenzó a concentrar sus
ojos y en un segundo, pudo observar la serpiente en forma de luz,
comenzaba a brillar intensamente, se acercaba hacia Travis, comenzó
a brillar su puño y cuando salió de la dimensión Quetzal, fue
impactado por el golpe, hasta ser lanzado a varias calles de la ciudad.
Pensó en la oportunidad correcta de irse, fue corriendo hacia la casa
de Elena. Corrió a dos cuadras de distancia para encontrarlo, cuando
llego, miró a Mathew fuera de la casa, Travis se puso furioso.
- ¿Qué estas tratando de hacer?
- ¿Por qué no vienes a averiguar? - dijo Mathew de forma
burlona.
Su furia creció, comenzó a crecer cristales en su mano derecha, para
después correr hacia él, alzó su brazo para cortarlo, pero fue detenido
con la mano, sostuvo la daga que generó en su mano, comenzó a
deshacer el cristal, romperse en pedazos, hizo retroceder a Travis,
confundido de lo que hizo, su mirada se concentró en sus ojos para
tratar de averiguar cualquier movimiento, pero un tentáculo apareció
de la nada en una dimensión, miró detrás de él y observó a Quetzal

225
apareciendo en forma de serpiente, lo sostiene con uno de sus plumas
largas, enrollando a Travis completamente.
- Pensé que eran tentáculos. - dijo Travis forcejeándose.
- Estas son las plumas más fuertes- miró sus tentáculos un
segundo y los apreciaba- son tan duros como el mismo metal.
Comenzó a comprimir el cuerpo de Travis, se acercaba Mathew hacia
él, alzó su mano para poder tocarlo y deshacerse de él con su
propiedad de desintegración, chocaba los átomos de los enemigos
para pudrir el cuerpo.
- Fue suficiente de juegos. No debemos permitir que regrese
Barel.
A unos centímetros de tocar a Travis, una daga atraviesa la mano de
Mathew, gritó de dolor al instante, al mismo tiempo, una llamarada
de fuego apareció hacia Quetzal, soltando a Travis de inmediato,
aparecieron varios oficiales, rodearon a la serpiente y a Mathew, en
ese momento se acerca Dylan y General Raquel.
- ¿Señor Codwell? ¿Qué hace aquí? – la sorpresa fue tal, que no
podía creer Raquel.
Mathew se recuperaba del dolor, apoyaba su mano para contrarrestar
el sangrado, en ese momento, la carne de su mano comenzó a
cicatrizar, recupero su compostura a instante.
- Parece que hace un gran trabajo General, debió decir que estoy
resolviendo un asunto importante.
- Dime ¿Dónde está la doctora Abel?- preguntó Raquel.
Comenzó a sonreír, pensaba en lastima por Angélica.
- Su esencia ahora está descansando de este universo, junto con
otras almas perdidas- dijo Mathew burlándose.
Raquel se quedó sorprendida, su ira comenzó a crecer, ordeno a los
oficiales ir por Mathew. Todos se dirigieron a él, mientras Travis
gritaba con advertencias a los oficiales y a Raquel. Aparecieron varios
tentáculos en planos dimensionales, atravesando el estómago de

226
varios oficiales y otros fueron golpeados y noqueados al instante, el
caos comenzó, las ráfagas de balas proyectaban hacia Quetzal, pero
eran atravesadas con facilidad, debido a que es un espectro, no era
tocado con la forma que tiene, gritaba Travis.
- ¡No disparen! Esperen que llegue a su forma humana o que su
cuerpo se solidifique.
Su distracción hacia los oficiales fue perjudicial, una cola ancha
apareció frente a él, golpeándolo directamente, la fuerza fue enorme,
fue lanzado a varias casas del lugar, atravesó muchas paredes y
árboles, Dylan gritó a Travis, miró a Quetzal detenidamente y se alzó
contra él, preparo una espada para cortarlo, pero era atravesado
instantáneamente, en ese instante aparecieron varios tentáculos
solidificados sobre él, pero chocaron contra otras armas alrededor de
él, debido a la propiedad orbital. En ese momento, captó en un
instante.
- Maldito… Solidificas tu cuerpo cuando atacas… pero te
defiendes con volverte espectro.
- Valla, sí que eres inteligente, ahora que tengo la esencia de
Barel, puedo utilizar su materia oscura, puedo condensarla y
liberarla a mi placer.
- Bien, pero sé que eres un animal, y los animales no le gustan
el fuego.
En un segundo, Quetzal captó el comentario de Dylan, apenas daría la
vuelta hacia Raquel, pero fue cubierto por la llamarada, sus gritos
comenzaron, pero en un par de segundos, no sintió nada, se dio cuenta
que no hacía daño el fuego, sorprendiendo a Dylan y Raquel. en ese
momento Quetzal sorprendió a Dylan, un brazo apareció al lado de él,
sostuvo su cara, él no podía verlo venir por lo que sucedía, miró a la
serpiente gigante, vio cómo se desvanecía poco a poco hasta formar el
cuerpo humano de Quetzal, sus ojos quebrados están enfocados en él,
Dylan alzó sus dos manos para cortar a Quetzal con dos espadas, pero
fue atrapado por otros tentáculos. Raquel corrió hacia el para
227
ayudarlo, pero Mathew apareció en un instante frente a ella, la golpeo
en el rostro, casi la noquea al instante, cayó al suelo y los oficiales se
alarmaron y dispararon contra Mathew, pero varios tentáculos
aparecieron frente a él cubriéndolo de las balas, después se alzaron
contra los oficiales, ellos intentan esquivarlo, otros se defendían con
sus propiedades, ocupándolos con la lucha. Raquel intenta
recuperarse del golpe, pero sintio un hormigueo en una mejilla,
comenzaba tornarse morado, ella no captaba lo que pasaba, pero
Mathew la observaba y agregaba.
- ¿Asustada? No te preocupes, tu cuerpo comenzara a pudrirse,
y cerca de tu cerebro, tendrás veinticuatro horas para contarlo,
pero, no te daré otro segundo de vida.
Mathew alzó su mano para tocarla y darle el golpe final, pero alguien
apareció detrás de él, hizo una llave, atrapando sus brazos y su cuello,
él se sorprendió de lo que pasaba.
- No te atrevas a tocarla ningún cabello.
El teniente Alvarez apareció detrás de Mathew, atrapándolo con una
llave, Mathew sonreía confiadamente, le dijo que era inútil, pero su
mirada comenzó a nublarse, su piel comenzó a tornarse pálida,
comenzó a temblar por el intenso frío que sentía.
- En unos segundos tendrás hipotermia, maldito.
Las manos de Mathew bajaron, tocaron el cuerpo del teniente, sintió
como comenzó arder las partes que toco, soltándolo al instante y
lanzarlo a varios metros del lugar a Mathew. Alvares se percató que
su visión se tornó borrosa, mientras Mathew se burlaba de él.
- Pensé que casi moría, tu frio evito que murieras en un instante,
parece que eres peligroso para mí.
En un instante, ocurrió una explosión cerca de él, lanzando a todos en
un instante, era donde se encontraba Quetzal con Dylan. Se generó
una cortina de humo, aparecieron dos personas saliendo del lugar.
Travis cargaba a Dylan, activo su propiedad explosiva liberandolo de
Quetzal.
228
- ¿Te encuentras bien?- Preguntó Travis mientras tiene una
mezcla de sudor y sangre en su rostro.
- Lo tenía controlado- gritó a Dylan.
- Sí, todo bajo control, cuidado con sus plumas- dijo Travis de
forma sarcástico.
- Son tentáculos, tonto.
- Parecen, pero dice él que son plumas largas.
- Yo veo tentáculos y tentáculos serán.
Travis se dio cuenta que está cerca de la casa de Elena, dijo a Dylan
que lo esperara y cubriera, fue corriendo al lugar mirando la casa de
Elena, pero en un instante, comenzó a desmoronarse, siendo destruido
por otro agujero negro, Travis gritó con furia, se arrodillo por lo que
veía, sus recuerdos comenzaron a fluir, los momentos que había
pasado con Elena. Su ira creció, miró detrás de él y observó a Quetzal
que alzó su mano, carcajeaba como si fuera un chiste, eso detono a
Travis más su furia.
- ¡No te lo perdonare!
Sus ojos se tornaron de color amarillo, comenzaron a crecer cristales
en su piel, pero sus manos comenzaron a ser rodeados por una luz
negra. Su fuerza y velocidad incremento en un instante, paso a un lado
de Dylan, sorprendiéndolo de la velocidad que iba, Quetzal lo miraba
de forma confiada, utilizo la propiedad de la materia oscura, para que
fuera atravesado, pero fue golpeado por Travis en el rostro de Quetzal,
ese golpe genero una onda de choque, siendo un sonido muy fuerte,
lanzando a Quetzal a cientos de metros.
Dylan lo miraba, no lo podía creer, su hermano menor consiguió tanta
fuerza en un instante y pudo tocar a Quetzal. A Travis seguía brillando
en sus manos un halo negro, utilizando la propiedad de Haval, había
conseguido que las cuerdas cuánticas hicieran materia oscura,
permitiendo que pudiera tocar a Quetzal. En ese momento, Travis
corrió hacia Quetzal, dejando atrás a Dylan, pero él observó a Mathew

229
acercarse a Raquel y a Alvarez, preparo una daga para lanzarlo,
mientras él se acercaba a ellos hasta que su brazo fue herido por la
daga, Mathew lo maldecía, prepara algunos tentáculos para golpear a
Dylan, él se defendía constantemente con sus armas, ambos se
miraban como retadores.

Al mismo tiempo, en el centro comercial, se encuentra Jonathan con


otras tres personas con la misma propiedad que él, continuaban
protegiendo a las personas heridas por la gravedad, formando un
campo eléctrico, quemando a quien se cruce en el camino. Jonathan le
gritaba a la persona que se encontraba dentro de una tienda.
- ¡Elena, quédate ahí! Es muy peligroso.
Elena se encuentra herida, se arrastraba hacia Jonathan, pero escucho
sus advertencias enseguida.
- ¿Qué sucede?
- Nos atacan, refúgiate en los vestidores.
Elena se dirigió hacia unos muebles, iba ayudar a sus padres
atrapados, se puso de pie, pero su pierna esta lastimada, cojeaba
continuamente por el dolor, sostuvo el mueble y comenzó a forzarlo,
para liberar a sus padres. Jonathan lo miraba, su desesperación creció,
pero se negó ayudarla, debido que la cantidad de Molocs incremento,
conforme se acercaban algunos de ellos, eran quemados por la intensa
electricidad.

Mientras tanto, en el pueblo de Santa Teresa, Espejel intenta someter


a Azrael con toda la fuerza, usaba la propiedad del viento, pero nada
podía hacerle efecto, mientras Azrael carcajeaba y se burlaba de Alan.
- Parece que el niño reptil, está quebrado.
- Destrozaste a mi familia, ahora vienes a destruir todo lo que
he hecho.
- La destrucción es mi placer preferido.

230
En ese instante, Azrael se acercó demasiado a Alan, alzando sus manos
huesudas oscuras, tocando el brazo de Alan, pero esta vez no pudo
petrificar, pero sus músculos fueron quemados de manera interna.
Alan gritó con fuerza, el dolor era insoportable, sostuvo su brazo para
intentar calmar el dolor, pero no podía hacer nada, retrocedió para
alejarse de Azrael mientras él hablaba.
- Parece que el frio retrocedió mis efectos. Lastima. Tu
sufrimiento me alienta a matar.
Azrael se acerca demasiado rápido hacia Alan, pero en ese momento,
dos placas de roca y suelo aparecieron, aplastando a Azrael en un
instante. Leon Boyer apareció ayudar a Alan, lo sostuvo y se lo llevo
lejos. Pero Azrael aparecía entre los planos de las placas, cuando
obtuvo su forma se sorprendió, miró una especie de esferas y óvalos
deformes, era Dr. Moreno utilizando la propiedad orbital que usó
Dylan, de repente, un rayo de luz apareció contra Azrael, haciendo un
agujero en el estómago.
- ¿Pero qué? - se sorprendió Azrael.
En un instante comenzó a regenerarse, volviendo a su forma original,
pero comenzaron aparecer varios rayos de luz, los esquivaba
constantemente, pero uno de los rayos había alcanzado en su hombro,
gritó de dolor, en ese instante alcanzaron varios rayos sobre él, tardo
alrededor de diez segundos, hasta que se detuvo. Dr. Moreno todavía
tenía orbitales tipo P, las esferas desaparecieron, dejando agotado a
Dr. Moreno, se puso de rodillas por el cansancio, miró al espectro, y
solamente miró la deformidad que presentaba Azrael, está lleno de
agujeros y gritaba de dolor, pero sus agujeros comenzaron a
desaparecer, cobró su forma original, pero ahora no era tan enérgico
como antes, maldecía a Dr. Moreno, mientras él se encuentra agotado,
casi no se puede mover, en ese instante, Azrael se acercó demasiado
rápido, él cerro sus ojos, esperando su muerte, pero alguien lo sostuvo
de su camiseta y fue lanzado a un lado, Abraham apartó a Moreno,
mientras preparaba sus manos humearon, mientras Azrael está a unos

231
centímetros, luego exploto, una cortina de humo rodeo el panorama,
no podían ver nada, en ese momento, Abraham retrocede hasta
aparecer, sostiene su brazo morado, Azrael pudo alcanzarlo a tocar,
cuando apareció, se observaba un hueco en su pecho, pero no le dolía,
comenzó a reír.
- Es inútil… la única esperanza que tenían, era aquel gordo que
estaba con ustedes.
Abraham aguantaba el dolor, miró detrás de él, viendo a Leon
sosteniendo a Alan y Moreno tumbados en el suelo, pensó en las
personas que se encuentran dentro del subterraneo, comenzó a
recordar cuando entro por primera vez a CIO, Dr. Jacquez lo había
acompañado para mostrarle el lugar, Abraham le preguntaba que era
y Javier le dijo que es un lugar donde haces tus sueños realidad,
mientras terminaba sus recuerdos, Abraham comenzaba a llorar,
pensaba por unos segundos y en ese momento, se dirigió hacia Leon.
- Hermano, cuida de ellos. Dile a Fernanda, que lo siento- miró
a Espejel en un instante- ¡Alan! cuida a mis pequeños
hermanos, sé que estarán bien.
- ¿Qué estás diciendo Abraham? - pregunto Leon.
Abraham miró hacia Azrael, lo miraba detenidamente, mientras
sostiene su brazo, pero al poco tiempo dejo de dolerle, se relajó en un
instante.
- Eres un frasco lleno de sorpresas Azrael.
- Me siento alagado, ahora que veo tus ojos, debes ser el
dimensionista, Abraham Cannot. Debo eliminar cualquier
indicio de ustedes. Barel no debe regresar nunca más.
- También me siento alagado, pero no dejare que asesines a
nadie más… no más muertes.
Cambió de posición, cerro sus ojos y comenzó a meditar, su
respiración se volvió más despació, en ese momento, su cuerpo
comenzó a calentarse, humeaba todo el cuerpo, sus manos empezaban

232
a brillar con una intensa luz amarilla, creció conforme pasaba a los
brazos hasta rodear todo su cuerpo, volviéndose una intensa luz
amarilla en todo su cuerpo. Leon Boyer se dio cuenta de lo que hacía
Abraham.
- ¡¿Qué estás haciendo?! Podemos con él ¡No puedes sacrificarte
de esa manera!
- No, no quiero que muera alguien más, yo me encargo,
solamente la luz puede tocarlo. - miró hacia Azrael, su mirada
se concentraba en él, parecía estar enojado, sus ojos continúan
con su color y forma.
- Interesante, Solamente iluminaste tu cuerpo.
- Esto es la propiedad de la radiación, mi cuerpo tiene
demasiada energía, pero a la vez, estoy muriendo.
- ¿Qué? – Azrael se sorprendió de las palabras de Abraham,
debido al sacrificio que hará.
En un abrir y cerrar de ojos, Abraham apareció frente a él, sostuvo su
rostro sobre la túnica negra, ahora…. Puede tocarlo, fue disparado en
varias dimensiones a la vez, cruzaban por varios mundos, hasta llegar
a un glaciar, impactándolo contra el hielo, dispersando todo el
espectro sobre la pared. Abraham camino sobre la cuarta dimensión,
hasta verlo frente a frente.
- Esta vez, me desharé de ti completamente, tardaras miles de
años para recuperarte.
- Tu… como te atreves a mandarme a otra dimensión.
- Necesito asegurarme de eliminarte, esa serpiente podría ir por
ti, ya que no puedes saltar en dimensiones. Ahora veo el
miedo que tienen.
Azrael comienza recuperarse de nuevo, hasta recuperar su forma,
pero la túnica había descubierto su cabeza, siendo un cráneo con un
solo ojo rojo, con algunos dientes conodontales afilados.

233
- Barel no debe regresar, debemos eliminar a cualquiera que
pueda regresarlo- movía la mandíbula para hablar.

Mientras tanto, en Chuviscar, los edificios se destruían, un tentáculo


arrastraba sobre la pared del tercer piso del edificio, hasta lanzar a
Travis contra otro edificio, Quetzal se acercaba en medio de la calle,
observa como varias personas corrían por sus vidas, cruzando a un
lado de Quetzal, enseguida, aparece algunos cristales sobre él, pero
Quetzal los esquiva, los cristales se incrustaron sobre el cemente, él
sonreía, observó que humeaban los cristales, hasta que explotaron, se
incrustaron en el cuerpo de Quetzal, pero los absorbía lentamente. En
ese momento, Travis corre hacia él, aparece un tentáculo, hasta que es
cortado por una cuchilla de cristal, el tentáculo crece de nuevo, pero
su punta se vuelve filoso, proyecta a la espalda de Travis hasta ser
atravesado. Se detuvo en un instante, el dolor era intenso, debido que
fue atravesado a un lado de su estómago. La sangre comenzó a fluir
en su ropa además de rasgada por los golpes. Quetzal se acercó a
Travis hacia una pared, impactándolo hasta craquear el cemento, se
acercaba despacio mientras hablaba.
- Patético, esperaba más de ti, pero no eres nada.

Al mismo tiempo, Mathew caminaba rumbo a uno de los


fraccionamientos, arrastraba el cuerpo de Dylan, había caminado por
varias colonias, mira la cantidad de humo que hay en el centro de la
ciudad, contempla el paisaje de la destrucción mientras habla por sí
mismo.
- Madre… por fin cumpliré mi objetivo, los extradimensionales
pagaran por tu muerte, solamente, tengo que asesinar a
alguien más.
Habia llegado al frente de una casa lujosa, había varios guardias en
frente de ella. Mathew pensó que había muerto por la gravedad que
genero Quetzal. Comienza a sentir una alegría, suelta el cuerpo de
234
Dylan para disfrutar de la masacre, prepara algunos tentáculos para
asesinar a los guardias.
Ellos comenzaron a disparar por la amenaza de los tentáculos, el
comienza a cubrirse de las balas y los ataca al mismo tiempo, cada vez
que elimina a un guardia, empieza a tener recuerdos cuando era niño.
Su padre lo llevaba a una habitación, tenía sólo ocho años cuando sucedió,
miraba a su madre fallecida en una cama, había sido asesinada por un gris.
Su padre lo empuja para contemplar a su madre hasta llegar a unos
centímetros de ella y su padre lo mira para decir.
- Hijo… solamente falta poner tu sangre en la frente de tu madre.
- Pero papa, no quiero manchar a mi mama. – dijo Mathew llorando.
- ¿Quieres tomar venganza por tu madre?
- Solo quiero que vuelva.
- Lo hara, sólo si haces lo que te digo.
El niño miró a su madre por última vez, saco un cuchillo de su bolsillo para
pincharse el dedo. Con ello, comenzó a sangrar, alzó su mano para manchar
su sangre sobre su madre, embarrandola en la frente hasta formar un ojo.
Cuando termino, retrocedieron para contemplar el proceso.
- Ahora, el código de tu alma vincula con tu ADN, tu madre… será
la puerta para dejar entrar a un antiguo espíritu.
El cuerpo comienza a humear, era un vapor oscuro, se densifica por cada
segundo hasta rodear todo el cuerpo. Sus manos comienzan agrandarse y
aparecen una serie de tentáculos. En un instante, comienza a moverse, se pone
de pie en frente de las dos, abrió sus cuatro ojos quebrados y su ojo frontal
quebrado, tenía dos pupilas para varias dimensiones. Mathew se espantó, se
escondió detrás de su padre por el miedo de la entidad, pero él lo tranquiliza.
- Tranquilo hijo, él será quien te protegerá ahora… él te ayudará a
vengar a tu madre.
Quetzal lo miraba detenidamente y Mathew lo hacía también, pero sin miedo.
Sus recuerdos se acabaron cuando elimino al último guardia de la casa
y estaba en la cocina, comenzó a buscar a la familia, subió por unas

235
escaleras, buscaba cualquier indicio de vida, los cuadros y muebles
están tirados por la fuerza de gravedad que ocasiono. El, aparta un
piano con su tentáculo, estaba en medio de la escalera y lo aventó hacia
una ventana, atravesándola por completo. Cuando subió, se percató
de un hombre canoso, estaba apuntándolo con una ametralladora,
comenzó a disparar a Mathew, pero el se cubre con un tentáculo e
interceptó al hombre sobre la pared.
- Mathew… maldito traidor…
- ¿Traidor? Los traidores son ustedes por traer a Barel, ahora,
no habrá ni una de tu familia que lo traiga, porque los
eliminare a todos y me desharé de los extranjeros.

Mientras tanto, Quetzal está sometiendo a Travis con un tentáculo,


había perforado su estómago. Se acercó lo suficiente, para golpearlo
con su mano, la visión de Travis comenzó a nublarse, sus recuerdos
llegaban, recordaba a su madre y le pedía perdón, mientras la entidad
lo golpeaba. Preparó sus tentáculos para asesinarlo, se sentía
resignado, esperaba la muerte, pero el tiempo comenzó a detenerse, a
un lado de la entidad, apareció Haval, con la misma túnica que viste
de siempre, se acercó hacia Travis para agregar.
- Travis… déjame ayudarte- dijo Haval mientras alzaba su
mano
- Yo… no lo sé.
- Morirás chico, permítame tomar el control, y tomaras la
venganza de Abril.
No le quedaba tiempo, conforme se acercan los filosos tentáculos,
Travis alzó la mano para tocar la mano de Haval hasta entrelazarlo.
En un segundo, Haval comenzó a sonreír hasta deformar su cara,
comenzaba a carcajear como un loco, mientras envuelve todo con una
nube oscura.
- ¡Sí!, ahora eres mío. - dijo Haval mientras carcajeaba.

236
En un segundo, la mano de Travis sostuvo todos los tentáculos,
apuntaba a su corazón, la fuerza que emitía Quetzal no era lo
suficiente, mientras él se asustó de la fuerza que tenía, mientras una
voz más gruesa apareció, su voz pareció reconocerlo en un instante.
- Quetzal, parece que te olvidaste de mi oferta.
La mano comenzó a humear de color negro, haciendo explotar a
Quetzal. La explosión fue demasiado grande, abarcando varios
edificios de la ciudad. Al mismo tiempo, Mathew y se encontraba con
el señor blanco, pero se percataron de intensa explosión, estaban
sorprendidos de lo que pasaba.
Al mismo tiempo, Jonathan se encontraba en el centro comercial, se
distrajeron con la explosión, mientras los Molocs miraron también la
explosión y corrieron hacia la dirección del suceso. Elena salió de la
tienda y miro lo que había pasado, pensando lo que podría pasar.
- Travis…
El humo cubría las calles, Quetzal jadeaba por la pérdida de un brazo,
intentaba regenerarlo, pero se le dificultaba hacerlo. Escucho la misma
voz que escucho antes de la explosión, asustándolo cada vez más.
- ¿Qué te ocurre serpiente? Te veo muy mal, deberías de
sentarte…
- Tu… ¿Qué es lo que hiciste?
La silueta comenzó aparecer, Travis había aparecido, pero su rostro
era diferente, sus ojos se tornaron morados y color oscuro en la parte
esclerótica del ojo, su rostro comenzó a chorrear un líquido negro,
salían de sus ojos. Sonreía hasta casi deformar su rostro.
- Esa mirada… tu eres… - dijo Quetzal de forma asustado.
Retrocedió algunos pasos, su mente llovía una serie de
recuerdos como espasmos.
- Ha pasado más de veinte años Quetzal… - sonreía sin parar.
- Haval… pensé que ya no existías - dijo Quetzal de forma
miedosa.

237
- Simplemente, tome algunas vacaciones. Ahora, el primer paso
del control ha comenzado… ¿Recuerdas sobre mi oferta?
- Oferta… ¿Qué clase de oferta te refieres? – exigió Quetzal.
- Recuerda serpiente, recuerda que tenemos que destruir
todo…
- Ahora lo recuerdo- arqueo sus ojos quebrados- quieres
reiniciar la realidad.
- Ahora lo captas – continúo sonriendo Haval- ¿Me seguiras?
- Eres un demente, yo jamás seguiré a nadie. ¡Esa idea es una
locura!
- Entonces, hare que lo hagas, Quetzal.

238
La última mirada

En la dimensión donde se encuentran Azrael y Abraham, continuaban


en confrontación, algunas montañas se destruían por la gravedad de
Azrael, mientras Abraham hacia explotar algunas zonas, deshaciendo
de todo. Lo alcanzaba todo el tiempo, lo golpeaba consecutivamente,
dejando a la entidad débil por los ataques, él intentaba petrificar su
cuerpo, pero no podía, debido que está en un estado energético, pero
en un momento se descuidó, Azrael toco el brazo izquierdo de
Abraham, activando la partícula de gravitón, generando un pequeño
agujero negro.
El brazo comenzó a contraerse y los huesos se rompen, Abrahram se
jalo para desprenderse hasta quedarse sin brazo, tuvo que retroceder,
su cuerpo ya no podía más, su cuerpo llega al límite, pero Azrael
comienza a molestarse. Su mente se nublaba, comenzaba a pensar en
sus hermanos y una imagen de unos niños. Después sus ojos se
abrieron, su motivación hacia moverse, forzando su cuerpo cada vez
más.
- Yo… no puedo morir ahora, debo… terminar.
- Tu… me recuerdas… a una persona… un… guerrero Azteca.
- dijo Azrael jadeando.
Su mirada se entrelazaba con la entidad, se apoyó, se preparó para
poder atacarlo, en un segundo, él pulso genero fuerza, generando una
onda en la atmosfera, su velocidad era demasiado, alcanzando Azrael,
lo pudo golpear fuertemente, mientras su puño radiactivo quemaba el
cuerpo de Azrael hasta lanzarlo a otra dimensión. Había caído a un
mundo diferente, todo está cubierto de gas, pero se podía parar por
un gas tan denso, puede caminar mientras está en el suelo, la entidad
no puede moverse, mientras aparece en el plano dimensional.

239
- Hemos saltado desde la quinta dimensión, una dimensión,
donde no podrás escapar, está es la dimensión de los espíritus.
- Tu… morirás aquí – gritó Azrael con furia, debido que no
puede regresar a la otra dimensión.
Abraham cierra sus ojos, pensó en sus hermanos, cuando sus
recuerdos comienzan aparecer, imaginando a sus hermanos cuando
eran niños.
- Gracias. – duro unos segundos meditando. – no podré estar
con ustedes.
Su luz comenzó a intensificarse más, sorprendiendo cada vez más a la
entidad, en ese momento, apareció en un parpadeo enfrente de él,
Abraham sostuvo a Azrael, levantándolo en el aire, mientras
observaba sus ojos.
- Adios Azrael…
Los gritos de la entidad comenzaron, imploraba que volvieran, pero
Cannot intensificaba más hasta desaparecer de la dimensión.
Comenzaba a viajar por varios planos y mundos, su cabeza le daba
vueltas por tanta energía en su propiedad, sus ojos estaban muy
abiertos de lo que ocurre. Una serie de destellos y energía fluían en él,
viajaba en una serie de dimensiones de forma descontrolada,
imploraba por ayuda, pero nada lo detenía.
Una mano espectral blanca apareció en un plano, sintió el toque cálido
de su piel, su cuerpo empezó apagarse de la intensa luz que emanaba,
dejando su piel blanca por el toque espectral de la mano.
- Deja tu cuerpo y ven conmigo- la voz era cálida.
Aquella voz le sonaba muy familiar, era claro, sintió tanta paz en ese
instante y proyecto su cuerpo a otro plano dimensional. Su cuerpo
flotaba en el vacío del espacio, su mirada se proyectaba ante las
constelaciones del universo, mientras su cuerpo había vuelto a la
normalidad, su piel está descarapelada por la radiación, su mirada
estaba perdida, comenzaba a recordar varios sucesos de su vida.
Cuando jugaba con sus hermanos en el parque con Javier y Angélica,
240
cuando se había graduado de universidad y todos estaban ahí y
cuando estaba en el hospital, mirando en un espejo varias enfermeras
atendiendo los bebes y Javier le tocaba el hombro con una sonrisa de
orgullo. Sus ojos cerraban despacio por la radiación cósmica y el frio,
dejo que el espacio lo dejara flotar en el vacío, su cuerpo comenzó
apagarse por el intenso frio, hasta congelarse por completo en el
espacio.

Mientras tanto, en la ciudad de Chuviscar, una intensa niebla negra


había aparecido en medio de la ciudad, Haval había tomado el control
del cuerpo, se acercaba hacia Quetzal, pero él retrocedía con miedo.
- ¿Recuerdas? - continuaba caminando- ¿Recuerdas aquella vez
que hablamos?
- Maldito loco, desquiciado. ¡Aléjate de mí!- gruñó con fuerza.
Varios tentáculos se proyectaron contra Haval, su mirada indicaba que
disfrutaba el encuentro, después abanico su mano, esparciendo
partículas oscuras sobre los tentáculos, hasta hacerlos desaparecer
como si fueran cenizas. La entidad oscura se sorprendió, ahora está
más asustado de lo que está, se sentía como un animal acorralado, su
furia creció, alzó su mano, proyectándolo hacia Haval, disparando una
partícula de graviton.
- Tu… ¡No me dominaras! – gritó Quetzal furioso.
En un segundo, activo el gravitón, genero otro un agujero negro más
grande, su campo gravitatorio abarcaba toda la ciudad, Haval se
acercó hacia la partícula, hasta ser absorbido y desapareció. Quetzal
carcajeaba por la victoria, después, ocurrió una explosión en el agujero
negro, había desintegrado la partícula de graviton, modificando las
cuerdas cuánticas de la partícula, haciendo desaparecer el campo
gravitatorio. El polvo rodeaba la ciudad, Haval aparecía caminando
hacia Quetzal sonriendo.

241
- Esto es una maravilla. Gracias a ti, estoy experimentando las
nuevas propiedades que hice, eres inteligente en crear un
graviton que oscilé en once dimensiones.
- Tu… eres un monstruo. – Quetzal retrocedía conforme se
acerca Haval.
- No… yo soy la nueva realidad.
En un segundo, Haval se alzó hacia Quetzal con gran velocidad,
tomándolo desprevenido, cerro sus puños para golpearlo en el
estómago, lanzándolo hasta uno de los edificios. Rompió todas las
paredes, pero aparecieron otros tentáculos en las paredes de la misma
estructura, parecía que contenía brazos, se alzaron contra Haval, pero
él los esquivaba con tanta facilidad, la serpiente gritaba por la
desesperación, conforme se acercaba. En el décimo piso, una serpiente
oscura había aparecido, parecía medir veinte metros de largo, contenía
algunas plumas negras, contraía su cuerpo y deslizaba sus escamas
espectrales, se preparaba para atacar mientras observa a Haval.
- Finalmente… tu forma original– dijo Haval mientras miraba
su forma.
La serpiente retorció más su cuerpo, en un instante se estiro, para
atraer en un instante a Haval, él comenzó a preparar sus manos,
humeaban intensamente, hasta hacer explotar a la serpiente. La
explosión abarcó todo el centro de la ciudad, pulverizó todos los
edificios, los tubos se fundieron por el calor, el cemento se quebró por
el impacto y las personas murieron alrededor de ellos.
Mathew había asesinado a Blanco, estaba tumbado en el suelo, su piel
estaba morado por la propiedad de él. Abrió una puerta de uno de los
cuartos. había un niño de once años, se encontraba en una esquina del
cuarto junto con su madre. Mathew sonreía, contemplaba el
sufrimiento de los dos, se había convertido en un psicópata al dar
algunos pasos con su expresión de placer. Apareció una explosión,
tumbando a todos por la onda de choque que causo Haval. Mathew
yacía en el suelo, se quejaba por el dolor que le causaba su pecho, se
242
puso de pie en un instante, miró en la ventana una cortina de humo,
estaba sorprendido por lo que pasaba. En un instante, apareció una
cuchilla de una espada en su pecho, había sido atravesado por una
espada. Mathew mira detrás de él y era Dylan quien está detrás de él.
Mathew intenta usar los tentáculos, pero habían desaparecidos como
ceniza, su sorpresa fue tal, que comenzó a morir, cerro sus ojos hasta
desvanecerse y su cuerpo cayó al suelo. Dylan miró a la madre y su
hijo en el suelo por el impacto, mientras ellos lo miran.
- Yo… lo siento. – miró la explosión en la ventana, pensó en que
pudo pasarle a Travis. – Travis… ojalá estés bien.
Jonathan y Elena caminaban en el camino, vieron la explosión
proyectarse, están impactados de la magnitud. Elena comienza a
preocuparse por Travis, su ansiedad aumentaba y miró a Jonathan
para encontrarlo. Fueron caminando rumbo al lugar.
En el centro de la ciudad, todo está hecho de cenizas, el polvo seguía
en suspensión del aire, se escuchan algunos pasos, mientras se
proyecta a un cuerpo humano negro en el suelo, Haval se agacha para
sostener el cuello de Quetzal, levantándolo en el aire, su cuerpo está
destrozado, sus brazos desaparecieron por el impacto.
- Serpiente… te vez terrible ¿Quizás necesites ayuda? - dijo
Haval de forma burlona.
Quetzal apenas pudo abrir uno de sus cuatro ojos, la fuerza que lo
levanta le impedía hablar bien, pero suficiente para entender.
- Tu…- su voz se tornó más quebrada y sollozo- ¿Por qué haces
esto?
- Pensaba que eras inteligente serpiente- gladio su cabeza a un
lado y sonrió- tu… eras denominado el dios más sabio de
todos los dioses aztecas, eras del grupo de espectros más
inteligente. Pero mírate ahora… caíste en las manos de unas
cuantas personas y otro espectro que es una basura en esta
existencia.
Se reía a sí mismo como si fuera un chiste.
243
- Te diré solamente dos cosas: una, necesito de tus propiedades
y de tu ayuda, necesito poder controlar mucho mejor los
multiversos, todavía no puedo acostumbrarme a este cuerpo,
y dos…
Su sonrisa comenzó a desaparecer, tornándose una mirada furiosa
hacia Quetzal.
- Tu… asesinaste a mi mujer- su voz se tornó grave y ronca.
Su mano comenzó absorber la esencia de Quetzal, él gritaba por
misericordia, pedía perdón por lo que hizo, decía que solo seguía
ordenes, pero su voz comenzó apagarse. El vapor que emitía su cuerpo
comenzó a desvanecerse en el aire, perdió su color oscuro a un color
blanco, hasta volverse un esqueleto. Haval sentía un éxtasis,
disfrutaba como entraba la esencia de Quetzal en el cuerpo,
entrelazando las mentes sobre Travis. Tiro el esqueleto a un lado como
si fuera basura, mientras hablaba a sí mismo.
- Pequeño Travis, la hora del fin no ha llegado todavía, aun no
estás listo para ver el fin, pero pronto… pronto llegara cuando
menos lo esperes.
Alzó su mirada al cielo, el líquido negro de su rostro comenzó a
desaparecer, sus ojos comenzaron volver a la normalidad, hasta
regresar a la normalidad. Su cuerpo cayó al suelo, desmayándose por
el sobre esfuerzo que paso, el panorama era caótico, la ciudad había
sido destruida, mientras las cenizas se esparcían como polvo.

Jonathan y Elena caminan buscando a Travis, ambos gritaban para


localizarlo, pero nadie responde, veían alrededor de ellos cadáveres
de personas, habían sido calcinadas por la explosión, perturbando
cada vez más a Elena. Duraron algunos minutos en caminar, hasta que
se percataron de un hueco en una plaza, los edificios están dañados,
apuntando a un centro, siendo indicios del origen de la explosión.
Observan un cuerpo en medio del lugar, junto con un esqueleto sin
brazos. Elena gritó a Jonathan, indicando la dirección del cuerpo,
244
ambos corrieron hacia el cuerpo, conforme se acercaban, observaron a
Travis, con su ropa rasgada por la batalla. Elena se alzó sobre él, lo
sostuvo de su cabeza, consolándolo.
- Travis, Travis… soy yo- lo zarandeaba- Elena.
No responde, el silencio todavía continuó, Jonathan le dijo a Elena que
se apartara de él, indicando que hará choques eléctricos en él, asintió,
dejaron el cuerpo en el suelo, Jonathan se preparaba para realizar la
prueba.
- A la cuenta de tres.
Conforme contaba, Travis comenzó abrir sus ojos, todo estaba borroso,
pero observo una silueta, contenía cabello negro, siendo el cabello
negro de Elena, recupero su conciencia y preguntó.
- ¿Elena?
Elena se dio cuenta, le gritó a Jonathan que esperara, pero fue
demasiado tarde. Sus manos toco el pecho de Travis, electrocutándolo
nuevamente, los gritos de él comenzaron, asustando a Jonathan y a
Elena, él se apartó dejando a Travis que se recuperara, mientras él se
retorcía de dolor, se pudo recuperar en un segundo.
- ¡Sí que eres un estúpido Jonathan! - gritó Travis.
- ¡Travis! - Gritó Elena, se alzó hacia él abrazandolo.
Él se quedó sorprendido, preguntaba por ella, pero la calidez de su
cuerpo lo rodeaba, estaba abrazándola completamente, su aroma
impregnaba hacia Travis, haciéndolo sentir completamente en paz.
- Yo… yo… pensé que habías muerto.
- Aquí estoy contigo.
Jonathan se acercó hacia él agregando.
- Ella se encontraba en la misma plaza comercial, la encontré
con sus padres en una tienda.
- Gracias Jonathan… pero no te salvas de la golp… Haaaa. – se
lastimo su brazo cuando apunto a Jonathan.

245
- Tranquilo, no debes moverte- giró ambos lados- por cierto…
¿Qué sucedió?
Travis se dio cuenta, estaba confundido lo que había pasado, pero
miró un esqueleto enseguida de ellos, pensando si era el cuerpo de
Quetzal.
- Yo… no recuerdo muy bien, estaba a punto de desmayarme,
pero me desmaye antes de que ocurriera algo.
- ¿No recuerdas nada? - pregunto Elena.
- Solamente, apareció Haval, acepte su ayuda y parece… que
destruyo todo.
Miró alrededor de él, observaba la ciudad destruida, los edificios
estaban casi por caerse, generando un sentimiento de culpa.
- Es mi culpa, todos… murieron por mi culpa.
Elena ajusto la mirada de Travis hacia él.
- No… tu nos salvaste a todos, no te imaginas cuantas personas,
pero lo hiciste. - dijo Elena.
- Gracias, pero aun así, no pude salvar a ellos.
Pasaron algunos minutos, Jonathan cargaba a Travis junto con Elena,
ambos caminaban entre las cenizas. De repente, apareció una silueta
gris. Conforme pasaba los segundos, se definía más, hasta que
apareció un hombre con un chaleco negro. Dylan gritaba a Travis,
Elena y Jonathan alzaban sus manos para indicarle que se acercara.
Estaban a pocos metros de reunirse hasta que comenzaron a escuchar
varios motores y el sonido del metal chocando contra el suelo.
Aparecieron una docena de personas hacia ellos, vestían un uniforme
de militares, los soldados del ejército de Laurencia aparecieron,
atrapando a los demás. Uno de ellos se acerca hacia ellos.
- ¡Queremos a Travis Cannot!
En ese momento, Dylan activo la propiedad orbital de sus armas,
llamando la atención de los soldados, gritaron para pedir apoyo,
comenzaron acercarse varios vehículos militares y más soldados,

246
generando una multitud sobre ellos. Estaban rodeados, Dylan se
prepara para atacarlos, Jonathan los observa de forma retadora, Elena
se encuentra preocupada, Travis la miraba, sentía la culpa de haber
ocasionado el desastre, cerro sus ojos.
- Está bien, déjenme ir.
- ¿Qué? Pero Travis - dijo Jonathan.
- No, no quiero perderlos, y no quiero volverte a perder Elena-
la miró a sus ojos- no puedo otra vez.
- Yo no quiero perderte Travis.
- No lo harás- se giró hacia su hermano- Dylan, es suficiente.
Su hermano lo miraba detenidamente, se puso furioso.
- No… no te dejare.
- Debes hacerlo, es lo correcto. Es… es mi culpa.
Su mirada se dirigió hacia el soldado, se soltó de Jonathan, mientras él
lo miraba que no se fuera, pero no le dejaron otra opción. Comenzó a
caminar, cojeaba por el dolor que tiene, hasta acercarse con el soldado,
él lo sostuvo y lo llevo hacia la camioneta, dejando libre a los demás
del peligro, Elena lo miraba llorando, le hablaba para que regresara,
pero no podía hacer nada, solamente observó cómo se alejaban los
vehículos.

247
Sin opciones

En el pueblo de Santa Teresa, había llegado algunos soldados, estaban


ayudando a las personas del pueblo con sus hogares. Alan Espejel se
encuentra sentado en la misma casa donde se hospedaron, está
sentado en una silla, meditando por el sacrificio de Abraham,
entrelazaba sus manos para apoyar su barbilla, en ese momento, Leon
se acerca hacia él.
- El… no ha regresado todavía…
- No lo hará, nada puede soportar con tanta radiación, su
cuerpo se desintegra constantemente, además, con tanta
energía, podría saltar hasta la onceaba dimensión… debió
perderse y morir en un abismo.
- ¿Abismo?
- Debe estar flotando en el espacio de otro universo.
Sus rostros miraron al suelo, Alan comenzó a llorar, sus lágrimas
comenzaron a escurrir, y sus gritos de desesperación comenzaron a
escuchar, mientras la doctora Arreola lo miraba con tristeza desde
unos metros de la casa, lo miraba con lastima, comenzó acercarse hacia
Dr. Espejel, mientras él decía.
- ¡Es mi culpa! – golpeo el suelo- ¡Por mi culpa mi hermana, mi
familia murieron, ahora, Abraham… se fue por mi culpa!
La doctora abrazo a Espejel, intentaba consolarlo por lo que pasaba,
mientras el viento comenzó a soplar alrededor del lugar.
- No puedes culparte, no puedes hacerte daño a ti mismo, he
visto a muchos de mis pacientes culparse, y la culpa, es el peor
veneno de todos. - dijo Arreola.
- Yo… yo… debí sacrificarme.

248
- Alan, ella tiene razón, no podemos culparnos por lo que paso,
Abraham nos salvó a todos nosotros, debemos honrar su
sacrificio- dijo Leon consolándolo.
El viento se calmó, mientras Alan se seca sus lágrimas, se puso de pie
mientras agregaba.
- ¿Qué le diré a sus hermanos y a Javier?
- Yo me encargo de avisarles, tu… necesitas descansar. – dijo
Boyer
Alan y Arreola se metieron a la casa, dejando fuera a Leon Boyer,
mientras él miraba a los demás siendo auxiliados por los soldados,
pensó.
- Espero que se haya deshecho de esa peste.

Al mismo tiempo, Azrael gritaba en una dimensión alterna, su


desesperación abundaba, se encontraba en un mundo gris, todo está
cubierto de neblina negra, tornándolo más espeso.
- ¡Malditos dimensionistas!
En unos segundos, escucho deslizarse algo alrededor de él, a él le
llamo la atención, volteo a ver dónde se encontró el sonido, pero no
había nada. Pasaba el tiempo y el sonido se prolongaba más y más,
molestando a Azrael cada vez más.
- ¡Sal de donde estés!
- Así que eres tu… Azrael. - dijo una voz demasiado grave.
- Esa voz… - Azrael comenzó asustarse, no entendía de lo que
sucedía.
Azrael comenzó agitarse, retrocedía, pero no encontraba donde estaba
aquella voz.
- Dime… ¿Dónde está el dimensionista de quien hablas? –
aquella voz estaba mezclada con ecos y susurros.
- El dimensionista… Abraham Cannot… él- fue interrumpido.
- Dime que lo tienes Azrael… dime que lo tienes…
249
- El… no está aquí, me trajo a esta dimensión y desapareció.
Algo comenzó a crujir, se acercaba demasiado, poniendo cada vez más
nervioso a Azrael.
- Él era tu pasaje a la vida.
- Barel, puedo explicarlo, puedo remediarlo. – retrocedía para
alejarse de la voz.
En un segundo, comenzaron los gritos de Azrael, el grito representaba
el sufrimiento de la entidad, sufría por lo que pasaba, hasta desvanecer
su voz.

En ese mismo día, había llegado la noche, la ciudad de Chuviscar está


destruida. Dylan, Elena y Jonathan se encuentran en un campamento
hospitalario, estaban esperando a la General Raquel y teniente
Alvares, debido que Mathew Codwell daño sus tejidos, sus vidas
corrían peligro. Se encontraban sentados junto con la multitud de
sobrevivientes, Elena se sentía triste y preocupado por Travis,
suspiraba por lo que podría pasarle, Dylan lo miraba detenidamente.
- El estará bien.
- Yo, no lo sé, ¿Cuánto tiempo lo tendrán con ellos? –pregunto
Elena.
- No lo sé, pero me encargare de que salga pronto.
En un segundo, aparecieron el sonido del timbre de un celular, a varias
personas comenzaron a sonarle, todos contestaron para llamar a sus
familias. A Dylan le comenzó sonar su celular, alzó la pantalla.
- ¿Bueno?
- Dylan… que bien que estas bien.
- ¿Javier?
- Estoy tan feliz de escuchar tu voz- paso algunos segundos de
silencio- y ¿Travis?
- El… no está aquí…
- ¿Cómo que no está? – preguntó Dr. Jacquez exaltado.
250
- Él se deshizo de Quetzal, fuimos ayudarlo por sus heridas,
pero llegaron los soldados de Laurencia por él. Se lo
llevaron…
- ¿Sabes dónde lo llevaron?
- No. – Pensó de forma decepcionante.
- Esto es malo. – El silenció se prolongó, el suspiro de Dr.
Jacquez se escuchó en el auricular, agregó. – Dylan, te tengo
malas noticias.
- ¿Qué sucede? –preguntó preocupado Dylan.
- Tu hermano… Abraham… murió.
Sus ojos dejaron de parpadear, su corazón comenzó a latir, sus ojos
comenzaron a brillar por sus lágrimas.
- Dime que no es cierto…
- Lo siento - dijo Javier mientras lloraba también, agarro
fuerzas para hablar con él – Dylan… necesito que vallas al
pueblo de San Domingo, nos vemos en dos días ahí en la
noche, en la estación camionera… sé fuerte hijo. - colgó.
Las lágrimas de Dylan comenzaron a fluir, su voz se comenzó a
quebrar, se arrodillo en el suelo, intentando de consolar la pérdida de
su hermano mayor. Elena se acercó y preguntó que sucedía, Dylan le
dijo la muerte de Abraham, no paraba de llorar, pero Elena lo abrazó,
ambos comenzaron a llorar por lo sucedido. Dr. Jacquez se encuentra
en la ciudad Alberta del distrito Laurencia, está fuera de un edificio de
quince pisos, sus ojos se encontraban irritados por las lágrimas, su
mirada demostraba estar enojado, se adentró del edificio para buscar
a Travis.
Al mismo tiempo, Travis está detrás de unas rejas, había estado hace
dos horas, debido que se encontraba cerca de Chuviscar. Se encontraba
meditando, pensaba en las personas que habían muerto por la batalla,
pero su conciencia comenzó a dispersarse en su mente, divagando en
su esencia. Comenzó aparecer en medio de la oscuridad de su mente,

251
empezó a caminar en medio del vacío hasta comenzar a ver una
neblina, contuvo todas sus fuerzas hasta gritar.
- ¡Haval! Sé que estas aquí- se reflejaron el eco de su voz.
- Valla forma de hablar a tu padre, Travis- su voz era paciente
y ronco.
- Tu… bastardo, me mentiste, por ti murieron miles de
personas.
Los pasos comenzaron a escuchar, empezaba a definirse una silueta,
hasta aparecer completamente Haval, se mostraba sonriendo,
carcajeaba como un loco.
- Yo te salve la vida Travis, si no fuera por mí, estarías muerto.
- Preferiría estarlo- Dijo de forma molesta, sus ojos
demostraban tener odio.
La entidad se acercó a él hasta estar frente a frente, su banda en sus
ojos escurría junto con la oscuridad de su rostro, seguía sonriendo
como si fuera un chiste.
- Tu cuerpo todavía no se acostumbra a mi esencia, pero pronto
lo hará Travis, tu mente se disolverá en la mía, tus
pensamientos serán míos, y así. Todo acabara para todos.
Haval alzó su mano derecha, realizó un chasquido, dejando aparecer
una luz detrás de él. Travis quedó atónico al ver a Esfenía colgada de
sus brazos, algo la sostenía en el aire, su cuerpo parecía estar
desintegrándose con el tiempo. A su derecha, se encuentra Quetzal
con su cuerpo humano, también estaba colgado como Esfenia, y su
cuerpo también se desintegraba como ella.
- Esfenia… Quetzal… ¿Qué hiciste con ellos? – Travis
preguntaba confundido.
- Ellos se encontraban en mi camino, pero descuida, tienen que
aceptar mi trato, o si no, desintegrare sus esencias, sus mentes
se esparcirán en el Universo que eliminare.

252
Travis lo miro, alzo su brazo para sujetar a Haval de su túnica, lo
amenazaba con soltarlos mientras agregaba.
- ¿Qué clase de trato dices?
- Simple, que me ayuden en deshacerme de toda la existencia,
con Quetzal, podré generar grandes masas de materia y
energía, lo comprimiré, modificare su código cuántico, y lo
esparciré en todo lo que exista, disolviendo todo lo que exista.
- Tu… eres un desgraciado, me usaste, usas a ellos, usaste a mi
madre y a mis hermanos para eso…
- No tenía opción, Travis. Era la única manera.
Alzó su mano para sostener el cuello de Travis, su risa se había
desvanecido, mientras dejaba sin aliento a él.
- Ahora sabes la verdad… tu… solo naciste para ser utilizado.
Eres mi herramienta hijo, nunca te dejare, hasta que cumpla
mi destino.
En un segundo abrió sus ojos, había despertado de la meditación,
comenzó a desesperarse, se maldecía constantemente, sus gritos se
propagaban en la celda, se sostenía de su cabello, pero escucha el
sonido de la puerta, llamando la atención, escucho los pasos, alguien
se acercaba hacia él, hasta miró a Dr. Gibson fuera de su celda.
- Hola Travis ¿Cómo te tratan en tu celda?
- Gibson… ¿Cuándo tiempo sin verlo?- intentó recuperar su
compostura.
- Lo sé, han pasado años, ahora eres un hombre Travis. ¿Sabes
que es un hombre?
- El estado de madurez del cuerpo humano…
- Correcto, pero el hombre es la persona que se enfrenta a los
problemas.
- ¿Qué quiere decir doctor?
Gibson sostuvo sus lentes hasta quitárselos, suspiro profundamente
para agregar.
253
- Tienes un problema… Vimos claramente. Haval está en tu
mente.
- ¿Qué? ¿Cómo lo sabe? - dijo Travis sorprendido.
- Mis agentes lograron verlo en tu cuerpo, cuando estabas
contra la serpiente Quetzal, fue… antes que ocurriera la
explosión que provoco.
Travis bajo su mirada, la realidad dejo entristecer más, su estado de
ánimo bajaba, mientras agregaba Gibson.
- Travis… lo siento, pero… tenemos que llevar a cabo una
ejecución.
Cannot miró a Gibson detenidamente, sintió que el viejo era duro.
- Lo mismo que hiciste con él…
- No te preocupes, muy pronto estarás con Abraham. – sus
palabras fueron muy frias, dejando un nudo en la garganta de
Travis.
- ¿Qué dijiste?
- No lo sabes… - comenzó a sentirse mal por el suceso, se rasco
su cabeza para decir. - Tu hermano… murió.
Su mente se quebró, sus ojos comenzaron a brillar por las lágrimas,
alzó sus manos hasta impactar con el piso, craqueando el cemento, las
lágrimas comenzaron a fluir.
- ¡Eso no es verdad! El jamás moriría, el…
- Él se sacrificó por las personas de CIO, los protegía de Azrael,
una entidad casi igual de peligroso como Quetzal. No tuvo
opción… lo siento.
Travis comenzó a llorar, sus gritos abundaron en la habitación, se
quedó en el suelo pensando en su hermano mayor, se negaba por la
muerte de Abraham, mientras Gibson se puso sus lentes para
despedirse.
- Mañana… se llevará a cabo la ejecución, te veré mañana.

254
Gibson se retiró de la habitación, dejando solo a Travis, él lloraba,
gritaba por la pérdida de su hermano, dejando pasar el tiempo.
Recordaba cuando eran niños: su hermano lo ayudaba cortar la carne
cuando tenía cuatro años, su hermano lo ayudaba sostener el bate para
golpear la pelota, su hermano le dio su cono de nieve de vainilla,
cuando a Travis se le cayó el suyo con sabor a chocolate. Cada
recuerdo, era como el desprendimiento del alma, partiéndose en dos.
La media noche había llegado, él se encontraba acostado en la cama
de sus rejas, su mirada está perdida, solamente esperaba la llegada de
su muerte. En unos minutos, escucho el sonido de una puerta abrirse,
comenzaron a escucharse unas llaves, el sonido del metal de la puerta
chocaba con las llaves, indicando que abrirán la puerta, los pasos se
escucharon acercarse, mientras Travis decía.
- Dame cinco minutos y saldré…
- Travis.
La voz era familiar, él se volteó a ver quién era, cuando lo hizo, miró
a Dr. Jacquez frente a él, miró sus ojos lagrimear al igual que él.
- Javier…
- Vine por ti, vamos.
Bajo su mirada.
- No. Yo quiero morir Javier, estoy maldito, y Abraham está
muerto- sus lágrimas se deslizaban en sus mejillas, gruñía a sí
mismo- no tengo razones por vivir.
Javier alzó sus manos para sostener los hombros de Travis, lo miraba
detenidamente.
- Estas equivocado, claro que lo tienes- apretó sus manos en sus
hombros- tienes a tu hermano Dylan, Elena, tus amigos y a mí.
Tu… tienes futuro.
- Yo- fruncía su seño y apretaba sus dientes por la
desesperación- solo quiero morir.

255
- Travis, si lo haces, dejaras solo a tu hermano, a Elena incluso
a mí, por favor hijo, ven conmigo, no quiero volver a perder a
otro, yo… no quiero verlos sufrir de esa manera, quiero…
quiero tener tu dolor y tu sufrimiento.
Sus lágrimas fluían, los sentimientos se encontraban, comenzaba a
recuperar fuerzas en su mente.
- Por favor, no dejes que el sacrificio de tu hermano sea en vano,
él te dio tu futuro. Solo quiero que salgamos de aquí y verte
feliz hijo.
Javier jaló a Travis para darle un abrazo, entrelazaron sus brazos con
fuerza, durando algunos segundos hasta tranquilizarse. Cannot
seguía apretando el torso a Javier, los segundos se prolongaban.
- Perdóname si fui un estúpido- su mente se arrepentía de todo
y sus muros de la mente se derrumbaban- yo… no sé qué
hacer.
- Tú no tienes que hacer nada. Todos perdimos a alguien
importante. No dejare… que la familia se derrumbe- apartó a
Travis para mirarlo, su miraba mostraba fuerza en sus ojos- sé
que eres fuerte, pero eres más fuerte en tu corazón. No dejes
que te derrumbes de esa manera. Pero sí lo haces… estaré
contigo para levantarte y que sigas tu camino.
- Gracias… por ser mi padre- comenzó a quitar las lágrimas de
sus mejillas- soy el hijo más orgulloso del mundo.
- Gracias Travis y yo también soy el padre más orgulloso del
mundo- sonrió.
Los dos se pusieron de pie, para irse del lugar, Javier sostiene el
hombro de Travis de forma orgullosa, hasta que salieron de la
habitación, miraron a los guardias en el suelo, se encontraban
dormidos por el polen que provoco. Caminaron alrededor de los
pasillos, cruzaron en una estancia de estar, se encontraba Dr. Gibson
dormido también, cruzaron enfrente de él, para poder salir del

256
edificio, se fueron a un vehículo BMW del año, para poder arrancar el
motor. Pasaron los minutos y horas en el camino, Travis yacía
dormido en el asiento del copiloto, mientras Dr. Jacquez conducía el
vehículo. Pasaron por varios pueblos, hasta llegar a San Domingo.
Pasaron dos días en el mismo pueblo, se encontraban Javier y Travis
en la estación camionera, Dr. Jacquez saco de su bolsillo, unos
documentos de identidad, se los entregó y miró la identificación de
Travis, observó que sus ojos son como los humanos normales.
- Aaron Cardona… me gusta.
- Ahora eres un estudiante de España. Seguirás tus estudios, sin
ningún problema.
- Gracias- miró a Javier con una sonrisa.
Pasaron algunos minutos, y una camioneta apareció frente a ellos,
comenzaron aparecer Dylan y Elena, ambos abrazaron a Travis, se
habían preocupado por el, en ese momento Dylan miró a Javier,
también lo abrazó, debido por la pérdida de Abraham. Elena miró a
los tres.
- Yo… lo siento.
- No te preocupes Elena, ahora… estamos reunidos. – dijo Dr.
Jazquez.
En ese momento, se acercó un camión, era la ruta donde tienen que ir,
Javier le entregó los boletos a Dylan, pero él se negó.
- Esos boletos no son para mí… son de ella.
- ¿Qué? – se sorprendió Travis.
- Quiero ir contigo, quiero saber que te encuentres bien todos
los días.
- Pero… ¿Tus padres?
- Ellos se encuentran bien, me dijeron que irán a donde
vallamos nosotros. Nos seguirán.
Travis miró a Dylan, él asintió sobre las palabras de Elena.

257
- No te preocupes por mí, tengo algunos asuntos que atender
primero, es tu vida, deja el pasado… porque se convierte en
un recuerdo.
Travis se alzó hacia su hermano, abrazándolo para despedirse de él,
los agradecia a ambos para poder irse. Elena y Travis arribaron al
camión, menearon sus manos para decirles adiós a Javier y a Dylan,
despues Elena se recargo sobre Travis, poniéndose cómoda.
- Todo va estar bien.
- Si, tienen razón, ahora… solamente tenemos que pensar en
nuestro futuro.
Su mirada se alzó hacia el paisaje, miraba como el camión se movia,
miraba como pasaban la vegetación y miraba la luz del sol reflejarse
en él. Mientras tanto, Dylan y Javier esperaban como se iba, parecían
estar alegres.
- Necesito algunas vacaciones. - agregó Dylan.
- Lo mismo digo yo Cannot. – apareció una voz familiar.
Javier y Dylan voltearon, se encontraba Gibson detrás de ellos, se
acercó hasta tocar el hombro de Javier.
- Gibson… - estaba sorprendido Javier.
- Siempre sabes cómo salirte con la tuya Jacquez… siempre
logras sorprenderme.
Ambos lo miraban, desconfiaban de Gibson por lo que haría.
- ¿Qué haces aquí? - Preguntó Javier de forma exaltado, parecía
alarmarse por la presencia de Gibson y Dylan no dejaba de
mirarlo.
- Pensé en traer a todo un ejército para traer a este chico, pero…
decidí venir solo. Los mié como se abrazaban. – miró hacia la
dirección a donde fue el camión- había olvidado el significado
de la familia.
- James… - Sus palabras tranquilizaron a Javier y Dylan,
miraban sin bajar la guardia.
258
- El perdón y la oportunidad son muy similares… pienso en
darle una oportunidad aquel chico. Confiare en ti que todo
estará bien, confiare en las ideas de Dr. Espejel y pensaremos
en otras opciones.
- Gracias… - dijo alegremente a Javier, dejando una sonrisa en
su cara.
- Tu estarás encargo de vigilarlo, pero recuerda, tú serás el
responsable, si las cosas se ponen peor ¿Aceptas?
- Totalmente.
- Bien… ahora, debemos de retomar algunas investigaciones
abiertas. Gracias a ti… conseguimos financiamiento para más
experimentos.
James Gibson dio media vuelta y comenzó a retirarse, se fue hacia su
vehículo para irse del lugar, mientras Javier y Dylan lo miraban como
se alejaba de su vista.
- Bien… tengo hambre. – dijo Dylan de forma instantánea. –
pensé que se pondría feo el asunto.
- Lo se… - el silencio se prolongó por unos segundos, pensando
en la reacción que tuvo Gibson, sintieron como se retorcía su
estómago por la falta de comida. - vamos al restaurant local
del pueblo, sus platillos son deliciosos, me tendrá que contar
la relación que tienes con la General.
- Siempre tan precipitado como siempre, ¡Solamente es una
amiga!
- Eso les decía de mis novias, Dylan. – comenzó a reír Javier.
Ambos se iban del lugar, mientras el panorama del pueblo subía, las
montañas del cinturón Ouachita se obsevaban, sus picos están tapados
por la nieve, mostrando un paisaje hermoso y verde, hasta dejar pasar
las vidas de todos.

259
En el vehículo donde está Gibson, manejaba hacia la dirección de
Santa Teresa. Tenía en su radio, música clásica, dirigió su mano para
subir el volumen.
- Espero que te guste la música clásica… Valentina.
La Dra. Valentina estaba amarrada en la parte trasera del vehículo. Sus
manos están atadas en su espalda y sus pies también están atadas con
cinta adhesiva y su boca estaba pegada con el mismo material. Ella
gritaba sin cesar, pero la obstrucción no le permitía escucharse. La
música comenzó a subir de tono y el sonido del violín comenzó a
elevarse.

En el autobús, Travis miraba el cielo y el paisaje continuamente. Elena


está dormida sobre su hombro, se tranquilizaba con el paso de los
árboles y las formaciones rocosas. De pronto, se percató que alguien
lo miraba, volteo hacia los asientos del autobús, sus latidos aceleraron
por la presencia de tres pasajeros que lo miraban a él. Una mujer de
cabello oscuro y sus ojos dorados que resaltaban en su rostro, un
hombre con su piel muy pálido con su cabello blanco, lacio y largo,
tenía una venda en sus ojos y chorreaba un líquido negro, el tercer
pasajero estaba encapuchado, no tenía rostro, era totalmente negro en
toda su cabeza. Las tres presencias vigilaban a Travis constantemente,
dejando más nervioso de lo normal. Con forme pasaron hacia un túnel,
dejando a oscuras todo el autobús durante unos segundos hasta
aparecer otra vez a la luz del día, haciendo desaparecer a las tres
presencias que vigilaban a Travis.
Ahora está claro, que cada movimiento y cada segundo de su vida,
siempre lo vigilaran el resto de su vida.

260
Epílogo

En una dimensión paralela, en las ruinas de la ciudad destruida de


Longus, aparecieron un ejército, sus uniformes eran de un color café,
el tamaño de los soldados era el doble de los ciudadanos. Detrás de
ellos, se acerca un Longus de diez metros de altura, sus músculos son
muy voluptuosos, vestía el mismo uniforme de los soldados, pero de
color morado, su aspecto parecía ser de mediana edad, pero se
caracterizaba por tener una barba de dos metros. Conforme se acerca,
los soldados de dividían, luego se arrodillan frente a él, en medio de
de ellos, el general se arrodilla para decir unas palabras.
- Mi rey, todo ha sido destruido, debemos de acudir con los
threanos.
- Muy bien, consigan el portal lo más pronto posible.
- Mi rey… la ciudad.
- Déjalo así, servirá como recuerdo para nuestra especie, si es
necesario hacer una guerra, que así sea.
- Sí señor.
El rey miraba el panorama de la ciudad destruida, su miraba mostraba
estar molesto.
- Extinguiremos al Homo Sapiens.

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Libro I. EL DIMENSIONISTA La esencia del alma

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Libro II. EL DIMENSIONISTA El código del alma

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Un gran saludo y abrazo. Isaak Jacquez.

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