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Yo la encontre (p.o.

v Hijo)

ncluso al cuarto día cuando en su arrugada piel se empezó a hacer notable sus pocas horas de
sueño, un aire de esperanza recorría por su mirada, aun cuando todos en la residencia eran
testigos de sus sollozos reprimidos, salidos de su habitación cada vez que anochecía.

Tenía confianza no solo de sí mismo sino en lo independiente y fuerte que era su desaparecida,
al menos eso era lo que repetía por voluntad propia.

Sus influyentes esperanzas eran como mirar hacia el sol, en un momento sentías que era lo
único que podía salvarte de estar vivo, pero mientras más las contemplabas más lastimaba,
más temías, temías de la posibilidad que es, irónica y exageradamente en relación, quedarte
ciego

Pero en sus diferencias, el sol es real

Después de la partida de nuestros acompañantes de hogar permanentes, estaba cada vez más
obsesionado con salir a la calle a altas horas de noche, nadie lo detenía, aunque fuera a los
sitios menos transcurridos donde solo va la gente cuya vida ya está perdida, no lo detuve
nunca, porque en silencio, también sentía agónica angustia en mi interior, incluso empecé a
rezar por el día en que llegara la noche donde ellos dos entraran por la puerta y me sonrieran,
ya ni si quiera pedía por mi salud, solo quería volver a verla recorrer los pasillos de este ahora
frio hogar que aparenta seguir siendo cálido y lleno de felicidad, como alguna vez lo fue.

Lo notaba...

Los desayunos sorpresa apenas nos levantábamos y su clásica sonrisa de siempre diciéndonos
a distancia "buenos días" habían desaparecido.

Lo notaba...

Las tardes de fin de semana a recorrer la inmensa ciudad iluminada hasta que cayera la noche y
cocinar juntos únicamente disfrutando de nuestra unión en familia, se había esfumado.

Lo notaba...
Mi cara recordando la sensación de mis lágrimas perderse en sus cálidas manos detallando
cada centímetro de mi rostro como si fuera un frágil objeto de cristal, se había ido.

Lo notaba...

No quería, aun me aferraba al filo del acantilado de la realidad, clavando las uñas con
desespero para no ver al fondo y darme cuenta que de verdad, ella no volvería con nosotros.

Una semana y nada de parte de las personas que dicen protegernos, nada más que decir, estoy
esperando noticias de ella, ya ni siquiera me importa que otra excusa tengan que decirnos.

El chirrido del auto al frenarse con fuerza y resonar en las calles vacías hizo eco en mis oídos
despertándome de golpe, la puerta siendo abierta y cerrada con una fuerza mucho menos
comparable que la otra acción me hizo congelar en mi lugar.

Estaba ansioso, quería contraer mi cuerpo y hundirme en las sábanas, los pasos ligeros en el
pasillo seguido de la puerta chirriando me hacían estremecer todavía más, no quería
escucharlos, no me asustaban, sabía perfectamente quien era, sin embargo, algo no estaba
bien, lo sabía, algo no estaba bien y aun así no quise ir a revisar.

Aferrándome a la única flor de esperanza me pare de mi cama con fuerza y en menos de un


minuto estaba en el pasillo, con una dirección grabada en mis pies y a tan solo unos pocos
pasos del marco de la puerta suspiré involuntariamente, mis pulmones se contrajeron de los
nervios, pero mis pies no se detuvieron en ningún momento.

La mirada tranquila de mi padre volteo hacia mi dirección tras escuchar mis pasos en su puerta,
se levantó un poco de su posición arrodillado y seguido me sonrió cálidamente.

Mi padre lucía horrible.

Su cálida sonrisa y ojos gritándome "lo siento" por un segundo, no hacían buen juego en
absoluto, sentí entumecer mis pies en mi lugar, bajo el tacto frío del piso en invierno.

Junté mis manos por reflejo y guie mi vista hacia sus labios, queriendo callarlos, pero al mismo
tiempo dejar que terminarán la tarea de revelar la realidad, realidad que debía aceptar,
realidad que mi cerebro no era capaz de procesar.
Pero mi mamá al igual que mi padre estaban muertos.

No podía haber otra explicación.

- Ven aquí

- ...

- Oye ¿No extrañabas a tu madre?

- ¿?

Una tenue risa sigilosa y pequeña salió de su boca, desvaneciéndose en el aire de ahora aquella
fría habitación destrozada, a la vez que se giraba completamente hacia mí.

No pude ver mi rostro, solo sé que mi corazón dio un brinco y se contrajo de forma pulsante
múltiples veces en un minuto, mi garganta seca quería rociarse con el líquido en mi estómago y
mi pecho quemaba, ardía demasiado en mi demacrado cuerpo. Mis ojos se nublaron y quise
caerme hacia atrás.

Debía lanzarme al vacío y enfrentarlo, lo sabía desde un principio, soltarme antes de que el
vacío aumentara su oscuridad era la única opción, pero no lo hice, me mantuve en esa falsa
ilusión creada por mi padre y todos a mi alrededor.

Debía caer, pero no merecía caer así, presenciando con mis propios ojos el cadáver vacío lleno
de cortadas en sus hombros y cara, con los ojos blancos y una expresión sombría.

Su boca que alguna vez dejo salir frases que retumbaron en mi pecho ahora secos y pálidos se
abrían de forma natural.

Su mano se contraía de forma horrorosa hacia adentro, haciendo mucho más dolorosa mi
golpe hacia el vacío, con la perspectiva de su cicatriz en la muñeca. Confirmándome que era
ella.
Finalmente caí, una dolorosa patada desde arriba me hizo caer lentamente, rompiendo todas
mis cuerdas de cordura de una en una.

- Oye ¿Qué esperas? Sabes que ella odia que la ignoren.

Un leve sonido de dientes rechinándose se escapó de la boca de mi padre. Ahora su ceño se


fruncía y su sonrisa se acentuaba cada vez más en su rostro.

- Ven dale un abrazo a tu madre Alei, ahora está con nosotros de nuevo, la encontré.

- ...

Mi llanto era la única respuesta y mis ojos se agrandaban a la vez que veía sus labios acercarse
a los del cuerpo vacío en la presencia de ambos en aquella habitación.

- La encontré... Yo la encontré.

***

- Entonces luego pasaron meses, años, el chico salió de la casa luego de años de maltrato, su
padre lo había encerrado en la casa después de perder la cabeza por encontrar el cadaver del
su esposa.

Escuchaba sus palabras de espaldas, seguían caminando por la avenida desde hace 10 minutos
en el mismo pasillo maloliente, apestaba y empezaba a marearse

- Luca ¿Vives en del drenaje debajo del suelo o que? Si seguimos para acá vamos a llegar a la
frontera.

El chico delante suyo se rió, esta vez acelerando un poco sus pasos por la prisa en su
acompañante, sus ojos empezaron a volverse cada vez más cansados

Su paciencia era su piedad


- Ese no es el final, después de un tiempo, resulta que el asesino fue un maldito enfermo
psicodélico que era un gran donante hacia la policía, ex militar retirado con trastornos
psicologicos por sus años en servicio

Jeff, atrás de él, guió sus ojos hacia el cuerpo de su acompañante, sus hombros tensos
revelaban su cambio de actitud repentina

- ¿Lo arrestaron? - No entendía por que, pero tuvo la necesidad de comunicarse con el

- ¿No entiendes? Era un socio y un pez gordo que alimentaba la boca de los flojos ¿En que les
habría beneficiado sentenciar a quien los mantenía?

Esta vez no hablo "No te metas con el" ahora por ironía recordaba las palabras de su madre y
sus dos hermanas ese mismo día por la mañana antes de salir

- Luca ¿Que es lo que quieres?

- ...

Algo corriente, ese albergue no era un depósito común, pero la acción si.

Las intenciones eran algo claras, hablo con pereza sobre cosas obvias por pura gana, pero era
normal dejar los cuerpos en espera para ser abiertos posteriormente y limpiados. Sus grotescas
intenciones.

Del bolsillo en su pantalón Lucah saco un pequeño dedo y lo mastico, predecía su motivo así
que solamente exhalo resignado a volver a trabajar un lunes.

- No se como puedes disfrutar estas cosas y actuar con tanta...

Se le enredó la lengua y callo al instante, Luca había escupido el dedo al piso, la uña en la carne
fría era la misma que adornaba en las uñas de los pies en Jeff.
Uno de los diseños que hacía su hermana

- ¿Que...?

-Cuando terminemos podemos pasar por el sendero, tengo que recoger el-

-¡Cállate! ¡¿Que es eso?! ¡Di algo!-

- Jeff, no te hagas esto, solo entra y puedes irte, eres mi hermano

Jeff sudaba

Empezaba a mentalizar, el sabía desde el principio que su propio padre era un ex militar, el
primer secuestro y homicidio que presenció en su edad de 13 años fue en manos de su padre,
en el sótano de su hogar, ya lo sabía

Con fuerza Luca cayó al suelo al ser empujado, se encogió mientras veía a Jeff entrar, dentro de
aquella pequeña edificación abandonada y mohosa reposaban en el piso tres cuerpos
humanos con ratas a su al rededor

Me acerque a su cuerpo y suspire entre su cuello, olía a pura mierda y a cotillas. Solamente
realice un corte lo suficientemente profundo para dejarlo en shock.

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