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BLOQUE 6.

La conflictiva construcción del Estado Liberal (1833-1868)


6.1. El reinado de Isabel II (1833-1868): la primera guerra carlista. Evolución política, partidos
y conflictos. El Estatuto Real de 1834 y las Constituciones de 1837 y 1845.

6.1.1.El reinado de Isabel II (1833-1868): la primera guerra carlista.

Principio del reinado de Isabel II

Durante el reinado de Isabel II se produjo el desmantelamiento del Antiguo Régimen


instalándose en España el estado liberal.

• Conflicto dinástico: Isabelinos frente a carlistas

El enfrentamiento comenzó como un problema dinástico: en España la Ley Sálica impedía a las
mujeres heredar la Corona. En 1830 la esposa de Fernando VII, María Cristina de Borbón, se
quedó embarazada y el rey promulgó la conocida como Pragmática Sanción, que derogaba la
Ley Sálica, asegurando el trono a su descendiente, aunque fuera niña. De esta forma, cuando
nació Isabel fue proclamada heredera del trono, quedando Carlos María Isidro, hermano del
rey, el segundo en el orden sucesorio. Carlos María Isidro no aceptó esta modificación legal y
contó con el apoyo de los defensores del Antiguo Régimen, conocidos como carlistas.
Al morir Fernando VII en 1833 Carlos María Isidro publicó dos manifiestos desde Abrantes
(Portugal) reclamando el trono de España con el nombre de Carlos V. Comenzaba así la
primera guerra carlista.

La oposición al liberalismo: carlismo y guerra civil

El carlismo era un movimiento tradicionalista que defendía:

o Monarquía absoluta de origen divino y legitimista. Sólo los varones podían reinar.

o Sociedad estamental. Mantenimiento de los privilegios estamentales.

o Religión. Gran influencia de la Iglesia.

o Mantenimiento de los fueros y privilegios tradicionales.

El carlismo tuvo una gran implantación en las áreas rurales del País Vasco, Navarra, Cataluña y
el Maestrazgo. A su favor estaban la baja nobleza rural, el bajo clero, los mandos intermedios
del ejército y gran parte del campesinado.

Al morir Fernando VII se formaron las primeras partidas de guerrilleros y comenzó la primera
guerra carlista (1833-1839):

• Primera etapa: 1833-1835. Las partidas carlistas se hacen con el control del País Vasco,
Navarra y Cataluña, excepto las ciudades. El general carlista Zumalacárregui consigue
formar un ejército regular aglutinando las partidas dispersas. Aunque se aseguró el
control de las áreas rurales, fracasó en el sitio de Bilbao, en el que murió.

• Segunda etapa: 1835-1837. Los carlistas emprenden varias expediciones militares


desde el norte, que fracasaron. La expedición del propio Carlos María Isidro,
pretendiente al trono, llegó hasta Madrid en 1837. El general Espartero, partidario de
Isabel II, adquirió gran prestigio tras liberar a Bilbao de su segundo sitio por parte de
los carlistas.
• Tercera etapa: 1837-1839. La imposibilidad de vencer provocó la división de los
carlistas en transaccionistas (partidarios de negociar la paz) y exaltados (no partidarios
de la negociación).

• Tras la victoria de Luchana, el general Espartero y el general carlista Maroto firmaron


la paz mediante el Convenio de Vergara. Los carlistas cesaron en la lucha y se
reintegraron a la vida civil. Los exaltados no aceptaron negociar la paz y continuaron la
lucha en el Maestrazgo bajo el mando del general Cabrera hasta la conquista de
Morella por los liberales.

A pesar de su derrota militar, el carlismo siguió latente, dando lugar a dos guerras más:

La Segunda Guerra Carlista (1846-1849): en Cataluña con el General Cabrera y la Tercera


Guerra Carlista (1872-1876) empezó durante el reinado de Amadeo I de Saboya y finalizó
durante la restauración Borbónica de Alfonso XII.

6.1.2. Evolución política, partidos y conflictos. El Estatuto Real de 1834 y las Constituciones
de 1837 y 1845.

1. La regencia de Mª Cristina de Borbón. (1833-1840).

• La regencia de María Cristina estuvo condicionada por la primera guerra carlista (1833-
1839). Confirmó a Cea Bermúdez como Jefe de Gobierno y éste emprendió algunas
reformas para implantar un liberalismo de tipo moderado, una de las cuales fue la
división del territorio español en provincias realizada por Javier de Burgos en 1833.
• Para asegurarse el apoyo de los liberales progresistas María Cristina nombró Jefe de
Gobierno a Martínez de la Rosa, liberal doceañista. Bajo su gobierno se promulgó el
Estatuto Real en 1834, que era una Carta Otorgada de carácter muy conservador.

Del Estatuto Real cabe destacar:

Cortes bicamerales:

• Los miembros del Estamento de los Próceres eran designados por la Corona.

• Los representantes del Estamento de Procuradores eran elegidos mediante sufragio


censitario.

• Las Cortes carecían de la facultad de redactar leyes, sólo podían solicitar su redacción
al ejecutivo ejerciendo el derecho de petición.

• No reconocía derechos individuales.

Los liberales progresistas se movilizaron contra el Estatuto Real y, por temor a


quedarse sin su apoyo, María Cristina nombró Jefe de Gobierno al progresista
Mendizábal, que impulsó la Ley de Desamortización eclesiástica y la reforma del
ejército. Iglesia y ejército atacaron a Mendizábal, por lo que María Cristina lo
destituyó. Los progresistas protagonizaron un pronunciamiento militar: el Motín de la
Granja de San Ildefonso. María Cristina nombró jefe de gobierno al progresista José
María Calatrava y restauró la Constitución de 1812.El gobierno de Calatrava, con
Mendizábal como ministro de Hacienda, llevó a cabo reformas legales para asentar el
liberalismo en España: desamortización eclesiástica de Mendizábal: se pusieron en
venta los bienes de la iglesia para conseguir recursos económicos para financiar la
primera guerra carlista y aumentar el número de propietarios que apoyasen al estado
liberal frente a los carlistas.

Se suprimieron el sistema señorial, los mayorazgos y el diezmo.

Se estableció la elección democrática de los alcaldes y concejales.

Se promulgó la Constitución de 1837, de carácter moderado por su redacción,


consensuada entre moderados y progresistas.

La Corona renunció definitivamente al absolutismo y, a cambio, se le reconocieron


facultades más amplias que en la Constitución de 1812. Del contenido de la
Constitución de 1837 destaca:

• Soberanía nacional.

• Derechos individuales. Se reconocieron la libertad de expresión e imprenta, el derecho


de propiedad e igualdad jurídica.

• Facultades de la Corona: capacidad legislativa, derecho a convocar y disolver el


Parlamento y derecho a vetar las leyes aprobadas.

• El poder ejecutivo recae en la Corona, pero no lo ejerce directamente, sino que lo


delega en el Presidente del Consejo de Ministros que nombre.

• El poder legislativo recae en el Parlamento (Cortes), dividido en Congreso, elegido


mediante sufragio censitario, y Senado, cuyos miembros designa el rey entre una terna
de aspirantes, elegidos por los votantes.

Entre 1837 y 1840 se sucedieron varios gobiernos moderados hasta que se trató de
aprobar una nueva Ley de Ayuntamientos que suprimía la elección democrática de sus
miembros. María Cristina cedió la regencia al líder de los progresistas, el general
Baldomero Espartero, y, desde este momento y durante gran parte del siglo XIX, los
militares asumieron el liderazgo de los partidos políticos y de varios gobiernos.

2. La Regencia de Baldomero Espartero (1840-1843)

Espartero practicó una política progresista con nuevas medidas desamortizadoras, lo


que le enfrentó a los liberales moderados. Disolvió el Parlamento, que se oponía a su
política. Su forma de gobierno autoritaria lo alejó de los progresistas. Sin apenas
apoyos, Espartero se exilió en 1843, tras el triunfo del pronunciamiento del general
Narváez, líder de los moderados. Moderados y progresistas se pusieron de acuerdo en
adelantar la mayoría de edad de Isabel II, que tenía 13 años. Narváez fue nombrado
Presidente del Consejo de Ministros (1844).

3. Isabel II (1843-1868): El reinado efectivo.

Los 25 años de reinado efectivo de Isabel II (1843-1868) estuvieron marcados por la


alternancia en el poder los partidos liberales burgueses, llamados dinásticos. Eran, más
que partidos de masas, agrupaciones de notables, encabezadas por militares.

Partido Moderado: liderado por Narváez. Lo apoyaban la alta aristocracia, los grandes
terratenientes y la alta burguesía. Defendía la soberanía compartida con amplios poderes
para el monarca, un sufragio muy restringido, el centralismo administrativo, la
confesionalidad del Estado y la limitación de los derechos individuales.
Partido Progresista: liderado por Espartero. Sus apoyos estaban en la pequeña y mediana
burguesía (profesiones liberales, pequeños y medianos comerciantes y artesanos y clases
medias-bajas urbanas).Era defensor de la soberanía nacional, representada en las Cortes,
con limitación de las prerrogativas de la Corona, un sufragio menos restrictivo, libertad
religiosa y derechos individuales más amplios.

Unión liberal: fundada en 1858 por O´donell como alternativa a los partidos dinásticos.
Ideológicamente se situaba entre moderados y progresistas. Se trataba, por tanto, de un
partido de centro, interesado en mantener la estabilidad política.

Partido demócrata: surge como una escisión del ala más radical del Partido Progresista, a
raíz de la revolución democrática en Europa en 1848. Las clases populares serán su base
social. Propugna un amplio reconocimiento de derechos individuales y sociales: sufragio
universal, libertad de reunión y asociación e instrucción primaria universal y gratuita, entre
otras cosas. No llega a participar en taras de gobierno por su oposición a la monarquía de
Isabel II.

El republicanismo español irá cobrando importancia de manera muy paulatina a lo largo


del reinado.

Etapas del reinado efectivo:

1.La Década Moderada (1844-1854)

Los moderados gobernaron ininterrumpidamente desde 1844 hasta 1854. Narváez


presidió la mayoría de estos gobiernos. Se elaboró la Constitución de 1845, que
suprimió los aspectos progresistas de la anterior. Sus principales características eran:

• La soberanía no es nacional, sino compartida entre la Corona y las Cortes.

• Confesionalidad del Estado.

• Reconocimiento de un amplio número de derechos individuales, pero la Constitución


permitía regular la limitación de su ejercicio mediante leyes ordinarias posteriores.

• Facultades de la Corona: convocatoria y disolución del Parlamento, así como derecho a


vetar las leyes.

• Poder Legislativo: Parlamento bicameral, compuesto por el Congreso, elegido por


sufragio muy restrictivo y el Senado, cuyos miembros eran elegidos de por vida por la
Corona.

Se estableció un sistema político liberal de carácter conservador a través de medidas


legislativas como la limitación de los derechos individuales (restricitiva ley electoral), la
firma de un nuevo Concordato (1851) con la Iglesia, o la creación de la Guardia Civil en
1844 para garantizar el orden público en el medio rural.

El Partido Moderado también llevó a cabo una profunda labor de centralización y


unificación del sistema legal y fiscal español.
Estas medidas centralizadoras dieron lugar a la segunda guerra carlista (1846-1849).El
ejército isabelino obtuvo la victoria, pero a pesar de ello algunas medidas
centralizadoras no se aplicaron en los territorios forales.

El autoritarismo del Presidente de gobierno Bravo Murillo, la mala situación


económica y el enriquecimiento de la camarilla política que rodeaba a la reina
provocaron un enorme malestar que supuso el fin de la Década Moderada.

2.- El Bienio Progresista (1854-1856)

Fueron algunos moderados enfrentados a la camarilla de Isabel II quienes en julio de


1854 se sublevaron. El general O´Donnell dio un golpe militar con las tropas
acuarteladas en Vicálvaro (Vicalvarada), seguido por el general Serrano, firmando
ambos el Manifiesto de Manzanares. Obtuvieron el apoyo de progresistas y
demócratas. La sublevación triunfó, e Isabel II se deshizo de su camarilla y nombró Jefe
de gobierno a Espartero. Se llevaron a cabo reformas legales, sobre todo económicas,
como la desamortización civil de Madoz, la aprobación de Ley de Ferrocarriles y la
creación del Banco de España.

Se redactó una Constitución, pero el Parlamento no tuvo tiempo de aprobarla antes


del fin del Bienio, fue la Constitución “non nata” de 1856.

En 1856 la situación era muy difícil para el gobierno de Espartero por la conflictividad
social originada por el alza de precios y las luchas políticas entre los diferentes sectores
que apoyaban al gobierno.
En 1856 la reina nombró a O´Donnell jefe de gobierno, quien prescindió de los
progresistas. Fue el fin del Bienio Progresista.

3.- La vuelta al moderantismo (1856-1868)

O´Donnell encabezó el Gobierno Largo (1856-1863), que se caracterizó por la


estabilidad social y el crecimiento económico. Para aumentar la cohesión social y el
prestigio internacional se entabló una guerra con Marruecos (en la que destacó el
general Prim, progresista) y se enviaron expediciones militares a Méjico y
Conchinchina (actual Vietnam). Entre 1863 y 1868 se sucedieron gobiernos
moderados y unionistas, incapaces de solucionar los problemas de España: Crisis
política: descrédito de la Corona. Crisis económica: crisis de la Bolsa, tras la quiebra de
varias compañías ferroviarias; Crisis agraria: subida de precios de los alimentos
básicos. Crisis social: protestas urbanas, influenciadas por el partido demócrata y el
movimiento obrero.

Los progresistas intentaron acceder al poder mediante un pronunciamiento militar


encabezado por Prim, que fracasó. En el exilio firmó con los demócratas el Pacto de
Ostende (1866) con el objetivo de destronar a Isabel II. Tras la muerte de O´Donnell
(1867), el general Serrano su sucesor al frente de la Unión Liberal, se adhirió al pacto.
En septiembre de 1868 hubo un pronunciamiento contra el régimen de Isabel II,
comenzaba así la revolución.
6.2. EL REINADO DE ISABEL II (1833-1868): LAS DESAMORTIZACIONES DE MENDIZÁBAL Y

MADOZ. DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL A SOCIEDAD DE CLASES.

6.2.1 LAS DESAMORTIZACIONES DE MENDIZÁBAL Y MADOZ.

Definición: expropiación y venta de tierras vinculadas a la Iglesia, denominada “manos


muertas”, y a los concejos. Dentro de estos concejos había dos tipos de territorios.
 Tierras propias: cedidos por el ayuntamiento a particulares a cambio de una renta.
 Tierras comunales: de aprovechamiento común por parte de los vecinos del concejo.

El proceso desamortizador lo llevaron a cabo los gobiernos progresistas durante el


reinado de Isabel II.
Los motivos de la desamortización, expuestos por Mendizábal, fueron tres:
 Reconocer el derecho a la propiedad libre y circulante, principio básico del liberalismo
económico.
 Aumentar el número de medianos propietarios y conseguir su apoyo al Estado Liberal.
 Disminuir la deuda pública del Estado y hacer frente a los gastos ocasionados por la
guerra contra los carlistas.

Fases del proceso desamortizador:


 Desamortización de Mendizábal: comienza en 1837, durante la Regencia de María
Cristina. Afectó a los bienes del clero regular (Órdenes Religiosas). Se cerraron los
conventos que no tenían un número mínimo de monjes y se nacionalizaron sus
propiedades. Los bienes desamortizados se dividieron en lotes y se vendieron en pública
subasta, aceptándose el pago en metálico o con títulos de deuda pública.
 Desamortización de Madoz: comienza en 1855, durante el Bienio Progresista. Afectó a
las propiedades que aún quedaban en manos de la Iglesia y todos los bienes de propios
y comunales de los concejos. La recaudación fue muy superior a la de Mendizábal.

Consecuencias de los procesos desamortizadores:

 Disminución de la deuda del Estado.


 La mayoría de las tierras pasaron a manos de la oligarquía dirigente, ya que eran los
únicos que disponían de medios económicos para comprarlas, consolidándose los
latifundios.
 El campesinado resultó gravemente perjudicado, pues perdió el derecho a los usos
comunales y el usufructo permanente de tierras de cultivo.
 La agricultura siguió siendo tradicional, sin innovaciones técnicas significativas; la
desamortización no estimuló el desarrollo industrial ni la modernización de España.
 Hubo un leve crecimiento de la producción agraria debido al aumento de las superficies
cultivables.
 Pérdida de parte del patrimonio artístico de los conventos desamortizados.
 En general, primó más el afán fiscal y recaudatorio que la implantación real de una
reforma del régimen de propiedad agraria.

Además de las desamortizaciones, otras dos medidas fundamentales respecto a la propiedad de


la tierra que se tomaron durante este periodo fueron la supresión de los mayorazgos y la
abolición del régimen señorial, pues suponían la transformación de los grandes latifundios
nobiliarios en propiedades plenas y libres, susceptibles de ser divididas y vendidas por sus
dueños.

6.2.2 DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL A SOCIEDAD DE CLASES.

Durante el siglo XIX, en España se desarrolló la sociedad de clases, que sustituyó a la sociedad
estamental del Antiguo Régimen. Los fundamentos de esta nueva sociedad eran la libertad de
todos los individuos y la igualdad ante la ley. En este tipo de sociedad era posible la movilidad
social de clase según el mérito de cada persona.

•La clase alta: era el nuevo bloque social dominante, aunque minoritario en número, acumuló
grandes propiedades y controló el poder político. Estaba formado por:

oLa antigua aristocracia terrateniente

oLa nueva burguesía de los negocios (industriales, financieros, banqueros). Muchos burgueses
invirtieron en la compra de fincas y se convirtieron en rentistas, abandonando las inversiones
industriales.

oAltos cargos del Estado y mandos militares.

oLa Iglesia, que aunque tuvo grandes pérdidas económicas tras las desamortizaciones,
mantuvo su influencia.

•La clase media urbana: fue escasa en número (5%). Estaba integrada por pequeños
comerciantes, funcionarios, profesionales liberales, propietarios rurales acomodados,
artesanos y pequeños fabricantes.

•La inmensa mayoría de los españoles constituían las clases populares:

oCampesinos: era el grupo más numeroso, con dos tercios de la población total. No se
beneficiaron de la desamortización, ya que no pudieron comprar tierras por falta de recursos y
perdieron los comunales. Muchos emigraron y otros se convirtieron en jornaleros, sobre todo
en el centro y sur peninsular. Sus condiciones de vida eran muy precarias debido a los bajos
salarios, la mala alimentación y el paro estacional.

oPoblación urbana: era menos numerosa, pero muy importante. En ella se integraban los
criados, los trabajadores de los talleres artesanales, los mendigos, etc. El proletariado
industrial era aún escaso y se concentraba en Barcelona, Bilbao y Asturias. Vivían en
condiciones infrahumanas, en barrios de chabolas, degradados e insalubres, con largas
jornadas laborales y salarios ínfimos.

Obreros y jornaleros tenían una situación de pobreza similar, pero mientras que los obreros
industriales mejoraron sustancialmente sus condiciones de vida y laborales gracias a la presión
sindical (CNT y UGT) y a la política reformista de algunos gobiernos de la Restauración, los
jornaleros apenas se beneficiaron de los cambios.
6.3. EL SEXENIO DEMOCRÁTICO (1868-1874): LA CONSTITUCIÓN DE 1869. EVOLUCIÓN
POLÍTICA: GOBIERNO PROVISIONAL, REINADO DE AMADEO DE SABOYA Y PRIMERA
REPÚBLICA.

En 1868, Isabel II se vio privada de apoyos a su política por los siguientes motivos:
 La exclusión del poder de los progresistas y la muerte de Narváez y O´Donnell
 La crisis económica y los continuos escándalos financieros de su camarilla.

Todo ello motivó varias protestas de ideología progresistas, como la revuelta de la


Noche de San Daniel (1865) y la sublevación de los sargentos del cuartel de San Gil (1866).
En 1867 murió O´Donnell y fue sustituido al frente de la Unión Liberal por el general Serrano,
quien se adhirió al Pacto de Ostende en contra de Isabel II.

La Revolución Gloriosa comenzó en septiembre de 1868 con el pronunciamiento de la


flota al mando del almirante Topete en Cádiz, secundado por Prim y Serrano, para derrocar
a Isabel II. En el manifiesto conocido como “España con honra” se animaba a las masas a
que se organizase en juntas locales contra el Gobierno. De esta forma, el pronunciamiento
militar se convirtió en una revolución de carácter popular. Isabel II se exilió en Francia tras
la derrota realista en Alcolea. Comenzaba entonces el Sexenio Democrático (1868-
1874).Tras la huida de Isabel II se constituyó un gobierno provisional de coalición formado
por progresistas, unionistas y demócratas, presidido por Serrano. Su primera medida fue
disolver las juntas locales para controlar la revolución, lo que fue criticado por el Partido
Demócrata. A cambio, se convocaron elecciones a Cortes Constituyentes mediante sufragio
universal masculino, que ganó la coalición gobernante. Los republicanos (separados de los
demócratas) obtuvieron un número considerable de representantes. Las Cortes elaboraron
la Constitución de 1869, primera en la historia de España que estableció un régimen
totalmente democrático:
 Soberanía nacional. La soberanía reside en la nación y no en el rey.
 La no confesionalidad del Estado: se reconoció la libertad de culto, aunque el Estado se
obligaba a mantener económicamente a la Iglesia.
 Amplio reconocimiento de derechos individuales: sufragio universal masculino, derecho
de libre asociación y reunión y libertad de enseñanza.
 Monarquía parlamentaria. Se limitaron las facultades de la Corona, aunque seguía
ostentando el poder ejecutivo, si bien debía ejercerlo a través de los ministros; el rey
también podía suspender las Cortes una vez por legislatura.
 El poder legislativo residía en unas Cortes bicamerales; tanto el Congreso como el
Senado se elegían por sufragio universal masculino, y el Senado pasaba a ser una cámara
territorial.

El reinado de Amadeo I

Tras la aprobación de la Constitución, Serrano fue nombrado regente hasta que el


gobierno de Prim encontrase un rey, bajo las condiciones siguientes: no ser Borbón, tener
voluntad democrática y ser aceptado por las potencias europeas. Tras más de un año de
negociaciones internacionales y con los partidos, Prim y los progresistas lograron que las
Cortes votaran a Amadeo de Saboya (perteneciente a la monarquía italiana). Mientras, el
Gobierno tuvo que hacer frente en el interior a la agitación social y en el exterior a un
levantamiento armado independentista en Cuba. Pocos días antes de que el rey jurase la
Constitución como Amadeo I (enero 1871) su principal valedor, Prim, fue asesinado. Durante
sus dos años de reinado acató fielmente la Constitución y asumió su papel como moderador
entre los partidos. Sin embargo, el reinado de Amadeo I fracasó por:
 Falta de apoyos políticos. Los progresistas tenían que haber sido su principal apoyo, pero
el partido se dividió a la muerte de Prim entre los constitucionalistas de Sagasta y los
radicales de Ruiz Zorrilla.
 Oposición política. Contó con el rechazo de alfonsinos, carlistas y republicanos. Los
alfonsinos, liderados por Cánovas del Castillo, querían la restauración de los Borbones
en la figura del príncipe Alfonso, hijo de Isabel II.
 Enfrentamientos armados. A la guerra por la independencia de Cuba se sumaron los
partidos carlistas a favor de Carlos VII, que controlaron amplias regiones rurales en el
País Vasco, Cataluña y Valencia.
 Frialdad de las clases dirigentes y populares. Debido a su condición de extranjero. Su
acatamiento de la Constitución (que reconocía la libertad de cultos y la no
confesionalidad del Estado) lo enfrentó a la Iglesia.
 El movimiento obrero. Alcanzó gran vitalidad gracias a la libertad de asociación y al envío
de líderes obreros por parte de la AIT. Ante la falta de apoyos, Amadeo I abdicó y
abandonó España en febrero de 1873.

La Primera República.

La proclamación de la Primera República fue una solución de urgencia votada en las Cortes
ante el vacío político dejado por la abdicación de Amadeo I. En las Cortes votaron a favor de
la República los republicanos y los radicales de Ruiz Zorrilla. Ambos eran grupos minoritarios
y sin experiencia de gobierno, teniendo que hacer frente a otras graves dificultades:
 División de los republicanos en federalistas(partidarios de la república federal) y
unitarios(partidarios de la república centralizada).
 Oposición política. La República fue rechazada por los carlistas, los alfonsinos de
Cánovas del Castillo (que atrajo a conservadores y moderados) y los progresistas
constitucionalistas. También los progresistas radicales se fueron alejando de los
republicanos.
 Enfrentamientos armados: tercera guerra carlista, guerra de independencia cubana y
movimiento federalista cantonal.
 Desmesuradas expectativas de las clases populares. Pretendían llevar a cabo una
revolución social centrada en el reparto de tierras a campesinos, mejoras salariales y
abolición de quintas y consumos.
 Falta de apoyo internacional. La Primera República sólo fue reconocida por Estados
Unidos y Suiza.

Durante el tiempo que duró la Primera República (apenas un año)se sucedieron cuatro
gobiernos presididos por:
 Estanislao Figueras. Convocó elecciones a Cortes Constituyentes. La abstención de la
oposición (alfonsinos, carlistas y unitarios) dio la mayoría a los federales.
 Francisco Pi y Margall. Durante su gobierno se redactó la Constitución de 1873, que
proponía una república federal pero no llegó a entrar en vigor. La Constitución dividió a
los republicanos federales en benévolos e intransigentes. Incapaz de controlar a sus
propios seguidores, Pi y Margall dimitió.
 Nicolás Salmerón. La insurrección cantonal se extendió por Levante y Andalucía
alentada por republicanos federales y anarquistas, que incorporaron reivindicaciones
sociales. Pese a su ideología federal, el Gobierno tuvo que enviar al Ejército, que sofocó
la insurrección, excepto en Cartagena. Salmerón dimitió para no firmar las penas de
muerte a los líderes cantonalistas, facilitando la llegada al Gobierno de los republicanos
unitarios.
 Emilio Castelar. Trató de dar un giro conservador a la República para tranquilizar a la
burguesía: suspendió las Cortes, de mayoría federal, y reforzó el Ejército para acabar
con la guerra carlista y cubana y tomar Cartagena. Fue acusado de autoritarismo y
cesado como presidente. Durante la sesión parlamentaria en que se elegía a su sucesor,
el general Pavía entró en las Cortes y las disolvió (enero 1874).

El golpe de Estado mantuvo la República. Se nombró un gobierno militar autoritario


presidido por el general Serrano, cuyo principal logro fue tomar Cartagena. Las
conspiraciones monárquicas, lideradas por Cánovas del Castillo, fueron tomando fuerza,
culminando con la restauración borbónica en la figura de Alfonso XII (diciembre 1874).

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