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SERIE: Legado – DISEÑO DE FUTURO

TEMA: Pureza

TEXTO: Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas
pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en las cosas
que agradan al Espíritu. ROMANOS 8:5

PROPÓSITO: Que la gente entienda la importancia de nuestra conducta en el diseño de


un buen futuro y legado generacional.

PROPOSICIÓN: Mientras más cedamos al Espíritu Santo, mayores serán los cambios.

INTRODUCCIÓN:

PUREZA: En este sentido podemos decir que la pureza es un estado del corazón.
Completamente reservado a Dios, y libre de toda distracción mundana.

La gente comúnmente vive como si fuera un actor; tratan de aparentar y lo hacen a costa
de lo que sea. Por ejemplo, la gente miente porque quieren ser algo que no posee, o para
evitar algo doloroso. Algunos se muestran iracundos o ásperos, porque quieren verse
más fuerte de lo que son, intentan evitar el dolor de ser débiles e inferiores de quienes
los rodean, por eso se arman una película. Una de las razones por la que pasa esto, por
lo que las personas mienten, aparentan, tratan a costa de todo para parecer, es porque
funciona – al menos momentáneamente.

Así como una casa echa de cartón, las mentiras, las apariencias o conductas equivocadas
permanecen en pie por un tiempo, y hasta lucen bien, pero con la primera ráfaga de
viento, se caen. Este tipo de conducta, fue el patrón a temprana edad – de muchos –
construyeron una casa de mentiras, y esperaban no estar presente cuando cayera.

1. NUESTRO LEGADO ES NUESTRO PATRÓN DE CONDUCTA.


a. El padre de hijos justos tiene motivos para alegrarse. ¡Qué satisfacción
es tener hijos sabios! PROVERBIOS 23:24. Si bien el proverbista esta
llamando la atención a los hijos, no podemos descartar la responsabilidad
de los padres a momento de bendecir a sus generaciones. En este
versículo vemos la cosecha de un patrón de conducta dominado por
Espíritu Santo.
b. Si nuestro estilo de vida es un desastre, entonces nuestro legado – lo que
le dejamos a la generación venidera – también lo será. Un día
despertaremos para ver a nuestros hijos repitiendo, “mejorando” nuestros
pecados, siendo peores que nunca. De hecho, enseñamos a nuestros hijos
a pecar. Si recordamos a los hijos de Elí (1 Samuel 2 y 3):
c. 12 Ahora bien, los hijos de Elí eran unos sinvergüenzas que no le
tenían respeto al SEÑOR 13 ni a sus obligaciones sacerdotales… 22
Ahora bien, Elí era muy viejo, pero estaba consciente de lo que sus
hijos le hacían al pueblo de Israel… 27 Cierto día un hombre de Dios
vino a Elí y le dio el siguiente mensaje del SEÑOR: … 29 Entonces,
¿por qué menosprecian mis sacrificios y ofrendas? ¿Por qué les das
más honor a tus hijos que a mí? 30 »Por lo tanto, el SEÑOR, Dios de
Israel, dice: prometí que los de tu rama de la tribu de Leví me servirían
siempre como sacerdotes. Sin embargo, honraré a los que me honran y
despreciaré a los que me menosprecian. 31 Llegará el tiempo cuando
pondré fin a tu familia para que ya no me sirva en el sacerdocio. Todos
los miembros de tu familia morirán antes de tiempo; ninguno llegará a
viejo. 32 Con envidia mirarás cuando derrame prosperidad sobre el
pueblo de Israel, pero ningún miembro de tu familia jamás cumplirá
sus días. 33 Los pocos que no sean excluidos de servir en mi altar
sobrevivirán, pero solamente para que sus ojos queden ciegos y se les
rompa el corazón, y sus hijos morirán de muerte violenta.[i] 34 Y para
comprobar que lo que dije se hará realidad, ¡haré que tus dos hijos,
Ofni y Finees, mueran el mismo día! … 36 Así pues, todos los que
sobrevivan de tu familia se inclinarán… mendigando dinero y comida.
Dirán: “Le rogamos que nos dé trabajo entre los sacerdotes para que
tengamos suficiente para comer”». Capitulo 3: 11 Entonces el Señor
le dijo a Samuel: Estoy por hacer algo espantoso en Israel. 12 Llevaré
a cabo todas mis amenazas contra Elí y su familia, de principio a fin.
13 Le advertí que viene juicio sobre su familia para siempre, porque
sus hijos blasfeman a Dios y él no los ha disciplinado. 14 Por eso juré
que los pecados de Elí y los de sus hijos jamás serán perdonados ni por
medio de sacrificios ni ofrendas.
d. Es espantoso las consecuencias de una conducta equivocada. Sin
embargo, como hombres con mentalidad de legado, necesitamos ver
nuestra propia pureza como una prioridad para ayudar a nuestros hijos a
evitar el pecado dejándoles un legado de una vida pura.
e. Disciplina a tus hijos, y te darán tranquilidad de espíritu y alegrarán tu
corazón. PROVERBIOS 29:17
f. No dejes de disciplinar a tus hijos; la vara de castigo no los matará. 14
La disciplina física bien puede salvarlos de la muerte. PROVERBIOS
23:13-14
2. NUESTRO LEGADO ES NUESTRO CEDER AL ESPIRITU SANTO.
a. Dios desea que nos elevemos a Su nivel a través de Sus estándares para
nuestras vidas.
i. 3 Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si
obedecemos sus mandamientos. 4 Si alguien afirma: «Yo
conozco a Dios», pero no obedece los mandamientos de Dios,
es un mentiroso y no vive en la verdad; 5 pero los que
obedecen la palabra de Dios demuestran verdaderamente
cuánto lo aman. Así es como sabemos que vivimos en él. 6 Los
que dicen que viven en Dios deben vivir como Jesús vivió. 1
JUAN 2:3-6
b. La pureza es el Sistema de “mudanza” de Dios; Él muda sus muebles
hacia dentro, mientras saca tus cosas fuera de la casa. ¿Qué artículos está
Dios cambiado en tu interior? Sin lugar a dudas, tú has experimentado
cambios y esta experiencia debe ser continua.
c. A veces tenemos luchas entre nuestros deseos, y los deseos de Dios en
nosotros. Pero ahí es donde Dios entra en acción si dejamos que su
Espíritu nos domine:
i. Por lo tanto, permitir que la naturaleza pecaminosa les controle
la mente lleva a la muerte. Pero permitir que el Espíritu les
controle la mente lleva a la vida y a la paz. ROMANOS 8:6
ii. Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por
ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos
en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con
gemidos que no pueden expresarse con palabras. ROMANOS
8:26

CONCLUSIÓN:

Elevando Tu Legado:

El deseo de Dios es el de continuar formándote, moldeándote, y discipulándote para que


seas más como Jesús. Mientras más cedamos al Espíritu Santo, mayores serán los
cambios.

Esto significa que todo el que pertenece a Cristo se ha convertido en una persona
nueva. La vida antigua ha pasado; ¡una nueva vida ha comenzado! 2 Corintios 5:17

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