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13. El Dr.

Pedro Pérez prestó servicios jurídicos al Municipio de San José, una vez
cumple su labor reclama el pago de estos servicios, sin embargo, la administración
no accede al pago al no estar satisfechos los requisitos de perfeccionamiento y
ejecución que exige la ley del contrato para el pago 1.

Preguntas:
a.) ¿En tal caso, es procedente por parte del Dr. Pérez solicitar la declaración
de existencia del contrato a través de la pretensión de controversias
contractuales?

El Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo


contempla la acción de controversias contractuales, cuando se presenta alguna
controversia en torno a un contrato con el Estado. Esta acción está
contemplada en el artículo 141 del Cpaca, y señala en su primer inciso:

«Cualquiera de las partes de un contrato del Estado podrá pedir que se


declare su existencia o su nulidad, que se ordene su revisión, que se
declare su incumplimiento, que se declare la nulidad de los actos
administrativos contractuales, que se condene al responsable a indemnizar
los perjuicios, y que se hagan otras declaraciones y condenas. Así mismo,
el interesado podrá solicitar la liquidación judicial del contrato cuando esta
no se haya logrado de mutuo acuerdo y la entidad estatal no lo haya
liquidado unilateralmente dentro de los dos (2) meses siguientes al
vencimiento del plazo convenido para liquidar de mutuo acuerdo o, en su
defecto, del término establecido por la ley.»
La Sala del Consejo de Estado, Sección Tercera,en sentencia del 7 de junio de
2007, Exp. 14669, C.P. Ramiro Saavedra Becerra manifestó que la acción que
procede para reparar los daños derivados de la inejecución de prestaciones
contractuales es precisamente la de controversias contractuales. Como también lo
es cuando el daño consiste en la privación del pago de las prestaciones
desarrolladas cuando el contrato está suspendido por el incumplimiento de los
requisitos que condicionan su ejecución” 2. En este sentido si el Dr Pedro Pèrez
tiene material probatorio de la prestación de servicios que hiciera al Municipio de
San Josè tales como poderes, informes, alegaciones o cualquier otra pieza
procesal que demuestre su actuación como abogado en nombre y representación
del Municipio de San Josè podrá mediante esta acción pedir que se declare la

1 Sírvase consultar: Consejo de Estado, Sección Tercera. Sentencia del 19 de noviembre de


2012. C.P. Jaime Orlando Santofimio Gamboa, expediente 2489.
2 Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 7 de junio de 2007, Exp. 14669, C.P.
Ramiro Saavedra Becerra.
existencia de su contrato y reclamar los pagos de sus honorarios por los servicios
profesionales prestados.

Además la misma Sección Tercera del Consejo de Estado señaló en sentencia


del 22 de julio de 2009, expediente 35026. C. P. Enrique Gil Botero que “si bien
podría afirmarse que el particular en estos eventos cohonestó la situación irregular
en materia de contratación pública, la cual generó de paso el empobrecimiento en
el que se sitúa, no puede desconocerse que el primer obligado a acatar las
disposiciones contractuales de selección objetiva, y de perfeccionamiento
contractual, es el propio Estado, motivo por el cual si éste a través de sus
representantes impele el interés del particular a realizar o ejecutar una
determinada prestación, sin que exista contrato de por medio, se impone,
correlativamente la obligación de recomponer el traslado abusivo e injustificado
que se produjo, patrimonialmente hablando, de un sujeto a otro…” 3

Esta es la postura jurisprudencial del Consejo de Estado hasta el 2009. La postura


actual de la Jurisprudencia del Consejo de Estado en su Sección Tercera,
mediante Sentencia del 19 de noviembre de 2012. C.P. Jaime Orlando Santofimio
Gamboa, expediente 2489 es que ninguna acción prospera para que el Dr Pedro
Pèrez pueda reclamar el pago de sus servicios profesionales prestados al
Municipio de San Josè por cuanto le da prevalencia a los requisitos de
perfeccionamiento de los contratos estatales, asì:”Este petitum así aducido y con
tales fundamentos ya lo hacen impróspero puesto que en términos sencillos el
demandante reclama derechos económicos derivados de contratos que nunca
existieron por haberse omitido la solemnidad que la ley imperativamente exige
para su formación o perfeccionamiento, lo que en otros términos significa que si no
existieron los contratos tampoco se produjeron los efectos que les serían propios y
por ende nada puede reclamarse con base en lo inexistente”, salvo casos de
urgencia manifiesta.

Admitir lo contrario argumentando la buena fe subjetiva del demandante


significaría hacer prevalecer el interés individual de éste sobre el interés general
que envuelve el mandato imperativo de la ley que exige el escrito para
perfeccionar el contrato estatal, no se debe olvidar que el contrato se rige bajo el
principio de la buena fe objetiva que implica la sujeción a todos los principios y
valores propios del ordenamiento jurídico.

3 Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Tercera, sentencia del


22 de julio de 2009, expediente 35026. C. P. Enrique Gil Botero.
b.) ¿En caso de que la pretensión de controversias contractuales sea
improcedente, a través de qué acción puede el Dr. Pérez reclamar el pago
de los servicios prestados?

El Dr Pèrez no tendría ninguna otra acción para reclamar los pagos de sus
honorarios por sus servicios profesionales prestados al Municipio toda vez que la
Jurisprudencia del Consejo de Estado establece que :”Pues bien, de acuerdo con
lo dispuesto en los artículos 39 y 41 de la Ley 80 de 1993 los contratos estatales
son solemnes puesto que su perfeccionamiento exige la solemnidad del escrito,
excepción hecha de ciertos eventos de urgencia manifiesta en que el contrato se
torna consensual ante la imposibilidad de cumplir con la exigencia de la
solemnidad del escrito (Ley 80 de 1993 artículo 41 inciso 4º). En los demás casos
de urgencia manifiesta, que no queden comprendidos en ésta hipótesis, la
solemnidad del escrito se sujeta a la regla general expuesta.

Bajo los argumentos anteriores la acción de in rem verso no puede ser utilizada
para reclamar el pago de servicios que se hayan ejecutado en favor de la
administración sin contrato alguno o al margen de este, eludiendo así el mandato
imperativo de la ley que prevé que el contrato estatal es solemne porque debe
celebrarse por escrito, y por supuesto agotando previamente los procedimientos
señalados por el legislador.

Ahora bien en cuanto a la acción de reparación directa que consagra el artículo


86 del Código Contencioso Administrativo en Jurisprudencia ha sostenido el
Consejo de Estado que el argumento para negar la viabilidad de la reparación
directa para el caso del Dr Pérez sería que el demandante reclamaría derechos
económicos derivados de contratos que nunca existieron por haberse omitido la
solemnidad que la ley imperativamente exige para su formación o
perfeccionamiento, lo que en otros términos significa que si no existieron los
contratos tampoco se produjeron los efectos que les serían propios y por ende
nada puede reclamarse con base en lo inexistente.

Tampoco prosperaría para el Dr Pérez el enriquecimiento sin causa por cuanto en


este caso se trata de un evento en que con él se está pretendiendo desconocer el
cumplimiento de una norma imperativa como lo es aquella que exige que los
contratos estatales se celebren por escrito, agotando desde luego los
procedimientos de selección previstos en la ley.
Ahora como el caso hipotético planteado no expresa que se encuentre en ninguno
de los casos excepcionales resulta evidente que el reconocimiento del
enriquecimiento sin causa no resultaría procedente.

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