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TRIBUTACIÓN CORPORATIVA I
GRUPO 3 EL MANDATO
AUTORES
INTRODUCCIÓN
El objetivo del presente trabajo es dar a conocer el mandato como figura jurídica y
comercial y su relación con otro tipo de representación.
EL MANDATO
¿Qué tipo de relación une al demandante y al mandatario y a éstos con ter cero?
Cuando el mandatario, de acuerdo con el encargo recibido, lleva a cabo la gestión,
comprando, por ejemplo, una casa a un tercero ¿quién es el que ha comprado la casa?
¿quién va a ser el titular de la misma? ¿el mandatario o el mandante? ¿con quién de
los dos ha realizado la venta el tercero?
Historia
Como sabemos, el estudio del Derecho Romano aporta una visión global de un sistema
jurídico y la lógica que lo estructura, razón por la que ha servido de base a lo largo de
siglos para el desarrollo de los cuerpos jurídicos de muchos de los Estados actuales.
Etimología
Etimológicamente, mandato deriva de manu dare que se podría traducir como dar poder
de representación o manu datio, es decir, rito por el que los contrayentes, tomados de
las manos, se prometían el recíproco cuidado de sus intereses y cumplir sus encargos.
El mandante es designado mandator, mientras que el mandatario es denominado
procurator o is qui mandatum accept.
No obstante, esta regla general de que el mandato tiene que ser gratuito, en la última
época clásica se llegó a admitir, en ciertos casos, que el mandatario recibiera una
remuneración (honorarium, salarium) por sus gestiones, remuneración que fue exigible
per extraordinariam cognitionem.
Algo bien importante es que en el derecho romano el mandato se utilizó no solo para
poner en práctica los intereses del mandante, sino que también como medio para la
cesión de créditos y deudas y para la constitución de fiadores entre ausentes. En el
primer caso, el acreedor nombraba su procurador en juicio a la persona a quien quería
cederle los créditos sin que ésta, una vez sancionados judicialmente, tuviera la
obligación de transmitirlos al mandante. En el segundo caso, el fiador actúa como
mandante, ordenando a una persona (acreedor) que preste una cantidad a otro
(deudor), saliendo él responsable de la devolución de dicha cantidad.
Nacimiento
Configurado el mandato como un contrato consensual, existe desde el momento en que
el mandante da un encargo al mandatario y éste lo acepta. En la existencia o no del
encargo por parte del mandante radica la diferencia entre mandato y gestión de
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Definiciones
De lo anterior el autor Guillermo A. Borda “el mandato era un contrato en virtud del cual
una persona se comprometía a realizar gratuitamente una cosa a favor de otra. El
carácter esencial del contrato, ya se ha dicho, era su gratuidad; desde el momento en
que había un salario estipulado, dejaba de ser mandato. El mandatario sólo tenía
derecho a que se le reembolsaran los gastos que había realizado
Definición Legal
En el caso de Guatemala, dentro de su ordenamiento jurídico el Decreto Ley Número
106, Código Civil, en su “Artículo 1686: Por el mandato, una persona encomienda a
otra la realización de uno o más actos o negocios.”
Es decir, que el contrato de mandato, genera obligaciones tanto del mandante hacía el
mandatario y viceversa, como de estos dos frente a terceros. Por tanto, se trata de una
relación que, desde el punto de vista de los intereses afectados, aparece con estructura
triangular, porque una persona gestiona intereses de otra mediante negociación con
terceros.
Se debe presentar los documentos en ventanilla del Registro Mercantil para su registro
correspondiente en dicha institución. La formalidad la establece el Decreto 2-70 Código
de Comercio, en su artículo 338.
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Se recibe una constancia emitida por la institución. Este trámite dura aproximadamente
de dos a tres días.
Y, por último, para terminar este trámite de registro del Mandato, en el Edificio del
Registro Mercantil se presenta la contraseña que se nos entregó anteriormente, y ellos
nos entregan el Testimonio de la Escritura Pública de Mandato y el Razón de
inscripción del Mandato en el Registro Mercantil.
b. Prohibiciones y limitaciones:
Existen algunos casos que la ley limita o le prohíbe la potestad de otorgar mandatos o
ejercitarlos como por ejemplo:
Por las personas jurídicas confieren poder las personas individuales que las
representen, debiendo limitarse el mandato a los negocios que son objeto de la
sociedad.
Esto significa que todo aquello que en el mandato se refiera a asuntos ajenos a los
negocios objeto de la persona jurídica, será nulo absolutamente por contravenir
prohibición legal expresa.
Para que las personas jurídicas puedan ejercer mandato, es necesario que las
operaciones a que el poder se refiera entre en el curso de los negocios de
aquellas o que, de conformidad con el instrumento de su constitución o
respectivos estatutos, estén facultados los gerentes o representantes para
aceptarlos.
Es importante destacar que el mandato que se acepte debe ser limitado a los asuntos
que formen parte del objeto de su actividad de la persona jurídica. Si se trata de
asuntos diferentes, será nula toda actuación.
Asimismo, se deberá considerar que los representantes de la persona jurídica
mandataria estén legalmente facultados para aceptar dicha clase de mandatos.
En base al artículo 1688 del Código Civil, de manera literal indica: “Puede ser objeto de
mandato, todos los actos o negocios para los que la ley no exige intervención personal
del interesado.”
Según el autor De paz, Byron, indica que “Dado que no se gestionan intereses propios
sino ajenos, la ley no establece ninguna restricción, más debe de tratarse de actos,
negocios o servicios de gestión que han de ser lícitos, posibles y determinados.”
En el objeto del contrato los hechos deben ser posibles, determinados y en su
cumplimiento han de tener interés los contratantes, según lo establece el Código Civil
en su artículo 1538.
Están admitidos todos los actos lícitos, susceptibles de producir alguna administración,
modificación o extinción de derechos de uno o más negocios en interés exclusivo del
mandante.
a. Asuntos Jurídicos:
Mandato de carácter jurídico, en donde el mandante encarga al mandatario efectuar por
él alguna actividad. Se trata de asuntos del futuro, es decir, que se realizarán a partir
de la aceptación del mandatario.
El objeto del mandato se enfatiza en asuntos de naturaleza jurídica, porque
precisamente en eso consistirá la actividad del mandatario: Celebrar negocios jurídicos
que interesan al mandante y que producirán efectos.
b. Cumplimiento ante terceros:
El objeto del contrato no es algo que se produzca entre las partes, sino que partiendo
de ellas se proyecta hacia terceros: el mandante encarga algo de su interés al
mandatario, éste acepta el encargo y lo realiza ante terceras personas por cuenta de
aquel.
c. Declaraciones Juradas.
Según el autor Rubén Contreras indica que se plantean dudas acerca de si el
mandatario puede hacer declaraciones juradas en nombre de su mandante o si es
imposible que las realice. En su opinión, Contreras indica que el mandatario que tenga
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4. Elemento Formal
El mandato es un contrato solemne. Las formalidades estrictas a que está sometida su
constitución, consiste en que habrá de celebrarse en escritura pública y el testimonio de
la misma debe inscribirse en el registro de poderes. El mandante debe acudir a un
notario para el otorgamiento del mandato. Artículo 1704 del Código Civil.
El mandato es de naturaleza contractual, es decir es un negocio jurídico, por su
carácter bilateral y consensual, además su objeto recae total o parcialmente en el
patrimonio económico, enajenable, del mandante y constituye un contrato.
Plazo: El plazo del mandato general será el que mandante y mandatario hayan
acordado. De lo contrario, se entenderá otorgado por el plazo de diez años contados a
partir del día de su celebración según el artículo 1726 del Código Civil.
b. Mandato Especial:
Según el código Civil en su artículo 1690 indica que el mandato especial se contrae a
uno o más asuntos determinados. Esto quiere decir que el mandante encarga al
mandatario uno o más asuntos o negocios determinados. Su interpretación debe ser
restringida y limitada.
Plazo: El plazo del mandato especial lo pueden fijar las partes sin ninguna limitación. Si
no lo fijaren se considerará otorgado por el tiempo que dure el asunto o los asuntos que
constituyen su objeto.
3. Mandato común o extrajudicial y mandato judicial:
a. Mandato común o extrajudicial:
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Es el mandato que se otorga para asuntos o negocios jurídicos que no tienen que ver
con diligencias, procedimientos o procesos judiciales. Es el tipo de institución
contractual a que se refieren todas las normas que el Código destino al mandato.
b. Mandato Judicial:
Es el mandato que se otorga con el objeto de que a una persona se le represente ante
los tribunales, ya sea en un proceso, en una diligencia o en cualquier acto procesal,
cuando quien deba comparecer no quiera o no pueda hacerlo personalmente,
exceptuando aquellos casos, cuando a la persona, si puede obligársele a comparecer
directa o personalmente, tal es el caso cuando al articulante exige que comparezca en
forma personal él que haya de absolver las posiciones y no por medio de mandatario.
El mandato judicial no puede concebirse sin que lleve incorporado el elemento
representativo, pues en la relación jurídica procesal, quien queda sujeto a sus efectos,
es la propia parte, y no quien ha obrado o comparecido en nombre de ella. Este
mandato siempre es con representación.
Eduardo Cabanellas dice: “El mandato judicial, es el que faculta para actuar ante los
tribunales con carácter contencioso voluntario, para ejercer, oponer defensa, cumplir
cualquier de los trámites que las causas requieren en representación de una de las
partes.”
Nuestro ordenamiento legal dice lo siguiente, en nuestro código civil último párrafo del
artículo 1687: El mandato para asuntos judiciales queda sujeto, especialmente a lo que
establecen las leyes procesales.
En conclusión, según el autor Rubén Contreras: “El mandato judicial es el que se
confiere para que el mandatario lo ejercite en diligencias, procedimientos o procesos
que se sustancien en juzgados o tribunales del Organismo Judicial de la República de
Guatemala.”
4. Mandato Expreso y Mandato Tácito
En el artículo 1687 del Código Civil dice: El mandato debe constar en escritura pública,
como requisito esencial para su existencia y puede ser aceptado expresa o tácitamente,
dándole la calidad de contrato solemne.
a. Mandato Expreso:
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Es el único mandato que admite el Código Civil, debe ser conferido clara y
categóricamente con las formalidades que establece la ley.
b. Mandato Tácito:
Es el que resulta de manera positiva de comportamiento del mandante, o de su silencio
o inacción cuando, no obstante estar enterado de que alguien actuando en su nombre,
gestiona o ejecuta actos que le interesan o conciernen, no hace nada para impedirlo.
Esta clase de mandato no lo admite el Código.
5. Mandato Mercantil
Tipo de mandato de naturaleza comercial, en el que se regirá por el código y las leyes
de comercio, pero los requisitos y formalidades de su otorgamiento, aceptación,
cumplimiento y extinción serán los que establece el Código Civil.
En el Código de Comercio, en el artículo 338 inciso uno y dos establecen que deben ser
inscritos los mandatos otorgados por cualquier comerciante, para operaciones de su
empresa, así como las revocaciones que hiciere.
6. Mandato Gratuitito y Mandato Oneroso
a. Mandato Gratituito:
Este tipo de mandato desapareció, dando paso al mandato oneroso, como
consecuencia del ambiente materialista de la época. Puede decirse que la gratitud dio
pasó a onerosidad o retribución.
b) Mandato Oneroso:
En él, el mandante tiene que pagar el mandatario, para que este ejerza el mandato. La
onerosidad es elemento natural del mandato, ya que por disposición legal siempre lo
acompaña.
En su lugar, si el mandato se otorga fuera del territorio guatemalteco, este debe cumplir
con todas las formalidades que el país de origen de donde se otorga el mandato. Pero
para que este mandato surja efectos en Guatemala, este, según lo establecido en la
Ley del Organismo Judicial, debe de contar con los pases de ley, es decir, sea
legalizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Si el documento está elaborado en otro idioma que no es el español, este documento
debe ser traducido por un traductor jurado al lenguaje español, una vez traducido, el
mandato debe ser protocolizado, es decir se debe de incorporar al protocolo de un
Notario y en un plazo no mayor de diez días, el notario debe de dar el aviso y presentar
el mandato al Archivo General de Protocolos. (Mundochapin.com, 2017, Parr. 7 y 8)
Representación de Mandato
A través de ella se obtiene una doble ventaja por parte del presentado se da la
ubicuidad por la utilización de la habilidad ajena para los propios negocios y por
parte del representante en caso de representación legal se tiene la posibilidad de
activas la capacidad de ejercicio de quien la tiene limitada. (Perez, 1987)
Es aquella institución jurídica por medio una persona llamada representante ejecuta en
nombre de la otra llamada representado, las declaraciones de voluntad de este,
estando facultado ya sea por su representado o por la ley.
En toda relación representativa, tanto en la voluntaria, como en la legal, o no voluntaria,
o sea, la impuesta por una norma del derecho positivo (patria potestad, tutela,
sindicatura, albaceazgo, etcétera), dos son las notas esenciales que la caracterizan, a
saber: que el representante obre en nombre del representado; y que el acto o negocio
que aquél célebre como representante, le sea ajeno por corresponder o pertenecer al
representado. Las cuales explico de la forma siguiente:
a). La primera nota supone por una parte y en relación con el representado, que
éste declare ser el sujeto del fenómeno representativo, ya sea previamente
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Que personas la legislación guatemalteca delega la tutela según el artículo 301 del
Código Civil de la República de Guatemala.
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c) Mandato.
Según nuestra legislación, existe una clasificación de esta institución:
1). Mandato o poder con representación, en el que el mandatario obra en nombre del
mandante; y los negocios que realice dentro de las facultades que se le hayan
conferido, obligan directamente al
representado.
2). Mandato o poder sin representación, en el que el mandatario obra en nombre propio,
sin que terceros tengan acción contra el mandante.
3). Mandato o poder general, en el que comprende todos los negocios del poderdante;
pero necesita cláusula especial para enajenar, hipotecar, afianzar, transigir, gravar o
disponer de otro modo la propiedad del mandante, y para todos los demás actos que la
ley lo requiera.
4). Mandato o poder especial, en el que se contrae a uno o más asuntos determinados;
se necesita poder especial para donar entre vivos, contraer matrimonio, otorgar
capitulaciones matrimoniales, pactar las bases referentes a la separación o el divorcio,
demandar la nulidad o insubsistencia del matrimonio, constituir patrimonio familiar,
reconocer hijos y negar la paternidad.
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6). Mandato o poder gratuito, si el mandatario hace constar de manera expresa que lo
acepta de ese modo; sin que por esa situación el mandatario ponga todo el interés para
realizar la gestión de los negocios del mandante.
En el caso del tutor, deberá tener: a) certificación de la partida de nacimiento del menor;
b) Certificación del auto donde consta su nombramiento y c) Acta de discernimiento del
cargo como Tutor, dictados por el Juez de Primera Instancia del Ramo de Familia.
Estos documentos acreditativos le sirven tanto a los padres como a los tutores, en el
caso deseen adquirir o vender bienes a nombre de sus representados, haciendo con los
mismos la justificación legal del caso.
Así también el Artículo 504 del Código Procesal Civil y Mercantil establece que: antes
de que se promueva cualquier proceso sucesorio, podrá el juez, con intervención de la
Procuraduría General de la Nación, dictar las providencias necesarias para asegurar los
bienes que constituyen la herencia yacente.
De las citas legales anteriores se deduce que el Administrador de una mortual debe
acreditar su representación mediante: a) Certificación del auto donde consta su
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Diversos autores tratan de establecer diferencias entre estas figuras, sobre la base de
cómo nace el derecho de actuar conforme a cada una de ellas y hasta dónde es posible
llegar en cada ejercicio. Es por ello que nace la importancia de un análisis.
El mandato es una figura jurídica que se representa a través de un contrato; esto es, un
acuerdo de voluntades entre dos personas que genera obligaciones y derechos para los
participantes en él. De ahí se entiende que existe un contrato de mandato y nace
cuando la persona acepta el mismo y ejerce la representación, para convertirse en un
acuerdo de voluntades, por ende, el mandato genera obligaciones reciprocas.
Acuerdo expreso y solemne de voluntades por medio del cual una de las partes,
denominada mandante o poderdante, encarga a la otra mandatario, apoderado o
poderhabiente, quien lo acepta expresa o tácitamente, que en representación
suya y por su cuenta (mandato con representación) o en nombre propio, pero por
cuenta del mandante (mandato sin representación), realice uno o más actos o
negocios de carácter jurídico.
Por otro lado, la representación es la figura jurídica que permite alterar o modificar el
ámbito personal o patrimonial de una persona, por la actuación de otra capaz, quien
actúa siempre a nombre de la primera, para que surta efectos jurídicos únicamente
sobre la esfera jurídica del representado.
Siendo así, en resumen, que la representación nace de disposiciones legales, las que
también determinan y fijan las atribuciones o facultades del representante, en tanto que
el mandato nace de un contrato, que se otorga a una persona libremente designada por
el mandante, quien también es libre de determinar las atribuciones del mandatario. Es
así clara la diferencia existente entre estas dos figuras jurídicas, tanto en cuanto a su
fuente, como a su contenido, consecuencias y efectos jurídicos.
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Conclusiones
2. El mandatorio que tenga el poder general del mandato para realizar negocios en
nombre de su representante debe contener clausulas especiales para poder enajenar,
hipotecar, afianzar según la disposición que la ley convenga o requiera para su
ejercicio.
3. Un Mandato debe ser constituido por elementos importantes como las personas que
lo conforman, el objeto u elemento real de su origen y deberá cumplir con ciertas
formalidades que establece la ley para que pueda ser considerado como tal.
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5. El mandatorio que tenga el poder general del mandato para realizar negocios en
nombre de su representante debe contener clausulas especiales para poder enajenar,
hipotecar, afianzar según la disposición que la ley convenga o requiera para su
ejercicio.
Decreto – Ley número 106. Código Civil. Libro V. Segunda Parte. Título II. Capitulo I.
Ley del Impuesto de Timbres Fiscales y de Papel Sellado Especial para Protocolos
S/A, El Mandato Judicial con Clausula Especial, Universidad Mariano Gálvez, Curso,
Derecho Notarial III. Extraido el 31 de mayo 2023:
https://html.rincondelvago.com/derecho-notarial-guatemalteco.html