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Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la República a través de la ejecutoria recaída en el R. N.


1337-2013-Cusco de fecha 20 de enero de 2015, en su fundamento jurídico quinto señaló que “El
artículo 368 del Código Penal sanciona al, ‘que desobedece o resiste la orden legalmente impartida por
un funcionario público en el ejercicio de sus atribuciones’, de ello se desprende que son dos las
modalidades típicas que se regulan en el citado dispositivo, la primera supone el desacato del
administrado de la orden impartida, esto es, la negación a obedecer; mientras que la segunda importa
una conducta obstruccionista por parte del agente, en cuanto a la realización de los actos que traban la
actuación funcionarial”.
Desobedecer y resistir son actos exteriores y físicos pasibles de ser observados en la realidad
circundante que realiza el sujeto activo; estos nunca permanecen en el pensamiento o en la ideación
del agente, sino que los utiliza o encamina para la comisión del delito.
1. Como primera instancia estoy en desacuerdo, ya que, se dispuso un fallo condenatorio por un año
respecto a la docente Paola Medallo de Vera, por el delito contra la administración pública, en
modalidad de resistencia a la autoridad y se fijó una reparación civil al Estado, así como también, a
la directora Fresia Rosado Pacheco.

- En la casación, se habla de una RECOMENDACIÓN de la autoridad, este no contiene un


mandato expreso-orden- que se deba ejecutar en un plazo determinado, ni constituye
una disposición imperativa en los términos del delito de desobediencia a la autoridad.

2. Reformando la sentencia de segunda instancia, se anula la sentencia anterior, absolviendo a la


encausada Paola Medallo de Vera, del delito contra la Administración Pública, en la modalidad de
violencia y resistencia a la autoridad.

- Para cometer este delito se requiere la configuración de distintos presupuestos: i) una


orden (“Si no hay orden, no hay desobediencia posible)–resolución administrativa o
judicial- impartida por un funcionario en el ejercicio de sus atribuciones; ii) la
obligación o deber de actuación en el sujeto activo; iii) el no cumplimiento de dicho
deber u obligación (el desacato del administrado de la orden impartida, esto es, la
negación a obedecer) y iv) la posibilidad de haberla cumplido.

3. Mi manera de concluir, si el demandado advierte ignorar una recomendación de un superior, que


puede ser valorado internamente como una autoridad competente, no puede tipificarse como
delito.

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