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Foro 6 - Hume y el empirismo

Explique: a) ¿En qué se diferencian las impresiones de las ideas? y b) ¿Qué significa que
las ideas sean derivadas de una impresión?

a) Las impresiones se diferencian de las ideas, según dos formas de percepción; según su
fuerza o según su composición. Si lo vemos desde la fuerza de la percepción, se dice que
las impresiones se caracterizan como tal, debido a que son más vivaces (más intensas),
como dice Hume “(…) impresiones; e incluyo bajo este nombre todas nuestras
sensaciones, pasiones y emociones tal como hacen su primera aparición en el alma.” En
cambio, cuando se habla de una idea, ella no se percibe con la misma intensidad que la de
la impresión, sino que menos vivaz donde Hume las entiende como “(…) las imágenes
débiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos (…).”
Por otro lado, si lo analizamos desde el punto de vista de la composición de la percepción,
tanto impresiones como ideas pueden ser simples o complejas. Según Hume, “(…)
percepciones simples (…) son tales que no admiten distinción ni separación.” En cambio,
las complejas, pueden dividirse en partes; Hume lo explicita mediante la siguiente frase
“Aunque un color, sabor y olor particulares sean cualidades que estén todas unidas en
esta manzana, por ejemplo, es fácil darse cuenta de que no son lo mismo sino de que, (…),
son distinguibles unas de otras.”
Con todo lo expuesto anteriormente, se dice también que otra característica que
diferencia a estos dos conceptos, es que las impresiones aparecen/surgen primero que las
ideas.

b) Para Hume “(…) todas nuestras ideas simples, en su primera aparición se derivan de
impresiones simples a las que corresponden y representan exactamente.” Vale decir,
siempre hay una correspondencia entre las unas y las otras. Entonces, si yo tengo la
impresión del color verde, a través de las sensaciones, luego mi idea de dicho color
aparecerá en mi mente como una imagen débil, a través de mi memoria e imaginación.
Pero, al contrario, yo no puedo imaginar o buscar en mi memoria un color nuevo, si no he
tenido la impresión previa de él. Otra situación donde se demuestra lo anterior, es que yo
solo con la idea de dolor (evocando la imaginación y memoria), nunca podré sentir la
impresión de dolor de un golpe. Con todo lo anterior, Hume concluye que “(…) nuestras
impresiones son causas de nuestras ideas, y no nuestras ideas de nuestras impresiones.”
Otro caso que da Hume es “(…) siempre que por accidente las facultades que dan origen a
impresiones de algún tipo se ven impedidas en sus operaciones (como le ocurre al que ha
nacido ciego o sordo), no sólo se pierden las impresiones, sino también las ideas
correspondientes (…).”
Entonces, según lo expuesto, que las ideas deriven de las impresiones significa que, sin las
últimas, las primeras no existen, ergo, las impresiones serían la causa, y las ideas su efecto.

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