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Mayra Alejandra Torres Cantillo

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ICONOGRAFIA RELIGIOSA EN EL ARTE FUNERARIO ROMANO Y EGIPCIO

Las costumbres con relación a la muerte y a la vida después de la muerte han

estado desde tiempos muy antiguos en la historia de la humanidad. Sin embargo, se han

realizado múltiples tipos de prácticas para cada época y para cada cultura. Asimismo, el

arte funerario ha sido una parte fundamental para comprender las creencias de las

civilizaciones con respecto a la muerte. En esta ocasión, observare principalmente a dos

culturas en dos épocas distintas. La primera es la romana en el periodo del Imperio

romano alrededor del siglo II d. C y la segunda es la cultura egipcia en la época antigua

alrededor de los años 1200 y 1300 a.C.

Esto lo hare teniendo en cuenta la siguiente pregunta ¿Qué diferencias y

similitudes se pueden encontrar entre el arte funerario de los romanos y de los egipcios

con respecto a la materialidad de sus obras y a los aspectos culturales (creencias sobre la

muerte y la vida después de la muerte, rituales) que en ellas se observan? Del mismo

modo, tome como referencia dos obras principales. Por un lado, un sarcófago romano

donde se representa el triunfo de Dionisio junto a las cuatro estaciones y por otro lado el

libro de los muertos de Hunefer. Ahora bien, con lo anterior claro, considero que la

iconografía religiosa al igual que la conexión con los dioses son los aspectos centrales

relacionados con la muerte y la vida después de la muerte en el arte fúnebre de ambas

culturas.
Para empezar, por el lado de los romanos se observa la aparición de diversas

figuras dentro de la mitología. En el caso del sarcófago romano se representan aspectos

dentro de la mitología griega, la cual, es tomada y adaptada por los romanos. En un

primer instante, se observa a Dionisio como figura principal sentado sobre una pantera y

a su alrededor destacan las figuras de cuatro hombres de pie los cuales simbolizan a las

cuatro estaciones. De acuerdo con Anna McCann, la representación de Dionisio podría

significar dos cosas. Por un lado, un intento de asociación del fallecido con la imagen

del dios Dionisio, mientras que del otro lado puede significar la vida después de la

muerte de quienes pertenecieron al culto misterioso dionisiaco (1978).

Asimismo, las estaciones también podrían tener dos formas de interpretarlas. Por

una parte, podrían estar relacionadas con la renovación de la vida o, por otra parte,

podrían estar conectadas a las cuatro etapas de la vida: niñez, juventud, adultez, vejez.

En el sarcófago también aparecen otro tipo de figuras que se pueden asociar con dioses,

así como, el dios del rio en la parte derecha y la madre tierra en el extremo izquierdo

(McCann 1978).

Aunque en la página del MET donde se puede encontrar el sarcófago mencionan

que toda la iconografía presente en el sarcófago puede que no tenga relación con el

difunto, la representación de los dioses en este arte puede asociarse a un gran estatus

social. Lo anterior debido a que los sarcófagos eran encargados en su mayoría por

personas pertenecientes a la aristocracia y se usaban temas principalmente relacionados

con la mitología. Por lo tanto, estas familias buscaban demostrar su gran poder

adquisitivo a través de las representaciones en ellos.


Ahora bien, por el lado de la antigua cultura egipcia se observa una gran

presencia de la magia en los rituales sobre la muerte. Por ejemplo, en el libro de Hunefer

hay una recopilación variada de hechizos, alabanzas y oraciones con el fin de asegurar el

paso de a la vida después de la muerte. Sin embargo, todo esto esta enlazado con los

dioses de los egipcios ya que los dioses eran con quienes irían a juicio y así lograr hacer

la transición hacia la vida en el más allá. Para ellos era importante conocer el nombre de

los dioses porque en los mismos existía un gran poder. Además, lograr identificar los

nombres aseguraba la negociación con esos seres superiores en el proceso de trascender.

Por lo tanto, en esta cultura era fundamental la comunicación con los dioses incluso más

que en la cultura romana.

Por otra parte, en el libro también se ve ilustrado el juicio de Osiris, siendo esta

la última etapa de las almas y donde, al parecer, serán juzgadas antes de completar su

transición a la otra vida. Osiris era un dios egipcio encargado de juzgar las almas en el

inframundo. De igual forma, las almas debían pasar por un viaje en donde se

encontraban todo tipo de obstáculos hasta por fin llegar con Osiris. Por lo tanto, el libro

de Hunefer era una ayuda para lograr atravesar todos esos obstáculos.

A diferencia de los romanos, los egipcios realizaban rituales más elaborados

porque su preocupación por lograr un viaje exitoso al más allá era, al parecer, mayor.

Los egipcios enterraban a los difuntos no solo teniendo en cuenta los hechizos dentro de

los libros de la muerte como el de Hunefer sino también enterraban diferentes tipos de

amuletos con el cuerpo, entre ellos figuras de dioses o, dentro de los más conocidos

amuletos, la figura del escarabajo para ofrecerle protección al difunto.


No obstante, en la cultura romana también era importante la espiritualidad ya

que de acuerdo con Anna McCann en los sarcófagos con temas de Dionisio también se

reflejan las esperanzas espirituales de un hombre. Asimismo, dentro de los preparativos

para el difunto, una moneda era depositada debajo de la lengua para asegurar el pago a

Caronte y así realizar el viaje al otro mundo (Gilmart, 2009).

En cuanto a la materialidad de ambos objetos, se pueden observar grandes

diferencias. Dentro de las principales está el uso de color, en el libro de Hunefer hay un

gran protagonismo del color, no solo por las representaciones de los dioses sino también

en los mismos jeroglíficos. Generalmente, se usaba el color rojo para resaltar los títulos

y se usaban otros colores como el blanco para hacer énfasis en algunas palabras.

También, parece que la forma correcta de leer el texto es de arriba abajo por la forma en

la que se encuentra divido.

Por otro lado, aunque no hay una certeza de que no se haya usado color en el

sarcófago, el color crema es el dominante en el objeto. Aunque si se observa a detalle se

alcanzan a ver algunas líneas negras o machas negras que pueden asociarse con el uso de

algún color que se fue cayendo con el paso del tiempo o probablemente se daba al

desgaste del material.

En otro orden de ideas, en ambas obras aparecen animales ya sea la pantera en la

que se encuentra Dionisio o las aves y leones que están en el papiro de Hunefer. Sin

embargo, los animales jugaron un papel fundamental para los egipcios ya que se

asociaban con dioses. Por eso mismo, en el libro de los muertos hay un gran

protagonismo de los animales no solo como las especies en sí, sino también la

representación de hombres con cabezas de animales. Según Castel, los egipcios tomaron
aspectos de los animales que parecían no tener explicación y que por lo tanto eran

sobrenaturales para aplicarlos a dioses.

Por otra parte, aunque en el sarcófago se observa una gran cantidad de detalle a

los cuerpos en comparación al papiro donde las figuras tienen aspectos más geométricos,

en ambas obras hay poca expresividad por parte de los retratados en ellas. Incluso me

atrevería a decir que en ocasiones se ve más expresividad por parte de los egipcios ya

que la mayoría de figuras poseen esa sonrisa arcaica del arte antiguo. No obstante, el

sarcófago también ofrece una visión de movimiento en todo lo que está pasando en la

escena ilustrada. Asimismo, transmite un sentimiento de armonía entre los participantes

e incluye un nuevo aspecto perteneciente a esta época del Imperio Romano donde se ven

niños también. Mientras que, por el lado del papiro hay una sensación más de procesión

no existe esa armonía que se ve en el sarcófago. Del mismo modo, es visible el recurso

de múltiples perspectivas de una sola cosa característico en los egipcios.

Por parte del sarcófago romano es importante resaltar que aparece en una época

donde el uso de sarcófagos se vuelve más común debido al auge de la inhumación. Sin

embargo, llama la atención que el uso de estos objetos se vuelve frecuente en la parte

aristócrata del Imperio y se deja atrás la cremación de los cuerpos que durante una larga

época fue muy usado por las personas con mayor riqueza. Por lo tanto, surgen algunas

preguntas ¿Existía alguna relación entre el alma y el cuerpo de los difuntos para los

romanos? ¿Por qué se reemplaza la costumbre de cremar los cuerpos por enterrarlos?

¿Qué hace de la inhumación algo principalmente común en la aristocracia romana? ¿Qué

relación tiene esto con el desarrollo de una vida en el más allá?


Las anteriores preguntas surgen ya que en la cultura egipcia era un poco más

claras las razones por las que se usaban más que todo ataúdes y sarcófagos. Ellos

poseían la cultura de la momificación y los órganos eran sacados del cuerpo con el fin de

conservarlos para el viaje del difunto. Sobre todo, el corazón parecía una parte

fundamental porque de acuerdo con el libro de Hunefer se usaba dentro del juicio de

Osiris.

Finalmente, se puede concluir que tanto en la antigua cultura egipcia como en la

cultura romana imperial los dioses eran de gran importancia en la iconografía ya sea

para asegurar una buena transición y vida en el más allá, en el caso de los egipcios y

algunas veces en los romanos, como para demostrar ostentación y riqueza en algunos

casos de las familias más ricas del Imperio Romano. Asimismo, la espiritualidad era

parte fundamental de la roma imperial por lo que esta también fue retratada a través de

la iconografía de los dioses.

Referencias

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