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Los tipos de negocios son las formas en las que podemos clasificar a
las empresas y personas que realizan una actividad económica. Es decir,
los tipos de negocios son aquellas categorías en las que podemos agrupar
a todas las compañías y firmas individuales. Esto, en base a distintos
criterios como el tamaño, número de empleados, sector al que pertenece,
características de sus propietarios, entre otros.
En teoría, se podrían crear un sin fin de clasificaciones para los
negocios. Sin embargo, debemos tomar en cuenta qué variables son las
más relevantes. Por ejemplo, clasificar por el nivel de ventas puede servir a
las autoridades para identificar cuáles son los pequeños negocios.
Entonces, ha dicho grupo se le puede dar quizás un trato impositivo distinto
en vista que, en teoría, no cuentan con las mismas espaldas financieras
(solvencia) que una gran compañía.
Los principales tipos de negocios son los siguientes:
Titularidad de la empresa:
Pública.
Privada.
Mixta (Parte su capital es del sector privado y otra parte le pertenece
al Estado).
Forma jurídica:
Empresario individual o autónomo.
Sociedad limitada.
Sociedad anónima.
Comunidad de bienes.
Sociedades laborales.
Toma de decisiones.
El proceso de toma de decisiones es un método que consiste en
reunir la información y evaluar alternativas para luego, en definitiva, tomar
la decisión final.
El siguiente paso del proceso está previsto para decisiones
complicadas en las que hay varias partes interesadas, aunque este
proceso también se puede usar para algo tan simple como decidir lo que
quieres tomar en el desayuno. Hay tanto tipo de decisión como diferentes
situaciones o diferentes contextos. Dependiendo de la situación o contexto
en el que nos encontremos, convendrá tomar un tipo de decisiones u otro.
Para tomar una decisión es necesario disponer de toda la información
posible sobre cada una de las alternativas entre las que es posible escoger
y las consecuencias que cada una podría conllevar respecto a los objetivos
marcados. Con los datos recopilados como materia prima, el tratamiento
correcto de la información permite discernir mejor qué acción es más
conveniente ejecutar.
El proceso de seleccionar entre las diferentes alternativas para llevar
a cabo acciones relacionadas con cualquiera de las funciones
administrativas puede segmentarse en 7 etapas:
Aunque puede haber muchas variaciones leves en el marco de toma
de decisiones que circula en Internet, en los manuales de negocio y en las
presentaciones de liderazgo, los profesionales suelen usar estos siete
pasos.
1. Identificar la decisión:
Para tomar una decisión, primero debes identificar el problema que
necesitas solucionar o la pregunta que quieres responder. Define tu
decisión con claridad. Si no identificas el problema que quieres solucionar
correctamente, o si el problema que elegiste es demasiado amplio,
descarrilarás el tren de decisiones antes de que parta de la estación.
Si necesitas lograr una meta específica con tu decisión, haz que sea
mensurable y oportuna para que puedas determinar con certeza si lograste
el objetivo al final del proceso.
4. Analiza la evidencia:
Una vez que hayas identificado las alternativas, pondera los datos a
favor y en contra de estas alternativas. Ve qué han hecho otras compañías
para tener éxito en estas áreas, y analiza exhaustivamente los éxitos y los
fracasos de tu compañía. Identifica los posibles inconvenientes de cada
una de tus alternativas, y pondéralos respecto de las posibles
recompensas.
7. Revisar tu decisión:
Una vez transcurrido un plazo predeterminado (que tú definiste en el
paso uno del proceso de toma de decisiones) revisa tu decisión con una
mirada honesta. ¿Solucionaste el problema? ¿Respondiste la pregunta?
¿Alcanzaste tus metas?
Si lo hiciste, toma nota de lo que funcionó para referencias futuras. Si
no, aprende de tus errores cuando vuelvas a iniciar el proceso de toma de
decisiones.
Penetración en el mercado
En el caso de emprendimientos pequeños o empresas que están
comenzando, el objetivo primordial suele ser comenzar a posicionarse e
ingresar en el nicho de mercado al que buscan dedicarse.
Liderazgo en el sector
Con un crecimiento sostenido, llega el momento en que la estrategia
de negocios pasa a estar alineada con la idea de ser el referente máximo
en determinado nicho.
Las razones de encontrarse en esta fase pueden ser que ofrezcas un
producto de excelencia, por la antigüedad y trayectoria de tu empresa o
porque te encuentres mano a mano con tu competidor principal.
Sea cual fuere el motivo, las empresas que logran posicionarse como
líderes de un producto están siempre en un medio de alta competitividad.
Esto hace que deban desarrollar estrategias de negocios cada vez más
robustas para mantenerlo en el tiempo.
Solidez financiera
Conforme una empresa va creciendo y ganando espacio en su
mercado, es necesario asegurar el beneficio económico obtenido. Aquí es
donde las acciones se orientan tanto a cuidar las ganancias como
promover la estabilidad económica. Cualquier compañía precisa asegurar
un mínimo de solidez financiera para garantizar su continuidad y favorecer
su desarrollo.
En su forma más simple, el desarrollo de negocios se refiere a la
creación de estrategias, procesos y actividades que contribuyen al
crecimiento a largo plazo de una empresa. A diferencia de los vendedores
y vendedores que normalmente trabajan con los clientes directamente para
cerrar ofertas, los desarrolladores de negocios suelen mirar el panorama
más amplio. Su trabajo es pensar en estrategias para generar nuevos
negocios y promover el crecimiento a largo plazo.
CONCLUSIÓN