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- 5to Año -
¿Qué es Literatura?
La palabra literatura proviene del término latino litterae, que hace referencia a la
acumulación de saberes para escribir y leer de modo correcto. El concepto posee una
relación estrecha con el arte de la gramática, la retórica y la poética.
El primer texto literario de la historia es la Epopeya de Gilgamesh, un poema épico
de origen sumerio, inscrito en tabletas de arcilla con escritura cuneiforme. Sin embargo,
como en la mayoría de los textos previos a la invención de la escritura, es probable que se
transmitiera de manera oral. Se estima que este imaginario se remonte al año 2800 antes de
Cristo
Literatura Latinoamericana
La literatura latinoamericana se basa en la creación literaria de los pueblos que
poseen una comunicación en lengua portuguesa o española, tales como México, el Caribe,
Centroamérica y Sudamérica. Se dice Latinoamérica porque Portugal y España tomaron las
regiones mencionadas y hablaban en latín como su lengua de origen, de allí nace el nombre de
pueblos latinoamericanos y por lo tanto la literatura latinoamericana corresponde a estos
orígenes.
La historia señala que por medio de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo se
crearon una serie de obras literarias que corresponden al panorama literario
latinoamericano, otorgándole características únicas y propias. La conquista de la
independencia y los diferentes procesos políticos en los diversos países de Latinoamérica
tienen gran importancia y peso en la literatura en español.
A inicios del siglo XIX, una gran cantidad de escritores latinoamericanos
consideraron la necesidad de escribir sobre acontecimientos importantes que había tenido la
historia, como la independencia que se pudo adquirir. Esta literatura era sincera y poca
romántica porque los sucesos que describe trataban sobre confrontaciones agresivas y
guerras.
Lo siguiente que acopló la literatura latinoamericana fue el romanticismo, este se
desarrolló poco después en un modo específico. Luego llegó un realismo satírico que duró
muy poco para comenzar con el realismo mágico. El famoso escritor Gabriel García Márquez
utilizó en la mayoría de sus obras este estilo de escritura.
¿Qué es lo fantástico?
Aunque en América Latina la corriente principal en literatura, como ocurre en España, tiende
a ser “lo realista”, paralelamente y a lo largo del siglo XX se fue esparciendo el cultivo de
una literatura antimimética que, dependiendo de la región o el autor, dependiendo de ciertas
especificidades relativas al contexto de su aparición, ha recibido muchos nombres:
fantástico, realismo mágico, real-maravilloso, neo-fantástico. Lo cierto es que muchísimos de
los reconocidos como grandes escritores latinoamericanos del siglo XX practicaron una
literatura desapegada de lo realista.
El término "Fantástico" llega al español a través del latín, que, a su vez, lo toma del griego
"fantastikos" que significa "relativo al sueño, la apariencia, la ilusión; aquello que se relaciona
con la imagen de algo en el espíritu"
El término fantástico ha sido utilizado para englobar producciones literarias bien diversas,
como las leyendas folclóricas, los relatos de terror, de fantasmas y de ciencia ficción, entre
otros. Pero, ¿cómo definir con precisión lo fantástico?
Si un relato presenta, exclusivamente, acontecimientos normales nos hallamos en presencia
de una narración realista; pero si combina ambos tipos de hechos, sostiene Todorov,
deberíamos prestar atención a la forma en que éstos son presentados.
Real Maravilloso
Real Maravilloso. Categoría literaria cuyo rasgo principal es la creencia de que lo
extraordinario, no tiene por qué ser hermoso o feo, sino novedoso, insólito, o sea, tener la
cualidad de asombrar a las personas al salirse del molde de las normas preestablecidas.
En 1949, Alejo Carpentier introdujo la noción de lo real maravilloso para referir la
nueva literatura que se gestaba en Latinoamérica. Con esto se apartaba abiertamente de
cualquier interferencia semántica con el concepto de realismo mágico europeo. Se apartaba
también del prejuicio según el cual esa nueva literatura habría sido una interpretación
latinoamericana del surrealismo.
Según el escritor cubano, la acepción del realismo mágico pictórico se refiere a la
combinación de formas tomadas de la realidad de tal manera que no se ajustan a la
normalidad. “Aquí lo insólito es cotidiano”, dice Carpentier. De esta manera define lo
maravilloso como algo extraordinario, que no tiene por qué ser ni bello ni amable.
Géneros Literarios
● G
énero lírico: Se usa para expresar sentimientos y para ello, emplea generalmente
el verso.
● Género narrativo: Se utiliza para presentar historias realizadas por personajes que
pueden intervenir mediante el diálogo. El narrador cuenta la historia y para ello
puede utilizar distintas formas de elocución, esto es, la narración, la descripción, la
exposición o la argumentación.
● Género dramático: Es aquél destinado a ser representado ante unos espectadores.
Los personajes intervienen sin la mediación de ningún narrador, siguiendo las
indicaciones sobre vestuario, gestos, movimientos, etc. que contienen las acotaciones
del texto teatral. No tiene un narrador, los actores cuentan la historia.
¿Qué es un Cuento?
Un cuento es la narración de una historia imaginaria y que puede estar basada (o no)
en hechos reales. Puede manifestarse de manera escrita u oral. La palabra c
uento proviene
del latín y significa “contar”.
personajes.
● Mantiene la misma estructura que una novela: tiene una introducción, un nudo
y un desenlace.
● Causa emociones en el lector u oyente, de manera rápida.
● Puede abarcar una infinidad de temáticas o subgéneros, como fantásticos,
infantiles, policiales, realistas, cómicos, de terror, de hadas o de misterio,
entre otros.
● Introducción. Describe el escenario y una pequeña presentación de los personajes.
Además, evidencia el tipo de narrador y cómo será contada la historia (si respeta la
línea de tiempo o si ocurre de manera atemporal).
● Desarrollo o nudo. Detalla la trama de la historia, a través del desarrollo de los
conflictos y las secuencias de acciones de los personajes.
● Desenlace o final. Describe la resolución de los conflictos y de las acciones que
tuvieron lugar durante el desarrollo, y puede plantearse como un final abierto,
trágico o un feliz, entre otros.
¿Qué es lo fantástico?
Aunque en América Latina la corriente principal en literatura, como ocurre en España, tiende
a ser “lo realista”, paralelamente y a lo largo del siglo XX se fue esparciendo el cultivo de
una literatura antimimética que, dependiendo de la región o el autor, dependiendo de ciertas
especificidades relativas al contexto de su aparición, ha recibido muchos nombres:
fantástico, realismo mágico, real-maravilloso, neo-fantástico. Lo cierto es que muchísimos de
los reconocidos como grandes escritores latinoamericanos del siglo XX practicaron una
literatura desapegada de lo realista.
Fantásticos: Cuando el hecho anormal no resulta explicable ni se lo puede ubicar en otro
mundo regido por otras leyes, estamos en presencia de lo fantástico. El lector y los propios
personajes dudan y así se constituye la vacilación propia del relato fantástico. El
acontecimiento se presenta en este mundo -en ningún otro-, pero no puede ser explicado
racionalmente; es lo suficientemente ambiguo como para no permitir ni una cosa ni otra y
cuestionar así los conceptos de real e imaginario, de lo lógico e irracional que podamos
poseer. De esta manera, lo fantástico vendría a ser esa franja de falta de certeza -la
incertidumbre- que nos cuestiona como seres racionales y problematiza la realidad que nos
rodea.
Real Maravilloso
Real Maravilloso. Categoría literaria cuyo rasgo principal es la creencia de que lo
extraordinario, no tiene por qué ser hermoso o feo, sino novedoso, insólito, o sea, tener la
cualidad de asombrar a las personas al salirse del molde de las normas preestablecidas.
En 1949, Alejo Carpentier introdujo la noción de lo real maravilloso para referir la
nueva literatura que se gestaba en Latinoamérica. Con esto se apartaba abiertamente de
cualquier interferencia semántica con el concepto de realismo mágico europeo. Se apartaba
también del prejuicio según el cual esa nueva literatura habría sido una interpretación
latinoamericana del surrealismo.
Según el escritor cubano, la acepción del realismo mágico pictórico se refiere a la
combinación de formas tomadas de la realidad de tal manera que no se ajustan a la
normalidad. “Aquí lo insólito es cotidiano”, dice Carpentier. De esta manera define lo
maravilloso como algo extraordinario, que no tiene por qué ser ni bello ni amable.
Lo Grotesco
Grotesco deriva del italiano grottesco (de las grutas). El sentido original de la
palabra hace referencia a un estilo extravagante del arte decorativo romano que fue
redescubierto e imitado en Roma en el siglo XV. Se descubrieron en esa época varias
"cuevas" decoradas, que, según se supo después, eran en realidad habitaciones y pasillos de
la Domus Aurea, el complejo palaciego que el emperador Nerón mandó construir tras el gran
incendio del año 64. Se llamó también grotesco al arte inspirado en la decoración de estas
supuestas grutas, caracterizado por la presencia de elementos ridículos, chabacanos,
vulgares o absurdos, con profusión de adornos en forma de bichos, sabandijas, quimeras y
follajes (grutescos).
Realismo Mágico
El realismo mágico es un movimiento literario que tuvo su origen en América Latina
hacia la década de 1930, aunque alcanzó su apogeo entre 1960 y 1970, cuando coincidió con
la generación del boom latinoamericano. Fue el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri quien
acuñó el nombre de realismo mágico al movimiento, en un libro titulado Letras y hombres de
Venezuela, publicado en 1947.
Años más tarde, tras una larga polémica en relación al término, Uslar Pietri
compartió que aquel nombre había surgido de su memoria inconsciente, ya que alguna vez
había leído un texto del crítico alemán Franz Roh, en el que usaba realismo mágico para
describir un estilo pictórico post-expresionista.
La aclaratoria fue necesaria para que se comprendiera que no había ni una relación
entre ambos movimientos ni un objetivo o concepto compartido. No fue, por lo tanto, un
intento por identificar una cosa con la otra.
El realismo mágico es un tipo de narrativa en la cual lo extraño y lo peculiar se
presenta como algo cotidiano. O, mejor dicho, es una narración basada en la observación de
la realidad, donde tienen cabida singularidades, peculiaridades y extrañezas dentro de la
normalidad.
Esa realidad es posible en un contexto: Latinoamérica, en cuya sociedad se
comunican, enfrentan y alimentan mutuamente el pensamiento simbólico y el pensamiento
técnico modernizador, fruto de una historia vertiginosa signada por la yuxtaposición
cultural, el mestizaje y la patente heterogeneidad.
El realismo mágico surge, según Uslar Pietri, como contestación a una tradición
literaria descriptiva e imitativa que dominaba en Latinoamérica, como las corrientes del
romanticismo latinoamericano, el modernismo y el costumbrismo. Según el autor, estas
corrientes aún no lograban hacerse cargo del universo complejo de la realidad
latinoamericana. En cambio, el realismo mágico cuestionaba “la fantasía escapista” de la
estética modernista tanto como el pintoresquismo de la literatura costumbrista. No se trata
de que el realismo mágico hubiera sido una invención, dice el autor, sino más bien un
reconocimiento, un “retrato de una situación peculiar”.
Desde este punto de vista, algunas de las principales características del realismo mágico
incluyen las siguientes:
● Parte de la observación de la realidad.
● Incorpora el universo de valores simbólicos de las culturas latinoamericanas, a las
que reconoce como parte de esa realidad sin apelar a una mirada vertical.
● Normaliza las peculiaridades en lugar de sustituir la realidad por un mundo
fantástico o alterno.
● El narrador no ofrece explicaciones sobre los acontecimientos insólitos.
● Los personajes no demuestran extrañeza ante los fenómenos insólitos.
● Valora la percepción sensorial de la realidad.
● Rompe la linealidad temporal del relato.
● Expone realidades yuxtapuestas.
● Tiende a desarrollar ampliamente la metaficción.
Lectocomprensión
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos
hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de
preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: "No sé, pero he
amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo". El hijo
se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro
jugador le dice: "Te apuesto un peso a que no la haces". Todos se ríen. El se ríe. Tira la
carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola
sencilla. Y él contesta: "es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me
dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a sucederle a este pueblo". Todos se ríen
de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá, o una nieta
o, en fin, cualquier pariente, feliz con su peso, dice y comenta: -Le gané este peso a Dámaso
en la forma más sencilla porque es un tonto.
-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá
amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.
Y su madre le dice:
Una pariente oye esto y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero: "Deme un kilo
de carne", y en el momento que la está cortando, le dice: "Mejor córteme dos, porque andan
diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado".
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne,
le dice: "Mejor lleve dos, porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a
pasar, y se están preparando y comprando cosas". Entonces la vieja responde: "Tengo varios
hijos, mejor deme cuatro kilos..." Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento,
diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata otra vaca, se vende toda y se va
esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando
que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde alguien dice:
Tanto calor, que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados
con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a
pedazos.
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz:
"Hay un pajarito en la plaza". Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la
calle central donde todo el pueblo lo ve. Hasta que todos dicen: "Si éste se atreve, pues
nosotros también nos vamos". Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las
cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: "Que no venga la desgracia a caer
sobre lo que queda de nuestra casa", y entonces la incendia y otros incendian también sus
casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio
de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: "¿Viste mi hijo,
que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?". Y me dijeron que estaba loca.
Para reflexionar
¿A qué subgénero corresponde?
venganza…)
¿Cuáles sucesos ordinarios son interpretados como extraordinarios por los asustados
habitantes?
¿Cuáles sucesos ordinarios son interpretados como extraordinarios por los asustados
habitantes?
Lectocomprensión
El almohadón de plumas
Su luna de miel fue un largo escalofrío. Rubia, angelical y tímida, el carácter de
su marido heló sus soñadas niñerías de novia. Ella lo quería mucho, sin embargo, aunque
a veces con un ligero estremecimiento cuando volviendo de noche juntos por la calle,
echaba una furtiva mirada a la alta estatura de Jordán, mudo desde hacía una hora.
Él, por su parte, la amaba profundamente, sin darlo a conocer.
En ese extraño nido de amor, Alicia pasó todo el otoño. Había concluido, no
obstante, por echar un velo sobre sus antiguos sueños, y aún vivía dormida en la casa
hostil, sin querer pensar en nada hasta que llegaba su marido.
Fue ese último día que Alicia estuvo levantada. Al día 13 siguiente amaneció
desvanecida. El médico de Jordán la examinó con suma atención, ordenándole calma y
descanso absoluto.
—No sé —le dijo a Jordán en la puerta de calle—. Tiene una gran debilidad que
no me explico. Y sin vómitos, nada… si mañana se despierta como hoy, llámeme en
seguida.
Al día siguiente Alicia amanecía peor. Hubo consulta. Constatóse una anemia de
marcha agudísima, completamente inexplicable. Alicia no tuvo más desmayos, pero se
iba visible- 14 mente a la muerte. Todo el día el dormitorio estaba con las luces
prendidas y en pleno silencio. Pasábanse horas sin que se oyera el menor ruido. Alicia
dormitaba. Jordán vivía casi en la sala, también con toda la luz encendida. Paseábase
sin cesar de un extremo a otro, con incansable obstinación. La alfombra ahogaba sus
pasos. A ratos entraba en el dormitorio y proseguía su mudo vaivén a lo largo de la
cama, deteniéndose un instante en cada extremo a mirar a su mujer.
Pronto Alicia comenzó a tener alucinaciones, confusas y 15 flotantes al principio,
y que descendieron luego a ras de suelo. La joven, con los ojos desmesuradamente
abiertos, no hacía sino mirar la alfombra a uno y otro lado del respaldo de la cama.
Una noche quedó de repente con los ojos fijos. Al rato abrió la boca para gritar, y sus
narices y labios se perlaron de sudor.
Jordán corrió al dormitorio, y al verlo aparecer Alicia lanzó un alarido de
horror.
Alicia lo miró con extravío, miró la alfombra, volvió a mirarlo, y después de
largo rato de estupefacta confrontación, volvió en sí. Sonrió y tomó entre las suyas la
mano de su marido, acariciándola por media hora temblando.
Entre sus alucinaciones más porfiadas, hubo un antropoide apoyado en la
alfombra sobre los dedos, que tenía fijos en ella los ojos.
Los médicos volvieron inútilmente. Había allí delante de ellos una vida que se
acababa, 17 desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo. En
la última consulta Alicia yacía en estupor mientras ellos la pulsaban, pasándose de uno
a otro la muñeca inerte. La observaron largo rato en silencio, y siguieron al comedor.
—Pst… —se encogió de hombros desalentado el médico de cabecera. —Es un caso
inexplicable... Poco hay que hacer…
Alicia fue extinguiéndose en subdelirio de anemia, agra- 18 vado de tarde, pero
que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad,
pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se
le fuera la vida en nuevas oleadas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación
de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este
hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le
tocaran la cama, ni aun que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares
avanzaban ahora en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama, y trepaban
dificultosamente por la colcha.
—¡Señor! —llamó a Jordán en voz baja—. En el almohadón hay manchas que
parecen de sangre.
—Parecen picaduras —murmuró la sirvienta después de un rato de inmóvil
observación.
La sirvienta lo levantó; pero 21 enseguida la dejó caer, y se quedó mirando a
aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le
erizaban.
Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa
del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo. Las plumas superiores volaron,
y la sirvienta dio un grito de horror con toda la boca abierta, llevándose las manos
crispadas a los bandos: —sobre el fondo, entre las plumas, moviendo lentamente las
patas velludas, había un animal monstruoso, una bola viviente y viscosa. Estaba tan
hinchado que apenas se le pronunciaba la boca.
Noche a noche, desde que Alicia había caído en cama, había aplicado
sigilosamente su boca —su trompa, mejor dicho— a las sienes de aquélla, chupándole la
sangre. La picadura era casi imperceptible. La remoción diaria del almohadón sin duda
había impedido al principio su desarrollo; pero 23 desde que la joven no pudo moverse,
la succión fue vertiginosa. En cinco días, en cinco noches, había el monstruo vaciado a
Alicia.
Estos parásitos de las aves, diminutos en el medio habitual, llegan a adquirir en
ciertas situaciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles
particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.
Para reflexionar
De acuerdo a tu interpretación, consideras que el relato que leíste pertenece a lo
fantástico.
Texto Argumentativo
El texto argumentativo tiene como objetivo expresar opiniones o rebatirlas con el fin
de persuadir a un receptor. La finalidad del autor puede ser probar o demostrar una idea (o
tesis), refutar la contraria o bien persuadir o disuadir al receptor sobre determinados
comportamientos, hechos o ideas.