Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
4
EPIDEMIOLOGÍA DE LAS ENFERMEDADES TRANSMISIBLES MÁS COMUNES EN EL
SALVADOR
GUÍA No.3
IV.OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
1. Definir el termino diarrea.
2. Diferenciar entre las diarreas e infecciones gastrointestinales.
3. Identificar algunos factores de riesgo asociados a las enfermedades diarreicas agudas en
niños menores de 5 años.
4. Clasificar los diferentes tipos de riesgo de las infecciones gastrointestinales.
5. Analizar algunas de las principales infecciones gastrointestinales.
V. CONTENIDOS:
1. Infecciones gastrointestinales: concepto y clasificación de la diarrea.
2. Relación entre desnutrición, mortalidad infantil, variables demográficas y diarrea infantil.
3. Factores de riesgo de las enfermedades diarreicas agudas en niños menores de 5 años.
4. Infecciones del tracto gastrointestinal de origen bacteriano.
5. Infecciones del tracto gastrointestinal de origen parasitario.
6. Infecciones del tracto gastrointestinal de origen viral.
7. Prevención y control de las infecciones gastrointestinales.
VIII.BIBLIOGRAFÍA:
- Mark H. Beers. El Manual Merck de diagnóstico y tratamiento. Editora Hartcourt, décima
edición, España 1999.
- Organización Panamericana de la Salud. Aplicando soluciones: Diarreas y Rehidratación
Oral. 1983.
- Fuentes Díaz, Zaily y otros. Factores de riesgo de las enfermedades diarreicas agudas en
menores de cinco años. Archivo Médico de Camagüey, vol. 12, núm. 2, marzo-abril, 2008,
pp. 1-8, Centro Provincial de Información de Ciencias Médicas de Camagüey, Camagüey,
Cuba. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=211116119004
INFECCIONES GASTROINTESTINALES
Históricamente las infecciones intestinales han sido en nuestro país una causa importante de
morbilidad y mortalidad, más que todo en niños de 0 a 5 años. Según datos del Ministerio se Salud
Pública y Asistencia Social, en 1991 estas ocuparon el séptimo lugar entre las diez principales causas
de defunción en la población general; para el año 2002 se encontraban ocupando el tercero y cuarto
lugar dentro de las diez primeras causas de consulta médica, pero ya no figura entre las diez primeras
causas de mortalidad hospitalaria. En el año 2007 estas enfermedades ocupaban el tercer lugar en las
causas de consulta médica. Como se puede ver, el comportamiento de las enfermedades transmisibles
del tracto gastrointestinal desde el 2002 hasta el 2007 no ha cambiado significativamente, lo cual
indica que seguirán siendo un problema para la salud pública y por lo tanto merece que se estudien
de manera detenida.
Las infecciones gastrointestinales son las que, además de la diarrea, se acompañan de otros signos y
síntomas como dolor abdominal, fiebre, vómitos, anorexia, pujo o tenesmo, malestar general y otros.
Bases conceptuales:
De acuerdo con el Dr. M.Levine, es importante considerar la diarrea infantil desde el punto de vista
de la salud pública en general, del medio ambiente y del nivel socioeconómico. Para ello se analizarán
las tasas de mortalidad infantil en Nueva York de 1900 a 1930:
- En 1900 la tasa de mortalidad fue 140 por mil nacidos vivos, una tasa como esa es típica de
muchos países en desarrollo en la actualidad, la causa más importante de esta mortalidad fue
la diarrea infantil (el cólera infantil, como se llamó en esa época). Las infecciones respiratorias
ocuparon el segundo lugar en importancia, eso es también típico en la actualidad en los países
en desarrollo.
- En 30 años la mortalidad infantil en Nueva York disminuyó de una tasa alta de 140 a 55 por mil
nacidos vivos, siendo el factor que más contribuyó a la disminución fue la desaparición de la
mortalidad debida a la diarrea infantil. Es importante reconocer que esta disminución
impresionante ocurrió en un período en que no existían antibióticos, cuando no usaban mucho
la rehidratación parenteral y cuando no existían medidas preventivas específicas.
Las condiciones ambientales en Nueva York que en 1,900 contribuyeron a la incidencia de la diarrea
infantil incluyeron:
1. Falta de agua potable
2. Saneamiento inadecuado
3. Hacinamiento
4. Falta de servicios médicos y sociales
5. Desnutrición
6. Bajos niveles de higiene personal
7. Familias con muchos niños pequeños.
En el curso de treinta años, en Nueva York ocurrieron cambios significativos en las condiciones
ambientales, en la entrega de servicios médicos y en la nutrición de la población. Como resultado de
estos cambios en las condiciones de vivir, la mortalidad debida a la diarrea casi desapareció, sin
embargo, estos cambios requirieron un gasto inmenso de capital y necesitaron algunas décadas aún
en un país rico.
Actualmente, la mayoría de los habitantes del mundo viven en condiciones ambientales tan primitivas,
o aún más terribles que las de Nueva York en 1900. Llamamos a estas áreas subdesarrolladas, en
desarrollo o el Tercer Mundo. Más o menos el 67 %de los habitantes de nuestro planeta vive en países
del Tercer Mundo, en estos países la tasa de crecimiento de la población es de 3-a 5 % al año; eso
quiere decir que cada 20 años la población se dobla. En contraste, la población en los países
industrializados es estable o está disminuyendo. En los países en desarrollo el 40-45 % de la población
tiene menos de 15 años y el 10% tiene menos de cinco años. En contraste, en los países
industrializados solamente el 20% de la población tiene menos de 15 años. En los países del mundo
en desarrollo la mayoría de la población vive en áreas rurales, el consumo de energía es bajo y el
desembolso para la salud es más o menos un dólar al año por habitante.
Las altas tasas de fertilidad y de natalidad, dan por resultado un crecimiento rápido de la población y
crean situaciones de urgencia con respecto a la provisión de alimentos, de por sí ya limitados. Los
infantes y los niños están seguros mientras se alimentan con leche materna exclusivamente o junto
con otros alimentos. Pero cuando son destetados, los niños se encuentran en peligro, debido a que
ingieren comida contaminada y a que los niños ya no están protegidos por los anticuerpos y la
lactoferrina de la leche materna. Además, las familias en muchas áreas del mundo en desarrollo no
dan alimentos nutritivos a los niños destetados. Muchas veces no hay suficiente comida para todos
los miembros de la familia y el bebé es el último en recibir su porción. El bebé no es considerado un
miembro productivo de la familia, no recibe buena comida porque no ha demostrado que va a
sobrevivir y es considerado un riesgo por la familia, desde el punto de vista de la distribución de la
comida.
La desnutrición pone al niño en riesgo mayor de desarrollar las enfermedades diarreicas. En un estudio
hecho por los doctores Puffer y Serrano sobre "Las Características de Mortalidad en la Niñez en las
Américas", la correlación estadística entre la desnutrición y la diarrea fue 0.9; eso quiere decir que
existe una relación muy íntima.
Los episodios de diarrea agravan la desnutrición, la diarrea infecciosa aguda, cualquiera que sea la
edad del paciente (aún en adultos sanos) es acompañada por deficiencia de las enzimas disacáridas y
mala absorción. En el 15% de los casos la mala absorción dura algunas, semanas.
Cuando ocurre la diarrea en un niño, las madres en la mayoría de las áreas en desarrollo reducen las
cantidades de comida del niño y suprimen completamente la leche y los alimentos sólidos, como
resultado se agrava el déficit de calorías y proteínas. La diarrea infecciosa, particularmente si está
acompañada de fiebre, da como resultado un aumento de las demandas metabólicas y del
catabolismo en las proteínas. Además, durante uno o dos días en el episodio de diarrea, el niño tiene
menos apetito. La repetición de estos episodios da por resultado la desnutrición. Como hemos
discutido, la diarrea infantil es La causa más importante de mortalidad infantil en áreas en desarrollo.
Las altas tasas de mortalidad infantil se asocian con altas tasas de fertilidad. Esto resulta de la
necesidad percibida por la familia, de producir niños adicionales para contrarrestar la probabilidad de
que algunos niños pueden morir antes que tengan cinco años y particularmente durante el primer
año de vida, cuando los niños están tomando leche materna, a la vez que ingieren otros alimentos
sólidos y sobreviven, ocurriendo como resultado una disminución de la fertilidad aún en familias
donde no se practica la contracepción.
El mecanismo es la amenorrea lactacional que se debe a un niño vivo lactante. La defunción del niño
pone otra vez a la madre en riesgo de concepción. Es importante considerar que múltiples defunciones
infantiles y múltiples embarazos en la misma madre pueden resultar en el síndrome de
depauperación: la vieja precoz del Tercer Mundo. Los últimos niños de estas madres tienen aún menos
oportunidad de sobrevivir porque la anemia y fatiga de la madre limitan su capacidad de lactar y de
dar cuidado materno.
Al existir un método para prevenir la letalidad debida a la deshidratación diarreica, se puede lograr lo
siguiente:
- Una disminución de la mayor causa de mortalidad infantil.
- Asegurar la supervivencia de los niños, lo que da por resultado una limitación de la fertilidad,
debido a la amenorrea lactacional.
- La disminución de consecuencias nutricionales por la diarrea.
Las EDA también pueden resultar del uso inadecuado de antibióticos, mala técnica alimentaría,
intolerancia a disacáridos, alergia a las proteínas de la leche y otros padecimientos. Estudios realizados
en el 2001 en Chile, México y Venezuela arrojaron que los agentes causales que los afectan
generalmente se trasmiten por vía fecal-oral y adoptan diversas modalidades, dependen de los
vehículos y las vías de transmisión.
En Latinoamérica ocurren 15,282 muertes por rotavirus, (principal causante de la diarrea aguda) y
75,000 niños son hospitalizados anualmente, según información de la Organización Panamericana de
la Salud (OPS). Más del 70% de las muertes por diarrea pueden evitarse si se hiciera adecuada
promoción y prevención con respecto a los factores de riesgo antes señalados, lo que mejoraría la
condición de salud del niño y su familia, a través de componentes educativos y de promoción de la
salud.
Principales hallazgos:
Durante el período que se analiza, en el consultorio médico de salud del barrio Isaías Medina Angarita
fueron atendidos 2569 menores de cinco años, de ellos, 547 fueron diagnosticados con EDA.
- Al analizar la edad, los menores de un año tuvieron un riesgo seis veces mayor de presentar
enfermedades diarreicas agudas que los de mayor edad.
- Al determinar la asociación entre las enfermedades diarreicas agudas y la duración de la
lactancia materna exclusiva se encontró que el hecho de haber lactado menos de cuatro
meses aumentó 10 veces la probabilidad de presentar EDA.
- Al analizar la asociación de las EDA con la capacitación materna, se encontró que los niños
cuyas madres no fueron capacitadas tuvieron 12 veces más probabilidades de enfermar por
esta dolencia.
- Al analizar la asociación de las EDA con la calidad del agua de consumo, se determinó los niños
que en sus hogares tenían mala calidad del agua de consumo en ocasiones tienen más
probabilidades de enfermar.
- Al analizar la incidencia de las EDA y su asociación con el estado nutricional se analizó que
este es un factor asociado e indica que la desnutrición proteico-energética aumentó 23 veces
la probabilidad de presentar esta enfermedad.
Todos los autores coinciden en que a nivel mundial existen 480 millones de personas que sufren
desnutrición crónica, aproximadamente el 10.5 % de la población mundial. En América Latina, más del
50 % de los niños menores de seis años sufren de desnutrición. Bolivia con una población cercana a
los 8 millones de habitantes, sufre desnutrición en un 46.5 % de población infantil.
Es una regla sin excepción que la desnutrición afecta principalmente al niño menor de seis años por
su rápido crecimiento, ya que tiene requerimientos nutritivos que son más elevados, específicos y
difíciles de satisfacer.
Por otra parte, ellos dependen de terceras personas para su alimentación, las que a veces no tienen
los recursos necesarios. El agua es uno de los medios de aporte de afecciones gastrointestinales. El
intervalo conveniente para garantizar un suministro de agua potable adecuado para el consumo y uso
de agua por la población es aquella que se indica por la NOM 012 SSA1 1993 y que cita la existencia
de cloro residual libre entre 0.5 y 1.0 mg/L., es evidente que el mejoramiento de la calidad higiénica
del agua es indispensable para menguar la morbilidad y mortalidad por padecimientos
gastrointestinales; peculiarmente en los grupos infantiles menores de cinco años que son los de más
alto riesgo.
Conclusiones:
Los factores de riesgos asociados a las enfermedades diarreicas agudas en orden de frecuencia fueron
la desnutrición proteica energética, falta de capacitación materna, la no lactancia materna exclusiva
en menores de 1 año, edad menor de 1 año, mala calidad del agua.
Son infecciones causadas por bacterias, en su mayoría de la familia de las “Enterobacterias”, estos son
bacilos gramnegativos aerobios facultativos, de los cuales, algunos son parte de la flora bacteriana
intestinal normal
1. GASTROENTERITIS AGUDA:
La gastroenteritis aguda es una enfermedad que cursa con un aumento del número de deposiciones
y/o una disminución de la consistencia de las heces que realiza habitualmente el niño, su período de
incubación varía según el agente. Su principal manifestación clínica es la diarrea, que puede
acompañarse o no de vómitos, fiebre, dolor abdominal, disminución del apetito, malestar general y
en caso de recién nacidos fontanela anterior hundida.
En la mayoría de las ocasiones las gastroenteritis agudas están causadas por virus, sobre todo en
invierno, la de origen bacteriano es causada por bacterias del género Escherichia, salmonella y
Campilobacter.
El tratamiento cardinal es la rehidratación con sales de orales y realimentación con dieta normal, si es
necesario: Antibióticos como la eritromicina, trimetroprin-sulfametoxasol o ampicilina.
4. COLERA:
Es una infección aguda producida por la bacteria Vibrio cholerae, cuya toxina afecta el intestino
delgado, su período de incubación es de 1 a 3 días y se transmite por la ingestión de agua y alimentos
como el pescado contaminado con excrementos de personas con infección sintomática o
asintomática.
Son infecciones muy comunes en nuestro país, dadas las condiciones de vida de la mayoría de sus
pobladores, por lo general se manifiestan por diarrea, aunque se acompañen de otros signos y
síntomas que caracterizan a cada una de estas; en raros casos no hay diarrea ni síntomas que indiquen
infección, a ese estado se le denomina “portador asintomático”, pero estos portadores expulsan
huevos o quistes en las heces que son foco de infección para otras personas.
1. AMEBIASIS:
Es una infección del colon causada por Entamoeba histolytica, por lo general asintomática pero capaz
de producir manifestaciones clínicas variables desde la diarrea leve hasta disenteria grave.
Cuando el parásito invade el tejido del colon se producen síntomas como la diarrea y estreñimiento
intermitente, flatulencia, retortijones abdominales, las heces pueden presentar sangre y moco. Se
trata con rehidratación oral, reposición de electrolitos y la administración de antiparasitarios como el
furoato de diloxamida, yodoquinol, metronidazol y otros.
2. GIARDIASIS:
Es una infección del intestino delgado causada por Giardia lamblia, esta puede ser asintomática o
causar manifestaciones clínicas variables entre flatulencia intermitente y malabsorción intestinal
crónica.
Su período de incubación es de 1 a 3 semanas, se manifiesta por síntomas como diarrea acuosa con
mal olor, retortijones y distención abdominal, flatulencia y eructos, náuseas y dolor epigástrico. Puede
haber fiebre ligera y cefalea.
3. ASCARIASIS:
Es una infección causada por Ascaris lumbricoides, la cual puede causar manifestaciones pulmonares
precoces e intestinales tardías. Se da por la ingestión de huevos de 11Ascaris, estos eclosionan en el
duodeno y liberan las larvas que penetran el intestino y migran hacia el pulmón causando una
“neumonía vermiana”, luego pasan a la laringe y de ahí son tragados y se establecen hasta llegar a
adultos en el intestino delgado, esto sucede en dos meses. Una vez establecidos en el intestino se
aparea y reproducen.
En infecciones leves, el primer signo suele ser la expulsión de un adulto por la boca o las heces; en
casos graves, sobre todo en niños, se presentan retortijones, obstrucción intestinal, migraciones
aberrantes a otros órganos. La mayoría de las infecciones conducen a desnutrición en los niños.
Todas las infecciones deben ser tratadas con mebendazol, albendazol. Citrato de piperazina o pirantel
por vía oral.
4. TRICURIASIS (O Tricocefaliasis):
Es una infección causada por Trichuris trichura, se da por ingesta de huevos que eclosionan en el
duodeno y libaran larvas que invaden la mucosa y maduran en ella antes de emigrar y establecerse
en el intestino grueso.
Por lo general se presenta con dolor abdominal, anorexia y diarrea; la infección puede retrasar el
crecimiento y provocar pérdida de peso, anemia y prolapso rectal en niños y mujeres parturientas.
5. UNCINARIASIS:
Son infecciones causadas por dos gusanos: Necator americanus y Ancilostoma duodenalis. Se da por
penetración de las larvas filariformes que se encuentran en el suelo a la piel de personas descalzas;
estas penetran y migran hacia el pulmón y luego al intestino delgado donde se adhieren y llegan a
adultos.
Estos parásitos se alimentan de sangre que succionan de la mucosa intestinal. Pueden aparecer
síntomas como eritema popular pruriginoso en la zona de penetración, síndrome de Loffler, dolor
cólico epigástrico, anorexia, flatulencia, diarrea y pérdida de peso; cuando es crónica puede producir
hipoproteinemia y anemia ferropénica con palidez, diseña, debilidad, taquicardia, lasitud, impotencia
y edema.
6. TENIASIS:
Infección causada por Taenia solium, conocida como la tenia del cerdo, esta es una infección intestinal
con frecuencia asintomática. Se puede dar por comer carne de cerdo contaminada con larvas o por
ingestión de huevos procedentes de excremento humano.
Son un tipo de infección muy frecuente, por contaminación fecal-oral. Las infecciones virales pueden
ser muy importantes en niños. Estas suelen consistir en una diarrea febril secretora con
deshidratación. La más común es por rotavirus, pero hay otros agentes como los adenovirus,
enterovirus, coronavirus y astrovirus.
1. GASTROENTERITIS VIRICA:
Es un síndrome causado por infección con uno o varios virus, el calicivirus (norwalk), el adenovirus
(serotipo 40 y 41), astrovirus y el más común, el rotavirus. Estos virus causan enfermedad por
infección de los entericitos en el epitelio del intestino delgado y su posterior destrucción, lo que
provoca una trasudación neta de líquidos y sales hacia la luz intestinal.
Este tipo de infección es más común en niños de 3 a 15 meses y es altamente contagiosa. Además de
la diarrea, se presentan otros síntomas como vómitos, resequedad de la boca, taquicardia; puede
haber también fiebre, cefalea y mialgias.
Su diagnóstico es clínico, aunque existen pruebas de laboratorio que detectan los virus en las heces,
su tratamiento se basa en reanimación con líquidos, aun cuando existan vómitos y tratamiento
sintomático, si es necesario.
PREVENCIÓN Y CONTROL DE INFECCIONES GASTROINTESTINALES
Dado que la vía de contagio más común de estas enfermedades es la fecal-oral, la prevención debe ir
enfocada a evitar la ingesta de los agentes ya sea en agua o en alimentos. En el caso del agua se debe
consumir solamente la que se tenga la certeza que es potable, si no se tiene, deberá hervirse o tratarse
con soluciones cloradas para potabilizarla. En el caso de los alimentos, deben llevar una adecuada
cocción, si se tratare de alimentos que implican cocimiento, si son frutas o verduras, deberán lavarse
adecuadamente y de ser necesario tratarlas con soluciones con hipoclorito.
La eliminación adecuada de las excretas es importante, por lo que promover el uso de letrinas en lugar
de defecar en la intemperie. La pasteurización de la leche y derivados, la educación a las personas que
manipulan alimentos en restaurantes y en la calle, el lavado de manos antes de comer, evitar consumir
alimentos en la calle o agua no embotellada, hervir las pachas de los lactantes, etc. Son medidas
básicas que todos debemos poner en práctica.