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Lucas Ignacio Romero

Instituto La Providencia

Arte del Renacimiento en Europa

El Renacimiento es un movimiento cultural que surge en Italia en torno al 1400. Marca el


salto de la época Medieval a la Edad Moderna y trae consigo una gran transformación
cultural, no sólo de las artes, sino también de las ciencias, de las letras y de las formas de
pensamiento.

El Renacimiento se caracteriza por el rechazo de muchos de los principios del


conocimiento medieval y por la admiración de antigüedad grecorromana. Pretende
recuperar el saber clásico, en el que busca una nueva escala de valores para el individuo.
Frente a la sociedad medieval, en la que todo giraba en torno a la idea de Dios, durante el
Renacimiento, el hombre pasa a ser el centro del universo. Emplea la razón como fuente
del conocimiento y busca la verdad a través de la reflexión personal y de la investigación.

Los rasgos esenciales son el redescubrimiento de la cultura clásica griega y romana, el


Humanismo y el antropocentrismo. El arte renacentista girará en torno al ser humano,
pero eso no significa que deje de ser religioso, sino que además de la Iglesia, aparecerán
nuevos mecenas como, por ejemplo, los ricos comerciantes o la monarquía.

Gracias al nuevo mecenazgo, el arte deja de desempeñar exclusivamente funciones


religiosas y aparecen nuevos géneros y temas como los retratos, el desnudo, el paisaje o
los cuadros mitológicos. Y además de iglesias, también se construyen palacios,
ayuntamientos, universidades, etc.

El artista, que durante la Edad media era considerado como un artesano, empieza a ser
valorado por su dimensión intelectual y sale del anonimato. Ya no se valora el arte sólo
por su utilidad, sino que se busca en él la belleza. Las obras de arte dejan de ser objetos
que tienen que cumplir necesariamente una función y pasan a ser considerados objetos
autónomos. Esta nueva concepción promoverá el coleccionismo.

Etapas
El Renacimiento surge en Italia en el siglo XV de la mano del Humanismo, mientras que
en el resto de Europa perdura el gótico tardío medieval. Distinguimos dos etapas dentro
del Renacimiento italiano, la primera, en el siglo XV, denominada Quattrocento, y el
Cinquecento, en el siglo XVI.

Por Europa se difunde en el siglo XVI, y aunque seguirá los modelos del Renacimiento
italiano, al salir fuera de Italia, sufre las influencias de las distintas regiones, por lo que en
cada país tendrá personalidades distintas.

En Francia, por ejemplo, se difunde rápidamente gracias a la actitud del monarca


Francisco I. Pueden distinguirse dos periodos: uno en el que perduran las estructuras
góticas con ornamentación renacentista y otro, en el que se dejan las estructuras
medievales y se pasa a las romanas del renacimiento.
En España se desarrolla en tres fases. El Plateresco, caracterizado por una abundante
ornamentación muy minuciosa de influencia florentina y lombarda. El periodo greco -
romano, durante el reinado de Carlos I, que da mayor relevancia a lo arquitectónico, a las
estructuras y elementos constructivos empleados en Grecia y Roma. Y el periodo
Herreriano, que se centra en la estructura y deja de lado todo tipo ornamentación.
El Renacimiento fue una época llena de conocimiento que contrastaba con los siglos de
oscuridad de la Edad Media

El Renacimiento, un movimiento cultural que surgió en Europa durante los siglos XV y


XVI, supuso el “renacer” de los valores e ideales clásicos después de la Edad Media.

La Edad Media es un período histórico que se sitúa entre la caída del Imperio Romano en
el año 476 y la caída del Imperio Bizantino en Constantinopla en 1453.

Este período también es conocido como los “años oscuros” o la “edad oscura”, ya que
coincide con un periodo de oscuridad , violencia e irracionalidad.

Durante la Edad Media, la sociedad se dividió en estamentos: los nobles imponían su


poder sobre los campesinos, que dependían de su protección. Al mismo tiempo, la Iglesia
utilizaba la figura y el poder de Dios para imponer su voluntad.

Las clases más bajas no tenían acceso al conocimiento: era una forma de evitar que se
rebelaran y tomaran el control ante la autoridad de nobles y eclesiásticos.
Esta situación contrastaba con la época clásica anterior, en la que los antiguos griegos y
romanos desarrollaron campos de estudio como la ciencia, la filosofía y la política.

El Renacimiento y la Edad Moderna


El Renacimiento es un movimiento artístico y cultural que empezó junto con la Edad
Moderna, un periodo posterior a la Edad Media y que se extendió entre los siglos XIV y
XVI.

Durante esta época, empiezan a producirse una serie de cambios y descubrimientos que
anunciaban el fin de la Edad Medieval y daban paso a la modernidad: la aparición y
consolidación de nuevos estados europeos, los viajes transoceánicos entre Europa y
América, el ascenso de la burguesía (que puso fin a los estamentos del feudalismo)...

Así fue cómo se desarrollan los ideales del movimiento humanista, una nueva forma de
pensar que rompe con la visión medieval del mundo.

La cultura pasó de los monasterios a las calles, había una mayor libertad de pensamiento
y aparecieron las primeras universidades. La invención de la imprenta también favoreció
la difusión de nuevas ideas.

Del teocentrismo al humanismo


La frase “el hombre es la medida de todas las cosas” expresaba la actitud de la nueva
época. Durante el Renacimiento se produjo una clara separación entre religión y filosofía,
entre razón y fe.

La principal corriente ideológica era el humanismo, que consideraba al hombre como el


centro y la medida fundamental de todas las cosas (a diferencia del teocentrismo de la
Edad Media, en la que todo giraba en torno a Dios).

Un impulso para la ciencia y el arte


Esa nueva libertad de pensamiento permitió que se produjeran grandes avances en
diferentes campos de estudio.
Durante el Renacimiento se hicieron grandes descubrimientos como la teoría heliocéntrica
(que situaba al Sol y no a la Tierra en el centro del universo), el telescopio o la imprenta.
En cuanto al arte, los gustos cambiaron: los cuadros y retratos ya no eran oscuros e
imponentes, sino que celebraban la naturaleza y la vida. También apareció la figura de los
mecenas, personas muy ricas que financiaban el trabajo de artistas, científicos e
intelectuales.
Como Leonardo Da Vinci, los artistas renacentistas fueron hombres polifacéticos que
dominaban diferentes disciplinas: pintura, escultura, arquitectura, anatomía, astronomía,
filosofía...

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