Está en la página 1de 9

POLICIA NACIONAL DEL PERU

ESCUELA DE OFICIALES
“ALFZ PNP MARIANO SANTOS MATEO”

POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ


ESCUELA DE OFICIALES
“MARIANO SANTOS MATEO”

CATEDRÁTICO:

ASIGNATURA: DERECHOS HUMANOS VIII

SECCIÓN: “K”

TRABAJO APLICATIVO INDIVIDUAL

CADETE:

C4 PNP FERREL MOLINA WILBER RIVALDO

2023
VULNERACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS POR PARTE DE LA
POLICIA NACIONAL DEL PERÚ

INTRODUCCIÓN

Una sociedad auténticamente humanista no puede desconocer la dignidad de


cada persona. Podrá hablarse de éxito económico de crecimiento o de
cualquier proceso relativamente eficiente en lo económico y aún en cifras de
evolución social. Pero, no podrá hablarse de desarrollo humano si se margina,
tortura, maltrata, discrimina a la persona humana. En este ensayo se pretende
resaltar y dar a conocer sin tabú alguno las violaciones a los derechos
humanos en las que son víctimas personas inocentes, por parte de aquellos
agentes policiales que sin piedad abusan del cargo. Todavía parece subsistir
una barrera que impide eliminar en forma radical los diarios atentados contra la
dignidad e integridad de mujeres, niños, niñas y hombres.

El enfoque que tiene este trabajo es con respecto a la realidad de la autoridad


policial. No es fantasioso, imaginario, son experiencias vividas día a día debido
a la cercanía con el pueblo, con la policía Nacional. Me pareció interesante
investigar, indagar, conocer que es lo que opina un pequeño grupo de la
colectividad sobre la entereza, honestidad, decoro, trabajo del policía.
Queremos resaltar que el trabajo no se ha centralizado a la gran Lima, al
Gobierno o a los últimos acontecimientos políticos, porque estos temas son el
pan diario de los medios de comunicación (radio, televisión, medios escritos).
Hemos tratado de abarcar muchos ámbitos relacionados con los derechos
humanos y la PNP. Criticar y dar posibles soluciones a nuestro modesto
entender.

1
DESARROLLO

El informe muestra que se cometieron violaciones al derecho a la reunión


pacífica, principalmente por las restricciones generales a ciertas áreas del
centro histórico de Lima a través del uso de rejas. Asimismo, documenta que
hubo detenciones arbitrarias, violaciones al debido proceso y malos tratos. Al
respecto, recoge los testimonios de varias personas que señalaron haber sido
detenidas incluso cuando no participaban de las protestas y no haber sido
informadas de sus derechos o los motivos de su detención. A este inquietante
panorama, se suman las precarias condiciones en las que estas personas
fueron detenidas (en celdas sin luz, con ratas y olores a excrementos
humanos), la falta de adopción de medidas de protección específicas frente al
COVID-19 durante la detención (por ejemplo, tres personas fueron detenidas
en una celda donde estaba otra persona que había dado positivo a un test de
COVID-19) y ocho denuncias por casos de violencia de género, que incluyeron
desnudamiento forzado y comentarios homofóbicos, transfóbicos y misóginos.

En el documento, ACNUDH se refiere además a violaciones de derechos


humanos cometidas contra ciertos actores en específico. En ese sentido,
muestra que los ataques que sufrieron periodistas y personal de medios de
comunicación durante su cobertura a las protestas, los cuales fueron cometidos
en gran parte por miembros de la PNP, supusieron violaciones al derecho a la
libertad de expresión. Del mismo modo, indica que los obstáculos que
enfrentaron personal de la Defensoría del Pueblo y miembros de la
Coordinadora Nacional de Derechos Humanos en el ejercicio de sus labores
implicaron violaciones al derecho de defender derechos humanos.

En relación al derecho a la salud, si bien el informe da cuenta de los esfuerzos


del Ministerio de Salud para garantizar el derecho a la salud de las personas
que fueron heridas, también muestra distintos hechos que dificultaron su
ejercicio durante las protestas, tales como los ataques que recibieron
brigadistas de salud o las denuncias de falta de auxilio por parte del personal la
PNP. De forma similar, ACNUDH recopila las medidas que han sido adoptadas

2
para garantizar los derechos de verdad, justicia y reparación de las víctimas de
las protestas, entre las cuales se encuentran la apertura de dos investigaciones
fiscales y la creación de una comisión multisectorial para dar seguimiento a las
acciones del Estado. Sin embargo, muestra que existen significativos puntos de
preocupación, como el hecho de que las investigaciones no abarquen todas las
violaciones de derechos humanos que fueron cometidas, no todas las víctimas
tengan patrocinio legal y existan denuncias de amedrentamiento por parte de
miembros de la policía contra víctimas y testigos de las protestas.

El informe concluye con treinta recomendaciones que involucran a distintas


instituciones y que, en varios casos, van más allá del Poder Ejecutivo. Estas se
suman a las recomendaciones realizadas en diciembre por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) luego de que realizara una visita
similar a la de ACNUDH. Ambos pronunciamientos ponen al Estado peruano en
el foco de atención a nivel internacional. Por ello, y sobre todo para mejorar la
protección de los derechos humanos en el contexto de protestas sociales y
evitar que violaciones de derechos humanos de este tipo se vuelvan a repetir,
resulta indispensable que el Estado peruano realice todos los esfuerzos para
dar cumplimiento a las sugerencias realizadas en ambos documentos. Más aún
cuando a dos meses de las protestas, los avances en las investigaciones
fiscales y disciplinarias que vienen realizándose todavía son escasos.

3
Según un informe publicado este martes por la misión que la Oficina de
Michelle Bachelet envió al país sudamericano del 17 al 22 de noviembre, la
policía incumplió las normas y estándares internacionales de derechos
humanos.

El grupo de expertos acudió al país andino a invitación del Gobierno con el


objetivo de obtener información “sobre presuntas violaciones de derechos
humanos cometidas durante protestas para cuestionar la legitimidad del
presidente interino”, Manuel Merino, “así como para expresar otros motivos de
descontento social”.

Entre los principales descubrimientos del informe se destaca el hecho de que


las fuerzas de seguridad no distinguieron entre los manifestantes pacíficos, que
eran la mayoría según apunta la investigación, y los violentos, que eran la
minoría.

Tras entrevistarse con víctimas y testigos, analizar registros médicos y revisar


cintas de audio y video, el estudio concluye que la policía disparó “perdigones
con escopetas de calibre 12 y cartuchos de gas lacrimógeno” a la cabeza y la
parte superior del cuerpo de los manifestantes, de forma “indiscriminada y a
corta distancia”.

Como resultado de estas acciones, dos manifestantes fallecieron tras recibir


disparos en su torso y más de 200 personas resultaron heridas, entre ellos
peatones.

“El derecho internacional es claro: las personas tienen derecho a reunirse


pacíficamente y las reuniones solo pueden dispersarse en casos
excepcionales”, comentó Michelle Bachelet.

La importancia de reconocer que se cometieron violaciones:

La Alta Comisionada recordó que la fuerza letal solo puede usarse “contra


personas específicas” y “para hacer frente a una amenaza inminente de muerte
o lesiones graves”.

4
Al mismo tiempo, indicó que el uso de armas menos letales ha de guiarse por
“requisitos estrictos de necesidad y proporcionalidad, en situaciones donde las
medidas menos dañinas son claramente ineficaces para enfrentar la amenaza”.

Bachelet destacó que todas las denuncias de violaciones de los derechos


humanos han de investigarse de forma “rápida, independiente y exhaustiva”,
observó que el hecho de que ya se han iniciado algunas pesquisas
preliminares y destacó la importancia de que el Gobierno reconociera de forma
pública “que se cometieron violaciones”.

“El reconocimiento es el primer paso hacia la rendición de cuentas y para evitar


la repetición. El gobierno ha formado una comisión para dar seguimiento a las
acciones en favor de determinadas víctimas. Sin embargo, es fundamental que
el mando policial también reconozca que se cometieron violaciones de
derechos humanos”, manifestó.

Queda probada la detención arbitraria de personas:

El informe también destaca que se contravinieron las normas internacionales


cuando los agentes de policía camuflados de civiles no se identificaron como
tales cuando arrestaron a los manifestantes.

Del mismo modo, las víctimas explicaron que no se les proporciono acceso a
asistencia legal y que se obligó a firmar declaraciones autoinculpatorias a
algunos de los detenidos. “Teniendo en cuenta tales violaciones del derecho al
debido proceso, entre otros factores, el informe concluye que hubo casos de
personas detenidas arbitrariamente.”

Muchas de las personas entrevistadas explicaron que las se les recluyó “en
condiciones degradantes e insalubres” y que las dependencias carecían de
medidas de prevención contra la COVID-19.

Diez de las personas detenidas explicaron a los integrantes de la misión que


sufrieron abusos físicos, ocho relataron presuntos abusos psicológicos, una
situación que podría constituir tortura o malos tratos, y también se informó de
ocho casos de violencia sexual y de género contra mujeres y hombres.

La investigación también evidencia “restricciones, amenazas y ataques” contra


periodistas y otros trabajadores de los medios de comunicación, así como a
5
defensores de los derechos humanos que cubrían las protestas, lo que indica
“un menoscabo al derecho a la libertad de expresión”.

“Espero verdaderamente que las autoridades, tanto del Gobierno como del
Congreso, tomen las medidas necesarias para garantizar que los órganos
encargados de hacer cumplir la ley se comporten de acuerdo con las normas y
estándares internacionales de derechos humanos”, resaltó la Alta
Comisionada.

Añadió que “el Estado también debe defender el derecho de las víctimas y sus
familias a la justicia, la verdad y la reparación, incluida la no repetición”.

Finalmente, solicitó “enmendar la Ley de protección policial de conformidad con


las normas y estándares internacionales -incluido el principio de
proporcionalidad-”, y que se anule “la exención de responsabilidad de los
policías que causen muertes o lesiones”.

LA POLICIA NACIONAL DEL PERÚ Y LOS DERECHOS HUMANOS

En el Perú una de las Instituciones que ejerce funciones al servicio de la


colectividad es la PNP quien en los últimos años ha experimentado un cambio
radical es como si en el país hubiera que cargar con una cruz pesada en
violaciones a Derechos Humanos por parte de aquello que velan por la
seguridad ciudadana.

La función utópica del policía consiste en aquella actividad constante del


Estado de supervigilar el buen orden para garantizarlo donde sea necesario,
para ello existen organismos especializados que juntos deberían trabajar, ya
que su rol es importante dentro de la vida cotidiana de la sociedad.

6
En este trabajo quiero hacer una contribución y un análisis sobre la realidad
que ataca el derecho a la seguridad de la persona, el derecho a la protección a
la ley, el derecho a no ser privado arbitrariamente de su libertad, el derecho a
no ser sometido a torturas ni a penas ni a tratos crueles, inhumanos y
degradantes, lo cual constituye que nuestros derechos se vulneren gracias a
instituciones que en vez de salvaguardar el derecho de las personas
contribuyen a agravar el problema social.

CONCLUSIÓN

A mi parecer la imagen, el trabajo, el empeño el decoro de la Policía Nacional


del Perú está atravesando por una decadencia de la cual ellos han sido
forjadores, necesitamos que esto cambie formando una institución sólida que
cumpla a cabalidad sus funciones para de esta manera propender hacia un
Perú mejor.

Es necesario la existencia de justicia por parte de la Policía nacional, pero esta


debe ser eficiente, autónoma especializada a los fines que la justifica, ello
constituye una garantía para la tutela de los derechos de la persona.

7
Para llevar a cabo este cambio es necesario sensibilizar a los miembros de la
Policía Nacional del Perú realizando continuamente talleres, capacitándolos
reeducándolos en los principios que aprendieron alguna vez en los cuarteles
que en transcurso del tiempo han sido olvidados.

Que en caso de los delitos contra los Derecho Humanos siempre deberán ser
visto por la justicia común como por ejemplo los delitos de detención arbitraria,
desapariciones forzadas, en estos casos los bienes jurídicos vulnerados son
personalísimos, el afectado con la conducta no es en primer término la
institución castrense sino la persona. Bueno en esta parte ya existe una ley que
recién se ha promulgado, pero necesitamos que sean aplicados a la práctica.

Para evitar más abusos policiales es necesario difundir los derechos de las
personas constantemente no solo cuando la coyuntura así lo amerita sino
siempre.

También podría gustarte