Periodo Económico: El texto proporciona información sobre el período económico en Argentina

durante el gobierno peronista, que se caracterizó por un fuerte impulso a la participación del
Estado en la dirección y la regulación de la economía. El gobierno peronista desarrolló políticas
keynesianas que estaban en auge en el mundo capitalista, con el objetivo de lograr la justicia social
y el sostenimiento del mercado interno.

El gobierno peronista intervino en la economía para elevar las condiciones de vida de miles de
familias argentinas, aumentando los salarios, las vacaciones pagas, las licencias por enfermedad,
los sistemas sociales de medicinas y de turismo, entre otras medidas. Además, el gobierno
peronista intentó fomentar el comercio exterior a través del IAPI, otorgando financiamiento a
países extranjeros para realizar sus compras en el mercado argentino, predominantemente de
productos alimenticios.

En resumen, el período económico durante el gobierno peronista se caracterizó por una fuerte
intervención del Estado en la economía, con el objetivo de lograr la justicia social y el
sostenimiento del mercado interno. El gobierno peronista implementó políticas keynesianas y
fomentó el comercio exterior a través del IAPI.

Medidas que se adoptaron: Durante el gobierno peronista en Argentina se adoptaron varias

medidas económicas, entre ellas:

1. Mayor control estatal sobre el Banco Central.

2. Fortalecimiento del Instituto Argentina de Promoción para el Intercambio (IAPI) y del Consejo
Económico Social.

3. Fomento del comercio exterior a través del IAPI, otorgando financiamiento a países extranjeros
para realizar sus compras en el mercado argentino, predominantemente de productos
alimenticios.

4. Protección aduanera para eliminar la competencia exterior y amplios créditos del Banco
Industrial.

5. Intensificación de la redistribución de ingresos de los trabajadores, lo cual contribuiría al

consumo interno de los mismos productos industriales.

6. Monopolización del comercio exterior por parte del IAPI y transferencia al sector industrial y
urbano de ingresos provenientes del agro.

Además, el gobierno peronista implementó políticas keynesianas que estaban en auge en el

mundo capitalista, con el objetivo de lograr la justicia social y el sostenimiento del mercado
interno. Se aumentaron los salarios, se otorgaron vacaciones pagas, licencias por enfermedad,
sistemas sociales de medicinas y de turismo, entre otras medidas, con el fin de elevar las
condiciones de vida de miles de familias argentinas.

Sectores Beneficiados: Durante el gobierno peronista en Argentina, se beneficiaron principalmente

los trabajadores y el sector industrial. El gobierno peronista implementó políticas keynesianas que
estaban en auge en el mundo capitalista, con el objetivo de lograr la justicia social y el
sostenimiento del mercado interno. Se aumentaron los salarios, se otorgaron vacaciones pagas,
licencias por enfermedad, sistemas sociales de medicinas y de turismo, entre otras medidas, con el
fin de elevar las condiciones de vida de miles de familias argentinas.

Además, el gobierno peronista implementó medidas para proteger y fomentar el sector industrial
instalado, brindando amplios créditos del Banco Industrial, protección aduanera para eliminar la
competencia exterior y transfiriendo al sector industrial y urbano ingresos provenientes del agro.
El IAPI monopolizó el comercio exterior y otorgó financiamiento a países extranjeros para realizar
sus compras en el mercado argentino, predominantemente de productos alimenticios, lo cual
benefició al sector industrial y a los trabajadores que producían esos productos.

En resumen, durante el gobierno peronista en Argentina, los sectores beneficiados fueron

principalmente los trabajadores y el sector industrial, a través de políticas keynesianas y medidas
de protección y fomento del sector industrial instalado.

Vinculación con el capitalismo mundial: Durante el gobierno peronista en Argentina, la vinculación

con el capitalismo mundial fue compleja y estuvo marcada por varios factores. Por un lado, el
gobierno peronista adoptó políticas keynesianas que estaban en auge en el mundo capitalista, con
el objetivo de lograr la justicia social y el sostenimiento del mercado interno. Estas políticas
incluyeron la intervención del Estado en la economía, la protección y fomento del sector industrial
instalado, y la intensificación de la redistribución de ingresos de los trabajadores.

Por otro lado, la economía argentina estaba basada en la exportación de productos primarios, lo
cual la hacía vulnerable a las fluctuaciones del mercado mundial. Durante la Segunda Guerra
Mundial, Argentina hizo buenos negocios al exportar productos a los países en guerra, ya que
estos no podían hacer caso frente a las exigencias de los países desarrollados. Sin embargo, en
1948, Estados Unidos lanzó el Plan Marshall para la recuperación de Europa y prohibió que los
dólares aportados se usaran para importar productos desde Argentina. Esto afectó gravemente a
la economía argentina, ya que la participación argentina en el mercado europeo disminuyó
drásticamente.

Además, la política del gobierno peronista de proteger y fomentar el sector industrial instalado
generó tensiones con los sectores agropecuarios, que estaban acostumbrados a recibir los
beneficios de la exportación de productos primarios. La compra de los ferrocarriles británicos fue
acompañada de un fuerte discurso nacionalista en el cual primaba el hecho de que ahora el
transporte público pasaba a ser un servicio que brindaba el Estado y además significaba un paso
más en pos de la soberanía económica.

En resumen, la vinculación del gobierno peronista con el capitalismo mundial fue compleja y
estuvo marcada por la adopción de políticas keynesianas y la protección y fomento del sector
industrial instalado, así como por la vulnerabilidad de la economía argentina basada en la
exportación de productos primarios y las tensiones con los sectores agropecuarios.