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Un buen currículum debe ser organizado, fácil de leer y adaptado a cada puesto al que
apliques. Además, puede incluir secciones como resumen profesional, experiencia laboral,
educación, habilidades, logros, idiomas y referencias. El objetivo es resaltar tus fortalezas y
llamar la atención del reclutador, por lo que es importante adaptarlo a cada oportunidad
laboral y mantenerlo actualizado.
Un currículum vitae bien elaborado puede marcar la diferencia entre ser seleccionado para una
entrevista de trabajo o ser descartado en el proceso de selección. Por lo tanto, es fundamental
prestar atención a su diseño y contenido.
Tu currículum debe estar perfecto desde la primera línea. Por ello, debe tener una correcta
presentación y una perfecta redacción. Empieza añadiendo una fotografía de calidad y en la
que se te vea bien.
Transmite en tu currículum lo que eres y lo que las empresas quieren de sus trabajadores, es
decir, sé ordenado y no hagas de tu cv algo caótico.
Un buen currículum debe ser breve, no pases de dos folios, si se puede explicar todo de
forma muy resumida mejor ya que eso ayuda a tener una entrevista más dinámica con las
preguntas.
Describe bien las funciones realizadas en otros puestos, sé coherente con las fechas, destaca
competencias y logros que puedan ser de interés para la empresa en cuestión.
Destinatario: Incluye los datos de contacto del destinatario, como el nombre completo del
reclutador o gerente de contratación, el cargo y el nombre de la empresa. Puedes colocar
esta información debajo de la fecha, en el lado izquierdo de la carta.
Despedida: Se escriben tres líneas abajo del último párrafo. Siempre se finaliza con una
frase de cortesía “a sus órdenes, por su atención, cordialmente, atentamente”