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2.

- Derecho civil II

Los elementos del acto jurídico son los siguientes:


1. Voluntad: El acto jurídico debe ser el resultado de la libre voluntad de las
partes involucradas.
2. Objeto: Se refiere al fin o propósito que se busca con el acto jurídico.
3. Causa: Es la razón o motivación que impulsa a las partes a celebrar el acto
jurídico.
4. Forma: El acto jurídico debe realizarse de acuerdo a las formalidades
requeridas por la ley para que tenga validez.
5. Capacidad: Las partes involucradas deben tener la capacidad legal para
celebrar el acto jurídico.
Estos elementos son esenciales para que un acto jurídico tenga validez y
produzca los efectos jurídicos deseados. Cualquier ausencia o defecto en alguno
de estos elementos puede invalidar el acto jurídico en cuestión.

2.1.- La voluntad: función, consecuencias y vicios.


La voluntad es un elemento esencial de los actos jurídicos, ya que es la expresión
de la libre decisión de las partes involucradas en celebrar el acto jurídico. La
voluntad debe ser consciente, libre y espontánea para que el acto tenga validez.
La función principal de la voluntad en el acto jurídico es la de manifestar la
intención de las partes de crear, modificar o extinguir una relación jurídica. Es
decir, la voluntad es la expresión del querer hacer algo en el ámbito del derecho.
Las consecuencias de la voluntad son los efectos jurídicos que produce el acto.
Estos efectos pueden ser crear, modificar o extinguir derechos y obligaciones para
las partes involucradas en el acto jurídico.
Sin embargo, la voluntad puede estar afectada por vicios, que son situaciones que
impiden que la voluntad sea libre y consciente. Los vicios de la voluntad más
comunes son:
1. Error: Cuando una de las partes tiene una idea equivocada sobre algún
elemento esencial del acto jurídico, como el objeto o la causa, y celebra el
acto en base a ese error.
2. Dolo: Cuando una de las partes induce a la otra a celebrar el acto jurídico
mediante engaño o artificio.
3. Violencia: Cuando una de las partes usa la fuerza física o moral para
obligar a la otra a celebrar el acto jurídico.
4. Lesión: Cuando una de las partes aprovecha la situación de necesidad o
inexperiencia de la otra para obtener una ventaja excesiva en el acto
jurídico.
En caso de que la voluntad esté afectada por alguno de estos vicios, el acto
jurídico puede ser anulado o declarado nulo por un juez, ya que no cumple con los
requisitos de libertad y conciencia necesarios para su validez.

2.2.- La nulidad.
La nulidad es una figura jurídica que se refiere a la ineficacia de un acto jurídico
debido a la falta de cumplimiento de los requisitos necesarios para su validez. La
nulidad es una sanción que se aplica para proteger la legalidad y el ordenamiento
jurídico, evitando que se produzcan efectos contrarios a la ley.
Existen distintos tipos de nulidades, que varían en función de los elementos del
acto jurídico que hayan sido afectados por la falta de cumplimiento de los
requisitos legales. Entre los tipos de nulidades más comunes se encuentran:
1. Nulidad absoluta: Es la que afecta a un acto jurídico que no cumple con
requisitos esenciales para su existencia, como la falta de capacidad legal
de las partes o la falta de objeto o causa ilícita. La nulidad absoluta puede
ser declarada de oficio por un juez, y no prescribe.
2. Nulidad relativa: Es la que afecta a un acto jurídico que no cumple con
requisitos formales o sustanciales que no son esenciales para su
existencia, pero que deben ser cumplidos para su validez. La nulidad
relativa debe ser alegada por la parte perjudicada, y prescribe en un plazo
determinado por la ley.
3. Nulidad por vicios de la voluntad: Se refiere a la nulidad de un acto jurídico
afectado por algún vicio de la voluntad, como el error, el dolo, la violencia o
la lesión. La nulidad por vicios de la voluntad debe ser alegada por la parte
perjudicada y puede ser declarada por un juez.
En general, la nulidad implica que el acto jurídico no producirá ningún efecto, y las
partes deberán volver a su situación anterior al acto. Sin embargo, en algunos
casos la nulidad puede tener efectos retroactivos, como cuando se trata de la
nulidad absoluta, lo que significa que las partes deberán devolver lo que hayan
recibido y deshacer todas las consecuencias del acto nulo.
2.3.- el objeto
El objeto en el acto jurídico se refiere al bien o derecho que es objeto de la
voluntad de las partes. Es decir, es la cosa o el hecho que se pretende adquirir,
transmitir, modificar o extinguir mediante el acto jurídico.
El objeto puede ser un bien material (como una casa, un coche, un mueble, etc.) o
un derecho intangible (como una patente, un derecho de autor, una marca
registrada, etc.). También puede ser un hecho jurídico, como un reconocimiento de
paternidad o un acta de matrimonio.
Es importante tener en cuenta que el objeto del acto jurídico debe ser lícito,
posible, determinado o determinable y debe estar en el comercio jurídico. Esto
significa que el objeto no puede ser ilegal, irrealizable, indeterminado o fuera del
comercio jurídico. De lo contrario, el acto jurídico podría ser declarado nulo por
falta de objeto válido.

2.4.- la solemnidad y licitud


La solemnidad y la licitud son elementos importantes en el acto jurídico:
La solemnidad se refiere a la forma o manera en que el acto jurídico debe ser
realizado para que sea válido. La forma puede ser oral o escrita, y puede variar
según el tipo de acto jurídico y la ley aplicable. Por ejemplo, para que un contrato
de compraventa de bienes inmuebles sea válido, generalmente se requiere que se
haga por escrito y se inscriba en el Registro de la Propiedad correspondiente.

La licitud, por otro lado, se refiere a que el objeto y la causa del acto jurídico deben
ser lícitos. Esto significa que no pueden ser contrarios a la ley, la moral o las
buenas costumbres. Por ejemplo, un contrato para la venta de drogas ilegales
sería un acto jurídico ilícito y, por lo tanto, nulo.

Es importante tener en cuenta que la falta de solemnidad o la ilicitud del objeto o la


causa del acto jurídico puede dar lugar a la nulidad del mismo. En algunos casos,
las partes pueden estar sujetas a sanciones legales por participar en actos
jurídicos ilícitos o realizados sin la solemnidad adecuada. Por lo tanto, es
importante asegurarse de cumplir con los requisitos legales correspondientes
antes de realizar un acto jurídico.
2.5 Efectos de los actos jurídicos.

En general, los efectos de los actos jurídicos son los siguientes:


1. Creación, transmisión, modificación o extinción de derechos y obligaciones:
Los actos jurídicos pueden dar lugar a la creación de nuevos derechos y
obligaciones entre las partes, como la compraventa de un bien o la
contratación de servicios. También pueden servir para transmitir o modificar
derechos y obligaciones preexistentes.
2. Adquisición o pérdida de la propiedad: Los actos jurídicos pueden dar lugar
a la adquisición o pérdida de la propiedad de bienes muebles o inmuebles,
como una compraventa de una casa o un coche.
3. Vinculación de las partes: Los actos jurídicos vinculan a las partes que los
celebran, lo que significa que están obligadas a cumplir con las
disposiciones acordadas. En caso de incumplimiento, la parte afectada
puede ejercer sus derechos legales, como el derecho a exigir el
cumplimiento del acto jurídico o a solicitar una indemnización por los daños
y perjuicios causados.
4. Producción de efectos frente a terceros: En algunos casos, los actos
jurídicos pueden producir efectos frente a terceros que no participaron
directamente en su celebración, como en el caso de una hipoteca que
afecta a un bien inmueble y que debe ser respetada por cualquier persona
que adquiera dicho bien.
Es importante tener en cuenta que los efectos de los actos jurídicos pueden ser
limitados por la ley o por disposiciones específicas contenidas en el propio acto
jurídico. Por lo tanto, es importante analizar cuidadosamente las consecuencias
jurídicas antes de celebrar un acto jurídico.

 2.5.1 Modalidades.
Las modalidades son cláusulas especiales que pueden añadirse a un acto jurídico
para modificar sus efectos. Las modalidades pueden ser expresas o tácitas, y
pueden variar según el tipo de acto jurídico y la ley aplicable.
Algunas de las modalidades más comunes en los actos jurídicos son las
siguientes:
1. Condición: Es una modalidad que supedita los efectos del acto jurídico a la
realización de un evento futuro e incierto. Por ejemplo, en un contrato de
compraventa se puede establecer una condición de que la venta se llevará
a cabo solo si se obtiene una autorización gubernamental necesaria para el
negocio.
2. Plazo: Es una modalidad que establece una fecha o un plazo para el
cumplimiento de las obligaciones establecidas en el acto jurídico. Por
ejemplo, en un contrato de arrendamiento se puede establecer un plazo de
12 meses para el arrendamiento.
3. Modo: Es una modalidad que establece la forma en que se debe cumplir
con las obligaciones establecidas en el acto jurídico. Por ejemplo, en un
contrato de compraventa se puede establecer un modo de pago en cuotas
mensuales.
4. Carga: Es una modalidad que establece una obligación adicional a una de
las partes. Por ejemplo, en un contrato de compraventa se puede
establecer una carga para el comprador de pagar los gastos de notaría y
registro.
5. Resolución: Es una modalidad que establece que el acto jurídico se
extinguirá automáticamente si se incumplen ciertas obligaciones
establecidas en él. Por ejemplo, en un contrato de trabajo se puede
establecer una resolución si el trabajador falta al trabajo sin justificación.
Es importante tener en cuenta que las modalidades deben ser lícitas y posibles, y
no deben contravenir la ley, la moral o las buenas costumbres. En caso de que
una modalidad sea ilícita o imposible, puede ser considerada nula y sin efecto.

 2.5.2 Nulidad.

La nulidad es una situación en la que un acto jurídico es declarado sin efecto


desde su origen, lo que significa que se considera que el acto nunca existió y sus
efectos se retrotraen al momento de su celebración.
Existen diferentes causas de nulidad que pueden afectar a los actos jurídicos,
como por ejemplo:
1. Falta de capacidad: Cuando una de las partes que celebra el acto jurídico
no tiene la capacidad legal necesaria para hacerlo, ya sea por ser menor de
edad, estar incapacitado o no tener la capacidad mental necesaria, el acto
puede ser nulo.
2. Falta de objeto o causa ilícita: Si el objeto o la causa del acto jurídico son
contrarios a la ley, la moral o las buenas costumbres, el acto puede ser
declarado nulo.
3. Vicios en el consentimiento: Si una de las partes ha sido engañada,
coaccionada o ha dado su consentimiento de forma viciada, el acto puede
ser declarado nulo.
4. Violación de formalidades legales: Si el acto jurídico requiere de ciertas
formalidades legales y estas no se cumplen, el acto puede ser declarado
nulo.
Es importante tener en cuenta que la nulidad no puede ser convalidada ni
subsanada, y los efectos de la nulidad pueden ser declarados de oficio o a petición
de parte. Además, en algunos casos, la nulidad puede tener consecuencias
adicionales, como la restitución de las partes al estado anterior a la celebración del
acto o la responsabilidad civil o penal de las partes que actuaron de forma ilícita.

LAS PERSONAS
  3.1 Conceptos jurídicos de persona, personalidad, capacidad y legitimación.
 Persona: En el ámbito jurídico, el término "persona" se refiere a cualquier
ser humano considerado como titular de derechos y obligaciones. Es decir,
cualquier individuo que tenga la capacidad de adquirir derechos y
obligaciones, ya sea por nacimiento o por otras circunstancias (por ejemplo,
adopción). También pueden ser consideradas personas las organizaciones
y entidades que, aunque no son seres humanos, tienen la capacidad de
adquirir derechos y obligaciones, como las empresas o las asociaciones.
 Personalidad: La personalidad jurídica es una atribución legal que reconoce
a una persona o entidad jurídica la capacidad de ser titular de derechos y
obligaciones, es decir, la capacidad de actuar en el mundo jurídico como si
fuera un sujeto autónomo. La personalidad jurídica se concede a las
personas físicas al nacer y a las entidades jurídicas al ser creadas
legalmente.
 Capacidad: La capacidad jurídica se refiere a la habilidad de una persona
para adquirir, ejercer y extinguir derechos y obligaciones. Es decir, es la
capacidad de actuar en el mundo jurídico por cuenta propia y sin la
necesidad de representación legal. La capacidad jurídica está relacionada
con la edad, la salud mental y otras circunstancias que puedan afectar la
capacidad de una persona para tomar decisiones informadas.
 Legitimación: La legitimación es el derecho que tiene una persona para
actuar en un proceso judicial o en cualquier otro procedimiento jurídico. Por
ejemplo, una persona tiene legitimación para presentar una demanda si
tiene un interés legítimo en el asunto que se va a resolver en el proceso. La
legitimación también puede ser otorgada por la ley, como cuando se
reconoce a una asociación o sindicato el derecho a representar a sus
miembros en un proceso judicial.
3.1.1 Personas físicas.
Las personas físicas son seres humanos individuales, es decir, personas que
existen en el mundo material y tienen una identidad física y personal. En el ámbito
jurídico, las personas físicas son consideradas como titulares de derechos y
obligaciones, y tienen capacidad jurídica para adquirir, ejercer y extinguir dichos
derechos y obligaciones.
La personalidad jurídica de las personas físicas se adquiere al nacer y se pierde al
fallecer. Además, las personas físicas pueden ser titulares de diferentes derechos,
como el derecho a la vida, la libertad, la propiedad y la integridad física, entre
otros. También tienen obligaciones, como cumplir con las leyes y las normas
sociales, pagar impuestos y respetar los derechos de los demás.
En el ámbito jurídico, se considera que todas las personas físicas son iguales ante
la ley, independientemente de su género, raza, religión u orientación sexual.
Además, todas las personas físicas tienen derecho a un juicio justo y a la
protección de sus derechos fundamentales.

3.1.1.1 La personalidad jurídica: atributos y derechos.


La personalidad jurídica es una atribución legal que reconoce a una persona física
la capacidad de ser titular de derechos y obligaciones. Algunos de los atributos y
derechos que se derivan de la personalidad jurídica son los siguientes:
 Capacidad jurídica: La personalidad jurídica confiere a la persona física la
capacidad de adquirir, ejercer y extinguir derechos y obligaciones. Es decir,
la persona física puede actuar en el mundo jurídico como si fuera un sujeto
autónomo.
 Identidad: La personalidad jurídica reconoce a la persona física como un
ser individual con una identidad propia, lo que le permite ser reconocido por
la ley como sujeto de derechos y obligaciones.
 Nombre: La personalidad jurídica permite a la persona física tener un
nombre, el cual puede ser utilizado para identificarla en el mundo jurídico y
en la vida cotidiana.
 Integridad física y psicológica: La personalidad jurídica garantiza la
protección de la integridad física y psicológica de la persona física, lo que
implica que nadie puede violar sus derechos a la vida, la salud, la libertad,
la seguridad o la dignidad.
 Derechos fundamentales: La personalidad jurídica garantiza a la persona
física el ejercicio de sus derechos fundamentales, como el derecho a la
vida, la libertad, la igualdad, la propiedad, la intimidad y la libertad de
expresión, entre otros.
En resumen, la personalidad jurídica es un reconocimiento legal que otorga a la
persona física la capacidad de ser titular de derechos y obligaciones, así como de
ser reconocida como sujeto autónomo e individual con una identidad propia.

 3.1.1.2 Pérdida de la personalidad.


La personalidad jurídica se adquiere al nacer y se pierde al fallecer. La pérdida de
la personalidad puede ocurrir de varias formas, entre las que se encuentran:
 Muerte: La persona física pierde su personalidad jurídica al fallecer.
 Declaración judicial de fallecimiento: En algunos casos, cuando una
persona desaparece por un periodo prolongado de tiempo sin dejar rastro,
se puede solicitar una declaración judicial de fallecimiento, en cuyo caso se
presume que la persona ha fallecido y se le considera legalmente muerta.
 Ausencia no justificada: En algunos casos, cuando una persona
desaparece sin dejar rastro y no se tiene noticias de ella por un periodo
prolongado de tiempo, se puede declarar su ausencia, lo que implica la
suspensión de sus derechos y la designación de un representante legal
para administrar sus bienes.
 Interdicción: En algunos casos, cuando una persona pierde la capacidad de
comprender el alcance de sus actos o de dirigir su propia vida, se puede
solicitar su interdicción, lo que implica la suspensión de sus derechos y la
designación de un tutor o curador que tome decisiones en su nombre.
En resumen, la pérdida de la personalidad jurídica puede ocurrir por diferentes
motivos, como la muerte, la declaración judicial de fallecimiento, la ausencia no
justificada o la interdicción. En cada caso, se aplican diferentes reglas y
procedimientos para proteger los derechos de la persona afectada y de sus
herederos o representantes legales.

3.1.2 Personas morales o colectivas.


Las personas morales o colectivas son entidades jurídicas que no tienen una
existencia física, pero que pueden realizar actividades económicas y comerciales,
adquirir bienes, contraer obligaciones y ejercer derechos y obligaciones, como
cualquier persona física.
Algunos ejemplos de personas morales son las empresas, asociaciones,
fundaciones, partidos políticos y sindicatos. Estas entidades se rigen por las leyes
que les son aplicables y tienen una personalidad jurídica distinta de sus socios,
miembros o fundadores.
Entre los atributos de las personas morales se encuentran:
 Patrimonio propio: las personas morales tienen un patrimonio distinto del de
sus socios o miembros, lo que les permite adquirir bienes y contraer
obligaciones.
 Nacionalidad: las personas morales pueden tener una nacionalidad distinta
de la de sus socios o miembros, lo que les permite establecer relaciones
comerciales y jurídicas con otros países.
 Capacidad jurídica: las personas morales pueden celebrar contratos,
adquirir y enajenar bienes, litigar y ejercer otros derechos y obligaciones.
 Representación legal: las personas morales pueden actuar en el mundo
jurídico a través de sus representantes legales, como sus administradores o
directores.
En resumen, las personas morales son entidades jurídicas que no tienen una
existencia física, pero que pueden realizar actividades económicas y comerciales y
ejercer derechos y obligaciones. Estas entidades se rigen por las leyes que les
son aplicables y tienen una personalidad jurídica distinta de sus socios, miembros
o fundadores.

  3.1.2.1 La personalidad por las personas morales.


La personalidad jurídica de las personas morales es otorgada por el Estado a
través de un acto de creación, como una escritura pública de constitución, en la
que se establecen los fines y objetivos de la entidad, así como las reglas de
funcionamiento y organización.
Una vez que la persona moral ha sido creada y registrada en el registro
correspondiente, adquiere personalidad jurídica, lo que le permite actuar como un
ente independiente de sus socios o miembros, con capacidad para realizar
actividades comerciales y jurídicas, adquirir bienes, contraer obligaciones y ejercer
derechos y obligaciones.
La personalidad jurídica de una persona moral se extingue en los casos previstos
por la ley, como en el caso de la disolución de la entidad o la cancelación de su
registro, y en estos casos, la persona moral deja de existir como entidad jurídica
independiente. Además, las personas morales pueden perder su personalidad
jurídica si se utilizan para cometer actos ilícitos o fraudulentos, o si no cumplen
con las obligaciones legales que les corresponden.
En resumen, la personalidad jurídica de las personas morales se otorga a través
de un acto de creación, como una escritura pública de constitución, y les permite
actuar como entidades independientes de sus socios o miembros, con capacidad
para realizar actividades comerciales y jurídicas, adquirir bienes, contraer
obligaciones y ejercer derechos y obligaciones. La personalidad jurídica de una
persona moral puede extinguirse en los casos previstos por la ley y también puede
perderse en caso de actos ilícitos o incumplimiento de obligaciones legales.

3.1.2.2 Atributos, funcionamiento y extinción de la personalidad de las personas


morales.

Los atributos de la personalidad jurídica de las personas morales incluyen:


1. Capacidad jurídica: La capacidad jurídica de una persona moral le permite
realizar actos jurídicos, contratar, adquirir bienes y derechos, y ser titular de
obligaciones y responsabilidades.
2. Patrimonio propio: Las personas morales tienen un patrimonio propio y
distinto de los de sus miembros, lo que les permite poseer y administrar
bienes y recursos.
3. Duración: Las personas morales tienen una existencia temporal ilimitada, lo
que les permite llevar a cabo sus objetivos y fines a largo plazo.
4. Autonomía: Las personas morales tienen autonomía para tomar decisiones
y actuar de acuerdo con sus objetivos y fines, siempre y cuando no
contravengan la ley.
El funcionamiento de las personas morales está regido por sus estatutos y
reglamentos internos, que establecen las reglas de su organización, operación y
administración. Estos documentos también definen los derechos y obligaciones de
sus miembros, así como las responsabilidades y facultades de sus órganos de
gobierno.
La extinción de la personalidad de las personas morales puede ocurrir por
diversas causas, como la disolución voluntaria o forzada, la liquidación de la
entidad, la cancelación de su registro, o la fusión o absorción por otra entidad. En
el caso de la disolución voluntaria, se requiere una decisión de los miembros de la
entidad para poner fin a su existencia. En el caso de la disolución forzada, esta
puede ser decretada por una autoridad judicial o administrativa en caso de que la
entidad incurra en incumplimientos legales o administrativos graves.
En resumen, los atributos de la personalidad jurídica de las personas morales
incluyen capacidad jurídica, patrimonio propio, duración y autonomía. El
funcionamiento de las personas morales está regido por sus estatutos y
reglamentos internos, y su extinción puede ocurrir por diversas causas, incluyendo
la disolución voluntaria o forzada, la liquidación, la cancelación de su registro, o la
fusión o absorción por otra entidad.

 3.2 Sus atributos.


Los atributos de las personas jurídicas se dividen en dos categorías principales:
atributos internos y atributos externos.
Los atributos internos son aquellos que se refieren a la estructura y organización
interna de la persona jurídica, y se dividen en los siguientes:
1. Capacidad jurídica: Las personas jurídicas tienen capacidad jurídica, lo que
significa que pueden adquirir derechos y contraer obligaciones, celebrar
contratos, realizar transacciones comerciales y participar en juicios.
2. Patrimonio: Las personas jurídicas tienen un patrimonio propio y separado
de sus miembros, lo que les permite poseer y administrar bienes y recursos
de manera autónoma.
3. Órganos de gobierno: Las personas jurídicas tienen órganos de gobierno,
que son responsables de tomar decisiones y dirigir la organización en
función de sus objetivos y fines.
4. Duración: Las personas jurídicas pueden tener una duración temporal
ilimitada, lo que les permite llevar a cabo sus objetivos y fines a largo plazo.
Los atributos externos se refieren a la relación entre la persona jurídica y el mundo
exterior, y se dividen en los siguientes:
1. Nombre: Las personas jurídicas tienen un nombre que las identifica y las
distingue de otras entidades.
2. Domicilio: Las personas jurídicas tienen un domicilio legal, que es el lugar
donde se encuentra su sede y donde se lleva a cabo su actividad principal.
3. Nacionalidad: Las personas jurídicas pueden tener una nacionalidad, que
se determina por la ley del país en el que se constituyen.
4. Representación: Las personas jurídicas pueden actuar a través de sus
representantes legales, que son designados por sus órganos de gobierno.
En resumen, los atributos de las personas jurídicas incluyen capacidad jurídica,
patrimonio, órganos de gobierno, duración, nombre, domicilio, nacionalidad y
representación. Estos atributos les permiten a las personas jurídicas llevar a cabo
sus objetivos y fines de manera autónoma y establecer relaciones con el mundo
exterior.

3.2.1 La capacidad: de goce, y ejercicio.


La capacidad de las personas jurídicas se divide en dos categorías: capacidad de
goce y capacidad de ejercicio.
La capacidad de goce se refiere a la capacidad de las personas jurídicas para ser
titulares de derechos y obligaciones. En otras palabras, las personas jurídicas
tienen la capacidad de ser sujetos de derecho, lo que significa que pueden tener
propiedad, contratar, demandar y ser demandados. La capacidad de goce es
inherente a todas las personas jurídicas, independientemente de su forma o
naturaleza.
La capacidad de ejercicio se refiere a la capacidad de las personas jurídicas para
ejercer sus derechos y obligaciones. Las personas jurídicas pueden ejercer sus
derechos y obligaciones a través de sus órganos de gobierno, que actúan en su
nombre y representación. Estos órganos de gobierno son responsables de tomar
decisiones y actuar en beneficio de la persona jurídica.
Es importante destacar que la capacidad de ejercicio de las personas jurídicas
puede estar limitada por la ley, sus estatutos, acuerdos con terceros u otras
circunstancias. Por ejemplo, una persona jurídica puede estar limitada en su
capacidad para tomar ciertas decisiones o realizar ciertas transacciones.
En resumen, la capacidad de las personas jurídicas se divide en capacidad de
goce y capacidad de ejercicio. La capacidad de goce permite a las personas
jurídicas ser titulares de derechos y obligaciones, mientras que la capacidad de
ejercicio les permite ejercer esos derechos y obligaciones a través de sus órganos
de gobierno 

3.2.2 Adquisición y pérdida de la capacidad.

La adquisición y pérdida de la capacidad de las personas jurídicas depende de la


ley o normativa aplicable, así como de los estatutos de la persona jurídica.
En general, las personas jurídicas adquieren capacidad de goce desde el
momento en que se constituyen y se inscriben en el registro correspondiente. Sin
embargo, la capacidad de ejercicio puede estar limitada durante un período de
tiempo mientras se establecen sus órganos de gobierno y se adoptan sus
estatutos y regulaciones internas.
La pérdida de la capacidad de las personas jurídicas puede ser temporal o
permanente y puede ser el resultado de una serie de circunstancias. Por ejemplo,
la insolvencia o la bancarrota de una persona jurídica puede llevar a su disolución
y pérdida de capacidad, mientras que la fusión con otra persona jurídica puede
resultar en la creación de una nueva entidad con su propia capacidad.
Además, la pérdida de la capacidad de las personas jurídicas puede ser el
resultado de sanciones o medidas disciplinarias impuestas por autoridades
reguladoras o judiciales en respuesta a violaciones de la ley o reglamentos
aplicables.
En resumen, la adquisición y pérdida de la capacidad de las personas jurídicas
depende de la ley aplicable y los estatutos de la persona jurídica. La pérdida de
capacidad puede ser temporal o permanente y puede ser el resultado de una serie
de circunstancias, incluyendo la insolvencia, la fusión o sanciones disciplinarias.

 3.2.3 La representación.

La representación es un atributo de la personalidad jurídica que permite a las


personas jurídicas actuar y realizar negocios jurídicos a través de sus
representantes legales, quienes actúan en nombre y representación de la persona
jurídica.
La representación puede ser interna o externa. La representación interna se
refiere a la capacidad de los órganos de gobierno de la persona jurídica para
actuar en su nombre y tomar decisiones en su representación. La representación
externa se refiere a la capacidad de la persona jurídica para actuar a través de sus
representantes legales en sus relaciones con terceros.
En general, la representación de las personas jurídicas es ejercida por sus
órganos de gobierno, tales como el consejo de administración o la junta directiva.
Estos órganos pueden designar a sus representantes legales, quienes actúan en
nombre y representación de la persona jurídica en sus relaciones con terceros.
Es importante destacar que la representación de las personas jurídicas debe
ajustarse a la ley aplicable y los estatutos de la persona jurídica, y los
representantes legales deben actuar de buena fe y en el interés de la persona
jurídica. Además, la persona jurídica es responsable por los actos realizados por
sus representantes legales en su nombre y representación.
3.2.4 La capacidad de las personas morales.
La capacidad de las personas morales se refiere a su habilidad para ser sujetos de
derechos y obligaciones en el ámbito jurídico, y dependerá de la ley que rija la
creación y funcionamiento de la persona moral en cuestión. Por lo general, las
personas morales tienen una capacidad de goce ilimitada, lo que significa que
pueden tener derechos sobre bienes, por ejemplo, y también tienen capacidad
para contraer obligaciones. La capacidad de ejercicio, por otro lado, dependerá de
los estatutos y poderes otorgados a la persona moral. Es decir, la capacidad de la
persona moral para realizar actos jurídicos estará limitada por lo que establezcan
los estatutos y la ley.

3.2.4.1 Restricciones.
Las restricciones a la capacidad de las personas morales pueden variar
dependiendo de la ley aplicable y los estatutos de la persona moral en cuestión.
En algunos casos, las restricciones pueden ser impuestas por la ley para proteger
a terceros, como por ejemplo, en el caso de ciertas actividades comerciales o
industriales. También pueden existir restricciones en cuanto a la capacidad de la
persona moral para actuar en ciertos ámbitos o para realizar ciertas operaciones
financieras o comerciales. En general, las restricciones a la capacidad de las
personas morales buscan asegurar el cumplimiento de los objetivos y fines de la
persona moral y proteger los intereses de los accionistas, socios o miembros de la
misma.

3.3 El nombre: concepto, funciones y características.


El nombre de una persona física o moral es un elemento fundamental en el ámbito
jurídico ya que permite su identificación y diferenciación de otros sujetos. El
nombre puede ser definido como el conjunto de palabras, signos y símbolos que
identifican a la persona.
Entre las funciones principales del nombre se encuentran:
1. Identificar a la persona: El nombre permite identificar a la persona y
diferenciarla de otros sujetos.
2. Brindar seguridad jurídica: El nombre es un elemento importante en la
seguridad jurídica, ya que permite establecer la identidad de la persona en
distintos ámbitos, como en el registro civil, en el ámbito empresarial, entre
otros.
3. Facilitar el ejercicio de los derechos y obligaciones: El nombre permite a las
personas ejercer sus derechos y obligaciones de manera más efectiva, ya
que permite identificar a los sujetos involucrados en una relación jurídica.
Algunas características del nombre son:
1. Es un elemento distintivo: El nombre debe ser diferente al de otros sujetos,
lo que permite su identificación y diferenciación.
2. Es intransferible: El nombre no puede ser transferido a otra persona, ya que
es un elemento que identifica a la persona.
3. Es irrenunciable: La persona no puede renunciar a su nombre, ya que es un
elemento fundamental en su identidad y en su relación con otros sujetos.
En el caso de las personas morales, el nombre también es un elemento importante
en su identificación y diferenciación de otras personas morales. Además, el
nombre de una persona moral debe estar registrado en el Registro Público de
Comercio o en el Registro correspondiente, según la ley que rija la creación y
funcionamiento de la persona moral.

 3.3.1 La inmutabilidad del nombre. (excepciones de la ley) 


El principio de la inmutabilidad del nombre establece que una persona debe
mantener el nombre que se le ha asignado al nacer a lo largo de su vida, salvo
algunas excepciones previstas por la ley.
En general, el nombre no puede ser cambiado libremente, ya que esto podría
afectar la identidad y la seguridad jurídica de la persona, así como generar
confusión en sus relaciones sociales y económicas. Sin embargo, existen
situaciones en las que la ley permite modificar el nombre de una persona, como en
los casos de corrección de errores u omisiones en el acta de nacimiento, cambio
de género, adopción, matrimonio, entre otros.
Es importante destacar que, incluso en los casos en que la ley permite el cambio
de nombre, se deben seguir ciertos procedimientos legales y cumplir con
requisitos específicos para hacerlo efectivo. Además, en algunos casos, la ley
establece ciertas restricciones o limitaciones en el cambio de nombre, como por
ejemplo en el caso de las personas morales.

3.3.2 La mujer casada y el cambio de nombre por la vía judicial.


En algunos países, como México, tradicionalmente se ha permitido que una mujer
adopte el apellido de su esposo al contraer matrimonio, lo que ha llevado a la
práctica común de que las mujeres cambien su nombre al casarse.
Sin embargo, en la actualidad muchas mujeres prefieren mantener su nombre de
soltera por razones de identidad, profesionalismo, entre otras. Para aquellas
mujeres que desean cambiar su nombre después de casarse, pero no quieren
adoptar el apellido de su esposo, la ley permite el cambio de nombre por la vía
judicial.
El proceso de cambio de nombre por la vía judicial implica presentar una solicitud
ante un juez, justificando las razones para el cambio de nombre y acreditando la
identidad de la persona. El juez analizará la solicitud y, si se cumplen los requisitos
legales, podrá autorizar el cambio de nombre.
En el caso de las mujeres casadas que desean cambiar su nombre, es importante
destacar que la decisión debe ser personal y libre, y no estar sujeta a presiones o
mandatos sociales o culturales. Además, el cambio de nombre no debe afectar los
derechos de terceros, ni generar confusión o engaño en las relaciones jurídicas de
la persona.

3.3.3 Nombre de las personas morales.

El nombre de las personas morales es la denominación con la que se identifican


ante la ley y frente a terceros. El nombre de una persona moral es elegido por sus
fundadores y se registra en el acta constitutiva. El nombre debe ser único y no
puede ser igual o similar al de otra persona moral ya registrada.
Además, el nombre de la persona moral debe reflejar su actividad, objeto social o
razón de ser, y debe incluir la denominación "Sociedad Anónima" o "Sociedad de
Responsabilidad Limitada" según corresponda. También puede incluir términos
que describan su actividad o sector, por ejemplo, "Ingeniería y Construcciones SA
de CV".
La Ley General de Sociedades Mercantiles establece que el nombre de las
sociedades mercantiles no puede incluir palabras o términos que puedan inducir a
error, confusión o engaño en cuanto a su actividad, objeto social o denominación,
o que sean contrarios a las leyes o a la moral. Además, la ley establece que el
nombre no puede incluir términos o expresiones que sean exclusivos del Estado o
de una entidad pública, a menos que se cuente con la autorización
correspondiente.
 3.3.3.1 Derecho y protección del nombre.
El nombre de las personas morales, al igual que el de las personas físicas, goza
de derecho y protección jurídica. Este derecho de protección implica que ninguna
otra persona moral podrá utilizar el mismo nombre, salvo que exista autorización
expresa y previa del titular del nombre o se trate de una denominación genérica.
Además, la ley establece que las personas morales deben inscribir su nombre y su
objeto social en el Registro Público de Comercio o en el registro correspondiente,
según el tipo de persona moral de que se trate.
En caso de que otra persona moral utilice un nombre idéntico o similar al de una
persona moral registrada, se puede promover un juicio de nulidad para que se
ordene la cancelación del registro de la persona que está utilizando el nombre de
forma indebida.

 3.4 El domicilio: concepto, elementos y acepciones jurídicas.

El domicilio es el lugar donde una persona tiene su residencia con la intención de


establecerse permanentemente. Es un elemento fundamental en la identificación y
ubicación de las personas en el ámbito jurídico.
El domicilio puede tener varios elementos, como el lugar donde una persona vive
de forma habitual, su residencia oficial o el lugar donde lleva a cabo sus negocios
o actividades laborales. También puede haber distintas acepciones jurídicas del
domicilio, como el domicilio civil, el domicilio fiscal o el domicilio procesal, que son
importantes en diferentes contextos legales.
En general, el domicilio tiene una función importante en la identificación de la
persona en el ámbito legal, ya que permite establecer su conexión con un territorio
y con las normas que rigen en ese lugar. Además, es un elemento relevante en el
ejercicio de los derechos y obligaciones de las personas, ya que puede determinar
su jurisdicción y competencia en algunos casos.

 3.4.1 Domicilio real, legal y voluntario.


El domicilio es el lugar donde una persona vive de manera permanente o temporal
y se utiliza en el ámbito jurídico para establecer su residencia y determinar su
relación con una jurisdicción o territorio en particular. Existen tres tipos de domicilio
en el derecho:
1. Domicilio real: Es el lugar donde la persona vive de manera habitual, ya sea
de forma permanente o temporal. Se refiere al lugar donde se encuentra la
residencia efectiva de una persona, y puede ser diferente del domicilio
legal.
2. Domicilio legal: Es el domicilio que se atribuye a una persona en virtud de la
ley, independientemente de donde viva en realidad. Por ejemplo, el
domicilio legal de una persona puede ser el lugar donde se encuentra su
centro de operaciones o negocio, aunque no viva allí.
3. Domicilio voluntario: Es el domicilio que una persona elige libremente,
independientemente de su domicilio real o legal. Por ejemplo, una persona
puede elegir tener su domicilio voluntario en una ciudad diferente a su
domicilio real o legal, con el fin de tener mayor facilidad de acceso a ciertas
actividades o servicios.
3.4.2 Domicilio de las personas morales.
Al igual que las personas físicas, las personas morales también tienen domicilio,
pero en su caso se habla de "domicilio social" o "domicilio fiscal".
El domicilio social es aquel que se encuentra determinado en los estatutos o en el
acta constitutiva de la persona moral, y es donde se establece la dirección de su
administración, así como su sede principal. Por otro lado, el domicilio fiscal es
aquel que se utiliza para efectos tributarios y fiscales.
Es importante mencionar que en ocasiones el domicilio social y fiscal pueden ser
el mismo, pero esto no siempre es así, ya que una persona moral puede tener su
domicilio social en un lugar y su domicilio fiscal en otro.

3.5 Estado civil de las personas: concepto.


El estado civil de una persona es la situación jurídica en la que se encuentra en
relación con su familia y su comunidad, en función de su situación matrimonial,
filiación, adopción, viudedad, divorcio, entre otros aspectos. Es un elemento
esencial en el derecho de familia y puede afectar a la capacidad jurídica de la
persona, su patrimonio, la transmisión de sus bienes, entre otros aspectos de su
vida legal.

3.5.1 Estado civil y capacidad.


El estado civil y la capacidad son conceptos diferentes, pero están relacionados en
la medida en que pueden afectar el ejercicio de ciertos derechos y deberes de las
personas.
El estado civil se refiere a la situación jurídica de una persona en relación con su
familia y se divide en tres categorías principales: soltero/a, casado/a y viudo/a.
También pueden existir otras categorías como divorciado/a o separado/a,
dependiendo de la legislación de cada país.
Por su parte, la capacidad se refiere a la aptitud legal que tiene una persona para
ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones. La capacidad jurídica es un
atributo de la personalidad que se adquiere desde el nacimiento y se extingue con
la muerte, pero puede ser restringida en ciertas situaciones, como en el caso de
menores de edad o personas con discapacidad mental.
En general, el estado civil no tiene un impacto directo en la capacidad jurídica de
las personas, aunque puede afectar algunos aspectos específicos, como el
derecho a contraer matrimonio o la capacidad para ejercer la patria potestad en el
caso de los padres separados o divorciados.

 3.5.2 Efectos de las sentencias relativas al estado civil.

Las sentencias relativas al estado civil tienen efectos legales importantes en la


vida de las personas, ya que determinan la situación jurídica en la que se
encuentran. Algunos ejemplos de estas sentencias son las que declaran la nulidad
de un matrimonio, el divorcio, la separación de cuerpos, la filiación, entre otros.
Estas sentencias pueden tener efectos patrimoniales, como la disolución de la
sociedad conyugal y la división de bienes, o efectos personales, como la pérdida
del derecho a usar el apellido del cónyuge o la atribución de la custodia de los
hijos.
Es importante destacar que estas sentencias deben ser inscritas en el Registro
Civil correspondiente para que produzcan plenos efectos legales.

3.5.3 El Registro Civil: :fines y funciones.


El Registro Civil es una institución pública encargada de inscribir y certificar los
actos y hechos del estado civil de las personas, como nacimientos, matrimonios,
defunciones, adopciones y reconocimientos de hijos. Su objetivo principal es
garantizar la seguridad jurídica, proteger los derechos fundamentales de las
personas y permitir el acceso a los servicios y prestaciones sociales que se
derivan de los actos y hechos del estado civil.
El Registro Civil es el encargado de llevar un registro único y confiable de todas
las personas, lo que permite el control y la fiscalización de los actos y hechos del
estado civil. Además, el Registro Civil tiene la función de emitir actas de
nacimiento, matrimonio, defunción y otras certificaciones que acrediten el estado
civil de las personas.
En algunos países, el Registro Civil es también el encargado de expedir
documentos de identidad, como la cédula o el DNI, que son necesarios para
realizar trámites y acceder a servicios públicos y privados. También puede tener
otras funciones, como la gestión de registros de propiedad, la realización de
estadísticas vitales y la elaboración de políticas públicas relacionadas con el
estado civil de las personas.

 3.5.3.1 Actas del registro civil.: 

tipos,  características; inscripción de ejecutorias.


Las actas del Registro Civil son documentos públicos que dan fe de los actos o
hechos jurídicos relacionados con el estado civil de las personas, como
nacimiento, defunción, matrimonio, divorcio, entre otros. Existen diferentes tipos
de actas, según el hecho que se haya inscrito, y su contenido puede variar de
acuerdo a la normativa de cada país.
Las actas del Registro Civil tienen como finalidad la inscripción y registro de los
hechos y actos jurídicos relacionados con el estado civil de las personas, con el fin
de garantizar la seguridad jurídica y la protección de los derechos de las personas.
Además, el Registro Civil tiene la función de mantener actualizada la información
sobre el estado civil de las personas, y de proporcionar copias de las actas a las
personas interesadas.
Las ejecutorias son resoluciones judiciales firmes y definitivas, que tienen como
efecto la modificación del estado civil de las personas. Estas resoluciones deben
ser inscritas en el Registro Civil correspondiente para que tengan plenos efectos
jurídicos.

 3.5.3.2  Procedimiento para la rectificación, modificación y aclaración de actas.


El procedimiento para la rectificación, modificación y aclaración de actas del
registro civil puede variar en función de la legislación de cada país, pero en
términos generales, suele seguir los siguientes pasos:
1. Solicitud: la persona interesada en la rectificación, modificación o aclaración
de un acta del registro civil debe presentar una solicitud en la oficina
correspondiente. En dicha solicitud se debe indicar el motivo de la petición y
aportar la documentación necesaria que justifique la corrección.
2. Estudio de la solicitud: una vez recibida la solicitud, se lleva a cabo un
estudio de la misma para verificar si cumple con los requisitos legales
establecidos para su tramitación.
3. Resolución: en caso de que la solicitud cumpla con los requisitos legales,
se emite una resolución en la que se autoriza la corrección del acta del
registro civil. Si se requiere la intervención judicial, se remite la solicitud al
juez correspondiente.
4. Inscripción: una vez que se ha autorizado la corrección del acta del registro
civil, se procede a la inscripción de la misma en el registro correspondiente.
Es importante destacar que las correcciones que se pueden realizar en las actas
del registro civil varían en función de cada legislación, pero en general se permiten
correcciones de errores materiales, ortográficos o de omisión, así como
modificaciones en los datos relativos al estado civil o a la filiación, entre otros.

En resumen, la personalidad jurídica se refiere a la capacidad de las personas


físicas y morales para tener derechos y obligaciones en el ámbito jurídico. Los
atributos de la personalidad incluyen la capacidad, la representación y la
capacidad procesal. La capacidad se divide en capacidad de goce y capacidad de
ejercicio, y puede ser adquirida y perdida por las personas físicas y morales. La
representación permite a las personas jurídicas actuar a través de sus
representantes legales en sus relaciones con terceros. Es importante que la
representación se ajuste a la ley aplicable y los estatutos de la persona jurídica, y
los representantes legales deben actuar de buena fe y en el interés de la persona
jurídica. La capacidad procesal permite a las personas físicas y morales actuar en
juicios y procesos legales.
En resumen, el tema de "personas, nombres y estado civil" en derecho civil se
refiere a los aspectos legales relacionados con la identificación y capacidad de las
personas físicas y morales, así como su estado civil.
En cuanto a las personas físicas, se considera la personalidad jurídica, que es la
capacidad de ser titular de derechos y obligaciones; la capacidad, que se divide en
capacidad de goce (derechos que puede tener cualquier persona) y capacidad de
ejercicio (capacidad de ejercer por sí mismas esos derechos); y la representación,
que es la facultad de actuar en nombre de otra persona.
En cuanto a las personas morales, se les reconoce la personalidad jurídica, con
atributos y derechos específicos, como el nombre y el domicilio. El nombre es
inmutable, aunque puede existir excepciones según la ley, y las personas morales
tienen derecho y protección de su nombre. El domicilio se refiere al lugar donde se
encuentra su residencia o sede.

El estado civil se refiere a la situación legal en que se encuentra una persona,


como soltera, casada, divorciada, viuda, etc., y tiene efectos en cuanto a la
capacidad y los derechos de la persona. La rectificación, modificación y aclaración
de actas de registro civil es un procedimiento legal que permite corregir errores en
los registros.
El Registro Civil es la institución encargada de llevar los registros de nacimiento,
matrimonio, divorcio y defunción de las personas, y tiene como fines principales la
identificación y protección de los derechos civiles de las personas.

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