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- Derecho civil II
2.2.- La nulidad.
La nulidad es una figura jurídica que se refiere a la ineficacia de un acto jurídico
debido a la falta de cumplimiento de los requisitos necesarios para su validez. La
nulidad es una sanción que se aplica para proteger la legalidad y el ordenamiento
jurídico, evitando que se produzcan efectos contrarios a la ley.
Existen distintos tipos de nulidades, que varían en función de los elementos del
acto jurídico que hayan sido afectados por la falta de cumplimiento de los
requisitos legales. Entre los tipos de nulidades más comunes se encuentran:
1. Nulidad absoluta: Es la que afecta a un acto jurídico que no cumple con
requisitos esenciales para su existencia, como la falta de capacidad legal
de las partes o la falta de objeto o causa ilícita. La nulidad absoluta puede
ser declarada de oficio por un juez, y no prescribe.
2. Nulidad relativa: Es la que afecta a un acto jurídico que no cumple con
requisitos formales o sustanciales que no son esenciales para su
existencia, pero que deben ser cumplidos para su validez. La nulidad
relativa debe ser alegada por la parte perjudicada, y prescribe en un plazo
determinado por la ley.
3. Nulidad por vicios de la voluntad: Se refiere a la nulidad de un acto jurídico
afectado por algún vicio de la voluntad, como el error, el dolo, la violencia o
la lesión. La nulidad por vicios de la voluntad debe ser alegada por la parte
perjudicada y puede ser declarada por un juez.
En general, la nulidad implica que el acto jurídico no producirá ningún efecto, y las
partes deberán volver a su situación anterior al acto. Sin embargo, en algunos
casos la nulidad puede tener efectos retroactivos, como cuando se trata de la
nulidad absoluta, lo que significa que las partes deberán devolver lo que hayan
recibido y deshacer todas las consecuencias del acto nulo.
2.3.- el objeto
El objeto en el acto jurídico se refiere al bien o derecho que es objeto de la
voluntad de las partes. Es decir, es la cosa o el hecho que se pretende adquirir,
transmitir, modificar o extinguir mediante el acto jurídico.
El objeto puede ser un bien material (como una casa, un coche, un mueble, etc.) o
un derecho intangible (como una patente, un derecho de autor, una marca
registrada, etc.). También puede ser un hecho jurídico, como un reconocimiento de
paternidad o un acta de matrimonio.
Es importante tener en cuenta que el objeto del acto jurídico debe ser lícito,
posible, determinado o determinable y debe estar en el comercio jurídico. Esto
significa que el objeto no puede ser ilegal, irrealizable, indeterminado o fuera del
comercio jurídico. De lo contrario, el acto jurídico podría ser declarado nulo por
falta de objeto válido.
La licitud, por otro lado, se refiere a que el objeto y la causa del acto jurídico deben
ser lícitos. Esto significa que no pueden ser contrarios a la ley, la moral o las
buenas costumbres. Por ejemplo, un contrato para la venta de drogas ilegales
sería un acto jurídico ilícito y, por lo tanto, nulo.
2.5.1 Modalidades.
Las modalidades son cláusulas especiales que pueden añadirse a un acto jurídico
para modificar sus efectos. Las modalidades pueden ser expresas o tácitas, y
pueden variar según el tipo de acto jurídico y la ley aplicable.
Algunas de las modalidades más comunes en los actos jurídicos son las
siguientes:
1. Condición: Es una modalidad que supedita los efectos del acto jurídico a la
realización de un evento futuro e incierto. Por ejemplo, en un contrato de
compraventa se puede establecer una condición de que la venta se llevará
a cabo solo si se obtiene una autorización gubernamental necesaria para el
negocio.
2. Plazo: Es una modalidad que establece una fecha o un plazo para el
cumplimiento de las obligaciones establecidas en el acto jurídico. Por
ejemplo, en un contrato de arrendamiento se puede establecer un plazo de
12 meses para el arrendamiento.
3. Modo: Es una modalidad que establece la forma en que se debe cumplir
con las obligaciones establecidas en el acto jurídico. Por ejemplo, en un
contrato de compraventa se puede establecer un modo de pago en cuotas
mensuales.
4. Carga: Es una modalidad que establece una obligación adicional a una de
las partes. Por ejemplo, en un contrato de compraventa se puede
establecer una carga para el comprador de pagar los gastos de notaría y
registro.
5. Resolución: Es una modalidad que establece que el acto jurídico se
extinguirá automáticamente si se incumplen ciertas obligaciones
establecidas en él. Por ejemplo, en un contrato de trabajo se puede
establecer una resolución si el trabajador falta al trabajo sin justificación.
Es importante tener en cuenta que las modalidades deben ser lícitas y posibles, y
no deben contravenir la ley, la moral o las buenas costumbres. En caso de que
una modalidad sea ilícita o imposible, puede ser considerada nula y sin efecto.
2.5.2 Nulidad.
LAS PERSONAS
3.1 Conceptos jurídicos de persona, personalidad, capacidad y legitimación.
Persona: En el ámbito jurídico, el término "persona" se refiere a cualquier
ser humano considerado como titular de derechos y obligaciones. Es decir,
cualquier individuo que tenga la capacidad de adquirir derechos y
obligaciones, ya sea por nacimiento o por otras circunstancias (por ejemplo,
adopción). También pueden ser consideradas personas las organizaciones
y entidades que, aunque no son seres humanos, tienen la capacidad de
adquirir derechos y obligaciones, como las empresas o las asociaciones.
Personalidad: La personalidad jurídica es una atribución legal que reconoce
a una persona o entidad jurídica la capacidad de ser titular de derechos y
obligaciones, es decir, la capacidad de actuar en el mundo jurídico como si
fuera un sujeto autónomo. La personalidad jurídica se concede a las
personas físicas al nacer y a las entidades jurídicas al ser creadas
legalmente.
Capacidad: La capacidad jurídica se refiere a la habilidad de una persona
para adquirir, ejercer y extinguir derechos y obligaciones. Es decir, es la
capacidad de actuar en el mundo jurídico por cuenta propia y sin la
necesidad de representación legal. La capacidad jurídica está relacionada
con la edad, la salud mental y otras circunstancias que puedan afectar la
capacidad de una persona para tomar decisiones informadas.
Legitimación: La legitimación es el derecho que tiene una persona para
actuar en un proceso judicial o en cualquier otro procedimiento jurídico. Por
ejemplo, una persona tiene legitimación para presentar una demanda si
tiene un interés legítimo en el asunto que se va a resolver en el proceso. La
legitimación también puede ser otorgada por la ley, como cuando se
reconoce a una asociación o sindicato el derecho a representar a sus
miembros en un proceso judicial.
3.1.1 Personas físicas.
Las personas físicas son seres humanos individuales, es decir, personas que
existen en el mundo material y tienen una identidad física y personal. En el ámbito
jurídico, las personas físicas son consideradas como titulares de derechos y
obligaciones, y tienen capacidad jurídica para adquirir, ejercer y extinguir dichos
derechos y obligaciones.
La personalidad jurídica de las personas físicas se adquiere al nacer y se pierde al
fallecer. Además, las personas físicas pueden ser titulares de diferentes derechos,
como el derecho a la vida, la libertad, la propiedad y la integridad física, entre
otros. También tienen obligaciones, como cumplir con las leyes y las normas
sociales, pagar impuestos y respetar los derechos de los demás.
En el ámbito jurídico, se considera que todas las personas físicas son iguales ante
la ley, independientemente de su género, raza, religión u orientación sexual.
Además, todas las personas físicas tienen derecho a un juicio justo y a la
protección de sus derechos fundamentales.
3.2.3 La representación.
3.2.4.1 Restricciones.
Las restricciones a la capacidad de las personas morales pueden variar
dependiendo de la ley aplicable y los estatutos de la persona moral en cuestión.
En algunos casos, las restricciones pueden ser impuestas por la ley para proteger
a terceros, como por ejemplo, en el caso de ciertas actividades comerciales o
industriales. También pueden existir restricciones en cuanto a la capacidad de la
persona moral para actuar en ciertos ámbitos o para realizar ciertas operaciones
financieras o comerciales. En general, las restricciones a la capacidad de las
personas morales buscan asegurar el cumplimiento de los objetivos y fines de la
persona moral y proteger los intereses de los accionistas, socios o miembros de la
misma.