Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Este capítulo se centra en los aspectos interactivos del proceso de innovación 1. El análisis toma
como punto de partida dos características importantes de una economía industrial: la muy
desarrollada división vertical del trabajo y el carácter marcadamente ubicuo y que lo impregna todo
de las actividades innovadoras. Se deriva de esto que una parte sustancial de las actividades de
innovación tienen lugar en unidades separadas de los potenciales usuarios de las innovaciones2.
Aquí argumentaremos que la separación de los usuarios de los productores en el proceso de
innovación, siendo un “hecho estilizado” de la sociedad industrial moderna (capitalista o socialista),
tiene importantes implicancias para la teoría económica. Cuando nos centramos en la innovación
como un proceso interactivo, los problemas teóricos y prácticos tienden a presentarse de manera
diferente que en la teoría económica de corriente principal.
Los aspectos interactivos del proceso de innovación pueden ser estudiados en diferentes niveles de
agregación. En la primera parte del capítulo, discutiremos “la microeconomía de la interacción”. En
la segunda parte presentaremos algunas ideas preliminares sobre cómo podría desarrollarse un
modelo para un sistema nacional de innovación.
El flujo de información
En los mercados en que los que el elemento de organización es fuerte, el flujo de información puede
ser analizado en términos similares a aquellos aplicados en el análisis teórico de organizaciones
puras. Aquí utilizaremos algunos elementos de un marco conceptual desarrollado por Kenneth
Arrow (1974). El flujo de información solo puede ocurrir si existen canales de información que
permitan el pasaje del mensaje. Además, un código de información es necesario para hacer efectiva
la transmisión de mensajes. El establecimiento de canales de información puede, de acuerdo con
Arrow, ser considerado como similar al proceso de inversión en capital físico. Es un proceso que
lleva tiempo e involucra costos. El desarrollo de un código común también lleva tiempo e implica
aprendizaje. Cuanto más se utiliza el código para transmitir información, más efectivo se vuelve. El
“aprendizaje por interacción” aumenta la efectividad de un conjunto dado de canales y códigos de
información.
La selectividad de la interacción usuario-productor
El elemento organizacional no vinculará a cada productor con cada usuario - aquí descartamos las
situaciones monopólicas y monopsónicas puras. Normalmente, cada productor tendrá una
interacción cercana con un subconjunto de todos los potenciales usuarios y cada usuario estará
ligado a sólo uno de ellos, o a un pequeño subconjunto de potenciales productores. Esta selectividad
refleja la necesidad de desarrollar relaciones no económicas de jerarquía y confianza mutua.
También refleja la necesidad de desarrollar canales y códigos efectivos de información.
“Innovaciones insatisfactorias”
La economía de bienestar tradicional tiende a desconocer las actividades innovadoras; analiza la
distribución de un grupo de valores de uso dado con ciertas características. Los conceptos utilizados
tampoco son fácilmente adaptables para un análisis normativo del proceso de innovación. No tiene
mayor sentido preguntar cómo las innovaciones se desvían de un “óptimo”. Las innovaciones
todavía no concebidas no son conocidas por nosotros y por lo tanto no tenemos ningún punto bien
definido de referencia para tal análisis.
En ciertas instancias es posible, sin embargo, demostrar cómo las actividades innovadoras y las
trayectorias tecnológicas se desvían sistemáticamente de las necesidades del usuario. Cuando las
desviaciones no pueden ser adjudicadas a la falta de oportunidades técnicas o a la falta de voluntad
entre los usuarios para pagar los costos de una adaptación a sus necesidades, podemos caracterizar
dichas innovaciones como “insatisfactorias”.
Cuando las relaciones usuario-productor se caracterizan por un fuerte predominio de los
productores en términos de fortaleza financiera y competencia técnica, tales desviaciones se tornan
más probables. En el campo de los bienes de consumo, el predominio del productor es muy
acentuado. El productor organiza tanto el proceso de innovación como el intercambio de
información con los usuarios. En este campo, deberíamos esperar que las “innovaciones
insatisfactorias” fueran frecuentes (Freeman, 1982, p. 202ff). Un patrón de predominio y jerarquía
puede también producirse cuando el usuario es una organización profesional. Si unas pocas firmas
grandes producen productos complejos y sistémicos, con fundamentos en la ciencia, para un gran
número de pequeñas unidades de usuarios independientes, cada uno con una baja competencia
técnica y científica, los productores dominarán el proceso de innovación y existirá una gran
probabilidad de innovaciones insatisfactorias. En un estudio de la industria láctea danesa, tal patrón,
que resultó en una “hiperautomatización”, caracterizó las relaciones entre los productores y los
usuarios del equipamiento lácteo (Lundvall et al., 1983).
En situaciones de este tipo, se puede desarrollar la coordinación entre los usuarios, compartiendo
los recursos para desarrollar una contra-competencia. Por lo general será más difícil hacer que esta
coordinación sea eficiente cuando los usuarios son consumidores que cuando son unidades
profesionales. La regulación del gobierno o su apoyo a las organizaciones de usuarios puede ser
necesaria para rectificar la trayectoria insatisfactoria de la tecnología asociada a bienes de consumo.
Otro marco para las innovaciones insatisfactorias puede ser la inercia en las relaciones usuario-
productor y la “efectividad” de los canales y códigos de información ya establecidos. La rigidez de
las relaciones de usuario-productor ya existentes tiende a manifestarse en períodos históricos
caracterizados por el desarrollo e introducción de innovaciones básicas radicales. Una innovación
básica radical será en general producida por un nuevo sector con vínculos hacia adelante (forward
linkages) débiles. Los usuarios potenciales de la innovación se encontrarán en buena parte de la
economía y tendrán vínculos hacia atrás (backward linkages) con productores, teniendo poca
experiencia y competencia en relación con la nueva tecnología. Las redes usuario-productor
existentes probarán ser tenaces y el establecimiento de una nueva red tomará un tiempo
considerable. Durante el período de transición, la productividad puede estancarse mientras que
nuevas oportunidades tecnológicas parecen florecer.
Aquí el problema no solamente son las innovaciones técnicas insatisfactorias específicas sino un
“desajuste” general de la economía. Christopher Freeman y Carlota Pérez (1986) han analizado
cómo una “revolución tecnológica” basada sobre tecnologías de la información puede provocar
desajustes relacionados no sólo al capital y al trabajo sino también a la configuración institucional
socioeconómica existente. La rigidez de las relaciones usuario-productor puede ser considerada
como un aspecto importante de este último tipo de desajuste. Es importante porque tiene su raíz en
la esencia del sistema de mercado, en mercados productores de innovaciones. Las estrategias de
política, que colocan todo el énfasis sobre la flexibilidad en el mecanismo de mercado y minimizan
el rol del gobierno en el proceso de ajuste, parecen estar de alguna manera equivocando el punto
cuando se producen y reproducen rigideces dentro de los propios mercados.
- La visión estándar será más relevante cuando las oportunidades tecnológicas y las
necesidades del usuario permanezcan constantes. Cuando continuamente se provocan
innovaciones de productos debido a oportunidades tecnológicas y a necesidades del usuario
cambiantes, ya no tiene sentido asumir una conducta optimizadora. Las decisiones a “corto
plazo” de los productores para involucrarse en ciertas líneas de actividades innovadoras, y
de los usuarios para elegir entre los nuevos productos, estarán caracterizadas por una
verdadera incertidumbre, como lo serán, a fortiori, las decisiones “a largo plazo” en
referencia al establecimiento de (e inversión en) nuevas relaciones y canales de información.
En la primera parte del capítulo encontramos que el contexto microeconómico , como se presenta en
los libros estándar, no es fácilmente reconciliable con ciertos hechos estilizados de la economía
moderna. Una división vertical del trabajo altamente desarrollada, al combinarse con actividades
innovadoras ubicuas, implica que la mayoría de los mercados serán “mercados organizados” más
que mercados puros. En esta segunda y última parte, bosquejaremos algunas de las implicancias de
nuestro microenfoque a nivel nacional e internacional. Se presentarán elementos de un modelo de
un sistema nacional de innovación.
Las subdisciplinas más relevantes en economía en este contexto son teorías de crecimiento
económico y comercio internacional. Los modelos estándar de crecimiento estándar se desarrollan
bajo el supuesto de una economía cerrada. Esta es un supuesto natural en tanto los modelos
consideran a las nuevas tecnologías como “maná cayendo del cielo” e igualmente accesible para
todos los actores, sectores, regiones y naciones. La teoría estándar de comercio internacional asume
al trabajo y al capital como perfectamente inmóviles y a los productos (commodities) como
perfectamente móviles a través de las fronteras nacionales. Cuenta con el supuesto de una
tecnología perfectamente libre y móvil al igual que una teoría de crecimiento estándar.
Este último supuesto no concuerda con lo que se observa en el mundo real, donde algunos países se
establecen como líderes tecnológicos, de manera general o en tecnologías específicas, mientras que
otros tienden a quedar detrás. De acuerdo al enfoque usuario-productor la distancia geográfica y
cultural es un factor que podría impedir la interacción entre usuarios y productores. Esto podría
contribuir a explicar por qué diferentes sistemas nacionales muestran diferentes patrones de
desarrollo.
Producción e innovación
Para juzgar la relevancia de este modelo es necesario mirar las relaciones entre el proceso de
producción y el proceso de innovación. Estos procesos difieren en importantes aspectos pero son
también, mutuamente interdependientes.
La producción es un proceso repetitivo donde tienden a desarrollarse rutinas. Los flujos de bienes y
servicios entre diferentes subsistemas entre diferentes subsistemas pueden cuantificarse fácilmente
en términos de valor y volumen, siempre que sus características de valor de uso se mantengan
constantes. El proceso de innovación puede ser continuo y acumulativo pero siempre tendrá un
único elemento marcando la importancia de la creatividad en contraposición a la toma de decisiones
rutinaria. Los flujos entre los subsistemas serán complejos y la información sistémica difícil de
traducir en términos cuantitativos.
La interdependencia entre producción e innovación va en ambas direcciones. Por un lado, el
aprendizaje durante la producción - como “aprender haciendo” o “aprender usando”- forma un
importante insumo para el proceso de innovación. Aprender interactuando, típicamente se producirá
entre las partes vinculadas mediante el flujo de bienes y servicios que se origina en la producción
(se trata de un prerrequisito para que las relaciones usuario-productor se vuelvan duraderas y
selectivas). Por otra parte el proceso de innovación puede ser el factor más importante para
reestructurar el sistema de producción, presentando nuevos sectores, eliminando viejos vínculos en
el sistema de producción para establecer nuevos vínculos.
Esta interdependencia entre la producción y la innovación legitima el considerar al sistema
nacional de producción como punto de inicio al definir un sistema de innovación. Pero la división
del trabajo en el sistema de innovación no es simplemente un reflejo de la división del trabajo en el
sistema de producción. Algunas partes del sistema de producción serán más productivas en términos
de innovaciones mientras que otras serán principalmente usuarias de las innovaciones desarrolladas
por otras. Esto está documentado en algunas contribuciones recientes a la teoría de innovación.
Referencias
Amann, R. and Cooper, J. (eds) (1982), Industrial Innovation in the Soviet Union, New Haven.
Conn,. Yale University Press.
Andersen, E.S, Dalum, B. and Villumnsen, G. (1981), “The importance of the home market for
technological development and the export specialization of manufacturing industry”, in Technical
Innovation and National Economic Performance, IKE seminar, Aalborg, Aalborg University Press.
Arrow, K.J. (1974), The limits of organization, New York, W.W. Norton & Company.
Band, J. de (1985), “French industrial policies: successes and failures”, in A Competitive Future for
Europe?, congress report, Rotterdam.
Bandt, J. de and Humbert, M. (1985), “La mésodynamique industrielle”, in Cahiers du CERNEA,
Nanterre.
Brændgaard, A., GRegersen, B., Lundvall, B, Å., Maarbjerg-Olesen, N., and Aaen, I (1984),
Besparelser eller Beskæftigelse: en undersvegelse af danske kommuners avandelse af EDB og ETB,
Aalborg, Aalborg University Press, 1984.
Carter, A.P (1986), “Diffusion from an input´-output perspective”, paper presented at Conference of
Innovation Diffusion, Venice, March 1986.
Chesnais, F. (1986), “Some notes on technological cumulativeness: the appropriation of technology
and technological progressiveness in concentrated market structures”, paper presented at the
Conference on Innovation Diffusion, Venice, March 1986.
Dalum, B. and Fagerberg, J. (1986), “Diffusion of technology, economic growth and intra-industry
trade: the case of the Nordic Countries”, paper presented at the Second Knoellinger Seminar, Aabo,
April 1986, mimeo.
David, P. (1984), “On the perilous economics of modern science”, paper presented at the TIP
Workshop, Stanford University, August 1984, mimeo.
Dosi, G. (1982), “Technological paradigms and technological trajectories: a suggested interpretation
of the determinants and directions of technical change”, Research Policy, vol. 11, nº 3, 1982.
Freeman, C. (1982), The Economics of Industrial Innovation, London, Frances Pinter.
Freeman, C. and Perez, C (1986), “The diffusion of technological innovations and changes of
techno-economic paradigm”, paper presented at the Conference on Innovation Diffusion, Venice,
March 1986.
Georgescu-Roegen, N. (1971), The Entropy Law and the Economic Process, Cambridge, Mass.,
Harvard University Press, 1971.
Gregersen, B. (1984), Det miljØindustriella kompleks: teknologispredning og Beskæftigelse,
Aalborg, Aalborg University Press.
GRESI (Groupe de réflexions pour les strategies industrielles) (1975), La Division Internationale
de travail, Paris.
Hippel, E. von (1976), “The dominant role of users in the scientific istruments innovation process”,
Research Policy, nº 5.
Kornai, J. (1971), Anti-equilibrium, Amsterdam, North Holland.
Lundvall, B.-Å (1985), Product Innovation and User-Producer Interaction, Aalborg, Aalborg
University Press.
Lundvall, B.-Å., Maarbjerg-Olsen, N. and Aaen, I. (1983), Det lanbrugsindustrielle kompleks:
teknologuidvikling, konkurrenceevne og beskæftigelse, Aalborg, Aalborg University Press.
Mowery, D. and Rosenberg, N. (1979), “The influence of market demand upon innovation: a critical
review of some recent empirical studies”, Research Policy, nº8, pp. 102-153.
Nelson, R.R. (1962), “The link between science and invention: the case of the transistor”, in
National Bureau of Economic Research, The Rate and Direction of Inventive Activity, Princeton
University Press.
Nelson, R.R. (1986), “The generation and utilization of technology: a cross-industry analysis”,
paper presented at the Conference of Innovation Diffusion, Venice, March 1986.
OCDE, (1983), “Report on the results of the workshop on research, technology and regional
policy”, DSTI/SPR/83.117.
-,(1986), “Technical cooperation agreements between firms; some initial data and analysis”,
DSTI/SPR/86.20, May.
Pasinetti, L. (1981), Structural Change and Economic Growth, Cambridge, Cambridge University
Press, 1981.
Pavitt, K. (1984), “Sectoral patterns of technical change: towards a taxonomy and a theory”,
Research Policy, vol.13.
Rosenberg, N. (1976), Perspectives in Technology, Cambridge, Cambridge University Press.
(1982), Inside the Black Box: Technology and Economics, Cambridge, Cambridge University Press.
Rosenberg, N. and Mowery, D. (1978), “The influence of market demand upon innovation: a critical
review of some recent empirical studies”, Research Policy, nº8.
Rothwell, R. and Gardiner, P. (1985), “Invention, innovation, re-innovation and the role of the user:
a case study of British Hovercraft development”, Technovation, nº3.
Scherer, F.M. (1982), “Inter-industry technology flows in the United States”, Research Policy, nº4,
1982.
Smith, A. (1776), An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, Dent edn. (1910).
Williamson, O.E. (1975), Markets and Hierarchies: Analysis and Antitrust Implications, New York,
Free Press.
(1985), The Economic Institutions of Capitalism: Firms, Markets, Relational Contracting, New
York, Praeger.
Yakushiji, T. (1986), “Technological emulation and industrial development”, paper presented to the
Conference on Innovation Diffusion, Venice, March.