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PREVENCIÓN PRIMARIA:

EDUCACIÓN PARA LA SALUD:


 La Educación Sanitaria es un proceso de diálogo-información-reflexión-acción entre
el personal de salud y el paciente, su familia y la comunidad.
 El objetivo es conseguir la adopción de conductas, hábitos y costumbres, que
reduzcan el riesgo de enfermar y de morir por cáncer de páncreas
PROTECTION PERSONAL:
No hay ninguna forma segura de prevenir el cáncer de páncreas. Algunos factores de
riesgo, tales como la edad, el género, la raza, y el antecedente familiar no se pueden
controlar. No obstante, existen medidas que puede tomar para tratar de reducir su riesgo.
 No fume:
 El hábito de fumar es el factor de riesgo más importante y evitable del
cáncer de páncreas. Dejar de fumar ayuda a reducir el riesgo
 Alimentación, peso corporal y actividad física
 Lograr y mantener un peso saludable podría ayudar a reducir su riesgo.
 Hacer actividad física con regularidad puede ayudar a mantener un peso
saludable y también puede reducir el riesgo de padecer cáncer de páncreas.
 Las carnes rojas y procesadas y las bebidas azucaradas también pueden
aumentar el riesgo de cáncer de páncreas.
 La Sociedad Americana Contra El Cáncer recomienda seguir un patrón de
alimentación saludable que incluya muchas frutas, verduras y granos enteros
(integrales), y que limite o evite las carnes rojas y procesadas, las bebidas
azucaradas y los alimentos altamente procesados
 Evite el alcohol
 El consumo excesivo de alcohol ha estado vinculado al cáncer de páncreas
en algunos estudios. El consumo excesivo de alcohol puede derivar también
en afecciones, como pancreatitis crónica que se sabe aumenta el riesgo de
cáncer pancreático
 Limite la exposición a ciertas sustancias químicas en el trabajo
 vitar la exposición a determinadas sustancias químicas en el lugar de trabajo
puede reducir el riesgo de cáncer de páncreas.
TRATAMIENTO

El tratamiento puede consistir en la extirpación quirúrgica del páncreas, junto con la


radioterapia y la quimioterapia.
CIRUGÍA
En la cirugía para el cáncer de páncreas, puede extraerse todo el páncreas o parte de él,
según la ubicación y el tamaño del tumor dentro del páncreas.
la cirugía, se efectuarán diferentes tipos de intervenciones quirúrgicas.
 Laparoscopia. 
 Cirugía para extirpar el tumor

RADIOTERAPIA
La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para destruir las
células cancerosas
Terapias con medicamentos

LA QUIMIOTERAPIA.- es el tipo principal de terapia sistémica usada para tratar el


cáncer de páncreas
 Quimioterapia de primera línea. 
 Quimioterapia de segunda línea. 
 Uso para una indicación no autorizada tratamiento.

PREVENCION TERCIARIA
Este diagnóstico es estresante y, para muchas personas, hablar sobre el cáncer avanzado
resulta difícil. Sin embargo, es importante que mantenga conversaciones abiertas y sinceras
con su equipo de atención médica y su familia y amigos, a fin de expresar sus sentimientos,
preferencias e inquietudes. El equipo de atención médica tiene como objetivo ayudar, y
muchos de sus integrantes tienen habilidades especiales, experiencia y conocimientos para
brindar apoyo a los pacientes y a sus familiares. Asegurarse de que una persona esté
físicamente cómoda y que no sienta dolor es extremadamente importante.

MORTALIDAD Y LETALIDAD

Cada día más de 1.000 personas son diagnosticadas en todo el mundo de cáncer de
páncreas. De ellas, aproximadamente 985 morirán. Los síntomas son tan inespecíficos que
entre el 80 y el 85% de los pacientes reciben un diagnóstico en fases avanzadas. Por ello,
la Coalición Mundial contra el Cáncer de Páncreas, formada por más de 60 organizaciones
de 27 países de todos los continentes, impulsa la campaña “Exigir más”.
Su objetivo es reivindicar la lucha contra el cáncer de páncreas, comenzando por un
diagnostico precoz. Las investigaciones demuestran que los pacientes diagnosticados y
operados a tiempo tienen más probabilidades de sobrevivir cinco años o más. Esto, sumado
a la agresividad de este tumor, a su rápido crecimiento y a su mal pronóstico
hacen indispensable que la sociedad conozca los signos de alarma de este cáncer. “Los
síntomas y los riesgos de la enfermedad pancreática pueden ser imprecisos y poco
conocidos. Por eso es tan importante que las personas conozcan las señales de advertencia y
acudan al médico al primer síntoma”, señala Cristina Sandín, presidenta de
la Asociación Cáncer de Páncreas.
Cada año se diagnostican en nuestro país en torno a 6.500 casos de cáncer de páncreas. Su
incidencia estimada en 2015 fue de 3.401 casos en mujeres y 3.513 en hombres, según
la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
La mortalidad estimada para 2014 fue de 3.193 casos en hombres y 3.085 en mujeres,
situándose en una media de edad de casi 71 años en ellos y de 75 en ellas..
Según los últimos datos de OMS publicados de 2018 las muertes causadas por Cáncer de
Páncreas en Bolivia han llegado a 194 (0,31% de todas las muertes). La tasa de mortalidad
por edad es de 2,25 por 100,000 de población. Bolivia ocupa el lugar número 125 en el
mundo
VIGILANCIA EPIDEMIOLOGIA
Se estima que este año se les diagnosticará cáncer de páncreas a 60,430 adultos (31,950
hombres y 28,480 mujeres) en los Estados Unidos. La enfermedad representa
aproximadamente el 3% de todos los cánceres. El cáncer de páncreas es el octavo cáncer
más frecuente en las mujeres y el décimo tipo de cáncer más frecuente en los hombres. Las
tasas de incidencia del cáncer de páncreas han aumentado alrededor de un 1% cada año
desde 2000.
Se estima que este año se producirán 48,200 muertes (25,270 hombres y 22,950 mujeres) a
causa de esta enfermedad. El cáncer de páncreas es la cuarta causa de muerte por cáncer
tanto en hombres como en mujeres. Representa el 7% de todas las muertes por cáncer. La
tasa de mortalidad ha aumentado muy lentamente cada año desde 2000.
El cáncer de páncreas es generalmente difícil de diagnosticar. Esto se debe a que no hay
exámenes de detección específicos que puedan detectar fácil y confiablemente el cáncer de
páncreas en estadio temprano en personas que no tienen los síntomas de la enfermedad.
Esto significa que a menudo no se detecta hasta etapas avanzadas, cuando el cáncer ya no
se puede extirpar con cirugía o se ha diseminado desde el páncreas a otras partes del
cuerpo.  
Si el cáncer se detecta en una etapa inicial, cuando la extirpación quirúrgica del tumor es
posible, la tasa de supervivencia a 5 años es del 39%. Alrededor de 11% de las personas
reciben el diagnóstico en este estadio. Si el cáncer se ha diseminado a órganos o tejidos
circundantes, la tasa de supervivencia a 5 años es del 13%. Para el 52% de las personas que
reciben el diagnóstico después de que el cáncer se ha diseminado a una parte distante del
cuerpo, la tasa de supervivencia a 5 años es del 3%.
Es importante recordar que las estadísticas de las tasas de sobrevivencia en el caso de las
personas con cáncer de páncreas son una estimación. La estimación se basa en los datos
anuales de una gran cantidad de personas que tienen este tipo de cáncer en los Estados
Unidos. Además, los expertos calculan las estadísticas de sobrevivencia cada 5 años. En
consecuencia, quizás la estimación no muestre los resultados de un mejor diagnóstico o
tratamiento disponible durante menos de 5 años.
CONTROL

CIRUGÍA
En la cirugía para el cáncer de páncreas, puede extraerse todo el páncreas o parte de él,
según la ubicación y el tamaño del tumor dentro del páncreas. A menudo, se extirpa
también un área de tejido sano alrededor del tumor. Esto se denomina un margen. El
objetivo de la cirugía es lograr “márgenes limpios” o “márgenes negativos”, lo que
significa que no hay células cancerosas en el borde del tejido sano extirpado.
Un oncólogo cirujano es un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer
mediante la cirugía. Obtenga más información sobre los conceptos básicos de la cirugía de
cáncer.
Solo aproximadamente el 20 % de los pacientes con cáncer de páncreas pueden realizarse
una cirugía dado que la mayoría de los tipos de cáncer de páncreas se diagnostican por
primera vez cuando la enfermedad ya se ha diseminado. Si la cirugía no es una opción,
usted y su médico hablarán sobre otras opciones de tratamiento.
La cirugía para el cáncer de páncreas puede combinarse con terapia sistémica y/o
radioterapia (consulte más abajo). Generalmente, estos tratamientos adicionales se
administran después de la cirugía, lo que se denomina terapia adyuvante. Sin embargo, a
veces, la terapia sistémica y/o la radioterapia pueden usarse antes de la cirugía para reducir
el tamaño de un tumor. Esto se denomina terapia neoadyuvante o terapia preoperatoria.
Después de la terapia neoadyuvante, se vuelve a clasificar el estadio del tumor antes de
planificar la cirugía. La nueva clasificación de estadio generalmente se realiza con otra
exploración por CT para observar el cambio en tamaño del tumor y qué estructuras y vasos
sanguíneos cercanos está afectando.
Según cuál sea el objetivo de la cirugía, se efectuarán diferentes tipos de intervenciones
quirúrgicas.
 Laparoscopia. En algunos casos, el cirujano puede decidir comenzar con una
laparoscopia. Durante una laparoscopia, se hacen varias incisiones pequeñas en el
abdomen y se introduce una cámara muy pequeña en el cuerpo mientras el paciente
se encuentra bajo anestesia. La anestesia es un medicamento para ayudar a bloquear
la conciencia del dolor. Durante esta cirugía, el cirujano puede determinar si el
cáncer se ha diseminado a otras partes del abdomen. Si este es el caso, por lo
general no se recomienda practicar la cirugía para extirpar el tumor primario.
 Cirugía para extirpar el tumor. Se usan diferentes tipos de cirugía, según en qué
parte del páncreas esté ubicado el tumor. En todas las cirugías que se describen a
continuación, los ganglios linfáticos cercanos se extirpan como parte de la
operación. Por lo general, más de 1 tipo de cirujanos, así como otros especialistas,
participarán en su cirugía.
 Si el cáncer se encuentra solo en la cabeza del páncreas, el cirujano puede
llevar a cabo el procedimiento de Whipple. Se trata de una cirugía extensa
en la que el cirujano extrae la cabeza del páncreas y la parte del intestino
delgado denominada duodeno, así como el conducto biliar y el estómago.
Luego, el cirujano vuelve a conectar el tracto digestivo y el sistema biliar.
Este procedimiento debe ser realizado por un cirujano de cáncer de páncreas
con experiencia.
 Si el cáncer está situado en la cola del páncreas, la cirugía habitual es la
pancreatectomía distal. En esta cirugía, el cirujano extirpa la cola y el cuerpo
del páncreas y también el bazo.
 Si el cáncer se ha diseminado por todo el páncreas u ocupa muchas áreas de
este órgano, quizás sea necesaria una pancreatectomía total. Una
pancreatectomía total es la extirpación de todo el páncreas, parte del
intestino delgado, una porción del estómago, el conducto colédoco, la
vesícula biliar y el bazo.
Después de la cirugía, deberá permanecer en el hospital durante varios días, y es probable
que también deba hacer reposo en su casa durante un mes aproximadamente.
Los efectos secundarios de la cirugía incluyen debilidad, cansancio y dolor durante los
primeros días después del procedimiento. Otros efectos secundarios causados por la
extirpación del páncreas son dificultad para digerir alimentos y diabetes como consecuencia
de la pérdida de insulina producida por el páncreas. Antes de la cirugía, hable con el equipo
de atención médica sobre los posibles efectos secundarios de la cirugía específica a la que
se someterá y cómo pueden ser controlados.
RADIOTERAPIA
La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para destruir las
células cancerosas. El médico que se especializa en administrar radioterapia para tratar el
cáncer se denomina radioncólogo. El tipo más frecuente de tratamiento con radiación se
denomina radioterapia con haz externo, que es radiación administrada desde una máquina
externa al cuerpo. Obtenga más información sobre los conceptos básicos de
la radioterapia.
La radioterapia con haz externo es el tipo de radioterapia que se utiliza con más frecuencia
para el cáncer de páncreas. Un régimen o programa de radioterapia, por lo general, consiste
en una cantidad específica de tratamientos que se administran durante un período
determinado. Hay diferentes maneras de administrar radioterapia:
 La radioterapia tradicional también se denomina radioterapia fraccionada
convencional o estándar. Consiste en tratamientos diarios con dosis bajas de
radiación fraccionada o diaria. Se administra durante un total de 5 a 6 semanas.
 Los tratamientos más cortos con dosis altas de radioterapia administradas en tan
solo 5 días se denominan radiación corporal estereotáctica (stereotactic body
radiation, SBRT) o Cyberknife. Este es un tipo nuevo de radioterapia que puede
proporcionar tratamiento más localizado en menos sesiones de tratamiento. Aún se
desconoce si este enfoque funciona tan bien como la radioterapia tradicional, y es
posible que no sea adecuado para todas las personas. Solamente debe administrarse
en centros especializados con experiencia y expertos en el uso de esta tecnología
para el cáncer de páncreas, e identificando a quién le funcionaría mejor.
 La terapia con haz de protones es un tipo de radioterapia con haz externo que usa
protones en lugar de rayos X. Con alta potencia, los protones pueden destruir las
células cancerosas. También disminuye la cantidad de tejido sano que recibe
radiación. La terapia con haz de protones puede administrarse durante una cantidad
estándar de tiempo o por menos tiempo que la SBRT. Aún se desconoce si funciona
mejor que la radioterapia estándar, y es posible que no sea una opción para todas las
personas. Debe administrarse en centros de tratamiento que tengan experiencia y las
capacidades necesarias para usar este tratamiento para el cáncer de páncreas, que es
posible que esté disponible solamente a través de un ensayo clínico.
A menudo, se administra quimioterapia (consulte más abajo) simultáneamente con la
radioterapia, porque puede mejorar los efectos de esta última, lo que se denomina
radiosensibilización. La combinación de quimioterapia y radioterapia ocasionalmente
puede ayudar a reducir el tumor lo suficiente como para extirparlo mediante cirugía. Sin
embargo, la quimioterapia que se administra simultáneamente con radioterapia a menudo
tiene que administrarse en dosis más bajas que cuando se administra sola.
La radioterapia puede ser útil para disminuir la probabilidad de que el cáncer de páncreas
vuelva a aparecer o vuelva a crecer en la ubicación original, pero que aún hay mucha
incertidumbre respecto de cuánto, si es posible, permite prolongar la vida de una persona.
Los efectos secundarios de la radioterapia pueden incluir fatiga, reacciones leves en la piel,
náuseas, malestar estomacal y deposiciones líquidas. La mayoría de los efectos secundarios
desaparecen poco tiempo después de finalizado el tratamiento. Consulte a su equipo de
atención médica acerca de qué esperar y de cómo se manejarán los efectos secundarios.
Terapias con medicamentos
La terapia sistémica es el uso de medicamentos para destruir las células cancerosas. Este
tipo de medicamentos se administra a través del torrente sanguíneo para llegar a las células
cancerosas en todo el cuerpo. El profesional que receta terapias sistémicas es un oncólogo
clínico, un médico que se especializa en el tratamiento del cáncer con medicamentos.
Algunos de los métodos frecuentes para administrar terapias sistémicas incluyen un tubo
intravenoso (i.v.) que se coloca en una vena con una aguja, o una pastilla o cápsula que se
traga (por vía oral).
LA QUIMIOTERAPIA.- es el tipo principal de terapia sistémica usada para tratar el
cáncer de páncreas. Sin embargo, en ocasiones, se usan la terapia dirigida y la
inmunoterapia y se las está estudiando como posibles tratamientos
Cada uno de estos tipos de terapias se analizan a continuación con más detalle. Una persona
puede recibir solamente 1 tipo de terapia sistémica por vez o una combinación de terapias
sistémicas al mismo tiempo. También se pueden administrar como parte de un plan de
tratamiento que puede incluir cirugía y/o radioterapia.
Los medicamentos utilizados para tratar el cáncer se evalúan constantemente. Con
frecuencia, hablar con su médico es la mejor forma de obtener información sobre los
medicamentos que le recetaron, su finalidad y sus posibles efectos secundarios o
interacciones con otros medicamentos.
La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas, generalmente al
poner fin a su capacidad para crecer y dividirse.
Un régimen o programa de quimioterapia, por lo general, consiste en una cantidad
específica de ciclos que se administran en un período determinado. En general, hay un
período de reposo entre los ciclos. Un paciente puede recibir 1 fármaco por vez o una
combinación de diferentes fármacos administrados al mismo tiempo. Los siguientes
fármacos están aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and
Drug Administration, FDA) para el cáncer de páncreas:
 Capecitabina (Xeloda)
 Erlotinib (Tarceva)
 Fluorouracilo (5-FU)
 Gemcitabina (Gemzar)
 Irinotecán (Camptosar)
 Leucovorina (Wellcovorin)
 Nab-paclitaxel (Abraxane)
 Irinotecán nanoliposomal (Onivyde)
 Oxaliplatino (Eloxatin)
En general, hay más efectos secundarios cuando se administran 2 o más fármacos juntos.
En general, los tratamientos de combinación son convenientes para los pacientes que
pueden desempeñar sus actividades habituales de la vida diaria sin ayuda.
La elección de qué combinación específica utilizar varía según el centro oncológico y, en
muchos casos, depende de la experiencia del oncólogo con los fármacos, así como de los
distintos efectos secundarios y la salud general del paciente. Para el cáncer de páncreas, la
quimioterapia puede describirse según cuándo y cómo se administra:
 Quimioterapia de primera línea. Por lo general, es el primer tratamiento utilizado
para las personas con cáncer de páncreas localmente avanzado o metastásico
(consulte la secci
 Quimioterapia de segunda línea. Cuando un tratamiento no es efectivo o deja de
serlo para controlar el crecimiento del cáncer, el cáncer se denomina refractario. A
veces, el tratamiento de primera línea no es efectivo en absoluto, lo que se
denomina resistencia primaria. O bien, el tratamiento puede funcionar bien durante
un tiempo y, luego, dejar de ser efectivo más adelante, lo que suele denominarse
resistencia secundaria o adquirida. En estas situaciones, los pacientes pueden
beneficiarse de un tratamiento adicional con diferentes fármacos si el estado de
salud en general del paciente es bueno. Hay una importante investigación en curso
que se centra en desarrollar otros tratamientos nuevos de segunda línea, además de
tratamientos de tercera línea y tratamientos sucesivos. Algunos de estos
demostraron ser muy prometedores.
 Uso para una indicación no autorizada. Esto se refiere a un fármaco administrado
para una afección no mencionada en la etiqueta. Esto significa que no se administra
para una afección o afecciones para la(s) cual(es) el fármaco fue específicamente
aprobado por la FDA. También puede significar que el fármaco se administra de
manera diferente a las instrucciones de la etiqueta. Un ejemplo de esto es si el
médico desea usar un fármaco aprobado solo para el cáncer de mama para tratar el
cáncer de páncreas. Usar un fármaco para una indicación no autorizada solamente
se recomienda cuando hay evidencia contundente de que el fármaco puede
funcionar para otra enfermedad no incluida en la etiqueta. Esta evidencia puede
incluir investigaciones publicadas previamente, resultados prometedores de
investigaciones en curso o resultados de pruebas de tumor molecular, que sugieren
que el fármaco podría funcionar. Sin embargo, es posible que su proveedor de
seguro médico no cubra el uso del fármaco para una indicación no autorizada. Son
posibles excepciones, pero es importante que usted y/o su equipo de atención
médica hablen con su proveedor de seguros antes de comenzar este tipo de
tratamiento.

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