Acertijos detectivescos.

Domingo sangriento

El multimillonario Jorge Rivero fue asesinado en su mansión una noche de domingo. En

ese momento en la casa había cinco personas: la esposa del señor Rivero, su cocinero
personal, el mayordomo, la sirvienta y el jardinero. Todos le contaron al detective Noboa
qué estaban haciendo en ese momento:
» La señora Rivero estaba sentada enfrente de la chimenea leyendo un libro.
» El cocinero estaba preparando el desayuno.
» El mayordomo estaba dándoles órdenes a los empleados en la sala.
» La sirvienta estaba lavando los platos.
» El jardinero estaba regando las plantas.

Después de este pequeño interrogatorio, el detective arrestó al asesino. ¿Quién es y cómo

lo ha descubierto Noboa?

Asesinato en el instituto

Es el primer día de instituto y alguien ha asesinado a una joven estudiante. Noboa

sospecha de cuatro docentes, así que los interroga y le explican qué estaban haciendo a
primera hora de la mañana:
» El profesor Fonseca estaba conduciendo hacia el centro de estudios y llegó tarde.
» La profesora Torres estaba revisando los exámenes de inglés.
» El profesor Benavente estaba leyendo el periódico.
» La directora Aguilera estaba reunida con los padres de un alumno en su despacho.

Solo con esa pregunta el detective identificó al culpable y procedió al arresto. ¿Quién fue?
 EL CASO DEL HOMBRE ATADO

Tras un agradable almuerzo, el profesor Sisley y su amigo, el notario Alfred Ericson, se

encaminaron al despacho de éste en un edificio de la Avenida Madison; no tan agradable
fue la sorpresa de ambos al atravesar la sala de espera del despacho y entrar en él. Allí
estaba la caja fuerte abierta, papeles desparramados por todo el piso, y sobre los papeles,
como si fuera un lechón presentado en una bandeja, firmemente atado y con una cinta
adhesiva en la boca, el joven secretario de Ericson, Albert Barney.

El notario se precipitó a auxiliar a su ayudante, que en tan desairada posición estaba,

mientras Sisley encendía un cigarro y pegaba una ojeada a la caja fuerte. Ahí adentro se
veían apilados varios sobres que probablemente contuvieran documentos, un pequeño
estuche cerrado de cartón azul y no mucho más.

Mientras tanto, Barney parecía repuesto, y en condiciones de contar su odisea: —Estaba

trabajando, con la caja fuerte abierta, cuando aparecieron los maleantes. No sé cómo
habrán entrado, tal vez con una ganzúa. Eran tres, y estaban armados. Me ataron así
como usted me encontró, y se precipitaron sobre la caja fuerte, tomaron el dinero y, no
contentos con eso, empezaron a revolver el despacho, abriendo carpetas, volcando su
contenido y revolviendo por todos lados.
—¿Había cosas de valor en la caja? —preguntó Sisley a su amigo.
—Había unos 20.000 dólares en efectivo, creo, algo más que de costumbre. De todos
modos, el dinero estaba asegurado. Lo que más me preocupa es el desorden, y el susto
que le han pegado a este pobre joven.
—¿Qué hay en el estuche de cartón?
—Una medalla que le dieron a mi padre en la guerra. ¿Se la han llevado? Eso me apenaría
mucho, la verdad.
Sisley se dirigió a la caja fuerte, se puso unos guantes, abrió el estuche y confirmó que la
medalla estaba allí. Luego, se dirigió al secretario:
—¿A qué hora fue el asalto?
—Serían las 13, más o menos, y habrán estado aquí unos diez minutos. Cuando se fueron,
traté de soltarme, pero no pude moverme un milímetro; como usted vio me habían atado
bastante bien.
—Efectivamente, lo ataron muy bien, pero todo lo demás lo hicieron muy mal. Me temo,
Alfred, que este joven fue cómplice de los ladrones.

¿Por qué sospecha Sisley del secretario?

EL CASO DEL HOMBRE ATADO

Si lo primero que los ladrones hicieron fue atar al secretario, es imposible que quedara
sobre los papeles volcados en el suelo; él mismo dice que no pudo «moverse un
milímetro».
Los ladrones fueron directamente a tomar el dinero y luego volcaron los papeles para dar
una escenografía al robo; finalmente, ataron a su cómplice, el secretario, y se fueron. Por
otra parte, el hecho de que no hayan rebuscado en la caja fuerte (los documentos que allí
había quedaron en orden), muestra que sabían exactamente qué era lo que había de valor
en la misma: el dinero en efectivo, y nada más; el estuche con la medalla ni se molestaron
en abrirlo: si lo hubieran hecho, no se hubieran tomado el trabajo de cerrarlo.
Laberinto de ratas

Teniendo en cuenta que una ratita entra a un laberinto por el punto marcado por la
flecha, que nunca vuelve sobre sus pasos ni se da la vuelta, y que en los cruces siempre
gira a derecha o izquierda...

¿Qué salidas no podrá alcanzar nunca?

La Mansión Northampton

Lo que ves a continuación es un plano de la mansión Northampton en la que vienen

marcados los pasillos y las habitaciones.
El asesino del Duque de Northampton entró por la parte de la izquierda, cogió el cuchillo y
salió por la derecha sin que nadie del personal lo viese pasar por la puerta.

¿Qué camino siguió sabiendo que sólo pudo avanzar en la dirección de las flechas?
Horarios a destiempo

Taunton el mayordomo se ha dado cuenta de que los relojes de la Mansión Northampton

van a destiempo.
• “Uno de ellos atrasa 20 minutos.
• Otro tan solo 10 minutos.
• Sin embargo hay otro adelantado 5 minutos.
• Y otro más que está 10 minutos adelantado”.

¿Qué hora es en realidad?

 La espada sobre la chimenea.
El Duque de Northampton reunió a todos
sus allegados para comunicarles algo acerca
de un cambio en el testamento que estaba
redactando.
Los invitados eran la tía Violet; Lady
Margaret (la hija del duque); El Barón de
Norfolk (el primo de lady Margaret); Sarah
(la doncella); Edward (el lacayo); Arthur (el
Archiduque de Somerset); y Taunton (el
mayordomo).
Cuando por fin llegaron todos a la mansión,
el Duque los recibió con estas palabras:
— Damas, caballeros, tengo en mi poder el
testamento con los cambios que he
redactado esta tarde junto con mi abogado.
Esa noche se celebró una cena en el gran
comedor. Al acabar el café y las copas, ya
sentados delante de la gran chimenea
encendida, presidida por una enorme y
afilada espada colgada en su frontal, dieron
por concluida la velada.
— Se ha hecho tarde — Añadió el Duque
— . Vayamos a dormir, y mañana a
mediodía les comunicaré esos cambios que
tanto afectan a alguno de ustedes.
Taunton saldrá ahora a la caseta del jardín a
conectar la alarma del salón. Como verán,
está repleto de cuadros y de esculturas de
enorme valor… Buenas noches.
A la mañana siguiente, durante el desayuno
en un bello patio cubierto, escucharon un
grito espeluznante de Taunton, el
mayordomo, en el piso superior. Todos
trotaron escalera arriba y entraron en
tromba en el dormitorio del Duque, de
donde provenía el grito.
Los ojos abiertos del Duque los
contemplaban desde la alfombra. Su cuerpo
descabezado yacía sobre la cama con la
espada al lado, y el testamento había
desaparecido.
Estas fueron las declaraciones de los
presentes a Scotlan Yard:
El Barón de Norfolk: “Durante la velada no
salí del salón. Pero El Archiduque sí subió un
momento al piso superior tras la cena a
recoger su capa porque decía que tenía
frío”.
Lady Margaret: “Yo ni subí a mi habitación
ni abandoné el salón durante la cena y la
sobremesa. Nunca permanecí sola en el
salón”.
Edward: “Al rato de llegar a la mansión, vi
como El Barón de Norfolk se entretenía
algún tiempo en una caseta del jardín
hablando con Taunton”.
La tía Violet: “Yo subí de inmediato a mi
habitación a deshacer el equipaje. Después,
El Barón de Norfolk y yo bajamos juntos a
cenar y ya no subimos hasta la hora de
dormir”.
El Archiduque de Somerset: “Sarah la
doncella subió al piso superior antes de
tomar el café y las copas a por una
aspirina”.
Sarah: “Cuando salimos del salón, la espada
continuaba colgada sobre la chimenea”.
Taunton: “Anoche, en cuanto los invitados
subieron a dormir, salí a conectar la alarma
del salón. El Duque no subió a su habitación invitados. Y no hablé con El Barón de
desde el momento en que llegaron sus Norfolk, sino con el Archiduque”.

¿Quién asesinó al Duque de Northampton?

El único que reúne las dos condiciones:

Haber subido al piso superior y haber visto como se desconectaba la alarma fue El
Archiduque de Somerset, quien estuvo charlando con Taunton mientras miraba como este
la desconectaba antes de la cena, por lo tanto él es el asesino. Después de cenar
desconectó la alarma, cogió la catanada y cortó la cabeza del Duque de Northampton