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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DEL PODER

POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA UNIVERSIDAD


BOLIVARIANA DE VENEZUELA
DOCTORADO EN CIENCIAS PARA EL DESARROLLO ESTRATEGICO
UNIDAD CURRICULAR: TEORIA Y ENFOQUES DEL DESARROLLO
PROFESOR: JOSE PADRON

PENSAMIENTO LATINOAMERICANO SOBRE EL DESARROLLO

Doctorantes:

Danilo Linares C.I: 14.748.438


Yenessy Morán C.I: 20.149.704
Jim Rosales C.I 14.657.358
Lisbeth Olivera C.I 11.806.727
Marielis Matheus C.I: 17.460.838

Maracaibo, 16 de junio de 2023


INTRODUCCIÓN

El pensamiento latinoamericano sobre el desarrollo se ha caracterizado por


una fuerte crítica al modelo tradicional de desarrollo económico impulsado por
los países industrializados y por buscar alternativas más justas y sostenibles
para las sociedades latinoamericanas. En los años 50 y 60, la teoría de la
dependencia se convirtió en una de las corrientes de pensamiento más
influyentes en la región, que sostiene que los países latinoamericanos son
explotados por los países industrializados y que el desarrollo económico no
puede lograrse sin una ruptura radical con el sistema económico global.

En las décadas siguientes, surgieron nuevas corrientes como el


pensamiento crítico, la economía popular y solidaria, el desarrollo sustentable y
el buen vivir, que han enfatizado la importancia de considerar aspectos
sociales, culturales y ambientales en la definición de políticas de desarrollo. En
general, el pensamiento latinoamericano sobre el desarrollo ha promovido la
idea de que el crecimiento económico no puede ser el único objetivo del
desarrollo y que es necesario una visión integral que valore la participación
ciudadana, la justicia social y la protección del medio ambiente.
ESTRUCTURALISMO LATINOAMERICANO

El estructuralismo latinoamericano se deriva de las contribuciones de


científicos sociales latinoamericanos, destacando Raúl Prebisch, Juan Noyola
Vásquez, Celso Furtado, José Antonio Mayobre, Víctor Urquidi, Oswaldo
Sunkel, José Antonio Medina Echavarría y otros. No obstante, puede decirse
que el pensamiento de Prebisch constituye el pilar fundacional de numerosos
trabajos en varias generaciones de científicos sociales en América Latina, por
tanto hablar de la concepción desarrollista de la CEPAL significa en buena
medida hacer referencia a las investigaciones de Prebisch .(1)

En este sentido, Meza señala que el estructuralismo surgido de la reflexión


de este grupo de intelectuales y pensadores reunidos en torno a la Comisión
Económica de América Latina y más tarde desarrollado en coincidencia con
otros centros de reflexión, sentó las bases epistemológicas para un abordaje de
economía política de las relaciones internacionales, brindando los fundamentos
para la interpretación sobre la configuración de un mundo desigual, dividido
entre países desarrollados y subdesarrollados, entre potencias dominantes y
países dominados, a partir de una construcción modélica, de morfología
sistémica, denominada “centro-periferia”.(2)

Entendiendo así el estructuralismo latinoamericano como una corriente de


pensamiento que surge en la década de 1950 en América Latina, con el
propósito de analizar la realidad social, política, económica y cultural de la
región, tomando en cuenta sus particularidades históricas y contextuales. Este
se basa en la teoría del estructuralismo francés, que sostiene que los
fenómenos sociales y culturales son el resultado de estructuras subyacentes
que determinan su funcionamiento y desarrollo. Según esta perspectiva, las
sociedades son sistemas complejos en los que las diferentes estructuras y
relaciones entre ellas condicionan el comportamiento y las acciones de los
individuos.

Abordando temas como la dependencia económica, la integración regional,


la transformación agraria, la identidad cultural, la marginalidad y la exclusión
social, y propone estrategias para abordar estos problemas mediante políticas
públicas y reformas estructurales.

Los argumentos centrales del estructuralismo latinoamericano plantean que


si bien los países de América Latina tienen sus propias particularidades como
economías nacionales, no pueden ser analizados sin considerar su proceso
histórico de inserción en el sistema económico mundial, caracterizado por su
especialización productiva como región proveedora de productos básicos para
la exportación, así como el escaso desarrollo industrial y de la infraestructura
en general. En el documento El desarrollo económico de América Latina y
algunos de sus principales problemas (1949), Prebisch desarrolló su
concepción del sistema centro-periferia y sus implicaciones, cuyas ideas fueron
retomadas y mejoradas después en los cinco primeros capítulos del Estudio
Económico de América Latina (1950).

Con base en su experiencia en el Banco Central de su nativa Argentina,


sobre todo durante el periodo de vigencia del patrón oro, Prebisch planteó que
los ciclos económicos de los países del centro y los de la periferia son
enteramente diferentes. La razón es simple: en estos últimos (los países de la
periferia) el sector externo tiene un grado mayor de influencia en el conjunto de
la economía que en los primeros.

Al parecer, Prebisch pensaba que la estructura económica de los países


periféricos es muy desarticulada, lo que hace que no tenga lugar el proceso
que hace que en la fase expansiva del ciclo se creen endógenamente las
condiciones que conduzcan y den origen a la fase descendente del mismo. Así
pues los ciclos económicos son inducidos por las circunstancias externas, en
lugar de generarse de manera autónoma en el curso del funcionamiento normal
de esas economías.

En concreto, Prebisch argumentó que, sea debido a la abundancia de


capital en las economías avanzadas, o porque mejoran las expectativas en
algunas economías periféricas, o por ambas razones, es frecuente que se
generen entradas de capital que pueden ser voluminosas, dado el tamaño
económico más bien reducido de los países periféricos. Si no se esterilizan las
entradas de capitales crece la liquidez, y los bancos nacionales facilitan las
condiciones para acceso a los préstamos, aumenta el crédito y se expande la
demanda.

En la segunda etapa de evolución del pensamiento de Raúl Prebisch se ha


propuesto desde la década de 1950. El desarrollo de áreas basadas en
"industrialización haca adentro" que excede las restricciones existentes. Antes
de la presión, especialmente de 1930 hasta la Guerra de Corea en la década
de 1950, es un proceso espontáneo de América Latina donde se evidencia el
deterioro de la relación de precio de intercambio regional desde la década de
1920 hasta finales del siglo XIX desequilibrio externo como resultado de la
crisis del año posterior.

Los cambios en la economía global ocurrieron no solo en el país, sino


también en la recesión económica a gran escala en la década de 1930 y 1930.
No solo en el centro, sino también en dispositivos periféricos. La dificultad del
flujo comercial es el efecto más notorio debido a que está en conflicto hacia el
área circundante, por el contrario, está en conflicto.

La demanda interna ha configurado unidades que promueven actividades


industriales en países sin procesar en consideración de un acceso difícil,
bienes importados como resultado, estos hechos han dado un mayor impulso
debido al reemplazo de las importaciones de países vecinos. La crisis en la
década de 1930 causó una disminución en los precios de los productos. Los
conceptos básicos del mercado mundial, entonces Exportación de tales activos
de los alrededores. La situación de la deuda anticipada condujo a una escasez
de moneda.

Como resultado, las importaciones se restringieron a través de políticas.


Reemplazo y tarifas, comisión o prohibición de importación.

Aunque en la década de 1950 en América Latina se cumplió la sustitución


de importaciones de casi todos los bienes finales importados en la denominada
«etapa fácil», a medida que se iba profundizando este proceso también se iba
acrecentando la demanda de insumos y de bienes de capital requeridos,
debido a la excesiva dependencia externa. Arocena, reitera que los bienes de
capital tendieron a ser comprados en el exterior tanto por las empresas
nacionales como las transnacionales en América Latina; además la producción
nacional de estos bienes recibió en general menos protección con respecto al
resto del sector manufacturero.

Esto contribuyó con los obstáculos de la industrialización, al no abrir


espacios de aprendizaje vinculados con la producción de maquinarias y de
sistemas técnicos en su conjunto.

Aunque la corriente del estructuralismo latinoamericano perdió cierta


relevancia en las últimas décadas, su legado continúa presente en la reflexión
teórica y política de la región.

TEORÍA DE LA DEPENDENCIA

La Teoría de la Dependencia es un enfoque crítico que surge en América


Latina en la década de 1960 como respuesta a las limitaciones de la teoría de
la modernización (González, 2018). Este enfoque cuestiona la idea de que los
países en desarrollo pueden seguir el mismo camino de desarrollo de los
países industrializados, y se centra en las relaciones de dependencia entre los
países desarrollados y los países en desarrollo.

1. Antecedentes y contexto latinoamericano

La Teoría de la Dependencia surge en un contexto de creciente desigualdad


y subordinación de los países latinoamericanos frente a los países
desarrollados. Se desarrolla como una respuesta crítica a la teoría de la
modernización, que no consideraba las particularidades y desafíos de la región
(Smith, 2020).

2. Fundamentos y principales ideas de la Teoría de la Dependencia

La Teoría de la Dependencia sostiene que los países en desarrollo están


atrapados en una estructura de dependencia económica y subordinación
política hacia los países desarrollados. Esta dependencia se manifiesta a
través de mecanismos como la explotación de recursos naturales, la
dependencia tecnológica y la dominación de los mercados por empresas
transnacionales (Martínez, 2021).
3. Críticas a la teoría de la modernización y enfoque crítico de la
dependencia

La Teoría de la Dependencia critica la visión universalista de la teoría de la


modernización y argumenta que los países en desarrollo deben seguir
estrategias propias que desafíen las estructuras de dependencia y promuevan
la industrialización y la redistribución de la riqueza (Acosta, 2019).

LIMITACIONES Y SESGOS DE LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA

1. Universalidad del modelo

La Teoría de la Dependencia ha sido criticada por su enfoque


excesivamente determinista y pesimista, que no considera la diversidad de
situaciones y trayectorias de desarrollo en los países en desarrollo (González,
2018).

2. Falta de consideración de las particularidades culturales y contextuales


de América Latina

La Teoría de la Dependencia ha sido acusada de no tomar en cuenta las


particularidades históricas, culturales y estructurales de los países
latinoamericanos, lo que limita su capacidad de explicar la complejidad del
desarrollo en la región (Smith, 2020).

3. Énfasis en el crecimiento económico a expensas de la equidad y la


sostenibilidad ambiental

La Teoría de la Dependencia ha sido criticada por su enfoque centrado en el


desarrollo económico, descuidando la equidad social y la sostenibilidad
ambiental como dimensiones fundamentales del desarrollo (Acosta, 2019).

En resumen, la Teoría de la Dependencia ha contribuido a un enfoque


crítico en los estudios del desarrollo en América Latina. Sin embargo, presenta
limitaciones en términos de universalidad del modelo, falta de consideración de
las particularidades culturales y contextuales de la región, y su énfasis en el
crecimiento económico a expensas de la equidad y la sostenibilidad ambiental.
Es necesario adoptar enfoques más heterogéneos y contextualizados que
consideren las realidades históricas, culturales y estructurales de América
Latina.

Se requiere promover una mayor participación comunitaria en los procesos


de desarrollo, reconociendo a las comunidades locales como actores clave en
la toma de decisiones y en la definición de sus propias prioridades de
desarrollo. Además, es fundamental impulsar la equidad social, buscando
reducir las brechas de desigualdad y promoviendo la inclusión de los sectores
más vulnerables de la sociedad (Martínez, 2021).

Asimismo, se debe poner un mayor énfasis en la sostenibilidad ambiental,


adoptando medidas que protejan el medio ambiente y promoviendo un
desarrollo sostenible que no comprometa los recursos naturales para las
generaciones futuras (Acosta, 2019).

En conclusión, la Teoría de la Dependencia ha sido un enfoque crítico en los


estudios del desarrollo en América Latina, pero presenta limitaciones en su
aplicación. Se requiere adoptar enfoques más heterogéneos y
contextualizados, promoviendo la participación comunitaria, la equidad y la
sostenibilidad ambiental como pilares fundamentales del desarrollo en la
región.

NEO ESTRUCTURALISMO:

Concepto de Neo estructuralismo El pensamiento neo estructural presenta


varios representantes, por lo que existen diferentes criterios a la hora de
analizar el concepto de Neo estructuralismo, Puede concebirse como el
conjunto de estructuras productivas y de gestión que facilita el dinamismo
económico y una mayor igualdad, junto con estrategias y políticas que
posibilitan mayor autonomía nacional (Ricardo Ffrench-Davis).

El Neo estructuralismo es una continuación de la postura básica del


estructuralismo, con algunos ajustes derivados de nuevas realidades tanto
internas como internacionales (Osvaldo Sunkel) Comenzó a desarrollarse en
América Latina en los años 40 del siglo XX como una alternativa de modelo de
desarrollo latinoamericano y sus propuestas influyeron hasta los años 60 y 70
del siglo XX en las políticas económicas de los países dela región.
A partir de estos años, esta política fue sustituida por la política neoliberal
monetarista. La aplicación de la política neoliberal monetarista a partir de la
década de los 80 en estos países, no ha alcanzado los resultados esperados;
por el contrario profundizaron el estancamiento económico de dichos países y
se obligaron a buscar nuevas alternativas para el desarrollo económico
Latinoamericana.

El pensamiento neo estructuralista, surge en los finales de la década de los


80 y principios de la década del 90 como una nueva variante o alternativa para
tratar de resolver el problema del subdesarrollo de América Latina, ya que en
los años 80 se había dado una crisis económica y financiera de grandes
proporciones. Esta década ha sido caracterizada como la «década perdida» en
el desarrollo latinoamericano. Esta crisis no fue sólo económica y social, sino
también una crisis de las ideas; por lo que se empezó a cuestionar tanto la
estrategia de desarrollo imperante desde los años 30, así como el papel activo
y determinante del Estado.

Se había considerado en los años 80 aplicar fórmulas neoliberales de ajuste


y reestructuración, según imponían los organismos financieros internacionales.

Se requería una mirada fresca y renovada para el estudio de la problemática


económica, para buscar caminos y superar la crisis y retornar a la senda del
crecimiento sólido y sostenido, con equidad y democracia. A finales de los años
80 y en los inicios de los años 90, aparecen un grupo de economistas
latinoamericanos con ideas sustentadas en el Neo estructuralismo, aportando
criterios para el análisis de alternativas de desarrollo económico para América
Latina Reflexionar sobre los problemas del desarrollo latinoamericano obliga a
repensar en la región: sobre sus particularidades, y su papel en el sistema
mundial capitalista.

El neo estructuralismo ha intentado ofrecer una visión alternativa a la visión


neoclásica dominante y sus diversas derivaciones. Los trabajos de Fernando
Fajnzylber y de Ugo Pipitone. Fajnzylber siendo el autor más consistente dentro
de esta corriente y de sus propuestas, que abrevan las formulaciones de la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), particularmente
las de comienzos de los años 90, así como otros autores neoestructurales, Por
su parte, Pipitone nos interesa porque de manera diáfana pone de manifiesto
los supuestos teóricos y metodológicos desde los que se construye el discurso
neoestructural, así como sus limitaciones en la caracterización de América
Latina y en las soluciones para resolver los problemas del subdesarrollo.

La primera, se refiere a la necesidad de «profundas transformaciones en las


estructuras productivas agrícolas». parecería ser una una salida del atraso
económico» Fajnzylber concuerda en la importancia de «la transformación de
la estructura agraria», ya que «la experiencia enseña que en muchos casos de
industrialización la transformación estructural del sector agrícola desempeñó un
papel importante» Más allá de las diferencias sobre el sector económico
detonador de energías virtuosas, importa destacar que tanto de Pipitone como
los de la Cepal y Fajnzylber existe un común denominador: Todos apuntan a la
búsqueda de un «núcleo endógeno» que desate y dinamice las potencialidades
del desarrollo, bajo la figura del progreso técnico.

Por su parte, el estructural-funcionalismo quedó prácticamente desfasado


de la escena intelectual como paradigma competitivo; al no cumplir con sus
predicciones anunciadas en la dinámica del sistema de estratificación social
ascendente, puesto que se enfrentó, más bien, a la proletarización,
marginación y extrema pobreza de la mayoría de las poblaciones
latinoamericanas. Se dirá entonces que el vacío fue rellenado con el
advenimiento del neoestructuralismo y con el poscolonialismo que surgieron en
el curso de la década de 1990.

El primero, centrado en la idea de reestructurar el viejo paradigma


desarrollista, pero a la luz y en concordancia de las señales que emite el
neoliberalismo. El segundo, en función del posmodernismo europeo y
norteamericano, propone leer e interpretar eclécticamente a América Latina en
los estrictos marcos culturales, posmodernistas y antiracionalistas
desdibujando la idea y la razón histórica de aquella monumental construcción
histórica que José Martí bautizó como Nuestra América.
La idea de que los paradigmas dominantes de la actualidad
(neoestructuralismo, poscolonialismo y neoliberalismo) corresponden a la
superestructura ideológica, psicológica, y cultural de la sociedad capitalista e
imperialista contemporánea, por más que a veces presenten rasgos
progresistas en sus elucubraciones teóricas.

Por esto, de ninguna manera representan una alternativa cognoscitiva y


libertaria para el grueso de la población y de la sociedad. Más bien fortalecen y
perfeccionan al Estado, al capital y a sus empresas sin alterar las relaciones
sociales, la propiedad privada y la explotación del sistema. Es por ello que,
temáticamente, la TMD debe crear categorías y conceptos dentro del
metabolismo revolucionario de transformación social y política que le permitan
analizar profundamente la actual etapa en que se encuentra el capitalismo en
tanto modo de producción hegemónico en escala mundial, sus características y
contradicciones, así como el significado que tiene la globalización en sus
comportamientos, estructuras y dinámicas.

Pero en la medida en que subsisten como nunca (la dependencia y el


subdesarrollo, con la consiguiente producción de atraso y de todo tipo de
atrocidades para la población que éstos generan en los países periféricos), la
extensión de la ley del valor y de la súper explotación del trabajo como
mecanismos para contrarrestar las profundas dificultades y desigualdades que
acarrean la sobreproducción y sobreacumulación de capital, en gran parte,
derivadas de los nuevos métodos de organización flexible del proceso de
trabajo y de la aplicación de tecnología automatizada.

Si bien es cierto, el tema de la revolución no es el tema central tiene que ser


para la TMD en el contexto del estudio, análisis y tendencias de los procesos
de cambio y transformación social a partir de sujetos históricos concretos, bien
definidos y actualizados (clase obrera, campesinado e indígenas y otros
sectores como los estudiantes y los movimientos) que se planteen como
objetivo estratégico la lucha por alcanzar niveles superiores de vida, de trabajo
y de sociedad en un marco histórico complejo que no puede ser ya el de la
vieja sociedad burguesa.
Tomando como referencia el estructuralismo clásico latinoamericano desde
Raúl Prebisch y analizando los criterios más discutidos, sobre la base de las
nuevas condiciones de la economía mundial. A partir de las políticas
económicas aplicadas en los países de América Latina, se ha destacado en
períodos recientes las concepciones del Neo estructuralismo como corriente
del pensamiento económico latinoamericano, que tiene como antecedente
teórico fundamental el Estructuralismo Latinoamericano surgido en la década
del 40 del siglo XX.

Los representantes más importantes del Estructuralismo latinoamericano de


los años 40 como Raúl Prebisch, Celso Furtado, Aníbal Pinto, Osvaldo Sunkel,
entre otros; iniciaron el desarrollo de una serie de concepciones económicas
que constituyen la base del modelo estructuralista. Por su lado, Raúl Prebisch
elaboró la teoría Centro – Periferia, la cual refleja que la economía mundial está
compuesta de dos polos y que la estructura productiva de los mismos difiere de
modo sustancial. La causa de esta diferenciación se atribuye a que la difusión
del progreso técnico ha sido lenta y desigual de los países donde se origina
hacia el resto de los países.

Este análisis muestra la problemática latinoamericana en el contexto de la


economía mundial, lo cual permite demostrar las características del desarrollo
económico de unos y otros países; así como pone de manifiesto los defectos
de las Economías de los países periféricos.

Según Prebisch, existen los países centros que se caracterizan por tener
una estructura económica homogénea y diversificada; mientras que los países
periféricos muestran una estructura económica heterogénea y especializada.
Esta relación refleja la dependencia de los países periféricos respecto a los
países centros en todos los aspectos de la vida económica, política y social.

Entre sus representantes principales se encuentran: Ricardo Ffrench-Davis,


Osvaldo Sunkel, Osvaldo Rosales, Theotonio dosSantos, Fernando Fajnzylber,.
En el caso de Theotonio Dos Santos, al igual que otros autores como Ruy
Mauro Marine y Celso Furtado, son también representantes de la Teoría de la
Dependencia, la cual tiene una relación importante con la esencia de la teoría
neo estructuralista pues abordan elementos coincidentes acerca de la
problemática del subdesarrollo; ellos defienden ideas centrales tales como:

1. El subdesarrollo está conectado de manera estrecha con la expansión de los


países capitalistas industrializados.

2. El desarrollo y el subdesarrollo son aspectos diferentes del mismo proceso


universal del capitalismo.

3. El subdesarrollo no puede ser considerado como la condición primera o


punto de partida para el proceso histórico del desarrollo.

4. La dependencia, con todo, no es solamente un fenómeno externo, sino que


se manifiesta también en diferentes formas de estructura interna (social,
ideológica y política).

NEO DEPENDENTISMO:

LA NEODEPENDENCIA es la negligencia o la intención deliberada de los


países ubicados en el centro del sistema capitalista mundial conducía a la
explotación de los países pobres de la periferia, lo que significa una
permanente concentración de capital al centro y ausencia del mismo.

En los rasgos de dependencia se muestran en todas las áreas de la


actividad económica, esencialmente en la laboral, alimentaria, financiera,
tecnológica y comercial. Los productos que se consume ya no sólo proceden
de la producción nacional; antes el sector suministraba estos productos, las
materias primas industriales, mano de obra para la industria y excedentes
exportables para financiarla El precio de los productos de importación de los
alimentos no es más bajo que el de los producidos aquí.
Esto tendría que elevar el precio de la mano de obra, pero en realidad lo
que está sucediendo es una contención salarial que tiene su costo en la calidad
de reproducción de la mano de obra y la precariedad. Lo anterior tiene una
doble implicación: la pérdida de la soberanía alimentaria, que es estratégica
para la estabilidad del país, así como los efectos que tiene en la propia
autonomía de la política económica y, por otro lado, se ha convertido en un
mecanismo de extracción de recursos de la población al consumir productos
importados.

En las ciudades, cada vez mayores grupos de personas se dedican a


actividades informales, cerca del 60% de la Población Económica- mente
Activa (PEA), y sigue creciendo. Las pequeñas y medianas empresas no logran
consolidarse, casi al tiempo que se crean, desaparecen. La neo dependencia
se da en la etapa actual bajo el marco del neoliberalismo.

Después de varias décadas de haberse dirigido la producción tanto hacia el


mercado interno, como al externo, ahora los productos y la esfera de la
producción se encaminan hacia el mercado externo, Pero no todos los
productos se exportan, sólo un pequeño grupo de ramas de actividad son de
interés particular para la economía norteamerica, con la propiedad y dominio de
las empresas transnacionales.

Desde el punto de vista de la extracción del excedente, se puede observar


que la forma a través de la cual se gesta el plusvalor es por la vía tanto de la
plusvalía absoluta, como relativa generadas por sectores productivos con una
gran heterogeneidad, los dinámicos con alta tecnología y fuertemente
vinculados con las cadenas productivas internacionales, y los de baja
tecnología dirigidos al débil mercado interno de capital nacional como el
calzado, la industria textil, la curtiduría y los productos del campo no destinados
a la exportación.
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9. Ciudad Juárez, ISSN 2007-3739, Vol. 7, Nº. 39, (Ejemplar dedicado a:
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