l•O'.ú Gáo:t:b'e'la. t-Ji.\leníáii�A
O 1
dije que debía estar bromeando, 1pero1 nór se
r:i:ó ,'?-'Una· vez que ,11e�amos·· a mi•,,cua..r:.to y él
sef'sentó en· el banqai't:O'ice:r,ca.:.de ·JJa ven•tlana
y·- yo ·ime re·costé•: ·�n .lJa. aanl'a1, 11 no supe'!-,qué
roás ·:h cer-porque•:ya se·, hao5.:aieaJ!rnado Ly ah�
1a
estábamo·s�r,-eri-• m:i:' dormi:toricr:i1: {il • ¡ f,
'� l �Jff L l E ,_ i... .i l� .1·!1.��,��o•·!
�""' , J:comencé a .•pneocuparme ·nu'e'1amente·:>pdr
eJ: 1 c0rpiñ,o,.· · :Mientras es-taba ahí�- haoieiiido
acrobacias 'y· c0n, 1 las-J·man'os; encr.edada'S debajo
de .:t-a-blasa, ·solté un•bufidoique1lo-,sobl!'.esal tó.
Es 1·que ·.me adordé de 11a, eX!plJ.,ca:o,ifón qu·e-.,daban
sobre� e ·1.J. exi-to de -la JCoca;,-.en:i:e} ,muno.o�•::,le
dije�·,puso oara"de que quer'ia ,.-q'-u'e:,·cotnpa11rtiera
con•, él, y-1-en:toncE!s se(Jltlí ,,)Jess,queo su-s,r�t�tas
eran z más ;_¿ig:randes que -ilia-Y' ca-béz�fl • promedió
de cualquier LJ!j aponé,.si.;iüSonfr:i.ó1;· :,p:;ero 5-é• r_ J:e
aguáron 1o&'O�os'cuando,eerminé �, entonces)
otra ve:z, agarrarme:l.lná-: peni.ta rEra.(\.l'.n �hice
tan se · ns,.ible 1 Lo :1!1.amé'--·cor.i,r,la1s )marioscy se
• ;
ae:ercó y :tomé· SU' cabeza.�yc1 éipcigué:sú r l!lfa11rto1,.i
así, contra ,mi•s pE:!-oh0 · 51,qylah.í;wya- _!i-10-·�ude.i:más
del calor. Entre los mocos de John Wayne
y,•Jsu �uespirac-ióri 'y e,1':•TGa,lb-:r,, de�d.dl! que,
a.unque "debía' :segu,i.t·: apoyá0dóJ:d, �.tJampooqne;ra
cuestión- L·de 'hacerlif> ÍStl:l,f.rie- l11 ' dól11¡:, Lo .::r apa�té
y. ,rn,e ·d€sabo:toné 1a·, blusa: y;,,1nfe qui:t.� e'l
Co):?pi,ño :i N0 sé, na'lgo:::-debi1ó.:•<récox:dar ,Y pórql'.la
se J.anz,6 sobi;:e1 E, mi,s ,, peeho:s1;i '=> :quE,P ·,f,t::ddó --, hay
que deci:v; itio sé>ri"a,ñ-"-ios� ·de lat'.(!;0 - éa,,·uperb
noi:, es-1:iaban -rré da 2ms1L � conte.hlziót r,1;vchupai:-u.os
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cGn 1 ·ba'5:tante1:, 'Gie-..sesper-a;0,ióll r n t'Po.l:frec:i"'W,>J se
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L,\Jlego )se,:qmB-d.6 cdbr-ln.ic'0', -Y.1-P éolno:> and'ab~a_;pásad.o
Álbu111 de familia l.
de kilos, mi brazo se amortiguó. Y dale yo,
sacúdelo y sacúdelo, y él que se levant c1
sobresaltado, ve la cama, me ve a mí y pega
un grito y se lleva las manos a las bolas.
Me comencé a reír y a él eso no le
hizo ninguna gracia y otra vez comenzó a
.f:1:·_,_J.tl�;\1 vociferar como en el cine, pero esta vez ya
sin banda sonora y, sin el eco de la sala,
algo comprendí. Entre su pésimo acento, las
tres o cuatro palabras en inglés que decía
en cada oración y su tono chillón, esto es lo
que entendí, que lo habían dejado varado en
el aeropuerto, que Dios estaba de su lado,
que era predicador en Las Vegas, que había
hecho no sé cuántas películas y que luego
esto y aquello. Ya me había dado cuenta
de que necesitaba que alguien lo escuchara
y, como tenía el ventilador prendido, las
ventanas abiertas y estaba recostada en la
cama, escucharlo no me pareció demasiado
desgastante. Después de un rato, le ofrecí
el tereré. Todo hay que decirlo, el muchacho
era complaciente, porque dejó de gritar y
tomó la guampa y pareció gustarle, porque
cuando terminó me la tendió de vuelta y
no esperó a que yo me sirviera, sino que
volvió a vaciarla él mismo. Eso lo calmó
del todo y se sentó en el filo del colchón
y me confió que su nombre completo era John
Wayne Bobbit. Yo estiré la mano y le dije
que era un gusto y que yo me llamaba Amalia
Rodríguez.
Creo que no entendió o no sé qué qucr.L'l