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FACULTAD DE DERECHO
ESCUELA DE DERECHO
CURSO:
Derecho Eclesiástico del Estado
DOCENTE:
Damian Paredes, Ulices Milton
INTEGRANTES:
2021 - 1
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN
II. MARCO TEÓRICO
CAPÍTULO I: GENERALIDADES
1.2.1. Concepto
1.3. Disolución
3.1.1. Concepto
3.1.3. Interpelaciones
3.1.4. Efectos
3.2.1. Concepto
3.2.2. Supuestos
3.2.3. Requisitos
3.2.4. Procedimiento
4.1.1. Dinamarca
4.1.2. Finlandia
4.1.4. Suecia
4.2. Países de Europa Sur: Matrimonio civil con forma optativa civil o religiosa
4.2.1. España
4.2.2. Grecia
4.2.3. Italia
4.2.4. Portugal
4.3. Países de Europa Centro: Matrimonio civil único
4.3.1. Alemania
4.3.2. Austria
4.3.3. Bélgica
4.3.4. Francia
4.3.5. Luxemburgo
III. CONCLUSIONES
IV. BIBLIOGRAFÍA
I. INTRODUCCIÓN:
Reconocemos al matrimonio, como la alianza entre varón y mujer para toda la vida,
esto es, los esposos se entregan el uno al otro para siempre. Bajo este supuesto,
podemos decir que, con la celebración de este sacramento, se adquiere un
compromiso perpetuo con el cónyuge, caracterizado por la indisolubilidad, no puedo
ser disuelto por ningún poder humano salvo la muerte, tal como solemos oír en las
ceremonias matrimoniales a las que hemos asistido “lo ha unido Dios, que no
separe el hombre” así como “hasta que la muerte los separe”.
CAPÍTULO I: GENERALIDADES
1.2.1. Concepto
Este punto implica que como menciona Bernárdez (2006) “el comercio
carnal con tercera persona con conocimiento de la infidelidad que se
comete y por una libre decisión de la voluntad”. Se deduce entonces
que, no basta con el acto material, pues puede darse el caso que, se
desconozca la permanencia de este vínculo, como ejemplo cuando se
cree muerto al cónyuge anterior o si se ignora que la persona con la
cual se comete la infidelidad no es el propio cónyuge, también cabe la
posibilidad de que sea realizado el acto adúltero coaccionado por la
violencia. En esos supuestos mencionados, hay un adulterio material
mas no formal y culpable, en consecuencia, no procederá la
separación.
● Asentimiento al adulterio
El Papa Pio XII, en el discurso a los esposos (1942) dice que la Iglesia
aplaude la conducta generosa y abnegada del cónyuge que perdona,
fundándose en el principio fundamental del cristianismo, la caridad”
● La compensación de adulterios
“Si unos de los cónyuges ponen en grave peligro espiritual o corporal al otro o
a la prole, o de otro modo hace demasiado dura la vida en común,
proporciona al otro un motivo legítimo para la separación, con autorización
del Ordinario del lugar y, si la demora implica un peligro, también por
autoridad propia” Can.1153.1. (Bernárdez, 2006)
Esta causa enunciada legalmente con la fórmula del c.1153.1 “si hace
demasiado dura la vida en común”; comprende una serie de
circunstancias muy variadas que pueden surgir en la complejidad de la
vida matrimonial, cuyo efecto es el de hacer imposible o excesivamente
difícil la vida en común. El antiguo c.1131 señala “si con sus sevicias
hace la vida en común demasiado difícil”, nombrando servicias a las
manifestaciones de dureza, maltrato, desconsideración, etc. (Bernárdez,
2006)
En ese sentido, el art 24° sobre la separación de cuerpos señala que la mujer
conserva su derecho a llevar el apellido del marido y en caso exista
controversia, será precisa la resolución de un juez.
Por otro lado, los principales efectos canónicos según Bernárdez (2006) se
refieren al domicilio de la mujer separada, la dirección, la formación y
educación de los hijos.
En el canon 1155 del código de derecho canónico proclama que “El cónyuge
inocente puede admitir de nuevo al otro a la vida conyugal, y es de alabar que
así lo haga; y en ese caso, renuncia al derecho de separarse.” Este precepto,
por su formulación es aplicable tanto a la separación perpetua como a la
separación temporal.
1.3. Disolución
Cabe mencionar que se entiende por muerte natural al deceso generado por
vejez, enfermedad, sin que exista de por medio un accidente o trauma.
En ese sentido, Bernárdez (2006) cita a Jemolo quien señala que la muerte
de uno de los cónyuges, tiene como consecuencia la desaparición de los
presupuestos necesarios del instituto matrimonial.
Por otro lado, se tienen como efecto jurídico más importante de la disolución
de matrimonio la posibilidad de celebrar uno nuevo. No obstante, la
celebración de un nuevo matrimonio está condicionada a la comprobación de
la muerte del cónyuge anterior; esta comprobación tendrá lugar mediante la
aportación de documentos auténticos, eclesiásticos o civiles, en el expediente
de investigación de la libertad de los contrayentes.Cabe mencionar que, el
derecho canónico en ningún momento especifica o establece un lapso de
tiempo determinado por reverencia a la memoria del difunto, pues no
considera que esto sea propicio.
La trascendencia del acto conyugal explica por qué es tan importante para la
Iglesia la consumación del matrimonio, pues ningún acto, mejor que el
conyugal, tiene la fuerza de expresar la entrega sincera de los cónyuges. El
matrimonio es una “íntima comunidad de vida y amor” enraizado en la
donación y entrega personal de los cónyuges. La indisolubilidad del
matrimonio deriva de la esencia de esa entrega sincera de los cónyuges, de
ese carácter del amor esponsal que es la “unidad de una sola carne”. La
indisolubilidad se asienta en la lógica jurídica de la donación personal, en la
dimensión jurídica del ejercicio de la sexualidad humana que origina el
vínculo jurídico matrimonial. Por esto mismo, si el matrimonio no ha sido
consumado, puede ser disuelto por la Santa Sede, mediante una dispensa.
En tal sentido, sobre la inconsumación, López M. (s.f) señala que el canon 1119 del
Codex contiene dos excepciones a la indisolubilidad del matrimonio introduciendo
en una de estas excepciones la inconsumación de los cónyuges. En ese sentido
afirma que el matrimonio no consumado se disuelve tanto por disposición del
derecho en virtud de la profesión religiosa solemne como por la “dispensa concedida
por la sede apostólica con causa justa, a ruego de ambas partes o de un de ellas,
aunque la otra se oponga.”
Sin embargo, el canon 1119 pertenece al anterior código canónico por lo cual no es
vigente. En ese sentido se debe tener en cuenta que el matrimonio inconsumado
actualmente en virtud al artículo 1º del Capítulo IX del Código Canónico el cual
contempla distintos supuestos que constituyen una excepción al principio general de
la indisolubilidad, recogiendo entre estos al matrimonio no consumado entre
personas bautizadas, o entre una persona bautizada y otra no bautizada, el cual, “de
acuerdo al canon 1142, puede ser disuelto por justa causa por el Romano Pontífice,
a petición de ambas partes o de una de ellas, aunque la otra se oponga”.
(Zambrizzi, E.)
d) Efectos:
3.1.1. Concepto
Respecto de este punto Bernárdez (2006) indica que de ser el caso que
ambos reciban el bautismo no procedería este privilegio toda vez que
estaría faltando esa razón o necesidad de asegurar la fe de la parte
convertida. Dicho esto, no tiene aplicación después de bautizados los
dos cónyuges aun cuando no celebren el rito en simultáneo, ni tampoco
si una de las partes ya estaba bautizada al contraer matrimonio.
Además, este matrimonio, devendría rato por el bautismo de los mismo,
en cuya situación solo la potestad del Papa puede disolverlo si
hablamos de un matrimonio rato pero no consumado tras la conversión.
Dicho esto, queda claro que este bautismo debe ser válido, aunque se
haya recibido en la Iglesia o comunidad separada, contrario sensu no
surtirá los efectos jurídicos propios del mismo.
● Abandono moral
● La imposibilidad de practicarlas.
● La inutilidad
● El perjuicio de que pudiera seguirse a la parte convertida o
incluso a los cristianos del país.
En conclusión, tanto Pío XII como Juan XXIII y Pablo VI, concedieron
regularmente dispensas en favor de terceras personas católicas o de católicos
que deseaban casarse con un no católico sin que este, posteriormente, se
hiciera católico. Este privilegio pues, ha quedado verdaderamente establecido
en su más amplia concepción hasta el presente, para resolver el problema de la
terminación de matrimonios cuando está en juego la fe de un católico, así haya
sido celebrado con dispensa de disparidad de culto o de mixta religión y
extensible también a terceros que, aunque extraños a la relación matrimonial, al
ser disuelta por el Papa, tienen por razón de su fe un interés especial en la
terminación de aquella relación matrimonial.
3.2.2. Supuestos
El § 2 del canon citado indica que se deben respetar las condiciones del
matrimonio mixto (de disparidad de cultos); no obstante, se ha de contraer
en forma legítima de acuerdo con todas las prescripciones del derecho y el
§ 3 prescribe que se deben respetar las obligaciones de derecho natural
hacia las demás mujeres y sus hijos, esto es, debe procurar el sustento de
todos (las mujeres y los hijos) y atender a la educación y otras necesidades
de sus hijos.
3.2.3. Requisitos
3.2.4. Procedimiento
4.1.2. Finlandia
4.1.4. Suecia
Por una cantidad considerable de años, Suecia había sido confesional, se
unió de modo oficial a la confesión Luterana de la Iglesia de Suecia; desde el
1 de enero de 2000 sigue en materia de relaciones Iglesia-Estado, un sistema
de separación y colaboración dejando de ser confesional.
4.2. Países de Europa Sur: Matrimonio civil con forma optativa civil o religiosa
4.2.1. España
El planteamiento legislativo español sobre el matrimonio en el último siglo
tiene momentos clave que han sido dominados por un sistema principalmente
canónico y subsidiariamente como el matrimonio civil.
Esta normativa se vio reforzada en el primer código civil de 1889. El art 42,
polémico texto que estuvo en vigor casi un siglo, establecía como obligatorio
para los católicos el matrimonio canónico y de modo subsidiario el matrimonio
civil para los no católicos. (Santos, 2002)
4.2.2. Grecia
4.2.3. Italia
4.2.4. Portugal
En el Código civil de 1867, el primero que se estableció en Portugal, aparte
de las normas sobre matrimonio civil se reconocían los efectos civiles al
matrimonio religioso de los católicos, así como también la competencia
exclusiva de los tribunales eclesiásticos en las causas de nulidad del mismo
matrimonio (arts. 1609 y 1086). El matrimonio civil quedó impuesto como
obligatorio para todos por decreto de diciembre de 1910, el primero que
firmaba la recién instaurada República en octubre del mismo año. Pero al
firmarse el Concordato con la Santa Sede el 5 de mayo de 1940 el Estado
portugués volvió a reconocer eficacia civil al matrimonio canónico, incluso
desde el primer momento de la celebración, siempre que la inscripción se
registral se realizará dentro de los siete primeros días; en algunos casos era
innecesario el proceso preliminar civil de proclamas (arts. 22-25). Esta
situación concordataria fue confirmada por el Decreto Ley del 25 de julio de
1940. El nuevo Código civil de 1966, reconoció esta facultad opcional de
matrimonio religioso o civil; la validez civil del matrimonio canónico requería
que los contrayentes carecieran de impedimentos tanto canónicos como
civiles (arts. 1587 y 1599-1670). (Santos, 2002)
1) Si son auténticas.
4.3.2. Austria
Austria representa en cuanto a legislación matrimonial una especie de caso
atípico. Tradicionalmente era admitido el matrimonio canónico con plena
eficacia jurídica, incluida la competencia de los tribunales eclesiásticos en
materia de causas matrimoniales de nulidad y disolución de matrimonio no
consumado hasta el período de la ocupación alemana de 1938; pero en ese
momento pasó por ley especial al sistema de matrimonio civil único y
obligatorio. (Santos,2002)
4.3.3. Bélgica
La legislación matrimonial de Bélgica arranca de la influencia del Código
Napoleónico.
La legislación del Código Civil vigente desde 1861 aunque con múltiples
reformas como la ejercida en 1935 referente al divorcio, establece como
única clase de matrimonio, el civil. El matrimonio debe celebrarse
públicamente ante el oficial del estado civil del común, previo el
correspondiente expediente y publicaciones (artículos 165 y 166 del Código
Civil).
4.3.4. Francia
El sistema matrimonial francés tuvo influencia de la Revolución francesa y
del código napoleónico por eso se fundamentaba en “matrimonio civil, único
a efectos civiles”.
4.3.5. Luxemburgo
Luxemburgo proclama en su constitución la libertad de culto y su ejercicio
público (artículo 19). Aunque la mayoría de la población, el noventa por
ciento, es católica, lo cierto es que el matrimonio religioso carece de efectos
civiles, pudiéndose afirmar que rige el sistema de matrimonio civil obligatorio.
III. CONCLUSIONES
En conclusión, la insoncumación del matrimonio es un supuesto por el
cual se puede pedir la disolución del matrimonio, esta disolución se da por
la dispensa pontificia, cuya relevancia radica en que permitirá a los
cónyuges contraer un nuevo matrimonio; asimismo solo puede dispensar
el Sumo Pontífice en gozo de su facultad potestad vicaria.
El ejercicio de los privilegios, supone la existencia de una amenaza
efectiva para el bien de la fe, es decir la importancia del bien de la
indisolubilidad exige que la excepción que se hace del mismo se base en
razones de extrema gravedad, ya que está en juego una causa superior.