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FOLLETOS DEL MANUAL

BÁSICO NACIONAL DEL

M. J. V. C.

MISTERIO
PASCUAL
1.- NOTA INTRODUCTORIA.

Estos folletos contienen el desarrollo de las pláticas tal y


como vienen en el Manual Básico. Son una opción para
que el Auxiliar y/o el Asesor tengan una idea de cómo
desarrollar su plática. Habrá que adaptar algunas cosas
según las circunstancias específicas de cada grupo.
Siempre será necesario releer lo que el Manual Básico
dice sobre esta plática, en especial las págs 27-32,. 80-
81, 106-109 153-61. Sólo así podrán entenderse el
objetivo y contenido de este folleto.

2.- EXPLICACIÓN DE LA PLÁTICA.


M.J.V.C. PÁG. 2

El Manual Básico nos habla del objetivo de está plática:


Proclamar la pasión, muerte y
resurrección de Cristo como el
cúlmen de la Salvación de todos los
hombres, como don de la Gracia y
Misericordia de Dios, y poder así
descubrir a Cristo como Señor del
universo (MB, p. 106).
Esta es una plática esencialmente KERYGMÁTICA, es
decir, que debe anunciar la Buena Nueva del Amor de
Dios, manifestado en la Pasión, Muerte y Resurrección de
Jesucristo, Nuestro Dios y nuestro Salvador.
Lo más importante será entonces HACERLA VIDA,
mostrar la muerte y resurrección de Jesús como algo
importante para el joven, algo esencial en su vida.
Después de haber escuchado la Historia de la Salvación y
la presentación de Cristo como Verdadero Dios y
Verdadero Hombre, deben ahora los muchachos
escuchar, mejor dicho, vivir este gran proyecto de Dios
para él: La Redención en Cristo.
El peor error sería dar una clase de historia, o de Biblia, o
de hermeneútica; peor aún sería querer apantallar al
joven o saturarlo de datos incomprensibles.
Quizás uno de los aspectos más importantes sea
individualizar la plática: involucrar a cada participante,
hacerle vivir esta historia como algo propio. el joven
debe poder afirmar, al terminar la plática: ”yo estuve ahí,
yo vi a Cristo juzgado, condenado y crucificado, y
también soy Testigo de su Resurrección. Estos son los
tres días más importantes de mi vida
Habrá que tener cuidado también de no manipular los
sentimientos o la libertad del joven. Es una solución
demasiado fácil y cómoda el “hacerlo llorar” y pensar que
así se ha convertido a Cristo. Los sentimientos son
buenos, pero no deben dominarnos. La conversión debe
ser una decisión personal, libre, en paz y en pleno
M.J.V.C. PÁG. 3

conocimiento de lo que Cristo hizo y también de lo que Él


exige de sus seguidores..
Será también importante respetar la estructura propuesta
por el Manual Básico: No hay que juntar la plática de
“Cristo” con “Misterio Pascual” o con “Historia de la
Salvación”. Hay que evitar la tentación de juntar temas,
ya que cada plática tiene un objetivo específico, y se
corre el riesgo de distorsionar la estructura de la Jornada.
No olvidemos que la Jornada es un todo completo y
estructurado,

3.-CONTENIDO DE ESTE FOLLETO:


El lector encontrará dos secciones en este folleto:
1.- PRIMERA SECCIÓN: un desarrollo práctico, ya dado
en jornadas, pensado para los muchachos de nuestra
zona.
• El texto de la plática viene en letra normal.
• Lo que viene en negrita son los títulos del esquema
del Manual Básico Nacional del M.J.V.C. (No es
necesario leerlos al dar la plática).
• Lo que viene en Graphite Light son algunas ideas
adicionales que pueden insertarse en la plática o no, a
juicio del expositor, según el auditorio a quien se dirija.
• Las citas Bíblicas viene en cursiva.

2.- SEGUNDA SECCIÓN: EL PENSAMIENTO DE JUAN PABLO


II: Ya que el Manual Básico Nacional tiene mucho material
de apoyo, tanto en el Cap. 2 como en el 5-A, hemos
preferido incluir algunos textos de S.S. Juan Pablo II.
Estamos seguros que estos ayudarán a una
profundización del Mensaje de la plática.

4.- OTRAS INDICACIONES PRÁCTICAS:


1. El esquema de la plática se encuentra en el Manual
Básico Nacional del M.J.V.C., en las págs. 107-109. No
consideramos necesario repetirlo aquí
M.J.V.C. PÁG. 4

2. El desarrollo que ponemos aquí busca narrar en forma


vivencial el Misterio Pascual. En todo momento habrá
que esforzarse por mantener el interés de los
muchachos y responder a sus preguntas e inquietudes.
3. Siempre que sea posible, el Sacerdote Asesor deberá
dar esta plática, ya que él tiene los conocimientos
necesarios para responder a cualquier duda.
4. Hay que recordar que el Manual Básico Nacional trae
un Material de Apoyo muy extenso, en el Capítulo 5-B,
págs. 153-161, así cómo en el Cap.2, págs.27-32. Será
importante leer estos textos para captar el sentido
doctrinal de la plática.
5. Como lo marca el horario del Manual, será importante
que la plática esté seguida de un Via Crucis, para que
el joven pueda vivir con Cristo su Pasión Muerte y
Resurrección. Este deberá terminar con un tiempo
para meditación personal, sin presión de ningún tipo (ni
siquiera de tiempo), de preferencia en la capilla u otro
lugar adecuado, ante la Cruz o ante el Sagrario, para
que el joven tenga este “encuentro de ojos abiertos y
corazón palpitante con el Señor Resucitado”.
M.J.V.C. PÁG. 5

1.- PRIMERA SECCIÓN: DESARROLLO


PRÁCTICO DE LA PLÁTICA.
I.- INTRODUCCIÓN.
1.1 la historia de la salvación tiene su
cúlmen en los últimos tres días de la vida
de cristo.
Dar una plática acerca de Cristo no es cosa fácil. No es
como hablar de Buda o de Mahatma Gandhi o de Benito
Juárez. Porque todos estos personajes son muy
importantes, pero, al fin de cuentas, no te afectan tanto,
no cambian tu vida, no te piden un cambio.
Ante Cristo, por otro lado, todo mundo se siente
cuestionado, todos tenemos que dar una respuesta, y
una respuesta personal: Para ti, ¿quién es Jesús?
¿Realmente es quien dice que es? ¿Qué respuesta vas a
darle?
Por eso es una responsabilidad tan grande el dar una
plática acerca de Cristo: ¿Qué tal que la doy mal? ¿Que
digo algo equivocado? Para muchos de ustedes, tal vez
esta sea la única oportunidad en mucho tiempo de
conocer a Cristo, de saber algo más de Él.
1.2 Los tres días más importantes en la
vida de Cristo y de la humanidad entera.
El MISTERIO PASCUAL.
Por eso este momento, después de haber escuchado, en
la plática de Cristo, quién fue Jesús y qué mensaje
predicó, los milagros que hizo, vamos a tener otra plática.
Una plática que nos llevará a los más profundo del
misterio de Cristo, a lo más importante que Él hizo en su
vida. Porque no todo en la vida de Cristo tuvo la misma
importancia. Sabemos por la Biblia que los tres últimos
días de su vida fueron los más importantes. En ellos
Cristo lleva a su cúlmen la Salvación que Dios ofrece al
hombre.
M.J.V.C. PÁG. 6

Jesús mismo había ya predicho su muerte (cfr.Mc.8,31;


9,30; 10,32). sus discípulos no lo habían entendido. Pero
Jesús los guía hasta su destino final.
¡Jesús de Nazaret! Su aventura maravillosa empezó hace
ya tres años... Lleva tres años predicando la Buena
Nueva, la Venida del Reino, el Amor benevolente de Dios
hacia todos los hombres. A lo largo de estos tres años,
Jesús ha querido reunir a un pequeño grupo de
discípulos, de amigos cercanos, a quienes ha ido
revelando los Misterios del Reino. Poco a poco les va
confiando el sentido más profundo de Su misión.
Porque Jesús tiene una misión que cumplir. Debe traer la
salvación a todos los hombres, de todos los tiempos, no
solo a unos cuantos, no solo a los de su tiempo, sino a
toda la humanidad, a ti y a mí, y solo tiene una forma de
hacerlo: muriendo por nosotros.
Pero Jesús se ha enfrentado también a la incomprensión,
al rechazo cada vez mayor, por parte de los escribas y
fariseos: Ellos no quieren cambiar, no quieren
convertirse, no quieren comprender la grandeza del Amor
de Dios. Ven en Jesús un adversario, un enemigo, a quien
hay que eliminar.
Ante este rechazo, Jesús reúne a sus discípulos y les
explica que debe morir: “El Hijo del hombre será
entregado en manos de los pecadores, .... y al tercer día
resucitará" Ellos no comprenden sus palabras, pero su
amor a Jesús los impulsa a seguir adelante.
Así pues, esta plática se llama “Misterio Pascual”. Se
llama así porque precisamente durante la Pascua del año
30 D.C., Cristo nos revela, por su Pasión, Muerte y
Resurrección, el Misterio del Amor de Dios, un Amor total
que lo lleva a entregarse por nosotros hasta dar su vida.
Así como la venida de Cristo es el momento culminante
en la historia de la humanidad, así también la Misión de
Cristo vive sus momentos más importantes en los tres
últimos días de la vida de Cristo. En ellos, en lo que
conocemos como Su Pasión, Muerte y Resurrección,
Jesús lleva a cabo plenamente su misión, se somete
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plenamente a la voluntad del Padre para nuestra


salvación. Son los tres días más importantes de su vida,
son también los tres días más importantes de la historia
de la humanidad, ya que en ellos Jesús consigue la
salvación del mundo entero.
1.3 Jesús nos enseña una doctrina
sublime, el amor y el perdón.
Porque Jesús no es sencillamente un "Maestro", un gurú
con mucha sabiduría que viene a enseñar una doctrina,
por muy bella que esta sea. Sí, Jesús nos enseña una
doctrina sublime, nos enseña lo que son el Amor y el
Perdón, y Su mensaje conmovía a las multitudes, como
aún lo hace hoy en día, pero no vino solo a eso. Su
Misión comprende esta maravillosa doctrina, pero va
mucho más lejos. Decir que Cristo es solo un Maestro,
que fue un hombre maravilloso, es no haberlo
comprendido, es traicionarlo, es no dejar que se cumpla
su misión en nosotros.
1.4 Jesús viene a reconciliar al hombre
con Dios y consigo mismo. Viene a morir
por nosotros.
¿A qué viene Cristo? ¿Porqué se hizo hombre? Viene solo
a enseñar, a hacer milagros, a mostrarnos un camino de
vida? o ¿tiene su misión una misión mucho más sublime?
Tú has seguramente oído que "Cristo vino a salvarnos",
que "murió por nuestros pecados"; pero ¿qué significa
eso realmente? ¿Cómo lo hizo? ¿Qué tuvo que hacer
para conseguirnos la salvación?
Quiero invitarte a que vivamos junto con Jesús estos
últimos días de su vida. A que, como sus discípulos de
antaño, vivamos a Su lado estos días maravillosos y
trágicos a la vez. No basta con solo recordar: ¿Todavía
tienes imaginación? Te invito entonces a que dejes volar
tu imaginación, a que te subas a tu "máquina del tiempo",
y regreses a aquella época, al mes de Abril del año 30 de
nuestra era; o mejor aún, a que pienses que eres un judío
de aquellos que seguían a Jesús. Así conocerás
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plenamente cómo Jesús viene a salvarnos, viene a morir


por todos nosotros, por ti y por mí.

2.- MARCO HISTÓRICO.


2.1 Israel, pueblo que ha sido dominado
por los egipcios, babilonios, persas,
griegos y ahora por los romanos, desea
su liberación.
Empecemos por conocer un poco cómo era el ambiente
en Jerusalén en tiempos de Jesús. Déjame hacerte una
pregunta: Si hubieras vivido en aquella época, ¿hubieras
sido un discípulo de Jesús? Si Él te hubiera llamado, ¿lo
hubieras seguido? ¿lo habrías dejado todo? Piénsalo:
quizás sí hubieras sido un discípulo de Jesús...y quizás no.
Los Fariseos: ¡Quizás hubieras sido unos de esos
Fariseos! Porque has de saber que el pueblo judío, en
tiempos de Jesús, estaba muy dividido en diversos grupos
y sectas, y tú seguramente ya los has oído nombrar. Uno
de estos grupos eran los Fariseos, personas muy
inteligentes, muy leídas, muy estudiadas, que lo sabían
todo, conocían la ley de Dios al derecho y al revés, pero
no la vivían, no la ponían en práctica. Entran
rápidamente en conflicto con Jesús, quien les reprochaba
su hipocresía, su auto-suficiencia, su falta de caridad
hacia el prójimo. ¿Hubieras sido uno de esos hipócritas,
de esos fariseos?
Los Saduceos: ¿O quizás hubieras sido uno de los
Saduceos? ¿Sabes quienes eran? Eran los poderosos,
los pudientes, las clases dominantes. Se habían aliado a
los invasores romanos, y vivían a la sombra del poder.
Les gustaba el dinero, el prestigio, y despreciaban a los
pobres, a los marginados. No creían en la Resurrección
de los muertos, y controlaban el culto de Templo de
Jerusalén. ¿Hubieras sido uno de ellos? Tal vez no seas
rico y poderoso, pero ¿te gustaría serlo? ¿Ambicionas
grandes riquezas y prestigio? Hay algo de los Saduceos
dentro de ti?
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Los Publicanos: Quizás eres más bien un publicano.


¿Sabes quienes eran? Los publicanos eran los cobradores
de impuestos, eran empleados del poder romano, y
contribuían a explotar a los pobres, cobrando impuestos a
la entrada de las ciudades. Eran despreciados por todos,
y se codeaban con las prostitutas y otros marginados.
Piensa un momento en la persona que más desprecias,
que te cae peor, por cualquier motivo: por su trabajo, por
su forma de ser, por el color de su piel: Esa persona es tu
publicano, es la persona que Cristo te pide que ames y
perdones. ¿No es fácil, verdad? Tampoco lo fue para los
discípulos de Jesús aceptar a Mateo en su compañía;
tampoco les fue fácil ver a Jesús ir a comer a casa de
publicanos y pecadores. ¡Pero es precisamente lo que
Jesús te pide!
Los Zelotas: Existía también una banda de radicales, los
Zelotas o Sicarios, los guerrilleros de aquél entonces,
que buscaban la lucha armada y querían expulsar a los
Romanos por la violencia: Organizaban revueltas y
asesinatos. Si te gusta la violencia, golpear o abusar de
los demás, tal vez hubieras sido un Zelota.
Los Romanos: Dominando sobre todo el pueblo judío
estaban los odiados Romanos: Las legiones Romanas de
Pompeyo habían conquistado la Tierra Prometida hacía ya
casi 100 años, en el 63 A.C., y desde entonces oprimían al
Pueblo con todo tipo de cargas y vejaciones, como
obligar a la gente a cargar sus bultos. Los Romanos eran
muy inteligentes. Al conquistar algún país, si era
conveniente, dejaban en su lugar al rey local: ¿Herodes
es rey de Galilea? ¡Pues que siga siendo rey! Solamente
le ponían un procurador Romano, en este caso Poncio
Pilatos, para vigilarlo y ejercer el verdadero poder. Y se
dedicaban a cobrar impuestos y explotar al pueblo.
Herodes tenía su partido político, los Herodianos, que
veían en Jesús a un enemigo.
2.2 Espera, a pesar de las profecías de
Isaías, a un Mesías liberador a nivel
político. Quieren un reino terreno.
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Y todos esperaban al Mesías: Dios les había prometido,


por boca de los profetas, un liberador, un Mesías, es decir
un "Ungido", el Escogido por Yavé para liberar a su
pueblo. Este pueblo, que vivía oprimido que había
soportado tantas opresiones, esperaba con ansiedad al
Mesías, aquél que sería al mismo tiempo Sacerdote,
Profeta y Rey, y que lo libraría del opresor Romano.
Desgraciadamente, el pueblo no había entendido el
sentido más profundo de las profecías del Antiguo
Testamento, sobre todo las del Profeta Isaías, quien
hablaba de un salvador que nos libraría de nuestros
pecados. Esperaban a un Mesías liberador, pero a nivel
político, que establecería un reino terreno, solo para el
Pueblo Judío. No sospechaban que el Plan de Dios era
mucho más maravilloso.
Lejos de aspirar a una libertad profunda, de raíz,
auténtica, los judíos esperan que se les liberara del
opresor, Roma, y traducen el término LIBERTAD como la
supresión de las cadenas políticas, al igual que los
pueblos de hoy en día, cifran su independencia en bases
materiales: economía, decisiones autónomas, poder, etc.,
valores temporales que de por sí no duran. Su visión no
alcanzaba a ver que el Profeta Isaías hablaba de la
libertad plena, eterna, la libertad que viene del interior
del hombre, del espíritu, que se traduce en acciones
concretas justas para conseguir paz y justicia entre los
hombres. Israel se concretaba a aspirar a dominar, en
las mismas condiciones en que se les había dominado, o
peores... ¿Su ley?, la del Talión: ojo por ojo y diente por
diente.
2.3 Israel celebra, como fiesta
político-religiosa, la Pascua, liberación de
Egipto.
Y precisamente se acercaba, por estas fechas, la fiesta de
la Pascua. Recordemos un poco lo que hemos dicho ya
sobre esta fiesta (cfr. "Dios y mi Vida"): Era una fiesta de
Liberación: Israel festejaba su Salida de Egipto, cuando
Yavé lo había librado con mano poderosa de la opresión
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del Faraón. Cada año recordaban aquella liberación


milagrosa, cuando Dios los había librado por mano de
Moisés y de Aarón. Para los Romanos, esta fiesta político-
religiosa presentaba un peligro, ya que fácilmente los
Judíos deseaban verse librados de esta nueva opresión
Romana.

3.- LOS APÓSTOLES.


3.1 Los discípulos también esperan un
Mesías político.
Lo Doce Apóstoles, al igual que el resto del Pueblo Judío,
esperan también un Mesías político, y están convencidos
de que Cristo es ese Mesías: Pedro mismo lo reconoció y
proclamó como Mesías o Cristo. Toda su esperanza gira
en torno a la identidad de Jesús: ¡Él es el Mesías
esperado!
3.2. Envidias y ambiciones a pesar de
haber visto y oído el actuar de Cristo.
A pesar de haber vivido tanto tiempo con Jesús, aún no
han comprendido plenamente Su Misión: Como todo ser
humano, siguen con sus mezquinas ambiciones
personales, buscando sobresalir, ocupar el primer lugar.
Sus mentes siguen embotadas y les cuesta trabajo seguir
el ejemplo de Jesús.
Porque saben que el Mesías los ha escogido a ellos para
inaugurar su Reino. Esperan ansiosamente que Jesús
suba a Jerusalén, la Ciudad Santa, pues es ahí donde el
Mesías debe ser proclamado como Rey. Ellos ya tienen a
su candidato, a Jesús de Nazaret, y saben que si Él es
proclamado Rey, seguramente les tocará algún puesto en
su gabinete, algún "hueso".
Será necesario que Jesús sea muy paciente con ellos, que
vaya corrigiendo sus errores, pero sobre todo que, por su
entrega total, los salve también a ellos de la situación de
pecado en la que viven. Aquí vemos claramente que la
salvación es para todos, incluso para los Apóstoles.
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3.3 La entrada en Jerusalén parece ser, el


inicio de este Reino Terreno.
Sabemos por la Sagrada Escritura que Jesús le había
dicho varias veces a sus discípulos que él habría de subir
a Jerusalén y ahí "El Hijo del Hombre será entregado en
manos de los hombres: le matarán y a los tres días de
haber muerto resucitará" (Mc. 9,30, cfr.Mc.8,31Mc.10,32,
y paral.). No deja de ser extraño que los discípulos no
hubieran entendido. Quizás seguían pensado en sus
propias ambiciones, en sus propios proyectos. Querían
ver a Jesús coronado como Rey, él era el Mesías, ¿no? A
ellos les tocaría seguramente algún puesto en su
gobierno.
Un día, Jesús les dice: “Me voy a Jerusalén, si alguien
quiere seguirme que venga conmigo”. Y se arrancó, sin
esperarlos. Ellos se quedaron sin saber bien qué hacer,
hasta que Santo Tomás dijo: Vayamos también a morir
con él. Los discípulos lo siguieron y, una semana más
tarde, llegaron a Jerusalén.
¡Jerusalén! La ciudad Santa! A ella tenían que subir cada
año todos los judíos deseosos de cumplir con la Ley.
Sobre todo en la Pascua, cerca de 100,000 peregrinos
subían a celebrar la salida de Egipto.
3.4 Cumplimiento de Profecías.
Jesús llega pues con sus discípulos hasta el Monte de los
Olivos, y de ahí alcanza a ver la multitud que sale a
recibirlo. En efecto, se ha corrido la voz de que Jesús de
Nazaret se encuentra a las puertas de la ciudad, y todos
salen a recibirlo, y la misma pregunta pasa por la mente
de todos: ¿Jesús es o no es el Mesías, el Ungido de Dios?
Porque si es el Mesías, deberá un día subir a Jerusalén,
reclamar el trono de David su Padre, y establecer el
nuevo reino de Israel después de correr a los Romanos.
¿Jesús es o no es el Mesías? La gente que sale a recibirlo
lo aclama con un título mesiánico: ¡Hosanna al Hijo de
David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!"
Jesús manda traer un pequeño asno para entrar en la
ciudad. Así se cumplía la profecía de Zacarías 9,9: “No
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temas, hija de Sión, mira que viene tu rey montado en un


pollino de asna”
Nosotros aún festejamos esa entrada triunfante
de Jesús el domingo de Ramos, cuando repetimos
el gesto de la multitud que aclama al Hijo de
Dios.
Entre la multitud se encuentran algunos Fariseos, los
enemigos jurados de Cristo. Empiezan a callar a la gente:
‘¡Cállense! No es el Mesías, es un farsante! ¡Es un
pecador! ¿Cómo puede el Mesías quebrantar la Ley?"
Algunos se asustan y callan, les da miedo proclamar a
Cristo. Los fariseos se envalentonan y retan al mismo
Jesús :"¡Diles a tus discípulos que se callen!" Hubiera
sido lo mismo que negar que era el Mesías. ¿Callarlos?
¿Cómo callarlos? ¡Si las mismas piedras tiene ganas de
cantar! ¡Hoy es el día de la libertad, de la alegría!
Quizás a ti te ha pasado lo mismo: Algún
profesor, algún amigo te han dicho que te calles,
que no hables de Cristo, y tuviste miedo, porque
se burlaron de ti, de tu religión. Yo te invito a
que no tengas miedo, a que hables de lo que hay
en tu corazón.
Jesús, como buen judío, sube a hacer sus oraciones al
Templo, construido por Herodes el Grande hace 46 años,
y ¿qué se encuentra ahí? A los mercaderes, que van y
vienen en el Templo de Dios con sus animales,
desecrando el Lugar Santo. Con unos cordeles hace un
látigo para sacar a los animales, saca a los mercaderes
que han hecho de la casa de Dios una cueva de ladrones.
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¿Porqué había mercaderes en el Templo?


Sencillamente porque la Ley marca que no podían
tener ninguna figura de animal o de hombre
(Ex.20,4) mucho menos introducirla al Templo, y
los judíos, antes de dar su limosna, debían
cambiar sus monedas extranjeras (paganas), por
monedas judías. Además, necesitaban comprar
los animales, palomas o corderos, para el
sacrificio. Los mercaderes cumplían una función
muy importante. Jesús no critica eso, sino el
abuso, la corrupción, la pérdida de la oración en
la casa de Su Padre.
¿Alguno de ustedes ha ido a la Villa de
Guadalupe? ¿Qué venden ahí? ¡De todo! ¡Desde
estampitas y rosarios hasta discos y ropa! ¿Qué
haría Jesús si llegara ahí? Quizás también los
correría. Lo que estoy seguro que Jesús no haría,
¡sería quedarse parado afuera de la Iglesia y
ponerse a criticar lo que sucede adentro! Jesús
no se pararía a decir: "eso está mal, eso está
peor"! Te lo digo porque eso es lo que muchos
jóvenes hacen, quizás lo que tú has hecho:
Criticar, pero sin mover un dedo por arreglar las
cosas. Si no te gusta lo que pasa en la Iglesia, si
crees que algo anda mal, no los digas, ¡componlo!
Haz algo además de criticar. Soy el primero en
decir que en la Iglesia de Cristo hay muchas cosas
malas. Pero te invito a que juntos las
arreglemos, y no nos quedemos con los brazos
cruzados.
Los Zelotas están felices al ver cómo Jesús purifica el
Templo Uno de ellos se le acerca y le dice: "Jesús, ¡ahora
es cuando! Si das la orden, todos estos hombres te
seguirán! Da la orden, Jesús, y mataremos a todos esos
odiados romanos, los sacamos de nuestra patria, y
seremos libres, libres, Jesús! ¡Tú serás nuestro caudillo,
nuestro rey!”
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Jesús no quiso. Se dio media vuelta y se alejó.... ¡Los


Zelotas no lo podían creer! ¡Los había traicionado!
Entonces, ¿no era el Mesías? ¿Qué pasaba? Sólo
pudieron ver cómo Jesús se alejaba.. Los había
desilusionado: ¡Cristo no era lo que ellos esperaban! ¡Era
un falso, un traidor! Así es, se quedaron muy
desilusionados, porque Cristo no había hecho lo que ellos
esperaban...
Quizás a ti te ha pasado lo mismo: Le has pedido
algo a Dios, algo bueno, ¡y no te lo ha dado! Y te
quedas desilusionado, sin preguntarte si lo que
pedías era realmente bueno, realmente la
voluntad de Dios, o solo un capricho tuyo. De una
vez te lo digo: Cristo te va a desilusionar: No es
nuestro sirviente para hacer lo que le pedimos:
Jesús, ayúdame con mi examen! Jesús ayúdame
con esto, con lo otro! Al contrario, Cristo es muy
exigente, y pide más de lo que da!
Uno de los discípulos, sobre todo, se desilusionó
muchísimo. tanto que fue a ver a los sumos sacerdotes y
les preguntó: “¿Cuánto me dan si se os entrego?” Y le
ofrecieron 30 monedas de plata, el precio de un esclavo
en el mercado
A ver, ¿porqué traicionó Judas Iscariote a Cristo?
¿Por ambición? ¿Por desilusión? Quizás la
pregunta sería: ¿Porqué tú traicionas a Cristo?
¿Porqué lo traiciono yo? Judas quizás no estaba
seguro que Cristo era Hijo de Dios, pero tú y yo sí
lo sabemos, y lo seguimos traicionando día a día.
No hay duda que el Mal es un misterio: Está mal,
sin embargo lo hacemos: ¿porqué? A veces no
nos queda más que reconocer que el mal nos
vence, y que solo Dios nos puede ayudar!
Jesús se va... Sale de Jerusalén, retoma el camino por
donde vino, y se va a Betania, a unos dos kilómetros y
medio de Jerusalén, a casa de sus amigos, Marta, María, y
su hermano Lázaro. ¿Se acuerdan de Lázaro? Era una
persona muy interesante, pues Jesús lo había resucitado,
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cuatro días después de muerto, y mucha gente iba a


verlo.
Y ya no pasa nada. Pasa un día, pasa otro, y Jesús no se
mueve. Se queda en oración, platica con sus amigos,.
Pasan dos días, tres días, el lunes, el martes, el miércoles,
y Jesús, nada!
Por fin, el jueves en la mañana, dos de sus discípulos se
les acercan y le preguntan: "Señor, qué pasó? No vamos
a celebrar la Pascua?
Jesús les dice: Vayan a Jerusalén, a la casa de Fulano, y
ahí preparen todo lo necesario para la Cena Pascual..

4.- JUEVES SANTO.


4.1 Jerusalén lleno de peregrinos.
El jueves por la tarde, Jesús emprende el camino de
regreso desde Betania a Jerusalén Con sus discípulos.
como todos los judíos, ellos se han preparado
adecuadamente para esta gran solemnidad. Llegan a
la sala que ha sido preparada, seguramente una
hostería, y ahí empieza la Cena Pascual más increíble
que hayan jamás vivido.
Desde hace ya varios días, Jerusalén está llena de
peregrinos: Más de 100,000 judíos subían cada año a
la Ciudad Santa.
4.2 CENA PASCUAL.
Preparación a la Pascua.
Recordemos brevemente qué era la Pascua. Ya hemos
dicho que se festejaba la Liberación de Egipto, cuando
Yavé, por medio de su siervo Moisés, los había sacado de
Egipto "Con brazo fuerte y mano poderosa", librándolos
de la esclavitud de Faraón y dándoles, en el Sinaí, la Ley.
Esta liberación se celebraba con una comida, como Dios
mismo se los había mandado. ¿Qué había en esa
comida?
Modo de prepararla: alimentos, posición,
ritos, etc.
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En primer lugar, un CORDERO, sin mancha, menor de un


año de edad, que se sacrificaba al atardecer, el día
anterior a la Cena.
PAN AZIMO, es decir, sin levadura (sin corrupción),
como símbolo de la pureza de los alimentos.
Aquí es necesario explicar algo muy importante:
¿A qué horas vas por el pan? Pues un judío nunca
iba por el pan: Lo hacía él mismo. Todo padre
judío debía preocuparse por ser un buen
proveedor, cuidar de que no faltara el pan en su
casa, pero ¡no había panaderías! Ahora bien,
piensa en todo el trabajo necesario para producir
el pan: ¡Arar el campo, quitar las piedras,
sembrar la semilla, arrancar las malas hierbas,
pedir que llueva, acarrear agua! Después hay
que segar, separar, trillar, moler amasar..
También hay que construir el horno, ir por leña,
cocer la masa, vigilar el horno, para que, al fin,
salga del horno caliente un pedazo de pan...
Como ves, el judío no compra el pan: Lo hace, le
pone tanto de sí mismo! Ese pan le ha costado
sangre, sudor y lágrimas, hay ALGO DE EL en ese
pan. Por eso el judío no comparte su pan con
cualquiera: Darle de tu pan a alguien, significa
darle de ti mismo, de tu ser, de tu corazón, de tu
esfuerzo, es hacerte hermano de esa persona, es
estar en COMUNION con esa persona. Ahora
comprendes porqué los Fariseos (y hasta los
discípulos) se escandalizaban de que Jesús
comiera con los pecadores: El mismo se hacía
pecador, se hacía prostituta, “comulgaba” con
ellos...
Cuando Cristo le dice a los discípulos: "Esto es mi
cuerpo", ellos pueden comprenderlo de una
manera muy profunda.
VINO: El vino simboliza la alegría, el compartir, el estar
en una reunión especial con seres queridos. Ésla es la
bebida ordinaria en esa región del mundo. A nosotros
M.J.V.C. PÁG. 18

nos parece un poco extraño porque somos Mexicas, y


aquí no se acostumbra el vino, pero podemos
comprender, con un pequeño esfuerzo, lo que significa
en una cultura distinta y hacerlo nuestro.
4.3 Mientras Cristo se despide, los
Apóstoles delebran alegremente
Y empiezan a ocurrir cosas muy extrañas. En esa época,
los participantes en la Cena ya iban con su ropa más fina,
iban muy elegantes. Pero como habían caminado
bastante, se acostumbraba que un esclavo les lavara los
pies antes de sentarse a la mesa (No se bañaban
completamente porque no era necesario). Así que los
discípulos se sientan, ven que alguien trae una jofaina
con agua y les empieza a lavar los pies: Nada de
extraño. Es más, se ponen a discutir quien de ellos es el
más importante.
Y de pronto, uno de ellos se da cuenta: Ve al "esclavo"
que le está lavando los pies y no lo puede creer: ¡Es
Cristo mismo! ¡Todos se quedan helados! Pedro incluso
reacciona violentamente: "¡A mí no me vas a lavar los
pies!" Cristo, con mucha paciencia, empieza a explicarles
lo que aún nos cuesta tanto trabajo comprender: "Me
llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy;
pues si yo, El Señor y Maestro, les he lavado los pies,
ustedes también deben lavarse los pies los unos a los
otros.”
Así es en el cristianismo; El que quiera ser el
primero de todos, que sea el último, y el que
quiera ser el más grande , que sirva a sus
hermanos". Miren, los reyes y políticos les gusta
oprimir a los demás y hacerse los importantes;
pero tú, si quieres ser cristiano, tú tienes que ser
distinto: tienes que servir, tienes que lavar
platos, y barrer pasillos, y trapear cocinas...
M.J.V.C. PÁG. 19

Porqué crees que esta Jornada está saliendo tan


bien? Porqué hay un equipo muy profesional?
Porque se para un cuate o un padrecito y nos
suelta un rollo mareador? Ni te has dado cuenta,
pero en este momento hay gente lavando,
cocinando, trapeando, y gracias a ellos esta
Jornada sale adelante. Así debe ser en la Iglesia
de Dios: Nadie es el más importante, todos
debemos de servirnos unos a otros, y no unos de
otros. Así que si vas a meterte de Cristiano,
piénsalo bien, porque no vas a poder vivir como
los demás.
4.4 El misterio de Judas.
Al sentarse a la mesa, con Jesús, como Maestro,
presidiendo,, nuevamente sucede algo extraño: Cuando
todos esperaban una celebración alegre, Jesús casi rompe
a llorar: “¡Cómo he deseado estar aquí con ustedes!
¡Esta es mi Última Cena con ustedes! Pero, pero... ¡uno
de ustedes me va a traicionar!” ¡Los discípulos no lo
pueden creer: ¡Uno de ellos es un traidor! ¿Quién será?
Y todos se sienten capaces de traicionar a Cristo:
¿Quién será el traidor? Uno a uno le preguntan al Señor:
¿Acaso seré yo?
Hasta que Judas le pregunta: ¿Acaso seré yo?
- ¡Tú lo has dicho, tu eres el traidor!
¿te imaginas que yo les dijera lo mismo? Uno de
ustedes, los asistentes a esta Jornada, va a
traicionar a Cristo: ¿Quién será el traidor?
¿Quién será el primero que, saliendo de aquí,
dirá: Fue una linda convivencia, estuvo bien, pero
no cambió nada"? ¿ Quién dirá: “No es para
tanto"; "No, a mí no me lavaron el cerebro, a mi
no me convencen, bueno, Cristo sí, pero los
cristianos no"?
M.J.V.C. PÁG. 20

Quizás sea yo mismo el primero que traicione a


Cristo, quizás seas tú, no lo sé, solo Dios sabe si
seremos fieles hasta el final. Lo importante es no
cometer el error de Judas, quien no tenía que
traicionar a Cristo, hubiera podido quedarse, pero
prefirió irse....
Espero que nunca cometas el error de Judas, ni tampoco
el craso error de Pedro, quien jura y perjura:
"Yo nunca te traicionaré"
- ¿Nunca? Ay, Pedro, antes de que el gallo cante dos
veces, ¡tú ya me habrás traicionado tres! Pero, escucha
Pedro, yo he orado por ti, y cuando vuelvas, confirma a
tus hermanos.
Pedro no entendió esa frase ¿Volver? ¿Volver de dónde?
Dentro de poco lo veremos...
4.5 INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA.
Jesús pronuncia las bendiciones sobre los alimentos,
como lo preveía la Ley de Moisés. Pero aquí también,
Jesús hace las cosas de manera distinta. Al parecer, se le
ha ocurrido una bendición totalmente nueva:
 - Tomen y coman, ESTO ES MI CUERPO que será
entregado por ustedes.
Estas palabras las hemos oído muchas veces en Misa:
 Tomen y beban todos de él, porque este es el cáliz de
mi sangre, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA,
QUE SERA DERRAMADA POR USTEDES PARA EL PERDON
DE LOS PECADOS.
 = HAGAN ESTO EN CONMEMORACION MIA.
¡Cuántas veces has oído estas palabras, sin prestarles
mayor atención! ¿Alguna vez habías notado la aparente
contradicción que llevan? ¿No? Fíjate bien en estos
elementos que son tan importante:
 Esto ES mi cuerpo: Jesús no dice "Esto parece mi
cuerpo, esto podría ser..., si quieres, esto es para ti...
No, Jesús es radical: Esto ES mi cuerpo. Recuerda,
Jesús ya les había explicado todo esto a los judíos, en
M.J.V.C. PÁG. 21

el capítulo 6 del Evangelio de San Juan cuando,


después de multiplicar el pan, cuando los judíos lo
quieren hacer Rey, Jesús les había dicho: “Les voy a
dar un pan mejor, un pan con el cual nunca más
tendrán hambre!
= Sí Señor, danos ese Pan.
- ¡yo soy el Pan de Vida, dijo Jesús, el que venga a mi
nunca más tendrá hambre!
Los judíos lo tacharon de loco: ¿Cómo puede este darnos
a comer su cuerpo?
y Jesús no se echa para atrás: Mi Carne es verdadera
comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi
carne y bebe mi sangre tendrá vida eterna (y el que no,
no!)
Esto es algo que los judíos del tiempo de Jesús no
pudieron aceptar, que los protestantes rechazan y/o
distorsionan, algo que los católicos no vivimos, ya que no
comulgamos. Pero las palabras de Jesús son claras:
Tomen y coman.
Otra cosa interesante: En la cena de Jesús, ¡no hay
Cordero! Si lees el texto del Evangelio, verás que el texto
nunca menciona ningún cordero, a pesar de que era
obligatorio para celebrar la Pascua! ¿Porqué? ¡Porque
Jesús es el cordero de Dios! ¿Te acuerdas cómo, años
antes, San Juan Bautista lo había identificado,: "Ese es el
Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo"? La
gente entonces no había entendido, pero nosotros lo
entendemos porque sabemos que Cristo, igual que el
cordero pascual, va a ser sacrificado!
Ahora bien, díganme ustedes: ¿Porqué Jesús usa una
expresión tan extraña como:
- Tomen y coman, ESTO ES MI CUERPO que será
entregado por ustedes.
¿No notan una contradicción? ¡Es muy claro! Cómo
puede Cristo darles
AHORA , tiempo presente (Tomen ...)
M.J.V.C. PÁG. 22

algo que será entregado? Tiempo futuro


¿Cuándo será entregado Jesús? ¡Al día siguiente! El
cuerpo de Cristo será entregado al día siguiente, sobre la
Cruz!
Lo mismo para la Sangre de Cristo
Tomen y beban todos de él, porque este es el cáliz de mi
sangre, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE
SERA DERRAMADA POR USTEDES PARA EL PERDON DE
LOS PECADOS.
Tomen y beban tiempo presente
QUE SERA DERRAMADA tiempo futuro
La Sangre de Cristo es derramada sobre la Cruz al día
siguiente, Viernes Santo
Es cómo si yo les dijera: "tomen (ahorita) esta pluma
"que les será entregada" mañana! ¡No es lógico! A
menos que Cristo esté tratando de enseñarnos algo muy
especial....
Recuerda que Cristo es Dios, es Señor del tiempo y del
espacio, para él no hay límites de tiempo y de espacio.
Por eso él va a realizar una acción, por decirlo así, en dos
tiempos: Son como las dos caras de una misma moneda:
Por un lado, Jesús entrega A SUS DISCIPULOS su cuerpo
y Sangre el Jueves Santo;
por otro lado, Jesús entrega A TODOS LOS HOMBRES
SU... EL VIERNES SANTO.

Es la misma acción, es el mismo


Sacrificio, es la misma entrega
nacida del Amor por nosotros.
Son una sola y misma acción,
pero bajo dos aspectos:
el jueves, Cristo se entrega en forma CULTUAL, NO
SANGRIENTA, SIN SUFRIMIENTO
M.J.V.C. PÁG. 23

El viernes, Cristo se entrega en forma FACTUAL,


SANGRIENTA, Y CRUENTA
Espero que entiendan esto, ¡porque los Protestantes no lo
entienden! Para ellos, la Última Cena es solo un rito, sin
mayor realidad (con razón no tienen misa). Si han
entendido esto, entonces podemos hablar del siguiente
elemento, y es la frase:
HAGAN ESTO EN MEMORIA MIA.
Cristo no dice: "hagan como que hacen"; "acuérdense de
mí", ¡No! dice:
HAGAN ESTO EN MEMORIA MIA.
Es decir, repitan esto, hagan exactamente esto, ofrezcan
MI CUERPO Y MI SANGRE. Entonces son como TRES
CARAS (valga la expresión) de una misma "moneda". El
sacerdote, como "otro Cristo", ofrece el Sacrificio de la
Última Cena, y de la Cruz, para TODOS LOS HOMBRES.
¿Porqué? Porque tú o yo no estuvimos en la Ultima Cena;
tú y yo no estuvimos al pie de la Cruz.
Para que la Salvación de Cristo nos alcance, necesitamos
en cierta forma "estar presentes" ahí con Cristo, con los
apóstoles, la humanidad entera necesita estar presente.
Es como si te dijera: "Hay una película buenísima
en el cine TAL, está excelente, no se la pierdan!
"Dónde está ese cine?" "Allá en Cd. Neza". Pues
si queremos ver la película, o vamos a Cd. Neza, o
alguien nos la trae aquí, pero de alguna forma
tenemos que "estar presentes" en la película,
tenemos que "hacer presente" a los actores, al
guión para poder disfrutarla.
Lo mismo con la Salvación en Cristo: De alguna manera
Cristo tiene que "hacerse presente", tiene que estar con
nosotros, realmente, en la misma habitación, en el mismo
momento, de lo contrario su muerte es simplemente un
recuerdo lejano y simpático, pero sin mayor
trascendencia. ¿Cómo hacemos presente a Cristo? ¡Por
la Santa Misa! ¡Cada vez que estás en una misa, estás en
M.J.V.C. PÁG. 24

la Ultima Cena! ¡Cada vez que estás en una misa, estás al


pie de la Cruz, junto con María!
Por eso debemos estar profundamente
conscientes de lo que sucede en una misa: no es
cualquier cosa. Cristo se vuelve a entregar por
cada uno de nosotros.
Así pues, en la noche en que va a ser traicionado y
entregado, Jesús nos deja su regalo más maravilloso: Su
propio cuerpo y Sangre. Ya más adelante veremos con
mayor detalle lo qué debe significar la Eucaristía para el
Cristiano. (En la plática de Sacramentos) Por ahora
recuerda bien lo que Cristo ha querido dejarnos.
4.6 Oración Sacerdotal de Cristo.
Jesús nos deja también, esa noche, el Gran Mandamiento
del Amor: “Este es mi mandamiento, que se amen los
unos a los otros como yo los he amado" Eleva al Padre
Celestial su gran Oración Sacerdotal por todos nosotros:
“Padre, te ruego por ellos.. porque son tuyos....Te ruego
no solo por ellos, sino también por aquellos que creerán
en mí por medio de su palabra.. para que sean uno, como
tú y yo somos uno” (Jn. 17, 9.20.21)
4.7 Oración en Gesemaní
Terminada la Cena, Jesús va con sus discípulos al otro
lado del torrente Cedrón, a un lugar llamado el Huerto de
Getsemaní, sobre el Monte de los Olivos. Judas conocía
bien el lugar, pues Jesús los había llevado ahí a menudo.
Había mucha gente, pues Jerusalén estaba llena de
peregrinos, muchos de ellos tenían que acampar, y Jesús
buscó un lugar alejado, para orar con sus mejores
amigos: Pedro, Santiago y Juan.
Alejándose un poco de ellos, se puso a orar. Jesús tiene
miedo: Es plenamente humano, como nosotros, Sabe lo
que es el dolor, y su humanidad se rebela contra la
muerte y el dolor.
Regresa con sus discípulos y los encuentra dormidos: "Ni
una hora han podido velar conmigo?"
- Perdón, Señor, es que, tú sabes, el cansancio...
M.J.V.C. PÁG. 25

Qué triste! Cuando Cristo necesita a sus amigos, estos lo


abandonan, se quedan dormidos (Un poco como nosotros
nos dormimos en misa o en el rosario).
Jesús vuelve a apartarse, sigue su oración, y grandes
gotas de sangre escurren en su frente. Pero logra
serenarse y, como siempre, acepta plenamente la
voluntad del Padre.
Cuando vuelve nuevamente, otra vez encuentra dormidos
a los Apóstoles. Pero ya no los reprende. Los deja dormir
en espera del desenlace trágico que se aproxima.
4.8 Prendimiento de Jesús; huida de los
apóstoles.
Al poco tiempo, llega una muchedumbre con armas y
antorchas, guardias y soldados del Templo, dirigidos por
Judas Iscariote. Les ha dado una señal, para poder
reconocerlo y arrestarlo rápidamente: "Aquel a quien yo
dé un beso, ¡ese es! Arréstenlo! Con un "te quiero" Judas
traiciona a su Maestro. Cuántos besos se parecen al de
Judas, ¿verdad?
Pedro y los demás apóstoles se despiertan, se dan cuenta
de lo que sucede, medio tratan de defender a Jesús,
Pedro incluso saca su espada y hiere a uno de los
servidores del Sumo Sacerdote, pero, ante el número y
fuerza de los enemigos, huyen cobardemente.
Abandonan a Cristo, lo dejan solo a su suerte.
Aquí es donde vemos que los Evangelios son
realmente históricos, ya que fueron escritos por
los mismísimos apóstoles que abandonan al
Señor: Casi, casi dicen: ¡Yo abandoné a Cristo,
tuve miedo, huí! Si no fueran históricos no
encontraríamos en ellos estos detalles tan
humanos.
4.9 Juicio religioso ante Caifás.
¿Qué ha pasado mientras tanto con los Apóstoles?
Después de huir,, algunos reaccionan, y tratan de hacer
algo por Cristo. Pedro y Juan lo siguen de lejos, ven cómo
lo llevan a casa del Sumo Sacerdote Caifás, y logran
M.J.V.C. PÁG. 26

llegar hasta el patio, donde unos soldados han encendido


una hoguera y se calientan un poco. Pedro también se
acerca al fuego: En eso, una sirviente se acerca y lo
cuestiona: "Tú eres discípulo de ese hombre!"
Pedro lo niega inmediatamente: "¡Claro que no! ¡Jamás lo
he visto!” Poco después otra mujer le pregunta: "¿No
eres tú galileo? ¡Seguramente eres discípulo de Cristo!"
A ver, ¿tú qué has contestado cuando te han
preguntado si eres discípulo de Cristo? "Bueno,
sí, soy creyente, ¡pero no practicante! (O sea,
realmente no crees!) ¿Qué no eres católico?
Bueno, sí, estuve en un grupo de Jornadas, fui a
un retiro, pero en realmente fue una farsa, te
echan unos rollos, pero no lo viven realmente, ¡yo
por eso me alejé!
¿Qué no estabas tú en el coro de la Iglesia, qué
no eras catequista? Bueno, sí, un tiempo, pero
realmente nunca me convenció. Además el padre
de mi parroquia esto, y la monja del catecismo lo
otro, y ya no voy porque pasó aquello, además
¡los que van a misa son unos hipócritas! ¡Con
qué facilidad negamos a Cristo, y con qué
facilidad encontramos excusas que justifiquen
nuestra traición! ¿Te has fijado que siempre es
culpa de los demás? Mientras algunos buscan
condenar a Cristo, ¡otros lo han abandonado!
¿Acaso habrás negado a Cristo como lo hizo San Pedro?
¡Qué tragedia! Pedro no tuvo el valor de dar la cara por
Cristo! Se acobardó ante los que le preguntaron.
Cuando llegan unos soldados a preguntarle por tercera
vez, se enoja, y grita, e insulta: “¡No conozco a ese
hombre! ¡Déjenme en paz!" ¡Y en ese momento preciso
canta el gallo! Pedro se da cuenta de lo que ha hecho.
sale a llorar, llorar amargamente su pecado. ¡Pobre
Pedro!
En plena noche, Los Saduceos, determinados a obtener la
condena de Jesús, han convocado al Sanedrín, (el Consejo
Supremo de los Judíos). Allí los adversarios de Cristo se
M.J.V.C. PÁG. 27

han reunido para tramar su muerte. Empieza el primer


juicio de Cristo: El primer lugar es juzgado por los judíos.
¿De qué lo acusan? Presentan a unos falsos acusadores,
pero no logran ponerse de acuerdo, incluso se
contradicen. Pasa el tiempo, está amaneciendo, y van a
tener que soltarlo, si no lo acusan y condenan. Caifás
siente que su víctima se le escapa, y decide jugárselo el
todo por el todo. Se acerca a Cristo y le dice: "Te
conjuro en nombre del Dios vivo que nos digas si tu eres
el Hijo de Dios"
¿Era un crimen pretender que no era el Mesías? Claro que
no, pues algún habría de venir el Verdadero Mesías. No
acusan a Cristo de pretender ser el Mesías. La acusación
es mucho más sutil: ¿Eres o no el Hijo de Dios, eres Dios
o no, Cristo? En labios del sumo Sacerdote, la pregunta
no deja dudas: Es cuestión de saber si en este hombre,
este Jesús de Nazareth, habita la Divinidad, si este
hombre es Dios. Para la mente de los judíos, incluso hoy
en día, esta era la peor de las blasfemias: ¡Dios no puede
tener hijos, Dios no puede hacerse hombre, nadie puede
pretender ser Dios!
Cuando Cristo contesta: 'Tú mismo lo has dicho", hasta
sus posibles aliados reconocen que es reo de muerte:
¡Pretender ser igual a Dios! Afortunadamente, tenemos
toda la Sagrada Escritura, que nos enseña que en más de
una ocasión Jesús defendió su Divinidad! Varios pasajes
de la Biblia lo marcan:
Jn.1,1: “El Verbo es Dios”
Jn.8, 58: “Antes de que Abraham existiera, Yo Soy”
Jn.10,30: “El Padre y Yo somos uno”
No fue una mera afirmación: ¡Cristo no duda ni
un segundo en afirmar su Divinidad, y esto es
esencial para nuestra Fe! Por eso es tan triste
cuando los Testigos de Jehová niegan la divinidad
de Cristo: Pero si por eso murió! Por ser hijo de
Dios!
M.J.V.C. PÁG. 28

En el momento en que es condenado a muerte, Jesús deja


legalmente de existir: Lo pueden golpear, escupir, azotar,
y ¡lo hacen! Jesús ya no es un ser humano, es un
condenado a muerte, es ya un muerto. Se burlan de él,
lo golpean, se divierten con él como con un juguete, o un
animalito. Y es apenas el principio....

5.- VIERNES SANTO


5.1 Juicio político ante Pilatos (y Herodes)
De haber querido, en ese momento lo sacan al patio y lo
apedrean, como lo harían más tarde con San Esteban.
Pero no: Es necesario que los Romanos, como
representantes de toda la humanidad, también condenen
a Cristo.
Amanece ya, y los judíos levan a Jesús ante Pilatos, el
procurador Romano. Necesitan que él lo condene para
justificarse a los ojos del pueblo, pero también para
cumplir, sin saberlo, los designios de Dios: Cristo muere
POR todos los hombres, así que tenemos una linda
ecuación: Judíos + Romanos = Mundo entero.
Poncio Pilatos, el procurador Romano, encargado de
mantener el orden en esta lejana provincia del imperio,
no quiere problemas. A él no le interesan los derechos de
nadie. Es el encargado mantener la paz, así cómo la
supremacía romana, y eso es lo único que le interesa.
Más de una vez ha lanzado a sus soldados sobre
multitudes desarmadas, y Jesús le interesa muy poco,
quizás tan solo como un curioso fenómeno religioso. Al
principio trata de deshacerse del problema: ¿De dónde
es Jesús? de Galilea ¡Pues que lo juzgue Herodes, rey de
galilea! Y se lo manda. Herodes, nieto de Herodes el
Grande, quien mandara construir el Templo y matar a los
Santos Inocentes, Ambos van a colaborar en la muerte
de Jesús: Herodes Lo interroga, lo reta, le pide un
milagro... Pero Jesús no le dice nada: Ante esa caricatura
humana, hombre dado a todos los vicios, Jesús sabe que
no encontrará respuesta. Herodes se lo devuelve a
Pilatos, el cual está sin saber qué hacer con este Jesús.
M.J.V.C. PÁG. 29

- De qué lo acusan?
Los judíos tratan de conseguir una condenación sin
ensuciarse mucho las manos: "Si no fuera culpable de
algo no te lo hubiéramos traído! O sea, ¡tú mátalo, para
qué quieres una acusación!
Un poco como los jóvenes, o los pobres de hoy:
“Con esas fachas, ha de ser culpable de algo!”
Pilatos dice: No, ¿cómo? ¡Tiene que haber una
acusación!
- Ha quebrantado nuestra Ley!
- ¿Y eso a mí qué? ¡Yo la quebranto a cada rato!
- ¡Se ha llamado Hijo de Dios!
- ¿De cuál dios? ¿Qué tal que es hijo de Jupiter o de
Neptuno? ¡Yo mejor no me meto!
Hasta que encuentran una acusación que sí le interesa a
Pilatos:
"Ha dicho que es Rey de los Judíos"
Ah, ¡un rey, un revoltoso, un guerrillero! A ver, ¡vamos a
ver esto más de cerca!
Pilatos interroga a Jesús: "¿Así que tú eres Rey?
Jesús responde con una frase que los católicos olvidamos
a menudo, que no sabemos bien aplicar: Mi Reino no es
de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis
soldados ya habrían peleado para liberarme. Pero mi
reino no es de este mundo!
- ¿Así que eres Rey? Dónde están tus seguidores?
Qué buena pregunta, ¿verdad? ¿Habrá algún
seguidor de Cristo por aquí cerca?
Cristo dice otra frase terrible: "He venido a dar testimonio
de la verdad. todo aquél me escucha la verdad escucha
mi voz.”
Esta frase de Pilatos es de lo más triste: "¿Qué es la
verdad?
Ni siquiera espera una respuesta. Pilatos no cree en la
verdad.
M.J.V.C. PÁG. 30

como muchos de nuestra época: Yo tengo mi


verdad, tú tienes tu verdad. Díganme: ¿De veras
hay varias verdades? Acaso dos y dos no son
cuatro aquí y en China y en Africa? ¿Porqué
destruimos tan fácilmente la verdad? Cristo dijo:
"La Verdad los hará libres!"
Pero Pilatos no quiere conocer la verdad, no quiere ser
libre: Está encadenado a su pobre visión miope de la
realidad, y rehusa abrirse al amor que Cristo le ofrece.
Pilatos sale sin esperar una respuesta, y ve a la multitud
que se ha reunido: Han venido a ver qué va a pasar con
Jesús. También vienen, como cada Pascua, a pedir la
libertad de un prisionero. Pero los saduceos han plantado
a sus agentes entre la multitud, y azuzan a la gente:
¡Pidan la libertad de Barrabás! ¡No pidan a Cristo! ¡Pidan
que lo crucifiquen!"
Pilatos trata de deshacerse del problema: Entrega a
Cristo a sus soldados, encantados de tener a ese pobre
judío para entretenerse.
5.2 Flagelación.
Continua la Pasión del Señor: Ahora es entregado en
manos de los soldados romanos, quienes lo medio matan
atándolo a un pilar, azotándolo para desangrarlo: "Ah!
¿conque eres Rey? ¡Pues un Rey necesita de una
corona!" Y le hacen una corona de espinas, que penetran
en su cabeza, y casi lo vuelven loco de dolor: La sangre
escurre por todo su rostro y cuerpo, ¿te acuerdas? la
Sangre "que será derramada por ustedes y por todos los
hombres..."
Uno no puede menos de preguntarse: De dónde
saca fuerzas este hombre? Debe tener una razón
muy buena para pasar por todo esto! ¿Porqué
aguanta tanto dolor, y, sobre todo, porqué no se
queja? ¿Porqué no se defiende?
M.J.V.C. PÁG. 31

Sus palabras resuenan en la mente de los


discípulos que, escondidos entre la multitud por
miedo a que los descubran, lo ven: "Si alguno
quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí
mismo, que tome su cruz y que me siga" Sí,
Cristo tienen una muy buena razón para soportar
todo esto, y esa razón eres tú! Cristo o hace por
ti, va pensando en ti: No en nosotros, o en la
humanidad, Cristo piensa en ti, Cristo sabía que
tú estarías aquí, en esta Jornada! Cristo ya sabía
que tú ibas a nacer, a vivir; Cristo también sabía
que, igual que él, tú tendrías que cargar con una
Cruz. En vez de rechazarla, tal vez sea hora de
abrazarla y llevarla junto a Cristo.
5.3 Traición de la multitud. Unos días
antes lo aclamaban y ahora piden su
muerte.
Cristo regresa ante Pilatos, quien se sienta a juzgarlo
ante la multitud, enardecida: “Yo no encuentro ningún
crimen en este hombre, así que lo voy a soltar”
- No, grita la muchedumbre, crucifícalo!
- Pero, ¿qué mal ha hecho?
- Crucifícalo, crucifícalo!
- ¿Quieren que crucifique a su Rey?
- ¡No tenemos más Rey que al César!
- Les tengo que soltar un prisionero, ¿a quién quieren que
les suelte?
- ¡A Barrabas!
- ¿Y qué hago con Cristo?
- ¡Crucifícalo, crucifícalo! Si no lo crucificas, es que no
eres amigo del César!
Ante esta velada amenaza de denunciarlo, Platos se
atemoriza. Manda traer agua y jabón, y se lava las
manos delante de todos, y finalmente les entrega a Jesús
para que lo crucifiquen..
5.4 Camino al calvario.
M.J.V.C. PÁG. 32

Jesús ha sido condenado a muerte. La sentencia ha sido


pronunciada. Son los soldados romanos los encargados
de cumplirla. Toman a Jesús, y con él a otros dos
ladrones, les echan la cruz a cuestas, y bajo los gritos de
la muchedumbre, paso a paso, poco a poco, Cristo
recorre el camino hacia el Calvario.
Tú también vas junto a ël. No se necesita mucha
imaginación para recorrer junuto a Cristo las calles de
nuestros barrios, vecindades, cargando nuestra Cruz.
Quizás no te conozco mucho, no sé qué Cruz te ha pedido
Dios que cargues, pero recuerda esto: Si cargas con tu
Cruz, ella cargará contigo, y te llevará hasta la
resurrección. Tu Cruz es la Cruz de Cristo. Solidarios,
recorremos la misma “Via Dolorosa”.
Lentamente recorre las calles de Jerusalén. Sabe que no
ha llegado aún, que todavía tiene mucho que recorrer,
que tiene que aguantar, porque de lo contrario, porque si
él, que es Dios, se da por vencido, ¿cómo podremos
nosotros cargar con nuestra Cruz?
5.5 Encuentro con su Madre
A medio camino hacia el Gólgota, al doblar una esquina,
Jesús se encuentra con su Madre. Ahí está, callada,
silenciosa, viendo como masacran a Su Hijo. Madre e Hijo
se miran silenciosamente, pero con la serenidad de saber
que todo esto es necesario para alcanzar un bien mayor.
M.J.V.C. PÁG. 33

¿Qué hace ahí la Virgen? ¿Porqué la dejan ver a


su Hijo destrozado? ¿No podían llevársela de ahí,
evitarle ese dolor, impedir que viera así a Su
Hijo? Yo no entendía ese pasaje, no aceptaba que
María sufriera así. Hasta que un día me tocó ir al
hospital, a visitar a un enfermo, me acompañó un
chico del grupo de Jornadas. Ahí vamos,
buscando la cama que nos había dicho, y ahí
estaba, un pobre chamaco de quizás veinte años,
tendido boca arriba sobre la cama, medio
cubierto por una sábana, con una enorme cicatriz
sobre su cabeza rapada, y los brazos como
extendidos sobre una cruz invisible. Era un
auténtico Jesucristo crucificado sobre esa cama.
Y se lo dije al muchacho: "Mira, ahí está Jesús!" -
“Sí, me contestó, y ahí está La Virgen María!”
Sentada silenciosa, junta a la cama, casi invisible
en un rincón, estaba su mamá, un rosario entre
las manos, mirando, solo mirando a aquél hijo
suyo muriendo en el hospital. Platiqué un poco
con ella, hicimos oración por su chamaco, y
después de un rato, apenado por esa pobre mujer
(¿cuántas noches llevaba ahí?), sin saber bien le
dije:
- Señora, su hijo ya está en las mejores manos,
los médicos lo atenderán bien, véngase, ya
váyase a dormir!
La señora me miró como quien mira a un hijo
tontito que ya hizo de las suyas, y me dice:
- Ay, padrecito, pos dónde quiere usted que esté,
¡si no es junto a mi hijo!
M.J.V.C. PÁG. 34

En ese momento comprendí porqué la Virgen


estuvo ahí: Para estar junto a su Hijo: Dónde más
podía estar? Pensé en las miles, millones de
mamás, de esposas, de hijas, de novias, que
tienen a un ser querido clavado a una cruz, a una
cama de hospital, a una botella de alcohol o a una
enfermedad mortal. Cuántas chicas, cuantas
mujeres están ahí sufriendo silenciosamente,
esperando que el Hijo llegue, (si es que llega).
Así que, ánimo chicas, si la Virgen pudo, tú
también podrás. Así, porque Ella está junto a ti,
está junto a su Hijo para darte ánimos y decirte
que sí se puede.
Y ambos, Madre e Hijo, toman juntos el camino de la
Cruz... Y Jesús cae una vez, y dos veces, y tres veces.
Parece no poder más. Para evitar que se muera en el
camino, los soldados agarran a un tal Simón de Cirene,
que volvía del campo, que no quería meterse en líos, que
no quería saber nada de Jesús, y menos de un Jesús
sufriente, y lo obligan a cargar con al Cruz de Cristo: "Es
que no es mía, no es mi Cruz!" No, Simón ni tampoco de
él. Es tuya y mía, es de todos, el al Cruz hecha con todos
los álbumes negros de todos nosotros! Pero él ha
aceptado llevarla, porque ni tú ni yo ni nadie puede
cargar con su cruz, mucho menos con la de los demás.
5.6 Despojo de vestiduras.
Van saliendo de la Ciudad Santa, y llegan por fin al
Gólgota. Jesús no puede más: cae rendido por tierra, y
los soldados se lanzan sobre él como buitres, Lo
arrastran los últimos pasos, lo desnudan, y estiran sus
brazos sobre el duro leño de la Cruz.
5.7 Crucifixión.
“Tomaron, pues, a Jesús, y él, cargando la Cruz, salió
hacia el lugar llamado Calvario..., y allí le crucificaron”
(Jn.1916b-18a)
“y allí le crucificaron” Unas cuantas palabras, 3 o 4, nos
describen el drama de una vida humana que toca a su
M.J.V.C. PÁG. 35

fin. Se siente el profundo respeto del Evangelista ante


una situación que siente que lo rebasa: Dios cuelga de
un madero, desnudo, indefenso, desangrado...
Incluso en este momento, sin haber estado ahí, vemos la
escena: La silueta de la Cruz sobre el cielo que se
oscurece, y un hombre, entre cielo y tierra, entre Vida y
Muerte, vuelve su rostro hacia ti y te mira.
5.8. La Cruz símbolo del amor de Dios al
hombre.
¿Alguna vez te has preguntado: ¿Porqué Jesús murió en
una Cruz? ¿Qué significado, qué simbolismo ha querido
Dios encerrar en el madero? No hay duda que la Cruz es
un símbolo muy poderoso, que ha marcado la vida de
cientos de generaciones de cristianos: Llevamos la cruz o
el crucifijo en nuestro cuerpo, el hombre mismo tiene
forma de Cruz...
Quizás algún otro símbolo podría parecer más apropiado,
por ejemplo un sepulcro abierto, la Sábana Santa, la red
del pescador o las herramientas del carpintero... Todos
estos tienen referencia a Cristo, pero no a Su Pasión, y el
cristiano debe ser un apasionado!
La Cruz era el instrumento de tortura más terrible que el
hombre hubiese inventado. Peor que el potro o la horca,
la Cruz era símbolo de un sufrimiento largo y doloroso,
incluso de varios días, que hacía del hombre un muñeco,
un añico, una basura...Era también el tormento reservado
a los esclavos, a los forajidos, a la escoria humana que no
tenía un lugar en la sociedad.
Una Cruz siempre llama poderosamente nuestra atención:
Va cargada de sentido, sobre todo de sentido humano:
En ese pedazo de madera, que tiene forma humana, un
hombre murió por mí. No tuvo que hacerlo: Quiso
hacerlo. La Cruz, por alguna razón, parece a menudo
marcar un camino, o el cruce en un camino: Indica
opción, elección. Así como para Cristo la Cruz fue el final
de un largo camino, ahora es para mí el inicio de otro
M.J.V.C. PÁG. 36

camino, quizás igualmente doloroso, donde yo también le


daré sentido a mi existencia.
Dios ha escogido el símbolo del más terrible sufrimiento
humano, y le ha dado nuevo significado: De la muerte
brota la vida, del sufrimiento la alegría, del dolor la
resurrección.
Al asumir la Cruz, Cristo no borra el dolor y la muerte,
pero les da un nuevo significado: Desde Cristo, vale la
pena sufrir, vale incluso la pena morir, cuando existe un
motivo.
Cuando Cristo fue alzado sobre la Cruz, toda la
humanidad se alzó con Él. Cada uno de nosotros fue
elevado, y desde ese momento somos más plenos, más
dignos del título de “HOMBRE” o “MUJER”
Desde Cristo, la Cruz es signo y símbolo de AMOR, mas no
de cualquier amor, sino de un AMOR: de entrega, de
oblación pero sobre todo AMOR de un Dios que
literalmente, se muere por el hombre.
5.9 Los dos ladrones.
"Uno de los malhechores colgados los insultaba:
' ¿No eres tú el Cristo? Pues sálvate a ti y a
nosotros.'
Pero el otro le reprendió diciendo;
' ¿Es que no temes a Dios, tú sufres la misma
condena? Y nosotros con razón, porque nos lo
hemos merecido con nuestros hechos; en cambio
éste nada malo ha hecho '
Y decía : ' Jesús, acuérdate de mí cuando vayas a tu
Reino.' Jesús le dijo: ' Yo te aseguro: hoy estarás
conmigo en el Paraíso' "
Lc 23, 39-46.
Dos hombres, dos destinos. Tan semejantes y tan
distintos! Sólo uno acepta la mano que Dios le tiende en
su última oportunidad. ¡Cuántos esperan el último
momento para convertirse: “mañana me confieso...”
hasta que la muerte los alcanza, y no hay vuelta atrás....
M.J.V.C. PÁG. 37

5.10 María al pie de la Cruz.


Su Madre María, lo ha seguido hasta el fin: Ella también
vive profundamente la Pasión de Su Hijo. Sabe que Su
presencia es necesaria para la Salvación de los hombres.
Y Jesús, en un gesto de infinita ternura, nos la hereda
como Madre...
5.11 Sufrimiento de Jesús.
¿Saben cómo muere un crucificado? No muere
desangrado o por los clavos, sino que muere por asfixia.
Los clavos, que han penetrado el brazo, (y no la mano,
como muchos piensan) entre los dos huesos, mantienen a
la víctima en una tensión continua, con los brazos
estirados, el tórax extendido: Puede respirar muy bien,
es decir, puede inhalar, pero le cuesta mucho trabajo, es
casi imposible exhalar. Así pues, tiene que tomar varias
inhalaciones, pero al querer soltar el aire, no puede
hacerlo: Tiene que apoyarse sobre las piernas, más bien
sobre el clavo que atraviesa los pies y, aguantando el
dolor, debe sostenerse para poder exhalar. Al hacerlo, el
esfuerzo es terrible, y se deja caer, desgarrando poco a
poco los músculos de los brazos. ¡Y así una y otra vez!
Poco a poco, respiración a respiración, se van tensando,
se van rompiendo los músculos, empiezan los calambres,
el dolor, la sed, el agotamiento, y no se puede hacer
nada! Hasta que la fuerza lo abandona, hasta que ya no
se puede levantar más, hasta que el alma se le va en un
grito desgarrador.
¿Acaso tú crees que Cristo murió por los buenos?
Tú crees que murió por los buenitos, por las
víctimas, por los que van a misa? Cristo murió
por el violador que lastimó a esa niña, por el
alcohólico que atropelló a esa pareja, por el
asesino, el ladrón, por toda la escoria humana
que nunca ha conocido un momento de amor, de
cariño!
M.J.V.C. PÁG. 38

Dios, en Cristo, se hizo criminal, se hizo pecador, se hizo


pecado, para poder acabar de una vez para siempre, con
el pecado del mundo.
5.12 Últimas Palabras de Cristo
La Palabra de Dios ha recogido para nosotros las últimas
palabras de Jesús, las famosas Siete Palabras, el último
legado de Cristo, quien desea grabar en nuestras mentes
que Dios nos ama, que Dios muere de amor por nosotros.
A ver, ¿quién se acuerda de alguna de las frases que
haya dicho Jesús antes de morir?, El orden no importa,
más bien importa que dijo Dios antes de morir y qué
significado puede eso tener para nosotros.
"PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO
QUE HACEN"
En el momento mismo en que lo crucifican, cuando
extienden sus brazos sobre el madero y los clavos
penetran su piel, ¡Cristo pide a Su Padre que los perdone!
¡Hasta busca excusas para perdonarnos! Como dijo un
filósofo francés :"Para que un hombre pronuncie esas
palabras por sus verdugos en el momento mismo de se
ejecución, o bien es Dios, ¡o está loco! Y Cristo no estaba
loco!"
No saben lo que hacen" De veras? Ellos no sabían que
estaban matando a Dios.. ¿Pero nosotros? Muchas veces
SI sabemos lo que hacemos, sí somos culpables, y sin
embargo lo hacemos! Así somos! Pero Dios es más
grande que nuestro pecado!
"HOY MISMO ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO"
¿Porqué se llama el Buen Ladrón? ¡Porque se robó el
cielo! Cuando ya todo estaba perdido para esta alma,
cuando parecía perderse para siempre después de una
vida inútil, con el último arrepentimiento, con el último
suspiro, logra la salvación de su alma.
"DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿PORQUÉ ME HAS
ABANDONADO?
¡Qué palabras tan raras! ¿Acaso Dios ha abandonado a
Jesús? ¡Claro que no! Sucede que, en el mommento de
M.J.V.C. PÁG. 39

mayor dolor, Jesús se acuerda de las oraciones que


aprendió de pequeño, seguramente de José y de María:
Este versículo es del Salmo 22, que dice textualmente.
“"Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?, lejos
de mi salvación la voz de mis rugidos. Dios mío, de día
clamo, y no respondes, también de noche, y no hay
respuesta para mí”.
Pero lo más interesante es lo que viene más adelante, en
el imsmo Salmo 22: “Una banda de malvados me
acorrala, coo para prender mis manos y mims pies..Se
reparten entre sí mis vestiduras y se sortean mi túnica”!
Nuevamente estamos ante una profecía de la Pasión de
Cirsto, escrita en un texto por mucho anterior a la era
cristiana.
"MUJER, AHÍ TIENES A TU HIJO” “AHÍ TIENES A
TU MADRE
Colgado en la Cruz, desgarrado por los clavos, torturado
por la corona de espinas, Jesús tiene aún la fuerza ç, el
amor de pensar en los demás. Y se preocupa por Su
Madre: Sola, viuda, abandonada, alguien tiene que
ocuparse de Ella! Juan, el discípulo amado, se convierte
en ese momento en el Hijo Adoptivo de María, se la lleva
a vivir a su casa.
Claro que hay que saber ver el sentido más profundo de
esta escena: San Juan representa a toda la humanidad, a
todos nosotros. Y María nos es entregada como Madre de
todos los Creyentes.
"TENGO SED "
El condenado empieza a sufrir desesperadamente: El
dolor y la agonía le arrancan a Dios un grito de auxilio.
Su cuerpo se deshidrata rápidamente por la pérdida de
sangre, y reclama un poco de líquido. Pero a pesar de
ese dolor, de esa sed, rechaza la esponja empapada en
vinagre, pues saben que esto apresuraría su muerte, y él
debe sufrir hasta el final
La sed lo tortura, pero no solo la sed física, sino la sed de
almas, de almas jóvenes como la tuya, que Cristo desea
ardientemente salvar.
M.J.V.C. PÁG. 40

"PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI


ESPÍRITU"
Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el sol,
hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona. El
velo del Santuario se rasgó por en medio y Jesús, dando
un fuerte grito, dijo: ”Padre, en tus manos encomiendo mi
espíritu”, y dicho esto, expiró.
Dios inclina la cabeza...
Muerto.
Tú también, Jesús, muerto.
Muerto, como aquél hombre, que imploraba misericordia
de sus verdugos, que clamaba su inocencia, pero que
solo encontró miradas y corazones endurecidos...
Muerto, Tú Jesús, como murió aquella muchacha,
luchando contra el cáncer, aferrándose a cada átomo de
vida que escapaba de un cuerpo desencarnado..
Muerto, Tú Jesús, como aquella mujer accidentada tirada
junto a la carretera,, sin que nadie se detuviera y la
ayudara....
Muerto, Tú, Jesús, como el joven que murió de SIDA,
abandonado y deshecho en la cama de hospital..
Muerto, tú, Jesús, como los que han muerto en las
guerras, como los que han muerto en los mares.
Tú, Jesús, que no debías de morir, muerto como todos los
muertos del mundo. Muerto, como yo voy a morir un día.
Gracias, Cristo, hermano mío en la muerte.
Gracias, porque has querido morir. Ya no es tan dura para
mi la muerte de los míos. Ya no va a ser tan dura mi
propia muerte.
Eres mi hermano, Jesús, porque tú también has muerto.
"TODO ESTÁ CUMPLIDO "
Desde lo alto de la Cruz, Jesús alcanza a ver toda la
historia humana. Su mirada ve, a lo lejos, los profetas
que anunciaron su venida, los sabios de Israel que la
esperaron, el mismo Pueblo de Israel, por siempre
peregrino.
M.J.V.C. PÁG. 41

“Todo está cumplido...” Cristo ha cumplido plenamente


la misión que el Padre le encomendara.. Él sabía que
tenía que derramar hasta la última gota de sangre, dar
hasta el último latido de su corazón, amar hasta que ya
no pudiera más amar. De lo contrario, el hombre no
podría creer en él, en su salvación: ¿Podrías tú aceptar un
Dios que no lo ha dado todo, que se ha quedado con
algo? Porque el hombre tiene sed de infinito, necesita
que Dios se dé totalmente, para poder vivir y creer
totalmente!
5.13 Cumplimiento de profecías.
Hubo un testigo de todo esto, y lo puso por escrito.
Escucha bien este texto:
Despreciado y tenido como la basura de los
hombres,
hombre de dolores y familiarizado con el
sufrimiento,
semejante a aquellos a los que se les vuelve
la cara,
estaba despreciado y no hemos hecho caso
de él".
Sin embargo eran nuestras dolencias las que
él llevaba,
eran nuestros dolores los que le pesaban
y nosotros lo creíamos azotado por Dios,
castigado y humillado.
Ha sido tratado como culpable a causa de
nuestras rebeldías
y aplastado por nuestros pecados.
El soportó el castigo que nos trae la paz
y por sus llagas hemos sido sanados".
Todos andábamos como ovejas errantes,
cada cual seguía su propio camino,
M.J.V.C. PÁG. 42

y Yavé descargó sobre él


la culpa de todos nosotros.
Fue detenido y enjuiciado injustamente
sin que nadie se preocupara de él.
Fue arrancado del mundo de los vivos,
y herido de muerte por los crímenes de su
pueblo.
Quiso Yavé destrozarlo con padecimientos
y el ofreció su vida como sacrificio por el
pecado.
Por esto verá a sus descendientes y tendrá
larga vida,
y por él se cumplirá lo que Dios quiere.
Después de las amarguras que haya
padecido su alma
verá la luz y será colmado.
Por su conocimiento, mi siervo justificará a
muchos
y cargará con todas sus culpas.
Se ha negado a sí mismo hasta la muerte,
y ha sido contado entre los pecadores,
cuando en realidad llevaba sobre sí
los pecados de muchos, e intercedía por los
pecadores.

¿Sabes de dónde es este texto que te acabo de leer?


Mira, es del Profeta Isaías, (52,13-53,13).y fue escrito casi
quinientos años antes de que sucediera! ¿Qué significa
esto? Que Dios desde siempre sabía que esto iba a
suceder, que es parte de Su Plan para salvarnos. Dios en
cierta forma le permitió a Isaías ver todo esto, para que
nosotros pudiéramos creer, pudiéramos aceptar este
sacrificio tan terrible de Jesús.
M.J.V.C. PÁG. 43

Otros muchos pasajes habían profetizado, pre-anunciado


esta pasión redentora de Cristo, por ejemplo:
Is.Y50,5-6: “Yo no me resistí, ni me hice atrás. Ofrecí
mis espaldas a los que me golpeaban, mis mejillas a los
que mesaban mi barba. Mi rostro no hurté a los
insultos y salivazos”
Sal 22: “Se han repartido mis vestidos, han echado a
suertes mi túnica”
Ex. 12,46: “No se le quebrará hueso alguno”
Zac. 12, 10: “Mirarán al que traspasaron”
Sab. 1, 12-17: Tendamos lazos al Justo, que nos
fastidia, se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa
en cara faltas contra la Ley. Se gloría de tener el
conocimiento de Dios, y se llama a sí mismo Hijo del
Señor.... Proclama dichosa la suerte de los justos y se
ufana de tener a Dios por Padre.
5.14 MUERTE DE JESÚS.
Y Jesús, dando un fuerte gritó, expiró.
Todo ha terminado. Aquél cuerpo, que ha luchado
durante tantas horas, se estira una última vez, se tensa, y
de pronto se relaja, y yace yerto, colgando de los clavos,
sin fuerza, sin vida ya. Todo ha terminado. Dios ha
muerto.
El velo el Templo se rasgó de arriba a abajo, tembló la
tierra, los sepulcros se abrieron: El universo mismo se
trastorna por la muerte de Jesús.
5.15 Entierro. Sepulcro.
Y ahí terminó la gran aventura de Jesús de Nazaret.
Muchos creían que él era el Mesías. Pero había muerto
en una cruz: ¡El Mesías no podía morir! Lo bajaron de la
cruz, después de darle una lanzada para perforar su
corazón para asegurarse que estaba muerto, y, como la
ley lo indicaba, había que entregar el cuerpo en manos
del pariente más cercano, Se lo entregan a su madre,
quien tiene que recibirlo "oficialmente"
M.J.V.C. PÁG. 44

Un poco como en China, donde después de


ejecutar a los disidentes de Tiannanmen con un
disparo en la nuca, entregan a las madres los
cuerpos de sus hijos, pero con una condición:
Tienen que pagar 25 centavos... ¡por la bala!
María recibe el cuerpo de su Hijo, y rompe a llorar: ¿Qué
dolor más grande puede haber para una madre que ver
muerto a su hijo? ¿Qué madre no preferiría mil veces
morir ella que ver morir a su hijo? Pero Dios nos pide a
todos un sacrificio, un "participar" en la muerte redentora
de Cristo, y María está ahí, en primera fila.
Había un hombre llamado José, miembro del
Consejo, hombre bueno y justo, que no había
asentido al consejo y proceder de los demás.
Era de Arimatea, ciudad de Judea, y esperaba
el Reino de Dios. Se presentó a Pilato y
pidió el cuerpo de Jesús y, después de
descolgarlo, le envolvió en una sábana y le
puso en un sepulcro excavado en la roca en el
que nadie había sido puesto todavía.
Lc. 23,50-53.
Un hombre bueno, un tal José de Arimatea, tenía ahí
mismo un sepulcro vacío, nuevo, y lo prestó para Jesús.
Ya era la tarde del viernes, es decir, el inicio del Sábado,
de la Pascua, y ni tiempo hubo de hacerle un entierro
decente: Lo envolvieron en una sábana, lo introdujeron
en el sepulcro como ustedes saben los sepulcros judíos
no eran un hoyo en el suelo, sino una pequeña cueva en
la roca, con una lápida o piedra redonda que se hacía
rodar para tapar la entrada. Así sepultaron a Jesús, y
todos sus discípulos se fueron, los pocos que quedaban.

6.- SÁBADO SANTO.


6.1 Cristo reposa en el sepulcro.
Cristo descansa ya en el silencio del sepulcro. Su cuerpo
yerto descansa por fin, después del terrible sufrimiento
de Su Pasión. El mundo ha vuelto a la normalidad..
M.J.V.C. PÁG. 45

Cristo espera, muerto, El mundo también espera: ¿Se


cumplirá lo que Cristo anunció? ¿Que habría de resucitar
al tercer día?
6.2 María que espera la resurrección.
María Virgen de la Soledad.
Si algunos se han olvidado ya de Cristo, si otros ya han
desesperado, una mujer espera llena de Fe. María, que
durante años ha acompañado a Su Hijo, ahora aguarda
silenciosa, sola, que dios cumpla sus promesas. Ella, más
que nadie, siente el dolor de la muerte y de la
separación. Pero su Fe no vacila. Espera en Dios.
6.3 Actitudes de los Apóstoles.
¡Qué distinta es la actitud de los Apóstoles! Han
permanecido escondidos a lo largo de todo este tiempo.
Solo San Juan se había atrevido a estar al pie de la Cruz.
Ahora se esconden por miedo a los judíos. ¿Qué habrá
pasado por sus mentes durante todo este día?

7.- DOMINGO.
7.1 RESURRECCIÓN DE CRISTO. Por
acción del Espíritu Santo.
Y ahí terminó todo.
O no?
Creen ustedes que hubo algo más?
Cómo?
Ustedes creen que resucitó?
Pues sí, ¿no? ¡Él lo dijo!
Pero ustedes no creen esos cuentos, ¿o sí?
¿De veras crees que resucitó?
¡Pero es que los muertos no resucitan! ¡No pueden
volver a la vida! A menos que....
A menos que todo esto sea obra de Dios
A menos que Cristo sea realmente el Mesías y no un
mentiroso..
A menos que tú creas realmente en él..
M.J.V.C. PÁG. 46

7.2 El Misterio Pascual es Obra de Dios.


¿Quieren saber cómo sucedió? Pues se van a quedar con
las ganas, ¡porque no sabemos! Los Evangelios no nos
dicen cómo fue la resurrección de Cristo, ¡pero sí nos
cuentan una de las más fabulosas historias de amor, la
que se da entre Dios y el hombre! ¡Nos cuentan cómo
Dios resucitó a Cristo de entre los muertos para nuestra
salvación!
7.3 Testigos de su resurrección.
Aparición a las mujeres.
El domingo en la mañana, muy de madrugada, María
Magdalena y otras mujeres fueron al sepulcro, a terminar
la sepultura de Cristo, a embalsamar su cuerpo, y
llevaban los aceites y los perfumes, y se preguntaban
cómo quitarían la piedra.. Y de pronto, sintieron un
temblor, un terremoto.. Y se acercan al sepulcro, y se
encuentran a dos jóvenes, vestidos de blanco, sonriendo,
es más, riéndose felices de la vida!
- Oigan, ¿a dónde van?
- Vamos.. Vamos al sepulcro de Jesús..
- ¿Adónde? Van a buscar a Jesús? No está! Ha
resucitado!
Ellas no entienden nada, siguen su camino, llegan al
sepulcro, y ahí ven a todos los guardias romanos, como
dormidos, desmayados.. Y la piedra del sepulcro! Está
quitada! ¡El sepulcro está abierto!
Las pobres mujeres no saben ni qué pensar! ¿Se habrán
robado el cuerpo? "A ver, entra tú a ver!" "Yo? ¿Porqué
yo? ¡Entra tú!"
Mejor se van por los Apóstoles, llegan a la casa donde
están Pedro y los demás, y les dicen
- ¡Se lo llevaron! ¡Se han robado el cuerpo del Señor!
- ¿Cómo que se lo han robado? ¡No puede ser!
- ¡No está! ¡La tumba está vacía!
¡Los Apóstoles no lo pueden creer! Pedro y Juan salen
corriendo hacia la tumba, Juan, por ser más joven, llega
M.J.V.C. PÁG. 47

más rápido, pero se detiene a la entrada de la tumba.


Pedro llega, entra a la tumba y.... ¡el cuerpo no está! ¡La
tumba está vacía! Ahí está la sábana, pero es todo:
¡Jesús no está! ¡Pedro y Juan no saben qué pensar!
Regresan a la casa sin saber qué van a hacer..
María Magdalena, mientras tanto, también ha regresado a
la tumba, y rompe a llorar.
De pronto, un hombre se le acerca: Mujer. ¿porqué lloras?
¿A quién buscas?
María piensa que es el jardinero: “Señor, usted sabe
donde está! dígame a dónde se llevaron a Jesús, yo iré
por él.”
Y sigue llorando.
Entonces es cuando escucha a voz tan querida, tan
conocida, tan amada:
- "María"
No lo puede creer! ¡Esa voz! ¡Es él! ¡Es Jesús! María
Magdalena se voltea, lo ve, ¡lo reconoce! ¡Es él! ¡Es él,
pero no es él! Es decir, es él, pero está cambiado, ¡hay
algo tan especial! María quiere abrazarlo, tocarlo, pero
Jesús le dice:
- No, espera, no me toques, ¡porque aún no he subido al
Padre! Primero, ve con mis hermanos, y diles: ¡ Ya la
hicimos! ¡Hemos ganado! ¡Hemos vencido al mal, al
pecado, a la muerte! Ve y diles que he resucitado! y que
pronto estaré con ellos!
Aparición a los Discípulos. Sto.
Tomás.
¡María no cabe de felicidad! ¡no sabe si ir o no! Pero
obedece, sale corriendo, llega aventando la puerta y les
grita:
¡ Lo he visto!
- ¿A quién?
- ¡A Cristo!
- ¿Dónde? ¿Dónde está el cuerpo?
M.J.V.C. PÁG. 48

- ¡No! ¡No vi el cuerpo! ¡No está muerto! ¡Ha resucitado!


- ¡Por favor! ¡Cuentos de mujeres!
Y en eso estaban, discutiendo y alegando, cuando de
pronto, sin pasar por la puerta, aparece, en medio de
ellos, ¡Cristo el Señor!

Pues sí, es cierto, ¡Cristo ha resucitado!


Claro, nunca falta el que no está, que salió por las cocas,
y en este caso, era Tomás!
- Tomás, ¡hemos visto al Señor!
- Sí, ¡cómo no!
- De veras, ¡lo vimos!
- Sí, tú, tú lo viste, pero ¡yo no! ¡Yo también quiero verlo!
- ¡Es que debes de creer!
- ¿Porqué? ¿Porqué tú lo dices? ¿Porqué tú te paras
delante de mí y me hablas bonito?
¡A mí me cae bien Santo Tomás! El quería tener
una experiencia personal de Cristo resucitado.
Como dice Juan Pablo II: "un encuentro de ojos
abiertos y corazón palpitante con el Señor
Resucitado!" ¡El no tiene porqué creer porque
alguien se lo diga! El tiene que creer cuando vea
él mismo a Cristo. Y Cristo se lo concede. Claro,
¡también lo regaña un poco! Pues lo importante
es creer, aunque Dios no nos conceda lo que le
concedió a Santo Tomas:
Discípulos de Emaús.
Para algunos discípulos, todo había terminado desde
hacía varios días. Incluso ya habían abandonado
Jerusalén y regresado a sus pueblos. No habían creído, o
no recordaban, las promesas de Jesús. ¡Pero Jesús no se
ha olvidado de ellos! ¡Y va a buscarlos! Se les aparece a
dos de ellos camino a Emaús, y poco a poco, platicando
con ellos, explicándoles las Escrituras, va despertando su
fe, revitalizando su esperanza. Por fin, se les revela "al
M.J.V.C. PÁG. 49

partir el pan", es decir, en un momento que recuerda


fuertemente la Eucaristía.
Quizás tu eres de esos discípulos, de eso
"cristianos" que, sí, se acuerdan de Cristo, de sus
palabras, de sus milagros, pero que, bueno "¡no
es para tanto"!, "¡no soy fanático"! Y se van
descorazonados, cansados por la vida, tal vez sin
nunca encontrarse con Cristo, o mejor dicho, sin
nunca reconocerlo en "el partir el pan", en las
conversaciones diarias, en los pequeños
acontecimientos que marcan nuestra vida diaria.
Aparición en el Lago (Jn.21)
Empieza entonces lo que yo llamo la ":luna de Miel" de
Cristo Resucitado con sus Apóstoles. Durante 40 días,
Cristo va a estar con ellos, acompañándolos, platicando
con ellos, ayudándoles a comprender todo lo que ha
pasado, y, sobre todo, preparándolos para la gran Misión
que se acerca. Esto es necesario porque la experiencia
no fue fácil para ellos: tuvieron miedo, se acobardaron,
sufrieron al ver morir a Jesús. Ahora necesitan ser
sanados, ser robustecidos, ser curados de todas sus
heridas.
Uno de ellos, sobre todo, lleva no una, ni dos, sino tres
grandes cicatrices en el corazón, más bien tres heridas
mal cicatrizadas: ¡Pedro! Ya lleva varios días sin saber
qué decir: ¿Se acordará El Señor que le fallé? Sí, Cristo
sí se acuerda, se acuerda muy bien, pero no en la forma
que Pedro (o tú) se imagina. Por eso un día, junto al mar
de Galilea, después de haber comido juntos, Jesús le dice
a Pedro:
- A ver, Pedrito, ¡ven para acá!
- Qué pasó, Señor, ¿para qué soy bueno?
- Pedro, ¿me amas?
- Sí, Señor, claro que sí, Señor, te amo sobre todas las
cosas, vaya pregunta!
- Muy bien, Pedro: Apacienta mis ovejas.
M.J.V.C. PÁG. 50

- ¡Claro que sí, señor, cómo no, lo que tú digas! Bueno,


ya,
me voy Señor, hasta...
- ¡Oye, Pedro!
- ¿Qué hay, Señor? ¿Qué se te ofrece?
Pedro, ¡me amas?
¡Pedro la ve venir! ¡Jesús le pregunta por segunda vez, y
¡sabe por dónde va la cosa! "¿Me amas?' ¿Y ahora qué
contesto?
A ver, tú ¿qué contestarías a esa pregunta? Si
Jesús te preguntara: "¿Me amas?' Pues, la mera
verdad, ¡no siempre Señor! Cuando las cosas
salen bien, cuando la Jornada sale padrísima,
cuando nos aplauden y nos quieren, claro que te
quiero, ¡Señor! ¡Todo mundo te quiere! Pero
luego vienen las burlas, y me tachan de mochilón,
y los cuates se mofan, y las chicas se alejan, y me
dicen de cosas, y no tengo argumentos Y luego
mi hermana sigue enferma, y mi papá llega
borracho, y no alcanza el dinero, no tengo para
comprarme una torta, y todo se me va en pagarle
la jornada a otros, y no, Señor, hay veces que no
te quiero, que se debilita mi fe, y no sé qué
hacer! Pero luego pasa, y te miro un rato y, sí,
Señor, sí te quiero!
- Sí, Señor, claro que sí, Señor!
- Muy bien , Pedro, apacienta mis corderos.
- Cómo no, Señor, gracias, Señor, bueno, ya me voy,
Señor, ¿sí? ¡Hasta luego!
- Oye, Pedro...
- ¿Qué pasó?
- Pedro, ¿me quieres?
Y Pedro se echa a llorar.. Ya no aguanta más. Pedro se
da
cuenta de lo que quiso ignorar todo este tiempo: Que
Cristo sabe que lo traicionó, y sin embargo, lo ama, lo
M.J.V.C. PÁG. 51

perdona, confía en él. Cuando Cristo pregunta por


tercera vez: "¿Me quieres? ¡Pedro se da cuenta de lo
mucho que Cristo lo ama!
Quizás te vaya a pasar igual: Cristo, el gran
médico, tuvo que ponerse los guantes de
cirujano, y meter su mano hasta lo más hondo del
corazón de Pedro, y limpiar, y echarle alcohol y
mertiolate, para curar bien esa herida. A Pedro
le dolió, por supuesto! Tuvo que enfrentarse a lo
peor que había hecho en su vida. Como a ti te ha
dolido enfrentarte con tu álbum negro! Pero ten
confianza: Cristo te puede curar!
- Mira, Pedro, cuando eras joven, ibas y venías como
querías, y hacías lo que querías, pero algún día, alguien
vendrá, y te amarrará las manos, y te llevará a donde no
vas a querer ir!
Cristo ya sabía que Pedro habría de morir por él. Le
previene para que Pedro viva desde ahora a la altura de
su vocación.
Y hay una leyenda muy bonita, que nos cuenta
que Pedro, ya en Roma, al desatarse la
persecución del Emperador Nerón, sabía que lo
andaban buscando, ¡sale huyendo de Roma! ¡No
quiere morir, ni siquiera por Cristo! Sale
corriendo de Roma, y ¿saben a quién se
encuentra? ¡A Cristo, que va caminando hacia
Roma!
- Señor, ¿a dónde vas? ¿Quo vadis, Domine?
- Pedro, voy a Roma a morir de nuevo, ¡ya que tú
no quieres morir por mí!
Pedro comprende, y le contesta: No, Señor, no
vayas, ¡ahora sí voy a dar la cara!
Y Pedro regreso a Roma, y murió por Cristo,
crucificado de cabeza en el Circo Romano, donde
hoy en día se levanta la gran Basílica de San
Pedro!
M.J.V.C. PÁG. 52

7.4 De la muerte surge la vida. De la


Cruz surge la vida nueva.
Dios escogió un instrumento de tortura para salvarnos. El
árbol de la Cruz se ha transformado en árbol de Vida.
7.5 La resurrección de Cristo, Vida Nueva para
nosotros.
La Resurrección de Cristo es prenda de nuestra propia
salvación, es garantía de que algún día también nosotros
resucitaremos, y viviremos para siempre.
7.6 La Resurrección es el triunfo del Señor.
Los enemigos de Cristo pensaban haberlo vencido al
haberlo matado. Estaban equivocados. También estaban
equivocados al pensar que Jesús era su enemigo. Jesús
triunfó, pero no sobre este o aquel hombre, sino sobre el
pecado, el sufrimiento, la muerte. Su Resurrección marca
el inicio de una nueva era para la humanidad. ¡Sólo
faltas tú!
7.7 el Señorío de Jesús (flip 2, 9-11. Rm 10,9).
Reconocerlo.
Al igual que Sto. Tomás, al igual que los primeros
discípulos, los discípulos de todos los tiempos deben
reconocer a Cristo como su Señor.
Recuerdas cómo usamos antes el ejemplo del
automóvil? De tu automóvil? Pues bien, hasta
ahora tú has manejado tu vida, tú has conducido
tu auto! Pues ha llegado el momento de
entregarle a Cristo las llaves de tu vida! Es
tiempo de que te quites del asiento del chófer y
dejes que Cristo se siente ahí y el conduzca de
ahora en adelante!
En cuanto le entregues a Jesús todas las áreas de
tu vida, experimentarás esa paz, esa tranquilidad
que solo Dios puede darte.
Recuerda que hay que darle TODAS las llaves de
tu vida! Y no
M.J.V.C. PÁG. 53

se vale pedírselas prestadas: "Oye, Señor, tengo


una fiesta, y Tú no puedes ir porque.. bueno, Tú
entiendes! Préstame las llaves un ratito, ahorita
te las devuelvo!" Ni tampoco se vale hacer
trampa: "Le di las llaves a Cristo, pero aquí tengo
un duplicado!" No! Dale todo a tu señor!
Consagrarle todas las áreas de
nuestra vida.
Tal vez te suceda como aquella muchacha que un día le
habló por teléfono el Señor Jesús, y le dijo:
- Esta noche voy a ir a visitarte.
- Sí, Señor, cómo no, ven a las ocho!
Y se puso a barrer, y a trapear, y a limpiar todo! Pero
como
tenía mucha basura, y no tenía donde tirarla, lo metió
todo
en un closet, y lo cerró con llave.
A las ocho tocan a la puerta, y efectivamente es el Señor
Jesús!
- Señor, pásale, qué gusto! Adelante, toda la casa es
tuya!
- De veras?
- Sí, sí, Señor, todo es tuyo, claro que sí!
Jesús empieza a recorrer la casa, la sala el comedor,
todo,
hasta que llega al closet que está cerrado, y le pregunta:
- Oye, y allí que hay?
- Allí? No, nada, nada, de veras!
- Pero es que Yo quiero entrar allí!
- No, Señor, allí no, allí ni puedes entrar!
- Pero me dijiste que toda tu vida es mía!
- Sí, Señor, ¡pero ese closet no!"
¿Porqué no? ¿Hay alguna parte de tu vida donde no
hayas dejado entrar al Señor?
M.J.V.C. PÁG. 54

7.8 La resurrección es el centro y cimiento de


nuestra Fe.
Así pues, la Resurrección es el fundamento de nuestra fe:
Vana sería nuestra Fe, dice San Pablo, y seríamos los más
desafortunados de los hombres.
No basta, sin embargo, con pensar, o "saber" que Cristo
resucitó hace dos mil años. Tienes que creer que él está
vivo,, que está aquí ahora, en esta Jornada, que está a tu
lado y te ama, y te ofrece esta Vida Nueva.

8.- CONCLUSIÓN.
8.1 Estos son los tres días más
importantes de la historia.
En esos tres días, Cristo logra la salvación de toda la
humanidad, no sólo de unos cuantos, sino de todos!
Porque Cristo ha muerto, y ha resucitado! ¡El álbum
negro de la sociedad ha quedado destruido para siempre!
Cristo cargó con ese inmenso álbum negro, le dio forma
de cruz, y lo lavó con Su Sangre!
8.2 Son también los tres días más
importantes de tu vida, si aceptas morir y
resucitar con Cristo.
Si son los tres días más importantes de la humanidad,
también pueden, si quieres, ser los tres días más
importantes de tu vida! Porque Cristo murió y resucitó
por ti, pero solo si tú lo aceptas, si tú le dices que sí!
Mira, esta Jornada también pueden ser los tres días más
importantes de tu vida: Así como fue un cambio total
para Pedro, Juan, María Magdalena, hoy Dios te da en
Cristo la oportunidad de decirle SI!
8.3 Cristo resucitado, figura del hombre
nuevo, vida nueva a la que estás llamado
vivir.
Por eso te pregunto: ¿Para qué seguir cargando con tu
álbum negro? Para qué sigues sufriendo? ¿Para qué
quieres seguir por la vida arrastrando esa cobija, ese
sentimiento de culpabilidad, ese rencor o ese
M.J.V.C. PÁG. 55

remordimiento? ¡Ya suéltalo! ¡Sé libre! Cristo murió


para que tú vivieras, y ¡resucitó para que tengas Vida
Plena!
Tú estás llamado a vivir, y a vivir una vida plena, feliz,
realizando tus sueños y proyectos. Sólo Dios puede
ofrecerte la auténtica felicidad, la que dura para siempre,
la única que puede satisfacer los anhelos más profundos
del hombre. Sólo Dios puede hacerte feliz porque sólo Él
sabe lo que hay en tu corazón.
8.4 Acepta a Jesús como Salvador y
Señor. “Señor mío y Dios mío” (Jn.20,28)
Solo falta una cosa: Que tu aceptes esta salvación: Dios
ya te la ha ganado, tú ya no tienes que pagar nada!
Reconoce, con Santo. Tomás, que Cristo es tu Señor y tu
Dios: No sólo tu amigo, sino alguien mucho más
importante: El señor de tu vida, de tu alma, de tu
corazón, de todo tu ser! ¡Entrégale las llaves de tu vida,
y deja que el guíe tu existencia de ahora en adelante!
Es una respuesta personal que solo tú puedes dar. ¡No
tengas miedo, Cristo ya pagó nuestra deuda, y espera
solamente que vengas a recibir tu salvación!
Es como la historia aquella del cuate que tiene
una deuda con el banco enorme! De miles de
millones de dólares! Se endrogó, pidió prestado,
nunca pagó, los intereses se acumularon, y ahora
debe todo el dinero del mundo! Va al banco para
decirle al gerente que nunca podrá pagar:
- Oiga, señor gerente, que cree? Le quería pagar,
pero...
- Ah, no se preocupe, ya está todo resuelto!
- ¿Cómo?
- Sí, ya vino un señor y pagó toda su deuda!
- Pero, ¿quién es?
- A ver, déjeme ver aquí los papeles... Ah, aquí
está, un tal Jesús de Nazareth, ¿lo conoce?
M.J.V.C. PÁG. 56

Estos tres días son tan importantes para la Iglesia, que


año con año, los revivimos en la Semana Santa, la
semana más importante del año. También la revivimos a
través de una oración muy bella que se llama el Via
Crucis. Este consiste en revivir, junto con Cristo y María,
los momentos más dolorosos de la Pasión de Cristo. Por
eso en este momento quiero invitarte a que dejes aquí
todas tus cosas, lápiz y cuaderno, y que vayamos allá
afuera, a vivir este “Camino de la Cruz”, para morir y
Resucitar con Cristo.

1.- SEGUNDA SECCIÓN: : EL PENSAMIENTO


DE JUAN PABLO II:
EL DESCUBRIMIENTO DE CRISTO
El misterio pascual de Cristo, vinculado a la cruz y a la
resurrección... revela del modo más profundo a Dios: Dios
que es Amor: Dios que «tanto amó al mundo, que le dio
su unigénito Hijo» (Jn 3,16). Al mismo tiempo este
misterio permite al hombre comprenderse totalmente a sí
mismo: hombre, en su dignidad y su vocación, como nos
enseña el Concilio Vaticano 11.
Hoy, por consiguiente, todos nosotros miramos a Cristo
-este Cristo- que (según la predicción del Profeta), viene a
Jerusalén montado sobre un pollino, según la costumbre
del lugar. Los Apóstoles han puesto sus vestidos encima,
para que Jesús pudiera estar sentado. Y cuando se
encontraba cerca de la bajada del Monte de los Olivos,
todo el grupo de los discípulos, exultante, comenzó a
alabar a Dios a voces, por los prodigios que había visto (cf
Le 19,37).
Así pues, hoy contemplamos a Jesús de Nazareth, que
viene a Jerusalén; su llegada está acompañada con el
entusiasmo de los peregrinos. «¡Hosanna al Hijo de
David!» (Mt.21,9).
M.J.V.C. PÁG. 57

Ya entonces «algunos fariseos de entre la gente le


dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos» (Le 19,39).
Qué expresiva es la respuesta de Jesús: «Os digo que, si
éstos callan, gritarán las piedras» (LC. 19,40).
Contemplamos, por lo tanto, al que viene en nombre del
Señor» (Mt 21,9) « en la perspectiva de la Semana Santa.
«Mirad, subimos a Jerusalén y el Hijo del Hombre será
entregado a los gentiles,. escarnecido, e insultado, y
escupido, y después de haberle azotado, le quitarán la
vida ... » (Le 18,31-33).

Así pues, se acallarán los gritos de la muchedumbre del


Domingo de Ramos. El mismo Hijo del Hombre se verá
obligado al silencio de la muerte. Y la víspera del sábado
bajarán de la cruz, lo depositarán en un sepulcro,
pondrán una piedra a la entrada del mismo Y sellarán la
piedra.

Sin embargo, tres días más tarde esta piedra será


removida. Y las mujeres que irán a la tumba, la
encontrarán vacía. Igualmente los Apóstoles. Así pues,
esa «piedra removida» gritará, cuando todos callen.
Gritará. Proclamará el misterio pascual de Jesucristo. Y
de ella recogerán es te misterio las mujeres y los
Apóstoles, que lo llevarán con sus labios por las calles de
Jerusalén, y más adelante por los caminos del mundo de
entonces ces. Y así, a través de las generaciones,
«gritarán las piedras».
¿Qué es el misterio pascual de Jesucristo? Son los
acontecimientos de estos días, particularmente de los
últimos días de la Semana Santa. Estos acontecimientos
tienen su dimensión humana, como dan testimonio de
ello las narraciones de la pasión del Señor en los
Evangelios. Mediante estos acontecimientos el misterio
pascual se sitúa en la historia del hombre, en la historia
de la humanidad.
Sin embargo, tales acontecimientos tienen, a la vez, su
dimensión divina y precisamente en ella se manifiesta el
misterio.
M.J.V.C. PÁG. 58

Una dimensión del misterio divino se llama redención. La


obediencia del Hijo del hombre, la obediencia hasta la
muerte de cruz compensa con creces la desobediencia
hacia el Creador y Padre contenida en el pecado del
hombre desde el principio.
Así pues, el misterio pascual es la única realidad divina de
la Encarnación y de la redención, introducida en la historia
de la humanidad. Introducida en el corazón y en la
conciencia de cada uno de nosotros. Cada uno de
nosotros está presente en este misterio mediante la
herencia del pecado, que de generación en generación
conduce a la muerte. Cada uno de nosotros encuentra
en ella la fuerza para la victoria sobre el pecado.
El misterio pascual de Jesucristo no se agota en el
despojo de Cristo. No lo cierra la gran piedra puesta a la
entrada del sepulcro tras la muerte en el Gólgota.
Al tercer día esta piedra será removida por la potencia
divina y comenzará a «gritar»:
Redencíón significa también exaltación.
La exaltación, es decir, la resurrección de Cristo abre una
perspectiva absolutamente nueva en la historia del
hombre, en la existencia humana, sometida a la muerte a
cansa de la herencia del pecado. Por encima de la
muerte está la perspectiva de la vida. La muerte forma
parte de la dimensión del mundo visible; la vida está en
Dios.
El Dios de la vida nos habla con la cruz y con la
resurrección de su Hijo.
Ésta es la última palabra de su Revelación. 1,a última
palabra del Evangelio. Justamente esta palabra está
contenida en el misterio pascual de Jesucristo.
Mediante la cruz y la resurrección, mediante el misterio
pascual, Cristo dirige a cada uno de nosotros la llamada:
«Sígueme.»
El viernes por la noche todo parecía testimoniar la
victoria del pecado y de la muerte.
Sin embargo, a los tres días, ha hablado de nuevo la
piedra removida» («gritarán las piedras»).
M.J.V.C. PÁG. 59

Plaza de San Pedro, 23/3/86

LA CRUZ
Queridos jóvenes, hemos comenzado esta vigilia con la
entrada de la cruz: la cruz de la Jornada de la Juventud, y
de toda jornada. Esta cruz ha entrado de nuevo entre
nosotros, cargada a hombros por jóvenes.
La cruz y la vigilia. La cruz entró definitivamente en la
vida mesiánica de Jesucristo durante una vigilia; sí, una
vigilia de oración. Esta cruz entró en el huerto de
Getsemaní, aunque, en sentido estricto, entró a poca
distancia en la realidad definitiva de la crucifixión.
Durante la vigilia: muchas veces Jesús velaba, pasaba las
noches en oración.
Pero esta es la última noche, la vigilia definitiva. Jesús
había anunciado la cruz. Estaba preparado desde hacía
mucho tiempo; había venido para esta «hora», se
preparaba para beber el cáliz hasta el fondo: «La copa
que me ha dado el Padre, ¿no la voy a beber?» (Jn 18,1l).
Todo estaba listo, pero hacía falta aquella «hora» de
Getsemaní, aquella vigilia, aquella oración solitaria del
Señor. Hacía falta una última y definitiva confrontación
entre el Hijo y el Padre: «Nadie conoce bien al Hijo sino el
Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar» (Mt 11,27; cL
Lc 10,21-22).
Se trata, por tanto, de la confrontación definitiva entre el
Padre y el Hijo, el Hijo unigénito, el Hijo consustancial,
Dios de Dios, engendrado, no creado.
La vigilia de Cristo en Getsemaní: su último «sí»,
definitivo e incondicional. Y, luego, la cruz se acerca en
su realidad dramática, brutal, cruel; se acerca
rápidamente. Dentro de poco Jesús estará delante del
sanedrín; pasará la noche en oración, y por la mañana de
nuevo ante el sanedrín, y después ante el tribunal
romano, ante Pilato, ante Herodes; y más tarde ante la
gente, que pide de forma categórica: «¡Fuera, fuera!
¡Crucifícale!» (Jn 19,15). Y el juez cede.
M.J.V.C. PÁG. 60

Desde ese momento, Cristo azotado, coronado de


espinas, encuentra, abraza esta cruz como una realidad
concreta, la cruz de un condenado a muerte, la muerte
más humillante; luego es crucificado, y durante las horas
de su agonía llega a decir: «Consummatum est» (Jn
19,30) y a ofrecerse, a darse a sí mismo al Padre de una
forma plena y definitiva.
Habéis hecho bien al introducir en vuestra celebración de
la Jornada (Mundial de la Juventud) una vigilia. Hace falta
suplir aquella vigilia que no realizaron los Apóstoles. La
Iglesia debe hacer la vigilia y orar; ha aprendido, a través
de esa experiencia de Getsemaní, que debe estar
siempre velando, que debe estar siempre dispuesta a
participar en el misterio de Cristo, misterio de nuestra
redención.
Después de su experiencia, más bien negativa, con la
Iglesia y con los Apóstoles, Cristo no los abandona; no los
aleja, a pesar de sus fallos posteriores: los Apóstoles
huyeron, Pedro negó al Maestro, para no hablar de Judas.
A pesar de todo ello, Cristo no los alejó, no los humilló.
Después de su resurrección, se acercó en seguida a ellos
y confirmó su misión: «Como el Padre me envió, también
yo os envío» (Jn 20,21).
Vigilia, aula Pablo VI, Roma 9/4/1992

OTRAS CITAS DE S.S. JUAN PABLO II.


1. Os dejo ahora con esta oración: que el Señor Jesús se os
revele a todos vosotros, que os conceda fortaleza para
manifestar y profesar vuestra condición de cristianos, que
os muestre que sólo El es capaz de saciar vuestros
corazones.(Estados Unidos)

2. ¡Sentíos orgullosos de ser cristianos! ¡Demostradlo


siempre con la palabra, con el comportamiento, en el
ambiente del trabajo, en la familia, en la profesión, sin
respeto humano alguno. (Brasil)
M.J.V.C. PÁG. 61

3. Por su encarnación el Hijo de Dios se unió en cierta


manera con cada ser humano. En lo más profundo de
nuestro ser nos ha vuelto a crear; en lo más intimo nos ha
reconciliado con Dios; nos ha reconciliado con nosotros
mismos, nos ha reconciliado con nuestros hermanos y
hermanas. El es nuestra paz. (Estados Unidos)

4. ¿Qué otra cosa podía deciros mejor que esta? Aprended


a conocer a Cristo y dejáos conocer por El! (Polonia)

5. Cristo ofreció a Dios todos los gozos y todas las penas de


esa vida. La vivió con sencillez, pureza de corazón, con
decisión, como un servidor, como un amigo que acogía a
los enfermos, a los afligidos, los pobres de toda clase; con
un amor que nadie superará y que nos dejó en
testamento: amáos como yo os he amado. Y esa misma
vida que, a través de la prueba de su sacrificio, ofreció
para liberar al mundo de sus pecados, es ahora glorificada
junto a Dios. (Rep. Pop. del Congo)

6. El día en que fue crucificado, Jesús le dijo a Pilato: "Yo


para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para
dar testimonio de la verdad'' (Jn 18,37). Jesús no vino
para hacer su propia voluntad, sino la voluntad de su
Padre celestial. El dio testimonio de la verdad a través de
sus palabras, de sus obras y de su misma existencia. En
Jesús fue derrotada la tiranía del engaño y la falsedad, la
tiranía de la mentira y del error, y la tiranía del pecado.
Pues Cristo es la Palabra viva de la verdad divina que
prometió: "Si permanecéis en mi palabra, seréis en verdad
discípulos míos y conoceréis la verdad, y la verdad os
librará" (Jn 8,31s).(Kenia).

7. Aunque sois jóvenes, sois capaces de enseñar al mundo,


con vuestra misma vida, una gran lección. ¿Cuál es esta
lección? La lección de la fe. Vuestras existencias
muestran que creéis en Jesucristo y que deseáis seguirlo.
Vosotros lo aceptáis como Dios, como Hijo de Dios que ha
M.J.V.C. PÁG. 62

asumido la naturaleza humana, que se ha hecho hombre y


se ha convertido en vuestro hermano y hermano mío.
Creéis que murió en la cruz y que se hizo vuestro
Salvador y Salvador mío. Y creéis que resucitó de entre
los muertos y os ha hecho posible a vosotros y a mi y a
todos, participar de la vida eterna. Este es Jesús a quien
vosotros habéis llegado a conocer y a amar, Jesús en
quien habéis puesto vuestra fe. (Ghana)

8. Cuando Pilato preguntó a Jesús si era rey, su respuesta


fue clara y sin ambigüedades: "Mi reino no es de este
mundo" (Jn 18, 35). Cristo vino a traer la vida y la
salvación a cada ser humano; su misión no fue de orden
social, económico o político. (Kenia)

9. "¡El amor de Cristo es más fuerte"!(Alemania)

10. ¡Alzad más frecuentemente los ojos hacia Jesucristo!


El es el Hombre que más ha amado, del modo más
consciente, más voluntario, más gratuito. Meditad el
testamento de Cristo: "No hay mayor prueba de amor que
el dar la vida por aquellos a quienes se ama".
¡Contemplad al Hombre-Dios, al hombre del corazón
traspasado! ¡No tengáis miedo! Jesús no vino a condenar
el amor, sino a liberar el amor de sus equívocos y de sus
falsificaciones. Fue El quien transformó el corazón de
Zaqueo, de la samaritana, y quien realiza, hoy todavía, por
todo el mundo, parecidas conversiones. Me imagino que
esta noche Cristo murmura a cada uno y a cada una de
entre vosotros: "¡Dame tu corazón!... Yo lo purificaré, yo
lo fortaleceré, yo lo orientaré hacia cuantos lo necesitan:
tu propia familia, tu comunidad escolar o universitaria, tu
ambiente social. (Francia)

11. Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, ha vivido


todo lo que constituye el valor de nuestra naturaleza
humana. (Francia)
M.J.V.C. PÁG. 63

12. No se puede aprender el cristianismo como una


lección compuesta de numerosos y diversos capítulos,
sino que hay que enlazarlo siempre con una Persona, con
una persona viviente: con Jesucristo. Jesucristo es el
guía, es el modelo. Se le puede imitar de diversos modos
y en diversas medidas. Se puede, de diversos modos y
en diversas medidas, hacer de El la "regla" de la propia
vida. (Francia)

13. Abrid las puertas a Cristo, abrid completamente los


corazones a Cristo. (Brasil)

14. La cruz, en la que se muere para vivir: para vivir en


Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en
el amor, para vivir eternamente.(Brasil)

TODO A JESÚS POR MARÍA

TODO A MARÍA PARA JESÚS

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