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MANOS A LA OBRA

¡A CONSERVAR EL MEDIO AMBIENTE ¡

En los años 50, la mayoría de los gobiernos del mundo creían que los océanos tenían la
capacidad de desaparecer los desechos nucleares, plásticos y sus respectivos derivados.
Los cuales, han llegado a playas e islas(alrededor de todo el mundo) demostrando que las
consecuencias de la contaminación ya se pueden ver a simple vista en nuestro medio
ambiente.
El medio ambiente, como su mismo nombre lo indica es el entorno que afecta a los seres
vivos y que condicionan sus circunstancias vitales. Proveniente del latín ambiens es decir
"el que rodea" funge también como un medio de protección entre los seres humanos y los
patógenos (causantes del deterioro de la salud). "El medio ambiente también permite el
desarrollo económico y social" Banco de la salud.
El deterioro del medio ambiente y más en específico con la contaminación de los mares se
produce cuando los dañinos o potencialmente dañinos que resultan de la introducción al
océano de productos químicos, partículas, desechos industriales, ruido excesivo o la
propagación de organismos invasores llega a un punto critico o de colapso ecológico.
Según diversos estudios, el 80% de la contaminación marina proviene de la tierra.
Aunque no es el único factor importante que aqueja la subsistencia de nuestro planeta.
Algunos ejemplos son: La contaminación al suelo, la contaminación al aire o incluso la
radioactiva. A nivel mundial, podemos evidenciar que hay muchos casos de contaminación
de todos los tipos y que en su mayoría llegan a dejar efectos de una duración exagerada o
de plano irreversible. Algunas de estas "marcas para la historia" pueden ser a menudo
desconocidas.
El derrame de petróleo de Deep wáter Horizon (2010) es un buen ejemplo. Uno de los
peores desastres ambientales en la historia de los Estados Unidos, el derrame de petróleo
de Deep wáter Horizon en el Golfo de México liberó alrededor de 4,9 millones de barriles
de petróleo crudo en el océano. El derrame tuvo graves consecuencias para la las aves y
la economía local, especialmente la pesca y el turismo.
Además , hay que tomar en cuenta el papel que cumplimos en este problema pues la
contaminación de los mares no es exclusiva de una comunidad,país o incluso de un
continente. En un rincón en el sureste de Europa se encuentra el mar Negro, Este mar ha
servido durante décadas como el basurero de esa región, un vertedero de basura agrícola
e industrial procedente del sureste de Europa. Él problema es de tal magnitud que algunos
científicos llegaron a considerar que amplias zonas del mar-hasta 40.000 kilómetros
cuadrados- estaban completamente muertas.
Por todas las evidencias anteriormente exexpuestas La contaminación representa y
seguirá representando uno de las causas potenciales para la extinción de la vida en
nuestro planeta. Aunque los océanos y mares del mundo no serían los únicos afectados y
con repercusiones para los años siguientes.
Los bosques como el Amazonas son nuestras principales fuentes de oxígeno y los
pulmones de nuestro planeta azul. Los bosques sanos limpian el aire y regulan el clima
beneficiando a las personas, a las plantas y a los animales por todo el trabajo invisible que
realizan como almacén de carbono. También ayudan a controlar el clima del planeta y las
precipitaciones. Por lo tanto, se entiende como el proceso de tala indiscriminada afecta a
una superficie , provocando el agotamiento o la destrucción de los mismos.
Las principales consecuencias por la pérdida de los bosques son muy graves para el ser
humano y los animales ,ya que traen consigo enfermedades a la salud como infecciones
respiratorias, enfermedades cardíacas y distintos cánceres entre ellos , el cáncer al pulmón
pulmón esto afecta en mayor parte a los niños ,ancianos y los pobres susceptibles que no
tienen una buena alimentación para fortalecer su sistema inmunológico. En los animales se
presenta la pérdida de las especies que se encuentran ya en problemas de extinción.
“La pérdida de biodiversidad es rápida y continua. Durante los últimos 50 años, los seres
humanos hemos cambiado los ecosistemas más rápida y extensamente que en cualquier
otro período comparable de la historia de la humanidad. Las causas directas de la pérdida
de biodiversidad no muestran señales de disminución“. Ahmed Djoghlaf (2007)
Otro caso menos evidente, es el síndrome de los “bosques vacíos”, que ocurre incluso en
selvas o bosques que a simple vista parecen bien conservados, en donde los vertebrados
grandes y algunas aves cazadas ilegalmente prácticamente han desaparecido, por lo cual
el papel ecológico que desempeñan en el ecosistema se ve afectado severamente. Dirzo y
Miranda (1991) describieron cómo se alteraba la dispersión de semillas y la herbivoría en
una selva tropical, se generaban áreas donde sólo crecía una especie de planta
dominante, alterando la característica de alta diversidad y riqueza de especies típica de la
selva tropical perdiendo cada día a los animales y plantas que reulstan indispensables
para nuestra diversidad biológica del mundo y esto también afecta a la alteración climática
perdiendo la capacidad natural de los árboles para absorber dióxido de carbono .La tala y
quema de árboles destruye Miles de hectáreas a lo largo de todos los años..
Por otro lado, los polos (tanto ártico como antártico)han sufrido un derretimiento progresivo
a lo largo de las ultimas décadas, dicho derretimiento es una consecuencia directa del
"calentamiento global", el cual es producido por el "efecto invernadero"; Fenómeno que
regula la temperatura de la Tierra al impedir que parte de la radiación solar escape al
espacio. Los gases de efecto invernadero captan y reemiten el calor en todas direcciones.
Sin este efecto, la vida sería imposible, pero aunque algunas emisiones de este gas se dan
de forma natural, con la actividad humana se han incrementado potenciando este efecto,
así, creando los ya conocidos daños a los seres vivos.
El derretimiento de los polos, fenómeno que es consecuencia directa del preocupante
calentamiento global, es una problemática que requiere nuestra atención urgente. El
calentamiento global, a su vez, es causado por el efecto invernadero, un fenómeno natural
que ha sido potenciado por la actividad humana.
El derretimiento de los polos, particularmente en las regiones del Ártico y la Antártida, se
ha acelerado de manera alarmante y se considera un proceso irreversible. Este fenómeno
tiene como resultado un aumento del nivel del mar, lo cual representa una amenaza para
las regiones costeras y las islas bajas.
De acuerdo con la Agencia Espacial Europea (ESA), si no se toman medidas para reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero, el deshielo continuará elevando el nivel del
océano, con proyecciones que varían entre 1 y 37 centímetros. Esto implicaría serias
repercusiones para las comunidades que viven en áreas costeras. Además de los efectos
en el nivel del mar, el derretimiento de los polos también tiene un impacto significativo en la
fauna y la flora de estas regiones frágiles.
Los osos polares, por ejemplo, se ven afectados debido a los cambios en su acceso a los
alimentos y la pérdida de su hábitat natural. Asimismo, el deshielo de los polos puede
alterar las corrientes oceánicas y los patrones climáticos, lo que a su vez puede generar
condiciones climáticas extremas y fenómenos meteorológicos adversos. Es fundamental
que tomemos conciencia de la gravedad de esta situación y que asumamos la
responsabilidad de reducir nuestras emisiones de gases de efecto invernadero.
Es necesario adoptar medidas en todos los ámbitos de nuestra vida, desde cambios en
nuestra forma de consumo y uso de energía hasta el fomento de políticas ambientales
sostenibles. Solo a través de acciones colectivas y comprometidas podremos hacer frente
al desafío del derretimiento de los polos y trabajar hacia un futuro más sostenible y
resiliente para nuestro planeta.
El reloj del fin del mundo, conocido como el Reloj del Apocalipsis, es un indicador científico
que busca representar simbólicamente el nivel de riesgo existente en cada momento
respecto a una posible catástrofe global que amenace la supervivencia de la humanidad.
Este reloj simbólico es mantenido por el Boletín de Científicos Atómicos (Bulletin of the
Atomic Scientists) y se actualiza periódicamente en respuesta a las amenazas globales
más apremiantes, como las armas nucleares, el cambio climático y las pandemias.
En los años 2020 y 2021, el reloj del fin del mundo fue ajustado a 100 segundos antes de
la medianoche, la hora simbólica que representa el momento más cercano al posible
cataclismo en la historia del reloj. Los científicos involucrados en la determinación de la
posición del reloj enfatizaron que la emergencia climática es una de las principales causas
de este acercamiento alarmante, junto con la falta de cooperación internacional y el
aumento de la desinformación en el ámbito global. Estos factores contribuyen a una
sensación de urgencia y a la necesidad de tomar acciones inmediatas para abordar los
desafíos que enfrenta nuestro mundo.
Es importante destacar que el reloj del fin del mundo no es una medida precisa del tiempo
que nos queda antes de un posible desastre, sino una metáfora que busca crear
conciencia sobre los riesgos existenciales que enfrentamos como sociedad. Los científicos
señalan que la toma de decisiones políticas, el avance de la ciencia y la tecnología, así
como la colaboración global son fundamentales para abordar los problemas que se reflejan
en el reloj del fin del mundo.
Entre los eventos ambientales que han influido en la posición del reloj, se destacan los
devastadores incendios forestales en Australia y California, el acelerado derretimiento de
los glaciares en varias regiones del mundo y el aumento del nivel del mar causado por el
efecto invernadero. Estos eventos subrayan la importancia de tomar medidas para
combatir el cambio climático y preservar nuestro medio ambiente para las generaciones
futuras. En resumen, el reloj del fin del mundo es una representación simbólica que busca
concienciar sobre las amenazas existenciales que enfrenta la humanidad. Si bien su
objetivo principal es generar un llamado a la acción, es fundamental comprender que la
colaboración internacional, la ciencia y la toma de decisiones informadas son esenciales
para abordar estos desafíos y construir un futuro más seguro y sostenible.

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