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Primera Comunicación Nacional en Cambio Climático de Venezuela – Proyecto MARN-PNUD VEN/00/G31

Consecuencias Ambientales Generales del Cambio Climático en Venezuela – Ing. MsC María Teresa Martelo
Dirección de Hidrología, Meteorología y Oceanología – Dirección General de Cuencas Hidrográficas – MARN

Primera Comunicación Nacional en Cambio Climático de Venezuela


Proyecto MARN – PNUD VEN/00/G31

CONSECUENCIAS AMBIENTALES GENERALES DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN VENEZUELA


Resumen Ejecutivo

Ing. María Teresa Martelo


Dirección de Hidrología, Meteorología y Oceanología
Dirección General de Cuencas Hidrográficas – MARN

Mayo 2004

1. INTRODUCCIÓN
Se analizaron los patrones espacio–temporales de la precipitación y la temperatura esperables en el futuro, y algunas de sus
implicaciones más generales : cambios en el tipo climático, la disponibilidad climática de agua y el confort térmico, que
influencian la capacidad productiva vegetal y animal, el uso del agua, el manejo de embalses, la generación de energía y el
riesgo de incendios forestales.

Dado que no es posible predecir cómo será el clima futuro, debido a las incertidumbres físicas y socioeconómicas (tasas de
crecimiento demográfico y económico, crecimiento en el uso y tipo de energía, políticas mundiales sobre la emisión de gases de
efecto invernadero, entre otros), la estrategia para analizar el clima futuro y su impacto consiste en el desarrollo de Escenarios.
Éstos no son pronósticos ni predicciones, sino “una descripción plausible, coherente e internamente consistente de un posible
estado futuro del mundo” (IPCC, 2001c). Los Escenarios Climáticos se basan en Escenarios de Emisión de Gases de Efecto

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Invernadero (EEGEI), que a su vez se basan en Escenarios Socioeconómicos. Para simular el comportamiento de la
temperatura y precipitación futuras, que son modificadas por los cambios en el Sistema Climático inducidos por el calentamiento
debido a la mayor cantidad de gases de efecto invernadero, se usan Modelos Acoplados de la Circulación General Atmósfera–
Océano corridos para diferentes EEGEI.

Un Taller de Expertos en Meteorología y Climatología (Martelo, 2003) definió los Escenarios Climáticos y seleccionó los EEGEI
y los Modelos usados para los análisis de vulnerabilidad en este Proyecto. Se usaron los EEGEI denominados SRES–A2
(IPCC, 2001c) para los Escenarios Climáticos “Pesimista” e “Intermedio” y SRES–B1 para el Escenario Climático “Optimista”.
Fue opinión de los Expertos que el futuro más plausible para el país consiste en un aumento de la temperatura media,
debido principalmente a un aumento de las temperaturas nocturnas, así como una disminución de la precipitación,
acompañada por un incremento de los eventos extremos. Se utiliza el adjetivo “plausible” en lugar de “probable” ya que el
conocimiento científico actual no permite asignar probabilidades a las simulaciones de los modelos, así que se consideran
equiprobables. Dado que todos los modelos simulan un incremento de la temperatura, es muy grande el grado de confianza en
que realmente la temperatura aumentará; para la lluvia la incertidumbre es mucho mayor, ya que algunos modelos simulan un
futuro más lluvioso y otros un futuro más seco.

Las consecuencias de la disminución de la precipitación son preocupantes; en la zona norte del país, donde se concentra la
mayoría de la población y la infraestructura productiva, ya existen problemas de disponibilidad de agua. Asimismo, la
ocurrencia más frecuente de precipitaciones intensas implica mayor riesgo de inundaciones repentinas y deslaves,
especialmente graves en áreas muy vulnerables como son las zonas montañosas fuertemente urbanizadas. El incremento de
la temperatura es un problema grave que implica un mayor gasto de agua (que será cada vez más escasa) y de energía, así
como un riesgo de salud en humanos y animales.

2. METODOLOGÍA
Se obtuvieron las precipitaciones y temperaturas futuras, según los Escenarios Climáticos definidos por el Taller de Expertos; se
calculó la Evapotranspiración Potencial (ETP) futura según la metodología de Penman–Monteith (Allen et al, 1994). Con base a
los valores actuales y futuros de precipitación y ETP se calcularon los Balances Hídricos según Thornthwaite, y se analizaron
los cambios en el Índice Hídrico (tipo climático), la Disponibilidad climática de agua, el número de meses húmedos y los
excesos. Con base a los datos de temperatura se calcularon la Oscilación Térmica Diaria (OTD) y el Índice de Temperatura-
Humedad (THI) actuales y futuros para determinar los cambios en el Confort humano. Finalmente, se analizó el cambio en las
probabilidades de ocurrencia de diferentes valores de temperatura. En todos los casos el análisis consistió en la comparación
de la situación actual (definida por los valores promedio de la Normal 1961–1990) con los valores futuros.

Se analizó el comportamiento de los 16 Modelos de Circulación General de la Atmósfera del software MAGICC–SCENGEN
(Hulme et al, 2000) desarrollado por la Climate Research Unit (University of East Anglia, UK). El Taller de Expertos discutió los
resultados y seleccionó dos modelos, el UKTR, (United Kingdom Meteorological Office, Inglaterra), y el CCC–EQ, (Canadian
Center for Climate Modelling and Analisys, Canadá), que simulan el cambio promedio de temperatura y precipitación para
lapsos de 30 años; su resolución espacial es muy gruesa, de 5º x 5º, lo que constituye la mayor limitación para análisis de
vulnerabilidad más precisos. Con relación a los EEGEI, se utilizaron el SRES–A2 y el SRES–B1 (Martelo, 2003; IPCC, 2001c).
Se analizaron tres lapsos futuros contenidos en la primera mitad de este Siglo, que por comodidad se citan usando como
referencia el año central del período, a saber, 2020, 2040 y 2060. Para los análisis de vulnerabilidad se usó el Escenario
Climático Intermedio, y los Escenarios Optimista y Pesimista se usan como comparación. El Cuadro 1 resume los Escenarios
Climáticos que el Taller de Expertos decidió para este Proyecto

Cuadro 1. Resumen de los Escenarios Climáticos, Lapsos y Modelos de Circulación Global de la Atmósfera usados en la
Primera Comunicación Nacional en Cambio Climático de Venezuela.
ESCENARIOS CLIMÁTICOS
Optimista Intermedio Pesimista
Escenario de Emisión
de Gases de Efecto SRES-B1 SRES-A2 SRES-A2
Invernadero
Sensitividad Climática Baja (1,5 ºC) Media (2,5 ºC) Alta (4,5 ºC)
2005–2035 (centrado 2020) 2005–2035 (centrado 2020) 2005–2035 (centrado 2020)
Lapsos 2025–2055 (centrado 2040) 2025–2055 (centrado 2040) 2025–2055 (centrado 2040)
2045–2075 (centrado 2060) 2045–2075 (centrado 2060) 2045–2075 (centrado 2060)
Modelos UKTR y CCC–EQ UKTR y CCC–EQ UKTR y CCC–EQ

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Se utilizaron 103 estaciones de precipitación, 71 estaciones para los cálculos de ETP, y 17 estaciones para los análisis de
Oscilación Térmica Diaria e Índice de Temperatura–Humedad. Se generaron mapas con una resolución aproximada de 0,25º,
más útil para los análisis que la del SCENGEN (5º). Las ecuaciones y expresiones utilizadas en el trabajo son las siguientes :
 Tmedia = ( Tmáxima + Tmínima ) / 2.
 Im = [ ( 100 * Exceso anual ) - ( 60 * Déficit anual ) ] / ETP anual; define el tipo climático;
 ETR = ETP; los meses húmedos indican la longitud de la temporada adecuada para cultivar;
 P – ETP; Disponibilidad Climática de agua; se obtuvieron los mapas actual y futuros, y se restaron, obteniéndose nuevos
mapas que indican cuanta agua disponible se espera en el futuro;
 OTD = Tmáxima – Tmínima; Oscilación Térmica Diaria;
 THI = (1,8 * Tmedia) + ((0,55 * HRmedia) / 100) + 31,45; Índice de Temperatura–Humedad.
Finalmente, se analizó el cambio en la probabilidad de ocurrencia de la temperatura en un grupo de 13 estaciones del Servicio
de Meteorología de la Fuerza Aérea con el período 1961–1990 completo, comparando los valores futuros con los estadísticos
actuales (promedio, cuartil 75% y percentil 90%).

3. ANÁLISIS DE LOS IMPACTOS GENERALES AMBIENTALES DEL CAMBIO CLIMÁTICO


En la Figura 1 se esquematiza el signo de los cambios de precipitación (+ ó –) para los niveles trimestral y anual en cada grilla
del país; los signos son consistentes para todos los Escenarios Climáticos, en los tres lapsos analizados. Aunque ambos
modelos apuntan a un futuro en general más seco, simulan mayor precipitación en algunas grillas en algún momento del año.

Figura 1. Representación
esquemática del Signo de
cambio de la precipitación
trimestral y anual futura en
cada grilla del país, según
los modelos UKTR y CCC–
EQ. El signo es consistente
para todos los EEGEI,
niveles de Sensitividad
Climática y cualquier grupo
de 30 años en el Siglo XXI.

El modelo británico (UKTR)


simula menos precipitación
en todo el país todo el año,
excepto durante el trimestre Marzo-Mayo. El modelo canadiense (CCC–EQ) simula un futuro más lluvioso al norte de los 10º N
en varios trimestres y el total anual. Ambos modelos simulan adecuadamente el efecto del evento “El Niño” en el país, a saber,
que el trimestre correspondiente a la temporada seca (Dic–Feb) usualmente es más seco que lo normal. El CCC–EQ simula al
norte del país un ligero incremento de la lluvia (+7,4% en el peor caso, el Escenario Pesimista en 2060), mientras que en la
grilla 4 (los Andes) es donde simula un futuro más seco (–19,4% en 2060 en el Escenario Pesimista). El UKTR tiene en general
valores de cambio mayores; las zonas que simula como más afectadas son las grillas 5, 6 y 9 (los Llanos centrales y orientales,
el Delta y el sur de Bolívar), con valores de –22% a –27% en 2060 en el Escenario Pesimista, mientras que el efecto simulado
en los Andes es mínimo.

Es al norte del país donde los modelos más difieren, simulando el UKTR un futuro más seco y el CCC –EQ más lluvioso.
Considerando la variabilidad temporal, el trimestre de entrada de aguas Marzo–Mayo, es el que presenta mayores diferencias :
el UKTR lo simula en general como lluvioso, mientras que el CCC–EQ lo simula seco. Ambos modelos coinciden en señalar un
futuro más seco desde Junio hasta Febrero en toda la franja central del país, desde los Andes hasta los Llanos Orientales y
norte de Bolívar, así como en el extremo sur de Bolívar y extremo norte de Zulia.

Para temperatura, CCC–EQ (Mod11) simula menores cambios que UKTR (Mod2), tanto en el Escenario Optimista (para el
2060 no superan los 0,7ºC y los 1,3ºC respectivamente), como en el Escenario Pesimista (para el 2060 alcanzan los 1,9ºC y
3,8ºC respectivamente). En general, Mod11 discrimina mucho menos entre grillas que Mod2. Este último simula incrementos
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de temperatura muy significativos especialmente hacia el sur del país (Amazonas, grilla 8, y sur de Bolívar, grilla 9). En la
Figura 2 se resumen los cambios de temperatura para el Escenario Climático Intermedio.

Figura 2. Cambios
Absolutos (ºC) de la
temperatura media
en 2020, 2040 y
2060, en cada grilla
según los modelos
UKTR (Mod2) y
CCC–EQ (Mod11).
Escenario
Intermedio.

Las simulaciones de
los modelos son
equiprobables, y por el momento no hay forma de decidir cuál representa realmente las condiciones futuras. Pero contar con al
menos dos tipos de futuro puede ayudar a los tomadores de decisiones en la definición de estrategias de adaptación. Allí donde
los modelos coincidan, hay un mayor grado de confianza en el tipo de medida que deba tomarse, mientras que donde los
modelos difieran deben prepararse estrategias de adaptación más flexibles.

3.1 Cambios en los patrones de precipitación


Para el Escenario Climático Intermedio (SRES–A2 y Sensitividad Climática Media) del total anual de precipitación (Figura 3),
UKTR simula una disminución de unos 800 mm al sur de Bolívar y también para la zona norte, que recibiría menos de 1200
mm/año. El CCC–EQ también simula disminución de la lluvia al sur del país, pero en menor grado, mientras que señala muy
ligeros aumentos en la zona norte-costera; simula fuertes disminuciones hacia el Piedemonte Llanero, y extiende
significativamente el área con menos de 800 mm/año en los valles intra-andinos.

Para el trimestre seco Dic–Feb, UKTR expande el área con menos de 25 mm a gran parte de las cuencas que escurren hacia
los embalses Guárico, Pao–Cachinche y Pao–La Balsa, y aparece en Cuenca de Unare un núcleo de menos de 10 mm, lo que
afectaría a todo el conjunto de embalses en oriente; CCC–EQ coincide con UKTR en la expansión del área más seca en los
Andes. Durante el trimestre Marzo–Mayo, Amazonas y el occidente serían más lluviosos según UKTR, y más secos según
CCC–EQ; ambos modelos coinciden en que la Cuenca de Unare, Llanos orientales y sur de Bolívar serán más secos. Para el
trimestre Jun–Ago ambos modelos simulan menos lluvia en casi todo el país, excepto la costa central y oriental, donde CCC–
EQ señala un ligero aumento que no sobrepasa el 7% en 2060. En el trimestre Sep–Nov ambos modelos simulan menos lluvia
al occidente, centro y sur del país, pero difieren al norte de los 10º N : UKTR señala también disminución y CCC–EQ simula
más precipitación.

Figura 3. Comparación entre la Precipitación Media Anual Actual (1961–1990) y


la Precipitación Media Anual Futura bajo el Escenario Climático Intermedio
(SRES–A2, Sensitividad Climática Media 2,5 ºC) según los modelos UKTR
(mod2) y CCC–EQ (mod11).

Temporadas secas más secas que lo


normal implican balances muy
negativos en los embalses, por lo
que deben considerarse medidas de
adaptación en su manejo, ya que
durante la época seca se utiliza más
agua para riego, pudiéndose
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presentar conflictos por el uso del agua; otro riesgo relacionado con la época seca es la ocurrencia de incendios forestales; la
menor precipitación simulada para Dic–Feb sugiere la necesidad de tomar medidas de adaptación para enfrentar en el futuro
más incendios. La disminución de la lluvia simulada para Jun–Ago puede tener consecuencias severas en la reposición del
nivel de los embalses y en la agricultura de secano. La menor precipitación que ambos modelos simulan al sur de Bolívar en
varios trimestres, puede tener repercusiones sobre el caudal del Caroní, es decir, sobre la principal fuente de generación de
energía hidroeléctrica del país. Con relación a la zona norte, si el CCC–EQ está simulando correctamente el funcionamiento
climático, el aumento de precipitación implicaría mayor riesgo de ocurrencia de deslaves e inundaciones repentinas.

3.2 Cambios en los patrones de temperatura y oscilación térmica diaria (OTD)


Excepto las estaciones de altura, las temperaturas medias en el país son elevadas debido a nuestra situación latitudinal.
Actualmente, menos del 25% de las estaciones reportan temperaturas tan altas como 28ºC; según ambos modelos, para el
2060 más del 65% de las estaciones tendrían como valor promedio anual más de 28ºC. Las ya elevadas temperaturas actuales
implican que incluso pequeños incrementos pueden tener efectos severos en funciones biológicas (fotosíntesis, respiración) y
físicas (difusión, evaporación), afectando a los seres vivos y a procesos complejos, tales como el movimiento de agua y
nutrientes en el suelo o la capacidad de auto–depuración del agua. El aumento de la temperatura mínima influirá
negativamente en la productividad agrícola, por el incremento del gasto respiratorio nocturno que reduce la acumulación neta de
materia seca; otra consecuencia es la expansión del área favorable para vectores transmisores de enfermedades como dengue
y malaria.

Actualmente, sólo el 29% de las estaciones presentan bajas OTD (< 9ºC); para el 2060, el 53% de las estaciones según CCC–
EQ y el 76% según UKTR sufrirán esta condición para el valor promedio anual, y este porcentaje será aún mayor durante la
época lluviosa, con efectos negativos en el sector agrícola (menor calidad de las frutas, menor concentración de azúcar en la
caña) y de salud (mayor disconfort de humanos y animales).

3.3 Cambios en los tipos climáticos según Thortnthwaite


Hoy día el clima árido cubre aproximadamente un 2% del área nacional, el semiárido un 11% y el sub–húmedo seco un 26%,
por lo que cerca del 39% del territorio está bajo los climas que la Convención de las Naciones Unidas para la Desertificación
considera críticos. Ambos modelos simulan que hacia el 2060 más del 47% del país estará bajo dichos climas. Según UKTR el
área semiárida prácticamente se duplica, y las áreas sub–húmeda seca y sub–húmeda húmeda también se incrementan a
expensas de las zonas con climas más húmedos que disminuyen casi a la mitad que actualmente. El CCC–EQ simula un
menor incremento del área semiárida, y un mayor incremento en la sub–húmeda seca a expensas de la zonas con climas
húmedos, mientras que la zona sub–húmeda húmeda permanecería casi igual que en la actualidad.

El cambio de tipos climáticos de sub–húmedos secos a semiáridos es especialmente grave en las zonas agrícolas, ya que en
las regiones del trópico húmedo como Venezuela, el principal disparador de la desertificación es el mal manejo de tierras
agrícolas. Esta problemática indica la necesidad de tomar medidas de adaptación urgentes en el sector agrícola, ya que la
degradación de la tierra tiene enormes implicaciones negativas para el desarrollo sostenible.

3.4 Cambios en el número de meses húmedos (ETR = ETP)


Hoy día el 10% del territorio nacional presenta menos de 4 meses húmedos donde no es posible cultivar sin riego; para el 2060
esa superficie ocuparía del 15% al 17 % del país. El área con 4–6 meses húmedos, que puede considerarse groseramente
como adecuada para cultivos anuales (maíz, sorgo, soya, arroz, entre otros) se incrementa ligeramente según ambos modelos,
mientras que disminuye significativamente el área con 6–8 meses húmedos, que sería adecuada para las variedades de ciclo
corto de cultivos como la yuca. En el rango de meses húmedos adecuados para cultivos de ciclo bianual y perennes (caña de
azúcar, cambur, yuca de ciclo largo, frutales, entre otros) se observa un incremento muy significativo del área con 8–10 meses
húmedos, y una fuerte disminución del área con 10–12 meses húmedos. Esta redistribución de las longitudes del período de
crecimiento puede implicar cambios significativos en el tipo de cultivos que actualmente se siembran en cada área, en la
organización de las labores agrícolas y en los patrones y cantidades de riego actualmente utilizados. Especialmente grave
sería la expansión de la superficie con menos de 4 meses húmedos hacia los Andes y el Lago de Valencia; los Andes
concentran el 77% de la producción nacional de café, el 96% de la de papa y el 36% de las hortalizas (tomate, cebolla,
zanahoria, pimentón y todas las de piso alto); alrededor del Lago de Valencia se produce el 18% del tomate a nivel nacional, y

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se concentra más del 70% del rebaño nacional de ganado porcino así como más del 60% de los pollos de engorde (Cárdenas
et al, 2003).

3.5 Cambios en la Disponibilidad de Agua (P – ETP) a nivel anual y trimestral


Para el total anual, ambos modelos coinciden en que la cuenca alta del Caroní sufrirá la mayor disminución de agua disponible;
los efectos sobre el embalse de Guri y la política energética pueden ser graves. El sur de Amazonas es una zona de
diferencia : UKTR simula menos agua disponible, mientras que CCC–EQ simula un incremento de disponibilidad hídrica.
Recuérdese que CCC–EQ simula más lluvia para el norte del país, y sin embargo, al igual que UKTR, simula menor cantidad de
agua disponible; la causa de esta aparente contradicción está en el aumento de la ETP, que contrarresta en parte el aumento de
la lluvia. Un mismo valor de la diferencia (Disponibilidad Futura – Disponibilidad Actual) implica riesgos distintos dependiendo
de la zona. Por ejemplo, ambos modelos señalan de 100 a 200 mm menos de agua disponible en el 2020 entre el norte de
Amazonas y el sur de los Llanos, pero la Disponibilidad Actual en Apure es de menos de 500 mm, por lo que la disminución
representa entre 20% y 40%, mientras que al norte de Amazonas, con Disponibilidad Actual de 500–1000 mm, la disminución
representará una proporción menor al 20%.

Figura 11. Disponibilidad


Anual Actual (P – ETP
promedio 1961–1990) y
Diferencia (Disponibilidad
Futura – Disponibilidad Actual)
según los modelos UKTR
(Mod2) y CCC–EQ (Mod11)
para 2020, 2040 y 2060, bajo el
Escenario Climático Intermedio
(SRES–A2, Sensitividad
Climática Media).

En el trimestre Dic–Feb, CCC–


EQ simula para 2060 un
aumento del déficit de 0– 50
mm en casi todo el país, que hace desaparecer las zonas actuales con escurrimiento del Delta, Barlovento y Táchira, y reduce
la del sur de Amazonas. El UKTR simula incrementos del déficit de 0–50 mm en occidente, de 50–100 mm en los Llanos,
Amazonas y noreste de Bolívar, y de 150–200 mm al sur de Bolívar. En el trimestre Mar–May UKTR simula 0–50 mm más de
agua disponible que hoy día sólo en los Andes, alrededor del Lago de Maracaibo y en el Turimiquire; en los Llanos el
incremento de la ETP hace que el déficit se incremente. El CCC–EQ simula para 2060 de 50–100 mm menos de agua
disponible en los Andes. Ambos modelos simulan la cuenca media del Caroní con menor disponibilidad de agua, y al sur de
Amazonas con mayor disponibilidad.

Para el trimestre Jun–Ago UKTR simula una disminución generalizada de la disponibilidad hídrica que llega a 250 mm menos al
sur de Bolívar, mientras que el CCC–EQ simula de 0–50 mm más de escurrimiento en el 2060 en toda la zona costera. Esto
representaría un incremento del riesgo de ocurrencia de inundaciones repentinas, deslaves y coladas de barro, especialmente
en las zonas de alta pendiente y sustrato geológico débil. Para el trimestre Sep–Nov UKTR simula la mayor disminución en la
disponibilidad de agua en 2060, llegando a 300 mm menos que la actual en una extensa zona al sur de Bolívar. El CCC–EQ
simula un incremento en la disponibilidad de agua de 0–50 mm al norte de los 10º N, y disminuciones de 50– 100 mm en los
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Andes y de 100–150 mm en el Piedemonte llanero. Un mayor escurrimiento en la zona montañosa en este trimestre, luego del
trimestre lluvioso Jun–Ago, puede implicar más problemas de crecientes repentinas y deslizamientos a todo lo largo de la
Cordillera de la Costa, con el aumento en el riesgo de vidas y bienes.

3.6 Cambios en el Exceso de agua


En general, ambos modelos simulan para casi todo el país un menor exceso anual, producto de la disminución de la
precipitación y el incremento de la ETP. Hacia el 2060, el UKTR simula al sur del país un cambio severo, donde prácticamente
desaparecen las áreas con excesos anuales mayores a 1600 mm, mientras que CCC–EQ simula al sur una situación un poco
menos severa (mantiene, aunque reducido en área, el núcleo de 1600–2000 mm), pero prácticamente desaparece la zona con
exceso entre 800–1200 mm del Piedemonte llanero.

En el caso del CCC–EQ en la zona al norte de los 10º N, el incremento simulado en la precipitación es lo suficientemente
grande como para contrarrestar el incremento de la ETP, tanto al nivel anual como en los trimestres Jun–Ago y Sep–Nov, con lo
cual simula un incremento en el exceso. Hay dos zonas de aumento : en la costa oriental de Falcón continuando por la de
Yaracuy y Carabobo, donde pasa del rango de 200–250 mm al de 300–350 mm; la segunda zona está en el Turimiquire. Entre
ambas zonas, en toda la costa central no se observan cambios en la ladera norte, mientras que en la ladera sur disminuye el
exceso. El riesgo de inundaciones repentinas, deslaves y aludes de lodo hacia la Cordillera de la Costa puede aumentar
significativamente.

3.7 Cambios en el Confort humano y animal


En una atmósfera cálida y húmeda como la tropical es difícil disipar efectivamente el calor, por lo que es común el estrés
térmico y las situaciones de disconfort. Actualmente, sólo las estaciones de altura (más de 1500 msnm aproximadamente)
presentan condiciones de confort (THI < 70); en Febrero el 53% de las estaciones presentan un THI en el rango de Disconfort, y
el 47% en el de Precaución. Para el 2060, ambos modelos coinciden en que el 76% de las estaciones estarán en el rango de
Precaución. Febrero es un mes “confortable” por sus bajas temperaturas nocturnas, que permiten una disipación de calor muy
adecuada, pero los meses de la temporada lluviosa presentan en general peores condiciones termodinámicas. En Junio hoy
día sólo el 41% de las estaciones está en el rango de Disconfort y el 59% está en el de Precaución; en 2060 el porcentaje de
estaciones en el rango de Precaución aumentará a 82% según el UKTR y a 76% según el CCC–EQ.

Estos valores son los promedios diarios, un número que representa a las cambiantes condiciones en las 24 horas del ciclo
diario, pero el THI a mediodía es más elevado (gran disconfort) que en la madrugada (confort). Ya hoy día existe un porcentaje
relativamente elevado de estaciones con valores de THI de Precaución Extrema a mediodía (35% en Febrero y 18% en Junio),
que según UKTR aumentarían en el 2060 a 65% y 47% respectivamente. Comienzan a aparecer inclusive estaciones que
durante la madrugada pasan al rango de Precaución, cosa que no sucede actualmente en ningún lugar del país. Bajo esas
condiciones el estrés calórico será permanente, lo que implica disminución de la producción de carne, leche y huevos; asimismo
es factible el aumento de mortandad de aves por olas de calor. Desde el punto de vista de los humanos, esta situación implica
un fuerte incremento en la demanda de energía (se utilizarán mucho más los ventiladores y aires acondicionados) y en el uso
de agua (más baños, lavadas más frecuentes, etc.).

3.8 Cambios en los valores probables de temperatura.


Al comparar los estadísticos actuales de la temperatura (promedio, cuartil 75% y percentil 90%) con las 6 situaciones futuras
(2020, 2040 y 2060 según los dos modelos) para las 13 estaciones, se obtienen 78 casos. En 58 de ellos (el 74%) las
temperaturas promedio futuras serán mayores que el actual Percentil 90%, es decir, que un valor tan alto que hoy día ocurre
sólo en el 10% de los años será tan común que ocurrirá por lo menos en la mitad de los años. En más de la mitad de las
estaciones, dicha situación estará presente desde 2020, y para 2040 es generalizada. En otros 17 casos (22%), para 2020 la
temperatura será más alta que hoy, pero sólo con respecto al Cuartil 75%.

4. ANÁLISIS PRELIMINAR DE POSIBLES LINEAMIENTOS GENERALES DE ADAPTACIÓN


El Tercer Informe de Evaluación del PICC establece en su Reporte de Síntesis que “la adaptación ya no es una opción, sino una
necesidad, dado que el cambio del clima y los impactos relacionados con este cambio ya están sucediendo. La adaptación
preventiva y reactiva, que variará según el lugar y el sector, puede ayudar a reducir los impactos adversos del cambio climático,

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mejorar los efectos beneficiosos, y producir muchos efectos secundarios inmediatos, pero no ha de evitar todos los daños ”
(PICC, 2002. Pregunta 9 del Reporte de Síntesis). Las principales incertidumbres para lograr un conjunto de políticas y
medidas de adaptación al cambio climático coherente con las políticas de desarrollo sostenible en el país, son : la gruesa escala
de los Modelos de Circulación General de la Atmósfera, que no permite una evaluación precisa de los impactos y las
vulnerabilidades; el desconocimiento de los posibles efectos secundarios, tanto de las medidas y/o políticas de adaptación per
se, como de la aceptabilidad por parte de la población y su velocidad de aplicación, y finalmente, un conocimiento insuficiente
de los costos y beneficios de las medidas a aplicar.

En algunos casos, las medidas de adaptación al cambio climático son las mismas usadas para optimizar las actividades
socioeconómicas en función de la variabilidad climática natural, ya que, simplificando al extremo, el cambio climático es un
incremento de ésta. En otros casos, se requiere una enorme inversión de tiempo y dinero. Las medidas de adaptación deben
tomarse a nivel local, regional y nacional, por entes públicos, privados y ciudadanos en general. Una condición básica para el
éxito de las medidas de adaptación, es un sostenido esfuerzo de información para, y educación de, todos los actores sociales,
ya que se requiere un profundo cambio en los patrones de uso de los recursos naturales, así como en los de consumo de
bienes y servicios.

Las medidas y/o políticas de adaptación a los cambios en el régimen hídrico cubren un amplio espectro de posibilidades en los
aspectos legales, económicos, fiscales, de ordenamiento territorial, reforzamiento interinstitucional y social, investigación y
construcción de infraestructura. La adaptación a los cambios del régimen térmico es un problema mayor, ya que las posibles
medidas son más restringidas, y muchas de ellas implican un mayor uso de agua y de energía. En el área agrícola la más
importante sería el desarrollo de variedades resistentes al calor y sequía, y en los asentamientos humanos una reorientación del
estilo de construcción, aprovechando el calentamiento–enfriamiento pasivo y aumentando las zonas verdes. Con relación a los
eventos extremos, los tipos principales de medidas de adaptación son por un lado el desarrollo de sistemas de prevención y
alerta temprana, lo que implica un gasto importante en reforzar las redes de mediciones básicas (climáticas y de otros factores),
y por otro lado el manejo integrado de riesgos, que tiene a su vez relaciones profundas con las actividades de ordenamiento
territorial y de preparación para enfrentar desastres.

Hallazgos Claves
1. Incremento de Temperatura
Asumiendo que el incremento de gases de efecto invernadero continuará a lo largo del siglo XXI, los modelos utilizados señalan
un incremento de la temperatura media del aire para mediados de siglo (2060) en el rango de 0,3 a 3,5 °C, dependiendo del
lugar del país.

2. Impactos Regionales diferenciales


A pesar de que los resultados generales indican un calentamiento y una tendencia hacia menor precipitación en el futuro, hay
diferencias regionales importantes. El sur del país, según ambos modelos, parece ser el más afectado, mientras que en los
Andes y centro–norte, (es decir, las principales zonas montañosas del país), es mayor la incertidumbre.

3. Disminución de la Disponibilidad de Agua


En general, la vulnerabilidad del país es muy alta en el régimen hídrico, debido a la concentración de población al norte, donde
es menor la cantidad de agua; incluso pequeñas disminuciones de la precipitación o ligeros incrementos de las salidas de agua
(ETP), pueden tener consecuencias graves, especialmente en las zonas de climas semiáridos y sub–húmedos secos.

4. Agricultura
Los cambios en el número de meses húmedos inducidos por los cambios de precipitación y evapotranspiración pueden
significar cambios mayores en la distribución espacio–temporal de los sistemas agrícolas. Por su parte, el incremento de las
temperaturas nocturnas conlleva una disminución de la acumulación neta de materia seca, es decir, una disminución de los
rendimientos.

5. Confort Humano y Animal


Dadas las altas temperaturas tropicales, incluso ligeros incrementos de este elemento implican un incremento significativo en el
discomfort térmico, pudiendo generar problemas de salud. Asimismo, es muy probable una disminución de la productividad
animal (carne, leche, huevos) debido tanto al incremento de la temperatura como a la disminución de la oscilación térmica
diaria.

6. Incertidumbres y “Potencial para Sorpresas”


Existe un elevado grado de incertidumbre, tanto en los aspectos científicos como socioeconómicos; especialmente preocupante
es la incertidumbre respecto a la sensitividad climática (la “fuerza” de la respuesta del sistema), que pudiera dar origen a
cambios bruscos a gran escala, con consecuencias catastróficas.

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Primera Comunicación Nacional en Cambio Climático de Venezuela – Proyecto MARN-PNUD VEN/00/G31
Consecuencias Ambientales Generales del Cambio Climático en Venezuela – Ing. MsC María Teresa Martelo
Dirección de Hidrología, Meteorología y Oceanología – Dirección General de Cuencas Hidrográficas – MARN

5. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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 Martelo, M.T. (2002). “Influencia de las Variables Macroclimáticas en el clima de Venezuela”. Trabajo de Ascenso a la
categoría de Profesor Asistente, Facultad de Agronomía, Universidad Central de Venezuela. Maracay, Venezuela. 192 p.
más anexos.
 Martelo, M.T. (2003). “Metodología para la selección de Modelos de Circulación General de la Atmósfera y
Escenarios Climáticos a incluir en la Primera Comunicación Nacional en Cambio Climático de Venezuela”. Proyecto
MARN–PNUD VEN/00/G31, Dirección de Hidrología y Meteorología, Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales.
Caracas, Venezuela. 51 p.
 Martelo, M.T., Lisboa, E. (2003). “Análisis de eventos extremos de precipitación diaria mediante la Distribución
Generalizada de Pareto”. Proyecto MARN–PNUD VEN/00/G31 Primera Comunicación Nacional en Cambio Climático de
Venezuela. Caracas, Venezuela. 39 p.
 Puche, M. (2000). “Guías de Práctica de Climatología Agroambiental : Práctica 4. Temperatura del Aire.
Aplicaciones : THI y Grados–Día”. Postgrado de Ingeniería Agrícola, Facultad de Agronomía, Universidad Central de
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 US Global Change Research Programm (2001). “Climate Change Impacts on The United States. The potential
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Más apéndices.

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