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Análisis de la sentencia del Tribunal Constitucional en el EXP. N.

° 2786-
2003-HC/TC

1. Recurso: Hàbeas Corpus

2. Partes:

- Demandante: Segundo Felipe Villajulca Horna

- Demandado: Juez Provisional del Juzgado de Reserva de Trujillo de la Corte


Superior de Justicia de La Libertad.

3. Pretensión:

El demandante interpone hábeas corpus contra el Juez Provisional del Juzgado


de Reserva de Trujillo, a fin de que se deje sin efecto la orden de detención
expedida en su contra, por revocación de la suspensión de la pena privativa de
la libertad, dictada en el proceso penal que se le sigue por delito contra la
libertad de trabajo en agravio de Erasmo Faustino Lázaro Rodríguez.

4. Agravios que habría sufrido el demandante:

Segundo Felipe Villajulca Horna, alega que con la resolución que dispone la
revocatoria de la pena suspendida, afecta su derecho a la libertad personal, por
cuanto la orden de detención ha emanado de un proceso irregular.

5. Hechos:

- Segundo Felipe Villajulca Horna, Jorge Antonio Bejarano Cavero y Guillermo


Enrique Castro Fernández constituyeron la empresa Sierra Mar S.A.C.

- Erasmo Faustino Lázaro Ródriguez demandó a la empresa mencionada por el


pago de beneficios sociales, pretensión que fue declarada fundada en su
oportunidad por el juzgado pertinente.

- Al haberse emitido una sentencia que establecía que los demandados


realicen el pago de los beneficios sociales a favor de Erasmo Faustino Lázaro
Ródriguez, y ante el incumplimiento del mandato judicial, el Ministerio Público
inició acción penal por el delito contra la libertad de trabajo.
- Tras llevarse el proceso penal, se sentenció a Segundo Felipe Villajulca
Horna a una pena privativa de libertad suspendida, a condición de que
cumpliera con ciertas reglas de conducta, como es el pago del daño
ocasionado.

-Durante la etapa de ejecución de sentencia, se amonesto al recurrente por no


cumplir con el pago de la deuda laboral, prorrogándose el periodo de prueba.

- Tras incumplir el pago de la deuda laboral, el cual formaba parte de las reglas
de conducta del imputado, se revocó la pena suspendida, ordenando así su
inmediata detención para su internamiento.

- Con fecha 17 de julio de 2003, el Juez del Segundo Juzgado Especializado en


lo Penal de Trujillo declaró improcedente la demanda, considerando que se
trata de dos procesos que han seguido su trámite regular y que, por lo tanto, la
acción de garantía resulta manifiestamente improcedente, pues se pretende a
través de ella dejar sin efecto dos sentencias que han adquirido la calidad de
cosa juzgada.

- La recurrida confirmó la apelada, ya que, consideró que la referida acción no


debe ser utilizada para desnaturalizar sus fines esenciales, como es el caso de
impedir el pago de las remuneraciones y beneficios sociales

Fundamentos del Tribunal Constitucional

1. Para el Tribunal Constitucional queda claro que la única excepción a la


regla de “no hay prisión por deudas”  es, el caso del incumplimiento de
deberes alimentarios, puesto que, están de por medio los derechos a la
vida, a la salud y a la integridad del alimentista, solo en estos casos el
juez competente puede ordenar la restricción de la libertad del obligado.
2. En el presente caso, se sentenció al imputado a dos años de pena
privativa de libertad, la cual se suspendió en su ejecución por el plazo de
un año a condición de que el imputado cumpliera determinadas reglas
de conducta, entre ellas, reparar el daño ocasionado. Es decir, al
imputado no se le iba a dar una pena efectiva con la condición de que le
pague al agraviado una reparación civil (en el cual estaba incluido los
beneficios sociales que le adeudaba el imputado) y además que cumpla
con otras reglas conductuales.
3. Entonces, para el Tribunal Constitucional, la controversia esta en
determinar si el incumplimiento de pago de los beneficios sociales del
agraviado del proceso penal constituye, una obligación de orden civil,
donde, por tanto, no cabe que se dicte judicialmente la privación de la
libertad; o, por el contrario, una verdadera sanción penal, en cuyo caso
su incumplimiento si puede legitimar el dictado de la sentencia.
4. Ante ello, el tribunal considera que el pago de los beneficios sociales no
tiene naturaleza de sanción penal cuando esta sea ordenada por un juez
laboral.
5. Empero, cuando la controversia se traslada del ámbito laboral al ámbito
penal y desde esta última área se condena al imputado a pagar los
beneficios laborales y, no obstante a ello, el imputado incumple,
entonces ahí si tendría la condición de una sanción penal, asimismo, no
se podría impedir al juez penal hacer efectiva la pena privativa de la
libertad del sentenciado, mas aun, si como en el presente caso la
ejecución de la pena estaba sometida a determinadas condiciones,
como es el caso de que el sentenciado cumpla con todas sus reglas de
conducta.

Decisión:

Por lo expuesto, el Tribunal Constitucional declaró infundada el hábeas corpus.

Opinión:

En nuestra opinión, lo resuelto por el Tribunal Constitucional es correcto y


establece un buen precedente, puesto que, de haberse admitido el
razonamiento del recurrente, ocasionaría que todos aquellos sentenciados que
están con reserva de fallo o con pena suspendida nunca se encuentren en la
obligación de reparar el daño, ya que, siempre podrían argumentar que no hay
prisión por deudas, a excepcion de las deudas alimentarias, claro está.

Pues como se sabe, los que se encuentran sentenciados a pena suspendida o


con reserva de fallo, siempre se encuentran sujetos al cumplimiento de
determinadas reglas de conducta, entre ellas, la reparación de los daños, estas
reglas son de obligatorio cumplimiento, ya que, el juez penal las impone a
efectos de que el sentenciado no sea internado en el penal, por lo que resulta
lógico que de incumplir alguna de las reglas de conduta, se le revoque la pena.

Propuesta de solución:

Una propuesta de solución que podría parecer descabellada, seria que se


establezca al igual que en los casos de alimentos, la prisión por deudas cuando
el empleador no pague los beneficios sociales, puesto que, este hecho afecta
al  derecho a la vida, a la salud y a la integridad del trabajador.

Es importante señalar, que la afectación a estos derechos son los motivos por
el cual el deudor de pensiones alimenticias es privado de su libertad,

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