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LA REFORMA DE LA CONSTITUCION

Jorge Enrique Ruiz Rosales

Jairo Antonio

Derecho, Facultad de ciencias Jurídicas y políticas.

Universidad La Gran Colombia

Ciudad de Bogotá

2023
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Tabla de contenido
LA REFORMA DE UNA CONSTITUCIÓN....................................................................................................3

1. REFORMA DE UNA CONSTITUCIÓN………………………………………………………………………………………………… 4

2. ¿QUIÉN TIENE LA INICIATIVA DE LA REFORMA?...............................................................................4

3. LA INICIATIVA COMPARTIDA………………………………………………………………………………………………………….5

4. LA INICIATIVA RESTRINGIDA………………………………………………………………………………………………………….5

5. LA INICIATIVA POPULAR………………………………………………………………………………………………………………..5

6. ¿CUÁL ES EL ORGANO COMPETENTE PARA HACER LAS REFORMAQS CONSTITUCIONALES?.............6

6.1 EL PARLAMENTO………………………………………………………………………………………………………………………….7

6.2 EL ORGANO ESPECIAL…………………………………………………………………………………………………………………..7

7. SISTEMA MIXTO…………………………………………………………………………………………………………………………….8

8. PROCESO DE REVISION………………………………………………………………………………………………………………….8

9. ¿CUÁLES SON LOS 3 PRINCIPALES SISTEMAS DE REVISION CONSTITUCIONAL………………………………..9

10. PIRAMIDE JURIDICA DE KELSEN……………………………………………………………………………………………………9

11. SUPREMACÍA MATERIAL………………………………………………………………………………………………………………9

12. SUPREMACÍA FORMAL…………………………………………………………………………………………………………………9

13. LEYES CONSTITUCIONALES…………………………………………………………………………………………………………..10

14. LEYES ORDINARIAS………………………………………………………………………………………………………………………10

15. CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES……………………………………………………………………11

16. CONTROL POR UN CUERPO POLITICO………………………………………………………………………………………….11

17. CONTROL POR UN ORGANO JURISDICCIONAL……………………………………………………………………………..12

18. FORMAS DE CONTROL JURISDICCIONAL………………………………………………………………………………………12

19. CONTROL POR VÍA DE ACCIÓN ……………………………………………………………………………………………………13

20. CONTROL POR VÍA DE EXCEPCIÓN ………………………………………………………………………………………………13


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21. LA EXCEPCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ESTADOS UNIDOS………………………………………..14

22. EL CASO DE MARBIURI VS MADISON……………………………………………………………………………………………14

23. JUDICIAL REVIEW………………………………………………………………………………………………………………………145

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REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN

1. Reforma de una Constitución

Los procedimientos de revisión constitucional son muy diversos, según

el tipo de régimen político imperante y según la tendencia a facilitar o no las

modificaciones constitucionales. Pero, en general, el problema cobija tres aspectos diferentes,

que es necesario examinar, y son los relativos a la iniciativa

para emprender la reforma, la determinación del órgano competente para realizarla, y el

procedimiento mismo de reforma a utilizarse. (Naranjo, 2003, p. 375)

2. ¿Quien tiene la incitativa de la reforma?

Según Naranjo, (2003): Por lo general

se confiere este derecho al órgano del Estado al cual se quiere dar, en un sistema

determinado mayor preponderancia política. Así, en el sistema presidencial la

iniciativa de la reforma es compartida entre las ramas ejecutiva y legislativa,

cuando no se le da exclusivamente al gobierno, lo cual resulta a todas luces

antidemocrático, en tanto que en el sistema parlamentario se le da, generalmente con

exclusividad, al Parlamento. Pero si lo que se quiere es ampliar la

democracia, a través de una mayor y más directa participación ciudadana en

materia tan trascendental como esta, la iniciativa debe dársele también al pueblo. (p.35)
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3. La iniciativa compartida.

Cuando la iniciativa la comparten el gobierno y el Parlamento, como se da en los sistemas de

gobierno presidencial— como

Colombia— , en los cuales se busca un equilibrio entre las ramas del poder.

Este caso es más democrático que el anterior, por cuanto los dos órganos actúan

como representantes del pueblo, elegidos por él. (Naranjo, 2003, p. 35)

4. La iniciativa restringida.

Naranjo, (2003) señala que se da cuando: Cuando la tiene, de manera exclusiva, el

gobierno. Ello ocurre en las constituciones inspiradas en la idea de fortalecer ante

todo al órgano ejecutivo, constituciones estas de corte autoritario… También puede hablarse de

iniciativa

restringida, aunque más democrática, en los casos en que ella se le da exclusivamente al

Parlamento. Más democrática, porque en fin de cuentas el Parlamento es el órgano de

representación popular.

5. La iniciativa popular.

Cuando se le da al pueblo también la iniciativa,

que puede operar mediante ciertos procedimientos, no exentos de complejidad. Entre estos

procedimientos figuran: a) El de que un cierto número mínimo

de ciudadanos — generalmente considerable— presente, respaldado en firmas

auténticas, temas generales o proyectos concretos de reforma a la consideración del

Parlamento o de un órgano especial. Esta es la llamada propiamente

“iniciativa popular”, b) Que los proyectos elaborados por el Parlamento o un

órgano especial sean sometidos al procedimiento de la “consulta popular”,


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para que así obtengan o no la ratificación del pueblo, c) Que corporaciones populares de

carácter seccional o local se pronuncien sobre proyectos de reforma, bien sea para aprobarlos

directamente o para someterlos a la consideración

del Parlamento o de un órgano especial. (Naranjo, 2003, p. 376)

6. ¿Cuál es el órgano competente para hacer las reformas Constitucionales?

Siguiendo a Naranjo, (2003)“En la mayoría de los regímenes demoliberales contemporáneos ese órgano

es el Parlamento; pero puede

ser también un cuerpo especial, o el pueblo mismo, o adoptarse un sistema mixto.” (p.377)

6.1 El parlamento

“Es el órgano al cual se confía, en la

mayoría de los casos, la atribución de dar trámite a los proyectos de reforma.” (Naranjo, 2003, p.377)

6.2 Un órgano especial

Naranjo, (2003) señala que: puede ser una asamblea constituyente, o una Convención, o una

asamblea especial. Como antes se vio, este sistema se ensayó en Colombia para tramitar el

proyecto de reforma presentado en 1952 por el gobierno del presidente Laureano Gómez, pero

fracasó tras el golpe militar del general Rojas Pinilla en 1953,

al convertir este a la Asamblea Constituyente en un instrumento político al servicio de su

régimen. (p.378)
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7. Sistema mixto.

Deacuerdo con Naranjo, (2003): “Consiste en que la reforma se confíe, en etapas sucesivas, a

dos órganos distintos, v. gr., asambleas especiales y Congreso, como

en los Estados Unidos; o Parlamento y pueblo, como en Francia.” (p.379)

8. Proceso de Revisión

Siguiendo a Naranjo, (2003) se plantean dos sistemas: a) partiendo del

principio de que un acto jurídico no puede ser modificado sino según las mismas formas como

ha sido establecido, se tendrá que la Constitución no puede

ser revisada sino por la misma autoridad y los mismos procedimientos utilizados para su

establecimiento; b) pero si se pretende tan solo garantizar la estabilidad de la Constitución, la

cual es el objeto de la rigidez constitucional, no

será necesario ir hasta el extremo de exigir que la revisión sea hecha por el mismo cuerpo y los

mismos procedimientos que se utilizaron para su establecimiento, sino que bastará hacer este

procedimiento más complejo que el

previsto para la revisión de las leyes ordinarias. (p.379)

9. Los 3 principales sistemas de revisión Constitucional

Los tres principales sistemas utilizados en la práctica para la revisión de

las constituciones son, pues: a) el de revisión por el Parlamento, pero con una

formación y un procedimiento especiales, que es el más común entre las democracias occidentales; b) la

revisión por una asamblea especialmente elegida

para el efecto, como sucede en el sistema norteamericano; y c) la intervención

del pueblo por la vía del referéndum constitucional. (Naranjo, 2003, p. 380)
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10. La pirámide Jurídica de Kelsen.

Hans Kelsen , explica que: “La norma que determina la creación de otra es superior a esta;

la creada de acuerdo con tal regulación, es inferior a la primera. El orden jurídico, especialmente

aquel cuya personificación constituye el Estado, no es, por

tanto, un sistema de normas coordinadas entre sí, que se hallasen, por así decirlo, una al lado de

la otra, en un mismo nivel, sino que se trata de una verdadera jerarquía de diferentes niveles de

normas. La unidad de estas se halla

constituida por el hecho de que la creación de una norma — la de grado más

bajo— , se encuentra determinada por otra — de grado superior— , cuya creación es

determinada, a su vez, por otra todavía más alta. Lo que constituye la

unidad del sistema es precisamente la circunstancia de que tal regressus termina en la norma de

grado más alto, o norma básica, que representa la suprema

razón de validez de todo el orden jurídico. La estructura jerárquica del orden

jurídico de un Estado puede expresarse toscamente en los siguientes términos:

supuesta la existencia de la norma fundamental, la Constitución representa el

nivel más alto dentro del derecho nacional”. (Kelsen, citado por Naranjo, 2003, p. 381)

11. Supremacía Material.

Significa que el orden jurídico del Estado depende por entero de la Constitución. Siendo ella el

origen de toda la actividad jurídica que se desarrolla dentro del Estado, necesariamente será

superior a todas

las formas de esta actividad, puesto que es de ella, y tan solo de ella, que esas
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formas derivan validez. En este sentido decimos que la Constitución es la norma o la ley

fundamental. (Naranjo, 2003, p.383)

12. Supremacía Formal.

Significa que el orden jurídico del Estado depende por entero de la Constitución. Siendo ella el

origen de toda la actividad jurídica que se desarrolla dentro del Estado, necesariamente será

superior a todas

las formas de esta actividad, puesto que es de ella, y tan solo de ella, que esas

formas derivan validez. En este sentido decimos que la Constitución es la norma o la ley

fundamental. (Naranjo, 2003, p. 382)

13. Leyes Constitucionales.

“Son anteriores y superiores a las leyes ordinarias; se imponen al respeto del poder legislativo,

el cual impotente para abrogarlas o modificarlas, no puede legislar sino

en las condiciones y bajo las formas que ellas han determinado”. (Esmein, citado por Naranjo, 2003, p.

384)

14. Leyes ordinarias.

Naranjo, (2003) apunta que: “En los países

de Constitución flexible, la distinción entre leyes constitucionales y leyes ordinarias no tiene

consecuencias jurídicas diferentes a la superioridad material

que se reconoce a las primeras.”(p. 384)

15. Control constitucional de las leyes

Como consecuencia lógica del principio de que la ley ordinaria debe ser

conforme a las disposiciones constitucionales, la propia Constitución debe

prever mecanismos tendentes a garantizar que ello ocurra así. Con este fin se
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establecen medios de defensa de la Constitución, que son el llamado control

de la constitucionalidad de las leyes. En algunos países ese control no está

expresamente previsto en la Constitución; en otros silo está, aunque varíen sus

modalidades de ejercicio o de técnica.

Es preciso destacar el carácter eminentemente político que tiene, el control de la

constitucionalidad de las normas jurídicas, no obstante que, como

más adelante se verá, este control puede estar a cargo de un órgano jurisdiccional

— como en efecto sucede en la mayoría de los países del mundo contemporáneo— y está

sometido a procedimientos de índole judicial, su contenido y sus

implicaciones políticas son evidentes e insoslayables. (Naranjo, 2003, p. 385)

16. Control de las leyes por un cuerpo político.

Otorgar el control de la constitucionalidad de las leyes a un cuerpo político

se considera por algunos conveniente y lógico, ya que su función se acomoda

mejor a la del Parlamento, que también tiene carácter eminentemente político.

Además se anota que si el control de la ley es jurídico en su objeto, es político en

sus efectos. (Naranjo, 2003, p. 386)

17. Control por un órgano Jurisdiccional.

Este sistema tuvo origen en la distinción hecha por Lord Edward Coke,

en los albores de la monarquía limitada en Inglaterra, entre el Common Law

o derecho común fundamental y Statutory Law o derecho legal ordinario— , consistente en que

los jueces dejaban de aplicar disposiciones de este cuando eran contrarias a las de aquella.
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(Edward Coke, citado por Naranjo, 2003, p.386)

El sistema consiste pues en que es un juez o tribunal a quien corresponde

el control de la constitucionalidad de la ley. Se considera que el órgano jurisdiccional debe ser el

guardián natural de la legalidad no solo entre los particulares, sino también frente al Estado. En

este caso le corresponderá decidir

sobre si el legislador ha actuado dentro de los límites de su competencia constitucional o no. Y

lo hará mediante los procedimientos jurisdiccionales ordinarios — publicidad, debates

contradictorios, sentencia motivada, etc.— los cuales,

de por sí, constituyen una garantía de imparcialidad, como lo es también la propia formación

profesional y técnica del juez. (Naranjo, 2003, p.386)

18. Formas de control jurisdiccional.

“El control jurisdiccional puede revestir formas diferentes: entre ellas se

destacan el control por vía de acción, o acción de inconstitucionalidad, o el

control por vía de excepción o excepción de inconstitucionalidad.” (Naranjo, 2003, p 387)

19. Control por vía de acción.

Control por vía de acción. Consiste en que se establece un proceso

contra la ley ante un tribunal determinado, al cual se solicita examinar su validez constitucional

o, en caso contrario, declarar su inconstitucionalidad, con

lo cual la ley quedará anulada y se considerará como si nunca hubiese existido.

El proceso puede ser iniciado por alguna autoridad pública o como en el caso colombiano , por

cualquier ciudadano. De esta manera el objeto directo


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y exclusivo del proceso será la verificación de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la

ley. Este proceso puede tener lugar ante un tribunal ordinario, aunque generalmente donde

existe se da ante un tribunal especial, como

ocurre en algunos de los países que cuentan con una corte o tribunal constitucional. (Naranjo,

2003, p. 387)

20. Control por vía de excepción.

Control por vía de excepción.— En este sistema el proceso ya no es

ofensivo: para invocar la inconstitucionalidad de la ley es necesario que esta

haya sido aplicada; es decir, que no interviene sino de manera incidental a propósito de un

proceso, y a título de excepción presentada por una de las partes

en él. En este caso si el juez encuentra fundada la demanda de inconstitucionalidad, dejará de

aplicar la ley, pero únicamente para quien lo solicitó. Al

contrario de lo que sucede en el caso anterior, la ley conserva su eficacia jurídica, es decir, no se

anula, y por consiguiente podrá ser aplicada posteriormente, siempre que no se le oponga la

excepción de inconstitucionalidad. (Naranjo, 2003, p. 388)

21. La excepción de inconstitucionalidad en Estados Unidos.

Según Naranjo, (2003) El sistema de la excepción de la inconstitucionalidad comenzó a operar

en Estados Unidos de Norteamérica, donde el derecho de los jueces a controlar la

constitucionalidad de las leyes, aunque no está expresamente consagrado en la Constitución, sí

está implícito en ella, en los dos preceptos citados

anteriormente que establecen el Judicial Review y la supremacía de la Constitución sobre todas

las leyes federales y estatales. .

La creación de este sistema obedeció a la costumbre impuesta, basada en


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el convencimiento de los tribunales de que su competencia en estas materias

es natural y está ligada a su función jurisdiccional. (P.389)

22. El caso de Marbiuri vs Madison

El célebre fallo proferido por el juez John

Marshall de la Corte Suprema, en el caso “Marbury vs. Madison”, es considerado

como el más famoso de la jurisprudencia constitucional norteamericana. En

este caso, Marshall impuso el criterio de la interpretación judicial de la Constitución, rechazando

el criterio político de interpretación, según el cual el Congreso podía señalar sus propios límites

de actuación y decidir hasta dónde iban

sus competencias con respecto a la Constitución. La Corte descartó en este caso

la aplicación de una ley federal por considerarla contraria a la Constitución de

Estados Unidos. En sus conclusiones, el célebre fallo sostuvo entre otras cosas

lo siguiente: “Si una ley está en oposición a la Constitución; si ambas, la ley

y la Constitución, se aplican a un caso particular de tal manera que la Corte deba

decidir el caso conforme a la ley, desestimando la Constitución o conforme a

la Constitución desestimando la ley, la Corte debe determinar cuál de estas

reglas en conflicto gobierna el caso. Esto es de la pura esencia de la función

judicial. Si, entonces, las cortes están para vigilar la Constitución y la Constitución es superior a

cualquier acto ordinario del legislador, la Constitución,

y no el acto ordinario, debe regir el caso...”; y más adelante agrega de manera

terminante: “El poder judicial de Estados Unidos se extiende a todos los casos

cobijados bajo la Constitución”.


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La sentencia de Marshall puntualizó lo siguiente: “Los poderes de la legislatura son definidos y

limitados; y para que estos límites no sean confundidos u olvidados, la Constitución es escrita.

¿Por qué esos poderes serían limitados y por qué estos límites serían consignados en un escrito,

si ellos pudieran

ser, en todo momento, traspasados por aquellos mismos que se ha tenido la intención de

contener?...” “La Constitución es, o bien una ley suprema y soberana, no susceptible de ser

modificada por medios ordinarios, o bien está al

nivel de las leyes ordinarias, y como todas las otras leyes, puede ser modificada

cuando a la legislatura plazca modificarla. Si la primera parte de la alternativa

es cierta, una ley contraria a la Constitución no es una ley; si la última parte es

la verdadera, las constituciones escritas son tentativas absurdas de parte del

pueblo para limitar un poder que, por su naturaleza misma, no puede ser limitado”.

La sentencia del juez Marshall en “Marbury vs. Madison” tuvo, pues, como

consecuencia, otorgar el control de la constitucionalidad de las leyes a todos

los tribunales de Estados Unidos; esta decisión tuvo gran resonancia y contó

con mucha resistencia entre los legisladores y gobernantes de su tiempo y dio

lugar a álgidas controversias jurídicas durante muchos años, hasta llegar a ser

admitido el principio. (Naranjo, 2003, p. 390)

23. Judicial Review.

El sistema de control constitucional establecido en Estados Unidos ha

sido calificado de control difuso, por el hecho de que los jueces no dictan fallos
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con carácter general o erga omnes, sino apenas por vía incidental o de excepción y con efectos

inter partes. Los críticos de este sistema, particularmente algunos juristas europeos, como

Mauro Cappelletti— sostienen que es

anárquico y difuso porque perjudica la estabilidad del orden jurídico, la seguridad de las

decisiones judiciales y de la “cosa juzgada”, y la uniformidad de

los criterios de interpretación y aplicación normativa. G a o n a C r u z responde

a estas críticas argumentando que para entender el alcance de la institución norteamericana del

Judicial Review deben ser tomados en cuenta tres principios

esenciales que la gobiernan: el sistema federal, el sistema judicial y el del precedente obligatorio

(Stare decisis), equiparable al de la cosa juzgada del derecho latino. Esta decisión se denomina J

udiciary Act y surge del pronunciamiento que por injuction hace la Corte Suprema sobre un

asunto incidental para

volverlo general, y que obliga no solo pará este caso concreto sino para todos

los demás similares y respecto de todos los demás jueces, lo cual le da carácter

erga omnes y no solo inter partes. (Mauro Capelleti, citado por Naranjo, 2003, p. 390)

Lista de Referencia o Bibliografía

Vladimiro, N. M. (2003). Teoría Constitucional y Instituciones Políticas. Bogotá

D.C, Cundinamarca., Colombia. Ed. TEMIS

Hans K. (1946). Teoria General del Derecho y del Estado. Textos Universitarios. Praga,

República Checa. Ed. UNAM.

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