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Su nombre científico es un homenaje a la Condesa de Chinchón, esposa del Virrey del Perú. En
1629 ella fué curada de sus fiebres con el polvillo proveniente de su corteza, remedio
ampliamente usado desde la época incaica.
Otros nombres
Características
Son árboles grandes, generalmente de más de 10 metros de altura, con flores de color blanco
o rosado. Las hojas son ovales, planas y con grandes nervios, terminadas en punta. Posee
frutos secos en cápsula, de forma cilíndrica, con 3 ó 4 semillas. Pertenece a la familia de las
Rubiáceas, como el café, siendo angiosperma dicotiledónea.
Los quinos son originarios de América. Viven en altitudes de entre 1000 y 3000 metros, en
Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. Necesitan un clima cálido y lluvioso.
Hoy día está en peligro de extinción. Debido a su gran valor medicinal ha sido sobreexplotado,
quedando pocos ejemplares. Y es que los árboles se talaban a ras de suelo para aprovechar su
corteza, que posteriormente era secada y triturada, obteniéndose los que en otros tiempos se
llamaron “polvos de la condesa” o “polvos de los jesuitas”, los polvos que contenían la
maravillosa quinina.
Usos
La corteza del quino contiene varios alcaloides, el principal de los cuales es la quinina, que
tiene propiedades medicinales ampliamente reconocidas. Es muy usada como febrífugo,
constituyéndose en factor determinante en la lucha contra la malaria o paludismo, y en
general las fiebres intermitentes. También se usa contra la anemia, debilidad general y
inapetencia. Esta indicado también contra la clorosis.
La corteza del árbol de la quina (cinchona officinalis) posee diversos alcaloides naturales, entre
los que destaca la quinina, que tiene propiedades antipiréticas (disminuye la fiebre),
antipalúdicas y analgésicas, por lo que fue utilizada desde tiempos prehispánicos para tratar
eficazmente enfermedades como la malaria o paludismo.
Además de los alcaloides, la quinina posee principios astringentes, por su alta concentración
de taninos, por lo que ayuda en la medicina tradicional para cicatrizar heridas y úlceras.
Las poblaciones del árbol de la Quina se distribuyen a lo largo de los bosques montanos
nublados en el Perú desde el extremo norte, en el Departamento de Cajamarca, hasta la
frontera sur en Puno. Este importante árbol crece nativo en el bosque Puyu Sacha, que es su
hábitat natural. Es frecuente y visible a lo largo de los caminos principales del Bosque.