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LAS TENSIONES NATURALES

Las tensiones que actúan sobre un macizo rocoso pueden estar relacionadas a las tensiones o
esfuerzos in-situ, y a las tensiones inducidas. A las primeras también se le denomina tensiones
naturales o primitivas y son los esfuerzos que existen en el macizo rocoso previamente a alguna
perturbación. En general, las tensiones encontradas en un macizo rocoso se deben al conjunto de
los procesos actuantes a lo largo de su historia geológica.

El siguiente esquema propuesto por Bielenstein y Barron (1972) grafica un sistema de clasificación
de esfuerzos para el macizo rocoso.

Tomado de Hijazo (2010)

Según Hijazo (2010) Hay dos categorías principales de fuerzas responsables del estado de
esfuerzos en la parte más externa y elástica de la litosfera (10-35 Km). La primera se debe a los
esfuerzos tectónicos y la segunda a efectos locales de tipo topográfico, anisotropías en la
resistencia o en las propiedades elásticas de la litosfera, erosión, sobracargas o causas antrópicas.
Esta segunda categoría origina los denominados esfuerzos locales o inducidos, que no son los
mismos que los generados por la actividad humana.
ORIGEN Y TIPOS DE TENSIONES.

González (2002) afirma que Los esfuerzos tectónicos son la causa principal de las tensiones
almacenadas en las rocas y que pueden liberarse de muy distintas formas, desde terremotos y
desplazamientos en fallas hasta explosiones de roca, fracturas y deformaciones en excavaciones
subterráneas y añade que Su conocimiento es fundamental en campos tan diversos como la
explotación y producción de petróleo, gas o energía geotérmica, la minería y las obras
subterráneas, o los estudios de riesgo sísmico y predicción de terremotos.

De igual manera, vallejo (2010) manifiesta que el estado tensional de la corteza obedece a
diversas causas, enumerando las tres primeras así:
Las tensiones de origen tectónico son las responsables del movimiento de las placas
litosféricas y constituyen la fuente principal de los esfuerzos presentes en las rocas. A
través del conocimiento geológico es posible determinar las zonas corticales sometidas a
esfuerzos; mediante diversos métodos de análisis estructural se puede llegar a estimar
tanto la orientación de los esfuerzos como la magnitud de los mismos.
Las tensiones gravitacionales o litostáticas se producen como consecuencia del peso de
los materiales geológicos. Si en un punto no actúa otro tipo de esfuerzos, el estado
tensional es el correspondiente a las fuerzas gravitacionales que ejercen los materiales
suprayacentes y confinantes, y las tensiones o esfuerzos principales son la vertical y la
horizontal.

Las tensiones de origen no renovable pueden ser generadas por efectos térmicos sobre
los materiales rocosos, por flexiones o abombamientos en la corteza o como consecuencia
de cambios en el radio de curvatura de una placa tectónica, pudiendo dar lugar en teoría a
grandes esfuerzos en la corteza, aunque debido a que no son renovables se disipan en
procesos tipo creep o de rotura frágil dentro de periodos geológicos relativamente cortos.
El mecanismo que produce las tensiones térmicas es la expansión o contracción que sufre
una roca homogénea cuando se calienta o enfría lentamente. La relación entre la
deformación e y el cambio de temperatura

La manera en que se han explicado tanto el origen como la tipología de las tensiones tanto
naturales como inducidas en el macizo rocoso a lo largo de la historia ha sido por medio de
modelos conceptuales.
A continuación se ilustra un cuadro conceptual que sintetiza los modelos de Kusznir, Bott y
Park y los de Zoback y colaboradores del WSM, cuyo símil considera dos categorías de
fuerzas, una seria responsable de los esfuerzos tectónicos y la otra de los esfuerzos
locales.
En el modelo de Bott y Kusznir se plantean que las tensiones renovables son:
- Fuerzas de borde de placa: Las placas litosféricas tienen un movimiento relativo en
respuesta a las fuerzas que se aplican sobre sus límites o bordes. Tanto las fuerzas de
empuje como las resistentes deben estar en equilibrio dinámico. La energía de
deformación acumulada se disipa sísmicamente, o por pérdida de energía friccional y
viscosa.
- Fuerzas asociadas a cargas compensadas isostáticamente: Se deben a las cargas
producidas por grandes elevaciones topográficas (cordilleras) y a las variaciones laterales
de densidad. Las cordilleras son compensadas isostáticamente en la litosfera por zonas de
menor densidad, dando lugar a empujes ascendentes o fuerzas de flotación, Fig. 3.2 (6), o
a cambios en el espesor de la corteza.

Las tensiones no renovables según el mismo modelo:

- Esfuerzos de flexión en la litosfera como resultado de cargas no compensadas e


inflexiones en zonas de subducción. La compresión horizontal ocurre en la parte cóncava
de la flexura y la tracción en la parte convexa.
- Esfuerzos de membrana debidos a cambios en el radio de curvatura de una placa cuando
migra del ecuador hacia el polo o viceversa. El esfuerzo máximo que podría alcanzarse
sería de 100 MPa, pero nunca llegan a este valor al existir una relajación viscosa y continua
(Turcotte, 1974b).
- Esfuerzos térmicos provocados por cambios de temperatura en la litosfera. El ejemplo
más claro de este tipo de esfuerzos se localizan en la corteza oceánica, la cual se enfría
después de su formación y se vuelve a calentar en la subducción.
Por su parte, el modelo de Zoback y WSM plantea esfuerzos de primer y segundo orden de la
siguiente manera:

- Fuerzas de primer orden Son las responsables de los denominados esfuerzos tectónicos, e
incluyen:
A. Fuerzas de borde de placa.
B. resultantes de procesos geodinámicos
C. Fuerzas termoelásticas en la litosfera oceánica fría.
D. Fuerzas de arrastre en la base de la litosfera.
E. Fuerzas derivadas de la geometría de las placas.

Fuerzas de segundo orden que se deben a factores topográficos, anisotropías de la resistencia o


de las propiedades elásticas de la corteza, efectos de la erosión y a excavaciones antrópicas. Los
esfuerzos generados son de carácter local y las fuerzas causantes de los mismos son las siguientes:

1. Fuerzas de flexión
2. Fuerzas de flotación

 FACTORES GEOLÓGICOS Y MORFOLÓGICOS INFLUYENTES EN EL ESTADO TENSIONAL

Las condiciones geológicas y morfológicas en una zona pueden modificar los campos tensionales
gravitacionales regionales y la dirección y magnitud de las tensiones, originando anisotropías
tensionales, o estados de esfuerzos anisótropos, principalmente debidos a los siguientes factores:

- Presencia de fallas, pliegues, diques y otras anisotropías estructurales.


- Procesos diversos de carga o descarga de materiales: erosión, sedimentación, procesos
glaciares, etc.
- Valles profundos y zonas de relieve accidentado.
- Procesos volcánicos.

Determinadas estructuras geológicas indican la dirección de los esfuerzos y pueden, por tanto,
señalar posibles campos tensionales anisótropos, además de permitir orientar el tensor de
esfuerzos a partir de observaciones geológicas de campo.

En valles profundos de zonas montañosas este efecto topográfico es muy acusado, dándose
anisotropías tensionales por la elevada magnitud de las tensiones que se concentran en las
laderas. Los casos más habituales donde se han medido tensiones importantes por estas causas
corresponden a:

— Laderas de valles con profundidades mayores de 500 m y pendientes superiores a 25°.

— Laderas de valles en rocas blandas con profundidades superiores a los 30°.

REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA

- González, L., Ferrer, M., Oteo, C., (2002). INGENIERÍA GEOLOGÍCA. Pearson Educación.
Madrid. CAP. 3.7., Pag. 214-222.
- Hijazo, T., (2010). Tesis Doctoral ESTIMACIÓN DE LAS TENSIONES NATURALES Y SU
APLICACIÓN AL DISEÑO DE TÚNELES. Madrid. Cap. 29., Pag. 29-45. Microsoft Word -
Portada.doc (ucm.es)

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