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1. Concepto de esfuerzo y
deformación.- diagramas
2. Propiedades Físicas de las rocas
3. Factores que controlan el
comportamiento de los materiales.
Deformación de La Corteza Terrestre: Geología Estructural
Extracto:
"Ciencias de la Tierra 8 Edicion – Una Introducción a la Geología Física. Edward
J. Tarbuck, Frederick K. Lutgens".
Tipos de esfuerzo. Cuando se aplica un esfuerzo en direcciones diferentes, se
denomina esfuerzo diferencial. El esfuerzo diferencial que acorta un cuerpo rocoso
se conoce como esfuerzo compresivo (com = junto; primero = presionar) Los
esfuerzos compresivos asociados con las colisiones de las placas tienden a
acortar engrosar la corteza terrestre, plegándose, fluyendo o fracturándose (Figura
GEST-01B). Recordemos, de lo que hemos dicho de las rocas metamórficas, que
el esfuerzo compresivo se concentra más en los puntos en los que los granos
minerales están en contacto, provocando la migración de la materia mineral de las
zonas de esfuerzo elevado a las zonas de esfuerzo bajo (véase la Figura MET-05).
Como consecuencia, los granos minerales (y la unidad de roca) tienden a acortarse
en dirección paralela al plano del máximo esfuerzo y a alargarse en dirección
perpendicular a la de mayor esfuerzo.
Figura GEOEST-01
Deformación de la corteza terrestre provocada por las fuerzas tectónicas y los
esfuerzos asociados
Resultante del movimiento de las placas litosféricas.
A. Estratos antes de la deformación.
B. Los esfuerzos complexionales asociados con las colisiones de las placas
tienden a acortar y engrosar la corteza terrestre mediante pliegues y fallas
C. Los esfuerzos tensionales en los bordes de placa divergentes tienden a alargar
los cuerpos rocosos mediante el
Deslizamiento a lo largo de las fallas en Ia corteza superior y el flujo dúctil en
profundidad.
D. Los esfuerzos de cizalla en los bordes de placa pasivos tienden a
producir desplazamientos a lo largo de las zonas de falla. el lado derecho del
diagrama ilustra la deformación de un cubo de roca en respuesta a los esfuerzos
diferenciales que se ilustran en los diagramas correspondientes de la izquierda
Cuando el esfuerzo tiende a alargar o a separar una unidad rocosa, se conoce
como esfuerzo tensional (tenderé= estirar) Figura GEOEST-01C). Donde las
placas se están separando (límites de placa divergentes) , los esfuerzos
tensionales tienden a alargar Ios cuerpos rocosos situados en la corteza superior
mediante el desplazamiento a lo largo de las fallas. Por otro lado, en profundidad
el desplazamiento es consecuencia de un tipo de flujo plástico.
Extracto:
"Ciencias de la Tierra 8 Edición – Una Introducción a la Geología Física. Edward
J. Tarbuck, Frederick K. Huygens".
Deformación
Quizá el tipo de deformación más fácil de imaginar ocurre a lo largo de las
superficies de las fallas pequeñas, donde el esfuerzo diferencial hace que las rocas
se muevan unas en relación con otras, de tal manera que su tamaño y su forma
originales ser conservan. El esfuerzo también puede provocar un cambio
irreversible en la forma y el tamaño del cuerpo rocoso, denominado deformación.
Como en el círculo que aparece en la figura (GEOEST-02B), los cuerpos
deformados no mantienen su configuración original durante la deformación. Al
estudiar las unidades de rocas deformadas por el esfuerzo, los geólogos se
preguntan ¿Qué nos dicen esas estructuras sobre la disposición original de esas
rocas y cómo se han deformado?
Tipo de Roca
Figura GEOEST-04
Cilindro de mármol deformado en el laboratorio mediante la aplicación de
miles de kilogramos de peso desde arriba. Cada muestra se deformó en un entorno
que duplicaba la presión de confinamiento hallada a distintas profundidades.
Obsérvese que cuando la presión de confinamiento era baja, la muestra se
deformó por fractura frágil, mientras que cuando la presión de confinamiento era
elevada, muestra se deformó plásticamente. (Foto cortesía de M. S. Patterson,
Australiano National University.)
Tiempo. Un factor clave que los investigadores son incapaces de duplicar en el
laboratorio es cómo las rocas responden a pequeños esfuerzos aplicados durante
largos intervalos de tiempo geológica. Sin embargo, en escenarios
Cotidianos pueden observarse los efectos del tiempo en la deformación. Por
ejemplo, se sabe que los bancos de mármol se hunden por su propio peso después
de un período de unos cien años aproximadamente y que las estanterías de
madera pueden combarse después de cargarlas de libros durante un período
relativamente corto de tiempo. En la
Naturaleza, fuerzas pequeñas aplicadas durante largos períodos desempeñan
seguramente un papel importante en la deformación de las rocas. Fuerzas
incapaces de deformar inicialmente una roca pueden hacer que la roca fluidez
si el esfuerzo se mantiene durante un período prolongado de tiempo.
Es importante destacar que los procesos por los que las rocas se deforman ocurren
a lo largo de un continuo que se extiende entre la fractura frágil pura en un extremo
al flujo dúctil (viscoso) en el otro. No hay límites marcados entre los diferentes tipos
de deformación. También necesitamos recordar que, en general, los elegantes
pliegues y los modelos de flujo que observamos en las rocas deformadas se
alcanzan en general por el efecto combinado de la distorsión, el deslizamiento y la
rotación de los granos individuales que componen una roca, Además, esta
distorsión y la reorganización de los granos minerales tienen lugar en la roca que
es esencialmente sólida.
Extracto:
"Ciencias de la Tierra 8 Edicion – Una Introducción a la Geología Física. Edward
J. Tarbuck, Frederick K. Lutgens".
Cartografía de las estructuras Geológicas
La cartografía geológica
Se realiza con mucha más facilidad cuando los estratos afloran en la
superficie. Esto se debe a que los sedimentos suelen depositarse en capas
horizontales. Si los estratos de rocas sedimentarias siguen estando horizontales,
esto les dice a los geólogos que probablemente el área no ha experimentado
modificaciones estructurales. Pero si los estratos están inclinados, doblados o
rotos, esto indica que se produjo un período de deformación después de la
deposición.
Dirección y buzamiento
Los geólogos utilizan dos medidas denominadas dirección (rumbo) y
buzamiento (inclinación) para ayudar a determinar la orientación de un estrato
rocoso o de una superficie de falla (Figura GEOEST-05). Conociendo la dirección
y el buzamiento de las rocas en la superficie, los geólogos pueden predecir la
naturaleza y la estructura de unidades rocosas y las fallas que están ocultas debajo
la superficie fuera del alcance de nuestra vista,
Figura GEOEST-05
Dirección y buzamiento de un estrato rocoso.
La dirección es el ángulo entre el norte magnético y una línea obtenida mediante
la intersección de un estrato inclinado, o falla, con un plano horizontal (Figura
GEOEST-05). La dirección, o rumbo, se suele expresar como un valor de un ángulo
en relación con el norte. Por (N 10º E) significa que la línea de dirección se dirige
al este desde el norte. La dirección del estrato ilustrada en la Figura GEOEST-05
es de aproximadamente norte 75º este. (N 75" E).
El buzamiento es el ángulo de inclinación de plano geológico, como por
ejemplo una falla, medida desde un plano horizontal. El buzamiento incluye ¿??? el
valor del ángulo de inclinación como la dirección hacia la cual la roca está inclinada.
En la Figura GEOEST-5, el ángulo de buzamiento del estrato rocoso es de 30º Una
manera de visualizar el buzamiento es imaginar que el agua descenderá siempre
por la superficie rocosa según una línea paralela al buzamiento. La dirección caída
formará siempre un ángulo de 90º con la dirección.
En el campo, los geólogos miden la dirección (rumbo) y el buzamiento
(inclinación) de las rocas sedimentaría en tantos afloramientos como sea
conveniente. Esos se representan luego en un mapa topográfico o en fotografía
aérea junto con una descripción codificada colores de la roca. A partir de la
orientación de los estratos puede establecerse la orientación y la forma supuesta
de la estructura, como se muestra en la Figura GEOEST-06. Utilizando esta
información, el geólogo puede reconstruir las estructuras previas a la erosión y
empezar a interpretar la historia geológica de la región.
Extracto:
"Ciencias de la Tierra 8 Edicion – Una Introducción a la Geología
Física. Edward J. Tarbuck, Frederick K. Lutgens".
Deformación de la corteza y Pliegues
Durante la formación de las montañas, las rocas sedimentarias y
volcánicas suelen doblarse en una serie de ondulaciones semejantes a ondas
denominadas pliegues. Los pliegues de los estratos sedimentarios se parecen
mucho a los que se formarían si se cogiera una hoja de papel por sus extremos y
se fueran empujando uno hacia el otro. En la naturaleza, los pliegues aparecen en
una gran variedad de tamaños y configuraciones. Algunos pliegues son amplias
flexuras en las cuales unidades rocosas de centenares de metros de grosor se han
doblado ligeramente. Otros, son estructuras microscópicas muy apretadas que se
encuentran en las rocas metamórficas. Diferencias de tamaño aparte, la mayoría
de los pliegues se produce como consecuencia de esfuerzos compresivos que
provocan el acortamiento y engrosamiento de la corteza. A veces, los pliegues se
encuentran aislados, pero es mucho más frecuente que aparezcan como una serie
de ondulaciones.
Para entender los pliegues y el plegamiento, debemos familiarizarnos con la
terminología utilizada para nombrar las partes de un pliegue. Como se muestra en
la Figura GEOEST-07, los dos lados de un pliegue se denominan flancos. Una
Línea trazada a lo largo de los puntos de máxima curvatura de cada estrato se
llama línea de charnela, o simplemente charnela. En algunos pliegues, como el
ilustrado en la Figura GEOEST-07A, la charnela es horizontal, o paralela a la
superficie. Sin embargo, en los pliegues más complejos, la charnela del pliegue
está a menudo inclinada según un ángulo conocido como inmersión (Figura
GEOEST-07B). Además, el plano axial es una superficie imaginaria que divide un
pliegue de la manera más simétrica posible.
Figura GEOEST-06
Estableciendo la dirección y el buzamiento de los estratos sedimentarios que
afloran en un mapa A., los geólogos pueden deducir la orientación de la
estructura en el subsuelo B.
Figura GEOEST-07
Esquemas idealizados que ilustran las características asociadas con
pliegues simétricos. El eje del pliegue en A es horizontal, mientras que el eje del
pliegue en B tiene inmersión.
Tipos de pliegues
Los dos tipos de pliegues más comunes se
denominan anticlinales y sinclinales (Figura GEOEST-08). Un anticlinal se forma
casi siempre por plegamiento convexo, o arqueamiento, de las capas de
roca*. La Figura GEOEST-07 es un ejemplo irle un anticlinal.
Los anticlinales afloran, a veces de manera espectacular en los puntos donde las
carreteras atraviesan estratos deformados. Asociados a menudo con los
anticlinales, se encuentran los pliegues cóncavos, o surcos,
denominados sinclinales. Obsérvese en la Figura GEOEST-09 que el flanco de un.
Anticlinal lo es también del sinclinal adyacente.
Dependiendo de su orientación, estos pliegues básicos se describen
como simétricos, cuando los flancos son imágenes espectaculares el uno del otro
y como asimétrico cuando no lo son. Se dice que un pliegue asimétrico
está volcado o capotado si uno de los flancos está inclinado más allá de la
vertical (Figura GEOEST-08) Un pliegue volcado puede también de manera que
un plano que se extendiera a través del eje del pliegue sería en realidad horizontal.
Esos pliegues tumbados (decumbentes) son comunes en algunas regiones
montañosas como los Alpes.
Los pliegues no se extienden indefinidamente; antes bien, sus extremos
terminan de una manera muy parecida a corno lo hacen las arrugas en la ropa.
Algunos pliegues tienen inmersión, porque el eje del pliegue penetra en el
terreno (Figura GEOEST-10). Como muestra la figura, pueden tener inmersión
tanto los anticlinales corno los sinclinales. En la Figura GEOEST-11 se muestra un
ejemplo de un anticlinal con inmersión y el modelo que se produce cuando la
erosión retira las capas superiores de la estructura y deja expuesto su interior.
Nótese que la traza del pliegue de un anticlinal apunta en la dirección de su
inmersión, mientras que lo contrario es cierto para un sinclinal. Un buen ejemplo
de tipo de topografía que se produce cuando las fuerzas erosivas afectan a
estratos sedimentarios plegados se encuentra en la provincia Valley and Ridge de
los Apalaches (Véase Figura GEOEST-11).
*. Definido de una manera estricta, un anticlinal es una estructura en la cual
los estratos más antiguos se encuentran en el centro. Esto se produce
generalmente cuando los estratos se pliegan hacia arriba. Además:, un sinclinal se
define estrictamente como una estructura en 1a cual los estratos más jóvenes se
encuentran en el centro. Esto ocurre casi siempre cuando los estratos se pliegan
hacia abajo.
Revisar
Figura GEOEST-09 El sinclinal (izquierda) y el anticlinal (derecha) comparten un
flanco común. (Foto de E.J.Tarbuck.)
Figura GEOEST-10 Pliegues con inmersión.
Extracto:
"Ciencias de la Tierra 8 Edicion – Una Introducción a la Geología Física. Edward
J. Tarbuck, Frederick K. Lutgens".
Domos y cubetas
Grandes elevaciones de las rocas del basamento pueden deformar la cubierta de
estratos sedimentarios superiores y generar grandes pliegues. Cuando este
movimiento ascendente produce una estructura circular o alargada, la estructura
se denomina domo (Figura GEOEST-13A). Las estructuras descendentes que
tienen una forma similar se denominan cubetas (Figura GEOEST-l3B).
Las Black Hills del oeste de Dakota del sur son un gran domo que, se cree, se
formó por levantamiento. La erosión ha eliminado las porciones más elevadas de
los estratos sedimentarios levantados, dejando expuestas en el centro las rocas
metamórficas e ígneas más antiguas (Figura GEOEST-14). Pueden verse restos
de esos estratos sedimentarios, que antiguamente fueron continuos, flanqueando
el núcleo cristalino de esta cordillera montañosa. Los estratos más resistentes son
fáciles de identificar porque la erosión diferencial los ha hecho aflorar como
prominentes crestas denominadas hogbacks. Dado que los hogbacks pueden
formarse en cualquier sitio en que las es- tratos resistentes están muy inclinados,
también están asociados con otros tipos de pliegues.
Los domos pueden formarse también por intrusión de magmas (facolitos) como se
muestra en la Figura GEOEST-16. Además, la migración ascendente de
formaciones salinas puede producir los domos de sal que son comunes en el
Golfo de México.
En Estados Unidos existen varias grandes (Figura GEOEST-15). Las cuencas de
Michigan e Illinois estratos de pendientes muy suaves que definen una geometría
cóncava. Se piensa que estas cubetas son cuenca de grandes acumulaciones de
sedimentos, cuyo peso hizo que la corteza se hundiera (véase sección sobre
Figura GEOEST-13 Elevaciones y descensos suaves, de las rocas de la
corteza producen domos (A) y cubetas (B). La erosión de esas estructuras
produce un patrón de afloramiento que es aproximadamente circular o
alargado
Extracto:
"Ciencias de la Tierra 8 Edicion – Una Introducción a la Geología Física. Edward
J. Tarbuck, Frederick K. Lutgens".
Deformación de la corteza Fallas y fracturas
Las fallas son fracturas en la corteza a lo largo de las cuales ha tenido lugar
un desplazamiento apreciable. A veces, pueden reconocerse pequeñas fallas en
los taludes de las carreteras, observándose estratos sedimentarios desplazados
unos pocos metros. Las fallas de esta escala normalmente aparecen como
pequeñas rupturas: aisladas. Por el contrario, las grandes fallas, como la de San
Andrés en California, tienen desplazamientos de centenares de kilómetros y
consisten en muchas superficies falladas interconectadas. Estas zonas de falla
pueden tener una anchura de varios kilómetros y a menudo son más fáciles de
identificar a partir de fotografías aéreas que a nivel del suelo Los movimientos
súbitos a lo largo de las fallas es la causa de la mayoría de los terremotos. Sin
embargo, la gran mayoría de las fallas son inactivas y por tanto, restos de una
deformación antigua. A lo largo de las fallas, las rocas suelen romperse v
pulverizarse conforme los bloques de corteza situados en los lados opuestos de
una falla se rozan unos con otros.
El material arcilloso débilmente coherente que resulta de esta actividad se
denomina salbanda de falla. En algunas superficies de falla, las rocas acaban muy
pulidas y estriadas, o con surcos, a medida que los bloques de corteza se deslizan
unos con respecto a otros. Estas superficies pulidas y estriadas, denominadas
espejos de falla, proporcionan a los geólogos pruebas de la dirección del
desplazamiento más reciente a lo largo de la falla. Los geólogos clasifican las fallas
por sus movimientos relativos, que pueden ser predominantemente horizontales,
verticales u oblicuos.
Figura GEOEST-16
Escarpe de falla localizado cerca del monumento nacional Joshua Tree,
California. (Foto de A. P. Trujillo/APT Photos.)
Los dos tipos principales de fallas con desplazamiento vertical se denominan
fallas normales y fallas inversas, Además, cuando una falla inversa tiene un
ángulo de buzamiento (inclinación) menor de 45º, se denomina cabalgamiento. A
continuación consideraremos estos tres tipos de falla.
Figura GEOEST-17
La roca situada inmediatamente por encima de una superficie de falla se
denomina techo y la de debajo, muro, según los nombres que utilizaban los
mineros que excavaron las menas a lo largo de las zonas de falla. Los mineros
cuelgan sus lámparas en las rocas situadas encima de la traza de la falla (techo) y
andan por las rocas situadas debajo de la traza de la falla (muro).
Fallas normales.
Las fallas con desplazamiento vertical se clasifican como fallas normales
cuando el bloque de techo se desplaza hacia abajo en relación con el bloque de
muro (Figura GEOEST-18). La mayoría de las fallas normales tienen buzamientos
de unos 60º, que tienden a disminuir con la profundidad. Sin embargo, algunas
fallas con desplazamiento vertical tienen buzamientos mucho menores,
aproximándose en algunos casos a la horizontal. Debido al movimiento
descendente del techo, las fallas normales acomodan el alargamiento, o la
extensión, de la corteza.
La mayoría de las fallas normales son pequeñas, con desplazamientos
más o menos de un metro. Pero hay algunas que se extienden decenas de
kilómetros, dibujando sinuosamente el límite de un frente montañoso. En el oeste
de Estados Unidos, las fallas normales a gran escala como éstas se asocian con
estructuras denominadas montañas limitadas por fallas.
Figura GEOEST-19 Fracturación normal dela provincia Basin and Range. Aquí los
esfuerzos tensionales han alargado y fracturado la corteza en numerosos bloques.
El movimiento a lo largo de esas fracturas ha inclinado los bloques produciendo
alineaciones montañosas paralelas denominadas montañas limitadas por fallas.
Los bloques hundidos (grabens) forman cuencas, mientras que los bloques
elevados (horst) se erosionan y originan una topografía montañosa accidentada.
Además, numerosos bloques inclinados (fosas tectónicas asimétricas) dan lugar a
cuencas y montañas.
El movimiento de las fallas proporciona a los geólogos un método de
determinación de la naturaleza de las fuerzas que actúan en el interior de la
Tierra. Las fallas normales indican la existencia de esfuerzos tensionales que
separan la corteza. Esa puede llevarse a cabo o bien por levantamiento, que hace
que la superficie se estire y rompa, o bien mediante fuerzas horizontales opuestas.
Fallas inversas y cabalgamientos. Las fallas inversas y los cabalgamientos son
fallas con desplazamiento vertical en las cuales el bloque de techo se mueve hacia
arriba con respecto al bloque de muro (Figura GEOEST-20). Recordemos que las
fallas inversas tienen buzamientos superiores a 45º y que los cabalgamientos
tienen buzamientos inferiores a 45º. Dado que el bloque de techo se mueve hacia
arriba y sobre el bloque de muro, las fallas inversas y los cabalgamientos refleja
un acortamiento de la corteza.
Las fallas inversas de alto ángulo suelen ser pequeñas y acomodan
desplazamientos locales en regiones dominadas por otros tipos de fallas. Los
cabalgamientos, por otro lado, existen a todas las escalas. Los cabalgamientos
pequeños exhiben desplazamientos que oscilan entre milímetros y unos pocos
metros. Algunos grandes cabalgamientos tienen desplazamientos del orden de
decenas a centenares de kilómetros. Mientras que las fallas normales aparecen en
entornos tensionales, los cabalgamientos son resultado de fuertes esfuerzos
compresivos. En esos ambientes, los bloques de la corteza se desplazan uno ha
cia el otro, moviéndose el techo hacia arriba con respecto al muro. La formación
de cabalgamientos es más pronunciada en las zonas de subducción y otros bordes
convergentes, donde las placas están colisionando. Las fuerzas compresivas
producen generalmente pliegues además de fallas y provocan un engrosamiento
y acortamiento del material implicado.
Extracto:
"Ciencias de la Tierra 8 Edicion – Una Introducción a la Geología
Física. Edward J. Tarbuck, Frederick K. Lutgens".
Fallas de desplazamiento horizontal
Las fallas en las que el desplazamiento dominante es horizontal y paralelo a
la dirección de la superficie de la falla, se denominan fallas de desplazamiento
horizontal o desgarres. Debido a su gran tamaño y a su naturaleza lineal, muchas
fallas de desplazamiento horizontal tienen una traza que es visible a lo largo de
una gran distancia.
En vez de una fractura única a lo largo de la cual tiene lugar el movimiento,
las fallas de desplazamiento horizontal consisten en una zona de fracturas
aproximadamente paralelas, cuya anchura puede ser superior a varios kilómetros.
El movimiento más reciente, sin embargo, suele producirse a lo largo de una banda
de tan sólo unos pocos metros de ancho que puede cortar estructuras como los
cauces de los ríos (Figura GEOEST-22). Además, las rocas trituradas y rotas
producidas durante la formación de la falla son erosionadas con más facilidad,
produciendo, a menudo, valles lineales o depresiones que marcan la ubicación de
estas fallas transcurrentes.
Además, las rocas con muchas diaclasas representan un riesgo para las
grandes construcciones de ingeniería,
Entre ellas las autopistas y las presas. El 5 de junio de 1976 se perdieron 14 vidas
y casi 1.000 millones de dólares
Cuando se derrumbó la presa Tetón en Idaho. Esta presa de tierra se había
consumido con arcillas y limos muy erosionables y estaba situada sobre rocas
volcánicas muy fracturadas. Aunque se intentó rellenar los huecos de las rocas
diaclasa das, el agua fue penetrando gradualmente en las fracturas de las rocas
del subsuelo v socavó los cimientos de la presa. Por último. El agua en movimiento
excavó un túnel en las arcillas y los limos fácilmente erosionables. En cuestión de
minutos la presa se hundió, lanzando un frente de agua de 20 metros de altura
aguas abajo de los ríos Tetón y Snake.
Los diagramas son similares si se trata del mismo material y de manera general
permite agrupar los materiales dentro de dos categorías con propiedades afines
que se denominan materiales dúctiles y materiales frágiles. Los diagramas de
materiales dúctiles se caracterizan por ser capaces de resistir grandes
deformaciones antes de la rotura, mientras que los frágiles presentan un
alargamiento bajo cuando llegan al punto de rotura.
ESFUERZO.
Las fuerzas internas de un elemento están ubicadas dentro del material por lo
que se distribuyen en toda el
Área; justamente se denomina esfuerzo a la fuerza por unidad de área, la cual se
denota con la letra griega sigma (σ) y es un parámetro que permite comparar la
resistencia de dos materiales, ya que establece una base común de
Referencia.
σ = P/A
Donde:
P≡ Fuerza axial;
A≡ Area de la sección transversal
DEFORMACIÓN.
Una barra sometida a una fuerza axial de tracción aumentara su longitud inicial;
se puede observar que bajo la misma carga pero con una longitud mayor este
aumento o alargamiento se incrementará también. Por ello definir
la deformación (ε) como el cociente entre el alargamiento δ y la longitud inicial L,
indica que sobre la barra la deformación es la misma porque si aumenta L también
aumentaría δ. Matemáticamente la deformación sería:
ε = δ/L
DIAGRAMA.
c) Punto de fluencia:
e) Esfuerzo de Rotura:
2.1.3. POROSIDAD
La porosidad de un material es el volumen de espacios abiertos que
contiene relativo a su volumen total. Los poros son pequeños espacios
abiertos existentes en los materiales rellenos por soluciones acuosas y/o
gaseosas (e.g., aire). Los poros pueden estar abiertos (i.e.,
intercomunicados) o cerrados, y ser grandes o pequeños. El tamaño de poro
medio y el grado de intercomunicación entre los poros determinan el tipo y
grado de movimiento de soluciones líquidas y gaseosas por el interior de
los materiales. Esto controla en gran parte su durabilidad. Los poros
pueden clasificarse en función de su tamaño en:
Megaporos: _____________ 256-0.062 mm
Macro capilares: _________ 0.062-0.0001 mm
Micro capilares:_________ <0.0001 mm
Existen distintos conceptos de porosidad. La porosidad teórica viene
dada por la ecuación:
2.1.6. CAPILARIDAD
El fenómeno de la capilaridad, cuyo resultado es el movimiento ascendente
o descendente de un líquido en el interior de un tubo fino de un material sólido
cuando éste es sumergido en el líquido, es debido a la existencias de fuerzas en
la superficie de las sustancias sólida (e.g., vidrio), líquida (e.g., agua) y gaseosa
(e.g., aire) en contacto. Estas fuerzas se denominan de tensión superficial. La
conjunción de estas fuerzas hace que las gotas de un líquido depositadas sobre la
superficie de un material sólido presenten ángulos de contacto sólido-líquido
variados en función de la naturaleza de los sólidos y líquidos. Así, los líquidos
“mojan” a los sólidos cuando el ángulo de contacto está comprendido entre 0 y 90º,
en cuyo caso el líquido asciende por el capilar. Si por el contrario la conjunción de
fuerzas mencionada anteriormente condicionan que el ángulo de contacto sólido-
líquido esté comprendido entre 90 y 180, el líquido no moja al material y desciende
por el capilar. Estas relaciones se ilustran en las Figuras 3 y 4. En consecuencia,
el efecto que debe producir un material hidrofugante (protectivo o consolidante)
aplicado sobre un material debe ser el de incrementar el ángulo de contacto del
material pétreo, y obstaculizar el ascenso del agua por su sistema poroso. El efecto
contrario es el obtenido por los agentes detergentes o jabones (i.e., tensoactivos).
La altura a la que asciende (o desciende) un líquido en un capilar no es sólo
función del ángulo de contacto, sino que depende también del radio del capilar. La
ecuación que permite calcular la altura alcanzada es:
2.2.4. FATIGA
Cuando los materiales sufren esfuerzos de forma cíclica sin llegar al punto de
ruptura, se observa un debilitamiento mecánico de los mismos con el tiempo. Esto
implica una pérdida de sus propiedades mecánicas, que puede dar lugar a
la fracturación bajo esfuerzos mucho menores que los apropiados para los
materiales “frescos” que no han sido sometidos a esfuerzos. A esta característica
de los materiales se le denomina fatiga.
Se ha encontrado que la causa fundamental del fallo por fatiga de los
materiales pétreos es el micro fracturación. Los experimentos llevados a cabo
sugieren una evolución episódica para la fatiga. Inicialmente, se produce un micro
fracturación entre los contactos de grano y en el interior de los cristales a favor de
los planos de exfoliación y superficies de partición de los mismos. A continuación,
existe un periodo de aquiescencia, con escasa deformación adicional. En el último
estadio, las microfracturas coalescen, perdiéndose coherencia e iniciándose el
fallo (fracturación) del material. No obstante, también parece que la fatiga es un
proceso continuo, disipándose la energía en forma de microfracturas hasta el punto
en que se supera un nivel crítico en el que ocurre el fallo.
La mayor parte de los procesos de deterioro de tipo mecánico que sufren los
materiales pétreos en los edificios se deben al fallo por fatiga, ya que los esfuerzos
generados no suelen superar la resistencia a la compresión, tensión o flexión de
los materiales “frescos”. No obstante, también hay que tener en cuenta el efecto
de otros procesos físicos y químicos de alteración, que modifican las propiedades
mecánicas originales de los materiales, generalmente reduciendo sus propiedades
mecánicas.
Las rocas son materiales con elevada resistencia a la compresión y en menor
medida a la flexión y la tensión. Por esta razón son materiales apropiados para
elementos constructivos tales como muros, paramentos, columnas, etc., que
sufren importantes cargas compresivas, y no tanto para elementos constructivos
que sufren importantes esfuerzos tensionales y de flexión, como los generados en
estructuras adinteladas o alquitranadas. Por esta razón, la luz de los arquitrabes
no puede ser elevada.
La resistencia a la tensión es una propiedad particularmente importante
desde el punto de vista de los procesos de alteración de materiales pétreos de
construcción. Esto es debido tanto a la existencia de procesos de alteración
cíclicos que generan importantes esfuerzos tensionales capaces de producir fallos
mecánicos (fracturación) por fatiga en los materiales, como al hecho de ser la
propiedad mecánica cuantitativamente más deficiente en los mismos. Entre los
procesos de deterioro mecánico por generación de esfuerzos tensionales cabe
destacar los cambios volumétricos que sufren los materiales al sufrir variaciones
de temperatura, la formación de hielo y la cristalización e
hidratación/deshidratación de sales solubles en el interior del sistema poroso de
los materiales.
2.2.5. DUREZA
La dureza es la resistencia de los materiales para resistir la penetración de
otro cuerpo. Para el caso de minerales, la dureza se ha considerado clásicamente
como la resistencia que presenta un mineral a ser rayado por otro mineral o
material. F. Mohs dedujo empíricamente una escala cualitativa basada en las
durezas relativas de distintos minerales que ha sido muy utilizada como criterio de
clasificación y de determinación. Esta escala es como sigue:
Cada uno de estos minerales es capaz de rayar a los situados antes que él
en la escala, y a su vez es rayado por los que vienen después. La medida de la
dureza suele ser cualitativa (aunque hay métodos de determinación precisa)
estableciéndose en una primera aproximación en base a los siguientes criterios: si
la uña raya al mineral la dureza es menor de 2.5; si una navaja raya al mineral la
dureza es menor de 5.5; si el mineral raya al vidrio la dureza es igual o mayor de
7. Así, el cuarzo se diferencia de la calcita en que aquel raya al vidrio y ésta no.
Esta propiedad es vectorial, es decir, depende de la dirección en que se
aplique en un mineral, debido a la diferente distribución de enlaces cristalinos en
las estructuras minerales. Así por ejemplo, la distena (Al2SiO5) es un mineral de
hábito prismático que presenta una dureza de 4 a lo largo de su elongación mayor
y de 6.5 perpendicularmente a la misma. En general, los minerales presentan
durezas más bajas en superficies de exfoliación respecto de otras direcciones. En
cualquier caso, la dureza depende del tipo de enlaces atómicos presentes, de la
estructura y de la composición. A igualdad de otros factores, los minerales con
estructuras más densas son más duros (e.g. el aragonito tiene una dureza de 4 y
la calcita de 3), y los que presentan elementos más pequeños son más duros (e.g.
el corindón (Al2O3) tiene una dureza de 9 y la hematites (Fe2O3) de 6, presentando
el Al+3 un radio iónico de 0.57 Å y el Fe+3 de 0.67 Å). En general, los minerales que
presentan moléculas de (OH) o de agua (H2O) tienen durezas bajas, lo cual es
debido a que en las estructuras hidratadas existen enlaces débiles entre estas
moléculas y el resto de los átomos, como en el caso del yeso (CaSO4·2H2O) y el
talco (Mg3Si4O10(OH)2).
Aplicadas a los materiales pétreos, esta propiedad es importante para evaluar
la trabajabilidad, con utensilios de impacto y abrasivos, de los materiales en la
cantera y en la obra. Existen muchos métodos de evaluar la dureza: la resistencia
al rayado, a la indotación, a la abrasión, al rebote y al impacto. La gran complejidad
de los materiales pétreos no permite una correlación clara entre los distintos
parámetros de resistencia mecánica y de dureza, aunque en general, la dureza de
los materiales aumenta a medida que la resistencia a la compresión aumenta.
Dado que las rocas son materiales frágiles, presenta débil o moderada resistencia
al impacto, por lo que son materiales trabajables con herramientas de impacto.
Esto permite en la mayor parte de los casos un buen acabado. Lo mismo puede
decirse de su buena trabajabilidad por pulido, particularmente en rocas como
calizas y mármoles, aunque existen rocas relativamente duras (i.e., aquellas que
presentan abundante cuarzo, como cuarcitas y granitos) que resisten bien la raya
y la abrasión.
= 1/V*( V/ T)
Cuando el incremento de volumen no depende de la temperatura a la que
se mida. Las dimensiones de son ºC-1, y sus valores son positivos en la mayor
parte de los casos ya que, como se ha indicado anteriormente, las sustancias
suelen aumentar de volumen al aumentar la temperatura. No obstante, existen
algunas sustancias que disminuyen su volumen al aumentar la temperatura en
determinados rangos de esta última, como es el caso del cuarzo- (y el agua).
Por lo que se refiere a los minerales cuya estructura cristalina no es cúbica,
como es el caso de la mayoría de los minerales que constituyen las rocas comunes,
sus coeficientes de expansión térmica dependen de la dirección cristalina en la que
se mida (esto es, los minerales son anisótropos respecto de esta propiedad). Así,
el cuarzo- se expande más perpendicularmente a su eje c (eje principal de
simetría y de elongación) que paralelamente a él. Este comportamiento se
denomina expansión térmica diferencial, y su medida se realiza en términos
de coeficientes de expansión térmica lineal (l), que representan los incrementos
relativos de longitud producidos al aumentar la temperatura en un grado a presión
constante:
= 1/l*( l/ T)
La dimensión de este coeficiente es también ºC-1, y sus valores son positivos
en la mayor parte de los casos por la misma causa que se ha indicado más arriba.
No obstante, existen algunas sustancias que disminuyen su longitud en direcciones
determinadas al aumentar la temperatura, como en el caso de la calcita, que se
expande paralelamente a su eje c y se contrae perpendicularmente a él. No
obstante, el coeficiente de expansión térmica de la calcita en términos de volumen
es positivo, ya que la contracción que sufre perpendicularmente al eje c es
proporcionalmente menor a la expansión que sufre paralelamente al mismo. En el
caso del cuarzo- , el incremento de temperatura supone contracciones en todas
las direcciones cristalográficas, por lo que el resultado neto es un descenso
de volumen (o aumento de densidad).
Figura 11. Expansión térmica volumétrica y lineal de algunos minerales formadores de
rocas (tomado de Winkler, 1973).
Tabla 6. Expansión térmica lineal y volumétrica del cuarzo desde 0 a 1000 ºC a 1 bar de
presión (tomado de Winkler, 1973).
Temperatura ( ºC) Incremento de l (%) Incremento de volumen (%)
c // c
50________________ 0.07____________ 0.03_____________________ 0.17
100________________ 0.14____________ 0.08_____________________ 0.36
200________________ 0.30____________ 0.18_____________________ 0.78
300________________ 0.49____________ 0.29_____________________ 1.27
400________________ 0.72____________ 0.43_____________________ 1.87
500________________ 1.04____________ 0.62_____________________ 2.70
570________________ 1.46____________ 0.84_____________________ 3.76
573 Transición de cuarzo- a cuarzo-
580________________ 1.76____________ 1.03_____________________ 4.55
600________________ 1.76____________ 1.02_____________________ 4.54
700________________ 1.75____________ 1.01_____________________ 4.51
800________________ 1.73____________ 0.97_____________________ 4.43
900________________ 1.71____________ 0.92_____________________ 4.34
1000________________ 1.69____________ 0.88_____________________ 4.26
2.4.2.POROSIDAD
La porosidad se ha obtenido con un porosímetro de inyección de mercurio
sobre pequeñas muestras de unos mm de diámetro. Los resultados obtenidos se
muestran en la Figura 13, que permite apreciar la gran heterogeneidad en la
distribución de poros del travertino y la homogeneidad de la porosidad de los
morteros. No obstante, los mayores porcentajes de porosidad se localizan en
ambos tipos de materiales en el rango de 0.001 y 0.01 milímetros (1-10 micras).
En términos generales, puede concluirse que la porosidad de los morteros no
difiere excesivamente de la de los travertinos.
Figura 13.- Distribución de la porosidad en función del tamaño de poro en
los travertinos y morteros M3 y M4.
2.4.4. CAPILARIDAD
Se han utilizado probetas prismáticas de dimensiones 3 x 3 x 10 cm (3
probetas por tipo de material). Las curvas de succión y penetración capilar (Figura
15) muestra que los coeficientes de absorción y penetración capilar son algo
mayores en los morteros que en el travertinos, aunque las diferencias son mínimas
y las formas de las curvas son similares para todos los materiales. En
consecuencia, la succión capilar en los morteros de restauración fabricados será
algo mayor que en el travertinos. La importancia de esta característica negativa
puede minimizarse a nuestro juicio, ya que los arriates que anteriormente existían
adyacentes a los pilares, y que eran una fuente importante de agua en el subsuelo
que ascendía por capilaridad, han sido eliminados. Aunque el ascenso capilar no
debe una fuente importante de degradación en los pilares, ante la ausencia de un
reservorio de agua de riego, se recurrió a hidrofugarlos con un
proyectivo hidrorrepelente.
3)-Factores que controlan el
comportamiento de los materiales
Según el Manual de Geo mecánica aplicada a la prevención de caída de
rocas en minería subterránea, publicada por la Sociedad Nacional de Minería
Petróleo y Energía, son múltiples los factores que influyen en la estabilidad del
macizo rocoso. En el siguiente extracto veremos algunos de ellos que
contribuirán a una excavación minera segura.
La caída de rocas constituye uno de los mayores riesgos en el minado
subterráneo. Por esta razón, para que las operaciones mineras sean seguras, es
esencial que el personal de la mina identifique los problemas de inestabilidad de la
masa rocosa, que pueden conducir a la falla potencial de la misma. De esta
manera, se podrá adoptar medidas adecuadas para prevenir los accidentes
ocasionados por la caída de rocas.
Los factores que influyen en las condiciones de estabilidad de la masa rocosa
de las excavaciones subterráneas, que son de particular interés en términos de la
operación minera día a día, son: la litología, intemperización y alteración, la
estructura de la masa rocosa, los esfuerzos, el agua subterránea, la forma, el
tamaño y orientación de las excavaciones, el esquema y secuencia de avance del
minado, la voladura, el tiempo de exposición abierta de la excavación y los
estándares de sostenimiento.
Por otro lado, las rocas intemperizadas y alteradas también pueden influir en
las condiciones de estabilidad de la masa rocosa. Las rocas superficiales
intemperizadas, son rocas deterioradas y propensas a causar inestabilidades al
ser excavadas. Su rasgo principal es la presencia de óxidos de fierro debido a la
oxidación y el contenido de arcillas por la descomposición de los feldespatos u
otros minerales. En la mayoría de los casos las bocaminas requieren ser
sostenidas.
En roca fracturada.
En roca estratificada.