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J. S.

K a h n

El concepto de cultura:
textos fundamentales

EDITORIAL ANAGRAMA
BARCELONA
IIKONIS1.AW M A L I N O W S K I

LA CULTURA (1931)

E l hombre v a r í a en dos aspectos: en forma física y en herencia


social, o cultura. L a ciencia de la a n t r o p o l o g í a física, que utiliza u n
complejo aparato de definiciones, descripciones, t e r m i n o l o g í a s y mé-
todos algo m á s exactos que el sentido c o m ú n y la o b s e r v a c i ó n no
disciplinada, ha logrado catalogar las distintas ramas de la especie
humana s e g ú n su estructura corporal y sus c a r a c t e r í s t i c a s fisioló-
gicas. Pero el hombre t a m b i é n v a r í a en un aspecto completamente
distinto. U n n i ñ o negro de pura raza, transportado a Francia y criado
allí, d i f e r i r á profundamente de lo que hubiera sido de educarse en
la j u n g l a de su t i e r r a natal. Hubiera recibido una herencia social dis-
t i n t a : una lengua distinta, distintos h á b i t o s , ideas y creencias; hubiera
sido incorporado a una o r g a n i z a c i ó n social y u n marco c u l t u r a l dis-
tintos. Esta herencia social es el concepto clave de la a n t r o p o l o g í a
cultural, la otra rama del estudio comparativo del hombre. Normal-
mente se la denomina cultura en la moderna a n t r o p o l o g í a y en las
ciencias sociales. La palabra cultura se utiliza a veces como s i n ó n i m o
de civilización, pero es mejor utilizar los dos t é r m i n o s distinguién-
dolos, reservando civilización para u n aspecto especial de las cultu-
ras m á s avanzadas. La cultura incluye los artefactos, bienes, proce-
dimientos técnicos, ideas, h á b i t o s y valores heredados. La organiza-
ción social no puede comprenderse verdaderamente excepto como
una parte de la cultura; y todas las líneas especiales de investigación
relativas a las actividades humanas, los agolpamientos humanos y
las ideas y creencias humanas se fertilizan unas a otras en el estudio
comparativo de la cultura.

E l hombre, con objeto de v i v i r altera continuamente lo que le


rodea. En todos los puntos de contacto con el mundo exterior, crea
u n medio ambiente secundario, artificial. Hace casas o construye
refugios; p r e p a r a r á sus alimentos de forma m á s o menos elaborada,
p r o c u r á n d o s e l o s p o r medio de armas y herramientas; hace caminos
y utiliza medios de transporte. Si el hombre tuviera que r u n f i a r exclu-
sivamente en su equipamiento a n a t ó m i c o , pronto s e r í a destruido 0
p e r e c e r í a de hambre o a la intemperie. La defensa, la a l i m e n t a c i ó n ,
el desplazamiento en el espacio, todas las necesidades fisiológicas y
espirituales se satisfacen indirectamente por medio de árlela, lo < n I n d a s e s l a s formas di- actividad humana es u n c o r i c l a t o i m l i s p c n
incluso en las formas m á s primitivas de vida humana. E l hombre de s a b l e d e l comportamiento manual y corporal. El significado d e l a s
la naturaleza, el Natürmensch, no existe. palabras consiste en lo que logran mediante la acción concertada, la
Estos pertrechos materiales del hombre —sus artefactos, sus t d l m a n i p u l a c i ó n indirecta del medio ambiente a t r a v é s de la acción di-
ficios, sus embarcaciones, sus instrumentos y armas, la parafemalia l e c t a s o b r e otros organismos. La lengua, por tanto, es un h á b i t o
litúrgica de su magia y su religión— constituyen todos y cada uno corporal y es comparable a cualquier otro tipo de costumbres. E l
los aspectos m á s evidentes y tangibles de la cultura. Determinan I U aprendizaje del lenguaje consiste en el desarrollo de un sistema de
nivel y constituyen su eficacia. E l equipamiento material de la cul- i el le jos condicionados que al mismo tiempo se convierten en cstí
t u r a no es, no obstante, una fuerza en sí mismo. Es necesario el mulos condicionados. La lengua es la p r o d u c c i ó n de sonidos articu-
conocimiento para fabricar, manejar y utilizar los artefactos, los tal lados, que se desarrolla en la infancia a p a r t i r de las expresión»
trunientos, las armas y las otras construcciones, y e s t á esencialmente infantiles inarticuladas que constituyen la principal d o t a c i ó n del
relacionado con la disciplina mental y m o r a l de la que la religión niño para relacionarse con el medio ambiente. Conforme el individuo
y las reglas é t i c a s constituyen la ú l t i m a fuente. E l manejo y la pose- crece, su aumento en el conocimiento lingüístico corre paralelo a
sión de los bienes implica t a m b i é n la a p r e c i a c i ó n de su valor. La su desarrollo general. U n creciente conocimiento de los procedi-
m a n i p u l a c i ó n de las herramientas y el consumo de los bienes tam- mientos técnicos va ligado al aprendizaje de los t é r m i n o s t é c n i c o s ; el
b i é n requiere c o o p e r a c i ó n . E l funcionamiento n o r m a l y el disfrute desarrollo de la c i u d a d a n í a t r i b a l y de la responsabilidad social va
n o r m a l de sus resultados se basa siempre en un determinado tipo de a c o m p a ñ a d o de la a d q u i s i c i ó n de un vocabulario sociológico y de u n
habla educada, de ó r d e n e s y de fraseología legal; la creciente expe-
o r g a n i z a c i ó n social. De este modo, la cultura material requiere u n
riencia de los valores religiosos y morales se asocia al desarrollo de
complemento menos simple, menos fácil de catalogar o analizar, que
las f ó r m u l a s éticas y rituales. E l completo conocimiento del lenguaje
consiste en la masa de conocimientos intelectuales, en el sistema
es el inevitable correlato del completo logro de u n estatus t r i b a l y
valores morales, espirituales y e c o n ó m i c o s , en la o r g a n i z a c i ó n social
c u l t u r a l . E l lenguaje, pues, forma parte integral de la cultura; no es,
y en el lenguaje. Por o t r o lado, la cultura material es un aparato
sin embargo, u n sistema de herramientas, sino m á s bien u n cuerpo de
indispensable para el moldeamiento o condicionamiento de cada costumbres orales.
g e n e r a c i ó n de seres humanos. E l medio ambiente secundario, los
pertrechos de la c u l t u r a material, constituye u n laboratorio en el La o r g a n i z a c i ó n social suele ser considerada por los sociólogos
que se forman los reflejos, los impulsos y las tendencias emociona- como exterior a la cultura, pero la organización de los grupos sociales
les del organismo. Las manos, los brazos, las piernas y los ojos se es una c o m b i n a c i ó n compleja de equipamiento material y costumbres
ajustan, mediante el uso de las herramientas, a las habilidades téc- corporales que no pueden divorciarse de su substrato material n i
nicas necesarias en una cultura. Los procesos nerviosos se modifican del psicológico. La o r g a n i z a c i ó n social es la manera estandarizada de
para que produzcan todo el abanico de conceptos intelectuales, sen- comportarse los grupos. Pero un grupo social siempre consta de
timientos y tipos emocionales que forman el cuerpo de la ciencia, la personas. E l n i ñ o , adherido a sus padres para la satisfacción de todas
religión y las normas morales prevalecientes en una comunidad. Como sus necesidades, crece dentro del refugio de la casa, la choza o la
importante contrapartida a este proceso mental, se producen modi- tienda paterna. E l fuego d o m é s t i c o es el centro a cuyo alrededor se
ficaciones en la laringe y en la lengua que fijan algunos de los con- satisfacen las distintas necesidades de calor, comodidad, alimento
ceptos y valores cruciales mediante la asociación con sonidos con y c o m p a ñ í a . M á s adelante, en todas las sociedades humanas, se asocia
cretos. Los artefactos y las costumbres son igualmente indispensables la vida comunal con el asentamiento local, ciudad, aldea, o conglome-
y mutuamente se producen y se determinan. rado; se localiza dentro de l í m i t e s precisos y se asocia con las activi-
E l lenguaje suele ser considerado como algo distinto tanto de l e . dades p ú b l i c a s y privadas de naturaleza económica, política y reli-
posesiones materiales del hombre como de sus costumbres. Esta giosa. Por tanto, en toda actividad organizada, los seres humanos
c o n c e p c i ó n suele emparejarse con una t e o r í a en la que el significado e s t á n ligados entre sí p o r su conexión con un determinado sector
se considera u n contenido misterioso de la palabra, que puede t r a n del medio ambiente, por su asociación con un refugio c o m ú n y por
el hecho de que llevan a cabo ciertas tareas en c o m ú n . E l c a r á c t e r
mitirse mediante a c t u a c i ó n lingüística de un entendimiento a otro.
concertado de su comportamiento es el resultado de reglas sociales,
Pero el significado de una palabra no e s t á misteriosamenie contenido
es decir, de costumbres, bien sancionadas por medidas explícitas o
en ella, sino que m á s bien es el efecto activo del sonido pronuncia-
que funcionan de forma en apariencia a u t o m á t i c a . Las reglas sancio-
do dentro del contexto de la situación. L a p r o n u n c i a c i ó n de u n so-
nadas —leyes, costumbres y maneras— pertenecen a la c a t e g o r í a
n i d o es u n acto significativo indispensable en todas las f o r m a s de
de los h á b i t o s corporales adquiridos. La esencia de los valores mora-
acción humana concertada. Es u n tipo de comportamiento estricta- les, por los que el hombre se ve conducido a u n comportamiento
mente comparable a manejar una herramienta, esgrimir un arma, concreto mediante la c o m p u l s i ó n interior, ha sido adscrita en el
celebrar u n r i t u a l o cerrar un trato. La utilización de las palabras

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pensamiento religioso y metafísico a la conciencia, la voluntad de l ' i i i i eso de < ondicionamiento y a través del medio de la ( ultuia mate
Dios o u n imperativo c a t e g ó r i c o innato; mientras que algunos so< m n a l mediante la c u a l se- produce el condicionamiento. Los p e q u e ñ o s
logos lian explicado que se debe a u n supremo ser m o r a l : la sociedad grupos ai l u á n c o m o unidades porque, debido a su similitud m e n t a l ,
o el alma colectiva. L a m o t i v a c i ó n moral, cuando se considera empi se integran en esquemas m á s amplios de organización social mediante
ricamente, consiste en u n a disposición del sistema nervioso y de los principios de la d i s t r i b u c i ó n t e r r i t o r i a l , la c o o p e r a c i ó n y la divl
todo el organismo a seguir, dentro de circunstancias dadas, una línea s i ó n en estratos de c u l t u r a material. De este modo, la realidad de l o
de comportamiento dictada p o r una r e s t r i c c i ó n interior que n o se supraindividual consiste en la masa de cultura material, que perma-
debe a impulsos innatos n i tampoco a los beneficios o ventajas evJ nece fuera de cualquier individuo y sin embargo le influye de manera
dentes. La r e s t r i c c i ó n i n t e r i o r es el resultado del gradual entrena fisiológica n o r m a l . Nada misterioso hay, pues, en el hecho de que la
miento del organismo en u n conjunto concreto de condiciones cultll cultura sea a l mismo tiempo psicológica y colectiva.
rales. Los impulsos, deseos e ideas e s t á n , dentro de cada sociedad, La c u l t u r a es una realidad sui generis y debe ser estudiada como
soldados a sistemas específicos, denominados en psicología sentí tal. Las distintas sociologías que tratan el tema de la cultura me-
mientos. Tales sentimientos determinan las actitudes de u n hombre diante símiles o r g á n i c o s o p o r la semejanza con una mente colectiva
hacia los miembros de su grupo, sobre todo hacia unos parientes no son pertinentes. La c u l t u r a es una unidad bien organizada que se
m á s p r ó x i m o s ; hacia los objetos materiales que le rodean; hacia el divide en dos aspectos fundamentales: u n a masa de artefactos y u n
p a í s en que habita; hacia la comunidad en que trabaja; hacia las sistema de costumbres, pero obviamente t a m b i é n tiene otras subdi-
realidades de su Weltanschauung m á g i c a , religiosa o metafísica. Los visiones o unidades. E l a n á l i s i s de la c u l t u r a en sus elementos com-
valores o sentimientos fijados suelen condicionar el comportamiento ponentes, la relación de estos elementos entre ellos y su relación
humano hasta e l punto de que u n hombre prefiera l a muerte a la con las necesidades del organismo humano, con el medio ambiente
renuncia o el compromiso, e l dolor a l placer, la a b s t e n c i ó n a la satis- y con los fines humanos universalmente reconocidos que sirven cons-
facción del deseo. La f o r m a c i ó n de los sentimientos y, p o r tanto, dé- tituyen importantes problemas de la a n t r o p o l o g í a .
los valores, se basa siempre en el aparato cultural de la sociedad. Los
La a n t r o p o l o g í a ha tratado este material por dos m é t o d o s distintos,
sentimientos se forman a l o largo de u n gran espacio de tiempo y
determinados p o r dos concepciones incompatibles del crecimiento
mediante u n entrenamiento o condicionamiento gradual del orga-
y la historia de la c u l t u r a . L a escuela evolucionista ha concebido el
nismo. Se basan en formas de organización, muchas veces de ampli-
crecimiento de la c u l t u r a como una serie de metamorfosis e s p o n t á -
t u d m u n d i a l , tales como la iglesia cristiana, la comunidad del Islam,
neas producidas s e g ú n determinadas leyes y que han dado lugar a
el imperio, la bandera, todos ellos s í m b o l o s o reclamos d e t r á s de Los
una secuencia fija de etapas sucesivas. Esta escuela da p o r sentado
cuales hay, no obstante, realidades culturales vivas y vastas.
la divisibilidad de la cultura en elementos simples y se ocupa de estos
E l entendimiento de la cultura hay que encontrarlo en su proceso elementos como si fueran unidades del mismo orden; presenta t e o r í a s
de p r o d u c c i ó n p o r las sucesivas generaciones y en la forma en que, de la evolución de la p r o d u c c i ó n de fuego j u n t o con descripciones
en cada nueva g e n e r a c i ó n , produce e l organismo adecuadamenn de c ó m o se d e s a r r o l l ó la religión, versiones del origen y desarrollo
moldeado. Los conceptos metafísicos de u n e s p í r i t u de grupo, una del m a t r i m o n i o y doctrinas sobre el desarrollo de la alfarería. Se
conciencia o aparato sensorial colectivo, se deben a una aparente han formulado las etapas del desarrollo e c o n ó m i c o y los pasos de la
antinomia de la realidad sociológica: la naturaleza psicológica de la evolución de los animales d o m é s t i c o s , del labrado de los utensilios
cultura humana, p o r una parte, y p o r otra el hecho de la cultura y del dibujo ornamental. Sin embargo, no cabe duda de que aunque
transciende al individuo. Una solución falaz a esta antinomia es l . i determinadas herramientas hayan cambiado, pasado por una s u c e s i ó n
t e o r í a de que las mentes humanas se combinan o integran y forman de etapas y obedecido a leyes evolutivas m á s o menos determinadas,
u n ser supraindividual y sin embargo, esencialmente espiritual. I i la familia, el m a t r i m o n i o o las creencias religiosas n o e s t á n some-
t e o r í a de D u r k h e i m de la coacción m o r a l mediante la influcni la di tidas a metamorfosis simples y d r a m á t i c a s . / L a s instituciones funda-
recta del ser social, las t e o r í a s basadas en u n inconsciente c o l ' » tivo mentales de la c u l t u r a humana no han cambiado mediante trans-
y el arquetipo de la cultura, conceptos tales como la conciem ia d e l formaciones sensacionales, sino m á s bien mediante la creciente dife-
grupo o la inevitabilidad de la i m i t a c i ó n colectiva, explican la natU r e n c i a c i ó n de su forma s e g ú n una función cada vez m á s concreta.
raleza psicológica y, sin embargo, supraindividual de la realidad social Hasta que se comprendan v describan con m á s exactitud la naturale-
introduciendo atajos t e ó r i c o s metafísicos. za de los distintos f e n ó m e n o s culturales, su función y su forma,
parece prematuro especular sobre los posibles o r í g e n e s y etapas. Los
Sin embargo, la naturaleza psicológica de la realidad so< ial -
conceptos de o r í g e n e s , etapas, leyes de desarrollo y crecimiento de
debe a l hecho de que su ú l t i m o medio es siempre el sistema nen
la cultura han permanecido nebulosos y son esencialmente no empl
o la mente individual. Los elementos colectivos se deben a la igual
ricos. E l m é t o d o de la a n t r o p o l o g í a evolucionista se basaba funda-
dad de las reacciones que se producen dentro de los p e q u e ñ o s gi u
mentalmente en el concepto de supervivencia, puesto que é s t e permi
pos que a c t ú a n como unidades de organización social medianl< « l

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tía al estudioso reconstruir las etapas pasadas a partir de las r o m h il.id d. do e l e m e n t o s de la cultura, los difusionistas utilizan los c i ite
ciones actuales. E l concepto de supervivencia, no obstante, impl¡< ,i |Ue p o d r í a n llamarse de forma no pertinente y de concate-
que una o r g a n i z a c i ó n c u l t u r a l puede sobrevivir a su función. Cuanto nai a/arosa de los elementos, respectivamente. La no pertenencia
mejor se conoce u n determinado tipo de cultura, menos lUJX > 1
d< l.i I . . 1 1 1 1 . 1es un concepto fundamental, puesto que la forma, que
vencías parecen haber en ella. Por tanto, la investigación cvolin io di. i.id.t p o r la necesidad interior, puede haberse desarrollado de
nista debe i r precedida por u n análisis funcional de la cultura. m a n e r a i n d e p e n d i e n t e . Los complejos, concatenados de manera natu
La misma c r í t i c a vale para la escuela difusionista o histórica, que . il t a m b i é n pueden ser el resultado de una evolución indepen-
intenta reconstruir la historia de las culturas humanas, principal dí, -ni. . de a h í que no haya necesidad de considerar ú n i c a m e n t e los
laspos fortuitamente conectados. No obstante la c o n c a t e n a c i ó n acci-
mente siguiendo su difusión. Esta escuela niega la importaiu 1.1 • ! «
la evolución e s p o n t á n e a y sostiene que la cultura se ha producido, dental y los detalles no pertinentes de la forma sólo pueden ser,
principalmente, mediante i m i t a c i ó n o a d q u i s i c i ó n de los artefactos y s e g ú n ( í r a c b n e r y sus seguidores, el resultado de una difusión direc-
las costumbres. E l m é t o d o de esta escuela consiste en u n cuidadoso i.i I V r o l a u t o la no pertinencia de la forma como lo fortuito de la
trazado de las similitudes culturales de grandes porciones del globo c o n c a t e n a c i ó n son asertos negativos, lo que en ú l t i m a instancia sig-
y en la r e c o n s t r u c c i ó n especulativa de c ó m o se han trasladado las uí! ica que la forma de u n artefacto o de una i n s t i t u c i ó n no puede ser
unidades similares de cultura de u n lugar a otro. Las discusiones de l cplicada, n i puede encontrarse la c o n c a t e n a c i ó n entre varios ele-
los a n t r o p ó l o g o s h i s t ó r i c o s (pues existe poco consensus entre E l l i o t mentos de la cultura. E l m é t o d o h i s t ó r i c o utiliza la ausencia de cono-
S m i t h y F. Boas; W . J. Perry y Pater Schmidt; Clark Wissler y Graeb- . 1 mientos como base de su argumento. Para que sus resultados sean
ner; o Frobenius y Rivers) se refieren sobre todo al problema de o l i d o s deben i r precedidos de u n estudio funcional de la cultura
d ó n d e se o r i g i n ó u n tipo de cultura, hacia d ó n d e se t r a s l a d ó y c ó m o dada, que debe agotar todas las posibilidades de explicar la forma
fue transportado. Las diferencias se deben, fundamentalmente, a la por la función y de establecer relaciones entre los distintos elemen-
forma en que cada escuela concibe, por u n lado, la división de la tos de la cultura.
cultura en sus partes componentes y, por o t r o lado, el proceso de Si la c u l t u r a en su aspecto material es fundamentalmente una
difusión. Este proceso ha sido muy poco estudiado en sus manifes- masa de artefactos instrumentales, a p r i m e r a vista parece improba-
taciones actuales y sólo a p a r t i r de u n estudio e m p í r i c o de la difusión ble que ninguna cultura deba albergar demasiados rasgos no perti-
c o n t e m p o r á n e a se p o d r á encontrar respuesta a su historia pasada. nentes, supervivencias o complejos fortuitos, ya provengan de una
E l m é t o d o de d i v i d i r la cultura en sus unidades componentes, que se cultura itinerante e x t r a ñ a o sean traspasados como supervivencias,
supone se difunden, es todavía menos satisfactorio. Los conceptos fragmentos i n ú t i l e s de una etapa desaparecida. T o d a v í a es menos
de rasgos culturales, complejos de rasgos y Kulturkomplexe se apli- probable que las costumbres, las instituciones o los valores morales
can indiscriminadamente a utensilios sencillos o herramientas, tales deban presentar este c a r á c t e r n e c r ó t i c o o no pertinente por el que
como el boomerang, el arco o los palos para hacer fuego, o a carac- se interesan fundamentalmente las escuelas evolucionistas o difu-
t e r í s t i c a s vagas de la cultura material, como la megalicidad, la suges- sionistas.
tividad sexual de la concha de cauri o ciertos detalles de forma La cultura consta de la masa de bienes e instrumentos, a s í como
objetiva. La agricultura, el culto de la fertilidad y los grandes prill de las costumbres y de los h á b i t o s corporales o mentales que fun-
cipios, aunque vagos, del agrupamiento social, tales como la orga cionan directa o indirectamente para satisfacer las necesidades huma-
nización dual, el sistema de clanes o el tipo de culto religioso, se nas. Todos los elementos de la cultura, si esta c o n c e p c i ó n es cierta,
consideran rasgos ú n i c o s , es decir, unidades de difusión. Pero la deben estar funcionando, ser activos, eficaces. E l c a r á c t e r esencial-
cultura no puede considerarse como u n conglomerado fortuito de mente d i n á m i c o de los elementos culturales y de sus relaciones
tales rasgos. Sólo los elementos del mismo orden pueden tratarse sugiere que la tarea m á s importante de la a n t r o p o l o g í a consiste en
como unidades i d é n t i c a s en la discusión; sólo los elementos compa el estudio de la función de la cultura. La a n t r o p o l o g í a funcional se
tibies se mezclan para componer un todo h o m o g é n e o . Los detalles interesa fundamentalmente por la función de las instituciones, las
insignificantes de la cultura material, por una parte, las instituciones costumbres, las herramientas y las ideas. Sostiene que el proceso
sociales y los valores culturales, por otra, deben tratarse de forma cid tu ral e s t á sometido a leyes y que las leyes se encuentran en la
distinta. N o han sido inventados de la misma manera, no pueden •••••ion de los verdaderos elementos de la cultura. E l tratamiento de
transportarse, difundirse n i implantarse por los mismos sistemas. los rasgos culturales por a t o m i z a c i ó n o aislamiento se considera es-
E l punto m á s débil del m é t o d o de la escuela h i s t ó r i c a es la forma t é r i l , porque la significación de la cultura consiste en la r e l a c i ó n entre
en que sus miembros establecen la identidad de los elementos cul- sus elementos, y no se admite la existencia de complejos cultúrale
turales. Pues todo el problema de la difusión h i s t ó r i c a se plantea a fortuitos o accidentales.
p a r t i r del hecho de que se presenten rasgos real o aparentemente Para f o r m u l a r cierto n ú m e r o de principios fundamentales puede
i d é n t i c o s en dos á r e a s distintas. Con objeto de establecer la identi- lomarse- un ejemplo de la cultura material. E l artefacto m á s simple,

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ampliamente utilizado en las culturas mas simples, un palo liso, huí din.ii < n.in y c o n s u m e n l o s frutos. Igualmente, el grupo de personas
damente cortado, de unos seis o siete pies de longitud, de tal forma que OS propietario del t e r r i t o r i o , la siembra y el producto, y que tra-
que puede utilizarse para excavar raíces en el cultivo del s u d o , p a n baja en c o m ú n , goza del resultado de sus trabajos y lo consume,
sinnpi c está bien definido.
empujar una e m b a r c a c i ó n o para caminar, constituye un elemento
o rasgo de cultura ideal, pues tienen una forma fija y sencilla, a p a I .las son l a s c a r a c t e r í s t i c a s de la institución de la agricultura
rentemente es una unidad autosuficiente y tiene gran importancia tal i o n i o umversalmente se encuentra dondequiera que el medio am-
en todas las culturas. Definir la identidad cultural del palo por su biente es favorable a l cultivo del suelo y el nivel de la cultura lo
forma, por la d e s c r i p c i ó n de su material, su longitud, su peso, su coloi s u l i i i. ntcmentc alto como para p e r m i t i r l o . La identidad fundamental
o cualquier otra de sus c a r a c t e r í s t i c a s físicas —describirlo de hec ho de este sistema organizado de actividades se debe fundamentalmente
s e g ú n el criterio ú l t i m o de la forma que utilizan los difusionistas al hec ho de que surge para la satisfacción de una profunda necesidad
s e r í a una forma de proceder m e t ó d i c a m e n t e equivocada. E l palo de humana: la provisión regular de alimento b á s i c o de naturaleza vege-
cavar se maneja de una manera determinada; se utiliza en el huerto tal l a satisfacción de esta necesidad mediante la agricultura, que
o en la selva para p r o p ó s i t o s especiales; se obtiene y se abandona asegura la posibilidad de control, regularidad de p r o d u c c i ó n y abun-
de forma algo descuidada —pues un ejemplar suele tener muy poco dancia relativa, es tan superior a cualquier otra actividad suministra-
valor e c o n ó m i c o . Pero el palo de cavar reluce ampliamente en al dora de comida que se vio obligada a difundirse o desarrollarse don-
esquema e c o n ó m i c o de cualquier comunidad en que se utiliza, a i dequiera que las circunstancias eran favorables y el nivel de la
como en el folklore, la mitología y las costumbres. U n palo de idén- c u l t u r a l o suficiente alto.
tica forma puede utilizarse en la misma cultura como palo para en La u n i f o r m i d a d fundamental de la agricultura institucionalizada
pujar una e m b a r c a c i ó n , b a s t ó n para andar o arma rudimentaria. se debe sin embargo a o t r o motivo: al principio de las posibilidades
Pero en cada uno de estos usos específicos, el palo se incrustra en limitadas, expuesto p o r p r i m e r a vez p o r Goldenweiser. Dada una
u n contexto cultural distinto; es decir, se somete a distintos uso., necesidad c u l t u r a l concreta, los medios para su satisfacción son pe-
se envuelve en distintas ideas, recibe u n valor c u l t u r a l distinto y q u e ñ o s en n ú m e r o y, por tanto, el dispositivo c u l t u r a l que nace en
por regla general se designa con nombres distintos. E n cada caso respuesta a la necesidad e s t á comprendido dentro de estrechos lími-
forma parte integrante de un sistema distinto de actividades humanas tes. Dada la necesidad humana de p r o t e c c i ó n , armas rudimentarias
estandarizadas. En resumen, cumple distintas funciones. Lo p c i t i y herramientas para explorar en la oscuridad, el material m á s ade-
nente para el estudioso de la cultura es la diversidad de funciones cuado es la madera; la ú n i c a forma adecuada es la larga y fina, y que
y no la identidad de forma. E l palo sólo existe como parte de la a d e m á s resulta f á c i l m e n t e accesible. Sin embargo es posible una
cultura en la medida en que se utiliza en las actividades humanas, en sociología o t e o r í a c u l t u r a l sobre el b a s t ó n de caminar, pues el b a s t ó n
la medida en que sirve a necesidades humanas; y por tanto el palo exhibe una diversidad de usos, ideas y misteriosas asociaciones, y en
de cavar, el b a s t ó n de andar, el palo para empujar una e m b a r c a c i ó n , sus desarrollos ornamentales, rituales y simbólicos se convierte en
aunque puedan ser idénticos en su naturaleza física, constituyen cada parte importante de una i n s t i t u c i ó n t a l como la magia, la jefatura y
uno de ellos u n elemento distinto de cultura. Pues tanto el m á s la realeza.
simple como el m á s complejo de los artefactos se define por su
Las verdaderas unidades componentes de las culturas que tienen
función, por el papel que juega dentro de un sistema de actividades
u n considerable grado de permanencia, universalidad e independencia
humanas; se define por las ideas conectadas con él y por los valoies
son los sistemas organizados de actividades humanas llamados ins-
que lo envuelven.
tituciones. Cada i n s t i t u c i ó n se centra alrededor de una necesidad fun-
Esta conclusión tiene importancia por el hecho de que el sistema damental, une permanentemente a un grupo de personas en una
de actividades a que se refieren los objetos materiales no son foftul tarea cooperativa y tiene su cuerpo especial de doctrina y su técnica
tos sino organizados, bien determinados, e n c o n t r á n d o s e sistemas COR] artesanal. Las instituciones no e s t á n correlacionadas de forma simple
parables a todo lo largo del mundo de la diversidad cultural. I I < m i y directa con sus funciones: una necesidad no recibe satisfacción en
texto cultural del palo de cavar, el sistema de actividades agrícolas, una i n s t i t u c i ó n , sino que las instituciones presentan una pronunciada
siempre presenta las siguientes partes componentes: una porción del amalgama de funciones y tienen c a r á c t e r s i n t é t i c o . E l principio local
t e r r i t o r i o se deja a un lado para el uso del grupo humano según l a s o t e r r i t o r i a l y la relación mediante la p r o c r e a c i ó n a c t ú a n como los
reglas de tenencia de la tierra. Existe u n cuerpo de usos tradii i<> factores integradores m á s importantes. Cada i n s t i t u c i ó n se basa en
nales que regula la forma en que se cultiva este territorio. Las reglan u n substrato de material de medio ambiente compartido y de apa-
t é c n i c a s , los usos ceremoniales y rituales determinan en cada cultuia rato cultural.
q u é plantas se cultivan; c ó m o se despeja la tierra, se prepara v leí ti Sólo es posible definir la identidad cultural por cualquiera de los
liza el suelo; c ó m o , c u á n d o y quién celebra los actos mágicos y l a s artefactos s i t u á n d o l a dentro del contexto cultural de una i n s t i t u c i ó n ,
ceremonias religiosas; c ó m o , por ú l t i m o , se recolectan, distribuyfflti mostrando c ó m o funciona culturalmente. Un palo puntiagudo, es

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decir, una lanza, que se utiliza como arma de caza conduce al < l u d i o para la que la e m b a r c a c i ó n es u n instrumento. Hay ciertos elementos
del tipo de caza que se practica en una comunidad dada, < n la ipi< \. . d. Indos b i e n a las posibilidades alternativas de s o l í a i o n o
funcionan los derechos legales de la caza, la organización del < q u i p o bu n a detalles menos importantes asociados con una posible solu
cazador, l a técnica, e l r i t u a l m á g i c o , l a d i s t r i b u c i ó n de la i a / a , a i • ion I s t e es un principio universal que se aplica a todos los ai le
como la r e l a c i ó n del concreto tipo de caza con otros tipos y la ImpOI L u t o s Los pioductos cpie se utilizan para la satisfacción directa d i
tancia general de l a caza dentro de l a e c o n o m í a de la t r i b u . La» cu- las necesidades corporales o se consumen en el uso deben cuinplu
noas han solido utilizarse como rasgos c a r a c t e r í s t i c o s para el cstabl. i n i i . i n iones directamente planteadas p o r las necesidades corporal,
cimiento de afinidades culturales y, de a h í , como pruebas de la di i os comestibles, p o r ejemplo, e s t á n determinados dentro de c i e r t o ,
límites p o r la fisiología; deben ser alimenticios, digeribles, no vene
fusión, porque l a forma v a r í a dentro de amplio abanico y presenta
nosos. Por supuesto, t a m b i é n e s t á n determinados p o r el medio a i n
tipos de c a r á c t e r sobresaliente, tales como la canoa con uno o dos
b i e n t e y p o r el nivel de la cultura. Las viviendas, las ropas, los refu-
flotadores, la balsa, e l kayak, e l c a t a m a r á n o l a canoa doble. Y sin
gios, e l fuego como fuente de calor, luz y sequedad, las armas, l a |
embargo, estos complejos artefactos no pueden definirse sólo por la
embarcaciones y los caminos e s t á n determinados dentro de ciertos
forma. L a canoa, para l a gente que la fabrica, posee, utiliza y valora,
limites p o r las necesidades corporales a que e s t á n correlacionados.
es fundamentalmente u n medio para u n f i n . Tienen que etravesai
Los instrumentos, las herramientas o las m á q u i n a s que se utilizan
una e x t e n s i ó n de agua, bien porque viven en p e q u e ñ a s islas o efl para la p r o d u c c i ó n de bienes tienen definida su naturaleza y su
viviendas sobre estacadas; o porque quieren comerciar o tener p forma p o r e l p r o p ó s i t o para el que van a ser utilizados. Cortar o
cado o hacer l a guerra; o por el deseo de explorar y de aventuras. E l raspar, j u n t a r o machacar, golpear o impeler, horadar o taladrar,
objeto m a t e r i a l , l a e m b a r c a c i ó n , su forma, sus peculiaridades, están definen la forma del objeto dentro de estrechos l í m i t e s .
determinados por e l uso especial a que se destina. Cada uso dicta un
sistema determinado de navegar, es decir, en p r i m e r lugar, l a téc&l Pero se presentan variaciones dentro de los l í m i t e s que impone
ca de utilizar remos, remo t i m ó n , el m á s t i l , el aparejo o las velas. la función principal, que hace que el c a r á c t e r principal del artefacto
Tales t é c n i c a s , sin embargo, se basan invariablemente en los conocí- se mantenga estable. N o hay infinitas variaciones, sino que se pre-
mientos: principios de estabilidad, flotación, condiciones de velo senta u n tipo fijo, como si hubiera habido una elección y luego se
cidad y respuesta a l t i m ó n . La forma y l a estructura de l a canoa e s t á n adhiriera a ella. E n cualquier comunidad marinera, p o r ejemplo, no
estrechamente relacionadas con la t é c n i c a y l a forma de su Utiliza se encuentra una i n f i n i t a variedad de embarcaciones que vayan
ción. S i n embargo, se dispone de innumerables descripciones de la desde e l simple tronco vaciado hasta l a complicada canoa; l a mayor
simple forma y estructura de la canoa, mientras que se sabe poco parte de las veces se presentan unas pocas formas, distintas en ta-
m a ñ o y c o n s t r u c c i ó n y t a m b i é n en e l marco y e l p r o p ó s i t o sociales,
sobre la t é c n i c a de navegación y la relación de é s t a con e l uso con
y cada forma tradicional se reproduce constantemente hasta en el
creto a que se destina la canoa.
menor detalle de l a d e c o r a c i ó n y del proceso de c o n s t r u c c i ó n .
La canoa t a m b i é n tiene su sociología. Incluso cuando la tripula
una sola persona, es una propiedad que se fabrica, se presta o se Hasta el momento la a n t r o p o l o g í a ha concentrado su a t e n c i ó n en
alquila, y en esto e s t á invariablemente involucrado tanto e l grupo estas regularidades secundarias de forma que no pueden ser expli-
como el individuo. Pero generalmente la canoa tiene que ser manejada cadas p o r la función fundamental del objeto. L a presencia regular de
por una t r i p u l a c i ó n y esto e n t r a ñ a la compleja sociología de la pro tales detalles de forma aparentemente accidentales h a planteado el
piedad, de la división de funciones, de los derechos y de las obll problema de si se deben a invenciones independientes o a difusión.
gaciones. Todo esto se vuelve m á s complicado p o r el hecho de que Pero muchos de estos detalles deben explicarse p o r e l contexto cul-
u n a gran e m b a r c a c i ó n tiene que fabricarse comunitariamente, y la tural; es decir, la forma concreta en que u n objeto es utilizado p o r
p i o d u c c i ó n y la propiedad suelen estar relacionadas. Todos es ios un hombre o u n grupo de personas, por las ideas, r i t o s y asociaciones
hechos, que son complejos pero regulados, que presentan distintos ceremoniales que rodean su uso principal. La o r n a m e n t a c i ó n de u n
aspectos, todos los cuales e s t á n relacionados según reglas concreta . b a s t ó n de caminar generalmente significa que ha recibido dentro de
determinan l a forma de la canoa. La forma no puede tratarse como la c u l t u r a una a s o c i a c i ó n ceremonial o religiosa. U n palo de cavar
u n rasgo independiente y autosuficiente, accidental y no pertinente, puede ser pesado, puntiagudo o romo, s e g ú n el /tipo de suelo, las
que se difunde solo sin su contexto. Todos los supuestos, argumentos plantas que crezcan y el tipo de cultivo. L a explicación *de la canoa
y conclusiones relativos a l a difusión de u n elemento y a la expon de los mares del S u r puede encontrarse en el hecho de que su
s i ó n de una c u l t u r a en general, t e n d r á n que modificarse una vez que d i s p o s i c i ó n da mayor estabilidad, seguridad y manejabilidad, tenien-
se reconozca que l o que se difunden son las instituciones y no lee do en cuenta las limitaciones en materiales y en t é c n i c a artesana de
rasgos, n i las formas n i los complejos fortuitos. las culturas o c e á n i c a s .
E n l a c o n s t r u c c i ó n de una canoa de altura hay determinados ele- La forma de los objetos culturales e s t á determinada, p o r una p a r
mentos estables de forma determinados por l a naturaleza de la acción te, p o r las necesidades corporales directas y, p o r otra, p o r los usos

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instrumentales, pero esta división en necesidades y usos u n < • piodujera d o i o en ocasiones m á s hijos por pareja, para asegurar
plcta n i satisfactoria. E l b a s t ó n ceremonial que se utiliza («mu» ••< nal q u e \ o l u e v i v i i ían dos individuos por cada dos que murieran. Si solo
de rango o de cargo no es una herramienta n i una mercancía, I 1
la biología controlara la p r o c r e a c i ó n humana, la gente se empale jai 1.1
costumbres, palabras y creencias no pueden remitirse a la l i s i o l o g i . s e g ú n leyes I isiológicas, que son las mismas para todas las especies,
n i al taller. p m d u c i i i a descendencia según el curso natural del embarazo y el
E l hombre, como cualquier otro animal, debe a l i m e n t á i s , y repro aluinbiainiento; y la especie animal hombre t e n d r í a una típica vida
ducirse para continuar existiendo individual y racialmente T a m b a n l a i i u l i . i l , lisiológicamente determinada. La familia humana, la unidad
debe tener refugios permanentes contra los peligros procedentes del biológica, p r e s e n t a r í a entonces la misma c o n s t i t u c i ó n a todo lo ancho
medio ambiente físico, de los animales y de los otros seres humanos. de la humanidad. T a m b i é n q u e d a r í a fuera del campo de la ciencia
Debe conseguirse todo u n abanico de necesarias comodidades cor de la cultura, como han postulado muchos sociólogos, singularmc nt.
porales: refugio, calor, lecho seco y medios de limpieza. La satislai Durkheim. Pero en lugar de esto, el emparejamiento, es decir, el
ción eficaz de estas necesidades corporales primarias impone o di< ta sistema de hacer la corte, el amor y la selección de consortes esta
a cada c u l t u r a cierto n ú m e r o de aspectos fundamentales; institucio tiadicionalmente determinado en todas las sociedades humanas por
nes para la n u t r i c i ó n , o la intendencia; instituciones para el empare- un cuerpo de costumbres culturales que prevalecen en cada comu-
j a m i e n t o y la r e p r o d u c c i ó n ; y organizaciones para la defensa y la nidad. Existen reglas que prohiben el m a t r i m o n i o de determinadas
comodidad. Las necesidades o r g á n i c a s del hombre constituyen los personas y que hacen deseable, si no obligatorio, que otras se casen;
imperativos b á s i c o s que conducen al desarrollo de la cultura, en la existen reglas de castidad y reglas de libertinaje; hay elementos es-
medida en que obligan a toda comunidad a llevar a cabo cierto n ú m e - trictamente culturales que se mezclan con el impulso natural y pro-
r o de actividades organizadas. La religión o la magia, el mantenimicm ducen u n atractivo ideal que oscila de una sociedad y una cultura a
to de la ley o los sistemas de conocimiento y la m i t o l o g í a se presen- otra. E n lugar de la u n i f o r m i d a d b i o l ó g i c a m e n t e determinada, existen
tan con tan constante regularidad en todas las culturas que puede una enorme variedad de costumbres sexuales y dispositivos para
concluirse que t a m b i é n son el resultado de profundas necesidades hacer la corte que regulan el emparejamiento. Dentro de cualquier
o imperativos. cultura humana, el m a t r i m o n i o no es de ninguna forma una simple
u n i ó n sexual o c o h a b i t a c i ó n de dos personas. Invariablemente es un
E l modo cultural de satisfacer estas necesidades biológicas del contrato legal que determina el modo en que el m a r i d o y la esposa
organismo humano c r e ó nuevas condiciones y, de este modo, i m p u s e deben v i v i r juntos y las condiciones e c o n ó m i c a s de su u n i ó n , a s í
nuevos imperativos culturales. Con insignificantes excepciones, el de- como la c o o p e r a c i ó n en la propiedad, las mutuas contribuciones y
seo de comida no lleva al hombre a un contacto directo con la natu- las contribuciones de los respectivos parientes de cada consorte.
raleza n i le fuerza a consumir los frutos tal como crecen en la aelva Invariablemente es una ceremonia pública, u n asunto de i n t e r é s so-
E n todas las culturas, por simples que sean, el alimento b á s i c o se cial, que implica a grandes grupos de personas a s í como a los acto-
prepara y guisa y come según reglas estrictas dentro de un grupo res principales. Su disolución t a m b i é n está sometida a reglas tradicio-
determinado, y observando maneras, derechos y t a b ú e s . General nales fijas.
mente se obtiene por procedimientos m á s o menos complicados, que
se llevan a cabo colectivamente, como en el caso de la agricultura, Tampoco la paternidad es una simple relación biológica. La con-
el intercambio, o algún o t r o sistema de c o o p e r a c i ó n social y distrl cepción es objeto de un rico folklore tradicional en todas las comu-
b u c i ó n comunitaria. En todos los casos el hombre depende de apara nidades humanas y tiene su aspecto legal en las reglas que discrimi-
tos o armas artificialmente producidos: los instrumentos agrícolas, las nan los hijos concebidos en el m a t r i m o n i o y de los que nacen fuera
embarcaciones y los aparejos de pesca. Igualmente depende de la de él. E l embarazo está envuelto en una a t m ó s f e r a de reglas y valo-
c o o p e r a c i ó n organizada y de los valores e c o n ó m i c o s y morales. res morales. Por regla general, la madre que espera se ve obligada
De este modo, a p a r t i r de la satisfacción de las necesidades Ralo a llevar un modo de vida especial, rodeada de t a b ú e s , todos los cuales
lógicas nacen imperativos derivados. Puesto que esencialmente son tiene que observar a cuenta del bienestar del n i ñ o . Existe, pues, una
medios para un f i n , pueden ser denominados imperativos instruinen maternidad anticipada, culturalmcnte establecida, que precede al lu-
tales de la cultura. Son tan indispensables para la intendencia huma cho biológico. E l alumbramiento es t a m b i é n un acontecimiento pro-
na, para la satisfacción de sus necesidades nutritivas, como la mate fundamente modificado por los concomitantes rituales, legales, má-
r i a p r i m a del alimento y los procedimientos de su i n g e s t i ó n . Pues el gicos y religiosos, en los que se moldean las emociones de la madre,
hombre e s t á moldeado de t a l forma que si se viera privado de I U sus relaciones con el hijo y las relaciones de ambos con el grupo
o r g a n i z a c i ó n e c o n ó m i c a y de sus instrumentos p e r e c e r í a con la misma social de acuerdo con una pauta tradicional concreta. Tampoco el pa-
seguridad que si se le retirara la sustancia de sus alimentos. dre es pasivo o indiferente al alumbramiento. La t r a d i c i ó n define den
Desde el punto de vista biológico, la continuidad de la raza puede tro de límites estrechos las obligaciones de los padres durante la pi 1
lograrse de forma m u y simple; b a s t a r í a con que la gente copuhua. mera parte del embarazo y la forma en que se dividen entre al

96 97

7. — L L CONCEPTO DE CLLTI.RV
m a r i d o y la esposa, y en parte se trasladan incluso a algunos parlan- i i . i . I I I I K I I ! M vaya seguido de la lactancia, y esta va inevitablemente
tes m á s lejanos. asociada . 1 los tiernos cuidados de la madre al n i ñ o , que gradual
m e n t e se t i a n s l o r m a n en los primeros servicios educativos. La madre
E l parentesco, el lazo entre el n i ñ o y sus padres y pariente., num a
necesita un c o m p a ñ e r o v a r ó n y el grupo de parentesco debe con-
es u n asunto dejado al azar. Su desarrollo está determinado por el sis
v« i i n . en una a s o c i a c i ó n cooperativa y educativa. E l hecho de que
tema legal de la comunidad, que organiza sobre una pauta concreta
el m a t i i n i o n i o sea una relación e c o n ó m i c a educativa y procreadora
todas las respuestas emocionales así como todas las obligaciones, a< i i
i ni luye profundamente en el noviazgo, y é s t e se convierte en U n a
tudes morales y obligaciones consuetudinarias. La importante d i s t i u
selección de c o m p a ñ e r i s m o , trabajo c o m ú n y responsabilidades CO
ción entre parientes matrilineales y patrilineales, el desarrollo de
m u ñ e s para toda la vida, de tal forma que el sexo debe combinarse
relaciones de parentesco m á s amplias o clasificatorias, así c o m o la
con otras exigencias personales y culturales.
f o r m a c i ó n de clanes o sibs, en los que grandes grupos de parientes
son tratados hasta cierto punto como verdaderos parientes, c o n . i i E d u c a c i ó n significa entrenamiento en la utilización de instrumen
tuyen modificaciones culturales del parentesco natural. De este modo, tos y bienes, en el conocimiento de la t r a d i c i ó n , en el manejo del
en las sociedades humanas, la p r o c r e a c i ó n se convierte en u n VMtO poder y la responsabilidad sociales. Los padres que desarrollan en su
esquema cultural. La necesidad racial de continuidad no se satisface prole actitudes e c o n ó m i c a s , destrezas técnicas, obligaciones morales
p o r la mera acción de los impulsos fisiológicos y los procesos fisioló- y sociales, t a m b i é n tienen que traspasarle sus posesiones, su status
gicos, sino mediante el funcionamiento de reglas tradicionales aso- o su cargo. Por tanto, la relación d o m é s t i c a implica u n sistema de
ciadas a u n aparato de c u l t u r a material. E l esquema procreador, ade- leyes de herencia, de filiación y de sucesión.
m á s , se considera compuesto de varias instituciones componente . De este modo queda clarificada la relación entre la necesidad cul-
la corte normativizada, el m a t r i m o n i o , la paternidad, el parentesco t u r a l , u n hecho social total, por una parte, y los motivos individuales
y la pertenencia al clan. De la misma manera, el esquema n u t r i t i v o en que se transforma por otra. La necesidad c u l t u r a l es la masa de
puede dividirse en instituciones consumidoras, es decir, la familia y condiciones que deben cumplirse si la comunidad ha de sobrevivir y
el club con su refectorio de hombres; las instituciones productivas de continuar su cultura. Los motivos individuales, por otra parte, no
la agricultura, la pesca y la caza t r i b a l ; y las instituciones distribu tienen nada que ver con postulados tales como la continuidad de la
tivas, como los mercados y dispositivos comerciales. Los i m p u l s o , raza o la continuidad de la cultura, n i siquiera con la necesidad de
a c t ú a n en forma de ó r d e n e s sociales o culturales, que son las rein n u t r i c i ó n . Pocas personas, salvajes o civilizadas, se dan cuenta de
terpretaciones de los impulsos fisiológicos en t é r m i n o s de regle que tales necesidades generales existen. E l salvaje ignora o sólo
sociales tradicionalmente sancionadas. E l ser humano empieza a es vagamente consciente de que el hecho del emparejamiento produ-
hacer la corte o a cavar el suelo, a hacer el amor o a i r de pesca o ce n i ñ o s y que la comida sostiene al cuerpo. L o que e s t á presente
de caza, no porque lo mueva directamente el instinto, sino porque para la conciencia individual es u n apetito culturalmente conforma-
la r u t i n a de su t r i b u le hace hacer estas cosas. A l mismo tiempo, la do que impulsa a la gente, en ciertas estaciones, a buscar u n com-
r u t i n a t r i b a l le asegura que sus necesidades fisiológicas s e r á n sanI p a ñ e r o o bien, en determinadas circunstancias, a buscar frutos sil-
fechas y que los medios culturales de satisfacción se c o n f o r m a r á n a vestres, cavar la t i e r r a o i r de pesca. Los fines sociológicos nunca
la misma pauta, con sólo p e q u e ñ a s variaciones de detalle. E l motivo e s t á n presentes en los indígenas, y nunca se ha encontrado una legis-
directo de las acciones humanas se expresa en t é r m i n o s culturales lación t r i b a l en gran escala. Por ejemplo una t e o r í a como la de Frazer
y se atiene a una pauta cultural. Pero las exigencias culturales sieffl relativa a los orígenes de la exogamia como u n acto deliberado de la
pre ofrecen al hombre satisfacer sus necesidades de manera m á s o ley o r i g i n a r i a resulta insostenible. A todo lo largo de la l i t e r a t u r a
menos directa, y en conjunto el sistema de exigencias culturales de a n t r o p o l ó g i c a existe una confusión entre necesidades culturales, que
una sociedad dada deja muy pocas necesidades fisiológicas sin satis se manifiestan en vastos proyectos, esquemas o aspectos de la cons-
facer. t i t u c i ó n social, y m o t i v a c i ó n consciente, que existe como u n hecho
psicológico en el entendimiento del miembro individual de la so-
E n muchas instituciones humanas se produce una amalgama de ciedad.
funciones. La familia no es sólo una institución simplemente repro
ductora: es una de las principales instituciones nutricias y una uní La costumbre, el modo n o r m a l de comportamiento que tradicional-
dad legal y e c o n ó m i c a , y muchas veces religiosa. La familia es el lugai mente se impone a los miembros de una comunidad, puede actuar o
donde se sirve a la continuidad c u l t u r a l mediante la educación funcionar. E l noviazgo, por ejemplo, no es m á s que una etapa dei
Esta amalgama de funciones dentro de la misma i n s t i t u c i ó n no es proceso culturalmente determinado de la p r o c r e a c i ó n . Consiste en
f o r t u i t a . La mayor parte de las necesidades fundamentales del nORl la masa de dispositivos que permiten una adecuada selección ma-
bre e s t á n tan concatenadas que su satisfacción puede conseguirse t r i m o n i a l . Dado que el contrato m a t r i m o n i a l varía considerablemente
mejor dentro del mismo grupo humano y mediante u n aparato com- de una c u l t u r a a otra, las consideraciones de a d e c u a c i ó n sexual, legal
binado de c u l t u r a material. Incluso la fisiología humana hace que el y e c o n ó m i c a t a m b i é n v a r í a n , y los mecanismos mediante los cuales

<>•>
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se combinan estos distintos elementos no pueden ser los mismo*. »•'•' "» válvulas v reacciones de seguridad contra su severidad
Cualquiera que pueda ser la libertad sexual permitida, en ninguna muchas veces fastidiosa.
sociedad humana se consiente que los j ó v e n e s sean completamente in Las reglas tradicionales determinan las ocasiones de hacer el
discriminados o promiscuos en las experiencias amorosas sexuales. amor, los m é t o d o s de a p r o x i m a c i ó n y de galanteo, incluso los medios
Se conocen tres grandes tipos de limitaciones: la p r o h i b i c i ó n del pai a atraer y gustar. La t r a d i c i ó n t a m b i é n permite determinadas h
incesto, el respeto a las obligaciones matrimoniales anteriores y las b c i tades c incluso excesos, aunque t a m b i é n les establecí- limites rigu
reglas combinadas de exogamia-y endogamia. La p r o h i b i c i ó n del in- roaos. Estos l í m i t e s determinan el grado de publicidad, de promist ul
cesto, con unas pocas excepciones insignificantes, es universal. Si d a d , de indecencias verbales y activas; determinan lo que se cl< b.
pudiera demostrarse que el incesto es biológicamente pernicioso, la considerar n o r m a l y l o que se debe considerar p e r v e r s i ó n . En todo
función de este t a b ú universal r e s u l t a r í a evidente. Pero los especia esto, los a u t é n t i c o s impulsos del comportamiento humano sexual no
listas en la herencia no e s t á n de acuerdo sobre el asunto. No obstante, consisten en impulsos fisiológicos naturales, sino que se presentan
es posible demostrar que desde un punto de vista sociológico la fun- a la conciencia humana en forma de mandamientos dictados poi la
ción de los t a b ú e s del incesto tiene gran importancia. E l impulso t r a d i c i ó n . La poderosa influencia destructiva del sexo tiene que con
sexual, que en general es una fuerza muy desordenada y socialmente tar con u n juego l i b r e dentro de unos límites. E l p r i n c i p a l tipo de
destructiva, no puede penetrar en un sentimiento previamente exis- libertad regulada es la libertad de copular que se deja a las persona,
tente sin dar lugar a u n cambio revolucionario. E l i n t e r é s sexual, por solteras, que muchas veces es considerado equivocadamente como
tanto, es incompatible con cualquier forma de relación familiar, sea una supervivencia de la promiscuidad p r i m i t i v a . Para apreciar la
entre padres e hijos o entre hermanos y hermanas, pues estas rela- función de la r e l a j a c i ó n prenupcial, é s t a debe ponerse en c o n c i a
ciones se constituyen en el p e r í o d o presexual de la vida humana c i ó n con los hechos biológicos, con la i n s t i t u c i ó n del m a t r i m o n i o y
y se fundan en profundas necesidades fisiológicas de c a r á c t e r no se- con la r e l a c i ó n entre padres e hijos dentro de la familia. E l impulso
xual. Si se permitiera que la pasión erótica invadiera los recintos sexual que lleva a las personas a copular es extraordinariamente m á s
del hogar no solamente c r e a r í a celos y elementos de competencia y poderoso que cualquier o t r o motivo. Allí donde el m a t r i m o n i o es la
d e s o r g a n i z a r í a la familia, sino que t a m b i é n s u b v e r t i r í a los lazos de c o n d i c i ó n indispensable para la copulación, el impulso que supera
parentesco m á s fundamentales sobre los que se basa el futuro desa- todas las d e m á s consideraciones debe conducir a uniones que no
r r o l l o de todas las relaciones sociales. Dentro de cada familia sólo son adecuadas n i estables, espiritual n i fisiológicamente. E n las cul-
puede permitirse una r e l a c i ó n erótica y ésta es la r e l a c i ó n del ma- turas m á s elevadas, el entrenamiento m o r a l y la s u b o r d i n a c i ó n del
rido y la esposa, que aunque desde u n principio está construida a sexo a intereses culturales m á s amplios funcionan como salvaguardias
p a r t i r de elementos e r ó t i c o s debe ajustarse muy sutilmente a las generales contra el d o m i n i o exclusivo del elemento e r ó t i c o en el
otras partes componentes de la c o o p e r a c i ó n doméstica. Una sociedad m a t r i m o n i o , o bien los matrimonios culturalmente determinados,
que permitiera el incesto no p o d r í a desarrollar familias estables; por concertados p o r los padres o por las familias, aseguran la influencia
tanto, q u e d a r í a privada de los m á s fuertes cimientos del parentesco de factores e c o n ó m i c o s y culturales sobre el simple erotismo. En
y esto, en una sociedad p r i m i t i v a , significaría la ausencia del orden ciertas comunidades primitivas a s í como en grandes sectores del cam-
social. pesinado europeo, el emparejamiento de prueba, como forma de ase-
gurar la compatibilidad personal y t a m b i é n en gran medida como
La exogamia elimina el sexo de todo u n conjunto de relaciones medio para eliminar la simple urgencia sexual, funciona como una
sociales, aquellas que se producen entre los miembros masculinos v salvaguardia de la i n s t i t u c i ó n del m a t r i m o n i o permanente. Gracias
femeninos del mismo clan. Puesto que el clan constituye el g r u p o a las libertades prematrimoniales durante el noviazgo, la gente deja
cooperativo típico, cuyos miembros e s t á n unidos por cierto número de valorar el simple s e ñ u e l o del atractivo e r ó t i c o y, por otra parte, se
de intereses y actividades legales, ceremoniales y e c o n ó m i c o s , al ye cada vez m á s influida por las afinidades personales, si no existe
quitar de la c o o p e r a c i ó n del trabajo diario u n elemento destructivo incompatibilidad fisiológica. La función, pues, de la libertad prema-
y de competencia, la exogamia cumple una vez m á s una importante t r i m o n i a l consiste en que influye en la elección m a t r i m o n i a l , que se
función cultural. La salvaguardia general de la exclusividad sexual convierte en deliberada, basada en la experiencia y orientada por con-
del m a t r i m o n i o establece esa relativa estabilidad del m a t r i m o n i o que sideraciones m á s amplias y s i n t é t i c a s que el ciego impulso sexual.
• a m b í é n es inevitable si la institución no ha de ser minada poi !<>•• Por tanto, la falta de castidad prematrimonial funciona como una
celos y desconfianzas del galanteo competitivo. El hecho de (pie nin forma de p r e p a r a c i ó n del m a t r i m o n i o , eliminando el impulso sexual
guna de las reglas del incesto, la exogamia y el adulterio m i m a crudo, e m p í r i c o y no educado, y fundiendo este impulso con otros
funcionen con absoluta p r e c i s i ó n y fuerza a u t o m á t i c a sólo r e l u c í / a la en una a p r e c i a c i ó n m á s profunda de la personalidad.
lógica de este argumento, pues lo m á s importante es la eliinina< ion
del funcionamiento abierto del sexo. La evasión subrepticia de las La couvade, el r i t u a l s i m b ó l i c o mediante el cual u n hombre imita
reglas y las ocasionales anulaciones en momentos ceremoniales op< el sobreparto mientras la esposa va a su trabajo, no es tampoco una

100 lid
supervivencia, sino que puede explicarse funcionalinente p o i su u m basa en las relaciones personales con el padre y la madre, con los
texto cultural. h< iinanos y hermanas. Siempre se adquiere un completo equipo de
En las ideas, costumbres y dispositivos sociales referentes ¡i la t é r m i n o s familiares, con significados individuales bien determinados,
c o n c e p c i ó n , el embarazo y el alumbramiento, el hecho de la Riatt m i • m i e s (pie cualquier otro desarrollo lingüístico. Pero luego tiene
dad e s t á culturalmente determinado sobre todo por su n a i i i i . i l / . lugai una serie de extensiones del significado. Las palabras padre y
biológica. La paternidad se establece de forma s i m é t r i c a , mediante madre se aplican primero a la hermana de la madre y al hermano del
reglas en las que el padre tiene que i m i t a r en parte los t a b ú e s , las padie, respectivamente, pero se aplican a estas personas de manera
observancias y reglas de conducta que tradicionalmente recaen sobre I raucamente m e t a f ó r i c a , es decir, con un significado ampliado y
la madre y t a m b i é n que encargarse de determinadas funciones ato distinto, que de ninguna forma interfiere u obstaculiza el significado
ciadas. E l comportamiento del padre en el nacimiento e s t á estrit ta original cuando se aplica a los padres originales. La extensión tiene
mente determinado, y en todas partes, tanto si se le excluye de I . . lugar porque, en una sociedad p r i m i t i v a , los parientes m á s p r ó x i m o s
c o m p a ñ í a de la madre como si se le obliga a asistir, tanto si se le t u n e n la obligación de actuar como sustitutos de los padres, de
sustituir a los progenitores de los n i ñ o s en caso de muerte o ausen-
considera peligroso como indispensable para el bienestar de la madre
cia, y en todos los casos deben c o m p a r t i r sus obligaciones en una
y del n i ñ o , el padre tiene que asumir un r o l concreto, estrictamente
considerable medida. Sin embargo, hasta que no tenga lugar una
prescrito. M á s adelante el padre comparte gran parte de las obliga-
completa a d o p c i ó n , los parientes sustitutivos no reemplazan a los
ciones de la madre; la sigue y la sustituye en gran parte de los tier-
originales y en n i n g ú n caso se confunden o identifican los dos con-
nos cuidados que recaen sobre el infante. La función de la couvade
juntos. Simplemente se asimilan de forma parcial. E l acto de nom-
consiste en establecer la paternidad social mediante la asimilación b r a r a las personas siempre es un acto semilegal, especialmente en las
s i m b ó l i c a del padre a la madre. Lejos de ser una supervivencia o u n comunidades primitivas. Así como en las ceremonias de a d o p c i ó n
rasgo muerto o inútil, la couvade es simplemente uno de los actos r i - se i m i t a el nacimiento verdadero, en la couvade se simula u n alum-
tuales creativos que e s t á n en la base de la institución de la familia. bramiento, en el acto de la hermandad de sangre hay ficciones tales
Su naturaleza puede comprenderse, no mediante aislamiento, sino como el intercambio de sangre, en el m a t r i m o n i o una atadura, u n i ó n
s i t u á n d o l o dentro de las instituciones a las que pertenecen, compren- u obligación s i m b ó l i c a o un acto de comida c o m ú n y a p a r i c i ó n p ú -
d i é n d o l o como parte integrante de la i n s t i t u c i ó n de la familia. blica c o m ú n a veces, igualmente a q u í una relación derivada, parcial-
Las t e r m i n o l o g í a s clasificatorias se conciben como si al mismo mente establecida, se caracteriza por el acto de la i m i t a c i ó n verbal
tiempo reunieran un «plan inteligente» (en palabras de Morgan) para en el nombramiento. La función del uso verbal clasificatorio consis-
la clasificación de los parientes. En la teoría de Morgan se s u p o n í a te, pues, en establecer los derechos legales de la paternidad y ma-
que esta clasificación proporcionaba con precisión casi m a t e m á t i c a ternidad delegada mediante la m e t á f o r a unitiva de la e x t e n s i ó n de
los l í m i t e s de la paternidad potencial. S e g ú n t e o r í a s m á s r e c i e n t e , los t é r m i n o s de parentesco. E l descubrimiento de la función de la
sobre todo la de Rivers, las terminologías clasificatorias fueron en t e r m i n o l o g í a clasificatoria abre u n conjunto de nuevos problemas:
a l g ú n momento la m a n i f e s t a c i ó n clara y real de a n ó m a l o s matrimo- el estudio de la s i t u a c i ó n inicial del parentesco, de la e x t e n s i ó n del
nios. Cualquiera que sea el aspecto concreto de las distintas teorías, significado del parentesco, del parcial hacerse cargo de las obliga-
el dato de las t e r m i n o l o g í a s clasificatorias ha sido la fuente de un ciones de parentesco y de los cambios producidos en las anteriores
torrente de especulaciones sobre las etapas de la evolución del ma relaciones por tales extensiones. Se trata de problemas e m p í r i c o s
t r i m o n i o , sobre las uniones a n ó m a l a s , sobre la promiscuidad y la ge que no llevan a la mera especulación, sino a un estudio m á s completo
rentocracia primitivas, sobre el clan u , otros esquemas procrcativos de los hechos que se producen sobre el terreno de investigación. A l
comunitarios que en una u otra etapa ocupan el lugar de la familia mismo tiempo, el descubrimiento de la función del uso de la termi-
N o obstante, pocos fueron los que investigaron seriamente la función nología clasificatoria en t é r m i n o s de la realidad sociológica actual
actual de los t é r m i n o s clasificatorios. McLennan sugirió que p o d r í a n corta las razones en las que se basaban series enteras de especula-
ser una forma simplemente educada de tratamiento, y en esto fue ciones s e g ú n las cuales las nomenclaturas salvajes d e b í a n explicarse
seguido por unos cuantos autores. Pero puesto que estas nomen- como supervivencias de etapas anteriores del m a t r i m o n i o humano.
claturas e s t á n m u y r í g i d a m e n t e adheridas y puesto que, c o m o lia
mostrado Rivers, e s t á n asociadas a concretos status sociales, la ex- El aparato de la domesticidad influye en c! aspecto m o r a l o es-
plicación de McLennan tiene que ser descartada. p i r i t u a l de la vida familiar. Su substrato material consiste en los
Las t e r m i n o l o g í a s clasificatorias, no obstante, cumplen una l u n alojamientos, los dispositivos internos, los aparatos de cocina y los
ción m u y importante y muy concreta, que sólo puede apreciarse instrumentos d o m é s t i c o s y t a m b i é n el modo de asentamiento, es decir,
a p a r t i r de un cuidadoso estudio de c ó m o los t é r m i n o s desarrollan la forma en que se reparten los alojamientos sobre el t e r r i t o r i o . Este
significado durante la historia biográfica de un m i e m b r o de la t r i b u . substrato material entra de la forma m á s sutil en la textura de la
E l p r i m e r significado que adquiere el n i ñ o es siempre individual. Se vida familiar e influye profundamente en sus aspectos legales, e c o n ó

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micos y morales. La c o n s t i t u c i ó n de una familia caractci istii .1 de una ramentc técnico, bastan unas pocas indicaciones sobre c ó m o se coló-
cultura va profundamente asociada al aspecto material del m i . 1101 1 an las piedlas, c ó m o se expulsa el humo, como se utiliza el luego
del alojamiento, tanto si se trata de un rascacielos como de un rffu pata < . i l . n i . 1 1 o para iluminar, i o n i o se disponen los soportes paia
gio, de un suntuoso apartamento o de un cobertizo. Existe u fl j in 11 Tero incluso al exponer estos simples detalles, uno se ve
nito campo de asociaciones personales í n t i m a s en el hogai d e s d e anastrado al estudio de los usos c a r a c t e r í s t i c o s del fuego, a las indi
la infancia y adolescencia, a t r a v é s de la pubertad y el despertai caiioncs de las actitudes y emociones humanas; en resumen, al ana
emocional, la etapa de noviazgo y el principio de la vida mal 1 un. . m i l . lisis de las costumbres sociales y morales que se constituyen alrede-
hasta la ancianidad. Estas implicaciones sentimentales y r o m á n t i c a s dor del hogar. Pues el hogar es el centro de la vida d o m é s t i c a ; y la
n i a n e i a en que se utiliza, las costumbres para encenderlo, mantenerlo
de estos hechos se reconocen, en la cultura c o n t e m p o r á n e a , en la pri
s e r v a c i ó n y culto de los lugares de nacimiento y hogares de los gran y extinguirlo, el culto d o m é s t i c o que suele desarrollarse a su alrede-
des hombres. Pero aunque se conoce gran parte de la tecnología de dor, la m i t ol ogí a y la significación simbólica del hogar, son datOl
la c o n s t r u c c i ó n de viviendas e incluso de la estructura de las CASAS indispensables para el estudio de la domesticidad y de su lugar den
en diversas culturas, y aunque t a m b i é n se conoce mucho sobre la t í o de la cultura. E n las islas Trobriand, por ejemplo, el hogar tienen
c o n s t i t u c i ó n de la familia, pocas descripciones se ocupan de la reía que situarse en el centro, para evitar los hechizos, que son especial
c i ó n entre la forma de alojamiento y la forma de los dispositivos mente eficaces si utilizan el humo para entrar desde fuera. E l hogar
d o m é s t i c o s , por una parte, y la c o n s t i t u c i ó n de la familia, por otra, es una propiedad especial de las mujeres. Hasta cierto punto, guisar
y sin embargo tales relaciones existen. E l solar familiar aislado, es t a b ú para los hombres y su proximidad contamina los alimentos
distante de todos los d e m á s , produce una familia fuertemente unida, vegetales no guisados. De a h í que exista una división entre almace-
autosuficiente e c o n ó m i c a m e n t e , así como moralmente independiente. nes y casas de guisar en las aldeas. Todo esto hace que el simple dis-
Las casas a u t ó n o m a s reunidas en comunidades de aldea permiten positivo m a t e r i a l de una casa sea una realidad social, moral, legal y
una textura mucho m á s apretada del parentesco derivado y una religiosa.
mayor amplitud de la c o o p e r a c i ó n local. Las casas compuestas de E l dispositivo de los bancos para d o r m i r e s t á correlacionado
familias unidas, especialmente cuando e s t á n unidas bajo un propie- con el lado sexual y de parentesco de la vida matrimonial, con el
tario, constituyen las bases necesarias para una familia extendida o t a b ú del incesto y la necesidad de casas para los solteros; el acceso
Grossfamilie. Las grandes casas comunitarias donde sólo los distintos a la casa está correlacionado con el aislamiento de la vida familiar,
hogares o porciones diferencian a las distintas familias componentes con la propiedad y la moralidad sexual. En todas partes la forma
colaboran a un sistema de parentesco aun m á s entrelazado. Por últi- se hace m á s y m á s significativa conforme se comprende mejor la
mo, la existencia de clubes especiales, donde los hombres, los solteros r e l a c i ó n entre las realidades sociológicas y su substrato material.
o las muchachas no casadas de la comunidad duermen, comen o Las ideas, las costumbres y las leyes codifican y determinan los
guisan juntos, e s t á evidentemente correlacionada con la estruetma dispositivos materiales, mientras que estos ú l t i m o s son los principa-
general de una comunidad en la que el parentesco se complica poi les aparatos que moldean a cada nueva g e n e r a c i ó n en la pauta tra-
grados de edad, sociedades secretas y otras asociaciones masculinas dicional típica de su sociedad.
o femeninas, y generalmente t a m b i é n está correlacionado con la pre
Las necesidades biológicas fundamentales de una comunidad, es
sencia o ausencia de libertad sexual.
decir, las condiciones en que una cultura puede prosperar, desarro-
Cuanto m á s se sigue la correlación entre la sociología y la forma llarse y continuar, se satisfacen de una forma indirecta que impo-
de los asentamientos y alojamientos, mejor se comprende cada pal te ne condiciones secundarias o derivadas. Estas pueden designarse-
Mientras que, por una parte, la forma de los dispositivos materialt corno imperativos instrumentales de la cultura. E l conjunto de la
recibe su ú n i c a significación a partir de su contexto sociológico, poi masa de cultura material debe producirse, mantenerse, distribuirse
o t r a parte toda la d e t e r m i n a c i ó n objetiva de los f e n ó m e n o s sociales y utilizarse. Por tanto, en cada cultura se encuentra un sistema de
y morales puede definirse y describirse mejor en t é r m i n o s de substi a reglas o mandamientos que determina las actividades, los usos y los
to material, dado que é s t e moldea e influye en la vida social y espi- valores mediante los cuales se produce, almacena y reparte la comida,
r i t u a l de una cultura. Los dispositivos del interior de la casa tara se manufacturan, poseen y utilizan los bienes, se preparan e incor-
.bien muestran la necesidad de un estudio paralelo y en c o r r e l a c i ó n poran las herramientas a la p r o d u c c i ó n . La or^p.nización e c o n o m í a
de lo material y lo espiritual. E l escaso mobiliario, el hogar, los ban- es indispensable para cualquier comunidad, y la c u l t u r a siempre debe
cos de d o r m i r , las esteras y colgadores de una choza indígena m u é > mantenerse en contacto con este substrato material.
t r a n una simplicidad, incluso una pobreza de forma que, no obstan- E n t r e los primitivos m á s inferiores existe c o o p e r a c i ó n regulada
te, se vuelve inmensamente significativa con ayuda de la profundidad incluso en actividades tan simples como la b ú s q u e d a de a l i m e n t o .
y la clasificación de la asociación sociológica y espiritual. El hogar, A veces tienen que abastecer a grandes reuniones tribales y ello exige
p o r ejemplo, cambia poco de forma; desde el punto de vista me un complicado sistema de intendencia. Existe división del trabajo

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dentro de la familia y la c o o p e r a c i ó n de las familias dentro de la nna g e n e i n . ion a o t r a . Los cuentos populares y la mitología c o u s t i t t i
comunidad local nunca es un asunto e c o n ó m i c o sencillo. F.l manh v< " o l i o aspecto de la tradición verbal. En las culturas m á s elevadas
nimiento del principio u t i l i t a r i o de la p r o d u c c i ó n está estrechan!. nl< se a ñ a d e la escritura para transportar l a tradición o r a l . E l no haberse
vinculado a actividades a r t í s t i c a s , mágicas, religiosas y ceremonial. dado ( l i e n t a de que el lenguaje es una parte integrante- de la c u l l i i i . i
La propiedad p r i m i t i v a de la tierra, de la p o s e s i ó n personal y de l o s ha llevado a vagos, m e t a f ó r i c o s y equivocados paralelos entre las so
distintos medios de p r o d u c c i ó n es mucho m á s complicada de lo que « ¡edades animales y la cultura humana, que han perjudicado mucho
s u p o n í a l a vieja a n t r o p o l o g í a , y el estudio de la e c o n o m í a primitiva a la sociología. Si se comprendiera claramente que la cultura no
e s t á desarrollando u n considerable i n t e r é s por lo que p o d r í a deno- existe sin el lenguaje, el estudio de las comunidades animales deja-
minarse las primeras formas del derecho civil. ría de formar parte de la sociología y las adaptaciones de los anima-
les a la naturaleza se d i s t i n g u i r í a n claramente de la cultura. E n la
C o o p e r a c i ó n significa sacrificio, esfuerzo, s u b o r d i n a c i ó n de las sociedad p r i m i t i v a , la e d u c a c i ó n raramente implica instituciones espe-
inclinaciones y de los intereses privados a los fines comunes de la ciales. L a familia, el grupo parientes c o n s a n g u í n e o s , la comunidad
comunidad, la existencia de coacción social. La vida en c o m ú n pro- local, los grados de edad, las sociedades secretas, los campos de
picia distintas tentaciones, especialmente a impulsos del sexo, y como iniciación, los grupos profesionales o gremios de técnicos, la habi-
consecuencia, se hace inevitable u n sistema de prohibiciones y coac- lidad m á g i c a o religiosa, son las instituciones que corresponden, en
ciones, a s í como de reglas obligatorias. La p r o d u c c i ó n e c o n ó m i c a pro- algunas de sus funciones derivadas, a las escuelas de las culturas
porciona al hombre las cosas deseadas y valoradas, no indiscrimina- m á s avanzadas.
damente accesibles para uso y disfrute por todo el mundo p o r igual,
y es p o r ello que surgen y se hacen c u m p l i r las reglas de la propie- Los tres imperativos instrumentales, la organización e c o n ó m i c a , la
dad, de la posesión y del uso. La organización concreta e n t r a ñ a dife- ley y la e d u c a c i ó n , no agotan todo lo que la cultura e n t r a ñ a en su
rencias de rango, liderazgo, status e influencia. La j e r a r q u í a desa- satisfacción indirecta de las necesidades humanas. La magia y la
rrolla las ambiciones sociales y exige salvaguardias que se sancionan religión, el conocimiento y el arte, forman parte del esquema univer-
de manera efectiva. Todo este conjunto de problemas ha sido seña- sal que subyace a todas las culturas concretas y puede decirse que
ladamente o m i t i d o porque la ley y sus sanciones, en la sociedad p r i - nacen en respuesta de u n imperativo integrador o sintético de la
mitiva, raramente e s t á n personificadas en instituciones especiales. c u l t u r a humana.
La legislación, las sanciones legales y la a d m i n i s t r a c i ó n efectiva de A pesar de las diversas t e o r í a s sobre el c a r á c t e r específico, no
las reglas tribales suelen llevarse a cabo muchas veces como subpro- e m p í r i c o y prelógico de la mentalidad p r i m i t i v a , no cabe duda de que
ductos de otras actividades. E l mantenimiento de la ley suele ser tan p r o n t o como el hombre d e s a r r o l l ó el dominio del medio ambiente
una de las funciones secundarias o derivadas de instituciones como mediante la utilización de utensilios, y t a n pronto como a p a r e c i ó el
la familia, la comunidad local y la organización tribal. Pero aunque lenguaje, t a m b i é n d e b i ó existir u n conocimiento p r i m i t i v o de c a r á c -
no e s t é n contenidas en u n cuerpo específico de reglas codificadas ter esencialmente científico. Ninguna cultura p o d r í a sobrevivir si
n i tampoco d e s e m p e ñ a d a s por grupos especialmente organizados de sus artes y oficios, sus armas y p r o p ó s i t o s e c o n ó m i c o s se basaran en
personas, las sanciones de la ley p r i m i t i v a funcionan sin embargo concepciones y doctrinas m í s t i c a s y n \ . Cuando uno se
de forma concreta y desarrollan rasgos concretos en las institución, aproxima a la cultura humana por este lado p r a g m á t i c o y tecnoló-
a que pertenecen. Pues es esencialmente incorrecto sostener que, gico, se descubre que el hombre p r i m i t i v o es capaz de una observa-
como se ha hecho con frecuencia, la ley primitiva funciona a u t o m á - ción exacta, de perfectas generalizaciones y de razonamiento lógico
ticamente y el salvaje es p o r naturaleza u n ciudadano que se somete en todos los asuntos que afectan a sus actividades normales y son
a la ley. Las reglas de conducta deben ser grabadas en cada nueva b á s i c o s para su p r o d u c c i ó n . E l conocimiento, pues, es una necesidad
g e n e r a c i ó n mediante la educación; es decir, debe asegurarse la con- absoluta derivada de la cultura. No obstante, es m á s que u n medio
tinuidad de la cultura a t r a v é s de la i n s t r u m e n t a l i z a c i ó n de la tra para un f i n y, p o r tanto, no se clasificó entre los imperativos ins-
dición. La p r i m e r a condición es la existencia de signos simbólicos trumentales. Su lugar en la cultura, su función, es ligeramente dife-
mediante los cuales pueda traspasarse de una generación a otras la rente al de la p r o d u c c i ó n , la ley o la e d u c a c i ó n . Los sistemas de cono-
experiencia acumulada. E l lenguaje constituye el tipo m á s Importen cimiento sirven para conectar distintos tipos de comportamientos;
tes-dc- tales signes simbólicos. E l lenguaje no contiene la experiencia; traspasan los resultados de las experiencias pasadas ? las f u t u r a s
m á s bien es u n sistema de h á b i t o s sonoros que a c o m p a ñ a al desairo empresas y r e ú n e n los elementos de la experiencia humana permi-
l i o de la experiencia cultural de toda comunidad humana y se con- tiendo que el hombre coordine e integre sus actividades. E l cono-
vierte en parte integrante de esta experiencia cultural. E n las c ul cimiento es una a c t i t u d mental, una diátesis del sistema nervioso
turas p r i m i t i v a s , la t r a d i c i ó n se mantiene oral. E l habla de una coinu que permite que el hombre lleve a cabo el trabajo que l a cultura
nidad p r i m i t i v a e s t á llena de dichos establecidos, m á x i m a s , reglas le asigna. Su función consiste en organizar e integrar las actividades
y reflexiones que traspasan de forma estereotipada la s a b i d u r í a de indispensables de la cultura.

106 107
desanollada l o s que e s t á n familiarizados con a l g u n a buena magia
La c o r p o r i z a c i ó n material del conocimiento consiste en la mitán tienen, en virtud de ello, valentía y confianza. C u a n d o se utilizan las
de arles y oficios, de procedimientos técnicos y de reglas de artesa canoas para la pesca, los accidentes y la b u e n a o m a l a suerte p u e d e n
nía. M á s e s p e c í f i c a m e n t e , en las culturas m á s primitivas y eviden iclcrir.se no solo a l transporte, sino t a m b i é n al hallazgo del p e s i a d o
teniente en las m á s elevadas, existen utensilios especiales del CODO V •« las i o n d ú iones de captura. En el comercio, sea m a r í t i m o o entre
I in nenio: diagramas, modelos topográficos, medidas, ayudas para V . I I I I O S p r ó x i m o s , la suerte puede favorecer o impedir los l i n e s y
la o r i e n t a c i ó n o para contar. deseos humanos. E n consecuencia, ha tenido un fuerte desarrolle
La c o n e x i ó n entre el pensamiento indígena y el lenguaje abre l a u t o la magia de la pesca como la magia del comercio.
importantes problemas de función. La a b s t r a c c i ó n lingüística, las ca- Igualmente en la guerra, el hombre, por p r i m i t i v o que sea, sabe
t e g o r í a s de espacio, tiempo y relación, y los medios lógicos para ex- que las armas de ataque y de defensa bien hechas, la estrategia, la
presar la c o n c a t e n a c i ó n de las ideas constituyen puestos extraordi- fuerza del n ú m e r o y l a fuerza de los individuos aseguran la victo! la
nariamente importantes, y el estudio de c ó m o funciona el penea Sin embargo, a pesar de todo esto, lo imprevisto y accidental ayuda
miento a t r a v é s del lenguaje de cualquier cultura sigue siendo u n incluso a l m á s débil a l a victoria cuando el combate se lleva a cabo
terreno virgen de la lingüística cultural. C ó m o funciona e l lenguaje por la noche, cuando son posibles las emboscadas, cuando las con-
p r i m i t i v o , d ó n d e e s t á incorporado, c ó m o se relaciona con la orga- diciones del encuentro favorecen obviamente a u n bando a expen-
nización social, con la religión y la magia primitivas, constituyen i m - sas del otro. La magia se utiliza como algo que, p o r encima del
portantes problemas de la a n t r o p o l o g í a funcional. equipo y l a fuerza del hombre, ayuda a dominar los accidentes y
Por la misma p r e m e d i t a c i ó n y previsión que proporciona, la fun- a e n g a ñ a r a la suerte. T a m b i é n en el amor existe una cualidad inex-
c i ó n integradora del conocimiento crea nuevas necesidades, es decir, plicable de é x i t o o de p r e d e s t i n a c i ó n a l fracaso que parece i r acom-
impone nuevos imperativos. E l conocimiento concede al hombre la p a ñ a d a de alguna fuerza independiente de la a t r a c c i ó n ostensible y
posibilidad de planificar p o r adelantado, de abarcar u n vasto espacio de los planes y dispositivos mejor preparados. La magia participa
de tiempo y espacio; permite u n amplio campo de variaciones a sus para asegurar algo que cuenta por encima de las cualidades visibles
esperanzas y deseos. Pero por mucho que el conocimiento y la ciencia y contabilizables.
ayuden al hombre, p e r m i t i é n d o l e conseguir lo que desea, son com- Para su bienestar, el hombre p r i m i t i v o depende de sus ocupa-
pletamente incapaces de controlar la suerte, de eliminar accidentes, ciones e c o n ó m i c a s de t a l manera que siente la mala suerte de forma
de adivinar u n giro inesperado de los acontecimientos naturales muy dolorosa y directa. Entre las personas que dependen de sus
o bien de hacer que el trabajo manual humano sea digno de con-
campos o de sus huertos, invariablemente está bien desarrollado l o
fianza y adecuado para todas las exigencias p r á c t i c a s . E n este campo,
que se p o d r í a denominar el conocimiento agrícola. Los i n d í g e n a s
mucho m á s p r á c t i c o , concreto y circunscrito que el de la religión, se
conocen las propiedades del suelo, la necesidad de una cuidadosa
desarrolla u n tipo especial de actividades rituales que la a n t r o p o l o g í a
limpieza de la selva y los matojos, de fertilizar con cenizas y de
etiqueta colectivamente como magia.
sembrar de forma adecuada. Pero por bien escogido que e s t é el
La m á s azarosa de todas las empresas humanas conocidas por el emplazamiento y por bien trabajados que estén los huertos, se pro-
hombre p r i m i t i v o es la navegación. Para la p r e p a r a c i ó n de su e m ducen calamidades. La s e q u í a o el diluvio aparecen en los momen-
b a r c a c i ó n y el trazado de sus planes, el salvaje se dirige a la cien, la tos m á s inapropiados y destruyen los frutos por completo, o bien
La obra cuidadosa a s í como el inteligentemente organizado trabajo de los a ñ u b l o s , los insectos o los animales salvajes los disminuyen.
la c o n s t r u c c i ó n y de la navegación dan testimonio de la confianza O bien en otros a ñ o s , cuando el hombre es consciente de que sólo
del salvaje en la ciencia y de su sometimiento a ella. Pero es posible o b t e n d r á u n pobre fruto, todo se produce de forma tan suave y
que los vientos adversos o la falta de viento, el m a l tiempo, las co- p r ó s p e r a que unos inesperados buenos rendimientos premian a l
rrientes y los arrecifes desbaraten sus mejores planes y sus m a s
agricultor que no l o merece. Los temidos elementos de la lluvia y el
cuidados preparativos. Tiene que a d m i t i r que n i sus conocinnen
sol, las plagas y la fertilidad parecen estar controlados por una fuerza
tos n i sus esfuerzos m á s cuidadosos son una g a r a n t í a del éxito
que e s t á m á s allá de la experiencia y el conocimiento humano ordi-
Algo inexplicable suele penetrar y frustrar sus previsiones. Pero aun
narios, y el hombre recurre, una vez m á s , a la magia.
que inexplicable, parece tener sin embargo, un profundo significado,
E n todos estos ejemplos aparecen los mismos factores. La expe-
y actuar o comportarse con alguna intención La secuencia, la c o m a
t c n a c i ó n significativa de acontecimientos, parece contener alguna co- riencia y la lógica e n s e ñ a n a l hombre que, dentro de determinados
herencia lógica interna. E l hombre siente que no puede hacci nada l í m i t e s , e l conocimiento es soberano; pero que m á s allá de ellos
por combatir este misterioso elemento o fuerza, y ayudar y lavoie» ei no se puede hacer nada con esfuerzos p r á c t i c o s de fundamento ra
a su suerte. Existen siempre, por tanto, sistemas de superstii ion, de cional. Sin embargo, él se rebela contra la inacción porque, aunque
r i t u a l m á s o menos desarrollado, asociados a la navega» ion, y en las se da cuenta de su impotencia, se siente igualmente impelido a la
comunidades primitivas la magia de las embarcaciones está i m i v acción por u n intenso deseo y por fuertes emociones. Y tampoco es

ion
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tingedla ni.n 11 una sensacionalista se ha formado u n mito que pre-
posible la total inacción. Una vez se ha embarcado para u n Intuo senta las mismas misteriosas indicaciones m á g i c a s o da razones
viaje o se encuentra en medio de u n combate o a mitad de < mágii as p a i . i la tragedia. La aviación e s t á desarrollando sus s u p e i s l i
del ciclo de desarrollo de los huertos, el indígena trata do h m n « i o n e s y su magia. Muchos pilotos se niegan a aceptar a l p a s a j e i o
que su canoa sea m á s marinera mediante encantos o de txpul 1 que viste algo de color verde, a salir de viaje en martes o cnccndei
a las langostas y los animales salvajes mediante u n r i t u a l o do tres cigarrillos con la misma cerilla cuando e s t á n en el aire, y su
vencer a sus enemigos con ayuda de una danza. s e n s i b i l i d a d a la s u p e r s t i c i ó n parece aumentar con l a a l t u r a . En
La magia cambia en la forma; v a r í a de fundamento; pero < <¡ 1 todas las grandes ciudades de Europa y A m é r i c a puede comprarse
en todas partes. E n las sociedades modernas, la magia está aso. la magia de q u i r o m á n t i c o s , clarividentes y otros adivinos que pre-
con encender u n tercer cigarrillo con l a misma cerilla, con la < aid.i dicen el futuro, dan consejos p r á c t i c o s para la conducta afortunada
de la sal y la necesidad de tirarla p o r encima del h o m b r o Izquierdo, y venden a l p o r menor aparatos rituales como amuletos, mascotas y
con los espejos rotos, con pasar p o r debajo de una escalera, con la talismanes. N o obstante, tanto en l a civilización como entre los salva
luna nueva vista a t r a v é s de u n cristal o en l a mano izquierda, < m i jes, el campo m á s poderoso de la magia es el de la salud. T a m b i é n
el n ú m e r o trece o con e l martes. Estas son supersticiones de poca en esto las antiguas y venerables religiones se prestan f á c i l m e n t e a
importancia que simplemente parecen vegetar entre la intclligcntsia la magia. E l catolicismo romano abre sus sagradas reliquias y los
del mundo occidental. Pero estas supersticiones y sistemas mucho lugares de culto a l peregrino achacoso, y las curaciones p o r la fe
m á s desarrollados t a m b i é n persisten tenazmente y reciben serio cré- t a m b i é n florecen en otras iglesias. L a p r i n c i p a l función de l a Chris-
dito entre las modernas poblaciones urbanas. La magia negra se tian Science es la e x p u l s i ó n mental de la enfermedad y el decaimien-
practica en los barrios pobres de Londres por el clásico m é t o d o de to; su m e t a f í s i c a es fuertemente p r a g m á t i c a y u t i l i t a r i a y su r i t u a l
destruir el retrato del enemigo. E n las ceremonias matrimoniales, consiste esencialmente en medios para e l f i n de l a salud y l a felicidad.
se consigue buena suerte para la pareja de casados mediante la estrit E l abanico ilimitado de remedios y bendiciones, o s t e o p a t í a y quiro-
ta observancia de varios m é t o d o s m á g i c o s tales como arrojar la p r á c t i c a , d i e t é t i c a y c u r a c i ó n p o r el sol, e l agua fría, e l jugo de uva
zapatilla y la lluvia de arroz. Entre los campesinos de la Europa o de l i m ó n , alimentos crudos, inanición, alcohol o su p r o h i b i c i ó n ,
central y oriental, t o d a v í a florece l a magia elaborada y se trata todos y cada uno invariablemente tienen algo de magia. Los inte-
a los n i ñ o s c o n ayuda de brujas y brujos. Existen personas de las lectuales t o d a v í a se someten a Coué y Freud, a Jaeger y Kneipp, a l
que se suponen que tienen poder para impedir que las vacas den culto a l sol, ya sea directo o mediante l a l á m p a r a de mercurio, p o r
leche, para i n d u c i r al ganado a que se multiplique indebidamente, no mencionar e l g é n e r o de cabecera d e l especialista bien pagado.
para p r o d u c i r lluvia y . s o l , y para hacer que la gente se ame <> se Es m u y difícil descubrir d ó n d e acaba e l buen sentido y d ó n d e comien-
odie. Los santos de la iglesia católica romana se convierten, en la za l a magia.
p r á c t i c a popular, en pasivos cómplices de la magia. Son golpeados,
adulados y llevados de ?.n sitio a otro. Pueden traer lluvia si se- les E l salvaje no es no m á s racional n i m á s supersticioso que el hom-
s i t ú a en el campo, para los flujos de lava al enfrentarlos y deteni I bre moderno. Es m á s limitado, menos suceptible de tener imagina-
el progreso de una enfc::nedad, o de un a ñ u b l o , o de una plaga de ciones libres y a ser e n g a ñ a d o por las nuevas invenciones. Su magia es
insectos. La utilización ,. t á c t i c a que se hace de ciertos ritual tradicional y tiene su plaza fuerte de conocimientos, su t r a d i c i ó n
objetos religiosos convierta a su función en m á g i c a . Pues la magia se e m p í r i c a y racional de ciencia. Dado que el c a r á c t e r supersticioso
distingue de la religic •» e:. que la ú l t i m a crea valores y se atienf o p r e l ó g i c o del hombre p r i m i t i v o ha sido tan resaltado, es necesario
directamente a fines, mientras que la magia consta de actos que n trazar con claridad la línea divisoria entre la ciencia y la magia p r i -
nen u n valor p r á c t i c o u t i l i t a r i o y sólo son eficaces como medios para mitivas. Existen dominios donde la magia nunca penetra. Hacer fue-
u n f i n . De este modo, el objeto o tema estrictamente u t i l i t a r i o de un go, l a c e s t e r í a , la verdadera p r o d u c c i ó n de utensilios de piedra, l a
acto y su función directa e instrumental lo convierten en magia, v f a b r i c a c i ó n de cuerdas o esteras, guisar y todas las p e q u e ñ a s activi-
la mayor parte de las religiones modernas establecidas albergan en dades d o m é s t i c a s , aunque sean extraordinariamente importantes, no
su i n t e r i o r , dentro del r i t u a l e incluso en su ética, u n a buena can t i e s t á n nunca asociadas a la magia. Algunas pertenecen a l centro de
dad de cosas que en realidad pertenecen a la magia. Pero la magia las p r á c t i c a s religiosas y de la mitología, como p o r ejemplo el fuego,
moderna no sólo sobrevive en forma de las supersticiones menores guisar, o los utensilios de piedra; pero la magia nunca e s t á relacio-
o dentro del cuerpo de los sistemas religiosos. Siempre que hay pell nada con su f a b r i c a c i ó n . L a r a z ó n es que basta con l a habilidad nor-
gro, incertidumbre, gran incidencia de l a suerte y el accidente, ln< luso m a l dirigida p o r u n buen conocimiento para poner a l hombre en el
en formas de actividad completamente modernas, la magia fructifii > buen camino y darle l a certeza de u n c o n t r o l correcto y completo de
E l jugador d é Montecarlo, del h i p ó d r o m o o de cualquier lotería na- estas actividades.
cional desarrolla sistemas. E l automovilismo y la moderna navega E n algunas ocupaciones, la magia se utiliza en determinadas con-
ción exigen mascotas y desarrollan supersticiones. Alrededor de cada diciones y en otras permanece ausente. E n una comunidad m a r í t i m a

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que depende de los productos del mar, nunca hay una magia rela- I. i c g l a s de la e x p e r i e n c i a y de la l ó g i c a se- a p l i c a n i g u a l m e n t e de
c i o n a d a c o n la recolección de c o n c h a s marinas o c o n la pesi . i in< dian l o i u i a tan c s l i i t ta i o n i o las q u e se r e f i e r e n a la t é c n i c a , y el c o n o c í
te veneno, e n c a ñ i z a d a s y trampas, en la medida en que estos m< l o d o ICO v la técnica reciben el debido c r é d i t o por todos los buenos
son de toda confianza. E n cambio, cualquier tipo de pes< •> pi lig ii n l i . i d . . . (pie pueden a t r i b u í r s e l e . E l salvaje sólo intenta controlar
azaroso e incierto e s t á rodeado de ritual. E n la caza, las formas am- m e d i a n t e la magia los resultados inexplicables, que un obscrvadoi
pies y seguras de atrapar o matar solamente están controladas poi I Cteiior a t r i b u i r í a a la suerte, al gancho para hacer las cosas con
el conocimiento y la habilidad; pero en cuanto haya algún peligro é x i t o , al azar o a la fortuna.
o incertidumbre relacionados con una provisión importante de caza, I a magia, p o r tanto, lejos de ser la ciencia p r i m i t i v a , es el resul
inmediatamente aparece la magia. La pesca costera, en la medida (ante d e l claro reconocimiento de que la ciencia tiene sus límites y
en que es perfectamente segura y fácil, no prescribe ninguna magia. de que el entendimiento y la habilidad humanas a veces son i m p o
Las expediciones ultramarinas invariablemente van ligadas a cere t i n t e s . Por toda su apariencia de m e g a l o m a n í a , por todo l o que
monias y r i t u a l . E l hombre recurre a la magia sólo cuando la suene parece ser una d e c l a r a c i ó n de la « o m n i p o t e n c i a del p e n s a m i e n t o » ,
y las circunstancias no e s t á n completamente controladas por e l CO como recientemente ha sido definida p o r Freud, la magia tiene ma-
nocimiento. yor afinidad con una explosión emocional, con los s u e ñ o s diurnos,
Esto se aprecia mejor en lo que se p o d r í a denominar los sistemas con los deseos fuertes e irrealizables.
de magia. La magia sólo puede relacionarse de forma laxa y capí i A f i r m a r con Frazer que la magia es pseudociencia s e r í a reconocer
chosa con su marco p r á c t i c o . U n cazador puede utilizar ciertas fól que la magia no es en realidad la ciencia p r i m i t i v a . I m p l i c a r í a que
m u í a s y ritos y otro ignorarlos; o bien el mismo individuo puede la magia tiene afinidad con la ciencia o, al menos, que es el mate-
aplicar sus conjuros en una ocasión y no en otra. Pero existen formas r i a l b r u t o a p a r t i r del cual se desarrolla la ciencia, implicaciones que
de actividad en las que debe utilizarse la magia. En una gran empresa son insostenibles. E l r i t u a l de la magia presenta importantes caracte-
t r i b a l , como la guerra, o una expedición m a r í t i m a arriesgada o en un r í s t i c a s que han hecho posible que muchos autores afirmen, desde
largo viaje o al emprender una gran caza o una peligrosa expedí G r i m m y Tylor hasta Freud y Lévy-Bruhl, que la magia ocupa el
ción de pesca, o bien en el ciclo normal de los huertos, que por regla lugar de la ciencia p r i m i t i v a .
general es vital para la comunidad, la magia suele ser obligatoria. Indiscutiblemente, la magia e s t á dominada p o r el principio de
Se produce según un orden fijo, concatenado con los acontecimiento . s i m p a t í a : lo mismo produce lo mismo; el todo se ve afectado si el
p r á c t i c o s , y los dos ó r d e n e s , mágico y p r á c t i c o , dependen el uno hechicero a c t ú a sobre una parte de él; pueden impartirse influencias
del otro y constituyen un sistema. Tales sistemas de magia parecen ocultas mediante contagio. Si nos concentramos sólo en la f o r m a del
a primera vista inextricables mezclas de trabajo eficaz y prácti r i t u a l , podemos concluir l e g í t i m a m e n t e con Frazer que la analogía
supersticiosas, y de esta manera parecen proporcionar u n incontesta- entre las concepciones científica y m á g i c a es estrecha y que los dis-
ble argumento a favor de las teorías según las cuales la magia y la tintos casos de magia p o r s i m p a t í a son aplicaciones e r r ó n e a s de una
ciencia, en las condiciones de los primitivos, e s t á n tan fusionadas u otra de las dos grandes leyes fundamentales del pensamiento, a
que no se pueden separar. No obstante, un análisis m á s completo saber, la asociación de ideas p o r s i m i l i t u d y la a s o c i a c i ó n de ideas
demuestra que la magia y el trabajo p r á c t i c o son completamente m por c o n t i g ü i d a d en el espacio o en el tiempo.
dependientes y nunca se confunden. Pero el estudio de la función de la ciencia y de la función de la
Pero la magia nunca se utiliza para sustituir al trabajo. En la magia hace dudar de la suficiencia de estas conclusiones. La sim-
agricultura, la o p e r a c i ó n de cavar o de despejar la tierra o la solí p a t í a no se cuenta entre las bases de la ciencia p r a g m á t i c a , n i si-
dez de las vallas o la calidad de los soportes nunca se rehuye en quiera en las condiciones m á s primitivas. E l salvaje sabe científi-
r a z ó n de que se haya practicado sobre ellos una magia m á s fucile camente que una p e q u e ñ a vara puntiaguda de madera dura frotada
E l indígena sabe muy bien que la c o n s t r u c c i ó n m e c á n i c a debe SCI o golpeada contra un trozo de madera blanda y quebradiza, estando
hecha por el trabajo humano según las estrictas reglas de la artesa ambas piezas secas, produce fuego. T a m b i é n sabe que debe utilizar-
nía. Sabe que todos los procesos que ha habido en el suelo pueden se una velocidad de movimiento fuerte, enérgica y creciente, que en
ser controlados por el esfuerzo humano, hasta una cierta medida la a c c i ó n debe producirse yesca, mantenerse fuera del viento y la
y no m á s allá, y es sólo en ese m á s allá donde trata de i n f l u i r m< chispa aventarse inmediatamente para que se transforme en una
diante la magia. Pues su experiencia y su r a z ó n le dicen que en de brasa y é s t a en una llama. N o hay ninguna s i m p a t í a , n i s i m i l i t u d ,
terminados casos sus esfuerzos y su inteligencia no son un aval ds no se toma una parte en vez del todo, n i hay contagio. La ú n i c a
ninguna clase. Por otra parte, sabe que la magia ayuda; eso le dice a s o c i a c i ó n o c o n e x i ó n es la e m p í r i c a c o n c a t e n a c i ó n de los aconteci-
por lo menos su t r a d i c i ó n . mientos naturales correctamente observada y entramada. E l salvaje
En la magia de la guerra y del amor, de las expediciones con n i sabe que u n arco fuerte bien manejado lanza una flecha veloz, que
cíales y de la pesca, de la navegación y de la fabricación de canoas. una viga ancha produce estabilidad y luz, un casco bien formado

112 113
8. — E L CONCEPTO DE C U L T U R A
ni. l í m e n l a la velocidad de su canoa. Aquí no hay asociación de ideas m.igi.i ii<» puede ir guiada por la experiencia y, al mismo tiempo, uten-
pOI l i m i ü t u d , n i contagio, ni pars pro loto. E l indígena c o l o c a u n .1. i constan lamente al mito.
h i u l e de ñ a m e o banana en el adecuado trozo de tierra. Lo riega o I I tiempo lijado, el lugar determinado, las condiciones pielinu
humedece a menos que e s t é bien empapado de lluvia. Escarda la n a i . d. aislamiento de la magia, los t a b ú e s que debe obseivai el eje
i u r r a a su alrededor y sabe perfectamente que si no se presenten CUtani.. así como su naturaleza fisiológica y sociológica, s i t ú a n al
calamidades inesperadas la planta c r e c e r á . Además, no existe prin- .ii lo mágico en una a t m ó s f e r a sobrenatural. Dentro de este i o n
cipio afín al de s i m p a t í a que vaya incluido en esta actividad. Crea texto de lo sobrenatural, el r i t o consiste, funcionalmente hablando, en
condiciones que son perfectamente científicas y racionales y deja la p r o d u c c i ó n de una v i r t u d o fuerza específica y en el lanzamien-
que la naturaleza haga su parte. Por tanto, en la medida en que la iu, c o n d u c c i ó n o i m p u l s i ó n de esta fuerza hacia el objeto deseado. La
magia consiste en la i m p l a n t a c i ó n de la s i m p a t í a , en la medida en producción de la fuerza m á g i c a tiene lugar mediante el conjuro, la
que e s t á controlada por la asociación de ideas, difiere radicalmente gesticulación manual o corporal y las adecuadas condiciones del mago
de la ciencia; y al analizar la s i m i l i t u d de forma entre la magia y la oficiante. Todos estos elementos exhiben una tendencia hacia la asi-
ciencia se revela como meramente aparente, no real. m i l a c i ó n formal del f i n deseado o hacia los medios normales de pro-
E l r i t o s i m p á t i c o , aunque es u n elemento muy prominente de la ducir este f i n . Este parecido formal se define probablemente mejor
magia, funciona siempre en el contexto de otros elementos. Su p r i n - en la a f i r m a c i ó n de que todo el r i t u a l e s t á dominado por las emocio-
cipal p r o p ó s i t o consiste en la generación y la transferencia de fuerza nes de odio, miedo, i r a o p a s i ó n erótica, o bien por el deseo de obte-
m á g i c a y, de acuerdo con esto, se celebra en la a t m ó s f e r a de lo sobre- ner u n f i n p r á c t i c o determinado.
natural. Como han mostrado Hubert y Mauss, los actos de la magia La fuerza o v i r t u d m á g i c a no se concibe como una fuerza natural.
siempre se ponen aparte, se consideran distintos, se conciben y lle- De a h í que no sean satisfactorias las t e o r í a s propuestas por Preuss,
van a cabo en condiciones diferentes. E l momento en que se celebra Marett, H u b e r t y Mauss, que hacen del m a n á melanesio o de concep-
la magia suele estar determinado por la tradición m á s que por el tos similares norteamericanos la clave para comprender toda la ma-
principio de s i m p a t í a , y el lugar en que se celebra sólo en parte gia. E l concepto de m a n á abarca el poder personal, la fuerza natural,
e s t á determinado por la s i m p a t í a o el contagio y m á s por las asocia- la excelencia y la eficacia j u n t o con la v i r t u d específica de la magia.
ciones sobrenaturales y mitológicas. Muchas de las sustancias que Es una fuerza que se considera absolutamente sui generis, que difiere
se utilizan en la magia son en gran medida s i m p á t i c a s , pero suelen tanto de las fuerzas naturales como de las facultades normales del
utilizarse fundamentalmente por la reacción fisiológica y emocional hombre.
que provocan en el hombre. Los elementos emocionales y d r a m á t i c o s f La fuerza de la magia sólo y exclusivamente p n p H p producirse den-
de la i m p l a n t a c i ó n r i t u a l incorporan, en la magia, factores que van tro de los ritos tradirionalmente prescritosV Sólo puede recibirse y
mucho m á s allá de la s i m p a t í a o de cualquier principio científico aprenderse mediante la debida iniciación en el oficio y mediante
o pseudocientífico. La mitología y la t r a d i c i ó n e s t á n incrustadas en la a d q u i s i c i ó n de u n sistema r í g i d a m e n t e definido de condiciones,
todas partes, especialmente en la celebración del conjuro mágico, que actos y observancias. Incluso cuando se descubre la magia, invaria-
debe repetirse con absoluta fidelidad al original tradicional y duran- blemente se concibe como una verdadera revelación de lo sobrena-
te el cual se recuentan los acontecimientos mitológicos en los que se t u r a l . La magia es una cualidad i n t r í n s e c a y específica de una situa-
invoca el poder del prototipo. E l c a r á c t e r sobrenatural de la magia ción y de un objeto o f e n ó m e n o dentro de la situación, que consiste
se manifiesta t a m b i é n en el c a r á c t e r anormal del mago y en los en que el objeto se hace asequible al control humano por medios
t a b ú e s temporales que rodean su ejecución. que e s t á n concreta y ú n i c a m e n t e conectados con el objeto y que
En resumen, existe un principio de s i m p a t í a : el r i t u a l de la magia sólo puede manejar la persona adecuada. Por tanto, la magia siempre
contiene por regla general algunas referencias a los resultados por se concibe como algo que no reside en la naturaleza, es decir, fuera
conseguir; los prefigura, anticipa los acontecimientos deseados. E l del hombre, sino en la relación entre el hombre y la naturaleza. Sólo
mago recurre a menudo a la imaginería, al simbolismo, a las aso< ia los objetos y fuerzas de la naturaleza que son muy importantes para
ciones de los resultados que deben seguirse. Pero t a m b i é n está p<> el hombre, de los que depende y que sin embargo no puede controlar
seído de forma total y completa por la obsesión emocional de la normalmente, atraen la magia.
s i t u a c i ó n que le ha obligado a r e c u r r i r a la magia. Estos hecho, no Una explicación funcional de la magia puede plantearse en térmi-
encajan en el sencillo esquema de la s i m p a t í a concebida como mala nos de la psicología individual y del valor cultural y social de la
aplicación de observaciones imperfectas y de deducciones semilógicas. magia. Puede esperarse encontrar magia, y generalmente se encuentra,
Los distintos elementos aparentemente desunidos del ritual mágico cuando el hombre se enfrente a un vacío insalvable a u n hiato en
—los rasgos d r a m á t i c o s , el lado emocional, las alusiones mitológicas sus conocimientos o en sus poderes para el control p r á c t i c o , y sin em-
y la a n t i c i p a c i ó n del f i n — hacen imposible considerar la magia n bargo tiene que continuar su empresa. Abandonado por sus conocí
una p r á c t i c a científica moderada basada en una t e o r í a e m p í r i c a . La m í e n l o s , aturdido por los resultados de su experiencia, incapaz de

114 na
aplicar ninguna habilidad o técnica efectiva, se da cuenta de i un. I.un. n i . en la magia porque su eficacia psicológica e incluso f i l i o -
potencia. Sin embargo, su deseo le acucia cada vez con m a s In. i i lógica atestigua su verdad p r a g m á t i c a , puesto que en su forma y en su
Sus miedos y esperanzas, su ansiedad general, producen un rulado ideología y estructura la magia corresponde a los procesos naturales
de equilibrio inestable del organismo, mediante el cual < \ in d . l oiganismo humano. La convicción que va implícita en estos pi<>
cido a alguna clase de actividad sustitutiva. En la reacción I n n cesos se extiende evidentemente a la magia regularizada. Esta con
natural ante el odio frustrado y la rabia importante se lumia I.. m,n, vii i i o n es útil porque eleva la eficacia de la persona que se somete
ria prima de la magia negra. E l amor no correspondido p i o v m . i a ella. La magia posee, p o r tanto, una verdad funcional o p r a g m á -
actos e s p o n t á n e o s de magia p r o t o t í p i c a . E l miedo mueve a todos los ti. i . pttesto que siempre aparece en condiciones en las que el orga-
seres humanos a actos sin finalidad pero compulsivos; ante la p i e n i s i n o humano e s t á desintegrado. La magia corresponde a una ver
sencia de una prueba rigurosa, siempre se tiene el recurso de los sue- d . i d e i a necesidad fisiológica.
ñ o s diurnos obsesivos. Le proporciona un respaldo adicional el sello de a p r o b a c i ó n S04 íal
E l flujo natural de las ideas, bajo la influencia de las emociones y que reciben las reacciones regularizadas, seleccionadas tradicional-
de los deseos frustrados en su completa satisfacción, lleva i n e v i t a b l e mente del material b r u t o de la magia. La convicción general de que
mente a la a n t i c i p a c i ó n de los resultados positivos. Pero la experiencia este y sólo este r i t o , conjuro o p r e p a r a c i ó n personal, posibilita al ma-
sobre la que descansa esta actitud anticipatoria o s i m p á t i c a no es go para controlar la suerte, hace que cada individuo crea en ello
la experiencia n o r m a l de la ciencia. Es mucho m á s afín a los sueños a t r a v é s del mecanismo n o r m a l del moldeamiento o condicionamiento.
diurnos, a lo que los psicoanalistas llaman la satisfacción del deseo. La i m p l a n t a c i ó n p ú b l i c a de ciertas ceremonias, p o r una parte, y el se-
Cuando el estado emocional alcanza el punto de r u p t u r a en que el creto y la a t m ó s f e r a e s o t é r i c a en que se desenvuelven otras a ñ a d e n
hombre pierde el control de sí mismo, las palabras que pronuncia, los algo a su credibilidad. T a m b i é n el hecho de que la magia vaya nor-
gestos que deja que se produzcan y los procesos fisiológicos del inte- malmente asociada a la inteligencia y a la fuerte personalidad eleva
r i o r de su organismo que a c o m p a ñ a n a todo esto, permiten que la su c r é d i t o ante los ojos de cualquier comunidad. De este modo, la
t e n s i ó n acumulada se descarge. Sobre todos esos exabruptos de emo- convicción de que el hombre puede controlar las fuerzas de la natu-
ción, sobre actos tales como la magia p r o t o t í p i c a , preside la obsesiva raleza y a los seres humanos mediante un manejo especial, tradicional
imagen del f i n deseado. L a acción sustitutiva en que encuentra expre- y regularizado, no es simplemente una verdad subjetiva debida a sus
sión la crisis fisiológica tiene u n valor subjetivo: el f i n deseado pa- fundamentos fisiológicos, n i simplemente una verdad p r a g m á t i c a que
rece m á s p r ó x i m o a su satisfacción. colabora a la r e i n t e g r a c i ó n del individuo, sino que transporta una
La magia estandarizada tradicional es tan sólo una i n s t i t u c i ó n que prueba adicional que nace de su función sociológica.
fija, organiza e impone a los miembros de una sociedad la posible La magia no sólo sirve de fuerza integradora del individuo, sino
solución a esos conflictos inevitables que plantea la impotencia hu- t a m b i é n de fuerza organizativa de la sociedad. E l hecho de que el
mana al ocuparse de los asuntos arriesgados con el simple conoci- mago, por la naturaleza de su s a b i d u r í a secreta y e s o t é r i c a , tenga
miento o la habilidad técnica. La r e a c c i ó n e s p o n t á n e a y natural del t a m b i é n control sobre las actividades p r á c t i c a s asociadas, hace que
hombre ante tales situaciones proporciona el material b r u t o de la por regla general sea una persona de la m á x i m a importancia en la
magia. Este material b r u t o implica el principio de s i m p a t í a en el comunidad. Descubrir esto fue una de las grandes contribuciones de
sentido de que el hombre tiene que apoyarse tanto en el f i n deseado Frazer a la a n t r o p o l o g í a . No obstante, la magia no sólo tiene impor-
como en los mejores medios para conseguirlo. La e x p r e s i ó n de las tancia social porque conceda poder y de esta forma eleve a un hom-
emociones mediante actos verbales, mediante gestos, en la casi me. bre a una posición alta. Es verdaderamente una fuerza organizadora.
teriosa creencia de que tales palabras y gestos tienen poder, fructih. I En Australia, la c o n s t i t u c i ó n de la t r i b u , del clan, del grupo local,
naturalmente como una r e a c c i ó n fisiológica normal. Los elementos se basa en un sistema de ideas t o t é m i c a s . La principal e x p r e s i ó n cere-
que n o existen en la materia prima de la magia, pero se encuentran monial de este sistema consiste en los ritos de la m u l t i p l i c a c i ó n m á -
en los sistemas desarrollados, son los elementos tradicionales, mito- gica de las plantas y los animales y en las ceremonias de iniciación
lógicos. E n todas partes, la cultura humana integra el material b r u t o a la v i r i l i d a d . Ambos ritos subyacen al entramado t r i b a l y ambos
de los intereses y pretensiones humanas en costumbres tradicionales son e x p r e s i ó n de un orden m á g i c o de ideas basadas en la mitología
y normativizadas. E n toda t r a d i c i ó n humana se hace una elección t o t é m i c a . Los dirigentes que organizan las reuniones tribales, que
entre una diversidad de posibilidades. E n la magia t a m b i é n el ma- las conducen, que dirigen la iniciación y son los protagonistas de l e
terial b r u t o proporciona cierto n ú m e r o de formas posibles de com- representaciones d r a m á t i c a s del m i t o y de las ceremonias m á g i c a s
portamiento. La t r a d i c i ó n escoge entre ellas, fija un tipo concreto y públicas, d e s e m p e ñ a n este papel en v i r t u d de la tradicional filiación
lo inviste con u n sello de valor social. mágica. La magia t o t é m i c a de estas tribus es su principal sistema de
La t r a d i c i ó n t a m b i é n refuerza la creencia en la eficacia de la ma- organización.
gia mediante el contexto de la experiencia concreta. Se cree tan pro- Esto t a m b i é n es cierto en gran medida para las tribus p a p ú e s de

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Nutva Guinea, de Melanesia y de las gentes del archipiélago h a l o l i l i c a c i ó n de- su verdad, u n pedigrec de su filiación, una c a i t a . < r n . l i
nesio, donde las ideas y los ritos mágicos proporcionan concreta tu. ional de sus derechos de validez.
mente el principio organizador de las actividades p r á c t i c a . I as s<> BstO no sólo es cierto para la mitología mágica. E l mito en
ciedades secretas del archipiélago de Bismarck y de Africa occiden- ncral no es una e s p e c u l a c i ó n ociosa sobre los orígenes de las . . . . . . .
tal, los hacedores de lluvia de S u d á n , los exorcistas de los indios o de las instituciones. N i es un producto de la c o n t e m p l a c i ó n . 1 . la
norteamericanos, todos combinan el poder mágico con la influencia naturaleza o una i n t e r p r e t a c i ó n r a p s ó d i c a de sus leyes. La función
política y e c o n ó m i c a . Muchas veces se carece de los suficientes deta- del m i t o no es explicativa n i simbólica. Es la exposición de un acon-
lles para valorar la medida en que la magia controla la vida secular tecimiento extraordinario, un suceso que estableció de una vez pOI
y n o r m a l y el mecanismo por el que lo penetra. Pero entre los masai todas el orden social de una t r i b u o de alguno de sus e m p e ñ o s c. < I
o nandi de Africa oriental, las pruebas revelan que la organización n ó m i c o s , artes y oficios, o de su religión, o bien de sus creencias y
m i l i t a r de la t r i b u e s t á asociada con la magia de la guerra y que el ceremonias m á g i c a s . E l m i t o no es simplemente una atractiva pieza
gobierno de los asuntos políticos y de los intereses tribales generales de ficción que se mantiene viva por el i n t e r é s literario de la histO
dependen de la magia de la lluvia. En la magia de los huertos de ria. Es una exposición de la realidad originaria que vive en las ins
Nueva Guinea, en las expediciones ultramarinas, de pesca y de caza tituciones y e m p e ñ o s de una comunidad. Justifica mediante preceden-
en gran escala, se demuestra que la significación ceremonial propor- tes el orden existente y proporciona una pauta retrospectiva de va-
ciona el entremado legal y moral mediante el cual se celebran juntas lores morales, de discriminaciones y cargas sociológicas y de creen-
todas las actividades p r á c t i c a s . cias m á g i c a s . E n esto consiste su principal función cultural. Por
La h e c h i c e r í a , en sus formas mayores, suele ser especializada y toda su s i m i l i t u d de forma, el m i t o no es u n simple cuento, n i un
estar institucionalizada; es decir, o bien el hechicero es un profesional p r o t o t i p o de literatura n i de ciencia, n i tampoco una rama del arte
cuyos servicios pueden comprarse u ordenarse, o bien la h e c h i c e r í a n i de la historia, n i una p s e u d o t e o r í a explicativa. Cumple una función
e s t á investida en una sociedad secreta u organización especial. E n sui generis estrechamente conectada con la naturaleza de la t r a d i c i ó n
cualquier caso, o bien la hechicería e s t á en las mismas manos que y de la creencia, con la continuidad de la cultura, con la relación
el poder político, el prestigio y la riqueza, o bien puede ser compra- entre la vejez y la j u v e n t u d , y con la actitud humana hacia el pasado.
da o solicitada por aquellos que puedan costearla. Así, la h e c h i c e r í a La función del m i t o consiste en fortalecer la t r a d i c i ó n y dotarla de
es invariablemente una fuerza conservadora que se utiliza a veces mayor valor y prestigio al llevarle hasta una realidad inicial de acon-
para i n t i m i d a r y normalmente para reforzar la ley consuetidinaria o tecimientos m á s elevada, mejor, m á s sobrenatural y m á s efectiva.
los deseos de quienes e s t á n en el poder. Siempre es una salvaguardia E l lugar de la religión debe considerarse en el esquema de la
de los intereses creados, de los privilegios establecidos y organizados. cultura como una satisfacción compleja de necesidades altamente de-
E l hechicero que tiene el apoyo del jefe o de una poderosa sociedad rivadas. Las diversas t e o r í a s de la religión la adscriben o a un «ins-
secreta puede hacer que su arte se deje sentir de forma m á s eficaz tinto» religioso o a un sentimiento religioso específico (McDougall,
que si estuviera operando contra ellos o por su cuenta. Hauer), o bien la explican como una t e o r í a p r i m i t i v a del animismo
La función individual y sociológica de la magia se hace, pues, ( T y l o r ) , o del preanimismo (Marett), o bien la adscriben a las emo-
m á s eficaz, gracias a los mecanismos a t r a v é s de los cuales opera ciones del miedo (Wundt), o a los raptos estéticos y los lapsus del
En esto y en el cálculo subjetivo de probabilidades, que hace que el lenguaje (Max Müller), o a la a u t o r r e v e l a c i ó n de la sociedad (Dur-
éxito ensombrezca al fracaso, pues el fracaso puede ser explicado a k h e i m ) . Estas teorías convierten a la religión en algo sobreimpuesto
su vez por una contramagia, resulta claro que la creencia no está al conjunto de la estructura de la cultura humana, satisfaciendo qui-
tan mal fundada n i se debe tanto como en un principio pudiera pa zás algunas necesidades, pero necesidades que son completamente
recer a la extravagante superstición de la mentalidad primitiva U n a a u t ó n o m a s y que no tienen nada que ver con la realidad duramente
fuerte creencia en la magia encuentra expresión p ú b l i c a en la mltolo trabajada de la existencia humana. Sin embargo, puede demostrarse
gía que circula acerca de milagros mágicos y que siempre se encuen que la religión está i n t r í n s e c a aunque indirectamente conectada con
tra a c o m p a ñ a n d o a todos los tipos importantes de magia. La jactan* ia lo fundamental del hombre, es decir, con las necesidades biológicas.
competitiva de una comunidad frente a otra, la fama del sobresa Como la magia, sale del curso de la p r e v e n c i ó n y la imaginación,
líente éxito m á g i c o , la convicción de que la extraordinaria buena su 4 u e caen sobre el hombre una vez que se levanta por encima de la
te se ha debido probablemente a la magia, crea una tradición liem naturaleza animal b r u t a . Aquí entran temas de la i n t e g r a c i ó n pe]
pre naciente que rodea a todos los magos famosos o sistemas de sonal y social incluso m á s amplios que los que nacen de la necc
magia famosos con un halo de r e p u t a c i ó n sobrenatural. Esta i r a d i sidad p r á c t i c a de las acciones azarosas y las empresas p r e ñ a d a s de pe
d i c i ó n circulante generalmente culmina retrospectivamente en Un mito ligros. Se abre todo un abanico de ansiedades, presentimientos y
originario, que aporta la carta constitucional y las c r e d e n , ¡ a l e s .1 problemas relativos al destino humano y al lugar del hombre en el
todo el sistema mágico. E l mito de la magia es exactamente una j u s universo una vez que el hombre comienza a actuar en c o m ú n no

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sólo con sus c o m p a ñ e r o s ciudadanos, sino también c o n Lis geneia La mayor parte de las otras formas de religión, cuando se analizan
ciones futuras y pasadas. La religión no ha surgido de la espet ula en su c a r á c t e r funcional, corresponden a necesidades profundas, aun-
ción n i de la reflexión, y todavíft menos de la desilusión o equivoi .1 que derivadas, del individuo y de la comunidad. E l totemismo, p o i
. I . n i p l o , cuando se relaciona con su marco mas amplio, a l b i n a la
ción, sino m á s bien de la verdadera tragedia de la vida humana,
del conflicto entre los planes human.., y las icahdad. existencia de u n í n t i m o parentesco entre el hombre y el mundo que
lo rodea. E l lado r i t u a l del totemismo y del culto a la naturaleza
La cultura e n t r a ñ a profundos cambios en la realidad del hombre;
. « i n s t a , en gran medida, de ritos de m u l t i p l i c a c i ó n o de propii i ai ion
entre otras cosas, hace que el hombre someta algo de su autoestima
de los animales, o en ritos de u n aumento de fertilidad de la natu-
y de su a u t o b ú s q u e d a . Pues las reía, iones humanas no di si ansan sim
raleza vegetal que t a m b i é n establecen vínculos entre el hombre- \
plemente, n i siquiera fundamentalmente, n i la eoai e ion piocedente
su medio ambiente. La religión p r i m i t i v a se ocupa en gran parte »l.
del exterior. E l hombre sólo puede trabajar con y pai.i otro gracias
la s a c r a l i z a c i ó n de las crisis de la vida humana. La concepción, e]
a las fuerzas morales que nacen de las lealtades y de las adhesiones
nacimiento, la pubertad, a s í como el supremo trance de la muerte,
personales. Estas se forman lunilaiii.nl.dmente en el p í o . eso d e pa-
todos dan origen a actos sacramentales. E l hecho de la concepción
t e r n i d a d y maternidad y parentesco, p< 1 0 inevitablemente se extien-
e s t á envuelto en creencias como la r e e n c a r n a c i ó n , la entrada del
den y enriquecen. I I amoi d< los padn poi los hijos y d e los hijos
e s p í r i t u y la i m p r e g n a c i ó n m á g i c a . E n el nacimiento, asociadas a
por los padres, el que existe entre el marido y la esposa y entre los
él y manifestadas en el r i t u a l del nacimiento, aparecen abundantes
hermanos y las hermanas, su ve como prototipo y t a m b i é n como nú-
ideas animistas relativas a la f o r m a c i ó n del alma humana, al valor
cleo para las lealtades del < lan, el sentimiento de vecindad y la ciu-
del individuo para su comunidad, al desarrollo de sus poderes mo-
d a d a n í a t r i b a l . La coopera» ion y la mutua ayuda se basan, tanto en
rales, a la posibilidad de predecir su destino. Las ceremonias de
las sociedades salvajes como en las civilizadas, en sentimientos per-
iniciación, predominantes en la pubertad, han desarrollado u n con-
manentes.
texto m i t o l ó g i c o y d o g m á t i c o . Los e s p í r i t u s guardianes, las divinida-
La existencia de Inertes adhesiones personales y el h e c h o de la des tutelares, los h é r o e s culturales o el padre de todos de una comu-
muerte, que es el acontecimiento humano que m á s trastorna y de- nidad e s t á n asociados con las ceremonias de iniciación. Los sacra-
sorganiza los cálculos del hombre, son quizás las principales fuen- mentos contractuales, tales como el m a t r i m o n i o , la entrada en u n
tes de la creencia religiosa. La a f i r m a c i ó n de que la muerte no es grado de edad o la a c e p t a c i ó n de una fraternidad religiosa o m á g i c a ,
real, de que el hombre tiene un alma y de que é s t a es i n m o r t a l nace e n t r a ñ a n fundamentalmente concepciones éticas, pero muchas veces
de la profunda necesidad de negar la d e s t r u c c i ó n personal, necesidad t a m b i é n son e x p r e s i ó n de mitos y dogmas.
que no es un instinto psicológico, sino que está determinada por la
cultura, por la c o o p e r a c i ó n y por el crecimiento de los sentimien- Toda crisis importante de la vida humana implica u n fuerte tras-
tos humanos l \ u a el individuo que afronta la muerte, la creencia en torno emocional, u n conflicto mental y una posible d e s i n t e g r a c i ó n .
la inmortalidad y el ritual de e x t r e m a u n c i ó n , o ú l t i m o s auxilios (que La esperanza de una solución favorable tiene que luchar con las an-
de una u otra L u n a son casi universales), confirma su esperanza de siedades y presentimientos. La creencia religiosa consiste en la regu-
que hay u n d e s p u é s , que quizás no es peor que la vida presente y larización tradicional del lado positivo del conflicto mental y, por
que puede ser mejor. De este modo, el r i t u a l que precede a la muer- tanto, satisface una concreta necesidad individual nacida de conco-
t e confirma la p e r s p e c t i v a emocional que el moribundo llega a n a E mitancias psicológicas de la o r g a n i z a c i ó n social. Por o t r a parte, la
sitar en este s u p r e m o trance. Después de la muerte, los que han creencia religiosa y el r i t u a l , al hacer p ú b l i c o s los actos críticos
sufrido la p é r d i d a quedan en un caos d e emociones, que p o d r í a ha y los contratos sociales de la vida humana, regularizarlos s e g ú n la tra-
cerse peligroso para cada uno de ellos individualmente y p a r a la dición y someterlos a sanciones sobrenaturales, fortalece los víncu-
comunidad como conjunto, si no fuera por el ritual de las obliga» in los de la cohesión humana.
nes mortuorias. Los ritos religiosos del funeral y el entierro —todos La religión santifica en su ética la vida y la conducta humanas
los auxilios que se le proporcionan al alma que parte— son actos que y se convierte q u i z á s en la fuerza m á s poderosa de control social. Con
expresan el dogma de la continuidad d e s p u é s de la muerte y la < 1» sus dogmas proporciona al hombre enormes fuerzas cohesivas. Crece
m u n i ó n entre los muertos y los vivos. Todo sobreviviente que ha pa en cualquier cultura, porque el conocimiento que proporciona la pre-
sado por cierto n ú m e r o de ceremonias mortuorias He otros va siendo visión no consigue superar el sino; porque los lazos vitalicios de
de este modo preparado para su propia muerte. La creencia e n la c o o p e r a c i ó n y m u t u o i n t e r é s crean sentimientos, y los sentimientos se
i n m o r t a l i d a d , que h a vivido de forma r i t u a l y practicado en el caso rebelan contra la muerte y la disolución. La llamada cultural de la
de su padre o su madre, de sus hermanos y amigos, l e hace a p i . . |aj religión es muy derivada e indirecta pero, en ú l t i m o t é r m i n o , e s t á
con m á s firmeza la creencia en su propia vida futura. La crccni la en enraizada en la forma en que las necesidades primarias del hombre
la i n m o r t a l i d a d humana, por tanto, que es el fundamento del t lilto « se satisfacen en la cultura.
los antepasados, nace de la constitución de la sociedad h u m a n a Los juegos, los deportes, los pasatiempos a r t í s t i c o s arrancan al

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hombre de su excitación n o r m a l y alejan el esfuerzo y la dliclpHnS n< i u n apartamiento parcial de la vida familiar. Acaba con la cere
de la vida laboral, cumpliendo la función de r e c r e a c i ó n , de rest un.ni i di un. ¡ación a la v i r i l i d a d y muchas veces, en este momento,
en el hombre la plena capacidad para el trabajo rutinario. No o h i ni - - .un. n z a la f o r m a c i ó n de lazos m á s extensos de pertenencia al clan,
te, la función del arte y del juego es m á s complicada y m a s ampll i a lo-, n a d o s d e e d a d , a las sociedades secretas y a l a c i u d a d a n í a
como puede mostrar u n análisis de su papel dentro de la M i H n m ti ¡ b a l . I'oi tanto, la principal función del juego juvenil es educan\.
E l libre ejercicio sin trabas de la infancia no es u n juego ni un r u i n m i e n i i a s que el aspecto recreativo p r á c t i c a m e n t e no existe mientras
tenimiento: combina ambas cosas. Las necesidades biológicas del \n la medida en que los j ó v e n e s no tomen parte en el trabajo re
individuo exigen que el infante utilice sus miembros y pulmones, \ guiar de la comunidad.
este libre ejercicio proporciona su p r i m e r entrenamiento, a s i c o m o Los juegos y recreaciones de los adultos generalmente prese ni an
su verdadera a d a p t a c i ó n a lo que le rodea. A t r a v é s de la voz el In un desarrollo continuado con respecto a los de los n i ñ o s . En las
fante llama a sus padres o tutores y de este modo entra en relej lón comunidades civilizadas e igualmente en las primitivas no suele exil
con su sociedad y, a t r a v é s de ésta, con el mundo sin limitaciones N o i n una línea tajante de d e m a r c a c i ó n entre los juegos adultos y j u -
obstante, incluso estas actividades no se mantienen completamenii veniles, y con frecuencia los viejos y los j ó v e n e s se unen para las
libres y controladas ú n i c a m e n t e por la fisiología. Toda cultura detei diversiones; pero en el caso de los adultos la naturaleza recreativa de
mina la extensión que puede concederse a la libertad del m o v í tales p r o p ó s i t o s resulta prominente. En el cambio de intereses, en la
miento c u l t u r a l : desde el n i ñ o enfajado o atado que escasamemv t r a n s f o r m a c i ó n de lo n o r m a l y lo gris a lo raro y ocasional, la cultura
se puede mover hasta la completa libertad del infante desnudo. La convierte en buenas otras de las dificultades con que carga al hom-
cultura t a m b i é n determina los límites dentro de los cuales se le bre. E n las sociedades m á s primitivas las recreaciones suelen ser
permite al n i ñ o g r i t a r y l l o r a r y dicta la p r o n t i t u d de la respuesta m o n ó t o n a s y persistentes como el trabajo rutinario, pero siempre
paterna y la severidad de la r e p r e s i ó n habitual. E l grado en que está son distintas. Se gastan horas en completar y perfeccionar u n peque-
moldeado el p r i m e r comportamiento, la manera en que las palabras ñ o objeto, en las danzas o en el acabado a r t í s t i c o de u n tablero deco-
y los actos se entrecruzan en la expresión infantil, permiten a la rativo o figura. No obstante, la actividad es siempre suplementaria.
t r a d i c i ó n i n f l u i r en el organismo joven a t r a v é s de su medio amblen Un t i p o de esfuerzo manual y mental, que no se da en las ocupaciones
te humano. Las primeras fases del juego humano, que son también ordinarias, permite al hombre hacer u n trabajo duro y extraer nuevas
las del trabajo humano, tienen por tanto considerable importancia y fuentes de e n e r g í a nerviosa y muscular. La r e c r e a c i ó n , pues, no sirve
deben ser estudiadas, no sólo en los laboratorios del behaviorista o simplemente para llevar al hombre lejos de sus ocupaciones ordina-
en la consulta del psicoanalista, sino t a m b i é n en el campo etnográ- rias; contiene t a m b i é n u n elemento constructivo o creativo. E l dile-
fico, puesto que varía en cada cultura. tante de las culturas m á s elevadas produce muchas veces mejores
obras y dedica sus mejores e n e r g í a s a su hobby. E n las civilizaciones
Los juegos y el ejercicio de la siguiente etapa, cuando el n i ñ o p r i m i t i v a s , la vanguardia del progreso suele encontrarse entre los
aprende a hablar y a utilizar los brazos y las piernas, entroncan di trabajos ociosos y extras. Los avances en la habilidad, los descu-
rectamente con los primeros pasatiempos. La importancia del com- brimientos científicos, los nuevos motivos a r t í s t i c o s , pueden filtrarse
portamiento l ú d i c o infantil consiste en su relación con las influciu ¡as a t r a v é s de las actividades lúdicas de la r e c r e a c i ó n y de este modo
educativas que contiene, la c o o p e r a c i ó n con los d e m á s y con los otros reciben ese m í n i m o de resistencia tradicional que comportan las
n i ñ o s . M á s adelante el n i ñ o se hace independiente de sus padres o actividades que todavía no se toman en serio.
tutores, en la medida en que se une a otros n i ñ o s y juega con ellos
Con frecuencia los n i ñ o s constituyen su propia comunidad que tiene Los juegos de c a r á c t e r distinto, completamente no productivos
su propia organización rudimentaria, su liderazgo y sus intereses eco y no constructivos, tales como los juegos de turnos, los deportes com-
n ó m i c o s —una comunidad que a veces proporciona su propia al! petitivos y las danzas seculares, no poseen esta función creativa,
m e n t a c i ó n — y pasan en completa independencia días y noches fuera pero en su lugar d e s e m p e ñ a n u n papel en el establecimiento de l a
de la casa paterna. A veces, los muchachos y las muchachas juegan cohesión social. La a t m ó s f e r a de relajación, de libertad, a s í como
en grupos separados; o bien se unen en u n solo grupo, en cuyo caso la necesidad de grandes reuniones para tales juegos comunitarios,
el erotismo y el i n t e r é s sexual pueden entrar o no en el juego. Los lleva a la f o r m a c i ó n de nuevos lazos. Amistades e intrigas amorosas,
juegos suelen ser habitualmente una i m i t a c i ó n de les adulto* 0 mejor conocimiento de los parientes lejanos o de los miembros del
bien contienen algunas actividades paralelas. Rara vez son compli m i s m o clan, la competencia con otros y la solidaridad dentro de los
tamente distintos de las cosas en las que el n i ñ o se v e r á implit ado equipos que compiten, todo esto origina cualidades sociales que se
una vez pase la madurez. De este modo, en este p e r í o d o se aprende desarrollan gracias a los juegos p ú b l i c o s que constituyen u n rasgo
gran parte de la futura a d a p t a c i ó n a la vida. Se desarrolla el código c a r a c t e r í s t i c o de la vida t r i b a l primitiva, a s í como de la organización
moral, se forman los rasgos sobresalientes del c a r á c t e r y se Inician civilizada. E n las comunidades primitivas, durante los grandes juegos
las amistades o amores de la vida futura. Este p e r í o d o suele cont. ceremoniales y las celebraciones p ú b l i c a s se produce muchas veces

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i n n l e i i a l e s , se «• p.ullcce de su habilidad y siente u n a c o n m o c i ó n
iin.i completa recristalización sociológica. E l sistema de clanes pasa
ante las nuevas lormas que aparecen bajo sus manos. La c rea.
a p r i m e r plano. Se desarrollan nuevas lealtades no territoriales. En
de l o n n a s complejas v perfectas con materiales raros y especialmente
I r . comunidades civilizadas el tipo de pasatiempo nacional r o í a l o
d ó c i l e s o bien especialmente difíciles es una de las raíces se. nuda
ra eficazmente a la f o r m a c i ó n del c a r á c t e r nacional.
l i a s de- la satistaeción estética. Las formas creadas atraen a los iniem
El arte parece ser, de todas las actividades culturales, la m á s
I M O S de la comunidad, dan al artista una posición elevada y estable
exclusiva y a l mismo tiempo la m á s internacional, e i n c l u s o inte
cen el sello del valor e c o n ó m i c o de tales objetos. E l goce de la arte-
rracial. Indiscutiblemente la m ú s i c a es la m á s pura de todas las
s a n í a , la satisfacción estética del producto acabado y el reconocí
artes, la menos mezclada con materias técnicas o intelectuales e x t n n
miento social se mezclan y reaccionan entre sí. Dentro de cada
secas. Sea en el corroboree australiano, con su canto m o n ó t o n o aun-
arte u oficio se aporta u n nuevo incentivo para el trabajo bien hecho
que penetrante, o en una sinfonía de Beethoven o en la canción que
y una norma de valor. Algunos de los objetos que suelen ser conside-
a c o m p a ñ a a u n baile de pueblo o en una canción marinera melane-
rados como dinero o moneda corriente, pero que en realidad son sim-
sia, no se utilizan s í m b o l o s o convenciones intelectuales, a p e l á n d o s e
plemente signos de riqueza y expresiones del valor del material y de
ú n i c a m e n t e a la respuesta directa a la c o m b i n a c i ó n de sonidos y al
la habilidad, constituyen ejemplos de estas normas e s t é t i c a s , econó-
r i t m o . E n la danza, los efectos r í t m i c o s se consiguen mediante loi
micas y tecnológicas combinadas. Los discos de concha de Melanesia,
movimientos del cuerpo, m á s concretamente de los brazos y las pfter
hechos de u n material r a r o con especial habilidad, las esteras enro-
ñ a s , llevados a cabo en c o n j u n c i ó n con m ú s i c a vocal o instrumental.
lladas de Samoa, las mantas, platos de l a t ó n y tallas de la Columbia
Las artes decorativas consisten en la o r n a m e n t a c i ó n del cuerpo, en
B r i t á n i c a , son m u y importantes para comprender l a e c o n o m í a , la
los diversos colores y formas de las ropas, en la p i n t u r a y en el ta-
e s t é t i c a y la o r g a n i z a c i ó n social de los primitivos.
llado de objetos y en los dibujos o pinturas representativos. Las artel
p l á s t i c a s , la escultura y la arquitectura, la madera, la piedra o el La profunda asociación del arte con la religión es u n lugar c o m ú n
material compuesto se moldea s e g ú n determinados criterios estéticos. de las culturas civilizadas y t a m b i é n e s t á presente en las m á s sim-
La poesía, el uso del lenguaje, y las artes d r a m á t i c a s e s t á n q u i z á l ples. Las reproducciones p l á s t i c a s de los seres sobrenaturales — í d o l o s ,
menos uniformemente distribuidas en sus formas desarrolladas, pero tallas t o t é m i c a s o pinturas—, ceremonias como las asociadas con la
nunca e s t á n completamente ausentes. muerte, la iniciación o el sacrificio, funcionan para poner al hombre
m á s cerca de aquellas realidades sobrenaturales sobre las que se
Todas las manifestaciones a r t í s t i c a s operan fundamentalmente I
centran todas sus esperanzas, que le inspiran profundos recelos
t r a v é s de la acción directa de las impresiones sensibles. E l tono de
y, en resumen, conmueven y a c t ú a n sobre todo su ser emocional.
la voz humana o la v i b r aci ó n de cuerdas o membranas, los ruidos de
De acuerdo con esto, todas las ceremonias mortuorias e s t á n asociadas
naturaleza r í t m i c a , las palabras del lenguaje humano, el color, la
con el llanto ritualizado, con canciones, con la t r a n s f o r m a c i ó n del
línea, la forma, los movimientos corporales son, fisiológicamente ha-
c a d á v e r , con representaciones d r a m á t i c a s . En algunas religiones, sin-
blando, sensaciones e impresiones sensibles. Estas, a s í como sus COffl
gularmente en la de Egipto, la c o n c e n t r a c i ó n del arte alrededor de la
binaCiones, producen un atractivo emocional específico que constituye
m o m i a , la n e c r ó p o l i s y toda la r e p r e s e n t a c i ó n , del paso de este mun-
la materia prima del arte y que es la esencia del atractivo estético
do al o t r o , dramatizada y creativa, ha alcanzado u n extraordinario
En la escala m á s baja del goce estético se encuentran los efectos de
grado de complejidad. Las ceremonias de iniciación, desde las crudas
las impresiones sensibles q u í m i c a s , las de gusto y olor, que t a m b i é n
pero elaboradas celebraciones de las tribus del centro de Australia
dan lugar a un limitado atractivo e s t é t i c o . La llamada sensual diree i.t
hasta los misterios eleusinios y el ritual m a s ó n i c o , constituyen repre-
de los olores de la comida y los efectos fisiológicos de los n a r c ó t i c o s
sentaciones a r t í s t i c a s dramatizadas. E l drama clásico y el moderno,
demuestran que los seres humanos ansian s i s t e m á t i c a m e n t e una n i o
las obras sobre los misterios cristianos y el arte d r a m á t i c o de Oriente,
dilicación de sus experiencias corporales, que existe u n fuerte deseo
probablemente se originaron en algunos de estos rituales tempra-
de salir de la r u t i n a gris ordinaria de todos los días y pasar a un
namente dramatizados.
mundo distinto, transformado y subjetivamente orientado. Las res-
puestas a las impresiones sensibles y a sus compuestos, a las se. m u E n las grandes concentraciones tribales, la u n i ó n en la experien-
cia r í t m i c a s , a la a r m o n í a y a la melodía en la m úsic a, a la línea del cia e s t é t i c a de la danza comunal, los cantos y las exhibiciones de arte
decorativo o de objetos de valor a r t í s t i c a m e n t e arreglados, a veces
dibujo y a la c o m b i n a c i ó n de colores, tiene un fundamento orgát
incluso de comida acumulada, une al grupo con emociones fuertes
E l imperativo a r t í s t i c o es una necesidad básica; la principal funi lón
y unificadas. La j e r a r q u í a , el principio del rango y de la d i s t i n c i ó n
del arte consiste en satisfacer este deseo vehemente del organismo
social, suele manifestarse muchas veces en los privilegios de la orna-
humano por combinaciones de impresiones sensibles mezcladas.
m e n t a c i ó n exclusiva, de las canciones y danzas de propiedad privada
El arte se asocia con otras actividades culturales y desarrolla una y de la p o s i c i ó n a r i s t o c r á t i c a de las fraternidades d r a m á t i c a s como
serie d e funciones secundarias. Es un poderoso elemento para el desa- en el caso del areoi y el ulitao de la Polinesia.
r r o l l o d e los oficios y de los valores e c o n ó m i c o s . E l artesano ama sus
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E l arte y el conocimiento son fuertemente afines. E n el arto na- De este modo, la c u l t u r a transforma a los individuos en grupos
turalista y representativo siempre se corporiza una buena cantidad ni g.uu/atlos y pi o p o n ion.i a estos una continuidad casi infinita. Evi
de o b s e r v a c i ó n correcta y un incentivo de estudio de lo que no*, uní i d. n i . mente, el hombre no es un animal gregario, en el sentido de que
E l simbolismo del arte y el diagrama científico suelen estar entre M I S a« e iones concertadas se de-han a la dotación fisiológica c innata
c h á m e n t e conectados. E l impulso e s t é t i c o integra el conot Itnll ntO y •.(• Iiansportc en pautas comunes a toda la especie-. La organización
en niveles altos y bajos. Los proverbios, los anagramas y los cuentos, s tóelo el comportamiento concertado, los resultados de la continui-
sobre todo la n a r r a c i ó n h i s t ó r i c a , suele ser muchas veces en las c ul dad i radie ional, asumen formas distintas en cada cultura. La CUltUrl
turas primitivas, y t a m b i é n en sus formas desarrolladas, una man la in. >dihe a profundamente la d o t a c i ó n humana innata y, a l hacerlo, no
de arte y ciencia. solo aporta bendiciones, sino que t a m b i é n impone obligaciones y exl
E l significado o significación de u n motivo decorativo, de uní i i » , que someten m u c h í s i m a s libertades personales a l bien c o m ú n
m e l o d í a o de un objeto tallado no puede encontrarse, por tanto, El individuo tiene que someterse al orden y la ley; tiene que apretl
a i s l á n d o l o , s e p a r á n d o l o de su contexto. E n la moderna crítica de ai te der y obedecer a la t r a d i c i ó n ; tiene que mover la lengua y ajustar
se acostumbra a considerar una obra de arte como u n mensaje peí la laringe a una diversidad de sonidos y adaptar el sistema nervioso
sonal del artista creador a su audiencia, la m a n i f e s t a c i ó n de un esta a una diversidad de h á b i t o s . Trabaja y produce objetos que los otros
do emocional o intelectual traducido a t r a v é s de la obra de arte c o n s u m i r á n , mientras que, a su vez, siempre depende del trabajo aje-
desde un hombre a otro. Tal concepción sólo es útil si todo el contexto no. Por ú l t i m o , su capacidad de acumular experiencias y dejarlas que
c u l t u r a l y la t r a d i c i ó n a r t í s t i c a se dan por sentados. Sociológicameu prevean el futuro abre nuevas perspectivas y crea vacíos que se satis-
te siempre es incorrecta; y la obra de H . Taine y su escuela, que ha facen en los sistemas de conocimiento, de arte y de creencias m á g i c a s
puesto todo el énfasis en la relación entre la obra de arte y su ttülicn, y religiosas. Aunque una cultura nace fundamentalmente de la satis-
es u n correctivo muy importante de la estética subjetiva e Individua facción de las necesidades biológicas, su misma naturaleza hace del
lista. E l arte p r i m i t i v o es invariablemente de creación popular o fol hombre algo esencialmente distinto de u n simple organismo animal.
k l ó r i c a . E l artista se apodera de la t r a d i c i ó n de su t r i b u y, simple E l hombre no satisface ninguna de sus necesidades como un simple
mente, reproduce la talla, la canción, la obra del misterio t r i b a l . E l animal. E l hombre tiene sus deseos como criatura que hace utensilios
individuo que reproduce de esta forma una obra tradicional le a ñ a d e y utiliza utensilios, como miembros comulgante y razonante de u n
algo, la modifica en la r e p r o d u c c i ó n . Estas p e q u e ñ a s aportaciones grupo, como g u a r d i á n de la continuidad de una t r a d i c i ó n , como uni-
individuales, incorporadas y condensadas en la tradición gradualmen dad trabajadora dentro de un cuerpo cooperativo de individuos, como
te creciente, se integran y se convierten en parte de la masa de pro quien e s t á acosado p o r el pasado o enamorado de él, como a quien
los acontecimientos por venir le llenan de esperanzas y de ansiedades,
d u c c i ó n a r t í s t i c a . Las aportaciones individuales no sólo e s t á n detei
y finalmente como a quien la división del trabajo le ha proporcionado
minadas por la personalidad, la inspiración o el talento creador del
ocio y oportunidades de gozar del color, de la forma y de la m ú s i c a .
individuo contribuyente, sino t a m b i é n por las asociaciones m ú l t i p l e s
del arte con su contexto. E l hecho de que un ídolo tallado sea objeto
de creencias d o g m á t i c a s y religiosas y de ritual religioso determine
en gran medida su forma, t a m a ñ o y material. Como muchos o t r o i
artefactos o productos humanos, la obra de arte se vuelve parte de
una i n s t i t u c i ó n , y el conjunto de su desarrollo, así como sus futí
ciones, sólo pueden entenderse si se estudian dentro del contexto d<
la s i t u a c i ó n .
La cultura, pues, es esencialmente una realidad instrumental que
ha aparecido para satisfacer las necesidades del hombre que sobrepa
san la a d a p t a c i ó n al medio ambiente. La cultura capacita al hombre
con una a m p l i a c i ó n adicional de su aparato a n a t ó m i c o , con una cora
za protectora de defensas y seguridades, con movilidad y velocidad
a t r a v é s de los medios en que el equipo corporal directo le hublei l
defraudado por completo. La cultura, la creación acumulativa del
hombre, a m p l í a el campo de la eficacia individual y del poder de la
a c c i ó n ; y proporciona una profundidad de pensamiento y u n a a m
p l i t u d de visión con las que no puede s o ñ a r ninguna especie animal
La fuente de todo esto consiste en el c a r á c t e r acumulativo de lo
logros individuales y en el poder de participar en el trabajo c o m ú n

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