Hablando de la hidratación a nivel físico el agua cumple
importantes funciones en el cuerpo como la regular la
temperatura de nuestro cuerpo, eliminación de desechos metabólicos, lubricación de las articulaciones, transporte y absorción de nutrientes… entre otras. Es indispensable para relajación constante de las fibras musculares, además de que hidrata las mucosas en los pulmones y lubrica las articulaciones. También nos ayuda a combatir los calambres, la fatiga y, por supuesto, las posibles lesiones. A nivel mental y emocional si mantenemos una buena hidratación lograremos que el cerebro trabaje más rápido, agudiza tu memoria y mejora tu estado de ánimo teniendo un buen humor, reduciendo el nerviosismo, aumentando la paz interior y las sensaciones positivas de felicidad.
Beneficios de la hidratación en el deporte
Regulación de la temperatura Normalización de las reacciones metabólicas. Eliminación de impurezas y toxinas. Almacenamiento de glucógeno a nivel hepático y muscular Ayudar a combatir los calambres, la fatiga y posibles lesiones Síntomas de la deshidratación No hay que esperar para tener sed para beber. Hay otros síntomas como la boca seca o la fatiga que avisan de que no te estás hidratando lo suficiente. Decimos que hay una deshidratación cuando la cantidad de líquido que sale del cuerpo es mayor de la que ingresa
Problemas de la deshidratación
Episodios prolongados de deshidratación pueden
causar infecciones urinarias, cálculos renales e, incluso, insuficiencia renal. Convulsiones. Los electrolitos —como el potasio y el sodio— ayudan a llevar las señales eléctricas de una célula a la otra. Otros problemas son: Fatiga o debilidad. Irritabilidad. Mareos o vahídos. Náuseas y vómitos. Dolores de cabeza. Estreñimiento. Sequedad en la piel. En épocas de calor, estar muy acalorado.
Es importante tomar agua y bebidas claras, aunque no
sienta sed, con el objeto de reponer tanto las pérdidas de líquidos como para hacer más fluidas sus secreciones respiratorias. Cuando usted está deshidratado, sus secreciones respiratorias se vuelven más densas y es más difícil limpiar sus pulmones. Al no poder expulsar las secreciones de sus pulmones, puede presentarse una neumonía. Los signos de deshidratación son: aumento de la sed, fiebre, orina de color oscuro, reducción en el volumen de orina, boca seca, aumento en el ritmo cardíaco, cansancio y confusión.
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