Está en la página 1de 3

Presentación

Nombre del estudiante


Carmen Y. Santana patrocino
Matricula
21-EPSM-6-042
Sección
781
Materia
Modificación de la conducta I
Fecha de entrega
15/3/2023
Tema
Métodos para incrementar la conducta
Utilización del refuerzo positivo
El refuerzo positivo se basa en el elogio o la recompensa con relación a una conducta
determinada para aportar un estímulo placentero al niño. Es decir, este tipo de
educación emplea el “premio” con el fin de alabar una determinada conducta.
Ejemplo: una madre o padre felicitando a su hijo/a por tener la habitación ordenada es
un proceso de reforzamiento positivo, mediante el cual, el niño o niña asocia una
respuesta concreta con un estímulo agradable para él o ella.
Cuando hablamos de recompensa, esta no tiene por qué ser un objeto, puede ser una
simple sonrisa, un gesto afectuoso o un mensaje verbal positivo, entre otros.
Eso sí, hay que tener cuidado, porque el uso frecuente de la “recompensa” puede hacer
que el niño se centre demasiado en obtener el premio, pero no tanto en la importancia
de mejorar su conducta. Asimismo, siempre es preferible emplear un tipo de elogio no
material, mejor una expresión de cariño o una respuesta agradable.
Aquí algunos ejemplos para ver realmente cómo aplicar este tipo de refuerzo en la
práctica:
- “Si terminas los deberes iremos al parque”.
- “Hoy eliges tú la película”.
- “Te estás aplicando mucho con los estudios, ‘¡sigue así!”.
- “Has ordenado genial la habitación”.
Es esencial valorar el proceso más allá del resultado. Si el niño se ha implicado, le ha
puesto ganas y ha mostrado motivación por hacer bien las cosas es digno de destacar.
Utilizar el refuerzo positivo en la educación repercute también sobre la dimensión
psicológica en la infancia. Hay que destacar y valorar lo que los niños han hecho bien
fortalece su autoestima e incrementa su seguridad. De esta forma, los pequeños
construyen una imagen de sí mismos mucho más favorable, lo cual también les marcará
en su edad adulta.
Hay que destacar solo los fallos y juzgar al niño como forma de reforzamiento negativo
influirá en su seguridad y, además, hará que pierda el interés y que sea menos receptivo.
Por ello, el reforzamiento positivo potencia la receptividad y hace que los menores
asimilen mejor la dinámica de elogiarles por su buen comportamiento y que, además,
sigan evolucionando en esta línea a lo largo de su desarrollo.
Utilización de refuerzo intermitente
Skinner diseñó varios programas de reforzamiento, en el reforzamiento continuo la
recompensa aparece siempre que se da una respuesta. Por ejemplo, una rata presiona
una palanca y siempre que la presiona aparece comida. En el reforzamiento
intermitente, la rata presiona la palanca, pero a veces sale comida y a veces no.
Este patrón de refuerzo de la conducta ha sido calificado como altamente adictivo, pues
al desconocer la persona cuándo se administrará el refuerzo, ésta repetirá la conducta
hasta que sea reforzada de nuevo; ese refuerzo que ya se tuvo y que desaparece, pero hay
probabilidad de que aparezca si la persona sigue y sigue repitiendo la conducta. Es el
conocido “a veces si te doy, otras no”, o el “una de cal y otra de arena” que tanto
engancha al ser humano.
Este mismo mecanismo también tiene lugar en las relaciones, tanto de amistad como
amorosas. Lo peligroso es que las personas realizamos este tipo de reforzamiento con
otros sin darnos cuenta. Este reforzamiento puede construir, pero también destruir,
todos los ámbitos de nuestra vida.
Puede que te suene familiar el que tu pareja, amigo/a, etc., te elogie a veces sí y otras no,
te dé intensas dosis de atención y cariño seguidas de dosis de indiferencia o reproches
(independientemente de la conducta) … Estos son ejemplos de refuerzo intermitente.
Pero ¿y por qué enganchan tanto este tipo de relaciones? Porque de la misma manera
que sucede con las máquinas tragaperras, la persona seguirá buscando la atención, o
realizando ciertas acciones, para conseguir el ansiado refuerzo de la persona. Como no
sabe cuándo va a recibirlo, no puede parar hasta conseguir dicho refuerzo. Y de la
misma manera que la relación que experimentan los ludópatas con el juego, las
personas que reciben el refuerzo intermitente por parte de alguien se sentirán
enganchados y adictos a esa persona.
Reforzadores condicionados
Algunos estímulos se convierten en reforzadores para un organismo, debido a que el
organismo ha estado asociado con el reforzamiento, estos reciben el nombre de
reforzadores secundarios o condicionados.
Existen dos tipos de reforzadores condicionados:
- Reforzadores positivos. - está compuesto de aquellos estímulos cuya presentación
es reforzarte para un organismo.
- Reforzador negativo. - está compuesto de estímulos cuya desaparición es
reforzarte para el organismo.
Para creas un reforzador condicionado positivo o negativo es necesario que un estímulo
tenga propiedades discriminativas y llame la atención del organismo. Al principio
disponemos de un estímulo cuya presentación no tiene ningún efecto sobre su
probabilidad de ocurrencia, pero después que el organismo tenga una experiencia
necesaria con el estímulo se convertirá en un reforzador condicionado.
Los reforzadores incondicionados no dependen del aprendizaje para adquirir su
propiedad reforzante. Es decir que tu perro no tiene que asociarlos con otros eventos
para que funcionen como reforzadores. Puedes pensar en estos reforzadores como
"reforzadores naturales". La comida y el agua son dos ejemplos típicos de reforzadores
incondicionados.
En cambio, los reforzadores condicionados son eventos que se vuelven reforzantes por
medio del aprendizaje.
Los diferentes reforzadores condicionados que se usen exactamente de la misma manera
mostraran diferencias en cuanto a su efectividad reforzante. Es probable que un
reforzador mantenga una tasa de respuesta más elevada que otro.

También podría gustarte