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INTRODUCCIÓN:
Una de las patologías que con más facilidad se pueden descubrir durante un examen
periódico de salud a una persona es un aumento de la presión arterial por encima de los
valores normales, pues a pesar de ser un valor instantáneo, no se puede afirmar que el
paciente es hipertenso a raíz de una toma de tensión arterial aislada, ya que es necesario
derivar al paciente a su centro de salud para un estudio más minucioso del caso,
desprendiéndose de este estudio un diagnóstico y un tratamiento acordes con el estado de
salud del paciente.
La hipertensión arterial (HTA) es una de las enfermedades más frecuentes del mundo además
de ser el principal factor de riesgo para muertes por enfermedades cardiovasculares, esta
enfermedad aumenta repentinamente con la edad, a partir de los cincuenta años. Su estrecha
relación con las enfermedades cardiovasculares, primera causa de mortalidad en dichos
países, ha sido demostrada en múltiples estudios de observación, así como la disminución de
la morbimortalidad con un adecuado control, en estudios de intervención.
DEFINICIÓN:
La presión arterial se define como la presión ejercida por la sangre sobre las paredes de las
arterias, ya que esta depende del gasto cardiaco y este a su vez del volumen sanguíneo y de la
frecuencia cardiaca, así mismo de las resistencias sistémicas al paso de la sangre por el
sistema circulatorio.
Cualquier trastorno que dilate o contraiga los vasos sanguíneos, o afecte a su elasticidad, o
cualquier enfermedad cardiaca que interfiera con la función de bombeo del corazón, afecta a
la presión sanguínea.
En las personas sanas la tensión arterial varía desde 80/45 en lactantes, a unos 120/80 a los 30
años, y hasta 140/85 a los 40 o más, suele ser más elevada en los hombres que en las mujeres
y los niños; es menor durante el sueño y está influida por una gran variedad de factores como
son la ingesta excesiva de sal en la dieta, la obesidad, la ingesta de más de 80 ml de bebidas
alcohólicas al día, el hábito de fumar, el uso de gotas nasales vasoconstrictoras, otros
medicamentos con efecto adrenérgico como algunos anorexígenos, la cocaína, etc.
DIAGNÓSTICO
TIPOS DE HIPERTENSIÓN:
FACTORES DE RIESGO:
Entre los factores de riesgo modificables figuran las dietas malsanas (consumo excesivo de
sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y hortalizas),
la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el sobrepeso o la obesidad.
Por otro lado, existen factores de riesgo no modificables, como los antecedentes familiares de
hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como
diabetes o nefropatías.
SÍNTOMAS
La mayoría de personas hipertensas no tienen síntomas, aunque la tensión arterial muy alta
puede causar dolor de cabeza, visión borrosa, dolor en el pecho y otros síntomas.
Las personas que tienen la tensión arterial muy alta (de 180/120 o más) pueden presentar
estos síntomas:
Dolor intenso de cabeza
Dolor en el pecho
Mareos
Dificultad para respirar
Náuseas
Vómitos
Visión borrosa o cambios en la visión
Ansiedad
Confusión
Pitidos en los oídos
Hemorragia nasal
Cambios en el ritmo cardiaco
TRATAMIENTO:
Hay cambios de hábitos que ayudan a reducir la tensión arterial alta, entre ellos:
Tomar una dieta saludable y baja en sal
Perder peso
Practicar actividad física
Dejar de fumar.
PREVENCIÓN:
Hay cambios de hábitos que pueden ayudar a las personas con hipertensión a reducir su
tensión arterial, aunque en algunos casos es necesario tomar también medicamentos.
Estos cambios pueden prevenir y reducir la tensión arterial elevada:
Comer más frutas y hortalizas
Pasar menos tiempo sentado
Hacer actividad física, ya sea caminar, correr, nadar, bailar o actividades para ganar
fuerza, como levantar pesas
o Practicar cada semana al menos 150 minutos una actividad aeróbica de
intensidad moderada o 75 minutos de una actividad aeróbica intensa
o Hacer ejercicios para ganar fuerza dos días o más cada semana
Perder peso si se tiene obesidad o sobrepeso
Tomar los medicamentos que prescriba su profesional de la salud
Acudir a las visitas previstas con su profesional de la salud.
Conductas que se deben evitar:
Tomar demasiada sal (no se deben superar los 2 g al día)
Comer alimentos con muchas grasas trans o saturadas
Fumar o consumir tabaco de otra manera
Beber demasiado alcohol (como máximo, una copa las mujeres y dos los hombres)
No tomarse la medicación o tomar la de otra persona.
Al reducir la hipertensión prevenimos los infartos de miocardio, los accidentes
cerebrovasculares y otros problemas de salud.
Estos son algunos consejos para reducir el riesgo de hipertensión:
Reducir y gestionar el estrés
Medir periódicamente la tensión arterial
Tratar la tensión arterial elevada
Tratar otros trastornos que se puedan presenta