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 HERNIA  salida del peritoneo acompañado o no por vísceras a través de un orificio anatómico perforado.

 EVENTRACIÓN  salida de peritoneo acompañado o no de vísceras a través de una zona débil de la pared
abdominal como consecuencia de una herida quirúrgica.
 HERNIA REPRODUCIDA  herniación que aparece en un área débil de la pared abdominal en la que se ha reparado
una hernia preexistente. En la clasificación de hernias, entran en el grado más alto debido a que son más difíciles de
operar ya que el tejido es de mala calidad. Tienen un % de reproducción del 20-30%.
 EVISCERACIÓN  salida de las vísceras de la cavidad abdominal sin estar recubiertas de peritoneo u otras capas de
la pared abdominal. Puede ser por una solución de continuidad quirúrgica o traumática.
 HERNIA ATASCADA  salida del peritoneo acompañado de vísceras con imposibilidad de regresar a la cavidad
abdominal y sin compromiso vascular. Causa dolor. No se deben practicar maniobras de reducción  Toda hernia
atascada debe llevarse a pabellón para evitar que se convierta en una hernia estrangulada.
 HERNIA ESTRANGULADA  salida del peritoneo acompañado de vísceras con imposibilidad de regresar a la cavidad
abdominal y que tiene compromiso vascular. Cuando tiene una evolución >6 horas ocurre cambio de coloración
hacia rojo violáceo debido a necrosis, por lo tanto, hay que seccionar el segmento comprometido y hacer
anastomosis.
 HERNIA NO REDUCTIBLE  no dolorosa. No se puede devolver el contenido a la cavidad abdominal con maniobras
de taxia.
 HERNIA REDUCTIBLE  no dolorosa. Se puede reducir la hernia por medio de maniobras de taxia
 HERNIA INCOERCIBLE  después de haber reducido la hernia mediante maniobras de taxia, sin pujar, vuelve a salir
el contenido perdiendo “el derecho al domicilio”.
 HERNIA COERCIBLE después de haber reducido la hernia mediante maniobras de taxia, sin pujar, el contenido de
la hernia se mantiene en la cavidad abdominal.
 HERNIA CON PÉRDIDA AL DERECHO DE DOMICILIO  el contenido difícilmente puede volver a entrar en la cavidad
abdominal.
 HERNIA EN PANTALÓN  presencia de una hernia indirecta y una hernia directa ipsilateral

 IMPORTANTE no reducir hernia atascada antes de operar sin saber el contenido de dicha hernia. Si el contenido
de la hernia reducida era un asa intestinal que se encuentra necrosada o perforada se corre el riesgo de que el
paciente se presente posteriormente con clínica de un abdomen agudo quirúrgico perforado.
 ¿Cómo se puede conocer el contenido de una hernia reducida? Pensando que es un asa intestinal, a través del
orificio profundo, con una pinza de aro, se hace presión de un segmento del intestino y se esviscera para revisar el
contenido. Si hay contenido liquido purulento o verdoso y no se ve la lesión eviscerando el intestino hay que abrir al
paciente.
 Una hernia atascada puede ser reductible con maniobras de taxias.
 Las hernias, aunque no sean atascadas o estranguladas deben operarse inmediatamente. Si se espera, la reparación
es menos efectiva debido a que la aponeurosis se vuelve más laxa con el paso del tiempo.
 Complicaciones inherentes a la cirugía: Sangramiento, infección, dolor neurótico post operatorio, lesión del
conducto deferente, sección de arteria espermática o del plexo pampiriforme, hernia reproducida (complicación
tardía: 6 meses – 1 año)
 Complicaciones que no son inherentes a la cirugía: Atascamiento o estrangulación
 Hernias no reducibles que no son atascadas  No presenta dolor. Entre el continente y el contenido hay fibrosis
que impide reducir el contenido, es decir, las estructuras se pegaron al peritoneo parietal. No es una emergencia, es
una cirugía electiva.
 Clínica de una hernia:
o Tumoración blanda que aumenta con la tos, esfuerzos y bipedestación, y que disminuye en decúbito y
reposo.
o Dolor, que es mayor cuando se está formando la evaginación.
o Trastorno del tránsito intestinal: dificultad de expulsión de gases y heces. El grado va desde un simple
apretamiento hasta una obstrucción total del tránsito intestinal.
EXAMEN FÍSICO
Paciente en bipedestación para la inspección y palpación. Cuando el paciente tiene una hernia pequeña es mejor
explorarla en bipedestación porque la gravedad ayuda a localizarla. Durante la palpación hay que introducir el dedo a
través del orificio inguinal externo y pedirle al paciente que tosa o puje, con en el pulpejo de los dedos se siente el
choque del peritoneo. Esto no siempre indica la existencia de una hernia, ya que el peritoneo también se puede
abombar y sentirse con el pulpejo.

IMPORTANTE: hacer examen físico para distinguir el contenido de la hernia


 Asas intestinales  RsHs, contracciones a la palpación
 Epiplón  consistencia dura a la palpación.
 Hidroceles  está a tensión, no se palpa el contenido, transiluminacion (+). La operación de un hidrocele por vía
inguinal debilita la pared del conducto inguinal pudiendo generar una hernia reproducida
 La hernia se mide por el tamaño del anillo  5 > pequeño, 5-10 moderado, 10 < grande
 El saco herniario puede ser unilocular o multilocular (en cada saco hay contenido)
 OJO: prolapso de colostomía se puede estrangular y es una emergencia
 Para reparar una eventración no debe haber tensión entre los planos de sutura. La sutura a tensión puede cortar
los tejidos y el paciente puede hacer una evisceración

HERNIA DIRECTA VS HERNIA INDIRECTA


Para determinar si la hernia es directa o indirecta se introduce el dedo a través del
orificio inguinal externo y se explora el conducto inguinal. Si al aumentar la presión
intrabdominal y la protrusión choca con la punta del dedo, la hernia es indirecta (viene del
conducto inguinal profundo), mientras que, si choca con la superficie interna del dedo, la
hernia es directa (sale por la fosa media).

Maniobra de Landivar: Reducir la hernia y comprimir el orificio inguinal profundo que se


encuentra a 3cm por dentro de la espina iliaca anterosuperior y 2cm inferior. Se pide al
paciente aumentar la presión intrabdominal:
 si aparece o se palpa, la hernia es directa
 si no aparece o se palpa, la hernia es indirecta
 si no aparece o se palpa y al quitar el dedo del orificio inguinal aparece, la hernia es indirecta.

Tipos de hernia más frecuente:


 Inguinal
 Umbilical
 Crural (más frecuente en mujeres): se complica más debido a que el anillo crural mide 0.5-1cm

Hernia inguinal vs hernia crural: Trazar una línea que vaya desde la espina iliaca anterosuperior hasta la espina del pubis
ipsilateral.
 Toda hernia originada en el plano superior a dicha línea, es inguinal
 Toda hernia originada en el plano inferior a dicha línea, es crural
 Inguinoescrotal  hombre.
 Inguinolabial  mujer

ANOMALÍAS DE LA PARED ABDOMINAL  Pueden ser congénitas o adquiridas.

ANOMALÍAS CONGÉNITAS

Hernias umbilicales Las hernias umbilicales se pueden clasificar en tres grupos diferentes:
1. Onfalocele y gastrosquisis.
2. Hernia umbilical infantil.
3. Hernia umbilical adquirida.
 Onfalocele: defecto infundibular de la porción central del abdomen, a cuyo través protruyen las vísceras en la base
del cordón umbilical. Se debe a un fallo en la musculatura de la pared abdominal para fusionarse en la línea media
durante el desarrollo fetal. Los vasos umbilicales se extienden sobre las vísceras o se apartan a un lado. Cuando el
defecto es mayor, el hígado y el bazo se sitúan dentro del cordón junto con una parte importante del intestino. Estos
defectos no están cubiertos por la piel, solo por el peritoneo y, más superficialmente, por el amnios. La presencia de
un onfalocele se asocia en el 50-60% de los casos a otras anomalías congénitas concomitantes del esqueleto, el tubo
digestivo, el sistema nervioso, el aparato genitourinario y el sistema cardiovascular.
 Gastrosquisis: defecto de la pared abdominal que se caracteriza por una rotura de la membrana umbilical que
permite la herniación del intestino fuera de la cavidad abdominal. Este defecto ocurre casi siempre a la derecha del
cordón umbilical y el intestino no está cubierto ni por piel ni por amnios. Generalmente, el intestino no ha
experimentado una rotación y fijación mesentérica completa, por lo que el lactante corre el riesgo de sufrir un
vólvulo mesentérico, con la consiguiente isquemia y necrosis intestinales. Cerca de un 10% de los pacientes sufre
anomalías congénitas asociadas.
 Hernia umbilical del lactante: Las hernias umbilicales de los lactantes surgen unos días o semanas después de la
caída del muñón del cordón umbilical y se deben a una debilidad en la adherencia entre los restos cicatriciales del
cordón umbilical y el anillo umbilical. A diferencia del onfalocele, la hernia umbilical del lactante esta cubierta por
piel. Se reducen con facilidad y sobresalen cuando el pequeño llora. La mayoría de las hernias remite en los primeros
24 meses de vida y las complicaciones, como la estrangulación, son raras. La reparación quirúrgica está indicada
cuando la hernia persiste más allá de los 3 o 4 años.
 Hernia umbilical adquirida: aparece mucho después del cierre del anillo umbilical. La hernia ocurre casi siempre en
el borde superior del ombligo y se debe al debilitamiento del tejido cicatricial que normalmente cierra el anillo
umbilical. La causa puede residir en una distensión exagerada de la pared abdominal, como ocurre durante el
embarazo, un parto con muchas contracciones o una ascitis. A diferencia de las hernias umbilicales del lactante, las
hernias umbilicales adquiridas no remiten espontáneamente, sino que van aumentando poco a poco. El denso anillo
fibroso herniario, situado en el cuello de la hernia, explica por qué la estrangulación del intestino o del epiplón
herniados representa una complicación importante.
 Anomalias derivadas de la persistencia del conducto onfalomesenterico: El intestino medio se comunica
ampliamente con el saco vitelino durante el desarrollo fetal. A medida que los componentes de la pared abdominal
se aproximan entre sí, se estrecha el conducto onfalomesenterico hasta situarse dentro del cordón umbilical. Con el
tiempo, la comunicación entre el saco vitelino y el intestino se oblitera y el intestino reside libremente dentro de la
cavidad peritoneal. La persistencia de parte o de todo el conducto onfalomesenterico origina una serie de anomalías
relacionadas con el intestino y la pared abdominal.
o La persistencia del extremo intestinal del conducto onfalomesenterico determina una anomalía conocida como
divertículo de Meckel. Estos divertículos congénitos surgen en el borde antimesentérico del intestino delgado,
casi siempre en el íleon. A menudo se aplica a estas lesiones la Regla del dos, ya que afectan aproximadamente
al 2% de la población, se localizan a una distancia de 60 cm de la válvula ileocecal, suelen medir 5 cm y
contienen dos tipos de mucosa ectópica (gástrica y pancreática). Estas lesiones pueden complicarse por
inflamación, perforación, hemorragias u obstrucciones. La hemorragia digestiva se debe a la ulceración péptica
de la mucosa intestinal adyacente por la secreción de ácido clorhídrico a partir de células parietales ectópicas
situadas dentro del divertículo. La obstrucción intestinal que acompaña al divertículo de Meckel se explica, de
ordinario, por la invaginación o por un vólvulo alrededor de una comunicación fibrosa anómala entre el
divertículo y la cara posterior del ombligo.
 Anomalías por la persistencia del alantoides El alantoides es el componente más craneal de la cloaca ventral
embriológica. La porción intraabdominal del alantoides se denomina huraco y comunica la vejiga urinaria con el
ombligo, mientras que la porción extraabdominal esta contenida dentro del cordón umbilical. Al final de la
gestación, el uraco se convierte en un cordón fibroso que viaja entre la zona extraperitoneal de la vejiga urinaria y el
ombligo en forma del ligamento umbilical medio. La persistencia de parte o de todo el uraco puede motivar una
fistula vesicocutanea, con aparición de orina en el ombligo; un quiste extraperitoneal del uraco, que se manifiesta
como una masa hipogástrica; o un seno del uraco, con drenaje de una pequeña cantidad de moco. El tratamiento
consiste en la escisión del vestigio uracal y el cierre de la vejiga, si procede.
ANOMALIAS ADQUIRIDAS
 Diastasis de los rectos: adelgazamiento de la línea alba en el epigastrio y se manifiesta por una protrusión de la
pared anterior del abdomen en la línea media. La fascia transversal se encuentra intacta y, en consecuencia, no
existe hernia. No se reconocen los bordes fasciales y no hay riesgo de estrangulación intestinal. La diastasis de los
rectos llama particularmente la atención del paciente durante los esfuerzos abdominales o al levantar la cabeza de
la almohada.
 Hernias de la pared anterior del abdomen Las hernias epigástricas suceden en lugares por donde los vasos y nervios
perforan la línea alba para dirigirse al tejido subcutáneo. El tejido areolar extraperitoneal y, en ocasiones, el
peritoneo pueden herniarse hasta el tejido subcutáneo a través de estas aberturas. Si bien se trata de hernias, por lo
común, pequeñas, pueden causar dolor y molestias locales importantes, por la compresión directa que el saco
herniario y su contenido ejercen sobre los nervios que emergen por el mismo orificio fascial. Las hernias de Spigel
ocurren a través de la fascia, en la región de la línea semilunar, y se manifiestan por dolor y molestias locales y, rara
vez, por una masa palpable.

Las hernias de la pared abdominal solo ocurren cuando la aponeurosis y la fascia no están cubiertas por musculo
estriado. Estos lugares suelen ser las regiones inguinal, femoral y umbilical, la linea alba, la parte inferior de la linea
semilunar y las zonas de incisión previa. El “cuello” o puerta herniaria se sitúa en la capa musculoaponeurotica mas
interna, donde el saco herniario está revestido por peritoneo y sobresale del cuello. No hay ninguna relación firme entre
el área del defecto herniario y el tamaño del saco.

La estrangulación se da mas en las grandes hernias, con puertas pequeñas. En estos casos, el cuello pequeño de
la hernia obstruye el flujo sanguíneo arterial, el drenaje venoso o ambos del contenido herniario. La hernia externa
protruye a través de todas las capas de la pared abdominal, mientras que la interna consiste en la protrusión del
intestino a través de un defecto de la cavidad peritoneal. La hernia interparietal sucede cuando el saco hemiario está
contenido dentro de la capa musculoaponeurotica de la pared abdominal. En términos generales, la mayoría de las
hernias de la pared abdominal pueden clasificarse como hernias inguinales o ventrales.

HERNIAS INGUINALES
Las hernias inguinales se clasifican como directas o indirectas. El saco de la hernia inguinal indirecta atraviesa
oblicuamente el anillo inguinal interno en dirección al anillo inguinal externo y acaba en el escroto. En cambio, el saco
de la hernia inguinal directa sobresale hacia fuera y hacia delante y se situa medial al anillo inguinal interno y de los
vasos epigastricos inferiores. Ya que las hernias indirectas se agrandan, a veces cuesta distinguir una hernia inguinal
indirecta de otra directa.

 Se calcula que el 5% de la población sufrirá una hernia de la pared abdominal, pero es posible que la prevalencia
sea aun mayor.
 Cerca del 75% de todas las hernias se dan en la región inguinal. Dos tercios de ellas son hernias inguinales
indirectas, y el resto, directas.
 Las hernias femorales constituyen solo el 3% de todas las hernias inguinales.
 La posibilidad de sufrir una hernia inguinal aumenta 25 veces mas en el sexo masculino.
 Las hernias indirectas masculinas predominan sobre las directas con una relación de 2:1.
 Las hernias directas son muy poco frecuentes en el sexo femenino.
 Se observa un predominio femenino en las hernias femorales y umbilicales, que se aproxima a 10:1 y 2:1,
respectivamente.
 Aunque las hernias femorales sean mas frecuentes entre las mujeres, las hernias inguinales siguen siendo las
más comunes de este sexo.
 Las hernias femorales no son muy frecuentes entre los hombres.
 El 10% de las mujeres y el 50% de los hombres con una hernia femoral sufren o sufriran una hernia inguinal.
Diagnostico
El abultamiento de la región inguinal representa el dato diagnostico principal en la mayoría de las hernias de
esta zona. Puede asociarse con un dolor o una molestia vaga de carácter local, si bien las hernias inguinales no suelen
causar mucho dolor salvo que se incarceren o estrangulen. Si no existe ninguna manifestación física, hay que sospechar
otras causas del dolor. Algunos pacientes experimentan parestesias debidas a la compresión o irritación de los nervios
inguinales por la hernia. En la región inguinal pueden aparecer masas diferentes a las hernias. La exploración física
permite, en muchos casos, diferenciar entre una hernia inguinal y estas masas. Hay que explorar la región inguinal
colocando al paciente en decúbito supino y bipedestacion. El examinador procederá a una inspección visual y palpación
de la región inguinal, observando asimetrías, abultamientos o masas. Para facilitar la identificación de la hernia se puede
pedir al paciente que tosa o efectué una maniobra de Valsalva. El examinador debe introducir la yema de un dedo en el
conducto inguinal y repetir la exploración. Por último, se colocará la yema de un dedo en el conducto inguinal,
invaginando el escroto para detectar una pequeña hernia. Toda protrusión que se desplace de la cara lateral a la medial
en el conducto inguinal sugiere una hernia indirecta. Si el abultamiento progresa de la parte profunda a la superficial, a
través del suelo inguinal, se sospechará una hernia directa.

Cualquier abultamiento inguinal, descrito por el paciente, que no se pueda reconocer en la exploración supone
un dilema. Si se pide al paciente que se ponga de pie y camine durante un tiempo, a veces se pueden ver o palpar masas
herniarias no diagnosticadas. La ecografia también ayuda al diagnóstico. Posee una gran sensibilidad y especificidad en
la detección de las hernias directas, indirectas y femorales ocultas. La tomografia computarizada (TC) del abdomen y la
pelvis puede facilitar el diagnostico de las hernias más oscuras e inusitadas, así como de masas inguinales atipicas. En
ocasiones, la laparoscopia puede tener una utilidad diagnostica y terapéutica en los casos especialmente difíciles.

HERNIAS FEMORALES
La hernia femoral tiene lugar a través del conducto femoral, delimitado por arriba por la cintilla iliopubica, por
abajo por el ligamento de Cooper, por el lado externo por la vena femoral y por el interno por la confluencia entre la
cintilla iliopubica y el ligamento de Cooper. La hernia femoral produce una masa o abultamiento bajo el ligamento
inguinal. Algunas hernias femorales se manifiestan a través del conducto inguinal. En este caso, el saco de la hernia
femoral sale por debajo del ligamento inguinal, a través del conducto femoral, pero asciende en sentido cefálico.
Aproximadamente el 50% de los hombres con hernia femoral presentan hernia inguinal directa, mientras que esta
relación se produce solo en el 2% de las mujeres. La incidencia de la estrangulación es elevada en las hernias femorales.
HERNIAS VENTRALES
Una hernia ventral se define como una protrusión a través de la aponeurosis de la pared abdominal anterior.
Estos defectos pueden clasificarse como espontáneos o adquiridos, o también por su localización en la pared abdominal.
Las hernias epigastricas van desde la apofisis xifoides hasta el ombligo, las hernias umbilicales se forman en el ombligo y
las hernias hipogastricas son hernias espontaneas y poco frecuentes que aparecen en la línea media por debajo del
ombligo. Las hernias adquiridas aparecen generalmente tras una incisión quirúrgica y, debido a ello, reciben el nombre
de hernias incisionales. Aunque la diastasis de los músculos rectos abdominales no es verdaderamente una hernia,
puede dar lugar a la formación de una prominencia en la línea media. En este caso, la linea alba se distiende y se
produce una protrusión en los limites mediales de los rectos abdominales. La diastasis de la pared abdominal puede
aparecer también en otras zonas además de la linea media. No se observa anillo aponeurotico ni saco herniario y, a
menos que produzca muchos síntomas, está contraindicada la corrección quirúrgica.
 Las hernias incisionales representan el 15-20% de todas las hernias de la pared abdominal; las hernias
umbilicales y epigastricas constituyen el 10% de las hernias.
 Las hernias incisionales son dos veces mas frecuentes en las mujeres que en los hombres.
 Los factores de los pacientes relacionados con la formación de las hernias ventrales son la obesidad, la edad
avanzada, el sexo masculino, la apnea del sueño, el enfisema y el prostatismo.
 Se ha postulado que los mismos factores asociados con la destrucción del colágeno pulmonar dificultarían la
cicatrizacion de las heridas y favorecerian la formación de hernias.
 También se ha relacionado la formación de hernias con la infección de las heridas.

Clasificación
Hernias umbilicales
El ombligo está formado por el anillo umbilical de la linea alba y es un lugar frecuente de herniación. Dentro del
abdomen, el ligamento redondo y las venas paraumbilicales se unen en el ombligo por la parte superior y el ligamento
umbilical medio (uraco obliterado) lo alcanza desde la cara inferior. Las hernias umbilicales de los lactantes son
congenitas y muy corrientes. Se cierran espontaneamente en la inmensa mayoría de los casos antes de los 2 años de
vida. Si persisten mas allá de los 5 años, suelen repararse en el quirófano, aunque las complicaciones de estas hernias
infantiles son muy raras. Se observa una gran predisposición a estas hernias entre las personas de ascendencia africana.
La incidencia entre los afroamericanos estadounidenses es ocho veces mayor que entre los lactantes blancos. Las
hernias umbilicales de los adultos son, fundamentalmente, adquiridas y se dan más en el sexo femenino y entre los
pacientes cuyo estado motiva un aumento de la presion intraabdominal como las mujeres embarazadas y los sujetos con
obesidad, ascitis o distensión abdominal crónica. La estrangulación ocurre rara vez, pero, en los estados de ascitis
crónica, pueden observarse estrangulación y rotura de la hernia. Las hernias umbilicales asintomáticas de pequeño
tamaño, que apenas se reconocen en la exploracion, no precisan reparación. Hay que reparar las hernias de los adultos
con síntomas, sacos voluminosos, incarceracion, adelgazamiento de la piel suprayacente o ascitis incontrolable. La
rotura espontanea de las hernias umbilicales de los pacientes con ascitis puede ocasionar peritonitis y muerte.

Hernias epigastricas
Aproximadamente el 3-5% de la poblacion tiene hernias epigastricas. Las hernias epigastricas son dos a tres
veces mas frecuentes entre los hombres; se localizan entre la apofisis xifoides y el ombligo y suelen situarse en los 5 a 6
cm superiores al ombligo. Como las hernias umbilicales, las epigastricas se dan mas entre las personas con una
decusacion aponeurótica simple. Se trata de defectos pequenos que suelen causar un dolor desproporcionado a su
tamano debido a la incarceracion de la grasa preperitoneal. Hasta un 20% de los pacientes presenta varias hernias y
aproximadamente el 80% se localizan justo al lado de la linea media. La reparacion consiste habitualmente en la escision
del tejido preperitoneal incarcerado y el cierre simple del defecto aponeurotico, como en las hernias umbilicales.

Hernias incisionales
De todas las hernias conocidas, las hernias incisionales (llamadas, a veces, eventraciones) pueden resultar las
mas frustrantes y dificiles de combatir. Las hernias incisionales obedecen a una tension excesiva y cicatrización
inadecuada de una incision previa, a menudo asociada con infecciones del sitio quirurgico. Estas hernias aumentan de
tamano con el tiempo y producen dolor, obstruccion intestinal, incarceracion y estrangulacion. La obesidad, el
envejecimiento, la malnutricion, la ascitis, el embarazo y los estados que aumentan la presion intraabdominal
constituyen factores predisponentes de la eventracion. La obesidad puede ocasionar una eventracion, debido a la mayor
tension que impone a la pared abdominal el exceso del paniculo adiposo denso y la enorme masa epiploica. Otros
factores de riesgo para la eventracion son la enfermedad pulmonar cronica y la diabetes mellitus. Los medicamentos,
como los corticoesteroides y los antineoplasicos, y las infecciones del sitio quirúrgico pueden propiciar una mala
cicatrizacion de la herida y aumentar el riesgo de eventracion.

Las grandes eventracioncs pueden acabar con el ≪derecho al domicilio≫ abdominal, es decir, el contenido
abdominal deja de alojarse en la cavidad abdominal. Estos grandes defectos de la pared abdominal se observan tambien
cuando no se logra cerrar el abdomen, sobre todo por un edema intestinal, compresas abdominales, peritonitis y
laparotomias repetidas. Con la perdida del ≪derecho al domicilio≫, se altera la rigidez natural de la pared abdominal y
se produce una retraccion frecuente de la musculatura del abdomen. Puede ocurrir una disfuncion respiratoria, pues
estos grandes defectos ventrales determinan movimientos respiratorios paradojicos del abdomen. Ademas, la perdida
del ≪derecho al domicilio≫ abdominal da lugar a edema intestinal, congestion del sistema venoso esplacnico, retencion
de orina y estrenimiento. La devolución de las visceras desplazadas a la cavidad abdominal durante la reparacion
aumenta, en ocasiones, la presión abdominal y genera un sindrome abdominal compartimental, asi como una
insuficiencia respiratoria aguda.

DIAGNÓSTICO.
Para el diagnóstico es necesario una detallada historia clínica, donde se detallen si existen antecedentes
herniarios, la antigüedad de esa hernia, el tiempo de evolución desde que comenzó con el dolor, las molestias o la
tumoración hasta que acude a la consulta, la sintomatología acompañante, etc... Es importante interrogar a paciente
sobre la presencia de vómitos, cuantía y aspecto de los mismo, hábito intestinal, presencia de fiebre, etc... Después de la
historia clínica pasaremos a una inspección detallada del abdomen, observando la existencia de tumoraciones, la
movilidad del abdomen con las incursiones respiratorias, coloración de la piel a nivel de la hernia, ya que en ocasiones
aparece edematosa.

En la exploración observaremos el grado de dolor, así como mediante una suave presión comprobaremos si se
puede reducir o no. Es muy importante saber que siempre que se explore el abdomen es necesario explorar los orificio
herniarios, sea cual sea el motivo de consulta del paciente.

Es muy importante explorar al paciente de pie y en decúbito supino. Lo más importante es descartar un
compromiso vascular de la hernia. En los casos de estrangulamiento la piel aparece dura y dolorosa, con sensación de
empastamiento, pudiendo aparecer equimosis, flemón o incluso fistulación en fases avanzadas. La hernia estrangulada
se suele acompañar de una importante manifestación sistémica, con vómitos, en parte por el componente vagal y en
parte por la oclusión, dolor abdominal que se suele acompañar de distensión, importante afectación de estado general
pudiendo llegar al shock. Es muy importante el diagnóstico precoz ya que a partir de las doce horas, el pronóstico de la
hernia estrangulada empeora de forma muy importante.

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