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MÓDULO 1

DESARROLLO PSICOSOCIAL EN NIÑOS Y NIÑAS


APRENDIENDO A CUIDAR LA SALUD BUCAL II
MÓDULO 1

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN
2. POLÍTICA NACIONAL DE SALUD BUCAL
2.1 FOCALIZACIÓN DE LA POLÍTICA DE SALUD BUCAL
2.2 LA SALUD BUCAL DE LOS NIÑOS Y NIÑAS
2.3 NECESIDAD DE CAMBIO DE PARADIGMA
3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
4. ESTRATEGIAS DE SALUD BUCAL
4.1 FLUORURACIÓN DEL AGUA POTABLE
4.2 PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN EN PREESCOLARES
4.3 CONTROL DEL NIÑO SANO
4.4 CONTROL ODONTOLÓGICO DEL NIÑO SANO, CONS
4.5 SALUD ORAL INTEGRAL PARA NIÑOS Y NIÑAS DE SEIS AÑOS
4.6 SUBPROGRAMA DE SALUD ORAL DE LOS 12 AÑOS
4.7 RÉGIMEN DE GARANTÍAS EXPLÍCITAS EN SALUD BUCAL,
GES
4.8 ATENCIÓN ODONTOLÓGICA PARA EMBARAZADAS
5. LA RELACIÓN CON EL NIÑO
5.1 CONDUCTA ESPERABLE DE LOS NIÑOS Y NIÑAS SEGÚN SU
EDAD
6. DESARROLLO HUMANO
6.1 DESARROLLO INFANTIL
6.2 PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO
6.3 PRINCIPIOS DEL DESARROLLO
6.4 FACTORES DEL DESARROLLO
6.5 DESARROLLO DE NIÑOS Y NIÑAS DESDE UNO HASTA SEIS
AÑOS
7. BIBLIOGRAFÍA

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1. INTRODUCCIÓN
¡Bienvenidos al curso: Salud Bucal de Preescolares: Un Nuevo Paradigma!

Junto con desearles un útil y grato aprendizaje, queremos entregarles algunas


orientaciones sobre los contenidos que encontrarán en este primer módulo.
Comenzaremos analizando la Política Nacional de Salud Bucal, junto a sus
fundamentos y antecedentes, con el fin de concentrarnos en los grupos en que
ésta se ha focalizado, que básicamente son los niños y niñas y adolescentes
menores de 20 años, ya que es en ellos donde mayor efectividad tiene la
prevención y promoción en Salud Bucal

Nunca será reiterativo insistir en que la educación en esta área, con énfasis en el
autocuidado y la adquisición de hábitos positivos, posee un impacto decisivo en
la edad adulta, tanto en el estado de salud general como en la autoestima e
incluso en las posibilidades de encontrar un empleo. Esto representa una gran
oportunidad para los equipos de salud pediátricos y los odontólogos, quienes
pueden contribuir en forma importante al aumento de la calidad de vida de sus
pequeños pacientes.

Para relacionarse con los niños y niñas, además de los conocimientos de


odontología pediátrica, es necesario tener en cuenta las etapas de desarrollo que
el individuo atraviesa en cada edad. Esto permite saber qué conducta
manifestarán los pequeños de acuerdo al periodo cronológico que viven y cómo
será su reacción durante las primeras visitas al dentista, por supuesto con las
particularidades que puedan existir en cada caso.

La adecuada relación entre el odontólogo y el pequeño paciente es fundamental


para el éxito de las actividades de prevención y tratamiento, e incluso
determinante en la adquisición de los hábitos que aseguran el logro de la Salud
Bucal.

Los invitamos a interiorizarse en las diferentes etapas del desarrollo humano, las
que hemos resumido en este texto, e integrar estos conocimientos en su labor
profesional, comprendiendo el enorme potencial de la educación en Salud Bucal
y los importantes beneficios que puede traer para miles de niños y niñas de
nuestro país.

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2. POLÍTICA NACIONAL DE SALUD BUCAL
Buscando mejorar la calidad, oportunidad y equidad de la atención de salud, a la
vez que responder adecuadamente a los cambios epidemiológicos y
demográficos experimentados en las últimas décadas por el país, el Ministerio de
Salud se ha planteado importantes objetivos sanitarios para el periodo 2000-
2010. Los principales desafíos son mejorar los logros ya alcanzados, enfrentar
las nuevas condiciones derivadas del envejecimiento de la población y de los
cambios de la sociedad, disminuir las inequidades y prestar servicios acordes a
las expectativas de los usuarios. Dentro de este contexto, la promoción y
prevención de la Salud Bucal es un tema relevante, ya que ésta constituye un
aspecto fundamental en el bienestar general de las personas y tiene un gran
impacto en la calidad de vida, por lo cual es un componente prioritario de la
Política de Salud Nacional.

La salud se define, en términos conceptuales, como el completo estado de


bienestar físico, mental y social, y no sólo la ausencia de enfermedad o dolencia
(Organización Mundial de la Salud, 1948). El tener salud, entonces, se convierte
más que en un fin, en un recurso para poder realizar otros objetivos en la vida,
que permite a las personas llevar una existencia individual, social y
económicamente activa. La salud, además, posee prerrequisitos o
condicionantes relacionados con factores sociales, económicos y culturales,
entorno físico y estilos de vida. Ésta es una definición amplia y ambiciosa, donde
se encuentran involucrados los condicionantes de la salud, que pueden
favorecerla o ponerla en riesgo. Cabe suponer, entonces, que un individuo con
algún problema de Salud Bucal no puede considerarse sano. Una Salud Bucal
deteriorada puede afectar a otros sistemas y funciones del organismo, y también
puede convertirse en un punto de contagio, a través de fluidos contaminados,
como sangre y saliva.

Al analizar la situación epidemiológica de las patologías bucales en Chile,


se observa una alta prevalencia y severidad y un inicio muy precoz, que
compromete a todos los grupos etáreos. Sus mayores manifestaciones y
consecuencias se presentan frecuentemente en las edades adultas, en
personas que no han tenido los beneficios de una sostenida política
preventiva y promocional que las protegiera desde la infancia.

Las patologías bucales de mayor frecuencia son: caries dental, enfermedades


gingivales y periodontales y anomalías dento-maxilares, encontrándose, como
consecuencias finales de las dos primeras, el desdentamiento parcial y total de
los individuos.

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Esta situación se puede encontrar en la mayoría de las poblaciones mundiales.
Sin embargo, en nuestro país se observan además grandes inequidades en la
distribución poblacional de las enfermedades, marcadas por los determinantes
sociales de la salud, es decir, las condiciones sociales, económicas, de género,
etnia, etc., en que las personas viven y trabajan, que impactan sobre la salud.
Desde hace cerca de dos décadas, el concepto de determinantes sociales ha ido
adquiriendo creciente importancia, ante la constatación de que el riesgo de
enfermar no sólo se debe a factores individuales, sino también a estructuras y
patrones sociales que impactan tanto en las oportunidades de salud de las
personas como en la eficiencia de los programas realizados en esta área.

En el caso de la Salud Bucal, la existencia de patologías influye en la vida de las


personas, dificultando sus funciones básicas de alimentación y de comunicación,
vulnerando su autoestima, avergonzando su sonrisa, dificultando sus relaciones
sociales y laborales, limitando su desempeño público y las posibilidades de éxito
personal en el desarrollo de todas sus potencialidades. Es así como según la
Encuesta Nacional de Calidad de Vida del año 2006, un 37% de la población
chilena mayor de 15 años declara que su Salud Bucal afecta su calidad de vida
siempre o casi siempre.

Cuando estas patologías afectan a los niños y niñas pequeños obstaculizan su


desarrollo, impidiéndoles alimentarse adecuadamente, dormir bien y aprender.
Incluso existen casos de violencia infantil frente a un menor que llora de dolor e
incomoda al resto de la familia.

Según datos de la Encuesta ya mencionada, junto a otros estudios realizados en


2009, en la población adulta hay una prevalencia de historia de caries de un
100% en individuos de nivel socioeconómico bajo y medio bajo en la provincia de
Santiago. El porcentaje de desdentados totales en mayores de 16 años es de
aproximadamente un 5,5%, alcanzando en grupos de mayor edad (65 a 74 años)
el 13,25%. Éstos pueden presentar una amplia gama de posibilidades, que van
desde pérdidas iniciales de mineral a nivel ultraestructural, hasta la destrucción
total de los tejidos duros del diente. Para ello cabe recordar que la caries dental
es una enfermedad multifactorial en la que existe interacción de tres factores
principales: el huésped, la microflora, y el sustrato (por ejemplo, los hábitos de
alimentación). Además de estos tres factores, deberá tenerse en cuenta uno
más, el tiempo, el cual debe considerarse como factor importante.

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Perfil Epidemiológico según edad. Gingivitis

En la mayoría de las patologías se encuentran diferencias por subgrupos,


resultando favorecido el nivel socioeconómico alto y la condición urbana sobre la
rural. De hecho, la proporción de escolares de seis años de edad que se
encuentran libres de caries es mayor en aquellos con un nivel socioeconómico
alto (59,7%), que en el medio y el bajo, siendo la diferencia menos pronunciada
entre estos dos últimos. Por otra parte, los grupos urbanos presentan un
porcentaje de 32,3% libre de caries, en comparación con un 15,3% de aquellos
cuya condición es rural.

Lo mismo ocurre en el caso de la enfermedad periodontal, como indica un


estudio realizado el 2000 en una amplia muestra de adolescentes chilenos,
donde se observó una relación directa entre la posición socioeconómica de los
sujetos y la aparición de las enfermedades periodontales. Esta observación
permite afirmar que las desigualdades sociales en la salud periodontal son
perceptibles a lo largo de todo el espectro socioeconómico.

A nivel de daño por desdentamiento se desprende, según los datos recolectados


en la Encuesta Nacional de Salud 2003, que esta condición es más frecuente en
sujetos de nivel socioeconómico bajo (14,7%) que en los de nivel alto (1,5%).
Esta diferencia es mayor cuando se compara por nivel educacional,
presentándose una prevalencia de desdentados totales de 19% en el grupo con
nivel educacional bajo, versus un 0% en aquellos con nivel educacional alto.

Estas cifras son concordantes con diversos estudios internacionales que han
mostrado diferencias en las patologías bucales según nivel socioeconómico y
educacional, en desmedro de los grupos más pobres, quienes también tienen
mayores porcentajes de desempleo. Incluso, se han desarrollado algunas
investigaciones que estudian la posible asociación entre el tratamiento

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odontológico y la obtención de un empleo. Si bien no son muchas las
investigaciones reportadas, aquellas con que se cuenta muestran que los
individuos que terminan un tratamiento odontológico tienen más posibilidades de
tener un resultado favorable o a lo menos neutro en su búsqueda de empleo, en
comparación con aquellos que no comienzan el tratamiento. De esta misma
manera, en un estudio realizado en nuestro país por el Ministerio de Salud en
2008, los entrevistados muestran una clara preocupación por la “sonrisa” en la
búsqueda de trabajo, afirmando que “si tú no llegas con una buena sonrisa, como
se dice, estás descartado”.

Distribución de individuos de 6 años de edad libres de caries según


condición urbano-rural, en Chile, año 2007

2.1 FOCALIZACIÓN DE LA POLÍTICA DE SALUD BUCAL

Considerando todos los factores analizados, se comprende que en las últimas


décadas, ante el gran daño bucal acumulado, la población enferma perciba y
valore en mayor medida la posibilidad de recuperar su Salud Bucal, lo que ha
llevado al continuo aumento de la demanda de atención recuperativa y
rehabilitadora en los diferentes establecimientos del sistema público de salud.
Para enfrentar esta problemática se ha venido realizando desde hace cerca de
15 años un incremento progresivo y sostenido de los recursos odontológicos en
el sector público, especialmente en la Atención Primaria de Salud (APS).

El Plan Nacional de Salud Buco Dental reconoce que el abordaje de la situación


de Salud Bucal de la población requiere aplicar enfoques de Salud Pública,
basados en diagnósticos epidemiológicos, priorizados sobre grupos de riesgo,

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con medidas costo- efectivas y de alto impacto, reforzando el trabajo
multidisciplinario e intersectorial

Esto ha hecho necesario orientar los programas de Salud Bucal


mayoritariamente a los grupos de alto riesgo y vulnerables a las estrategias
promocionales y preventivas, ya que, como es evidente, los recursos
odontológicos con que se cuenta son insuficientes para responder a todas las
necesidades de Salud Bucal de la población. Ello se ha traducido en la
priorización de los grupos infantil y adolescente, hasta los 20 años – ante la
posibilidad de impactar en los hábitos de alimentación e higiene, especialmente
en las edades más tempranas - y las embarazadas, ya que el daño que ellas
presentan es transmitido a sus bebés, incluso antes que erupcionen los primeros
dientes de éstos. La concentración en dichos grupos de los mayores esfuerzos
promocionales y preventivos, se sustenta en la evidencia científica de que
intervenciones eficientes y oportunas permiten mejorar los indicadores de
Salud Bucal de estos grupos específicos, como de hecho se ha logrado
evidenciar en estudios nacionales realizados por el MINSAL entre los años 1996-
1999 y 2006 y 2007.

Si bien aún se está distante de alcanzar mejores indicadores de Salud Bucal a


nivel de la población general, el trabajo realizado se ha traducido en algunos
hechos destacados. Entre éstos se cuentan coberturas de fluoruración del agua
potable de un 84,5% de la población urbana donde es factible aplicar esta
medida, lo cual ha permitido desarrollar una política de prevención poblacional de
caries, como se verá más adelante en este módulo. Actualmente, además de la
atención focalizada en los grupos prioritarios, también se cuenta con programas
como la Atención de Urgencia Odontológica Ambulatoria, la Salud Oral Integral
para Adultos de 60 años, que implica tratamiento odontológico integral
garantizado a hombres y mujeres de esa edad; el Programa de Atención
Odontológica Integral para Hombres y Mujeres de Escasos Recursos; y una
mayor resolutividad a tratamientos odontológicos realizados en la Atención
Primaria de Salud (APS).

2.2 LA SALUD BUCAL DE LOS NIÑOS Y NIÑAS

De acuerdo a estudios efectuados en la Región Metropolitana por el Ministerio de


Salud en 2007, ya a los dos años el 17% de los niños y niñas presenta caries
dental, daño que se incrementa al 48,9% a los cuatro años y al 70% a los seis. A
su vez, la prevalencia de gingivitis fue de 2,6 % a los dos años de edad, y de
6,2% a los cuatro. Un 49,2% de los niños y niñas estudiados presentaron algún
tipo de anomalía dentomaxilar a la edad de cuatro años. A partir de estos
antecedentes es claro que iniciar acciones preventivas a los seis años es tarde,
puesto que en edades aún menores ya está instalada la caries dental.

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Caries dental en niños y niñas de 2 a 6 años, según índice ceod

Anomalías Dento Maxilares en niños y niñas de 4 a 6 años

En vista de la situación descrita, se ha priorizado intervenir con estrategias


preventivas y promocionales a los niños preescolares, en especial a los más
vulnerables, con el fin de evitar la instalación del daño por caries dental y formar
hábitos favorables de Salud Bucal. Esto se está implementando a través del
aumento sostenido de cobertura de medidas de protección específicas, como el
Programa de Promoción y Prevención de Salud Bucal en Preescolares, creado
en el año 2007; el agua potable fluoruradas para los escolares de zonas urbanas;
y el Programa de Alimentación escolar con Flúor de la JUNAEB para los
escolares de zonas rurales de la V región al sur, a partir de los seis años.

Junto a esto se requiere de una labor sostenida de promoción de Salud Bucal


con los padres y adultos responsables de los menores, de manera de poder
transferirles los conocimientos, competencias y motivación necesarios para que
cuiden exitosamente la Salud Bucal de sus hijos e hijas. No debe olvidarse que,

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finalmente, el cuidado de la Salud Bucal de los niños y niñas pequeños tiene el
potencial de contribuir a su bienestar y al de su familia, manteniendo la función
dental, preservando la estética, previniendo dolor y sepsis, y promoviendo el
bienestar general.

En un estudio transversal realizado en preescolares de tres y cinco años de


Bélgica, se encontró que la acumulación de placa visible y el consumo frecuente
de bebidas azucaradas se relacionaban con la prevalencia y severidad de la
caries, lo que demuestra la importancia de incentivar la creación de hábitos
favorables a la Salud Bucal desde la infancia. Asimismo, en un estudio
longitudinal prospectivo realizado en Finlandia, en el que se siguió a una muestra
de niños y niñas desde el nacimiento hasta los cinco años, se observó que un
índice ceod mayor a cero se relacionaba con el cepillado irregular de dientes de
la madre (OR 2,2; 95% CI 1,4-3,5), y ocurrencia anual de lesiones de caries en el
padre (OR 2,6; 95% CI 1,9-3,6), entre otras. Estos hallazgos reafirman que no
solamente se debe considerar la Salud Bucal del menor, sino también la salud de
la familia completa. Los padres deben ser apoyados en sus esfuerzos de
crianza, entregándoles guías orientadoras en los controles de salud del
niño/a, reforzando así la instalación de hábitos saludables.

Es importante destacar que la población en general no tiene conocimiento de


que las enfermedades bucodentarias son posibles de prevenir si se eliminan los
factores de riesgo que las producen. Por otra parte, aún subsisten conceptos
ignorantes como “no vale la pena llevar a los niños/as al dentista, porque de
todas maneras los dientes de leche se les van a caer”. Pero como ya hemos
visto, patologías como las caries dentales y las anomalías dento-maxilares se
inician a edades muy tempranas, por causas que son evitables con medidas de
autocuidado aplicadas desde el primer año de vida. Hoy se ha determinado
claramente cuáles son las principales causas de este daño precoz en la dentición
infantil. Las caries se producen por el consumo habitual de fórmulas lácteas con
azúcar, bebidas gaseosas, jugos azucarados y golosinas con harinas refinadas,
sumado a la falta de un cepillado riguroso para eliminar diariamente la placa
bacteriana acumulada en los dientes. En cuanto a las anomalías dentomaxilares,
salvo las alteraciones congénitas o hereditarias, las principales causas de ellas
son los hábitos disfuncionales de succión (chupete, dedo o biberón) prolongados
erróneamente mas allá de la función básica de succión, que naturalmente se
extingue en forma progresiva a medida que erupcionan los dientes y el niño/a
integra la alimentación complementaria con cuchara (papilla).

Para fomentar una nueva cultura de Salud Bucal es imprescindible educar a


la población en conceptos básicos respecto al valor de la dentadura
temporal. Es necesario hacer conciencia de que la principal causa de las caries
en los pre-escolares es el consumo frecuente de líquidos azucarados; advertir los
efectos nocivos de un hábito de succión prolongado más allá de lo funcional; y

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resaltar la importancia del cepillado en los niños/as pequeños. Pero lo más
importante es reforzar la idea de que está en manos de los adultos (padres
o cuidadores) eliminar esos factores de riesgo e inculcar en los niños/as los
hábitos básicos del autocuidado, disminuyendo el consumo frecuente de
alimentos o líquidos azucarados, aprendiendo la rutina de un buen cepillado
desde que aparecen los primeros dientes y no usando chupete o biberón más
tiempo de lo necesario.

No obstante, de acuerdo a los resultados de un estudio cualitativo realizado por


el MINSAL en 2007 para evaluar las creencias, prácticas y actitudes de padres y
apoderados de pre-escolares respecto de la Salud Bucal de sus hijos, ésta sólo
aparece como importante en la salud general de los niños cuando se detecta
algún grado de daño. Estos datos son avalados por la Encuesta Nacional de
Salud del año 2003, según la cual un 35% de las personas que asistieron a una
consulta odontológica lo hicieron motivadas por dolor o percepción de caries
dental.

PROTEGER EN LAS EDADES DE MAYOR RIESGO BIOLÓGICO

El principal patógeno involucrado en la caries es el Streptococcus Mutans.


Diversos estudios han mostrado que el contagio inicial de éste ocurre alrededor
de los 26 meses de edad, durante un corto período de tiempo llamado "ventana
de infectividad". Es entonces cuando la madre, principalmente, transmite esta
bacteria al hijo o hija (transmisión vertical). Existen también algunos estudios
que describen asimismo la transmisión horizontal, por ejemplo, entre los
menores que asisten a salas cuna.

Por otra parte, en algunos estudios la experiencia pasada de caries es


considerada especialmente como el más importante predictor en el futuro
desarrollo de éstas. Se encuentra específicamente una asociación entre la
historia de caries en dientes temporales con un mayor riesgo de desarrollar
caries en el futuro que en aquellos libres de caries. Incluso, se ha establecido
concretamente que más de dos superficies con historia de caries en los
segundos molares temporales en niños/as de cinco años, correspondería a un
predictor clínico de alto riesgo de caries en dientes definitivos a los 10 años de
edad.

2.3 NECESIDAD DE CAMBIO DE PARADIGMA

Un factor relevante para desarrollar las estrategias promocionales y preventivas


de la Política de Salud, es el conocimiento y la motivación de los

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odontólogos generales sobre la real situación de Salud Bucal que existe en
el país. Lo anterior implica la urgencia de asumir el cambio de paradigma
desde un enfoque curativo y rehabilitador, centrado en los aspectos
estéticos de la cavidad bucal, por uno promocional y preventivo,
especialmente enfocado a la población infantil, donde sí se pueden lograr
éxitos en formar hábitos saludables para una buena Salud Bucal. Las actividades
educativas en esta área deberán estar integradas a toda la atención, de modo de
reforzar la responsabilidad individual y colectiva del cuidado de la Salud Bucal.
Así el niño/a podrá desarrollar actitudes, hábitos y conocimientos saludables
desde temprana edad, enriqueciendo su saber a través del proceso de educación
continua a lo largo de su vida.

Por otra parte, es necesario que el odontólogo que trabaja con niños y niñas,
además de tener conocimientos de odontopediatría, esté muy consciente de que
está tratando con individuos en formación y desarrollo, tanto físico como
sicológico, que atraviesan etapas de crecimiento y transformación caracterizadas
por ciertas particularidades que tienen influencia en su comportamiento en la
consulta, como quedará claro tras la lectura de este módulo. Además, es
importante recordar que un profesional que atiende a menores debe poseer
vocación, paciencia, amabilidad para evitar posibles traumas y comprensión de
las reacciones de miedo, rechazo o ansiedad que pueden manifestar los
pequeños, ya que el manejo de la conducta infantil constituye un factor decisivo
en el éxito de las estrategias de prevención y tratamientos.

En sus comienzos, la odontopediatría se orientaba básicamente a la extracción.


Luego, se enfocó a la intercepción de caries y procedimientos diagnósticos y, con
ocasión de pérdida de dientes, caries o traumatismos, al mantenimiento de la
integridad de los arcos dentales. Pero en la actualidad la odontopediatría se
concentra principalmente en la promoción y la prevención de la Salud Bucal,
entendiendo que la labor que se realiza a temprana edad tiene un efecto
determinante en la Salud Bucal del adulto.

3. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Los primeros antecedentes de la Política de Salud Bucal se encuentran en los
años 70, en que si bien no existía un programa como tal en esta área, se contaba
con orientaciones programáticas que priorizaban a los niños y jóvenes menores
de 15 años. Posteriormente, en 1990 se creó una estructura técnica que
comenzó a basar su accionar en la Política de Salud Bucal formulada en octubre
de ese año, cuyos principales énfasis fueron un enfoque preventivo; acciones de
promoción y educación; y el incremento de la cobertura y accesibilidad de los
sectores más desposeídos. También se impulsaron acciones integradoras y de
trabajo conjunto con las Facultades de Odontología y el Colegio de Cirujano-

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Dentistas y se realizaron esfuerzos para mejorar la capacidad de gestión,
consolidando la estructura odontológica. Adicionalmente, se impulsó el desarrollo
de investigación en esta área con el fin de poder evaluar en forma científica y
sistemática los planes y programas en desarrollo, validando experiencias y
canalizando adecuadamente los recursos existentes.

La expresión operacional de esta Política fue el Plan Nacional de Salud Buco-


Dental, cuyo propósito es “disminuir la alta morbilidad bucal existente en la
población chilena y contribuir a mejorar su calidad de vida”, lo que se intenta
lograr a través de los siguientes programas:

- Educación en Salud Bucal.


- Promoción de la Salud.
- Prevención.
- Servicios Odontológicos.
- Recursos Humanos Odontológicos.
- Investigación y Comunicación. Informática.

Para la década 2000-2010 se han definido los siguientes objetivos sanitarios


odontológicos:

1. Disminuir caries dentales en población menor de 20 años. Se medirá este


impacto en la población de 12 años, logrando un índice COPD de 1,9.

2. Alcanzar un 50% de cobertura de atención odontológica en el menor de 20


años.

Como ya se ha señalado, debido a que las enfermedades bucales afectan a altos


porcentajes de la población chilena y no existen recursos suficientes para otorgar
una cobertura universal en tratamientos recuperativos, se hace necesario
focalizarse en las edades de mayor riesgo para atención integral y en toda la
población para la atención de urgencia. Esta determinación se adoptó en el año
2000, de acuerdo con la opinión de expertos y evidencias de la literatura
especializada. Ese año se llevó a cabo la evaluación nacional del Plan de Salud
Bucodental y se definió como grupo prioritario los individuos menores de 20 años,
dado que: los recursos eran insuficientes; existía la necesidad de priorizar; la
población joven tenía menor daño, con una relación costo beneficio favorable en
su tratamiento; en grupos de esa edad es posible crear o modificar hábitos de
mejor manera; y finalmente, son los adolescentes quienes serán futuros padres
de familia.

Dentro de las experiencias a nivel mundial, se encuentra la de países nórdicos,


como Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia, que también tienen

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imposibilidad de realizar una cobertura universal sólo con el sistema público.
Paulatinamente, Finlandia, Suecia y, en menor medida, en Dinamarca, se han
extendido para cubrir grupos más amplios de la población, siendo sólo la
atención de urgencia universalmente accesible. En Dinamarca se han establecido
programas predominantemente preventivos, sobre todo en la atención
odontológica infantil, que es otorgada a nivel municipal.

4. ESTRATEGIAS DE SALUD BUCAL

4.1 FLUORURACIÓN DEL AGUA POTABLE

Como se señaló anteriormente, la principal medida preventiva de Salud Pública


en relación a la caries dental es la fluoruración del agua potable, en zonas donde
el flúor natural es menor de 0,5 ppm y es técnicamente factible su
implementación.

Chile ha sido pionero en la fluoruración del agua potable, desde que el año 1953
implementó un programa piloto de fluoruración en la ciudad de Curicó, el que a
partir de 1958 se fue ampliando hasta llegar a cubrir 73 comunidades,
beneficiando al 58% de la población nacional de esa época. El programa en
cuestión perdió su continuidad en 1977, por escasez de recursos, pero a partir de
1985 se reanudó en la V Región y desde 1996 se comenzó a fluorurar la Región
Metropolitana y paulatinamente al resto del país. En la actualidad
aproximadamente un 72% de la población nacional cuenta con agua potable
fluorurada. No obstante, a nivel de las empresas sanitarias involucradas se
observan como barreras la falta de difusión de los beneficios del agua potable
fluorurada; además en algunos casos las aguas presentan mal sabor y existen
temores respecto de ellas, especialmente en la zona Norte del país. A nivel
personal aparecen barreras como la poca incorporación del agua potable como
bebida de uso diario, debido a la preferencia por las bebidas gaseosas.

La fluoruración del agua potable, sigue siendo el medio más eficaz y socialmente
equitativo, ya que logra la exposición de toda la comunidad a los efectos del flúor.
Consiste en ajustar la concentración de los fluoruros, que se encuentran de
manera natural en el agua, a la recomendada para una óptima Salud Bucal - es
decir, lo que representa un equilibrio entre máxima prevención de caries y niveles
mínimos de fluorosis -. Existe una amplia evidencia que sugiere que la
fluoruración del agua es beneficiosa en reducir las caries dentales, ya que su
introducción en una zona aumenta significativamente la proporción de niños
libres de caries y el cese de ella produce una reducción de la diferencia en la
prevalencia de caries entre las dos poblaciones (fluorurada y no fluorurada).

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Otro componente de este programa es la Alimentación Escolar con Leche
Fluorurada (PAE/F), complementaria a la fluoruración del agua potable, que
realiza desde año 2000 la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, JUNAEB,
en convenio con el Ministerio de Salud. Este programa está dirigido a escolares
rurales de 1° a 8° básico de escuelas vulnerables, con el propósito de garantizar
a los beneficiarios dosis diarias óptimas de fluoruros para prevenir caries
dentales. En Codegua, a modo de piloto se evaluó el efecto del programa de
fluoruración de la leche en comparación con la localidad de La Punta en la Sexta
Región, en el año 1998, a tres años de iniciado el programa. En esta evaluación
se observó que el daño por caries había disminuido entre un 40 a un 60% en los
niños de 3 a 6 años.

El fluoruro actúa estimulando la remineralización de las lesiones incipientes y


reduciendo la desmineralización del esmalte sano. Para que ello ocurra es
necesario que se mantenga en forma constante, en bajas concentraciones, en la
cavidad bucal.

En relación a su aplicación es posible realizarla de manera masiva, como la


fluoruración del agua, sal o leche; individual, a través de pastas dentales
(dentífricos) y colutorios (enjuagatorios); y la otorgada por el personal de la salud
capacitado (odontólogos o higienistas), como geles y barnices.

Dentro de la aplicación de fluoruros individuales se encuentra el uso de pastas


dentales fluoruradas, apoyado por más de medio siglo de investigación, cuyos
beneficios están firmemente establecidos con ensayos clínicos de alta calidad,
entregando pruebas claras de que los dentífricos fluorurados son eficaces en la
prevención de la caries. La frecuencia del cepillado es un factor importante a
considerar, ya que una mayor frecuencia de exposición aumenta la protección
contra las caries, estimándose un 14% de aumento de la fracción preventiva
cuando se realiza un cepillado con fluoruros dos veces en comparación a
realizarlo una vez por día. A su vez, la efectividad aumenta con la concentración
de fluoruros disponibles, especialmente en poblaciones de mayor riesgo
cariogénico.

En Chile, de acuerdo a la Norma de Uso de Fluoruros en la Prevención


Odontológica del año 2008, se recomienda, en niños de dos a seis años, el uso
de pastas de dientes fluoruradas con concentraciones de 400 a 500 partes por
millón (ppm) de fluoruros y en la población mayor de seis años se recomiendan
concentraciones entre 1.000 a 1.500 ppm.

Finalmente, se encuentran los geles y los barnices fluorurados, para los cuales
existe clara evidencia de su efecto inhibidor de caries. El uso de los geles se
recomienda sólo para la población de alto riesgo cariogénico o cuando no es
posible aplicar otro tipo de fluoruros. El uso de los barnices se aconseja para

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pacientes de alto riesgo cariogénico, menores de tres años, con caries temprana
de la niñez; escolares con piezas definitivas en erupción; en tratamiento de
remineralización en lesiones incipientes en adolescentes; en caso de sensibilidad
cervical aumentada y en pacientes con hiposalivación.

4.2 PROMOCIÓN Y PREVENCIÓN EN PREESCOLARES

Todos los programas promocionales y preventivos que se realizan en la


población estudiantil son coordinados y desarrollados en conjunto con el
Ministerio de Educación e instituciones relacionadas, tales como JUNJI,
INTEGRA, JUNAEB, Corporaciones Municipales, etc.

El Programa de Promoción y Prevención en Salud Bucal de Niños y Niñas


Preescolares, cuyo objetivo es contribuir a mejorar la situación de Salud Bucal de
la población de niños y niñas menores de seis años y promover la valorización de
la Salud Bucal en los preescolares, se inició en 2006 y sus actividades se
realizan en los jardines infantiles. Con ayuda de las educadoras de párvulos,
permite instalar tempranamente hábitos de higiene y alimentación saludables,
además de observar hábitos como el lavado de dientes, que se ejecutan con más
frecuencia en los jardines infantiles que en las casas. Adicionalmente, para
alcanzar éxito en la implementación de estos hábitos también se integra a los
padres y apoderados de los niños y niñas en el cuidado de sus dientes.

Asimismo, en el marco del Programa de Atención Odontológica Integral Hombres


y Mujeres de Escasos Recursos, también se ofrece atención odontológica al
personal de jardines infantiles, con el propósito de otorgar a éste un incentivo y,
al mismo tiempo, mayor seguridad de poder controlar la contaminación precoz de
los niños y niñas a quienes se atiende diariamente. Como ya se indicó, ésta se
debe a la transmisión horizontal entre individuos distintos a la madre (transmisión
vertical) y el niño/a del Streptococcus Mutans, que corresponde al principal
patógeno que participa en el proceso continuo de la caries dental.

La promoción en salud es entendida como un proceso transversal y universal, que


involucra múltiples disciplinas y sectores de la comunidad. Tiene como soporte la
estructura social en la que estas actividades se desenvuelven, y para su pleno
desarrollo e implementación necesita la participación activa de todos los actores
de la comunidad intervenida.

16
4.3 CONTROL DEL NIÑO SANO

El Control del Niño Sano aparece como la mejor oportunidad para entregar
información, educar en Salud Bucal y realizar un primer diagnóstico de daño para
hacer la posterior derivación al equipo odontológico. Es en esta instancia cuando
el equipo pediátrico profesional y técnico - médicos, enfermeras, nutricionistas,
matronas, auxiliares y paramédicos - que realiza el control de los niños y niñas
puede entregar conocimientos y recomendaciones a los adultos responsables
sobre los cuidados necesarios para la mantención de la Salud Bucal,
ayudándoles a tomar conciencia de que unos dientes y una encía sana son
fundamentales para disfrutar de una vida agradable y plena. El equipo debe
enfatizar que los padres tiene un rol esencial en la Salud Bucal de sus hijos/as,
pues son ellos los encargados de despertar el entusiasmo y motivación por el
cuidado de los dientes, convirtiéndose en modelos a imitar en cuanto a conductas
de higiene, dieta, consumo de tabaco y otras, determinantes en el nivel de salud
y calidad de vida que alcancen los niños y niñas, recordando que los niños y
niñas con dientes cariados son objeto de burlas y bromas por parte de sus
compañeros.

Se ha observado que los niños y niñas menores de seis años con problemas
dentales, no necesariamente se quejan de dolor, pero se puede detectar los
efectos del mismo en sus patrones alterados de sueño y alimentación. En un
estudio realizado en párvulos de cuatro años de edad, con alta prevalencia de
caries, en Brasil, los padres reportaron que sus hijos/as tenían dificultades para
comer ciertos alimentos, no asistían a la escuela, se avergonzaban de sonreír y
dejaban de jugar con otros niños y niñas debido a sus dientes.

Pese a que los problemas de Salud Bucal de los niños/as pequeños


habitualmente no son severos, sí son prevalentes, por lo que podemos concluir
que los párvulos afectados por caries dental, úlceras orales, mal oclusiones, etc.,
tienen en alguna medida comprometida su calidad de vida, aunque los adultos,
desde su mirada, no lo perciban como tal. Siendo esto así, es importante
valorar la prevención en la Salud Bucal no solamente como una forma de
evitar un daño localizado y funcional, sino también como una herramienta
de equidad, que fomente el completo desarrollo de las potencialidades de
los niños y niñas.

Considerando que el equipo pediátrico de atención primaria tiene un contacto


más frecuente con las madres que los odontólogos, es muy importante que sus
miembros contribuyan a la salud integral del niño/a, vigilando los malos hábitos y
factores de riesgo. Una vez detectados, se podrán realizar oportunas y efectivas
indicaciones para el control y eliminación de éstos y, en el caso de pesquisar
daño, efectuar la derivación al odontólogo de nivel primario.

17
Sin embargo, se producen inequidades en aquellos establecimientos de atención
primaria donde el personal que realiza este control no ha sido capacitado en el
manejo de las Pautas de Evaluación Buco-Dentarias, que fueron formuladas en
su segunda versión y re-distribuidas el año 2007. Por tal motivo, ese mismo año
se realizó una estrategia de capacitación, mediante cursos presenciales en la
Región Metropolitana, que se extendieron durante 2008 y 2009 a través del curso
a distancia Aprendiendo a cuidar la Salud Bucal, con el apoyo de TELEDUC.
Éste curso consideró tener capacitados a fines del 2009 alrededor de 1200
funcionarios de la atención primaria de salud.

Las principales actividades que debe realizar el equipo de salud pediátrico son
las siguientes:

• Promover la salud bucal y educar a los padres en cada control.


• Realizar una observación general de la boca y pesquisa de caries cavitadas.
• Instruir a los padres en técnicas de higiene bucal, ya que deben preocuparse de
la higiene bucal de sus hijos/as.
• Dar indicaciones para reducir el consumo de azúcar.
• Promover el consumo de agua potable sin aditivos, y jugos de frutas naturales
sin azúcar.
• Indicar uso de flúor en las pastas dentales, según Norma de Uso de Fluoruros
en la Prevención Odontológica .
• Dar indicaciones para evitar hábitos disfuncionales de succión.
• Dar indicaciones para prevenir traumatismos dento-alveolares.
• Derivar precozmente al odontólogo en caso de riesgo calificado de patologías
Buco-dentales.
• Derivar a odontólogo para examen clínico en edades predeterminadas, 2 y 4
años, según disponibilidad de recursos.
• Derivar a odontólogo para examen clínico y tratamiento integral a los 6 años:
GES.
• Registrar las actividades en la ficha diseñada especialmente, el carné infantil,
en el tarjetón y en la hoja diaria.

18
TRABAJO EN EQUIPO
Conscientes de la necesidad de actuar lo más tempranamente posible, los
odontólogos reconocen y valoran el apoyo del equipo pediátrico - médicos,
enfermeras, nutricionistas, matronas y auxiliares paramédicos - para el correcto
desarrollo de esta estrategia, así como para realizar los esfuerzos educativos
necesarios para el cambio de hábitos considerados dañinos para la salud,
durante los primeros años de vida.

La aplicación de estrategias promocionales y preventivas integradas tiene


numerosas ventajas para los equipos de salud y para la comunidad, entre las
cuales se pueden destacar las siguientes:
1. Responde a las necesidades del personal de salud de entregar una respuesta
integrada de promoción y cuidados en salud desde el nacimiento, garantizando la
evaluación del niño/a y la educación en todos los cuidados que se le debe
brindar.

2. Responde a los requerimientos de la población respecto de la salud de los


niños y niñas, porque mejora el conocimiento sobre el cuidado y la atención de
éstos en el hogar.

3. Garantiza un efecto importante sobre la salud infantil, ya que contribuye tanto a


la prevención como al diagnóstico precoz y al tratamiento.

4. Ofrece una relación favorable entre el costo y la efectividad, debido a que la


estrategia de abordaje integrado representa mayores perspectivas para lograr un
efecto en la salud, con una menor inversión.

5. Permite ahorrar recursos en recuperación y rehabilitación por daño evitado en


la Salud Bucal, a través de las medidas de promoción y prevención aplicadas
oportunamente.

6. Mejora la equidad, poniendo al alcance de todos los niños y niñas un estándar


mínimo de calidad, reduciendo las desigualdades existentes entre la atención que
ellos y ellas reciben en los distintos Servicios de Salud

4.4 CONTROL ODONTOLÓGICO DEL NIÑO SANO, CONS

19
En forma complementaria, el Control Odontológico del Niño Sano, CONS, es un
subprograma que corresponde a la acción del odontólogo en la estrategia de
Promoción y Prevención de la Salud Bucal en Preescolares. Se ha desarrollado
desde 1998, siendo las edades priorizadas los dos y cuatro años. No obstante,
este control alcanza a sólo un 20% a 30% de los niños y niñas de esas edades,
presentándose brechas de equidad de acceso en quienes: no son derivados al
control con el dentista; tienen daños neurológicos o sistémicos que no son
atendidos en el nivel primario; no cuentan con un adulto que los pueda conducir
al centro de salud; y niños y niñas institucionalizados a quienes sólo llevan al
establecimiento de salud cuando hay daño evidente y dolor, entre otros.
Finalmente, a nivel personal se percibe la poca valoración de la dentición
temporal y la dificultad para dejar a los demás hijos/as con otras personas, junto
a un escaso compromiso de los padres en el cuidado de la Salud Bucal de los
niños/as, además de una falta de valoración de la instalación de hábitos
saludables.

ENFOQUE MULTIDIMENSIONAL EN SALUD

La educación en salud es definida como el proceso en que un individuo o un


grupo de individuos aumentan su conocimiento sobre temas de salud. Sin
embargo, proporcionar educación para la salud como parte del proceso
educativo es sólo un aspecto de ello. Claramente, un enfoque multidimensional
es mucho más eficaz en el cambio de actitudes y comportamientos. Esto queda
avalado por estudios que demuestran que a pesar que iniciativas para aumentar
los conocimientos en materia de salud puedan tener éxito, el efecto de la
adquisición de la nueva información sobre el comportamiento es incierto y no
necesariamente se transforma en nuevos hábitos y estilos de vida. De hecho, se
ha descrito que hay un alto conocimiento entre los padres y apoderados acerca
de las medidas de prevención, como la frecuencia y duración del cepillado de
dientes y el cuidado de la dentadura en general, sin embargo, la práctica de
estas medidas es deficitaria.

Es importante que la promoción en salud, particularmente en los niños y niñas


pequeños, sea realizada a través de múltiples intervenciones y programas para
los padres, cuidando que estos mensajes sean relevantes y aplicables a los
estilos de vida de las personas y las comunidades intervenida. El momento de
inicio de las intervenciones es importante, la evidencia científica muestra que los
programas más efectivos son aquellos realizados desde la etapa prenatal con
los padres y el seguimiento posterior. También existen experiencias exitosas con
intervenciones iniciadas en niños y niñas menores de tres años de edad.

20
4.5 SALUD ORAL INTEGRAL PARA NIÑOS Y NIÑAS DE SEIS AÑOS

Los niños y niñas de seis años están incorporados en el régimen de Garantías


Explícitas en Salud, GES, siendo una demanda sentida por la población la
atención dental programada, con un trato adecuado y cercano con los menores.
A los seis años se inicia la dentición mixta, momento en que es necesario un
buen diagnóstico que permita planificar la conservación de los dientes temporales
hasta su exfoliación natural y la aplicación de medidas de prevención específicas
en dientes definitivos recién erupcionados, como también la pesquisa precoz de
patologías para su recuperación, junto con la entrega de información apropiada
para el cuidado de la Salud Bucal. El hecho de mantener las piezas dentarias
temporales sanas disminuye el riesgo de anomalías dento-maxilares, patologías
de difícil resolución, alto costo y fuertemente demandadas por la población una
vez instaladas.

4.6 PROGRAMA DE SALUD ORAL DE LOS 12 AÑOS


Desde el punto de vista sanitario, los adolescentes de 12 años representan una
edad de enormes oportunidades para la construcción y consolidación de formas
de vida saludables, cuyo beneficio puede proyectarse a lo largo de la vida. A esta
edad, ha finalizado o se encuentra próximo a finalizar el cambio dentario, y sus
dientes sanos recién erupcionados son más susceptibles de tener caries.
Además, están terminando la enseñanza básica y por tanto es la última
oportunidad de obtener fácilmente una muestra confiable en el sistema escolar.

Por otra parte, también es importante señalar que se observa una gran diferencia
de prevalencia de caries en los adolescentes de acuerdo al nivel socioeconómico
al que pertenecen, y también dependiendo si viven en localidades urbanas o
rurales, como se observa en los siguientes gráficos.

Prevalencia de adolescentes de 12 años libres de caries, según NSE

21
Chile 2007

Prevalencia de adolescentes de 12 años libres de caries, según localidad


urbano‐rural
Chile 2007

Todos estos antecedentes avalan el desarrollo del Programa de Salud Oral de los
12 años. La proyección que el daño bucal alcanza en el tiempo destaca la
relevancia de invertir en esta área en niños/as y adolescentes, con el objeto de
permitir que los futuros adultos puedan disfrutar de una buena calidad de vida,
con una adecuada autoestima y herramientas saludables que contribuyan a su
superación y no obstaculicen su búsqueda de fuentes de trabajo y bienestar.

La OMS ha propuesto una vigilancia a nivel mundial a esta edad, lo que junto con
las características antes mencionadas hacen de ella un grupo prioritario. Algunas
estrategias recomendadas son: la higiene regular de los dientes desde la
erupción, por parte de los padres; escuelas con programas preventivos para

22
disuadir de fumar, a partir de los 12 años; la identificación de personas
susceptibles de tener periodontitis de inicio temprano; diagnóstico regular según
disponibilidad; tratamiento individual para eliminar la infección; resolución inicial
de la inflamación periodontal; y minucioso control de la placa gingival a través del
autocuidado, complementado con tratamiento profesional, entre otros.

Un estudio realizado por el MINSAL en 2007 en una muestra de 2.232


adolescentes de 12 años, reveló una prevalencia de individuos libres de caries de
37,5%, que fue comparada con una prevalencia de 15,66% en otro estudio
realizado entre 1996 y1999, en una muestra de 1.392 adolescentes. Este
incremento estadísticamente significativo revela la eficacia de los esfuerzos
realizados hasta la fecha.

Comparación de porcentaje de niños de 12 años libres de caries entre


estudio de
1996‐1999 y estudio año 2007

4.7 RÉGIMEN DE GARANTÍAS EXPLICITAS EN SALUD BUCAL, GES

En general, una barrera relevante de los centros de salud son las insuficientes
horas profesionales. El año 2003, existían 1.976 odontólogos con 44 horas
semanales, para una población beneficiaria de 10.580.090 personas, a razón de
un odontólogo por 5.355 beneficiarios, cifra que no era equivalente en todas las
comunas del país. Si bien el número de odontólogos en el año 2008 aumentó a
2.181, la relación odontólogo por beneficiario no es mejor, ya que en la actualidad
es de 1 por 5.947 beneficiarios.

Frente a la baja cobertura de atención odontológica integral, especialmente en la


población adulta, que presenta el mayor daño acumulado en su Salud Bucal, el

23
Estado ha buscado garantizar la atención odontológica de urgencia a toda la
población. La gran brecha existente entre la oferta actual de atención
odontológica, la demanda real de la población beneficiaria y el daño acumulado
de ésta, hace necesario un incremento progresivo en los recursos humanos,
físicos y financieros, según el riesgo biopsicosocial, considerando las grandes
necesidades de la atención odontológica de la población adulta y el aumento
progresivo de la autovaloración de la Salud Bucal. Esto permitiría reducir
progresivamente las actuales brechas de atención existentes.

El plan AUGE o GES considera la atención dental integral para niños de seis años,
urgencias odontológicas ambulatorias para personas de cualquier edad, salud oral
integral en adultos de 60 años de edad y salud oral integral para la embarazada.

ROL DE LOS EQUIPOS ODONTOLÓGICOS

Como podrá comprenderse, los equipos odontológicos juegan un papel decisivo


en la correcta implementación y éxito del Plan de Salud Bucal. Aunque la
carencia de conocimientos en Salud Bucal puede constituir una barrera, ésta se
puede sortear mediante un programa de entrenamiento. Se ha observado que
cualquier personal técnico o profesional sometido a una capacitación consigue
entregar los mensajes de Salud Bucal con gran efectividad. En el caso particular
de los odontólogos, esto implica incentivar cambios en su formación para que sus
competencias y perfil profesional reflejen su compromiso social.

Cabe insistir, entonces, en la responsabilidad de los equipos sanitarios en la


educación en Salud Bucal, debido a la potencia de ésta como estrategia
costo-efectiva capaz de reducir la carga de las enfermedades bucodentales
y mantener la Salud Bucal y la calidad de vida, como parte integrante de la
promoción de la salud en general.

4.8 ATENCIÓN ODONTOLÓGICA PARA EMBARAZADAS


Junto con la focalización en niños y adolescentes, el grupo de las embarazadas
ha sido una prioridad desde hace más de una década y a contar de 2010 es parte
de las garantías explícitas en salud. Para este grupo se procura atención
odontológica integral, permitiendo que el recién nacido crezca en un entorno
familiar favorable para su Salud Bucal.
Además, para muchas mujeres el embarazo puede ser el único período en que
tengan acceso a la atención dental, siendo una oportunidad única para modificar
conductas no saludables y tratar algunas patologías bucales, como la caries
dental y periodontitis. Esta última ha sido estudiada ampliamente por ser un

24
posible factor de riesgo de resultados adversos en el embarazo, como parto
prematuro o bajo peso al nacer, información que no ha resultado concluyente
hasta el momento.

EQUIDAD EN LAS DEFINICIONES PROGRAMÁTICAS


Las acciones promocionales y preventivas para el autocuidado de la Salud
Bucal, así como los programas preventivos masivos como la fluoruración del
Agua Potable y de la Leche y la resolución de la consulta de urgencia
odontológica ambulatoria (GES), se han planificado con enfoque poblacional.
Las acciones recuperativas han sido focalizadas en la población
preferentemente beneficiaria de FONASA, en los menores de 20 años y en las
embarazadas. Dentro de estos grupos se podría afirmar que no existen círculos
excluidos, pese a ello se ha priorizado algunos grupos sociales definidos por
edad (2, 4, 6 y 12 años), lo que significa que ellos se benefician más de la
atención clínica integral, en proporciones variables, según los recursos
disponibles en cada comuna y/o Servicio de Salud.

5. LA RELACIÓN CON EL NIÑO

Una conocida expresión entre los odontólogos afirma que es necesario “evaluar
al niño/a y no al diente”. Junto con poner énfasis en que un dentista no es un
simple restaurador de problemas bucodentales, esta frase destaca que dicho
profesional es un especialista en ciencias de la salud y está llamado a establecer
una relación integral con el niño/a. En el caso de la atención a niños y niñas lo
anterior es muy importante, en consideración a la empatía que se debe generar
con los pequeños con el fin de lograr éxito en el control, tratamiento y/o
generación de hábitos positivos.

Es necesario tener presente que un niño/a no es un adulto en miniatura, sino un


ser humano con sus propias particularidades, tanto por su temperamento y
personalidad como por la etapa de desarrollo físico y sicológico que atraviesa,
que incidirá en su comportamiento y reacciones. Si el profesional logra que los
niños y niñas se sientan cómodos y confiados, ellos podrán responder con una
actitud más cooperadora.

Por tanto, el odontólogo debe poseer a lo menos conocimientos básicos del


desarrollo físico y sicológico infantil, junto a los factores sociales y
culturales que afectan el comportamiento de los niños y niñas.

Es preciso considerar además como un factor de gran relevancia que las visitas
al dentista, especialmente las primeras, sean positivas, ya que esto
25
impactará fuertemente en la valoración y actitudes que se adquirirán en
etapas posteriores y determinará la conducta en las nuevas consultas. Esto
también se extiende a la relación con los padres o cuidadores del niño/a, puesto
que ellos son quienes más influencia tienen en la vida de éste.

Por otra parte, el odontólogo debe conocer las características de normalidad de


las distintas etapas de desarrollo de la dentición del niño, recordando que
algunas anomalías pueden ser pasajeras y no se debe intervenir en ellas, y que
en una primera evaluación es muy importante establecer la edad dental del niño.

El primer paso, entonces, será elaborar una historia clínica que permita conocer
al niño/a en todos sus aspectos: social, sicológico, médico y dental, y también
sus hábitos de higiene oral y alimentación, y si tiene hábitos como uso de
chupete y succión del pulgar. Esto permite establecer un primer contacto,
prestando atención tanto a la obtención de datos clínicos como a la conducta del
paciente, y avanzar en la mutua evaluación. Debemos recordar que así como el
profesional estudia al pequeño, también éste, sobre todo en la primera consulta,
está observando al profesional y el entorno en que se encuentra. El niño/a puede
sentirse asustado, intranquilo o ansioso; por eso, para ayudarlo a que se
tranquilice y confíe en el profesional, es conveniente comenzar explicando los
pasos que se van a seguir, a través de la técnica “decir, mostrar, hacer” - cada
acción debe ser explicada y mostrada antes de proceder a realizarla -,
empleando palabras adecuadas a cada edad y desarrollo. El lenguaje debe hacer
mención a objetos y situaciones familiares, que puedan ser comprendidas por el
pequeño. También se deben despejar sus dudas y responder sus preguntas, sin
mentir ni engañar.

Respecto a la presencia de los padres en la consulta, aunque hay diversas


opiniones al respecto, la presencia de éstos puede hacer sentir más seguro al
niño/a y tranquilizarlo, especialmente si el paciente es muy pequeño y
posiblemente tendrá un bajo nivel de cooperación. Pero cuando el niño/a es más
grande, la presencia de los padres es menos relevante e incluso puede ser
negativa, sobre todo si están tensos o nerviosos, ya que estas reacciones
probablemente puedan contagiarse al niño. Por el contrario, si el padre o la
madre están tranquilos y relajados, posiblemente esto tendrá un efecto positivo
en la conducta del niño/a.

Barbería, Boj, Catalá, García y Mendoza (2005) indican que “al parecer existe
una relación entre edad, ansiedad y conducta en el ámbito dental. Niños más
pequeños muestran mayores niveles de ansiedad y mayores niveles de conducta
no apropiadas que niños en edades más avanzadas. La edad influye
decisivamente en la conducta del niño ante una visita inicial. Los pacientes de
tres y cuatro años muestran una variedad más amplia de conductas que los
mayores y las conductas inapropiadas, así como la ansiedad, disminuyen con la

26
edad. La influencia social, la actitud de la familia y las experiencias previas son
factores que van a influir en el nivel de ansiedad del niño a cualquier edad. Los
niños pierden sucesivamente el miedo y se vuelven más cooperadores a medida
que el tratamiento progresa. La exposición y el conocimiento de los instrumentos
dentales y del profesional son factores muy importantes para que el niño cambie.
El uso de la crítica por parte del odontólogo, cuando se produce alguna reacción
negativa en el niño a cualquier edad, es muy perjudicial. Profesionales que
utilizan la crítica y el castigo obtienen muy poca colaboración por parte de los
niños. Los preescolares son muy sensibles a la crítica y ésta sólo puede utilizarse
si se combina con el elogio cuando aparece algún rasgo positivo en la conducta”.

Para conseguir un alto grado de aceptación del tratamiento en un niño/a, se


debe invertir el tiempo necesario en las primeras visitas, logrando así la
adaptación gradual del niño. Puesto que el dolor es la causa más común de
fracaso en la aceptación, el odontólogo debe utilizar todas las técnicas de que
disponga para evitar procedimientos dolorosos, aunque ello implique emplear
más tiempo para el tratamiento.
Cameron y Widmer (2010) señalan que “finalmente, el objetivo de lograr control
sobre la conducta del niño en la consulta, busca establecer una comunicación
fluida con él y con sus padres, ganando confianza y aceptación del tratamiento
dental. Además, así es posible generar un ambiente relajado y cómodo para el
equipo dental del consultorio, a la vez que transmitir al niño y a sus padres los
aspectos positivos del cuidado dental preventivo”.

Los odontólogos que trabajan con niños/as requieren el dominio de diversos


enfoques y técnicas que puedan manejar de acuerdo al tipo de edad y
personalidad de sus pequeños pacientes. Por ejemplo, un niño/a con
temperamento fácil tendrá flexibilidad para adaptarse a una nueva situación,
mientras otro con un patrón de adaptación más lenta podrá requerir más tiempo,
así como más paciencia, calma y sensibilidad por parte del profesional. Por su
parte, niños/as con un temperamento difícil a menudo responden mejor cuando
se establece con ellos una estructura sólida de apoyo, basada en la confianza.

Consideremos a continuación algunas definiciones de temperamento, que nos


permitirán comprender en mejor medida a qué nos estamos refiriendo:

“El temperamento es la base biológica del carácter y está determinado por los
procesos fisiológicos y factores genéticos que inciden en las manifestaciones
conductuales”1.

1
Temperamento Disponible en www.itescam.edu.mx/principal/sylabus/fpdb/recursos/r61326.DOC
Consultado el 5 de agosto de 2010.

27
“El temperamento es aquella combinación de actos de intro y extroversión que se
dan en una persona de manera única y que conforman su personalidad.
Íntimamente relacionado con la psicología de cada individuo, el temperamento es
adquirido genéticamente y es por esto que también se relaciona con todas las
sensaciones, emociones y los sentimientos comprensibles a nivel físico y
orgánico. Si bien muchas veces el término ‘temperamento’ es utilizado de igual
manera que para significar ‘carácter’, tal situación es incorrecta ya que este
último es el que se adquiere a través del aprendizaje”2.

“Temperamento proviene de la palabra latina temperamentum, que significa


medida o porción. Normalmente, el temperamento se relaciona con un estrato
donde el instinto tiene lugar, por lo cual se convierte en aquella porción de
nuestra personalidad que es menos conciente y razonable. El temperamento de
una persona es en muchas ocasiones presentado como un conjunto de
sensaciones, pensamientos e impulsos que moldean la personalidad y que no
tienen una explicación del todo lógica. Es, además, el producto de actividades
nerviosas y endocrinas que el individuo no conoce ni controla concientemente. Es
por esto que el temperamento también se relaciona con numerosas expresiones
afectivas y pasionales ya que las mismas tienen que ver con un basamento
puramente orgánico”3.

COMPRENSIÓN DEL TEMPERAMENTO DEL NIÑO/A

En la literatura sobre desarrollo infantil puede apreciarse la existencia de una


larga controversia sobre el grado en el que dicho desarrollo se ve influido por lo
“innato” o lo “adquirido”. Algunos estudios indican que los niños vienen de hecho
al mundo con un temperamento y personalidad característicos, que se
mantienen en mayor o menor grado a lo largo de su vida. Thomas y Chess
(1977) propusieron tres temperamentos básicos que influyen posteriormente en
la personalidad.

* Temperamento fácil: Es el de los niños que suelen presentar un estado de


ánimo positivo. Sus funciones corporales son normales y se les considera
adaptables y flexibles. Cuando se les presenta un problema, tienden a reaccionar
con intensidad baja o moderada. En vez de mostrarse retraídos ante las
situaciones nuevas, los niños de temperamento fácil suelen mostrar una actitud
positiva.

2
Definición de temperamento. www.definicionabc.com/.../temperamento.php - México.Consultado
el 5 de agosto de 2010.
3
Ibid.

28
* Temperamento difícil: Corresponde a niños con funciones corporales
irregulares, por lo que tardan en desarrollar patrones diarios de sueño,
alimentación y digestión. A diferencia de los de temperamento fácil, estos
pequeños experimentan reacciones intensas ante las situaciones problemáticas,
tienden a retraerse ante las novedades y les es difícil adaptarse a los cambios de
su entorno.

* Temperamento de adaptación lenta: Es propio de niños con predisposición a


la timidez, que tardan en adaptarse y responden negativamente a las situaciones
nuevas. Su mecanismo natural ante las novedades es el retraimiento y se
enfrentan a los problemas con reacciones de baja intensidad.

Aproximadamente el 65% de los niños pequeños quedan tipificados en una de


estas categorías. El resto presenta rasgos combinados (Thomas y Chess, 1977).

Fuente: Manual de Odontología Pediátrica


Angus C. Cameron; Richard P. Widmer

En los próximos módulos de este curso analizaremos con mayor detalle estos
temas, que por ahora sólo enunciaremos para centrarnos en las etapas de
desarrollo del niño/a y lo que se espera de cada una de ellas. Si consideramos
que la conducta infantil se relaciona tanto con el aprendizaje como con la fase de
desarrollo, será muy útil conocer las principales características de cada etapa y
los modelos de comportamiento que se esperan para cada una de ellas. A través
de éstos se puede obtener una “norma” para un determinado grupo de edad
cronológica, que permitirá al odontólogo proyectar las reacciones,
comportamientos y nivel de cooperación de los diversos grupos etáreos, por
supuesto considerando también las diferencias individuales para cada caso.

Un profesional que conoce las capacidades de los niños y niñas en las distintas
edades puede aprovechar esa información para comunicarse con un pequeño a
su nivel y para dimensionar las expectativas de un niño/a en particular en la
consulta dental. Por tanto, siempre es útil estar familiarizado con una serie de
hitos del desarrollo vital del niño/a - siendo conscientes de que hay un amplio
margen de variabilidad en lo que respecta a la edad a la que cada individuo
alcanza esos hitos -. Tal es la razón por la que, para describir el momento en el
que la mayoría de los niños y niñas desarrollan una determinada capacidad, se
utilizan intervalos de edad.

29
5.1 CONDUCTA ESPERABLE DE LOS NIÑOS Y NIÑAS SEGÚN SU EDAD

Menos de 2 años
A esta edad existe escasa capacidad de percepción de los procedimientos
dentales, y por lo tanto no se puede esperar ni comunicación ni cooperación
eficaz por parte del niño/a. El ambiente de la consulta es sentido como extraño y
amenazante, no hay comprensión como para obedecer instrucciones. Es normal
que el niño/a reaccione con resistencia, llanto e incluso con miedo y agresividad
cuando es separado de los brazos de su madre.

Dos años
El niño/a no habla con extraños y además el limitado vocabulario de que dispone
dificulta su capacidad de comunicación y lo sitúa en un nivel de “pre-
cooperación”. No se puede establecer contacto con ellos/as sólo con palabras y
por lo general se muestran tímidos ante el odontólogo y en un lugar que no
conocen, por lo cual deben entrar a la consulta acompañados de sus padres o
madres. Se les debe permitir que manipulen y toquen los objetos para que
comprendan su significado y así disminuyan su miedo o ansiedad.

Tres años
A esta edad les gusta complacer a los adultos, son menos egocéntricos y muy
imaginativos, les gusta que les cuenten historias y, en general, se puede razonar
y comunicarse con ellos. Pero en momentos de tensión o miedo no aceptan
explicaciones y se apoyan en sus padres. Es aconsejable que ellos los
acompañen hasta que alcancen cierto grado de familiaridad con el odontólogo y
su auxiliar. A los tres años se espera que los niños y niñas ya hayan
abandonado mecanismos de refuerzo de la seguridad, como uso de chupetes o
succión del pulgar

Cuatro años
Ya escuchan con atención, obedecen instrucciones verbales y responden
adecuadamente a expresiones como “gracias” o “por favor”. Su mente es rápida y
activa, les gusta conversar, con cierta tendencia a la exageración, y pueden ser
cooperativos. Ya actúan con más seguridad e incluso muestran ciertas actitudes
de familiaridad. Pero su conducta también puede ser impredecible, oscilando de
la no cooperación a la docilidad. Pueden tolerar procedimientos odontológicos
sencillos, pero si éstos se hacen más complejos desean regresar a su madre.

Cinco años
Cooperan con sus pares, no rechazan nuevas experiencias y por lo general no
suelen sentir temor si deben separarse de sus padres para entrar en la consulta.
Se muestran orgullosos de sus posesiones y los comentarios sobre sus juguetes,
vestimenta, etc., pueden ser útiles para establecer comunicación con ellos.

30
Seis años
A los seis años la independencia de sus padres es mayor, ya que están
acostumbrados a la rutina de la escuela y a separarse de la seguridad de la
familia. Pero es posible que en algunos niños/as esta transición genere miedo y
ansiedad y se exprese en llanto, pataletas o reacciones violentas. Poseen la
capacidad de aceptar la autoridad del odontólogo e incluso es posible que
prefieran estar solos con él, pero a la vez es probable que persistan muchos
temores, ya sea adquirido antes o formados en ese momento.

6. DESARROLLO HUMANO

Como ya hemos visto, la exploración dental no tiene como único objetivo


comprobar la existencia de caries o de enfermedad periodontal, puesto que la
odontología pediátrica considera todos los aspectos del crecimiento y desarrollo
de los niños/as y adolescentes. Más aún, el hecho de que el odontólogo tenga la
posibilidad de atender al niño/a periódicamente, le da una oportunidad
privilegiada para detectar trastornos y anomalías en su crecimiento físico. Sin
embargo, para que ello sea posible es necesario conocer qué es el desarrollo del
individuo y sus etapas.

A continuación repasaremos algunas definiciones del desarrollo:

El desarrollo es un proceso de cambio que sufre el individuo a través de su ciclo


vital, el que se caracteriza por ser: continuo, acumulativo, direccional, organizado
y holístico. (Hoffman 1997)

El desarrollo se refiere a ciertos cambios que suceden en los seres humanos o


animales, desde la concepción hasta la muerte, sin embargo, este término no se
aplica a todos los cambios ocurridos, sino más bien a aquellos que resultan de
manera ordenada y que perduran en el tiempo de forma razonable. (Woolfolk,
1996)

El desarrollo humano es el estudio científico de cómo cambian las personas y


cómo permanecen algunos aspectos con el correr del tiempo. Los cambios
ocurren durante toda la vida, sin embargo se hacen más notorios en la niñez;
estos cambios se presentan en dos formas principales: cuantitativamente y
cualitativamente. (Papalia 1997)

Durante el proceso de desarrollo existen dos grandes aspectos a considerar:

‐ Contenidos cerrados: Referidos principalmente a los aspectos hereditarios o


genéticos; por ejemplo, que los niños tengan dos orejas o una nariz.

31
‐ Contenidos abiertos: Relacionados con aspectos que se van adquiriendo
durante el desarrollo, como por ejemplo la autoestima.

Se ha discutido constantemente respecto a los matices que se dan en el proceso


de desarrollo. Algunos autores otorgan mayor énfasis a los aspectos heredados,
mientras que otros confieren mayor relevancia a los factores del contexto. No
obstante, en la actualidad existe un consenso respecto a que ambos matices son
vitales en el desarrollo de los individuos.

Para efectos de estudio, el ciclo vital suele dividirse en tres grandes periodos, los
cuales, a excepción de la adolescencia, pueden dividirse en sub-categorías,
como veremos a continuación:

1.- Desarrollo infantil


‐ Periodo prenatal: Abarca desde la concepción del bebé hasta su nacimiento.
‐ Infancia: Considera los dos primeros años del niño/a.
‐ Niñez temprana: Abarca desde los tres a los cinco años de edad.
‐ Niñez intermedia: Considera desde los seis a los 11 años.

2.- Desarrollo adolescente


- Entre los 12 y los 19 años de edad.

3.- Desarrollo adulto

‐ Juventud: Entre los 20 y 30 años de edad.


‐ Edad madura: Entre los 40 y 60 años de edad.
‐ Vejez: Desde los 60 años en adelante.

Es importante destacar que estos rangos de edad pueden variar ligeramente en


cada individuo, considerando la multiplicidad de factores que componen el ciclo
de desarrollo del ser humano.

6.1 DESARROLLO INFANTIL

Otra forma de dividir el proceso de crecimiento en los niños/as es hacerlo desde


un enfoque de etapas del desarrollo infantil, como se observa aquí:

Principales periodos del desarrollo en la edad pediátrica

32
1- Recién nacido: Desde el nacimiento hasta la cuarta semana de vida.

2- Lactante: Desde el mes de vida hasta los dos años de edad.

3- Preescolar: Desde los dos a los seis años.

4- Escolar: Desde los seis hasta los 12 años de edad.

5- Adolescente: Desde los 12 a los 19 años.

6.2 PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL DESARROLLO

El desarrollo es continuo
En cada una de las etapas de la infancia se suceden cambios de manera
continua. Por eso el desarrollo es un proceso constante que no se detiene, ya
sea debido a apariciones de nuevas características o por la complejización de
aquellas ya existentes en cada una de las áreas de desarrollo. Incluso en niños
con alteraciones del desarrollo, se esperan cambios día a día en un área o en
otra. Así, éste corresponde a un proceso que se extiende a lo largo de la vida del
individuo, que evoluciona bajo una lógica de lo básico a lo complejo, sin
detenerse.

El desarrollo es progresivo
El desarrollo va generando la mejoría constante de todas las funciones,
principalmente a nivel mental y del sistema nervioso - siempre que no exista
algún tipo de patología -. Por ejemplo, la hipertonía del recién nacido da paso a
un tono menor que posibilita la posición sentado y una optimización de la
motricidad de las extremidades.

El desarrollo es irreversible
Los avances ya adquiridos no se pierden, lo que permite la instalación de nuevas
funciones sobre avances previos que ya están consolidados. Un claro ejemplo de
ello es el desarrollo motor y del lenguaje. Esto puede verse con la habilidad de
andar en bicicleta, que no se olvida aunque se esté un largo tiempo sin
ejercitarla. Sin embargo, existen algunas patologías que podrían generar una
pérdida de estas capacidades adquiridas, como por ejemplo un trauma
neurológico severo.

El desarrollo tiene una secuencia fija

33
El desarrollo se desenvuelve como un proceso, donde la adquisición o aparición
de una función requiere de la adquisición previa de otra función, generándose
una secuencia fija. Al igual que en todo proceso, las nuevas funciones o
características se van complementando con características previas, en búsqueda
de la complejización. Por ejemplo, en el área motora primero aparece la posición
sentada sin apoyo, luego la rotación sobre la pelvis, después la postura de pie
con apoyo, luego la postura sin apoyo y al final, la marcha.

Las características del desarrollo son únicas en cada individuo


En cada niño/a el desarrollo presenta características individuales. Éstas se ven
influidas por una serie de factores, por tanto difieren en su velocidad e intensidad.
Por ejemplo, el desarrollo de las habilidades no es hereditario per se, sino que
requiere estimulación previa. Por otra parte, en las generaciones siguientes no
necesariamente persisten las características previas. Así por ejemplo, un talento
deportivo o musical no necesariamente aparece en hijos o nietos.

6.3 PRINCIPIOS DEL DESARROLLO

Al evaluar el desarrollo de un niño en situación de normalidad o de enfermedad


es conveniente recordar ciertas características de la maduración del sistema
nervioso : a) la velocidad cambia en etapas; b) la velocidad del desarrollo normal
difiere de un niño a otro; c) la velocidad es distinta de un área a otra en una etapa
dada del desarrollo; d) el desarrollo progresa en dirección céfalo caudal; e) el
desarrollo tiene como base la maduración del sistema nervioso; f) el desarrollo no
es paralelo al crecimiento.

A continuación analizaremos con mayor profundidad algunos de estos aspectos:

En algunas etapas del desarrollo se producen grandes cambios en diferentes


funciones, por ejemplo alrededor del año de vida, cuando aparecen el lenguaje y
la marcha y se inician los primeros procesos cognitivos. La adolescencia es otra
etapa en que el desarrollo avanza con gran velocidad en los aspectos sociales,
cognitivos y afectivos. Por otra parte, en el período preescolar la velocidad del
desarrollo es menor y existe a veces la dificultad para discriminar entre un niño
con leve retraso y un niño/a con velocidad normal de desarrollo.

Siempre se debe tener en cuenta una variabilidad del desarrollo entre un niño/a y
otro, aun con estimulación similar, como sucede en el caso de hermanos. El
objetivo es que se alcancen metas finales parecidas, considerando que es
posible hacerlo a velocidades distintas.

34
Si pensamos en un lactante, observamos que éste evoluciona con gran velocidad
en el área motora hasta alcanzar la marcha y la pinza madura, pero la velocidad
de los logros cognitivos es menor si se la considera comparativamente con el
área motora. En cambio, en la edad escolar el área cognitiva avanza
rápidamente, mientras, el área motora lo hace con menor velocidad.

Funciones precoces y complejas como la visión, la audición, la succión y la


deglución se desarrollan en el cráneo/cerebro en un momento en que a distal
existen sólo movimientos gruesos con poca coordinación.

Asimismo, es necesario tener claro que crecimiento y desarrollo son dos


procesos distintos. Dentro de ciertos rangos, es posible que el crecimiento
evolucione lentamente sin afectar la velocidad del desarrollo funcional y
anatómico del sistema nervioso. En tanto, en casos de desnutrición grave puede
verse afectado el desarrollo, aunque en estas situaciones es habitual que exista
también una deficiente estimulación en varias áreas, producto de marginalidad
cultural, social y económica.

6.4 FACTORES DEL DESARROLLO

Tal como hemos señalado, el desarrollo del niño/a es un proceso complejo y


varía de un individuo a otro, puesto que existen diversos factores que intervienen
en dicho proceso. Clínicamente podemos distinguir dos tipos de factores:
biológicos y ambientales, los que a continuación examinaremos.

I. Factores Biológicos

Factores genéticos: Se refieren a los patrones familiares heredados, ya que


existen ciertas características de la maduración que son propias de la carga
genética. Por ejemplo, entre estos factores se encuentran los grados de
hiperactividad, y aparición o velocidad en la adquisición y desarrollo del lenguaje,
entre otros.

Independiente de los factores genéticos, también hay que considerar aspectos


individuales donde podrían darse diferencias, por ejemplo respecto al desarrollo
de los hermanos. Otro factor que influye sobre las características individuales se
refiere a la estimulación o la influencia de los roles, como suele suceder en niños
y niñas de distinto género o de distintas etnias. Un tema controvertido es cómo
influye el género en las características del desarrollo infantil. Tradicionalmente, se
afirma que las mujeres tendrían un mayor desarrollo del lenguaje, mientras los
niños experimentarían un mayor desarrollo motor. Sin embargo es discutible, ya
que existen estudios que demuestran la influencia de los roles asignados

35
precozmente a niños o niñas, que generan estimulación preferencial de ciertas
área, en desmedro de otras.

Factores prenatales: La madre es un agente que interviene directamente sobre


las variaciones del desarrollo, a través de sus factores fisiológicos, como edad,
estado emocional, número de la gestación, etc. También puede ser un
condicionante en diversa medida algún tipo de patología sufrida durante el
embarazo, producida por carencias alimenticias, virus o traumatismos, entre
otros.

Factores perinatales: Estos factores cobran especial relevancia cuando


hablamos de retrasos o anormalidades en el desarrollo, como por ejemplo
hipoxias leves, hipoglicemias traumáticas, hiperbilirrubinemias tratadas, etc., que
pueden producir secuelas desde variaciones de lo normal hasta patologías
severas.

Factores postnatales: Existen diversos factores fisiológicos que pueden afectar


el desarrollo dentro de un plano normal, como la alimentación, inmunizaciones,
ciertas patologías de poca gravedad, etc. Pero no existe conocimiento suficiente
sobre eventos biológicos de poca intensidad que afectan el desarrollo. La mayor
parte de la literatura apunta a secuelas severas por elementos que afectan
intensamente el desarrollo.

II. Factores ambientales

Los factores ambientales son determinantes en el desarrollo. Se encuentran en


constante interacción entre sí y también con los factores biológicos, generando
las diferencias individuales en el desarrollo. Entre los principales factores
ambientales es posible citar:

a. Estimulación: Este factor condiciona variaciones de lo normal y también


causa alteraciones del desarrollo en grado variable. El desarrollo específico de
determinadas áreas en un niño en gran parte está dado por factores culturales
que generan mayor estímulo en ciertos aspectos. Es así como la estimulación, o
la falta de ella, facilita o dificulta el desarrollo del niño/a y tiene un efecto muy
importante en el lenguaje, la socialización y el desarrollo de hábitos, entre otros.

b. Afectividad: La importancia de este factor es indiscutible en el desarrollo


de los aspectos emocionales, sociales y laborales del niño/a. A su vez, las
alteraciones en la vinculación con sus padres afectan significativamente el
desarrollo del niño/a. Cuando éste crece en un ambiente afectuoso va
adquiriendo seguridad en el entorno, lo que le permite explorar con mayor
facilidad y verse reforzado por los afectos de sus figuras significativas.

36
c. Normas de crianza: Si bien este factor corresponde a la subcategoría de
la estimulación, pues sucede dentro de ese ámbito, el desarrollo de hábitos, la
interacción con los hermanos, el grado de independencia y diversos aspectos
valóricos, se ubican bajo las normas de crianza que sin duda afectan el
desarrollo. Es a partir de éstas que los niños y niñas desarrollan las bases para
su comportamiento posterior. Por tanto, el estilo de crianza define los parámetros
generales de comportamiento, debido a su gran influencia en el desarrollo, por
ejemplo, de la personalidad. Durante la crianza se generan hábitos y valores
conductuales que constituyen las bases para la construcción de aspectos como
las relaciones sociales o con otros individuos.

d. Factores culturales y socioeconómicos: El desarrollo de cada niño/a


está influido de manera muy significativa por la cultura del grupo humano al que
pertenece - por ejemplo, si proviene de una localidad rural o urbana, si es
occidental u oriental - y por la cultura de la familia. Así, existen determinados
factores de estimulación, promoción de ciertos intereses, modelos conductuales
específicos, valores sociales, religiosos, etc., que se reciben por influencia
familiar y social. Otro factor importante corresponde a las condiciones
socioeconómicas del niño/a. Cada nivel determina distintas oportunidades de
estimulación, educación, valores sociales diferentes, etc., los que se reflejan en el
desarrollo. Pero es relevante destacar que el nivel socioeconómico no es un
factor que asegure un favorable o desfavorable contexto de desarrollo, porque las
oportunidades que otorga este factor interactúan con otras variables importantes,
como los afectos.

e. La familia: Es uno de los factores que directa e indirectamente tienen una


gran influencia sobre el desarrollo del niño/a, entendiendo que hay condiciones
que favorecen el desarrollo y otras que eventualmente podrían entorpecerlo. La
familia es el núcleo del desarrollo y es allí donde se generan las estimulaciones,
la crianza, la formación de hábitos, etc. También representa el primer escenario
social del niño/a, donde en la interacción con sus hermanos y padres tiene su
primera experiencia de socialización.

Algunas de las características familiares que favorecen el desarrollo normal son:

‐ Cercanía afectiva: El afecto entre los distintos miembros de la familia


beneficia el desarrollo del niño. La calidez tanto entre hermanos como en la
relación padre e hijo determina un desarrollo normal.
‐ Acuerdo relacional: Deben existir reglas o normas para los distintos
miembros de la familia, que deben ser comunes para todos.
‐ Equilibrio en la cercanía parental: El niño debe tener cercanía afectiva tanto
con sus padres como con sus hermanos y otros parientes. Pero es necesario

37
considerar que una intromisión excesiva de los padres o una cercanía
excesiva con uno de ellos puede generar conflictos en el desarrollo.
‐ Jerarquía parento-filial definida: Esta jerarquía superior de los padres
permite establecer una relación adecuada en cuanto a normas, hábitos,
valores, etc., lo que genera un comportamiento infantil sin conflictos.
‐ Normas claras y flexibles: Deben existir normas sobre las que se asienta el
comportamiento de los niños. Éstas no deben ser contradictorias, pero sí
pueden flexibilizarse en ciertas ocasiones.
‐ Interacción autónoma con iguales: Los padres deben permitir que los
hermanos resuelvan solos algunos conflictos, permitiendo así acuerdos
relacionales en el subsistema de los hijos. Una intromisión excesiva de los
padres en la relación con los hermanos no favorece el desarrollo de éstos.
‐ Límites claros de los subsistemas familiares: Existen problemas que son
propios de los padres, donde no debe haber inclusión de los hijos, así como
también hay situaciones que son propias de los hijos, donde los padres no
deben intervenir.

6.5 DESARROLLO DE NIÑOS Y NIÑAS DESDE UNO HASTA SEIS AÑOS


Con el fin de poder entregar mayores antecedentes que permitan al odontólogo
comprender los niveles de desarrollo y conductas que se esperan en los niños y
niñas de acuerdo a su edad, a continuación anexaremos tablas con los
principales hitos del desarrollo para las áreas neurológica, cognitiva, del lenguaje
y la comunicación, socio-afectiva, psicomotricidad, inteligencia y aprendizaje, y
juegos.

DESARROLLO DE NIÑOS Y NIÑAS ENTRE 1 Y 2 AÑOS

DESARROLLO ‐ En esta edad el niño/a está un constante proceso de


NEUROLÓGICO descubrimiento de los objetos que lo rodean.
‐ Desarrolla la estructura motora de movimiento de
ambos pies y manos de manera más regular.
Desarrolla la capacidad de caminar y es capaz de
subir escaleras gateando.
‐ Logra desarrollar habilidad de locomoción y equilibrio.
‐ Puede arrastrar objetos de un lugar a otro.
‐ Evoluciona desde tomar un objeto con la mano, a la
presión de contacto involuntaria hasta alcanzar la
pinza superior (tomar objetos con el dedo pulgar y el
índice).

38
DESARROLLO ‐ Es capaz de realizar acciones propias sin que
COGNITIVO necesariamente sean acciones de repetición.
‐ Puede experimentar respecto a las acciones,
encontrando lógica en la variación de éstas.
‐ Es capaz de realizar imitaciones de manera activa y
deliberada con gran capacidad de acomodación al
modelo de acción.
‐ Busca objetos ocultos, es capaz de asumir objetos que
no puede ver con claridad.
DESARROLLO DEL ‐ Es capaz de comprender mucho más de lo que es
LENGUAJE capaz de expresar, le resulta más sencilla y es más
completa la comprensión que la expresión.
‐ Puede ejecutar las primeras combinaciones de
palabras (dos) para darse a entender respecto a:
acciones, posesión, localizaciones, denominación y
petición.
‐ Comienzo de la gramática o sintaxis.
‐ Se inicia un rápido incremento del vocabulario.
DESARROLLO ‐ Es algo más independiente.
SOCIO-AFECTIVO ‐ Intenta activa y conscientemente influir en la conducta
de los demás.
PSICOMOTRICIDAD ‐ Desarrollo de la marcha.
‐ Experimenta acción activa sobre los objetos.
‐ Capacidad de trepar.
‐ Desarrolla el perfecto uso de una de sus manos.
‐ Obtiene autonomía motriz y su actividad es
importante.
LENGUAJE Y ‐ Se produce un periodo que parece lento entre la
COMUNICACIÓN aparición de las primeras palabras y el final del
segundo año.
‐ Entre los 18 y 24 meses pasa de emitir una palabra a
emitir dos, este proceso será paulatino.
‐ Es capaz de empezar a comprender órdenes o
instrucciones sencillas, algunos adjetivos y también
nociones de pertenencia como la palabra “mío”
INTELIGENCIA Y ‐ Entre los 18 y 24 meses estará en condiciones de
APRENDIZAJE comenzar a señalar las partes de su cuerpo, cuando
se lo pidan (cara, manos, etc.)
‐ Es capaz de indicar algunos objetos con lo que esta
más familiarizado o forman parte de su entorno más

39
próximo, como coche, mesa, andador, etc.
‐ Podrá reconocer algunas figuras significativas y
familiares en imágenes como fotografías.
JUEGOS ‐ Utiliza el juego como una experiencia sensorial.
‐ Se entretiene con juegos que se relacionan con su
interés por descubrir lo que le rodea.
‐ Usa sus manos para recibir información y experiencias
sensoriales.
‐ Desarrolla una especial atracción por juguetes u
objetos que sean sólidos.

DESARROLLO EN NIÑOS Y NIÑAS DE 2 Y 3 AÑOS

DESARROLLO ‐ El niño/a comienza poco a poco a situarse


NEUROLÓGICO espacialmente. Es capaz de hacer pequeñas carreras
que entre los 4 y 5 años progresarán; en esta etapa
aún no es capaz de cambiar de dirección y ritmo de
manera voluntaria.
DESARROLLO ‐ Es capaz de realizar combinaciones mentales que le
COGNITIVO permiten representar objetos mediante símbolos.
‐ Puede anticipar las consecuencias de sus acciones.
‐ Se da cuenta que los objetos son permanentes e
independientes de la acción que tenga sobre ellos.
‐ Es capaz de imitar sin mirar o tener la presencia real
del objeto, debido a su capacidad de almacenar
algunos esquemas mentales.
DESARROLLO DEL ‐ Tiene una percepción exacta de los sonidos del
LENGUAJE lenguaje.
‐ Posee los elementos y mecanismos más básicos de
éste.
‐ Es capaz de decir frases completas aunque
gramaticalmente no sean correctas. No ocupa en las
frases artículos, preposiciones ni conjunciones.
‐ Sobrepone frases y las combina.
‐ El lenguaje se transforma en la actividad simbólica
más importante.
DESARROLLO ‐ Desarrolla un fuerte sentimiento yoico, se vuelve
SOCIO-AFECTIVO egocéntrico y tiene un marcado deseo de posesión y

40
dominio sobre objetos y personas.
‐ Toma una posición autoconservadora, se protege, es
más cauto.
‐ Desarrolla negatividad y rabietas conscientes.
‐ Posee control de esfínteres.
‐ Se empiezan a producir conflictos entre su
independencia y su necesidad del adulto.
‐ Comienza a jugar con otros niños de manera
paulatina y simula situaciones con juguetes.
‐ Puede esperar y anticipar.
PSICOMOTRICIDAD ‐ Se produce una emancipación motora: el niño/a corre,
para, gira; tiene mayor control sobre la trayectoria y
los ritmos.
‐ Coordina lo visual con los movimientos del cuerpo, es
capaz de subir y bajar escaleras con los dos pies.
‐ Posee una buena rotación de la muñeca.
‐ Es capaz de mantener un buen equilibrio en varias
superficies.
LENGUAJE Y ‐ Aparece el artículo indefinido “un”, aproximadamente
COMUNICACIÓN a los 30 meses.
‐ El artículo “una” surge a continuación y se empieza a
hacer uso correcto de la concordancia entre género y
nombre.
‐ A los 30 meses también aparece el pronombre “yo”
combinado con “mío” y “yo”, “tu” y “tuyo”.
‐ A partir de los 24 meses las primeras preposiciones
que aparecen son las que marcan la posesión y el
beneficiario: “Para” (mi), “Auto” (Mío).
‐ A los 36 meses aparecen los adverbios de lugar: en,
sobre, detrás, etc.
INTELIGENCIA Y ‐ Entre los 18 y 30 meses el niño debería estar en
APRENDIZAJE condiciones de:
‐ Pedir las cosas utilizando palabras y gestos.
‐ Comprender los pronombres personales y posesivos
utilizados comúnmente en su entorno.
‐ Demostrar progresos significativos en la comprensión
de enunciados y expresarlos usando dos o tres
palabras.
‐ Comprender y producir nuevas palabras.

41
JUEGOS ‐ Hacia los tres años ya se produce una imitación
tipificada como medio de identificación con alguien,
como fumar, usar accesorios, manejar, comprar,
hacer dormir una muñeca, etc.
‐ Escoge un objeto como mediador, el que se convierte
en su más importante posesión.
‐ Comienza a montarse en triciclo de manera paulatina,
hasta lograr hacerlo de manera independiente.
‐ Desarrolla un interés en mover su cuerpo al ritmo de
la música.

DESARROLLO EN NIÑOS Y NIÑAS DE 3 Y 4 AÑOS

DESARROLLO ‐ Equilibrio dinámico entre la marcha y la carrera.


NEUROLÓGICO ‐ El niño/a es capaz de saltar con ambos pies.
‐ Continúa el desarrollo de su coordinación.
‐ Se empiezan a desarrollar sus estructuras espaciales
y temporales.
DESARROLLO ‐ Periodo preoperacional
COGNITIVO ‐ Se desarrolla el pensamiento simbólico.
‐ Comienza la tendencia hacia el egocentrismo.
‐ No es capaz de separarse del medio que lo rodea.
‐ Tiene dificultad para tener en cuenta el punto de vista
del otro.
‐ Atribuye a seres extraños el origen de algunos
acontecimientos.
DESARROLLO DEL ‐ Es capaz de comprender relaciones entre
LENGUAJE acontecimientos y logra expresarlos lingüísticamente.
‐ Progresivo uso de pronombres, preposiciones y
adverbios.
‐ Puede coordinar frases mediante conjunciones.
‐ Es capaz de ordenar los acontecimientos utilizándolos
en sus frases.
‐ Presta más atención a los significados que a la forma
de emisión oral.
DESARROLLO ‐ Logra captar las expresiones emocionales de otros.
SOCIO-AFECTIVO ‐ Le gusta jugar solo y con otros niños/as, situación que
alterna.

42
‐ Se comporta de manera dócil y rebelde.
‐ Su conducta se vuelve más sociable.
‐ Se afianza el “yo”.
‐ Se le empieza a producir una crisis de independencia.
‐ Aparecen conflictos en la identificación con adultos.
‐ Asume las diferencias sexuales.
‐ Juego simbólico.
PSICOMOTRICIDAD ‐ Su comportamiento motriz se produce con soltura,
espontaneidad y armonía en sus movimientos.
‐ Adquiere un control lógico de partida y término del
dibujo.
‐ Acelera y modera los ritmos de la marcha con
voluntad.
‐ Hace la pinza correctamente.
‐ Empieza a mostrar predominancia de un lado sobre
otro (miembros izquierdos o derechos).
‐ Controla de mejor manera los movimientos
involuntarios.
LENGUAJE Y ‐ Aparecen los artículos “el” y “la” entre los 36 y 42
COMUNICACIÓN meses.
‐ Se empiezan a introducir los pronombres personales
“le”,”la”, “les”; siguen las preposiciones de lugar y el
uso del infinitivo presente aparece en frases como “yo
no quiero comer”; se utiliza el presente del indicativo,
como “el bebé duerme”; aparecen los auxiliares “ser” y
“tener”.
INTELIGENCIA Y ‐ A los 36 meses es capaz de realizar preguntas
APRENDIZAJE utilizando “quién” y “qué”, y hacia los 48 meses es
capaz de comprender y realizar frases negativas.
JUEGOS ‐ A esta edad y de manera paulatina ya no busca la
aprobación del adulto, la utiliza sólo en caso de que lo
necesite.
‐ No establece reglas en el juego.
‐ Hacia los cuatro años empieza a representar roles
sociales: policía, doctor, etc.
‐ Le da importancia a aspectos como la ropa.
‐ Realiza onomatopeyas. (Pollito-pío, pío)

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DESARROLLO EN NIÑOS Y NIÑAS DE 4 Y 5 AÑOS

DESARROLLO ‐ Completo dominio del equilibrio dinámico o en


NEUROLÓGICO movimiento.
‐ Se desarrolla la lateralidad, siendo utilizada más
frecuentemente la mano dominadora.
‐ Se desarrolla la dominancia lateral.
DESARROLLO ‐ Proceso de gran uso de la fantasía e imaginación.
COGNITIVO ‐ Omnipotencia mágica, se desarrolla la idea de alterar
el curso de las cosas.
‐ Finalismo: Todo ha sido creado y es de determinada
forma por una finalidad.
‐ Animismo: El niño/a comienza a atribuir vida humana a
elementos naturales y objetos.
‐ Sincretismo: No es capaz de disociar o separar las
partes que componen un todo.
‐ Realismo infantil: Sujeto a la experiencia directa, no es
capaz de diferenciar los hechos objetivos con la
percepción subjetiva. Esto se ve claramente
ejemplificado en los dibujos.
‐ De manera progresiva el pensamiento va adquiriendo
más lógica y es capaz de hacer conversaciones,
seriaciones y clasificaciones.
DESARROLLO DEL ‐ Empiezan a aparecer las oraciones subordinadas de
LENGUAJE causa y consecuencias.
‐ Se comienzan a comprender algunas frases pasivas
con verbos de acción, este proceso es paulatino.
DESARROLLO ‐ El niño/a desarrolla una mayor independencia y
SOCIO-AFECTIVO seguridad en sí mismo.
‐ Pasa más tiempo con su grupo de juegos.
‐ Comienzan a aparecer miedos y temores irracionales.
PSICOMOTRICIDAD ‐ Es capaz de recortar con tijeras.
‐ Tiene una mayor capacidad para permanecer sentado
por más tiempo, aunque sigue necesitando el
movimiento.
LENGUAJE Y ‐ Se utilizan los pronombres posesivos de manera
COMUNICACIÓN correcta sin ir acompañados de “mí” o “mío”, por
ejemplo.

44
‐ Aparece un cuándo y con en la utilización de frases,
por ejemplo: “golpear con un vaso”.
‐ Aparecen los adverbios de tiempo: ayer, hoy, mañana,
ahora.
‐ Entre los 54 y 60 meses el niño/a es capaz de usar
circunstanciales de causa y consecuencia: “Él es
malo, por eso le pego”.
INTELIGENCIA Y ‐ Es capaz de agrupar imágenes y objetos concretos
APRENDIZAJE por color, uso, etc.
‐ Comienza a diferenciar elementos, personajes y
secuencias simples de un cuento.
‐ Adquiere un uso más complejo de modalidades de
discurso, es capaz de afirmar, interrogar, negar.
‐ Puede juzgar el buen uso del lenguaje y apreciar las
diferencias que le proporciona la lengua en el
lenguaje.
JUEGOS ‐ Adquiere y consolida la dominancia lateral, que le
permite una orientación espacial, y consolida la
estructuración del esquema corporal.
‐ Usa su cuerpo, ya que éste le permite orientarse en el
espacio; el cuerpo se vuelve una herramienta
absolutamente controlable y coordinada.

DESARROLLO DE NIÑOS Y NIÑAS DE 5 Y 6 AÑOS

DESARROLLO ‐ Se inicia el procesamiento mental representativo.


NEUROLÓGICO ‐ El niño/a desarrolla la capacidad espacio temporal.
‐ Organización pre-lógica.
‐ Primeras nociones de simetría.
‐ Capacidad para discriminar por detalles.
DESARROLLO ‐ Es capaz de diferenciar la hora y los días de la
COGNITIVO semana.
‐ Desarrolla un universo representativo.
‐ Es capaz de identificar y transmitir sus sentimientos y
pensamientos.
‐ Es capaz de proyectarse en el tiempo y retomar
actividades del día anterior.
‐ Interactúa y es capaz de organizar objetos de manera

45
objetiva.
‐ Su nivel de atención aumenta, manteniendo un mayor
control sobre ésta y por más tiempo.
DESARROLLO DEL ‐ Sus respuestas se ajustan a las preguntas.
LENGUAJE ‐ Es capaz de leer y escribir de acuerdo a los principios
que él mismo ha ido construyendo.
‐ Corrige y se percata del uso errado y adecuado del
lenguaje.
DESARROLLO ‐ A esta edad es capaz de participar en la elaboración
SOCIO-AFECTIVO de normas grupales.
‐ Empieza la edad escolar y se tienen las primeras
experiencias de relaciones sociales sólidas fuera del
subsistema de hermanos.
‐ El niño/a comienza a adquirir nuevas
responsabilidades.
‐ El o la cuidadora cobra importancia como figura
significativa, así como también los adultos que
interactúan con él de manera constante.
‐ Empieza la disminución del egocentrismo.
‐ Es capaz de definir un “mejor amigo” y tiene un
“enemigo”.
‐ Busca compañeros de juego que sean del mismo
sexo.
‐ Comienzan a culpar a otros de sus actos.
‐ Posee una baja tolerancia a la frustración.
‐ Se desencadena el complejo de Edipo o Electra,
según corresponda.
‐ Presenta una constante búsqueda de su lugar en la
estructura familiar.
‐ Es muy inestable emocionalmente, es celoso y pasa
del amor a la hostilidad.
PSICOMOTRICIDAD ‐ Tiene control casi total sobre el cuerpo, gusta de los
brincos, saltos y carreras rápidas.
‐ Adquisición del balance.
‐ Aprende a amarrarse los cordones de los zapatos.
‐ Maneja botones, cierres y utensilios de manera
correcta.
‐ Puede copiar letras y números y es capaz de escribir
su nombre.

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‐ Construcción interna casi acabada de su esquema
corporal.
‐ Usa permanentemente su pie y mano más hábil.
‐ La motricidad fina se vuelve más compleja y está en
proceso de completarse.
LENGUAJE Y ‐ Comienza a expresar sus propias ideas.
COMUNICACIÓN ‐ Conversa con otros niños/as, entre ellos hablan de sí
mismos y de sus familias.
‐ Búsqueda constante de información, usa el qué, cómo
y por qué.
‐ Intenta relacionarse y comunicarse con otros niños/as,
dejando paulatinamente la dependencia de la madre.

INTELIGENCIA Y ‐ Es capaz de salir de sí mismo y enriquecer sus


APRENDIZAJE conocimientos mediante la información entregada por
otros.
‐ Construye nuevas representaciones a partir de sus
experiencias previas.
‐ Es capaz de construir nuevas soluciones o hipótesis
desde el error.
‐ Puede recordar y usar lo que ya ha pasado y
anticiparse a lo que aún no ha ocurrido.
JUEGOS ‐ Disfruta de los juegos competitivos, que requieren
habilidad física.
‐ Se agrupa con niño/as del mismo sexo para jugar.
‐ Se muestra muy protector con los compañeros de
juego, particularmente con los más pequeños.

47
7. BIBLIOGRAFÍA

ANGUS C. CAMERON; RICHARD P. WIDMER. Manual de Odontología Pediátrica.


Elsevier España, 1998.

J.R. BOJ; M. CATALÁ; C. GARCÍA-BALLESTA; A. MENDOZA. Odontopediatría.


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MINISTERIO DE SALUD: Integración del enfoque de determinantes sociales y


equidad en los programas de Salud del Ministerio de Salud de Chile. Programa de
Salud Bucal, MINSAL. Santiago, 2009.

MINISTERIO DE SALUD: Manual para el promotor de Salud. Plan de actividades


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