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Declaración Universal de Derechos Humanos, 1948

¿Qué son los derechos humanos?


Los derechos humanos son “el reconocimiento de la dignidad inalienable de los seres humanos”.
Libre de discriminación, desigualdad o distinciones de cualquier índole, la dignidad humana es
universal, igual e inalienable.

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.


Más allá del concepto mismo, los derechos humanos son expresados y definidos en textos
legales, lo cuales buscan garantizar la dignidad de los seres humanos y hacerla realidad.
El origen de la Declaración Universal de Derechos Humanos

La filosofía de los derechos humanos comenzó con la Ilustración. En El Contrato Social (I,4),
Rousseau buscaba “una forma de asociación … en la cual cada uno, uniéndose a todos, no
obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes”.
El texto de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 está inspirado en el texto de
la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789.
Luego de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional decidió
bosquejar una carta de derechos que afirmara los valores defendidos en la lucha contra el
fascismo y el nazismo.
El armado de dicha carta fue confiado a un comité presidido por Eleanor Roosvelt y compuesto
por miembros de 18 países. La Carta fue redactada por el canadiense John Peters Humphrey y
revisada luego por el francés René Cassin.
El texto final es pragmático, resultado de numerosos consensos políticos, de manera tal que
pudiera ganar una amplia aprobación.
La Declaración Universal de Derechos Humanos fue adoptada por la tercera Asamblea General
de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948 en París.
Ninguno de los 56 miembros de las Naciones Unidas votó en contra del texto, aunque Sudáfrica,
Arabia Saudita y la Unión Soviética se abstuvieron.

“En medio de la Guerra Fría, y frente a una oposición creciente al colonialismo, tomó dos
décadas para que las Naciones Unidas se pusiera de acuerdo sobre cómo hacer [la
Declaración] legalmente vinculante”.
Contenido de la Declaración Universal de Derechos Humanos

La Declaración Universal de Derechos Humanos es el “estándar común a ser alcanzado por todos
los pueblos y naciones”.
La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que “la maternidad y la infancia
tienen derechos a cuidados especiales y asistencia” y describe la familia como “la unidad grupal
natural y fundamental de la sociedad”.
Aunque los niños son rara vez mencionados en este texto, es de todas maneras un documento
significativo y su impacto en todos los seres humanos, incluyendo los niños, es lo que hace a esta
Declaración tan importante. De hecho, los derechos del niño se basan en los derechos humanos.
La Declaración de los Derechos del Niño de 1959 remarcó esta naturaleza única de la infancia y,
por lo tanto, de la aplicación de los derechos concernientes específicamente a la infancia.
No cabe duda de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es uno de los hitos
fundamentales de nuestra historia. No en vano, hablamos de un documento sin precedentes, en el
que se establecieron los derechos naturales de la dignidad humana, esos de los que toda mujer y
todo hombre han de poder gozar, independientemente del lugar del mundo en el que vivan o
hayan nacido.
Esta declaración, proclamada en París por la Asamblea General de la ONU el día 10 de
diciembre de 1948, consta de 30 artículos y cuenta con traducciones para más de quinientos
idiomas.
Dicha declaración ha pretendido ser el faro que guiase los pasos de la Humanidad desde aquel
entonces. Sin embargo, casi setenta años después, parece que la luz de ese faro está cada día más
lejos de nuestros pasos.
Es imperativo que recuperemos el rumbo hacia aquella Humanidad que se soñó París en 1948.
Por tal motivo, queremos recordar su origen: pues “el humano que olvida de dónde vino está
condenado a repetir sus errores”.

El origen de la Declaración Universal de los Derechos Humanos


Echando un vistazo amplio hacia la Antigüedad, podemos encontrar su primer precedente en la
conquista de Babilonia por parte de Ciro el Grande, en el 539 a. C. En contra de todo
pronóstico, Ciro liberó a la totalidad de los esclavos y declaró la libertad religiosa, algo
sumamente importante en aquella época.
El Cilindro de Ciro esconsiderado, de hecho, la primera Declaración de Derechos Humanos de la
Historia. Posteriormente, llegaron La Carta Magna (1215), que establecía que el rey también
estaba sujeto a la ley; y La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789),
en la que se reconocía la igualdad de todos los ciudadanos franceses ante la ley.
No obstante, si hacemos una búsqueda más estricta de los orígenes de la Declaración Universal
de 1948, debemos avanzar en la Historia hasta llegar a la Segunda Guerra Mundial.
La violencia desatada en el periodo que abarca de 1939 a 1945 había dejado incontables ciudades
en ruinas por los continentes europeo y asiático. Millones de personas(combatientes y civiles)
habían muerto y otros tantos se habían quedado sin hogar o estaban a punto de fallecer a causa
del hambre. Por aquel entonces, se aproximaba el final de la contienda: las fuerzas rusas
cercaban la capital alemana, que daba sus últimos coletazos tras haber sido bombardeada; por su
parte, la infantería de Estados Unidos todavía luchaba contra las fuerzas japonesas en el Pacífico.
Era abril de 1945. Delegados de cincuenta países llegaron a la ciudad de San Francisco con
una meta llena de esperanza: crear un organismo internacional que fuese capaz de
promover la paz y evitar cualquier atisbo de guerra futura.
Como resultado de aquella reunión, nació el Acta Constitutiva de la nueva Organización de
las Naciones Unidas; la cual entraría en vigor, finalmente, el 24 de octubre de ese mismo año.

1948: el año de la Declaración Universal de Derechos Humanos


La guerra había terminado y la nueva Comisión, bajo la presidencia de Eleanor Roosevelt, había
sido capaz de atraer la atención de todo el mundo. No en vano, se estaba cociendo el documento
que, poco después, se convertiría en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El 10 de octubre de 1948, esta declaración fue adoptada por Naciones Unidas. En ella, los
países miembros se comprometieron a proteger y promover con firmeza los 30 artículos que la
constituían (los cuales hacían mención a la libertad, igualdad y justicia, en todas sus formas, lo
que incluía la no discriminación y los derechos a la seguridad social, a la protección contra el
desempleo, a la educación o al descanso, entre muchos otros).
Como consecuencia, muchos de los derechos que aparecieron por primera vez en aquel
documento forman hoy parte de leyes constitucionales de multitud de naciones democráticas.
En defensa de los derechos humanos: ¿qué podemos hacer hoy?
A día de hoy, la pobreza es una triste realidad para tres cuartas partes de la población mundial.
Las guerras siguen desatándose a lo largo de todo el globo y se cobran víctimas a diario. La libre
circulación de personas y el derecho al asilo están siendo cuestionados más cada día. Además, la
mujer sigue sufriendo un papel subalterno del hombre. No podemos dejar que los 30 artículos
de la Declaración Universal se conviertan en papel mojado. En ese sentido, en organizaciones
como Ayuda en Acción, estamos llevando a cabo proyectos solidarios para ayudar a más de
dos millones de personas, reivindicando los derechos de todas y todos y llevando a cabo
proyectos realistas y siempre orientados al largo plazo.
En la actualidad, estamos presentes en 19 países y fundamentamos nuestro trabajo en los
siguientes ejes:
– La educación: garantizar el acceso y la calidad de la educación primaria y secundaria.
– La salud, la cual abarcamos desde la alimentación, pero también desde la higiene.
Fomentamos proyectos de salud, saneamiento y suministro de agua potable y prestamos apoyo al
bienestar común y familiar.
– Desarrollar las economías locales, pues fortalecemos las capacidades locales e incidimos en
la formación y capacitación de la población.
– Creación de vínculos solidarios, ya que protegemos los derechos de la infancia y
promocionamos el fortalecimiento comunitario.
– Las labores de emergencia, dado que prestamos ayuda humanitaria en trabajos de reducción y
prevención de riesgos de desastres.
– Los derechos de las mujeres: empoderamiento y lucha firme contra la violencia de género,
mutilación genital y trata de mujeres.
No obstante, nuestra labor sería imposible sin el apoyo constante de nuestros socios y
colaboradores. Si tú también quieres ayudarnos a garantizar el cumplimiento de los derechos
humanos en aquellos lugares en los que más lo necesitan, recuerda que puedes ser una persona
solidaria sin salir de casa. Pero, más allá de las donaciones por Internet, siempre puedes aportar
tu granito de arena en tu entorno más inmediato. Una iniciativa que te proponemos es el
voluntariado digital, una forma de ayudar a un mundo mejor desde la comodidad de las redes
sociales.

LOS 30 ARTICULOS
30 Artículos sobre los 30 Artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos 

Han pasado 70 años desde que diversos líderes del mundo plantearon explícitamente los
derechos que todos en el mundo deben esperar y demandar simplemente por el hecho de ser seres
humanos. Nacida del deseo de prevenir otro Holocausto, la Declaración Universal de Derechos
Humanos continúa demostrando el poder de las ideas para cambiar el mundo. En noviembre de
2018, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos lanzó una serie especial para
conmemorar el 70 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH),
adoptada el 10 de diciembre de 1948.

Un artículo introductorio acerca de la historia y la importancia permanente de este extraordinario


documento, y 30 descripciones específicas de cada uno de los treinta artículos de la Declaración
pueden encontrarse en los siguientes enlaces:
Artículo introductorio
Artículo 1: Todos nacemos libres e iguales
Artículo 2: Ser libre de discriminación
Artículo 3: Derecho a la vida
Artículo 4: Ser libre de la esclavitud
Artículo 5: Ser libre de la tortura
Artículo 6: El derecho a ser reconocido como persona ante la ley
Artículo 7: El derecho a la igualdad ante la ley
Artículo 8: Derecho a la reparación
Artículo 9: Ser libre de detención arbitraria
Artículo 10: Derecho a un juicio justo
Artículo 11: Presunción de inocencia y crímenes internacionales
Artículo 12: Derecho a la privacidad
Artículo 13: Derecho a la libertad de movimiento
Artículo 14: Derecho al asilo
Artículo 15: El derecho a la nacionalidad
Artículo 16: Derecho al matrimonio y a fundar una familia
Artículo 17: El derecho a la propiedad
Artículo 18: Libertad de religión o de conciencia
Artículo 19: Libertad de opinión y expresión
Artículo 20: Libertad de reunión y asociación
Artículo 21: Un breve curso sobre democracia
Artículo 22: Derecho a la Seguridad Social
Artículo 23: Derecho al trabajo
Artículo 24: Derecho al descanso y al tiempo libre
Artículo 25: Derecho a un nivel de vida adecuado
Artículo 26: Derecho a la educación
Artículo 27: Derecho a la vida cultural, artística y científica
Artículo 28: Derecho a un mundo libre y justo
Artículo 29: Deberes respecto a la comunidad
Artículo 30: Los derechos son inalienables

Artículo 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de
razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

Artículo 2.
Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional
del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país
independiente, como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a
cualquier otra limitación de soberanía.

Artículo 3.
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.

Artículo 4 
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están
prohibidas en todas sus formas.
Artículo 5.
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.

Artículo 6.
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.

Artículo 7. 
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos
tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y
contra toda provocación a tal discriminación.

Artículo 8. 
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que
la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o
por la ley.

Artículo 9. 
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.

Artículo 10. 
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con
justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal.

Artículo 11. 
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no
se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan
asegurado todas las garantías necesarias para su defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron
delictivos según el Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más
grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito.

Artículo 12. 
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su
correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la
protección de la ley contra tales injerencias o ataques.

Artículo 13. 
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio
de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su
país.

Artículo 14. 
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en
cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por
delitos comunes o por actos opuestos a los propósitos y principios de las Naciones
Unidas.

Artículo 15. 
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de
nacionalidad.

Artículo 16.
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción
alguna por motivos de raza, nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y
disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso
de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el
matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la
protección de la sociedad y del Estado.

Artículo 17. 
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.

Artículo 18. 
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este
derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de
manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en
privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.

Artículo 19. 
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de
no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y
el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Artículo 20. 
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

Artículo 21. 
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por
medio de representantes libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones
públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se
expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por
sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que
garantice la libertad del voto.
Artículo 22. 
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener,
mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y
los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales,
indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Artículo 23.
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones
equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo
igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria,
que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y
que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección
social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus
intereses.
Artículo 24. 
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable
de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

Artículo 25. 
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su
familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la
asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los
seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los
niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección
social.

Artículo 26. 
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en
lo concerniente a la instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será
obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los
estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el
fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales;
favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los
grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones
Unidas para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse
a sus hijos.
Artículo 27. 
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad,
a gozar de las artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios que de él
resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le
correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea
autora.

Artículo 28. 
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.

Artículo 29. 
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará
solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el
reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las
justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad
democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los
propósitos y principios de las Naciones Unidas.

Artículo 30. 
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al
Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos
tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta
Declaración.

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