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El Material Pedagógico: “Tejiendo la Interculturalidad desde la formación de las Maestras y Maestros de la primera infancia indígena en Bogotá” fue investigado,
construido y redactado por la UDFJC en el marco del Contrato Interadministrativo 4466 de 2009 “Para su escritura, las autoras tuvieron en cuenta las orientaciones del
Comité Técnico de la SDIS. Su contenido puede ser usado, citado, divulgado y aplicado bajo el cumplimiento de las respectivas normas de derechos de autor.
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
TABLA DE CONTENIDO
Saludo......................................................................................................................................................................... 4
Presentación............................................................................................................................................................... 5
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD.......................................................................................................................... 7
LA MADRE TIERRA................................................................................................................................................ 54
EL AGUA, LA SAVIA DE LA TIERRA........................................................................................................................ 63
EL FUEGO. REGALO DE LOS DIOSES...................................................................................................................... 72
AIRE, EL ALIENTO DE LA MADRE.......................................................................................................................... 80
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Saludo
Bogotá ha avanzado en los últimos años en la construc- cación Inicial y Diversidad Cultural, que permitiera crear
ción y fortalecimiento de iniciativas, proyectos y senderos escenarios de formación en donde el saber ancestral y el
que le permitan a la Capital contar con desarrollos signifi- saber occidental sobre la primera infancia dialoguen y se
cativos en relación con la garantía de los derechos de toda conjuguen para la creación, reafirmación y trasformación
su población, particularmente los derechos de las pobla- de conocimientos, pero especialmente para la validación
ciones históricamente desconocidas o vulneradas ha sido de cada una de las diferencias que componen estos sabe-
para la administración Distrital una prioridad; fruto de ello res, dando a cada una un lugar equitativo, significativo y
se ha dado origen a políticas, proyectos y servicios espe- propio a la hora de hacer y ser interculturalidad.
cializados en las particularidades de estas poblaciones,
con el fin de reconocer, validar, potenciar y garantizar su Es por ello que el material “Tejiendo la Interculturalidad
derecho a ser diferentes. desde la formación de las Maestras y Maestros de la
primera infancia indígena en Bogotá” se convierte en una
En particular nos convoca hoy la primera infancia indíge- de las materializaciones más importantes que la Capital
na, quien a través de alianzas entre las autoridades Distri- le ha ofrecido a los niños y niñas indígenas, dado que le
tales y las autoridades indígenas, cuentan en la actualidad entrega a sus maestras y maestros, un dispositivo que les
con un proceso de Educación Propia que se viene conso- permita complementar la formación ofrecida en el Diplo-
lidando en la Ciudad como modelo de atención integral di- mado, desde los procesos de autoformación, entendiendo
ferencial a niños y niñas menores de cinco años pertene- que solo desde la iniciativa y autonomía de las docentes
cientes a los pueblos aborígenes residentes en la Capital. de educación inicial indígena se puede dar vida a lo ex-
presado en este documento. Soñamos entonces, con que
Este proceso no solo busca contar con instituciones edu- todas y todos viajen a través de la posibilidad armoniosa
cativas para la primera infancia especializadas en pensa- de creación cotidiana que se tiene con los niños y niñas
miento indígena, sino que pretende ser el comienzo hacia construyendo, viviendo desde la validación y el respeto a
alternativas de construcción, desarrollo y vivencia de la la diferencia y caminando hacia aquello que nos compone
interculturalidad en la educación Bogotana, pero también como Ciudad Pluriétnica y Multicultural.
en la cotidianidad de la Ciudad.
Agradecemos la complicidad de la Universidad y sus pro-
Avanzar en el desarrollo de este objetivo no solo implica el fesoras, quienes desde la vivencia de su propia diferencia
constante diálogo cultural y construcción colectiva con las dejaron su impronta en cada una de las líneas de este ma-
comunidades, sino también avanzar en la construcción y terial y hoy nos invitan a seguir avanzando y a dar esencia
promoción de saber. Es por ello que la Secretaría Distrital propia a cada una de las quimeras y utopías que retan a la
de Integración Social consideró indispensable acompañar Educación Inicial Indígena en Bogotá, particularmente en
su proceso de implementación de la Educación Inicial lo que se refiere a la formación de maestras y maestros.
Indígena en Bogotá con procesos de formación especia-
lizada a maestras y maestros, para lo cual buscó aliados No queda más que invitar al lector a deleitarse con las po-
que desde su saber presenten también avances por estos sibilidades del texto pero especialmente a ejercer a través
andares y permitan continuar construyendo el camino. de la vivencia del mismo su derecho de creadora o crea-
dor de la mayor de las utopías: La Interculturalidad en la
Es así como en compañía de la Universidad Distrital Fran- Educación Inicial en Bogotá.
cisco José de Caldas, particularmente desde la Facultad
de Educación y la Licenciatura de Pedagogía Infantil, se Maribel Monroy Delgado
diseñó e implementó un proceso de formación especia- Subdirectora para la Infancia
lizado en Primera Infancia Indígena: Diplomado en Edu- Secretaría Distrital de Integración Social
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Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
Presentación
Tejiendo la Interculturalidad desde la formación de las en sus culturas, fortalecer y/o transformar sus prácticas
Maestras y Maestros de la primera infancia indígena en educativas, resignificar la función mediadora de las maes-
Bogotá, es un material de apoyo pedagógico orientado a tras, maestros, familia y comunidad. En este sentido, no
complementar la propuesta formativa del “Diplomado en se trata de un material acabado, sino de un portal abierto a
Educación Inicial y Diversidad Cultural para Maestras y la reelaboración y transformación de los temas propues-
Maestros de Jardines Infantiles Indígenas de Bogotá”, tos desde la investigación, las prácticas pedagógicas, y
adelantado por la Universidad Distrital Francisco José de la propia reflexión de los maestros y maestras.
Caldas a través de la Licenciatura en Pedagogía Infantil, en
el marco del contrato interadministrativo No. 4466 suscrito Estructura temática
con la Secretaría Distrital de Integración Social. Este mate-
rial recoge la iniciativa de estas instituciones de promover El material de apoyo pedagógico está estructurado en tres
y consolidar propuestas pedagógicas para la primera in- grandes campos temáticos. Cada campo propone unos
fancia, situadas y articuladas a las cosmovisiones de los subtemas desde los cuales se podrá profundizar y avan-
pueblos con el objeto de aportar a la preservación de las zar en la comprensión de las complejas relaciones entre
culturas ancestrales, garantizar el derecho de los niñas y la infancia, la educación inicial, la interculturalidad y los
niños a su propia cultura y contribuir a la comprensión de saberes ancestrales.
la interculturalidad como elemento clave para agenciar la
educación inicial en contextos urbanos. Educación e interculturalidad
El material de apoyo pedagógico está dirigido a las maes- • La Educación intercultural. Algunas aproximaciones
tras y maestros de los jardines infantiles indígenas de conceptuales.
Bogotá, dispuestos a aventurarse en procesos de autofor- • El proyecto pedagógico y su vinculación con la educa-
mación sustentados en el diálogo intercultural como una ción intercultural.
estrategia metodológica que invita a reconocer a los otros • Educación intercultural. Tensiones y contradicciones.
y como un principio pedagógico que contribuye a superar
las prácticas de exclusión y subvaloración que hunden sus Infancias: diversidad que habita el mundo
raíces en experiencias educativas que niegan la diversidad
cultural, afirman una identidad monolítica y pretenden va- • Los niños y las niñas son semilla, la perspectiva de derechos.
lidez universal de los valores de una cultura dominante. En • De la mano de los otros, los primeros pasos en la vida
este sentido, el material de apoyo pedagógico propone a social.
las maestras y maestros de la primera infancia asumir la • Un tejido social de mil colores, contar con la diversidad
tarea de reflexionar, debatir, contextualizar y transformar en el jardín infantil.
sus escenarios y prácticas pedagógicas desde la com-
prensión y el reconocimiento de la diversidad cultural que Ancestralidad y naturaleza: los cuatro elementos
forma el tejido social de los jardines infantiles indígenas.
• La Madre tierra.
A partir de la metodología dialógica que subyace al mate- • El agua. La savia de la tierra.
rial, se busca generar procesos de aprendizaje autónomo • El Fuego. Regalo de los dioses.
y colaborativo entre las maestras y maestros orientados • El aire. El aliento de la madre.
a proporcionar elementos reflexivos y prácticos que
redunden en la producción de conocimiento pedagógico Cabe señalar que los diferentes campos temáticos se
sobre la educación inicial indígena, complejizar y ampliar pueden ampliar, profundizar y/o complementar acudiendo
las redes de significación sobre el lugar de la infancia a las siguientes publicaciones: “Lineamiento pedagógi-
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co para la educación inicial indígena en Bogotá” (SDIS- 3. Diálogo con los sabedores. El
OEI: 2011) y “Lineamiento Pedagógico y Curricular para tercer momento teje nuevo co-
la educación inicial del Distrito (SDIS - SED 2010). Así nocimiento a partir del diálogo
mismo, se pueden consultar las diferentes orientaciones con sabedores (ancestrales y
que sobre los jardines infantiles indígenas ha producido la occidentales) pues la sabiduría
Secretaría Distrital de Integración Social. de los mayores, sus relatos de origen, sus experien-
cias vitales, su palabra consejo, etc., permiten con-
Estructura didáctica trastar, reformular y ampliar los propios saberes. En
este momento, se proponen textos cortos y sencillos
Los diferentes temas propuestos en el material se desa- acompañados de preguntas o invitaciones para movili-
rrollan atendiendo al principio del diálogo intercultural, que zar la reestructuración de los saberes previos a través
se concreta en una ruta didáctica conformada por cuatro del diálogo.
momentos complementarios entre sí, los cuales se des-
criben a continuación: 4. Tejiendo nuevas prácticas
pedagógicas. La reflexión y
1. Para abrir el diálogo. Es el los nuevos saberes construi-
primer momento de la ruta di- dos deben dar paso a compro-
dáctica del material. Allí se ex- misos que transformen y enri-
ponen los elementos teóricos quezcan las prácticas pedagógicas. En este sentido,
generales que contextualizan se hacen sugerencias que puedan alimentar, fortalecer
el tema propuesto. Se abordan de manera sucinta los y/o transformar las propuestas educativas que imple-
contenidos y conceptos esenciales relacionados con mentan las maestras y los maestros, en su trabajo
el tema, con el propósito de que aporten elementos de cotidiano con los niños y las niñas, las familias y la
estudio, análisis y reflexión pertinentes para el desa- comunidad.
rrollo de prácticas pedagógicas sustentadas desde una
perspectiva de educación intercultural. Las orientaciones y sugerencias que se presentan son
solo algunas alternativas de las múltiples existentes en
2. Dialogar con la experiencia. el ámbito de la educación inicial y se convierten en una
Corresponde al segundo mo- disculpa para iniciar o avanzar en las reflexiones y elabo-
mento de la ruta. Su propósi- raciones insinuadas en todo el texto.
to es sensibilizar poniendo en
contacto individual o colecti- Finalmente, “Tejiendo la Interculturalidad desde la forma-
vamente a los usuarios del material con las creencias, ción de las Maestras y Maestros de la primera infancia
los valores, los sentimientos, las situaciones de la vida indígena en Bogotá” es un material de apoyo pedagógico
cotidiana, experiencias y/o las construcciones cultura- que esperamos se constituya en un insumo para que la
les para reconocer, interrogar y reflexionar los saberes ciudad avance en la perspectiva de configurarse como
y las experiencias propias sobre el tema. una sociedad realmente auto reconocida en su dimensión
pluri étnica e intercultural, una sociedad que valore y de-
fienda plenamente la riqueza cultural que la conforma y
que está en la base de su memoria ancestral.
6
Educación
e Interculturalidad
La diversidad cultural es una realidad que no puede Bajo este panorama, cobra sentido la educación in-
ser ignorada por la educación. Tal diversidad plan- tercultural, como una ruta posible para favorecer el
tea retos e incertidumbres en torno a la definición conocimiento de lo propio y desde allí avanzar en la
de prácticas formativas, que reconozcan y valoren comprensión de otros conocimientos y culturas, sin
la existencia de este universo cultural que incorpora caer en los ejercicios asimilacionistas1 que han ca-
pluralidad de conocimientos, vivencias, costumbres racterizado los procesos formativos. Pero antes de
e identidades que requieren ser entendidas y acogi- concentrarnos en estudiar y analizar qué es la educa-
das desde sus diferencias. En otras palabras, explo- ción intercultural es importante definir y comprender
rar alternativas que permitan re-crear perspectivas algunos conceptos como multiculturalidad, pluricul-
que insinúan educar en la diferencia. turalidad e interculturalidad; conceptos que se refie-
ren a la diversidad cultural y que muestran distintas
En tal sentido cabe resaltar que educar en la diferen- maneras de conceptualizar esa diversidad desde la
cia sugiere tener en cuenta, no solo las experiencias sociedad.
vitales de apropiación y valoración de la identidad y
la cultura propia, sino también aquellas vivencias que La multiculturalidad es un concepto descriptivo que
facilitan la comprensión y aceptación de otras identi- sugiere la coexistencia de diferentes culturas com-
dades y de otras formas de ser y estar en el mundo. partiendo un mismo territorio, lo que en palabras de
Walsh (2001:5) se definiría como “…la multiplicidad
Bajo esta perspectiva surge la necesidad de pensar
de culturas que existen dentro de un determinado
en alternativas de formación que permitan a las ni-
espacio, sea local, regional, nacional o internacional,
ñas y los niños expresar su identidad y reconocer la
sin que necesariamente tengan una relación entre
existencia de otros diferentes. Estas experiencias y
ellas…”. En este sentido la multiculturalidad no se
diálogos con lo propio y con otras identidades pue-
preocupa por la dimensión relacional de las culturas
den y deben iniciar desde las etapas más tempranas o por la equidad en las interrelaciones que se estable-
de la vida y recrearse en diferentes escenarios de la cen sino que tiende a invisibilizar las desigualdades
cotidianidad comunitaria y escolar. sociales y a exaltar la tolerancia del otro como estra-
En la misma dirección, Walsh (2001:24) resalta que
“… un elemento central de la interculturalidad es 1
El asimilacionismo, consiste en la primacía, predominio o imposición de una
cultura sobre las demás (Fernández, 2003:410). La posición asimilacionista es
fortalecer la identidad cultural propia para después una tendencia en la que se espera que algunos grupos sociales (por ejemplo
establecer relaciones con los “otros”. Eso no quiere inmigrantes, grupos étnicos o grupos considerados minoritarios), asuman la
cultura de la sociedad receptora o de la sociedad mayoritaria, anulando o dejan-
decir instalarse en las diferencias, sino considerarlas do de lado su cultura de origen.
8 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
tegia para que la sociedad funcione, aparentemente, flicto, negociación, movilidad social, transformación,
sin mayores conflictos. aceptación del otro. En este sentido se configura
como: “… un proyecto social amplio, una postura
La pluriculturalidad, en cambio, es un término que filosófica y un funcionamiento cotidiano ante la vida;
se refiere a la convivencia de diferentes culturas en constituye una alternativa que induce a replantear y
un mismo espacio territorial, pero sin mantener una reorganizar el orden social, porque insiste en la co-
interrelación equitativa. Es un concepto que resalta municación justa entre las culturas como figuras del
la pluralidad histórica y presente de un conjunto de mundo y recalca la importancia de dejar libres espa-
culturas que conforman una totalidad nacional y que cios y tiempos para que dichas figuras puedan con-
muestra como relevante la pluralidad entre y dentro vertirse en mundos reales…” (Panikkar, R., 1995, ci-
de las mismas culturas. (Walsh 2001:4). tado por Ahuja, Berumen, Casillas y otros, 2007:40).
Podría afirmarse que la interculturalidad no existe en
De otra parte la interculturalidad implica interacción y sí misma, sino que es una construcción permanente
comunicación entre las culturas. Es un término que que va configurando tejido social e interacción entre
trasciende el simple contacto entre culturas y que los diferentes grupos de la sociedad.
revela la importancia del diálogo, la reciprocidad y
la interdependencia como fuente de enriquecimien- De otra parte, es importante tener en cuenta que hoy
to mutuo. En decir, la interculturalidad, “…. es un en día es necesario pensar la interculturalidad desde
proceso permanente de relación, comunicación y las nuevas dinámicas que se generan a causa de
aprendizaje entre personas, grupos, conocimientos, los movimientos migratorios del campo a la ciudad,
valores y tradiciones distintas; orientada a generar, como es el caso de las comunidades indígenas. Este
construir y propiciar un respeto mutuo, y a un desa- es un campo de estudio emergente y poco explorado
rrollo pleno de las capacidades de los individuos, por actualmente que insinúa el surgimiento de identida-
encima de sus diferencias culturales y sociales…”. des culturales fronterizas y cambiantes que devie-
(Walsh, 2001:4). nen formas alternativas de incorporar el territorio y
recrear la cotidianidad desde la cultura de origen2; en
Desde el movimiento indígena se entiende la inter- tal sentido Walsh (2001:8) plantea que “… hay ele-
culturalidad como posibilidad de diálogo entre las mentos que no son ni lo uno ni lo otro, sino algo más
culturas y se define como un proyecto político que que responde a los términos y territorios de ambos.
trasciende el ámbito de lo educativo. El concepto Sin embargo, y a pesar del contacto y relación cultu-
de interculturalidad se define como “… el partir del ral y su naturaleza cambiante, los grupos culturales
conocimiento de lo propio para ir integrando otros
conocimientos de afuera. El ejercicio de la intercul-
turalidad es netamente político, puesto que busca 2
Poco se ha investigado en torno al impacto que los procesos migratorios han
llegar a la creación de condiciones para el estable- producido en la identidad cultural de los grupos indígenas. Algunas reflexiones
cimiento de relaciones horizontales de diálogo entre han surgido en torno a lo que ocurre con aquellas comunidades que recién han
emigrado y sobre ello se mencionan algunos aspectos generales, en este ca-
diferentes. Es decir, la interculturalidad comprende pítulo y en el capítulo denominado La educación intercultural: tensiones y con-
las relaciones generadas y vivenciadas, desde la tradicciones, que hace parte de este material pedagógico. Sin embargo, todavía
está pendiente avanzar en el conocimiento y comprensión sobre lo que ocurre
valoración y respeto por el otro, en la búsqueda de con los indígenas que se encuentran viviendo en la ciudad desde hace varios
condiciones de igualdad desde las diferencias…” años y con las nuevas generaciones que han nacido y vivido en ella. En torno a
este tema cabe preguntarse ¿qué pasa con la identidad cultural: se reconfigura,
(CRIC, 2004:115). desaparece, se hace híbrida, se reinventa, se reafirma? No lo sabemos con
exactitud, lo único claro es algo pasa allí y que probablemente hay cambios y
transformaciones varias. Todos estos interrogantes son motivo de debate en la
De acuerdo a lo planteado, es innegable que el con- actualidad, pero todavía no hay respuestas, ni elaboraciones muy precisas so-
cepto de interculturalidad denota interrelación, con- bre el tema. Habría que investigar y profundizar más, no sólo desde la academia
sino también y principalmente desde los mismos pueblos indígenas.
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 9
siguen construyendo, reinventando y manteniendo La educación intercultural es una propuesta para to-
algo propio que los distinguen de otros grupos y de- das las personas y no sólo para aquellos que perte-
safían nociones de una mezcla generalizada y homo- necen a grupos étnicos. Busca propiciar interacción
geneizante...”. En este mismo sentido Solís (2001: y comunicación activa entre diferentes pueblos y se
101) plantea que “el enriquecimiento para la inter- constituye en una apuesta pedagógica para interve-
culturalidad es conocer la propia cultura y conocer nir en contextos multiculturales. Pretende además
las otras, para construir identidades desde las cuales promover la construcción colectiva de una sociedad
nos relacionamos los unos con los otros”. donde las diferencias culturales se consideren una ri-
queza común y no como un factor de división.
Como se puede apreciar la interculturalidad no pue-
de reducirse a una simple mezcla o hibridación de En esta misma dirección Panikkar, R., (1995 citado
tradiciones y prácticas culturalmente diferentes, sino por Ahuja, Berumen, Casillas y otros, 2007:49) afir-
que debe entenderse como un conjunto de procesos ma que la educación intercultural se configura “…
y relaciones en múltiple dirección que comportan como el conjunto de procesos pedagógicos inten-
creación, significación y tensión constante entre los cionados que se orientan a la formación de personas
diferentes grupos sociales; bajo el supuesto de cons- capaces de comprender la realidad desde diversas
truir y desarrollar solidaridades y responsabilidades ópticas culturales y de intervenir en procesos de
compartidas; es por ello que no puede ser conside- transformación social que respeten y se beneficien
rada como un asunto de las comunidades indígenas, de la diversidad cultural…”. Se postula como un
sino como un fenómeno que permea y compete a modelo educativo que busca el enriquecimiento cul-
todos los sectores de la sociedad. Podría afirmarse tural de los ciudadanos desde el reconocimiento de
que este es el principal desafío de la interculturalidad. la diversidad, a través del intercambio y el diálogo
permanente en aras de cimentar una participación
Ahora bien, una ruta posible para enfrentar este desa- activa sustentada en la solidaridad y la equiparación
fío es la educación, dado que es una de las institucio- de oportunidades. (Sales y García, 1997:47, citados
nes sociales con mayores posibilidades de impactar, por García y Jutinico, 2010:87).
bajo estos supuestos, la formación de los ciudadanos
desde las etapas más tempranas de la vida. Es aquí Los distintos autores revisados coinciden en afirmar
donde cobra importancia la educación intercultural. que la educación intercultural favorece procesos for-
mativos enmarcados en la comprensión de la diver-
La educación intercultural sidad cultural, el reconocimiento del otro como inter-
locutor válido desde su diferencia y sobre todo que
La educación inicial y el sistema educativo en general movilizan la interacción entre personas y grupos cul-
se configuran como espacios propicios para promo- turalmente diferentes. Permite el entendimiento sobre
ver la interculturalidad, pues desde allí se consolidan cómo las distintas comunidades configuran su iden-
las bases para el crecimiento y formación de los ni- tidad cultural; y, sobre como definen sus formas de
ños y las niñas que en un futuro cercano liderarán y relacionarse con “otros”. Visualiza como meta cen-
dinamizarán los procesos sociales. En este sentido, tral, “… construir procesos que contribuyan a formar
incorporar la interculturalidad en la educación “su- sociedades plurales, justas y verdaderamente demo-
pone reconocer la diversidad cultural, a partir de la cráticas; procesos que requieren una ciudadanía…
premisa de que todos los pueblos tienen derecho a segura consigo misma, respetuosa y comprensiva
aportar, desde sus especificidades y diferencias a la de las múltiples manifestaciones de las diferencias
construcción de una sociedad más democrática e in- culturales, crítica de las desigualdades, la margina-
cluyente…” (García y Jutinico, 2010:87). lización, discriminación y exclusión, conscientes de
10 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
la problemática y la potencialidad de conflictos cul- formación, los jardines infantiles, las escuelas y las
turales, y capaces de comunicarse, interrelacionarse, comunidades; es decir, que las maestras y maestros
cooperar y actuar con “otros” para construir unidad desarrollen su labor pedagógica desde la diferencia,
en la diversidad, para aprender a vivir juntos, en la es- que la interculturalidad se viva en la cotidianidad de
cuela y en la sociedad…” (Godenzzi, 1999; Tourine, los espacios educativos.
1997 citados por Walsh 2001:18). En otras palabras,
sumergirse en una experiencia de educación intercul- Reconocer la diversidad cultural como un valor posi-
tural implica no sólo recorrer caminos de diálogo e in- tivo y el derecho de toda persona a ser diferente. En
teracción sino también de tensión y conflicto a propó- otras palabras, que las maestras y maestros valoren
sito de las incertidumbres e interrogantes que surgen las comunidades locales y reconozcan la importan-
cuando se confronta “lo propio y lo otro”. cia que tienen sus sistemas de conocimientos, sus
lenguas y sus prácticas sociales, en el proceso de
Principios de la educación intercultural formación de los niños y las niñas y en general de
todas las personas en las sociedades nacionales, re-
La Unesco (2006:35-41), sugiere tres principios gionales y mundiales.
básicos que pueden sustentar la educación inter-
cultural, los que se aterrizan desde la generación de Fines de la educación intercultural
programas de estudio y materiales pedagógicos per-
tinentes, ellos son: 1) respetar la identidad cultural Todo proceso educativo contempla unos propósitos y
del educando impartiendo a todos una educación de unos fines que explicitan qué se quiere lograr y hacia
calidad que se adecúe y adapte a su cultura; 2) ense- dónde se conduce la experiencia formativa, teniendo
ñar a cada educando los conocimientos, las actitudes en cuenta las demandas del contexto.
y las competencias culturales necesarias para que
pueda participar plena y activamente en la sociedad; Los diferentes autores consultados coinciden en afir-
y, 3) enseñar a todos los educandos los conocimien- mar que desde la educación intercultural los fines se
tos, actitudes y las competencias culturales que les orientan a consolidar procesos formativos que con-
permiten contribuir al respeto, el entendimiento y la duzcan a la comprensión crítica de las asimetrías so-
solidaridad entre individuos, entre grupos étnicos, ciales, al reconocimiento y aceptación del pluralismo
sociales, culturales y religiosos y entre naciones. cultural como una realidad social y al establecimiento
de relaciones interétnicas equitativas que contribuyan
Considerar la aplicación de estos principios sugiere al establecimiento de dinámicas de relación enmar-
estar atento a las siguientes consideraciones, en el cadas en una perspectiva de derechos y equiparación
momento de desarrollar procesos formativos enmar- de oportunidades.
cados en la perspectiva intercultural:
En tal sentido Walsh (2001:22) identifica como fines
Promover entornos pedagógicos que respeten la di- de la educación intercultural los siguientes:
versidad cultural y propicien la interacción entre el
jardín infantil y la comunidad. “… Fortalecer y legitimar las identidades culturales
de todos los estudiantes en la forma que ellos y sus
familias las definen.
Orientar los procesos pedagógicos desde una pers-
pectiva de derechos humanos en la que se involu- Promover aprendizajes que puedan expresarse y co-
cre la comprensión del paradigma intercultural en la municarse desde la propia identidad y práctica cultu-
educación y su importancia para la transformación ral, y enriquecerse mutuamente con las experiencias
de la práctica cotidiana en los diferentes espacios de de unos y otros.
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 11
Desarrollar capacidades de comunicación, diálogo e Analicemos inicialmente de manera individual y luego
interrelación equitativa entre personas, grupos, sa- organicemos un debate con los colegas del jardín in-
beres y conocimientos culturalmente distintos.
fantil, los siguientes interrogantes:
Contribuir a la búsqueda de equidad social y mejores
condiciones de vida. ¿En el trabajo pedagógico cotidiano del jardín, se
propician experiencias que permiten a las niñas y los
Aceptar y respetar la diferencia como ventaja compa- niños vivenciar la propia cultura y reconocer e inte-
rativa y como recurso para transformar todo el siste-
ma educativo y la sociedad nacional…”.
ractuar otras culturas?
3. Diálogo
2. Dialogar con los Sabedores
con la Experiencia
Consultar con los mayores nos permite enriquecer
Pensar la interculturalidad y su tratamiento en la edu- nuestros saberes y prácticas y nos da pistas para
cación inicial es un reto que contempla muchas in- fortalecer el cumplimiento de nuestra misión en la
certidumbres. En la lectura anterior se plantea que comunidad en la que vivimos. Ahora iniciemos esta
es una construcción, una forma de vida, una actitud consulta leyendo el siguiente relato de los hermanos
frente al mundo, un reconocimiento y revitalización de indígenas Catíos3:
la propia identidad en relación con otras identidades.
Ahora reflexionemos cómo desde nuestra experiencia
docente, esta perspectiva está presente, ausente o en 3
“Los indígenas Catíos actualmente están ubicados en la zona occidente de
Antioquia. Este mito sobre los dioses Caragabí y Tutruicá fue tomado y adaptado
construcción. de la obra Mitología Americana, del R.P. Mariano Izquierdo, C.M.F. http://mitosla.
blogspot.com/2009/03/colombia-mito-catio-origen-del-agua.html, consultada
el 9 de junio de 2011.
12 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
Origen de los dioses Caragabí y Tutruicá con lo que les entró la vida. Las efigies abrieron los
ojos y sonrieron pero no pudieron levantarse ni tam-
Sobre el mundo terrestre reinaba feliz Caragabí, des- poco hablaban.
pués que se hizo independiente de Tatzitzetze, que lo
había creado. Muy ajeno estaba Caragabí de creer Mucho mayor éxito tuvo Tutruicá, el cual hizo de ba-
que existiese en uno de los cuatro mundos inferiores rro dos grandes muñecos, les sopló en la frente e
al suyo otro dios no inferior a él en excelencia y po- hizo de ellos al primer hombre y a la primera mujer
der. Tutruicá era el dios del mundo que hay, no dentro que habitaron en el Armucurá, donde todos los mo-
de la tierra sino debajo de ella. Tutruicá no recibió de radores son inmortales.
nadie la existencia. En eso es semejante a Tatzitzetze
pero Caragabí no se considera inferior a ninguna di- Supo Caragabí que su contemporáneo había hecho
vinidad pues recibió todo el poder y toda la sabiduría de barro dos muñecos, que, no sólo miraban y son-
de Tatzitzetze y hasta llegó a prevalecer sobre él. reían sino que se movían, andaban y hablaban. Con
gran avidez mandó Caragabí un mensajero a Tutruicá,
Caragabí y Tutruicá vivieron mucho tiempo sin co- preguntándole cómo se las había arreglado para ha-
nocerse uno al otro. Cierto día, el dios de arriba di- cer una creación tan perfecta. Tutruicá dio respuesta
visó desde la región del aire un globo envuelto en desdeñosa e insultante a Caragabí. Le trató de idiota
sombras, suspendido en otra región por debajo de y le motejó de dios creado. Caragabí, vencido por
la tierra, y descendió a ver lo que era. Entonces Ca- Tutruicá en la obra de sus manos, se encolerizó en
ragabí se encontró con un personaje yábea, es decir, extremo, cuando oyó los insultos del yábea y corrió
contemporáneo, el cual era dueño de Armucurá, que contra él, provisto de un largo lazo, con ánimo de
era el mundo inferior y próximo a la tierra. ahorcarle. Desde lejos le enlazó con arte magistral,
pero Tutruicá sujetó con tal fuerza el lazo escurridizo
¿Quién eres tú?- preguntó Caragabí. que enojado Caragabí hubo que reconocer mal de su
agrado, que tampoco por la fuerza podría vencer a
Yo soy Tutruicá- contestó el yábea, el dios de abajo. su contrincante. Con esta prueba quedaron ambos
convencidos de su igualdad de fuerza.
¿Eres nacido?
Si en esta ocasión hubiera vencido Tutruicá, habría
No, resulté solo, nadie me hizo. Y tú ¿cómo naciste? quedado dueño de ambos mundos, y todos los mo-
radores de la tierra habríamos gozado de inmortali-
Yo nací de la saliva de Tatzitzetze. Por eso me honro dad como los habitantes de Armucurá.
de tener a tan soberano progenitor.
Otro día, Caragabí, calmado de su enojo, consideró
Pues lo que es yo no tengo ningún antepasado y en que debía mandar otro mensaje a Tutruicá, rogándole
eso cifro mi honra y mi superioridad a ti. que le enseñara cómo había él formado tan perfectas
criaturas. Tutruicá se negó por segunda vez.
Entonces Caragabí habló así al yábea:
De allí a algunos días, se compadeció Tutruicá de
Vamos a probarnos mutuamente si somos dioses. Caragabí porque no podía crear al hombre con la de-
bida perfección y le mandó a decir que no hiciera al
Convenido. Yo trabajaré el barro, dijo Tutruicá. hombre de piedra sino de barro. Humillóse Caraga-
bí a obedecer esta insinuación de Tutruicá y mandó
Pues yo labraré la dura piedra – repuso Caragabí. un tercer mensajero a pedir al yábea un pedacito de
su barro, siquiera como la lengua de una paloma. El
Acabado este diálogo, cada cual se fue a su mundo dios de abajo complació esta vez al dios de arriba,
como dos artistas a su taller. enviándole lo que pedía, y aquel minúsculo pedaci-
to de barro creció tanto en manos de Caragabí, que
Pasado como un año, Caragabí dio comienzo a su bastó para formar la efigie de un hombre. Se sacó
obra, esculpiendo en la dura piedra mompahuará dos Caragabí un pedacito de costilla y con ella sopló al
estatuas, con intención de darles vida y convertirlas gran muñeco en las extremidades y en la frente, y
en personas. Tan pronto como las acabó, soploles en en seguida la introdujo dentro de la efigie, la cual, al
las extremidades de los pies y manos, y en la frente, punto se transformó en un hombre, que se puso de
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 13
pie y veía, sonreía, andaba y hablaba con perfección. recopilarlos y compartirlos con las niñas y los niños
Caragabí se alegró mucho de su obra y le mandó que del jardín infantil. En el siguiente apartado encontrare-
se arrodillara para darle la bendición. mos algunas recomendaciones al respecto.
Hecho esto, Caragabí se fue a recorrer el mundo. Pa-
sados diez años pensó en darle compañera al hombre
que había formado. Para ello mandó nuevo mensaje-
ro a Tutruicá pidiéndole otro poco de barro, porque la 4. Tejiendo Nuevas
primera cantidad se le había perdido. Tutruicá creyó
en este engaño y le mandó una cantidad semejante Prácticas Pedagógicas
a la primera. Con ese barro hizo Caragabí una figura
de mujer, por semejante procedimiento que siguió al
formar al hombre. Para darle vida, quitó al hombre la Un ejercicio interesante es revisar nuestras prácticas
primera costilla del lado derecho y con ella sopló a la pedagógicas e identificar, en lo que hacemos o po-
efigie, introduciéndosela cuidadosamente, y he aquí
que la efigie se animó, el barro cobró aspecto huma-
dríamos hacer, las rutas que nos permiten tejer y for-
no, y resultó una encantadora mujer. Al verla con vida talecer la perspectiva intercultural en el trabajo diario
e inteligencia perfectas, se alegró sobre manera el que realizamos como maestras y maestros. Podría-
corazón de Caragabí. mos iniciar por ejemplo, desde las rutinas y prácticas
cotidianas del jardín infantil.
Por virtud de las sendas costillas introducidas en am-
bas efigies, se les quitó la pesantez propia del barro. Recordemos que los fines de la educación intercul-
Tutruicá que no despreciaba oportunidad para buscar
tural sugieren tomar como referente en nuestro ejer-
reparos en todas las obras de Caragabí, viéndole tan cicio como educadores, por lo menos los siguientes
alegre y satisfecho por la creación del primer hom- aspectos: el fortalecimiento de las identidades cultu-
bre y la primera mujer, quiso zaherirle que, al fin y al rales de las niñas y los niños, la comprensión de los
cabo, los hombres que había hecho eran mortales. A contextos desde la propia cultura, el fortalecimiento
lo cual repuso Caragabí: “no importa, después de la de la comunicación, el diálogo e interrelación equi-
muerte, yo recogeré sus almas y las llevaré al cielo, tativa entre grupos, saberes y conocimientos cultu-
donde serán inmortales.”
ralmente diferentes y el respeto y aceptación de la
diferencia.
A propósito de la interculturalidad, este bello relato
recrea formas de relación e intercambio entre grupos
No olvidemos que las niñas y los niños se relacionan
diferentes, modos de enfrentar y manejar los conflic-
con prácticas, saberes y significados distintos y ello
tos, sentires que afirman y fortalecen la propia cul-
requiere conocimiento de lo propio y la valoración
tura, incertidumbres que se enfrentan al compartir o
aceptación de los otros desde su diferencia. En otras
disentir con otras identidades.
palabras, conocer ¿quién soy yo? ¿Quiénes son mis
ancestros? ¿Cuáles son los valores de mi cultura?
Ahora reflexionemos sobre cómo se expresa la inter-
¿Cuáles son los mitos y leyendas de origen? ¿Con
culturalidad en nuestra comunidad, en el barrio, en la
quienes convivo en mi vecindario? ¿Por qué hay per-
localidad. Exploremos: ¿Qué tipo de relación se da
sonas, costumbres y saberes diferentes? ¿Cómo re-
entre grupos diferentes? ¿Cómo se maneja el con-
lacionarme con esos saberes y costumbres?
flicto? ¿De qué manera se valora la propia cultura?
¿Cómo se entienden y valoran las formas de actuar y
Ahora analicemos cómo resolver los interrogantes
pensar de otras culturas?
anteriores y exploremos qué podemos hacer para
impregnar la cotidianidad del jardín infantil con ex-
Indaguemos sobre otros relatos, mitos o leyendas
periencias y vivencias matizadas por una perspectiva
que muestran aspectos relacionados con la pers-
intercultural. Veamos algunas sugerencias:
pectiva intercultural. Sería interesante y enriquecedor
14 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
Indagar y compartir los mitos y leyendas de origen nación general de educación intercultural y bilingüe.
de la propia comunidad y de otras comunidades, para México.
reflexionar con las niñas y los niños sobre sus oríge-
nes y las formas como en la comunidad se han re- Consejo Regional Indígena del Cauca - CRIC (2004).
lacionado con otros pueblos. Se sugiere recrear esta “Qué pasaría si la escuela…? 30 años de construc-
actividad acudiendo a entrevistas con los abuelos y ción de una educación propia. Programa de educa-
personajes significativos de la comunidad, represen- ción bilingüe e intercultural”. Bogotá. Editorial Fuego
tación de las historias por parte de las niñas y los azul. Bogotá.
niños, diseño de murales, construcción de nuevas
historias a partir de los relatos escuchados. GARCÍA, D. y JUTINICO, S. (2010). “La educación
intercultural una mirada desde las experiencias edu-
Explorar con las niñas y los niños de dónde viene su cativas”. En Revista Internacional Magisterio, No. 46,
nombre, cuál es su significado. Construir con ellos septiembre-octubre 2010. Bogotá. TC Impresores
un árbol familiar, contando con la ayuda de los padres Ltda.
y mayores de la comunidad.
SALES, A. y GARCÍA, R. (1997). Programas de
Identificar mitos, leyendas, danzas, arrullos, rituales, Educación Intercultural. España. Bilbao: Desclée De
cantos, música propios y de la localidad. Incorporar- Brouwer.
lo en las prácticas y dinámicas características de la
cotidianidad del jardín infantil. SOLIS, G. (2001). “Interculturalidad: encuentros y
desencuentros en el Perú”. En María Heise (compi-
Organizar una minga identificando una actividad que ladora). Interculturalidad: Creación de un concepto y
requiera trabajo colectivo y permita recrear la pers- desarrollo de una actitud. Editorial FORTE – PE. Lima.
pectiva intercultural. Esta es una disculpa ideal para Pp. 97 – 110.
reflexionar con las niñas y los niños sobre el valor del
trabajo cooperativo y su diferencia con las activida- Unesco (2006). “Directrices de la Unesco sobre edu-
des individuales. cación intercultural”. Sección de Educación para la
Paz y los Derechos Humanos División de Promoción
Consultemos la Bibliografía de la Educación de Calidad - Impreso en la UNESCO
en París. (ED-2006/WS/59) – CLD 427-7
AHUJA, R., BERUMEN, G., Casillas, M. de L. (2007).
“Políticas y fundamentos de la educación intercultural WALSH, C. (2001). “La interculturalidad en la educa-
en México”. Secretaría de Educación Pública. Coordi- ción”. Programa FORTE-PE. Perú. Decisión Gráfica SAC.
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 15
EL PROYECTO PEDAGÓGICO Y SU VINCULACIÓN
CON LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL
16 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
equilibrios y conflictos que ellos comportan. En otras sentidos y saberes de la comunidad; y de los ele-
palabras aproximarse a la interculturalidad requiere mentos que constituyen tanto lo propio como lo di-
vivenciarla desde las etapas más tempranas de la ferente. “… La identidad no es algo que podemos
existencia y desde todos los espacios sociales que elegir, sino algo que se tiene que negociar social-
se comparten diariamente, incluido por supuesto el mente con todos los otros significados e imágenes
ámbito de la educación inicial. construidos, como conocimientos que nuestro pro-
pio uso de la identidad activa…” (Hall, 1997 citado
Como se puede apreciar, el tratamiento de la inter- por Walsh, 2001:7).
culturalidad en la educación inicial no es un ejercicio
sencillo, requiere de complejas y profundas reflexio- El reconocimiento de lo propio y la aceptación de quien
nes relacionadas con nuestro quehacer como maes- es uno, se configura como una condición para esta-
tras y maestros, con la forma como se adelanta el blecer verdaderas relaciones interculturales y evitar el
proceso formativo en el jardín infantil y con la perti- riesgo de ser asimilado por la cultura dominante o caer
nencia o no de dicho proceso; de acuerdo con las en actitudes matizadas por un etnocentrismo4 radical.
aspiraciones y propósitos educativos que nuestra
comunidad ha identificado como necesarios para la Los conocimientos, los saberes y las prácticas loca-
formación de las niñas y los niños beneficiarios del les forman parte del reconocimiento de lo propio, por
proceso pedagógico que adelantamos. Para conti- tanto se debe considerar la vida cotidiana del grupo
o comunidad particular y las relaciones que allí cir-
nuar con nuestra reflexión sobre la interculturalidad
culan, pues estas configuran la idea de pertenencia
y su presencia en el proyecto pedagógico del jardín
e identidad compartida. Dicha identidad se funda en
infantil, veamos algunos principios pedagógicos que
los vínculos emocionales y en la relación con la natu-
podrían orientar la incorporación de esta perspectiva
raleza. Desarrollar los conocimientos, prácticas y sa-
a los procesos formativos que adelantamos:
beres locales permite el reconocimiento del entorno
real y social en el cual la niña y el niño están circuns-
Principios pedagógicos de la educación critos, y proporciona referentes de relación, compa-
intercultural ración y contraste con otras localidades y culturas
(en torno a organización social, territorio, medicina,
El tratamiento de la interculturalidad implica reconocer medio ambiente, etc.).
que los escenarios, sujetos y ambientes educativos
no son homogéneos y esta diferencia debe orientar La identificación y el reconocimiento de las dife-
los procesos pedagógicos, tanto en la comprensión rencias y la “otredad”
de los elementos que constituyen dichos procesos,
como en el quehacer educativo cotidiano. He aquí al- Este principio supone el reconocimiento de las dife-
gunos principios que se pueden tener en cuenta en el rencias que existen dentro y fuera de la comunidad,
momento de vincular la interculturalidad al proyecto entre regiones del país y con el exterior, incluyendo
y a la acción pedagógica (Walsh, 2001:25-33) y Mu- elementos de la diferencia relacionados con género,
ñoz Sedano (2000:105): lengua, edad, hábitos culturales, trabajo productivo,
parentesco ancestral, religión, etc. Se trata de com-
Autoestima y reconocimiento de lo propio
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 17
prender y aceptar al otro en su diferencia u otredad y problemática de conflictos culturales, racismo y
de romper con los estereotipos y prejuicios que con relaciones culturales negativas, pues la intercultu-
frecuencia llevan a negar o invisibilizar al “otro” (Wal- ralidad implica complejas interacciones e intercam-
sh, 2001; Muñoz Sedano, 2000). bios culturales que están matizados por asimetrías y
contradicciones a propósito de la diferencia. Resulta
Para aplicar este principio se requiere comprender la entonces indispensable, propiciar espacios de diálo-
interculturalidad como “… un desafío vital, una ac- go y negociación que permitan recrear y configurar
titud de apertura que nos libera de la tiranía de los formas de relación más equitativas y armónicas que
prejuicios y de las aparentes certezas absolutas, que propendan por el reconocimiento del otro, como un
nos conducen al estancamiento y a la intolerancia…” legítimo interlocutor.
(Heise, Tubino y Ardito 1994: 49). Asumir lo contra-
rio, significaría mantener la ruptura entre las diferen- En tal sentido, este principio pedagógico pretende de-
tes culturas, dando lugar a la prevalencia del poder y sarrollar una comprensión crítica sobre la sociedad,
el dominio de un grupo cultural sobre los demás; lo sus relaciones, procesos y conflictos intra e intergru-
que se constituye en una negación de la otredad. pales. Busca, además identificar las formas, enfren-
tar, analizar y resolver los conflictos y actuar frente a
Este principio además, busca desarrollar conoci- la desigualdad, la discriminación y el racismo; todos
miento sobre las culturas y prácticas de “otros”, de ellos elementos que limitan la interculturalidad.
distintas regiones y contextos, dando espacio para el
reconocimiento de la diversidad cultural y para el in- En palabras de Muñoz Sedano (2000), el propósito
tercambio de conocimientos y prácticas específicas básico es fortalecer, en la escuela o en el jardín in-
con otras comunidades. Aquí surge como relevante fantil y en la sociedad, los valores humanos de igual-
la exploración de lo desconocido para poder interre- dad, respeto, tolerancia, pluralismo, cooperación y
lacionar, comparar, combinar e integrar diversos co- corresponsabilidad social.
nocimientos, prácticas y formas de pensar y actuar.
Este intercambio permite romper con las percepcio- Unidad y diversidad
nes negativas y desinformación sobre el “otro”, so-
bre lo no conocido. Hace referencia al equilibrio y complementariedad
entre la cultura propia y las otras culturas, a la po-
La aplicación de este principio en el proyecto peda- sibilidad de poner a dialogar elementos externos a
gógico busca no solo establecer un diálogo de sa- la propia cultura sin debilitar nuestra identidad. De-
beres que permita la coexistencia de una diversidad fine que lo característico de cualquier sociedad es la
de concepciones del mundo, sino también desarrollar diversidad y busca romper con las presunciones de
una perspectiva crítica, que desde los intercambios e existencia de una homogeneidad cultural.
interacciones entre las niñas y los niños y las maes-
tras y maestros, permita interrogar, analizar los cono- Este principio supone reconocer el derecho personal
cimientos e identificar que tanto enriquecen, limitan o de cada niño y niña a recibir educación inicial dife-
niegan los conocimientos, saberes y prácticas socia- renciada, con cuidado especial de la formación de su
les. Ello implica una necesaria aceptación y valora- identidad personal (Muñoz Sedano, 2000).
ción de los propios saberes y prácticas culturales; es
decir, la afirmación de la propia identidad. Promueve reflexión y entendimiento crítico sobre la
relación entre unidad y diferencia en las prácticas cul-
Otro elemento que debe ser considerado en el re- turales; sobre la deconstrucción y reconstrucción de
conocimiento de la “otredad” tiene que ver con la conocimientos, valores, habilidades, actitudes, rela-
18 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
cionadas con la cultura propia y con las otras cultu- todos sus ámbitos, etc. …” (Manzo y Westerhout,
ras; sobre la posibilidad de construcciones colectivas 2003:9).
y sobre la creación de nuevas expresiones intercultu-
rales, entre otros. La comunicación, interrelación y cooperación
Desde lo anterior, la interculturalidad debe ser com- Desde este principio se busca desarrollar comu-
prendida como vivencia, como experiencia vital. nicación e interrelación entre distintos sistemas de
Por tanto, más allá de estudiar, analizar, conocer o conocimiento, saberes y prácticas locales; y entre
enseñar sobre la interculturalidad se trata de vivirla personas y grupos diferentes buscando niveles de
en el jardín infantil, en la escuela. No olvidemos que complementariedad y sin negar ni deslegitimar lo
el jardín infantil es un espacio de socialización en el propio, ni lo ajeno. También propende por incentivar
que las niñas y los niños pasan la mayor parte del acciones de cooperación que permitan actuar de ma-
tiempo, y es allí donde ellos recrean el inicio de su nera colaborativa.
vida pública desde la interacción con otros iguales y
diferentes que lo acogen y acompañan en su proce- Algunos propósitos centrales de este principio son:
so de desarrollo psicosocial, pero también donde le fomentar la comunicación e interacción entre dife-
exigen y proponen referentes de relación, normas de rentes identidades, mantener la lucha activa contra
comportamiento, compromisos y valores para vivir la discriminación y el racismo, superar los prejuicios
en comunidad. y estereotipos y fortalecer la relación de la escuela o
del jardín infantil con la comunidad (Muñoz Sedano,
Vivir la interculturalidad en el jardín infantil significa 2000).
combinar experiencias educativas diversas, que in-
cluyan componentes cognitivos, afectivos y vivencia- En efecto, vivir la interculturalidad significa, entre
les; pues estos procesos son necesarios para interio- otras cosas, favorecer, durante el proceso educati-
rizar los valores, retos y compromisos que implica vo, la vivencia de experiencias que se refieran a la
una educación inicial sustentada en esta perspectiva. vida cotidiana de las niñas y los niños, garantizando
Son importantes las sensaciones, las percepciones y que no haya divorcio entre lo que se vive en el jardín
los sentimientos que resultan de las experiencias de infantil y lo que se vive en la comunidad de origen y
las niñas y los niños; y por supuesto el análisis y con- en el entorno local donde habitan. Aquí cobra impor-
trastación de los mismos con la realidad circundante, tancia capital el saber de las familias, de los mayo-
para lograr mayor comprensión sobre las situaciones res y personas significativas de la comunidad, pues
vividas e incorporarlas a la cotidianidad. ellos son quienes aportan información que muchas
veces no se encuentra dentro de los textos de estudio
Este principio pedagógico destaca la necesidad de y que sólo se transmite por vía oral; también aportan
posibilitar en la operacionalización del proyecto pe- lecciones de vida significativas sobre las formas ca-
dagógico, la autogeneración de prácticas que per- racterísticas de relacionarse con el mundo y con los
mitan recrear experiencias interculturales en el jar- otros, desde las particularidades culturales.
dín infantil. Ello facilita “… la incorporación dentro
de la malla curricular de saberes de los pueblos in- Para Manzo y Westerhout (2003), este principio
dígenas, su cosmovisión y otros elementos propios hace referencia a la integralidad del proyecto peda-
de contextos interculturales, como el respeto a las gógico y al respecto sugieren que debe incorporar en
diferencias individuales, el pensamiento democráti- su diseño y operacionalización a toda la comunidad
co, el respeto de la diversidad cultural, el cuidado, educativa.
respeto y valorización del patrimonio cultural en
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 19
Mantener el vínculo jardín infantil-comunidad-entor- ser informados, consultados y escuchados en todo
no local permite proporcionar a las niñas y los ni- momento.
ños elementos de análisis, valoración y crítica de
las diferentes realidades socioculturales de nuestro En efecto, fomentar y mantener la participación hace
contexto. Los prepara para comprender y combatir parte de una construcción y debe estar acompañada
los prejuicios y estereotipos culturales presentes en del seguimiento y revisión permanente de los proce-
la relación que establecen con su entorno inmediato, sos que se animan desde el proyecto pedagógico, lo
en la perspectiva de generar actitudes positivas hacia cual requiere de la participación de toda la comuni-
la diferencia. dad. Ello permitirá, no sólo que todos los actores se
sientan involucrados y que toda la comunidad conoz-
Participación de las niñas y los niños y de la ca, valore y apoye los procesos educativos que se
comunidad desarrollan en el jardín infantil, sino también realizar
los ajustes e innovaciones requeridos para garantizar
La participación es, simultáneamente, un requisito y la revitalización de la cultura propia y comprender e
un valor en el proceso de formación. Es importan- interactuar de la manera más armónica posible con
te tener en cuenta que para el caso de los jardines la cultura mayoritaria (Manzo y Westerhout, 2003).
infantiles que atienden la educación inicial de las
niñas y los niños indígenas, esta aproximación a la Organización y ambientes de formación del jar-
educación inicial en clave de interculturalidad, sería dín infantil
limitada si se hace sólo desde el proyecto pedagógi-
co del jardín infantil. Las reflexiones y elaboraciones Como hemos insistido a través de este texto los prin-
que se inicien o consoliden deben consultar y recrear cipios de la interculturalidad deben reflejarse en to-
el plan de vida y los anhelos educativos de la co- das las actividades del jardín infantil. Es por ello que
munidad tanto en la ciudad, como en el territorio de la organización de los espacios, las acciones y los
origen; porque ello da garantía de crear y mantener materiales previstos para el proceso educativo deben
vínculos, interacciones, encuentros y negociaciones incorporar elementos que ofrezcan a las niñas y los
permanentes con la sociedad nacional, en beneficio niños la oportunidad de vivenciar su propia cultura,
de la formación de las niñas y los niños. conocer y comprender otras identidades, contrastar
su forma de vida y saberes con otros diferentes; y ex-
También es importante garantizar la participación perimentar y resolver las asimetrías y conflictos que
permanente de los niños y las niñas en las distintas comporta la interacción con una cultura diferente. En
actividades y experiencias que se promueven en el otras palabras, es importante establecer en el jardín
jardín infantil. Ello permitirá que puedan comprender infantil una flexibilidad organizativa suficiente para
de manera crítica y propositiva la realidad en la que responder a situaciones socioculturales diversas.
se desenvuelven. Pedir, proponer, opinar, protestar,
exigir, negociar, concertar, debatir, sugerir , com- Cabe anotar que este principio didáctico hace refe-
partir o disentir sobre la vida diaria del jardín infantil rencia a la coherencia del proyecto pedagógico con
ayuda a las niñas y los niños no sólo a comprender el plan de vida de la comunidad y con las dinámicas
y valorar lo propio, sino también, a comprender y va- culturales que tienen lugar en el contexto urbano en
lorar lo otro. No olvidemos que las niñas y los niños el que habitan los niños y las niñas del jardín infantil.
pueden pensar y expresarse por sí mismos. Siempre Los propósitos formativos y las apuestas pedagógi-
tienen algo que decir sobre lo que afecta a su vida cas del proyecto debe coincidir con las aspiraciones
como persona, miembro de una familia, un grupo propias de la comunidad de origen y prever espacios
social o una comunidad educativa; por tanto deben que permitan a las niñas y los niños acceder, in situ,
20 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
a conocimientos que no están en los libros, un tipo de los culturales hegemónicos que asumen la diferencia
conocimiento que no se puede aprehender sin haber como una desviación y que incentivan la discrimina-
tenido la posibilidad de vivenciarlos de acuerdo con ción, la exclusión y el desconocimiento de todo aquel
los usos y costumbres característicos de la propia que vive, siente y piensa diferente. Es claro que vi-
cultura y contrastarlos con los conocimientos y sa- vir la interculturalidad significa transitar caminos de
beres que ofrece el currículo oficial (Manzo y Wes- tensiones y conflictos que confrontan e interrogan
terhout, 2003). constantemente lo propio y lo “otro”. Pese a la difi-
cultad que comporta armonizar lo propio y lo común,
La organización y definición de los ambientes de for- la interculturalidad se constituye en una de las alter-
mación bajo un horizonte intercultural requiere tener nativas que abre espacios para la negociación y el
como referente la realidad regional, dado que no es diálogo cultural y que permite formar ciudadanos con
lo mismo el desarrollo de un proyecto pedagógico en una actitud crítica y propositiva frente a los conflic-
el territorio de origen o el desarrollo del mismo en tos e inequidades sociales; dispuestos a la construc-
la ciudad. Para el caso de los jardines infantiles de ción de formas de relación desde la diferencia. Por
educación inicial indígena de Bogotá, es necesario las razones anteriores, quizás resulta por lo menos
contextualizar su operacionalización para evitar que interesante, si no prioritario, vincular la perspectiva
la riqueza cultural que los pueblos indígenas compor- intercultural al proyecto pedagógico.
tan, se vea invisibilizada o mimetizada por las com-
plejas dinámicas e incertidumbres propias de la vida
de la ciudad.
2. Dialogar
En tal sentido se recomienda incluir, por un lado, as-
pectos que favorezcan el fortalecimiento de la propia
con la Experiencia
identidad (recuperación de la lengua, revitalización de
la cultura, vivencia de los usos y costumbres de la
Incorporar la interculturalidad al proyecto pedagógi-
propia cultura); y por otro, aspectos que permitan co-
co implica inicialmente hacer una revisión y análisis
nocer, aceptar y comprender la cultura local y nacional
juicioso del proyecto que se está implementado en
(costumbres, lengua, tradiciones, formas de relacio-
el jardín infantil, para identificar los elementos inter-
narse); revelando de esta manera las incertidumbres,
culturales presentes y/o ausentes en el mismo. Esta
dificultades y transformaciones que ello implica. Lo
revisión y análisis con seguridad permitirá definir
anterior tiene el propósito de avanzar hacia una ma-
los aspectos a vincular, resignificar y/o fortalecer en
yor comprensión y aceptación de estas asimetrías,
beneficio de las niñas y los niños que estamos edu-
como alternativa para garantizar, a las niñas y los ni-
cando. Los siguientes interrogantes nos permitirán
ños, el ejercicio de una ciudadanía sin exclusiones.
orientar esta reflexión: ¿Qué aspectos del proyecto
Al respecto, se sugiere también incorporar espacios
pedagógico incorporan elementos de interculturali-
y prácticas para que la comunidad no indígena pueda
dad? Y ¿Qué le falta al proyecto pedagógico, para
interactuar con los pueblos originarios que habitan en
garantizar la circulación y vivencia del enfoque in-
la localidad y desde esta interacción facilitar el cono-
tercultural en los procesos educativos que se ade-
cimiento, la comprensión y aceptación mutua desde
lantan?
sus diferencias y particularidades.
De otra parte, la revisión y valoración de cualquier
Como reflexión final es importante mencionar que la
proyecto pedagógico requiere por lo menos pregun-
educación intercultural, es una apuesta pedagógica
tarnos por tres aspectos que son relevantes en la re-
en construcción que pretende transformar los mode-
lación pedagógica; ellos son ¿qué enseñar?, ¿cómo
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 21
y cuándo enseñar? y ¿cómo y cuándo hacer segui- Bueno ahora iniciemos la lectura:
miento y valoración del proceso?
Sobre la experiencia de diseño del proyecto:
Es importante tener en cuenta que para dar respuesta
a estos interrogantes debemos centrarnos en aque- “… Fue difícil construir criterios y referentes peda-
gógicos que permitieran diseñar un modelo educa-
llos aspectos que podrían aportar para generar pro-
tivo adecuado a nuestro sentir, pensar y proyectar.
cesos formativos que propicien el reconocimiento de Por eso el primer obstáculo que tuvimos que vencer
lo culturalmente distinto y la vivencia de la intercultu- fue el de ubicar el horizonte del modelo o propuesta
ralidad en la cotidianidad del jardín infantil. Realice- pedagógica que se buscaba. Una de las primeras es-
mos esta reflexión con nuestros colegas, los padres trategias para pensar una escuela indígena fue anali-
zar las escuelas que había en nuestras comunidades.
de familia y los mayores y/o personas significativas
Cuáles fueron sus orígenes, cuáles sus efectos y
de la comunidad. consecuencias, cuáles sus problemas y dificultades,
por qué se quiere tener escuelas en las comunida-
Este trabajo colectivo seguramente aportará informa- des. El trabajo en esta perspectiva nos permitió re-
ción valiosa para enriquecer el proyecto pedagógico, tomar opiniones y planteamientos muy diversos que
demostraban de una u otra manera que las escuelas
por ello es importante hacer una memoria (escrita,
“oficial” y misionera, así como estaban funcionan-
visual o incluso auditiva) que recoja los testimonios do, eran uno de los medios que más influían para la
y discusiones de la sesión, pues esta información se desintegración cultural y la pérdida de identidad en
puede constituir en la guía para ajustar y complemen- las comunidades. Sin embargo, también se recono-
tar la propuesta educativa del jardín. cía que de todos modos se necesitaba ese espacio
desde la dimensión política de los pueblos indígenas,
como un mecanismo para la revitalización cultural.
Con esta perspectiva iniciamos en 1978. Se abrieron
las primeras escuelas, las cuales se asumieron como
3. Diálogo laboratorio teórico práctico de un nuevo “modelo”
educativo. Inicialmente estuvimos en la búsqueda
con los Sabedores de un modelo pedagógico alternativo a la educación
“oficial”. Así lo planteábamos en Nuestra experiencia
educativa (1987, editada en 1991). Pero el concep-
to de “modelo” era insuficiente para expresar lo que
Ahora revisemos algunos testimonios relacionados
queríamos pues, además de estático y rígido, presu-
con la experiencia de construcción del Programa de ponía la adopción de una forma específica general
Educación Bilingüe e Intercultural que lidera el Conse- que no recogía la diversidad local ni las dinámicas de
jo Regional Indígena del Cauca -CRIC-. Esta experien- los procesos que se iban dando. Por eso, a comien-
cia nos puede aportar pistas sobre aquellos aspectos zos de los 90 los conceptos de “proyecto educativo”
o de “propuesta educativa” van reemplazando al de
que inciden o que es importante considerar, cuando
“modelo”… “ (CRIC, 2004:156).
estamos construyendo o consolidando un proyecto
formativo desde la diferencia. “… Efectivamente, los primeros años de desarrollo
del proyecto educativo estuvieron signados por la
Cabe mencionar que los diferentes textos que se inseguridad, la duda, las inquietudes permanentes
presentarán a continuación fueron tomados del libro frente al rumbo que le queríamos dar al proceso. Aho-
¿Qué pasaría si la escuela?, publicado en el 2004 por
el CRIC5. Dado que el texto es extenso hemos escogi-
do solo algunos fragmentos del libro, para continuar 5
Es importante aclarar que los testimonios que aparecen en esta sección, fueron
con la reflexión sobre el proyecto pedagógico. escogidos del capítulo cuarto del libro, el cual se denomina “Una pedagogía
para construir proyectos de vida”. En dicho capítulo se narra el proceso de
construcción del proyecto educativo y presenta valiosas reflexiones en torno a
la educación indígena.
22 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
ra también existen las dudas, las problemáticas, los niño o persona como individuo. El currículo es un
conflictos, pero ya son de otro orden: metodológico, proceso articulador y generador de las experiencias,
investigativo, político-organizativo. Una de la salidas los conocimientos, los saberes y los valores que se
adoptadas y que contribuyó a enrumbar el proyecto requieren para lograr la formación de grupos espe-
educativo fue la reflexión comunitaria acerca del qué cíficamente definidos (niños, jóvenes, maestros).
y el para qué de la educación. La primera pregunta a Igualmente el currículo organiza, ordena y desarrolla
resolver en esta dinámica fue el qué enseñar y el qué procedimientos de enseñanza y espacios de apren-
aprender... En el equipo del PEB6 empezamos a en- dizaje…” (CRIC, 2004:172).
tender y a hilar las expectativas de las comunidades
que más tarde habrían de convertirse en los linea- Sobre la discusión del ¿qué enseñar?
mientos de la educación. Tomando de aquí y de allá:
el proceso curricular… El incorporar la educación en
nuestro proyecto de vida ha supuesto un ejercicio “… En cuanto a la ciencia occidental, a los sabe-
permanente de análisis sobre los saberes y conoci- res y conocimientos “universales” o hegemónicos,
mientos que circulan y que deberían estar presentes estamos tratando de investigar y comprenderlos y,
en las escuelas. El definir qué se debe enseñar ha aunque tenemos profundos cuestionamientos, en la
sido el resultado de complejos procesos de negocia- práctica en las escuelas no se percibe hasta ahora
ción al interior de las comunidades, y con el Estado un conflicto serio, puesto que allí los reelaboran y
y la sociedad colombianos. Finalmente, las escuelas se privilegian los saberes de las comunidades… En
tienen también unas dinámicas propias: los niños ex- las escuelas partimos de lo nuestro y es la cosmovi-
presan con su entusiasmo, con su compromiso, o sión de cada pueblo el hilo conductor que dirige las
con su desinterés o su resistencia silenciosa qué es apropiaciones. Muchos de estos conocimientos no
lo que quieren aprender…” (CRIC, 2004:158). tradicionales los presentamos como otra perspecti-
va, como otra forma de ver el problema. Adoptamos
una posición pragmática: lo que nos da resultado en
“… Más tarde, con el paso del tiempo y el desarrollo la práctica, lo asumimos. Los niños tienen un espe-
de diversas estrategias para lograr procesos de inte- cial interés por las maquinas, como los tractores, la
gración de áreas encontramos en los proyectos pe- radio, el computador, las motos, les gusta conocer
dagógicos uno de los recursos metodológicos más su funcionamiento. Lo mismo pasa con los adultos;
adecuados. Un proyecto pedagógico involucra la estos se interesaron en su momento por leer y escri-
investigación y generalmente parte de un problema bir, no por el amor a la lectura, sino para conocer la
que hay que clarificar. En su desarrollo combina la legislación indígena y defender sus derechos. (CRIC,
teoría con la práctica y se articula a diversas discipli- 2004:172).
nas, contextualizando los aportes teóricos…” (CRIC,
2004:171).
“… La ciencia, como la escuela, como el castellano, son
hegemónicos, no podemos negarlos; consideramos
Sobre el currículo que nos han perjudicado históricamente, pero son
necesarios para nuestra sobrevivencia. Hoy en la
“… Muchas dificultades se enfrentaron y aún quedan escuela los asumimos desde la lógica de la intercul-
por solucionar respecto a la concepción, enfoques turalidad, como un reconocimiento de otros pueblos,
y tipos de currículo. Para unos el currículo se redu- otros saberes, otras formas de entender el mundo,
cía al plan de estudios, una receta temática, que el que nos enriquecen si sabemos articularlos a nues-
maestro al principio de cada año debía planear y do- tro proyecto de vida… (CRIC, 2004:176).
sificar, que se debía cumplir a la fuerza y sin importar
si el niño aprendió o no aprendió … Para nosotros, Sobre el ¿cómo enseñar?
el currículo implica un proceso formativo integral,
enmarcado en un movimiento por la pervivencia cul-
tural y en coherencia con el proyecto de vida de cada “… Fue claro también para nosotros desde el co-
pueblo y el tipo de sociedad que se quiere construir. mienzo que los procedimientos repetitivos y autorita-
Sus contenidos son materia de una cuidadosa se- rios de la escuela en las zonas indígenas, no podían
lección dependiendo del tipo de persona a la que se
quiere formar, de los problemas, necesidades e inte-
reses que cada comunidad tiene e igualmente cada 6
Proyecto de Educación Bilingüe.
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 23
convivir con la nueva escuela que queríamos confor-
mar. Pretendíamos dejar atrás también los recursos
que caracterizaban la escuela, negar el aula cerrada
4. Tejiendo Nuevas
con sus cuatro paredes, negar el tablero y la tiza, el Prácticas Pedagógicas
cuaderno, el dictado, la pregunta y la respuesta ento-
nada a coro, la memorización repetitiva. Hicimos uso
de todo lo que estuvo a nuestra mano pero, en este
No es fácil identificar y poner en operación progra-
camino, y a través del ensayo y error, fuimos esco-
giendo, apropiando, modificando y creando algunas mas, experiencias y prácticas pedagógicas que vin-
maneras de hacer que hoy resultan ya características culen la perspectiva intercultural en el proyecto pe-
de nuestra propuesta: las “fichas”, las “guías”, los dagógico, dado que al respecto no hay fórmulas, ni
diarios, los encuentros, salidas y participación en la rutas definidas con claridad. Es por ello que arries-
vida comunitaria, el trabajo comunitario, el cabildo
garse a asumir esta perspectiva es todo un desafío.
escolar, las expresiones como el dibujo, la música,
los bailes, el sociodrama, diferentes materiales edu-
cativos y una serie de estrategias que recuperamos Como lo hemos expresado en anteriores ocasiones,
de la tradición de nuestras comunidades como la la interculturalidad no existe en sí misma sino que es
oralidad y los relatos, los sueños y señas, la sim- una construcción, una vivencia y ello significa un tra-
bolización y la personificación, la analogía, la expe-
bajo permanente de reflexión acción, que permita ir
riencia y la observación de la naturaleza…” (CRIC,
2004:176). ajustando, en el proceso, nuestro proyecto para que
nuestras acciones puedan responder con pertinencia
Sobre el seguimiento y valoración del proceso a las demandas que el contexto sociocultural hace a
adelantando en el proyecto la formación de nuestras niñas y niños.
“… El PEBI7 como programa realiza cada seis me- Las siguientes sugerencias ofrecen algunas orien-
ses el análisis de las instancias y mecanismos que
taciones sobre cómo tejer nuevas prácticas peda-
implementan en relación con sus perspectivas po-
líticas, pedagógicas y administrativas. Este espacio gógicas que incorporen la interculturalidad al pro-
convoca todo el equipo coordinador, los delegados yecto pedagógico. Dichas recomendaciones se han
de las zonas, los consejeros e invitados especiales. construido teniendo como referente: ¿Qué enseñar?,
Para nosotros la evaluación participativa siempre ha ¿Cómo y cuándo enseñar? y ¿Cómo y cuándo hacer
sido la estrategia política más eficaz de asegurar
seguimiento y valoración del proceso?
que el camino que va tomando la educación tenga
sostenibilidad y consistencia en el futuro. De esta
manera se concreta la orientación y control de las ¿Qué enseñar?
comunidades como base organizativa. Estos espa-
cios abiertos de evaluación contribuyeron a decantar
y cualificar los ejes del proyecto educativo...”. (CRIC,
Es indispensable tener en cuenta los conocimientos
2004:217). y experiencias previas de las niñas y los niños vincu-
lados al jardín infantil, dado que estos están enrique-
Como podemos apreciar estos testimonios provocan cidos por el legado cultural de sus mayores y el de
un sinfín de interrogantes sobre cómo fortalecer el su entorno natural. Ello aportará a la estructuración
proyecto pedagógico del jardín infantil. Si deseamos y elección prácticas pedagógicas que propicien am-
conocer con mayor detalle esta experiencia, podría- bientes de formación significativos.
mos leer todo el libro, pues con seguridad aportará
elementos que pueden ser valiosos para enriquecer Aspectos como la valoración de la propia cultura en
los procesos educativos de nuestra comunidad. contraste con otras culturas, los usos y costumbres
7
Proyecto Educativo Bilingüe Intercultural (PEBI).
24 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
de la comunidad y las pautas de crianza pueden y las expresiones artísticas de los ancestros.
constituirse en referentes para ser incorporados en la
educación inicial de las niñas y los niños. No se puede negar que la expresión de la propia iden-
tidad es el camino para alcanzar la comprensión de
Territorio, madre tierra, lengua, cosmovisión, jue- otras identidades. El diálogo con otros debe propi-
gos tradicionales, música, arrullos, cantos, danzas, ciarse y en lo posible mantenerse tanto de manera
cuentos, relatos, mitos, leyendas, arte, medicina tra- directa (en el aula, en el jardín infantil); como de for-
dicional, entre otros; hacen parte de los saberes an- ma indirecta (en el barrio, la localidad, personajes de
cestrales que se configuran como ejes de trabajo pe- otras comunidades). En tal sentido el proceso forma-
dagógico que pueden sustentar el proceso formativo. tivo debe trascender el jardín infantil desde el fomento
Todos estos temas son importantes, pues soportan de acciones educativas que faciliten la interacción de
los procesos de afirmación de la identidad. las niñas y los niños con la comunidad de origen y
con la comunidad en la que habita en la ciudad. Las
El conocimiento de otras culturas en contraste con niñas y los niños no sólo se forman y socializan en
la propia, los conflictos y tensiones que se presentan el jardín infantil sino en la interacción con su entorno
en la relación y la forma de resolverlos son aspectos inmediato; pues desde allí podrán vivenciar las asi-
importantes para vincular al proceso formativo desde metrías, los conflictos y los consensos que ocurren
las distintas dimensiones o pilares previstos para la en su hábitat natural.
formación de las niñas y los niños. Queremos ciuda-
danos incluyentes y respetuosos de la diferencia y El juego y la oralidad se constituyen en aspectos que
ello podría enriquecer la formación de nuestras niñas no se pueden descuidar cuando de formar a las niñas
y niños en este aspecto. y los niños se trata. Son expresiones naturales que
permiten a las niñas y los niños expresar sus senti-
¿Cómo y cuándo enseñar? mientos, conflictos y deseos; construir significados
y comprensiones sobre su entorno inmediato, adap-
Un principio pedagógico didáctico fundamental es tarse al mundo inventándolo y reinventándolo cada
pensar la intervención desde la premisa de vivir la vez y construir formas de relación e interacción con
interculturalidad en la cotidianidad del jardín infantil. el otro desde su diferencia. Es propicio para fortale-
No podemos limitarnos a enseñar unos conceptos, cer este aspecto fomentar la creación y disfrute de
o a diseñar una guía de trabajo o a organizar algunos cuentos, cantos, arrullos, rondas, rituales y juegos
eventos aislados que recreen el tema. Se trata más que recreen las narrativas indígenas y que permitan
bien de vivir la interculturalidad a partir de todos los incluso el contraste entre culturas.
saberes, acciones y prácticas que circulan y se re-
crean de manera natural en la vida diaria. ¿Cómo y cuándo hacer seguimiento y valoración
del proceso adelantado en el proyecto pedagó-
Frente al cómo y al cuándo es muy importante tener gico?
en cuenta la expresión musical, la expresión plástica,
la expresión dramática y las posibilidades que ofre- El proyecto pedagógico requiere revisión y segui-
cen la literatura, la narrativa y la oralidad. El goce de miento permanente para garantizar que los procesos
lo estético, lo artístico y lo comunicativo se configu- formativos respondan de manera pertinente a las de-
ran en alternativas para potenciar y re-crear la ima- mandas del contexto sociocultural. Dicha revisión y
ginación y la fantasía de las niñas y los niños. Desde seguimiento resultan prioritarios si estamos intentan-
allí se puede revitalizar la cultura propia, afirmar la do incorporar la perspectiva intercultural en nuestra
identidad y redimensionar y valorar el bagaje cultural propuesta pedagógica; no olvidemos que la intercul-
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 25
turalidad es una construcción y que se configura des- Consultemos la Bibliografía
de las experiencias e interacciones cotidianas con lo
propio y con lo otro. Consejo Regional Indígena del Cauca -CRIC-.
(2004). ¿Qué pasaría si la escuela…? 30 años de
El seguimiento y valoración del proceso adelantan- construcción de una educación propia. Programa
do desde el proyecto pedagógico debe ser producto de Educación Bilingüe e Intercultural. Editorial Fuego
de un trabajo colectivo, que cuente con la participa- azul. Bogotá D.C.
ción activa de las niñas, los niños, las familias, las
maestras y maestros y la comunidad. Este ejercicio MANZO, L. E. y WESTERHOUT, C. (2003). Propuesta
de revisión y seguimiento del proceso puede llevarse Metodológica en Educación Intercultural para Con-
a cabo utilizando las formas de encuentro, discusión textos Urbanos. En: Cuadernos Interculturales y del
y trabajo colectivo características de la comunidad Patrimonio. Ministerio de Educación-Universidad de
(mingas, encuentros de padres, círculos de palabra, Valparaíso. Facultad de Humanidades. Año 1, Nº 1,
asambleas con la comunidad, entre otros). Septiembre 2003. Imprenta Veleina. Viña del Mar
(Chile).
Finalmente cabe destacar que el seguimiento del pro-
yecto pedagógico tiene el propósito de valorar y ana- MUÑOZ Sedano, A. (2000). Hacia una educación in-
lizar en forma participativa los avances y dificultades tercultural. Enfoques y modelos. En: Encuentros so-
evidenciados en el desarrollo del proyecto. También bre educación. Volumen 1.
se constituye en una estrategia para recopilar in-
formación relacionada con las vivencias, sentires y HEISE, M., TUBINO, F. y ARDITO, W. (1994). Intercul-
angustias, de todos y todas, en torno al proceso de turalidad: un desafío. CAAAP. Lima.
formación que se adelanta en el jardín infantil.
WALSH, C. (2001). La interculturalidad en la educa-
ción. Programa FORTE-PE. Perú. Decisión Gráfica
SAC.
26 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
LA EDUCACIÓN INTERCULTURAL:
TENSIONES Y CONTRADICCIONES
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 27
de los del territorio de origen. Este es el caso de los formas de organización social como estrategia para
grupos indígenas que habitan las ciudades. revitalizar la cultura y fortalecer su identidad étnica.
Ello se ha convertido en su último bastión para reela-
En este contexto urbano, los pueblos indígenas han borarse como comunidad y se considera referente
tenido que experimentar el sentimiento de desarraigo necesario para resignificar el espacio urbano como
de su territorio y de su espacio social y se han visto otro territorio de existencia. En otras palabras, implica
enfrentados a situaciones de tensión y conflicto en considerar otras fuentes de identificación que permi-
torno a: tan, desde la distancia, mantener el vínculo con los
ancestros.
La ruptura con los saberes y prácticas tradiciona-
les compartidos con la comunidad de origen. Esta situación de las generaciones que han llegado a
la ciudad o que han nacido y vivido en ella, ha des-
Las contradicciones con las costumbres y formas atado la reflexión y debate sobre la constitución de
de relación características de la región o ciudad de una nueva identidad indígena que no se diluya en las
asentamiento. demandas de la cultura dominante; sino que pueda
dialogar con otras identidades y convivir en armonía
Las dificultades que enfrentan para acceder a los desde la diferencia. En el marco de estas reflexiones
espacios y servicios relacionados con salud, edu- y debates emerge el interrogante sobre qué significa
cación, trabajo, vivienda y recreación, entre otros, ser indígena en un contexto urbano.
situación que en muchos casos se acentúa por
las diferencias lingüísticas y culturales que se Esta interpelación sobre lo que significa ser indígena
convierten en una barrera para su participación. en la ciudad, aún no tiene respuesta, pero podría in-
tuirse que tiene que ver con la posibilidad de construir
Las situaciones de discriminación e invisibiliza- un plan de vida que responda a las aspiraciones de
ción que vivencian a causa de los prejuicios y es- la comunidad de origen y facilite la re-creación, cir-
tereotipos que los habitantes de la ciudad tienen culación y fortalecimiento de la propia cultura en un
sobre la población indígena. espacio urbano donde se comparte con otras identi-
dades, otras culturas. Es claro que la respuesta a esta
Las tensiones y conflictos mencionados, en muchos interpelación, a este interrogante le compete encon-
casos han desatado un proceso de asimilación a la trarla o configurarla a los pueblos indígenas, desde
cultura urbana, quizás porque se ha ido perdiendo, los supuestos identitarios propios de sus culturas
progresivamente, el contacto con el territorio de ori- ancestrales.
gen y porque la vida en la ciudad implica asumir otros
espacios, otros dificultades, otras formas de partici- Como hemos podido apreciar en las argumentacio-
pación y de actuación que distan mucho de las cono- nes compartidas en este texto, las dinámicas que
cidas y vivenciadas en la propia comunidad. caracterizan las relaciones interculturales comportan
multitud de fricciones y tensiones, sobre todo cuando
Sin embargo cabe resaltar que no siempre el resulta- dichas dinámicas tienen lugar en espacios urbanos
do es la asimilación a la cultura urbana. Hay comu- que albergan diversos grupos poblacionales con plu-
nidades que a pesar del alejamiento de su territorio ralidad de conocimientos, prácticas y sentires. Esta
de origen y de las condiciones, muchas veces ad- situación se presenta en todas las esferas de la vida
versas de la vida en la ciudad, se han dado a la tarea social, incluso en el ámbito educativo, principal esce-
de mantener vivas su cosmovisión, su lengua y sus nario de socialización de las niñas y los niños indíge-
nas que habitan la ciudad.
28 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
Es aquí donde cobra relevancia la incorporación de los últimos años, aún se evidencia resistencia social
la perspectiva de la educación intercultural, porque al respecto. (Ferrão Candau, 2010).
permite avanzar en procesos formativos que brindan
espacios y experiencias que dan la posibilidad de Según Vera María Ferrão esta resistencia quizás obe-
comprender, analizar en forma crítica estas contra- dece a la existencia de un fuerte racismo en la socie-
dicciones. dad, que niega las diferencias culturales y considera
inadecuada la incorporación de elementos relativos a
En este sentido, la educación inicial en clave de in- otras culturas en el plan de intervención pedagógica
terculturalidad se configura como promotora de for- del jardín infantil o de la escuela, con el pretexto de
mas de relación que faciliten a las niñas y los niños que debilita la cultura común y la cohesión social.
y a las maestras y maestros generar dispositivos Otro argumento planteado por la autora hace refe-
pedagógicos que permitan enfrentar las asimetrías rencia a la permanencia de un pensamiento colonial
y desigualdades y avanzar hacia la comprensión de que exalta la lógica europeizante y de influencia nor-
la pluralidad de saberes y prácticas que circulan en teamericana que desvaloriza los saberes y prácticas
la sociedad. De otra parte cabe mencionar que las de las culturas originarias.
maestras y maestros como agentes de cambio de-
ben configurarse como mediadores de las tensiones La interculturalidad no puede entenderse como un
y conflictos que la diferencia comporta, favoreciendo problema que solo le atañe a los grupos étnicos, en
un dialogo intercultural donde cada cultura participe tal sentido se considera como un proyecto político,
en condiciones de igualdad y equidad y pueda llegar a cultural, ético y epistémico que busca cuestionar las
consensos desde el auto reconocimiento de lo propio. estructuras de poder dominantes, para instaurar for-
mas de relación más equitativas y democráticas que
Como hemos mencionado, son muchos los conflic- minimicen la desigualdades sociales.
tos y tensiones que el tratamiento de la intercultura-
lidad en la educación genera, revisemos algunos de Tensión entre la intraculturalidad (lo propio) y
ellos: su relación con la interculturalidad (lo otro)
Tensión entre una interculturalidad para todos En las últimas décadas se ha venido debatiendo el
y todas y una interculturalidad para unas mino- concepto de intraculturalidad para hacer referencia
rías al reconocimiento y comprensión de la propia cultu-
ra como elemento esencial para fortalecer la propia
Inicialmente la educación intercultural se dirigía de identidad. Este es un concepto estrechamente ligado
manera exclusiva a grupos considerados minorita- a la interculturalidad; pues en la medida que sabe-
rios, subalternizados, en particular a grupos indíge- mos quiénes somos, de dónde venimos y cuáles son
nas y con menor frecuencia a poblaciones afrodes- las formas de ser y estar en el mundo que son ca-
cendientes. Estos grupos denominados por algunos racterísticas de mi entorno, podemos relacionarnos
como los otros, los diferentes, eran quienes deberían con otros diferentes e interactuar con ellos; es decir,
ser integrados a la sociedad nacional. Sin embargo, construir relaciones en clave de interculturalidad.
a partir de la década de los 90 se ha venido consoli-
dando la postura de que la interculturalidad debe ser La intraculturalidad permite fortalecer los procesos
asumida por y para todos los agentes sociales, en el de identidad cultural y facilita la revitalización de la
entendido de que se constituya en una característica cultura y en este sentido se constituye en una vía para
de la sociedad, en su proceso de construcción de- proteger y valorar lo propio, a propósito de la relación
mocrática. Aunque esta postura se ha afianzado en que se establece con una cultura dominante.
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 29
Desde la intraculturalidad una tensión frecuente es la buscan la autoafirmación de los saberes y prácticas
valoración de la propia cultura como la única legitima, ancestrales, el fortalecimiento identitario y el recono-
favoreciendo el etnocentrismo. Esta situación condu- cimiento de lo propio en contraste con lo otro, bajo
ce a invisibilizar y desconocer otras culturas y pue- el presupuesto de garantizar una permanente revitali-
de producir como resultado la no apertura hacia los zación de la cultura. Mientras que los discursos que
otros. En tal sentido puede ocurrir que las personas enmarcan el currículo oficial se instalan en la gene-
queden prisioneras en una identidad cultural estática ración de dispositivos para integrar las comunidades
e inmutable que le impida interactuar sin fricciones en la cultura global, en la cultural nacional; dando
con los otros diferentes. En contraposición a esta prevalencia al conocimiento occidental y defendien-
postura podría ocurrir que desde la interculturalidad, do el carácter homogenizador propio de los procesos
en la relación con la cultura dominante, se invisibilice educativos. La tensión que allí surge es fuerte, dado
o subvalore la propia cultura produciendo el debili- que el conocimiento y discurso pedagógico oficial no
tamiento y pérdida de la propia identidad en aras de representan la realidad y experiencias de vida de las
adoptar una cultura ajena. (Ferrão Candau, 2010). comunidades y ello genera una marcada resistencia
cultural y por ende desconfianza e inseguridad frente
La relación intra-interculturalidad es una construc- a la labor del jardín infantil.
ción que adquiere forma desde la interacción con los
otros. Esta relación permite afirmar la propia identi- Tensión entre la educación intercultural y la in-
dad y el reconocimiento y valoración de lo propio en terculturalidad como proyecto político
contraste con otras identidades y formas de relacio-
narse con la realidad. Es importante resaltar que esta Esta tensión hace referencia a la tendencia a redu-
relación puede generar situaciones complejas y ten- cir los aportes de la educación intercultural princi-
siones dependiendo de la manera como se asuma. palmente a la educación indígena y quizás a otros
grupos considerados diferentes; y se plantea como
Esta relación intra-intercultural exige estar alerta fren- una alternativa para favorecer la inserción de estos
te a estos riesgos, para no caer en posturas extre- grupos al sistema educativo vigente.
mas. Se trata de promover una interrelación con ba-
ses igualitarias, de tal manera que se valore lo propio De otra parte se evidencia una visión limitada de la
en contraste con lo diferente. educación intercultural, pues se percibe como un en-
foque que aporta en la medida que admite adicionar
Tensión entre el jardín infantil y la comunidad al currículo8 oficial algunos contenidos relacionados
con otras culturas, sin que ello llegue a permear o
En el marco de la educación intercultural, la interac- afectar la dominancia de los conocimientos y valores
ción jardín infantil-comunidad se sustenta en los considerados universales por occidente. (Ferrão Can-
presupuestos y aspiraciones de la comunidad en lo
relacionado con los saberes y prácticas que deben cir-
cular y mantenerse en el jardín infantil. Las acciones y
8
El concepto de currículo se entiende en este texto según lo definido en el Li-
saberes impartidos por el jardín infantil están en per- neamiento pedagógico para la educación inicial indígena en Bogotá, publicado
manente revisión y crítica por parte de la comunidad y por la Secretaría Distrital de Integración Social (2011), en el cual se platea que:
“ La orientación curricular se refiere al diseño que permite organizar y planificar
esta situación genera tensiones de diverso orden. las actividades escolares. En el currículo están contemplados la concepción de
educación, los procesos pedagógicos que se plasman en los objetivos, conte-
nidos de enseñanza y aprendizaje, los criterios metodológicos, tiempos y recur-
Una de estas tensiones es la relación entre los co- sos didácticos. De modo general, el currículo responde a las preguntas ¿qué,
nocimientos ancestrales y los conocimientos defini- cómo y cuándo enseñar?, ¿qué, cómo y cuándo se aprende?, ¿qué, cómo y
cuándo evaluar? Se puede decir que el currículo es la expresión formal, práctica
dos en el currículo oficial. La comunidades indígenas y material del Proyecto Pedagógico. Págs. 78 y 79.
30 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
dau, 2010). Es importante no caer en la trampa de las distintas formas de opresión y las asimetrías que
la curricularización de la interculturalidad pues de lo la cotidianidad de las niñas y los niños comporta.
que se trata es de vivirla en la cotidianidad del jardín
infantil, de la escuela. Un cambio de estas dimensiones es complejo, pero
es importante estar atento a identificar el momento
Otras visiones inspiradas en una perspectiva crítica y el lugar donde ese cambio puede ocurrir. Bajo esta
de la interculturalidad, defienden su incorporación perspectiva es necesario que las maestras y maes-
al sistema educativo como un ejercicio político que tros conozcan y comprendan las múltiples interac-
debe tener impacto en todas las esferas de la socie- ciones que se dan en los procesos pedagógicos y
dad. Plantea la acción educativa en clave intercultu- cómo estos se inscriben y traducen dentro y fuera
ral, como un acto que trasciende el trabajo de aula e del jardín infantil, de la escuela tomando como refe-
institucional, pues más que incluir unos contenidos o rente las diferencias y asimetrías en relación con lo
asignaturas, se trata de transformar el currículo para propio y lo otro, lo igual y lo diferente, lo legítimo y
avanzar hacia una cultura institucional en la que la lo ilegítimo, lo local y lo global, los consensos y los
interculturalidad sea parte de la cotidianidad; desde conflictos. La comprensión de estas interacciones se
la interacción entre diferentes, desde el conocimiento configura como un referente obligado para avanzar
de saberes y prácticas diversas, desde la afirmación en la desestructuración de los discursos colonialistas
de alternativas de participación que faciliten la cons- que anulan las diferencias y se instalan en discur-
trucción colectiva, desde la posibilidad de asumirse sos de dominación que niegan la existencia de otras
como sujeto de derechos y sujeto político que asume identidades y saberes. Esta sería la base mínima para
y acepta una realidad con pluralidad de saberes y di- afirmar la interculturalidad como proyecto político.
versidad de identidades que enriquecen, complemen-
tan y conflictúan la propia. Lo anterior supone entender la interculturalidad como
“… un desafío vital, una actitud de apertura que nos
Es importante reconocer que todavía la educación libera de la tiranía de los prejuicios y de las aparentes
está permeada por un enfoque homogenizador y en certezas absolutas, que nos conducen al estanca-
este contexto resulta necesario estar atento, para no miento y a la intolerancia…” (Heise, Tubino y Ardito
caer en el engaño pedagógico de ofrecer elementos 1994: 49). Asumir lo contrario significaría mantener
estereotipados y civilizadores de otras culturas, inclu- la situación de dominación que ha prevalecido hasta
so de la propia. Es prioritario revisar y resignificar el el momento.
estatuto pedagógico del jardín infantil, para no con-
vertir nuestro proyecto pedagógico en un dispositi- Finalmente es importante destacar que la intercultura-
vo de normativización de las diferencias. Esto puede lidad no es una simple relación entre culturas, ni una
resultar en una falsa interculturalidad porque condu- fórmula que asegura la desaparición del conflicto; se
ce a disolver lo político de la interculturalidad que se trata más bien de una alternativa que permite asumir
refleja en la participación, la organización, el disenso una postura crítica y propositiva frente al mundo y
y el diálogo. que ofrece oportunidades para construir una socie-
dad más justa y equitativa; no solo desde la com-
La interculturalidad como proyecto político sugiere prensión de las situaciones de exclusión y desigual-
avanzar hacia una mirada crítica y constructiva de dad que siguen presentes en nuestra sociedad, sino
la realidad en la perspectiva de democratizar el po- también desde el reconocimiento del conflicto como
der, de descolonizar el conocimiento, de superar la oportunidad para alcanzar consensos y negociacio-
subalternidad. Para ello es necesario que desde los nes en medio de las asimetrías y desencuentros que
procesos formativos se pueda identificar y analizar la diferencia cultural comporta.
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 31
2. Dialogar 3. Diálogo
con la Experiencia con los Sabedores
Como pudimos apreciar en el texto anterior, la inter- Conocer los relatos e historias que los sabedores de
culturalidad hace referencia a la interrelación, mu- otras comunidades han construido al respecto, nos
chas veces conflictiva, entre culturas diferentes. Ello puede aportar referentes importantes para explorar y
implica enfrentar incertidumbres, dudas y tensiones recuperar el pensamiento de nuestra comunidad so-
que no son fáciles de resolver, pero que se configuran bre la reflexión que estamos realizando. Para avanzar
como un desafío que puede ser superado para bene- en esta reflexión, leamos el siguiente relato:
ficio de las niñas y los niños que estamos formando.
Sobre la responsabilidad de los pueblos
Ahora analicemos las prácticas formativas que ade-
Angaangaq (Líder espiritual de las tribus esquimales)
lantamos en el jardín infantil, a partir de los siguientes
interrogantes: Los ancianos dicen: cada color de piel en la Tierra
tiene su propia responsabilidad espiritual. Eso me lo
¿Cuáles son las apuestas que el jardín infantil ha de- enseñó también mi abuela. Decía: «En el Este, por
finido para fortalecer los procesos interculturales? donde sale, el sol ilumina con una luz amarilla. Por
eso en el Este viven los hombres amarillos. Su ta-
¿Son las tensiones y conflictos que se presentan con
rea es preocuparse por la Tierra. Pero si viajas hoy al
mayor frecuencia en el jardín infantil? Lejano Oriente, donde viven los hombres amarillos,
verás que no han cumplido con esta tarea espiritual.
¿Cómo se resuelven las tensiones, conflictos y con- Hace muchos años celebré una ceremonia de la
tradicciones que se presentan en la cotidianidad del salida del sol en China, en la provincia de Cantón.
Cuando salió el sol, el cielo se tiñó de rosa. Enton-
jardín infantil?
ces comprendí que los hombres amarillos no habían
hecho honor a su responsabilidad espiritual. No se
¿Qué tensiones y conflictos identifican las familias y habían preocupado debidamente por la Tierra.
los mayores de la comunidad en relación con las for-
mas de interactuar con otras culturas? Ahora sabemos que fueron los primeros en cocer-
la para extraer de ella minerales. Así destruyeron el
medio ambiente. Y así han quedado las cosas. No se
Exploremos y discutamos estos interrogantes con preocupan suficientemente por la Tierra.
nuestros colegas, los niños y las niñas, las familias
y los mayores de la comunidad e identifiquemos, en En el Sur, donde alcanza su punto más alto por enci-
colectivo, acciones pedagógicas que permitan avan- ma de nuestras cabezas, el sol ilumina siempre con
luz blanca. Por eso en el Sur hay hombres blancos.
zar en la comprensión y resolución de estas tensio-
Cuando el sol llega a su punto más alto por encima
nes y conflictos en el marco de las actividades for- de nosotros, proyecta las sombras más pequeñas.
mativas que realizamos con las niñas y los niños del Por eso es responsabilidad de los blancos abolir las
jardín infantil. Escribir una memoria (visual, auditiva diferencias entre los hombres: cultivar la igualdad de
o gráfica) sobre esta actividad permitirá organizar la derechos y la estima mutua. Pero los blancos no han
cumplido con realizar esta tarea. En vez de hacerlo,
información recopilada y guardar un registro que será
han organizado expediciones de conquista. Una mi-
de utilidad para aquellos momentos en los que hace- rada al mundo, con todas sus diferencias sociales
mos seguimiento y valoración de los procesos que y económicas, demuestra que los hombres blancos
adelantamos desde el proyecto pedagógico del jardín tampoco han hecho honor a su responsabilidad es-
infantil. piritual.
32 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Tejiendo la Interculturalidad desde la Formación de las Maestras y Maestros de la Primera Infancia Indígena en Bogotá
En el Oeste donde el sol se pone con un rojo vivo, tra e inter comunidad y ofrecería claves para formar a
viven los hombres rojos. A ellos pertenezco también nuestras niñas y niños en el manejo y resolución de
yo. Nuestras caras brillan con un rojo ardiente cuan-
estas tensiones y contradicciones.
do contemplamos la puesta del sol. Con la puesta del
sol comienza la noche, la hora de cenar y celebrar
conjuntamente. Es la hora de distenderse y disfru-
tar de la belleza de la paz. Pero esa paz todavía no
existe, decía mi abuela. Le preguntábamos por qué,
y ella respondía: «Porque el hombre rojo discute con
4. Tejiendo Nuevas
el hombre rojo sobre quién tiene las mejores cere- Prácticas Pedagógicas
monias». Por eso sabemos que los hombres rojos
tampoco han hecho honor a su responsabilidad espi-
ritual.
Veamos ahora algunas recomendaciones que pueden
Cuando el sol se pone, se dirige al Norte. Y todo se ayudar a explorar y recrear las tensiones y conflictos
vuelve negro. Mi abuela decía que la responsabilidad que la interculturalidad plantea, desde el trabajo con
espiritual de los hombres negros es asegurar que las niñas y los niños:
cada mujer y cada hombre pueda dormir tranquilo
de noche. Pero si miras la tierra de los negros, com-
probarás que en todas partes hay guerras. Y te da- Explorar y analizar con las niñas y los niños los es-
rás cuenta de que los hombres negros tampoco han tereotipos que se conocen sobre otros que com-
hecho honor a su responsabilidad espiritual. Ahora portan diferentes identidades en la perspectiva de
preguntarás, ¿qué necesitamos tú y yo para hacer facilitar su comprensión frente a los comporta-
honor a nuestras tareas espirituales? En el Este los
mientos de discriminación y exclusión de aque-
hombres amarillos no se preocupan por la Tierra,
los blancos en el Sur crean desigualdad en vez de llos que consideramos diferentes. Construir con
igualdad de derechos, en el Oeste, donde el sol se las niñas y los niños un listado de las personas
pone, los hombres rojos ya no se preocupan por la que ellos conocen que son diferentes. Mediante el
paz, sino que discuten sobre quién tiene las mejores juego de juego de roles o la elección y clasifica-
ceremonias.
ción de imágenes sobre los personajes elegidos,
¿Y los negros? Piensa: en todo el mundo los hom- identificar las percepciones positivas y/o negati-
bres se encierran en sus casas cuando anochece, vas que se tienen sobre los otros.
¿por qué? Porque no confían en sus vecinos. En una
ciudad como Nueva York encuentras millones de per- Indagar cuales son la situaciones de conflicto más
sonas que, de noche, convierten su casa en una cár-
frecuentes en la familia y la comunidad tanto a nivel
cel. Son prisioneros de sus propias cuatro paredes.
Porque no confían en sus vecinos. Ninguno de noso- interno como en la relación con los otros. Analizar
tros ha hecho honor a su responsabilidad espiritual. con las niñas y los niños sobre los sentimientos y
¿Cómo debemos actuar entonces para hacer honor a consecuencias adversas por la falta de consenso.
nuestra responsabilidad espiritual? Esta pregunta se Recrear las posibles soluciones y consecuencias
la han planteado desde siempre los hombres de las
positivas cuando se llega a acuerdos. Animar a las
cuatro razas en el mundo entero.
niñas y los niños a expresar de diferentes formas,
Este relato muestra de manera sutil y hermosa, las sus sentires y comprensiones sobre el tema para
tensiones y contradicciones que surgen entre los se- luego compararlas con las de sus pares. Podría-
res humanos y rescata la posibilidad establecer con- mos entonces abordar este trabajo, por ejemplo,
sensos, a pesar de las diferencias. Sería interesante desde ejercicios gráficos, o desde la construc-
indagar con los mayores de nuestra comunidad si hay ción de cuentos, o desde la expresión dramática
danzas, cantos o rituales que puedan mostrar estas (títeres, juego de roles, imitación de situaciones)
dinámicas que se dan en la relación intercultural. Ello o desde la expresión plástica (construir modelos
aportaría al fortalecimiento de nuestras relaciones in- que representen emociones y sentires).
EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD 33
Investigar con las niñas y los niños las formas de y tensiones actuales. En revista Estudios Pedagógi-
solución y manejo del conflicto que se utilizan en cos XXXVI, Nº 2: 333-342, 2010. Departamento de
la familia y comunidad. Para ello se pueden utilizar Educación Pontificia Universidad Católica de Río de
entrevistas y conversaciones con los mayores de Janeiro.
la comunidad para indagar y compartir las histo-
rias, danzas y rituales que representan las formas FERNÁNDEZ, E. (2003). ¿Cómo conjugar universa-
de llegar a consensos. Las estrategias identifica- lidad de los derechos y diversidad cultural? En: Per-
das pueden ser vivenciadas e incorporadas a la sona y derecho: Revista de Fundamentación de las
cotidianidad del jardín infantil como una forma de Instituciones Jurídicas y de Derechos Humanos. No.
revitalizar la propia cultura. 49. Págs. 393-44.
34 EDUCACIÓN E INTERCULTURALIDAD
Infancias: Diversidad
que habita el mundo
Philleppe Meirieu
los niños y las niñas teniendo en cuenta a su espe- los adultos para que cada niño pueda, un día, firmar
cial fragilidad física, su falta de madurez intelectual su propia vida” (Meirieu, 2004:42).
y emocional. En esta exigencia, hay una considera-
ción de los niños y las niñas como objeto de protec- En otro sentido, Bustelo (2007) plantea que los de-
ción y cuidado; dada la aplicación exterior de estos rechos de los niños y las niñas no son esencialmen-
derechos, su ejercicio corresponde a la obligación te derechos subjetivos que se correspondan con los
de los adultos de protegerlos y garantizarlos. derechos civiles individualizados, son esencialmen-
te derechos sociales porque su garantía es política,
La segunda tensión, se relaciona con la exigencia corresponden al ámbito de lo público y es la socie-
de reconocer que los niños y las niñas son suje- dad en pleno la responsable de hacerlos efectivos;
tos en materia de participación, es decir, portado- son derechos que una generación adulta debe ga-
res de ciudadanía con capacidad de libre expresión, rantizar a las nuevas generaciones, lo cual supone
pensamiento y toma de decisiones por sí mismos. la ineludible responsabilidad moral de los adultos de
De acuerdo con Meirieu, subyace en esta exigencia hacerse cargo de los niños y las niñas, sin amena-
una contradicción dado que la fragilidad e inmadu- zas, sin castigos sin esperar nada a cambio. Este
rez que se les imputa en la primera exigencia no autor argumenta que: “la responsabilidad hacia los
los habilita para ejercer los derechos de ciudadanía, niños y las niñas puede ser pensada como la ética
para lo cual tendrán que esperar hasta alcanzar la de una caricia: “la mano que acaricia siempre se
supuesta madurez adulta. mantiene abierta, nunca se cierra para asir”, jamás
demanda posesión. Y este el sentido más profundo
La Convención cuestiona la hegemonía del adulto de lo que llamamos derechos” (2007:131).
y formula en los derechos a la participación una
exigencia que obliga a repensar la educación y la Aunque se reconocen las bondades de la Conven-
relación adulto niño – niña que instala la tensión ción en el reconocimiento de los niños y las niñas
contradictoria “…entre el necesario ejercicio de como sujetos de derechos, autores como Bustelo
la autoridad del adulto y la necesidad ineludible (2007) y Kohan (2007) proponen una noción de in-
de tener en cuenta la libertad del niño” (Meirieu, fancia que se desmarca del territorio que la sitúa
2004:30). exclusivamente en el ciclo vital donde se asume la
infancia como una etapa evolutiva hacia la adultez,
En este sentido, la educación tendrá que replan- encasillada en una temporalidad cronológica. Se
tearse esos dos extremos en los que se mueve la trata de permitir que emerja otra infancia ni universal
relación pedagógica adulto - niño – niña: la adulto- ni particular, una infancia como experiencia y acon-
céntrica que desconoce al otro (niño – niña) como tecimiento; una infancia como potencia y creación
sujeto de la praxis pedagógica, y la paidocéntrica independiente de la edad; una infancia como la po-
que desconoce la experiencia del adulto como sibilidad que habita el mundo y semilla de otro co-
fuente de andamiaje que soporta las experiencias mienzo que se resiste a ser encajonada o totalizada.
de aprendizaje de los niños y las niñas. Es necesario Es una noción de infancia que asume la condición
considerar que niño-niña y los adultos son sujetos de inacabamiento del ser humano, no como
en la relación pedagógica, relación que se funda- carencia sino como posibilidad de ser experiencia
menta en la alteridad como clave de la interacción transformadora de los que somos, de lo que vamos
dialogante y respetuosa en la construcción de sa- siendo, en cómo nacemos cada día.
ber, en el camino de enseñar y aprender. Así, en la
perspectiva de la educación, “los derechos tienen La perspectiva de una infancia que se niega a ser
un único significado: manifiestan el compromiso de totalizada y el derecho de los niños y niñas a firmar
En los pueblos indígenas la noción de infancia está Al respecto es interesante reflexionar sobre estos in-
presente en sus cosmovisiones, las cuales le dan terrogantes: ¿Qué tipo de relaciones establecemos
sentido a la vida, a su existencia en el mundo. Para con la infancia en la cotidianidad del jardín
algunos pueblos los niños y las niñas son conside- infantil? ¿Estas relaciones promueven o no el
rados como la semilla de la vida misma que garan- ejercicio de los derechos de los niños o niñas?
tiza la pervivencia de la cultura, por tanto, debe ser ¿Cuáles son las características que tienen las rela-
cuidada y protegida: ciones pedagógicas respetuosas de los derechos de
la infancia? ¿Qué tipo de diálogo promovemos entre
Indaguemos en las cosmovisiones de los gru- culturas para el reconocimiento de los niños y las
pos étnicos que asisten al jardín infantil ¿qué niñas como sujetos de derechos?
concepciones hay sobre la infancia? ¿Qué
roles se les asigna en la cultura? ¿Qué derechos En la consolidación de una cultura de derechos de
les atribuyen? ¿Cuáles de estos derechos se la infancia, un elemento clave es la construcción, la
identifican con los que plantea la CIDN, cuáles no invención de ambientes o contextos pedagógicos
contempla la CIDN? donde los niños y las niñas puedan ejercer sus de-
rechos y aprender la vida en comunidad. Siguiendo
Elaboremos un cuento colectivo, donde partici- los planteamientos Meirieu (2010) y adecuándolos
pen los miembros de la comunidad educativa del a la perspectiva del jardín infantil, para que un con-
jardín infantil, incluidos los sabedores, sobre los texto pedagógico pueda cumplir con esta misión de
derechos de los niños incluyendo aquellos dere- educar debe reunir tres condiciones:
chos identificados en las cosmovisiones de los
pueblos que el grupo considera centrales para 1) Espacio libre de amenazas de todo orden,
los niños y las niñas. porque aprender y crecer tiene un cierto nivel
de incertidumbre y dificultad que requiere mí-
nimos de seguridad para explorar, tantear, correr
y actuar sin temor al ridículo o a la prohibición;
Finalmente, el reconocimiento de los niños y las miento Pedagógico para la Educación Inicial Indíge-
niñas como sujetos de derechos implica asumir na en Bogotá. Bogotá.
pedagógicamente el reto de acompañarlos en el
proceso de construcción de su identidad, autoes- FUCAI. Niñez Indígena del Amazonas (2008). Bogo-
tima y autonomía, pues ser sujeto implica hacerse tá: Editorial Kimpres Ltda.
visible en el mundo dotado de una identidad propia
y una capacidad para tomar decisiones y actuar KOHAN, Walter O (2004). Infancia entre Educa-
como ciudadanas y ciudadanos. En este sentido, ción y Filosofía. Barcelona: Laertes Ediciones.
es importante promover acciones pedagógicas
que favorezcan desde los primeros años que los ---------- (2007). Infancia, política y pensamien-
niños y las niñas reconozcan sus posibilidades, tos: ensayos de filosofía y Educación. Buenos
potencialidades, capacidades, limitaciones y ca- Aires: del Estante editorial.
racterísticas para que actúen con seguridad en el
espacio colectivo. KOHAN, Walter O (2007). Infancia, política y
pensamientos: ensayos de filosofía y Educación.
Consultemos la Bibliografía
MEIRIEU, Phillippe (2004). El maestro y los de-
BUSTELO, Eduardo (2007). El recreo de la in- rechos del niño ¿Historia de un mal entendido?
fancia: Argumentos para otro comienzo. Buenos Barcelona: Octaedro - Rosa Sensat.
Aires: Siglo XXI editores Argentina S.A.
MUÑOZ, Germán y otros (2010). Infancias contem-
Secretaría Distrital de Integración Social – Organi- poráneas. Transformaciones y nuevas perspectivas
zación de Estados Iberoamericanos (2011). Linea- en el campo de la educación infantil. Bogotá: Funda-
ción Universitaria los Libertadores.
la construcción de la confianza básica para que los ñez en el grupo familiar. En consecuencia, no existe
niños y las niñas interactúen con los demás, exploren una forma universal y única de hacer el camino de la
el mundo y actúen en él. socialización, depende de las concepciones y repre-
sentaciones que cada cultura tiene sobre la infancia,
De acuerdo con Aguirre (2000) en la crianza se las cuales definen las prácticas, los discursos y las
encuentran presentes tres procesos psicosociales: acciones presentes en la relación de los adultos con
las prácticas, las pautas y las creencias. las niñas y los niños.
Las prácticas son comportamientos intenciona- En este marco general se puede situar la sociali-
dos y regulados cuyo propósito es garantizar el zación y las prácticas de crianza en los pueblos
cuidado y la supervivencia de los niños y las ni- indígenas; su diversidad plantea distintos caminos
ñas, a través de acciones que les permitan reco- para la socialización, por tanto, múltiples modos de
nocer e interpretar las claves del entorno que les criar. Diferentes estudios sobre los pueblos indíge-
rodea. Estas acciones han sido aprendidas en el nas indican que primeros pasos de los niños y las
marco cultural al que pertenecen los agentes so- niñas en la vida social están asociados a la cos-
cializadores como principios para la crianza de los movisión de cada pueblo, al respecto Díaz (2010)
hijos e hijas. señala que:
Las pautas, éstas corresponden a las normas que “La cosmovisión está presente en el crecimiento de
se consideran el referente para que los padres los niños y las niñas, en su cotidianidad y en los mo-
mentos más trascendentales de sus vidas, como el
orienten el comportamiento de los hijos e hijas. momento en que se les designa un nombre, en su
Estas normas casi siempre son de carácter res- dieta, los primeros pasos, su presentación ante los
trictivo y están sujetas a las nociones, representa- elementos de la naturaleza, ante otros miembros de
ciones que los adultos de la familia tienen frente a la sociedad, en la participación de las labores que le
la infancia y que son el referente que guía la rela- corresponden según su género y en el aprendizaje de
actividades productivas.
ción con los niños y las niñas.
En las pautas de crianza, por medio de la interacción,
Las creencias, se refieren a las justificaciones y de los consejos, de los modelos de acción, se pro-
explicaciones que los padres tienen frente a los porciona a los niños y las niñas, de manera sencilla
comportamientos y acciones con sus hijos e hi- y cotidiana, las explicaciones acerca del Ser, de los
orígenes y del orden del mundo de acuerdo a la cos-
jas. A partir de las creencias los padres explican movisión.” (Díaz 2010: 109).
los modos y procedimientos de crianza de sus
hijos e hijas, lo cual les ofrece seguridad y legitima Así, la cosmovisión nutre las prácticas sociales, en
sus prácticas.
particular aquellas prácticas asociadas a la infancia.
En este contexto, la infancia es entendida por la ma-
Estos tres procesos, como ya se mencionó,
yoría de pueblos indígenas como parte del ciclo vital
configuran el sistema que produce cada cultura
que se interconecta con el sentido de la vida dado
para apoyar y legitimar las formas de crianza de los
niños y las niñas. En este sentido, las prácticas de por la ley origen, el derecho mayor o el derecho pro-
crianza, en buena medida, corresponden a las for- pio9, por tanto requiere de cuidados y protección que
mas aceptadas por el grupo social para adelantar
el proceso socializador de la infancia en el ámbito
familiar; expresan las maneras particulares como se 9
El sentido de estos conceptos se puede consultar en: Secretaría Distrital de
Integración Social – Organización de Estados Iberoamericanos (2011). Linea-
atienden las necesidades y las expectativas de la ni- miento Pedagógico para la Educación Inicial Indígena en Bogotá. Bogotá.
uno una familia para su cuidado y protección” (Nú- la mujer embarazada, cerciorándose de que la vida
cleo de Educación Cabildo de huellas, Caloto-Cauca, vaya bien, de que los consejos se acaten y previen-
FUCAI, 2007: 28). do a tiempo cualquier dificultad. Un nacimiento hará
que las gentes de la familia y de la comunidad se
Complementemos el relato anterior, contando en alegren y busquen peces para preparar bollos
preñados y maíz cariaco para hacer chicha que se-
un pequeño escrito ¿cómo fue nuestra crianza? rán los alimentos del baile para dar nombre al nuevo
¿Qué papel tenían nuestros padres y otros Yukpa. Un parto de varón hará que el hombre Uitoto
miembros de la familia? ¿Cómo participaron se quede en la maloca con su retoño para evitar los
en la crianza los miembros de la comunidad? acechos de los animales si sale a cacería, porque un
Escribamos una reflexión al final del relato sobre cazador más ha venido a cobrarse algunas presas
y la selva tiende siempre al equilibrio, así entonces
cómo nos habría gustado la relación con nuestros el padre cantará y contará a su hijo los sue-
padres desde la perspectiva de la crianza. ños, las costumbres, los quehaceres y eventos de
sus próximos días. Las parejas dietarán su apetito,
Contrastemos nuestra experiencia de crianza con su alimento físico, su pensamiento, su palabra y su
las prácticas que implementan los padres del jar- temperamento para que los niños y las niñas Okai-
nas estén debidamente cuidados y protegidos. El
dín infantil e identifiquemos semejanzas y diferen- papá irá probando, mientras come, cuáles peces
cias. hacen efecto en su hijo produciéndole malestar
y evitará así consumirlos. De estas y otras tantas
Trabajemos con las compañeras y compañeros formas, se van acunando los ciclos y tejiendo los
las siguientes preguntas: ¿Qué diferencias y se- vínculos, según las diferentes culturas, lenguas y
territorios” (Gómez V. 2010: 5).
mejanzas hay entre las prácticas de crianza de
los padres de familia de los niños que asisten al
jardín? ¿Cómo los modos de criar a los niños y Es claro que las referencias del relato corresponden
las niñas afectan la vida del jardín infantil? ¿Qué a comunidades aborígenes ubicadas en su territorio
elementos consideramos que se deben rescatar ancestral, pero qué pasa con la crianza de los
de estos modos de criar a los niños y las niñas? niños y niñas de los descendientes de las diferen-
tes culturas indígenas que viven en la ciudad: ¿Se
conservan las prácticas de crianza de sus pueblos
de origen? ¿Se han adaptado a la ciudad o se han
3. Diálogo olvidado las pautas de crianza de la cultura propia?
Las respuestas a estas preguntas son importantes
con los Sabedores para los procesos educativos que se adelantan
en el jardín infantil indígena orientados a fortalecer la
identidad cultural, dado que los niños y las niñas que
En las comunidades indígenas actuales aún perviven
muchas prácticas y concepciones relacionadas con atiende están dando sus primeros pasos en el mundo
la infancia y la crianza de la misma, construidas a lo social.
largo de la existencia inmemorial de cada cultura que
pueden ser reavivadas: Una estrategia para buscar respuestas sobre las
prácticas de crianza, es acudir a las palabras he-
“Los nacimientos son oportunidades para reactivar chas consejo de los sabedores y sabedoras. Recor-
la ancestralidad y practicar los rituales a partir de los demos que en los pueblos ancestrales la palabra
cuales se integra la nueva vida al sistema familiar,
social y cultural. Un parto activa los saberes de
las Piaches10 en la Guajira. Semana a semana 10
En la Guajira las mujeres dedicadas a la medicina tradicional se conocen con
la mujer-sabedora hará un acompañamiento a el nombre de Piaches.
rosa y respetuosa de los derechos de los niños, niñas llos y rondas infantiles relacionados con el tema. Al
y sus pueblos. respecto se puede invitar a los padres, las madres,
los abuelos y abuelas que poseen estos saberes para
Al respecto, se puede construir con los padres de fa- que los enseñen a los niños y las niñas del jardín in-
milia un mapa sobre las prácticas de crianza relacio- fantil. Entre otras actividades de recuperación se pue-
nadas con la alimentación, las formas de animar las den organizar:
conductas socialmente aceptadas por la comunidad,
los cuidados cuando las niñas o niños están enfer- Círculos de palabra para que relaten a los niños y
mos, etc. y luego identificar con los mismos padres las niñas cuentos, fábulas o mitos y desarrollen el
aquellas prácticas de crianza que consideran amo- consejo que trae este tipo de literatura y que está
rosas, protectoras y que contribuyen al desarrollo y orientado a acompañar el crecimiento de los niños
bienestar integral de los niños y las niñas con el fin y las niñas.
de promoverlas y consolidarlas en la vida familiar y
comunitaria. Se trata de recuperar aquellos saberes Talleres para que enseñen a las maestras los jue-
de la crianza que posibiliten enseñar a los niños y las gos, rondas y arrullos y analicen el propósito y el
niñas como dice el taita Victor Martínez de la comu- valor pedagógico de estos elementos que transmi-
nidad Uitoto “… aquello que les permita vivir felices, ten la cultura ancestral.
respetando los principios de vida perdidos como el
amor, la visión, la hermandad, respetando y volviendo Talleres en los que se recupere de manera escri-
a la esencia”12. ta diferentes formas de literatura de los pueblos
indígenas y desarrollen ilustraciones gráficas o se
Así mismo, es importante promover vínculo paren- construyan historietas que luego sirvan para las
tal a través de actividades de trabajo colaborativo actividades pedagógicas que realizan las maes-
con las familias que asisten al jardín infantil. Cabe se- tras con los niños y las niñas del jardín infantil.
ñalar que la socialización en los primeros años del ci-
clo vital tiene profundas raíces emocionales, dado el Consultemos la Bibliografía
vínculo afectivo que los niños y las niñas construyen
con sus madres y familiares a partir de los cuidados AGUIRRE E y DURAN E. (2000). Socialización y
y atención que éstos les prodigan. Este vínculo primi- prácticas de crianza. Socialización: prácticas de
genio orienta las interacciones que establecemos a crianza y cuidado de la salud: un estudio con fa-
lo largo de la vida con propios y extraños, nos ofrece milias y niños que inician su escolarización. Bogotá:
un puerto seguro para aventurarnos en la exploración Universidad Nacional de Colombia.
del mundo y el reconocimiento de los otros que lo
habitan. Es la interacción con los otros la que nos CORREA, Francoise. (2011) Autonomía sociocultural
permite a los seres humanos la construcción de la
y trabajo infantil. En: Díaz y Vásquez. Editoras. Con-
identidad individual e interiorizar y participar de una
tribuciones a la antropología de la infancia. La niñez
identidad colectiva, como expresión de la singulari-
como agencia, autonomía y construcción cultural.
dad desde la cual comprendemos nuestro lugar en
Bogotá: Editorial PUJ.
el mundo.
Octavio Paz
En este orden de ideas, en el escenario de la educación cuál es nuestro papel como maestras y maestros en
inicial con perspectiva intercultural se hacen presentes la construcción de la identidad personal y colectiva de
la identidad y la otredad, las cuales se constituyen los niños y las niñas.
desde el reconocimiento mutuo que genera una au-
toestima grupal respetuosa basada en la relación co-
laborativa entre diferentes. Se trata de disponer de con-
diciones para que el encuentro entre un Yo-nosotros 3. Diálogo
y un Otro-ellos se produzca en un clima de confianza con los Sabedores
y respeto entre culturas para emprender caminos
compartidos de enseñar y aprender, donde aflore
una postura que posibilite la experiencia de educarse Leamos y comentemos el siguiente texto de Eduardo
con los otros afirmando la singularidad y rechazando Galeano, con los abuelos, abuelas y mayores de la
lo que genera desigualdad, y a la vez construir vínculos comunidad educativa del jardín infantil:
que recuerdan que somos una hebra del tejido social
en el que nos hacemos humanos. El mundo
En los contextos familiares, comunitarios siempre hay Cada persona brilla con luz propia entre todas las de-
situaciones que muestran que una cosa quieren los más. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes
adultos y otra es la que quieren los niños o las niñas, y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay
ese es el tema que describe el siguiente relato: gente de fuego sereno, que ni se entera del viento,
y gente de fuego loco que llena el aire de chispas.
Carolina Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni que-
man; pero otros arden la vida con tanta pasión que
A los seis años quería ser mariposa. Su madre le no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acer-
aconsejaba estudiar y obedecer Ella persistía en vo- ca se enciende.
lar y pintarse de colores.
Eduardo Galeano (1989)
En la escuela
Trepaba a la espalda de los profesores, Conversemos con los mayores sobre estas pregun-
se posaba sobre las manos de sus compañeros. tas:
Una tarde le querían obligar a trazar en papel palabras
sabidas, estalló en risa y pidió permiso para volar. ¿Qué nos dice el relato sobre la singularidad y la
La maestra, aterrada, lanzó un grito… diversidad?
Desde entonces Carolina quedó atada al recuerdo
del arco iris. La acuciosa maestra insiste en que debe ¿Cómo entendemos la diversidad en nuestra cultu-
permanecer sentada en la silla, como pieza de colec- ra?
ción atrapada por el alfiler de su mirada.
¿Cuáles son las estrategias que permiten la expre-
Alberto Blandón Shiller (2006)
sión de la singularidad en nuestra cultura?
Detengámonos en las imágenes que nos sugiere el
¿De qué manera y a través de qué mecanismos
relato y dejemos aflorar los sentimientos que nos pro-
promovemos el diálogo intercultural, el reconoci-
ducen estas imágenes. Luego, reflexionemos sobre
Eduardo Galeano
jor los misterios de la vida y sentirse más cercano a de la biodiversidad tanto del maíz como del mismo
otras vidas por encima de él... (Hahn, 1985: 38). ñame, del arroz y de variedad de fuentes de alimento,
pero sobre todo de saber (Recar, 2008).
La biodiversidad y las semillas sagradas
La protección de la biodiversidad es parte de la esen-
Para distintos grupos originarios tanto de América
cia de los pueblos ancestrales pues en el cuidado de
como de otras latitudes las semillas no solo han sido
las simientes y en la combinación de plantas y frutos
consideradas venerables por sus aportes nutriciona-
está el bienestar de sus comunidades. La medicina
les y alimenticios, sino que lo han sido porque son
un microcosmos dentro del macrocosmos13, son la tradicional, el equilibrio espiritual, el acceso al cono-
fuente primaria de la vida, dependen de los planetas, cimiento, a la “palabra dulce” y a los “bonitos pen-
de los ciclos naturales, del clima; en ellas está con- samientos”14, además de la misma nutrición, están
tenida la memoria biológica y cultural de los articulados a la interdependencia hombre-naturaleza,
pueblos (Shiva & Mies, 1998). Evidencias de lo comunidades- territorios.
anterior se encuentran en la referencia de la ma-
yoría de pueblos ancestrales meso y sur america- Frente a la imposición de las compañías producto-
nos al maíz como la base de su alimentación, como ras de alimentos que se inclinan por el monocultivo
fuente de la divinidad y principio articulador entre los poniendo en riesgo la fertilidad del suelo, generando
hombres y la naturaleza. desequilibrios nutricionales, mercantilizando la na-
turaleza, dificultando el acceso a productos locales
Florescano Enrique (2003) destaca como para los propios y por tanto agudizando situaciones de depen-
mayas el nacimiento del dios del maíz crea una nue- dencia y pobreza, los pueblos ancestrales enseñan
va época en la que los seres humanos, hechos de la el respeto por la Tierra, por las semillas que son los
masa del grano sagrado, tendrán siempre alimento y embriones de la vida, enseñan que las semillas son
deberán por ello agradecimiento y veneración a los sagradas y que en el sostenimiento de la biodiversi-
dioses, así como comprenderán que la matriz de la dad está la integridad de los ecosistemas y la conser-
Tierra será el lugar de regeneración, transformación vación de la armonía.
y renacimiento de todo cuanto existe. De hecho
la mayoría de los pueblos de centro y sur América Aquí también se encuentra la infancia pues constituye
basaban su economía, su sustento en el cultivo de
la semilla de cada comunidad indígena, por ello de-
esta semilla.
bemos nutrir, regar y proteger esta simiente que
es igualmente sagrada.
Las semillas contienen la esencia de lo diverso y allí
radica el equilibrio, de tal suerte que la reivindicación
Las heridas de la Tierra
de una planta sagrada no implica para las comunida-
des la producción exclusiva de un único fruto o grano, La magia de la vida por acción de los seres hu-
sino que atendiendo a la importancia del mencionado manos está siendo dramáticamente socavada. Se
equilibrio, incluyen en los cultivos la variedad asiste en la actualidad a un enorme desbalance del
que es el sustento de su soberanía alimentaria. Por “delicado equilibrio” finalmente reconocido. La pro-
ejemplo, los Zenú del Caribe colombiano, han logra-
do preservar hasta veintisiete variedades de maíces
criollos que siembran en asocio con yuca y ñame, 13
Estos conceptos aluden a que en lo micro, como lo es una semilla, es posible
asumiendo una labor como guardianes y protectores encontrar la expresión total del universo, de lo macro, de la vida en su conjunto.
14
En términos generales con estas expresiones se señala la idea de pensamien-
tos bien intencionados, amorosos y generosos para con los otros.
es dadora de alimentos, de vestido, de enseñanzas, para nuestra vida y especialmente para la tarea que
de un soporte para caminar en este mundo y para nos han encomendado de formar a los y las niñas
soñar con el mundo que habitan los ancestros. Para que habitan la ciudad, en el marco de la armonía con
quienes se encuentran en la ciudad, muchas veces, “la Madre Tierra”.
este vínculo con la Tierra se resignifica tanto positiva
como negativamente. Reflexionemos a propósito de En la cosmovisión ancestral de diferentes pueblos
esta relación: indígenas el origen de todo cuanto existe está refe-
rido al lugar de la Madre, la dadora de abundancia,
-¿Para ustedes como maestras y maestros de los ni- fertilidad. Aquí incluimos algunos relatos en los que
ños y las niñas qué significa la Tierra? ¿Cómo sus los mayores nos cuentan sobre el principio y nos re-
padres les enseñaron a cuidarla? cuerdan el origen de sus pueblos.
-¿La Tierra sigue siendo para los niños y las niñas y En un primer apartado retomaremos el mito Uitoto
para las comunidades con las que trabajamos “una correspondiente a la gran “Madre generadora”que
gran madre”, un “útero sagrado y bondadoso”? ¿Lo fue recogido por Fernando Urbina del Abuelo Jitoma
anterior cómo se evidencia en su propia experiencia? Naïre, en La Samaritana, Puerto Leguízamo, Putuma-
yo, en el año de 1971; el traductor fue el Abuelo Jito-
¿Cómo viven en el jardín infantil esta relación con lo ma Zafiama (2010:48-51). El relato es de una belleza
sagrado, cómo lo mantienen? sublime, pues nos permite comprender a la Madre
como un todo que protege, alimenta, sana, enseña y
¿Y en las ciudades, las comunidades de las que pro- da ejemplo. Una Madre que en medio de los sueños
vienen los y las niñas, cómo están reconstruyendo nos cuenta siempre de su presencia, que se esmera
el vínculo con la Madre Tierra? ¿Cómo vienen re- por dar a sus hijos –los seres humanos, los anima-
conociendo el trabajo de los cerros sagrados como les, las plantas, los ríos- su sostén y su permanente
protectores, de las plantas como guías espirituales, abrigo.
de las piedras como guardianas de la memoria de los
territorios? Nofideño. Los nombres de la madre
-En algunos jardines infantiles se han preocupado por Ella se llama Nofideño y es la madre de todo. Gene-
ra los temblores, que es cuando cambia la Tierra de
recuperar las semillas y resguardarlas. ¿Qué ha ocu-
puesto y sacude todos los árboles frutales para que
rrido en su jardín? alternen sus frutos y pueda así aumentar la gente.
Ella en medio de los ensueños encontró todo y nos Por eso, todas las cosas que ella nos dejó, desde la
lo trajo. No la vemos porque siempre viene en sue- leche del seno hasta las frutas, son dulces. De ahí
ños… conocimos la yuca, el tabaco, la coca y también na-
cimos nosotros. Por eso todos tenemos madre, in-
Ella, Buinaiño, es la dueña de todo. Para que nos cluso hasta los animales que crían sus hijos con las
acordemos de ella, hace que la Tierra tiemble al cam- frutas que son propios de ellos.
biarla de hombro, así caeremos en cuenta de que
somos sus hijos y que hay un ser supremo que está
dominando la Tierra.
Después de haber parido todo, y una vez concluida Olvidan que todos venimos de una sola madre, que
su tarea, ella se puso el nombre de Komuidaño, quie- todos tenemos un mismo origen.
re decir <<generadora de la gente>>, creadora,
<<la que hace nacer>>. Ella, después de haber hecho todo, cogió en sus ma-
nos la Tierra y le puso un poco de goma (juansoco:
Son cosas que hoy día estamos olvidando; nos im- látex pegante) para que no se fuera a caer de sus
portan poco pensando que eso es cosa de viejos. manos, para que sus hijos no padecieran en forma
Por eso nosotros hoy día no aumentamos: es alguna.
porque la tenemos olvidada y ella, para probar-
nos que ciertamente existe hace sus movimientos Ella, cuando hace los cambios de posición o los mo-
cambiando la Tierra de un hombro a otro. Entonces vimientos, toma el nombre de Jerénoaño. Ella hace
tiembla. esos movimientos cuando está probando si están
firmes todas las cosas que ella ha hecho. Luego de
La Madre removiendo todo hace saber que no de- probarlas las coloca en su puesto.
ben olvidarse las cosas de antigua, todo lo que ha
sucedido, lo que ella ha hecho. Quiere que todos la Nosotros hacemos lo mismo: probamos las cosas
tengamos presente para que así vuelva a aumentar la y las frutas. Si se encuentran aún verdes no las co-
gente como en los viejos tiempos. gemos, y si un alimento no está bien preparado no
lo servimos, así como nuestra madre lo hizo dando
Buinaiño arregla toda la casa, acomoda cada cosa ejemplo.
en su lugar, baña a sus hijos para que vivan limpios
y crezcan sin ninguna enfermedad, y ordena que así Haciendo sus movimientos, viendo que todo estaba
procedan con sus hijos todas las mujeres que hay en firme, ella asentó su cuerpo, dejando su nombre gra-
la Tierra. bado en la Tierra: Nofideño.
Desde esos presupuestos asumimos que toda prácti- El Lineamiento Pedagógico para la Educación Inicial
ca educativa con comunidades indígenas debe partir Indígena en Bogotá (SDIS-OEI, 2010), es una fuente
de retomar, de recuperar y/o de recrear sus propios importante para trabajar esta perspectiva, pues des-
saberes, así como conocer e intercambiar saberes de los distintos pilares, especialmente la exploración
con otros pueblos para enriquecer las propias del medio y la expresión artística, podemos retomar
herramientas muy valiosas para restablecer o profun-
dizar el vínculo que las niñas y los niños sostienen De igual forma, conocer y diferenciar las plantas aro-
con la tierra. máticas, las plantas medicinales, las ornamentales,
etc., creando una huerta en los jardines infantiles
Así mismo, para cumplir con la tarea de volver a ver es el mejor principio para restablecer la conexión
a la Tierra como “madre”, los mayores aconsejan olvidada con la tierra.
hablar con las piedras y establecer con ellas una rela-
ción. Y al igual que los pueblos de la Sierra Nevada En general, es necesario que valoremos y destaque-
de Santa Martha en Colombia, los indígenas de Nor- mos la creatividad de los niños y las niñas para in-
te América proponen que los niños y las niñas sean ventar espacios, rituales, agradecimientos a la madre
guardianes de la conexión con el espíritu de la tierra. tierra, así como para cuestionar las prácticas lesivas
Algunas ideas que nos proponen para trabajar con que se hacen contra ella.
ellos y ellas en esta tarea (Leo Sawicki, 2002:80),
son las siguientes: Finalmente, se trata de invitar a la comunidad educa-
tiva a volver a ver la Tierra como Madre.
Los niños y las niñas deben conocer los sitios y/o los
territorios sagrados, para ello debemos permitirles Consultemos la Bibliografía
escuchar, respirar, comunicarse libremente con esos
espacios y crear algo nuevo a partir de los objetos FLORESCANO Enrique (2003). Imágenes y signi-
naturales que encontremos, incluso en la ciudad. ficados del dios del maíz. En: Esteva Gustavo y
Marielle Catherine, Coord. (2003). Sin maíz no hay
Organicemos una caminata por la naturaleza con los país. Conaculta. México.
grupos de niños y niñas. Si no es tan fácil desplazar-
se muy lejos de los jardines infantiles se debe buscar HAHN Joachim. (1985). Blancos y Rojos. Revista
un lugar baldío en donde se puedan encontrar piedras Huellas 15 Uninorte. Diciembre, Barranquilla.
de diferentes tamaños, texturas, formas, así como
otros objetos naturales tales como una pluma o un JAMIOY (2005). En: Miguel Rocha Vivas Coord.
leño. Vamos a mirar de cerca los objetos y discu- (2010). Antes del amanecer. Antología de las literatu-
tir con los niños y las niñas acerca de cómo se ras indígenas de los Andes y de la Sierra Nevada de
pueden transformar estos elementos de la naturaleza. Santa Martha. Biblioteca Básica de los pueblos indí-
Vamos a elegir varios de estos para llevar al jardín genas de Colombia. No. 2. Nación desde las raíces.
infantil. Podemos utilizar tinta, acuarelas, pinturas de Ministerio de Cultura. Bogotá.
distintos tipos para transformar las piedras y objetos
en obras de arte a partir de lo que los niños y las ni- LOVELOCK James (2007). La Venganza de la Tierra.
ñas sientan. Creemos un altar con las piedras y otor- La Teoría de Gaia y el futuro de la humanidad. Plane-
guémosles un significado como una primera forma ta. Madrid.
de restablecer el vínculo con la divinidad terrígena.
MAMO MAYOR ARUAWIKUGUMU Yosatana (2010).
El trabajo con arcilla, aprovechando las múltiples po- La sabiduría ancestral de los hermanos mayores. El
sibilidades sensoriales de los niños y las niñas (olor, lenguaje de la madre Tierra. En: Santos Curvelo, Ro-
sensación, tacto,…) es una excelente forma de acer- berto y Mejía, Fabio. Mensajes de la Madre Tierra en
car a los niños y las niñas a la tierra. Así como reco- territorio Muisca. Impresol. Bogotá.
ger, reconocer y organizar semillas nativas.
Vito Apüshana
La industria forestal, relacionada con la producción Cuando ha puesto los lagos y el alma en el mundo
de pinos y eucaliptos en regiones no aptas para su del medio en las tierras altas, regresa…
cultivo, ha implicado la tala de bosques naturales que
(Fragmento literatura Uwa. Rocha, 2010:440)
contribuían a retener la humedad del suelo, permitían
el sostenimiento de una gran biodiversidad vegetal
El agua desde la tradición ancestral tiene alma, siente
y animal, y nutrían las aguas subterráneas. Ac-
y por ello debe ser escuchada, mimada, reconoci-
tualmente diversas regiones del mundo, deben su
sequía y aridez de la tierra a estas industrias (Shiva,
2003:18 – 20).
19
Minerales que según nos cuentan las comunidades son los frutos de la tierra
La minería en las laderas genera deslizamientos y lle- que permiten la comunicación con los espíritus de la naturaleza. En: http://www.
nasaacin.org/informativo-kueta-susuza/77-informativo-kueta-susuza/1822-los-
na los ríos de escombros; la extracción de los dife- pueblos-indigenas-del-choco-seguimos-defendiendo-la-vida. consultado 5 de
julio de 2011.
sus costumbres… “el agua nos da vida, es nuestro “Mucho respeto y mucha conciencia por la naturale-
alimento. Así como la madre alimenta a sus hijos con za”.
la leche de su seno, la madre tierra nos da agua. Los
indígenas lo olvidaron” Era la queja de los dos. Luego de esto, el Te’wala, el gobernador y otros ha-
bitantes Viajaron a la laguna donde el gran cacique
Pensaron entonces que lo más importante era res- Juan Tama se hundió, para pedir por su bendición.
catar la laguna. Dentro de su cultura las lagunas son Con este halito mágico la laguna volvió a retoñar y el
lugares sagrados, una especie de ombligo espiritual, agua a brotar.
de fuerza interna de los resguardos. La laguna –lo
sabían ellos- era la única que podía de nuevo El afán de hoy es conservarla y evitar que se vuelva a
enlazarlos y ayudarlos a recuperar sus antiguos pen- secar. Por eso junto al Te’wala y al gobernador, la co-
samientos. munidad se reúne para hablar con el anciano que es
… su fiel guardián. En rito de silencio y concentración,
siempre le preguntan: “¿Qué quieres?,
¿Qué necesitas?, ¿qué mimos extrañas?” y por se-
Aunque parezca mentira, hace un poco más de un ñales - que son como sensaciones que caminan por
año, la laguna era un dormidero de vacas y animales. todo el cuerpo – se entienden los mensajes de res-
Los niños la recuerdan como un potrero repleto de puesta.
gallinas y vacas. Hoy la ven como una laguna peque-
ña, de aguas tan transparentes y quietas que sirven (Ministerio de Desarrollo Económico, SF).
de espejo a todos los árboles que crecen en la tierra
desigual a su alrededor.
Los mayores nos enseñan que si comprendemos Nosotros tenemos agua y árboles en nuestro espíri-
tu. Para limpiar este río debemos hacernos una lim-
la conexión agua-árboles, la percepción primordial pieza espiritual y todo eso debe ser un compromiso
y antigua de que el territorio es un organismo vivo, dirigido a cuidarlo.
un conjunto que supone la integración de todos los
elementos, el gran árbol de agua, con sus ramas y
El río se está secando de la misma manera que ñas y la comunidad, creemos muchas otras posibili-
estamos secando el pensamiento, tenemos que dades. Escribamos nuestras ideas y luego relatemos
defenderlo para que continúe la vida. Hay que hacer
pagamento a la montaña, los árboles, a las piedras,
la experiencia para que otras maestras y maestros
al mar. El agua es la vida que permite que podamos puedan conocerlas y ponerlas en práctica.
vivir, hacerle pagamento a cada gota de agua, a cada
cascada, a cada laguna, a cada quebrada, a cada na- Inicialmente podemos recuperar la historia de la La-
cimiento de agua.
guna de Quizgó y desde ella consultar y organizar con
La madre del agua sabe cómo estamos tratan- los niños y las niñas una jornada para indagar con los
do a sus hijos, estas cascadas… los indígenas no más ancianos o los mayores de nuestra comunidad,
tenemos ese pensamiento de contaminarlo todo, de si antes había lagunas, “ojitos de agua”, quebradas o
contaminar el agua y de volver todo negocio, por eso acequias en algún lugar cercano. Preguntemos qué
venimos haciendo un trabajo espiritual para entender
el agua, la sabiduría que emana de esas raíces.
pasó y revisemos si es posible recuperarlas como
lo hicieron los hermanos del resguardo de Quizgó.
Son muchos los que no entienden, los que han per- O incluso generemos espacios para reconstruir en
dido la capacidad de cuidar el agua y así están aca- las comunidades las memorias que existan sobre el
bando con la naturaleza. Ella nos da todo y no se agua.
lo agradecen. Ser “civilizado” debería ser cuidar la
naturaleza y no la están cuidando bien. No se puede
seguir contaminando el agua, así nos vamos a que- Construyamos con los niños, las niñas, la familia y
dar sin sangre… Bunkuanarun (2010:50). la comunidad experiencias de conocimiento que per-
mitan trabajar las distintas dimensiones señaladas
Las palabras afectan al agua y de esta forma tam- sobre lo que representa el agua. A continuación unos
bién inciden en nosotros. Debemos empezar a sentir sencillos ejemplos que pueden ser resignificados de
como efectivamente nuestra agua interior se armo- acuerdo a las propias ideas y experiencias que se di-
niza o sufre con los mensajes que le enviamos, al señen:
igual que las imágenes trasmitidas a los niños y a las
niñas sobre ellos mismos, sobre sus posibilidades y Agua nutricia: Para reconocer esta dimensión
dificultades. del agua vamos a realizar sencillos experimentos
con los niños y las niñas, recurriendo a la siembra,
a la observación sobre la propia alimentación y la de
los animales en donde se evidencia que el agua es la
4. Tejiendo Nuevas base de todo alimento. Describamos con los niños y
Prácticas Pedagógicas las niñas, relatemos, contemos historias y cantemos
rondas o nanas alusivas.
Muchas actividades y procesos podremos idear para Somos agua: Identificar, dibujar, relatar con las niñas
trabajar con el agua, para volver a encontrarnos con y los niños por donde circula y/o fluye nuestra agua:
ella desde el respeto, pero también para com- la sangre, la orina, las lágrimas, son una manifesta-
prender su esencia y su consejo. En este apartado ción de nuestra agua interior. Organizar rituales para
solo señalaremos algunas sugerencias que pueden sanar, refrescar, vivificar el agua interior - la propia y
aportar pistas para que como maestras y maestros la de nuestras niñas y niños.
de los jardines infantiles, junto con los niños, las ni-
Que el peligro no me arrastre, que la corriente sea el ALONSO Juan Carlos en: http://mitosla.blogspot.
ritmo com/2009/03/colombia-mito-catio-origen-del-agua.
html. Consultado el 15 de junio de 2011.
Con el cual giro hacia lo izquierdo
y hacia la derecha, en la aplicación
COSTA de Beauregard, 2000. El agua. Biblioteca inte-
Del uso de las energías que reinan en el territorio. ractiva mundo maravilloso N.16. Boadilla del Monte:
Ediciones Sm Fundación Santa María, Madrid.
Efrén Tarapués Cuaical (2010:280)
CUAICAL Tarapués Efrén. (2010) “Hay que saber ser:
Para que los niños y las niñas jueguen con el agua como el agua, la piedra, la espuma y el río” Escri-
y comprendan su eterno fluir, podemos idear junto tores Pastos. En: Antes el amanecer. Coord. Miguel
con la comunidad, con las familias, incluyendo a los Rocha Vivas. Antología de las literaturas indígenas de
abuelos y abuelas, sencillos canales y caminos con los Andes y la Sierra Nevada de Santa Marta. Biblio-
pendientes en una maqueta o una fuente, para que teca Básica de los pueblos indígenas de Colombia.
los niños y las niñas contemplen el movimiento del No. 2. Nación desde las raíces. Ministerio de Cultura,
agua, su recorrido, su no detenerse, su sinuosa dan- Bogotá.
za siempre presente y sin final.
EMOTO Masaru (2005). The Hidden messages in
Agua sagrada: Como hemos visto, sin agua no water. The portal into a different world. Chapter two.
habría existencia posible, el agua es la fuente de la Atria books. New York.
vida, de la tierra, de nuestro propio cuerpo y fue ve-
nerada durante siglos. Por ello, debemos reintegrar ESTÉVEZ Tomás (1997). Asomémonos al agua.
esta sabiduría antigua a nuestras prácticas cotidia- En: La cultura del agua, Ministerio de Desarrollo
nas, creando en los distintos espacios educativos Económico. Bogotá.
o jardines infantiles experiencias que nos permitan
sentir de nuevo su frescura, su sabor como medi- MAMO MAYOR ARUAWIKUGUMU Yosatana (2010).
cina y como alimento espiritual. Para ello podemos La sabiduría ancestral de los hermanos mayores. El
crear rituales de pagamento, pidiendo a los y las lenguaje de la madre Tierra. En: Santos Curvelo, Ro-
abuelas, mayores o mayoras que nos acompañen berto y Mejìa, Fabio. Mensajes de la Madre Tierra en
para desde el pensamiento ayudar a limpiar el agua, territorio Muisca. Impresol. Bogotá.
a sanar las fuentes de agua que tristemente hemos
mercantilizado.
MAMO MAYOR BUNKUANARUN (2010). La sabiduría Sierra Nevada de Santa Marta. Biblioteca Básica de
ancestral de los hermanos mayores. El lenguaje de la los pueblos indígenas de Colombia. No. 2. Nación
madre Tierra. En: Santos Curvelo, Roberto y Mejìa, desde las raíces. Ministerio de Cultura, Bogotá.
Fabio. Mensajes de la Madre Tierra en territorio Muis-
ca. Impresol. Bogotá. SHIVA Vandana (2003). Las guerras del agua. Siglo
XXI editores, México D.F.
MINISTERIO DE DESARROLLO ECONÓMICO. (SF).
La laguna que volvió a nacer. Programa la cultura del VITO Apüshana (2010) En las hondonadas maternas
agua. Elograf, Gente Nueva. Santa fe de Bogotá. de la piel. Antología de las literaturas indígenas de los
Andes y la Sierra Nevada de Santa Marta. Biblioteca
ROCHA Vivas Miguel (2010). Antes el Amanecer. An- Básica de los pueblos indígenas de Colombia. No. 5.
tología de las literaturas indígenas de los Andes y la Nación desde las raíces. Ministerio de Cultura, Bo-
gotá.
Fredy Chikangana
1. Para Abrir el Diálogo Las distintas sociedades humanas desde los prime-
ros tiempos se han preguntado por su lugar en medio
del infinito número de luces brillantes del firmamento.
La noche y el día, las fases de la luna, las estaciones
Como hemos señalado, la invitación que hacemos o los tiempos de lluvia y verano; las tempestades con
con este material pedagógico consiste en propiciar sus poderosos truenos, los vientos huracanados, han
encuentros con el saber de los pueblos originarios sido un sinfín de acontecimientos naturales frente a
desde la interpretación que ellos han hecho de los los cuales los seres humanos, frágiles y pequeños,
misterios del cosmos, para brindar herramientas se han interrogado.
de carácter educativo e intercultural a las maestras
y maestros que desarrollan su práctica con niños y Los pueblos ancestrales, habitantes de Abya-yala20
niñas de contextos pluriétnicos. Nuestra ilusión es lo- como le decían los Kunas a estos territorios de Amé-
grar compartir el profundo valor que tiene la naturale- rica, refiriéndose a una tierra madura, con historia, en
za en su conjunto para los pueblos indígenas y desde
allí aprender a restablecer la armonía con el cosmos.
Para los distintos pueblos originarios, las tradicio- El arquitecto del universo,
nes colectivas, los cantos, los procesos de fertili- en un segundo cósmico
zación de la tierra, de siembra y cultivo que llevaban a levantó su cetro espiralado
cabo, respondían a principios reguladores anclados autorizando su obra magistral.
en sus cosmovisiones, que a su vez eran recrea- Todo giraba en espiral,
das mediante mitos de creación o de origen, a través los sueños realizándose
de los cuales el mundo tomaba un orden y la relación como pensamiento universal,
con lo desconocido se hacía tangible, accesible. La como obra poética del paraíso,
observación de la bóveda celeste ofrecía información surgiendo en Guaia Histcha21
para construir este orden sagrado. A propósito Luz (Gonzalo Cabiatyba, 2005:79. En: Rocha, 2010:428).
Myriam Gutiérrez y Manuel Alberto Torres (2009) a
través del análisis del arte simbólico precolombino Estos relatos, que retoman saberes muy antiguos,
de diferentes pueblos ancestrales en Colombia, han hacen de la imagen del creador, la fuente para de-
concluido cómo las representaciones mítico-simbóli- finir los principios de vida, la claridad para entender
cas estaban basadas en un profundo saber astronó- el movimiento que deben tener los pueblos en virtud
mico que: de un universo que no depende solo de la voluntad
caprichosa de los seres humanos, sino que se liga a
“al mismo tiempo fue geométrico y arquitectónico,
saber que consistía en una suma de observaciones la creación poética y divina de quien como pulpa de
transmitidas como un libro abierto de generación en luz encendió el principio del tiempo.
generación. La lectura de esas observaciones co-
rroboró su sistema de vida basado principalmente En estos procesos de creación y de comprensión de
en la agricultura. Sabían que el curso de los astros
mayores, la luna y el sol, y la danza regular de las
la forma del universo, el sol fue uno de los primeros
constelaciones, incidían en el cambio del clima y las astros en configurarse como divinidad en casi todos
estaciones e indicaban el momento propicio para los pueblos de la tierra. Las culturas de Mesopota-
sembrar y cosechar” (Gutiérrez y Torres, 2009: 12). mia, de Egipto, por ejemplo, basaban su explicación
del funcionamiento y el orden del universo a través
Incluso, es posible afirmar que la mayoría de los de mitos solares como el principio y el origen de la
habitantes de Abya Yala conocieron desde tiempos luz y por tanto de la vida. Igualmente, para nuestros
inmemoriales y a través del seguimiento de los as- ancestros de América, el sol se configuró como un
tros, aquello que hasta hace solo algunas décadas dios creador, como principio masculino quien a tra-
la ciencia occidental confirma como nuestra galaxia vés de sus rayos fecundaba a la madre tierra, prin-
en espiral “la vía láctea”. Leamos el siguiente poema cipio femenino, aportando a los hombres luz, calor,
que evidencia como desde los saberes ancestrales
se poseían conocimientos bastante desarrollados so-
bre la conformación del universo:
21
Se trata de la Madre tierra para esta comunidad.
El fuego, presencia solar en la tierra Además de las historias que buscan dar sentido
a los seres del cosmos y desde allí significar la
Entonces Kóoch quiso contemplar la creación: se presencia de los pueblos en la tierra y su her-
alejó en el espacio, alzó su mano y de ella brotó una mandad con los seres del universo, han existido
enorme chispa luminosa que rasgó las tinieblas. Ha- y aún existen rituales ígnicos o relacionados con el
bía nacido el Sol.
fuego, que a su vez invocan la fuerza del sol, pues en
Con él la sagrada creación tuvo la primera luz y el los distintos mitos el fuego proviene del astro mayor
primer fuego, y con él nacieron las nubes... indicando la conexión entre este primer elemento y el
calor, la energía solar.
…Andando el tiempo Elal, el héroe-dios, el nacido de
la Nube cautiva y el cruel gigante Nóshtex, creó a los
Frazer J. (1993) reseñó múltiples ceremonias de la percibe como nocivo y se crea que debe morir para
época premoderna europea en donde posiblemente que renazca como algo nuevo, no exactamente en
se buscaba conjurar al sol para que siempre se hicie- términos físicos, sino sobre todo mentales y espi-
ra presente a través de su representación en forma de rituales.
fuego, además de servir como purificador para evitar
el mal. En estas ceremonias la gente encendía gran- En este ritual de renovación al fuego se le concibe
des hogueras y saltaba sobre ellas o hacía pasar a los como:
ganados y animales de pastoreo por encima; hacían
procesiones o carreras con antorchas encendidas a “La gran puerta que permite la entrada al más allá,
través de sembradíos o huertas; encendían discos de porque representa el límite del mundo físico y del
mundo sutil al plano etérico. Por lo tanto por medio
madera que lanzaban al aire tal vez para simular el
de este elemento es más fácil entrar en comunica-
movimiento del sol en el cielo. De igual forma, realiza- ción con el mundo Divino. Todo lo inútil, las viejas
ban estas distintas ceremonias esperando beneficios ramas, todas la viejas costumbres y falsas creen-
como contar con el crecimiento de las semillas a cias, miedos, etc. hay que entregarlas al fuego; éste
partir de aplicar las cenizas o la lumbre a los cul- las devolverá bajo forma de luz, calor y de sustancias
tivos; procuraban el bienestar de los hombres, muje- sutiles”. (Zidika, 2011).
res y animales, además de intentar evitar que peligros
y calamidades se cernieran sobre ellos. El fuego: el espíritu de la cultura
En América aún se destacan las fiestas del Intiraymi, Uno de los mitos más conocidos en el mundo oc-
las fiestas al sol de los quechuas, quienes dicen que cidental es el de Prometeo Encadenado, escrito por
el Intyaya o Dios sol, así como nace, hace crecer y Esquilo, quien relata el robo del fuego por el titán Pro-
producir a las plantas, así mismo, favorece la armo- meteo para regalárselo a los hombres. Allí la figura
nía entre el hombre y la naturaleza para el desarrollo humana modelada en barro cobrará vida solo a partir
de todas las comunidades herederas de la civilización del fuego que insuflará Prometeo a partir del acerca-
Inca (Palacios M, 2011). También son reconocidas las miento de la llama al cuerpo inerte. Este acto inau-
danzas al sol de los indios Navajos de Nuevo México gurará la cultura en tanto no será la masa de barro
quienes según el relato de Canetti E. (1987:74) prepa- la que defina la existencia propiamente dicha, sino
ran un gigantesco fuego, en torno al cual danzan toda el principio de la luz que dará sentido al barro y le
la noche, a partir de la puesta del sol hasta su regre- conferirá la fuerza del espíritu, que es en últimas una
so al amanecer y al danzar se convierten en el fuego expresión de la razón divina (Medrano, 2011).
mismo, moviéndose como llamas hasta que de nuevo
reciben al sol entregándole el fuego que tomaron de él. En los pueblos ancestrales de nuestro país, el fuego
tendrá un sentido similar pues en cuanto se domina
En estos rituales se reconoce al fuego como sím- el fuego, es decir se logra producirlo, también será
bolo de regeneración, y en tanto emanación del sol, posible la transformación de lo crudo, la conserva-
se le percibe como proveedor de buenas cosechas, ción de alimentos, la fabricación de utensilios y reci-
se le relaciona con el rayo, el relámpago, el oro e in- pientes duraderos, la creación de obras de arte, pero
cluso los granos de maíz de los cuales están hechos sobre todo representará la comunión en torno a la
los hermanos mayas (Florescano, 2003). llama, al calor y allí encontrará su espacio la palabra,
el espíritu, la ensoñación, es decir, la cultura.
Actualmente, en México se realiza un sencillo ritual
que consiste en hacer un buen fuego en el centro de Fernando Urbina (2010) relata a propósito del fuego,
un círculo, y entregarle todo aquello que se crea un mito Muinane en el que destaca el carácter cultural
debe ser renovado, transformado; todo lo que se que provee el fuego a los grupos humanos.
¿En las ceremonias realizadas con los niños y las Cuando sahumamos al orar, rogamos a Dios que se
niñas qué actividades incluimos para saludar al lleve todo lo malo y perturbador de nosotros, que
todo eso se disipe ante nuestros ojos como el humo.
sol?
Tenemos abundancia de males y perturbaciones.
¡Cuántos pensamientos negativos llevamos en noso-
¿Cómo podríamos enseñar a los y las niñas que tros, cuántas obras de las que no podemos sentirnos
dentro de cada uno y cada una, reposa un fuego orgullosos y que nos lastran. Y ¡cuántos sentimientos
sagrado que los abuelos identifican con el espíritu negativos mueven nuestro corazón! De todo eso nos
y por tanto debe ser alimentado? libera el humo.
El fuego es un elemento que no fácilmente puede ser En los alimentos también podemos procurar ofre-
dado a los niños y las niñas para que jueguen con él, cer a los niños y las niñas aquellos elementos que
lo sientan o lo manipulen, como hemos visto es tanto aporten calor al cuerpo: el jengibre, el tomillo, son
creador como destructor, es muy poderoso y por ello, especies que representan al fuego.
debemos acercar a los niños y a las niñas con quie-
nes trabajamos al fuego de maneras muy diversas. ¡! También podemos sahumarnos cada día para
recordar la belleza de la vida ¡!
Consultemos a los abuelos y a las abuelas, sobre la
forma cómo enseñan a los más pequeños el contac- Consultemos la Bibliografía
to con el fuego. En círculos de palabra alrededor del
fuego, escuchemos a las y los mayores las historias ANGAANGAQ. (2011). Escucha la voz del Hielo. La
magia de la Sabiduría Ancestral de los Inuit. Urano,
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Flautero
(Hugo Jamioy Juagibioy (Bínÿbe oboyejuayëng)
vientos que como mensajeros viajan de un extremo a cia nosotros, evita que el ardiente y poderoso sol nos
otro, entre el Ecuador y los polos. Estos vientos con- incinere con sus rayos, mantiene la temperatura de
tribuyen a formar densas capas de nubes, llevando la tierra y a través de su acción y movimiento lleva
lluvia o nieve de acuerdo a su encuentro con el sol, agua, bienestar a todos los seres.
pero también recogen la contaminación que produci-
mos. Pero por sobre todo, el aire es nuestra conexión Aliento de la madre: las burbujas, el suspiro…
primera con la existencia, sin él no podríamos respi- el padre
rar pues constituye el “aliento de vida”, tal como lo
expresa este poema de Elke Oertgen: Para los pueblos ancestrales, el aire es el “aliento de
la madre”, es el soplo del creador. Las burbujas en
Aire, el manantial, el movimiento de las hojas de los árbo-
¿durante cuantos latidos del corazón sin ti Podría yo les, la brisa suave que nos refresca, son la cotidiana
vivir?
Cómo ahogar mi angustia. respiración de la tierra. Los Uitotos le contaron a Fer-
nando Urbina22 una historia que ilustra está bellísima
Si tú no estás y a través de mi circulas. Aire, invisible, noción:
omnipresente, Te llamaron espíritu, pneûma, Respi-
ración y hálito. … en esa zona del Caquetá, del Monochoa, hay mu-
Me fuiste insuflado cuando yo era barro… cho pedregal y se hacen charcas poco profundas
y traslucidas, el agua es clarita porque el fondo es
(Oertgen, En: Gernot B et all, 1998:359) piedra, tierra y hojas. El abuelo lleva a los niños a
una charca y les hace rodear la charca y les pide que
Gaston Bachelard (1986) señalará en uno de sus tex- relaten lo que ven… después de mucho rato alguien
tos, cómo para los indios la respiración constituye logra ver lo que él quiere que vean, alguien dice que
ve unas burbujas que salen del fondo y llegan a la
un tema de orden moral pues establecen una rela- superficie. Eso se explica fácilmente diciendo que
ción permanente entre el hálito humano y la comuni- como hay materia en descomposición se producen
cación con el Universo. Los ejercicios respiratorios, gases que salen a la superficie, pero él les hizo caer
configurados como verdaderos ritos de conexión le en cuenta de varias cosas, en primer lugar, que esas
permiten a los seres humanos participar de la fuerza burbujas arrojaban unas sombras trasparentes, les
dijo fíjense y descríbanme la sombra, no de cuerpo
del Universo. En la Chandoya-Upanishad han escrito: sólido, sino casi invisible. También que el agua y la
“Cuando el fuego se va, va al viento. Cuando el sol tierra son lo femenino, que la verdadera madre es
se va, va al viento. Cuando la luna se va, va al viento. la unión entre Agua y Tierra, no como en occidente
Así el viento absorbe todas las cosas… Cuando el o como en otros grupos que se hace la división de
hombre duerme, su voz se va en el hálito, lo mismo tierra: femenino y agua: masculino; aquí por el con-
trario se hace esa unión de agua y tierra y forman una
que su vista, su oído, su pensamiento. Así el hálito lo unidad, principio femenino que es la madre. Pero dirá
absorbe todo” (Bachelard, 1986:292). Esta relación el abuelo y dónde está el Padre, el padre es eso que
entre el hálito y el viento, representa a la vez la íntima sale de allá abajo, producto de la madre, esa burbuja
presencia de lo cósmico en la existencia cotidiana, que llega a la superficie y que se llama aire. El aire
estrechando el vínculo humano con lo celestial me- es el padre, que se coloca sobre la madre y hace la
cópula cósmica de donde nace el hijo y el hijo es el
diante el sutil y sublime lazo aéreo. que hace visible la creación que era vibración, en-
sueño y palabra en sus progenitores… eso explica la
De este modo el aire es nuestro cordón umbi- creación… desde un principio femenino.
lical con el cosmos, con el infinito pensamiento.
Además de configurarse como el manto protector de
la madre tierra, nos provee de una capa ligera que 22
Este relato se tomo de una conversación informal con el profesor Fernando
suaviza todo aquello que el espacio estelar dirige ha- Urbina Rangel, en septiembre de 2011.
Navegar desplegando las velas no significa des- ¿Por qué puede ser importante respirar conscien-
pegarse del suelo y elevarse. Significa ampliar tu
te y serenamente percibiendo como el hálito de
horizonte y conocerte mejor. Significa: abrir las alas
y dejarte llevar. Por tu propia fuerza no puedes volar, vida llega a nuestros pulmones cada vez, per-
pero si puedes confiarte a ti mismo y dejarte llevar mitiéndonos celebrar la existencia?
a nuevas alturas por la vida, a nuevas alturas de tu
conciencia, a otro plano de la realidad dentro de tí, ¿Qué actividades hemos realizado con los y las
cuanto más seguro estés de ti mismo, mejor podrás
niñas con quienes trabajamos en donde esté pre-
navegar sobre las plumas de tu espíritu. Con una sola
pluma. Imagínate qué fuerza desplegarías al navegar sente el abuelo viento?
con un ala entera. (Angaangaq, 2011:73 - 74).
Revisemos nuestras prácticas cotidianas como
En este relato la abuela de Angaangaq nos enseña maestras y maestros para considerar en qué espa-
que las aves vuelan porque se sueltan confiadas a cios educativos podríamos invitar al viento.
la fuerza del viento que las eleva sin resistencia; que
las plumas se expanden cuando el viento las empuja
y que nosotros también somos seres de aire, que
debemos recibir el aire desde la levedad para poder 3. Diálogo
acceder a otros planos más elevados de nuestra con- con los Sabedores
ciencia.
saltados. Era tal la confusión que, en cada vuelta, el viste ese amanecer que te deslumbró y te mantuvo
escándalo crecía y crecía en intensidad. subyugado.
Al concluir la novena vuelta todo volvió a la calma, a Los amaneceres como el que presenciaste no son
la quietud, a la normalidad. más que el ropaje imperial de los vientos; en la medi-
da que los llames, te considerarán su hermano y te
Bañado por el sudor, y con el corazón agolpándo- convertirás en un privilegiado Cazador de Auroras….
me y agolpándose en todo mi cuerpo, sentí llegar un
vientecillo refrescante que ahuyentó mi ansiedad de Obscurecía cuando me advirtió.
escapar, contenida al recordar que no estaba solo.
Contaba con la presencia del abuelo quien, de pie y Hay que llamarlos con la fuerza de los sentimientos.
en actitud impasible, aguardaba silencioso el fin de Cuando pidas que vengan a ti, llámalos con la fuerza
los acontecimientos. de tu corazón, con la fuerza de tu espíritu y, aunque
se presenten de manera violenta, acabarán por con-
Cuando todo pasó, en Oriente, en el sitio de don- vertirse en tus aliados, dispuestos a complacerte en
de vino el viento húmedo y reconfortante, el cielo lo que les pidas o mandes. Pero más vale que no
empezó a transformar su luz clara en un resplandor los llames si muestras temor y huyes, pues acabarán
amarillo intenso. En seguida, un halo rojo permitió matándote, a menos que estés protegido con hierbas
que luciera la silueta fantasmal de los árboles de de poder. Hierbas como el sipche’, que es considera-
las pequeñas elevaciones. Más arriba, en el centro do hijo del viento, hecho de vientos, que acerca a los
del cielo permanecía el azul enmarcado de negro. vientos…
Conforme fue aclarando dominaron los colores oro y
rosa en el cuerpo de las nubes aborregadas que se El viento es poderoso como dice este abuelo maya,
sostenían por rayos enormes de luces inclinadas.
puede arrasar pero también puede estar a nuestro
El pájaro Nom emitió su canto monótono, animando servicio, puede acompañarnos en el camino y empu-
a las otras aves de saludar a la aurora con la alga- jar las velas de nuestra barca, puede ser una fuerza
rabía de sus trinos… De regreso, mientras descan- propulsora de cambios o puede ser pesado y estan-
sábamos (el abuelo) me dijo: El viento del Oriente es carnos. Depende de cuánto reconozcamos su pre-
un aire noble, sabio, joven y masculino, a la vez es
un viento maduro; además, contiene el aliento y sencia y lo hagamos nuestro amigo.
la suficiente fuerza sexual que impulsa el ayunta-
miento tanto entre los árboles y animales como entre Conversemos al respecto: ¿Cómo podremos lograr
los hombres. Ahora que te estás enterando de estos que el viento nos acompañe con su canto, impulse
secretos, no debes olvidar que el viento del Oriente nuestras velas en el viaje por esta tierra y nos ayude
es un aire de celo sin ser celoso; ese viento sabe
mucho de nosotros, y si no nos lo proponemos, mo- a desplegar nuestro espíritu?
rimos sin conocer los poderes que otorga.
Construyamos con los abuelos y abuelas o mayo- HEWITT Sally.(2003).Aire. Proyectos fascinantes.
res, “molinetes” o molinos de viento para correr Panamericana. Bogotá.
con ellos y ver como los mueve el viento.
MANRIQUE A. 2011. En http://www.temakel.com/
Hagamos música con cañas, silbatos, quenas, artcantosagradoviento.htm. Consultado julio 18 de
flautas u otros instrumentos con apoyo de los y 2011.
las sabedoras de las comunidades. OERTGEN, En: Gernot Bohme Hartmuth (1998). Fue-
go, agua, tierra, aire. Una historia cultural de los ele-
En un momento en que esté presente el abuelo mentos. Herder, Barcelona, pág. 359.
viento sentirlo acariciar nuestro cuerpo y sentir
como nos empuja para llevarnos de paseo con él. WALSH Catherine (2005). Interculturalidad, conoci-
mientos y decolonialidad. En: Rev. Signo y pensa-
miento. No. 46 Vol XXIV, enero-junio. Bogotá.