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CALIDAD EN LA CONSTRUCCION
INNOVACIÓN COMPETITIVA
ALUMNO:
• FLORES MENDOZA, Luis Angel
Docente de Asignatura:
Mg. Humberto Vicente Dulanto Alfaro
LIMA-2022
TOMA DE
% ESTIMADO
ANTIGÜEDAD DECISIONES TIEMPO DE
RETOS CRITICOS RENTABILIDAD ESTRATEGIAS
O PERIODO (SOLUCIONES - EJECUCION
COMPROMETIDO
RESULTADOS)
Reactivacion economica
DESEMPLEO Inyeccion de
en el sector construccion
SECTOR 40% presupuesto en 5 años
por parte del gobierno y
CONSTRUCCION proyectos.
APP.
Evaluacion e incentivos
Estimular la
a empresas que
FALTA DE implemenacion de
implementen nuevas
DIGITALIZACION 20% invocacion y 5 años
tecnologias de
EN PROYECTOS creatividad de
digitalizacion de
softwares
proyectos.
Gobierno central
APP Semestral,
Mensual Quincenal
Gobiernos regionales mensual
Gobiernos locales
Universidades
Semestral,
Profesionales Semestral Mensual
mensual
Gerentes de empresas
APP
Anual Semestral Anual
Gobierno central
APP
Anual Semestral Anual
Gobierno central
1. EL EMPLEO
La informalidad prevalece en algunas partes del sector de la construcción. Las empresas
informales suelen carecer de la capacidad necesaria para ofrecer condiciones de trabajo
seguras a menudo tienen una baja productividad, bajas tasas de ahorro e inversión y una
acumulación de capital insignificante, lo que las hace vulnerables a las crisis y los altibajos. Los
trabajadores informales del sector de la construcción suelen tener ingresos bajos y pocos
recursos para superar los vaivenes económicos. Por ello, muchos trabajadores de la economía
informal se han visto obligados a seguir trabajando para sobrevivir, con el consiguiente riesgo
de contraer la COVID-19 para sí mismos y para sus familias. Además, los trabajadores
informales no tienen acceso a bajas por enfermedad ni a información o recursos sobre cómo
protegerse del virus. Por último, los trabajadores informales muchas veces no tienen acceso a
la protección social; no se benefician de las políticas de apoyo a las empresas, ni tampoco del
apoyo dirigido a los pobres. Así pues, la transición de la economía informal a la formal en el
sector de la construcción es urgente.
Esto son algunos desafíos a los que los empleadores deberán hacerles frente:
Crear nuevas estrategias de contratación: La empresa debe revisar cuáles son los puestos que
pueden adaptarse total o parcialmente al teletrabajo, así como también aquellos que solo
pueden ser presenciales. Y en base a esto, presentar a los posibles colaboradores unos
contratos donde la modalidad de trabajo contemple esta realidad.
Generar una cultura enfocada al colaborador: Incrementar el compromiso de los trabajadores
sigue siendo crucial para mejorar su productividad. Se necesitan líderes capaces de crear una
cultura de trabajo enfocada en atender las necesidades de los colaboradores. Estos líderes
deben tener un conocimiento óptimo de los canales de comunicación remotos.
2. LA DIGITALIZACIÓN
La industria ya estaba encaminándose hacia la transformación digital, pero la pandemia
aceleró este proceso debido a los retos que trajo el trabajo en casa vs. el trabajo en oficinas. A
principios de pandemia fue necesario adaptarse de forma muy rápida a las condiciones que
trajo la pandemia en todo el mundo y la industria de la construcción no fue la excepción en ese
proceso.
Aunque aún nos queda mucho camino por recorrer en la digitalización del sector, esta crisis
definitivamente fue un salto para la transformación digital, no solo en cuanto a la maquinaria y
herramientas para trabajar en campo, sino sobre todo en la adopción
de software especializados para las necesidades de la gestión a distancia de los proyectos de
construcción en las nuevas condiciones de trabajo.
Hay muchos ámbitos en los que la digitalización aumenta la rentabilidad de la operación de las
empresas, algunos de los más importantes son la exactitud en los cálculos de materiales y
tiempos, que, junto con una comunicación transparente en tiempo real entre cada
departamento, ayudan a reducir el trabajo y evitar los riesgos de incumplimiento.
En el corto plazo, algunos retos son aprovechar la tecnología para mejorar la seguridad en la
obra, permitir el trabajo remoto (siempre que sea posible) y garantizar el cumplimiento con las
medidas de distanciamiento social, usar los datos para entender mejor las complejidades
actuales de cada proyecto y reducir riesgos sanitarios.
Del mismo modo, la mayoría de las empresas necesitan una administración del trabajo con
equipos mejor conectados entre sí; es decir, entre los miembros de cada departamento, pero
también entre los diferentes departamentos de una empresa constructora. Esta es una
necesidad que se ha acentuado fuertemente desde el inicio de la pandemia.
El reto en el mediano plazo en el sector será sin duda la transición digital en un entorno más
competitivo, la adopción de herramientas que permitan visualizar los procesos e integrar
nuevas herramientas y metodologías según las necesidades de cada proyecto.
Adicional a esto “la luz natural tiene impactos positivos en la salud mental y la productividad;
los buenos entornos eólicos contribuyen a la dispersión de los virus y los gases nocivos, así
como los materiales verdes de construcción han demostrado funciones ‘antibacterianas”. De
ahí que, en un contexto como el actual, las edificaciones saludables y la construcción
sostenible se conviertan en el modelo que todo proyecto de construcción debe seguir.
Con los presupuestos públicos castigados por los gastos en las emergencias COVID-19, los
países van a requerir mecanismos eficientes para la movilización de fondos privados
nacionales e internacionales para implementar estos planes. Los principales actores
internacionales coinciden en que las APP van a jugar un papel clave en la recuperación
económica de América Latina. Los Gobiernos apenas tienen margen de endeudamiento y su
capacidad presupuestaria son limitados, pero el país requiere fuertes inversiones por múltiples
razones:
Es bien conocida la capacidad de las APP para adelantar las inversiones en el tiempo, y por
tanto pueden ser una herramienta clave para acelerar la recuperación económica tanto en el
corto y medio plazo como en el largo. No tanto en el inmediato, ya que se requieren tiempos
de preparación y estructuración por encima de los nueve meses.
A futuro es de esperar que los contratos incluyan cláusulas que mitiguen el riesgo de demanda
en situaciones excepcionales, por ejemplo, a través de la definición de ingresos mínimos y
máximos, es decir compartiendo el riesgo. Los inversores ya eran reticentes a asumir este
riesgo en cantidad significativa, por lo picos en los flujos de caja que esto puede suponer, y
esta reticencia se ha visto aumentada con la crisis.