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Sistema Excretor

Breve descripción de las funciones principales del sistema excretor: regular el agua, recuperar
productos necesarios para el organismo y excreción de productos innecesarios.

Modelo de mamíferos.

Típico nefrón de mamíferos con el asa larga de Henle: iniciando desde la izquierda se observan los
capilares glomerulares rodeados por la primera cápsula del nefrón (cápsula de Bowmann), produce
la filtración de plasma hacia el interior del nefrón → primera preorina. De todo el plasma que circula
por los capilares glomerulares, solo el 20% se filtra hacia el interior del nefrón; de hecho son
capilares de tipo fenestrado (recordar circulatorio) que tienen poros relativamente grandes,
evitando que pase hacia el filtrado ciertas moléculas como proteínas. Luego, la sangre sigue
circulando (con un líquido muy espeso sería complicado) y se puede tomar como el 100% de
volumen inicial dentro del nefrón, para ver cómo va reduciéndose a lo largo. En la región siguiente
del nefrón, el túbulo contorneado proximal, se reabsorbe un 70% aproximadamente, gran parte de
lo imprescindible que se filtró inicialmente; mayormente agua, iones (sodio, cloro, potasio,
bicarbonato) y también compuestos orgánicos (glucosa y aminoácidos). El sector que le continúa es
el asa de Henle, que tiene dos ramas: en la rama descendente se pierde agua atraída por un
gradiente osmótico, generando que se reabsorba aproximadamente un 20% del volumen; continúa
la preorina circulando, en la rama ascendente que no se pierde agua porque es impermeable y
cuando se llega al túbulo contorneado distal, se reabsorbe en promedio un 5% (agua y sales). Por
último, está el túbulo colector que en verdad recibe el aporte de varios nefrones; ahí, se da la
reabsorción final del agua, aproximadamente un 4% del volumen inicial de lo que se había filtrado
(lo cual es bastante en relación a lo que está llegando hasta ahí), por ende se excreta un 1% del
volumen inicial. Ese 4% entonces, define el volumen de agua que se va a excretar y por lo tanto la
economía de agua que significa para el organismo.
Filtración
Tiene lugar entre el glomérulo
y la cápsula de Bowman. Hay
barreras de filtración
compuesto principalmente
por tres elementos: endotelio
de los capilares que son
fenestrados (dicho
anteriormente con poros
pequeños para el filtrado),
seguido de la membrana
basal (en celeste, debajo) que
resulta de la fusión de la
membrana basal de los
capilares y del epitelio de la
cápsula de Bowman → hoja
visceral o capa visceral de la
cápsula de Bowman. Ahí, hay
una tercera barrera para la
filtración, dada por las células
que componen a ese epitelio
llamados podocitos. Estos
tienen expansiones, pies, que están rodeando a los capilares y entre sí tienen ciertas hendiduras o
espacios para la filtración (en lila). Para completar, se tienen otras células (en amarillo a la izquierda
debajo) llamadas mesangiales intraglomerulares, encontrádose en el medio de los capilares; son
contráctiles y puede reducir/aumentar el flujo sanguíneo al presionar a los capilares, afectando a la
filtración (de hecho, hay algunas hormonas que intentan disminuir la producción de orina para
conservar el volumen de plasma, produciendo la contracción de esas células mesangiales).

Las fuerzas que


mueven la
filtración,
involucradas en el
movimiento del
plasma son la
fuerza positiva que
es la presión
sanguínea (la presión del líquido contra las paredes del capilar fenestrado). A lo largo del capilar hay
cierta variación de la presión sanguínea, pero aproximadamente es de 50 mmHg. A su vez, hay
fuerzas que se le oponen que son la presión coloidosmótica de las proteínas que retiene la sangre
dentro de los capilares y es lo mismo que pasa en cualquier capilar (recordar de nuevo en los
capilares continuos). A lo largo de todo el capilar, la presión sanguínea hidrostática es más alta que
la coloidosmótica a diferencia de los continuos que esta relación se invertía en la segunda parte del
capilar; por ende, durante todo el capilar fenestrado se produce una salida de plasma (que es el que
está siendo filtrado). La otra fuerza que se opone es debida al líquido que se está acumulando en la
cápsula de Bowman, es más chica, de 15 mmHg e incluso haciendo el balances de todas las fuerzas
predomina una fuerza positiva de 10 mmHg de la fuerza que circula desde los capilares hacia el
nefrón.

Autorregulación de la TFG
La TFG es la velocidad a la cual se produce
la filtración del plasma y está muy
regulada. En principio para mantenerla
constante y en determinadas situaciones
para regularla.
Lo primero que se observa es que hay una
autorregulación de la tasa de filtración
glomerular, en la figura se grafica la TFG
en función de la presión arterial media (eje
X). Para el intervalo de variación fisiológica
que va más o menos entre 80 y 160, se
mantiene relativamente constante (en
condiciones normales, de reposo), que
tiene que ver con las mismas propiedades
del músculo liso de la arteriola aferente. Esto es porque es la que lleva sangre al glomérulo y luego,
los capilares glomerulares se continúan con una arteriola eferente. La autorregulación se da en la
arteriola aferente, basado en las propiedades del músculo liso: cuando se estira, responde abriendo
canales sensibles al estiramiento, produciendo el ingreso de iones y el aumento de la tensión
muscular (aumento de la contractilidad); además, el músculo liso de las arteriolas son de unidad
múltiple, es decir no generan PA sino que funcionan de manera graduada. Entonces, el músculo se
dilata porque hay más sangre que ingresa a la arteriola, aumentando a nivel glomerular la salida de
plasma pero, por las propiedades que tiene el músculo liso de responder al estiramiento
contrayéndose, ese flujo se compensa automáticamente asegurando una tasa de filtración
glomerular relativamente constante. Si hay menos sangre, ocurre el efecto contrario, dilatándose. En
ambos sentidos, las propiedades del músculo liso de responder al estiramiento, estabilizan el flujo de
sangre.
Balance túbulo
glomerular.
Es específico para
cada nefrón ante
cambios iniciales en la
tasa de filtrado
glomerular.
Suponiendo
nuevamente que hay
más flujo de sangre
que ingresa a un
glomérulo en
particular, genera un
mayor filtrado; por lo
tanto, genera un flujo
de orina mayor a lo
largo de las distintas
porciones del nefrón. Cuando llega al túbulo contorneado distal (zona 4), el flujo es sensado por
células llamadas mácula densa, que forman parte del mismo túbulo contorneado distal. Lo que
sensan es la concentración de cloro: las más altas indican mayores flujos de preorina en esa región,
porque al haber más flujo, hay más cloro en el filtrado teniendo menos tiempo de poder
reabsorbelo. Esa mácula densa está muy cerca del glomérulo y de la arteriola aferente. A partir de
ese sensado, se informa a la arteriola aferente, produciéndose una vasoconstricción regulando de
ese modo para cada nefrón en particular por separado la tasa de filtración glomerular. Este es el
segundo mecanismo por el cual se regula el filtrado.

Por
último,
se tiene
el
control
nervioso para regular el filtrado. La TFG depende de la presión de sangre que haya dentro del
glomérulo y como se indica en la filmina, está dada por esa ecuación. Se observa que si por descarga
nerviosa, específicamente simpática, se produce una vasoconstricción de la arteriola aferente, se
reduce el flujo sanguíneo hacia el glomérulo, por lo tanto baja la presión reduciendo la tasa de
filtrado. Esto se efectúa cuando se necesita recuperar presión sistémica (una baja de presión típica) y
poder enviar ese flujo a otros lados. Por otro lado, la vasoconstricción puede darse también en la
arteriola eferente (derecha abajo), también habrá una reducción del flujo pero habrá una presión
intraglomerular mayor porque se está aumentando la resistencia a seguir circulando. Entonces,
eventualmente puede darse la constricción de ambas al mismo tiempo, reduciendo el flujo hacia el
riñón, pero sin embargo en principio la tasa de filtrado puede seguir manteniéndose. Esto último
cuando las condiciones no son muy críticas, pero si la recuperación de presión sí es crítica, la
vasoconstricción de la aferente es mayor porque no es esencial.

Detalles anatómicos.
Recordando la irrigación del nefrón en su totalidad: desde la
arteriola eferente, se desprenden capilares alrededor de los
túbulos contorneados y por el otro lado, capilares que
acompàñan al asa de Helden (llamados vasa recta, capilares de
abajo)

“Símil” eléctrico del circuito


de irrigación.
Hay dos tipos de nefrones
distintos: los más corticales
con asa de Helden corta casi
no funcional (los derechos
de arriba) y los de asa larga
que son los más
representados en
mamíferos. Para estos
últimos hay dos circuitos de
irrigación: uno que a partir
de la salida de la arteriola
eferente va a los capilares peritubulares (para los tubulos contorneados) y el otro circuito en
paralelo que va a la asa recta. Este último flujo tiene que estar muy bien regulado (si por ejemplo,
aumenta mucho, no es conveniente porque no da tiempo a que se dé un equilibrio entre la sangre y
el del tejido intersticial). El filtrado es similar en composición (con excepción de la fracción proteica)
que el plasma, por ende ahí todavía no hubo reabsorción, sino filtrado libre de los elementos del
plasma.

Reabsorción
Siguiendo con el trayecto del nefrón, se llega al
túbulo contorneado proximal donde se va a
producir la reabsorción de la mayor parte del
filtrado (70%) fundamentalmente agua que sigue a
la reabsorción de los solutos. Por ejemplo, la
reabsorción de glucosa: se observa la isolínea de
glucosa filtrada (roja punteada) que vincula valores
iguales en el plasma y en la preorina. Los
mecanismos son muy eficientes, en condiciones
normales a concentraciones normales de glucosa
de orina (curva de reabsorción, roja continua),
toda la glucosa que se filtra se reabsorbe. Alcanzado el máximo de reabsorción tubular (Tm G
indicado con la línea punteada) los mecanismos están saturados, es decir que no puede seguir
reabsorbiéndose más; por encima de ese valor, comienza a aparecer
glucosa en la orina (diabetes).

Específicamente las células de ese tubo proximal son las que hacen
ese trabajo, estando en un epitelio de transporte. Se tienen
microvellosidades en la cara apical que da hacia el lumen para
aumentar la superficie de contacto y también hay importantes
repliegues de la membrana basolateral para aumentar la superficie
y tener una densidad de mitocondrias y bombas para un ATP
importante.

Mecanismo
con bombas y
canales
involucrados
para la
reabsorción
de glucosa.
En la
membrana
basolateral
está ubicada la ATPasa Na +/K+ que está sacando continuamente sodio, ingresa potasio que se
equilibra fácilmente y se mantiene una concentración baja en el interior celular. Esto permite que el
sodio (transporte primario) ingrese por la membrana apical desde el lumen y la glucosa ingresa en
cotransporte por el sodio (transporte activo secundario), ingresando en contra de su gradiente, se
acumula en el interior celular y luego sale a favor de gradiente a la sangre mediante un carrier. Esto
ocurre en el tubo digestivo para la reabsorción de la glucosa, exactamente el mismo, dando siempre
la fuerza primaria la ATPasa. Los aminoácidos también tienen el mismo mecanismo de reabsorción.
El sodio además de ingresar por los cotransportadores, tienen canales propios.

A su vez, en la reabsorción a nivel del túbulo proximal


ocurren otras cosas. Nuevamente, la presión positiva está
dada por la presión sanguínea que supera a las otras dos
opuestas (coloidosmótica y la del líquido de la cápsula).
Luego, cuando la sangre sigue circulando por la arteriola
eferente, se vuelve a capilarizar en el túbulo contorneado
proximal, ya la presión bajó porque hay resistencias en el
medio que generan diferencias de presión. Ahora, esa
presión en vez de ser de 50 mmHg es de 10, PERO la
coloidosmótica sigue siendo de 30, predominando por sobre
la otra. Esto es importante porque el trabajo que hacen
todas las células del túbulo contorneado para reabsorber
glucosa, iones y agua, ahora puede pasar más fácilmente al
capilar porque hay una presión a favor. Los capilares
entonces, rápidamente pueden recaptar el agua y los solutos que se están reabsorbiendo.

Asa de Helden
Hay una rama
descendente y una
ascendente. La primera,
es permeable al agua e
impermeable a los
iones, entonces se tiene
una salida de agua
(flechas en azul) porque
además de que hay
permeabilidad en el
epitelio, en el espacio
intersticial en contacto
con el asa, hay un
gradiente osmótico
corticomedular. Hay una
concentración de
osmolitos alta que atrae el agua, de modo que la preorina que llega al extremo (“loop of Henle”)
está altamente concentrada en sodio y cloro principalmente debido a que lo orgánico ya se
reabsorbió antes. Además esa salida de agua representa un 20% del filtrado inicial. Al seguir
circulando por el asa ascendente, la alta concentración genera que los iones puedan salir
pasivamente dado que además ese epitelio sí es permeable a los iones, pero impermeable al agua
(contrariamente a la descendente). Cuando se llega a la región más externa de la rama ascendente
(o rama ascendente gruesa) no es pasiva la salida de iones sino que es activa, hay ATPasas. Luego, en
el túbulo contorneado distal puede haber reabsorción de agua si se encuentra la hormona
encargada de eso. Por último, está el túbulo colector: la primera parte tiene las mismas
características de antes, reabsorción de sodio y agua reguladas hormonalmente y luego, la mayor
parte que profundiza hacia la zona más interna de la médula renal, se tiene principalmente que sale
agua atraída por el gradiente corticomedular. A su vez, sale urea al espacio intersticial al haber
permeabilidad en ese epitelio, siendo un osmolito importante para formar el gradiente
corticomedular. La función del asa de Helden importante es crear el gradiente corticomedular ,
para que luego desde el túbulo colector pueda reabsorberse agua en la medida necesaria bajo
control hormonal.

Rama gruesa ascendente.


En esta zona es donde se presenta un transporte activo
de sodio y de cloro, se ve que el mecanismo es
bastante similar a otros vistos. En la membrana
basolateral que da hacia el espacio intersticial, con la
bomba de sodio/potasio que permanentemente saca
hacia afuera el primer ion, mientras que en la
membrana apical está la bomba sodio/potasio/2cloros.
El sodio sale por la ATPasa directamente hacia el
intersticio y el cloro puede salir directamente por
canales propios o en cotransporte con el potasio

En la zona más externa, el sodio y el cloro son los solutos más


importantes que contribuyen al gradiente debido al transporte
activo; en la zona más interna, sigue habiendo estos iones pero su
aumento no es tan importante porque la salida es pasiva (la rama
gruesa es la que realiza el trabajo más importante). A su vez, se
observa la urea que es muy importante en la zona interna, es el más
importante para terminar de generar una concentración alta en la zona más interna de la médula,
saliendo por el túbulo colector.

Modelo de contracorriente del asa.


Es un mecanismo multiplicador
contracorriente. El modelo plantea dos
ramas, la descendente (arriba) y la
ascendente (abajo). La rama de salida se
bombea sodio y cloro hacia la rama
entrante, pero no es exactamente esto lo
que ocurre en el asa de Helden. El sodio y
el cloro que sale de la rama ascendente
no entra a la otra, sino que queda en el
espacio intersticial concentrándose,
formando un gradiente para la atracción
de agua y luego sí se movilizan.
Debajo se observa la concentración
osmótica en las dos ramas: la saliente
bombea en cada punto en contra de su
gradiente hacia la otra rama de manera
activa (siempre se mantiene una diferencia de concentración en las dos ramas); pero en este caso, la
diferencia se va multiplicando en función del largo que tenga el asa: a medida que se aumenta la
distancia, más se multiplica la concentración → por esto, asas más largas de Helden, permiten
generar un gradiente más elevado en la médula renal dando luego la posibilidad en el túbulo
colector de reabsorber más agua.

El gradiente entonces sirve para reabsorber agua


desde el túbulo colector. Se observa el asa de Helden
(en amarillo) con los iones que se están bombeando,
la urea y el agua que proviene del túbulo colector. El
agua que pasa al intersticio, de alguna manera hay
que sacarla porque sino a lo largo del tiempo, la
médula estaría aumentando de volumen. Entonces,
para sacar el exceso de agua, se tienen a los capilares
de la vasa recta que se desprenden de los glomérulos.
Estos capilares son muy permeables al agua y a los
iones, de hecho son capilares en horquilla que
acompañan el recorrido del asa de Helden. Sirven
para irrigar al asa sin destruir el gradiente, porque la
vasa recta está en contracorriente consigo misma: en la rama que asciende, hay un equilibrio con el
intersticio, va encontrando intersticio de mayor molaridad (pierde agua y gana iones) y en la
ascendente ocurre lo contrario, gana agua y pierde iones. Lo que consigue así, es irrigar a las células
sin destruir el gradiente porque está equilibrandose con el espacio intersticial. Para llevarse agua en
forma neta, la sangre debe tener una propiedad que le permita hacer eso y para esto, tiene
proteínas: esta sangre viene de los glomérulos donde se filtró plasma pero se retuvieron las
proteínas y por eso, los capilares de la vasa recta están enriquecidas en estas macromoléculas.

En el túbulo colector
(amarillo) se reabsorbe
agua y se regula el volumen
de orina; en condiciones
donde está la ADH
presente (vasopresina,
secretada en la
neurohipófisis) que tiene
como blanco el túbulo
colector y la parte distal del
túbulo contorneado, se
promueve la reabsorción
del agua (el epitelio se hace
permeable, con un
gradiente osmótico importante). Así, termina de definir la composición total de la orina y la
osmolaridad, permitiendo generar una orina hiperosmótica con respecto al plasma. Pero, si la ADH
está ausente o en baja concentración, no hay permeabilidad al agua en el epitelio del túbulo colector
y por más de que haya gradiente afuera, el agua no sale. Fundamental el tema del control hormonal
para generar un amayor/menor reabsorción.

Entonces, la ADH es una neurohormona secretada


por la neurohipófisis, debido a los somas de ciertas
neuronas que se proyectan desde el hipotálamo y
forman la neurohipófisis. La hormona se trasloca en
el terminal y queda almacenada para secretarse a
los capilares sanguíneos cuando lleguen PAs al
terminal. La misma neurohormona que produce la
ADH genera esos PAs debido a ciertos estímulos
como la osmolaridad.
Cuando la osmolaridad decrece, hay una cierta
dilución en la sangre (izquierda, abajo), tiende a
ingresar un poco más de agua a la célula inactivando
ciertos canales y por lo tanto no hay un ingreso de
iones que puedan producir un PA receptor en la
neurona. Pero, si ocurre lo contrario y aumenta la
osmolaridad produce una cierta salida de agua de la
célula (cierta deshidratación), con lo cual esos
canales se abren (caso derecha); al abrirse generan PAs receptores en el soma, luego PAs que llegan
a los terminales, secretando la hormona hacia el circuito, alcanzando el órgano blanco que es el
nefrón (túbulo colector y última parte del distal).

Una vez que llega al órgano blanco, la ADH es


reconocida por receptores de membrana, se
activan segundos mensajeros AMPc, se activa
una kinasa A y lo que sucede es que el
mecanismo de transducción produce que las
vesículas que se preformaron dentro de la
célula con muchos receptores de membrana
para agua se unan a la membrana apical de la
célula. Por ende, pasa a tener una cantidad de
canales de agua mayor → acuaporinas. La
acuaporinas II es la que está presente en esas
vesículas, aumentando la permeabilidad al
agua. Habiendo gradiente en el intersticio, el
agua puede ser reabsorbida ingresando
primero a la célula y saliendo luego por las
acuaporinas III (que son fijas, siempre están
presentes, las que varían son las II). La urea
también acompaña al agua en ese trayecto.

Hormonas
involucradas
en el balance
del agua.
Ya se vio
entonces la
ADH
secretada
desde la NH y
es un péptido
que aumenta
la
reabsorción
de agua (estimulada por la osmolaridad plasmática). También está la ANP que se produce ante una
presión aumentada en las aurículas, aumentando la secreción de orina, inhibiendo la secreción de
ADH y aldosterona así como también la reducción de la reabsorción de agua y sodio.
La segunda hormona es la aldosterona y se produce en la corteza de la glándula adrenal (produce
hormonas esteroideas); el blanco también es el nefrón particularmente el túbulo contorneado distal
y la primera parte del colector, para promover de manera regulada la reabsorción de sodio.
Se tiene una célula por ejemplo del túbulo
distal, llamadas células P (principales). La
aldosterona en sangre, llega hacia las
células, atraviesa la membrana (es lipofílica),
se une a receptores que se encuentran en el
citoplasma y se transloca al núcleo para una
síntesis proteica en el citoplasma. Estas
proteínas tienen que ver con la formación de
nuevos canales para sodio en la membrana
apical, nuevas ATPasas sodio/potasio en la
membrana basolateral y también otras que
activan a canales preformados pero que
estaban silentes (cerrados, aumentan la
permeabilidad de sodio y potasio también). Ocurre un transporte transcelular del sodio, ingresando
por la membrana apical y sale por las bombas hacia la sangre, ingresando potasio que se secreta
hacia el lumen (de hecho, solo hay canales de potasio en la membrana apical, por ende si se llegase
a concentran, sale por gradiente). Función de aldosterona: reabsorción de sodio, secreción de
potasio. Al mismo tiempo funciona la ADH, reabsorbiéndose agua porque incluso los movimientos
de sodio comprometen las moléculas de agua para solvatarse (“el agua sigue al sodio”)

Resumen de los estímulos que funcionan


para la secreción de aldosterona.
Proviene del colesterol, por esto es
esteroidea, se observa la glándula adrenal
con su médula y corteza y tiene efectos
sobre las células P del túbulo contorneado
distal y del túbulo colector para reabsorción
de sodio y secreción de potasio. Un estímulo
importante es la disminución de
concentración de sodio en la sangre y el
aumento de la concentración de potasio,
que son estímulos coherentes con la función
de la hormona.
Pero también hay otros estímulos que tienen
que ver con el sistema renina angiotensina
(RAS), específicamente el producto final de
esta que es la angiotensina II. Uno de los
estímulos que lleva a la secreción de angiotensina es la disminución de la presión sanguínea. Si hay
una osmolaridad muy alta que está vinculada al sodio seguramente, se inhibe la secreción de
aldosterona más allá de que estén otros estímulos, porque si con una osmolaridad alta se reabsorbe
más sodio, no tendría sentido activar una hormona que reabsorbe aún más el sodio.
Morfología del glomérulo.
Lo señalado en violeta a la
derecha en la mácula densa
que puede censar el cloro
intratubular y de esa manera
el flujo de orina en esa
región. Están en
comunicación con las células
granulares que son parte de
la arteriola aferente. Lo
importante de estas es que
secretan renina (enzima NO
hormona): es el comienzo de
la cadena del sistema renina
angiotensina; a su vez, esta lo que hace es generar angiotensina I y luego se transforma a la II, la cual
es la biológicamente activa.
Debajo se tiene el sistema
renina angiotensina y arriba
se observa en azul las células
granulares que producen
renina. Estas responden a
varios estímulos: baja
presión sanguínea dada en la
misma arteriola aferente la
cual es sensible a los cambios
de presión; el otro es a
través del simpático como
vía eferente del centro
integrador de las respuestas
cardiovasculares (porque
obviamente también le llega
información sobre la
presión). Por último, el tercer
estímulo importante es: si
hay baja presión, habrá
menor tasa de filtrado en
principio, por ende menos
flujo por el túbulo distal que va a ser sentido por la mácula densa, estimulando a las células
granulares y la excreción de la renina a la sangre. Por ende los estímulos tienen que ver con la
presión y con el volumen de sangre. Al precursor que produce el hígado que es el angiotensinógeno,
lo cataliza la renina y produce ANG I que circula en plasma. Luego, al llegar a ciertos endotelios, por
ejemplo de los capilares pulmonares, tienen otra enzima de conversión que será la responsable de
catalizar a ANG II (forma biológicamente activa). Esta última, tiene varios efectos: uno directo es
producir la vasoconstricción de arteriolas, otro es estimular al centro vasomotor para que aumente
la descarga simpática sobre el corazón y los vasos; a su vez, estos dos efectos, aumentan la presión
(compensa la baja presión que es uno de sus estímulos iniciales para la secreción de la enzima). A su
vez, la ANG II, actúa sobre el hipotálamo para producir dos efectos: secreción de ADH y promueve el
comportamiento de bebida. Entonces, por reabsorción de agua en el nefrón e ingesta de agua en el
TD, se consigue incorporar más agua en la sangre. Así, se tiende a aumentar el volumen sanguíneo y
por lo tanto la presión. Por otro lado, estimula en la corteza la secreción de aldosterona que
promueve en el túbulo distal la reabsorción de sodio que atrae agua → aumenta la volemia: todo
contribuye a una mayor presión → regulación a largo plazo de la presión (habíamos visto al reflejo
barorreceptor a corto plazo, ahora a largo plazo).
Integración.
El estímulo inicial que se
plantea es la deshidratación
que implica un menor
volumen de sangre y por ende
una menor presión. Estos
últimos dos, tienen varios
efectos (primero a la
izquierda), la baja presión es
detectada por
barorreceptores carotídeos y
aórticos. Estos estimulan en el
centro integrador la descarga
simpática y disminuir la
parasimpática. La primera
estimulará la mayor frecuencia
y fuerza de contracción en el
corazón, lo cual aumenta el
GC. A nivel de las arteriolas se
produce la vasoconstricción
(aumenta el tono simpático);
por lo tanto también la R y la
presión: de esa manera hay
una primera recomposición rápida de la presión. PERO, sigue habiendo un volumen de sangre
reducido; al mismo tiempo se estimularán las células granulares que van a secretar renina. De
hecho, otro estímulo que le llega a estas células es el mismo simpático, encendido por lo dicho
anteriormente, es decir por el mismo estímulo en verdad. Y finalmente, el tercer estímulo, será la
disminución de flujo en la mácula densa que ocurre porque al haber menos presión y volumen
disminuye la tasa de filtrado que lo censa la mácula densa y estimula a las células granulares.
(también el simpático disminuye la tasa de filtrado glomerular para intentar recuperar presión en
otros circuitos que no sea el renal disminuyendo aún más el flujo por la mácula densa.). La renina
entonces, dispara el sistema renina angiotensina, produciendo finalmente la ANG II que interactúa
con el circulatorio produciendo vasoconstricción en arteriolas y estimulando el centro
vasomotor(refuerza) y por el otro lado, estimula en el hipotálamo la secreción de ADH, así como
también el comportamiento de bebida. Estas dos cosas llevan a la recuperación de agua en la sangre,
la primera produce reabsorción de agua a nivel del túbulo colector y la segunda también a nivel del
intestino (recomponen la presión a largo plazo).
En cuanto a la osmolaridad, se aumentará porque si solo se pierde volumen de sangre por
deshidratación, la sangre se va a concentrar en osmolitos. Esto, por un lado, en hipotálamo refuerza
lo mismo que la ANG II, pero a su vez, inhibe la secreción de aldosterona. La ANG II, en principio,
estimula la secreción de aldosterona, pero si la osmolaridad está alta, no se secreta aldosterona por
más que haya ANG II, esto ocasionará que a nivel del túbulo distal del nefrón haya menor
reabsorción de sodio, entonces combinado con la mayoer captación de agua, recompone el volumen
y la osmolaridad (porque en forma neta pasa agua a la sangre, no sodio).
Si por el contrario, se produjese una hemorragia en vez de una deshidratación, la osmolaridad no
estaría alterada, sólo estaría alterado el volumen de sangre por ende no habría una inhibición para la
producción de aldosterona. La ANG II en este caso, podría inducir la secreción de ADH para
recuperar agua y de aldosterona para recuperar sodio, de esta manera se da una recuperación
isosmótica, sólo recompondría el volumen sin alterar la osmolaridad porque no estaba afectada por
la hemorragia.

Control hormonal a nivel renal (calcemia).


Las dos hormonas que regulan el calcio son la
parathormona que es hipercalcemiante y la
calcitonina que es hipocalcemiante. Ambas son
peptídicas y están secretadas por glándulas anexas a
la tiroides, en el caso de la primera es la paratiroides y
en las células productoras de la segunda están en los
folículos tiroideos (dentro de la tiroides). El estímulo
lógico, respectivamente, es la disminución del calcio y
el aumento del calcio, ambos casos en sangre.
Los órgano blanco de la parathormona es el hueso
para producir cierta disolución de las sales de calcio
que forman el hueso (resorción ósea) y también el
riñón que promueve la mayor reabsorción de calcio en los túbulos renales y secundariamente la
excreción de fosfato. Por otro lado, en el intestino también puede producir la reabsorción de calcio
por la inducción de calcitriol. La calcitonina en principio, tiene los efectos opuestos, sus órgano
blanco también es el hueso para la depositación de calcio y a nivel renal inhibe la reabsorción de
calcio para tratar de disminuir los niveles plasmáticos (en principio no tiene efectos sobre intestino o
muy leve)

Patrón de regulación.
La idea es mantener en la sangre los niveles
de calcio relativamente estables (que son
los marcados en lila).
Se observan las hormonas mencionadas: la
PTH que promueve cierta resorción de sales
de calcio de hueso y la calcitonina por el
contrario, promoviendo la depositación
cuando se trata de disminuir los niveles de
calcio. A nivel renal, en principio el calcio se
filtra pasivamente, las hormonas
promueven la reabsorción (PTH) o la inhiben
(calcitonina). A nivel del intestino, la PTH a
través de la inducción de la calcitriol, se
promueve que se absorba más calcio a nivel renal (la calcitonina se vio que puede inhibir esto
débilmente).
Es importante mantener los niveles plasmáticos de calcio, porque la sangre está en equilibrio con el
interior de las células. El calcio en el interior de las células tiene que estar MUY regulado, porque es
un mensajero químico en muchos casos, para que el equilibrio pueda mantenerse eficientemente
debe regularse bien. Otra cuestión es cómo está el calcio distribuido: en la sangre hay un porcentaje,
aunque muy regulado, muy bajo también, así como también en la célula. La mayor parte del calcio se
encuentra en los huesos (99%).

El hueso es un tejido vivo, es decir que


hay células que se están remodelando
permanentemente.
Por ejemplo, para producir la
depositación de las sales de calcio, las
células que se encargan de esto son los
osteoblastos que sobre una matriz
orgánica de colágeno, promueven la
depositación de las sales (carbonato y
fosfato de calcio). Estas células tienen
receptores para la calcitonina y así se
promueve una mayor deposición de sales
en la matriz orgánica.
Para producir una resorción importante
están los osteoclastos que pueden
promover una disolución relativamente
rápida de sales; por lo tanto, tienen receptores para la PTH. Esta última, al mismo tiempo que
promueve que reabsorba el calcio del riñón, promueve también la excreción de fosfato porque al
promover en el hueso la resorción de sales de calcio, pasa calcio a la sangre y también fosfato. En
principio, haría que la relación de concentraciones de fosfato y calcio se altere en la sangre, lo cual
podría ser un problema ya que podrían precipitar cristales de fosfato de calcio en distintos tejidos.
Por eso, esta hormona promueve que el fosfato se excrete.

El calcitriol se forma a partir de la vitamina-D que se


obtiene a partir de la dieta o de la luz solar (UV). En
el riñón, el precursor puede tener dos rutas: a la
derecha que es la forma activa o a la izquierda que
es la forma inactiva. Un factor que induce la forma
de la hormona activa es la PTH, también el bajo
calcio y el bajo fosfato.
El estímulo inicial es la baja del calcio plasmático
que es para que se secrete la PTH, y esta última a su
vez es un estímulo directo para que se secrete la
1,25 en el riñón. A su vez, la PTH promueve que se
secrete más fosfato en la orina, disminuye el fosfato
en la sangre y es un estímulo adicional para la
secreción de 1,25. Dos vías: una directa y una
indirecta por parte de la PTH. La 1,25 actúa a nivel
intestinal promoviendo la absorción de fosfato
(también de calcio) y promoviendo la resorción
ósea, con lo cual aumenta el fosfato plasmático,
compensándose a niveles normales. En cuanto al
calcio, la PTH y la 1,25 son sinérgicas para aumentar
el calcio plasmático restituyendo el estímulo inicial.
El segundo caso para la secreción de 1,25 proviene
de la disminución del fosfato plasmático como
estímulo inicial. A nivel renal, se induce la formación
de 1,25 que a nivel intestinal y óseo, promueve la
resorción (sales de fosfato pasan a la sangre). Eso
eleva el fosfato plasmático, compensando la baja
inicial; pero secundariamente aumenta el calcio
plasmático, lo cual inhibe la secreción de PTH, con
lo cual disminuye la excreción de fosfato y aumenta la excreción de calcio (a su vez, puede inducir la
síntesis de calcitonina).

Aclaramiento
renal.
Se refiere al
volumen de
plasma no a la
cantidad de
sustancia que se
depura.
Hay una fórmula
muy sencilla que
permite calcular el
clearance y está
indicada en la
filmina. Al
multiplicar
volumen por
concertación se
tiene la cantidad de la sustancia X que aparece en la orina y sería igual a la que se depura en plasma.
Se estima el volumen de plasma (Cx) que se está depurando de la sustancia. Dependiendo de cómo
sea la depuración que haga la sangre hacia el interior de los túbulos renales, se tendrá cierto
clearance. Por ejemplo, hay una sustancia que es la inulina la cual tiene como propiedad que en el
riñón sólo se filtra, no sufre procesos de reabsorción o secreción. Por eso, el aclaramiento de la
inulina es un estimador de la TFG porque si sólo se filtra, el volumen de plasma que se filtra es
efectivamente el que se depura de esa sustancia (luego esa sustancia no se reabsorbe ni se secreta).
El cociente del clearence de cualquier sustancia X dividido el clearance de inulina da cierta
información: si el valor es cercano a 1 indicaría que la sustancia X se estaría solamente filtrando
porque se comporta relativamente igual que la inulina (en principio); si es menor a 1, el
aclaramiento de la sustancia X es menor que el aclaramiento de la inulina indicando una posible
reabsorción. Por último, si es mayor a 1 indica una secreción con bastante certeza. No debe
confundirse este cociente con el valor absoluto del clearence.

A la izquierda arriba se observa que la


inulina está presente en el plasma y
cierta fracción de plasma se filtra. Por
ende, en ese 20% hay cierta cantidad de
inulina que se filtra y luego no hay
ningún proceso de reabsorción ni de
secreción posterior. Por ende se
calcularía el clearence mediante la
fórmula de recién, que para la inulina es
de 100 ml/min correspondiente con la
TFG.
En el caso b), se estima el clearance de
la glucosa: a nivel del glomérulo se filtra
libremente, pero después en el túbulo
contorneado proximal, en condiciones
normales, se reabsorbe totalmente, por
ende el clearance de la glucosa es 0 (no
se depura la sustancia).
A la izquierda debajo se observa el caso
de la urea que también se filtra libremente por los glomérulos y luego a nivel renal tiene una cierta
reabsorción (osmolito que contribuye al gradiente corticomedular), por ende el clearence es
intermedio con respecto a los casos anteriores.
Por último, el caso de la penicilina que es un antibiótico, se filtra libremente, pero luego a través de
ciertas modificaciones que sufre en el hígado, puede conjugarse y secretarse activamente al nefrón;
por ende, el nivel de aclaramiento renal es
mayor a la de inulina.

En los procesos de secreción activa, juega un


papel importante el hígado (y en los
invertebrados el órgano equivalente como el
hepatopáncreas). Hay diversas
transformaciones de compuestos orgánicos endógenos e incluso extraños al organismo, que pueden
sufrir reacciones de oxidación (típicas de la fase 1). Tratan de convertir a ese compuesto en una
sustancia más polar (de lipofílicos a hidrofílicos) para que puedan excretarse más fácilmente. Si son
lipofílicos pueden eventualmente retro difundir a la sangre. En la fase 2, varios productos derivados
de la fase 1 pueden conjugarse con otras moléculas como sulfatos para ser reconocidos por
transportadores que están a nivel tubular y pueden ser secretados activamente.
Las enzimas de fase 1 tienen relación con organismos de mayor actividad y el nivel trófico, y fase 2
son mayores en invertebrados.

Uno de los objetivos centrales de


un sistema excretor es procesar
los productos nitrogenados
derivados del catabolismo de las
proteínas. Se tienen los tres
principales productos de
excreción nitrogenados que es el
amoníaco, la urea y el ácido
úrico.
En la tabla hay propiedades
básicas de cada una: el amonio
tiene una toxicidad y una
solubilidad muy alta,
por esto los
invertebrados
acuáticos y peces
óseos lo tienen como
producto de
excreción principal.
Porque pese a ser
bastante tóxico, son
muy solubles y como
tienen un acceso al
agua directo,
fácilmente pueden
deshacerse de ese compuesto nitrogenado. Pero, la urea es bastante menos tóxica y sin embargo,
tiene una solubilidad más alta que el amoníaco. Resulta una alternativa interesante producirla, para
poder excretar una sustancia no tan tóxica y muy soluble, lo cual genera una economía de agua para
la excreción y de hecho es típica de vertebrados terrestres. Por último, el ácido úrico que es una
purina, la toxicidad todavía es más baja y una solubilidad muy baja en agua, por ende puede
precipitar en forma de cristales, típico de insectos y de vertebrados terrestres. En estos últimos, el
ácido úrico tiene mucho que ver con la presencia del huevo, los productos nitrogenados que
produce el mismo embrión en desarrollo requieren de esa manera un mínimo de agua, optando por
este producto nitrogenado. Pero la desventaja de esta purina es que el costo metabólico para la
síntesis es el más alto de todo, pero la ventaja es la mínima cantidad de agua para ser excretado.
Los elasmobranquios, en vez de tener amonio tienen a la urea pero porque de esta manera son
isosmóticos con el mar (clase anterior).

Resumen de formas en las


cuales se excretan los
productos nitrogenados.
A partir del catabolismo
de las proteínas, en
principio se tienen
aminoácidos y luego
procesos de
desaminación. Los
aminoácidos pueden ser
utilizados como
osmolitos, sobre todos los
invertebrados marinos
que los utilizan dentro de
las células para producir
una osmolaridad similar
entre plasma y agua.
Luego, se tiene el
reciclado de los
aminoácidos para el
crecimiento y
mantenimiento y el exceso sufre catabolismo; como resultado se tiene el amoníaco, pero a partir de
la oxidación también se tiene CO2 que se hidrata y forma bicarbonato, por ende también protones
que son utilizados por algunos organismos para producir amonio (forma ácida). Esto configura un
buffer ácido-base. De esta manera, el amonio es más liviano que otros cationes y algunos calamares
hacen este reemplazo de cationes para perder peso y ayudar a una flotabilidad neutra. A su vez, el
amonio puede ser excretado en organismos acuáticos como tal (animales amoniotélicos). El amonio
puede convertirse en urea o ácido úrico y ser excretado de esa forma: ureotélicos en el caso de
mamíferos y uricotélicos en el caso de aves. Ahora, si bien en los mamíferos se excreta urea,
también hay cierto ácido úrico excretándose como tal. Finalmente, el amoníaco puede reciclarse en
aminoácidos a través de la glutamina.

Ecuación de Henderson-
Hasselbach (para ácidos
débiles)
Papel de los sistemas buffer
para regular el pH. La
necesidad para mantener el
equilibrio ácido base,
significa mantener un equilibrio con el pH dentro de la célula que se relaciona directamente con la
concentración de protones libres que son altamente reactivos.
Para hablar de los buffer, se parte de esta ecuación de HH para la disociación de un ácido débil, la
cual tiene una constante de equilibrio y el anión funciona como la base aceptando protones en
exceso (evitando su aumento), mientras que el ácido sin disociar es el que cede los protones. Por
ende, el buffer es capaz de atemperar la variación de la concentración de los protones libres y por lo
tanto el pH. Por ejemplo, el buffer bicarbonato cuyo ácido es el CO 2, se hidrata, produce protones
libres y forma el bicarbonato que es la base. Este es uno de los principales buffer de la sangre, y el
otro son las proteínas plasmáticas. Lo ideal de un buen buffer es que haya concentraciones altas de
la base y del ácido para poder atemperar eficientemente. En la sangre, el pK’ de las proteínas es muy
parecido al pH de la sangre en mamíferos, mientras que el buffer bicarbonato no tiene un pK’ tan
cercano al pH pero es muy importante de todas formas porque se pueden manejar a nivel
respiratorio (CO2) y a nivel renal (maneja la reabsorción de bicarbonato).

Diariamente, se está produciendo una cantidad muy


importante de protones; si no hubiese ningún sistema de
buffer en la sangre, la producción de protones
representarían una concentración de 60 mM/día,
mientras que el pH del plasma es el de 7,4 con una
concentración real de 40 nM. Esa enorme cantidad inicial
hay que atemperarla.
En la orina el buffer principal es el fosfato.

A la izquierda se ve el
buffer en la sangre
cuyos principales
componentes son el
bicarbonato y el
proteinato que forman
el tampón base (junto
con un pequeño aporte
del buffer fosfato en
orina). Se observa el
bicarbonato y el
proteinato que están cargadas negativamente, por ende suman en la columna de los aniones con
compuestos orgánicos y el cloro. Como en cualquier compartimento, deben igualar virtualmente a la
suma de cargas positivas contribuidas por los átomos de la filmina y los protones.
Lo que muestra es el concepto de la diferencia de iones fuertes: estos son correspondientes a sales
que se disocian totalmente (son todos los cationes y aquellos aniones que no forman parte del
tampón base). Esta diferencia entre aniones y cationes fuertes equivale a la magnitud que tiene el
tampón base. Por ende, los sistemas buffer también están condicionados por este concepto, sobre
todo la concentración de bicarbonato es uno de los factores que más se ajusta. Hay factores que
pueden denominarse como independientes como CO 2 que se regula a nivel del órgano respiratorio
por mayor/menor ventilación; luego, las proteínas totales también tienen una regulación
independiente y por último están los SID (diferencia de iones fuertes) que se regulan
independientemente por transporte activos en riñón y en digestivo también (involucran sodio, cloro,
potasio → bomba). Quien finalmente se termina acomodando termina siendo el bicarbonato y la
concentración de protones.

Se observan algunos ejemplos. Se


denomina un diagrama Davenport
que grafica la concentración total
de bicarbonato en función del pH
sanguíneo. Las isolíneas
corresponden a dióxido de carbono
y es un ejemplo de cómo el
bicarbonato se termina ajustando a
los factores de regulación
independientes recién vistos.
Comenzando en un pH de 7,4
asociado a una concentración de
CO2 normal de 1.2 y también de
bicarbonato que está en equilibrio.
Los cambios de pH que pueden
ocurrir pueden tener dos orígenes: respiratorios (moviéndose “horizontalmente”) que ocurre por un
aumento de CO2 generando una acidosis respiratoria desplazándose a la izquierda porque se
producen más protones libres (puede ser por ejemplo, por una dificultad de la FV). Por el contrario,
puede ocurrir una alcalosis respiratoria moviéndonos a la derecha. El otro origen, si nos movemos en
una misma isolínea de CO2 (verticalmente), claramente no se atribuyen a la variación de CO 2 porque
está constante, sino a la cantidad de
bicarbonato: si hay más base agregada, el pH
aumentará (para mantener el CO 2 constante)
sobre la isolínea produciendo una alcalosis de
tipo metabólica y por el otro lado, si se saca
base, se produce una acidosis de tipo
metabólica.
El mismo diagrama puede hacerse en una especie de cangrejo y se mostrarán las isolíneas por donde
pueden producirse las acidosis/alcalosis respiratorias/de tipo metabólica, por la variación de CO 2 o
bicarbonato respectivamente.

Hay seis especies distintas de cangrejos:


algunas están adaptadas a la salida de agua y
respirar un toque en el aire y otras no salen
para nada del agua. Las especies de la
izquierda corresponden a lo primero, mientras
que las tres derechas son netamente acuáticas.
A su vez, en cada punto está indicado un
número correspondiente a las horas que pasan
los cangrejos fuera del agua. En todos los casos
de la izquierda, se observa que al sacarlos, se
acumula CO2, partiendo de 0 el gas va
aumentando debido a que en aire es más difícil
sacarlo de las branquias pero rápidamente es
compensado por adición de base para
mantener el pH. Es decir que, al mismo tiempo
que aumenta el CO2 aumenta el bicarbonato y
esto último lo consiguen en intercambio con
algún fuerte en el agua (por ejemplo, sacando cloro o aumentando la cantidad de sodio para
aumentar el bicarbonato y seguir manteniendo la electroneutralidad).
En las especies de la derecha, sobre todo las últimas, la compensación no se observa y su pH cae
drásticamente con el aumento de CO 2 porque no está adaptada a salir del agua, por ende no tienen
los mecanismos de compensación.

Riñón y bicarbonato.
Hay dos procesos básicos que se
dan en el nefrón: en el túbulo
contorneado proximal que
comprende la reabsorción del
bicarbonato filtrado. El
bicarbonato se filtra libremente,
por ende es un ión que la sangre
requiere recuperar rápidamente y
por eso, el túbulo, recupera casi en
su totalidad lo que se filtró. Se parte del bicarbonato filtrado que pasa al interior de la cápsula de
Bowman, apareciendo en la preorina a nivel de túbulo proximal. Este ión, se une con protones que
salen en contratransporte con el sodio formando CO 2 y agua y quien promueve esto es la anhidrasa
carbónica ubicada en membrana apical. El CO 2 rápidamente se difunde hacia el interior de la célula
por gradiente, favoreciendo que la reacción de deshidratación siga ocurriendo en el lumen. Dentro
de la célula hay una segunda anhidrasa intracelular citoplasmática, favoreciendo la reacción en
sentido contrario, es decir la hidratación para lo formación de protones (que son los que salen en
contratransporte con el sodio) y bicarbonato, que finalmente se reabsorbe. Entonces, en forma neta,
en el filtrado se parte de bicarbonato y sodio que estaba en el lumen y luego, estos dos se
encuentran en sangre.

El segundo proceso que ocurre pero a


nivel del túbulo contorneado distal es la
reposición del bicarbonato que se
consumió en el plasma y la excreción de
protones. Esto ocurre a partir del CO 2 que
ingresa desde el lumen o plasma que es
tomado por la anhidrasa plasmática,
formando protones y bicarbonato. Los
protones son tomados por una ATPasa de
protones, que bombea hacia el lumen del
túbulo contorneado distal; por el otro
lado, el bicarbonato se absorbe
acompañando también por el sodio. A este
bicarbonato, se lo toma como
“bicarbonato nuevo” porque no estaba en
el filtrado, sino que se parte de CO 2 (incluso a este nivel del túbulo no llega bicarbonato
significativamente). Este bicarbonato nuevo es el que repone el bicarbonato de plasma que
atempera toda la sobrecarga de protones que viene de la dieta y el metabolismo de aminoácidos.
A su vez, abajo puede verse como contrapartida, la excreción de protones que una vez que ingresan
a la orina se unen con buffer presentes ahí, como el
buffer fosfato que es el principal que se encuentra
ahí. Eventualmente, cuando se tiene una necesidad
extrema de excretar protones y de recuperar
bicarbonato consumido, el buffer fosfato puede ser
superado en su capacidad buffer y se produce el
buffer amonio. La glutamina, se desamina en las
células del túbulo formando glutamato y amoníaco
libre y este último es que fácilmente puede salir de
las células para unir protones en la luz formando
amonio que sigue su trayecto hacia la orina (así, se
tiene el segundo buffer que puede contribuir con el
fosfato a mantener el pH en la orina).
Se tiene una sobrecarga de protones que proviene principalmente del hígado por la metabolización
de ácidos orgánicos, generando una sobrecarga de protones en la sangre que hay que atemperar y el
buffer que lo hace es el bicarbonato; por lo tanto se consume, generando CO 2 y agua, donde el
primero se excreta por el respiratorio pero otra parte es tomada por los nefrones generando el
“bicarbonato nuevo” (se recupera lo del buffer) y la excreción de protones. Así se acopla el
respiratorio y el excretor para mantener los niveles de bicarbonato.

Arriba se observan células del túbulo distal, tipo A,


donde se dan los procesos recién vistos: a partir del
CO2 se producen los protones tomados por una
ATPasa para excretarlo hacia la luz tubular y el
bicarbonato nuevo para mandarlo a la sangre con el
cloro (diferencia de iones fuertes, antes era sodio,
pero es lo mismo).
Eventualmente, si fuera necesario compensar una
alcalosis metabólica, se pone en actividad las células
de tipo B que realizan el trabajo contrario. La ATPasa
bombea protones hacia la sangre y el bicarbonato se
excreta hacia la luz tubular; normalmente no están
activas, sólo lo hacen con la alcalosis

Hay tres tipos básicos de ATPasas: las primeras son las


tipo F (arriba a la izquierda) que en verdad son
sintasas, es decir involucradas en la síntesis de ATP a
través del gradiente químico de protones. El segundo
tipo son las V ATPasas porque originalmente se las
describió como bombas que envían protones al interior de vacuolas (al lado del anterior y abajo).
Finalmente, están el grupo de la P ATPasas siempre en membrana plasmáticas y hay de varios tipo;
en la imagen se observa la de Na+/K+. Estas últimas SIEMPRE en membrana basolaterales.

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