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c) Este mercado había experimentado un importante desarrollo en nuestro país. Sin embargo, con la crisis financiera, la actividad
en este mercado se redujo considerablemente, lo que dificultó, aún más si cabe, la financiación de las entidades bancarias. A
pesar de que empieza a haber síntomas de mejoría de este mercado, aún está muy lejos de alcanzar el nivel de actividad previo
a la crisis.
5. Mercados de renta fija privada
5.1. El mercado de renta fija AIAF
- AIAF es el mercado español de referencia para la Deuda Corporativa o renta fija privada.
- Está integrado en Bolsas y Mercados Españoles (BME), la compañía que opera los mercados
financieros españoles.
- Se encuentra bajo la supervisión de la CNMV
- Creado en 1987, ha experimentado un formidable desarrollo en las últimas décadas, dando
lugar a las infraestructuras y plataformas necesarias para dar cauce a este mercado de
financiación empresarial que hoy es uno de los más modernos, fluidos y transparentes del
mundo.
- En la actualidad cuenta con un número de miembros en torno a los ochenta, entre los que se cuentan los principales bancos,
cajas de ahorros, y sociedades y agencias de valores de nuestro sistema financiero.
- Los emisores, de acuerdo con sus estrategias de captación de recursos, ponen a disposición de los inversores a través de AIAF,
una gama de activos y productos que comprende el abanico completo de plazos de vencimiento y estructuras financieras.
Corto plazo Pagarés de empresa Medio y Largo Plazo
Bonos y Obligaciones (incluidos Bonos hipotecarios) Emisiones titulizadas
Cédulas hipotecarias Participaciones preferentes
5.2. Pagarés de empresa
Definición Son valores de renta fija negociables, con vencimiento a c/p, emitidos típicamente al descuento por grandes empresas, con la
finalidad de diversificar sus fuentes de financiación. Habitualmente se les conoce como papel comercial.
Características (Solo lectura)
- Su emisión suele responder a necesidades de circulante de las empresas, aunque también son susceptibles de uso como
financiación a medio y largo plazo, mediante la rotación de los pagarés al vencimiento.
- Puesto que el objeto de la adquisición de estos pagarés suele ser rentabilizar excedentes de tesorería, estos pagarés tienen
nominales unitarios elevados y vencimientos muy cortos.
- Generalmente (salvo que vayan avalados), no llevan garantía especial del emisor, por lo que su colocación depende, en gran
medida, de la confianza del inversor en su solvencia.
- Su rentabilidad es parecida a la de otros activos financieros alternativos: suele ser algo superior a la de los valores públicos de
similar plazo y algo inferior a los tipos de interés del mercado interbancario.
- Su origen se halla en la voluntad de intensificar el proceso de desintermediación financiera, de manera que demandantes de
fondos y ahorradores puedan operar más directamente. Sin embargo, en la práctica, la colocación de pagarés en el mercado
discurre, en buena medida, a través de los intermediarios financieros que son los que ponen en contacto a inversores y
ahorradores de una u otra forma.
Mercado primario (Solo lectura) Existen 2 modalidades de emisión de pagarés de empresa:
a) Emisiones en serie:
Realizadas por los denominados “emisores habituales”, normalmente empresas bien conocidas, solventes y de gran dimensión
(entre ellas destacan ciertas empresas públicas, las empresas eléctricas privadas, algunas multinacionales y ciertos
intermediarios financieros).
De acuerdo con programas previamente diseñados.
Se colocan entre los intermediarios financieros por medio de subastas, quienes luego los redistribuyen entre el público.
b) Emisiones a medida:
Realizadas por los denominados “nuevos emisores”, que, aun siendo empresas también reconocidas y de buen nivel de
solvencia, tienen menor tamaño.
En general, se produce la acomodación del demandante de fondos (emisor) a las exigencias de la demanda de pagarés en cuanto
a importe, plazo y tipo de interés.
Generalmente sus demandantes buscan con su adquisición rentabilizar sus excedentes de tesorería, por lo que estos pagarés
suelen tener nominales más elevados y vencimientos más cortos que los anteriores.
De igual modo, esas emisiones se canalizan fundamentalmente también a través de los intermediarios financieros.
Mercado secundario
Además de en el mercado individual, donde los emisores de pagarés podrán comprar y vender sus activos para garantizar su
liquidez y cotización en el mercado, los pagarés de empresa se pueden negociar en los siguientes mercados secundarios organizados:
a) AIAF Mercado de Renta Fija S.A.
b) Bolsa de Valores: dentro del segmento de renta fija.
5.3. Bonos y obligaciones (simples)
Son activos financieros con estructura financiera idéntica. Representan un préstamo efectuado a la entidad emisora a cambio de
una serie de flujos de interés establecidos explícitamente a lo largo de la vida del título.
En general, se puede decir que son aquellos activos de renta fija cuyos plazos de vencimiento van desde los 2 años en adelante.
Así, para plazos inferiores a 5 años, estaríamos hablando de bonos y para vencimientos superiores, de obligaciones (aunque esta división
no se respeta estrictamente).
Los flujos de interés (cupones) pueden ser fijos para toda la vida de los títulos o estar indexados a la evolución de alguna variable
económica o índice, y pueden ser pagaderos anualmente o en periodos de tiempo inferiores.
5.4. Títulos hipotecarios
El mercado hipotecario es uno de los segmentos del sistema financiero con mayor influencia en la estabilidad macroeconómica y
financiera. De su funcionamiento depende la financiación de la vivienda que, en la actualidad, representa una parte muy importante de la
riqueza total de los hogares y condiciona sus decisiones de consumo e inversión.
A la vez, desde la perspectiva de las entidades de crédito, los préstamos hipotecarios tienen gran peso en el balance, suponiendo
más de la mitad del total del crédito al sector privado residente.
Es por ello que las autoridades han buscado siempre, a través de diversas actuaciones, dotar a este mercado de los medios
precisos para su desarrollo. En una de esas actuaciones se aprueba la posibilidad de que las entidades que conceden financiación
hipotecaria puedan mejorar su gestión a través de la emisión de títulos hipotecarios con base a sus carteras de préstamos de este tipo.
TÍTULOS HIPOTECARIOS
Títulos de renta fija que pueden ser emitidos por las entidades que conceden financiación hipotecaria para poder movilizar las
carteras de préstamos hipotecarios que poseen.
Los 3 tipos de títulos hipotecarios permitidos por la Ley son: cédulas, bonos y participaciones hipotecarias.
a) Cédulas y bonos hipotecarios
Cédulas hipotecarias: títulos que están garantizados por la totalidad de los créditos hipotecarios de su entidad emisora
Bonos Hipotecarios: activos financieros garantizados por el crédito o grupo de créditos hipotecarios que se vinculen
específicamente a su emisión en la escritura pública correspondiente.
Características comunes (Solo lectura):
o Pueden ser emitidos por todas las entidades autorizadas a operar en el mercado hipotecario.
o Gran libertad respecto a las características de emisión (nominativos o al portador, con interés fijo o variable, anotaciones
en cuenta,…).
o Son activos negociables con una gran liquidez, ya que pueden ser negociados en mercados secundarios con gran actividad:
AIAF y Renta Fija de la Bolsa.
o Sus plazos de vencimiento suelen oscilar entre 2 y 5 años.
o Sus tenedores tiene el carácter de acreedores privilegiados respecto a los préstamos y créditos existentes en el patrimonio
de la entidad emisora, que no hubiesen garantizado la emisión de otros títulos hipotecarios.
o Si por razón de amortización de los préstamos o créditos, el importe de las cédulas emitidas excediera de los límites de
emisión permitidos a ambos tipos de títulos, las entidades podrán adquirir sus propios títulos hasta restablecer los mismos.
Diferencias entre cédulas y bonos hipotecarios (Solo lectura):
En el caso de las cédulas, el volumen de las emitidas y no vencidas no podrá superar el 80 por 100 de los capitales no
amortizados de todos los préstamos y créditos hipotecarios de la cartera de la entidad aptos para servir como cobertura
En el caso de los Bonos, su valor actualizado deberá ser inferior, al menos en un 2 por 100, al valor actualizado de los
préstamos y créditos hipotecarios afectados.
b) Participaciones hipotecarias
Títulos a través de los cuales la entidad emisora puede hacer participar a terceros en todo o en parte de uno (o varios) créditos
hipotecarios que posea en su cartera. Es decir, constituyen cesiones a terceros de parte de esos créditos hipotecarios.
Características (Solo lectura, excepto lo subrayado)
Títulos necesariamente nominativos, o valores representados en anotaciones en cuenta. Cada uno representa una participación
en un crédito particular, lo que las distingue de las anteriores.
Ni su plazo ni su interés podrán superar a los del crédito original participado.
Pueden ser un instrumento de gran utilidad para la financiación de grandes obras de infraestructura, construcción o adquisición
de inmuebles,..., ya que puede documentarse a través de ellas una especie de préstamo hipotecario sindicado.
Transfieren el riesgo incorporado en los correspondientes créditos, de tal manera que la proporción cedida no se computa como
riesgo en la entidad emisora, cuando la participación se realice por todo el plazo, hasta su vencimiento, y no haya pacto de
recompra.
El titular de una participación hipotecaria concurrirá con igualdad de derechos que el acreedor hipotecario principal frente al
deudor, cobrando, en su caso, a prorrata de su participación en la operación.
La emisión de varias participaciones hipotecarias de un mismo crédito podrá hacerse simultánea o sucesivamente, y, en
cualquier caso, al inicio del préstamo o durante su vigencia.
El emisor de las participaciones conserva la custodia y administración del crédito hipotecario participado y su titularidad parcial.
La entidad emisora llevará un registro de participaciones hipotecarias.
No son negociables, por lo que presentan una menor liquidez.
La liquidez de estos activos se genera a través de los Fondos de titulización hipotecaria. Son fondos cuyo activo está constituido
únicamente por participaciones hipotecarias mientras que en su pasivo figuran los títulos de renta fija negociables emitidos por ellos
mismos para captar recursos: bonos de titulización hipotecaria.
La titulización no es más que la conversión de un préstamo o activo no negociable en un título negociable. En este caso,
participaciones hipotecarias se transforman en bonos de titulización hipotecaria, cuyo mercado se dirige fundamentalmente a inversores
institucionales (fondos de inversión, compañías aseguradoras, fondos de pensiones,…)
5.5. Otros mercados MONETARIOS (Solo lectura)
A. PAGARÉS BANCARIOS: son títulos similares a los pagarés de empresa, pero emitidos por bancos o cajas de ahorros.
Se trata de títulos de renta fija que incorporan un compromiso de pago a fecha fija, por el que la entidad emisora se compromete
a devolver su nominal. Emitidos, pues, al descuento, su vencimiento más frecuente oscila entre 6 y 12 meses.
B. BONOS DE CAJA Y TESORERÍA: son obligaciones a m/p, entre 3 y 5 años, que pueden ser emitidos por los bancos y cajas de ahorros.
La principal diferencia entre ambos radica en sus entidades emisoras. Puesto que los de caja sólo pueden ser emitidos por la
banca industrial y los de tesorería se pueden emitir por todo tipo de bancos y cajas de ahorros.
Otra diferencia importante es que los bonos de caja tienen importantes ventajas fiscales: Ambos pueden ser convertibles en
acciones.
C. PARTICIPACIONES PREFERENTES: son títulos de renta fija emitidos por entidades de crédito que, aunque a efectos de cálculo del
coeficiente de garantía puedan considerarse, en algunos casos, integrados en los recursos propios del emisor, no confieren
participación en su capital ni derecho de voto.
- Tienen carácter perpetuo, aunque el emisor suele reservarse el derecho a amortizarlas a partir de los 5 años, previa autorización
del BE.
- Tienen una rentabilidad fija generalmente durante un periodo y variable durante el resto de la vida del producto.
- Se consideran integrados dentro de los recursos propios de las entidades de crédito a efectos del cálculo del coeficiente de
garantía, siempre que cumplan, entre otros, los siguientes requisitos:
a) Tener derecho a percibir una remuneración predeterminada de carácter no acumulativo.
b) No otorgar a los titulares derechos políticos.
c) No otorgar derechos de suscripción preferente respecto a futuras emisiones.
d) Tener carácter perpetuo, aunque se puede acordar la amortización anticipada a partir del quinto año de su
fecha de desembolso.
e) Cotizar en alguno de los mercados secundarios organizados.
D. CÉDULAS TERRITORIALES: activos de renta fija en los que tanto su capital como sus intereses están garantizados por los préstamos y
créditos concedidos por el emisor al Estado, Comunidades Autónomas, entes locales, organismos autónomos y entidades públicas
empresariales dependientes de ellos, así como por otras entidades de análoga naturaleza del Espacio Económico Europeo.
El importe total emitido por una entidad de crédito no puede ser superior al 70% del importe de los préstamos y créditos que
sirven de garantía.
Están representadas en anotaciones en cuenta y podrán ser admitidas a negociación en el mercado de valores.